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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/235433662 Las dataciones radiocarbónicas de yacimientos de época histórica : Problemas y experiencias de análisis en contextos de época medieval Article in Munibe Antropologia-Arkeologia · January 2009 CITATIONS 9 READS 399 1 author: Some of the authors of this publication are also working on these related projects: Local spaces and social complexity: the medieval roots of a twentieth-century debate (ELCOS) View project Investigating changes in animal husbandry between the late- and the post-medieval periods in the Basque Country through the analysis of faunal remains View project Juan A Quirós Castillo Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea 191 PUBLICATIONS 600 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Juan A Quirós Castillo on 22 May 2014. The user has requested enhancement of the downloaded file.

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Las dataciones radiocarbónicas de yacimientos de época histórica : Problemas

y experiencias de análisis en contextos de época medieval

Article  in  Munibe Antropologia-Arkeologia · January 2009

CITATIONS

9READS

399

1 author:

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Local spaces and social complexity: the medieval roots of a twentieth-century debate (ELCOS) View project

Investigating changes in animal husbandry between the late- and the post-medieval periods in the Basque Country through the analysis of faunal remains View project

Juan A Quirós Castillo

Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea

191 PUBLICATIONS   600 CITATIONS   

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Monográfico: Dataciones radiocarbónicasde yacimientos de época histórica. Introducción

Monograph: Carbon datingof historical-period sites. Introduction

JUAN ANTONIO QUIRÓS CASTILLO

- Monográfico: Dataciones radiocarbónicas de yacimientos de época histórica. Introducción- Monograph: Carbon dating of historical-period sites. Introduction .......................................................................... 311-314

JUAN ANTONIO QUIRÓS CASTILLO

- Las dataciones radiocarbónicas de yacimientos de época histórica. Problemas y experiencias en contextos de época medieval- Radiocarbon dating of historical time sites. Problems and experiences in contexts from the medieval period.......... 315-326

CARMINE LUBRITTO

- Methodological aspects about the use of the radiocarbon dating in historical time sites- Aspectos metodológicos a cerca del uso de la datación radiocarbónica en los yacimientos del periodo histórico .. 327-332

ANTONIO RUBINOS PÉREZ

- Limites de la Geocronología en el estudio de yacimientos de época histórica- Limits of Geochronology in the study of historical sites ............................................................................................ 333-349

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MUNIBE (Antropologia-Arkeologia) nº 60 309-312 SAN SEBASTIÁN 2009 ISSN 1132-2217

Recibido: 2009-10-05Aceptado: 2009-10-26

Monográfico: Dataciones radiocarbónicasde yacimientos de época histórica. Introducción

Monograph: Carbon datingof historical-period sites.Introduction

Juan ANTONIO QUIRÓS CASTILLO(1)

(1) Universidad del País Vasco

En este número de la revista Munibe se haincluido un monográfico dedicado al empleo delas dataciones radiocarbónicas en la interpreta-ción de los yacimientos de época histórica. Estemonográfico recoge una serie de trabajos presen-tados al seminario celebrado en Vitoria-Gasteiz elpasado 3 de julio 2009.

Este seminario se ha organizado como con-clusión de un proyecto de investigación financia-do por el Ministerio de Ciencia e Innovación dedi-cado al estudio de las aldeas altomedievales. Enestos años en los que hemos trabajado en estatemática nos hemos tenido que enfrentar diaria-mente al problema de la datación de registrosarqueológicos de carácter poco monumental, confrecuencia caracterizados por un escaso númerode materiales arqueológicos inorgánicos y unapresencia significativa de ecofactos o indicadoresde carácter orgánico.

A partir de esta experiencia y de haber reali-zado un número significativo de dataciones radio-carbónicas, hemos empezado a comprender lacomplejidad y los problemas, explícitos o implíci-tos, que comporta el uso de esta técnica en elestudio de contextos de época altomedieval, y enépoca histórica en general.

Por todos estos motivos hemos querido orga-nizar este seminario con el fin de discutir, más quede descubrir, toda una serie de problemas queafectan al empleo de las medidas radiométricasen la construcción del registro arqueológico deépoca histórica y de socializar algunos de los pro-

blemas que nos hemos encontrado en los últimosaños. Contamos, al menos en nuestro entorno,con pocos antecedentes. Únicamente los riguro-sos análisis cronológicos realizados por iniciativade Luis Caballero Zoreda en contextos arquitectó-nicos han mostrado las posibilidades y los proble-mas que plantea el empleo de la geocronología yla dendrocronología en yacimientos altomedieva-les (Alonso et alii 1998; Caballero Zoreda 2004).

No existe a priori una técnica específica dedatar mediante el radiocarbono contextos geoló-gicos, prehistóricos o históricos. Ni los procedi-mientos de muestreo, ni las técnicas de análisisson diferentes. Pero sí hay que tener en cuentaque existen unas expectativas diferentes, ya queen el estudio de los yacimientos de época históri-ca se exige una resolución cronológica y una pre-cisión que sea compatible con los tiempos quemaneja la historia hecha con textos. En ocasioneslos arqueólogos han buscado una resolución cro-nológica cercana a la que puedan proporcionarotros registros documentales, forzando los límitesde la geocronología. De esta manera la arqueolo-gía de época histórica ha ido incorporando unaserie de interpretaciones basadas en el empleode medidas geocronológicas que puede llegar acomprometer la entidad del discurso histórico oprecisar de complejas tareas de deconstrucciónen un futuro próximo.

Con el fin de analizar críticamente las posibili-dades de este instrumento de datación en el con-texto de los procesos de construcción de los depó-sitos arqueológicos, se ha creído oportuno reunir a

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físicos que trabajan cotidianamente en los labora-torios de radiocarbono y arqueólogos que operanen contextos problemáticos, para abordar desdeuna perspectiva multidisciplinar este problema.

Antonio Rubinos es uno de los mayores espe-cialistas que trabajan en España en torno al pro-blema de las dataciones radiocarbónicas a pesarde su juventud. Sus aportaciones han sido funda-mentales en el análisis arqueológico de varios perí-odos, introduciendo por primera vez en la arqueo-logía medieval española el empleo de la estadísti-ca bayesiana. En esta ocasión discute críticamen-te el uso de la geocronología en los yacimientos deépoca histórica, incidiendo sobre los límites y losprocedimientos de interpretación.

Carmine Lubritto trabaja en un laboratorio dereciente formación que ha apostado por afinar lasdataciones de los contextos de época histórica,ofreciendo resoluciones muy elevadas para los

períodos postclásicos. En esta ocasión presentalos protocolos que utiliza su laboratorio para reali-zar dataciones precisas.

De forma previa, el autor de este texto realizauna presentación general de los problemasarqueológicos, analizando las escalas temporalesque manejan los historiadores y los arqueólogos ypresentando algunos casos de dataciones en yaci-mientos de época histórica.

BIBLIOGRAFÍA

CABALLERO ZOREDA L.

2004 La iglesia de San Pedro de la Nave, Zamora.

ALONSO MATHIAS F., CABALLERO ZOREDA L., RODRÍGUEZTROBAJO E.

1998 Datación de una viga de la iglesia de San Pedro de laNave (Zamora), Archivo español de arqueología, 71,283-294.

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1- INTRODUCCIÓN

Hace pocas semanas teníamos noticia de queespecialistas de las Universidades de Manchestery Edimburgo han desarrollado una nueva técnica

de datación de materiales arqueológicos inorgáni-cos denominada rehidroxilación (rehydroxylationdating), que permite datar materiales arqueológi-cos como la cerámica o los ladrillos con una pre-

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Recibido: 2009-10-05Aceptado: 2009-10-26

Las dataciones radiocarbónicas de yacimientos deépoca histórica. Problemas y experiencias de análisis

en contextos de época medieval

Radiocarbon dating of historical time sites. Problems andanalysis experiences in contexts from the medieval period

RESUMEN

En este texto se discuten las implicaciones de naturaleza teórica que ha tenido el empleo sistemático de las dataciones radiocarbónicas ala hora de historiar registros materiales de carácter no monumental, como es la arqueología del campesinado.

Asimismo se analizan las diferentes escalas temporales que maneja la historia hecha con textos y la historia hecha con objetos y los pro-blemas operativos y conceptuales que se derivan.

Por último se analiza el proceso de construcción del registro arqueológico en época histórica a partir del empleo de dataciones radiocarbó-nicas, reflexionando a la luz de nuestra propia experiencia sobre los protocolos de actuación (por qué datar, la selección de contextos, la selec-ción de muestras, la interpretación). Se ponen algunos ejemplos de análisis que muestran toda la complejidad y la potencialidad de este ins-trumento, centrándonos concretamente en la datación de varias unidades domésticas altomedievales del yacimiento de Aistra.

ABSTRACT

In this paper, the implications of theoretical nature arised from the systematic use of carbon-dating dates in studying material record of non-monu-mental character are discussed, as for example, the peasant archaeology.

Likewise, the different temporal scales used by the history made with texts and the history made with objects are analyzed, as well as the ope-rative and conceptual problems arised from them.

Finally, it is analyzed the construction process of the archaeological record in historical time from the use of radiocarbonic dates, from our expe-rience about the intervention protocols (why we need to date, the selection of contexts and samples, the interpretation). We propose some examplesof analysis that show all the complexity and utility of this tool, focusing in the datation of several early medieval domestic units of the site of Aistra.

LABURPENA

Testu honetan, datazio erradiokarbonikoen erabilera sistematikoak izaera monumentala ez duten erregistro materialak (hala nola nekazarienarkeologia) edestean izandako izaera teorikoko inplikazioak eztabaidatzen dira.

Horrez gain, testuekin egindako historiaren denbora-eskalak eta objektuekin egindakoarenak aztertzen dira, bai eta horien erabileraren ondo-rio diren arazo operatiboak eta kontzeptuzko arazoak ere.

Amaitzeko, erradiokarbono bidezko datazioen bitartez, garai historikoetako erregistro arkeologikoak berreraikitzeko erabiltzen den prozesuaaztertzen da, eta hausnarketa hori egiteko, gure esperientzia hartu dugu abiapuntutzat (datazioak zergatik egin, testuinguruen hautaketa, lagi-nen hautaketa, interpretazioa). Zenbait azterketari buruzko adibideei esker, lan-tresna horrek duen konplexutasuna eta garrantzia ulertu ahal izan-go ditu irakurleak. Adibide horiek jartzerakoan, Aistrako aztarnategiko Goi Erdi Aroko zenbait etxe-unitateren datazioa erabili dugu.

Juan Antonio QUIRÓS CASTILLO(1)

PALABRAS CLAVES: Escala temporal, Alta Edad Media, geocronologia, Aistra, Iruña.KEY WORDS: Temporal scale, early middle ages, geochronology, Aistra, Iruña.GAKO-HITZAK: Denbora-eskala, Goi Erdi Aroa, geokronologia, Aistra, Iruñea.

(1) Grupo de Investigación en Arqueología Medieval y Postmedieval. Área de Arqueología. Universidad del País Vasco, C/ F. Tomás y Valiente s/m, 01006Vitoria-Gasteiz, [email protected]. Trabajo realizado en el marco del proyecto de investigación HUM2006-02556/HIST financiado por el Ministeriode Educación y Ciencia en el ámbito del Plan Nacional de I+D+I titulado “La génesis del paisaje medieval en el Norte Peninsular: Arqueología de lasaldeas de los siglos V al XII”.

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cisión inferior al decenio en época histórica aun-que podría aplicarse a los últimos diez mil años(Wilson et alii 2009).

Este es un ejemplo, que probablemente estédestinado a cambiar de forma muy significativanuestra forma de fechar y construir el registroarqueológico, que demuestra cómo las innovacio-nes que se están produciendo en el campo de lastécnicas de las dataciones son constantes, aun-que no siempre alcanzan la base de la pirámideen la que trabajan de forma cotidiana legiones dearqueólogos.

También la técnica de datación del 14C ha evo-lucionado de manera notable en estos últimos cin-cuenta años. Varios autores como Colin Renfrew(2007) han definido al menos cuatro “revolucio-nes” en el uso del radiocarbono en arqueología: 1)la invención del método del radiocarbono haciafinales de los años 40; 2) la calibración de lasdataciones 14C hacia finales de los 60 e inicios delos 70; 3) la introducción del espectrometría demasas con acelerador (AMS) a finales de los 70 y4) el desarrollo de técnicas avanzadas en el pro-cesado de los datos, como el empleo de la esta-dística Bayesiana entre los 80 y los 90 (Kuzmin2009, 149-150; Bronk Ramsey 2008). Otros auto-res van más allá y sostienen que cada 15 añosaproximadamente se produce una nueva renova-ción o revolución en el empleo del radiocarbonoen arqueología (Bayliss 2009).

Hay más de cien laboratorios en el mundo queofrecen este tipo de servicios, al menos cuatro delos cuales (Madrid, Barcelona, Granada y Sevilla)se ubican en España, y se cuenta con una ampliabibliografía especializada y de carácter más divul-gativo, de tal manera que no se editan textosdidácticos dedicados a la Arqueología en los queno se dediquen capítulos al 14C. Se acaba de cele-brar la quinta conferencia internacionalRadiocarbon and Archaeology (Lyon 1998; Oxford2002; Zurich 2008), que se ha convertido en unpunto de encuentro estable entre arqueólogos yespecialistas en radiocarbono, en el que se pre-sentan nuevas técnicas e instrumentos para ladatación de contextos arqueológicos.

Con todo, tenemos la impresión de que laadopción sistemática de estos procedimientos noha comportado en nuestro entorno una alfabetiza-ción por parte de los profesionales en el manejo crí-tico de estas técnicas (Gutiérrez Cuenca 2002, 99).

Se siguen utilizando y publicando dataciones sincalibrar, se considera que la calibración es unamera opción que se puede utilizar en el caso deque se quiera obtener una mayor precisión, o seinterpreta la datación radiocarbónica como unafecha precisa referenciada al 1950, prescindiendode las desviaciones estadísticas. En otras ocasio-nes se busca una resolución y una precisión de lasdataciones radiocarbónicas que no se puede obte-ner. De esta manera, la arqueología de época his-tórica ha ido incorporando una serie de interpreta-ciones que pueden llegar a comprometer la entidaddel discurso histórico o precisar de complejas tare-as de deconstrucción en un futuro próximo.

Por otro lado, hasta hace, pongamos, unosdiez o quince años, el uso de este instrumentopodía ser más o menos puntual o moderado en laArqueología de época histórica, donde supuesta-mente la disponibilidad de otros indicadores cro-nológicos (textos, tipologías, epígrafes, etc.) podíaproporcionar fechas válidas. Pero en los últimosaños su uso se ha multiplicado de forma expo-nencial, de tal manera que la realización de data-ciones es una partida fija en cualquier presupues-to de cualquier intervención arqueológica decarácter comercial o de cualquier proyecto deinvestigación arqueológica. Se están invirtiendorecursos de forma sistemática para datar contex-tos arqueológicos para los que no contamos (oempezamos ahora a contar) con indicadores cro-nológicos artefactuales (p.e. Alta Edad Media,pero también el período postmedieval), o tipos deyacimientos (p.e. ocupaciones de montaña o cen-tros artesanales) que raramente proporcionanresiduos que puedan ser catalogados por losarqueólogos. Podríamos hablar, por lo tanto, deuna verdadera “crisis de crecimiento”, por lo quecreemos que es necesario reflexionar de formaamplia sobre los protocolos de intervención, losproblemas interpretativos, los límites y la potencia-lidad de las dataciones radiocarbónicas y sobre eldiálogo entre disciplinas que comporta el usomasivo de las dataciones radiocarbónicas.

Dividiré mi texto en dos partes principales: tra-taré en primer lugar el problema del uso que sehace de las escalas temporales en el estudio delos períodos históricos, haciendo referencia acasos de estudio del período medieval; a conti-nuación analizaré la cuestión de las datacionesradiocarbónicas en el marco del proceso de cons-trucción del registro arqueológico.

