Movimiento Obrero Argentino.

download Movimiento Obrero Argentino.

of 13

Transcript of Movimiento Obrero Argentino.

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    1/13

    MOVIMIENTO OBRERO ARGENTINO (1930-1945)

    Sus proyecciones en los orgenes del Peronismo(caps. I al V)

    Hiroshi Matsushita

    INTRODUCCIN

    Para analizar la cuestin sobre los orgenes del Peronismo, Matsushita destaca la importanciadel apoyo obrero. En un principio introduce las diferentes explicaciones que se han dadosobre este fenmeno (el apoyo obrero). La primera que el autor describe es la de GinoGermani quien destaca que como consecuencia de la industrializacin y la decadencia de lasactividades rurales (alrededor de los aos 30), se produjo un cambio en la estructurademogrfica manifestado en el xodo rural-urbano (migracin) lo cual condujo a la creacinde una estructura dual de la clase obrera a mediados de los 40 constituida por el grupo deobreros viejos calificados, con largos aos de experiencia en el movimiento sindical, y por

    los obreros no calificados, recientemente trasladados a las urbes, grupo social sin experienciasindical ni poltica que se convirti en masas disponibles o sea fcilmente manipulablesdesde arriba (Matsushita, 1986: 13) y que seran (estas ltimas) las que habran apoyado aPern. El aumento de la fuerza poltica de la clase obrera se encuentra asociado a losafluentes migratorios venidos del mundo rural donde eran polticamente marginados. A suvez, el carcter nacionalista del movimiento guarda relacin con los valores criollos queportaba esta nueva masa migratoria y que contrastaban con los valores internacionalistasy/o liberales de los viejos obreros. Esta interpretacin pas gradualmente a formar partede la interpretacin ortodoxa. De todas formas Matsushita destaca que la interpretacinortodoxa tiene un defecto grave: es imposible documentar el apoyo de esa masa migrante aPern en el perodo 1943-46 (Matsushita, 1986: 14) En esta perspectiva se inscribe la crtica

    de Peter Smith quien lleg a la conclusin de que Pern parece haber conseguido el apoyoelectoral ms crucial desde la clase obrera vieja pero no de los migrantes recientes delcampo a la ciudad (Matsushita, 1986: 15). Entre las crticas ms destacadas a la primerainterpretacin mencionada, se inscriben las de Murmis y Portantiero, quienes advierten quelos obreros tradicionales jugaron un importante papel en los orgenes del peronismo. Noobstante, Matsushita destaca que la diferencia entre las posiciones ortodoxas y larevisionista no es tan grande como parece, ya que los ortodoxos reconocen ciertaparticipacin de los obreros tradicionales, mientras los revisionistas admiten tambin laparticipacin de los obreros nuevos (Matsushita, 1986: 15). As es como la diferenciafundamental parece estribar en el grado de importancia otorgado a la participacin de losmigrantes en el fenmeno. Tanto Smith y Kenworthy como Murmis y Portantiero consideran

    la adhesin obrera al peronismo como una reaccin frente a la situacin anterior. Losprimeros acentan la miseria y la exclusin poltica propia del rgimen de 1930-43 y lossegundos la explotacin por parte del rgimen conservador con el advenimiento de laacelerada industrializacin. Los revisionistas se apoyan en considerar la decisin de losobreros de apoyar a Pern como autnoma y ms adecuada frente a las condiciones en que seencontraban y desestimando el papel de la manipulacin de Pern. Los ortodoxos refierena la migracin asociada a la industrializacin enfatizando el carcter disponible de la masamigrante e implicando la aspecto manipulativo de Pern. En esta discusin, Matsushita

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    2/13

    indica que para apreciar debidamente la adhesin obrera a Pern, en especial con respecto alos obreros tradicionales, debe tenerse en cuenta no slo los factores objetivos sino tambinlos subjetivos, tales como la ideologa y la mentalidad, ya que ellos eran sujetos de decisionesautnomas (Matsushita, 1986: 17) En este sentido su estudio se centra en el campo de lapostura ideolgica complementando las investigaciones realizadas.

    CAPTULO I: TENDENCIAS IDEOLGICAS DEL MOVIMIENTO OBRERO ANTESDE 1930

    El perodo anterior a 1930 es descrito por Matsushita en torno a dos factores: el econmicoque destaca la inmigracin y la radicacin de capitales extranjeros (principalmente de origeningls), y el poltico caracterizado por la estabilidad.El desarrollo econmico, si bien no tendi a favorecer al sector industrial, incidifavorablemente en el desarrollo de la actividad industrial vinculada con el sectoragropecuario y otras industrias destinadas a satisfacer la demanda local (Matsushita, 1986:22). As en la Capital comenzaron a surgir sindicatos y gremios orientados, bsicamente, a laayuda mutua. En 1891, fue creada la FTRA (Federacin de Trabajadores de la ReginAgentina) como primer central obrera y en 1901 la FOA (Federacin Obrera Argentina) queluego se llam FORA (Federacin Obrera Regional Argentina). Las actividades estabanprincipalmente a cargo de obreros extranjeros y uno de los principales problemas de ladirigencia obrera constituy el desfasaje entre las ideologas europeas y la realidad nacional.El autor procede a una caracterizacin de las principales corrientes ideolgicas delmovimiento obrero argentino de la poca: anarquismo, socialismo, sindicalismo ycomunismo.

