Murmis & Portantiero - Estudios sobre los orígenes del peronismo - 1ra. parte

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    mercado interno.

    El alejamiento del modelo inicial es ms neto cuando se postula que la oposicin se ha redefinido,

    en cuanto a su contenido, en la forma en que el enfoque anterior seala, pero que tanto losterratenientes como los los industriales en bloque se beneficias con el mantenimiento del

    desarrollo dependiente de la industrializacin, no quedando ningn grupo de origen manufactureroenfrentando la oposicin del bloque dominante. Se trata de una virtual fusin de intereses entre

    sectores terratenientes e industriales, solo enfrentados por la clase obrera.

    Nuestro examen rechaza todas las versiones del modelo que se centran sobre una oposicinms o menos expresa entre grandes terratenientes y burguesa industrial, incluyendo aquella

    segn la cual no se dara una alianza sino una coincidencia coyuntural entre ambos grupos.

    Con los enfoques c) y d) compartiramos, en cambio, la imagen de una comunidad de intereses

    entre ambos sectores en esta etapa y tambin la suposicin acerca de las limitaciones quepresentaba su propuesta de industrializacin. Nos acercaremos a d) en lo que se refiere laausencia de un proyecto alternativo de industrializacin ms profundo dentro de las clases

    dominantes, pero diferimos de este en tanto sealaremos que, incluso ese proyecto limitado, no

    era percibido desde un comienzo como el proyecto hegemnico indiscutido de la clase dominante.El proceso no podra, por lo tanto, conceptualizarse como una fusin de intereses, sino de alianzaentre fracciones de clase.

    Encontraremos la oposicin ms decidida al proyecto de industrializacin en un sector subordinadode los terratenientes y una clara expresin de esta actitud en la Unin Cvica Radical. Nuestra

    imagen es la de un proyecto que no es el indiscutido de la clase dominante. Su puesta en marchay su posterior mantenimiento exige la constitucin de alianzas entre sectores de la clase

    dominante. No se trata de una situacin en que la clase dominante quiere comparar la pasividadde la clase dominada, sino de una situacin en la cual la permanencia de uno u otro proyecto

    est an en cuestin.

    Lo que el anlisis de esta dcada pone de manifiesto es que el apoyo a la industria no puedeidentificarse ingenuamente con la adopcin simultnea de orientaciones sociales y polticas

    tambin "progresistas" . El corte en cuanto al apoyo o rechazo de la industria no coincidenecesariamente con el corte entre fuerzas representantes de un orden nuevo globalmente

    "progresista" y un viejo orden globalmente retardatario, sino que dentro de los partidarios de laindustrializacin se darn cortes fundamentales en cuanto a orientaciones sociopolticas,

    introduciendo el concepto de alianza de clases, como condicin para hacer posible el estudio delas relaciones de la fuerza en la sociedad y de la hegemona en el Estado.

    El caso argentino, a partir de los aos 30nos servir como ejemplo de configuracin temprana

    de esta lnea de alianza de clase. En lo que sigue trataremos de demostrar:

    La existencia de un proceso de alianza de clases en la Argentina durante la dcada del 30, y su

    contenido.

    Las condiciones que los hicieron posible.

    Los alcances y las limitaciones de esa alianza.

    2. Las condiciones de la alianza de clases

    Desde 1933 la industria argentina entra en una etapa de crecimiento durante la cual, de una

    situacin postergada, se transformar, en un decenio, en sector lder de la economa. La

    originalidad del caso argentino consiste en que, precisamente a partir de 1930, quienes controlasen el aparato del Estado son, indiscutiblemente, las fuerzas conservadoras "oligarcas", tras elintervalo abierto en 1916 por el radicalismo y a ellas deben atribuirse, por lo tanto, las medidas y

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    propuestas estatales que favorecieron, de hecho, el progreso de la industria. Esas fuerzas novariaron, por ello, su contenido de clase: siguieron siendo representativas de los hacendados ms

    poderosos, tradicionales beneficiarios de la economa agroexportadora.

    Una alternativa para esta constatacin sera que las fuerzas conservadoras no hubiese podido

    resistir las presiones de una oposicin marcadamente favorable a los cambios de direccinindustrialista, pero como veremos en el trabajo, ello no ocurri entre 1933 y 1943: durante esos

    aos, ningn grupo social o poltico poderoso agit un programa de crecimiento industrial msradical que el de la lite oficialista.