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Pero de forma previa querría señalar que elempleo de un determinado recurso técnico en laconstrucción del registro arqueológico es muchomás que una mera decisión de carácter operativa,ya que tiene trascendencia a un nivel más amplio decarácter epistemológico.

De la misma manera que el empleo del radio-carbono en los contextos prehistóricos ha compor-tado el fin de las interpretaciones de carácter difu-sionista al verificar la incoherencia cronológica dedeterminados planteamientos (Renfrew 2007), suuso también ha tenido efectos muy notables en tér-minos teóricos en la Arqueología Histórica.

Uno de los ejemplos más recientes es el des-arrollo de una arqueología del paisaje desde la pers-pectiva del campesinado. Frente a una tradiciónmonumentalista que ha sido dominante hasta hacemuchos años en la arqueología histórica, el recursoa las dataciones 14C ha dotado de profundidad his-tórica a los espacios campesinos, mudos o ignora-dos hasta hace una decena de años en el caso deEspaña. Tanto la arqueología de las aldeas medie-vales como la arqueología agraria han sido construi-das a partir del empleo de dataciones de ecofactosde distinta naturaleza, que han permitido sistemati-zar las cerámicas “comunes”, datar terrazas o com-prender los sistemas de almacenaje familiar articu-lados en silos (Quirós Castillo, Vigil Escalera 2007).

No quiere esto decir, obviamente, que las data-ciones 14C no hayan tenido un papel muy relevantetambién en el análisis de contextos de caráctermonumental de época histórica. Los proyectos rea-lizados en torno a iglesias altomedievales son unbuen ejemplo de ello (Caballero 2004). Pero en elcaso de la arqueología del campesinado han cons-tituido una base, carente hasta el momento de alter-nativas, en el seno de una estrategia más global deacercamiento al registro material.

2- LAS ESCALAS DEL TIEMPO EN LA HISTORIA

Los historiadores que trabajan con textosescritos pueden utilizar escalas temporales muyprecisas. Muchos epígrafes o textos romanos sepueden datar en un determinado año en funciónde las fechas consulares. Los autores que traba-jan con cartularios y registros escritos medievaleso modernos cuentan con textos redactados en undía concreto. Por este motivo, los historiadoresque trabajan en estos períodos definen procesosdelimitados por años concretos.

En cambio, los arqueólogos utilizan normal-mente otras escalas temporales debido a la propianaturaleza de los objetos analizados o al estadode los estudios realizados sobre estos objetos. Asípor ejemplo, algunas cerámicas romanas se pue-den fechar con una precisión decenal o genera-cional. Incluso algunos sellos de ladrillos romanosincluyen fechas consulares (y pueden ser datadosen un año concreto), y lo mismo sucede con losobjetos narrados (como los epígrafes). Pero conlas cerámicas medievales, por ejemplo, resultadifícil contar con una precisión inferior al mediosiglo. Esta diferencia tiene que ver con el hechode que contamos con una larga tradición dearqueología romana (Bernal, Riera 2008), respec-to a los recientes o recientísimos estudios sobre lacerámica medieval (p.e. Alba, Gutiérrez 2008).Pero también hay que tener en cuenta que los sis-temas de producción, distribución y consumo dela cerámica fueron muy distintos en ambos perío-dos. Una producción masiva realizada en pocoscentros altamente especializados y muy estandar-dizada se presta a una mejor sistematización yreconocimiento que las cerámicas medievalesproducidas a una escala mucho más reducida, yque cuentan con numerosas variaciones que difi-cultan notablemente la sistematización y la detec-ción de las diferentes fábricas. Mientras que en laconstrucción de las cronologías y las tipologías dela cerámica romana han podido colaborar y parti-cipar equipos muy diferentes, en el caso del estu-dio de la cerámica medieval es necesario partircada vez desde cero, analizando territorios relati-vamente pequeños y obteniendo cronotipologíasde alcance limitado.

Por este motivo, los procesos que estudian losarqueólogos pueden ser definidos con frecuenciaa escalas cronológicas amplias, por lo que nosiempre se ajustan a las expectativas planteadaspor una historiografía que ya ha creado sus pro-pios paradigmas e interroga al registro material enbusca de informaciones imposibles.

Como es obvio, esta dualidad en las escalastemporales que manejan los historiadores de laspalabras y de las cosas suele traducirse enincomprensiones mutuas o incluso en conflictos.Los primeros reclaman insistentemente datacio-nes absolutas que puedan ser comprensibles yasimilables en su modus operandi. Un caso signi-ficativo de esta incomprensión de las escalas tem-porales, y en general de los procedimientos de

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construcción de los registros arqueológicos nos laofrece el medievalista francés Alain Guerreaucuando, recientemente señalaba:

“Por esta razón, es primordial convencer a losresponsables de los yacimientos para que dedi-quen la máxima atención y tiempo posible a todoslos procedimientos de datación absoluta, sabien-do que el método de las tipologías no es más queun sucedáneo, en el mejor de los casos incierto yfrecuentemente peligroso. Una buena utilizacióndel 14C tiene infinitamente más valor que una cons-trucción sofisticada basada en estratigrafías ytipologías. En caso de contradicción, este métodono admite duda” (Guerreau 2002, 113-114).

Por su parte, los historiadores que utilizan lasfuentes materiales se esfuerzan en alcanzar cadavez mayor precisión, bien a través del reconoci-miento en los registros materiales de acontecimien-tos conocidos a través de los textos, bien a travésdel recurso a instrumentos de datación como el 14C.La búsqueda de una datación precisa, por otrolado, no es únicamente una forma de afinar fechas,sino que también tiene consecuencias a la hora decrear instrumentos de datación y de secuenciar elrelato histórico que se infiere del registro material.

Algunos arqueólogos han planteado de formaexplícita como la escala temporal de la arqueologíano es como la de otras ciencias sociales que ope-ran con procesos de corta duración (Shanks, Tilley1997, 121). Y esta diferencia no reside únicamenteen una cuestión de precisión. M. Shanks y C. Tilleyhan señalado que la Arqueología tiene mayorcapacidad a la hora de analizar procesos de largaduración más que a la hora de acercarnos a pro-cesos sociales de corta duración (short-term).

Con todo, el postprocesualismo ha pretendidovalorizar y buscar las individualidades en el regis-tro arqueológico (Hodder 1994, 21). En los casosexcepcionales en los que podemos contar conindiciadores tan precisos como puede ser la den-drocronología o testimonios escritos, por ejemplo,se ha podido observar que en ocasiones sepuede reconocer arqueológicamente la acciónindividual. Aunque sólo sea la acción de unospocos: las élites (Hodges 1995). De hecho laarqueología histórica norteamericana ha prestadouna atención especial a la creación de biografíasarqueológicas individuales de aquéllas personali-dades que cuentan con una adecuada visibilidaden las fuentes (Lucas 2006).

Pero en el fondo de estos planteamientos tandistintos no sólo se plantea un reto técnico o deprecisión a la hora de reconocer hechos concretosy personas mencionadas en textos escritos. Eldebate tiene otro alcance cuando en realidad loenfocamos desde otra perspectiva de carácterepistemológica: ¿qué papel atribuimos a las élitesy a los individuos concretos en la explicación delcambio histórico? R. Hodges, argumentando pre-cisamente la posibilidad de hacer una arqueologíade los “grandes hombres” en la Alta Edad Medialo formulaba explícitamente en estos términos: “Lamoderna archeologia non ha bisogno di autolimi-tarsi alla storia socio-economica. Essa ha a suadisposizione le posibilita per contribuire alla riscri-turra della storia d’Europa” (Hodges 1995, 59).Aunque, como ha señalado Daniele Manacorda,para buscar las huellas de los potentes hay querecurrir preferiblemente al análisis de “il lavoro e lefatiche di chi, per conto loro, trasformó la materia,costruì, distrusse, modificò il paesaggio…dietro lefatiche di molti si cela speso la volontà di pochi”(Manacorda 2008, 159)

Esta contraposición teórica se puede ejempli-ficar en el estudio del fenómeno de la fundación delas villas reales en la Edad Media en el País Vasco.La historiografía dominante incide sobre el pesoque han tenido los distintos monarcas a la hora defundar estas villas con el fin de promover activida-des económicas, defender fronteras o activardeterminadas formas de dominio territorial (p.e.González Minguez 2004). La investigaciónarqueológica incide en procesos de larga dura-ción poniendo el acento en la emergencia de alde-as jerarquizadas y dotadas de una estructura eco-nómica y urbanística compleja que la monarquíaconnota en términos de redes de villas reales ensu propio beneficio (Quirós Castillo, Bengoetxea2004).

Por otro lado, ¿merece la pena sincronizar entérminos de precisión las dos escalas temporalesteniendo en cuenta el riesgo de que se(re)establezca una relación de tipo ancilar entredos hermanas celosas, la Historia y laArqueología, tal y como las ha definido PaoloDelogu? Esta dependencia ancilar se podría esta-blecer a un doble nivel: buscar en los restos mate-riales la confirmación de lo observado o intuido enlos testimonios escritos, o bien interpretar y darsentido a los objetos inanimados o a hallazgos sor-prendentes a la luz de acontecimientos que han

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quedado trasmitidos en los textos. La arqueologíade época histórica está plagada de este tipo deejemplos, y no siempre ha resuelto de forma satis-factoria en términos teóricos cómo manejar ambosregistros informativos.

Así por ejemplo, la datación de las fortificacio-nes del Homón de Faro (Aller) o del Muro(Somiedo) en Asturias entre finales del siglo VII ymediados del siglo VIII ha dado pie a que se for-mulasen dos escenarios interpretativos posibles:la revuelta de los astures durante el reinado deWamba hacia el 680, o la ocupación islámicahacia el 713-714 (Camino et alii 2007a, 60-61). Sinentrar en el mérito de estas valoraciones y tenien-do en cuenta que la calibración de las datacionesradiocarbónicas de ambos yacimientos haceplausible el empleo de estos sistemas defensivosen cualquier período comprendido entre media-dos del siglo VII y mediados del siglo VIII (Caminoet alii 2007b, 251), desde nuestro punto de vistasería un problema muy serio que la interpretaciónde estas nuevas evidencias arqueológicas que-dase encerrada en las menciones textuales, sinvalorar otros escenarios a los que nos llevarían elanálisis global de otros yacimientos fortificados dela segunda mitad del siglo VII que se están estu-diando en los últimos años en el Norte Peninsular(p.e. Castillo de Los Monjes).

Desde un punto de vista estrictamente teórico,R. Francovich se pronunció de forma categóricasobre la necesidad de que la Historia y laArqueología caminasen de forma separada a lahora de construir sus registros informativos, “piu-ttosto che proporrre occasionali e approssimateinterpolazioni fra frammentarie fonti di diversa tipo-logia: la síntesis si potrà raggiungere quando ilquadro sarà più omongeneamente definido”(Francovich 2004, 351).

Con todo, y frente a las escalas temporalesmanejadas por los arqueólogos que raramente sepueden expresar en términos de años solaresconcretos, el recurso a técnicas de datación comoel 14C permite, a priori, acercar la resolución de losprocesos arqueológicos a las expectativas de loshistoriadores. De ahí la insistente atención queprestan los historiadores a estas técnicas. No obs-tante, las experiencias realizadas en los últimosaños nos dicen que la construcción del registroarqueológico tiene sus reglas y sus presupuestosmetodológicos. Las dataciones 14C o cualquierotro tipo de instrumento cronológico no pueden

ser empleados como un atajo para obtener fechasde un determinado yacimiento sin ser analizadosiguiendo estos protocolos. De la misma maneraque el hallazgo de una sigillata en un yacimientono establece necesariamente que estemos enpresencia de una ocupación de época romana,las fechas 14C son significativas en el seno de unadeterminada secuencia y en una serie de contex-tos estratigráficos. Y, contradiciendo a AlainGuerreau, mientras que podemos estar perma-nente abiertos a relativizar las dataciones absolu-tas, nunca deberemos cuestionar las datacionesrelativas, presupuesto indispensable sobre el queconstruir el registro arqueológico.

3- LA CONSTRUCCIÓN DEL REGISTRO ARQUEO-LÓGICO Y LAS DATACIONES 14C

El registro arqueológico es una construcciónrealizada a partir de la aplicación de una serie deprocedimientos y protocolos consensuados, perotambién del empleo de una serie de planteamien-tos teóricos que determinan qué excavar, cómohacerlo y cómo interpretar los objetos y las infor-maciones obtenidas (Carver 1991). La diferenciaentre estratificación (el depósito existente) y laestratigrafía (la lectura realizada por el arqueólogoaplicando estos protocolos desde determinadosplanteamientos teóricos) introducida por A.Carandini (1997) ilustra perfectamente el carácterconstruido del registro arqueológico.

La datación de un yacimiento mediante el usodel 14C comporta la aplicación de un protocolo deactuación, cuyo uso de forma crítica y reflexivacondiciona de forma decisiva la interpretación y eluso de esta información en el proceso de cons-trucción del registro arqueológico.

En esta ocasión analizaremos tres procesosprincipales de este protocolo en los que participael arqueólogo, para valorar críticamente desdenuestra propia experiencia y a la luz de trabajosrecientes su incidencia en los resultados finales.

3.1 Por qué datar

La primera decisión que hay que tomar, aunqueparezca banal, es por qué es preciso datar median-te el uso del radiocarbono un determinado sitio.

En principio, tal y como hemos señalado en otraocasión (Quirós Castillo 1996), el uso de un proce-dimiento de datación de un sitio arqueológico ha de

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insertarse en una estrategia global que tenga comofin resolver problemas previamente planteados,pero también contrastar las distintas informacionescronológicas disponibles para comprender la pre-cisión que se puede alcanzar. El uso, por lo tanto,de las dataciones radiocarbónicas de muestrasconcretas no puede eximirnos de un análisis con-trastado de la secuencia estratigráfica, los proce-sos formativos de los depósitos o unidades arqueo-lógicos y una valoración crítica de los distintos indi-cadores arqueológicos disponibles.

Si esta es la teoría, hay que tener en cuenta queseguimos dando más crédito a la hora de estable-cer la cronología de un yacimiento a la dataciónradiométrica, independientemente del contexto dedonde proceda, que por ejemplo, al hallazgo dedeterminados materiales. Esto se debe, probable-mente, a que somos más conscientes de los pro-blemas que supone la datación a partir de materia-les cerámicos, por ejemplo.

Por otro lado, una economía de recursos debe-ría orientarnos igualmente a emplear las datacionesradiocarbónicas como sólidas bases sobre las queconstruir instrumentos de datación de ámbito local,regional o subregional, tal y cómo hemos planteadoen otras ocasiones. Una estrategia de este tipo ten-dría en la arqueología del período altomedievalefectos muy relevantes a medio y largo plazo.

3.2. Qué muestra datamos

3.2.1. Qué datamos

Una primera consideración importante quedeberemos tener en cuenta es que mediante losinstrumentos de datación basados en relojes natu-rales estamos datando objetos, no contextos niyacimientos.

Por lo tanto, el primer paso necesario parainterpretar el significado de la datación obtenida escomprender el contexto estratigráfico del que pro-cede la muestra que se pretende analizar. La cali-dad de los contextos puede medirse en función desu ubicación precisa en una secuencia estratigrá-fica (es decir, la comprensión de las relacionesestratigráficas) y la naturaleza de los depósitos (esdecir, la comprensión de los procesos formativos).

Un aspecto básico, que quizás ha sido minus-valorado en una praxis que prioriza sustancialmen-te la detección de las relaciones estratigráficas,sería la comprensión de los procesos formativos de

los depósitos arqueológicos. La Nueva Arqueologíaincidió de forma sistemática en la detección y aná-lisis de los denominados procesos postdeposicio-nales, que desde entonces han sido analizados deforma sistemática a la hora de valorar la integridadde los depósitos conservados hasta nuestros días ylas modificaciones que han tenido lugar.

