N°208 Revista EMPRESA

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208 LOS 60 AñOS DE ACDE Editorial SOBRE EL PROYECTO DE REFORMA DE LOS CóDIGOS CIVIL Y COMERCIAL Enrique V. del Carril, Alejandro Borda, Marcelo Salerno, Horacio M Lynch y Jorge Mazzinghi (h) PRESENTE Y FUTURO DEL SECTOR AGROINDUSTRIAL ARGENTINO: EL IMPACTO DE LAS POLíTICAS PúBLICAS Marcelo Regúnaga EMPRESA Verano 2012

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N°208 de la Revista EMPRESA de ACDE - Verano 2012

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208

Los 60 años de aCdeEditorial

sobre eL proyeCto de reforma de

Los Códigos CiviL y ComerCiaL

Enrique V. del Carril, Alejandro Borda, Marcelo Salerno, Horacio M Lynch

y Jorge Mazzinghi (h)

presente y futuro deL seCtor

agroindustriaL argentino:

eL impaCto de Las poLítiCas púbLiCas

Marcelo Regúnaga

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EMPRESAVer ano 2012

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SUMARIOEMPRESA

Tarifa ReducidaConcesión Nº 1453

Franqueo PagadoConcesión Nº 1277

Número 208Diciembre 2012 / Enero / Febrero 2013

Publicación de ACDE Buenos AiresAsociación Cristiana de Dirigentes de Empresa

Afiliada a la Federación ACDEUNIAPAC de Argentina

directorEduardo Aceiro

Consejo de redacciónGabriel Aramouni

Celso Enrique ArabettiPablo Bevilacqua

Carlos GaraventaHéctor Mario Rodríguez

Consejo editorialAdolfo AbláticoLuis M. Bameule

Enrique Del CarrilHoracio Diez

Gabriel Mayor

editorEduardo Otsubo

asistente de direcciónPatricia D’Agostino

Colaboran en esta ediciónEnrique Federico

Gonzalo Novillo Saravia

ilustracionesLucas Meszaros

premio santa Clara de asís 2002

Los artículos reflejan el punto de vista del autor y no necesariamente

el de ACDE

Registro Propiedad Intelectual 5.028.219

impresiónGráfica Pinter

Diógenes Taborda 48 (1437) CABA - Argentina

Precio del ejemplar: $12.- (S/envío postal)

suscripción por 4 números(cuatro números, incluye envío postal) Buenos Aires, Interior: $ 80.- Países Limítrofes: U$S 60.- Resto de América: U$S 70.- Europa: U$S 80.- Suscripción estudiantes: $ 50.- Suscripción donación: $ 200.-

Publicación propiedad de ACDE Buenos Aires

Bolívar 425 - (C1066AAI) Buenos Aires

República ArgentinaTel./Fax: (54 11) 4331-0251

E-mail: [email protected]

2 Editorial Los 60 años de aCde 4 Institucional una trayetoria de seis décadas 9 Institucional Los ex presidentes, principios y cambios

en aCde Jorge Aceiro 14 Institucional Los dirigentes de empresa como agentes

de evangelización Celso Enrique Arabetti 16 Doctrina La presencia doctrinal en aCde Alejandro Llorente 20 Institucional Los desafíos de la asociación Federico Quintana 30 Reflexión una sola agenda para la planificación estratégica

profesional y personal Paola S. Delbosco 34 Economía desde estados unidos ¿son inflacionarios los programas de relajación

monetaria cuantitativa de la reserva federal? Carlos E. J. M. Zarazaga 40 Informe sobre el proyecto de reforma de los Códigos

Civil y Comercial Enrique V. del Carril

•ElproyectodeReformaylosContratos Alejandro Borda

•OportunidadyconvenienciadeunaunificacióndelDerechoCivilyComercial

Marcelo Urbano Salerno •ElproyectodeCódigoCivilycómointentarsustituir

el derecho común Horacio M. Lynch

•LasnovedadesdelproyectoenmateriadeRelaciones de Familia

Jorge Adolfo Mazzinghi (h) 50 Economía presente y futuro del sector agroindustrial

argentino: el impacto de las políticas públicas Marcelo Regúnaga 56 Reflexión “La cuestión de la riqueza” José Luis Galimidi 59 Delarchivo La construcción de capital civil para

el progreso de la sociedad 64 Testimonio saber escuchar Enrique Shaw

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Los 60 años de aCde

“A lo mejor alguien se pregunta: El empresario cristiano, ¿qué más tiene que

hacer? Contesto: Simplemente tiene que hacer las cosas en forma diferente”.

Enrique Shaw

Cuando este nuevo número de la revista Empresa haya llegado a sus manos, estaremos celebrando los primeros 60 años de vida fecunda de ACDE. Conmemorar seis décadas de existencia no es más que la excusa para repasar la propia historia de la institución, a la luz de los acontecimientos que configuran el entorno en el cual se fue desarrollando la vida empresaria como una actividad más del hombre, en coordenadas precisas de tiempo y espacio.

Toda esta etapa constituye una prueba de supervivencia en una Argentina que transitó momentos complicados, ni más ni menos que los presentes. Etapa que también sirvió, y debe servir, para edificar nuestra casa común sobre roca: esto es, sobre los valores y prin-cipios que alimentaron a ACDE desde su mismo nacimiento. Una etapa suficientemente amplia para contemplar nuestra historia con perspectiva y gratitud. Un lapso en el que la Asociación cargó con nuestras propias limitaciones; brindando testimonio ante los empre-sarios y ante la comunidad de que se pueden integrar los valores promovidos a la actividad profesional.

Vivir bajo el imperio de dichos valores implica promover insistentemente, casi sin des-canso, que las empresas se vayan tornando más productivas y también generen un entorno laboral más humano. Una tarea que une la necesaria sustentabilidad con la debida justicia y la caridad para con los más próximos.

En este intento por integrar Fe y vida, nos hemos presentado ante la comunidad con-vencidos de que nuestra función es generar más trabajo en mejores condiciones de desarrollo profesional y humano para contribuir al Bien Común, o sea de “todos” los hombres y de “todo” el hombre como ser trascendente. Por ello, el rol del empre-sario (y de ACDE) incluye el aporte al desarrollo de las personas que trabajan: capa-citación y formación, posibilidad de crecer y desarrollarse, etc., por “considerar que el ‘recurso principal’ y el ‘factor decisivo’ de que dispone el hombre es el hombre mismo y que ‘el desarrollo integral de la persona humana en el trabajo no contradice, sino favorece más bien la mayor productividad y ef icacia del trabajo mismo’˝. (Doctri-na Social de la Iglesia Nº 278 con cita de Centesimus annus).

Dichos valores: Justicia, Verdad y Libertad -como así también aquellos principios como el Destino Universal de los Bienes, el Bien Común, la Subsidiariedad, la Solidaridad o la Parti-cipación- configuran la piedra angular del diseño cristiano de la vida en sociedad, pero han sido contrarios a la cultura que en los últimos tiempos viene tornándose dominante. Y sin

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embargo, estamos convencidos de que su aplicación es la más pura traducción del mensa-je evangélico a nuestra vida diaria.

Nuestra audiencia ha sido primariamente el mundo empresario, a quienes hemos interpe-lado (y continuamos haciéndolo) para que sumen, a los desafíos de desempeñarse en un mercado competitivo, globalizado y en continua innovación, el sueño de hacerlo de acuer-do a valores que los comprometen íntegramente frente a sus constituyentes con obligacio-nes aún más exigentes para la construcción, en un ámbito de plena libertad, de un mundo más justo y fundado en la verdad.

Así, es oportuno preguntarnos si estos 60 años han sido el camino orientado en la direc-ción que nuestro fundador, Enrique Shaw, se planteara como objetivo en los albores de ACDE. Nuestro país en general y nuestra comunidad empresaria, en particular, han reco-rrido un camino declinante que nos ha hecho perder más de una oportunidad el lugar que nos correspondía en el concierto de las naciones.

También es válido preguntarnos si el rumbo de nuestro destino comunitario aparece hoy asentado sobre valores perdurables, y la respuesta es aún más preocupante. Nos preocu-pa la reducción del ámbito de libertad y de confianza en que podemos desarrollar nuestra tarea de empresarios y como ciudadanos. Nos preocupa que la valoración del trabajo como instrumento de dignidad humana, y por lo tanto nuestra función de sus propios creadores, no sea respetada.

Nos preocupa una sociedad con índices de pobreza y marginación que no ceden, con res-puestas del Gobierno que quedan reducidas al simple asistencialismo, que ayuda a paliar las emergencias pero no da respuesta sustentable al problema. Nos preocupa la inflación, la inseguridad, la degradación de las instituciones republicanas, las divisiones y hasta el odio que se está instalando entre argentinos. En resumen, nos preocupa que dicha dirección no sea compatible con lo que legítimamente ambicionamos.

Sin embargo, el esfuerzo realizado por tantos socios y dirigentes que comprometieron su tiempo y trabajo ha valido y vale la pena. Parece que se pierde en la inmensidad de la contrariedad, pero florece en cada socio o persona que nos dice: el haberme acercado a ACDE cambió la forma en que realizo mi tarea profesional o empresaria.

En este momento tan difícil, como también en momentos anteriores que seguramente lo fueron aún más, y en los que nos puedan esperar en un futuro próximo, está en manos de Dios decidir el grado de prueba y el impacto que puede tener nuestro trabajo. Nos co-rresponde mantener la mente clara y el espíritu decidido para ser buenos instrumentos.

Llegar a los 60 años en una institución como ACDE, basada en el triunfo del espíritu como mensaje y herramienta del desarrollo humano, no es algo común. Menos aún cuando el número de socios y de jóvenes comprometidos viene creciendo, superan-do ya los 1000. Una señal muy fuerte para seguir luchando con fe por la Justicia, la Verdad y la Libertad

En todo este itinerario, el Espíritu nos acompaña con su soplo para ayudarnos a discernir en las decisiones que tomamos. Aprovechemos, entonces, esta oportunidad para agrade-cer a Dios el haber recibido el mensaje y para pedirle que nos haga fieles a su tarea.

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una trayetoria de seis décadas

Los sesenta años de vida institucional es-

timulan una reflexión sobre la trayectoria

y la actualidad de ACDE. ¿Algo ha cambia-

do? ¿Qué ha cambiado? ¿Cómo y por qué

cambió? ¿Cuáles son los desafíos que hoy

enfrenta?

No han cambiado ni los principios ni los objetivos fundacionales

Una de las mayores fortalezas, que hoy

exhibe la Asociación, es el conjunto de prin-

cipios y valores que le dieron origen y su

fidelidad al espíritu con el que fue creada:

“Buscamos influir en la comunidad empre-

saria y en la sociedad con el objeto de hacer

presentes los valores de la Doctrina Social

de la Iglesia”.

El grupo de empresarios liderado por

su fundador, Enrique Shaw, intentó de-

mostrar en 1952 que en el mundo de la

empresa y en la actividad profesional

siempre se puede dar respuestas acordes

con las enseñanzas evangélicas y señalar

modelos de vida cristiana a través de la

conducta y del ejemplo.

Por eso, la propuesta inicial de ACDE -al

destacar que es posible combinar una

trayectoria empresarial eficaz y exitosa

con una vida interior plena- ha recogido

permanentes adhesiones a lo largo de

seis décadas y ha permitido una vigorosa

expansión de la Institución, tanto en su

sede de Buenos Aires, como en las del res-

to del país.

ACDE ha mantenido a lo largo de estos se-

senta años una línea de conducta coherente

con los valores que le dieron origen, lo que

nos permite mirar con orgullo hacia atrás

y afrontar los desafíos del futuro apoyados

por el ejemplo y la trayectoria de la genera-

ción que nos precedió.

Tampoco ha cambiado la motivación de sus asociados

Desde sus orígenes, la participación en

ACDE ha sido individual y voluntaria: está

establecido que los socios no representan

intereses de ninguna empresa, ni sector; ni

deben ser portadores de una ideología. De

allí que su participación es independiente y

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responde a sus convicciones personales y a

su conciencia.

Además, esa independencia se sostiene

en el hecho de que la participación de los

socios en ACDE se financia con el aporte

personal y su afiliación surge de un acto

voluntario.

En el fondo de esta adhesión subyace

una mística -la misma que alentaron sus

fundadores- por la que se asume el com-

promiso de reconocer, con todas sus conse-

cuencias, que el empresario es un dirigente

social y, como tal, se debe a la sociedad.

Tanto ayer, como hoy, la profesión de em-

presario ha sido clave para el desarrollo

social y económico.

ACDE sigue siendo el marco referencial

Son los socios de ACDE quienes convocan y

motivan a participar en las actividades que

aquella realiza. Y sus valores se hacen carne

en las personas que los aplican, o al menos,

en aquellos que lo intentan sinceramente.

Trabajen activamente o no en las activi-

dades de la Institución, los socios siguen

teniendo ese “sentido de pertenencia” a un

núcleo que encarna una manera de ser y

una forma de vivir.

Lo que a través de las generaciones amalga-

ma a gente tan diversa es el interés común

de los socios por desarrollar actividades

empresarias y profesionales con una mayor

coherencia entre lo que creen y lo que ha-

cen todos los días.

ACDE ha sido y sigue siendo un canal de

ayuda que brinda un marco referencial y

social para fortalecer a sus socios y pro-

mover que se ayuden mutuamente, facili-

tando su activa participación -en función

de sus capacidades- en la construcción del

bien común.

No ha cambiado la misión de ACDE

La misión ha sido, y seguirá siendo, ayudar

a los dirigentes de empresa a vivir de ma-

nera coherente su vocación emprendedora

y su fe cristiana, y a desarrollar culturas

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El proceso de expansión de ACDE y su fortalecimiento institucional han logrado un posicionamiento que permite que su voz llegue con nitidez a las autoridades, a los líderes de opinión y a los círculos gremiales empresarios.

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empresarias basadas en el respeto, la parti-

cipación y la promoción de las personas

Pero también está entre los objetivos de

ACDE promover la difusión y la aplicación

de la Doctrina Social de la Iglesia en la

sociedad y realizar aportes para la cons-

trucción de una sociedad más solidaria.

ACDE ha nacido con competencias sobre los

ecos de la cuestión social y sobre las rela-

ciones entre el capital y el trabajo, y ha sido

sensible a las problemáticas de cada hora,

variando los ejes sobre los que concentró su

acción.

¿Qué ha cambiado?

El telón de fondo, la época, las circunstan-

cias, las costumbres, las tecnologías han

cambiado significativamente en estos se-

senta años.

Ha cambiado también la forma en que

ACDE se ve desde afuera.

Ha cambiado el posicionamiento de la Ins-

titución en la sociedad y en los círculos em-

presarios. Ha cambiado el estilo de geren-

ciamiento y la intercomunicación entre los

socios. Ha cambiado también la calidad y la

cantidad de los servicios que ACDE brinda a

sus socios.

Ha cambiado el nombre de ACDE

En 1960, durante la fase preparatoria del

Concilio Vaticano II, por pedido del Papa

Juan XXIII, se dispuso la creación de un «Se-

cretariado para la promoción de la unidad

de los cristianos» que permitiera promover

la participación de las demás Iglesias Cris-

tianas en el Concilio.

Esta apertura hacia los hermanos en la fe

fue asimilada de inmediato en ACDE, razón

por la que se dispuso un cambio sustancial

tanto en su nombre como en su convoca-

toria. Desde 1961 dejó de ser la “Asociación

Católica de Dirigentes de Empresa” para lla-

marse por su actual denominación: “Asocia-

ción Cristiana de Dirigentes de Empresa”.

Ha cambiado la dimensión de ACDE

El pequeño grupo de empresarios que fun-

daron ACDE se ha multiplicado hasta al-

canzar hoy más de mil socios en la Ciudad

de Buenos Aires y otros quinientos en las

distintas sedes del país.

Pero no es la relación cuantitativa la que

marca el cambio de escala de la Institución.

Es su intachable trayectoria, es la coheren-

cia de sus convicciones, es la autoridad mo-

ral de su voz lo que ha generado su proyec-

ción en círculos empresarios y su reconoci-

miento en los medios de opinión pública.

A través de los años, ACDE no ha tenido la

preocupación por alcanzar protagonismos,

pero sí ha realizado constantes esfuerzos en

la búsqueda del bien común y en instalar

la cultura de la verdad. Esta dimensión ha

proyectado a ACDE, sin proponérselo, a par-

ticipar de debates y a expresar opinión en

los principales temas de la agenda nacional.

Es el prestigio que ha ganado como insti-

tución independiente lo que le ha valido el

reconocimiento público y la consideración

de quienes se mueven en los círculos de

decisión.

El proceso de expansión de ACDE y su for-

talecimiento institucional han logrado un

posicionamiento que permite que su voz

llegue con nitidez a las autoridades, a los

líderes de opinión y a los círculos gremiales

empresarios.

En una Argentina traspasada por conflictos

y crisis políticas, económicas y sociales, con

múltiples evidencias sobre el abandono de

ideales y responsabilidades, ACDE ha per-

manecido fiel a sus valores; esto también

ha contribuido a que sea reconocida en el

diálogo social y a que sea respetada en sus

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acciones de defensa de la justicia, de la ver-

dad y de la libertad.

Han cambiado las políticas públicas

Lamentablemente, en todos estos años las

políticas públicas han mudado significati-

vamente y en muchas ocasiones, arbitraria-

mente.

Las consecuencias de estos cambios se veri-

fican en una sociedad más pobre y con ma-

yor desigualdad que hace sesenta años.

En este sentido, todos somos responsables

de que los argentinos no hayamos podido

ponernos de acuerdo sobre cuál es el país

que queremos, y cuáles son las políticas

públicas a largo plazo que deberían ser los

pilares de esa sociedad.

En la medida en que no hagamos esto, se-

guiremos de conflicto en conflicto, con una

sociedad cada vez más fragmentada, donde

como siempre los que menos tienen serán

los más perjudicados. Esta realidad nos de-

bería interpelar vivamente.

Han cambiado las dirigencias empresarias

Hoy la realidad nos muestra algunos sec-

tores de la dirigencia empresaria que, lejos

de la cohesión, y mucho más lejos de portar

una voz conjunta, han caído en el acuerdo

individual y en el silencio.

Estas dirigencias han dejado de ser acto-

res decisivos en la construcción de poder

y sufren limitaciones en cuanto a su ca-

pacidad de expresarse. Los silencios de

algunas cámaras gremiales empresarias

son significativos.

¿Cuáles son los desafíos que ACDE enfrenta?

Cada ciclo histórico permite encontrar la

asociación entre la naturaleza de las cir-

Una de las mayores fortalezas que hoy exhibe la Asociación es el conjunto de principios y valores que le dieron origen y su fidelidad al espíritu con el que fue creada: “Buscamos influir en la comunidad empresaria y en la sociedad con el objeto de hacer presentes los valores de la Doctrina Social de la Iglesia”.

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cunstancias enfrentadas, el tipo de activi-

dades, sus contenidos y la modalidad de

gestión interna. La etapa que se abre deberá

encontrar también esta coherencia entre

desafíos y respuestas.

