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Juicio No. 1673-2014

ÇO~tL N C i(Xs Xl DI JULL PONENTEJTJ~r1lJ~[2\ Dr Luis Liii iquez ~‘iIIacres

CORTE NACIONAL DE JUSTICIA - SALA ESPEC?IALIZADA DE LO

PENAL, PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y TRÁNS~O. -

Quito, 18 de junio de 2015, las 15H30

ANTECEDENTES

VISTOS: El 27 de diciembre de 2012, a las 08h40, el Juez Décimo Cuarto

de Garantías Penales del Guayas, dictó auto de sobreseimiento provisional

a favor de la ciudadana Bella Aurora Montenegro Ortega; y, definitivo en

beneficio de la señora Kelly Stephanie Rojas Montenegro. Ante lo cual, las

pre mencionadas ciudadanas interpusieron recursos de apelación, así como

el acusador particular Héctor Galindo Burgos Mera representado por el

doctor Carlos Caicedo Moreira.

El 10 de abril de 2013, las 14h12, la Primera Sala de lo Penal y Tránsito de

la Corte Provincial de Justicia del Guayas, resolvió rechazar los recursos

interpuestos; adicionalmente, revocó el auto de sobreseimiento provisional,

dictado en favor de la acusada Bella Aurora Montenegro Ortega, y en su

lugar dictó auto de llamamiento a juicio, por presumirla autora del delito

tipificado y reprimido en el artículo 341 del Código Penal; y por otro lado,

confirmó el auto definitivo dictado en beneficio de la señora Kelly Stephanie

Rojas Montenegro.

El 09 de enero de 2014, las 10h12, el Cuarto Tribunal de Garantías Penales

del Guayas, dictó sentencia condenatoria en contra de la acusada Bella

Aurora Montenegro Ortega, por considerarla autora del delito tipificado y

reprimido en los artículos 340 y 341 del Código Penal, por lo que, le impuso

la pena de dos años de prisión correccional, adicionalmente, la condenó al

pago de doscientos cincuenta mil dólares de los Estados Unidos de Norte

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América, por concepto de daños y perjuicios, en favor del acusador

particular. Fallo del cual, la sentenciada interpuso recursos de nulidad y

apelación, mientras que el acusador particular interpuso recurso de

apelación.

El 22 de julio de 2014, las 11h29, la Sala Especializada Penal, de la Corte

Provincial de Justicia del Guayas, negó los recursos interpuestos, y

confirmó la sentencia subida en grado. Fallo del que la sentenciada Bella

Aurora Montenegro Ortega, interpuso recurso de casación, mismo que

recayó en esta Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y

Tránsito, para su tramitación y resolución.

COMPETENCIA

La Corte Nacional de Justicia, ejerce su jurisdicción a nivel nacional de

conformidad con el articulo 182 último inciso de la Constitución de la

República del Ecuador y 172 del Código Orgánico de la Función

Judicial. La Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial

y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, tiene competencia para

conocer los recursos de casación, revisión y los demás que establezca

la ley, en materia penal, de conformidad con el artículo 184.1 de la (Constitución de la República del Ecuador; así como los artículos 8 y 9

de la Ley Orgánica Reformatoria del Código Orgánico de la Función

Judicial, publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 38, de 17

de julio de 2013, que sustituyen a los artículos 183 y 186 de la misma

ley y las Resoluciones de la Corte Nacional de Justicia Nos. 01-2015 y

02-2015, de fecha 28 de enero de 2015; y, está conformado por el

señor doctor Luis Enríquez Villacrés, Juez Nacional Ponente, de

conformidad con lo dispuesto en el artículo 141 del Código Orgánico de

la Función Judicial; señor doctor Miguel Jurado Fabara, Juez

Nacional; y, señora doctora Sylvia Sánchez Insuasti, Jueza Nacional.

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VALIDEZ PROCESAL

El presente recurso de casación ha sido tramitado conforme a las normas

procesales del articulo 352 del Código de Procedimiento Penal; así mismo,

se ha aplicado lo que dispone el artículo 76.3 de la Constitución de la

República del Ecuador; por lo que, este Tribunal de Casación, declara su

validez.-

FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN

El doctor Carlos Monrroy Moncayo, en representación de la recurrente

Bella Aurora Montenegro Ortega, en lo medular manifestó: que se ha

vulnerado el derecho al debido proceso; que no se aplicó el artículo 140 del

Código de Procedimiento Penal, por lo que indebidamente se aplicó el

artículo 61 ibídem; que se ha vulnerado el artículo 76.7.h) de la

Constitución de la República del Ecuador; y, artículo 312 del Código de

Procedimiento Penal, pues, para una experticia realizada se debió requerir

la presencia del acusador Héctor Burgos.

CONTESTACIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN

INTERVENCIÓN DEL DELEGADO DEL SEÑOR FISCAL GENERAL DEL

ESTADO: El doctor Luis Alfredo Zúñiga Hermosa, manifestó: que el recurso

de casación es un recurso técnico, no siendo un recurso de análisis de

hechos; que la parte recurrente ha pretendido actuar y analizar la prueba,

lo cual está vedado por norma expresa; que no ha fundamentado su

recurso conforme lo establece el artículo 349 del Código de Procedimiento

Penal; que no se ha referido en ningún sentido a las normas contenidas en

la referida norma procesal; que no ha demostrado absolutamente ninguna

violación de la ley en la sentencia; que dentro del proceso se estableció el

nexo causal de la materialidad de la infracción como la responsabilidad de

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Juicio No. 1673-2014

la hoy recurrente; que la sentencia recurrida está debidamente motivada,

conforme lo establece el artículo 76.7.1) de la Constitución de la República,

y jamás se ha violado el debido proceso; que por todas aquellas

consideraciones se condenó a la hoy recurrente como responsable del delito

tipificado en el artículo 341 del Código Penal, en concordancia con el

artículo 340 ibídem; por lo que solicitó se declare improcedente el recurso

por indebidamente fundamentado.

INTERVENCIÓN DE LA ACUSACIÓN PARTICULAR: El doctor José Ramos

Benitez, en representación del señor Carlos Caicedo Moreira, quien es

procurador judicial del señor Héctor Galindo Burgos Mera, concretamente

manifestó; que se ha pretendido convertir a este Tribunal, en una tercera

instancia; que se ha brindado las facilidades para que la recurrente

demuestre los errores in procedendo o in iudicando. Solicitó que sea

desechado el recurso por no haberse fundamentado el mismo, conforme lo

establece la norma procesal; que dentro de la presente causa hay doble

conforme, por cuanto se ha demostrado el nexo causal; que ha existido un

debido proceso, así como, una seguridad jurídica; y, que no se ha

demostrado nada respecto de lo que tiene que ver con el recurso de

casación.

EL RECURSO DE CASACIÓN

El recurso de casación es un medio de impugnación extraordinario, y una

garantía constitucional de poder impugnar los fallos, conforme la norma

contenida en el artículo 76.7.m) de la Constitución de la República del

Ecuador; y, su fin radica en reivindicar el derecho vulnerado por aquella

sentencia dictada por el juzgador en segunda instancia, con el objeto de

restablecer la correcta administración de justica como garantía del debido

proceso; y, su procedencia radica en las falencias que contiene el fallo

impugnado, siendo éstas, los errores de derecho producidos por el juzgador

al momento de determinar normas jurídicas aplicables al resolver, o a su

vez, de haber escogido normas correctas, les ha dado un estilo y alcance a

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su texto que no es el que verdaderamente tienen. Por lo indicado, la

casación se considera como un medio de impugnación limitado ya que su

interposición se ciñe a estrictas causales determinadas en la ley, fuera de

las cuales su consecuencia, es la declaración de improcedencia del recurso

planteado.

Al ser un recurso limitado ha de considerárselo como cerrado, debido a que

su interposición versa sobre sentencias de segunda instancia, tal como lo

indica la norma contenida en el artículo 349 del Código de Procedimiento

Penal, donde su último inciso determina la prohibición de valorar

nuevamente la prueba, ya que el Tribunal de Casación únicamente debe

decidir si en el fallo impugnado se ha quebrantado un precepto legal, ya

que solo compete el análisis de la sentencia versus la ley, y si se ha

aplicado el correcto uso de las reglas de la sana crítica para valorar la

prueba actuada.

Lo señalado anteriormente, concuerda con el criterio del jurista Fabio

Calderón Botero, quien considera al recurso de casación como: “Medio

extraordinario de impugnación, de efecto suspensivo, contra sentencias

definitivas que acusan errores de juicio o de actividad, para que un tribunal

supremo y especializado las anule, a fin de unificar la jurisprudencia,

proveer a la realización del derecho objetivo, denunciar el injusto y reparar el

agravio inferido”. Es por ello que el casacionista debe realizar una correcta

fundamentación del recurso interpuesto, para que este Tribunal cuente con

los medios suficientes para casar una sentencia en base a las

argumentaciones del recurrente, teniendo en especial consideración que el

recurso de casación también protege normas constitucionales como el

principio de legalidad, de defensa y en especial la garantía de la cual gozan

las/los ecuatorianos, en específico los sujetos procesales, para poder

impugnar los fallos, que aplicado a la casación penal, solo compete al de

segunda instancia, como se indicó en líneas anteriores.

