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COPSICOCOPSICOCOPSICOCOPSICOColectivo Psicosocial Colombiano
diakoniaGENTE QUE CAMBIA EL MUNDO
Apoya:
CRÉDITOS
Coordinación General
Hada Luz García Méndez
Yeiny Carolina Torres Bocachica
Autoras COPSICO
Hada Luz García Méndez (Psicóloga)
Yeiny Carolina Torres Bocachica (Psicóloga)
Colaboradora
Ángela Tapias
Corrección de textos
Julián Mauricio Carreño Neira
Fotografías
Colectivo Psicosocial Colombiano - COPSICO
Diseño, diagramación, ilustración e impresión
David Rojas R
ARK Digital
Corporación Colectivo Psicosocial Colombiano “ Acción Psicosocial Transformadora - COPSICO
Cr. 18 No. 36 - 63 Of. 202
Teléfonos :316 867 1128 - 312 452 9611
E-mail: [email protected]
Página Web: www.copsico.org
Bogotá - Colombia
Diciembre 2013
COPSICOCOPSICOCOPSICOCOPSICOColectivo Psicosocial Colombiano
diakoniaGENTE QUE CAMBIA EL MUNDO
El Colec�vo Psicosocial Colombiano – COPSICO autoriza la reproducción parcial o total de los textos que
aquí se publican con fines pedagógicos, trabajos sociales y/o comunitarios, siempre y cuando se
reconozcan la autoría y créditos.
AGRADECIMIENTOS
Dedicado a las víctimas y sus sueños.
Porque sus búsquedas trascienden la individualidad y se transforman en acciones colectivas.
A las comunidades que hemos acompañado en diferentes lugares de nuestro país e inspiraron en nosotras esta propuesta que esperamos sea alimentada, implementada y utilizada para contribuir a la búsqueda de un país en donde se reconozca el daño psicosocial y se construya una verdadera reparación.
Al Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado – MOVICE y a las víctimas que se han agrupado para ser semilla y sol contra la impunidad.
A la Corporación Jurídica Libertad - CJL y la comunidad de la Vereda La Esperanza en el Carmen de Viboral, Antioquia, por la confianza depositada al permitirnos apoyar su proceso de exigencia de derechos, a través de la realización del peritaje psicosocial a nivel colectivo, para dar cuenta de los daños generados como consecuencia de las 16 desapariciones forzadas de sus seres queridos. Por ser ejemplo de resistencia y dignidad en estos 17 años de caminar contra la impunidad. A ustedes nuestro afecto y admiración.
A la doctora Ángela Tapias, quien con su experticia y sensibilidad frente a la realidad de las víctimas de la violencia sociopolítica, decidió acompañarnos en este camino de sueños y construcción, con paciencia, asertividad y rigurosidad.
A nuestras familias por comprender nuestras apuestas. A Vladimir y Julián quienes con su amor y complicidad han fortalecido los caminos emprendidos. A Federico, Violeta, Silvana y Semilla por transformar nuestras vidas con su presencia e inocencia y por ser el motor que nos incentiva a la construcción de un nuevo amanecer.
CONTENIDO
PRESENTACIÓNCAPÍITULO ICOLECTIVO PSICOSOCIAL COLOMBIANO – COPSICO
Presentación COPSICOMisión y VisiónEjes de trabajoRecorrido psicosocial desde el nacimiento de COPSICO
CAPÍTUILO IIPSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA SOCIOPOLÍTICA
Psicología Jurídica Psicología Forense y victimizaciónVíctima y victimologíaImplicaciones de la violencia sociopolíticaDañoDaño psicológico y psicosocialPeritajes psicosociales colectivosPeritajes psicosociales individuales Vs. colectivos
CAPITULO IIIMETODOLOGÍA PARA PERITAJES PSICOSOCIALES A NIVEL COLECTIVO EN VÍCTIMAS VIOLENCIA SOCIOPOLÍTICA
Justificación Antecedentes (motivaciones) Construcción de la Metodología de peritajes psicosociales a nivel colectivo en víctimas de violencia sociopolíticaMetodología para peritajes psicosociales a nivel colectivo en víctimas de violencia sociopolítica
Del perito y el equipo de trabajo
99
1113
2122252931343941
4446
47
4953
EncuadreOrganización acompañante de la comunidad víctima de violencia sociopolíticaComunidad u organización de víctimasLíderes/as comunitarios/a o representes de la comunidadComunidad en pleno
Factores a evaluar y manifestaciones psicológicas y psicosocialesFactores a evaluar en delitos – violencia sociopolíticaManifestaciones comunes que se pueden encontrar en la mayoría de delitos con características de violencia sociopolíticaManifestaciones particulares que se pueden encontrar en a cada uno de los delitos con características de violencia sociopolítica
EvaluaciónA nivel colectivoA nivel grupal
Expresiones artísticasGrupos focalesInstrumentos de evaluación psicológica
� A nivel individual� � Entrevistas� � Instrumentos de evaluación psicológica� Posibilidades de instrumentos psicológicos
Sistematización y elaboración de informe pericialTranscripcionesCategorizaciónCalificación e interpretación de instrumentos de evaluación psicológicaTriangulación de fuentesRedacción de informe pericial borradorDevolución de resultados a la comunidadInforme pericial Final
REFERENCIAS
� � .
54
5556
5758
60
60
61
6161616364646466676868
696969
6970707071
PRESENTACIÓN
Esta publicación es el resultado de un año y medio de trabajo del
Colectivo Psicosocial Colombiano – COPSICO que refleja una apuesta
por la lucha contra la impunidad, tendiente a fortalecer a las víctimas y
avanzar en la exigencia de sus derechos. Al mismo tiempo, es el resultado
de la suma de experiencias individuales de las autoras en el
acompañamiento a comunidades y personas víctimas de la violencia
sociopolítica, lo que les ha permitido la construcción de lecturas
contextualizadas para producir herramientas que faciliten el acceso a la
justicia en el marco de violaciones sistemáticas de los derechos
humanos.
La Metodología para peritajes psicosociales a nivel colectivo en
víctimas de violencia sociopolítica, tiene sus orígenes en la propuesta de
investigación de la Maestría en Psicología Jurídica de las autoras García
y Torres (2013), quienes desde su experiencia en el trabajo con víctimas y
derechos humanos, reconocieron la necesidad de dimensionar el daño
psicosocial a nivel colectivo como consecuencia de la dinámica que el
conflicto armado ha tenido en Colombia, conflicto que ha afectado de
manera negativa a comunidades campesinas, indígenas,
afrodescendientes y mestizas, así como a comunidades organizadas o
grupos de personas que comparten ideales sociales y políticos y, en
general, a diversos sectores populares.
Posteriormente, con el nacimiento del Colectivo Psicosocial
Colombiano – COPSICO, en julio de 2012, organización que realiza un
trabajo psicosocial comprometido con las víctimas de la violencia
sociopolítica en Colombia, se adoptó la investigación, para su continuidad
y desarrollo, así como para su implementación, en un caso que cursa
ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Este caso es
litigado por la Corporación Jurídica Libertad – CJL, quienes solicitaron a
COPSICO, en febrero de 2013, realizar un peritaje a nivel colectivo, para
dar cuenta de los daños psicosociales generados como consecuencia
de 16 desapariciones forzadas de la Vereda La Esperanza, municipio
Carmen de Viboral, Antioquia, perpetradas entre junio y diciembre de
1996.
Esta metodología pretende ser un aporte, en primer lugar, a las
víctimas de la violencia sociopolítica en Colombia, a través del uso que
lo/as profesionales competentes hagan de la misma, así como un aporte
a la Psicología Jurídica y Forense tendiente a contribuir a los esfuerzos
que profesionales independientes, organizaciones defensoras de
derechos humanos e instituciones del Estado, realizan para lograr que
las víctimas sean reparadas proporcionalmente a los daños y desde las
dimensiones afectadas.
Queda a disposición de las víctimas y sus representantes
jurídicos, de la comunidad académica, de las instituciones del Estado
encargadas de la justicia y de la sociedad en general, tanto la
“Metodología para peritajes psicosociales a nivel colectivo en víctimas
de violencia sociopolítica”, como todo un acervo teórico y científico que
ilustra acerca de los peritajes psicológicos y psicosociales presentes en
esta publicación.
Colectivo Psicosocial Colombiano - COPSICO
COLECTIVO PSICOSOCIAL COLOMBIANO – COPSICO
PRESENTACIÓN COPSICO
El Colectivo Psicosocial Colombiano – COPSICO, es una organización
comprometida con el desarrollo de un trabajo psicosocial coherente con
la realidad colombiana, la cual se caracteriza por la violencia
sociopolítica. En este sentido, COPSICO realiza una labor psicosocial
especializada, acorde con las necesidades de las víctimas y sus
familiares, así como de las organizaciones acompañantes y
funcionario/as encargado/as de la atención a las víctimas. COPSICO
desarrolla su trabajo desde una perspectiva de derechos y basada en
un enfoque diferencial, conducente a generar una mirada distinta,
según el grupo etario, la etnia, el género, la cultura y las costumbres,
promoviendo la salud, el bienestar emocional y el fortalecimiento de las
dinámicas organizativas para la exigencia de derechos.
MISIÓN Y VISIÓN
Misión
El Colectivo Psicosocial Colombiano – COPSICO, está comprometido
con el desarrollo de un trabajo psicosocial integral, que responda a las
necesidades de la realidad colombiana, desde un enfoque diferencial y
de derechos. Pone al servicio de la sociedad el conocimiento para
generar procesos de transformación a nivel individual, familiar,
comunitario y social.
Colectivo Psicosocial Colombiano 9
El Colectivo Psicosocial Colombiano - COPSICO, será reconocido a
nivel nacional e internacional por realizar un trabajo psicosocial integral,
aportando elementos científicos al desarrollo de la psicología y
promoviendo el bienestar emocional a partir de la documentación e
investigación de los fenómenos sociales característicos de la realidad
Colombia.
Visión
10
EJES DE TRABAJO
Psicojurídico: el eje psicojurídico implica todas aquellas acciones
psicosociales que se desarrollan en el marco de procesos jurídicos y
judiciales.
Peritajes Psicosociales: con herramientas de la psicología
forense se valora y evalúa de manera individual, familiar y
colectivamente a víctimas de violencia sociopolítica, para dar cuenta de
los daños psicológicos y psicosociales generados por la violación de
sus derechos, aportando con bases científicas a los procesos de
exigencia de reparación integral.
Acompañamiento en espacios con implicaciones jurídicas y
judiciales: implica acompañar de manera integral a víctimas, sus
familiares, testigos o litigantes en el proceso jurídico, ante diferentes
instancias nacionales e internacionales, brindado herramientas
psicosociales para disminuir las tensiones presentes en estos
contextos.
Informes periciales de refutación o contra-peritajes: COPSICO
analiza de manera integral informes psicológicos presentados por
peritos psicólogos, para ofrecer argumentos científicos que fortalezcan
un análisis sobre los contenidos de dichos informes, las pruebas
aplicadas, su congruencia y su pertinencia.
Formación psicosocial: espacios que implican el intercambio de
conocimientos y experiencias psicosociales.
Promotores y promotoras psicosociales: se ofrece un proceso de
formación que implica el intercambio de saberes psicosociales, tanto
con víctimas de la violencia sociopolítica, como con personas que
trabajan con ellas, para nutrir conocimientos que puedan aplicarse y
multiplicarse fortaleciendo procesos organizativos.
Colectivo Psicosocial Colombiano 11
Cuidado emocional y fortalecimiento organizativo: consiste en
espacios para generar reflexiones, adquirir herramientas y poner en
marcha comportamientos frente al cuidado y respeto de sí mismo/as, de
los demás y del entorno, de cara a potencializar los factores que afectan
el propio desarrollo y bienestar emocional. De esta manera, se pretende
fortalecer los espacios organizativos de personas, promoviendo las
apuestas y dinámicas colectivas, como forma de transformación social.
