MONOGRAFÍA (SAN JUAN MARÍA VIANNEY)

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VIDA Y VIRTUDES DE SAN JUAN MARA VIANNEY PARA UN SACERDOCIO EJEMPLAR Seminaristas: Cotrina Delgado Hilder Linares Das Soriano

CHICLAYOPER1

NDICENDICE..................................................................................................................................................2 VIDA Y VIRTUDES DESDE SU NIEZ HASTA SEMINARISTA..................................................4AMBIENTE SOCIAL EN FRANCIA...............................................................................................................................4 SUS PADRES EJEMPLO PARA SAN JUAN MARA VIANNEY.................................................................................5 SU INFANCIA, OBEDIENCIA, TRABAJO, ORACIN Y HECHO UN PASTOR CARITATIVO ...........................5 PRIMERA COMUNIN Y AMOR A LA EUCARISTA................................................................................................6 DE ESTUDIANTE PERSEVERANTE Y HUMILDE......................................................................................................6 DESERTOR EN TIEMPOS DE LA REVOLUCIN FRANCESA..................................................................................7 DE SEMINARISTA NUNCA FUE FILSOFO, PERO SI PERSEVERANTE PARA ALCANZAR LA FELICIDAD 9

SEGUNDA PARTE.............................................................................................................................11 VIDA Y VIRTUDES DESDE SU SACERDOCIO HASTA SU ENFERMEDAD............................11SACERDOTE PARA SIEMPRE.....................................................................................................................................11 SACERDOTE DE ARS, OBEDIENCIA, CARIDAD Y PIEDAD.................................................................................11 SU CARCTER HUMILDE Y ALEGRE.......................................................................................................................12 PRIMEROS TIEMPOS EN ARS, ORACION Y MORTIFICACIN............................................................................13 PACIENCIA A LAS CONTRARIEDADES DE LA GENTE Y LA RESPUESTA DE AMOR HACIA ELLOS........15 LA LUCHA CON EL DEMONIO Y LA CONVERSIN DE LAS ALMAS EN EL CONFESIONARIO...................16 DEVOCION AL NGEL DE LA GUARDA Y LOS SANTOS.....................................................................................17 SANTA FILOMENA SU AGENTE CON DIOS.........................................................................................................17 AMOR A LA SANTA MADRE DE DIOS QUE LE PROTEGI SIEMPRE................................................................18 LTIMA ENFERMEDAD Y MUERTE DEL CURA DE ARS.....................................................................................19 PROCESO DE CANONISACIN DE SAN JUAN MARA..........................................................................................20

CONCLUSIN....................................................................................................................................21 Bibliografa..........................................................................................................................................23

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INTRODUCCINLa vida del santo cura de Ars es una obra maravillosa de Dios. l fue un ejemplo para todos, especialmente para los sacerdotes, de quienes es patrono y modelo. Se preocup por la salvacin de sus feligreses, que es y debe ser la primera y principal tarea de todo sacerdote con cura de almas. l oraba y se disciplinaba por la conversin de sus fieles y de todos los pecadores del mundo entero. Tambin oraba incesantemente por la salvacin de las almas del purgatorio. Los dos pilares fundamentales de su apostolado eran la confesin y la misa, recomendando a todos la confesin y comunin frecuentes. Fue un sacerdote austero, preocupado por las necesidades de los dems, que oraba por la salud de los enfermos y liberaba a los oprimidos del maligno. Para evitar llamar la atencin, mandaba a los enfermos a hacer novenas a santa Filomena con el fin de que no hablaran de l como un santo que haca milagros. No fue brillante humanamente, ni en su porte exterior, ni en su predicacin, ni en su inteligencia, pero fue un sacerdote santo y mstico que arrastraba a las almas a Dios. Con slo verlo celebrar la misa, muchos se convertan. Al confesarse con l, todos salan edificados; y en muchos casos hasta les deca cosas ocultas de su vida que nadie poda haberle manifestado y que slo conoca por revelacin sobrenatural de Dios. Que su vida nos estimule a todos en el camino de la santidad para no dejarnos llevar de la rutina y de contentarnos con una vida cristiana de misa de domingo. Todos podemos y debemos ser santos, pues la santidad no es un privilegio de unos pocos, sino un deber de todos. Es menester pensar que tenemos derecho primero averiguar, luego escribir y transmitir el secreto de una vida cuya esencia, es una relacin con un misterio, que es el creador Dios. Por tanto para estudiar la vida de este santo, no nos hemos basado solo en mtodos puramente descriptivos, sino tambin hemos tenido en cuenta los mtodos doctrinales. Tratamos de constatar es decir (procedimientos a lo largo de la historia como el proceso de su canonizacin y tambin la Psicologa pero nunca separada de la fe) y luego algunos puntos hemos tratado explicar que es la tarea ms significativa (principalmente: Temperamento, educacin, ambiente, influencias recibidas de los hombres, toques personales de Dios) por tanto no se puede explicar la santidad sin la gracia, ni seguir el progreso de un alma en su camino hacia la perfeccin sin un conocimiento profundo de las virtudes cristianas y de los dones del espritu Santo. Por tanto trataremos principalmente su vida y a travs de ella el desarrollo de sus virtudes que son ejemplo para un seminarista y en especial para un sacerdote que est llamado a desarrollar su ministerio con las almas como lo hizo este Santo Cura. Es as que se presentar en dos partes la vida de este santo sacerdote en el desarrollo de este pequesimo trabajo.

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PRIMERA PARTE VIDA Y VIRTUDES DESDE SU NIEZ HASTA SEMINARISTAAMBIENTE SOCIAL EN FRANCIA La revolucin francesa con todas sus nefastas consecuencias para la Iglesia y para los catlicos marc la historia de Francia e influy directamente en los acontecimientos de la vida de nuestro santo. El 14 de julio de 1789, con la toma de la Bastilla, comienza simblicamente la Revolucin francesa que ya se haba gestado aos antes. Su lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad daran alas a los revolucionarios para cometer toda clase de excesos. El dos de noviembre fueron confiscados los bienes de la Iglesia. El 19 de diciembre se pusieron a la venta todas las propiedades eclesisticas. El 13 de febrero de 1790 quedaron abolidas todas las rdenes religiosas. El 26 de noviembre de ese ao se proclam la Constitucin civil del clero. Los sacerdotes deban jurar fidelidad a esta Constitucin bajo pena de muerte. En ella se declaraba odio al rey, se aceptaba que los obispos seran elegidos por el poder poltico y se reconoca que el Papa no tena autoridad ninguna en Francia, salvo en cuestiones teolgicas, pero no prcticas. La Iglesia francesa se dividi en dos grupos: Juramentados (que juraron fidelidad a la Constitucin civil del clero) y no juramentados, obedientes al Papa o al poder civil. Los juramentados fueron siete obispos y casi la mitad de los sacerdotes. En Dardilly, el pueblo natal de nuestro santo, el prroco jurament y lo mismo hizo su sucesor. Los Vianney dejaron de asistir a la iglesia y slo asistieron a misas celebradas por algn sacerdote perseguido, que celebraba a escondidas en pajares, establos o graneros. Era de nuevo la Iglesia mrtir de las catacumbas. En estas circunstancias, la casa de los Vianney se convirti en lugar de acogida para los perseguidos, sacerdotes o laicos. Por todas partes de Francia se prohiba el culto religioso, se supriman los entierros religiosos y las imgenes sagradas eran destruidas. El 10 de noviembre de 1793 la catedral de Notre Dame de Pars fue convertida en templo de la diosa Razn. Miles y miles fueron asesinados. Slo en la regin de La Vande masacraron a 120. 000 por oponerse a las ideas revolucionarias. En 1799 Napolen Bonaparte sube el poder por un golpe de Estado y pronto aparecen sus intenciones de querer someter a la Iglesia. Tom prisionero al Papa Po VI y lo llev cautivo a Francia, donde falleci en Valence ese mismo ao. Po VII quiso hacer las paces y en 1801 firm un Concordato. En l se hablaba de libertad religiosa, pero Napolen aadi unos artculos orgnicos sin consentimiento del Papa, donde al igual que en la Constitucin civil del clero, slo reservaba al Papa las cuestiones teolgicas, nombrando una Comisin de Asuntos religiosos que deba ordenar todas las cuestiones prcticas de la Iglesia, incluidos los nombramientos de obispos. El Papa tuvo el gesto de coronarlo emperador en Pars en 1804, pero l no cedi en sus aspiraciones absolutistas sobre la Iglesia. En 1808 invadi los Estados Pontificios y el 16 de mayo de 1809 los anexion al imperio francs. El Papa Po VII lo excomulg el 10 de junio de 1809, pero fue arrestado y deportado a Savona y despus a Fontainebleau, donde permaneci hasta enero de 1814. Ese ao los aliados de Europa derrotaron a Napolen y entraron en Pars, obligndolo a abdicar, pero regres triunfante despus de haber estado Cien das recluido en la isla de Elba. Sin embargo, fue de nuevo derrotado el l8 de junio de 1815 en Waterloo e internado en la isla de santa 4