En cambio, se han dado por supuesto los pro-cesos de carácter cultural (Schiffer 1986, 7), quecomo máximo habrían de considerarse como una“interpretación” del registro (Parise Badoni,Ruggeri 1983, 15). De hecho, es frecuente que enel registro normalizado de las unidades de exca-vación se caractericen los depósitos simplementecomo unidades positivas (de aportación) o nega-tivas (de asportación), (Caradini 1997), verticalesu horizontales (Harris 1991, 74-77), sin profundizaren el conocimiento de los procesos lógicos quehan construido la estratificación.

Desde nuestra experiencia podemos concluirque la imprecisa identificación e interpretación dela naturaleza de un depósito puede condicionarde forma definitiva el significado y la utilización deuna datación 14C.

Un caso reciente que hemos analizado serefiere al de la tristemente célebre ciudad romanade Iruña (Álava). Como es notorio, en el marco deun proyecto arqueológico realizado en los últimosaños se produjo el hallazgo de una serie de mate-riales arqueológicos de época romana esgrafia-dos que conmocionaron la opinión pública y losmedios académicos por los contenidos de los tex-tos. Sin querer, como es lógico, entrar ahora ahacer una valoración del caso concreto, fue preci-so revisar críticamente los contextos arqueológi-cos en los que aparecieron estos grafitos.

Más concretamente el conjunto de grafitosmás numeroso y significativo se halló en la deno-minada UE 51154, situada en el recinto 59, sector5. En la documentación de la excavación esta uni-dad se definió como un derrumbe de las estructu-ras de alzado (Filloy Nieva, Gil Zubillaga 2007, 42,52). Los arqueólogos fecharon esta unidad en lasegunda mitad del siglo III d.C. (idem, p. 53) y serealizaron cuatro dataciones radiocarbónicas dife-rentes en esta UE. Las cuatro dataciones presen-tan fechas muy diferentes entre sí (tabla 1).

Ante el conflicto planteado sobre la autentici-dad de las piezas se pidieron insistentementenuevas dataciones radiométricas para compren-

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der mejor la cronología del contexto. Un análisisdel contexto, donde se hallaron 9000 fragmentosde cerámica, 9000 fragmentos de fauna y otrosmateriales arqueológicos abundantes, permitióexcluir completamente que se tratase de underrumbe, por lo que sería más probable que setratase de un relleno, quizás de carácter construc-tivo (Filloy Nieva, Gil Zubillaga 2007). Más allá delprincipio que establece que la cronología de undeterminado contexto la ofrece el material másreciente, en el seno de una estrategia reflexiva dedatación la identificación de esta unidad como unrelleno probablemente habría comportado que sedatasen mediante el radiocarbono las unidadesposteriores y/o anteriores en la secuencia estrati-gráfica para poder cruzar los datos de la secuen-cia con las medidas radiométricas.

Otro caso muy diferente, y con el que opera-mos de forma cotidiana, son los registros ruralesde tipo campesino, caracterizados por una bajaintensidad ocupacional y por un predominio deestructuras en negativo. Estos sitios han sido defi-nidos recientemente como “yacimientos sin estra-tigrafía” (Aboal et alii 2005) para hacer referenciaa la casi total carencia de estratigrafías verticales(estratigrafía horizontal dispersa frente a potenciaestratigráfica vertical) y al predominio de depósi-tos de origen secundario utilizados en la amortiza-ción de los silos, agujeros de poste, zanjas y otrasestructuras negativas que configuran estos yaci-mientos (fig. 1).

En este caso, cada depósito secundario derelleno de estas unidades negativas ha de serestudiado como un contexto único y raramente sepresta a ser datado cruzando los datos de lassecuencias estratigráficas y las fechas radiométri-cas. Por otro lado, es muy relevante entender quelos depósitos que excavamos son de amortiza-ción y que este es el caso de los destinados pre-ferentemente al almacenaje de cereales y legumi-noasas a largo plazo, puede haber una diferenciacronológica muy relevante entre el momento de surealización y de su abandono. En cambio, los agu-

jeros de poste pueden tener períodos de amorti-zación relativamente más breves (1-2 generacio-nes) en función de sus técnicas constructivas y lasformas de apropiación y gestión del espacio.

En síntesis, es a partir de la comprensión de lasecuencia y los procesos formativos cuandopodremos seleccionar y elegir qué contextosdatar en el marco de una estrategia amplia quepermita cruzar los datos de las dataciones con losde la estratigrafía.

3.2.2. Tratamiento y la selección de las muestras

La elección de los materiales orgánicos quesean útiles para poder datar un contexto requiere,a su vez, conocer la potencialidad o la represen-tatividad y significado de los distintos materiales.

En el caso, por ejemplo, del empleo de made-ras carbonizas o de maderas conservadas, hayque tener en cuenta que la mayor parte de lamadera que podemos encontrar en un yacimientoarqueológico ha sido utilizada como materialconstructivo, como mobiliario, vajilla y otros usosdomésticos, o como leña.

Sabemos que en particular el material cons-tructivo (postes, vigas, tirantes, etc.) de maderapuede tener una larga duración. Uno de los casosmejor estudiados en España es el realizado en laiglesia de San Pedro de la Nave bajo la direcciónde Luis Caballero (fig. 2). Como resultado del des-montaje y remontaje de este edificio altomedievalen los años 30 se conservaron en varios museosvigas y grapas de madera utilizadas para unir lossillares de la iglesia. En el marco del debate sobrela cronología de las iglesias altomedievales mese-

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Fig. 1. Ejemplo de “yacimiento sin estratigrafia”. Ocupación altomedieval deZornoztegi (Salvatierra Agurain, Álava).

1925±15 BP 21-126 AD 91,1 %

1820±60 BP 65-348 AD 94,9 % 130 d C

1940±40 BP 45-136 AD 95,4 % 10 d C

1905±30 BP 25-177 AD 92,3 % 45 d C

DATA BP OXCAL 2 SIGMAS DATACIÓN PROPUESTA

Tabla I. Dataciones radiocarbónicas de la UE 51144 de Iruña Veleia(según E. Gil Zubillaga e I. Filloy).

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teñas se pudo verificar mediante el empleo cruza-do de dataciones radiométricas y dendrocronoló-gicas que la viga(s) había sido reutilizada de unaconstrucción romana. Y lo mismo se pudo obser-var en el caso de San Juan de Baños (Palencia),donde se dató una segunda viga. En cambio, lasgrapas, realizadas probablemente en el momentode la realización del edificio, fueron datadas en lasegunda mitad del siglo VII (Rubinos 1999; Alonsoet alii 2004).

Este problema de la reutilización de la maderao de la larga duración (Schiffer lo ha denominadoel efecto old wood) tiene una amplia incidencia enzonas secas o desérticas, donde la buena con-servación de la madera alcanza períodos muyamplios (Schiffer 1986).

El protocolo que estamos utilizando en nuestrocaso es el de individualizar, mediante la flotación enhúmedo de los depósitos arqueológicos, semillas(que deberían de tener un ciclo de producción yconsumo corto) o carbones de vida corta que pue-dan corresponderse con leña, igualmente de con-sumo corto, frente a los materiales constructivos1.

En investigaciones recientes se ha planteadola posibilidad de mejorar la coherencia entremateriales y contextos mediante la datación demateriales orgánicos bien contextualizados.Elisabetta Boaretto (2009) ha señalado la utilidadde datar los morteros de los paramentos a partirdel proceso del apagado de la cal, los fitolitoscontenidos en los niveles de ocupación domésti-ca o los residuos orgánicos presentes en cerámi-

cas y otros objetos inorgánicos de los que poda-mos tener certeza de su ubicación contextual.

En síntesis, es muy relevante a la hora derealizar la interpretación de los resultados delas dataciones radiométricas ser conscientesde la naturaleza de la muestra analizada, paraque el establecimiento de la cronología delcontexto y de la secuencia a partir de objetosconcretos no esté condicionada por procesosde reutilización.

3.3 Cómo interpretamos

La formación humanística en la Universidadespañola tiene un carácter preferentementemonodisciplinar, lo que en áreas disciplinarescomo la arqueología tiene efectos muy negati-vos. La dificultad para relacionarse con otrasciencias y disciplinas -especialmente con lasnaturales- es muy grande, lo que termina porconvertirse en un desencuentro o en un com-plejo de inferioridad muy acusado. Las pala-bras, que al final siempre traicionan, son muysignificativas. La arqueología histórica prefiereutilizar el término de analíticas frente al dearqueometría, que se ha consolidado en elámbito anglosajón como una noción que englo-ba un campo de construcción interdisciplinaren el que coparticipan disciplinas naturales yhumanísticas. Esta inercia explica como es fre-cuente que las “analíticas” sean apéndices,apenas discutidos o interpretados en las memo-rias de la excavación, y que el valor intrínsecode una datación 14C, por ejemplo, no preciseninguna interpretación o discusión especifica.

Pero si algo hemos desarrollado en nuestraexperiencia es la importancia que tiene en laconstrucción del registro arqueológico sercapaz de establecer un dialogo entre discipli-nas para lograr realizar una interpretación ade-cuada de registros como los bioarqueológicos,los geoarqueológicos o las dataciones entreotros. Y ello comporta el conocimiento de algu-nos aspectos básicos de la metodología de tra-bajo de las otras disciplinas y de las lógicasinternas a partir de las cuales construyen susconclusiones.

320 JUAN ANTONIO QUIRÓS CASTILLO

Fig. 2. Iglesia altomedieval de San Pedro de la Nave (Zamora).

1 Agradecemos a Lydia Zapata, del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco, sus indicaciones a lahora de diseñar esta estrategia de muestreo.

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Como hemos señalado con anterioridad, datarun objeto, sea este una moneda o un artefacto(orgánico o inorgánico), no es lo mismo quefechar un contexto arqueológico. Pero además,una fecha radiocarbónica no es más que una dis-tribución de probabilidad en la escala calendárica(Christen 2009, 94) resultado del propio protocolode datación y de la calibración.

Una vez que se ha asumido que una dataciónradiocarbónica, una vez transformada en añossolares, no es mas que uno o varios intervalos cro-nológicos con un determinado margen de fiabili-dad, resulta evidente que no es siempre posibleobtener cronologías que sean compatibles con lafiabilidad esperable en periodos históricos.

Mas concretamente, cuando contamos condataciones aisladas de contextos, bien porquese han realizado pocas medidas en el conjunto dela secuencia o porque trabajamos en “yacimientossin estratigrafía”, el resultado y la resolución cro-nológica obtenida va a estar muy condicionadapor el proceso de calibración.

La curva de calibración, que en principiomarca las variaciones existentes entre los añosradiocarbónicos y los años solares, no tiene unrecorrido lineal, sino que en determinados perio-dos críticos la producción atmosférica de 14C hasido tan elevada que algunos años no son visibles(Pettitt 2005, p. 68-69).

En los siglos V, VIII, XI o XIV las datacionesradiocarbónicas no permiten establecer fechascon una precisión inferior a las 3-5 generaciones,a diferencia de lo que sucede por ejemplo con elsiglo VI. Hay que notar, además, que estos perio-dos cronológicos tienen una relevancia históricafundamental en la historia social de la EdadMedia. De hecho, en ocasiones hemos retrodata-do procesos históricos recurriendo a datacionesradiocarbónicas eligiendo únicamente la fechamás antigua de un intervalo de probabilidad.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, esimportante saber que en determinados periodoshistóricos la precisión del 14C no es adecuada pararesolver un determinado problema histórico2.

Tendremos muchas más posibilidades deobtener medidas más precisas cuando contemos

con varias medidas en el marco de una secuenciaestratigráfica compleja. En este caso será posibledesarrollar modelos de análisis estadísticoscomplejos que incluyan no solamente las data-ciones radiocarbónicas, sino también otros indica-dores arqueológicos y cronológicos, empezandopor las relaciones estratigráficas.

La aplicación de la estadística bayesianaconsiste en realizar un modelo matemático queestablezca la relación existente entre los objetosfechados y los contextos analizados (Christen2004, 89) tomando en consideración nuestroconocimiento sobre los procesos estratigráficos,las informaciones proporcionadas por los mate-riales arqueológicos y los resultados de las data-ciones radiocarbónicas. De esta manera es posi-ble reducir y corregir los márgenes de probabili-dad, obteniendo dataciones más precisas(Bayliss 2009).

El uso de estas técnicas de análisis en con-textos de época histórica en España o Italia hasido más bien reducido, debiendo mencionarsenuevamente los estudios de las iglesias deMelque o San Pedro de la Nave liderados por LuisCaballero (Rubinos 1999; Alonso 2004).

En otras tradiciones académicas, como la bri-tánica, desde los años 90 su uso es masivo enarqueología. En una reciente síntesis realizada porAlex Bayliss (2009, 134) se especifica como en elperiodo comprendido entre los años 1993-2007 elEnglish Heritage ha realizado más de 3000 análi-sis radiocarbónicos, y en un 73 % de los casos seha recurrido a su tratamiento mediante la estadís-tica bayesiana.

Uno de los casos más recientes en el quehemos podido aplicar este tipo de tratamiento dedatos ha sido en el caso del despoblado deAistra (Zalduondo). Se trata de una aldea alto-medieval fundada hacia mediados del siglo V yque sufrió una transformación muy relevantehacia el 700 ca. Esta transformación de la aldease ha podido estudiar en un sector concreto deexcavación en el que se observó como un fondode cabaña o Grubenhäuser de la primera fasedotado de una estructura sobre postes, fueamortizado mediante la realización de un rellenomasivo, y encima se construyó una cabaña

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2 Igualmente la horizontalidad de la curva de calibración entre los años 800-400 a. C., por ejemplo, determina que la datación de los contextos deeste período sea muy problemática (Alonso 2002, p. 340), lo que ha dado lugar a interpretaciones históricas que ahora mismo se están ponien-do en discusión.

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sobre postes (fig. 3, tabla 2). Para datar estatransformación se han realizado tres medidasradiocarbónicas: en el poste del fondo de cabaña(ue 468); en el relleno de amortización de la caba-ña (ue 527) y en uno de los postes de la nuevaconstrucción (ue 514). Existe una contradicciónaparente entre las fechas radiocarbónicas y lasecuencia estratigráfica, ya que el proceso deamortización del fondo de cabaña (1241 ± 32) esmás moderno que la amortización del agujero deposte de la construcción realizada tras la amorti-zación de la cabaña (1283 ± 38). Esta distorsiónha de explicarse teniendo en cuenta que, comohemos señalado previamente, las dataciones ais-ladas de contextos de finales del siglo VII y el sigloVIII presentan notables problemas de calibracióndebido a la morfología de la propia curva (fig. 4).

A través de un análisis estadístico que ha inte-grado ambas informaciones se ha logradoaumentar la precisión de la calibración de lasdataciones dentro de un modelo que permite pro-poner que el abandono del fondo de la cabañatuvo lugar hacia el 665-680 y la amortización delprimer poste analizado hacia el 680-720.

4- VALORACIONES FINALES

1. La datación de un yacimiento, un edificio ocualquier sitio arqueológico requiere de una verda-dera estrategia basada en el análisis estratigráficoy en el reconocimiento de los nudos estratigráficos(Carandini 1997), en la que se utilicen de formacombinada varios indicadores cronológicos quepermitan confrontar y afinar de forma recíproca lasinformaciones que obtenemos de forma aislada.

2. En la datación de contextos individuales, unfenómeno común en los que hemos denominado“yacimientos sin estratigrafía”, hay determinadosmomentos críticos en los que la curva de calibra-ción no permite proporcionar precisiones inferioresa los 100-150 años o incluso más. En todo caso, espreferible orientarse hacia la datación de secuen-cia completas, más que de contextos concretos ode piezas descontextualizadas, recurriendo a pro-cedimientos de análisis como la estadística baye-siana.

3. En todo caso, debemos tener en cuenta quela resolución y la escala temporal que manejamosen la arqueología histórica no puede, a fecha dehoy, acercarse en todos los casos a la escala tem-poral que se obtiene a través del uso de testimo-nios escritos. Especialmente si datamos contextosaislados.