COPSICO tiene una mirada holística del ser humano, implementa el
uso de terapias alternativas como esencias florales, digito puntura,
masajes de armonización emocional, técnicas de respiración
consciente y de relajación, rituales con elementos simbólicos, entre
otros.
� Psicoterapéutico: consiste en el desarrollo de procesos que se llevan a
cabo a nivel individual o familiar, con personas que eventualmente
necesitan apoyo psicológico, contribuyendo a su bienestar emocional.
� Investigación: desde este eje se apuesta a la consolidación de
conocimiento y transmisión de experiencias que sean resultado de la
documentación e investigación de los fenómenos de la salud mental y
bienestar emocional asociados a los hechos de violencia sociopolítica.
12
Capacitaciones a profesionales y/o funcionario/as y funcionarios
públicos que atienden a víctimas: espacios que aportan a la
sensibilización y apropiación de herramientas prácticas y teóricas para
una óptima atención a víctimas del conflicto armado en Colombia
Actualizaciones psicosociales: espacios que se generan para
reflexionar sobre temas psicosociales como leyes, acontecimientos
coyunturales que implican una lectura psicosocial, entre otros.
RECORRIDO PSICOSOCIAL DESDE EL NACIMIENTO DE
COPSICO
El Colectivo Psicosocial Colombiano – COPSICO, nace en julio de 2012
como respuesta a un contexto de violencia sociopolítica, en el que son
pocas las organizaciones de acompañamiento psicosocial que trabajan
en torno a la problemática de la salud mental de las víctimas y de la
sociedad en general. En este sentido, nace para sumarse a los
esfuerzos que otros y otras han emprendido años atrás y aún
mantienen.
COPSICO nace en un momento de crisis económica mundial y,
en consecuencia, de debilitamiento de la cooperación internacional
hacia la sociedad civil en nuestro país. En los últimos años, se evidenció
un redireccionamiento de la cooperación de Estado a Estado, lo que ha
implicado la reflexión sobre las formas alternativas de financiación,
dentro de las cuales se ha optado por la prestación de servicios
profesionales ante organizaciones no gubernamentales defensoras de
derechos humanos, organizaciones de víctimas, movimientos sociales
e instituciones estatales.
Por la experiencia en el trabajo con víctimas de la violencia
sociopolítica y la formación académica en Psicología Jurídica de las
fundadoras de COPSICO, la organización se orienta fuertemente a
desarrollar un trabajo psicojurídico, el cual hace parte de uno de los
cinco ejes.
Colectivo Psicosocial Colombiano 13
Actualmente, se acompañan procesos de víctimas de la violencia
sociopolítica en los departamentos de Santander (Bucaramanga) y
Meta (Villavicencio y Granada), y acciones más puntuales que se
realizan en Valle del Cauca (Cali), Antioquia (Vereda La Esperanza,
municipio Carmen de Viboral), Meta (Pto. Gaitán), Boyacá (Tunja) y
Cundinamarca (Bogotá).
A continuación se presenta brevemente las acciones y
acompañamientos psicosociales realizadas durante el transcurrir de
casi un año y medio de trabajo.
Eje psicojurídico
El desarrollo de las actividades enmarcadas en este eje, han
estado centradas en la realización de peritajes a nivel colectivo, familiar
e individual. De igual manera, en el acompañamiento psicojurídico a
víctimas ante espacios judiciales como audiencias públicas, entrega de
restos mortales y en la asesoría a abogados y abogadas acerca de la
importancia de la atención psicosocial a las víctimas en contextos
judiciales, así como de los peritajes como pruebas en los procesos
judiciales.
Peritajes psicosociales:
Peritaje de daños psicosociales a nivel colectivo: Informe de
evaluación forense de daños psicosociales a nivel colectivo
generados en familiares de personas detenidas desaparecidas
de la Vereda La Esperanza, Carmen de Viboral – Antioquia, en
hechos ocurridos en 1996. Esta evaluación fue solicitada por la
Corporación Jurídica Libertad – CJL, para presentarla ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos - CIDH.
14
Peritaje familiar: Peritaje familiar de daños psicosociales a la familia
Díaz Mansilla como consecuencia de la desaparición forzada del
dirigente político de la Unión Patriótica, Miguel Ángel Díaz Martínez.
Esta evaluación fue solicitada por el representante jurídico de la familia
y se enmarca en las acciones jurídicas que adelanta el abogado a nivel
interno y ante la CIDH.
Peritajes individuales: Evaluación del daño psicosocial en dos
mujeres víctimas de violencia sexual y tortura en el marco de una
ejecución extrajudicial y Peritaje psicológico y psicosocial de una
víctima de judicialización. Los dos peritajes fueron solicitados por la
Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos - FCSPP.
Acompañamiento a víctimas en audiencias púbicas:
Juicio Ético y Político en Puerto Gaitán- Audiencia Petrolera.
Audiencia Pública en el Congreso y encuentro nacional de
victimas de detenciones arbitrarias, persecución judicial y
criminalización de la protesta social.
Acompañamiento a víctimas en entrega de restos mortales:
Preparación emocional en el Meta, a familiares que recibieron por
parte de la Fiscalía General de la Nación los restos mortales de
sus seres queridos quienes habían sido desparecidas
forzadamente y posteriormente identificadas.
Preparación emocional a familiares, que se enfrentarán ante diligencias
de exhumaciones:
Preparación emocional en Santander a familiares de personas
desaparecidas forzadamente para tienen la expectativa de
participar en diligencia de exhumación, a partir de la notificación
de la Fiscalía.
Colectivo Psicosocial Colombiano 15
Eje formación psicosocial
Se comprende la importancia de la formación en herramientas
psicosociales para el acompañamiento a víctimas y para la elaboración
de procesos emocionales en el marco de pérdidas. En este sentido, el
programa de formación está dirigido hacia diferentes acciones:
formación psicosocial a víctimas, formación psicosocial a
organizaciones, profesionales o equipos acompañantes, y formación a
funcionario/as que en el marco jurídico colombiano son los responsables
de la implementación de políticas públicas para la satisfacción de
derechos de las víctimas.
Procesos de formación con familiares víctimas de desaparición forzada:
Formación a familiares organizados en el Movimiento Nacional
de Víctimas de Crímenes de Estado – MOVICE.
Proceso de formación con familiares de personas enterradas sin identificar.
Formación a familiares de personas enterradas en los cementerios
del Meta como NN's o personas sin identificar, acompañados por el
Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda.
Proceso de formación con mujeres:
Formación psicosocial a mujeres familiares de personas
desaparecidas, acompañadas por la Asociación de Familiares de
Detenidos Desaparecidos, ASFADDES, Santander.
Elaboración de propuestas para diplomados:
Presentación de una propuesta temática ante la Universidad de
los Llanos para un diplomado en Salud Mental y Acciones
Psicosociales para la Atención a Víctimas del Conflicto Armado en
Colombia.
16
Eje cuidado emocional y fortalecimiento organizativo
Partiendo del reconocimiento de las implicaciones que tiene en las
personas, el trabajo por la defensa de los derechos humanos, en un
contexto de violencia sociopolítica como el colombiano, se diseñó una
metodología orientada a brindar en los equipos de trabajo reflexiones
sobre su quehacer, el papel del colectivo y de las personas, para
dimensionar el cuidado del “sí mismo/a” y de las personas que les
rodean. Desde la perspectiva psicosocial de COPSICO, el cuerpo es
uno de los principales receptores de cargas emocionales, por lo que el
trabajo se orienta a la identificación de las cargas individuales en el
cuerpo, buscando que cada uno/a de lo/as asistentes escoja sus propias
herramientas de cuidado propio partiendo de sus necesidades
particulares.
Jornada de autocuidado en el equipo técnico y profesional de Benposta, Bogotá.
Fortalecimiento organizativo de mujeres asociadas en ASFADDES, Santander.
Fortalecimiento organizativo de familiares de personas enterradas como NN's en los cementerios del departamento del Meta.
Eje psicoterapéutico
Comprendiendo la dimensión de los daños psicológicos y
psicosociales que se generan como consecuencia de la violencia
sociopolítica, COPSICO acompaña en procesos psicoterapéuticos a
víctimas, defensores/as de derechos humanos, funcionarios/as
públicos y sociedad en general. Este acompañamiento se realiza a nivel
individual y familiar.
Colectivo Psicosocial Colombiano 17
Familiares de personas enterradas como NN`s en los cementerios del
Meta, acompañados por el Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda.
Líderes/zas desplazados/as forzadamente a la ciudad de Bogotá,
acompañados/as actualmente por la Corporación Claretiana Norman
Pérez Bello.
Defensoras de derechos humanos.
Funcionarias del sector público de la rama judicial.
Atención terapéutica en Bogotá de personas de la sociedad en general.
Eje de investigación
COPSICO hace una apuesta por el desarrollo de la psicología
reconociendo las necesidades del contexto colombiano, y comprendiendo
que son las realidades las que evocan las investigaciones, metodologías y
propuestas en el que hacer profesional.
Metodología para peritajes psicosociales a nivel colectivo en víctimas de
violencia sociopolítica.
Impactos psicosociales en víctimas de segunda generación.
18
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE EN CONTEXTOS DE VIOLENCIA
SOCIOPOLÍTICA
PSICOLOGÍA JURÍDICA
En Colombia, la Psicología Jurídica tiene su aparición en tiempos s
recientes,y ha sido definida como aquella que “comprende el estudio,
asesoramiento e intervención eficaz, constructiva y prosocial, sobre el
comportamiento humano y las normas legales e instituciones que lo
regulan”. (Tapias y Gutierrez, 2008). En este sentido, es importante tener
en cuenta el contexto en el cual se desarrollan dichos comportamientos.
Díaz y Gutiérrez (2008) mencionan que:
Colombia, al igual que otros países de sur América, ha sido
atravesada por el impacto de devastadores conflictos
internos, aportando un alto número de víctimas a las que ya
existen en otras regiones del mundo. América Latina se
caracterizó por dictaduras militares, paramilitarismo,
guerrillas y Estatutos de Seguridad, que dejaron y siguen
ocasionando un gran número de personas victimizadas
como consecuencia de las desapariciones forzadas,
torturas, secuestros, desplazamiento forzado y homicidio
selectivo, razones a las que se suman la problemática de la
delincuencia común, la impunidad y los débiles sistemas de
justicia penal, entre otros. (p.1).
Es así como por las necesidades del mismo contexto y la psicología
como ciencia que estudia el comportamiento humano, empiezan a
enfocarse en temas relacionados con el comportamiento y la ley.
Colectivo Psicosocial Colombiano 21
En esta publicación, se propone una definición de la Psicología
Jurídica, como la rama de la Psicología que estudia, describe, explica,
analiza, evalúa, controla, asesora e interviene en los comportamientos
humanos con implicaciones en contextos jurídicos, para aportar en la
comprensión y toma de decisiones relacionados con los procesos de
exigencia de derechos, creación de leyes, atención y tratamiento de
víctimas y victimarios.
Víctimas y victimarios, tienen comportamientos con implicaciones
jurídicas en tanto victimarios cometen delitos y las víctimas tienen
manifestaciones comportamentales ya sean físicas, emocionales,
psicológicas o psicosociales, como consecuencia de dichos delitos. En
este sentido, las manifestaciones a nivel emocional, psicológicas o
psicosociales, las cuales tienen la característica de ser intangibles,
ameritan de su estudio y evaluación para evidenciarlas y de esta manera
acceder al derecho de la reparación. Es así como está llamada la
Psicología Forense como subespecialidad de la Psicología Jurídica, a dar
su aporte en contextos de violencia sociopolítica.