    La consideracin de estos hechos abre un interrogante acerca de si el crecimiento industrial fue

    concientemente impulsado por la elite conservadora o si se desarroll a pesar de ella, comoconsecuencia no deseada de medidas que buscaban otro fin. Suponiendo la primera de estas dos

    alternativas cabe preguntarse cul fue el contenido de la industrializacin promovida, a fin dedeterminar si la misma afectaba de por s a privilegios fundamentales de los propietarios

    terratenientes. En este caso se hubiera planteado una contradiccin entre orientaciones de la litepoltica e intereses de la clase dominante, posibilidad que no parece corresponder al desarrollo real

    del proceso teniendo en cuanta que la nica fuente de legitimidad para el poder poltico de esalite estuvo en el consentimiento expreso de la "oligarqua" tradicional.

    El ncleo de este trabajo tiende a presentar el supuesto de que no hubo en el perodo

    contradiccin entre una orientacin por crecimiento industrial expresada en el Estado, y los

    intereses de la fraccin ms poderosa de los terratenientes, aunque s la hubo con los de ungrupo subordinado de propietarios rurales.

    La faccin ms poderosa dentro de la oligarqua mantuvo el control hegemnico dentro de una

    alianza de clases propietarias, en la que se incluan, por primera vez, los intereses de los gruposindustriales. La posibilidad de esta articulacin de intereses requera ciertas formas limitadas de

    industrializacin y ellas fueron promovidas a travs de una coherente poltica oficial que hizo

    crecer enormemente las esferas de la actividad del Estado en la estructura social. Se trata de unclaro ejemplo de crecimiento a partir de la sustitucin de importaciones. Su resultado ser unaeconoma industrial, pero "no integrada", basada en una industria liviana, productora de bienes de

    consumo no durables.

    El proceso se basar en la expansin de una industria preexistente ms que en un fomentodeliberado de una diversificacin que hubiera debido apoyarse sobre una coherente poltica de

    inversiones. Las transformaciones se operarn slo en el sector industrial, mantenindoseinmodificada la estructura agraria, rasgo sealado como caracterstico de la ISI.

    Durante el perodo se intensificaron las inversiones extranjeras, especialmente norteamericanas,

    en actividades de transformacin, lo que asegur a grupos industriales locales una "proteccin"

    especial de sus intereses frente a eventuales medidas del gobierno que pudieran tender a drenarel proceso de crecimiento.

    La crisis de 1929 marcar para la Argentina un cambio de rumbo trascendental en su situacin

    econmica, al afectar su privilegiado status de pas agroexportador. El modelo dejar ya de tenervigencia frente a las respuestas proteccionistas que los pases centrales pondrn en prctica

    como alternativa a la crisis. Un ciclo pareca concluido: el de la economa primaria exportadoracomo excluyente ncleo de la economa argentina. En medio de una crisis que iluminar

    crudamente la vulnerabilidad extrema de la Argentina frente al exterior, las lites tradicionales,que han recuperado el control de Estado, se ven favorecidas por la posibilidad de una limitada

    industrializacin, en tanto el desarrollo de ciertas ramas de la manufactura es capaz de permitir

    un reajuste del sistema a los nuevos trminos en que se plantea el comercio mundial.

    La oposicin principal que enfrentaba a agrarios e industriales alrededor de las polticas de libre

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    cambio o de proteccionismo, pasa a tener una importancia secundaria para la fraccin dominantede los terratenientes que no rechazar las medidas tendientes a controlar los importaciones,

    favoreciendo as el crecimiento de ciertas ramas de la manufactura. En un punto en el que

    anteriormente se ubicaba el centro del conflicto se establece una posibilidad de coincidencia.

    El desarrollo ms o menos sostenido de una nueva poltica slo puede ubicarse hacia finales de1933, con el ascenso al poder de un equipo poltico, encabezado por Federico Pinedo, que influir

    decisivamente hasta 1943 y que prolongar su gravitacin en los primeros actos del gobiernomilitar surgido del movimiento del 4 de junio.

    Desde 1933 Federico Pinedo y Luis Duhau ocupan los ministerios de hacienda y de agricultura. Su

    gestin marcar las pautas iniciales para cambios en la poltica que el Estado propone a las clasesdominantes y abrir, especficamente, un perodo en el que habrn de articularse nuevas

    orientaciones. Para la definicin de esta nueva poltica l flamante Pacto Roca-Runciman, suscriptopor el gobierno argentino con el de Gran Bretaa en 1933, adquirir una influencia determinante

    como nudo central: el sector agrario ms poderoso definir su nuevo ajuste frente a lairreversible situacin creada por el Tratado de Ottawa, que firmaron Inglaterra y sus dominios.

    Esta nueva situacin har participar ms al sector industrial, y har que el papel del Estado sea, ala vez, ms importante y tambin ms complejo.