4. Un último aspecto fundamental que hay queseñalar es que el diálogo entre arqueólogos y labo-ratorios es seguramente básico para resolvermuchos de los problemas que plantea el recurso aesta técnica de datación. La interpretación de lasdataciones 14C no se puede delegar en los labora-torios descartando aquéllas medidas que no seajusten a nuestro modelo de análisis bajo el para-guas de la contaminación de la muestra. La cons-trucción del registro arqueológico denso y comple-jo precisa de una coparticipación inter o transdis-

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Ue 527 680 860 680 880

Ue 514 675 770 650 860

Ue 524 680 810 670 880

@527 685 735 665 770

@514 710 775 680 820

@524 750 870 720 890

1 SIGMA 2 SIGMAS

amortización cabaña 1: 685-710 665-680

amortización cabaña 2: 710-755 680-720

Tabla II. Dataciones radiocarbónicas del despoblado altomedieval deAistra (Zalduondo, Álava).

Fig. 4. Calibración de las series de cabañas del despoblado altomedieval deAistra (Zalduondo, Álava).

Fig. 3. Cabañas altomedievales del despoblado altomedieval de Aistra(Zalduondo, Álava)

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ciplinar que, en pocos casos como el de las data-ciones radiocarbónicas, hace necesario el estable-cimiento de este diálogo cruzado.

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324 JUAN ANTONIO QUIRÓS CASTILLO

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1- INTRODUCTION

In the last few years the isotopic methodolo-gies plaid a role more and more important both ininterdisciplinary and applied researches, and in agrowing number of analysis and control procedu-res in industrial, environmental, biomedical,archaeometry and agricultural domains. Thesemeasurement methods, in general, have beendeveloped in the framework of fundamental rese-arches in physics, and then, once recognized thepotentialities, the procedures and the precisions

that can be obtained, have been routinely appliedin several domains as highly sensitive indicators ofnatural and anthropogenic phenomena.

The isotopic ratios of all elements present innature undergo, during the chemical and physicalprocesses which characterize the terrestrial ecos-ystem evolution, fractionation effects that can bedetected with the modern measurement techni-ques. The conventional or stable isotope massspectrometry (IRMS) of most abundant naturalelements represents then a powerful search tool

MUNIBE (Antropologia-Arkeologia) nº 60 325-330 SAN SEBASTIÁN 2009 ISSN 1132-2217

Recibido: 2009-10-05Aceptado: 2009-10-26

Methodological aspects about the useof the radiocarbon dating in historical time sites

Aspectos metodológicos a cerca del uso de la dataciónradiocarbónica en los yacimientos del periodo histórico

ABSTRACT

In this paper basic concepts concerning radiocarbon dating and Accelerator Mass Spectrometry (AMS) technique, and specifically the Centrefor Isotopic Research on Cultural and Environmental heritage (CIRCE Laboratory) AMS facility, will be given. Problem of contaminations in radiocar-bon AMS measurements will be introduced, and the sample preparation laboratory and the graphitisation lines that are used at the CIRCE Laboratorywill be presented.

Moreover problems of sampling and interpretation of the archaeological radiocarbon dates will be treated in consideration of the nature of inter-disciplinary research and of the impact of radiocarbon dating on archaeology.

RESUMEN

En este documento se proporcionarán conceptos básicos sobre la datación por radiocarbono y la técnica de espectrometría de masa de ace-leradores (AMS), y específicamente, sobre las instalaciones de AMS del Laboratorio CIRCE (Centre for Isotopic Research on Cultural andEnvironmental heritage, Centro para la Investigación Isotópica del Patrimonio Cultural y Medioambiental). Se presentará el problema de la contami-nación del radiocarbono en las mediciones por AMS, así como el laboratorio de preparación de muestras y las líneas de grafitización que se utili-zan en el Laboratorio CIRCE.

Además, se abordarán problemas de muestreo e interpretación de las dataciones arqueológicas obtenidas por radiocarbono, en consideracióna la naturaleza de investigación interdisciplinar y al impacto que la datación por radiocarbono tiene en la arqueología.

LABURPENA

Testu honetan, erradiokarbono bidezko datazioari buruzko oinarrizko kontzeptuak eta masen azeleratzaileen bidezko espektrometria-teknikari(AMS) buruzkoak irakurri ahal izango ditu irakurleak; zehatzago esateko, CIRCE Laborategiko (Centre for Isotopic Research on Cultural andEnvironmental heritage, Ondare Kultural eta Ingurumen-ondarearen Ikerketa Isotopikorako Zentroa) AMS instalazioei buruzko kontzeptuak. AMS tek-nikaren bitartez egindako neurketen ondoriozko erradiokarbono bidezko kutsadura izango dugu aztergai artikulu honetan. Horrez gain, laginak pres-tatzeko laborategia eta CIRCE Laborategian erabiltzen diren grafitizazio-lerroak ere aipatuko ditugu.

Gainera, erradiokarbono bidez lortzen diren datazioen laginketari eta interpretazioari dagozkion arazoak ere landuko ditugu, diziplinarteko iker-ketetan eta erradiokarbono bidezko datazioetan duten eragina kontuan hartuz.

Carmine LUBRITTO(1)

KEY WORDS: Mass Spectrometry, Isotopes, DatingPALABRAS CLAVES: Espectrometría de masas, isótopos, dataciónGAKO-HITZAK: Masen Espektrometria, isotopoak, Datazioa.

(1) Department of Environmental Science – II° Università di Napoli, CIRCE Laboratory. Via Vivaldi, 43, I-81100 Caserta, ITALY. [email protected]

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326 CARMINE LUBRITTO

widely used in the field of sciences applied to thediagnostics of cultural and environmental heritageand the agricultural field. The measurement of theisotopic composition of elements such as Carbon,Oxygen and Nitrogen, in the different environmen-tal compartments, such as atmosphere, soil,vegetation, water bodies, etc., turned out to be apowerful tool to quantify small variations of fluxesof such elements, often due to anthropogenic acti-vities, and then get information on still unclearmechanisms.

Moreover the presence in the environmentalmatrices of cosmogony elements with long half-lifeallows to significatively enlarge the diagnostic pos-sibilities, provided that the sensitivity of the isotopicratio measurements would be pushed to level notaccessible by the conventional mass spectro-metry. A very sophisticated methodology whichallows the needed ultrasensitive measurement isthe Accelerator Mass Spectrometry (AMS), usedto measure the rare isotope concentrations (nor-mally radioactive cosmogenic isotopes with longhalf-lives), which are a very sensitive indicators ofnatural processes, that have characterized in thepast the terrestrial ecosystem evolution and thehuman activity.

Strength points of IRMS and AMS isotopicmethodologies are their high precision and sensiti-vity (of the order of 1/105 and 1/1015 respectively),that allow, on one side, to detect tiny isotopic dis-crimination effects (fractionation) that elementspresent in nature undergo during the chemical andphysical processes that characterize the terrestrialecosystem evolution and, on the other side, toaccess processes that involve species existing innature at “ultratrace” levels. In detail, in the follo-wing table we show quantitative parameter for pre-cision and sensibility of IRMS and AMS technique,respectively.

2- RADIOCARBON DATING

Several dating techniques have been develo-ped during the past decades, based on naturalradionuclides acting as chronometers. The 14C

isotope, the so-called “radiocarbon”, is the mostemployed and reliable of these chronometers. Themain principles of this dating method were formu-lated by W. Libby and his colleagues in the late1940's (Libby, 1949). All those finds that were oncepart of the biosphere can be dated by radiocarbonmeasurements: wood, charcoal, bones amongothers, but, for example, not pottery (even thoughone can try to date some organic residues that canbe found in). In order to understand the use ofradiocarbon ad a dating method, it is important tounderstand where radiocarbon is produced andhow it gets into different part of the environment.Moreover radiocarbon is a short half-life radioactiveisotopes (14C – half life = 5730y), and it is present indifferent quantities in different reservoir due to adynamic equilibrium between its production and itsloss through radioactive decay. Therefore 14C isuseful for the dating of organic material only becau-se it becomes fixed into organisms during their life.Indeed carbon enters in the biosphere from themain atmospheric and aquatic carbon reservoirsthrough the process of photosynthesis in greenplants, including algae. Carbon dioxide, with itsambient proportion of radiocarbon, is incorporatedinto the plant. The uptake process does involvesome fractionation or preferential take-up of thelighter isotopes, but this can be accounted for bymeasurements of the stable isotopes 12C and 13C.Once photosynthesis has locked carbon from theenvironment into the organism, the proportion ofradiocarbon will then fall off exponentially at a ratethat is quite independent of any chemical or physi-cal conditions (such as temperature, pH, atomicbindings etc.). Further details concerning the basicprinciple of the radiocarbon dating method can befound in literature (Ramsey,2008).

3- ACCELERATOR MASS SPECTROMETRY

3.1 Sample preparation

Every sample dated by radiocarbon – usingAMS in particular – has to undergo a preliminaryphysical and chemical treatment to remove conta-minations (external carbon might alter the real con-tent of 14C in the sample) and to convert it into themost suitable form for the measurement. In the caseof AMS, the samples to be measured are inserted inthe source of the accelerator itself as elemental car-bon, in the form of graphite. The treatment protocolfor the 14C AMS analysis of solid samples usuallycomprises 3 main steps:

Precision: R / R 10-2 2-3 10-1

Sensibility: R 10-4/5 10-12/15

IRMS AMS

Tabla I. IRMS and AMS: precision and sensibility.

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1. Chemical separation and purification accor-ding to sample type, with the aim of external car-bon contamination suppression and/or isolation ofthe fraction of carbon of interest (Green 1963;Longin 1971; Mook and Streurman 1983; Fowleret al. 1986; Hoefs 1987; Six et al. 2002);

2. Oxidation of the sample carbon to CO2 (viacombustion for the organic materials or acidifica-tion for the carbonaceous materials) and its purifi-cation by other gases, potential poisons for thereduction step;

3. Reduction of CO2 to graphite.

Each step of this procedure, however, mightintroduce its own contaminations. Treatment proce-dures constitute, at present, the limiting factor forAMS analyses in terms of sample throughput, back-ground contamination (bkg), and measurementreproducibility. The background for the entire proce-dure is checked and corrected by running the enti-re pretreatment procedure on several kinds of 14Cblanks (processed blanks). Improvements on thetreatment phases, thus decreasing the backgroundintroduced by these procedures, allow the measu-rement of samples with low 14C values. High degre-es of reproducibility for the graphite productionensure the feasibility of high-precision AMS (Steieret al. 2004) while stabilizing current yields and iso-topic fractionation of the targets. A systematic studyof contamination sources and isotopic fractionationphenomena and their relationships with the impo-sed treatment conditions can lead to an improve-ment of the AMS technique precision and sensitivity(Hua et al. 2001). Usually, most of the contaminationduring sample treatment is due to the CO2 gas pro-duction, handling (Step 2), and reduction (Step 3)(Aerts-Bijma et al. 1997). While combustion proces-ses are well characterized in terms of controllingparameters (i.e. amounts of reagents, temperature,and reaction times), graphitization processes areless securely linked with reaction conditions becau-se of their composite nature.

Graphitization is achievable via two kinds ofreducers:

1. Hydrogen (H2) using Fe or CO ascatalysts at 600–700 ➃C with a cold finger forwater trapping (Vogel, 1984);

2. Zinc (Zn) using Fe or CO as catalysts(Jull. 1986; Slota 1987) and TiH2 (Vogel 1992).

The CIRCE AMS laboratory deals with a varietyof sample types such as charcoal, bone, wood,

tree rings, peat, shell, foraminifera, soil (paleosols,bulk or fractions of soils), and atmospheric andrespired CO2, treated using the standard chemicalprotocols and graphitized according to 2 differentreduction protocols.

In order to meet the AMS system potential andto respond to the increasing demand of 14C datingby AMS, have been developed new sample pre-paration lines and their characterization in terms ofbackground, fractionation, and contamination hasbeen realized. In particular, multireactor prepara-tion lines based on sealed quartz tubes, mufflecombustion, and Bosch reaction graphite produc-tion have been set, tested, and routinely used forsamples with masses >1 mg (CO2/H2 process). Inorder to increase the sample preparation through-put, a second line based on the zinc reduction pro-cess has been implemented.

3.2 AMS facility

At the Department of Environmental Sciences(DSA) of the Second University of Naples, 14CAMS research has been performed over the lastdecade both for archaeological and environmen-tal applications (Lubritto et al. 2004; Marzaioli etal. 2005). In early 2005, a new accelerator massspectrometry (AMS) system was installed at theCentre for Isotopic Research for Cultural andEnvironmental Heritage (CIRCE) laboratory inCaserta, Italy, and acceptance tests were com-pleted by the end of February (Terrasi, 2007). Thesystem is based on a tandem accelerator 9SDH-2 (built by National Electrostatics Corporation,USA) with a maximum terminal voltage of 3 MV.The goal of the facility is to reach a throughput forradiocarbon measurements of more than 1000samples/yr, and, in the near future, to extend AMSmeasurements to other isotopes (10Be, 26Al,127I, 236U). Layout of the CIRCE AMS system isshowed in the following figure.

The achievable precision and accuracy weredetermined through the measurement of blanksamples (Aesar graphite) with respect to a refe-rence standard (IAEA C3, cellulose). In order toperform high-precision AMS (<0.3% that meansan error on the radiocarbon dating of +/- 25-30years), it is necessary to introduce a stable (andas low as possible) contamination in the preparedsamples and to reach a stable value in the frac-tionation induced by the preparation lines.

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The sample preparation lines developed atCIRCE produced samples of mass >1 mg charac-terized by negligible fractionation effects and anapparent age for blank samples corresponding to53,300 yr with a standard deviation of 2500 yr. Forthe mass range >1 mg, the line is utilized for routi-ne measurements of unknown samples; systematicchecks on secondary standards included in eachmeasurement batch indicate that an accuracy<0.3% (☞✏✍ 30 years) is achieved for modernsamples in normal operation (Terrasi, 2007).

4- SOME GENERAL COMMENTS AND CONCLUSION

Radiocarbon dating is a method that has hadthe most important influence on the study ofarchaeology .In particular in this latter context it isvery important to identify some general “rule of useof the method” In the following we do some gene-ral comment to the application of radiocarbondating method to the archaeology.

a) The radiocarbon dating process starts wellbefore the measurements take place. In other wordthe “radiocarbon dating is not a black box”. As sug-gested in literature (Ramsey, 2008) we should con-sider radiocarbon dating process as composed bythree different phases:

• History of samples which includes everythingrelated to the sample prior the investigation, as forexample information about reservoir of carbon,organism lifecycle and diagenesis;

• Investigation which include sampling of find,sample preparation and AMS measurements, follo-wing the protocol discussed above;

• Interpretation which include the calibrationprocedure and statistical analysis of results.

b) The selection of samples from an archaeolo-gical context requires considerable archaeologicalexpertise, principally because it is important thatthe sample taken relates directly to some event orprocess on archaeological interest. The first stages

328 CARMINE LUBRITTO

Fig. 1. Layout of the CIRCE AMS system.