PSICOLOGÍA FORENSE Y VICTIMIZACIÓN
Cuando se utiliza la palabra forense es muy común que las personas la
asocien con la muerte o con restos óseos. No obstante, la palabra
forense hace alusión en realidad a los tribunales de justicia o contextos
judiciales. En este sentido, muchas de las áreas del conocimiento
científico tienen una sub área forense, como la medicina forense,
antropología forense, la psicología forense, entre otras, indicando,
que cada especialidad puede dar respuesta, desde su experticia, a
preguntas dentro de contextos jurídicos. En el caso de un/a profesional
en medicina forense, se puede esperar que éste/a dé cuenta del origen
de las lesiones sufridas por una persona herida; un/a profesional en
antropología forense podría dar cuenta de la probabilidad y/o certeza
del sexo de un cuerpo a partir del análisis de los restos óseos y un/a
22
Colectivo Psicosocial Colombiano 23
profesional en psicología forense, podría dar cuenta de los daños
psicológicos o psicosociales de una o varias personas, como
consecuencia de una amenaza, una desaparición forzada, un
desplazamiento forzado, entre otros.
La Psicología Forense es una sub área de la Psicología Jurídica y
se encarga de la “realización de evaluaciones psicológicas por solicitud
de las autoridades competentes para aportar información especializada
y veraz, que se convertirá en un medio probatorio para orientar la toma
de decisiones judiciales, en tribunales nacionales pero también en
cortes internacionales”. (Tapias, 2008). En tal sentido, lo anterior cobra
relevancia sobre todo en los contextos de violencia sociopolítica,
contribuyendo a que personas y colectivos vicitimizados puedan
demostrar los daños que estos hechos les han ocasionado.
Al proceso de la evaluación psicológica en contextos judiciales se
le llama peritaje o evaluación psicológica forense. Espinosa (2011)
plantea que:
En la evaluación psicológica forense se hace un
despliegue de protocolos, técnicas e instrumentos de
evaluación psicológica que respondan a las necesidades
de la labor encomendada a través de recursos idóneos
que cumplan con tal fin. Estos deben hacer parte de una
planeación previa de dicho procedimiento con miras a
responder a la pregunta judicial dependiendo de diferentes
variables como edad del evaluado, condición dentro del
proceso, tipo de proceso, constructos psicológicos a
evaluar, entre otros. (p. 207)
Este proceso tiene como resultado un informe escrito, que da
cuenta de los hallazgos encontrados en la evaluación, aportando a los
procesos jurídicos para que sea contemplado como prueba pericial por
el juez del respectivo caso. No obstante, en el nuevo sistema de
Procedimiento Penal, Ley 906 de 2004, la ratificación del informe pericial
se realizará en un juicio oral y es de esta manera como el informe tendrá
valor de prueba, antes de este procedimiento sólo será un documento
anexo al sumario. (Espinosa, 2011).
Hoyos (2002), refiere que:
El trabajo diagnóstico que realiza el psicólogo jurídico se llama
pericial y tiene como finalidad dictaminar acerca de la salud
mental de la persona que le es remitida cuando se encuentra
involucrada en un proceso jurídico bien sea de índole civil,
comercial, penal, laboral, administrativo o de familia. (p. 63).
(…) el dictamen pericial ofrece al Juez valiosos elementos de
convicción, por eso el perito es considerado como un importante
auxiliar en el examen y conocimiento de los hechos en cuanto
ilustra el criterio del Juez, y aunque el dictamen por sí mismo no
produce efectos jurídicos, sí le ofrece elementos de
conocimiento importantes en el discernimiento y valoración de la
prueba. (p. 64).
Gómez (2009) con relación al peritaje psicológico refiere que éste:
(…) aporta un elemento de prueba que demuestra la existencia
de una serie de daños psicológicos y psicosociales y el grado de
correlación entre esos daños y los hechos objeto de la denuncia.
Esto es particularmente relevante cuando se trata de violaciones
que no han dejado secuelas físicas, como la tortura psicológica y
la tortura sexual. (…).
24
(…) El peritaje tiene su función en el mundo jurídico y
puede ser requerido a nivel nacional o internacional, y en
cualquiera de los dos espacios puede ir dirigido a
demostrar los hechos en algunos tipos penales o
violaciones a derechos humanos, como el genocidio o la
tortura; o, puede ir dirigido a demostrar el daño y realizar
una propuesta de medidas de reparación. En el ámbito
nacional, el peritaje puede ser útil para determinar la pena
impuesta que se deriva del hecho delictivo. (p. 3).
Mora y Sánchez (2007), citados por Espinosa y Hernández
(2011), refieren que “la prueba pericial se puede clasificar de acuerdo
con la disciplina forense que la construye, entre las que se encuentran
la medicina forense, la genética forense, la física forense, la balística”
(p.147), dentro las cuales, la psicología aplicada a las víctimas tiene su
campo.
VÍCTIMA Y VICTIMOLOGÍA
A nivel nacional, en el Código de Procedimiento Penal Colombiano;
Ley 906 de 2004, el artículo 132 señala que:
(…) se entiende por víctimas, para efecto de este código, las
personas naturales o jurídicas y demás sujetos de derechos, que
individual o colectivamente hayan sufrido algún daño directo
como consecuencia del injusto. La condición de víctima se tiene
con independencia de que se identifique, aprehenda, enjuicie o
condene al autor del injusto e independientemente de la
exigencia de una relación familiar con éste. (p. 74).
Colectivo Psicosocial Colombiano 25
Sin embargo, dentro del mismo Código se encuentra al respecto
una aclaración donde se expresa que la Corte Constitucional, mediante
sentencia C-517 del 11 de julio de 2007, declaró inexequible la expresión
“directo”, contenida en el inciso primero de la presente norma.
Otro marco jurídico en la legislación de Colombia que define
internamente el concepto de víctima es la Ley 975 de Justicia y Paz
(2005), por la cual se “dictan disposiciones para la reincorporación de
miembros de grupos armados organizados al margen de la ley, que
contribuyan de manera efectiva a la consecución de la paz nacional y se
dictan otras disposiciones para acuerdos humanitarios”. El artículo 5 de
ésta define como víctima a:
(…) la persona que individual o colectivamente haya sufrido
daños directos tales como lesiones transitorias o permanentes
que ocasionen algún tipo de discapacidad física, psíquica y/o
sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida
financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Los
daños deberán ser consecuencia de acciones que hayan
transgredido la legislación penal, realizadas por grupos armados
organizados al margen de la ley. (p.2).
Esta definición, desde un punto de vista psicosocial, contiene
elementos muy importantes como es el caso de la mención de las
lesiones transitorias o permanentes, que ocasionen alguna
discapacidad, y el sufrimiento emocional. No obstante, es una definición
que aunque es clara y amplia
26
que aunque es clara y amplia es excluyente a la hora concreta de
reconocer a las víctimas del conflicto armado, puesto que solamente da
relevancia a las víctimas de los grupos armados al margen de la ley,
desconociendo las violaciones que el mismo Estado ha cometido; en
ese caso, el Estado colombiano es violador de derechos humanos pero
sus víctimas no tienen un marco jurídico que las ampare.
En la reciente Ley 1448 de 2011 “por la cual se dictan medidas de
atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto
armado interno y se dictan otras disposiciones”, (Secretaría del Senado,
2011), se define como víctimas a:
(…) aquellas personas que individual o colectivamente hayan
sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1o de enero
de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho
Internacional Humanitario o de violaciones graves y
manifiestas a las normas internacionales de Derechos
Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado interno.
(p.1).
Teniendo en cuenta las discrepancias que puedan existir, hay un
marco jurídico más amplio, que se circunscribe al marco jurídico
internacional y en donde se encuentra la Declaración de la ONU (1985)
sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las víctimas de
delitos y del abuso de poder y que define, en su apartado A, artículo 1 y 2
que:
1. Se entenderá por "víctimas" a las personas que, individual o
colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o
mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o
menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales,
Colectivo Psicosocial Colombiano 27
como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación
penal vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el
abuso de poder.
2. Podrá considerarse "víctima" a una persona, con arreglo a la
presente Declaración, independientemente de que se identifique,
aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador e independientemente
de la relación familiar entre el perpetrador y la víctima. En la
expresión "víctima" se incluye además, en su caso, a los familiares o
personas a cargo que tengan relación inmediata con la víctima
directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para
asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización. (p.3).
Estas definiciones han sido necesarias desde el campo legal;
reflejan y dan cuenta de problemáticas sociales que el ser humano ha
intentado abordar a partir de los diferentes campos del saber. Es así
como en el caso de las víctimas, la ciencia que se ha encargado de su
estudio ha sido la Victimología.
La Victimología es el estudio de la conducta de la víctima, término
acuñado por B. Mendelson en 1945 y que tiene por objeto el análisis de
las relaciones entre el agresor y la víctima, ya que el hecho punible
implica la existencia de la unidad dialéctica entre el actor y la víctima.
(Hoyos, 2002).
Para Marchiori, (2008) “la víctima es la persona que padece la
violencia a través del comportamiento del individuo –delincuente- que
transgrede las leyes de su sociedad y cultura” (p. 2), y Victimología sería
el estudio o tratado de la víctima.
28
La metodología diseñada, será útil para el ejercicio de las personas
profesionales en Psicología Jurídica y Forense en la medida de que
contarán con un instrumento para demostrar científicamente el estado
de salud mental y comportamental de las víctimas, lo que en un
escenario jurídico se llama Prueba Pericial y permitirá demostrar el
daño generado en las víctimas.
IMPLICACIONES DE LA VIOLENCIA SOCIOPOLÍTICA
La violencia sociopolítica, según García (2010), es un tipo de violencia
premeditada, organizada y sistemática, que tiene unos objetivos claros,
ya sean políticos, económicos y/o sociales, para dominar a través del
terror a un grupo de personas organizadas o no, que por su rol en la
sociedad no les es útil (a quienes ejercen dicha violencia) para el modelo
de sociedad que pretenden. Por otro lado, el CINEP (2009) define como
violencia política:
Aquella ejercida como medio de lucha Político Social, ya
sea con el fin de mantener, modificar, sustituir o destruir un
modelo de Estado o de sociedad, o también para destruir o
reprimir a un grupo humano con identidad dentro de la
sociedad por su afinidad social, política, gremial, étnica,
racial, religiosa, cultural o ideológica, esté o no organizado.
(p. 6).
En este sentido, se entiende que la violencia sociopolítica
implementa el terror generando miedo en términos emocionales para
doblegar la voluntad de las personas, y de esta manera conseguir sus
objetivos.
Colectivo Psicosocial Colombiano 29
El miedo, con grados de intensidad desestructura a las personas,
grupos y comunidades, intentando debilitar procesos de autonomía y de
exigencia de derechos.
En Colombia, la violencia sociopolítica se ha expresado en un
contexto de sistemáticas violaciones a los derechos humanos como
amenazas contra la vida e integridad, hostigamiento, desplazamiento
forzado, tortura física y psicológica, asesinatos, desapariciones
forzadas, genocidio, entre otros tipos de delitos. Muchos de estos delitos
se comenten con sevicia y tienen como trasfondo constituirse como
hechos ejemplarizantes para generar un impacto masivo, vehiculizado
por un único hecho victimizante. Hay que añadir que este mismo hecho
puede contener múltiples delitos.
Por otro lado, se desarrollan estrategias de guerra sutiles que no
fácilmente están al alcance de la judicialización, por medio de las penas
establecidas en la legislación. Tales estrategias tienen que ver con el
carácter psicológico, llamado por algunos autores como “guerra
psicológica”, (Girón, 2005), y en el que se promueve la estigmatización
social de personas y colectivos, con el envío de mensajes con contenido
ideológico, a través de diferentes medios, ya sean legales o ilegales,
pero que de igual manera generan sufrimiento moral y daño psicológico.