    Anarquismo

    Sus caractersticas fundamentales eran:Su acento en la accin colectiva (y por lo tanto implicaban la accin del sindicato), en laaccin directa (enfatizando la huelga general como mtodo principal de lucha y rechazandola lucha parlamentaria), su oposicin a los partidos polticos, su internacionalismo y suintencin de dar un contenido ideolgico al movimiento obrero.El anarquismo logr amplia influencia en nuestro pas. Al respecto, Matsushita destacadeterminadas condiciones particulares de Argentina que favorecieron la difusin de estaideologa: el hecho de que la mayora de los inmigrantes provenan de Espaa e Italia, donderedundaba el influjo anarquista; la situacin deplorable con la que se encontraban (que diferade las promesas hechas por las compaas de inmigracin) sintindose atrados por laprdica emotiva del anarquismo (Matsushita, 1986: 25). A todo esto se sumaban laexclusin poltica (que se aplicaba tanto para los inmigrantes como para los nativos) dejandolugar slo a la accin directa y la preeminencia del sector artesanal en el desarrollo precariode la industria nacional, que implicaba una escasa diferenciacin de tareas y donde elanarquismo tenda a influir ms.El Gobierno se vio obligado a frenar el avance anarquista sancionando la Ley deResidencia y la Ley de Defensa Social orientadas a la persecucin y deportacin de losanarquistas. Esto, sumado a la Ley Saenz Pea (que atendi a la marginalidad de los nativosen trminos polticos) contribuy a reducir la fuerza del anarquismo.

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    3/13

    Socialismo

    Matsushita destaca que el socialismo recin comenz a tener influencia en el movimientoobrero despus de la fundacin del Partido Socialista por Justo en 1896 (Matsushita, 1986:26). En general, el Socialismo destaca la lucha parlamentaria y desestima la huelga general (y

    la accin directa) considerndola violenta y destructiva salvo circunstanciasexcepcionales. Adems si en cuanto al Estado, el anarquismo propona minimizar su funcin,el socialismo se inclinaba por lo opuesto en especial en referencia al problema gremial. Elsocialismo reconoca cierto valor al significado del patriotismo (en contrapartida, en algunamedida, con el internacionalismo anarquista.En cuanto a los gremios socialistas, el autor indica como caractersticas principales laapreciacin de la lucha poltica y la cooperacin con los partidos polticos, con elconsiguiente desprecio de la accin directa (Matsushita, 1986: 28). El criterio socialista conrespecto al movimiento obrero se encuentra ilustrado en la Resolucin Avellaneda, quecontiene dos principios fundamentales: el primero se refera a la necesidad de mantener unaperfecta unidad de miras y una constante armona entre el Partido y las organizacionesobreras, ya que el Partido Socialista era la clase trabajadora polticamente organizada. Elsegundo principio, en cambio, acentuaba la independencia entre las dos organizaciones(Matsushita, 1986: 28). Como bien sostiene el autor ambos principios expresan criterioscontradictorios: los dos principios eran contradictorios, ya que si el partido insista en launidad de miras, ello significaba imponer su criterio al gremio, lo cul condicionara elcomportamiento de ste, violando el principio de independencia del movimientoobrero.(Matsushita, 1986: 29).Matsushita destaca que respetando la autonoma sindical y, en parte, aprovechando el vacodejado por la declinacin del anarquismo, el socialismo aument el nmero de seguidores enla dcada de 1920. La Confederacin Obrera Argentina (COA) creada en 1926 por iniciativade dirigentes obreros socialistas, tena como sus principales aliados a la ConfraternidadFerroviaria entre otros. (Matsushita, 1986: 29/30)

    Sindicalismo

    Su esencia se expresa en la frase: los sindicatos y no el partido poltico son el arma principalde la lucha proletaria.En tanto su vinculacin y ponderacin de la accin poltica, entiendo que se puede estableceruna diferenciacin en torno a las tres ideologas reseadas:El anarquismo propugnaba un desprecio por la accin poltica, el sindicalismo, por su parte,la reconoca como un medio para conseguir reivindicaciones, en este sentido, se negabanrotundamente a quedar subordinados a los partidos polticos pero reconocan las ventajas dela actividad parlamentaria como las leyes sociales.

    Realic un cuadro para facilitar esta explicacin (y su memorizacin):

    - AnarquismoAccin SindicalismoPoltica Socialismo+

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    4/13

    Matsushita destaca que el sindicalismo de principios del siglo actual, tenda hacia elanarquismo, reflejando posiblemente el ambiente poltico de la poca en un pas donde elsistema parlamentario no estaba arraigado, y exhibiendo una tendencia hacia la accin directay violenta. (Matsushita, 1986: 31)La FORA (Federacin Obrera Regional Argentina) del IX Congreso expres la hegemona

