Devocionales para mujeres

Viviendo amada

Mujer de Dios

Devocionales para mujeres

¡El amor de Dios es maravilloso! ¡Es real! ¡Es personal! El amor de Dios es poderoso y, lo mejor de todo, nunca se termina, ¡pase lo que pase! Tu Salvador quiere bendecirte con su amor ahora y siempre.

Estos devocionales te ayudarán a reconocer que el amor que Dios te tiene en Cristo puede transformar tu vida, llenar el hueco en tu corazón vacío y permitirte vivir poderosamente—para él—como una Mujer de Dios: Viviendo amada.

#WOG7SCSP 216215ISBN 978-1-943216-21-5

9 781943 216215

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Viviendo amada

Mujer de Dios

Viviendo amada

Mujer de Dios

Gail Marsh

Devocionales para mujeres

¿Cómo te presentas a alguien? ¿Dices tu nombre y

el lugar donde trabajas, solías trabajar, o donde te gustaría trabajar un día? Si es así, te

pareces a la mayoría de las personas: tu lugar en la

sociedad está definido por tu ocupación.

En la semana entrante vamos a mirarnos a nosotras mismas~quiénes somos y lo que hacemos~a la luz de

Jeremías 31:3 y a considerar la maravil losa forma en que

Dios interactúa con cada una de nosotras como

Mujer de Dios: Viviendo amada.

¡Viviendo amada!

Con amor eterno te he amado..

Jeremías 31:3

Mujer deDios

Viviendo amada

Mujer de Dios

La misión de CTA esglorificar a Dios proveyendo productos

que alienten y animen al cuerpo de Cristo~¡porque le amamos!

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A menos que se indique de otra manera, las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina Valera Revisión 1960, Copyright © 1960 por la American Bible Society. Usadas con permiso.

Las citas bíblicas indicadas con «NTV» han sido tomadas de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usadas con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., 351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.

ISBN 978-1-943216-21-5IMPRESO EN THAILANDIA

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Gail Marsh

Día 1

A primera vista, el letrero parecía un poco extraño. Estaba buscando el regalo perfecto para una boda, cuando vi un cuadro precioso. Estaba colgado en la sección de regalos para bodas y era tan bonito, que empañaba todos los otros regalos. Las letras doradas cubrían todo el marco, de una punta a la otra y de arriba hasta abajo, proclamando: “¡Yo te amo más!” Volví a leerlo: “¡Yo te amo más!”

Piensa en esas palabras: ¡Yo te amo más!, a la luz de Jeremías 31:3. ¿Quién las dice? ¡El mismo Dios! Ese mismo Dios que dio vida al universo. “Que haya…”, dijo. Y así fue. ¡Ése es quien te ama! El mismo Dios que hizo la sonrisa de cada niño, con hoyuelos y todo. Ése—ese único y verdadero Dios— ¡te ama!

Dios te ama con todo su poder. Él nunca comenzó a amarte: te ha amado desde siempre y te reclama como suya. Él va a pelear por ti, te va a defender y a consolar. ¿Por qué? Porque le perteneces. Dios te ama. ¡Sí, a ti!

Y él es el único que legítimamente puede proclamar: “¡Yo te amo más!”

Dios es el mejor, el campeón en amar, porque “Dios es amor” (1 Juan 4:8). La naturaleza de Dios es amor—amor sincero, poderoso, genuino. ¡El amor es Dios! Y sólo eso, su amor, nos habilita para amar de verdad: amarle a él y amarnos mutuamente. Más aún, cuando fallamos en imitar el amor perfecto de Dios, él nos perdona—por completo.

El mayor acto de amor de Dios vino al mundo envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Jesús, el propio Hijo amado de Dios, nos amó hasta la muerte—la suya—a pesar de que éramos pecadoras para nada dignas de ser amadas. La Biblia dice:

Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

“¡Yo te amo más!”, nos recuerda Dios. No importa lo que haya sucedido ayer, ni lo que suceda hoy o mañana. ¡Puedes estar segura que su infinito amor te sostendrá junto a él ahora y siempre!