Este tipo de mensajes no solo atemorizan a grupos poblacionales, sino
que generan un ambiente social de polarización en donde son los
sectores de la misma sociedad quienes señalan, estigmatizan y aíslan a
otros sectores.
Adicionalmente, el contexto de violencia sociopolítica, implica la
ausencia de verdad y de justicia en cada una de las investigaciones
emprendidas por los delitos, primando de esta manera la impunidad.
30
Este contexto ha llevado a que muchas víctimas acudan a los
estrados internacionales para solicitar una justicia subsidiaria, con la
esperanza de hallar presión política sobre Colombia, de manera que se
esclarezca la verdad, haya justicia y se tenga una reparación integral
acorde con los daños generados por los hechos y la negación de sus
derechos.
DAÑO
Henao (1998), citado por Rivera (2003), refiere que:
(…) el daño “en su sentido natural y obvio”, es un hecho, consistente
en “detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o molestia causado a
alguien”, “en su persona, bienes, libertad, honor, afecto, creencias, etc”,
y “supone la destrucción o disminución de ventajas o beneficios
patrimoniales o extrapatrimoniales de que goza un individuo”. (p.29).
Jurídicamente, daño equivale a perjuicio (Rivera, 2003), sin
embargo, de acuerdo al trato que se le dé al concepto, de allí dependerá
el establecimiento de la responsabilidad civil y, por lo tanto, el
resarcimiento de éste.
Según Cardoso (1942), citado por Rivera (2003), la doctrina y la
jurisprudencia aceptan algunas diferencias:
El daño, considerado en sí mismo, es la lesión, la herida, la
enfermedad, el dolor, la molestia, el detrimento ocasionado a una
persona en su cuerpo, en su espíritu o en su patrimonio, mientras
que el perjuicio es el menoscabo patrimonial que resulta como
consecuencia del daño; y la indemnización es el resarcimiento, la
Colectivo Psicosocial Colombiano 31
reparación, la satisfacción o el pago del perjuicio que el daño
ocasionó. (p. 42).
A nivel nacional, el perjuicio está dividido en materiales e
inmateriales, siendo el primero fácilmente reparable, puesto que su valor
se puede tasar en dinero; no obstante, los perjuicios inmateriales no
tienen la misma connotación a la hora devolverle a la persona lo perdido
o lo dañado, puesto que su valor es subjetivo. Rivera, A. (2003) refiere
que: “no se habla de restitución del daño sino de compensación, pues los
bienes sobre los que recae este tipo de perjuicios están fuera del
comercio, siendo así imposible de otorgarles un valor económico exacto
sin caer en la arbitrariedad”. (p. 46).
Henao (1999), citado por Rivera, A (2003), define los perjuicios
materiales como: “aquellos que atentan contra bienes o intereses de
naturaleza económica, es decir, medibles o mesurables en dinero” (p.
46) y los inmateriales como: “… los perjuicios que no tienen una
naturaleza económica en el sentido de que, por definición, no se les
puede medir en dinero”. (p 53).
Los daños inmateriales se clasifican en daños morales y en perjuicio
fisiológico o de la vida en relación.
El concepto de daño moral surge dentro de la jurisprudencia interna
como consecuencia de dos fallos de la Sala Civil de la Corte Suprema de
Justicia. El primero es del 21 de julio de 1922 y el segundo,
complementario a éste, es del 22 de agosto de 1924; en ambos la
discusión se centra en el dolor causado a un individuo.
32
En los artículos 220 y siguientes del Capítulo V del Código Penal
Colombiano, se hace referencia a los delitos contra la integridad moral,
artículos que cobijan la injuria y la calumnia. En este sentido, una
persona es titular de derechos subjetivos patrimoniales, así como de
intereses de carácter inmaterial, los cuales se constituyen en derechos
extra patrimoniales, refiriéndose a:
(…) derechos de la personalidad, que algunos prefieren llamar
libertades y derechos fundamentales, y que no son otros que el
derecho a la vida, a la integridad corporal, al nombre, a la imagen,
a la vida privada y a la intimidad, al honor y a las libertades de
conciencia, de pensamiento, de expresión y de cultos. (p. 290).
Rivera, (2003) sostiene en relación con lo que ha dicho la Corte
Suprema de Justicia de Colombia, que perjuicio moral es el que
proviene de un hecho ilícito que ofende, no a los derechos patrimoniales
ni a la persona física, sino a la personalidad moral del damnificado,
hiriendo sus sentimientos legítimos o bienes no económicos de lo que
se llama patrimonio moral de una persona. (p. 54).
El Consejo de Estado reconoció, mediante sentencia del 6 de Mayo
de 1993, como daño fisiológico o a la vida de relación (Navia, 2007),
conceptos independientes a los daños materiales o inmateriales
referentes a la “Alteración a las Condiciones de Existencia”; pero
teniendo claridad que el daño fisiológico o a la vida de relación, produce
una alteración en las condiciones de la existencia, aunque no siempre
se cumple, es decir, no toda alteración a las condiciones de existencia
producirá un daño fisiológico o a la vida de relación. (Rivera, 2003).
Colectivo Psicosocial Colombiano 33
Tapias, (2011) plantea que los efectos que se generan en las
personas provocados por la realización de un ilícito que les afecta
directa o indirectamente, ha sido denominado de varias formas, entre
ellas, huella psicológica, secuela, perturbación psíquica, trastorno
mental, alteración, lesión, impacto, trauma o daño psicológico.
DAÑO PSICOLÓGICO Y PSICOSOCIAL
Díaz (2009) refiere que jurídicamente la diferencia entre daño moral y
daño psicológico es que éste último se debe probar científicamente, en
cambio el primero se valora de acuerdo al criterio del juez por sentido
común.
Tapias (2011) plantea que dentro de la Psicología, el concepto de
daño psicológico ha sido tradición científica y citando la definición de
Castex (2003), refiere que es la “consecuencia de un acaecimiento o un
evento, una agresión que conduce a una perturbación, disturbio,
disfunción, trastorno y/o disminución de tal dimensión vital” (p.33).
Además “cuando un sujeto presenta deterioro, disfunción, disturbio o
trastorno, o desarrollo psicogenético o psicoorgánico que, producido
por una lesión psíquica a (sic) afectado sus esferas afectivas y/o
intelectiva y/o volitiva, limita su capacidad de goce intelectual, familiar,
laboral, social y/o recreativa” (p.33). También explica el daño psíquico
como daño no patrimonial directo, el cual hace referencia a las
predisposiciones que puede tener la persona y a consecuencias que se
generen de manera adyacente a la victimización.
34
Hablar del daño psicológico en víctimas de violaciones de derechos
humanos, conduce a diferenciarnos de aquellas posturas centradas en
el individuo, para comprender la dimensión de la problemática que se
encuentra en el contexto social. Linares y Vidal, (1990) plantean que “a
diferencia de otros problemas psicopatológicos que tienen su punto de
partida en conflictos intrapsíquicos (…) en la psicopatología asociada a
la represión política el conflicto es primeramente social” (p.2).
Las violaciones de derechos humanos en Colombia se han venido
dando sistemáticamente en el marco de un conflicto armado, situación
que ha expuesto a muchas personas y comunidades a ser víctimas de
múltiples delitos y en tiempos diferentes. Lo anterior implica que la
dimensión del daño sea diferente por dicha realidad y por la afectación
que se genera, no solo en la víctima directa, sino también en todas
aquellas indirectas.
Vásquez-Baquero (2007) sostiene que el daño puede ser mayor
cuando las consecuencias del hecho violento son múltiples y está
mediado por la intensidad y la percepción del evento como, por ejemplo,
que sea una situación inesperada, una fuerte lesión a nivel físico, el que
existan otros problemas ya sean del presente o del pasado, el poco
apoyo social o la carencia de los recursos psicológicos con los que
cuenta la persona para afrontamiento.
Teniendo en cuenta que el Daño Psíquico es una construcción sobre
todo jurídica, es importante acercarnos a un concepto de corte más
psicológico. En ese sentido, Pynoos, Sorenson y Steinberg, (1993)
citados por Echeburúa, E. y cols., sostienen que:
Colectivo Psicosocial Colombiano 35
El daño psicológico se refiere, por un lado, a las lesiones psíquicas
agudas producidas por un delito violento, que, en algunos casos,
pueden remitir con el paso del tiempo, al apoyo social o un
tratamiento psicológico adecuado; y, por otro, a las secuelas
emocionales que persisten en las personas de forma crónica,
como consecuencia del suceso sufrido y que interfieren
negativamente en su vida cotidiana (…) En uno y otro caso el daño
psíquico es la consecuencia de un suceso negativo que desborda
la capacidad de afrontamiento y de adaptación de la víctima a la
nueva situación. (p. 228).
En esta definición vislumbra claramente una diferencia entre lesión y
secuela. Las dos pueden estar presentes cuando se habla de daños
psicológicos pero claramente tienen una connotación diferente. Según lo
que plantea Echeburúa y cols., las lesiones pueden ser transitorias si
cuentan con una variable independiente como el apoyo social o
tratamiento adecuado, no obstante, las secuelas son aquellas que por
más que se cuente con algún apoyo, éstas persisten afectando la vida de
la persona de manera permanente y negativa.
El Código Penal Colombiano, hace referencia en el capítulo III De las
Lesiones Personales, en su artículo 115, a daños con perturbaciones
psíquicas transitorias y permanentes; sin embargo, allí no encontramos
una definición de estos daños.
Echeburúa, y cols., definen lo que es lesión psíquica como “una
alteración clínica que sufre una persona como consecuencia de haber
sufrido un delito violento, y que le incapacita significativamente para
hacer frente a los requerimientos de la vida ordinaria a nivel laboral,
familiar o social”. (p.230). Así mismo, hacen referencia a las secuelas
emocionales, las cuales son consecuencia del daño psíquico y se
36
representan en una discapacidad constante, que no pasa con el
transcurso del tiempo, ni tampoco con un tratamiento profesional; habría
entonces una alteración irreversible.
Uno de los trastornos más asociados al tema de daño psicológico,
que inicialmente puede ser una lesión y con el paso del tiempo puede
traer otros, es el Trastorno de Estrés Postraumático – TEPT-. Arce y
Fariña, (2007) refieren que el Trastorno de Estrés Postraumático ha sido
identificado, en el caso de accidentes de tránsito, como la consecuencia
fundamental para determinar el daño moral en estos casos, según la
National Comorbidity Survey, y otras manifestaciones, como la
depresión o la distimia, pueden acompañar la sintomatología, pero éstas
solas no bastan para hablar de daño moral; debe haber un Trastorno de
Estrés Postraumático para que se pueda hablar de daño.
Si bien es cierto que como consecuencia de muchos hechos
violentos se generan síntomas de ansiedad que pueden caracterizar un
TEPT, la identificación de este Trastorno tiene sus orígenes en las
guerras (González, 1994); no obstante, se encuentran resistencias al
diagnóstico de TEPT, por parte de organizaciones que acompañan a
víctimas de la violencia sociopolítica en Colombia, por estar éste
clasificado como un trastorno y defender que en el caso de las víctimas
de este tipo de violencia no precisamente se habla de que estén
enfermas o trastornadas (Comisión de Justicia y Paz, 2011).
Se podría adjudicar esta reticencia claramente a la comprensión del
modelo médico del trauma, interpretado como una problemática
individual y endógena, desconociendo su carácter dialéctico y social.
Martín-Baró (2000) plantea un carácter dialéctico del trauma cuando
emerge en el marco de una guerra prolongada y dos aspectos deben
estar presentes:
Colectivo Psicosocial Colombiano 37
a). Que la herida que afecta a las personas ha sido producida
socialmente, es decir, que sus raíces no se encuentran en el
individuo, sino en su sociedad, y b). Que su misma naturaleza se
alimenta y mantiene en la relación entre el individuo y la sociedad,
a través de diversas mediaciones institucionales, grupales e
incluso individuales. Lo cual tiene obvias e importantes
consecuencias a la hora de determinar que debe hacerse para
superar esos traumas. (p. 78).