    sindicalista de la misma en una resolucin que reafirmaba la postura polticamente neutral delsindicalismo producindose una diferenciacin con la FORA del V Congreso, donde losanarquistas queran seguir abanderando el comunismo anrquico que haba sido aceptadocomo principio (Matsushita, 1986: 33)En cuanto a la declinacin del anarquismo y el avance del sindicalismo, el autor introducevarias acepciones explicativas del fenmeno: tomando a Rock, el desarrollo econmico y laconsecuente transformacin de la estructura obrera tendieron a dar cada vez ms importanciaa los grandes gremios en detrimento de los pequeos (donde el influjo anarquista era mspoderoso). Otro elemento puede ser la poltica laboral de la primera presidencia de Yrigoyenque, si bien con incoherencias (manifestadas en la represin de la Semana Trgica y otrosepisodios a la vez que trataba de atender a las exigencias del movimiento obrero), abri uncamino para la solucin de los conflictos por la va de la negociacin con el gobierno.Adems el gobierno radical pugnaba por restarle fuerza al Partido Socialista, lo que debehaber contribuido al acercamiento a los gremios. Matsushita destaca otra circunstanciaasociada a la inclinacin del sindicalismo hacia un contenido ms pragmtico: la prdida delcontenido filosfico del sindicalismo en la Argentina, convirtindose en un dogma ms fcilde aceptar desde el punto de vista obrero. (Matsushita, 1986: 34). De este modo elsindicalismo poda ser ms fcilmente aceptado que ningn otro dogma obrero en unasociedad como la argentina, donde exista alta movilidad social ascendente entre la claseobrera, clima que no era propicio ni favorable para la formacin de la conciencia proletaria(Matsushita, 1986: 35)

    Comunismo

    Matsushita destaca que el Partido tena su origen en las actividades de algunos socialistasjvenes de tendencia izquierdista en el Partido Socialista en los primeros aos de la dcada de1910 (Matsushita, 1986: 37). Menciona, tambin, su peculiar parlamentarismo que noobstante, se distingua del Partido Socialista (al que criticaba) en que concurran alParlamento para desprestigiar a esa institucin burguesa. A su vez, el comunismoenfatizaba la unidad entre el Partido y el movimiento en tanto que para el PartidoComunista, la relacin entre el Partido y los movimientos obreros se defina como aquellaentre una organizacin de vanguardia y las masas (Matsushita, 1986: 38). Se enemista conlos anarquistas en tanto estos (en la FORA) se pronuncian en oposicin a cualquier dictaduradel proletariado. Entre las crticas al sindicalismo el autor distingue: que el sindicalismo noreconoca el carcter poltico de la lucha de clase o de la lucha por las mejoras econmicas;adems la neutralidad poltica del sindicalismo alejaba al movimiento obrero de las polticasrevolucionarias y por ltimo ese neutralismo les daba oportunidad a los capitalistas y algobierno de enfrentar con ventajas a la clase obrera (Matsushita, 1986: 38/39).

    Las ideologas obreras y el problema de la dependencia econmica

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    5/13

    Otra caracterstica del comunismo era la lucha antiimperialista que supona que Argentina eraun pas dependiente de los pases capitalistas (expresada por la ausencia de industria pesada).Bajo esta ptica, la situacin de Argentina, en tanto pas semicolonial, se vea acentuadapor el valor del capital financiero de USA y UK en nuestra economa.As, asuman como tarea principal la lucha contra esta dominacin expresada internamente en

    los aliados del imperialismo: los terratenientes. En relacin a esto, la crtica hecha por lossocialistas contra el capital extranjero era mucho ms moderada que la del comunismo,aquellos reconocan su valor como factor de desarrollo del pas. Los sindicalistas y losanarquistas, por su parte, no cuestionaban el problema de dependencia econmica del pasfrente al capital extranjero. (Matsushita, 1986: 42)Para concluir, Matsushita destaca que la aparicin del Partido Comunista en el seno delmovimiento obrero agravaba an ms la divisin interna del mismo en la dcada de 1920,produciendo la situacin en que coexistan cuatro centrales hacia 1929: FORA [FederacinObrera Regional Argentina: anarquista], COA [Confederacin Obrera Argentina: socialista],USA [Unin Sindical Argentina: sindicalista] y CUSC [Comit de Unidad Sindical Clasista:comunista] () Esta divisin no favoreci a su vez, a los intereses de la clase trabajadora,que sufra el problema de desocupacin bajo la aparente prosperidad de la dcada. En talsituacin, estaba gestndose un intento de formar una nueva central que se cristalizara en laConfederacin General del Trabajo (C.G.T.) en 1930. (Matsushita, 1986: 43/44).

    CAPTULO II: LA FORMACIN DE LA CGT

    La propuesta de la FOPA

    Hacia 1927, la FOPA (Federacin Obrera Poligrfica Argentina), que nucleaba a lostrabajadores del gremio grfico, propuso, en su congreso de ese ao, la creacin de unacentral obrera para contrarrestar la ofensiva del capitalismo. Matsushita aduce que una delas razones por la cual la FOPA pudo tomar la iniciativa a favor de la unidad, era que ellamisma era el resultado de la fusin de las tres tendencias, el socialismo, el sindicalismo y elcomunismo. (Matsushita, 1986: 54)La USA, que se enfrentaba una difcil situacin signada por la divisin interna y la prdida deafiliados, decidi apoyar la propuesta. En este sentido, la propuesta de la FOPA debehaberles proporcionado a los directivos de la USA una esperanza de salvar a la entidad de talestancamiento y vigorizar la lnea sindicalista. (Matsushita, 1986: 55)La FORA (de tendencia anarquista) se opuso a la propuesta. Consideraban que el influjosindicalista se traducira en la vigencia del principio de prescindencia poltica y ellosconsideraban inaceptable un gremialismo que prescinda de valores polticos. Cabe recordar,que los anarquistas estaban en contra de la accin poltica en tanto significaba la

    participacin en el juego electoral y en la lgica de los partidos polticos, pero susproclamas incluan un fuerte contenido poltico de oposicin al orden.