CALDERÓN BOTERO, Fabio. “casación y Revisión en Materia Penal”, Editorial Tenis, 1973, Bogntá-Colornbia,pág.4 y 5

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Juicio No. 1673-2014

Por otro lado, los efectos de esta impugnación extraordinaria y la

importancia del derecho penal que se ejerza sobre un individuo, ha

hecho que nuestra legislación y en concreto el articulo 358 del Código

de Procedimiento Penal, faculte al Tribunal de Casación acciones

casacionales de oficio, para que de tal manera al analizarse el fallo

recurrido, se corrija aquellos errores que el recurrente omitió o no

mencionó dentro de la fundamentación de su recurso.

ANÁLISIS DEL TRIBUNAL

PRIMERO: Previo a arribar al pronunciamiento de este Tribunal sobre las

argumentaciones de la casacionista, cabe mencionar que el artículo 349 del

Código de Procedimiento Penal, establece de manera expresa las causales

por las cuales procede el recurso de casación, cuando en la sentencia se

hubiera violado la ley, ya por contravención expresa de su texto, por

indebida aplicación, o por errónea interpretación. Existe contravención

expresa del texto de la ley, cuando se desobedece o se actúa en contrario de

lo que ésta expresamente señala; tiene lugar la aplicación indebida de la

ley, cuando el juzgador en lugar de aplicar la norma que corresponde al

caso, aplica otra que no corresponde, hay aquí una norma (la incorrecta)

aplicada y una norma (la correcta) que se ha dejado de aplicar; y, errónea

interpretación que se da cuando el juzgador no acierta con el sentido

genuino que tiene la norma, es decir, refleja un error de intelección; en

virtud de aquello, en un acápite aparte este Tribunal de casación pasa a

analizar las argumentaciones del recurrente en virtud de lo dispuesto en el

artículo 19 del Código Orgánico de la Función Judicial2.

SEGUNDO: Frente a lo indicado precedentemente, la primera alegación de

la recurrente versa sobre la vulneración al debido proceso. Frente a aquello,

2 Art. 19 del código Orgánico de la Función Judicial: Todo proceso judicial se promueve por

iniciativa de parte legitimada. Las juezas y jueces resolverán de conformidad con lo fijado porlas partes como objeto del proceso y en mérito de las pruebas pedidas, ordenadas y actuadas deconformidad con la ley. (...)“.

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esta figura “Con la declaración de los derechos humanos, se inició la

evolución del concepto jurídico al debido proceso, que pretende el derecho a

tener jueces imparciales e independientes, a ser oído y a tener un proceso

con todas las garantías. Ese proceso es ahora una garantía procesal, que se

reduce en la protección del Estado, dirigida a las personas que acuden a la

administración de justicia en procura de la tutela judicial efectiva de sus

derechos declarados en la Constitución de la República y en los

instrumentos internacionales vigentes o establecidos en las leyes. (...) El

debido proceso comienza por materializarse en cada etapa de un

procedimiento con manifestaciones propias e independientes, según las

garantías básicas comunes a todos los procesos y que se hallan

determinadas en el Art. 76 de la Constitución de la República (...)“3. La

Corte Constitucional ha señalado lo siguiente en relación al debido proceso:

“(...) En sentido material, el debido proceso es el adelantamiento de las

etapas del proceso y el cumplimiento de las distintas actuaciones

judiciales, con sujeción a las garantías constitucionales y legales, como

límite de la función punitiva del Estado (noción formal más cumplimiento

de los fines y derechos constitucionales) (...) Hay debido proceso desde un

punto de vista material, si se respeta los fines superiores como la libertad,

la dignidad humana, la seguridad jurídica y los derechos constitucionales

como la legalidad, la controversia, la celeridad, la publicidad, la prohibición

de la reforma in pejus, y el doble procesamiento por el mismo hecho etc.”;

mientras tanto, en la sentencia No. 035-12-SEP-CC, del 8 de marzo del

2012 (caso 0338-10-EP), advierte que: “El primero de los subderechos del

debido proceso es el deber de las autoridades administrativas o judiciales

de garantizar el cumplimiento de las normas o los derechos de las partes;

constituye un principio fundamental para garantizar la existencia del

Estado constitucional de derechos y justicia y una garantía indispensable

para evitar la arbitrariedad en las decisiones y resoluciones de las

autoridades administrativas o judiciales. Al respecto, el Estado

constitucional de derechos y justicia ‘se dota de una Constitución

TOSCANO GARZÓN, Juan. “La ejecución de la sentencia y el debido proceso”. Primera Edición.2014. Pág. 23