García (2012) plantea que:
(…) el daño que se ha infligido a una o varias personas, así como
a grupos o colectivos, por parte de una o varias personas que
ejercen la violencia sociopolítica usando la fuerza para dominar y
lograr objetivos económicos, sociales, políticos, culturales,
religiosos y que afectan no solo a nivel individual, familiar, grupal,
colectivo, sino a nivel social y cultural, es un daño psicosocial.
(p.9).
En este sentido, el daño psicosocial por generarse como
consecuencia de la violencia sociopolítica, se evidencia en contextos
determinados, ya que la problemática no es de carácter endógeno sino
social, no sin esto, descartar las posibilidades que realmente existen
que se afecte la salud mental individual.
Dentro de los daños psicosociales se podría mencionar, las pérdidas
de creencias básicas o presupuestos universales, las pérdidas de
tradiciones culturales, la justificación de los hechos, el rompimiento de
las relaciones de confianza o tejido social, la pérdida de credibilidad en el
Estado, la desesperanza aprendida, entre otros que constituyen
también características del daño a nivel colectivo.
38
PERITAJES PSICOSOCIALES COLECTIVOS
Las estrategias de la violencia sociopolítica en Colombia, las cuales
incluyen la comisión de crímenes ejemplarizantes, así como masacres,
genocidios, desplazamientos forzados masivos, entre otros, dan cuenta
de la dimensión del daño psicosocial, el cual trasciende el impacto a una
o varias personas y conduce a la afectación de comunidades y
colectivos en general.
Cuando se hace referencia a comunidad se entiende a un grupo o
colectivo de personas que comparten algunos elementos en común y
generan una identidad. En este sentido, se encuentran comunidades
que comparten un territorio, un idioma, una afinidad religiosa, política o
ideológica, entre otros elementos. De esta manera, cuando la violencia
sociopolítica afecta directamente estos elementos comunes, a través
de sus múltiples estrategias de terror, el daño psicológico y psicosocial
se instala de manera particular y diferente a la de un sólo individuo,
transformando de manera negativa dichas dinámicas identitarias, en
muchos casos relacionadas con sus proyectos de vida.
Existen comunidades como las afrocolombianas y las indígenas
que tienen una noción de vida más colectivista y menos individual. Para
ellas, es preciso leer lo sucedido, entender y comprender los alcances
del daño de acuerdo con sus cosmovisiones y las maneras que tienen
para afrontar situaciones traumáticas. (Gómez, 2009).
Gómez y Loarca (s. f.) refieren la necesidad de la evaluación de
daño colectivo planteándolo de la siguiente forma:
Colectivo Psicosocial Colombiano 39
Tradicionalmente se ha evaluado el daño como sujeto individual,
sin embargo, las culturas indígenas se basan en una construcción social
más de tipo comunitario que individual, y por lo tanto, no solo hay que
evaluar el impacto individual sino también el familiar y social, por
ejemplo, el daño a los roles y liderazgo, las formas de resolución de
conflictos, la vinculación con la tierra, la relación con los ancestros, la
pérdida de solidaridad en la cotidianidad de la comunicación, la
participación social, etc. (p.31).
Hanson, Kilpatrick, Falsetti y Resnick, (1995), citados por
Echeburúa, Corral y Amor (sf), refieren que “cualquier trauma (…)
supone una quiebra en el sentimiento de seguridad de una persona y de
rebote en el entorno familiar cercano. Más allá del sufrimiento de la
víctima directa, queda alterada toda la estructura familiar” (p.228), esto
sin mencionar que cuando se hace referencia a comunidades con una
identidad determinada, las víctimas trascienden los lazos de
consanguinidad puesto que lo que le sucede a una persona
seguramente le afecta a todas y todos, esto es, dependiendo de los
lazos y vínculos construidos.
Con lo anterior, se plantea la importancia y necesidad de la
evaluación forense de daños psicosociales a nivel colectivo como
respuesta a las necesidades de las víctimas de la violencia sociopolítica.
Esta realidad ha exigido a las disciplinas del saber relacionadas con el
estudio de las sociedades y del comportamiento de los seres humanos
para dar cuenta de dichos daños.
40
Los peritajes psicosociales a nivel colectivo son procesos de
evaluación forense, con una perspectiva psicosocial, los cuales por
medio de diferentes técnicas de recolección de información, analizan y
explican el daño psicosocial a nivel colectivo para exigir de manera
proporcional la reparación como derecho de las víctimas.
PERITAJES PSICOSOCIALES INDIVIDUALES VS COLECTIVOS
Es necesario precisar que un peritaje se puede realizar a una
persona, a un grupo, a un colectivo o comunidad y para esto las
metodologías y las técnicas varían.
La entrevista es una herramienta de recolección de
información que se puede utilizar para los dos tipos de peritajes, no
obstante, técnicas como los grupos focales y actividades artísticas
como la danza, el teatro, entre otras, se pueden desarrollar más en las
pericias colectivas.
Los peritajes individuales por lo general tienden a dar
respuesta sobre el estado mental de la persona evaluada y cómo un
hecho concreto de victimización le ha afectado en su vida. Los
peritajes colectivos no son la sumatoria de la evaluación de todas las
personas de la colectividad, aunque se tienen en cuenta algunas
evaluaciones individuales, no obstante, éstas dependerán de criterios
del perito, en cuanto le resulta relevante por ser un caso que
representa a la mayoría de la comunidad o por el contrario por ser un
caso particular. Los peritajes colectivos apuntan a dar cuenta de las
afectaciones en los elementos comunes de la comunidad o
colectividad, lo cual repercute en la identidad y proyecto de vida de
ésta.
Colectivo Psicosocial Colombiano 41
CAPÍTULO
3METODOLOGÍA PARA PERITAJES PSICOSOCIALES A
NIVEL COLECTIVO EN VÍCTIMAS DE VIOLENCIA
SOCIOPOLÍTICA
METODOLOGÍA PARA PERITAJES PSICOSOCIALES A NIVEL COLECTIVO EN CASOS DE VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA
SOCIOPOLÍTICA
JUSTIFICACIÓN
Una metodología para peritajes psicosociales a nivel colectivo para
víctimas de violencia sociopolítica, parte de la necesidad social y jurídica
que amerita el contexto, en este caso el colombiano. En efecto, la crisis
humanitaria que enfrenta el país tras el conflicto político, social y
armado, sucedido por más de 60 años, pone en evidencia la
degradación y el uso excesivo de violencia, en contra, no sólo de
personas particulares, sino sobre colectivos y comunidades
organizadas que comprenden la vida y construyen vínculos con los
territorios de una manera diferente.
De esta manera, la violencia sociopolítica en Colombia ha
afectado a comunidades enteras con estrategias de represión
diseñadas para acabar con expresiones colectivas de construcción de
sociedad, de reivindicación de derechos y de defensa de la tierra y el
territorio, repercutiendo en la dimensión de lo colectivo y no
exclusivamente en lo individual. Se requieren abordajes emprendidos
desde todas las disciplinas que estudian el comportamiento de las
sociedades y del ser humano para apostar a la reivindicación de
derechos, reconstrucción del tejido social y recuperación emocional.
A través del desarrollo de la Psicología Jurídica y Forense, se han
encontrado diferentes aportes en la evaluación del daño psicológico a
nivel individual, como los planteados por Arce, y Fariña, (2007),
Echeburua, De Corral, Amor, y Jiménez, (s.f), Urra y Vásquez, (2002).
44
No es corriente la evaluación grupal, comunitaria o institucional
cuando se actúa procesalmente, aunque sí se puede realizar una
evaluación a nivel de pareja o de grupo familiar. Lo más usual es la
evaluación individual. (Hoyos, 2002).
En Colombia existen protocolos (INMLCF, 2009) y guías
(INMLCF, 2011) de evaluación forense psicológica y psiquiátrica a nivel
individual y, recientemente, se está indagando por los abordajes de
daños a nivel colectivo en leyes para víctimas del conflicto armado,
como la Ley 1448 de 2011, sobre todo por las necesidades de
reparación integral en esta dimensión; no obstante, una metodología
para peritajes psicosociales a nivel colectivo no existe de manera
unificada, quedando este trabajo al libre albedrío y criterios de cada
profesional.
Una metodología para peritajes colectivos implica ir más allá de
los daños individuales y dar cuenta de la afectación del tejido social,
justo porque en él se generan identidades y relaciones sociales, las
cuales al ser afectadas de manera negativa, transforman los vínculos
familiares, comunitarios y de la sociedad en general, ya que como lo
plantea Gómez (2009), el ser humano tiene la necesidad de pertenecer
a un grupo y de tener una identidad social, que le ofrezca la posibilidad
de tener un referente de vida para desarrollarse y es esto lo que debe
dimensionarse a la hora de evaluar los daños psicosociales a nivel
colectivo, para poder exigir reparaciones integrales que correspondan
con lo afectado.
Colectivo Psicosocial Colombiano 45
En este sentido, exigir reparaciones sin tener claridad de los
daños psicosociales a nivel colectivo, es negar la dimensión de los
efectos causados por la dinámica de la violencia sociopolítica en el país
y, por lo tanto, continuar en una espiral de mantenimiento de ésta, a
través de la inequidad y la desigualdad, lo que tiene como aditivo que se
remiten mensajes implícitos a la sociedad de justificación de las formas
de violaciones de derechos humanos e infracciones al derecho
internacional humanitario.
ANTECEDENTES Y MOTIVACIONES
Conocer la realidad del país y acompañar a nivel psicosocial a
comunidades víctimas de la violencia sociopolítica en Colombia, ha
generado grandes preocupaciones con relación al acceso a la justicia,
con reales garantías de resarcimiento de los derechos. En ese sentido,
surgió la necesidad de afianzar conocimientos que permitieran la
experticia y rigurosidad de la evaluación forense de daños
psicosociales, para ofrecer a las víctimas y sus representantes jurídicos
herramientas válidas y confiables que pudieran aportar en el litigio ante
el sistema de justicia
En este mismo sentido, una apuesta ha sido brindar elementos de
comprensión, a través de la presentación de sustentos científicos de los
impactos psicosociales alegados por las víctimas de la violencia
sociopolítica, por medio de sus representantes jurídicos, teniendo en
cuenta que el campo de lo emocional, lo cognitivo y lo vincular, implica el
reto de entender lo que materialmente no se ve. Esto ha conllevado a
trascender la narrativa descriptiva propia del conocimiento que se tiene
de la realidad de las víctimas, para profundizar en el estudio, análisis,
46
interpretación y explicación del comportamiento humano en contextos
jurídicos, con herramientas propias de las ciencias humanas y sociales,
especialmente de la Psicología Jurídica y Forense.
En el año 2010 se empezó a consolidar una investigación para
construir una metodología de evaluación forense de daños psicosociales a
nivel colectivo en víctimas de violencia sociopolítica, la cual ha dado como
resultado la presente publicación.
CONSTRUCCIÓN DE LA METODOLÓGICA DE PERITAJES
PSICOSOCIALES A NIVEL COLECTIVO EN VÍCTIMAS DE VIOLENCIA
SOCIOPOLÍTICA
La construcción de la metodología para peritajes psicosociales a nivel
colectivo en víctimas de violencia sociopolítica se desarrolló en tres
etapas: la primera consistió en una revisión rigurosa de peritajes
individuales y colectivos presentados ante instancias naciones e
internacionales. A partir de lo anterior, se elaboró una matriz que permitió
comparar los métodos, procedimientos e instrumentos utilizados por
lo/as evaluadore/as, lo que permitió, en el caso de la información
encontrada, evidenciar que existe un gran desarrollo en la metodología
de evaluación individual; sin embargo, para peritajes colectivos se
encontraron pocos avances y diversidad en las metodologías.