Elena, donde muri 1821. SUS PADRES EJEMPLO PARA SAN JUAN MARA VIANNEY Pertenecan a familias cristianas que acogan a los pobres y perseguidos. Su abuelo Pedro Vianney haba acogido en 1770 al que sera famoso Santo, san Benito Labre (1748-1783) quien escribi a la familia una carta de agradecimiento desde Roma. En la casa de los Vianney haba por las noches alrededor de veinte pobres, a quienes se les daba sopa caliente y alojamiento nocturno. Nuestro Santo acompaaba a los pobres al lugar donde iban a pasar la noche y cuidaba de que estuvieran bien abrigados. A continuacin, llegaba a casa y limpiaba los restos que haban dejado1.Ya desde pequeo empezaba a practicar la caridad. Su hermana Margarita Vianney dice que l les calentaba sus vestidos y despus les deca: Tmenlos, que estn bien calientitos. Y les haca rezar un padrenuestro y un avemara2. Sus padres tenan buena posicin econmica. Posean doce hectreas de cultivo y una hectrea de via. Tuvieron seis hijos. El cuarto era Juan Mara. Su madre era muy piadosa y asista a misa cada maana con su hija mayor. Despus, el pequeo Juan Mara ser su compaero predilecto. Su madre por las maanas despertaba a sus hijos y les haca rezar y entregar a Dios su corazn3. l dir: Despus de Dios, todo se lo debo a mi madre. Era tan buena! Jams un hijo, que ha tenido la dicha de tener una buena madre, debera mirar y pensar en ella sin llorar4. Su padre tambin era buen cristiano, aunque no tan practicante. SU INFANCIA, OBEDIENCIA, TRABAJO, ORACIN Y HECHO UN PASTOR CARITATIVO Juan Mara naci el 8 de mayo de 1786 y fue bautizado el mismo da como era costumbre, con el nombre del padrino y to paterno Juan Mara Vianney. Desde muy pequeo dio muestras de ser muy religioso y piadoso. Cuenta su hermana Margarita que, cuando tena tres aos, desapareci sin saber dnde estaba y lo encontr su madre, rezando de rodillas, entre dos vacas. Su madre lo reprendi y l prometi no volver a hacerlo5. Se ve que la oracin lo practicaba desde pequeo, que ser su arma posteriormente para que salga adelante su parroquia de los vicios. Cuando tena cinco o seis aos haca capillas o iglesias con arcilla. Al toque de las horas, deca la oracin que nos haba enseado mi madre: Dios sea bendito. nimo, alma ma, el tiempo pasa y llega la eternidad. Vivamos como debemos morir. Y rezaba un avemara. Cuando tocaban a misa, peda que le guardaran el asno y las dos ovejas que cuidaba para asistir6. Aos despus recordar: Cuando iba a los campos, hacamos procesiones y yo siempre haca de sacerdote. Diriga las oraciones, cantaba y hasta les predicaba. Qu feliz era cuando iba a los campos y guardaba mi burro y mis ovejas!7 Pues la obediencia y la oracin desde muy pequeo lo practicaba este nio, que despus se ver en su trabajo pastoral. Su madre le dio una pequea imagen de madera de la Virgen Mara y exclamaba: Cunto amaba yo a aquella imagen! No poda separarme de ella ni de da ni de noche y noCatalina Lassagne, Memoria 3, p. 46. Margarita Vianney, P.O., p. 1011. 3 Catalina Lassagne, Memoria 3, p. 45. 4 Rdo. Toccanier, Proceso apostlico ne pereant, p. 253. 5 Margarita Vianney, P.O., p. 1011. 6 Ibdem. 7 Catalina Lassagne, Memoria 3, p. 47.1 2

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hubiera dormido tranquilo, si no la hubiese tenido a mi lado la Santsima Virgen es mi mayor amor, la amaba antes de conocerla8. Estuviese donde estuviese, saludaba a Mara al dar la hora y haca la seal de la cruz rezando un avemara. Al terminar se santiguaba de nuevo9. En 1793, en plena poca del Terror, con sus siete aos, iba al campo a cuidar los animales, colocaba su pequea imagen en el tronco de un rbol, rodendola de flores y musgo, y rezaba con fervor. A los ocho aos comenz a trabajar en el campo con los dems. Un da quiso competir con su hermano Francisco, que era mayor, y termin rendido de cansancio. Al da siguiente una religiosa de Lyn le dio una imagencita de la Virgen dentro de un estuche. Cuando fueron a trabajar al campo, Juan Mara la bes y la coloc delante de l tan lejos como pudo. Cuando llegaba donde estaba la imagen, la tomaba, la besaba y la colocaba otra vez ms lejos. Y as lo hizo todo el da. Al llegar a casa, le dijo a mi madre: Hoy la he invocado todo el da y me ha ayudado. He podido seguir a mi hermano y no me he cansado10. El trabajo fue una virtud que siempre lo practic en su vida, desde esta edad, que despus en su parroquia, no descansara confesando. En 1795 aprendi a leer y algo de clculo y escritura con algunas nociones de geografa e historia con un maestro llamado Dumas, que enseaba en la poca de invierno, cuando los nios no iban el campo. El maestro lo puso como ejemplo de comportamiento. Sus mismos padres decan a sus otros hermanos: Vean cmo es obediente Juan Mara. Cuando le mandamos algo, lo hace inmediatamente11. PRIMERA COMUNIN Y AMOR A LA EUCARISTA En 1797 un sacerdote perseguido, el Padre Groboz, pas por Dardilly se aloj en su casa, confesndolo por primera vez. l recordaba: Me confes al pie de un gran reloj. Y cuando me pregunt cunto tiempo haca que me haba confesado, yo le respond: Jams12. Las religiosas de San Carlos lo prepararon para la primera comunin, que hizo en 1799 a sus 13 aos con otros 16 nios del pueblo. Hizo su primera comunin en Ecully, en casa del conde Pingeon13. Eran tiempos de persecucin y por ello los nios llegaron por separado con su traje diario. Ante las ventanas de la casa colocaron grandes carros de hierba y heno y algunos campesinos fingan descargar, mientras adentro se celebraba la misa de primera comunin14. Dice Margarita: Mi hermano estaba tan contento que no quera salir del lugar donde haba tenido la dicha de comulgar por primera vez15. Fue para l un da glorioso, pues tanto fue ese amor al seor eucarista que no lo olvidara toda su vida y pasados muchos aos, les ensear a los nios de Ars el rosario de su primera comunin. Pues l era un hombre que disfrutaba con gran amor a Cristo Eucarista y constantemente quera lo mejor para el seor y veremos que en su poca de pastor de Ars su fiesta ms grande era el Corpus Christi. DE ESTUDIANTE PERSEVERANTE Y HUMILDE Su hermana Margarita nos manifiesta: Despus de su primera comunin llev una vida deJuana Mara Chanay, P.O., p. 677. Margarita Vianney, P.O., p. 1013. 10 Margarita Vianney, P.O., p. 1011. 11 Ibdem. 12 Catalina Lassagne, Memoria 3, p. 48. 13 Margarita Vianney, P.O., p. 1011. 14 Catalina Lassagne, Memoria 3, p. 48. 15 P.O., p. 1018.8 9