    Triunfo del sindicalismo y oposicin comunista

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    6/13

    Los tres miembros designados para integrar la comisin redactora de las bases de unidadtenan tendencias fuertemente sindicalistas. Se estableca el principio de independencia de lossindicatos de todos los partidos polticos y las agrupaciones ideolgicas y se opona a laintervencin de las organizaciones extrasindicales en los asuntos gremiales. Como destacaMatsushita el sindicalismo estaba perdiendo poco a poco su carcter revolucionario en la

    dcada de 1920, y cada vez ms limitaba su accin a la lucha econmica dentro de un marcode prescindencia poltica (Matsushita, 1986: 58).El PC se opuso a esta propuesta reflejando la nueva orientacin del PC que acentuaba cadavez ms su oposicin a los partidos llamados reformistas, de acuerdo con la poltica delComintern (Matsushita, 1986: 59).El PC fund el CUSC (Comit de Unidad Sindical Clasista) realizando la unidad en base a lalucha de clases y oponindose explcitamente a la unidad que estaba siendo creada por laUSA y la COA.

    Oposicin del socialismo

    Como indica Matsushita, la incompatibilidad entre lo poltico y lo gremial implicaba lanegacin de la relacin estrecha entre el partido poltico y el movimiento obrero, relacin staque Perez Leirs [secretario general de la UOM y uno de los fundadores de la COA, ademsde diputado por el PS] se propona defender (Matsushita, 1986: 60)Dentro de la COA, entonces, mientras la UOM tenda a procurar el estancamiento de lastratativas por la unidad, la Confraternidad Ferroviaria (a travs de la cual la UF y a laFraternidad estaban adheridas a la COA) que tena un gran peso en la COA lograba hacertriunfar su criterio unionista. La UF era la que ms entusiasmo mostraba por la unidad, encontrapartida con la Fraternidad, en cuya dirigencia predominaba el socialismo.A su vez, el predominio de los sindicatos grandes era la orientacin que la confraternidad yprincipalmente la UF queran imprimir a la nueva central (Matsushita, 1986: 62).El 4 de julio de 1929, la Fraternidad decidi romper su relacin con la UF, debido a laimposibilidad de llegar a un acuerdo con la comisin de sta [principalmente en torno a lacuestin sobre la unidad sindical y la prescindencia poltica] y posteriormente se retir de laConfraternidad, retiro que significaba su alejamiento de la COA y del proceso de unidadsindical. (Matsushita, 1986: 63)

    Discrepancias dentro del socialismo

    Matsushita destaca que bajo la presin de los sindicalistas la mayora de los socialistasferroviarios optaron aceptar el criterio sindicalista (Matsushita, 1986: 64)La escisin socialista se poda vislumbrar en la contradiccin entre los principios expresadosen la resolucin avellaneda. La resolucin de avellaneda tena dos principios contradictoriosentre s: uno de la unidad de miras del movimiento obrero y el Partido, y el otro, laindependencia de ambos. (Matsushita, 1986: 65). Finalmente fue aceptado el despacho queaceptaba la unidad en las condiciones mencionadas.

    Fundacin de la CGT

    La UOM continuaba procurando estancar el proceso de unidad, sin embargo, el proceso deunidad sindical se precipit con el advenimiento del contexto de crisis econmica y poltica.

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    7/13

    Fue aprobado como nombre el de Confederacin General del Trabajo de la RepblicaArgentina.

    Algunos rasgos de la CGT en sus comienzos

    Matsushita destaca como caractersticas principales de la CGT en sus comienzos:

    La orientacin fundamentalmente sindicalista El predominio de la UF en la misma Haban muy pocos representantes de los gremios industriales Estaban presentes no pocos obreros extranjeros (en el ao en que se empezaron a

    tomar medidas restrictivas con respecto a la inmigracin)

    As, Matsushita discute con Rock con respecto a la conexin entre el sindicalismo y lanacionalidad argentina: Aunque sea exacto que existieron ms nativos en las filas delsindicalismo que entre los anarquistas en la dcada de 1910 como seala Rock, parece difcil

    conectar el sindicalismo con la nacionalidad argentina (Matsushita, 1986: 70)En resumen, la CGT creada en 1930 inmediatamente despus de la revolucin de 1930,estaba orientada hacia el sindicalismo, contando con los gremios del transporte, en especial laUF y algunos gremios de industria de nivel tcnico poco desarrollado, as como una parteconsiderable de los dirigentes obreros nacidos en el extranjero y dejando al margen a losobreros comunistas, anarquistas y una parte del socialismo. (Matsushita, 1986: 70)

    CAPTULO III: EL MOVIMEINTO OBRERO FRENTE A URIBURU

    Reaccin obrera frente al Golpe de Estado

    La actitud frente al golpe se mostraba indiferente. Cuando ocurri la revolucin del 6 desetiembre, las organizaciones obreras, en general, no estaban ni en pro ni en contra de lamisma (Matsushita, 1986: 77).Aunque algunos sindicalistas haban apoyado al gobierno de Yrigoyen, la mayora de losmiembros de ese movimiento y los socialistas no vean una diferencia notable entre elgobierno radical yrigoyenista y el de los conservadores. (Matsushita, 1986: 77)Aunque algunos obreros reaccionaron en favor del gobierno radical, la mayora de losgremios adopt una actitud defensiva. El gobierno, por su parte adopt una poltica restrictivacon acciones de control, represin, etc. ms acentuada con los anarquistas y comunistas ymenos acentuada con socialistas y sindicalistas.Adems, los industriales que haban sido obligados a realizar algunas concesiones a los

    obreros durante el gobierno militar, se volvieron en una ofensiva contra los obrerosagravando con el cesanteo, el problema de la desocupacin y preocupando a los dirigentesobreros. En este sentido, el golpe militar acaecido el 6 de setiembre de 1930 significaba parala clase obrera la represin gubernamental, la ofensiva capitalista y la desocupacin. La CGT,que naci poco despus del golpe militar, tena la misin de salvar a los obreros de talesdificultades. Sin embargo, frente a la represin gubernamental, la recin creada CGT era tanimpotente que termin por elegir el camino de evitar el enfrentamiento frontal con elgobierno, declarando su carcter no poltico. (Matsushita, 1986: 80)