Una segunda etapa consistió en la elaboración propia de la
metodología, partiendo de dos consideraciones: la primera, el
reconocimiento del importante trabajo que se ha desarrollado en los
peritajes de derechos humanos; y la segunda, la necesidad de fortalecer
una propuesta de diseño de metodología para las evaluaciones
colectivas.
Colectivo Psicosocial Colombiano 47
En este sentido, la propuesta aquí expuesta, se consolidó a la luz de
los aportes de la Psicología Jurídica y Forense, desde la óptica de la
exigencia de los derechos humanos y partiendo de las necesidades de
las víctimas, relacionadas con las exigencias a la verdad, justicia y
reparación integral, en el ámbito nacional e internacional. La tercera
etapa consistió en la implementación de la metodología con una
comunidad victimizada.
Después de este proceso, se recogieron los aciertos y desaciertos
de la metodología y se construyó la propuesta final de la misma, que se
presentará a continuación.
48
Colectivo Psicosocial Colombiano 53
DESCRIPCIÓN DE LA METODOLOGÍA DE EVALUACIÓN
FORENSE DE DAÑOS PSICOSOCIALES A NIVEL COLECTIVO EN
VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SOCIOPOLÍTICA
Del perito y el equipo de trabajo
Quienes realizan un peritaje psicológico y psicosocial o evaluación
forense a este nivel deben ser personas idóneas como resultado de la
experiencia de trabajo del conocimiento científico en el tema
relacionado.
Para casos de peritajes psicosociales a nivel colectivo en
víctimas de violencia sociopolítica, se recomienda personas idóneas
que tengan experiencia en la atención y acompañamiento a las
víctimas, conocimiento de derechos humanos y derecho internacional
humanitario, conocimiento de los impactos psicosociales relacionados
con las víctimas y, en general, sobre el contexto de violencia
sociopolítica del país en donde se realiza la evaluación.
Teniendo en cuenta la cantidad y la dimensión del trabajo, se
sugiere que se cuente con más de un perito o personas evaluadoras y
un equipo colaborador en el trabajo; también podría ser una sola
persona evaluadora como tradicionalmente se ha utilizado, con un
equipo de trabajo.
El equipo de trabajo que servirá como apoyo a la/s persona/s
evaluadora/s puede estar conformado por profesionales con o sin
experiencia directa en el trabajo con víctimas, pero preferiblemente con
54
con formación o conocimientos de la realidad de las víctimas de la
violencia sociopolítica. Dentro de estos equipos es muy importante que
participen personas de la comunidad que estén formadas como
“promotoras psicosociales”, “promotoras en salud mental”,
“conciliadores”, entre otras personas formadas en herramientas básicas
de atención a víctimas y/o que juegan un papel importante en la
comunidad en términos psicosociales y espirituales.
Si se está evaluando una comunidad que maneja un idioma o
dialecto diferente a la/s persona/s evaluada/s, es importante contar con
un/a traductor/a, preferiblemente si es de la misma comunidad, por el
nivel de confianza que puede generar, a menos que hayan casos
particulares en donde esto sea una dificultad, por ejemplo, en casos de
violaciones sexuales a mujeres; es posible que estas últimas se sientan
más tranquilas hablando con una persona externa a su misma
comunidad, para evitar estigmatización, o que sea una mujer y no un
hombre quien haga la traducción.
El equipo de trabajo permitirá agilidad en algunos procedimientos
como, por ejemplo, la elaboración de entrevistas, aplicación y
calificación de instrumentos de evaluación psicológica, transcripciones y
categorizaciones, todo lo anterior con una adecuada preparación y
entrenamiento de las personas colaboradoras.
ENCUADRE
El encuadre son todas aquellas acciones que se realizan para
garantizar un proceso de empatía con la comunidad a evaluar,
partiendo de la comprensión de la problemática y contexto que
enfrentan
Colectivo Psicosocial Colombiano 55
enfrentan las víctimas; es el espacio para compartir y concertar la metodología a implementarse.
Al inicio del peritaje, se toma contacto inicial con quienes han
solicitado el peritaje, ya sea con la organización acompañante, con el
representante jurídico o con las víctimas directamente.
Organización acompañante de la comunidad víctima de violencia
sociopolítica: algunas víctimas se han organizado y cuentan con el
apoyo de organizaciones defensoras de derechos humanos. Estas
organizaciones pueden acompañar desde diferentes acciones, ya sean
jurídicas, psicosociales, de memoria, espirituales, organizativas,
etcétera. Estas organizaciones acompañantes conocen cada una de las
situaciones por las que han atravesado y atraviesan las víctimas, y
muchas de estas organizaciones son sus mismos representantes
jurídicos ante instancias nacionales e internacionales. Las relaciones
construidas con estas organizaciones acompañantes son basadas en la
confianza y solidaridad, lazos trascendentales en un contexto de
violencia sociopolítica en donde fueron quebrantadas de manera
abrupta las relaciones de confianza, así como los vínculos socio-
comunitarios.
Para el acercamiento a una comunidad organizada de víctimas,
acompañadas por organizaciones defensoras de derechos humanos, es
muy importante la comunicación con dicha organización, no porque se
considere que las víctimas sean dependientes de éstas, sino por
respeto a sus antecedentes organizativos y por entender que son unos
referentes de confianza ante la desconfianza que la violencia
sociopolítica ha producido.
56
Revisión de archivo histórico: fotos, videos, entrevistas, etc.: Las
organizaciones acompañantes de procesos de víctimas, por lo general
conservan un archivo de documentos históricos compuestos por
escritos, fotos, audios, videos, manualidades, objetos, etc., lo cual
permite el conocimiento de la comunidad. Es necesario que antes de dar
inicio al proceso de evaluación se revise este material, puesto que
puede contener información que aporte al proceso de evaluación; parte
de este material se habrá recopilado en:
Espacios judiciales en donde las víctimas han presentado
sus denuncias dando testimonio de los hechos, ya sea en
espacios nacionales o internacionales para acceder a
derechos, ya para sensibilizar a la sociedad o visibilizar su
problemática.
Sesiones de trabajo a nivel psicosocial: encuentros,
talleres, reuniones, etcétera.
Espacios de trabajo de memoria como conmemoraciones,
casas de la memoria, árboles de la memoria, murales,
implementación de propuestas en sus organizaciones para
mantener la memoria activa a partir de espacios académicos,
encuentros transgeneracionales en donde las matriarcas y
patriarcas o adulto/as mayores de la comunidad, comparten
sus experiencias en el marco de la violencia, pero también
sus experiencias a nivel afectivas, sociales, culturales, entre
otras.
Comunidad u organización de víctimas: a partir de la violencia
sociopolítica se han generado, como mecanismo de afrontamiento,
organizaciones de víctimas que exigen sus derechos y apuestan a la
búsqueda de un bienestar emocional.
Colectivo Psicosocial Colombiano 57
En este sentido, es muy posible que el primer contacto se establezca
directamente con la organización de víctimas, con herramientas
obtenidas en cuanto a procesos jurídicos en curso, sin que sea
condición de fuerza la presencia concreta de la organización de
derechos humanos en su calidad de acompañantes. Si se presenta esta
situación, son ellas mismas las que indicarán cuáles son lo/as líderes/as
o personas de referencia en su comunidad para poder realizar el
encuadre del proceso de evaluación.
Líderes/as comunitarios/as o representantes de la comunidad: es
fundamental generar un espacio de comunicación en doble vía, en
donde el/la profesional perito/a informa sobre la metodología de
evaluación y recibe valoraciones y recomendaciones de los/a líderes/as
de la comunidad, así como aportes para la metodología presentada.
Los diferentes espacios organizativos de víctimas o de otras
poblaciones, mantienen de alguna manera una estructura para su
organización. Dentro de éstas se pueden encontrar las Juntas de Acción
Comunal, Consejos Comunitarios, Cabildos, Comités de trabajo, entre
otros. De esta manera, es importante tener claridad sobre estas formas
de organización, de cara a respetar a los/a líderes/as e iniciar así una
comunicación fluida con la comunidad.
Si el contacto inicial ha sido a través de la organización
acompañante, será ésta quien permita la comunicación con los/a
líderes/as de la comunidad. Si el contacto se ha generado directamente
con personas de la comunidad, entonces la comunidad es el contacto
directo.
58
Es necesario realizar esta primera reunión para presentar a las
personas encargadas de la evaluación. Se espera de este espacio, que
los miembros de la comunidad contextualicen a las personas
evaluadoras acerca de los hechos de violencia que se están
investigando jurídicamente, las acciones emprendidas, los aciertos y
desaciertos que han enfrentado como comunidad. Por otro lado, se
espera recibir recomendaciones en torno a la importancia de enfatizar
en algún aspecto para la evaluación, a partir de las valoraciones
subjetivas que estas personas tengan sobre los posibles impactos
psicosociales generados por los hechos de violencia en su comunidad.
Se explicará lo que es un peritaje psicosocial, las etapas y la
metodología prevista a implementarse para la evaluación forense,
esperando recibir sugerencias para ser tenidas en cuenta o, en su
efecto, se aclarará lo que la comunidad considere pertinente.
Comunidad en pleno: después de la reunión con los/a líderes/as es
necesario citar a la comunidad en pleno con la intención de
contextualizar a todas las personas acerca de la evaluación forense,
sus motivaciones, metodología y fines. En este escenario se tendrán en
cuenta las expectativas de la comunidad para aclarar o afirmar ideas. Es
necesario que el profesional esté abierto a las propuestas o sugerencias
que le puedan realizar. Antes de dar inicio, se firmará el documento de
consentimiento informado, en el que cada una de las personas
participantes en la evaluación, manifiesta que conocen sobre el
procedimiento a realizarse y que participa de manera voluntaria en el
proceso. Este procedimiento es lo que comúnmente se conoce como
consentimiento libre y voluntario. En el caso de menores de edad,
firmarán sus mayores responsables.
Colectivo Psicosocial Colombiano 59
Posterior a esto último, se dará inicio al proceso de evaluación,
para lo cual se espera con este encuentro tener una mirada amplia y
general de los posibles impactos psicosociales implantados en la
comunidad, como consecuencia del hecho o los hechos de violencia
sociopolítica.
Teniendo en cuenta que gran parte de la población víctima de
violencia sociopolítica hace parte de sectores sociales excluidos, deben
tenerse en cuenta metodologías que no limiten la participación de las
personas, sobre todo en lo relacionado con ejercicios exclusivos que
impliquen lecto-escritura, esto es, cercanos a visiones logo-céntricas
excluyentes de otras posibilidades de expresión y comunicación; en
este sentido, se recomienda recurrir a ejercicios lúdicos y artísticos que
vinculen a las personas desde otro tipo de saber.
Las expresiones lúdico-artísticas pueden variar de acuerdo a la
población con la que se trabaje y a la preferencia de las personas
evaluadoras. Dentro de éstas encontramos dibujos, pinturas, recortes,
danza, teatro, creación de coplas, cantos, escritos, plastilina, entre
otros, todo esto con varias finalidades: 1. Generar un ambiente de
distensión y de confianza. 2. Explorar técnicas que no necesariamente
impliquen escribir, en caso de que hayan personas analfabetas en lecto-
escritura. 3. Generar una dinámica de grupo en la que todo/as puedan
participar aportando, desde sus experiencias y consideraciones. Se
espera, además, de este espacio colectivo, llegar a un plan de acción y
un cronograma en el que se tenga claridad de cuáles pueden ser los
siguientes encuentros y con quiénes se llevarán a cabo.
60
FACTORES A EVALUAR Y MANIFESTACIONES PSICOLÓGICAS Y
PSICOSOCIALES�
Los factores mencionados para evaluar tienen que ver con aquellas
violaciones o delitos sucedidos con mayor frecuencia en contextos de
violencia sociopolítica y de los que se desprenden otros tipos de
violaciones.