    El convenio Roca-Runciman traa aparejado el predominio del grupo ganadero ms privilegiado en

    la orientacin de la economa argentina. Se trataba de la consolidacin de la supremaca del grupo

    social que haba sido desplazado del poder poltico en 1916. Esta situacin suscit grandes recelosen la Unin Industrial. El temor ms serio derivaba de los compromisos acerca de rebaja dearanceles para la importacin de manufacturas inglesas. En mayo del 33 la UIA adverta en un

    manifiesto sobre "una tendencia econmica que slo contempla los intereses agropecuarios". Un

    mes despus organiza un acto pblico intentando ampliar las bases para un frente de defensa dela industria.

    Hacia fines de 1933, un esbozo de poltica orgnica comienza a ser elaborado por el nuevo equipoeconmico que reemplaz a Hueyo. En diciembre se anuncia un Plan de ReestructuracinEconmica, el primero posterior al replanteo obligado por el Pacto Roca-Runciman. El mismo

    incluye, bsicamente, el Control de Cambios, la creacin de Juntas Reguladoras de la Producciny el Desarrollo de un plan de obras pblicas. Las medidas propuestas motivan de la UIA "su ms

    cordial apoyo".

    El plan traa aparejada una devaluacin del peso argentino, pero junto a esa medida seinstrumentaba un control de las divisas para la importacin. Aqu aparece clara una clara

    caracterizacin de la necesidad de la industria, a la que no se postula como enfrentada a lahegemona "oligrquica". Durante todo el perodo que arranca a fines de 1933 y culmina con el

    derrocamiento de los conservadores diez aos despus, esta solidaridad de orientaciones entrelos industriales y el Estado, sometido a la hegemona del sector ms privilegiado, se mantiene.

    3. La diferenciacin interna en el sector agropecuario y los grupos de oposicin

    Al menos hasta la segunda guerra mundial, no se producen fragmentaciones significativas en elseno de los industriales y que, en caso de hacerlas en germen, los industriales pequeos y

    medianos concentran tan poco poder econmico y tan escasa fuerza de presin, que lahegemona dentro del bloque industrial se mantiene, sin alteraciones, vinculados con el capital

    financiero nacional e internacional, cuya representacin corporativa inviste la UIA.

    En el sector agrario, el panorama es otro. All se produce una diferenciacin o, ms

    adecuadamente, se acentan los trminos de una divisin de interese ya anticipada en la dcadaanterior. En 1927, los "invernadores" logran el control de la Sociedad Rural Argentina, rubricandoinstitucionalmente lo que ya era un dato de la realidad econmica: el predominio de sus intereses

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    sobre los de otras capas ganaderas. A partir de ese momento, la subordinacin de los "criadores"no har ms que acentuarse. La crisis y sus consecuencias para el comercio exterior argentino

    rubricadas en los Tratados de Ottawa y en el Pacto Roca-Runciman, gravarn todava la

    diferenciacin.

    Los "invernadores", ligados al frigorfico y dependientes de la venta de "chilled" a Gran Bretaa,consiguen privilegios a travs del pacto Roca-Runciman, que les asegura una cuota estable de

    exportacin y los mantiene as integrados a su tradicional fuente de recursos. Pero este reajusteno se produce sin el brusco desplazamiento del grupo de los "criadores" que deben subordinarse

    totalmente a los acuerdos a que llegan los "invernadores" con los mercados tradicionales.

    En lugar de la vieja divisa de los grandes hacendados ligados a Inglaterra que definiran loscircuitos necesarios del comercio exterior argentina a partir del "comprar a quien nos compra", el

    grupo subordinado de los ganaderos levanta una alternativa: "vender a quien nos vende",poniendo el eje de sus objetivos en la ampliacin del comercio a nuevos mercados,

    especialmente a los EE.UU., quien poda transformarse en el proveedor del consumo nacional demanufacturas.

    En el juego de presiones econmicas sobre el Estado los hacendados subordinados individualizana los industriales como sus principales rivales, quienes "tienen en la metrpoli la suficiente fuerzapara pensar en las decisiones del gobierno" , provocando as el cierre de "los mercados

    extranjeros naturales y en potencia de la produccin rural, a quienes no se les permitir cobrar el

    precio de su trabajo, aunque fuera con artculos superfluos importados".

    4. Agrarios e industriales frente al "Plan Pinedo"

    Hacia fines de 1937, los ndices de la economa argentina, que parecan indicar unrestablecimiento del equilibrio en el nuevo nivel propuesto por la lite hegemnica, comenzaron a

    caer nuevamente. Las cosechas fueron excepcionalmente malas, los precios de los productosagropecuarios cayeron y las exportaciones bajaron un 44% . En 1938 la balanza de pagos en

    cuenta corriente arroj un dficit de 379 millones de pesos: las condiciones de la crisis parecanvolver a repetirse. La respuesta elaborada entonces por la lite puede servir como un nuevo

    indicador del sentido de su estrategia.