¡Yo te más!

Señor, tu amor me

hace sentir humilde.

Recuérdamelo

continuamente hoy,

especialmente cuando . . .

Con amor eterno te he amado. Jeremías 31:3

amo

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Día 2

¿Qué invento de los últimos años ha transformado más tu vida? ¿Las computadoras? ¿Los celulares? ¿Las tarjetas de débito? ¿La televisión por cable? ¿Los sistemas GPS? ¿Las compras por Internet?Los inventos nos transforman la vida. Así lo han estado haciendo desde que se inventó la rueda. Algunos podrán decir que muchas ideas que trataron de simplificar la vida, en realidad la han complicado más. Pero, aun así, tenemos que reconocer que nuestras vidas han sido afectadas, e incluso transformadas, por las invenciones de las últimas décadas. Si bien los avances tecnológicos pueden ser sorprendentes, Dios ha estado transformando nuestras vidas en formas más sorprendentes aún desde el comienzo del tiempo. ¡El amor de Dios cambia las cosas!¿Recuerdas a Mateo, el cobrador de impuestos? Mateo se hizo rico estafando a los demás. Los cobradores de impuestos para el gobierno romano no recibían salario, sino que tenían permiso para agregar una comisión a los impuestos que cobraban, que nunca era poco. Si alguien se

quejaba, el cobrador llamaba a las legiones romanas locales para que se encargaran de cobrar.Probablemente Mateo tenía pocos amigos, pero tenía dinero y poder y con eso se conformaba. Esto es, hasta que Jesús le ofreció más; más de lo que nadie alguna vez le había ofrecido o jamás le ofrecería: Jesús le ofreció el amor y la aceptación incondicional de Dios. Al darse cuenta, Mateo saltó de su mesa de cobrador de impuestos y se fue, dejando atrás su vida pasada. Así cambió su trabajo de cobrador para seguir a Jesús quien, en ese momento, era un maestro itinerante poco conocido. El amor de Jesús cambió a Mateo… para siempre. ¡Ese sí que es un amor poderoso y transformador!O consideremos a Saulo de Tarso. Con la intención de eliminar el culto de los seguidores de Cristo, Saulo metódicamente persiguió a los seguidores de “el camino”, encarcelando a algunos y matando a otros. Pero entonces Jesús intervino, apareciéndose a Saulo en una visión cuando éste iba camino a Damasco.Jesús intervino ofreciéndole perdón, aceptación y sí, un amor genuino y poderoso. Ese amor transformó a Saulo, así como había transformado antes a Mateo. Saulo, el perseguidor, se convirtió en Pablo, el apóstol.El poder del amor de Dios en Cristo está obrando hoy en ti. ¡De verdad! Y esta es la promesa de Dios para ti:

El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.Filipenses 1:6

Con amor eterno te he amado. Jeremías 31:3

¡Transformada!

Señor Dios, a veces

olvido con cuánta

intensidad me amas.

Cuando esto me sucede,

recuérdame . . .

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Cristo nos ama bien lo sabemos,su Palabra nos hace ver.

No suena bien, ¿no es cierto? La palabra nos no es lo que dice la letra original. En realidad, el himno dice:

Cristo me ama bien lo sé,su Palabra me hace ver.

El pequeño pronombre personal me hace una gran diferencia, ¿no es cierto? La autora de este himno para niños tan querido comprendió bien el amor de Jesús. Ella reconoció que el amor de Jesús es personal. Es cierto que Dios ama a todas las personas de todos los lugares y tiempos. Pero el amor de Jesús hace un impacto mucho mayor en nosotros cuando sabemos que es un amor personal.