Las manifestaciones a nivel psicológico y psicosocial planteadas
son aquellas que generalmente se presentan en las víctimas de la
violencia sociopolítica, a través de lo que la experiencia de trabajo con
esta población ha indicado y de la literatura existente al respecto.
Muchas de las manifestaciones a nivel psicológico reúnen los síntomas
de la clasificación encontrada en el Manual diagnóstico y estadístico de
los trastornos mentales – DSM IV. Este Manual es vital toda vez que
brinda una adecuada contextualización, siendo éste un documento de
clasificación mundial de los trastornos mentales, elaborado por la
Asociación Psiquiátrica Americana, lo cual permite un diálogo universal
al respecto entre los profesionales. No obstante, en algunas culturas se
podrán encontrar descripciones de sintomatología psicológica que no se
encuentren en dicho manual, incluyendo la revisión del Apéndice J que
es la Guía para la formulación cultural y glosario de síndromes
dependientes de la cultura, para lo cual se requerirá una minuciosa
descripción e indicación de la manera como lo describen las víctimas y
como les ha afectado en su calidad y proyecto de vida para poder hablar
del daño psicológico o psicosocial.
Factores a evaluar en delitos – violencia sociopolítica: Amenazas y
hostigamientos, homicidios, desaparición forzada, tortura,
desplazamiento, delitos sexuales, entre otros.
Colectivo Psicosocial Colombiano 61
desplazamiento, delitos sexuales, entre otros.
Manifestaciones comunes que se pueden encontrar en la mayoría
de los delitos con características de violencia sociopolítica.
Psicológicos: ansiedad (fobias), depresión, trastornos de adaptación,
trastorno de estrés postraumático, trastornos de sueño, duelos
alterados, trastornos somatomorfos o somatizaciones. Psicosociales:
disfuncionalidad familiar, pérdida o cambios de costumbres culturales,
escepticismo, desconfianza en la autoridad, polaridad social, miedos,
afectación del proyecto de vida.
Manifestaciones particulares que se pueden encontrar en cada uno
de los delitos con características de violencia sociopolítica.
Homicidio: culpa; desaparición forzada: duelo alterado; tortura: psicosis,
cambio de identidad, adicciones, somatizaciones; desplazamiento:
trastornos somatomorfos o somatizaciones, incertidumbre de que se
repitan los hechos, desesperanza, traumatización vicaria; delitos
sexuales: trastornos alimenticios, auto-rechazo del cuerpo, trastornos
sexuales.
EVALUACIÓN
ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS DE EVALUACIÓN FORENSE A
NIVEL COLECTIVO EN VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SOCIOPOLÍTICA
A nivel colectivo o comunitario:
METODOLOGIA:
Cuando se haya garantizado que la comunidad comprenda lo que se va
62
a realizar, la importancia, fines y consecuencias de los peritajes
psicosociales, se inicia el proceso de evaluación, el cual se recomienda
de la siguiente manera: explorar acerca de cómo era la vida de la
comunidad “antes” de los hechos de violencia sociopolítica y “después”
de dichos hechos. Lo se anterior realiza con la intención de comparar y
analizar lo que ha cambiado como consecuencia de los hechos
victimizantes.
Las áreas, dimensiones o dinámicas de las que la comunidad en
pleno debería dar cuenta son las siguientes:
Nivel individual: explorar sobre niño/as, mujeres y hombres
jóvenes, mujeres y hombres adultos, mujeres y hombres adultos
mayores. En relación con cada grupo se debe indagar acerca de las
manifestaciones psicológicas comunes a los delitos de violencia
sociopolítica y dependiendo de los hechos concretos de victimización,
explorando de esta manera las manifestaciones particulares.
Nivel familiar: explorar los cambios generados en las dinámicas
familiares, aspectos como roles, economía, vínculos afectivos,
composición familiar.
Nivel colectivo: explorar acerca de los cambios a nivel de la
estructura organizativa de la comunidad, los liderazgos, la forma de
producción económica, costumbres y cultura en general, las relaciones
de confianza, así como los efectos de la polarización social.
En cuanto a las técnicas de trabajo se pueden utilizar expresiones
artísticas escritas u orales como dibujo, pintura, plastilina, obras de
teatro,
Colectivo Psicosocial Colombiano 63
teatro, danza, entre otras. De este tipo de actividades no importan el
procedimiento, reglas o protocolos de la técnica como tal, sino la
actividad misma como una posibilidad de facilitación de la narrativa de
las víctimas.
El trabajo puede estar distribuido en grupos o con participaciones
individuales, en los que se puede ir tomando nota. Se recomienda grabar
en audio y/o video todo lo que se haga durante el proceso de evaluación.
A nivel grupal:
METODOLOGIA
El trabajo por grupos, independientemente de la técnica que se escoja,
debe contemplar las apreciaciones de ellos mismos en cada una de las
dimensiones que se evalúe y las apreciaciones que tienen hacia los
otros grupos de la población. Por ejemplo, si se está trabajando con un
grupo de mujeres, y se está indagando acerca de la situación del miedo,
se debe considerar cómo eran antes de que sucedieran los hechos de
violencia y si consideran que uno de los cambios posteriores a los
hechos fue el miedo; cómo se expresó en ellos este miedo después de
los hechos. Posteriormente, se indagará acerca de cómo evidencian el
miedo en el caso de los niño/as, en el caso de los jóvenes hombres, en el
caso de las personas adultas y en el caso de las personas adultas
mayores. Si hay grupos de personas específicas por sus liderazgos o
roles, también será necesario preguntar por ellas, tales como las juntas
de acción comunales, maestros/as, personal de la salud, sindicatos,
líderes/esas religioso/as, entre otros.
64
Dentro de las técnicas para recolección de información pueden
estar:
Expresiones artísticas: lo importante de la técnica o actividad que se
escoja, es que el grupo pueda dar cuenta del antes y del después de los
hechos de violencia sociopolítica. Por ejemplo, si se están abordando
las dinámicas familiares, entonces tendrán que dar cuenta de cómo
eran las dinámicas familiares antes de los hechos de violencia
sociopolítica y cómo han sido después y son actualmente.
Grupos focales: Tienen la característica de que reúnen a un grupo de
personas que interactúan entre sí a partir de unas preguntas
orientadoras, o de temáticas orientadoras para conocer su opinión al
respecto, pero dicha opinión no debe darse como una respuesta de
persona por persona, porque no es una entrevista grupal, sino de un
diálogo que se genera entre el grupo en donde pueden dar su opinión al
respecto y opinar sobre las apreciaciones de los demás, generándose
de esta manera una interacción en la que emergen sentimientos,
emociones, creencias, etcétera. Los grupos focales facilitan la
recolección de mucha información y ésta puede recogerse en uno o
varios encuentros.
Instrumentos de evaluación psicológica: éstos son técnicas por
medio de las cuales se puede recoger información de las características
psicológicas de la o las personas evaluadas. Se dividen en muchas
categorías según lo que se esté evaluando, por ejemplo, en
instrumentos de evaluación de la personalidad, de la depresión, de la
ansiedad, de la intel igencia, apt i tudes, psicofisiológicas,
neuropsicológicas, entre otras. También pueden clasificarse según el
modo
Colectivo Psicosocial Colombiano 65
modo de administración, las cuales pueden ser de aplicación colectiva o
individual, con límite o sin límite de tiempo. Por otro lado, también se
tiene en cuenta la clasificación según enfoques teóricos.
Es importante tener en cuenta las bondades de los instrumentos
de evaluación psicológica, así como sus limitaciones, para de esta
forma poder controlar al máximo que se afecte la fiabilidad y la validez de
los resultados del instrumento.
Una de las limitaciones que se puede encontrar en estos
instrumentos, está relacionada con condiciones ambientales que
puedan afectar los resultados, como por ejemplo, acontecimientos
temporales que se le hayan presentado a la persona previa aplicación
de los instrumentos. Otra limitación tiene que ver con la interferencia que
puede generar la persona que realiza la evaluación, ya sea porque
representa inseguridad para la persona evaluada, ya porque no le tenga
confianza, etcétera.
Los intentos de simulación para que la persona evaluada dé una
impresión diferente a lo que realmente es, pueden también
eventualmente afectar los resultados, aunque muchos de los
instrumentos tienen escalas de validez para identificarlo.
Por último y no por ello lo menos importante, tiene que ver con las
críticas sociales que los instrumentos de evaluación psicológica han
recibido respecto a la medición de las características de la personalidad
de grupos étnicos minoritarios o de poblaciones con condiciones
sociales, económicas y culturales diferentes a las poblaciones con las
que se han obtenido los datos normativos para estandarizar y validar los
instrumentos. (Gonzáles, 2007).
66
Tomando en cuenta las anteriores críticas, es importante
controlar las variables tendientes a alterar los resultados. No obstante,
con relación a medir características de personalidad en grupos de
víctimas de la violencia sociopolítica, con miras a dar cuenta de los
daños psicosociales, se considera no solo innecesario sino irrelevante,
como dice Gómez (2009), citando el Protocolo de Estambul, hacer
referencia a características de personalidad; se debe hacer de manera
contextual y no como resultado de una evaluación de ésta, ya que podría
incluso desacreditar el testimonio al citar categorías de tipos de
personalidad como “narcisista”, “histriónica”, entre otras.
Por su parte, en las comunidades se pueden encontrar con
mucha frecuencia personas que no saben leer ni escribir, por lo que
resulta importante contar con un grupo de colaboradores/as que apoyen
esta labor. Las personas que colaboren en la aplicación de los
instrumentos de evaluación psicológica deben estar debidamente
entrenadas sobre la aplicación de los instrumentos.
Finalmente, es importante dimensionar las bondades o ventajas
de estos instrumentos, dentro de las que se puede mencionar que
permiten evidenciar sintomatologías científicamente, son bien
aceptados por las Cortes, favorecen la imparcialidad de la/s persona/s
evaluadora/s, permiten hacer contrastes con lo observado
cualitativamente, son económicos, ágiles en su implementación, miden
estado y rasgo, entre otras ventajas.
A nivel individual:
METODOLOGÍA
Dentro de las técnicas para recoger información pueden estar:
Colectivo Psicosocial Colombiano 67
Entrevistas: las entrevistas son una de las herramientas más utilizadas
en los procesos de evaluación forense de daños psicológicos y
psicosociales. Es muy frecuente que no se utilicen instrumentos de
evaluación psicológica, pero siempre se utiliza y se debe utilizar la
entrevista, en lo posible semiestructurada. La entrevista
semiestructurada permite formular preguntas que no se tenían
presupuestadas y que pueden surgir de lo que la persona entrevistada
está diciendo en el momento. Las preguntas deben estar orientadas a la
exploración de la vida antes y después de los hechos victimizantes, en
cada una de las dimensiones: individual, familiar y colectiva. La
entrevista como técnica, según Fernández-Ballesteros (1996), citado
por Gómez (2009) “explora de manera general cuál es la naturaleza del
problema de la persona entrevistada” (p. 76) y para su implementación,
se debe contar con personal preparado y con experiencia en la técnica
para evitar sesgar la información.
La entrevista puede estar dirigida a las personas evaluadas que
sean seleccionadas por sus características, entre las cuales se pueden
encontrar personas que reflejen lo que a otras de la comunidad les
sucede; casos particulares que presenten sintomatologías y
comportamientos no comunes al resto de la población; personas que
conozcan mucho de la historia de la comunidad; personas que casi no
participan de las actividades de la comunidad, entre otras. Pero también,
la entrevista puede estar dirigida a personas que no están siendo
evaluadas directamente, pero que son fuente de recolección de
información por cumplir un rol relevante dentro de una comunidad. Por
ejemplo, sacerdotes, funcionario/as públicos, vecino/as, etcétera. Lo
importante
68
Lo importante es que conozcan a la comunidad, ya sea antes de los
hechos de violencia, después de los hechos de violencia o antes y
después de los hechos.
