Domenica AraqueAndrés Suárez

Es uno de los cinco ministerios que Jesús estableció juntamente con los de apóstoles, pastores, evangelistas y maestros.

Mostrar en la actualidad la Voluntad de Dios, hacer manifestar el Reino de Dios aquí en la Tierra.

Mediante la profecía, las palabras proféticas y demás modos proféticos utilizados por Dios para habar a sus profetas y gente profética, viene este ministerio aplicando sus consecuencias no su llamado, a creyentes y no creyentes.

Viene siendo la Palabra de Dios directamente salida de su boca, la cual es captada por profetas y por personas proféticas para que la declaren a quienes es enviada.

Sí la hay, esta puede provenir de manifestaciones demoniacas tratando de imitar los que Dios diseñó en un inicio para este ministerio. Otra forma en como se puede producir es por un impulso humano que no proviene de Dios sino de una confusión interior que da como resultado algo erróneo o que pudiendo hablar de la verdad, no proviene de esta.

Son las personas privilegiadas de fluir en un llamado profético para el tiempo y lugar donde son establecidos, además tiene tal conexión con lo espiritual que están de continuo en la Presencia de Dios escuchando, viendo y sintiendo lo que pasa en lo espiritual, para asi obrar bajo la Voluntad de Dios en esas cosas específicas.

Existen muchos que dicen ser llamados y no lo son, como prueba de esto sus frutos, pues bien dice la Palabra que por su frutos los conoceréis. Vienen no siendo llamados y lo que causan es división en la Iglesia.

Primeramente por sus frutos, testimonio, veracidad y confirmación del llamamiento, y de cómo fluye y cuando. Además una forma certera de saber si este es falso o verdadero es juzgando lo que dice, ve y percibe bajo los parámetros que dice la Biblia.

Desde que sea creyente y sensible a la voz de Dios, solo se tiene que pedir el don de profecía puesto que no necesariamente se tiene que ser profeta para profetizar, sino que se puede tener el don de profecía y tener otro llamado.

BENDICIONES