Y el amor de Dios es personal porque es relacional:

Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Gálatas 4:4–5

El amor de Dios en Jesús nos pone a cada una de nosotras en su familia. Pero no como primas o familiares distantes, sino que nos adopta como herederas y nos valora como hijas queridas del Altísimo. El amor de Dios nos acerca y mantiene seguras, de la misma forma en que un padre amoroso abraza a su hijo.

El amor de Dios en Jesús para ti también es íntimo. Tu Padre celestial te ama porque te conoce—y te conoce de verdad. Después de todo, él te creó. Considera lo siguiente:

Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Lucas 12:7

Antes que te formase en el vientre te conocí. Jeremías 1:5

El amor único e íntimo que Dios tiene por ti es real. Sí, él conoce tus pecados, incluso aquellos que mantienes ocultos de los demás. Él los conoce porque murió por ellos. En la cruz él te perdona y sigue amándote.

El amor personal e íntimo que Dios tiene por ti también es intensamente protector. Jesús dice:

Conozco mis ovejas, y las mías me conocen. Juan 10:14

Tu soldado-pastor Jesús está pronto para pelear por ti. Él hará lo que sea necesario para mantenerte junto a él. Su amor es más fuerte que todo lo que pueda asustarte, y puedes estar segura que su amor nunca dejará de ser. ¡Eso es amor! ¡Amor verdadero!

mí

Gracias, Dios, por

amarme. Ayúdame a

reflejar hoy tu amor. . .

Con amor eterno te he amado. Jeremías 31:3

Por Día 3

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La mochila tenía garantía de por vida. ¡De por vida! Los broches, los cierres, las hebillas y las correas eran de la mejor marca y las costuras venían reforzadas. La tela era a prueba de fuego y de roturas, en fin, ¡virtualmente indestructible! Si esa mochila no satisfacía mis expectativas, el problema sería solucionado o me darían otra a cambio—gratis. ¡Garantizado! ¡Y de por vida!

Por supuesto que esa fantástica garantía de por vida venía a un precio exorbitante. Un precio que estuve dispuesta a pagar. Después de todo, la mochila estaba garantizada. ¡De por vida!

Luego leí la letra pequeña. ¿Qué no cubría la garantía? Tierra. Así es, tierra. Pero quizás estoy simplificando demasiado. Esto decía el fabricante: “Excepciones a nuestra garantía: por ley no podemos reparar su mochila si la misma tiene olor excesivo y/o suciedad.” ¿Qué? ¿Si me caigo en un charco de barro o me encuentro con un zorrino asustado la garantía se anula? ¡Quizás la garantía no es tan buena como sonaba al principio!

Jeremías 31:3 nos habla de una clase diferente de garantía—una que no tiene excepciones. Es la garantía del amor de

Dios para ti y para mí. Ese amor nunca va a terminar. Jamás. Y no hay letra chica ni excepciones. Esta garantía depende de una palabra: eterno. “Con amor eterno te he amado”, dice Dios. El apóstol Pablo lo elabora así en su Carta a los Romanos:

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:38–39

Aun cuando la vida se vuelva complicada y aun en medio del caos y barullo de la vida, Dios va a honrar su garantía de amarte. La muerte súbita de un ser querido no va a frenar el amor que Dios te tiene en Cristo. Tampoco lo hará un embarazo no planeado, ni la pérdida del trabajo, ni una relación rota, ni el dolor de la diabetes o el cáncer ni los pecados secretos.

¿Qué te impide disfrutar hoy del amor eterno de Dios? Agrégalo a la lista anterior. Todo está cubierto. ¡Garantizado! ¡Para la vida aquí en la tierra—y más allá! Más aún, esa garantía está respaldada por la muerte y resurrección de nuestro Salvador Jesucristo. El amor de Dios para ti está garantizado. ¡De por vida! ¡Para siempre!

Ayúdame a enfocarme

hoy en tu amor, Señor

Jesús . . .