    Por un lado se devala nuevamente el peso y la actitud se encuadra absolutamente dentro delos marcos de una orientacin estrechamente "agroexportadora". Pero adems se establece por

    primera vez el requisito de cambio previo para las importaciones. Esta expresa restriccin

    cuantitativa a las importaciones significaba el paso ms decidido dado por la lite dentro de unaestrategia proteccionista. Para algunos autores, la agudizacin del sistema de control de cambiosa fines de 1938 "representa la supresin de los ltimos vestigios del comercio libre".

    Salvar la industria, entonces, supone contribuir a mantener el sistema. Este carcter permisivocon que la lite ampara el crecimiento industrial, sin poner en discusin el control del proceso, es

    la base objetiva de la alianza en la que se integra una clase industrial que no reclama ms que susupervivencia.

    Tras una apreciable disminucin del dficit en 1939, el ao 40 se presentaba otra vez

    particularmente difcil por el cierre de los mercados europeos a las exportaciones argentinas,derivado de la guerra. En esas condiciones el Ministerio de Hacienda elabora un Plan de

    Reactivacin Econmica. Desde septiembre de ese ao, Federico Pinedo, redactor del proyecto,ocupaba otra vez el ministerio. El plan articulaba una serie de medidas para superar la recesin,

    contena disposiciones para la defensa del sector industrial.

    El objetivo del plan era mantener a un nivel satisfactorio la actividad econmica. Su punto departida era la compra por el Estado de los excedentes agrcolas que no podan colocarse, medida

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    reclamada unnimemente por las organizaciones de los propietarios rurales.

    Aqu vuelve a resumirse con suma precisin el sentido de una poltica, que mantenindose dentro

    de los marcos hegemnicos de la "oligarqua" tradicional convocaba a una ampliacin de suslmites para permitir la incorporacin de la industria. El "Plan Pinedo" , intentando legislar sobre

    todo aquello que el grupo representativo de los industriales reclamaba sin haber sido odo,aparece como el mejor testimonio de ese procedimiento de movilizacin de la manufactura bajo

    control de la lite tradicional que se produce entre 1933 y 1943. Este plan, que inclua lasreivindicaciones largamente reclamadas por los industriales, significaba en realidad un lcido

    intento de reforzamiento de la hegemona "oligrquica".

    La Sociedad Rural Argentina, por su parte, no rechaza el plan, pero considera necesario reafirmarla premisa de que "la prosperidad de nuestro pas est supeditada a la marcha de los negocios

    agropecuarios". Lo principal, entonces, para la SRA, es la compra de las cosechas.

    Frente a la alianza entre los ganaderos privilegiados y los industriales, cuyos intereses el Estadointenta amortizar, la alternativa que parece promover la UCR es la de una alianza en la que

    participen los grupos agrarios subordinados y las capas medias urbanas no ligadas a la industria.

    As, el eje central de las crticas de la UCR al plan Pinedo est centrado en lo que ste tiene deproteccionista.

    5. El papel del Estado: alianza de clases y hegemona

    Uno de los rasgos salientes de la etapa es el crecimiento de los roles asumidos por el Estado en

    la estructura social. El Estado pasar a ser expresin de la creciente complejidad de las relacioneseconmicas, reflejando as la diferente articulacin de la estructura de sas, a partir del

    crecimiento de la industria.

    La homogeneidad de la antigua estructura de poder tiende a quebrarse despus del 30,

    arrastrada por las modificaciones que el equilibrio del sistema requiere en el nivel de la estructura

    econmica, como consecuencia de la crisis. El Estado se realiza as como equilibrador dentro deun bloque de poder ms complejo; como moderador de una alianza objetivamente estructurada

    alrededor de los intereses comunes de distintas clases.

    Este factor constitutivo de una orientacin "universalista" que sintetiza tendencias parciales, es el

    Estado, controlado por la lite poltica tradicional que sustituye el yrigoyenismo.

    Los mecanismos de esa proyeccin "universalista" que puede soldar el bloque de poder operanen dos dimensiones: en primer lugar, a travs de la instrumentalizacin de polticas de corto

    plazo, reservadas a la iniciativa directa del Poder Ejecutivo y cuya direccin es hacia la viabilizacinde cierto crecimiento industrial, en tanto acenta barreras de tipo proteccionista. En segundo

    lugar, por medio del intento de implementar polticas de largo plazo, ms integrales (como el PlanPinedo y sus antecedentes) que necesitan el complicado apoyo legislativo.