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    8/13

    El accionar de la CGT se orientaba hacia el cumplimiento y sancin leyes obreras quesalvaran el problema de la desocupacin. Matsushita destaca que Este nfasis en los canaleslegales para aliviar el problema de la desocupacin provena de la idea universalmentereconocida por aquel tiempo, de que si disminuan las horas de trabajo de un obrero, esoproducira una nueva demanda de mano de obra y de tal manera se aliviara el problema de la

    desocupacin. (Matsushita, 1986: 80) As es como la CGT se preocupaba por elcumplimiento de las leyes relativas a la regulacin de la jornada de trabajo.

    La poltica laboral de Uriburu

    El gobierno no prest demasiada atencin a los reclamos obreros. No obstante durante sugestin a cargo de la presidencia del Departamento Nacional del Trabajo, Maglione procurfijar una equidad interpretada como ms favorable a los obreros, o al menos ms favorablede lo que los industriales esperaban. Las razones de ello, son que Maglione admita que laofensiva capitalista pasaba de los lmites y adems que se estaba acentuando el antagonismoentre capital y trabajo con el advenimiento del malestar econmico y la crecientedesocupacin. Como seala el autor, la poltica de Maglione no fue recibida favorablementepor los patrones (Matsushita, 1986: 84). Por su parte, los socialistas apreciaban la actitud deMaglione. Matsushita indica que esta actitud de los socialistas debe entenderse en elcontexto poltico en que el Partido criticaba la poltica obrera del radicalismo (Matsushita,1986: 85). Los sindicalistas parecen haber estado divididos sobre la poltica de Maglione.Esta actitud de socialistas y sindicalistas no significaba que aceptaran la poltica policial delrgimen. El enfrentamiento con las polticas gubernamentales se acentu con la destitucinde Maglione y la orientacin pro-patrones que adquiri el departamento de trabajo. A su vez,La poltica de deportacin de obreros extranjeros agrav la impopularidad el rgimen deUriburu.

    Medidas econmicas de Uriburu que afectaron a la clase trabajadora

    Como los socialistas y sindicalistas apoyaban el principio del librecambio como medio demantener baratos los productos de consumo (Matsushita, 1986: 86) las medidas derivadasdel nacionalismo econmico produjeron la oposicin obrera al rgimen. De todas formas,los obreros tambin reconocan la necesidad de fomentar la industria para aliviar elproblema de la desocupacin, pero pensaban inapropiado el proteccionismo para tal fin, y laUF insista en que el librecambio podra fomentar la industria tomando el ejemplo de laindustrializacin de Dinamarca. (Matsushita, 1986: 87)Mientras tanto, la UIA (Unin Industrial Argentina) aplauda las medidas proteccionistas elgobierno de Uriburu, aumentando la tensin entre el capital y el trabajo agudizada por lacrisis.La poltica discriminatoria contra los extranjeros planteaba otro eje de oposicin. Aunque seaceptar la restriccin a la entrada de inmigrantes cuando se acentuaba el problema de ladesocupacin.Matsushita destaca que adems, la poltica financiera de Uriburu de reducir los gastosfinancieros y aumentar los impuestos para equilibrar el presupuesto nacional, afectaba a laclase obrera directa o indirectamente. Esa poltica de austeridad se reflejaba en el despido depersonal pblico y la reduccin de salarios del mismo. (Matsushita, 1986: 88)

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    9/13

    La relacin de la CGT con el gobierno

    Con lo desarrollado anteriormente, Matsushita se orienta a refutar la hiptesis de Murmis yPortantiero quienes argumentan que alrededor de 1930 haba dentro del movimiento obrero,una corriente disponible para una alianza con sectores estatales y con un grupo de

    propietarios industriales y en este sentido, quieren interpretar la adhesin obrera alperonismo en trminos de una continuacin de la alianza policlasista aparecida alrededor de1930 (Matsushita, 1986: 91). Matsushita destaca que haba un grupo de obreros que seopona al principio del libre cambio, coincidiendo con los industriales, pero este grupo era tannotoriamente minoritario, que no pudo asumir ninguna relevancia dentro del movimientoobrero. (Matsushita, 1986: 91).Por otra parte, Tanto los dirigentes de la CGT como la base obrera, a principios de la dcadade 1930, estaban orientados bsicamente hacia la independencia del movimiento obrerorespecto del gobierno y de los partidos, en una actitud de prescindencia poltica.Sin embargo, el principio de independencia del movimiento obrero respecto del gobierno nole impidi a la direccin de la CGT negociar con el gobierno ()Lo que merece destacarse es que la negociacin con el gobierno o la representacin obrera enun cierto organismo estatal no significaba formar una alianza con el sector estatal nia apoyarpolticamente al gobierno. Para los obreros de aquella poca, negociar con el gobierno erauna cosa y dar apoyo poltico a ste otra cosa distinta, pudiendo afirmarse que la CGT tratabade evitar las complicaciones polticas, aunque fomentaba en lo posible las negociaciones conel gobierno. (Matsushita, 1986: 93/94)El autor vuelve la mirada sobre el papel desempeado por la prescindencia poltica, queactuaba como freno a la adhesin poltica a un gobierno. De este modo, desestima lasapreciaciones de Little quien indicaba que si los que derrocaron a Yrigoyen hubieran pensadode manera similar a los militares del 43, la epopeya peronista hubiera ocurrido un sigloantes. Es justamente cierto cambio gradual a lo largo de la dcada de 1930 en esa orientacinhacia la prescindencia poltica lo que se asociara a la adhesin poltica al peronismo.Como culminacin de tal proceso [cierta modificacin de la orientacin de los obreros], losobreros se volcaron hacia Pern, reconociendo el carcter poltico de su apoyo al gobiernomilitar surgido en 1943. (Matsushita, 1986: 94)