Del encuentro o no de esa coherencia de-

penderá el signo que asuma la próxima

etapa. ACDE cuenta con base institucional,

presencia, capacidad de convocatoria y doc-

trina para afrontar el futuro. Todos ellos son

recursos que deberán ser movilizados. Pero

esa movilización debe hacerse reconocien-

do, tal como lo muestra su historia, lo pro-

pio de las circunstancias vividas, lo diverso

de las expectativas de sus socios y lo inalte-

rable de su sentido institucional.

Queda claro que el diseño de las estrategias

de ACDE para el futuro debe reconciliar lo

permanente con lo circunstancial.

Al revisar el aporte o los aportes de ACDE

a la sociedad, encontramos que hubo una

alta incidencia a nivel personal, que se han

atendido las necesidades de sus socios, y

que a través de sus socios se ha llegado a

la sociedad. Pero es probable que una de

las materias pendientes sea intentar una

mayor incidencia en los círculos próximos a

nuestra Institución. Lograr esa mayor inci-

dencia es uno de los grandes desafíos.

Además, en una de las parábolas más para-

digmáticas del Evangelio, Jesús dice:

“…cuando vuelve el Señor de aquellos

siervos, ajusta cuentas con ellos. Llamó

al primero… Señor, cinco talentos me en-

tregaste; aquí tienes otros cinco que he

ganado”. ACDE ha recibido mil talentos y

su desafío hoy no pasa solo por conseguir

otros mil, sino también por afectar todo

ese talento para promover decididamente

en nuestro país la justicia, la verdad y la

libertad.

En una Argentina traspasada por conflictos y crisis políticas, económicas y sociales, con múltiples evidencias sobre el abandono de ideales y responsabilidades, ACDE ha permanecido fiel a sus valores; esto también ha contribuido a que sea reconocida en el diálogo social y a que sea respetada en sus acciones de defensa de la justicia, de la verdad y de la libertad.

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Los ex presidentes, principios y cambios

en aCde

Jorge aceiro

Muchas instituciones valoran de diferentes

maneras a sus ex presidentes: distintivos o

diplomas que los acreditan como tal, men-

ción en sus publicaciones, invitación per-

manente a sus Congresos; algunas, incluso,

incorporan al presidente saliente como

miembro de su mesa directiva por un pe-

ríodo o, como alguna Academia estipula en

sus estatutos: que los dos últimos presiden-

tes formen parte de su mesa directiva.

En ACDE la cuestión es aún más formal.

Existe el Comité de ex presidentes que,

además de la función de consejeros perma-

nentes del presidente en ejercicio, tiene una

función específica concreta en el nombra-

miento del presidente futuro.

Esto, más que una mención de honor -que

lo es- es el reconocimiento del valor de

la continuidad dentro del propio cambio;

conservar el espíritu, las costumbres, la lí-

nea básica de acción, los valores, dentro de

este proceso.

Las ideas y, por lo tanto, las acciones cam-

bian en el tiempo. Pero dentro de este de-

venir está la cultura de base, los principios

que permanecen inalterables. Para Moledo,

primer asesor doctrinal, ACDE debía cam-

biar para seguir siendo ACDE.

¿Significa acaso que, como consecuencia

de esto, ACDE cambia menos, que es menos

propensa o tiene más resistencia al cambio?

No. Significa, como decía Ortega y Gasset,

que el hombre pertenece a una generación

y cada generación no se instala en cual-

quier parte sino sobre la que le precedió y, a

partir de ahí, debe edificar su mundo.

En realidad cuando Ortega dice que no nace

en cualquier parte, sino sobre la generación

que la precedió, está señalando que, por so-

bre los cambios, que son tan drásticos, por

sobre la tendencia de cada generación -a

pesar de que cada generación está viviendo

una época muy distinta y, para ella, más di-

fícil que la anterior- hay una base de creen-

cias en la sociedad que fueron modelando

su cultura y creando hábitos.

Este núcleo, que hace a la cultura, cambia

más lentamente. Sobre ese núcleo se monta

el cambio que, para ACDE, básicamente, es

la Doctrina Social de la Iglesia.

Jorge Aceiro ejerció la presidencia de ACDE durante los períodos 1969/1973 y 1979/1982.

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Página 10 EMPRESA Nº208

El desafío de estar a la altura de los tiempos

Claro que no es suficiente el conocimiento del

pasado. Para poder edificar su mundo, ACDE

y sus dirigentes deben estar a la altura de

los tiempos, “sus tiempos”; lo que equivale a

conocer los valores, los problemas y las ambi-

ciones de la sociedad en la que pretende reali-

zarse y contribuir en su realización, siguiendo

el consejo empecinado de Juan XXIII: “Estén a

la altura de los tiempos”.

Porque los problemas cambian con el tiempo.

Nuevos tiempos son nuevos problemas. Por

eso, cuando analizamos la actitud de hombres

o sociedades, es imprescindible ubicarse en

los tiempos en que esas actitudes ocurrieron.

Cuando leo, por ejemplo, textos que escribí

o pronuncié hace diez, veinte y hasta trein-

ta años atrás, encuentro muchos que tienen

valor (en general los que tienen que ver con

los fines y algunos problemas que debieran

ser coyunturales, pero que obstinadamente

se resisten a ser modificados), y también

muchos que ya son obvios, se convirtieron

en “creencias”, sobre los que cuesta pensar

que, alguna vez, fueron preocupación seria.

Ciertamente, no me gustaría que ni hoy ni

en el futuro se juzguen escritos o palabras

mías sin ubicarlas en el tiempo y en la pro-

blemática en que se escribieron o dijeron.

Sin embargo, “estar a la altura de los tiem-

pos” requiere mayor conocimiento de lo que

sucede en el mundo globalizado actual, los

cambios científicos, tecnológicos, sus reper-

cusiones en lo social y económico e incluso

un conocimiento profundo de las ambicio-

nes de la propia sociedad y su predisposición

a aceptar los costos que en general acom-

pañan los cambios. Los hábitos varían más

lentamente que las ideas, tienen inercia.

Si a esto le agregamos que las sociedades jóve-

nes, con bases culturales débiles, son proclives

a repetir errores e insistir pendularmente en

programas que fracasaron, es importante la

presencia de un grupo que tenga memoria.

Esto es lo que se buscó cuando en ACDE

institucionalizamos a los ex presidentes; un

grupo que asesore, aconseje, al que tiene la

responsabilidad de conducción en cada mo-

mento, operando dentro del cambio y con

la historia, arbitrando entre el principio y la

realidad, tarea siempre compleja.

Los principios no cambian

Los que no deben modificarse son los prin-

cipios, lo que sí cambia o debiera cambiar

son las herramientas a usar (los planes)

para el mejor cumplimiento de los princi-

pios en cada contexto histórico.

En lo económico social, ACDE ha seguido las

Encíclicas Sociales, donde los juicios pru-

denciales fueron cambiando en función del

contexto histórico, pero los principios no va-

riaron: el bien común; la propiedad privada;

el destino universal de los bienes; la solida-

ridad más que el asistencialismo, y siempre

subordinada al principio de subsidiariedad;

la búsqueda del desarrollo humano integral;

la libertad, pero unida a la verdad (la liber-

tad separada de la verdad, especialmente si

Aceiro: “Para poder edificar su mundo, ACDE y sus dirigentes deben estar a la altura de los tiempos, ‘sus tiempos’; lo que equivale a conocer los valores, los problemas y las ambiciones de la sociedad en la que pretende realizarse y contribuir en su realización”.

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el que la ejerce tiene poder, lleva al peor de

los paternalismos); la necesidad del trabajo,

indispensable para el desarrollo humano y

para tener más capacidad de elección.

El hombre puede crecer económicamente

de dos maneras: por lo que le dan o por lo

que se gana; en el primer caso es un ser

dependiente, en el segundo es un ser libre.

Esto es lo que dicen las Encíclicas; pero,

aunque duela decirlo, la sociedad argen-

tina es hoy una sociedad con tendencia a

aumentar más y más lo que se da; es una

sociedad paternalista, en una de sus peo-

res versiones.

En una comunidad organizada de esta

manera no se fomenta el ejercicio del libre

albedrío, se decide por el individuo. No se

concibe el desarrollo integral del hombre si

no restauramos su libertad de elección, si

no permitimos que con su accionar en liber-

tad, construya su propia escala de valores.

“La verdad os hará libres”. Pero debe buscar-

se con libertad. El clientelismo político abu-

sa de la libertad que, separada de la verdad,

es otra forma de esclavitud. Además, de

hecho, quita libertad para buscar la verdad.

El indigente no es libre.

En lo que hace a la vida de las empresas, nos

encontramos con un Estado con tendencia

a hacerlo todo, con exceso de gasto público

que se traduce en inflación, restricciones a

importaciones y exportaciones, control de

precios hasta el absurdo de propiciar el “cos-

to plus” eliminado el riesgo empresario. El

cambio constante de las reglas de juego obli-

ga a razonar todo en cortos plazos.

En este círculo vicioso de cada vez más

impuestos, con un Estado ineficiente y bu-

rocrático, la sociedad argentina tendrá cada

vez más pobres y personas decepcionadas.

Pero esa es la realidad, y en esas circuns-

tancias es en las que el actual presidente de

ACDE, y el Consejo Directivo que lo acom-

paña, debe actuar.

CArLos D. TrAmuToLA (Ex presidente 1984 - 1987)

El mayor desafío que enfrenta ACDE en la actualidad es poder continuar liderando la in-tegración de los valores y la ética en el mundo de los negocios.

Con este objetivo, la política comunicacional hacia nuestros socios y hacia el empresariado en general deberá ser amplia y clara en sus de-finiciones frente a las circunstancias cambiantes que enfrente nuestro país.

Luis rivA (Ex presidente 1993 - 1997)

ACDE siempre miró hacia delante e hizo pro-puestas audaces, tuvo capacidad de anticiparse. Este don de la profecía es el desafío más gran-de que enfrentamos hoy. Ser profetas no adivi-nando el futuro, sino leyendo la cotidianeidad, pero teniendo la valentía de movilizar mentes y corazones para comprometerlos en ser pro-tagonistas del cambio que creemos necesario impulsar.

Luis m. BAmEuLE (Ex presidente 1987 - 1990)

En el delicado y difícil escenario argentino, ACDE tendrá el desafío de ofrecer contención y espe-ranza a sus socios y al empresariado en general, promoviendo su rol de productores de bienes y servicios de manera eficiente y competitiva, ge-nerando cada vez más y mejores oportunidades laborales, aceptando la competencia interna y externa, y profundizando, junto con el resto de la dirigencia, el diálogo constructivo, indispensable para lograr una mejor sociedad.

JorgE mATHEu (Ex presidente 1997 - 2000)

Tiene que llegar a la sociedad del mundo del trabajo y de la empresa, testimoniando los va-lores fundamentales, en particular el respeto a las personas y su desarrollo, la honestidad en los negocios y su orientación al bien común. Especialmente en momentos en que la actividad empresarial y los empresarios en sí mismos esta-mos carentes en esta materia.

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Página 12 EMPRESA Nº208

ACDE pasó períodos con todo tipo de cambios,

vivió los fracasos de las reglas que hoy, obstina-

damente, se repiten; tiene hombres que mane-

jaron empresas que sufrieron y lucharon para

tratar de sobrevivir en el error, que aprendieron

de esos errores.

En pocos países se repiten los errores como en

el nuestro, y aquí el consejo de los que fueron

presidentes de la entidad en esos momentos, y

saben de sus resultados, son un valioso aporte

para entender lo que sigue, lo que aún no se ve;

lo que es una gran ayuda para que ACDE siga

estando a la altura de los tiempos.

La fuerza de la transmisión oral

Hay otra función, no explícitamente mencionada

pero que se da, de hecho, con la presencia de los

ex presidentes. Y tiene que ver con las tradiciones,

con el recuerdo de los hombres que la hicieron. La

fuerza de la transmisión oral.

Conocí a Enrique Show, breve y accidentalmen-

te, en Mar Del Plata, durante una reunión de

tres días -en la que participaban diez presiden-

tes de empresas argentinas y cuatro de EE.UU-

donde, entre otras cuestiones, discutíamos sobre

el papel de la ganancia. Al día siguiente, en

misa, después de comulgar y durante la acción

de gracias (Acción de gracias del empresario),

alguien me golpea el hombro y acercándome un

papel manuscrito me dice:"léelo te va a hacer

bien". Al salir de la iglesia, volviendo al hotel

donde nos reuníamos, Enrique me dice: “vos tie-

nes que venir a ACDE”. Luego en las charlas de

los días siguientes, además de explicarme qué

era ACDE, me contó también que había regresa-

do de los EE.UU., de un chequeo médico, del que

no tenía todavía el resultado final. No lo vi más,

nunca me reuní en ACDE con él.

Pero bastante después de su muerte, creo ha-

berlo conocido mucho más íntimamente en

dos aspectos fundamentales de su vida. Uno,

sus últimos largos momentos, a través del

padre Moledo, con el que hablamos mucho

sobre su forma de soportar la enfermedad, el

sufrimiento redentor aceptado y ofrecido; el

José mAríA simoNE (Ex presidente 2000 - 2003)

El mayor desafío será demostrar nuestra fortaleza y templanza en momentos en que los principios básicos son tergiversados o cuestionados. Ser capaces de demostrar nuestros valores cristianos en el día a día, en nuestros emprendimientos, con nuestros colaboradores.

ACDE nos da el marco y el lugar para que, en el intercambio y reflexión sobre estos conceptos y prácticas, que tiene impacto en la sociedad, podamos plantear estos temas en forma coherente y contributiva para lograr la unión social necesaria para el desa-rrollo del país.

sANTiAgo DEL sEL (Ex presidente 2006 - 2008)

ACDE debe cumplir con una labor trascen-dental al brindar luz y esperanza no sólo a sus dirigentes empresarios, sino también colaborar con los diversos actores políticos, sociales, económicos del país para lograr que las heridas curen, las ofensas se perdonen, y para que jun-tos podamos volver a mirar hacia el futuro con optimismo y fe.

El desafío de hoy es trabajar en la reconci-liación del alma argentina. Si no lo logramos, ¡Dios y la Patria nos los van a reclamar!

ALEJANDro PrEusCHE (Ex presidente 2003 - 2006)

ACDE nos ha propuesto siempre el no quedar-nos quietos. Por eso su valor, por eso su actuali-dad. Por ello, la pregunta que nos debemos hacer es personal, no teórica, sino existencial: ¿Cómo respondo al mandato histórico de ACDE? Con una genuina actitud de servicio, en particular hacia los más necesitados. Desde siempre la Asociación ha propuesto esta actitud para quie-nes dirigen las empresas, el dirigente al servicio de los demás.

Además, debemos actuar con honestidad intelec-tual para perseverar en la búsqueda y defensa de la verdad. Superando la mera crítica para ofrecer soluciones y propuestas. Finalmente, con una gran pasión. De nosotros depende. El desafío de ACDE es nuestro desafío.

e m p r e s ainstitucional

Page 15: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 13

ADoLfo ABLáTiCo (Ex presidente 2008 -2010)

El mayor desafío que enfrenta ACDE es bregar por la plena vigencia de los principios demo-cráticos basados en el respeto a las institucio-nes, la división de poderes, la ética y la verdad aplicadas a la función de quienes nos gobiernan. Ello promoverá la base para generar un am-biente de negocios en el que los empresarios podamos realizar nuestro aporte a la sociedad.

Nosotros, los empresarios, debemos trabajar intensamente para ganar el reconocimiento social dando testimonio de transparencia, ac-cionar ético y combate a la corrupción.

segundo aspecto fue sobre su vida de laico

cristiano comprometido y empresario, a

través de Hernando Campos (ex-presidente

y socio fundador de ACDE), que me hablaba

permanentemente de él y de su forma de

evangelizar y de actuar en la vida social y

empresaria.

Algo que refuerza la importancia de la tra-

dición oral es el recuerdo de los nombres de

muchos que fueron importantes en la vida

de ACDE: Moledo y su forma de comunicar-

se, lenta y profunda (los famosos silencios

de nuestro recordado primer asesor doctri-

nal); Hernando, verdadero artífice del pro-

ceso de beatificación de Enrique. Desde el

inicio hasta mi última conversación con él,

antes de su muerte me decía con voz muy

débil: “hay que terminar lo de Enrique”.

El tiempo va desdibujando las acciones de

los que actuaron antes. Vamos olvidando,

sin querer, hombres importantes. Me vienen

varios a la mente que no menciono para no

lesionar, con mi descuido, a alguno.

Los poetas saben sintetizar admirablemen-

te. Juan Ramón Jiménez, en un párrafo de

su excelente El adiós definitivo, dice: "…se

morirán aquellos que me amaron y el pue-

blo se hará nuevo cada año”.

e m p r e s ainstitucional

Page 16: N°208 Revista EMPRESA

Página 14 EMPRESA Nº208

El período fundacionalLos dirigentes de empresa como agentes de evangelización

“No se deje desanimar si fracasa en sus pri-

meros intentos de formar un movimiento

patronal de inspiración cristiana. Yo también

fracasé muchas veces antes de lograr consti-

tuir, con grandes dificultades, una Acción Ca-

tólica Obrera”. Estas fueron las palabras que

el Canónigo Cardijn dirigió a Enrique Shaw,

durante su visita a Buenos Aires, en 1949,

alentándolo para que fundara un movimiento

empresarial de inspiración cristiana.

Cardijn había fundada la Juventud Obrera

Católica (JOC), pero su más amplia visión

pastoral lo llevaba a manifestar que el cam-

po patronal tenía una misión que cumplir,

que era específicamente seglar y, por lo tan-

to, poco o nada podían hacer los sacerdotes

en este desafío que era para los laicos.

Y en esa oportunidad, agregó: “Así como el

apóstol de los obreros debe ser un obrero,

el apóstol de los empresarios debe ser un

empresario”.

Estas contundentes palabras ya no le

dejaban dudas a Enrique Shaw; había

que poner énfasis en la acción y buscar

a hombres de empresa que estuviesen

dispuestos a acompañarlo en la concre-

ción de un proyecto, que contemplase los

cambios en la dirigencia y en las rela-

ciones obrero-patronales, que el siglo XX

mostraba y demandaba como una nueva

realidad.

Había que tener verdaderos dirigentes de

empresa -con sentido social- ya que el

antiguo concepto del “Buen Patrón Cató-

lico”, encarnado en quien había sido León

Harmel, ese humano belga que como pa-

trón había llevado adelante su industria,

había llegado a su fin con la Primera Gue-

rra Mundial. Más allá de la admiración

por dicho empresario, Enrique Shaw com-

prendió que una nueva realidad se vivía

en el mundo.

e m p r e s ainstitucional

En 1952 se integra la primera Comisión Directiva de ACDE. En la foto, los dirigentes de la Asociación acompañados por el Padre Moledo.

Page 17: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 15

La providencia quiso que esos hombres

tuviesen la visión de que esa nueva con-

cepción -dirigente de empresa- llevara im-

plícito también ser verdaderos agentes de

evangelización.

La tarea fue ardua. Hoy a 60 años, rendimos

nuestro más sincero homenaje. Pero por

sobre todas las cosas, el inmensurable agra-

decimiento, por el sentido de pertenencia

de lo que significa Ser de ACDE.