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normativa, que sujeta todos los poderes a la legalidad, sitúa los derechos

fundamentales en el centro del sistema y prevé para ellos garantías

institucionales inéditas’ [...]“4. De lo indicado, para que se vulnere el debido

proceso es indispensable que se esgrima el argumento que especifique de

qué forma la garantía constitucional invocada se ha infringido, mas no

alegar únicamente su vulneración, siendo menester recalcar a la recurrente

que no es factible alegar vulneración del debido proceso si en ninguna fase

procesal de la presente causa, se verifica que haya quedado en ningún tipo

de indefensión; toda vez que se ha garantizado todas las garantías

constitucionales que le asisten, por lo que su alegación es improcedente.

Alega además la recurrente, que se ha indebidamente aplicado en artículo

61 del Código de Procedimiento Penal, norma que textualmente señala:

“En los delitos de acción privada se entenderá abandonada la acusación si

el acusador deja de continuarla por treinta días, contados desde la última

petición o reclamación escrita que se hubiesen presentado al juez de

garantías penales, excepción hecha de los casos en los que por el estado del

proceso ya no se necesite la expresión de voluntad del acusador particular.

El juez de garantías penales declarará abandonada la acusación

únicamente a petición del acusado. Declarado el abandono, el juez de

garantías penales tendrá la obligación de calificar en su oportunidad, si la

acusación ha sido maliciosa y temeraria.”. (La norma citada se refiere, cuando la prosecución de un juicio se da por la

vía procesal privada, no siendo el caso de la presente causa, ya que al ser

pública, la consecución del proceso, como monopolio de la investigación en

los delitos de acción penal pública es de la Fiscalía, siendo el único órgano

que legal y constitucionalmente puede ejercerla, con sujeción a los

principios de seguridad jurídica, oportunidad y mínima intervención penal,

consagrados en los artículos 82 y 195 de la Constitución de la República,

en relación con los artículos: 2 del Código de Procedimiento Penal y el

Corte constitucional, para el período de transición, sentencia publicada en el Registro Oficial Suplemento 602 de 1dejunio de 2009 (caso 002-08-cN).

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innumerado que consta a continuación del artículo 5 del mismo cuerpo

legal. Además, dentro de las consideraciones de la Sala de Apelación, ya se

ha pronunciado al respecto, al manifestar que en relación a la prosecución

de las causas, tratándose de delitos de acción pública corresponde a la

Fiscalía, lo que se diferencia de la acción privada, pues corresponde al

querellante tal impulso y exposición de medios probatorios; por lo que, la

alegación del recurrente al argumentar la vulneración a la norma

esgrimida, sustentada por la no aplicación del artículo 141 del Código de

Procedimiento Penal, la cual se refiere a la obligación de presentación del

acusador particular, teniendo en cuenta que el Tribunal de Alzada, al

respecto se pronunció señalando que los medios probatorios son aquellos

practicados en audiencia de juicio, y con esa apreciación la recurrente tubo

todas las garantías de poder objetarlas, no quedando en ningún momento

en indefensión, por lo que, la alegación de la recurrente, es improcedente.

Otra de las alegaciones esgrimidas por la casacionista, se funda en la

vulneración de los artículos 76.7.h) de la Constitución de la República del

Ecuador y 312 del Código de Procedimiento Penal, las cuales en su orden

señalan:

“Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones

de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá

las siguientes garantías básicas: (...) 7. El derecho de las personas a la

defensa incluirá las siguientes garantías: (...) h. Presentar de forma verbal o

escrita las razones o argumentos de los que se crea asistida y replicar los

argumentos de las otras partes; presentar pruebas y contradecir las que se

presenten en su contra. (...)“; Esta norma guarda relación con los principios

de concentración, contradicción y dispositivo, determinados en el artículo

168.6 de la Constitución de la República, norma constitucional, que ha

sido cumplida en beneficio tanto de la recurrente como el resto de sujetos

procesales, tal como lo ha referido el cid quem dentro del análisis

considerativo.