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of the radiocarbon dating methodology are essen-tially an extension, on a finer scale, of archaeologi-cal excavation. Sampling procedure needs to getinformation that can be related back to the originalorganism(s) and, in doing so, one must try to gatheras much information as possible about the sample,which might be useful in interpreting any radiocar-bon measurements made.

c) Every radiocarbon sample is different interms of the degree of preservation and the rangeof contaminants present.

d) The precision of the measurements dependson the number of 14C present in the sample: it isimportant to retain as much of the original materialas possible

e) Radiocarbon measurement is essentiallyonly an isotope ratio measurement. To use it forchronological purposes it needs to be interpretedin the light of our knowledge of the past environ-ment. Once has been identified the reservoir(s)from which the carbon originates, we must thenmake use of the record of past radiocarbon con-centration embodied in the calibration curve. In thiscontext it is important to remind that precision onradiocarbon age is high (RC age error at CIRCEAMS Lab is 25 y), but because of the need of thecalibration process it is not possible to get very highcalendarial age precision for some of the radiocar-bon timescale, because of the sort of variability inradiocarbon concentrations over time. Moreover forsingle samples, increasing measurement precisionto much less than 0.3%, or 25/30 14C years, doesnot result in appreciably better precision in esta-blishing age.

f) It is important to think carefully about how theradiocarbon-dated events relate to the archaeolo-gical processes. For each sample, it is important toconsider the age at time of deposition and the cer-tainty of association with the date of archaeologicalinterest. On the other hand the much easieraccess to radiocarbon dates now can tempt peo-ple not to think in detail about each date andsimply treat large numbers of dates as data to besummarized. In some cases this may be fine, butthere are some dangers of systematic biases cre-eping in (Ramsey, 2008).

g) Sometimes radiocarbon process give datesthat do not make sense archaeologically: these canbe due to some measurement problem but muchmore often they are due to misinterpretation of the

sample context. Moreover if we are dealing withmore complicated situations in which we wish toanalyse groups of dates (rather than groups ofradiocarbon measurements), we need ways ofdealing with the probability density functions thatcome from the calibration (bayesian statistics).

h) As future perspective in the radiocarbonscience, will be important understanding more ofpast environment (i.e. calibration curve), to improvemeasurement methodology (i.e. treatment of sam-ples, AMS precision, half-life of radiocarbon) andinterpretation methods (i.e. Bayesian statistics), butwill be indispensable to increment the dialogue bet-ween laboratories and user of radiocarbon.

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1- INTRODUCCIÓN

La datación por carbono-14 es el método fisi-coquímico más empleado para determinar losmomentos de ocupación en yacimientos arqueo-lógicos prehistóricos, y resulta de indudableayuda puesto que es difícil encontrar materiales oestructuras con una cronología bien definida. Sinembargo, en época histórica sí existen marcado-res que tiene una precisión mayor, como modelosconstructivos, tipologías cerámicas, datacioneshistóricas o documentos historiográficos, que nohacen tan necesaria la utilización de este método.A pesar de lo anterior, existen yacimientos históri-cos que carecen de los marcadores citados yrequieren de este tipo de datación para la deter-minación cronológica de una o varias de susfases. En estos casos, se presentan una serie de

problemas en la interpretación de las fechas obte-nidas por carbono-14, que, siendo inherentes alpropio método, se acentúan al tener mucha másinformación sobre los periodos que son objetos deestudio. Así, las dataciones realizadas requierende una mayor precisión, es decir, que el intervaloque proporcionan sea lo más pequeño posiblepara encajar adecuadamente en la secuencia his-tórica local. Mientras en yacimientos prehistóricosun intervalo de 100-150 años permite situar per-fectamente el momento de actividad arqueológi-ca, en el caso de yacimientos históricos la magni-tud de este intervalo impide definir con la precisiónnecesaria ciertos momentos concretos.

Estos problemas inciden profundamente en lautilización de la datación por carbono-14 comométodo para conseguir cronologías absolutas en

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Recibido: 2009-10-05Aceptado: 2009-11-05

Límites de la geocronología en el estudiode yacimientos de época histórica

Limits of Geochronology in the study of historical sites

RESUMEN

En el presente trabajo, se revisan y discuten los requisitos metodológicos, tanto fisicoquímicos como arqueológicos, que deben cumplir lasfechas obtenidas con datación por carbono-14 para proporcionar cronologías fiables. Además se muestra el empleo de estadística bayesiana paraaunar la información suministrada por las fechas con la generada durante el estudio del yacimiento.

Datación por carbono-14; radiocarbono; modelos cronológicos; arqueometría; estadística bayesiana.

ABSTRACT

In this paper, both physical-chemistry and archaeological assumptions of radiocarbon dating method are reviewed and discussed to get realia-ble chronologies. Moreover, Bayesian statistics are explained to join radiocarbon dates with the information collected during the study of the site.

Radiocarbon dating; chronological modelling; archaeometry; Bayesian statistics.

LABURPENA

Lan honetan, karbono-14 bidezko datazioekin lortutako datek kronologia fidagarriak eskaintzeko bete behar dituzten baldintza metodologikoak,fisiokimikoak eta arkeologikoak, berrikusiko eta eztabaidatuko ditugu. Horrez gain, bayesiar teknikaren erabilera ere azalduko dugu. Teknika horidatek ematen diguten informazioa eta aztarnategiaren azterketan lortutakoa bateratzeko erabiltzen da.

Karbono-14 bidezko datazioa; erradiokarbonoa; eredu kronologikoak; arkeometria; bayesiar estatistika.

Antonio RUBINOS PÉREZ(1)

(1) Instituto de Química-Física Rocasolano – CSIC, Serrano, 119 28006 Madrid. [email protected]

PALABRAS CLAVES: Metodología, radiocarbono, Arqueología histórica, Estadística.KEY WORDS: Methodology, Radiocarbon, Historical Archaeology, Statistics. GAKO-HITZAK: Metodologia, Erradiokarbonoa, Arkeologia historikoa, Estatistika.

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Munibe Antropologia-Arkeologia 60, 2009pp.331-347

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periodos históricos, puesto que le obliga a realizardataciones de alta precisión (con errores en tornoa 25 años, o menos si es posible), lo cual no essiempre posible debido al tamaño o estado depreservación de la muestra, y sin que desviacio-nes estándar pequeñas garanticen fechas deintervalos pequeños si el tramo de la curva de cali-bración presenta irregularidades importantes(RUBINOS, 1999) A pesar de estas limitaciones,cuando es posible obtener series de fechas, la uti-lización de la información obtenida en el yaci-miento (estratigrafía, tipología de materiales, ente-rramientos o construcciones, etc.) permite realizaranálisis estadísticos bayesianos que ayudan aresolver con bastante rigor algunos de los interro-gantes planteados. De este modo, se asocian lasfechas en fases, secuencias definidas o variables,etc., según directrices arqueológicas delimitadasa priori en el modelo cronológico.

2- PRINCIPIOS DEL MÉTODO DE DATACIÓN PORCARBONO-14

El isótopo 14C es uno de los tres isótopos delcarbono que se encuentran en la Naturaleza y, adiferencia de los otros dos 12C y 13C, es radiactivo.Se produce en las capas altas de la atmósfera, seoxida a 14CO2 una vez generado y como tal se dis-tribuye por toda la superficie del planeta, igual quecualquier otro átomo de carbono. La mayoría seabsorbe en los océanos, mientras que una peque-ña parte pasa a la biosfera terrestre mediante sucaptación en la fotosíntesis, y de ahí al resto de losseres vivos de la cadena alimentaria. Mientras elorganismo vive, sus procesos metabólicos man-tienen la proporción de los tres isótopos aproxi-madamente igual que en la atmósfera. Cuando laplanta o el animal mueren, el contenido en 14Ccomienza a reducirse por su carácter radiactivo.

De este modo, se define el evento radiocarbó-nico (o evento 14C) como “el momento en el queuna sustancia que contiene carbono es aislada dela(s) reserva(s) de la que obtiene el carbono” (VANSTRYDONK et alii., 1999). Este momento inicia elreloj radiocarbónico que es normalmente entendi-do como la muerte del ser vivo. Esta visión es unasimplificación puesto que algunos tejidos orgáni-cos son aislados de su reserva cientos de añosantes de la muerte del ser vivo (por ejemplo, losanillos interiores de árboles muy longevos) y, porotro lado, algunos materiales inorgánicos que

poseen carbono pueden ser datados. Es impor-tante puntualizar que el evento radiocarbónicorepresentado por una muestra pude estar o nodirectamente asociado con el evento arqueológi-co de interés.

Cualquier isótopo radiactivo sigue una ley quedice que la cantidad que posee una sustancia dedicho isótopo en un momento determinado (N)depende la cantidad de isótopo que había origi-nalmente (N0), del tiempo transcurrido (t) desde elmomento inicial -en nuestro caso, el evento radio-carbónico- hasta el momento en el que hacemosla medida, y de la naturaleza del propio isótopo, através de su constante de desintegración radiacti-va (λ), según la ecuación:

Como se observa, la pérdida del isótopo pordesintegración radiactiva es una función expo-nencial dependiente del tiempo. Si sustituimos losvalores de N y N0 por su correspondiente enActividad (número de isótopos que se desinte-gran por unidad de tiempo), A y A0, podemosdeterminar el tiempo que ha transcurrido desde elmomento inicial hasta el momento de la medidadespejando la incógnita t (tiempo), y sustituyendoel valor la constante de desintegración radiactivapara el 14C:

El valor así obtenido se denomina edad car-bono-14 convencional. Para su determinación seha de medir la actividad actual de la muestra (A)y relacionarla con la actividad que tenía la mues-tra en su evento radiocarbónico (A0), que se pre-supone inicialmente como constante. Este valorse expresa en años antes del presente (“BeforePresent o BP” en inglés), tomando el año 1950d.C. como presente (STUIVER y POLACH, 1977)La elección de esta fecha es arbitraria y se adop-tó por acuerdo internacional debido a su cercaníacon la publicación de las primeras fechas realiza-das en diciembre de 1949 (ARNOLD y LIBBY,1949). De este modo, el año 1950 d.C. se consi-dera el “año cero” del método y todas las fechasse refieren a él.

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Para que pueda utilizarse como método dedatación se deben cumplir una serie de requisi-tos, que brevemente pueden enumerarse (TAY-LOR, 1978; VAN STRYDONK et alii., 1999):

1. La concentración de 14C en cada reservadebe permanecer constante a lo largo del tiempo.

2. Debe producirse una rápida y total mez-cla del 14C en las distintas reservas.

3. La muestra que va a ser datada debe haberestado en equilibrio isotópico con el dióxido de car-bono de su atmósfera contemporánea (bien deforma directa, como las plantas, o de forma cuasi-directa como los animales que comen estas plantas).

4. La relación isotópica del carbono en lasmuestras no debe alterarse, excepto por la desin-tegración radiactiva del 14C una vez muerto elorganismo.

5. El periodo de semidesintegración del 14Cse conoce perfectamente.

6. Los niveles naturales de 14C puedenmedirse con la precisión y exactitud apropiada.

3- LÍMITES FISICOQUÍMICOS DE LA TÉCNICA DEDATACIÓN

La mayoría de los requisitos enumerados en elepígrafe anterior no se cumplen estrictamente másallá de una primera aproximación. Esto se debe avarias razones, tanto geoquímicas como geofísicas,y a lo largo de la historia de la técnica se han idobuscando las soluciones para solventarlas que ire-mos desgranando a continuación.

3.1 La concentración de 14C en cada reserva debepermanecer constante a lo largo del tiempo

Este requisito fue ampliamente debatidodesde el comienzo de la utilización del método, yya durante la década de los 50 del siglo pasado,los continuos avances en las técnicas empleadashicieron emerger discrepancias entre las fechascarbono-14 y las edades históricas para elPeriodo Antiguo egipcio. Las diferencias encon-tradas mostraban que las fechas carbono-14 eranregularmente varios siglos más jóvenes, aúncuando la validez de las fechas históricas nohubiera sido probada fuera de toda duda.

Por otro lado, a finales de la década de los 50H. de Vries comenzó la medida sistemática del con-tenido de carbono-14 de anillos datados por den-

drocronología y confirmó la discrepancia (DEVRIES, 1958). Esto llevó al claro convencimiento deque las fechas carbono-14 debían ser ajustadas (ocalibradas, empleando la terminología inglesa queutilizaremos a partir de ahora) para convertirlas enedades reales o fechas de calendario. A partir de lamedida de la presencia de 14C en una secuencia deanillos que alcanzaba los últimos 8000 años prepa-rada por Ferguson, H. Suess publicó la primeracurva de calibración (SUESS, 1967).

Esta curva mostró una discrepancia aún másacusada entre las fechas carbono-14 y las eda-des de calendario, mostrando dos tendencias.Una primera de larga duración, que puede des-cribirse como una onda sinusoidal con un perio-do aproximado de 9000 años. La mayor desvia-ción de la edad real se sitúa hacia comienzos delIV Milenio a.C. y genera fechas carbono-14 900años más recientes de lo que son realmente. Porel contrario, hacia mediados del I Milenio d.C., ladatación por carbono-14 proporciona fechas másantiguas en torno a un siglo. La segunda tenden-cia toma la forma de súbitos altibajos (wiggles),que se superponen a la onda principal y duranunas pocas décadas.

Aunque no se comprenden totalmente lascausas geofísicas exactas de las tendenciasencontradas en la curva de calibración, los princi-pios básicos son conocidos. La tendencia delarga duración se correlaciona razonablementebien con las fluctuaciones de la fuerza del campomagnético terrestre (momento geomagnético) Losrayos cósmicos causantes de la producción delos átomos de 14C son partículas cargadas queson repelidas por un campo magnético. Si elmomento geomagnético terrestre es elevado seproduce un mayor rechazo de rayos cósmicos,por lo que éstos no pueden alcanzar las capasaltas de la atmósfera y la producción de 14Cdecae; si, por el contrario, dicho momento esdébil, la producción aumenta.

La causa de las tendencias de corto alcance(wiggles) tiene que ver con la variación de la acti-vidad de las manchas solares, y es conocidacomo efecto de Vries. Cuando las manchas sola-res presentan actividades más altas se incremen-ta el campo magnético débil existente entre losplanetas, lo que induce una mayor repulsión derayos cósmicos y, por tanto, una disminución en laproducción de 14C (GREY y DAMON, 1970;DAMON, LERMAN y LONG, 1978; LIBBY, 1973)

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Además de las variaciones en la produccióndel isótopo, existen otras dos causas de las varia-ciones en el contenido atmosférico del mismo. Porun lado, la solubilidad del dióxido de carbono enagua depende de la temperatura, incrementándo-se cuando ésta baja. Las glaciaciones ocurridasen el pasado habrían influido en el contenidoatmosférico del 14C, de igual modo que los perio-dos cálidos interglaciares habrían invertido estatendencia, liberando además carbono con menorcontenido en 14C procedente de las masas dehielo formadas durante las glaciaciones. Los efec-tos de estos factores interrelacionados no han sidotodavía bien establecidos.

Por otro lado, la actividad humana también haintervenido en la cantidad global de este isótopode dos maneras. Primero, la quema masiva decombustibles fósiles desde la Revolución Industrialha enviado a la atmósfera enormes cantidades dedióxido de carbono sin 14C, alterando la relaciónentre los tres isótopos del carbono. Hay que recor-dar que la génesis tanto del carbón como delpetróleo se produjo hace millones de años, por loque el 14C existente inicialmente en estos materia-les se desintegró en su totalidad a lo largo del tiem-po. De este modo se ha observado que los anillosde árboles correspondientes a la primera mitad delsiglo veinte tienen un contenido significativamentemás bajo que el esperado. Este efecto es conoci-do con el nombre de efecto Suess en honor a sudescubridor (SUESS, 1955). Sin embargo, un efec-to mucho más dramático sobre el contenido de 14Cen la atmósfera se debe al desarrollo de las bom-bas nucleares. La gran cantidad de neutrones pro-ducidos en una explosión nuclear interaccionancon el 14N atmosférico, generando grandes sumasde 14C. Por este motivo, las pruebas nucleares rea-lizadas durante las décadas 50 y 60 han dobladoprácticamente el contenido atmosférico de 14Chacia 1965, decayendo desde ese momento(STUIVER y QUAY, 1981).