El 3 de diciembre de 1952, día de San Fran-

cisco Javier, quedó constituida la Asociación

Católica de Dirigentes de Empresa. Adjun-

tamos parte del Acta Fundacional con los

primeros dirigentes que dieron vida a la

Asociación (ver recuadro).

Quisiera terminar con las palabras que el

amigo, Carlos Llorente, nos dejó sobre Enri-

que, a quien acompañó en la primera Comi-

sión Directiva:

“La calidad de Enrique, como líder del ACDE,

era indiscutible. Al constituirse esa entidad,

no recuerdo hubiese duda alguna acerca

de quién debía ser su Presidente, a pesar de

que su edad en ese momento podía haber

sido un obstáculo… Al recordar sus conse-

jos, parecería que no han terminado de ser

expresados. Pero siempre había algo que

repensar a raíz de sus enfoques sociales

plenos de caridad”.

Celso Enrique ArabettiSocio de ACDE

e m p r e s ainstitucional

ACTA DE fuNDACióN

Compartimos parte del articulado que conforma el Acta Fun-dacional de ACDE, del año 1952.

primero: Tomar conocimiento de que S.E. el Cardenal arzobispo de Buenos Aires, Dr.

Santiago Luis Copello, se ha dignado escuchar la solicitud de los iniciadores

y ha aprobado los Estatutos que les fueron propuestos, a los cuales prestan

los presentes su total conformidad, suscribiéndolos en este mismo acto,

comprometiéndose a velar por su ejemplar cumplimiento.

segundo: Agradecer a S. E. el Sr. Cardenal Arzobispo, la solicitud pastoral con que ha

atendido el pedido que le fuera formulado, así como la designación del Pbro.

Dr. Manuel Moledo como asesor de la Entidad.

Cuarto: Declarar que la Asociación tiene, como mira fundamental, organizar la parti-

cipación de los dirigentes de empresa en la construcción del orden querido

por Dios N.S.; sin perseguir otra ambición que servir al perfeccionamiento

religioso y moral de sus miembros y del medio profesional en que actúan,

esforzándose en la difusión y la vida de la doctrina social de la Iglesia tal

como es enseñada por los Romanos Pontífices; luchar por el establecimien-

to de la justicia, la colaboración y la caridad, y que nada importa tanto a los

fundadores de la Asociación como dar un testimonio permanente de que

también para el hombre y para los problemas contemporáneos hay un ca-

mino, una verdad y una vida enseñados en el Santo Evangelio y celosamente

conservados por la Iglesia.

sexto: Elegir las primeras autoridades de la Asociación y tomar las providencias

más aptas para un pronto funcionamiento de la entidad. Lo que así se

hizo, resultando electos para integrar la Comisión Directiva las siguien-

tes personas:

Hernando Campos Menéndez, Carlos S. Llorente, Francisco Muro de Nadal,

Miguel Alfredo Nougués, Jorge Pérez Companc, Basilio Serrano, Enrique E.

Shaw, Julio Steverlinck y Fernando Tornquist.

séptimo: En el día y lugar que señalen dichas autoridades, mandar oficiar una Misa de

Acción de Gracias. Con lo cual, y habiéndose cumplido los objetivos de la

convocatoria, se prepara el acta presente, que luego leída es aprobada por

unanimidad.

Buenos Aires 3 de diciembre de 1952- Día de San Francisco Javier.

Page 18: N°208 Revista EMPRESA

Página 16 EMPRESA Nº208

La presencia doctrinal en aCde

alejandro Llorente

No resulta sencillo resumir la presencia

del asesor doctrinal en estos sesenta años

de ACDE. Trataré de trazar un cierto reco-

rrido sin pretensión alguna de ser exhaus-

tivo, y con los límites propios de una tarea

de este tipo y de quien escribe. Lo que

comparto se nutre de recuerdos, relatos

de socios y de mi propia mirada. Agradez-

co especialmente los aportes del padre

Rafael Braun, Raffy, quien generosamente

se puso a disposición y se acercó a mi pa-

rroquia para aportar su rica experiencia

como asesor. Dado que el perfil de la Aso-

ciación y el del asesor doctrinal guardan

una cierta relación, describiré el rol del

asesor en el contexto de las circunstan-

cias de la Asociación.

La ACDE de moledo

Al padre Manuel Moledo lo conocí como

amigo de mi casa, y recién como asesor

doctrinal en mi época de seminarista

cuando hice servicio pastoral en ACDE.

Aunque no recuerdo haber hablado en

esa época sobre el rol de asesor doctrinal

como tal, lo he visto en acción. La ACDE

de Moledo era bastante más pequeña que

la de hoy, más vocacional y menos pro-

fesional, más familiar, con un perfil de

socio más homogéneo. Estaba formada

principalmente por dueños de empresas.

A diferencia de hoy, el staff era mínimo.

Una gran fuente nutricia de esa ACDE

fue la Acción Católica. En la antesala del

Concilio Vaticano II se respiraban aires de

un cristianismo que entraba en diálogo

amistoso con el mundo.

Fue este espíritu de libertad y apertura,

que se respiraba en el pre-concilio, el que

llevó a la Asociación a pasar con natu-

ralidad la denominación de "católica" a

"cristiana". Asimismo, a ser constituida

como asociación civil –en comunión con

la Iglesia– y no como asociación de dere-

cho eclesiástico, ligada a la Iglesia por el

derecho canónico. El rol de los laicos en

la Iglesia y la autonomía de las realidades

temporales marcaron la identidad de la

Asociación en sus orígenes.

Alejandro Llorente es Asesor Doctrinal de ACDE

e m p r e s ad o c t r i n a

DesdelosiniciosdeACDE,elpapeldelasesordoctrinalnorequiriódefinición.Másqueunafunción,eraunapresencia,dondeelpadreMoledoseconstituíaenlafiguratutelardel “sentido” de la Asociación.

LallegadadeRaffyBraunenriqueceelpensamientodoctrinariodeACDE,acompañandounprocesodecambiohaciaunaentidadquepermitiesesustentabilidadeneltiempoyrelevanciaenlasociedad.

Hoy,elperfildeunsociodiferenteyunanuevadinámicadelaasociaciónformanpartedelosdesafíosdelactualasesordoctrinal:elpadreAlejandroLlorente.Esjustamenteélquiennosinvita,enunaclarasíntesis,aintegrarloseneltiempoysustentarnuestroaccionarcomoempresariosenlaformulacióndeladoctrinasocial.

Page 19: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 17

Este espíritu de libertad en comunión se

vio plasmado por el pedido al Arzobispo de

Buenos Aires para que nombrara un asesor

doctrinal para aconsejar en materias de

doctrina social de la Iglesia. Asimismo, en

el hecho de que no se necesitaba ser cató-

lico para participar. Cualquiera que com-

partiese los valores de la doctrina social

y la misión de ACDE podía formar parte.

Moledo decía que "cristiana era la Asocia-

ción, no sus miembros". Otra característica

fue la de estar conformada por personas

que, entre otras cosas, se asociaban para

fomentar los valores de la doctrina social

en sus empresas e incidir, de ese modo, en

el bien común.

Los empresarios de esa generación solían

ser hombres imbuidos de los valores de un

humanismo de raíz cristiana y, al mismo

tiempo, ávidos de toda iluminación que

viniese del magisterio social de la Iglesia.

El magisterio de Pablo VI y su valoración

positiva del mundo acompañaba esta ebu-

llición. El rol del asesor doctrinal estaba

muy marcado por esta situación cultural y

por los perfiles de los socios de ese tiempo.

El padre Moledo, que había sido asesor de la

Acción Católica, tenía una dedicación casi

total a ACDE. Sin quitar los aportes desde lo

específicamente doctrinal, se destacó más

por su acompañamiento como pastor. Tra-

bajaba con las mujeres de los empresarios

y tenía gran incidencia en sus familias. El

"afecto social" motivado por el mutuo cono-

cimiento y la amistad fue un sello distintivo

de esa ACDE.

La presencia de rafael Braun, en un tiempo de transición

La presencia del padre Rafael Braun acom-

pañó la transición de la ACDE de Moledo a

la ACDE de hoy. El crecimiento de cuatro-

cientos a mil socios, la institucionalización

del grupo joven, la elección de presidentes

de no más de cuarenta años, la renovación

del presidente cada tres años, el encuen-

tro anual, etc., señalan sólo algunos de los

hitos de una renovación que urgía. ACDE

estaba envejeciendo no solo por la edad de

sus socios sino también por el encierro en sí

misma. Mejora institucional, lazos de amis-

tad e incidencia en la sociedad iban de la

mano. Los valores centrales que marcaron

los inicios y la identidad de la Asociación se

vivían y fomentaban, pero con los recursos

profesionales y técnicos de una organiza-

ción moderna de ese tipo.

La transición a una ONG, que combinase

voluntariado y profesionalismo, provocó

en algunos socios una cierta tensión y nos-

talgia. Yacía el temor de perder esa ACDE

más familiar y menos "estructurada". Em-

pero había mucho de "imaginario" en esa

nostalgia. La primera ACDE tenía los vicios

propios de lo "familiar". Ahora era necesa-

ria una racionalidad que permitiese sus-

tentabilidad en el tiempo y relevancia en

la sociedad. Esto explica haber recurrido

al esponsoreo de empresas. Aún conside-

rando todo lo que queda por mejorar, esa

transición fue exitosa.

e m p r e s ad o c t r i n a

Llorente: “Respecto de lo humano y espiritual, creo que el rol del asesor pasa por escuchar, aconsejar, animar la esperanza, fortalecer la identidad propia y ayudar a tender puentes”.

Page 20: N°208 Revista EMPRESA

Página 18 EMPRESA Nº208

Esa ACDE estuvo marcada por ciertos

acontecimientos que, de una manera u

otra, ayudaron a su fortalecimiento y

crecimiento: El encuentro de Juan Pablo

II con los empresarios en el Luna Park

(1987), la publicación de la encíclica Cen-

tesimus annus (1991), la misión empresarial

(1993), la decisión de impulsar la causa

de canonización de Enrique Shaw (1997).

La importancia de estos eventos se com-

prende mejor por la sombra de sospecha

que -sobre la actividad y la persona del

empresario– circulaba, y circula, dentro y

fuera de la Iglesia.

El padre Braun ejerció su función respetan-

do la identidad laical de la Asociación. En

un sano espíritu de colaboración, fraterni-

dad y respeto, brindó su consejo en cuestio-

nes doctrinales sin decidir ni conducir; evi-

tando todo clericalismo. Por otra parte, tuvo

claro que el lugar del asesor estaba dado

por el hecho de ser nombrado por el Arzo-

bispo. El asesor es un delegado del Arzobis-

po para las cuestiones doctrinales, aunque

esto sea todavía más una formalidad que

un espíritu. El asesor no es empresario ni

forma parte del staff de la Asociación. En la

realidad, además de la labor doctrinal, el

asesor acompaña como un hermano desde

su ministerio sacerdotal la vida cristiana de

los socios. El acompañamiento espiritual y

humano se cristalizó –entre otras cosas– en

la búsqueda de formas de encuentro y vida

espiritual (Cariló), el retiro de los jóvenes y

las charlas personales.

un perfil de socio diferente

La ACDE que me toca acompañar se ca-

racteriza por un perfil de socio diferente.

El background cultural del nuevo socio no

es el mismo. Procedente de diferentes for-

maciones, la gran mayoría está formada

por ejecutivos o profesionales ligados al

mundo de los servicios a empresas. La

ACDE de Raffy nutrió sus cuadros directi-

vos con la generación que sucedió a la del

padre Moledo. Los jóvenes de esa época

son ahora adultos mayores que, si bien

conforman una reserva como el Consejo

de ex presidentes, no están al frente de la

conducción.

El clima cultural actual se ha caracteri-

zado por diversas crisis: internacional,

nacional, personal e institucional. La

caída de muchas de las "promesas" del

capitalismo va de la mano con una ca-

rencia de liderazgos consistentes en to-

dos los ámbitos. Existe una tendencia a

"tercerizar", es decir a delegar en organi-

zaciones y sistemas el rol indelegable de

las personas. Dado que ACDE representa

en el imaginario de muchos de los que se

asocian un apelo ético independiente, en

medio de las crisis que nos afectan, se la

identifica como un medio para levantar

una voz distinta de las que habitualmen-

te se escuchan. Esto comporta el peligro

de desnaturalizar su misión.

Los fines estatutarios no se alcanzan sin

la propia transformación personal de los

En la ACDE de Moledo, la sede era punto de encuentro. En cierto modo era como su casa. Cumplía una función que iba más allá de las actividades. Los socios iban a la sede para hablar con Moledo.

e m p r e s ad o c t r i n a

Page 21: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 19

socios. El voluntariado del socio de ACDE

no es solo en el orden del hacer o producir

efectos benéficos en la sociedad. Supone el

orden del ser, de la propia conversión para

vivir y proclamar los valores que profesa la

Asociación.

En contrapunto con el crecimiento del

personal, este tiempo se caracteriza por la

menor presencia de los socios en la sede.

En la ACDE de Moledo, la sede era punto

de encuentro. En cierto modo era como su

casa. Cumplía una función que iba más allá

de las actividades. Los socios iban a la sede

para hablar con Moledo. Hoy los socios van

a la sede sólo lo indispensable y para orga-

nizar actividades. Otros tiempos, distintas

circunstancias, nuevos desafíos.

El rol del asesor está intrínsecamente liga-

do al perfil y necesidades de la Asociación.

Repensar su rol es repensar qué ACDE nece-

sitamos hoy y viceversa. Ante todo, el ase-

sor es un hermano que acompaña la vida

de todos los miembros de ACDE, socios y

personal. Respecto de lo doctrinal creo que

es necesario volver a formar en la doctrina

social cristiana. Por "formación" entiendo

tanto los principios como la información

técnica necesaria para los discernimientos

prudenciales. Forma y materia respectiva-

mente del juicio moral.

Respecto de lo humano y espiritual, creo

que el rol del asesor pasa por escuchar,

aconsejar, animar la esperanza, fortale-

cer la identidad propia y ayudar a tender

puentes. La vida dividida, los miedos, las

ideologizaciones, las rigideces, etc., están

más que nunca presentes. Creo que se

impone un giro copernicano marcado por

asumir nuestra misión de servidores de

la sociedad y no detentores de prerrogati-

vas. Esto supone una conversión que sólo

surge de una clara vocación de servicio

dispuesta al sacrificio. Hoy, como nunca,

necesitamos alimentarnos del ejemplo de

Enrique Shaw.

El padre Braun ejerció su función respetando la identidad laical de la Asociación. En un sano espíritu de colaboración, fraternidad y respeto, brindó su consejo en cuestiones doctrinales sin decidir ni conducir ; evitando todo clericalismo.

e m p r e s ad o c t r i n a

Page 22: N°208 Revista EMPRESA

Página 20 EMPRESA Nº208

Los desafíos de la asociación

federico Quintana

Compartiré los desafíos, oportunidades y

responsabilidades que, a mi entender, ten-

drá ACDE en los próximos 10 a 20 años. Mu-

chos aplicables al presente. Procuraré en-

marcarlo dentro de las fortalezas y limita-

ciones que advierto en nuestra Institución.

Dividiré dichos desafíos en internos y exter-

nos. En los internos, incluiré los que tienen

que ver con los socios, sus vínculos, forma-

ción, espiritualidad y participación, como

también con la gestión de la Institución.

En los externos, los que están relacionados

con la expansión en el país, los vínculos con

otras instituciones de Argentina y el mun-

do; también nuestra capacidad de influir y

hacernos escuchar, para agregar valor en el

curso de los acontecimientos.

Desafíos internos

El primer desafío con el que tiene que lidiar

un emprendedor o directivo es el del áni-

mo de cada mañana. Sin una motivación y

entusiasmo por la tarea cotidiana se hacen

difíciles los frutos abundantes y alcanzar

los objetivos. Resulta clave ayudarnos a

encontrar “ganas”, a desarrollar una volun-

tad indeclinable y un motor poderoso que

nos haga pensar que los esfuerzos valen la

pena. Forjar una Institución que ayude a

las personas a encontrar motivación por la

construcción de cosas buenas, en la Espe-

ranza que un futuro mejor es posible. Con

esta intención hace algún tiempo definimos

qué sembrar.

En un tiempo de creciente activismo y de

escaso espacio para las cuestiones de fon-

do, será siempre importante la formación

en valores. En este plano se encuentra una

definición clara de la Misión de ACDE: cono-

cer y difundir los principios de la Doctrina

Social de la Iglesia. La buena formación

permite tomar mejores decisiones, el de-

sarrollo del carácter y el fomento de las

virtudes. También creo relevante formar-

nos y reflexionar sobre la administración

del tiempo, el equilibrio entre los distintos

ámbitos de nuestra vida, y la ponderación y

selección de los objetivos que perseguimos.

Esto último cobra especial relevancia en

nuestros socios jóvenes.

Una Asociación donde se respire y fomente

la espiritualidad nos ayudará a estar más

cerca del mandato y legado de Nuestro

Señor y a producir mayores frutos. El desa-

rrollo de la espiritualidad es una demanda

fuerte también en nuestros días, valga para

esto recordar las conclusiones de cada Reu-

nión Anual de Socios (RAS) en esta materia.

Ejecutar un plan sostenido para el incre-

mento de socios. Siempre nos recordamos

que el número no es la cuestión primaria,

podríamos ser muchos miles y perder

nuestra esencia o sentido. Pero no pode-

mos desconocer que, cuantos más somos,

más posibilidades tenemos de vernos

enriquecidos con experiencias diversas,

de influir y de apalancar un cambio. Si mi-

ramos la proyección de los últimos años

encontraremos que hemos triplicado los

socios, pero también sabemos que hay

miles de personas que podrían sumarse y

verse ayudadas por lo que ACDE ofrece, y

ni siquiera la conocen.

Un quinto objetivo que me parece des-

tacar es el de la red interna. Nos cuesta

conocernos, vincularnos y de ahí brotan

los aprendizajes y crecimientos. Cuando

federico Quintana es vicepresidente 1º de ACDE

e m p r e s ainstitucional

Page 23: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 21

pienso en este tema me viene la imagen de

las primeras comunidades cristianas; ellas

tenían claro la trascendencia de ayudarse,

especialmente en tiempos hostiles. ACDE

es un lugar único para participar con gente

de empresas que cree y comparte nuestros

principios, aún con los matices existentes.

Clarificar y comunicar mejor la propuesta

de valor de ACDE será un tema que también

irá tomando cada vez más relevancia en la

medida que sigamos desarrollándonos. Son

muchas las cosas que ocurren en relación a

nuestra Asociación y, aun los que estamos

más cerca o le dedicamos mayor tiempo,

nos cuesta conocerlas y seguirlas todas. Sin

duda, conocer mejor lo que hacemos nos

ayuda a la gratitud y al sano orgullo de per-

tenecer.

Hay un desafío importante en la gestión

interna de la Institución: coordinar las

personas, sus voluntades, convocar a los

adecuados para cada objetivo, el complejo

fundraising, el plan estratégico, la renova-

ción y elección de autoridades, la división

de funciones, la optimización de las tareas

del staff y tantas otras. Se está trabajando

mucho en mejorar la gestión del volunta-

riado. Tenemos socios con múltiples capaci-

dades, perfiles y dones. Muchos se ofrecen

para sumarse y ayudar. Pero no siempre

logramos hacerles lugar, asignarles la tarea,

comprometerlos o convocarlos de la mejor

forma.