    CAPTULO IV: PUGNA ENTRE LOS SINDICALISTAS Y LOS SOCIALISTAS EN ELPERODO 1932-34

    La apertura poltica y su repercusin en el movimiento obrero

    La asuncin del poder por Agustn P. Justo el 20 de febrero de 1932 y el levantamiento delestado de sitio reactivaron el movimiento obrero (Matsushita, 1986: 99) No obstante, elcontrol policial no haba sido levantado y continuaba pesando sobre el movimiento.La reactivacin del movimiento obrero signific tambin reavivar la disputa entresindicalistas y socialistas donde ambos grupos tomaban distintas actitudes respecto de lospartidos polticos y el parlamento. En este sentido, las elecciones de 1931 haban acrecentadoel dilema dentro del socialismo ya que la gran cantidad de bancas conseguidas en la cmarade diputados (43, 13 de ellas ocupadas por diputados reclutados entre la clase trabajadora)acentuaban las esperanzas de conseguir sancionar leyes sociales. As, bregaron por la sancinde leyes sociales principalmente destinadas a aliviar la desocupacin. A su vez, Justo tambin

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    10/13

    reconoca el problema de la desocupacin y se orientaba hacia la negociacin con el PSbrindndole concesiones (entre las cuales se encontraban las leyes sociales) para darlegitimidad al rgimen ante la abstencin del radicalismo y la negativa de stos a concurrir alparlamento.Por otra parte, Matsushita destaca que los sindicalistas no confiaban tanto en el parlamento.

    Eso vena de su tradicin, pero tambin era consecuencia del descrdito del parlamento en ladcada de 1930, fundado en la circunstancia de que muchas leyes obreras no se cumplieron alpie de la letra () Por cierto, los socialistas tambin se quejaban del incumplimiento de lasleyes obreras por parte de los patrones, pero procuraban obligar al respecto a las leyes por atravs de la denuncia parlamentaria. (Matsushita, 1986: 103)

    Ofensiva socialista

    En el seno del socialismo (y por lo tanto del propio PS) aumentaba cada vez ms la fuerza delgrupo que insista en estrechar las relaciones entre el movimiento obrero y el poltico.Matsushita seala fundamentalmente tres factores explicativos de este fenmeno: 1- laimportancia numrica que el PS haba conseguido dentro del parlamento, 2- el hecho de quesaban que la importancia de su poder se asociaba, en gran medida, a la transitoruiaabstencin radicalista y 3- la creciente influencia del izquierdismo dentro del Partido en losaos 1932-35 -que segn Masushita, reflejaba en cierta medida la profundidad de la crisiseconmica que azotaba al mundo entero (Matsushita, 1986: 105)-.

    La CGT frente al problema del fascismo

    Si bien no exista una discrepancia entre sindicalistas y socialistas en cuanto a la oposicin alfascismo, empero, exista una diferencia fundamental de la manera de encarar el problemadel fascismo. Mientras los sindicalistas tendan a enfocar el problema del fascismo desde unpunto de vista puramente sindical o de un neto inters obrero, los socialistas acentuaban supeligro para la democracia poltica, que era el nico rgimen en el cual puede desempearsela actividad sindical, segn los socialistas. (Matsushita, 1986: 109)Adems el grupo izquierdista dentro del PS insista en la necesidad de ir a la violencia paraevitar la violencia fascista en disidencia con el Comit Ejecutivo del Partido, que queraseguir la campaa antifascista dentro de la legalidad (Matsushita, 1986: 60) producindose,diferencias dentro del propio PS.

    Los manifiestos de la CGT

    En el manifiesto del 8 de noviembre de la Junta Ejecutiva de la CGT se daba a entender quedesde el punto de vista sindicalista, el peligro del fascismo que sealaban los socialistas erainexistente, y, por tanto, los obreros deban dedicarse a la lucha econmica principalmente,ms que a la lucha por el fascismo. Desde esta perspectiva, lgicamente, el manifiesto tendaa subestimar el peligro del fascismo, lo cual suscit cierta oposicin entre los obrerossocialistas y en algunos gremios sindicalistas. (Matsushita, 1986: 111)Se alimentaba as la discusin con respecto al problema y la consideracin del fascismoasocindose a una revitalizacin de la cuestin sobre el movimiento obrero y el poltico.Como consecuencias de esto, Matsushita indica que podemos afirmar que despus de ladiscusin sobre el fascismo, tanto los sindicalistas como los socialistas experimentaron cierto

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    11/13

    cambio en su orientacin poltica, marcando un paso adelante hacia su politizacin [endiferentes trminos de acuerdo al sindicalismo y al socialismo], si bien todava dentro de uncarcter limitado.