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piedad edificante y deseaba ser sacerdote, pero mi padre le responda que eran muchos los gastos. Sin embargo, ante tanta insistencia le dio el consentimiento. Para que los gastos fueran menores, le propuso estudiar con el padre Balley, prroco de Ecully. l estuvo de acuerdo y yo le llevaba todos los sbados lo que necesitaba para toda la semana. El padre Balley estaba contento con l16. Lucho incansablemente para poder ser sacerdote, la perseverancia siempre lo practicaba durante toda su vida. La gramtica latina no le entraba. Oraba mucho al Espritu santo, pero su cabeza pareca dura para el latn. Invocando a Dios su perseverancia se hace ms fuerte, era humilde con todo lo que tena, incluso a veces se ver desanimado, pero la oracin ser el remedio, para perseverar. Juan Mara, viendo que era incapaz de aprender como los otros, tom una resolucin herica. Hizo voto de peregrinar a pie, mendigando a la ida y al regreso, al sepulcro de San Francisco de Regis (1597-1640), al santuario de Louvesc para pedir ayuda y poder terminar sus estudios. Era el ao 1806. La distancia era de 100 Kms. Y una maana se puso en camino despus de or misa y comulgar, pero en el camino nadie quiso ayudarlo ni alojarlo, pensando que era un desertor o un ladrn. Llevaba dinero, pero quera ser fiel a su voto de llegar mendigando. Tuvo que alimentarse de algunas hierbas y dormir al raso. Felizmente alguien le dio unos pedazos de pan y, agotado, lleg a la meta. Or con fervor ante la tumba del Santo al que le peda ayuda, quien le concedi la gracia en la medida justa y exacta, slo lo suficiente para que pudiera terminar a duras penas. En el santuario, el confesor le cambi el voto de mendigar para que pudiera comprarse con su dinero lo necesario para el viaje de vuelta, y as pudo tambin dar limosna a los pobres. Con esta experiencia dir aos ms tarde: Jams aconsejara a nadie que hiciese voto de mendigar17. En 1807 fue confirmado con su hermana Margarita por el cardenal Fesch, Arzobispo de Lyn y to del emperador Napolen. Fue confirmado con el nombre de Juan Mara Bautista por haber escogido como patrono de su confirmacin al Santo Precursor. De aqu en adelante firmar indistintamente como Juan Mara Bautista o Juan Bautista Mara. DESERTOR EN TIEMPOS DE LA REVOLUCIN FRANCESA En 1809 recibe la orden de incorporarse a filas. Se crea que por ser seminarista estaba exento, pero el caso fue que Juan Mara no haba sido inscrito todava en la lista de seminaristas, es as que el aviso lleg a Dardilly y de all a Ecully donde viva. Estaba destinado al frente de Espaa. Juan Mara iba a cumplir los 24 aos y en estudios estaba al nivel de uno de quince. Pareca que sus esperanzas de ser sacerdote quedaban frustradas para siempre y como todo ser humano, se sinti desanimado totalmente, l quera cumplir con el deber con su patria. Su padre quiso conseguir un sustituto de acuerdo a la ley vigente, pero el joven que haba aceptado 3.000 francos, a los tres das se retract y Juan Mara fue obligado a partir18. El 26 de octubre de 1809 lleg al cuartel como recluta. Malos recuerdos le quedaron de esos das por la mala conducta de sus compaeros y sus blasfemias19. Despus de dos das, enferm gravemente y tuvo que ir al hospital general de Lyn. Recordando aquellos das,Margarita Vianney, P.O., p. 1019. Mara Miard, Proceso apostlico continuativo ne pereant, p. 837. 18 Margarita Vianney, P.O., p. 1020. 19 Catalina Lassagne Catalina, Proceso apostlico in genere, p. 103.16 17

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dir: No com en la milicia ms que un pan de municin20. Durante los quince das que estuvo en el hospital fueron a visitarlo el padre Balley y sus familiares. El da 12 de noviembre, al salir del hospital, deba ir con un contingente de soldados de Lyn a Roanne, para continuar sus ejercicios militares. Como estaba muy dbil, los sigui en un coche. De nuevo recay con fiebre alta y otra vez tuvo que ingresar al hospital de Roanne, donde fue atendido por las religiosas agustinas. All estuvo seis semanas. Pero lo que lo caracterizaba era su piedad y sencillez, as nos lo manifiesta el libro de Francis Trochu. El 5 de enero de 1810 el capitn de reclutas Blanchard le comunic que, al da siguiente, deba salir con un destacamento hacia la frontera espaola, debiendo presentarse esa misma tarde para recoger la hoja de ruta. Sali del hospital antes de la hora y en el camino entr en una iglesia a rezar. Pero las horas se le pasaron sin enterarse y, cuando lleg a la puerta de la oficina, ya estaba cerrada. Lo importante es rescatar su perseverancia porque quera cumplir su deber con su patria. Al da siguiente, deba salir del hospital y unirse al destacamento, aunque no estaba totalmente restablecido. l recuerda: Las religiosas se ofrecieron a ocultarme, pero les dije: Hay que obedecer la ley. Ellas me acompaaron hasta la puerta y, llorando, me despidieron21. Primero fue a la oficina de reclutamiento, pero su destacamento ya haba partido y por ello le amenazaron con represalias. Le dieron la hoja de ruta para que los alcanzara y se puso en camino. l dice: Tom mi rosario y lo rec con un fervor como nunca antes. Despus de caminar mucho entr en un pequeo bosque. Estaba muy fatigado, me quit el saco y repos unos momentos, ponindome bajo la proteccin de la Virgen. De pronto, lleg un desconocido que me dijo: Qu haces aqu? Ven conmigo. l tom mi saco que era pesado y yo lo segu. Caminamos por largo tiempo a travs del bosque y de las montaas durante la noche. Yo estaba muy cansado22. El desconocido lo llev a una choza de un tal Agustn Chambonire. Le dieron de comer y le dejaron dormir en la nica cama que haba en casa. Durmi profundamente y se restableci bastante. Durante dos das trabaj aserrando troncos de haya. Despus tuvo que ir a buscar trabajo y se dirigi a Pont y luego a Robins, donde solicit ser maestro de escuela. El alcalde de Nes, Paul Fayot, lo aloj en casa de su prima Claudina Fayot, viuda de 38 aos con 4 hijos. Para despistar, se convino en que se llamara en adelante Jernimo Vincent. Al principio deba ocultarse en el establo durante el da y slo en la noche sala a tomar aire y pasear. Durante las ocho primeras semanas le llevaban la comida dentro de un cubo de madera como se usaba para los animales, la perseverancia lo tomara muy en cuenta en este momento. l, por su parte, les hablaba a los de casa sobre Dios y les lea vidas de santos y, muy pronto, se gan el corazn de todos los que lo conocieron. Al tranquilizarse la situacin, comenz a dar clases como maestro a los nios de Robins, aunque todava no bajaba al pueblo de Nes para la misa. Poco a poco se atrevi a ir entre semana y, cuando conoci al prroco, tambin lo hizo los domingos, comenzando tambin a trabajar en las duras tareas del campo para ayudar a la familia23. El 25 de marzo de 1810 el emperador public una amnista con motivo de su prximo matrimonio (dos de abril) con la archiduquesa Mara Luisa de Haugsburgo. Esta gracia eraFray Atanasio, Proceso apostlico in genere, p. 196. Padre Raymond, P.O., pp. 1436-1437. 22 Catalina Lassagne, Memoria 3, p. 51. 23 Jernimo Fayot, P.O., p. 1317.20 21

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para los desertores de las quintas de 1806 a 1810 y a l le corresponda. Para recibirla deba ponerse a disposicin de las autoridades en los prximos tres meses. l no se present, segn le aconsejaron, y por tanto no recibi la amnista. A mediados de ese ao 1810 la seora Fayot fue, por recomendacin mdica, a las aguas minerales de Charbonnires-les-Bains, muy cerca de su pueblo de Dardilly, y l le dio una carta para sus padres. Su padre estaba enojado por todos los disgustos que le daban las autoridades por tener un hijo desertor. Felizmente la situacin se arregl cuando su hermano menor Franois acepto reemplazarlo, pero haba que arreglar papeles. Por fin todo se solucion y pudo regresar a su casa a primeros de enero de 1811. Los habitantes de Robins y Nes, que lo estimaban, le dieron algunos regalos y hasta le obsequiaron una sotana nueva para ver cmo le quedara cuando fuera sacerdote, pues todos, al conocer su piedad y su deseo, pensaban que llegara a serlo. DE SEMINARISTA NUNCA FUE FILSOFO, PERO SI PERSEVERANTE PARA ALCANZAR LA FELICIDAD A los pocos das de llegar a casa, el 8 de febrero de 1811, mora su santa madre a los 58 aos de edad. Siempre la record con mucho cario y deca que, despus de haberla perdido, no se le haba apegado ms su corazn a cosa alguna de la tierra24. Siempre era fuerte y perseverante ante las contrariedades. Regres a Ecully a continuar sus estudios con el padre Balley, alojndose, no en casa de su prima Margarita Humbert como la primera vez, sino en la misma casa del prroco. A cambio de su manutencin hara de empleado, sacristn, cantor y acompaante del prroco en sus salidas a los pueblos. Iba a cumplir 25 aos. El 28 de mayo de 1811 recibi la tonsura, pasando as a pertenecer al estado clerical. En 1812 el padre Balley lo envi al seminario menor de Verrires para estudiar filosofa. Como las clases eran en latn, no entenda ni las preguntas que le hacan, pero se esforzaba al mximo porque deseaba ardientemente conseguir la felicidad y lo fue siendo perseverante. Aos despus dir: En Verrires tuve algo que sufrir. Su consuelo eran las largas visitas a la capilla es decir la oracin y su gran devocin a Mara. Al final del curso, aprob con mucha dificultad. Durante las vacaciones, su padrino, el padre Balley, lo prepar intensamente y lo mand al Seminario mayor de San Ireneo de Lyn. Sin embargo, despus de seis meses, los directores, pensando que no podra seguir adelante, le rogaron que se retirara25. Prcticamente era expulsado y quedaba sin esperanzas de llegar a la meta soada. El mismo da de su salida del Seminario fue a tocar la puerta de los Hermanos de las Escuelas cristianas de Lyn a ver si lo aceptaban, y regres a Ecully. All su maestro le hizo desistir de la idea de ser hermano de las Escuelas cristianas y le recalc que su vocacin era ser sacerdote y que haba que seguir insistiendo. Y Dios le confirm en su vocacin. l recuerda: Cuando estudiaba, estaba lleno de tristeza. No saba qu hacer y, al pasar por la casa de la seora Bibost, se me dijo: Estte tranquilo, t sers sacerdote un da. Otra vez, que estaba muy preocupado, escuch la misma voz que me dijo claramente: Qu te ha faltado hasta ahora?26. La confianza de s mismo que tena era grande y por tanto se decidi a luchar incesantemente por la meta que haba elegido pero siendo recio y perseverante. A fines de mayo de 1814 el padre Balley lo present de nuevo a exmenes y fue desaprobado. Pero ese mismo da el padre Balley fue a hablar a Lyn con el VicarioCondesa de Garets, P.O., p. 894. Padre Bezacier, P.O., p. 1273. 26 P. Monnin, tomo I, p. 244.24 25