Desafíos externos

Un desafío es la consolidación de la Fede-

ración. En muchas ciudades existen grupos

que quieren desarrollarse con objetivos

similares a los nuestros. En esta última

década he visto un generoso esfuerzo por

este objetivo, nada sencillo y con múltiples

aristas.

El desarrollo de una articulada red externa

será muy importante para poder sumar

fuerzas e impulsar el cuidado de creencias,

valores y princi-

pios. El desafío será

definir con quienes

nos queremos vin-

cular, con qué obje-

tivo, de qué manera

o a través de qué

personas. Un plan

claro, tiempo y

“embajadores” en

cada lugar para po-

der desarrollarlo.

Hacer crecer nues-

tra opinión y voz.

Somos buenos

candidatos para

participar de pro-

cesos decisorios en

múltiples ámbitos,

empezando por la

propia Iglesia en te-

mas económicos, políticos o empresariales.

La red será clave para ayudarnos en este

sentido.

Cuidar el prestigio y la trayectoria sin duda

también será un gran desafío. La coheren-

cia y el cuidado de nuestros predecesores

en la materia nos han ganado un lugar de

privilegio que debemos proteger. Será clave

definir en qué ámbitos nos queremos posi-

cionar como claros referentes.

Otro objetivo que me parece relevante

en relación al ámbito externo es el de los

vínculos con Uniapac (la Institución que

aglutina las ACDE de varios países), y la

red con cada una de éstas y sus socios.

Este intercambio es de gran riqueza para

nosotros, nuestra capacidad de entender

los procesos globales y la posibilidad de

sumar fuerzas.

Me despido compartiendo el deseo que la

causa de canonización de Enrique Shaw

siga avanzando y que algún día sea decla-

rado Santo, para que pueda resultar un

ejemplo más conocido por todos. ¡Dios nos

bendiga y Enrique nos guíe!

e m p r e s ainstitucional

Quintana: "Conocer mejor lo que hacemos nos ayuda a la gratitud y al sano orgullo de pertenecer".

Page 24: N°208 Revista EMPRESA

Premio ACDE

Eventos en Red

Encuentro Anual

Desafío Joven

PRODIEM

UNIAPAC

Desayunos de Formación

Interior y Federación

Revista Empresa

Jornada Joven

Causa Enrique Shaw

Reunión Anual de Socios

Vivencias Compartidas

RSE

Programa Consejeros

Ciclos de Formación y Capacitación Joven

Actividades de Relacionamiento

Desayunos de Actualización Profesional

Hoja de ruta de ACDEForos Almuerzo

Asistencia y seguimiento del desarrollo profesional y personal de un joven por parte de un socio senior promoviendo la comunicación intergeneracional.

Un ámbito para la reflexión personal del dirigente y de intercambio de experiencias reales que surgen cuando éste aspira a desarrollar su vocación emprendedora en un marco coherente de valores.

Programa de mentoría -uno a uno- de ACDE y Shell CAPSA que fomenta en los jóvenes el espíritu emprendedor y los guía en el proceso de transformar una idea en un plan de negocios.

Importantes expositores, representantes de los más diversos sectores empresarios y profesionales, analizan la coyuntura del país y la región.

Especialistas y referentes del mundo empresario ponen al día los adelantos en temas de recursos humanos, marketing, logística, organización, etc.

Temas actuales del quehacer empresario son analizados desde los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

Jóvenes futuros dirigentes de empresa, profesionales, emprendedores y con inquietudes sociales comparten un día de análisis y reflexión comprometiéndose activamente a ser protagonistas de la realidad y a construir un mejor país.

Un reconocimiento a las empresas que buscan la coherencia entre sus prácticas organizacionales y sus valores, y han desarrollado una gestión humana, productiva y responsable.

Una experiencia de reflexión, abierta a socios y amigos de ACDE, que busca estable-cer un marco de convivencia donde temas fundamentales son tratados en pequeños grupos e iluminados desde el Evangelio.

Dirigida a los sectores empresariales y formadores de opinión, contiene análisis y reflexiones actualizadas sobre temas que consideramos de interés para quienes tienen la vocación y la responsabilidad de tomar decisiones.

Un espacio para que los socios profundicen su mutuo conocimiento, analicen las mejores formas de brindar sus talentos a ACDE y puedan opinar desde una mirada comprometida, sobre los logros y aspectos a mejorar.

Grupos de socios constituidos en el interior y que buscan coordinar y sinergizar las actividades y las relaciones con Asociaciones que llevan nuestro mismo nombre, creadas y registradas en sus respectivas jurisdicciones.

Un espacio de diálogo y debate sobre temas de actualidad, entre jóvenes y destacados expositores del mundo de la empresa.

Actividad exclusiva para los socios de ACDE y sus invitados que propone participar de manera virtual de reflexiones, entrevistas y debates que se abren al intercambio de opinio-nes y preguntas de toda la audiencia virtual.

Movimiento ecuménico mundial inspirado en la DSI y en los principios éticos del cristianismo, cuyos integran-tes asumen sus responsabilidades como dirigentes de empresa y verdaderos referentes de la sociedad. Agrupa a asociaciones de empresarios cristianos del mundo, principalmente de Latinoamérica y Europa.

Un espacio para analizar y debatir sobre la responsabilidad empre-saria y ciudadana, y encontrar la mejor manera de impulsar la articulación de la tarea empresaria con el Estado, como una vía concreta de contribuir al camino del progreso de la Nación.

Buscan el conocimiento mutuo entre los socios y la profundización de los lazos, con una visión integral de la persona. Atraviesan a todos los programas y eventos de ACDE, que responden al legítimo interés de los socios, y son a la vez herramienta de crecimiento de la institución.

Promoción de la figura y el legado de quién fue fundador y primer presidente de ACDE.

Promoción de la gestión ética y responsable de las empresas para orientarlas hacia el bien común, integrando el respeto hacia las personas, la comunidad y el medio ambiente.

ecutivaMesa Ej

Asesordoctrinal

StaffFormatos departicipación

de socios

PastPresidents

Las distintas actividades desarrolladas por los socios de ACDE en su camino para realizar la misión por la cual adhirieron a nuestra entidad: "Ayudar a los dirigentes de empresa a vivir de manera coherente su vocación emprendedora y su fe cristiana". A todos ellos, ¡MUCHAS GRACIAS!

DirectivoConsejo

Page 25: N°208 Revista EMPRESA

Premio ACDE

Eventos en Red

Encuentro Anual

Desafío Joven

PRODIEM

UNIAPAC

Desayunos de Formación

Interior y Federación

Revista Empresa

Jornada Joven

Causa Enrique Shaw

Reunión Anual de Socios

Vivencias Compartidas

RSE

Programa Consejeros

Ciclos de Formación y Capacitación Joven

Actividades de Relacionamiento

Desayunos de Actualización Profesional

Hoja de ruta de ACDEForos Almuerzo

Asistencia y seguimiento del desarrollo profesional y personal de un joven por parte de un socio senior promoviendo la comunicación intergeneracional.

Un ámbito para la reflexión personal del dirigente y de intercambio de experiencias reales que surgen cuando éste aspira a desarrollar su vocación emprendedora en un marco coherente de valores.

Programa de mentoría -uno a uno- de ACDE y Shell CAPSA que fomenta en los jóvenes el espíritu emprendedor y los guía en el proceso de transformar una idea en un plan de negocios.

Importantes expositores, representantes de los más diversos sectores empresarios y profesionales, analizan la coyuntura del país y la región.

Especialistas y referentes del mundo empresario ponen al día los adelantos en temas de recursos humanos, marketing, logística, organización, etc.

Temas actuales del quehacer empresario son analizados desde los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

Jóvenes futuros dirigentes de empresa, profesionales, emprendedores y con inquietudes sociales comparten un día de análisis y reflexión comprometiéndose activamente a ser protagonistas de la realidad y a construir un mejor país.

Un reconocimiento a las empresas que buscan la coherencia entre sus prácticas organizacionales y sus valores, y han desarrollado una gestión humana, productiva y responsable.

Una experiencia de reflexión, abierta a socios y amigos de ACDE, que busca estable-cer un marco de convivencia donde temas fundamentales son tratados en pequeños grupos e iluminados desde el Evangelio.

Dirigida a los sectores empresariales y formadores de opinión, contiene análisis y reflexiones actualizadas sobre temas que consideramos de interés para quienes tienen la vocación y la responsabilidad de tomar decisiones.

Un espacio para que los socios profundicen su mutuo conocimiento, analicen las mejores formas de brindar sus talentos a ACDE y puedan opinar desde una mirada comprometida, sobre los logros y aspectos a mejorar.

Grupos de socios constituidos en el interior y que buscan coordinar y sinergizar las actividades y las relaciones con Asociaciones que llevan nuestro mismo nombre, creadas y registradas en sus respectivas jurisdicciones.

Un espacio de diálogo y debate sobre temas de actualidad, entre jóvenes y destacados expositores del mundo de la empresa.

Actividad exclusiva para los socios de ACDE y sus invitados que propone participar de manera virtual de reflexiones, entrevistas y debates que se abren al intercambio de opinio-nes y preguntas de toda la audiencia virtual.

Movimiento ecuménico mundial inspirado en la DSI y en los principios éticos del cristianismo, cuyos integran-tes asumen sus responsabilidades como dirigentes de empresa y verdaderos referentes de la sociedad. Agrupa a asociaciones de empresarios cristianos del mundo, principalmente de Latinoamérica y Europa.

Un espacio para analizar y debatir sobre la responsabilidad empre-saria y ciudadana, y encontrar la mejor manera de impulsar la articulación de la tarea empresaria con el Estado, como una vía concreta de contribuir al camino del progreso de la Nación.

Buscan el conocimiento mutuo entre los socios y la profundización de los lazos, con una visión integral de la persona. Atraviesan a todos los programas y eventos de ACDE, que responden al legítimo interés de los socios, y son a la vez herramienta de crecimiento de la institución.

Promoción de la figura y el legado de quién fue fundador y primer presidente de ACDE.

Promoción de la gestión ética y responsable de las empresas para orientarlas hacia el bien común, integrando el respeto hacia las personas, la comunidad y el medio ambiente.

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Las distintas actividades desarrolladas por los socios de ACDE en su camino para realizar la misión por la cual adhirieron a nuestra entidad: "Ayudar a los dirigentes de empresa a vivir de manera coherente su vocación emprendedora y su fe cristiana". A todos ellos, ¡MUCHAS GRACIAS!

DirectivoConsejo

Page 26: N°208 Revista EMPRESA
Page 27: N°208 Revista EMPRESA

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Aviso VIP_A4.ai 28/04/2009 11:07:08 a.m.

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Page 32: N°208 Revista EMPRESA

Página 30 EMPRESA Nº208

e m p r e s ar e f l e x i ó n

una sola agenda para la planificación estratégica profesional y personal

paola s. delbosco

Mucha satisfacción laboral, familiar y

personal junto a una serie de síntomas

de estrés son comunes a los casi dos mil

directivos, varones y mujeres, que han

participado en la encuesta la “Agenda

del directivo” regional (2009-2011), desa-

rrollada en diez países latinoamericanos

desde el centro Confye - Standard Bank

del IAE.

Estar satisfecho, pero no poder dormir;

estar contento, pero tener la sensación

de perder momentos importantes de

la familia; estar seguro de que uno está

donde quiere estar, pero al mismo tiempo

no poder dedicarse a los seres queridos.

Todas estas afirmaciones nos hablan de

una agenda múltiple, o de varias agendas

a la vez, que lógicamente no permiten es-

tar en paz.

Una de las razones de esta imposibilidad

es que las personas con responsabilidades

profesionales, en las distintas etapas de la

carrera, se encuentran insertadas en una

cultura laboral que no tuvo siempre en

cuenta la realidad personal y familiar de

cada uno como un aspecto fundamental de

la vida.

Por mucho tiempo ha existido una barrera

entre lo privado y lo público que obligaba

a dejar entre paréntesis las cuestiones per-

sonales de quienes trabajaban, para que

se dedicaran totalmente a la profesión. Se

pensaba que la vida privada era responsabi-

lidad de cada persona, así como era su res-

ponsabilidad hacer que no hubiese interfe-

rencias entre las preocupaciones personales

y la eficacia profesional.

Sin duda estamos viviendo un momento

muy interesante de mayor integración de

los distintos aspectos de la vida de las per-

sonas, por lo cual se entiende mucho mejor

cómo el equilibrio de cada ámbito redunda

en beneficio del resultado total.

Por eso, desde Confye, pensamos que to-

mar conciencia de la poca armonía en

algunos aspectos de la propia vida podría

ser, para las personas con cargos directi-

vos, una buena ocasión no solo para orga-

nizar mejor la propia realidad, sino tam-

bién para tener en cuenta que esa armonía

debe ser posible para cada colaborador que

trabaja en la organización. El resultado no

puede ser sino una buena sociedad, pro-

ductiva, ordenada y justa.

Datosyargumentosafavordeunaintegracióninteligentededistintosaspectosdelavida.UnanuevadimensióndelaRSE.

Paola Delbosco es Doctora en filosofía (universitá degli studi di roma). Profesora universitaria. investigadora del Centro standard Bank Conciliación familia y Empresa, CoNfyE en el iAE.Artículo publicado en la revista de Antiguos Alumnos del IAE (edición de julio de 2012).

Page 33: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 31

otra dimensión de la rsE

Estamos convencidos de la necesidad de

este cambio cultural para que el alinea-

miento de las distintas responsabilidades

no sea un juego de imposibles equilibrios,

sino una lúcida respuesta a las necesidades

complejas de las personas. En el fondo, es-

tamos hablando de especificaciones de la

responsabilidad de las empresas en la socie-

dad. Todo el misterio de la Responsabilidad

Social de las Empresas (RSE), finalmente, no

es más que tomar en serio la dimensión éti-

ca de la acción humana, con la amplitud de

la mirada proporcional a la capacidad real o

potencial de influencia.

No hay duda de que la actividad de las em-

presas representa una ocasión espléndida

de prosperidad social, no sólo a través de la

producción de objetos útiles o la prestación

de servicios, sino también a través de los

puestos de trabajo ofrecidos a las personas,

a través del ulterior desarrollo de sus capa-

cidades, de las continuas oportunidades de

realización e innovación en pos de la exce-

lencia, entre otros aspectos. Sin embargo,

no siempre se vio con claridad el nexo de

posible y necesaria cooperación entre em-

presa y sociedad.

Cuando hace unas décadas se habló de la

dimensión ética de la actividad empresarial,

actuar éticamente parecía constituir el pre-

cio para la aceptación por parte de la ciuda-

danía, casi una reparación al eventual daño

que la actividad pudiera producir, o hasta

un “pedido de disculpas” anticipado por su

eficiencia y su poder. Nos encontrábamos

todavía en la fase de una responsabilidad

e m p r e s ar e f l e x i ó n

Delbosco: “Por mucho tiempo ha existido una barrera entre lo privado y lo público que obligaba a dejar entre paréntesis las cuestiones personales de quienes trabajaban”.

PErCEPCióN DE ComPATiBiLiDAD ProfEsióN-fAmiLiA sEgúN sExo y EDAD

Trabajo y familia compatibles Trabajo y familia incompatibles

Varones

Mujeres

Menores de 40 años

Mayores de 40 años

43%29%

31%41%

38%35%

43%27%

Page 34: N°208 Revista EMPRESA

Página 32 EMPRESA Nº208

social orientada a la reparación, y por lo

tanto básicamente reactiva.

Esto produjo la preferencia por acciones

siempre bien visibles, para exhibirlas

como pasaporte para la aceptación, por

parte de los grupos de interés o los ciuda-

danos en general.

Las personas en los

cargos directivos y

sus grupos aseso-

res estaban conti-

nuamente atentos

a los cambios de

gustos y de humor

del público al que

se dedicaban las

acciones de la RSE,

siempre a la espera

de ver qué cosas

serían vistas mal (o bien) de ahora en

más, como si se tratara de un juego cuya

iniciativa estuviera siempre en manos de

los demás.

Y dado que estas preferencias estaban

dictadas por las exigencias externas a

la actividad específica de la empresa,

constituían naturalmente inevitables

costos, con el agravante de su misterioso

y continuo desplazamiento: los ruidos, la

polución ambiental, la exclusión social, la

falta de alfabetización, la desnutrición, el

abuso del agua, las descargas tóxicas, etc.

Una lista imposible de completar, dado

que la realidad es compleja y cambiante,

y el foco de la atención de la gente fácil

de atraer hacia lo nuevo.

¿Cuál ha sido el paso sucesivo para que

la RSE pasara de ser de una reacción a

la presión externa a una iniciativa de los

empresarios? Se trataba de cambiar el

juego. En esta misma lógica se inscribe la

tendencia a modificar la relación entre

vida privada y trabajo, entendiendo que

la persona es siempre una sola, y que lo

que vive en un ámbito lo lleva puesto al

otro.

Planificación estratégica personal y familiar

Si los directivos aprenden a armonizar

su propia agenda, unificando en una sola

“planificación estratégica” -usando un

término que les resultará familiar- tanto

lo profesional como lo personal, se habrá

dado otro paso más de la responsabilidad

empresarial.

Una sola agenda significa integrar inteligen-

temente distintos aspectos de la vida, en-

tendiendo que el equilibrio de uno beneficia

a los otros.

Quizás sea una mayor presencia de mu-

jeres en cargos directivos y la creciente

cantidad de mujeres profesionales lo que

induce a este cambio cultural. Hay que

decir que, si bien son las mujeres quienes

mayoritariamente se ven necesitadas a

pedir flexibilidad y cambios para compa-

tibilizar familia y profesión, el beneficio

de esta visión integrada es para todos. Es

bueno presentarlo como un aspecto ético,

es decir, de trato justo, y no como una

ventaja o un privilegio de quienes tienen

más poder.

Si se entiende la agenda única como un

progreso de la ética laboral, en el sentido

de una mayor preocupación por darle a

cada persona la oportunidad de vivir una

vida armoniosa, habremos conquistado

algo fundamental para toda la sociedad.

No solo por eliminación del estrés de

quienes toman decisiones, sino por la me-

jora de la calidad de vida de las familias,

de las que sale la nueva generación. La

posibilidad de este cambio está en nues-

tras manos.

e m p r e s ar e f l e x i ó n

Una sola agenda significa integrar

inteligentemente distintos aspectos de

la vida, entendiendo que el equilibrio

de uno beneficia a los otros.

Page 35: N°208 Revista EMPRESA
Page 36: N°208 Revista EMPRESA

Página 34 EMPRESA Nº208

Desde Estados unidos ¿son inflacionarios los programas de relajación monetaria cuantitativa de la reserva federal?

Carlos e. J. m. Zarazaga

LaexpansiónsinprecedentesdelabasemonetariadeEE.UU.inducidaporalgunodeesosinstrumentosnoconvencionales,¿desembocaráenunaespiralinflacionariaincontrolable?

Elautorintentaensuanálisisexplorarhastaquépuntoesostemoressonfundados,ylasconsideracionesatenerencuentaparaestimarlaprobabilidaddequesematerialicen.

ZarazagaplanteadosescenariosposiblesfrentealprocesodeestimulaciónmonetariacuantitativayalertaacercadelanecesidaddeseguirdecercalasituaciónfiscaldelosEE.UU..“Asimismo,seríatranquilizadorverificarquelosfuncionariosrecientementeelectosore-electosporelvotopopularlogranimplementarlasmedidasnecesariasparaquelosmercadoslecontinúenasignandobajísimasprobabilidadesdematerializarseaunposibleescenarioproblemático”,apunta.

Carlos E. Zarazaga es Economista investigador y Asesor para Asuntos Económicos Latinoamericanos de la reserva federal de Dallas. Los puntos de vista aquí expresados son exclusivos del autor y no reflejan necesariamente los de la Reserva Federal de Dallas o del Sistema de la Reserva Federal.

La crisis financiera originada en las llamadas

“hipotecas basura”, que tuvo su manifesta-

ción más virulenta en la quiebra de Lehman

Brothers, el 15 de septiembre de 2008, desen-

cadenó una corrida contra los instrumentos

financieros que se negociaban, hasta enton-

ces, en grandes volúmenes en el mercado

mayorista de dinero (money markets).

El temor de que empresas que financiaban

sus operaciones colocando obligaciones

negociables y pagarés en esos mercados es-

tuvieran expuestas a las problemáticas hi-

potecas y no pudieran honrar sus compro-

misos llevó a los inversionistas a abandonar

ese circuito financiero. Los ahorros empe-

zaron a canalizarse en masa hacia papeles

menos expuestos al riesgo de insolvencia,

entre los que figuraron prominentemente el

dinero en efectivo y la deuda del gobierno

federal de los EE.UU..

Tal fue el pánico que los ahorristas estaban,

y aún están dispuestos, a mantener en su

cartera títulos públicos de corto plazo a una

tasa de interés nominal efectiva nula. Es de-

cir, que la fuga hacia instrumentos financie-

ros de mejor calidad, en términos de riesgo

de incobrabilidad (flight to quality), ha creado

desde la crisis un escenario inédito de tasas

de interés nominales de corto plazo iguales

a cero.

Como consecuencia, el instrumento mo-

netario que utilizaba tradicionalmente la

Reserva Federal para expandir o contraer la

e c o n o m í a

Page 37: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 35

demanda agregada, la tasa de interés nomi-

nal de corto plazo, llegó a su valor mínimo

posible justo cuando el colapso del crédito

al sector privado y consiguiente caída del

nivel de actividad aconsejaban una política

monetaria expansiva. Dicha política reque-

riría tasas de interés nominales de corto

plazo negativas, una imposibilidad técnica

cuando existe la alternativa de mantener

los ahorros en un activo financiero no suje-

to a quitas de capital, el dinero contante y

sonante. No le quedó a la Reserva Federal

más remedio, por lo tanto, que recurrir a

instrumentos no convencionales que pudie-

ran alcanzar el mismo objetivo.

Las supuestas propiedades curativas de

esas “drogas monetarias experimentales”

son objeto de acalorados debates entre

los expertos, que seguramente los ávidos

lectores de EMPRESA siguen con la misma

aprensión de quien presencia las delibe-

raciones de una junta médica que debe

decidir el tratamiento más efectivo para

un pariente cercano, antes de que sus inte-

grantes se hayan puesto de acuerdo sobre la

enfermedad que lo aflige.

En tal sentido, una de las suspicacias que se

escucha más frecuentemente es que la ex-

pansión sin precedentes de la base monetaria

de EE.UU. inducida por alguno de esos instru-

mentos no convencionales desembocará en

una espiral inflacionaria incontrolable.

El propósito de esta nota es explorar sucin-

tamente hasta qué punto esos temores son

fundados, y las consideraciones a tener en

cuenta para estimar la probabilidad de que

se materialicen.

Breve descripción de los programas de estimulación monetaria cuantitativa

Tomaría varias páginas describir todos los

instrumentos monetarios no convenciona-

les que la Reserva Federal ha venido utili-

zando desde la caída de Lehman Brothers.

Por esta razón, esta nota se limita a consi-

derar aquellos que han tenido mayor im-

pacto cuantitativo sobre la expansión que

ha experimentado la base monetaria de los

EE.UU. desde aquel episodio, los programas

de “estimulación monetaria cuantitativa”, o

quantitative easing, como se los denomina en

inglés. De ahí que, de ahora en más, se uti-

lizará la sigla adoptada en ese idioma, QE,

para referirse a ellos.

La Reserva Federal ha venido implemen-

tando estos programas desde noviembre de

2008 en ondas sucesivas, la última de las

cuales se lanzó en septiembre de este año.

Estos programas consisten en que la Re-

serva Federal inyecta liquidez adicional en

la economía comprando al sector privado,

con dinero emitido a esos efectos, montos

preestablecidos de títulos públicos del go-

bierno federal de los EE.UU. y de activos

financieros derivados de préstamos hipote-

carios (análogos a las cédulas hipotecarias

que alguna vez circularon en nuestro país).

Por razones de espacio, no es posible discu-

tir en detalle los mecanismos con los que

Zarazaga: “Dado el alto nivel de desempleo y capacidad ociosa presente en la economía de EE.UU., muchos especialistas consideran que hay poco riesgo de que el moderado aumento en la demanda agregada, inducida por las sucesivas rondas de operaciones de QE, se traduzca en lo inmediato en una aceleración significativa de la inflación".

e c o n o m í a

Page 38: N°208 Revista EMPRESA

Página 36 EMPRESA Nº208

se suponía que estos programas lograrían

reactivar la economía. Para los propósitos

de esta nota, sin embargo, la información

relevante es que como resultado de las su-

cesivas rondas de QE, la base monetaria de

EE.UU. más que se triplicó entre el segundo

trimestre de 2008 y el segundo de 2012,

cuando representaba un 5.7% y un 16.6%

del PBI, respectivamente.

operaciones de QE, patrimonio del sector privado, y presiones inflacionarias

La preocupación

de que este salto

sin precedentes en

la base monetaria

de EE.UU. se mani-

fieste en tasas tan

altas de inflación

como las que pade-

ce nuestro país es

natural entre sus

atribulados habi-

tantes, acostum-

brados a que ese

sea, la mayoría de

las veces, el resul-

tado de la emisión

de moneda local.

La entendible reacción “pavloviana” a esa

experiencia histórica no debería oscurecer

el hecho de que, entre diciembre de 1991

y 1998, cuando regía la convertibilidad, la

base monetaria se duplicó pero la inflación

acumulada durante ese mismo período fue

mucho menor.

Debe recordarse que bajo ese sistema, la

base monetaria se expandía sólo si el sector

privado le vendía al Banco Central un mon-

to equivalente de instrumentos financieros

denominados en dólares (u otra moneda

de reserva) a la paridad pre-establecida de

un peso por dólar. Como resultado de la

operación, lo que cambiaba era la compo-

sición, no la magnitud del patrimonio del

sector privado, que no tenía por lo tanto

motivos para sentirse más rico que antes ni,

por consiguiente, para gastar más. Por esa

razón la demanda agregada se mantuvo en

niveles compatibles con una inflación baja,

a pesar de la expansión, tal vez importante,

de la base monetaria.

El mismo mecanismo explica por qué las

expansiones significativas de la base mone-

taria de los EE.UU., originadas en las opera-

ciones de QE, no inducen mayores presiones

inflacionarias en lo inmediato.

Estas operaciones, como se explicó ante-

riormente, también le cambian al sector

privado unos activos por otros (dinero por

cédulas hipotecarias o títulos públicos) y

dejan el patrimonio de ese sector, por lo

tanto, aproximadamente inalterado.

riesgos inflacionarios a corto y largo plazo

Dado el alto nivel de desempleo y capa-

cidad ociosa presente en la economía de

EE.UU., muchos especialistas consideran

que hay poco riesgo de que el moderado

aumento en la demanda agregada, indu-

cida por las sucesivas rondas de opera-

ciones de QE, se traduzca en lo inmediato

en una aceleración significativa de la

inflación.

Esta apreciación se basa en la observación

de que la misma mecánica que permitió

la rápida expansión de la oferta monetaria

durante las operaciones de QE podría ex-

plotarse para contraerla con la misma faci-

lidad. Éste es, justamente, el supuesto que

cuestionan quienes miran estos programas

con recelo.

Como surge del análisis de los dos esce-

narios hipotéticos, que se considerarán a

continuación, las discrepancias se reducen,

en definitiva, a diferencias de opinión sobre

la posible evolución de la calidad crediticia

de los activos que respaldaron las sucesivas

Como resultado de las sucesivas

rondas de QE, la base monetaria

de EE.UU. más que se triplicó entre

el segundo trimestre de 2008

y el segundo de 2012, cuando

representaba un 5.7% y un 16.6% del

PBI, respectivamente.

e c o n o m í a

Page 39: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 37

expansiones de la base monetaria bajo los

programas de QE.

un escenario benigno

En el escenario benigno, las operaciones

de QE tienen éxito en estimular la econo-

mía y la creación de empleo. El retorno a

la normalidad revierte el proceso de fuga

hacia lo seguro, desencadenado por la crisis

financiera, y los inversionistas empiezan a

demandar tasas de interés nominales posi-

tivas sobre sus ahorros.

La suba de la tasa de interés nominal au-

menta el costo de oportunidad de man-

tener los ahorros en efectivo o en cuenta

corriente y reduce, por lo tanto, la demanda

de dinero. En el intento de desprenderse de

sus excedentes de saldos monetarios reales,

el sector privado los volcaría a la compra

de bienes, con las consiguientes presiones

inflacionarias, a menos que la oferta mone-

taria se contrajera en un monto equivalente

a la caída en la demanda de dinero.

La Reserva Federal no tendría dificultades

en garantizar ese resultado: lo único que

tendría que hacer es invertir el orden de

los pasos que siguió durante los programas

de QE y revenderle al sector privado los

activos financieros que le había comprado

durante la implementación de aquellos.

Una observación a tener presente cuando

se analice el otro de los escenarios hipoté-

ticos mencionados es que el procedimiento

para absorber oferta monetaria que se

acaba de describir no sería factible si la

cotización de los activos involucrados fue-

ra mucho más baja que cuando la Reserva

Federal los adquirió.

Pero difícilmente sea ese el caso de las cé-

dulas hipotecarias en el escenario benigno

considerado hasta aquí, porque la mejora

en el clima de negocios seguramente in-

duciría los precios de esos activos al alza.

Aunque los títulos públicos sí bajarían algo

de valor (cabe recordar que sus precios se

mueven en el sentido opuesto a la tasa de

interés), la Reserva Federal no tendría que

liquidarlos para retirar dinero de circula-

ción. Simplemente podría retenerlos hasta

su vencimiento y no reinvertir los pagos de

intereses y capital que reciba en ese enton-

ces de la Tesorería.

El instrumento monetario que utilizaba tradicionalmente la Reserva Federal para expandir o contraer la demanda agregada, la tasa de interés nominal de corto plazo, llegó a su valor mínimo posible justo cuando el colapso del crédito al sector privado y consiguiente caída del nivel de actividad aconsejaban una política monetaria expansiva.

e c o n o m í a

Page 40: N°208 Revista EMPRESA

Página 38 EMPRESA Nº208

un escenario complicado

En el escenario complicado, en cambio,

la delicada situación fiscal por la que

atraviesan los EE.UU. no se resuelve tan

favorablemente, como implicaba la avi-

dez con que los inversores habían estado

demandando la deuda pública de ese país

durante el período de fuga hacia lo segu-

ro. Las dificultades para formular una po-

lítica fiscal capaz de reducir gradualmen-

te el nivel nominal de dicha deuda de sus

peligrosos niveles actuales empieza a ali-

mentar la sospecha de que la “solución”

consistirá en erosionarla en términos rea-

les con una inflación considerablemente

mayor que la esperada.

Tal perspectiva

induce una baja

generalizada en las

cotizaciones de los

títulos públicos,

incluyendo los que

la Reserva Federal

adquirió masiva-

mente en el curso

de las operaciones

de QE. Por la mis-

ma razón, bajan los

precios de otros ac-

tivos de renta fija,

como las cédulas

hipotecarias, tam-

bién presentes en

abultados montos

en la cartera de esa institución.

El valor de los activos en poder de la Reserva

Federal podría caer, por lo tanto, muy por de-

bajo de la emisión de dinero en que se incu-

rrió al comprarlos. En ese caso, el producido

de la venta de esos activos podría retirar de

circulación mucho menos oferta monetaria

que la requerida para compensar exacta-

mente caídas en la demanda de dinero que

generan presiones inflacionarias. Esta misma

percepción llevaría a un mayor deterioro de

la situación, que podría desbocarse en una

espiral inflacionaria difícil de frenar.

un seguimiento de la situación fiscal de los Estados unidos

Es importante destacar que este escena-

rio complicado, aunque posible, no parece

muy probable. Al menos eso es lo que su-

giere el hecho de que, al momento de es-

cribir estas líneas, los inversores seguían

dispuestos a mantener en su cartera títu-

los públicos que no les redituaban ningún

interés nominal y cuyos rendimientos en

términos reales eran negativos. Pero como

lo demuestra la crisis de deuda sobera-

na por la que atraviesan muchos países

de la eurozona, las apreciaciones de los

mercados financieros sobre la solvencia

fiscal de las naciones pueden cambiar sin

previo aviso.

Será prudente seguir de cerca, por lo

tanto, la situación fiscal de los EE.UU..

Ciertamente sería tranquilizador verificar

que los funcionarios recientemente elec-

tos o re-electos por el voto popular logran

implementar las medidas necesarias para

que los mercados le continúen asignando

bajísimas probabilidades de materializar-

se al problemático escenario que se acaba

de describir.

La fuga hacia instrumentos

financieros de mejor calidad, en

términos de riesgo de incobrabilidad

(flight to quality), ha creado desde la

crisis un escenario inédito de tasas

de interés nominales de corto plazo

iguales a cero.

e c o n o m í a

Page 41: N°208 Revista EMPRESA
Page 42: N°208 Revista EMPRESA

Página 40 EMPRESA Nº208

enrique v. del Carril

sobre el proyecto de reforma de los Códigos Civil y Comercial En las siguientes líneas, presentamos la

opinión de cuatro distinguidos abogados y

juristas sobre el proyecto de reforma y uni-

ficación de los Códigos Civil y Comercial de

la Nación, que actualmente se encuentra

en tratamiento en el Congreso.

No es un tema exclusivamente técnico,

que pueda interesarle solo a los abogados.

Por el contrario, el Derecho Privado en

General y la utilización del método del Có-

digo escrito para su difusión y aplicación

implican, nada más y nada menos, que

transparentar y permitir el conocimiento

de aquellas normas que rigen todos los

aspectos de nuestra vida privada. Es decir

que su gestación y aplicación interesan a

todos los ciudadanos, lo cual surge clara-

mente de la experiencia histórica.

En la sanción de un Código Civil está en juego

la concepción que tenemos sobre la esencia

y naturaleza del Derecho Privado. ¿Se trata

de una elaboración reservada a la presunta

sabiduría de una persona o de un grupo que

impone a la sociedad ciertos criterios de con-

vivencia gestados en ideas propias o, por el

contrario, es el fruto de un orden espontáneo

que surge de la comunidad, la cual, guiada por

criterios morales y de utilidad, con sus con-

ductas legítimas, va creando normas de convi-

vencia que se imponen como obligatorias?

En síntesis, frente a la diferencia entre lo “arti-

ficial” -en el sentido de “artificio” o mecanismo

producto del ingenio humano- y lo “natural” -o

sea aquel orden, en el cual si bien interviene el

hombre con su conducta o su libertad, no es

producto de un designio expreso y concreto de

nadie-, ¿dónde ubicamos al Derecho Privado?

Este es el gran debate filosófico y político.

Por mi parte, adhiero a aquellos que consi-

deran al Derecho Privado como un Orden

Espontáneo que, en un ámbito de respeto a

la libertad, marca los límites que se les im-

ponen a las personas, para hacer previsible

la conducta de nuestros semejantes y, de

esta forma, estar en condiciones de elaborar

nuestros proyectos personales de vida en el

ámbito familiar, económico y social.

La postura contraria, resumida en la corriente

del positivismo jurídico, que identifica el De-

recho Privado con la voluntad del legislador,

tiene su origen en el racionalismo idealista

heredero de Descartes y en el impulso del mo-

vimiento de la Revolución Francesa, el cual, a

pesar de sus buenas intenciones, contribuyó

al totalitarismo moderno al imponer la so-

berbia del soberano -sea una persona o un

cuerpo legislativo- como único legitimado a

imponer normas de convivencia.

La génesis histórica del Derecho estuvo ín-

timamente ligada a la religión: en la Ciudad

Antigua, el Derecho era mandato de los dioses

que los hombres interpretaban, no creaban.

Ciertamente ello daba lugar a abusos porque

solo algunos sectores se autoproclamaban

interpretes del Derecho, lo cual produjo las

grandes revoluciones antiguas, donde las cla-

ses populares reclamaron para garantizar su

libertad, la sanción de Códigos escritos como

las Doce Tablas en Roma o las leyes de Solón

en la antigua Grecia. El Derecho escrito fue el

sustento de seguridad y transparencia, aun

cuando quienes lo elaboraron reconocían que

Informe

Abogado. Miembro del

ConsejoEditorialdelaRevista

EMPRESA.

Page 43: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 41

no creaban el Derecho, sino que recopilaban

las costumbres aceptadas por la comunidad.

Pero también la codificación respondió, en

alguna medida, al intento autoritario de go-

bernantes que pretendieron encerrar todas

las normas en textos por ellos promulgados,

prohibiendo o desalentando la libre interpre-

tación de los mismos con la, a veces, oculta

intención de regir con su voluntad las con-

ductas de sus súbditos. Justiniano y Napo-

león, aun cuando produjeron obras jurídicas

que son el pilar del Derecho occidental (y lo

son por el acierto de recopilar costumbres

impuestas por la tradición anterior), son un

ejemplo de esta forma de pensar.

En nuestro país, la magna tarea de Vélez

Sarsfield fue, nada más ni nada menos, re-

copilar normas ya existentes y aprobadas

por la comunidad antes de la sanción de

nuestro Código Civil. Como sustento de ello,

se tomó el trabajo de agregar notas a casi

todos sus artículos donde fundamenta el

origen de la solución adoptada; método que

debió seguirse en el actual proyecto de uni-

ficación pues hubiera contribuido al debate

y esclarecimiento de sus normas.

El gran tema es dilucidar si este proyecto que

ahora se pretende imponer a los argentinos en

un debate apresurado, como nos tiene acos-

tumbrado este gobierno, plasma costumbres

y normas impuestas por la tradición y por la

conciencia de su obligatoriedad o si, por el

contrario, se trata de ideas que surgen de la

cabeza de algunos juristas que la imponen

desde su pensamiento filosófico o derivadas

de algunas modas mal llamadas “progresis-

tas”, que están en boga y se consideran “polí-

ticamente correctas”. Lamentablemente me

temo que esta ocurriendo esto ultimo.