Con amor eterno te he amado. Jeremías 31:3

Día 4

Garantizado

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¿Qué clase de amor motiva a una madre a ayudar al grupo de Boy Scouts de su hijo a distribuir bolsas para donaciones en cada casa de su vecindario—cuando la sensación térmica está por debajo de cero? ¿Qué clase de amor sonríe pacientemente (la mayoría del tiempo) ante las travesuras de los niños, aun cuando ya no aguanta más estar de pie?

Podía haberse quedado en la cama; después de todo, era sábado. Pero el amor la motivó. En realidad, más que amor. Se trataba de compromiso y determinación. Un amor comprometido con su hijo menor y determinado a ayudarlo a aprender el valor de ayudar a los demás. Ese amor—determinado, sacrificial y comprometido—es una clase especial de amor. De alguna forma, ese amor nos ayuda a comprender el amor que Dios nos tiene.

El amor de Dios sobrepasa toda comprensión humana. De hecho, es un amor tan profundo y tan diferente del que conocemos y experimentamos de parte de quienes nos rodean, que es difícil de explicar.

El amor de Dios está arraigado en un compromiso perdurable por hacer lo que es mejor para nosotros, y lo motiva continuamente a obrar por nosotros. Su amor hacia nosotros no se frustra ni disminuye, ni siquiera cuando le damos la espalda y nos apartamos de él. El amor de Dios lo lleva a buscarnos… para llevarnos de vuelta a sus brazos amorosos.

El amor de Dios por ti—su compromiso contigo—demandó un sacrificio abnegado. Su amor implacable lo obligó a enviar a su hijo Jesús a este mundo oscurecido por el pecado. El amor de Jesús por ti lo llevó a la cruz, donde murió por ti. Y al levantarse victorioso de la muerte, tu Salvador venció el poder de la muerte y te aseguró un lugar en la familia de Dios—¡para siempre!

¡Esta clase de amor absoluto cambia todo para nosotras! ¡Y ciertamente nos cambia en el corazón de nuestro ser! Este amor inunda nuestro egoísmo, purifica nuestros motivos y nos impulsa a actuar en amor para el beneficio de los demás. Nos comprometemos a amar como hemos sido amadas, y el Espíritu Santo nos da el poder que necesitamos para hacerlo.

clase de amor?

Querido Señor, tu amor

inigualable es más

profundo y rico de lo

que puedo imaginar.

Perdona mi egoísmo y

ayúdame a vivir en amor

cada día más . . .

Con amor eterno te he amado. Jeremías 31:3

¿Qué Día 5

1212 13

“Conocerte es amarte”. El grupo de Los Ositos Cariñosos hizo

popular esa canción a fines de la década de 1950. Desde entonces,

esa letra ha sido modificada y grabada por diversos autores. Pero, ¿será que tales palabras

son ciertas? ¿Será que el conocer a alguien puede hacer crecer el amor? ¿Será que el conocer y

el amar están de alguna manera conectados? Mmmm.

¿Es posible experimentar y apreciar en forma más completa el amor de Dios, aprendiendo más acerca de él? Lo descubriremos

esta semana. ¿Lista? ¡Comencemos!

Viviendo amada˜

y aprendiendoBuscad primeramente el

reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os

serán añadidas. Mateo 6:33

Mujer deDios

Párate frente a un espejo y di las siguientes palabras, haciendo personal el amor de Dios para ti en Jesús:

Dios me ama. Siempre me ha amado--incluso antes de darme vida ya me amaba. Dios me ama con un amor genuino que no tendrá fin. Pase lo que pase, nada--absolutamente nada--puede frenar el amor que Dios tiene por mí.

¿Cuándo te resulta más difícil creer en el amor genuino e implacable que Dios tiene por ti en la cruz de su Hijo? Habla con tu Señor sobre ello mientras dibujas o escribes hoy en tu diario.

Con amor eterno te he amado.

Jeremías 31:3

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