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general y con el Superior del Seminario, decidiendo que ellos iran a Ecully para examinarlo delante de su maestro. Juan Mara parece que esta vez contest satisfactoriamente y como, en ese momento, el que diriga la dicesis por ausencia del cardenal Fesch era Monseor Courbon, l se inclin por tenerle indulgencia. Se limit a preguntar: Juan Mara es piadoso? Es devoto de la Virgen? Sabe rezar el rosario? S, es un modelo de piedad. Pues yo lo admito. La gracia de Dios har lo que falta27. De esta manera fue aceptado para recibir las rdenes menores y el subdiaconado el 2 de julio de 1814. Sigui estudiando el curso (1814-1815) con su maestro en Ecully y, en mayo de 1815, fue al Seminario de san Ireneo de Lyn para ser ordenado dicono el 23 de junio. Tuvo que pasar otro examen final y fue aprobado, pues segn algunos testimonios contest favorablemente. El 9 de agosto recibi de Monseor Courbon las cartas testimoniales para ser ordenado sacerdote en Grenoble por el obispo de esa ciudad. En esas cartas testimoniales haba una nota que deca: No se le dar, de momento, licencia para escuchar confesiones. Grande fue su deseo de salvar almas, pero no se lo permitieron, tena paciencia y acepto la voluntad de Dios. Deca en el confesionario me han sepultado aun estando todava vivo.

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Padre Toccanier, P.O., p. 115.

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SEGUNDA PARTE VIDA Y VIRTUDES DESDE SU SACERDOCIO HASTA SU ENFERMEDADSACERDOTE PARA SIEMPRE Juan Mara parti de Lyn a Grenoble, caminando a pie, los 100 Kms de distancia con el fuerte sol de agosto grande fue su fortaleza. En el camino fue detenido, insultado y maltratado por los soldados austracos que haban invadido Francia despus de la derrota de Napolen en Waterloo. Por fin lleg a su destino y el 13 de agosto de 1815 fue ordenado sacerdote l solo, sin la compaa de compaeros o familiares. Regres a Ecully el 16 de agosto, ya que haba sido nombrado vicario coadjutor del padre Balley, quien a los pocos meses consigui los permisos necesarios para que pudiera confesar, siendo l mismo su primer penitente. El padre Balley muri el 17 de diciembre de 1817 despus de recibir los santos sacramentos del padre Vianney. Antes de morir, le haba regalado sus objetos de penitencia, sus libros y otras cosas personales. Guard siempre como un tesoro un espejo que lo tena encima de la chimenea de Ars, porque haba reflejado el rostro de su amado maestro que le haba dado gran ejemplo. SACERDOTE DE ARS, OBEDIENCIA, CARIDAD Y PIEDAD Al morir su maestro, fue nombrado en 1818 capelln de la iglesia de Ars. Al darle el nombramiento, le dijo Monseor Courbon: No hay mucho amor a Dios en ese pueblo, pero usted lo pondr28. Juan Mara practico la obediencia siempre desde pequeo como lo hemos visto anteriormente y ahora lo hace ante la Iglesia. Ars era un pueblecito de 230 habitantes que perteneca a la parroquia de Mizerieux. Era un lugar pobre y con un clima muy hmedo, l con mucha humildad acepto la voluntad de Dios. Espiritualmente el ambiente era parecido al de otros pueblos vecinos que haban sufrido los embates de la persecucin revolucionaria, y por tanto tena que cambiar esa secuela que haba impuesto la revolucin Libertad, igualdad y fraternidad. El ltimo sacerdote durante la Revolucin haba juramentado y se haba retirado del sacerdocio, quedndose en el pueblo como comerciante; lo que contribuy a una mayor prdida del sentido cristiano. Despus vino el padre Juan Lecourt, un ex-cartujo, muy severo y poco apto para el trabajo pastoral. Entre 1806 y 1818 hubo otros dos sacerdotes que pasaron sin pena ni gloria. El ltimo fue un joven de 27 aos que muri de tuberculosis. El padre Vianney lleg acompaado de la seora Bibost, ama de llaves del padre Balley. Hicieron los 30 Kms de Ecully hasta Ars a pie. Detrs vena un carro con los libros donados por el padre Balley (ms de 400), con algunas ropas y poco ms. Ese da haba mucha niebla y, al llegar cerca del pueblo, no se vea el horizonte. Preguntaron a un nio pastor, Antonio Grive, cul era el camino a Ars. El nio se lo indic y el santo cura le dijo: T me has mostrado el camino a Ars, yo te mostrar el camino del cielo 29. Este hecho ha querido ser inmortalizado y en ese lugar se encuentra un monumento de bronce, recordando el suceso. De hecho, el padre Vianney le ayud a ir al cielo a aquel nio, que fue28 29

Lassagne, Memoria 2, p. 8. Lassagne Catalina, Proceso apostlico ne pereant, p. 404

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el primero en morir en el pueblo despus de l, 41 aos despus. Al ver las primeras casas del pueblo tuvo un presentimiento: Algn da esta parroquia no podr contener a los que acudirn a ella30. Y en ese mismo lugar, viendo de lejos la aldea de Ars se arrodill y rez al ngel de la guarda del pueblo31. Pues este suceso de arrodillarse, es la manifestacin de humildad para hacer el bien. Era el 9 de febrero de 1818. El 13 de febrero tom posesin de la capellana con una misa solemne, estando presente el prroco de Mizerieux y las autoridades con la mayora de la gente del pueblo. La piedad de este sacerdote impactaba a cualquiera, en el cual representaba a otro Cristo e invitaba a cualquiera para que cambie de vida. SU CARCTER HUMILDE Y ALEGRE El santo cura de Ars era pequeo de estatura, pero tena un corazn abierto al mundo entero y lleno de amor para todos es decir a sus fieles. Tena unos ojos azules que llegaban hasta el fondo del alma, pues conoca por un don de Dios el corazn de las personas. Su mirada era dulce y serena, y no asustaba a nadie. Era sencillo, asequible y nunca rechazaba a nadie, a pesar de que le gustaba la soledad y el silencio para estar a solas con Dios. Tena la cara plida por sus muchas penitencias y, en sus ltimos aos, caminaba con el pecho inclinado hacia adelante como quien est acostumbrado a escuchar a quien le habla. Su sonrisa raramente se le quitaba de sus labios32. Juana Mara Chanay recuerda que era muy alegre y en su conversacin deca con gusto algunas palabras para hacer rer33. Sus ojos resplandecan como diamantes34. Era de carcter nervioso y no poda estar inactivo. No poda perder el tiempo en bagatelas, deba orar o hacer algo por los dems. Le gustaba la naturaleza desde sus tiempos de pastor y, cuando poda, se daba paseos por el campo para orar, rezar el breviario y el rosario, y saludar a la gente, la oracin era su hbito que tan grande lo practico desde su niez hasta la muerte. Algo que debemos recalcar es que era muy exigente, rechazando las modas, como los escotes y miriaques y los bailes inconvenientes. En la confesin sola diferir la absolucin hasta que no vea pruebas de arrepentimiento. A una seora de Pars le orden quemar todos los malos libros de su biblioteca antes de recibir la absolucin35. Y quera que todos fueran santos; por ello los animaba a comulgar frecuentemente, a hacer visitas diarias a Jess sacramentado, a rezar el rosario todos los das y a rezar en familia antes y despus de las comidas. Tena gran amor a sus fieles inculcndoles hacer siempre el bien. Por otra parte, era obediente a las normas de la Iglesia en la celebracin de la misa, en el vestir como sacerdote y en el rezo del breviario. Deca: El breviario es ligero como una pluma para los sacerdotes santos36. l llevaba siempre el breviario bajo el brazo y amaba mucho rezarlo. El padre Tailhades le pregunt por qu le gustaba tanto rezarlo y respondi: El breviario es mi fiel compaero. No puedo ir a ninguna parte sin l37.Fray Atanasio, P.O., p. 667. Padre Rougemont, Proceso apostlico continuativo ne pereant, p. 743. 32 Nodet Bernard, La vie du cur d'Ars, Ed. Tequi, Pars, 1975, p. 214. 33 P.O., p. 708. 34 Proceso apostlico continuativo ne pereant, p. 654. 35 Padre Rougemont, Proceso apostlico continuativo ne pereant, p. 74. 36 Nodet, o.c., p. 102. 37 Trochu Francis, El cura de Ars, cuarta edicin, Ed. Palabra, Madrid, 1986, p. 384.30 31