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Juicio No. 1673-2014

“Art. 312.- La sentencia que declare la culpabilidad deberá mencionar como

se ha comprobado conforme a derecho la existencia del delito y la

responsabilidad del acusado; determinará con precisión el delito por el cual

se condena y la pena que se impone. También debe determinar, cuando

corresponda, la suspensión condicional de la pena y debe fijar el plazo

dentro del cual se ha de pagar la multa. Se debe decidir sobre las costas, la

entrega de objetos incautados, el decomiso y la destrucción de objetos,

segt~in lo previsto en la ley.”. Analizando este artículo, desde la perspectiva

argumental expuesta por la recurrente, cabe mencionar que la norma se

enmarca a cómo el juzgador crea su convicción sobre la certeza de la

existencia material de la infracción y la responsabilidad, que se vinculan,

sobre un acontecimiento ex post fczcto; es decir, punibilidad después del

delito cometido, que implica un vínculo o nexo causal entre materialidad y

responsabilidad, como lo prescribe el artículo 88 del Código de

Procedimiento Penal; todo lo manifestado, generó que exista certeza jurídica

al Tribunal de Alzada, sobre aquello que se juzgó en audiencia de juicio.

Relacionado con lo expuesto, según el criterio del autor Esiquio Manuel

Sánchez Herrera: “En el plano sistemático el tipo delimita los elementos

establecidos por el legislador para la determinación de los delitos, establece

las cualidades de la acción que se consideran penalmente relevantes.”5. Por

ende se establece que el tipo penal, es aquel que debe estar sujeto a

verificación del juzgador con base al análisis de las pruebas que se han

introducido al proceso; de lo manifestado, revisado el fallo impugnado, se

desprende de la lectura del considerando SEXTO, que la materialidad de la

infracción quedó demostrada con las siguientes pruebas: oficio de

comunicación de fecha 07 de diciembre de 2009, suscrito por el señor

Héctor Galindo Burgos Mera, presidente de la compañía PRODUSA S.A., en

el que se habrían registrado las acciones a favor de la hoy recurrente;

diligencia realizada por el perito Marcos Tipán Yépez, cuyo

pronunciamiento fue que las firmas analizadas a varios documentos, no

correspondían a las del señor Héctor Galindo Burgos Mera. En lo que

SÁNCHEZ HERRERA, Esiquio Manuel. “La dogmática de la Teoría del Delito”. UniversidadExternado de Colombia 2007. Pág. 193

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Juicio No. 1673-2014

respecta a la responsabilidad de la sentenciada, la Sala de Apelación se

refirió a que se demostró con los testimonio del policía nacional Carlos

Rodrigo, quien elaboró el informe de investigación; testimonio de la

ingeniera Kathy Realpe, perito informática, que analizó el origen de los

correos enviados por el señor Héctor Galindo Burgos Mera; testimonio del

doctor Miguel Rolando Martínez Dávalos, funcionario de la

Superintendencia de Compañías que verificó la obligación del cedente y

cesionario; testimonio de la ingeniera Gladys Alarcón Valencia quien

determinó las conclusiones de la auditoria de las compañías PRODUSA y

New York Realty; testimonio del perito de criminalista Mario de la Cruz

Lema, quien habría señalado que no se le proporcionaron los documentos

para la respectiva investigación; testimonio del policía Henry Jiménez

Herera quien revisó los movimientos migratorios del señor Héctor Galindo

Burgos Mera. De lo cual, el Tribunal de Alzada concluyó que: “Por lo

analizado la Sala considera que verdaderamente ocurrieron los hechos tal

como se expusieron en la prueba, por lo que resulta insostenible la

afirmación de la procesada respecto de que no ha participado en el delito

investigado (...)“. De ésta conclusión, queda evidente que a la luz de las

pruebas que fueron actuadas en audiencia de juicio y analizadas por la

Sala de Apelación, en uso de su autonomía, exclusividad, e independencia

como órgano jurisdiccional de alzada, ha quedado verificado el nexo causal

entre la materialidad de la infracción y la responsabilidad de la sentenciada

hoy recurrente, conforme los artículos 88 y 252 del Código de

Procedimiento Penal. Por lo tanto, como se ha expuesto en párrafos

anteriores reiteradamente, la comparecencia del señor Héctor Galindo

Burgos Mera, no ha influido en la decisión de la causa adoptada por el cd

quem, puesto que, el acervo probatorio analizado, la recurrente tubo su

debida oportunidad para desvirtuarlo y más aún de proponer sus

objeciones, las mismas que fueron desvirtuadas por el Tribunal de Alada.