3.1.1. La calibración de las fechas carbono-14

La consecuencia inmediata de que el ritmo deproducción del isótopo ha variado con el tiempo esque los años carbono-14 no se corresponden conlos años solares. Por ello, se ha hecho necesarioprecisar lo más exactamente posible la concentra-ción de 14C en la reserva a lo largo del tiempo, loque se realizó midiendo la actividad de 14C deseries de anillos de árboles, cuyas fechas estaban

perfectamente delimitadas por dendrocronología.La curva así obtenida se ha denominado curva decalibración. Esta curva relaciona la edad carbono-14 convencional con la edad solar o de calendario.Así, en los años 1986, 1993, 1998 y 2004 (STUIVERy KRA, 1986; STUIVER, LONG y KRA, 1993; STUI-VER y VAN DER PLICHT, 1998; REIMER et alii,2004) se han publicado curvas de calibración conel consenso de la comunidad científica internacio-nal, en la que se ha ido refinando los distintos tra-mos y extendiendo el periodo hasta el cual es posi-ble calibrar las fechas, situado actualmente alrede-dor del 12000 BP, continuando los esfuerzos porprolongarla mediante otras técnicas como la data-ción de corales por carbono-14 y uranio-torio.

El proceso de calibración es matemáticamentecomplejo y se realiza mediante programas desarro-llados para tal fin: OxCal (BRONK RAMSEY, 1995),CALIB (STUIVER y REIMER, 1993) BCal (BUCK,CAVANAGH y LITTON, 1996), WinCal (VAN DERPLICHT, 1993), con los que se convierte la edad car-bono-14 convencional en su correspondiente edadcalibrada, cuya escala es ya solar. Básicamente, setrata de proyectar la probabilidad de cada punto dela curva gaussiana de la edad convencional sobre lacurva de calibración, para obtener con el mismovalor el o los puntos correspondientes de la edadcalibrada. Como la curva de calibración es irregular,la edad calibrada no presenta un perfil gaussiano,sino que es irregular también (Figura 1). Esta irregu-laridad produce que muchas veces la distribución

334 ANTONIO RUBINOS PÉREZ

Fig. 1. Ejemplo de calibración de una fecha radiocarbónica. La distribucióngaussiana o normal de la fecha carbono-14 convencional (en rojo) se sitúa en eleje de ordenadas. Tiene una forma simétrica centrada en 577 y el 68% de su área(1 sigma) se sitúa en 577 ± 38. La curva de calibración INTCAL04 (en azul) tieneuna forma irregular debido a la variación desigual del contenido en carbono-14 alo largo del tiempo. La edad calibrada presenta una distribución también irregu-lar, resultante de proyectar la probabilidad de cada punto de la edad convencio-nal sobre la curva de calibración. Debido a la presencia de “dientes de sierra”(wiggles) en la curva de calibración, a un punto de la distribución de edad con-vencional puede corresponderle más de un punto de la distribución de la edadcalibrada, como es el caso que se muestra. Tras la calibración, la fecha real seencuentra, con un 95,4% de probabilidad, en el intervalo 1290 – 1430 cal AD.

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de la edad calibrada tenga más de un intervalo,cada uno de ellos con una probabilidad definida.Este dato hay que entenderlo como el porcentaje deárea que ocupa dicho intervalo respecto del áreatotal de la edad calibrada.

3.2 Debe producirse una rápida y total mezcla del14C en las distintas reservas

La atmósfera, los océanos y la biosfera sonreservas de carbono y parte de su ciclo global.Puesto que los diferentes organismos toman su car-bono de la reserva en la que se encuentran, esnecesario que exista una rápida mezcla entre ellaspara conseguir un reparto uniforme del 14C produci-do. Para comprender algunos de los factores queafectan a la concentración de 14C en entornos espe-cíficos, hay que considerar los tamaños relativos delas distintas reservas, así como las interaccionesentre ellas. Los principales procesos de intercam-bio y transferencia son aquellos que se llevan acabo entre la atmósfera y la biosfera, por un lado, yentre aquella y la superficie marina, por otro.Podemos diferenciar los siguientes efectos queimpiden que este requisito se cumpla:

3.2.1. El efecto de la reserva marina

El 14C producido en las altas capas de la atmós-fera se incorpora rápidamente en forma de CO2 ala biosfera terrestre, y con un retraso cercano a los10 años a las capas superficiales del mar, pero unavez en el agua el intercambio con las capas másprofundas es muy lento y cobra más importancia elritmo de desintegración radiactiva. Puesto que enlas capas más profundas existe un porcentaje ele-vado de carbono procedente de la disolución decarbonatos de origen geológico (sin 14C), la propor-ción del isótopo en dichas capas es menor y pro-porciona edades más antiguas que las reales.Además, el sistema de intercambio no es establesino que las capas profundas ascienden periódica-mente a la superficie y se mezclan con las capassuperficiales, modificando su contenido en este isó-topo en ellas. Este fenómeno, denominado upwe-lling, está causado por el efecto del viento y la rota-ción terrestre que expulsan las aguas superficialeshacia alta mar provocando la subida de aguas pro-fundas. Las áreas más afectadas son las costasoccidentales y las regiones polares, aunque encada zona particular, el tipo de costa, el clima local,las corrientes y la clase de viento contribuyen a la

variación en la magnitud del upwelling. La conse-cuencia final de este fenómeno es que la concen-tración en carbono-14 en las aguas superficialesdisminuye, por lo que la actividad carbono-14 deéstos no es igual a la de las muestras terrestres y losseres vivos que viven en ella presentan edadesmás antiguas. En general, esta diferencia se estimaen aproximadamente 400 años, aunque debecuantificarse en cada región al variar las condicio-nes que la generan.

El efecto de la reserva marina impide calibrardirectamente las fechas de conchas. Para solucio-nar este problema se han seguido dos procedi-mientos. El primero consiste en determinar la edadaparente de las conchas, es decir, la diferencia enedad entre éstas y las muestras terrestres coetáne-as. Una vez determinada la edad aparente mediapara el yacimiento, se puede restar del valor indivi-dual de edad de cada concha y proceder a la cali-bración. Este método tiene como principal desven-taja que no tiene en cuenta la variación en la con-centración de carbono-14 con el tiempo debido alupwelling, por lo que sólo puede aplicarse almomento temporal en el que se calcula. El segun-do procedimiento para calibrar conchas se des-arrolló en 1986 mediante la obtención de una curvade calibración específica para muestras marinas,que es continuamente ampliada y mejorada (STUI-VER, PEARSON y BRAZIUNAS, 1986; STUIVER yBRAZIUNAS, 1993; HUGHEN et alii, 2004) Estascurvas determinan la edad solar de una muestramarina en función de su edad carbono-14 conven-cional y de un parámetro, denominado ΔR, quecuantifica la desviación respecto al modelo debidoal upwelling de cada zona. La curva de calibraciónlleva implícita la variación temporal de la actividadcarbono-14 con el tiempo y define un modelo decómo varía la reserva marina de forma global, mien-tras que ΔR determina la variación peculiar de cadazona en función de sus condicionantes regionales yes, en primera aproximación, independiente deltiempo. Cuando ΔR sea próximo a cero podremosconcluir que el modelo ha dado una buena aproxi-mación al comportamiento de la reserva marina enesa zona (RUBINOS et alii, 1999).

3.2.2. El efecto de las aguas continentales

A pesar de que tanto ríos como lagos nosufren el efecto de la reserva marina, llevan disuel-tos carbonatos procedentes de formaciones roco-sas y, por tanto, de nulo contenido en 14C, por lo

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que la concentración de este isótopo es menor ala que le correspondería. Este efecto influye sobrelos organismos acuáticos de estos ambientes, enlos que se observa una discrepancia en su edadde varios siglos. Sin embargo, hay pocas eviden-cias que sugieran que afecta a plantas terrestresque vivan en área con aguas ricas en carbonatos,puesto que su fuente principal de suministro decarbono es la vía fotosintética.

3.2.3. Diferencias entre los hemisferios norte y sur

Los estudios han demostrado que se produceuna buena mezcla del 14C en la atmósfera de cadahemisferio, mientras que esta mezcla es muypobre entre ellos puesto que prevalecen vientosde signo opuesto a lo largo del ecuador. Se haconstatado que las fechas obtenidas en el hemis-ferio sur son sistemáticamente más antiguas quelas procedentes del hemisferio norte, en un valorque oscila entre los 25 y 50 años (MC CORMAC etalii, 2004). Esto se ha explicado por la mayorsuperficie de océanos en el hemisferio sur res-pecto del norte, lo que propicia una mayor interfa-se entre la atmósfera y los océanos, y con ello unadilución del 14C atmosférico en éstos más elevada,reduciendo la proporción que es asimilada por labiosfera terrestre.

3.3 La muestra que va a ser datada debe haber esta-do en equilibrio isotópico con el dióxido de carbo-no de su atmósfera contemporánea (bien de formadirecta, como las plantas, o de forma cuasi-directacomo los animales que comen estas plantas)

Aunque los tres isótopos naturales del carbonotienen un comportamiento químico indistinguible,en algunos procesos biológicos existe una prefe-rencia por los isótopos más ligeros y, por tanto, tien-den a enriquecer el contenido de 12C respecto al13C, y de éste respecto del 14C (CRAIG, 1953) Porello, durante el crecimiento de plantas y animales,las partes que intercambian con el medio tienen uncontenido inferior en 14C que el atmosférico. Si ladiferencia es significativa, parecerán que son másantiguos que lo que en realidad son.

Este efecto, conocido como fraccionamientoisotópico, obliga a realizar una corrección en la acti-vidad medida de 14C. Para ello, se determina la rela-ción isotópica 12C/13C de la muestra respecto a unpatrón (PDB o Belemnitella americana) en unespectrómetro de masas, y se asume que el efecto

para el 14C es el doble que para el 13C. El fracciona-miento isotópico se expresa como δ13C, donde:

y de este modo, la actividad medida de lamuestra (AM), queda corregida de este efecto comoAC, donde (STUIVER y POLACH, 1977):

En términos absolutos, esta corrección implicauna variación de 16 años por cada 10/00 de diferen-cia con el valor estándar de –25 0/00. Si el valor deδ13C es mayor que –250/00 la corrección produceedades más antiguas (por ejemplo, para un valorde –150/00 la edad corregida es 160 años más anti-gua), mientras que si es menor las edades sehacen más modernas.

3.4 La relación isotópica del carbono en las mues-tras no debe alterarse, excepto por la desintegra-ción radiactiva del 14C, una vez muerto el organismo

Una de las bases del método de datación esque, salvo por la desintegración radiactiva, ningúnproceso ha alterado el valor del 14C una vez que lamuestra ha cesado su actividad biológica. Porello, cualquier adición de material que contengacarbono se considera contaminación, y como taldebe ser eliminada antes del proceso de dataciónpara no obtener resultados erróneos. Un caso nor-mal de contaminación es la deposición de carbo-natos disueltos en agua sobre las muestras. Estoscarbonatos proceden de la disolución de rocascalizas de millones de años y, por tanto, sin 14C,por lo que envejecen las muestras. Otro ejemploes la presencia de ácidos húmicos que, depen-diendo de su origen, pueden hacer las muestrasmás antiguas o más modernas. El efecto de lacontaminación depende tanto de la cantidad dematerial contaminante incluido en la muestracomo de las edades relativas de muestra y conta-minante. Por ello, los laboratorios de datación hanimplementado protocolos de rigurosos tratamien-

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tos químicos para eliminar los contaminantes, yextraer aquellos compuestos que han demostradoser más seguros.

Dado que este efecto debe ser evitado entodo momento, hay que ser especialmente escru-puloso a la hora de extraer, tratar, empaquetar yalmacenar las muestras. Hay que seguir la máxi-ma de “no añadir nada que el tiempo no hayahecho ya”. La presencia de consolidantes orgáni-cos (por ejemplo, pegamento que une fraccionesde hueso), cenizas, papel (en forma de etiquetaso como envoltorio), son fuentes de carbono y, porello, posible contaminantes.

3.5 Los niveles naturales de 14C pueden medirsecon la precisión y exactitud apropiada

La ecuación de cálculo de la edad carbono-14convencional proporciona un valor puntual que seobtiene a partir de la medida de la cantidad de 14Cque contiene una muestra en comparación con lade un patrón estándar (STUIVER y POLACH, 1977)Sin embargo, ni las técnicas convencionales,mediante el recuento de las desintegraciones pro-ducidas, ni la medida directa empleando AMS per-miten saber el contenido real de 14C que posee lamuestra o el patrón. Cualquier proceso de medidaestá sujeto a una variabilidad inherente que sepuede minimizar hasta cierto nivel, pero no suprimir.Toda evaluación experimental lleva asociado unerror que se determina mediante la repetición de lamedida de la magnitud de interés. Este error nodebe entenderse como sinónimo de fallo, sinocomo el nivel de incertidumbre que tiene la estima-ción realizada. Es importante señalar que la infor-mación analítica generada por los laboratorios sebasan en resultados que inexcusablemente debenestar expresados mediante dos valores numéricosM ± N, donde M representa la mejor estimación queel laboratorio hace de aquello que está determi-nando (en nuestro caso la edad de una muestra), yN expresa el nivel de duda que tiene tal estimación(COMPAÑÓ y RÍOS, 2002). El valor de M está rela-cionado con la exactitud como propiedad analítica,en cómo se ajusta la estimación obtenida al valorreal. En datación, cómo se ajusta la edad calculadaa la edad real de la muestra. Por el contrario, el valorde N está relacionado con la precisión analítica yproporciona un intervalo dentro del cual se esperaencontrar, con una probabilidad determinada,aquello que se está midiendo.

Durante la medida de la actividad del 14C deuna muestra, los laboratorios se topan con elhecho de que la desintegración radiactiva es unproceso aleatorio, lo que implica que no haymodo de conocer cuándo un núcleo individual de14C va a desintegrarse. Sin embargo, si se moni-toriza la desintegración de un gran número denúcleos en un espacio de tiempo relativamentelargo, la distribución de los resultados puede des-cribirse mediante una función de probabilidaddenominada distribución normal o de Gauss. Estafunción tiene forma de campana y está caracteri-zada por la media aritmética (µ), que correspon-de al máximo de la función, y por la desviaciónestándar (σ), determinada por la posición de lospuntos de inflexión. Es importante indicar queesta función cumple que:

1. El 68,2% de los valores están comprendi-dos en el intervalo µ ± σ

2. El 95,4% de los valores están comprendi-dos en el intervalo µ ± 2σ

Para calcular la desviación estándar asociada auna fecha, los laboratorios deben realizan una esti-mación de todas las fuentes de incertidumbre: laactividad de la muestra, del patrón y del fondo ins-trumental, fraccionamiento isotópico, condicionesde medida, etc. Hay que indicar que algunos estu-dios han demostrado que los laboratorios minusva-loran las fuentes de incertidumbre, aunque en gene-ral los ejercicios internacionales de comparaciónentre laboratorios consideran que las datacionesque éstos proporcionan son exactas y precisas.

Cuando se aplica el cálculo de la desviaciónestándar al valor obtenido en la ecuación 10, laedad carbono-14 convencional toma la forma deuna distribución de Gauss, cuyo punto central esel valor obtenido por esta ecuación y su anchuraes mayor o menor en función de la desviaciónestándar. De este modo, la edad carbono-14 con-vencional representa un intervalo de tiempo y nouna fecha puntual. Por ejemplo, la fecha 4000 ±50 años BP equivale al intervalo 4050 – 3950 añosBP si tomamos una desviación estándar, o al inter-valo 4100 – 3900 años BP si elegimos dos desvia-ciones estándar. En este caso, la edad C-14 con-vencional indica que, si no hay errores sistemáti-cos, la edad real de la muestra está en el primerintervalo con una probabilidad del 68,2% (1σ) o enel segundo con una probabilidad del 95,4% (2σ).

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Cualquier fecha, como ejemplo de resultadode una técnica analítica, debe presentar las con-diciones necesarias de exactitud (corresponden-cia con la fecha real de la muestra) y precisión(intervalo temporal en que existe probabilidad deque se halle la verdadera fecha) (MESTRES yNICOLÁS, 1997). Para conseguir los niveles exigi-bles de exactitud, los laboratorios de datación sesometen periódicamente a actividades de control,tanto a nivel interno con la medida de muestras decontrol, como a nivel externo, mediante la partici-pación en ejercicios de intercomparación. Deestos últimos, los coordinados por la Universidadde Glasgow han englobado a más de 80 labora-torios de todo el mundo (SCOTT et alii, 2003a y b)y de ellos se deduce que, en general, los labora-torios son exactos y precisos en un amplio rangode materiales datados, no existiendo diferenciasapreciables según el método de medida.