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Como se ha mencionado anteriormente era un hombre de oracin. Y tena un sentido del humor que alegraba la vida de cuantos lo conocan. La alegra siempre se reflejara en su rostro. Como una pequea muestra digamos que, cuando el emperador Napolen III lo nombr caballero de la legin de honor y el obispo lo nombr cannigo, deca: Cuando me muera y me presente con estos juguetes en las manos, Dios me dir: Muy bien, t ya has recibido la recompensa38. Esto no le gustaba, se senta siempre humilde. Y continuaba: Yo soy cannigo por bondad de Monseor, caballero de honor por error del emperador y pastor de tres ovejas y un burro por voluntad de mi padre 39. No s por qu el emperador me ha concedido el honor de ser caballero, a no ser, porque he sido desertor40. PRIMEROS TIEMPOS EN ARS, ORACION Y MORTIFICACIN Lo primero que hizo al llegar a Ars fue dedicarse a orar intensamente por la conversin de sus feligreses. Deca: Dios mo, concdeme la conversin de mi parroquia. Consiento en sufrir cuanto queris durante toda mi vida, aunque sea durante cien aos los dolores ms vivos con tal que se conviertan41. Muchos das se daba disciplinas (latigazos) para ofrecer al buen Dios esas flores de amor por sus fieles, a quienes vea muy alejados de Dios, especialmente a los hombres. Era un hombre de oracin y mortificacin. Por eso, cuando aos ms tarde un sacerdote vecino, desanimado al no ver frutos de conversin entre sus fieles, le pregunt qu poda hacer, nuestro santo le contest: Usted ha orado, pero ha ayunado, velado, dormido en el suelo? Se ha disciplinado? Mientras no llegue a ello, no crea haberlo hecho todo. Esto est en los archivos secretos del vaticano, en el Tomo 227, p. 53. Por su cuenta se iba a las cuatro de la maana a la iglesia y estaba hasta las siete, que era la hora de la misa, en adoracin ante Jess sacramentado, tena gran amor a la santsima eucarista. Cuando lo buscaba la gente, ya saba que normalmente estaba en la iglesia orando, pues pareca que viva en la iglesia42. Por la tarde sala a dar un paseo por los campos con la finalidad de saludar a la gente, mientras rezaba el Oficio divino y el rosario. Al medioda iba a visitar a las familias a la hora de la comida, tratando de interesarse por sus cosas. Y pronto se gan el aprecio de todos por su jovialidad y su bondad43. Cuando saba de algn enfermo, iba a visitarlo dndole algo para sus necesidades. Los nios eran sus preferidos. Siempre les sonrea y les deca palabras amables44. Se preocup de ensearles a cantar y consigui tnicas blancas para que acompaaran al Santsimo sacramento en las procesiones. Les deca: Cuando estis delante de Jess sacramentado, pensad que estis delante de Dios y hacis las veces de ngeles45. Consigui tambin vestimentas adecuadas para los aclitos.Rdo. Toccanier, P.O., p. 176. Rdo. Toccanier, Annales de Ars, p. 254. 40 Rdo. Monnin, tomo I, p. 75. 41 Proceso apostlico ne pereant, p. 73. 42 Juan Pertinand, P.O., p. 374. 43 P.O., p. 634. 44 P.O., p. 595. 45 Trochu Francis, o.c., p. 237.38 39

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A los nios de primera comunin los reuna todos los das a las seis de la maana antes de que fueran al campo a trabajar. Para atraerlos, les deca: Al que llegue primero le dar una estampa. Para ganarla, haba quien llegaba antes de las cuatro de la maana46. A todos, nios y adultos, les regalaba medallas, estampas o rosarios, y les invitaba a rezar un avemara al dar las horas. A las madres les recomendaba que por la maana ofrecieran a sus hijos a Dios, rezando un avemara. La gente empez a darse cuenta del tesoro que Dios les haba mandado y deca: este cura no es como los otros. l no tena ama de llaves. Cuando estaba enfermo, no permita que lo cuidaran mujeres sino hombres. La limpieza de la casa slo permita que la hicieran cuando l no estaba. No tena cocinera. l solo se cocinaba unas patatas o alguna otra cosa. Tambin se remendaba su ropa. Y coma muy poco, dando todo el dinero que poda a los pobres. Su mortificacin era constante en este santo y viva la pobreza que fue estandarte para hacerse amigo de los pobres. Pero Dios le envi a lo largo de su vida ros de dinero con los que pudo hacer grandes obras. Para empezar, quiso adecentar la iglesia que estaba en un estado deplorable. Compr manteles, candelabros y los mejores y ms caros ornamentos que pudo encontrar en Lyn. Para esto le ayudaba mucho la seorita de Ars, llamada la castellana, una seorita de 64 aos, muy rica, que viva en un castillo y que era muy fervorosa. Tambin le ayudaba mucho econmicamente el hermano de la seorita, el vizconde Paul des Garets, que viva en Pars, pero visitaba frecuentemente Ars. Entre otros arreglos construy un campanario nuevo de ladrillos, ya que el antiguo estaba para caerse, compr dos nuevas campanas, y arregl el altar mayor, poniendo un sagrario hermoso y atractivo de cobre dorado, para alojar dignamente al Seor. Todo le pareca poco para Dios, pues era tan grande su amor a cristo eucarista. A lo largo de los aos fue construyendo tambin diferentes capillas laterales: a la Virgen, a san Juan Bautista, a santa Filomena, y a los ngeles. Por otra parte, emprendi una lucha titnica contra los bailes, las blasfemias, las modas, las tabernas y el trabajo dominical. Y era incluso capas de negar la absolucin a aquellas personas pues quera que no se condenasen. A medioda tena para todos en la iglesia catequesis de adultos. En la tarde rezaba Vsperas y el rosario con la gente. Y siempre que tena la oportunidad de hablar, la emprenda contra los vicios, recordndoles que en la Eucarista estaba la fuerza para superar todos los problemas y dificultades de la vida. Sobre el trabajo dominical deca: Conozco dos medios seguros para llegar a ser pobres: trabajar en domingo y robar47. Esta lucha contra el trabajo del domingo le cost ocho aos, pero venci siendo perseverante. En Ars, a diferencia de otros pueblos cercanos, el domingo lleg a ser el da del Seor. En cuanto a las blasfemias, exclamaba: No es un milagro extraordinario que una casa donde se halla un blasfemo no sea destruida por un rayo o colmada de toda suerte de desgracias? Tened cuidado! Si la blasfemia reina en vuestra casa, todo ir pereciendo48. Sobre las modas indecentes manifestaba: Vean esa madre que no piensa ms que en su hija y que se preocupa ms de si lleva bien puesto el sombrero que de preguntarle si ha dado su corazn a Dios. Le dice que no ha de parecer huraa, que ha de procurar hacerse grata a todo el mundo para poder relacionarse y colocarse bien. Y la hija procura enseguida atraerse las miradas de todos. Con sus atavos rebuscados e indecentes pronto dar aProceso apostlico ne pereant, p. 814. Rdo. Monnin, tomo I, p. 168. 48 Sermones, tomo I, p. 217.46 47