Por ejemplo, la mayoría de los argentinos

¿consideran que la fidelidad no tiene ningu-

na importancia en el matrimonio? Aún más,

¿creen que el matrimonio es un contrato, el

más lábil de todos ellos, que puede romperse

por la sola voluntad de uno de los contra-

yentes sin sanción alguna? Y en materia de

filiación, frente a los avances de la ciencia,

¿la mayoría de los argentinos considera que

puede fundarse una sociedad sobre la base de

la absoluta imposibilidad de conocer la verda-

dera paternidad, por métodos como la legiti-

midad del alquiler de vientres y otros sistemas

que impiden conocer quienes participaron en

la gestación? ¿Queremos correr el riesgo de

llegar a una sociedad como la que describe

Aldous Huxley en su inquietante novela Un

mundo feliz, donde a fuerza de las experien-

cias genéticas, y en aras de la practicidad y la

eficiencia, se desterró el Amor? Son interro-

gantes que la premura y la falsa urgencia que

invocan el oficialismo y los autores de la refor-

ma no permite ni debatir, ni responder con la

profundidad y seriedad que merecen.

Nuestros actuales Códigos Civil y Comercial

en manera alguna han impedido ni impiden

la adaptación del Derecho Privado a las nue-

vas realidades. La labor de nuestros jueces es

un testimonio de ello. ¿Es bueno, entonces,

unificar y reemplazar estos Códigos en forma

apresurada y voluntarista? Creo firmemente

que no es este el sistema; un nuevo Código

surgirá con el transcurso del tiempo y en for-

ma natural no por la voluntad de un gobierno.

En Roma, la codificación de Justiniano se rea-

lizó luego de siete siglos de historia, y nuestros

Códigos Civil y Comercial tienen un siglo y

medio y han sido actualizadas permanente-

mente por la labor de juristas y jueces.

Las opiniones de los juristas, que hemos con-

vocado, nos muestran las luces y sombras de

la reforma. Por mi parte creo que, aun aque-

llos puntos que indudablemente ajustan y

mejoran las normas vigentes desde la expe-

riencia, no justifican la sanción de un nuevo

Código pues en el campo de los contratos,

donde rige la autonomía de la voluntad,

muchas se han impuesto con la tarea de los

abogados y la interpretación de los jueces y,

en aquellos aspectos donde está comprome-

tido el Orden Público, las reformas pueden

surgir de ajustes a un edificio coherente

como son nuestros Códigos vigentes.

Page 44: N°208 Revista EMPRESA

Página 42 EMPRESA Nº208

alejandro borda

El proyecto de reforma y los Contratos

Doctor en Derecho (uBA). Prof. universitario. Autor de libros y publicaciones. En coautoría, actualizador de los Tratados de Derecho Civil de obligaciones y Contratos de guillermo A. Borda, y de sus manuales de obligaciones y Contratos. Director de la revista “Doctrina Judicial”.

Informe

El Proyecto de Código Civil y Comercial

de 2012 incluye una parte general de los

contratos que establece reglas aplicables

a todos los contratos. Dedicaré estas lí-

neas a algunas de sus cuestiones desta-

cables.

Empezaré por las que más me preocupan.

a) El art. 978 reitera una regla hoy vigen-

te: para que el contrato se tenga por

celebrado, la aceptación debe expresar

la plena conformidad con la oferta.

Sin embargo, más adelante, el art. 982

dispone: “Los acuerdos parciales de las

partes concluyen el contrato si todas

ellas, con la formalidad que en su caso

corresponda, expresan su consenti-

miento sobre los elementos esenciales

particulares. En tal situación, el con-

trato queda integrado conforme a las

reglas del Capítulo 1...”.

La norma es peligrosa. Lo que ella dis-

pone es que si las partes han acordado

los elementos esenciales particulares

del contrato -que en los contratos one-

rosos no son otros que su objeto y el

precio fijado- hay contrato. Adviértase

que no importa que no se hayan acor-

dado cuestiones importantes, como el

lugar de cumplimiento, o que el pago

deba ser hecho de manera inmediata

o diferida, en un solo momento o de

manera periódica; en estos casos, hay

contrato, aun cuando las partes no

lo hayan calificado como tal. Se está

creando un contrato que, en verdad,

nace incompleto y que necesita la

inmediata intervención del juez para

integrarlo, para lo cual –conforme a

la remisión que se hace al capítulo 1-

debe aplicar las normas imperativas

que existan, las normas supletorias

que la ley establezca para ese contrato,

y los usos y prácticas del lugar de su

celebración.

b) La seña, hoy, está regulada de manera

contradictoria. El Código de Comercio la

presume confirmatoria; esto es, lo en-

tregado en concepto de seña importa un

principio de ejecución del contrato. En

cambio, el Código Civil la presume peni-

tencial; es decir, la seña dada no obliga a

cumplir el contrato sino que, por el con-

trario, faculta a las partes a arrepentirse:

si se arrepiente el que dio la seña, la

perderá, si se arrepiente quien la recibió,

deberá devolverla con otro tanto igual a

lo que había recibido.

El art. 1059 consagra la presunción de

que la seña es confirmatoria del con-

trato. No comparto la solución. Hay

que pensar en el hombre común, sin

preparación de negocio suficiente, que

tiene incorporado que si ha pagado

una seña puede arrepentirse, sabien-

do que el costo es perderla. Ahora la

situación será diferente y claramente

más gravosa para quien más debió pro-

tegerse.

c) El art. 1065 fija reglas de interpretación

de los contratos y, entre ellas, menciona

la necesidad de considerar la conducta

de las partes, incluso la posterior a su

celebración. Pareciera, por la redacción

dada, que lo fundamental es la conduc-

Page 45: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 43

ta anterior a la celebración del contrato,

y esto es inaceptable.

El comportamiento verdaderamente

relevante es el posterior a la cele-

bración del contrato, tal como ahora

establece el art. 218 del Código de

Comercio, pues ese comportamiento

explica lo que las partes han querido.

En cambio, la conducta anterior solo

puede ser considerada ante vacíos

que existan en el contrato, pues si lo

pactado difiere de lo obrado con ante-

rioridad, ello demuestra que las partes

acordaron algo distinto, por lo que la

conducta anterior es irrelevante.

Hay, también, indudables aciertos en la le-

gislación proyectada.

a) Es bueno que el art. 965 establezca que

los derechos resultantes de los contra-

tos integran el derecho de propiedad del

contratante. Se recoge, así, la jurispru-

dencia de la Corte Suprema de Justicia

que hace una interpretación amplia del

derecho de propiedad, amparado por el

art. 17 de la Constitución Nacional.

b) En materia de contratos con cláusulas

predispuestas, el art. 989 dispone que la

aprobación que haga la autoridad admi-

nistrativa de tales cláusulas, no impide

que el juez las controle y declare, en su

caso, la nulidad de ellas. Se consagra la

primacía del valor justicia.

c) El art. 1010 mantiene la idea vigente

de que la herencia futura no puede

ser objeto de los contratos, a menos

que exista una excepción expresa. Y el

mismo artículo prevé una excepción:

son válidos los pactos relativos a una

explotación productiva o a participacio-

nes societarias, que procuren conservar

la unidad de la gestión empresarial o a

la prevención o solución de conflictos,

siempre y cuando no afecten la legítima

hereditaria, los derechos del cónyuge,

ni los derechos de terceros. La solución

es buena: prohíbe -como regla- pactar

sobre una herencia futura, lo que tiene

amplio consenso, pero permite los pac-

tos que faciliten la solución de futuros

problemas, en la medida que no se

afecten derechos de terceros.

d) El art. 1011 dispone que en los contratos

de larga duración, las partes deben ejer-

cer sus derechos de manera no abusiva,

y dispone que si se decide rescindir el

contrato, será necesario darle a la otra

parte la oportunidad de renegociarlo de

buena fe.

e) Finalmente, se regulan los contratos

conexos (los que están vinculados ínti-

mamente unos con otros, conformando

un negocio único). En estos casos, el

contratante puede oponer las excepcio-

nes de incumplimiento, aun frente a la

inejecución de obligaciones ajenas a su

contrato.

Page 46: N°208 Revista EMPRESA

Página 44 EMPRESA Nº208

marcelo urbano salerno

oportunidad y conveniencia de una unificación del Derecho Civil y Comercial

Doctor en Derecho y Ciencias sociales. Profesor universitario. Autor de libros y publicaciones. miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires. Titular del estudio jurídico salerno.

Informe

Enseña la historia que la codificación de las

leyes es el mayor logro del legislador. Exige

elevar una estructura basada en el derecho

científico, agrupando un conjunto de nor-

mas jurídicas. Por tanto, el Proyecto (P.E.)

de Código Civil enviado al Congreso, genera

lógica expectativa.

¿Es oportuna la sanción de un nuevo có-

digo en esta coyuntura histórica? Desde

hace varios años, vivimos en estado de

emergencia económica, rigiendo medidas

excepcionales, dictadas transitoriamente.

El efecto causado suele perturbar al siste-

ma. Correspondería aguardar un período

de estabilidad y obrar con cautela a fin de

modificar los códigos. En épocas de crisis,

reina la incertidumbre.

Hoy nada es previsible para el hombre co-

mún. Se contrata a breve plazo y escasea el

crédito. La moneda de pago sufre la pérdida

del poder adquisitivo. Se alteran las relacio-

nes patrimoniales, dándoles un sentido dis-

tinto al de su finalidad. Las legítimas expec-

tativas de los justiciables se ven frustradas

por el accionar errático del Congreso.

Otro interrogante es si resulta conveniente

el cambio profundo del sistema jurídico que

se intenta hacer.

En este Proyecto, la rama mercantil, de ori-

gen medieval, es absorbida por el llamado

ius commune (siglo II d. C). Desaparece el

acto de comercio y se elimina la profesión

del comerciante, violando un mandato

constitucional (art. 75, inc. 12 C.N.). Ni la Re-

volución Francesa de 1789 lo logró, después

de abolir las corporaciones.

Unificar las dos ramas principales del de-

recho privado supone simplificar el orde-

namiento, facilitando los negocios, y eli-

minar la superposición de los contratos.

Países como Brasil, Italia, Paraguay, Suiza

y Quebec -nación dentro de Canadá-

optaron por esa técnica, con algunas par-

ticularidades que el Proyecto ha omitido

considerar. Estados Unidos, donde rige el

common law, se apegó al criterio de distin-

guir ambas ramas, e instituyó el Uniform

Commercial Code.

La propuesta es trascendente, de manera

que exige un cuidadoso estudio. Requiere

vincular dos ciencias sociales: el derecho y

la economía. Ello a fin de determinar cuál

será el marco jurídico de nuestra actividad

económica, relativa a la producción, circu-

lación y consumo de bienes.

La empresa, principal agente de esa ac-

tividad, no fue receptada en el Proyecto.

Ningún artículo contempla esa idea fuerza.

Hubiera sido razonable reconocerle catego-

ría jurídica. Falta, pues, una regulación es-

pecífica, destinada a organizar el quehacer

industrial, la labor agropecuaria y el inter-

cambio de bienes y servicios.

Cuando hoy día el discurso político insta al

crecimiento, estimulando a las medianas y

pequeñas empresas para generar empleo y

satisfacer la demanda, resulta paradójico

omitir el dictado de normas de fondo en la

materia, como lo hiciera Brasil en el Código

Civil del año 2002. Entre lo que se predica y

lo que se intenta implementar, hay una fla-

grante contradicción.

Page 47: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 45

Algunos autores sostienen que la empre-

sa es una noción exclusiva de la ciencia

económica y, por tanto, ajena al derecho.

Lo mismo puede decirse del dinero y del

precio, pero es innegable que requieren

tener un encuadre legal. La ciencia jurídi-

ca debe brindar seguridad a las operacio-

nes de mercado.

Una corriente doctrinaria engloba el ius

privatum de naturaleza patrimonial en el

derecho económico privado. En Argentina,

su impulsor es Julio H. C. Olivera, quien

en 1954 publicó una obra sobre el tema.

Rescato una frase representativa de su

pensamiento: “El derecho económico apa-

rece como un nuevo espíritu, un estilo

moderno de ser el derecho, una actitud

diversa a las tradicionales”. Expuso una

noción de la empresa que orienta al intér-

prete hacia la realidad.

Durante la República de Weimar, surgió

en Alemania una escuela que auspició

a esta rama jurídica para hacer frente a

los fenómenos causados en la posguerra

de 1914. Francia, a mediados del siglo

XX, realizó congresos y cursos dedicados

al tema a fin de integrar la energía del

trabajo al capital. Las investigaciones

culminaron en el droit des affaires, entre

nosotros, derecho empresario.

Esa concepción moderna está ausente

en el Proyecto, desperdiciando la ocasión

para poder dar espacio a una herramienta

vital en el ámbito de los negocios. Resulta

insuficiente proyectar artículos para la

agencia y la franquicia, mientras se uni-

fican los contratos civiles y comerciales,

sin sistematizar las normas alrededor de

la noción de empresa.

El rumbo seguido margina la doctrina

social de la Iglesia elaborada sobre la co-

laboración fecunda entre empresarios y

trabajadores, para efectivizar fines ético-

jurídicos. Las instituciones son el cauce

por donde fluye la realidad y el legislador

tiene la misión de brindar todos los me-

dios necesarios para alcanzar el desarro-

llo del mercado interno. Ese objetivo está

lejos de haber sido alcanzado.

En síntesis; aumentará la "litigiosidad", la

jurisprudencia vacilará, habrá discusio-

nes en el foro, se reelaborarán los planes

universitarios. Durante el período del

interregno entre los Códigos abrogados

y el Proyecto a sancionar, estarán com-

prometidos los derechos de las personas,

reinando la confusión sobre su vigencia

temporal. La población correrá serios

riesgos, que afectarán a su cultura, a sus

hábitos cotidianos, y a la práctica mer-

cantil. En consecuencia, el empresariado

deberá asumir con responsabilidad un

desafío clave para hacer producir el po-

tencial de las riquezas del país.

Page 48: N°208 Revista EMPRESA

Página 46 EMPRESA Nº208

Abogado (uCA). fundador y ex presidente de forEs -foro de Estudios sobre la Administración de Justicia-. Consultor del Banco mundial. Especializado en aspectos funcionales de la Corte suprema, de la seguridad jurídica, y de derecho y economía. Colaborador y editorialista de La nación en tema de justicia e institucionales. miembro de Lynch & Asociados – Abogados.

Horacio m. Lynch

El proyecto de Código Civil y cómo intentar sustituir el derecho común

Informe

La forma cómo se encara una obra sobre el

Código Civil unificado es crucial para ob-

tener un buen resultado que perdure en el

futuro. El derecho común de un país, y un

Código Civil, no es una obra estándar, pues

debe armonizar con lo existente y las mo-

dalidades del país y de su gente.

Por ello, el modo no es indiferente al resul-

tado. Comprende a las personas que dirigen

y trabajan; la forma que lo hacen, el méto-

do y los tiempos; cómo se lo trata en el Con-

greso de la Nación. Y, además, cómo se lo

audita, ajusta, corrige, sanciona y difunde.

En octubre de 2012, nos encontramos a mi-

tad de camino. En la primera parte, se han

cometido errores, con malos resultados; en

lo que resta por hacer -auditoría de aportes,

revisión, debate, y sanción y difusión- tales

errores podrían paliarse.

Y si no se corrigieran -de llegar a aprobarse-,

tendríamos un código de dudosa constitucio-

nalidad, que la sociedad no ha reclamado, con

desajustes internos, con dudas sobre lo que

abarca y lo que no, con nuevas leyes desperdi-

gadas, y con intentos de ingeniería social, en

contra del sentir del pueblo argentino.

Así, debería ser reformulado en muchos as-

pectos hasta alcanzar consenso, y deberían

seguirse los procedimientos regulares de

sanción, para evitar declaraciones de in-

constitucionalidad.

En marzo de 2011, me preocupé cuando la

Presidente, Cristina Fernández de Kirchner,

anunció la creación de una Comisión de

tres juristas, presidida por el Presidente de

la Corte Suprema, secundada por su Vice-

presidente y otra ex jueza, para reformar en

365 días el Código Civil y unificarlo con el

Código de Comercio. Era incongruente que

la iniciativa partiera del PE y, peor, que fuera

presidida por la cabeza del Poder Judicial,

por lo que la legislación común, que el Con-

greso debe sancionar, surgiera de los dos

poderes que no deben legislar. Además, era

probable que existieran conflictos de inter-

pretación que deberían dirimirse en la Corte

Suprema, que quedaba comprometida por

la participación de sus autoridades.

El plazo es exiguo, y más para dos personas

que tienen delicadas ocupaciones -dirigir la

justicia- con sobrados problemas.

La oportunidad

La oportunidad no es ideal: el país está hoy

artificialmente dividido, con un proceso in-

flacionario preocupante y sin una moneda

que sea reserva de valor.

No es cierto que todo cambio sea positivo.

Cambiar por cambiar no es bueno. No hay

inconvenientes con que nuestros códigos

daten del siglo XIX: muchos países conside-

ran el añejamiento como un valor, no como

una desventaja, especialmente con la Cons-

titución y las leyes fundamentales. Francia

mantiene vigente su Código de Napoleón.

Durante más de ochenta años hubo muchos

proyectos de reforma, aunque ninguno tan

radical como este. En las dos últimas déca-

das, uno fue aprobado por el Congreso aun-

que fue vetado por el PE, lo que prueba que

Page 49: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 47

el tema no era prioritario ni urgente. El apu-

ro actual por imponer el proyecto no es jus-

tificado. Cuando se dictó el código de Vélez,

el país no tenía Código Civil; ahora tenemos

una meta a superar, un benchmark.

Participación

Quizás, para evitar críticas, los responsa-

bles insisten con que se debatirá mucho.

La Presidente dijo que no será aprobado “a

libro cerrado”, como lo fue el Código de Vé-

lez (aunque se lo estudió por más de cuatro

años). Pero, contradiciéndose, lo envió al

Congreso con plazos perentorios y exiguos.

El Dr. Lorenzetti afirma que “la reforma del

código civil es la más participativa de la

historia”, agregando que se debatió primero,

y recién luego se lo redactó (pero no acla-

ró cuándo y con quiénes se habían hecho,

pues nunca intervino el Congreso). La Comi-

sión invitó a aportar a la ciudadanía, pero

no se supo qué ocurrió con las contribucio-

nes. Se trabajó en grupos cerrados, compar-

timentados por especialidades, y muchos

de quienes así colaboraron no estuvieron de

acuerdo con el resultado final.

La Bicameral se reunió en tres oportunida-

des y luego convocó a audiencias públicas,

simplemente pour la galerie, pues los pocos

integrantes de la comisión que concurren

no se interesan por las presentaciones.

Coordinación, coherencia

Un código civil no es un mero amontona-

miento de normas de la sociedad, sino un

cuerpo orgánico y sistematizado que reúne

toda la legislación común, con orden, méto-

do armonía, y coherencia. Ésta ya era obje-

table en la versión original de la Comisión,

pero se agravó con las modificaciones que

el PE introdujo en varios temas, y especial-

mente en los arts. 765 y 766 referidos al

pago (pesificación) que hubieran impuesto

una readecuación total del régimen con-

tractual, en un país con una moneda erosio-

nada, y prohibida la indexación. ¿Cómo se

podrá contratar de ahora en más en la Ar-

gentina? Y entonces, ¿qué sentido tiene am-

pliar a veinte años el plazo del contrato de

locación, como propone el proyecto si nadie

va a poder firmar ni en los plazos mínimos?