Lo que deviene que la alegación de la casacionista sea improcedente.

De las consideraciones expuestas precedentemente, se concluye que

habiéndose despejado las alegaciones esgrimidas por la casacionista,

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Juicio No. 1673-2014

conforme el principio dispositivo y por la garantía constitucional de motivar

debidamente las resoluciones judiciales, se establece que el argumento

casacional esgrimido por la recurrente, no es un fundamento idóneo propio

de la naturaleza casacional, puesto que en esta sede, sólo se analiza los

yerros que contenga la sentencia de segunda instancia; mas, el acervo

probatorio al cual la recurrente se ha referido, implicaría que este máximo

organismo de administración de justicia ordinaria realice una nueva

valoración de la prueba, lo cual se encuentra vedado por disposición del

último inciso del artículo 349 del Código de Procedimiento Penal6. Por ende,

al haberse fundamentado cuestiones ya precluídas en la instancia

pertinente, se ha desnaturalizado la esencia del recurso de casación y lo

que éste persigue, pues como lo señala la Corte Constitucional al referirse

que: “Por lo tanto, al momento de resolver el recurso se debe analizar

únicamente la sentencia objetada por el recurrente, sin que los jueces

tengan competencia para analizar temas de mera legalidad, que ya fueron

resueltos y discutidos en las instancias inferiores, como por ejemplo el

análisis de informes periciales, o la procedencia y valoración de pruebas

(...)“7.así mismo, la Corte Nacional de Justicia, a través de la Sala

Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito, ha

puntualizado: “Para despejar este primer cargo, el cual estriba en un tema

de “valoración de pruebas” (testimonios); el cual, bajo el principio de

contradicción e inmediación, corresponde a la esfera exclusiva del juzgador

de instancia (tribunal penal) ante quien se actúa y obra la prueba tanto de

cargo como descargo; y, reparando en el hecho de que en este escenario

(recurso de casación) no es admisible pedidos tendientes a realizar una

revalorización de la prueba (art. 349 inc. final CPP); tal cargo deviene en

mprocedente) •“8• Lo que origina que la fundamentación casacional

argumentada por la casacionista sea errada e inadecuada.

6 Art. 349. código de Procedimiento Penal: «(...) No serán admisibles los pedidos tendientes a

volver a valorar la prueba.”Ibídem 8. Sentencia 001-13-SEP-CC de 06 de febrero del 2013, emitida dentro del caso 1647-

1 1-EP.corte Nacional de Justicia, Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y

Tránsito. en sentencia que pone fin al recurso de casación signado con el No. 362-2013

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Juicio No. 1673-2014

DECISIÓN

Por expuesto, este Tribunal de Casación, de la Sala Especializada de lo

Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito, de la Corte Nacional de

Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO

SOBERANO DEL ECUADOR, POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y

LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, de conformidad con lo dispuesto en el

artículo 358 del Código de Procedimiento Penal, por unanimidad declara

improcedente el recurso de casación interpuesto por Bella Aurora

Montenegro Ortega, por no haber fundamentado el recurso conforme el

articulo 349 del cuerpo de leyes citado anteriormente, puesto que su

argumento se ha dirigido a que este Tribunal de Casación realice una

nueva valoración de la prueba.- Notifiquese, publiquese y devuélvase al

órgano jurisdiccional de origen para los fines legales pertinentes.

Dr. Miguel Jurado Fabara Dra. Sy~JUEZ NACIONAL

Certifico:

Dr. Luis

JU’

Insuasti

RAZÓN: En Quito, a los dieciocho días del mes de junio de dos mil quince,a partir,dé las doce horas once minutos, notifico con la SENTENCIA queantecefr a: BELLA 1ONTENEGRO ORTEGA, en las casillas judiciales Nos.203 / y 645 y correo electrónico cmonl@,hotmail.comcmonø~cablemodem.com.ecf; FISCALIA GENERAL DEL ESTADO, en lacasilla judicial No. 1207~ doctor CARLOS CAICEDO MOREIRA, en elcorreo electrónico sramosb67(2i)outlook. com , sramosb6%i1hotmail.com -

Certifico

11d0Dra. XimenaSECRETARIA RE RA