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entender que es un instrumento del mal para perder las almas. Slo en el tribunal de Dios conocer los pecados de que habr sido causa49. Desarrollo grandemente la predicacin con la prctica, que fue el arma, para combatir el mal de su pueblo. La lucha contra las tabernas, donde muchos padres de familia se gastaban el dinero en borracheras, no fue muy larga. Dicen los testigos del Proceso que les pagaba a los taberneros para cerrar. Un da le dijo al tabernero seor Bachelard: Cunto piensa ganar usted vendiendo licor durante el baile? Tanto seor cura. Pues bien, aqu est ese dinero. El tabernero acept50. Poco a poco, todos los taberneros tuvieron que cerrar. El santo cura les haba profetizado: Ya lo veris, los que abran aqu tabernas se arruinaran51. La lucha ms difcil fue contra los bailes. Necesit 25 aos para erradicarlos. La tctica empleada fue convertir a las jvenes para que, en vez de ir al baile, fueran a la iglesia a rezar. Para recordar a sus fieles lo malo del baile, coloc un letrero delante de la imagen de san Juan Bautista que deca: Su cabeza fue el precio de un baile. PACIENCIA A LAS CONTRARIEDADES DE LA GENTE Y LA RESPUESTA DE AMOR HACIA ELLOS Pero hay que decir que no todo fue un campo de rosas. Era un santo y como tal era exigente, lo que no le gustaba a mucha gente, especialmente a los jvenes. Y tuvo problemas graves con algunos feligreses que no aceptaban su modo de ser, pero la paciencia era grande. En primer lugar algunos compaeros sacerdotes lo consideraban como un ignorante y hasta prohiban a sus fieles que fueran a confesarse con l. Incluso, cuando en 1822 se fund la nueva dicesis de Belley a la que perteneca Ars, lo acusaron ante el nuevo obispo, Monseor Devie, y pidieron que lo cambiara de lugar. El obispo mand al padre Pasquier que investigara los cargos. El padre Pasquier fue a Ars y resumi todo lo visto y odo en estas palabras: No parece que haya mucho orden, pero no importa, es un santo. Y as lo consideraron siempre sus obispos, que no quisieron cambiarlo nunca de parroquia. Por otra parte, el ao 1830 hubo un movimiento revolucionario en toda Francia. Algunos revolucionarios quisieron imponer de nuevo las ideas anticristianas de los primeros tiempos de la Revolucin francesa. Hubo desmanes contra iglesias y casas parroquiales. Muchos sacerdotes fueron expulsados de sus parroquias. Destrozaron objetos sagrados y cruces de lugares pblicos. En Ars hubo siete jvenes que quisieron imponer los bailes con ayuda del subprefecto de Trvoux. Le escribieron al padre Vianney cartas insultantes, pegaron carteles injuriosos en su puerta, le gritaban palabras ofensivas por las noches bajo su ventana y hasta lo difamaron, diciendo que el nio que haba nacido de una chica soltera, que viva en una casa vecina a la casa parroquial, era suyo. Pero la paciencia y fortaleza no le falt a este santo cura y les devolva a estos fieles hacindoles el bien. Aos ms tarde dir: Pensaba que me echaran de Ars a palos o que el seor obispo me quitara la licencia de confesar o que acabara mis das en la crcel. Veo que no mereca esas gracias52. l se abandon en las manos de Dios y, en esos momentos, iba a buscar consuelo ante el sagrario y deca que all estaba postrado como un perrito a los pies de su amo53.Sermones, tomo III, p. 232; Trochu Francis, o.c., p. 204. P.O., p. 1311. 51 Fray Atanasio, P.O., p. 832. 52 Trochu Francis, o.c., p. 225. 53 Rdo. Monnin, tomo II, p. 263.49 50

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LA LUCHA CON EL DEMONIO Y LA CONVERSIN DE LAS ALMAS EN EL CONFESIONARIO Pero no slo fueron los hombres quienes le dieron disgustos y problemas, el diablo, con el permiso de Dios, no se qued atrs. A veces le pona tentaciones de desesperacin y le deca: Caers al infierno. El diablo le llamaba come patatas, porque ese era casi su nico alimento. Y l le llamaba al diablo Grappin (palabra intraducible que podra significar algo as como El garras). Por las noches, el diablo lo molestaba con continuos ruidos para que no pudiera dormir. Su confesor, el padre Beau, le pregunt qu haca para defenderse y le contest: Me vuelvo a Dios, hago la seal de la cruz y digo algunas palabras de desprecio al demonio. Por lo dems he advertido que el estruendo es mucho mayor y los asaltos se multiplican, cuando al da siguiente ha de venir algn gran pecador54. Era fuerte contra el mal. El diablo variaba los medios de ataque. No se contentaba con hacer ruidos y tocar las puertas para no dejarle descansar. A veces, se ocultaba debajo de la cama y hasta debajo de la cabecera y, durante toda la noche daba junto a su odo gritos agudos o gemidos lgubres o dbiles suspiros que, en ocasiones, eran como los estertores de un enfermo en agona. Un da de 1826, durante el jubileo de Saint-Trivier-sur-Moignans, fue invitado con otros sacerdotes a ayudar. La primera noche se quejaron varios compaeros de ruidos extraos que provenan de su cuarto. l les dijo que no tuvieran miedo, que era el demonio. Ellos no le creyeron. Le dijeron: Usted no come, no duerme y tiene pesadillas. l no les respondi, pero a la noche siguiente se oy un ruido como de un carro que haca temblar el suelo. Pareca que la casa se vena abajo. Se levantaron todos y fueron corriendo a la habitacin del padre Vianney. Lo encontraron acostado tranquilamente en su cama, que manos invisibles haban arrastrado hasta el centro de la habitacin. Les dijo: Es el demonio quien me ha arrastrado hasta aqu y ha causado todo el alboroto. No es nada, lo siento, pero es buena seal. Maana caer algn pez gordo (gran pecador). Al da siguiente, todos quedaron asombrados al ver al seor de Murs, noble caballero, que se fue a confesar con l, pues haca mucho tiempo que estaba alejado de la Iglesia. Su conversin caus una profunda impresin entre los habitantes del pueblo. Y los sacerdotes empezaron a tomar en serio al santo cura de Ars y no creer que era un pobre soador55. Otro da el demonio le quem su habitacin. Era el da 23 24 de febrero de 1857. Estaba nuestro santo oyendo confesiones en la iglesia, donde estaba expuesto el Santsimo sacramento y le avisaron que salan llamas de su habitacin. l les dio la llave y les dijo: El Garras no ha podido coger al pjaro y ha quemado la jaula56. El padre Monnin, que fue inmediatamente a ver el fuego, dice que el fuego se detuvo ante la imagen de santa Filomena que estaba sobre la cmoda y, a partir de ese lugar, traz con precisin geomtrica una lnea directa de arriba abajo destruyendo cuanto haba de la parte de ac de la reliquia y destruyendo lo de la parte de all. El incendio se produjo sin causa aparente y as tambin se extingui. Y fue prodigioso que no llegase al techo muy bajo, viejo y seco, que hubiera ardido como paja57.Padre Beau, P.O., p. 1191. Lassagne Catalina, Memoria 3, p. 128. 56 Marta Miard, Proceso apostlico continuativo, p. 843. 57 Rdo. Monnin, tomo II, pp. 301-302.54 55

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DEVOCION AL NGEL DE LA GUARDA Y LOS SANTOS En su lucha contra Satans y contra el mal no estaba solo. Su ngel de la guarda era su amigo inseparable. Ya hemos visto cmo al llegar a Ars se encomend al ngel de la guarda del pueblo. l les hablaba en las catequesis del amigo, el ngel custodio. Deca: Qu alegra para el ngel de la guarda estar encargado de un alma pura58. Nuestro ngel est siempre a nuestro lado con la pluma en la mano para escribir nuestras victorias59. Qu feliz est el ngel cuando gua a un alma pura a la santa comunin60. Siempre tuvo una devocin particular por ngel de la guarda. Igualmente amaba mucho a todos los santos y tena algunos de su especial devocin como san Juan Bautista, san Jos, san Juan Evangelista, san Francisco de Regis, san Luis Gonzaga, san Luis rey de Francia, santa Eufemia, santa Reina, santa Julia, santa Clementina, santa Coleta, san Estanislao, santa Colomba y, sobre todo, santa Filomena. Tambin era devoto de san Francisco de Ass. Porque eran los que intercedan por l, ante Dios. En 1850 fue aceptado como terciario franciscano. Igualmente, en 1846, fue recibido como miembro de la tercera Orden de Mara, fundada por san Julin Eymard. Le gustaba mucho tener reliquias y deca que las reliquias de los santos eran toda su riqueza61. El padre Monnin, que lo conoci y fue su primer bigrafo, dice: Le gustaban mucho las imgenes, las cruces, los escapularios, los rosarios, las medallas, el agua bendita y, sobre todo, las reliquias de los santos. Su iglesia, la capilla de la Providencia y su habitacin, estaban llenas de esto. Un da nos dijo con aire de satisfaccin que tena ms de 500 reliquias62. SANTA FILOMENA SU AGENTE CON DIOS Su santa predilecta fue santa Filomena, a quien construy una capilla lateral. Cuando la gente vena a pedir oraciones para curarse, les deca que le hicieran una novena a santa Filomena; as se evitaba que creyeran que l los sanaba. Pero como eran tantos los milagros que Dios haca por medio de la santa, un da tuvo que pedirle que no hiciera los milagros de curaciones en Ars, sino slo los espirituales, y que las curaciones las hiciera al llegar los peregrinos a sus casas, para evitar tanto ruido. Y as se hizo en muchsimos casos. Su devocin y amor a santa Filomena empez cuando Paulina Jaricot, probablemente en 1815, le dio una partecita de la reliquia que a ella le haban regalado de esta santa. Los restos de santa Filomena haban sido descubiertos en 1802 en las catacumbas de santa Priscila de Roma. Ante su tumba haba tres ladrillos que tenan la inscripcin LUMENA PAXTE CUMFI. Estaban mal colocados, pues deban decir: PAX TECUM FILUMENA (La paz contigo, Filomena). Los huesos, segn las investigaciones, pertenecan a una joven de 14 15 aos, que pareca haber sido mrtir por los smbolos de un ancla, una palma, tres flechas y una flor, que haba en la tumba. En 1805 el padre Francesco de Luca recibi estas reliquias que estaban guardadas en la Custodia de las santas reliquias de Roma. Y empez a promover su culto, que fue aprobado por el Papa Gregorio XVI. En la parroquia de Mugnano (Italia) se construy un gran santuario y Dios ha obrado grandes milagros por intercesin de esta santa. Ahora bien, el conocimiento de su vida se debe a las revelaciones privadas de una religiosa que muri conEsprit, p. 55. Ib. p. 162. 60 Ib. p. 103. 61 Padre Raymond, P.O., p. 316. 62 Rdo. Monnin, tomo II, p. 573.58 59