El debate, la auditoria, la revisión constitucional

En cuanto a la auditoría, en tanto los aná-

lisis parciales no son conclusivos, previo

a discutir las normas del proyecto debe

evaluarse si el resultado general es bueno,

superior a lo que tenemos; y, visto así, el

proyecto no aprueba.

Su constitucionalidad es endeble -pese

a lo que pregonan los autores- al afectar

derechos elementales a la vida cuando se

permite desechar embriones fecundados;

cuando se les impone a algunos a nacer

huérfanos (fecundación post mórtem) o se

les impide tener una madre de sexo feme-

nino. Se ufanan de ‘constitucionalizar el

derecho privado’ dando prevalencia a los

‘nuevos derechos y garantías’, especialmen-

te los arts. 41 y 42 de la Constitución, pero

sin armonizarlos con los más básicos y tra-

dicionales de los arts. 14 al 17. Se cuestiona

el concepto patrimonialista del derecho de

propiedad que hizo grande al país, para en-

fatizar una propiedad, con función social y

hasta ambiental.

En este, como en otros temas, la adminis-

tración K intenta avanzar atropellando, esta

vez en compañía con dos ministros de la

Corte Suprema.

Page 50: N°208 Revista EMPRESA

Página 48 EMPRESA Nº208

Abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas (uCA). Especialista en Civil y familia. socio del Estudio mazzinghi. Profesor universitario.

Jorge adolfo mazzinghi (h)

Las novedades del proyecto en materia de relaciones de familia

Informe

El Proyecto no altera sustancialmente la

estructura formal o exterior del matrimo-

nio. Las normas sobre los impedimentos,

la oposición, la celebración del matrimo-

nio, la prueba, el régimen de nulidades,

son -con algunas pocas variantes- muy

similares a las que rigen actualmente. En

cambio, el Proyecto afecta la sustancia

del matrimonio, debilitando las notas que

tienen que ver con un compromiso serio y

responsable.

En este sentido, es significativo que el Pro-

yecto reduzca la fidelidad matrimonial a

un simple deber moral, inexigible, y cuya

ruptura no genera ninguna consecuencia

jurídica.

El mensaje de la ley es ciertamente ne-

gativo, pues las personas que se casen

no van a tener conciencia clara de que el

amor matrimonial importa un deber de

respeto por el otro, la firme decisión de

vencer las dificultades y los escollos que

puedan poner en riesgo la estabilidad del

proyecto familiar.

En la visión del Proyecto, el matrimonio

es un vínculo sumamente frágil, endeble,

al punto de que basta con que alguno de

los cónyuges quiera ponerle fin, para que

el matrimonio de deshaga instantánea-

mente.

Es que, de conformidad con el régimen

que se propone, la conducta o la incon-

ducta de los cónyuges no tiene la más

mínima incidencia, y lo único que impor-

ta es el deseo de seguir adelante con el

matrimonio.

Los inspiradores del Proyecto suponen inge-

nuamente que esta indiferencia y esta faci-

lidad disolutoria va a hacer que desaparez-

ca la conflictividad familiar. Desde mi punto

de vista, se trata de un engañoso espejismo,

porque, cuando el conflicto familiar existe,

cuando uno de los cónyuges ha traicionado

al otro, o ha arrasado su dignidad, hay una

reacción natural y lógica, que, seguramente,

encontrará otros cauces, el del resarcimien-

to del daño moral, el de las controversias

por aspectos patrimoniales, o por el control

de los hijos.

En otro orden de cosas, el Proyecto innova

en cuanto al régimen de bienes del ma-

trimonio, pues establece la posibilidad de

que los cónyuges opten por el régimen de

comunidad o por el de separación de bie-

nes. El primero, -bastante similar al actual,

aunque algo más detallado-, es el residual,

el que se aplica en el supuesto de que los

cónyuges no elijan el régimen de separación

de bienes.

El Proyecto regula las uniones convivencia-

les, asignándoles efectos jurídicos de alguna

significación. Estas uniones de hecho no se

equiparan al matrimonio, pues, aunque se

protege la vivienda común, y se establece

una obligación legal de contribuir a los gas-

tos domésticos, el Proyecto no prevé para

estas uniones un régimen de ganancialidad,

ni los miembros de la pareja tienen voca-

ción hereditaria recíproca.

Los efectos jurídicos que el Proyecto le

reconoce a las uniones convivenciales

rigen imperativamente a los dos años de

convivencia, y aunque los miembros de

Page 51: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 49

la pareja quieran excluir de su relación

todo matiz jurídica. Las normas sobre

filiación tienen un sesgo marcadamente

negativo.

En esta materia, el Proyecto admite la vo-

luntad procreacional como una de las fuen-

tes de la filiación, y, a partir de allí, regula

con inusitada amplitud la gestación por

sustitución, la filiación post mórtem y otros

extremos contarios a nuestra tradición y al

orden natural.

Es llamativo que los hijos nacidos a través

de un mecanismo de fecundación asistida,

no tengan derecho a averiguar y establecer

su origen biológico, prohibiéndoseles toda

acción de filiación. Esta imposibilidad crea

una discriminación inadmisible, pues al-

gunas personas -las nacidas de una unión

natural- tienen derecho a su identidad, y

otras -las resultantes de la fecundación

asistida- no pueden determinar su origen ni

su identidad genética.

En síntesis, la valoración de los presupues-

tos del Proyecto en materia de Derecho de

Familia no es positiva, pues se empobrece

notoriamente el concepto de matrimonio,

y se regula lo atinente a la filiación con

criterios reñidos con el orden natural y el

sentido común.

Page 52: N°208 Revista EMPRESA

Página 50 EMPRESA Nº208

presente y futuro del sector agroindustrial argentino: el impacto de las políticas públicas

marcelo regúnaga

“Seríaunerrornoadvertirque,independientementedelascircunstanciasclimáticasdeunaño,elcrecimientoalargoplazodependedeunentornodePolíticasdeEstado”,advierteRegúnaga.

Paraelautoresnecesarionocorrerelriesgodelosenfoquescortoplacistasdelaspolíticasagrícolasinadecuadasypoderutilizarplenamenteelenormepotencialproductivoconquecuentaelpaís,yquepuedeservendidofácilmenteenunmercadointernacionalmuydinámicoprevistoparalaspróximasdécadas.

marcelo regúnaga es Profesor de Posgrado en la universidad de Buenos Aires y del Centro de Educación Empresaria de la universidad de san Andrés. Ex secretario de Agricultura y de industria y Comercio de la Argentina.

Argentina es uno de los pocos países que

a nivel global cuenta con un enorme po-

tencial de crecimiento de la producción de

alimentos y biocombustibles, en virtud de

que dispone todavía de abundantes tierras

de buena calidad y de recursos de riego que

se pueden incorporar a la producción en

las próximas décadas. Basta con mencio-

nar que, de acuerdo a los estudios de los

organismos especializados -como el INTA-,

la superficie sembrada con granos podría

evolucionar de los aproximadamente 33 mi-

llones de hectáreas que se siembran actual-

mente cada año, a unos 50 millones; y que

no estamos utilizando millones de metros

cúbicos de agua superficial que se pierden

en el océano, ni los importantes acuíferos

subterráneos existentes en la región pam-

peana y en otras regiones del país. Además,

contamos con una moderna industria de

semillas, agroquímicos y maquinaria y con

empresarios agropecuarios innovadores

que nos permitirán aumentar en forma

significativa la productividad de las tierras

cultivadas.

En cambio, en muchas regiones y países del

mundo, tales como Europa y Asia, que ac-

tualmente son los principales importadores

de alimentos y biocombustibles, las posibi-

lidades de expansión de las áreas cultiva-

das son muy limitadas. Por el contrario, se

están planteando restricciones crecientes al

uso actual de los suelos y de las aguas. En

este último recurso, porque en países como

China ya se observa una seria competencia

entre el uso de agua para consumo humano

y el correspondiente a los usos agrícolas.

De hecho, si no mejoran la eficiencia de

irrigación en forma perentoria, no podrán

continuar con los actuales niveles de áreas

irrigadas.

Este escenario internacional de limitacio-

nes a la disponibilidad de recursos para

la producción agrícola y de presiones cre-

cientes hacia una agricultura “más verde”,

con menor utilización de agroquímicos,

petróleo y agua de riego, para limitar el

deterioro de los recursos naturales y los

efectos de los sistemas intensivos de pro-

e m p r e s ae c o n o m í a

Page 53: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 51

ducción en el calentamiento global y el

cambio climático, coexiste con un período

en el que el consumo mundial de alimen-

tos y energía están creciendo en forma

significativa, dinamizados especialmente

por los países emergentes, liderados por

China e India. El crecimiento económico

y los procesos de urbanización en estos

países han dado lugar a un aumento sis-

temático del ritmo de consumo alimentos

de mayor valor en la escala alimentaria,

tales con los lácteos, las carnes y los acei-

tes; pero también de vinos, cervezas, hor-

talizas y frutas.

El desequilibrio entre el menor creci-

miento potencial de la oferta mundial y

el gran dinamismo de la demanda de ali-

mentos y de biocombustibles, basados en

el uso de cereales, oleaginosos y azúcar,

ha implicado un cambio de contexto muy

significativo en relación al que estuvo

vigente en la segunda mitad del siglo XX,

en el que había sobreoferta estructural

de alimentos (“sobraban alimentos”). Este

nuevo escenario ha llevado a, que a nivel

global, en los distintos foros y organismos

internacionales (Grupos de los Ocho y de

los Veinte, FAO, Programa de las Naciones

Unidas para la Alimentación, Banco Mun-

dial, entre otros), se haya incorporado en

los temas prioritarios de la agenda inter-

nacional a los aspectos relacionados con

la seguridad alimentaria, la producción

de energías renovables, la conservación y

uso responsable de los recursos natura-

les y el cambio climático. Es decir, cuatro

temas estrechamente relacionados a las

políticas agrícolas.

Argentina está beneficiándose hoy de este

nuevo escenario, con altos precios de expor-

tación de sus principales productos (la soja,

el maíz, el trigo, las carnes y los lácteos);

que duplican en dólares a los vigentes en

los años 90. Es lo que se suele denominar

“el viento de cola” que ha favorecido el cre-

cimiento económico y de las exportaciones

de la última década.

¿Estamos aprovechando adecuadamente el escenario internacional favorable?

El escenario internacional vigente en la úl-

tima década y el que se proyecta para las

próximas es nuevamente muy favorable

para promover un crecimiento económico

y social sostenido, basado en las ventajas

comparativas y competitivas desarrolladas

por el sector agroindustrial argentino. El

mundo nos brinda una nueva oportuni-

dad. Pero para cada una de las políticas

mencionadas en el párrafo anterior, la res-

puesta es contundente: estamos haciendo

todo lo contrario. Se podría hacer aquí un

detalle de cómo está la infraestructura, la

calidad de la educación, la calidad de las

instituciones y la seguridad de las reglas

de juego para la inversión, los movimientos

de capitales, etc. Pero ello es ampliamente

conocido.

Está claro que hoy no tenemos una estrate-

gia de crecimiento a largo plazo, en la que

el sector agroalimentario pueda contribuir

de manera significativa. La oportunidad la

están aprovechando en serio nuestros veci-

nos y otros competidores de todo el mundo;

aunque algunos de estos tienen mucho

Regúnaga: “No prestar atención al crecimiento de la productividad y la producción en el largo plazo es un error estratégico importante. No hacer la inversión pública necesaria para viabilizar el crecimiento de la producción, también lo es.”

e m p r e s ae c o n o m í a

Page 54: N°208 Revista EMPRESA

Página 52 EMPRESA Nº208

menor potencial de crecimiento, porque

ya agotaron las posibilidades de expansión

de sus fronteras agropecuarias, como es el

caso de EE.UU., Nueva Zelanda y Europa

Occidental.

Estamos perdiendo

oportunidades, que

hoy nos permitirían

exportar mucho

más productos

agroindustriales,

que generan un

saldo neto positivo

de divisas; y con

ello no necesitaría-

mos generar todos

los problemas que

las limitaciones en

las importaciones

tienen para el creci-

miento de los secto-

res manufactureros,

que generan balan-

ces negativos en la

balanza comercial,

pero que también agregan empleo y creci-

miento económico. En lugar de entrar en un

círculo virtuoso que el mundo nos propone

para crecer, en el que el sector agropecuario

puede hacer contribuciones estratégicas

para el desarrollo económico y social glo-

bal, especialmente en el interior del país,

estamos impulsando un circulo vicioso en

el que, en el largo plazo, casi todos pierden;

especialmente los productores de bienes

y servicios, y quienes se benefician con un

mayor empleo basado en mayores oportu-

nidades laborales y no en los subsidios y el

empleo no genuino que brinda el Estado.

Pero las oportunidades siguen estando, por-

que la demanda mundial de alimentos y

biocombustibles sigue muy firme y porque

Argentina cuenta con la base de recursos

naturales, humanos y tecnológicos para

aprovechar en mayor medida el contexto

favorable. La capacidad de respuesta del

sector agropecuario a los incentivos econó-

micos es muy grande; y ya ha sido demos-

trada con el crecimiento espectacular de la

superficie cultivada, las inversiones asocia-

das y la productividad de la de los granos

registradas desde principios de los años 90,

cuando se eliminaron las retenciones y los

controles a las exportaciones y se creó un

contexto favorable para la inversión. La Fi-

gura 1 es elocuente y muestra ese cambio,

a pesar de que en esa década los precios

internacionales eran bajísimos.

Esta experiencia, el mucho mejor contexto

internacional actual y el potencial produc-

tivo de Argentina permiten pensar en que,

si se definiera un marco de políticas favo-

rables, como el que hay en Brasil, Uruguay

o Chile, la producción podría crecer mucho

más de lo que ha evolucionado en los últi-

mos años.

Las oportunidades perdidas por la carencia de un contexto de políticas agrícolas adecuadas

Son varios los ejemplos que muestran cla-

ramente las oportunidades perdidas: el me-

nor crecimiento de la producción de granos

(la principal actividad económica del país),

la dramática caída de la producción gana-

dera, el estancamiento de la producción de

lácteos, entre otros.

Por su importancia económica, se hace

esta referencia inicial al caso de los gra-

nos. Como se mencionó y representó en la

Figura 1, la producción total creció mucho

en la década del noventa, a pesar de los

bajos precios internacionales, y continuó

creciendo en la primera parte de los años

2000 favorecida por los aumentos de pre-

cios internacionales y los efectos de la

devaluación del peso argentino, tal como

se aprecia en la Figura 2. La tasa de creci-

miento promedio de todo ese período fue-

ron 3,33 millones de toneladas por año,

con un ajuste lineal muy bueno. Pero, a

medida que la elevada inflación fue dete-

riorando en el mercado interno el efecto

de los buenos precios internacionales y

Los mercados están, los recursos

naturales disponibles son abundantes

y no han sido utilizados plenamente

y se cuenta con conocimientos

y tecnologías que permitirían

aumentar significativamente

la producción en un plazo

relativamente breve.

e c o n o m í a

Page 55: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 53

que el gobierno instrumentó intervencio-

nes crecientes en el mercado, prohibiendo

o fijando cupos para las exportaciones, el

crecimiento de la producción de granos

se limitó en forma significativa. En la

Figura 3 puede apreciarse que el creci-

miento promedio anual de la producción

total de granos cayó a 1,88 millones de

toneladas por año durante el período

2005/06-2010/11, es decir casi la mitad

del crecimiento del período anterior. Si

la producción hubiera mantenido la ten-

dencia previa, la Argentina estaría pro-

duciendo actualmente unas 10 millones

de toneladas más promedio por año, que

valorizadas a unos 450 dólares promedio

por tonelada permitirían exportar unos

4.500 millones de dólares adicionales sólo

para el sector de granos.

Hay otro aspecto más preocupante para

el largo plazo. Las barreras a las exporta-

ciones de trigo y de maíz han dado lugar a

una caída muy marcada del área cultivada

y la producción potencial de cereales y un

aumento excesivo en el área sembrada

con soja, cultivo al que no se le aplican las

prohibiciones y cuotas a las exportaciones.

Para dar sustentabilidad a la agricultura

permanente que se realiza actualmente en

la región pampeana y otras áreas produc-

toras de granos, se requiere una rotación

(secuencia en los años sucesivos) entre los

cereales y la soja, para mantener la estruc-

tura del suelo, limitar los riesgos de enfer-

medades y de emergencia de resistencia en

las plagas. Además, los cultivos de trigo y

maíz utilizan mayores cantidades de ferti-

lizantes destinadas a compensar lo que ex-

traen los cultivos; y la soja se fertiliza muy

poco. Una muy alta proporción de soja en

el total implica mayores riesgos de enfer-

medades, mayores riesgos de mercado y un

deterioro gradual de la capacidad de uso de

los suelos, que es lo que está aconteciendo

actualmente.

e c o n o m í a

figurA1. AumENTo NoTABLE EN EL árEA sEmBrADA y EN LA ProDuCCióN DE grANos DEsDE 1991 (Producción en toneladas; área en hectáreas).

Fuente: datos de MINAGRI.

Page 56: N°208 Revista EMPRESA

Página 54 EMPRESA Nº208

Otro ejemplo notable de los desincentivos de

las intervenciones en el mercado interno y

de las prohibiciones o cuotas de exportación

es lo acontecido en la producción de carne

vacuna. En el último quinquenio, las existen-

cias vacunas cayeron unos 11 millones de

cabezas (cerca del 20% del total), se cerraron

unas 120 plantas frigorífi cas y el empleo

cayó en más de 10 mil puestos de trabajo. La

faena de ganado cayó desde 13,5 millones

de cabezas en 1991 a 10,9 millones en 2011

(menos que hace 20 años). Las exportacio-

nes, que eran 407 mil toneladas en 1991 y

habían crecido a 631 mil en 2004, cayeron a

250 mil toneladas en 2011. Hasta hace unos

años parecía difícil imaginar que países de

muchísimo menor tamaño, productividad y

stocks ganaderos, como Uruguay, Paraguay,

Méjico y Nueva Zelanda, pudieran estar ex-

portando más carne que Argentina.

Quienes más han sufrido en forma directa

el impacto de las políticas ganaderas son

los consumidores. El consumo interno de

carne vacuna por habitante era 74 kilos por

persona y por año en 1991, y cayó a 55 kilos

en 2011 (el menor registro de los últimos

20 años). Pero no sólo cayó en consumo

por persona. Los precios del ganado en pie

se triplicaron en dólares. Durante mucho

tiempo los precios del ganado oscilaron en

torno de los 0,60 a 0,90 dólares por kilo; en

2011 crecieron a 3 dólares por kilo, un regis-

tro nunca visto en Argentina, ni en Uruguay

o Brasil, que no aplicaron estas políticas y

cuyos consumidores acceden a la carne a

precios signifi cativamente menores a los de

Argentina. Es decir que las políticas erradas

en Argentina llevaron a que todos perdie-

ran: los productores, los frigorífi cos, los

obreros de la carne, los consumidores.

¿Qué se puede esperar para el futuro del sector agroalimentario argentino?