Sin embargo, hay que considerar que fechascon una buena exactitud y precisión pueden nosatisfacer las necesidades del arqueólogo, sobretodo en periodos históricos. Hay casos en los quela fecha obtenida tiene un intervalo demasiadogrande para poder situar el evento histórico den-tro de unos rangos que se puedan asumir. Estecaso se dio en la datación de la iglesia de SantaMaría de Melque (RUBINOS, 1999) Una de lascuestiones más interesantes que se pretendíadeterminar era si la construcción de la iglesia eravisigoda o mozárabe, de la cual se había pro-puesto tres hipótesis: iglesia mozárabe de finesdel s. IX o primer cuarto del s. X (GÓMEZ MORE-NO, 1919); iglesia de época visigoda, segundamitad del s. VII (CABALLERO y LATORRE, 1982);o iglesia mozárabe de la segunda mitad del s. VIII(GAREN, 1992; CABALLERO 1994/5)

Para determinar la fecha de construcción de laiglesia se hicieron tres fechas carbono-14 (Tabla 1);

las dos primeras, UtC-3625 y AA-33543, sobre lacuerda de esparto que formaba cuerpo con elestuco que decora el lado oeste del arco, entre elcimborio y la nave sur de la iglesia, y que servíapara unir la decoración de la cara interior del arcocon sus dos laterales exteriores. La tercera, CSIC-1303, sobre madera quemada tomada en un nivelde relleno con presencia de cerámica asociada.Los resultados obtenidos no permiten discernirtotalmente entre las hipótesis planteadas, debido aque las fechas están a caballo entre las dos últimashipótesis. Esto es así porque el perfil de la curva decalibración presenta un repunte en el intervalo detrabajo que hace muy difícil obtener un intervalocronológico pequeño, una vez que se calibran lasfechas. Sin embargo, ya permite desechar definiti-vamente la propuesta cronológica de GómezMoreno. Para mejorar la resolución se realizó unacombinación de las fechas calibradas, mediante elprograma OxCal que, si bien reduce el intervalo enel que las fechas carbono-14 fijan la construccióndel monasterio, no es lo suficiente para inclinarsepor una de las dos hipótesis. Sólo nos permitedecir que, a la vista de estos resultados, no parecefactible que la construcción de la iglesia se realiza-ra a finales del s. IX o principios del s. X, comodefendía Gómez Moreno.

4- LÍMITES ARQUEÓLOGICOS DE LA TÉCNICADE DATACIÓN

Además de los requisitos comentados, denaturaleza fisicoquímica, existe un requisito funda-mental para que la técnica de datación por car-bono-14 obtenga fechas que produzcan cronolo-gías adecuadas:

Debe existir una relación conocida entre lamuestra que se analiza y el evento o fenómenoque se quiere datar.

En 1965, JOHNSON ya indicaba que unafecha radiocarbónica “no data un yacimiento oedificio, un enterramiento o nivel de ocupación. Lafecha se refiere a la muestra y es obligación delarqueólogo descubrir la relación real entre lamuestra y el área o lugar de donde se tomó”.Además de los requisitos de exactitud y precisiónque toda fecha debe cumplir, existen otras doscaracterísticas que la muestra debe tener parageneral cronologías fiables. La muestra debe serrepresentativa del contexto arqueológico quepretende datar, es decir, que el material mismo o

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Esparto Iglesia AA-33543 1308 ± 24 668 - 729 (62%)731 - 773 (38%)

Esparto Iglesia UtC-3625 1290 ± 70 636 – 891 (100%)Carbón vegetal Sur CSIC-1303 1273 ± 26 673 - 817 (99%)

846 - 855 (1%)COMBINACIÓN DE LAS TRES FECHAS: 680 - 773 (100%)

MATERIAL ZONA CÓDIGO EDAD C-14 EDAD CALIBRADAaños BP años cal AD (1)

Tabla I. Fechas realizadas para determinar el momento de construcciónde la iglesia de Santa María de Melque (Puebla de Montalbán, Toledo) Serealizaron dos medidas sobre la cuerda de esparto y una más sobre car-bón vegetal. Las tres fechas se combinaron para obtener una precisiónmayor empleando el programa OxCal (RUBINOS, 1999)

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su presencia en el contexto arqueológico sea pro-ducto de la actividad humana del grupo que creóel contexto (asociación), y que su formación seacontemporánea al contexto arqueológico (sincro-nía) (MESTRES Y NICOLÁS, 1997).

Respecto a la asociación, WATERBOLK (1971y 1983) enumeró una serie de proposiciones paramejorar la utilización de las fechas carbono-14 enarqueología. En la primera, dividía los tipos demuestras según el grado de certeza de su aso-ciación en:

A. Certeza plena: El propio objeto arqueológicoproporciona la muestra sobre la que se realizala datación (tronco de una canoa, rueda deuna carreta, poste de una casa, material orgá-nico cocinado en un recipiente, etc.).

B. Alta probabilidad: Existe una relación funcionaldirecta entre el material orgánico que se va amedir y los hallazgos arqueológicos (ataúdcarbonizado en una tumba, carbón en unaurna, hogar en el suelo de una casa).

C. Probabilidad: No existe una relación funcionaldirecta entre el material orgánico que se va amedir y los materiales arqueológicos, pero lacantidad de material orgánico encontrado y eltamaño de los fragmentos sostiene la relación(concentración de carbón en un basurero o enuna capa de ocupación).

D. Probabilidad razonable: Como en el caso ante-rior, pero con fragmentos pequeños y disper-sos (tierra carbonosa en una capa de ocupa-ción, trocitos de carbón en un enterramiento).

Además de asegurar la certeza de la asocia-ción, hay que considerar también la sincronía dela muestra datada. Una buena asociación noexcluye la posibilidad de que el material a datarsea más antiguo que la formación del depósitodonde se ha encontrado. Se debe insistir en elhecho de que esta técnica determina la edad delos materiales analizados, no la del estrato, objeto,edificio o grupo humano que la depositó. En gene-ral, todas las fechas radiocarbónicas proporcio-nan un terminus post quem, es decir, sólo da elmomento en el que o después del que el estrato ola estructura fueron depositados. En este sentido,cuando se pretende datar una estructura concre-ta hay que buscar aquellas muestras que mejorcumplen este requisito. En una tumba, es mejordatar los huesos del individuo que el ataúd dondefue depositado, pero si existieran textiles u ofren-

das en forma, por ejemplo, de semillas, éstos darí-an una estimación mejor al estar cronológicamen-te más próxima al momento del enterramiento.Teniendo en cuenta esto, podemos considerarque existe falta de sincronía cuando se dan algu-no de los siguientes episodios (BOWMAN, 1990):

• Datación de partes internas de troncos deelevada longevidad.

• Reutilización: Empleo de materiales previa-mente utilizados, por ejemplo en el empleo demaderas constructivas de edificios anteriores.

• Utilización retardada: Empleo de materialesque llevan un cierto tiempo fuera del ciclo de inter-cambio de carbono, por ejemplo, madera traídapor las corrientes marinas, emplear turba o carbónmineral (hulla y antracita), o betún para preservardel agua productos manufacturados.

• Residualidad: Incorporación de material defases anteriores de actividad en depósitos arqueológi-cos posteriores (reliquias o desechos no enterrados).

Un claro ejemplo de falta de sincronía consti-tuye la datación de una viga procedente de la igle-sia de San Pedro de la Nave, depositada en laactualidad en el museo de Zamora. La datación(CSIC-1318) proporcionó una fecha de 1880 ± 29años BP, cuya calibración da un intervalo 69 – 230cal AD (RODRÍGUEZ, ALONSO y CABALLERO,1998). La comparación dendrocronológica de lamuestra con otras maderas procedentes de laiglesia de San Juan de Baños (Palencia) ha per-mitido reducir el intervalo de la fecha a 100 – 206d.C. Si el trabajo se hubiera quedado ahí, nohubiera aportado información alguna a la datacióndel edificio Sin embargo, el estudio botánico de lapieza estima que, como mínimo, hay añadir 388años, 278 años de duramen y 110 de albura, quese eliminaron durante el labrado de la viga, por loque la fecha se sitúa realmente en el intervalo 488– 594 d.C. (ALONSO, RODRÍGUEZ y RUBINOS,2004) En este caso, la porción de la muestra ana-lizada no da información sobre la construcción deledificio, sino sobre el momento de crecimiento delgrupo de anillos del árbol, y es el estudio posteriorel que permite discernir cuándo fue posiblementeempleada como material constructivo.

4.1 Madera y carbón vegetal

Un elevado porcentaje de las dataciones rea-lizadas en arqueología se han hecho sobre mate-

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riales procedentes de árboles, bien a partir de lamadera del tronco o de las ramas, bien comomadera quemada o carbonizada, en forma decarbón vegetal. Es un excelente material por suelevado contenido en carbono en forma de com-puestos de elevado peso molecular, lo que permi-te realizar rigurosos tratamientos químicos que eli-minan posibles contaminantes sin una pérdidaacusada de la muestra original.

Para la datación, es importante considerar laspartes internas de aquellas plantas que crecenformando anillos. Cada anillo representa el con-junto de células formadas durante un ciclo de cre-cimiento, normalmente un año. Los compuestosquímicos de estas células se forman a partir de lafotosíntesis con el carbono presente en la atmós-fera durante el periodo de crecimiento, por lo quereflejan la relación isotópica 12C/13C/14C de esemomento. Esto implica que cada anillo conservalas características isotópicas de su año de creci-miento, puesto que, además, se ha demostradoque no existe intercambio de sustancias entre losdiferentes anillos. Gracias a esta característica, hasido posible emplear series de anillos datados pordendrocronología para realizar la curva de cali-bración de las fechas obtenidas con carbono-14.

Por otro lado, la estructura en forma de anillostambién tiene que tenerse en cuenta cuando serealiza la datación de especies de larga vida. Lasdiferentes especies de árboles tienen una vidamedia que oscila entre menos de 100 años enabedules y abetos, alrededor de 400 a 500 añosen el caso de los robles, y varios milenios si sehabla de secuoyas o pinos de Bristlecone. Así,existe una diferencia notable en las fechas obte-nidas de una muestra próxima a la corteza y deotra situada en el corazón del tronco del árbol,puesto que la datación proporciona la edad de laporción elegida. Por ello, hay que ser cuidadosoa la hora de seleccionar las muestras y com-prender que existe un desfase entre la fechaobtenida (evento radiocarbónico) y la fecha deutilización de la madera en el contexto arqueoló-gico (evento humano). Para paliar en lo posibleesta divergencia, se debe estimar cuántos anilloshabría entre la muestra tomada y la corteza delárbol de partida, y sumar estos años al datoobtenido. Además, de este modo estaremosfijando el momento del corte del árbol, pero no elde su utilización, por ejemplo, como elementoconstructivo.

4.2 Huesos

Los huesos están formado por una matrizmineral, en forma de hidroxiapatita (calcio, mag-nesio y fosfatos) y una matriz orgánica, que con-tiene diversas proteínas, sobre todo colágeno(>90%). La medida se realiza únicamente sobrela parte proteica del mismo, puesto que los car-bonatos presentes en la fracción mineral sufrenprocesos de interacción con el medio e intercam-bian carbono con la reserva desde el momentode la deposición hasta el de la recogida, y no pro-porcionan fechas veraces. El porcentaje dematriz orgánica en el hueso es pequeño, entre el5 y el 15%, por lo que se requiere mayor cantidadde muestra para su procesamiento en el labora-torio. Su mayor desventaja es que la parte protei-ca se degrada con el tiempo, llegando incluso adesaparecer y haciendo imposible la medida.

El proceso de preparación del hueso para sudatación es lento y bastante complicado. Por unlado, hay que eliminar la fracción inorgánica queno proporciona fechas fiables y aislar el conjun-to de proteínas, que muchas veces se encuen-tra seriamente deteriorado. Existen una serie deparámetros que permiten discernir cuál es elestado de preservación del material orgánico elhueso. Tanto la relación carbono/nitrógeno comoel porcentaje de colágeno obtenido de la mues-tra permite cuantificar este estado (VAN KLIN-KEN, 1999).

Cuando un hueso se carboniza, la materiaorgánica que poseía se destruye, por lo que nopuede datarse. Sin embargo, si el hueso ha sidosometido a temperaturas superiores a los 600 ºC(hueso cremado) es posible realizar la datación(LANTING, AERTS-BIJMA y VAN DER PLICHT,2001) En estos casos, la materia orgánica ha sidodestruida por completo y el hueso presenta uncolor blanco. En el proceso de incineración labioapatita ha recristalizado formando cristales decarbonato más grandes y con mejor estructura.Estos cristales no sufren procesos de alteracióncon el tiempo y se pueden datar mediante AMS.

Por tanto, si su conservación es adecuada, esun excelente material para la datación puesto quesuele estar perfectamente relacionado con elhecho histórico a datar. Existe una asociacióninmejorable, al datar la persona o animal en con-creto y su sincronía apenas difiere unos pocosaños al momento de la muerte del individuo, pues

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la proteína del hueso está formada por carbonorecolectado a lo largo de la vida del sujeto.

4.3 Otros materiales orgánicos

De origen animal como pelo, lana y piel, ovegetal como cestería, semillas, grano, etc. Estánbien asociados al hecho arqueológico puestoque, salvo reutilización muy improbable, son mate-riales asociados a los grupos humanos. Además,sus contenidos en 14C corresponden a un soloaño, por lo que la sincronía es total.

4.4 Conchas

Material de cómoda utilización en el laborato-rio pero de difícil interpretación, ya que la variaciónde la concentración del isótopo en el océano serige por distintas pautas a aquellas establecidasen tierra, por lo que hay que precisar para cadaárea el modelo de intercambio de masas de agua.Como ya se ha indicado, las conchas proporcio-nan edades alrededor de 400 años más antiguasque otro tipo de materiales del mismo contextoarqueológico. Como ventaja, cabe destacar quenormalmente se obtienen bien asociados a gru-pos humanos concretos.

4.5 Otros materiales

En principio, cualquier material con contenidoen carbono es susceptible de datación, siempre ycuando se conozca la procedencia de este car-bono y los procesos fisicoquímicos que han con-ducido a su formación. Gracias a la técnica AMS,se han podido datarlos pigmentos orgánicos pre-sentes en pinturas prehistóricas, restos de comidaen cerámica, objetos de gran valor (tallas demadera, objetos tallados en hueso, papel dedocumentos históricos, etc.) y un largo etcétera.

4.6 Consideraciones arqueológicas en la toma demuestras

Teniendo en cuenta todos los condicionantesanteriormente descritos, hay una serie de pasos aseguir para evaluar la aplicación de este métodode datación a un problema cronológico concretoen arqueología:

1. Definir el evento arqueológico (humano) de inte-rés. Los arqueólogos deben definir qué eventohumano pasado va a ser datado y con qué fina-

lidad, estimando con qué precisión debe serdeterminada la fecha (cuál debe ser la longituddel intervalo de la fecha adecuado para inter-pretarla correctamente). Este evento puede serde corta duración (incendio, manufactura de unobjeto, erupción volcánica, etc.), o de una lon-gitud temporal mayor (periodo de depósito deun estrato o de ocupación de una aldea).

2. Considerar si el método de datación puedeproporcionar una fecha adecuada para res-ponder la cuestión planteada. Para cuestionesarqueológicas, este método suele ser adecua-do, pero existen casos en los que no puededar una adecuada precisión cuando se dansucesivos eventos de muy corta duración.