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fama de santa, llamada Mara Luisa de Jess En 1961 la Congregacin de ritos, por no tener seguridad sobre los datos de su vida, elimin su fiesta del calendario litrgico, pero no su culto. Uno de los grandes milagros que Dios hizo por medio de esta santa fue la curacin de Paulina Jaricot, fundadora de la Obra de la Propagacin de la fe. Ella tena en 1835 una enfermedad incurable y fue a visitar los restos de la santa a su santuario de Mugnano, donde se cur milagrosamente. El mismo cura de Ars fue curado milagrosamente por su querida santita en 1843. Ya estaba desahuciado por los mdicos, cuando se recuper milagrosamente. El padre Monnin, que estaba presente, dice: Mi alegra fue muy grande ante sus palabras: Estoy curado. Me qued convencido de que el santo cura haba tenido una visin, ya que yo le haba odo repetir muchas veces el nombre de su querida protectora, lo que me llev a creer que santa Filomena se le haba aparecido63. Pues muchas veces deca que era su agente con Dios Hay testigos fidedignos de que ella se le apareci varias veces. l mismo le dijo un da a la baronesa de Belvey: Mientras oraba, se me apareci radiante santa Filomena. Haba bajado del cielo bello y radiante de luz, envuelta en blanca nube, y me dijo dos veces: Nada vale tanto como la salvacin de las almas64. El santo cura le tom tanto cario que segn el padre Monnin: Sus corazones cada da estaban ms unidos hasta el punto que en los ltimos aos se sabe por reiteradas confidencias que haba una relacin directa e inmediata y una familiaridad continua. Era de su parte una continua invocacin y de ella una asistencia sensible y una suerte de presencia real65. Algunos cuestionan el nombre de Filomena, como que no sera el autntico nombre correspondiente a los restos encontrados en las catacumbas de santa Priscilla, pero lo de menos es el nombre. Lo importante es saber que existi una jovencita, cuyos restos se encontraron, y a quien ahora llamamos todos Filomena y que ha hecho muchos milagros para probar, no slo su existencia, sino tambin su santidad. AMOR A LA SANTA MADRE DE DIOS QUE LE PROTEGI SIEMPRE En su lucha contra Satans su mejor aliada, adems del arcngel san Miguel, era la Virgen Mara, a quien amaba con todo su corazn. Catalina Lassagne asegura: Yo le o decir que haba hecho dos votos a la Virgen Santsima y que nunca haba fallado. Uno era celebrar todos los sbados la misa en honor de la Virgen o, si no poda, hacerla celebrar para estar bajo su proteccin. El otro era decir cierto nmero de veces cada da: Bendita sea la Santsima y Pursima Concepcin de la Virgen Mara66. Tena un gran amor a la madre de Dios y siempre l lo haba querido desde su infancia, su piedad por ella fue toda su vida. El 15 de agosto de 1836 hizo la consagracin solemne de la parroquia a la Virgen. Mand hacer un cuadro hermoso para perpetuar el acontecimiento. Ese cuadro estaba a la entrada de la capilla de la Virgen. Catalina Lassagne certifica: Mand hacer un corazn rojo que est todava suspendido en la estatua de la Virgen con todos los nombres de los feligreses, escritos y colocados dentro del corazn de la Virgen. Yo me acuerdo con mucha alegra de ese da. El seor cura ley desde el plpito los nombres de los feligreses escritos y despusRdo. Monnin, tomo I, pp. 397-398. P.O., pp. 258-259. 65 Rdo. Monnin, tomo II, p. 582. 66 Lassagne Catalina, Memoria 3, p. 85.63 64

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los coloc en el corazn de la Virgen67. El da 8 de diciembre de 1854, fecha de la proclamacin del dogma de la Inmaculada Concepcin de la Virgen por el Papa Po IX, fue para l una fiesta singular. Quiso que la iglesia estuviese adornada con los ms bellos adornos. Hubo iluminacin general por la tarde en la iglesia y en las casas. Se tocaron las campanas hasta el punto que lleg gente de las parroquias vecinas, pensando que haba incendio. Y el mismo padre Vianney se pase con su auxiliar por la tarde a la luz de las antorchas68. Cuando la epidemia del clera hizo estragos en Francia, mand acuar una medalla, representando a la Virgen en su Inmaculada Concepcin con una flor de lis a cada lado y la inscripcin en el reverso: Oh Mara, sin pecado concebida, presrvanos de la peste69. Parece que la Virgen se le apareci muchas veces. El padre Renard, que lo conoca bien y era del pueblo de Ars, habla del caso de una persona que lo vio en la sacrista con una seora y se retir para esperar hasta que saliera. Como tardaba mucho, toc la puerta y, al ver que estaba solo, le pregunt dnde estaba la seora. El respondi: Usted la ha visto? S, pero viendo que tardaba en salir, he perdido la paciencia. No hable a nadie de esto. Esa seora no saldr. Era la Virgen Mara. Qu feliz es usted de haberla podido ver? mela mucho!70 El mismo padre Renard relata lo que le cont su propia madre. Un da fue a arreglar la habitacin del santo cura y l hizo un gesto de desagrado. Ella le pregunt qu pasaba y l contest: Oh, usted debera quitarse los zuecos para caminar por ah, mostrndole dos baldosas. Y aadi: Esta noche han venido a consolarme Jess y Mara. El demonio casi me haba matado. Y ellos han puesto sus sagrados pies ah. La piadosa mujer se prostern y bes las baldosas con respeto. Y l le rog que no lo dijera a nadie, pero ella se lo cont a su hijo (Padre Renard)71. LTIMA ENFERMEDAD Y MUERTE DEL CURA DE ARS El 29 de Julio de 1859 se sinti indispuesto y tuvo que salir del confesionario a descansar. La fiebre le abrasaba. A las once dio el catecismo, pero no se le entenda nada. Estaba encorvado y se le notaba que estaba enfermo. Lo llevaron a su habitacin y tuvo un pequeo desmayo por la escalera. Llamaron al mdico y a su confesor, el padre Luis Beau. La enfermedad hizo rpidos progresos. El da dos de agosto el confesor le administr la uncin de los enfermos, trayndole la comunin de la iglesia en procesin, acompaado de 20 sacerdotes de los contornos. La gente oraba sin descanso en la iglesia por su salud, pidindole a Santa Filomena que lo sanara como en 1843. El da tres lleg el obispo, avisado de que estaba muy grave. El padre Monnin, que estuvo presente a su muerte, dice: Momentos antes de morir su respiracin se hizo ms lenta y dbil. Le las oraciones de la recomendacin del alma. Le apliqu la santa cruz a sus labios y la bes. Al momento en que deca: Al paraso te lleven los ngeles y te introduzcan en la ciudad santa de Jerusaln, sin agona, sin lucha, sin temblores, su respiracin se acab yIb. pp. 86-87. Ib. p. 90. 69 Ib. p. 88. 70 Padre Renard, Monsieur le cur d'Ars, primera redaccin, que se encuentra en los archivos del obispado de Belley, p. 27. 71 Ib. pp. 57-58.67 68