    Aumento de las tensiones entre sindicalistas y socialistas

    Otra consecuencia importante de la polmica en torno al fascismo en el seno de la CGT fueel aumento de la tensin entre socialistas y sindicalistas. Esta vez, la creciente tensin sedeba no slo a lo ofensiva socialista, sino tambin a la actitud ms intransigente de lossindicalistas [expresada en torno al fascismo] (Matsushita, 1986: 114) A su vez elsocialismo se haba vuelto ms agresivo en lo que se refera al asunto gremial. As en unosdespachos hechos por el PS en un congreso e interpretando la resolucin de Avellaneda, seexpresaba la orientacin del Partido atacar la postura sindicalista, abandonar la prescindenciaen el movimiento gremial y desestimar la exclusin entre las funciones pblicas y lasgremiales (en relacin con la incompatibilidad entre el cargo poltico y el gremial propugnadapor el sindicalismo). De esta forma, el congreso era un desafo abierto de los socialistascontra la direccin sindicalista y, en tal sentido, marcaba el triunfo del socialismointransigente contra el sindicalismo, y, por lo tanto, el ocaso de la lnea conciliatoria dentrodel partido. (Matsushita, 1986: 118)

    CAPTULO V: LA UNIN FERROVIARIA Y EL GOLPE OBRERO DE 1935

    La crisis econmica y los gremios ferroviarios

    La crisis econmica de 1930 impact fuertemente en la rama ferroviaria de la industria. Eneste contexto, las empresas se orientaron hacia la reduccin de costos y sueldos. Si bien losobreros se resistieron, no obstante, eran concientes de la difcil situacin que afectaba a laindustria ferroviaria. Se acordaron, entonces, la realizacin de ciertos sacrificios: lacontribucin (por parte de la Fraternidad) y el prorrateo (por parte de la UF). La primerasignificaba que un obrero entregaba una parte de su salario a un fondo comn que sedistribuira entre las empresas de acuerdo con la norma establecida por la Direccin Generalde FF.CC. [gobierno]. El prorrateo, en cambio, significaba que un obrero recibira unalicencia de unos das por mes sin sueldo. (Matsushita, 1986: 127)Las principales razones por las cuales la Fraternidad se inclin por la contribucin se puedenresumir en: que el prorrateo era difcil de aplicar en los departamentos por tracciones, que lareduccin de los ingresos mensuales era menor que en el prorrateo y desde su punto de vistael prorrateo significaba descargar sobre el mercado de la desocupacin un nmeroconsiderable de brazos (sic.). Por su parte la UF aduca fundamentalmente que con elprorrateo el intento patronal de reducir los salarios qued destruido y fue descartada laposibilidad de que se dejaran cesantes a obreros.La Fraternidad, adems, haca hincapi en el control de las finanzas de las empresas en sunegociacin con las mismas (Matsushita, 1986: 128) Por otra parte, la UF no mostrmucho inters en el control de las finanzas de las empresas, ni plante el problemas de larebaja de salarios como un conflicto entre el capital extranjero y los trabajadores, sino quesimplemente lo vio como un conflicto entre capital y trabajo. (Matsushita, 1986: 129)Cabe destacar que el reclamo por el control del capital extranjero constitua una actitud tpicadel socialismo de los aos 30. Mientras los sindicalistas (no porque carecieran de conciencia

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    12/13

    nacional o patriotismo, sino porque tendan a plantear el problema laboral en terrenosestrictamente econmicos) no.

    Cambios en la direccin de la UF

    Las empresas se manifestaron insatisfechas y en contra del prorrateo (oponindose a lapostura de la UF) y procuraron efectivizar una rebaja salarial. La mesa directiva de la UFfirm un convenio aceptando una rebaja salarial y supeditndolo a la aprobacin de laComisin Directiva y la asamblea. Este convenio significaba la violacin de la resolucinsancionada en la Asamblea de 1932 por la cual se admita solamente el prorrateo.(Matsushita, 1986: 132). La asamblea rechaz el convenio y la CD se lo comunic a lasempresas, que igualmente procuraron poner en prctica la rebaja salarial.En ese tiempo la situacin institucional del pas no favoreca al movimiento obrero, ya queel estado de sitio declarado el 18 de diciembre de 1932, con motivo de la revolucin radicaltena por efecto restringir la actividad sindical. De este modo, la CD se vio obligada arecurrir a la resolucin por arbitrio. El laudo arbitral del ministro de Obras Pblicas,Alvarado, aceptaba prcticamente todo lo reclamado por las empresas. Sin embargo, la CDno vea otro camino que aceptarlo. Sobre los motivos de la pasividad de la CD de la UF,Matsushita destaca el estado de sitio y el no perturbar el orden ante el pacto Roca-Runciman,que estaba en tratativas. No obstante cualquiera sea la causa, la pasividad de laCD y su aceptacin del convenio de rebaja de sueldos significaban el incumplimiento de lasresoluciones de los congresos. De all que la poltica de la CD fuese censurada severamenteen el congreso anual del gremio celebrado en mayo y junio de 1933 () Es importantedestacar que el ataque hacia la CD en 1933 empez a tener el carcter de un conflicto entrelos sindicalistas y los socialistas (Matsushita, 1986: 134).Adems, al mismo tiempo que iba creciendo la tensin entre los sindicalistas y lossocialistas en la UF y en la CGT se evidenciaba la fisura entre los representantes del gremioante el Comit Central de la CGT. (Matsushita, 1986: 135)En adicin, cabe destacar que el cambio de orientacin del Partido [Socialista] hacia unaaccin ms dinmica e intervencionista en los asuntos gremiales, impulsaba a algunossocialistas al sindicalismo. (Matsushita, 1986: 136)En una situacin tan delicada en cuanto a la relacin de fuerzas entre los dos grupos enpugna, el que orient a la CD [de la UF] hacia el socialismo fue Jos Domenech, nuevopresidente del gremio. (Matsushita, 1986: 136)