3. Reconocer cuál es el tipo de evento radiocar-bónico que proporciona cada tipo de muestra.

4. Determinar cómo se asocia el evento 14C con elevento humano, puesto que debe existir unaconexión conocida que una ambos eventos.Algunos ejemplos permiten ilustrar cómo debeser esta asociación. Si se talla una flecha a par-tir de una rama de unos pocos años de creci-miento, el evento radiocarbónico (el crecimientode la rama) está unido al evento humano (tallade la flecha). De igual modo, el carbón vegetalproducido a partir de ramas jóvenes en unhogar estará bien asociado con su ocupación.Sin embargo, el tronco de un árbol empleado enuna construcción puede haber sido reutilizadode una construcción anterior. De igual modo, elcarbón vegetal persiste en el suelo durante cien-tos de años, por lo que su presencia no indicasiempre una ocupación humana sino quepuede ser, simplemente, un incendio natural.

Normalmente, los materiales procedente deanimales como huesos, conchas suelen estarbien asociados con el evento humano. Si seencuentran estos materiales en un hogar hayque considerar que, aunque reflejan el momen-to de vida de sus animales, este no difiere ape-nas del momento de su consumo. Por el con-trario, esta diferencia puede ser mayor y debecuantificarse si estos materiales se encuentranformando parte de tallas u ornamentos.

El empleo de la técnica AMS permite seleccio-nar más rigurosamente el material o la porcióndel mismo que mejor cumple el requisito deasociación con el evento humano. Pero de igualmodo, hay que ser cautelosos si al poder datar

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cantidades muy pequeñas se pierda la cone-xión obligada entre evento radiocarbónico yarqueológico.

5. La naturaleza del evento radiocarbónico debeser tal que satisfaga las hipótesis del método,en particular aquella que implica que el carbo-no proceda de la atmósfera contemporánea ala muestra. Este es el caso de los tejidos de lasplantas (madera, carbón, semillas, etc.) queobtienen su carbono de la atmósfera a travésde la fotosíntesis, pero no así de los huesos olas conchas, puesto que en ellos el carbono serecibe de la dieta del animal. A pesar de ello, losanimales herbívoros incorporan su carbono dela hierba, lo que implica un retraso mínimos, ylos carnívoros, que se alimentan de los anterio-res, con un retraso algo mayor.

Por el contrario, los animales marinos no tomansu carbono directamente de la atmósfera sinodel océano, con los problemas de circulacióndel carbono que se han comentado. El efectode la reserva marina obliga a realizar unacorrección para obtener fechas radiocarbóni-cas que desafortunadamente no es fácil de rea-lizar, puesto que la circulación oceánica es dife-rente en distintos puntos de los océanos.Semejante situación se da en los organismosde agua dulce que toman su carbono de lagosy ríos, donde existen aportes de carbonatos deedad geológica.

Una situación incluso más compleja surge en ladatación de humanos que habitan en zonascostera, al obtener sus alimentos tanto del marcomo de la tierra. En estos casos es precisodeterminar que cantidad de carbono procedede cada una de las reservas. Afortunadamente,en algunas circunstancias se pueden realizaraproximaciones a partir del valor del fracciona-miento isotópico del hueso datado.

5- UTILIZACIÓN DE LA ESTADÍSTICA BAYESIA-NA EN DATACIÓN

A principios de los años 90, gracias a la poten-cia de cálculo alcanzada por el empleo de losordenadores, comenzaron a aparecer estudiosque empleaban la estadística bayesiana en lainterpretación de fechas radiocarbónicas (BUCKet alii, 1991; BUCK, LITTON y SMITH 1992; BUCK,LITTON y SCOTT, 1994; BUCK, CAVANAGH yLITTON, 1996) A partir de estos estudios, se des-

arrollaron programas que permitían obtener cro-nologías empleando esta técnica, como OxCal(BRONK RAMSEY, 1995 y 2001), BCal (BUCK,CHRISTEN y JAMES, 1999) y DateLab (JONES yNICHOLLS, 1999).

No es nuestra intención hacer una explicaciónexhaustiva de esta técnica estadística, y remitimosal lector a bibliografía más específicas (BUCK,CAVANAGH y LITTON, 1996; BAYLISS y BRONKRAMSEY, 2004; BRONK RAMSEY, 2009) e intenta-remos seguir la senda desarrollada por BAYLISS(2009), cuyo artículo recomendamos a todosaquellos que quieran conocer ejemplos de utiliza-ción de esta técnica, así como del modelo de cro-nologías que el English Heritage ha implementadoen su proyectos arqueológicos que poseen data-ciones por carbono-14.

La estadística bayesiana se basa en el teore-ma que enunció Thomas Bayes (1702-171), sobrela probabilidad de un suceso condicionado por laocurrencia de otro suceso. En esencia, los segui-dores de la estadística tradicional sólo admitenprobabilidades basadas en experimentos repeti-bles y que tengan una confirmación empíricamientras que los llamados estadísticos bayesia-nos permiten probabilidades subjetivas. El teore-ma puede servir entonces para indicar cómodebemos modificar nuestras probabilidades sub-jetivas cuando recibimos información adicional deun experimento. La estadística bayesianademuestra su utilidad en ciertas estimacionesbasadas en el conocimiento subjetivo a priori y enel hecho de permitir revisar esas estimaciones enfunción de la evidencia empírica. De este modo,como indica BAYLISS (2009), la “cronología obje-tiva” de Renfrew se ve contaminada por las opi-niones arqueológicas conocidas de forma previaa la realización de las dataciones.

Los estimadores “a priori” son aquellos cono-cimientos que se tienen del yacimiento (estratigra-fía, tipología, monedas, crecimiento de anillos deárboles, etc.). Incluyendo estos datos en un mode-lo cronológico durante la calibración de las fechasradiocarbónicas, podemos obtener distribucionesde probabilidad de las fechas, ya calibradas, queincorporan estos condicionantes, que a partir deahora no podrán ser consideradas como eviden-cias científicas independientes.

Dada la importancia que en el desarrollo de lacronología empleando estadística bayesiana tie-nen los estimadores “a priori” es crucial insistir en

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que esta información debe conocerse de formaprevia a la realización de las dataciones. El casomás paradigmático es la estratigrafía, donde seestablece una relación entre las distintas unidadesestratigráficas, y, de este modo, entre las muestrasque en ellas aparecen. Aquellas muestras queaparecen en niveles superiores deben normal-mente ser más modernas que las que se encuen-tran en los niveles inferiores. Así, resulta funda-mental establecer de un modo indiscutible que lamuerte y deposición del material que va a ser ana-lizado ha sido de forma coetánea a la formacióndel contexto en el que se halla. Más que nunca,conviene recordar que la datación por carbono-14se realiza sobre materiales y, por tanto, solo deter-mina la edad de éstos, no de los contextos en losque se encuentran. No solo se requieren muestrasde vida corta e identidad única, sino que se preci-san datos incuestionables sobre la deposición delos mismos en el depósito arqueológico.

Además de este tipo de relaciones, se incluyeen el modelo cronológico todos aquellos datossusceptibles de aportar información cronológica:agrupación de fechas por fases de actividadarqueológica, fechas que son el origen o la termi-nación de una secuencia, fechas que están orde-nadas dentro de una secuencia, eventos puntua-les incluidos entre dos fases de actividad, y unlargo etcétera.

Para realizar modelos cronológicos emplean-do esta técnica, es preciso formular un modelomatemático. La cronología del yacimiento ha deser dividida en sucesos, es decir, en puntos indivi-duales dentro de una escala temporal continua yque ocurren en un periodo temporal bien definido.Se pueden modelar procesos con mayor continui-dad en el tiempo, pero deben estar descritos enfunción de sucesos. Por ejemplo, una fase de acti-vidad arqueológica se limita mediante un eventoinicial y otro final (BRONK RAMSEY, 2009).

En estudios cronológicos existen dos tipos deinformación: fechas de calendario, que sitúan lossucesos en escalas de tiempo absolutas (reinado,documento fechado, fechas obtenidas por méto-dos de datación); y fechas relativas, que sonaquellas procedentes de la estratigrafía, estudiode los materiales, agrupamiento de unidadesestratigráficas en fases ordenadas o no, etc. Laprimera suele referirse normalmente a fechas deuna muestra en concreto, mientras que las fechasrelativas generan relaciones más complejas entre

los momentos en los que se desarrollan los even-tos del yacimiento en cuestión. Por esta razón, alaplicar la estadística bayesiana las fechas decalendario se emplean como los intervalos tempo-rales de probabilidad, por ejemplo, una fecha car-bono-14 calibrada, mientras que las fechas relati-vas se muestran como las probabilidades a priori.

Pongamos como ejemplo la datación de untronco de un árbol. Las fechas de calendarioserán las dataciones obtenidas en distintos puntosdel mismo. Las muestras se han tomado de talmodo que exista una diferencia de años conocidaentre ellas (X años), mediante el estudio de los ani-llos del tronco. Así, entre ellas existirá una relacióncronológica conocida, de modo que la muestramás interna debe ser X años más antigua que lasiguiente, y ésta otros tanto respecto a la siguien-te, y así sucesivamente. De modo que cuandorealizamos la calibración de las fechas carbono-14, cada una de las cuales se ha obtenido de unamedida independiente en el laboratorio, incluimosesta información obligando a que las distribucio-nes de probabilidad tenga la diferencia de X años.Este empleo de la estadística bayesiana fue unosde los primeros ejemplos empleados en la literatu-ra, con el que intentaba minimizar el efecto que loswiggles de la curva de calibración producían enlas fechas, alargando en exceso los intervalos deprobabilidad. Existen abundantes ejemplos en laliteratura (ALONSO, RODRÍGUEZ y RUBINOS,2004; FRIEDRICH et alii, 2006) (Figura 2 y Tabla 2).

La importancia de determinar aquellas relacio-nes temporales que van a incidir sobre el modelobayesiano incide en las decisiones sobre quemuestras se deben datar. Puesto que no todas lasmuestras obtenidas ni todas las unidades estrati-gráficas definidas pueden proporcionar informa-

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Fig. 2. Resolución gráfica del ajuste por wiggle matching realizado sobre la vigade San Pedro de la Nave y el dintel exterior de la iglesia de San Juan de Baños(ALONSO, RODRÍGUEZ y RUBINOS, 2004).

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ción adecuada para obtener un modelo cronológi-co válido, hay que seleccionar cuidadosamentequé interrogantes se pueden despejar y emplearlos recursos en ellos. Para ello hay que establecerun protocolo de actuación coherente con los datosrecogidos y con los que nos pueden dar las data-ciones radiocarbónicas. En este sentido, vale lapena observar el método de trabajo sobre crono-logía basado en estadística bayesiana implemen-tado por el English Heritage en la última década.Los pasos, abreviados, son (BAYLISS, 2009):

1. Construir un modelo de la cronología del yaci-miento:

a. Definir claramente los objetivos del progra-ma de datación (inicio, duración, conclu-sión, etc.)

b. Establecer la información “a priori” dispo-nible.

c. Seleccionar las muestras susceptibles dedatación siguiendo los criterios de asocia-ción y sincronía.

d. A través de la matriz del yacimiento, esta-blecer relaciones entre muestras para obte-ner secuencias de datación relativas.

e. Identificar grupos de muestras significati-vos con los periodos de actividad.

2. Realizar múltiples simulaciones matemáticasde las fechas radiocarbónicas del grupo demuestras elegidas. Para ello:

a. Considerar la desviación estadística de lafecha como la que obtiene habitualmente ellaboratorio donde se realizan las datacionespara ese tipo de material y periodo.

b. Incluir la información “a priori” desarrollada enla fase anterior.

El resultado más importante de esta simula-ción es identificar qué problemas arqueológicosno van a poder ser resueltos con las muestras,estratigrafía y otra información cronológica dispo-nible. Gracias a ello, permite concentrar los recur-sos en aquellas cuestiones que sí pueden serdatadas de forma efectiva.

3. Enviar las muestras para su datación.

4. Reemplazar las simulaciones por los resulta-dos obtenidos. En ese momento aparecen losproblemas, puesto que las simulaciones serealizaron sobre valores ideales y no reales.

5. Identificar los errores cometidos (en el labora-torio, en la toma de muestra, estratigráficos, derelación muestra-evento, etc.)

6. Realizar nuevas simulaciones para obtener unnuevo modelo cronológico y enviar nuevasmuestras para su datación.

7. Repetir el ciclo tantas veces como sea posible.

8. Construir un modelo cronológico creíble enfunción de los resultados obtenidos y publicarlos resultados.

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Ua-20746 42 – 8 cal BC (10,9%)San Juan de Baños 1955 ± 40 3 cal BC – 129 cal AD (84,5%) 25 – 131 (95,4%) 91,9%

Diferencia: 25 añosUa-19623 69 – 346 cal AD (94,4%)

San Juan de Baños 1820 ± 60 370 – 380 cal AD (1,0%) 50 – 156 (95,4%) 76,2%Diferencia: 34 años

CSIC-1517 84 – 104 cal AD (6,6%)San Pedro de la Nave 1850 ± 23 124 – 239 cal AD (88,8%) 84 – 190 (95,4%) 90,2%

Diferencia: 16 añosCSIC-1318

San Pedro de la Nave 1880 ± 29 69 – 230 cal AD (954%) 100 – 206 (95,4%) 79,6%Diferencia: 0 años

CSIC-1838San Juan de Baños 1873 ± 27 76 – 228 cal AD (95,4%) 100 – 206 (95,4%) 90,5%

Diferencia: 30 añosCSIC-1795

San Juan de Baños 1883 ± 32 64 – 232 cal AD (95,4%) 130 – 236 (95,4%) 64,0%CONFIANZA TOTAL: 60,0%

REFERENCIA EDAD C-14 EDAD CALIBRADA INTERVALO CONFIANZA(años BP) (años cal BC / cal AD) (años cal AD)

Tabla II. Ejemplo de utilización de estadística bayesiana en la interdatación de la viga de la iglesia de San Pedro de la Nave y del dintel exterior de la iglesia deSan Juan de Baños (ALONSO, RODRÍGUEZ Y RUBINOS,2004) Cada muestra se tomó con una diferencia determinada de años respecto de la muestra anterior,excepto las muestras CSIC-1318 de La Nave y la muestra CSIC-1839 de Baños que eran, dendrocronológicamente, iguales. Se empleó la técnica denominada wig-gle matching a partir del programa OxCal 3.5, opción D_Sequence. Una vez incorporada la información a priori, que en este caso el número de anillos de diferen-cia entre una muestra y otra, se obtienen unos intervalos cronológicos sensiblemente más precisos. La resolución gráfica se puede ver en la Figura 2.

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6- CONCLUSIONES

Para emplear fechas radiocarbónicas conplena seguridad en contextos históricos, hay queconseguir un elevado grado de cumplimiento detodos los requisitos metodológicos que tiene estatécnica. Mientras que es misión de los arqueólogoselegir aquellos materiales que garanticen su aso-ciación y sincronía al evento histórico que se quieredeterminar, es necesario exigir a los laboratorios dedatación que obtengan fechas de gran calidad téc-nica, en términos de exactitud y precisión. Ambosprocesos deben estar incluidos dentro de un proto-colo general de actuación, que involucre a ambosestamentos en el mismo nivel. Sólo con el conoci-miento de qué puede aportar la técnica y cuálesson sus limitaciones en términos de precisión y cali-bración, podrá el arqueólogo definir qué cuestionescronológicas puede abordar con esta técnica ycuales no, consiguiendo una mejor gestión de susrecursos. De igual modo, saber los problemas quepresenta un yacimiento permite al laboratorio enca-minar sus análisis en el mejor camino y asesorar alarqueólogo en la búsqueda de soluciones cronoló-gicas a su modelo explicativo.

Todas estas premisas enlazadas dentro de unametodología de trabajo van a permitir extraer lamayor cantidad posible de la información que seencuentra en un yacimiento. Así, empleando laestadística bayesiana en la rutina de trabajo se pue-den conseguir fechas más precisas, que se ajustenmejor al marco temporal de estudio, situación muynecesaria en estudios sobre yacimientos históricos.

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