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se durmi apaciblemente en el Seor. Eran las dos de la maana del cuatro de agosto de 185972. En ese momento haba una gran tempestad de truenos y relmpagos sobre Ars. Tocaron las campanas a muerto. Todos lloraban y de las parroquias vecinas tambin tocaron para unirse al duelo. El telgrafo llev la noticia a todos los rincones de Francia y del mundo entero; y las multitudes se pusieron en marcha hacia Ars. A las cinco de la maana, revestido de sotana, roquete y estola, su cuerpo fue expuesto en la sala de la planta baja a la vista de los fieles que pasaban ordenadamente con ayuda de los gendarmes. Su rostro apareca tranquilo y sereno como si estuviera vivo73. Las exequias tuvieron lugar el seis de agosto. Asistieron unas 6.000 personas y 300 sacerdotes. El obispo pronunci la oracin fnebre y, despus, celebr la santa misa. Su cuerpo fue depositado en la capilla de san Juan Bautista. All fue velado solamente por sus feligreses. El da 16 su cuerpo fue descendido a una fosa abierta en el centro de la iglesia. Sobre su tumba, cubierta con una lpida de mrmol negro, estaban grabadas estas palabras: Aqu yace Juan Mara Bautista Vianney, cura de Ars. All permanecieron sus restos hasta 1904. PROCESO DE CANONISACIN DE SAN JUAN MARA En 1862 se comenz el Proceso del Ordinario, recogindose los testimonios de 66 testigos. El proceso dur hasta 1865. En 1872 se comenz el Proceso apostlico que termin en 1886, habiendo declarado 197 testigos. En 1904 se aceptaron los dos casos considerados como milagrosos en vista a su prxima beatificacin. El 17 de junio de ese mismo ao fue exhumado su cuerpo y se vio con sorpresa que sus miembros se conservaban ntegros. La piel ennegrecida y las carnes secas, pero enteras. El rostro un poco deteriorado. Y descubrieron su corazn, que estaba intacto. El 8 de enero de 1905 tuvo lugar la beatificacin en la baslica vaticana por el Papa Po X, que ese da lo nombr patrono de todos los sacerdotes de Francia con cura de almas. Su canonizacin la realiz el Papa Po XI el 31 de mayo de 1925. En 1929 fue nombrado patrono de todos los prrocos, y el ao 2010 fue nombrado patrono de todos los sacerdotes del mundo. En la actual baslica de Ars estn ntimamente unidos los nombres de santa Filomena y del cura de Ars. El cuerpo del santo se conserva intacto. Slo el rostro ha sido recubierto con una mascarilla de cera. Y su corazn est en la capilla llamada del corazn. Tambin existe en la baslica un museo de cera con las principales escenas de su vida.

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P.O., pp. 1164-1165. Rdo. Tocannier, Proceso apostlico in genere, p. 419.

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CONCLUSINDespus de haber ledo la vida del santo cura de Ars, que ha sido un hombre que ha luchado por buscar la felicidad toda su vida, hemos podido constatar que l crea firmemente en las verdades fundamentales de nuestra fe. Era un sacerdote que viva la fe catlica. Era una imagen viviente de nuestra fe. l hablaba por experiencia y no slo de odas. Conoca bien al demonio y saba de la gravedad del pecado mortal y que se condenaban sus fieles por estos vicios. Hablaba del infierno, porque crea firmemente en l. Por eso, oraba tanto y se sacrificaba con tantas horas de confesionario para salvar a las almas del pecado y del infierno eterno, liberndolas de las garras de Satans. Tena muy claro la oposicin entre Dios y el diablo, la fe y la incredulidad, el amor y el pecado, entre la luz y las tinieblas. Por ello luch con todas sus fuerzas contra los vicios y los pecados que llevan a la infelicidad en este mundo y para toda la eternidad. Al final de su vida, con tanta gente que acuda de todas partes a confesarse, pues es menester decir que: Vale la pena haber nacido para salvar a tantas almas del infierno y hacerlas felices por toda la eternidad. Es necesario preguntarnos al final: Qu podemos hacer nosotros por la salvacin de los dems? Estamos satisfechos de cmo vivimos nuestra fe? Tenemos deseos de aspirar a la santidad? O nos contentamos con una vida rutinaria y un ir tirando sin pena ni gloria? El santo cura de Ars nos dice con su vida que no basta con ser buenos, que debemos ser santos y preocuparnos de la salvacin de los dems, primordialmente de nuestros seres queridos y de quienes viven ms cerca de nosotros. Las virtudes que nos da la vida del cura de Ars, debemos darle importancia a las verdades, siempre antiguas y siempre nuevas, que nos ensea la Iglesia catlica desde siempre. La Iglesia catlica no es de ayer, lleva dos mil aos enseando las mismas verdades que Jess nos ense. La Iglesia es columna y fundamento de la verdad (1 Tim 3, 15). Es vital el conocimiento de nuestra fe, pues la ignorancia es madre de muchas equivocaciones, errores y pecados. El santo cura desde el principio de su ministerio, se dedic a corregir los vicios y todos los das daba catequesis para instruir bien a sus fieles. De modo que la parroquia de Ars lleg a ser, con diferencia, la mejor instruida de todos los alrededores, merced al empeo que el santo cura puso en la predicacin y en las catequesis. Es tambin importante la lectura de la Palabra de Dios, interpretada de acuerdo al sentir de la Iglesia. Conocer la Biblia para vivirla y predicarla como aquellos primeros cristianos que predicaban la Palabra de Dios con libertad (Hech 4, 31). Pero lo ms importante es centrar nuestra vida en Jess Eucarista, que para este Santo era lo ms maravilloso, era el centro y esencia de nuestra fe, como lo era para los primeros cristianos que iban a misa y comulgaban todos los das (Hech 2, 46). Adems, debemos dar mucha importancia al amor a Mara, nuestra Madre, y perseverar como los apstoles en la oracin con Mara la Madre de Jess (Hech 1, 14). Escuchando y pidiendo la intercesin de los santos (Hech 3, 24). Y, sobre todo, pidiendo al Espritu Santo que nos transforme para ser cristianos autnticos, capaces de predicar en el templo y por las casas todos los das a Cristo Jess (Hech 5, 42); a un Cristo vivo y resucitado, que est presente entre nosotros en la Eucarista como un amigo cercano, atestiguando con gran poder la resurreccin del Seor Jess (Hech 4, 33). Y con la fuerza de Jess superar con alegra las adversidades y sufrimientos que debamos soportar por causa del Evangelio (Hech 5, 41). Y Dios obraba 21

maravillas en aquellos cristianos esforzados y llenos de fe y del Espritu Santo, como lo hizo en la vida del santo cura de Ars (Hech 5, 12). l quera la salvacin de las familias y recomendaba a las madres que todos los das encomendaran a sus hijos y esposos al comenzar el da, rezando un avemara a la Virgen. San Pablo recomendaba a los primeros cristianos que oraran por la salvacin de sus familias y deca: Cree en el Seor Jess y te salvars t y tu familia (Hech 16, 32). Por ltimo, no olvidemos que el diablo existe y quiere destruirnos y hacernos infelices con l eternamente. San Pablo habla contra los magos (podemos incluir espiritistas, brujos, chamanes, etc.) y a cada uno de ellos les puede decir como a Elimas: Oh, hijo del diablo, lleno de engao y de toda maldad, enemigo de la justicia. No cesars de torcer los caminos del Seor? (Hech 13, 10). Para luchar contra el maligno procuremos usar los medios que la Iglesia siempre nos ha enseado y que el santo cura de Ars pona por obra como la seal de la cruz, el agua bendita y, sobre todo, la oracin y la frecuencia de la confesin y comunin. Tambin le daba mucha importancia al uso de imgenes religiosas y a la consagracin de la Virgen, nuestra madre, como l hizo con toda la parroquia. Ojal que sintamos deseos de ser catlicos en plenitud y vivir nuestra vida cristiana de verdad y no a medias! No nos contentemos con la misa del domingo, que es lo mnimo indispensable, sino aspirar a la santidad. Para ello deberamos proponernos ir a misa y comulgar todos los das posibles, hacer mucha oracin personal, rezar diariamente el rosario, estar consagrados a Mara y preocuparnos de predicar la palabra de Dios a los dems, ayudando a cuantos nos rodean, especialmente a los ms pobres y necesitados, no slo del cuerpo sino tambin del alma. El Papa Juan Pablo II les deca a todos los sacerdotes del mundo el da de jueves Santo de 1986, poniendo como ejemplo al santo cura de Ars: Juan Mara Vianney no cesa de ser un testimonio vivo y actual de la verdad sobre la vocacin y sobre el servicio sacerdotal. Hay que recordar la conviccin con la que sola hablar de la grandeza del sacerdocio y de su absoluta necesidad. Por ello, la figura del cura de Ars sigue siendo actual. Y es ejemplo de santidad para todo cristiano que quiere seguir a Cristo y encontrar la felicidad.

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Bibliografa TROCHU, Francis (1996). "El cura de Ars". 9na Ed. Ed. Palabra: Madrid Espaa. LASSAGNE, Catalina (2003). Le cure d'Ars au quotidien. 3ra Ed. Parabole et

silence: Paris Francia. P, MONNIN (1975). "Esprit du cur d'Ars". Ed. De Tequi: Paris Francia. PROCS DE L'ORDINAIRE, P.O. (1862-1865). Procs apostolique in genere, Procs apostolique continuatif (continuativo); Procs apostolique ne pereant, (1872-1886). Estos registros del proceso de canonizacin se encuentran en los archivos parroquiales de Ars, refirindose al proceso. Ars Francia.

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