    Laudo presidencial de 1934

    La nueva CD tuvo que enfrentarse con la problemtica cuestin de la rebaja de salarios,aumentada ahora por el hecho de que los obreros pensaban que exista una mejora en lasituacin del pas. Las empresas no quisieron ceder e intervino el gobierno. Ante la eleccinentre entrar en conflicto con las empresas o aceptar el laudo presidencial, la CD deDomenech eligi la segunda. El laudo entenda la rebaja de los salarios en concepto deretenciones. En este sentido, el rgano de la UF calificaba al principio de triunfo obrero allaudo, por las siguientes razones. Primero, porque el sistema de aportes que antes no tenaninguna posibilidad de devolucin se convirti en un sistema de retenciones sujetas adevolucin. En segundo trmino, porque el laudo daba prioridad a la devolucin de lodescontado a los obreros sobre los dividendos de los accionistas. Tercero, porque el llevar a

  • 7/31/2019 Movimiento Obrero Argentino.

    13/13

    cabo la devolucin antes que el envo de los dividendos, involucrara el control obrero en laadministracin. (Matsushita, 1986: 138/139) De este modo, el autor afirma (en especial enreferencia al tercer punto) que la apreciacin del laudo reflejaba el criterio socialista.No obstante, a pesar de esas ventajas que se han sealado el laudo en s se alejaba bastantede lo que esperaban los obreros, ya que stos exigan el cese de todos los sacrificios.

    (Matsushita, 1986: 139). Las crticas volvan a llover sobre la CD reflejando una fuerteoposicin a la poltica de la CD. Al respecto, Matsushita seala que una abrumadoramayora pro-sindicalista estaba a favor del laudo; en cambio, una abrumadora mayora deanti-sindicalistas estaba contra el laudo. (Matsushita, 1986: 141)

    El golpe a la CGT

    El hecho de que el anteproyecto socialista de Domecech del estatuto de la CGT fuerarechazado en el congreso del ao 1935 sumado al nuevo reglamento de trabajo sancionado enese mismo ao que, en base al laudo, estableca el concepto de trabajo efectivo alargando lajornada laboral, entre otros, contribuyeron al desprestigio de la gestin de Domenech. Enesta situacin bastante adversa, Domenech y el grupo socialista decidieron cambiar losrepresentantes del gremio [de la UF] en la CGT, aprovechando el predominio numrico en laCD, que haban logrado mantener a travs de las elecciones de 1935. (Matsushita, 1986:142/143) Los representantes se quejaron ante Domenech y la CD quebrndose as lacoexistencia pacfica entre socialistas y sindicalistas en el gremio. A su vez, la misma CDdecidi suspender el pago de sus cotizaciones a la CGT, reafirmando su decisin anterior dereemplazar a 6 representantes del gremio ante la CGT eso significaba, ni ms ni menos,que un ultimtum a la CGT y el 12 de diciembre Domenech, Caruso y Jos Canzobre de lamesa directiva de la UF, conjuntamente con los principales lderes de La Fraternidad, UninTranviarios, Confederacin General de Empleados de Comercio, ATE y la UOM coparon laoficina de la CGT que funcionaba dentro del mismo edificio de la UF en la calleIndependencia 2880. Con este hecho se consumaba el primer golpe obrero del pas. Losdirigentes de la CGT depuesta, trasladaron sus oficinas a la cede de la FOET de la callecatamarca 577, dividindose as la central obrera (Matsushita, 1986: 143/144)En resumen el golpe de diciembre de 1935 fue motivado, por una parte, en el propsitopartidista de los obreros socialistas y, por otra, en el deseo de mantener la autonoma de losgremios tales como la UF y ATE frente a la CGT. (Matsushita, 1986: 146)Por otra parte, los sucesos internacionales, en especial, la formacin del Frente Popularconcretada en Francia en julio de 1935 y la participacin en l de las centrales obreras,impulsaron a los obreros socialistas a participar en el terreno poltico, particularmente, en elmovimiento contra el fascismo (Matsushita, 1986: 146)El autor destaca que para distinguirse a s mismos de los sindicalistas, los dirigentes de laCGT de Independencia adoptaron un nuevo principio, que era la neutralidad en materiapoltico-electoral. (Matsushita, 1986: 146) No obstante ste resulta confuso, ya que el acentoen lo poltico lo convierte en neutralidad poltica que es sinnimo de prescindencia. Encambio, el acento en el aspecto el electoral circunscribe la excepcin del actuar poltico a laselecciones lo cual implica el abandono de la prescindencia poltica.Matsushita concluye que era evidente que el ao 1935, que termin con el primer golpeobrero del pas, marcaba la finalizacin de una etapa y el comienzo de otra nueva en elmovimiento obrero argentino. (Matsushita, 1986: 147).