Instrumentos de evaluación psicológica: se escogen según el caso o
tipo del hecho violento.
POSIBILIDADES DE INSTRUMENTOS PSICOLÓGICOS
Teniendo en cuenta que dentro de la sintomatología más asociada
encontrada en víctimas de la violencia está la ansiedad, el estrés
postraumático, la depresión, el miedo, los duelos no elaborados y
sintomatología psicofísica, uno de los instrumentos que se pueden
aplicar, entre otros, para evidenciar sintomatología de ansiedad,
síndrome de estrés postraumático y depresión, son: Inventario de
Ansiedad Rasgo-Estado IDARE, de C.D. Spielberger, R. L. Gorsuch, R.
E. Lushene, Inventario de Depresión Beck (BDI), Beck y cols. (1961),
(Versión española de Vázquez y Sanz, 1997, 1999), y Escala de Trauma
de Davidson. Los tres instrumentos son inventarios autodescriptivos
que se basan en lo que cada persona dice de sí misma. Se recomienda
por su accesibilidad, facilidad de aplicación y calificación, tomándolas
como herramientas complementarias y no como arrojadoras de un
diagnóstico.
El Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado IDARE, evalúa la
ansiedad como rasgo (propensión ansiosa relativamente estable) y
como estado (condición emocional transitoria), teniendo 20 ítems para
cada una.
Colectivo Psicosocial Colombiano 69
El Inventario de Depresión Beck (BDI), es un cuestionario de 21
ítems que mide gravedad e intensidad de síntomas depresivos. Cuenta
con alta fiabilidad equivalente a r=0.8 y mide lo que dice medir, aunque
tenga una correlación variable con otras escalas.
La Escala de Trauma de Davidson, es una escala que consta de
17 ítems y evalúa síntomas de frecuencia y severidad del Trastorno de
Estrés Postraumático. Ésta está basada en los criterios del Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales - DSM – IV. Tiene
alta fiabilidad equivalente a r=0.86 y con adecuados valores de validez,
lo que indica que mide lo que dice medir.
SISTEMATIZACIÓN / ELABORACIÓN DE INFORME PERICIAL
Transcripciones de entrevistas, grupos focales, hallazgos en las
dinámicas de expresiones artísticas: un primer paso para la
sistematización de la información es transcribir toda la información
obtenida en los espacios de trabajo.
Categorización: utilizando las transcripciones se categoriza
extrayendo fragmentos de los testimonios que correspondan a cada
categoría, este paso es fundamental y muy útil al momento de hacer el
informe pericial puesto que se recomienda utilizar extractos fieles de las
narraciones de las personas de la comunidad para respaldar lo que se
afirma en los resultados encontrados.
Calificación e interpretación de los instrumentos de evaluación
psicológica: se califican e interpretan los instrumentos de evaluación
psicológica uno por uno. Se recomienda sistematizarlos en una tabla
Excel o Word para tener facilidad al
70
Excel o Word para tener facilidad al comparar grupo por grupo. Si el
resultado en algún instrumento llama la atención de la persona
evaluadora se sugiere que esta información sea contrastada con la
información obtenida en los grupos focales o en las entrevistas.
Triangulación de fuentes: se debe contrastar la información obtenida
en cada una de las fuentes consultadas, estas son, la información
obtenida del trabajo a nivel colectivo, del trabajo de grupos, de las
entrevistas, de la observación, de los instrumentos de evaluación
psicológica; de igual manera, se tendrán en cuenta las entrevistas de las
fuentes colaterales y lo que se haya encontrado en fuentes secundarias.
Redacción de informe pericial borrador: con la información
organizada se da inicio a la redacción del informe pericial, el cual
consistirá en un primer ejercicio que puede dar como resultado un
informe bastante largo, el cual se irá sintetizando y organizando en la
medida en que se tenga un panorama general de lo hallado.
Devolución de resultados a la comunidad evaluada para incluir
apreciaciones si las hay a partir de los resultados encontrados por
los/a evaluadores/a: cuando se tienen sintetizados los resultados se
organiza una presentación sencilla para presentar a la comunidad los
resultados encontrados. Esto se hace con dos finalidades, la primera
como medida de respeto a la comunidad evaluada, para que ellos
conozcan los hallazgos antes de presentarlos a sus representantes
jurídicos. La segunda, es con la intención de poder recibir apreciaciones
de la comunidad y en caso que no se sientan identificados en los
resultados, poder explicar, corregir o discutir si hay dudas o
divergencias.
Colectivo Psicosocial Colombiano 71
Informe pericial final: una vez se redacte el informe pericial es
importante que se pueda contar con el apoyo de otro profesional experto
en el tema de evaluación para que haga una revisión del informe y se
puedan tener en cuenta sus apreciaciones.
Para la redacción del informe pericial, se propone la siguiente
estructura:
1. Título: el título será indicativo del tipo de peritajes que se
ha desarrollado y en qué tipo de población: ej.: “Informe
pericial del daño psicosocial colectivo generado en familiares
de desaparición forzada de Vereda la Esperanza, Antioquia,
Colombia”.
2. Contenido: se plasma cada uno de los subtítulos del
informe con su respectiva paginación.
3. Presentación: se hace una breve presentación de lo que
se mostrará en el informe pericial.� �
4. Encabezamiento: esta sección lleva varios subtítulos de la
siguiente manera, de acuerdo a lo que ha recomendado el
Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en
el Protocolo de Evaluación Básica en Psiquiatría y Psicología
Forenses:
a). Fecha de envío del informe: se escribe la fecha cuando se le
envía el informe al solicitante de la evaluación.
b). � Destinatario: es el nombre de la persona, organización o
autoridad a quien va dirigido el informe (es quien ha solicitado la
evaluación forense a nivel psicosocial).
c). Número y fecha del oficio petitorio: se encuentra en la
comunicación formal recibida por parte de quien ha solicitado el peritaje.
72
d). Referencia del caso: se escribe el número o radicado del caso
ante el sistema en donde se encuentra cursando, ya sea a nivel nacional
o internacional.
e). Fechas de las entrevistas y técnicas utilizadas en la
evaluación: se escribe cada una de las fechas, las técnicas o
herramientas utilizadas y a las personas o grupos con quienes se
trabajó.
f). Motivo y objetivo del peritaje: se escribe en lo posible de
manera textual la solicitud que de manera formal ha hecho el profesional
o autoridad competente.
g). Identificación: se escriben los nombres e identificación de las
personas que participaron en la evaluación. Si el listado es muy largo se
podría colocar como anexo al informe.
5. Perfil de las personas evaluadoras (peritos/as): se hace una
descripción resumida de las personas evaluadoras en donde indique su
profesión, posgrados, cursos y experiencia de trabajo asociada con
derechos humanos y víctimas de la violencia sociopolítica.
6. Metodología: se realiza una breve descripción de la
metodología y los pasos desarrollados en el proceso de evaluación
forense a nivel psicosocial.
7. Hechos investigados: se plasman los hechos ocurridos por los
cuales se está realizando la evaluación; estos pueden ser una
combinación entre el expediente jurídico del caso y las narraciones que
directamente hacen las víctimas.
8. Resultados obtenidos: se plasman los resultados encontrados
en cada uno de los instrumentos de evaluación psicológica y,
posteriormente, se dividen los resultados a nivel colectivo del daño
psicosocial, a nivel familiar y a nivel individual. Estos resultados se
extraerán a partir de todas las técnicas utilizadas para la recolección de
información. Los hallazgos de daños psicosociales a nivel colectivo no
sólo se encuentran en los trabajos realizados con las víctimas a nivel
colectivo, sino en las otras fuentes, por ejemplo, en los grupos focales,
en las entrevistas individuales y en las fuentes colaterales, lo mismo
pasa con los hallazgos para daños a nivel familiar e individual.
9. Mecanismos de afrontamiento: teniendo en cuenta que
muchos de los hechos de violencia sociopolítica han sucedido varios
años antes a la realización del peritaje psicosocial, las víctimas se han
tenido que enfrentar durante años a una realidad que les ha implicado
recurrir a múltiples mecanismos para hacerle frente a su situación, y por
esta razón es posible que a la hora de realizar la evaluación de los daños
psicosociales, no se encuentren muchas secuelas psicológicas, pero
que en años anteriores sí se les manifestaron, deteriorando fuertemente
dimensiones de sus vidas. Por esta razón, es importante dar cuenta de
los mecanismos de afrontamiento para resaltar los recursos de las
víctimas que no necesariamente corresponden al resarcimiento de sus
derechos por parte del garante de éstos.�10. Efectos psicosociales de la impunidad: teniendo en cuenta el
contexto de violencia sociopolítica en el que de manera sistemática se
violan los derechos humanos y se revictimiza a las personas, muchas de
las manifestaciones a las que los evaluados pueden hacer referencia,
están relacionadas con los efectos que produce, no sólo lo hechos
victimizantes, sino la impunidad. En este sentido, se debe estar
atento/as -aunque la solicitud del peritaje directamente no esté
redactada en términos de dar cuenta sobre los impactos de la
impunidad- se debe registrar en el informe lo que se encuentre al
respecto, ya que la experiencia ha mostrado que la realidad de no
encontrar justicia en los casos, genera o agrava las manifestaciones
psicológicas y psicosociales.
Colectivo Psicosocial Colombiano 73
74
11. Análisis de resultados /discusión forense: el análisis o
discusión forense se hace a partir de los resultados encontrados en cada
una de las fuentes de información y a partir de teorías científicas que
sustenten el análisis, así como de literatura acerca de víctimas de
violencia sociopolítica, derechos humanos, publicaciones de
organizaciones y movimientos de víctimas, otras experiencias de
investigación relacionadas con el tema, entre otros documentos.
12. Conclusiones: se plasma de manera precisa las conclusiones
de lo que se ha encontrado en el proceso de evaluación, teniendo en
cuenta hacer referencia a los mecanismos de afrontamiento de las
víctimas para relacionar la ausencia de daños psicológicos, explicando
las manifestaciones psicológicas que en otras épocas habrán tenido y
que afectaron sus vidas sin que hayan tenido respuesta a los derechos
violados.
13. Recomendaciones: las recomendaciones irán relacionadas
con los daños encontrados tanto a nivel psicológico como a nivel
psicosocial y en cada una de sus dimensiones: colectivo, familiar e
individual.
14. Referencias: hace relación a cada una de las referencias o
bibliografías utilizadas para la elaboración del peritaje, sobre todo en el
análisis o discusión forense psicosocial.
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Esta publicación es el resultado de un año y medio de trabajo del Colectivo Psicosocial Colombiano – COPSICO que refleja una apuesta por la lucha contra la impunidad, tendiente a fortalecer a las víctimas y avanzar en la exigencia de sus derechos. Al mismo tiempo, es el resultado de la suma de experiencias individuales de las autoras en el acompañamiento a comunidades y personas víctimas de la violencia sociopolítica, lo que les ha permitido la construcción de lecturas contextualizadas para producir herramientas que faciliten el acceso a la justicia en el marco de violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
La Metodología para peritajes psicosociales a nivel colectivo en víctimas de violencia sociopolítica, tiene sus orígenes en la propuesta de investigación de la Maestría en Psicología Jurídica de las autoras García y Torres (2013), quienes desde su experiencia en el trabajo con víctimas y derechos humanos, reconocieron la necesidad de dimensionar el daño psicosocial a nivel colectivo como consecuencia de la dinámica que el conflicto armado ha tenido en Colombia, conflicto que ha afectado de manera negat iva a comunidades campesinas, indígenas, afrodescendientes y mestizas, así como a comunidades organizadas o grupos de personas que comparten ideales sociales y políticos y, en general, a diversos sectores populares.