Las condiciones climáticas supuestamente

muy favorables para los cultivos de Argen-

tina, pronosticadas para el año 2013, llevan

a pensar que, circunstancialmente, el país

puede obtener una cosecha récord y con

ello contribuir a cierta recuperación del cre-

cimiento económico nacional, especialmen-

te porque también los precios internacio-

nales son excepcionalmente muy elevados

(más que los que se proyectan como pro-

medios altos para la próxima década). Pero

estas son circunstancias que se modifi can

figurA 3. EvoLuCióN DE LA ProDuCCióN ToTAL DE grANos DurANTE EL PEríoDo 2005/06-2010/11

(Millones de t)

Nota: año 1 es 12005/06 y año 6 es 2010/11. Fuente: datos de MINAGRI.

figurA 2. EvoLuCióN DE LA ProDuCCióN ToTAL DE grANos EN EL PEríoDo 1990/91-2004/05(Millones de t)

Notas: el año 1 es 1990/91 el año 16 es 2004/05. Fuente: datos de MINAGRI.

e c o n o m í a

Page 57: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 55

de un año a otro, es decir que son aleatorias

y que no pueden ser la base de una política

de crecimiento de largo plazo.

Pensando en el futuro de la agricultura, se

debe destacar que el contexto internacional

favorable para la producción y el comercio

mundial de alimentos y biocombustibles

beneficia a todos los países productores y

exportadores. Ello constituye una oportuni-

dad, pero al mismo tiempo un desafío: a nivel

global los productores de todo el mundo están

aprovechando el contexto para invertir y au-

mentar la productividad y, por ende, su com-

petitividad. Es decir que los buenos precios

internacionales también son una amenaza en

materia de las exigencias de competitividad

que se plantearán en el futuro para Argentina;

y destacan el riesgo de los enfoques cortopla-

cistas de las políticas agrícolas.

No prestar atención al crecimiento de la pro-

ductividad y la producción en el largo plazo es

un error estratégico importante. No hacer la

inversión pública necesaria para viabilizar el

crecimiento de la producción, también los es.

Todo lo señalado lleva a pensar que el sector

agropecuario puede seguir creciendo en el

mediano y largo plazo, pero a tasas bajas si

continúan deteriorándose los incentivos, espe-

cialmente porque la inflación y los aumentos

de costos internos en mayor medida que los

precios de venta por la apreciación de la mo-

neda y por las eventuales caídas de los precios

internacionales de algunos bienes como los

granos que, en 2012 alcanzaron precios excep-

cionalmente altos por condiciones climáticas

completamente inesperadas en EE.UU.. Estos

impactos negativos están siendo mucho más

marcados en varias producciones regionales

intensivas en mano de obra, como la fruticul-

tura, la vitivinicultura, la olivicultura, la pro-

ducción de algodón y muchas otras.

Sería un error no advertir que, independien-

temente de las circunstancias climáticas

de un año, el crecimiento a largo plazo

depende de un entorno de Políticas de Es-

tado que hoy no están presentes y que es

necesario revisar, para poder utilizar plena-

mente el enorme potencial productivo con

que cuenta el país y que puede ser vendido

fácilmente en un mercado internacional

muy dinámico previsto para las próximas

décadas. Las buenas noticias son que los

mercados están, que los recursos naturales

disponibles son abundantes y no han sido

utilizados plenamente y que se cuenta con

conocimientos y tecnologías que permiti-

rían aumentar significativamente la pro-

ducción en un plazo relativamente breve.

e c o n o m í a

Para dar sustentabilidad a la agricultura permanente, que se realiza actualmente en la región pampeana y otras áreas productoras de granos, se requiere una rotación (secuencia en los años sucesivos) entre los cereales y la soja, para mantener la estructura del suelo, limitar los riesgos de enfermedades y de emergencia de resistencia en las plagas.

Page 58: N°208 Revista EMPRESA

Página 56 EMPRESA Nº208

“La cuestión de la riqueza”

José Luis galimidi

“Elpoderíodeunhombrerico(estoes,novulgar)es,necesariamente,unpoderíoenriquecedor.Nosolamenteporquelagenerosidadseaunacualidadloabledelalma(queloes,sinduda),sinoporque,básicamente,lasalmasgenuinamentegrandes,pornaturaleza,disfrutanysebeneficiandelaconvivenciaconotrasalmassanasyluminosas,ydelvalorqueéstaspuedenaportarlealmundoqueloscobija”,señalaelautor.

Apartirdeunaaproximaciónmetafóricaalasvirtudesdelalma,Galimidinosinvitaacomprenderlacuestióndelariquezaysulugarenlaproblemáticadelpoder.Yapunta:“Enelmundoreal,entonces,elpoder,entantocapacidadparaimpulsarmetaspropias,es una forma eminente de la riqueza”.

José Luis galimidi es Doctor en filosofía (uBA). Especializado en filosofía política, es profesor en la universidad de san Andrés.

La densidad es una cualidad física, que in-

dica la cantidad de materia que aporta un

determinado elemento por cada unidad de

volumen. Como metáfora, es adecuada para

aproximarnos a ciertas perplejidades que

nos plantea el alma humana. En condicio-

nes normales nuestra alma, a diferencia, de

la materia, es indefinidamente densificable.

No solo por su asombrosa capacidad para

almacenar datos de toda índole, sino tam-

bién, y especialmente, por su aptitud para

adquirir e imaginar nuevas perspectivas,

sensibilidades, lógicas de procedimiento,

criterios de evaluación, selección, preferen-

cia y toma de decisiones, etc. Cuanto más

se carga, más espacio gana: el cuarto idio-

ma suele ser más fácil de aprender que el

tercero. Y todo lo anterior, además, en pai-

sajes tan diversos como la técnica, la teoría,

la ética, la estética, la religión, etc. “Nada de

lo humano me es ajeno”, decía Sócrates, el

modelo platónico de persona. Algo similar

parecen haber tenido como norte un Da

Vinci, un Pascal, un Chaplin.

Un alma densa se sumerge con placer y pro-

vecho en ambientes disímiles y en apariencia

incompatibles; empatiza con espacios confi-

gurados por saberes, normativas y producti-

vidades soberanos; conoce y aprende nuevas

maneras de ejercer y apreciar la calidad, la

nobleza, la elegancia. Si fue bien educada

en esta aptitud inespecífica y a la vez muy

concreta, el alma puede nutrirse práctica-

mente de toda experiencia. Legítimamente

orgullosa, un alma densa se vuelve imposible

de clasificar. Es luminosa, entusiasta, amante,

generosa, dispone de un vasto mundo interior

y sabe de las alegrías de un talante liviano

y bien humorado. Establece jerarquías en-

tre placeres sencillos y sofisticados, y puede

disfrutar de ambos. Pero también es opaca,

grave, responsable. Consciente de la humana

finitud, el alma que alcanza a vislumbrar si-

quiera un tenue resplandor de sabiduría tam-

bién se vuelve, por necesidad, un poco más

replegada, descreída y escéptica. En cualquier

caso, por libre y no por caprichosa, el alma

bien nutrida es siempre impredecible.

La cuestión de la riqueza

Nuestra aproximación metafórica a las

virtudes del alma nos puede ayudar a com-

prender la cuestión de la riqueza. Propongo

entender la riqueza como la capacidad efec-

tiva que tiene una persona para disponer y

disfrutar a voluntad de bienes y bienestares

materiales y culturales, físicos y espirituales.

Así entendida, la riqueza, más que una can-

tidad objetiva, es una relación mutuamente

e m p r e s ar e f l e x i ó n

Page 59: N°208 Revista EMPRESA

Verano 2012 Página 57

benéfica entre una persona y su mundo. De

un lado, obviamente, para ser rico hace falta

una dotación holgada de cosas, espacios,

afectos, tiempo, seguridad, en fin, recursos,

a los que llamaríamos el qué de la riqueza.

Sólo los santos o los muy sabios son ricos

meditando en la ermita, o sirviendo en los

barrios miserables de Calcuta. Pero, del otro

lado, es indispensable considerar quién es la

persona que, eventualmente, va a disfrutar

de lo que está ahí a su alcance.

En este sentido, es evidentemente absurdo

medir la riqueza de alguien por su mera

capacidad económica para comprar un

Stradivarius. Por razones simétricas, tam-

poco es del todo adecuado creer que la ri-

queza se puede generar, como si fuera una

mercancía, o (re)distribuir, como si fuera

una utilidad. La riqueza está determinada

por lo que una persona es capaz de hacer,

entender, aprender, etc., a partir de aquello

que su habilidad, su carácter y la suerte de

tener cerca gente buena pusieron entre sus

manos; pero, más todavía, por lo que cada

uno considera valioso y digno de ser desea-

do. Simplemente, y mal que le pese al rela-

tivismo hedonista posmoderno, no valen lo

mismo todas las metas. Nadie es más rico

que lo que haya podido aprender acerca de

los dilemas de la riqueza.

El lugar de la riqueza en la problemática del poder

Como cualidad y como tarea del alma den-

sa y virtuosa, la riqueza, a su vez, ocupa un

lugar central en la problemática del poder.

El poder es la capacidad de influir en otras

voluntades con el propósito de conseguir,

conservar, expandir, profundizar, etc., algo

que uno considera que es bueno. Es un fe-

nómeno presente en las diferentes áreas de

actividad de los hombres -económica, políti-

ca o ideológica-, y, en condiciones normales,

combina proporciones variables de consen-

so y coerción, de confianza y recelo.

En su nivel más elevado de coordinación

cooperativa, el poder equivale a autoridad

legítima: muchas voluntades aceptan y hacen

propias las metas y procedimientos de alguien

que, consideran, tiene títulos suficientes para

guiar un barco que los alberga a todos. Y en

su nivel más bajo y vulgar, el poder se reduce

a la disposición de recursos para obstruir, ma-

nipular, explotar o forzar. Podría decirse que la

relación de poder se agota precisamente ahí

donde comienza el ejercicio de la violencia. Es

muy significativo el hecho de que, al quejar-

nos amargamente de un jefe inepto o de un

gobernante autoritario, tratemos de consolar-

nos diciendo: “En el fondo, es un pobre tipo.”

Las sociedades que mayor necesidad tendrían de ser bendecidas con una dirigencia vigorosa, lúcida y decente, son, precisamente, las que menores probabilidades tienen de querer exigirla.

e m p r e s ar e f l e x i ó n

Page 60: N°208 Revista EMPRESA

Página 58 EMPRESA Nº208

En el mundo real,

entonces, el poder,

en tanto capacidad

para impulsar me-

tas propias, es una

forma eminente de

la riqueza. Como

tal, puede ser con-

cebido, él mismo,

con distintos grados

de lucidez y pro-

fundidad. Nadie

es más poderoso

que su concepción

(o sus prejuicios)

acerca de lo que sea

el poder. El poderío

de un hombre rico

(esto es, no vulgar)

es, necesariamente,

un poderío enrique-

cedor. No solamente porque la generosidad

sea una cualidad loable del alma (que lo es,

sin duda), sino porque, básicamente, las al-

mas genuinamente grandes, por naturaleza,

disfrutan y se benefician de la convivencia

con otras almas sanas y luminosas, y del

valor que éstas pueden aportarle al mundo

que los cobija.

El poderío de un hombre pobre, por su par-

te, es un problema muy humano. Podría

decirse que es el problema humano funda-

mental, a saber: cómo conseguir un orden

social que no funde su estabilidad sobre la

pobreza de sus gobernados, y, por ende, de

sus gobernantes y poderosos en general. Es

el problema que encara y responde, con una

postura desencantada, El príncipe de Ma-

quiavelo (en especial, cf. Cap. 18).

Hay una trabazón recíproca entre el rango

de riqueza de una sociedad y el grado de

calidad con el que ésta habilita y premia

el ejercicio del poder. El problema humano

fundamental es muy complejo. Conside-

rando la situación “desde arriba” se ve que

el liderazgo de un alma pobre limita y em-

pobrece las metas de la empresa colectiva.

Tener anteojeras es una forma muy dañina

de tener una visión disminuida.

Un poderoso “angosto de vista”, además de

ser candidato al fracaso, porque sólo puede

sentar gente mediocre en su mesa chica,

ofende y oprime la natural y saludable

tendencia a la expansividad del alma de

sus dirigidos. Y si se mira “desde abajo” se

advierte que las sociedades que mayor ne-

cesidad tendrían de ser bendecidas con una

dirigencia vigorosa, lúcida y decente, son,

precisamente, las que menores probabilida-

des tienen de querer exigirla.

Empobrecidos por la escasez, la insegu-

ridad, la falta de confianza recíproca, la

indiferencia por el bienestar del semejante,

el desprecio por el conocimiento, etc., los

miembros de una sociedad desarticulada

no tienen cómo advertir la distancia sideral

que existe entre la temeridad y la valentía,

la vanidad y la dignidad, la astucia y la in-

teligencia. En tiempos de crisis el liderazgo

noble y exitoso es, literalmente, un milagro.

Y sin embargo, es inaceptable apartarse y,

como dice el tango, dejar de pensar por-

que “a nadie importa si naciste honrao”.

Nuestros pares, nuestros hijos, nuestro Dios

(cada uno sabe ante quién rinde cuentas)

nos juzgarán por lo que hayamos intenta-

do hacer con la cuota mayor o menor (en

última instancia, siempre es sumamente

menor) de poder económico, político o ideo-

lógico que nos fue dado administrar. Prima

en esto, como en casi todo lo meramente

humano, una lógica de lo imprescindible

que se sabe a sí mismo insuficiente.

Tal vez venga a cuento, en lo que hace a la

problemática del poder y la riqueza, aplicar

lo que aconsejaba Leo Strauss, un célebre

filósofo de mediados del siglo XX, cuando

se le preguntaba cómo encarar una carrera

académica. “Estudiar mucho –respondía-,

y dar clase teniendo presente que siempre

puede haber en el aula un estudiante, por

lo general, de los más callados, altamente

superior a uno mismo en cuanto a sus cua-

lidades intelectuales y espirituales”.

Galimidi: “Empobrecidos por la escasez, la inseguridad, la falta de confianza recíproca, la indiferencia por el bienestar del semejante, el desprecio por el conocimiento, etc., los miembros de una sociedad desarticulada no tienen cómo advertir la distancia sideral que existe entre la temeridad y la valentía, la vanidad y la dignidad, la astucia y la inteligencia”.

e m p r e s ar e f l e x i ó n

Page 61: N°208 Revista EMPRESA

e d i t o r i a l

Verano 2012 Página 59

del archivo

La construcción de capital civil para el progreso de la sociedad Afinesde1995,elInstitutoJacquesMaritanrealizóenRomaunimportanteencuentro,teniendoentresusexpositores,alprestigiosoprofesordelaUniversidaddeBologna,StefanoZamagni,quienexpusountrabajodenominado“Implicanciaseconómicasyopcioneséticas de la globalización”.

Los no economistas no teníamos un conocimiento acabadodetandistinguidoacadémico,perotuvimoslasuertedequehombresdeACDE,especializadosenestadisciplina,nosalertaranacerca de las ideas, la calidad intelectual y moral de quien era Stefano Zamagni.

De la lectura de su conferencia surgieron conceptosquecompartíamosplenamente,cuandoafirmabaque“enlasociedadindustrialelproblemaeconómicoesesencialmenteeldelaselecciónentrerecursosescasosparalograrciertosfines”.Encambio,enlafasepostindustrialparalaresolucióndelproblemaeconómico:“…setornanecesarioinevitablementerecurriralosvalores,porquecuandosetratadeelegirentredosfines,elcriteriodeelecciónnopuedeserotroqueuncriteriodevalor”.Yconcluíaconestaspalabras:“…siseasumeestatomadeconciencia,naceunaesperanzanuevaparauncambioposible.Hacefalta,sinembargo,convencersedequetodoestosepuedeconcretarrecuperandoelprincipiodeéticaen toda su fuerza”.

Nohubodudas,ZamagniseríainvitadocomoexpositoralForoInternacionalqueACDErealizaríaenagostode1997.Nadamásoportuno,comoanticipoasupresencia,elreportajequeseefectuóentreBuenosAiresyBolognayquepublicáramosenelNº124deEMPRESAbajoeltítulode:“Laglobalizaciónyelnuevoorden mundial”.

Transcurrido15añosdeaquelencuentro,enqueconocimosyescuchamosporprimeravezaStefanoZamagni, recordamos como nos introdujo, con la sencillezyclaridadpropiadeloshombressabios,enparticularesaspectosdel“procesodeglobalización”,ya que su conferencia se titulaba ”Efectos de la

globalizaciónydesarrollodelaeconomíacivil”.Nosdejóideasparaevitarlosefectos“perversos”ynodeseadosdeesteproceso,planteándonosfinalmenteelroldeloscristianosycuáldebesersucompromisoen esta coyuntura.

StefanoZamagniseconvirtióenunamigodeACDE,noenunconferencistamásquepasópornuestrosForos;deahíqueesteprólogopuedapareceruntantoextenso,peroello,soloobedeceaqueseestablecióunhilo conductor, traducido en una relación y amistad queperdura.EnsusposterioresviajesalaArgentinaloseguimos teniendo como orador.

Sidedicamosestenúmeroarecordarlos60añosdelafundacióndeACDE,quienhaparticipado,duranteuncuartodeestetiempo,colaborandoconnuestraactividad,hoyestápresenteconelextractodeunadesusúltimasconferencias,quépronunciaraenagostode2003coneldesafiantetítulode:“Laconstruccióndecapitalcivilparaelprogresodelasociedad”quepublicáramosenelNº162deEMPRESA,octubre-noviembrede2003.

Ensusreflexionesnosdecía:“…estoycontraelestatismo,espeligrosonosolodesdeunpuntodevistaeconómico,sinotambiénculturalymoralporqueelestatismodespersonaliza.ElEstadotienepapelesmuyimportantesperonoeldesustituir.Tenemosqueaplicarelprincipiodesubsidiaridad,queeslaclaveparaentenderlaacumulacióndecapitalcivil”.

EnlaArgentinadehoy,elpensamientodeZamagnirecobratodosuprotagonismo,sobretodocuandovemosqueseviolansupuestosbásicos;lapropiedadprivada,elrespetodeloscontratos,laimparcialidaddelajusticia,elvalordelamoneda,ydondeelabusodelaautoridadpúblicallegaaponerenriesgoelejerciciode la democracia.

TengamospresenteelpensamientodeesepoetaalemánconelqueStefanoZamagni,enesaoportunidadsedespidiódenosotros:“CercanoesDios,perodifícilesalcanzarlo,perodondeestáelriesgocrecetambiénloquesalva”.

Artículo seleccionado y prologado por Celso Enrique Arabetti.

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Si bien esta exposición está dirigida al papel de los hombres de empresa en el proceso de reconstrucción y de desarrollo de un país tan particular como la Argentina, mis comentarios pueden ser aplicables a otros países.

ENTrE EL ABuso DE AuToriDAD PúBLiCA y EL riEsgo DE DEsorDEN soCiAL

Al considerar los problemas de nuestras sociedades en la actualidad, se advier-te que el más importante es, sin duda, el trade-off entre el riesgo del abuso de autoridad pública y el riesgo de desorden social.

Toda economía de mercado funciona sobre algunos supuestos básicos: derechos de propiedad asegurados, respeto de los con-tratos y permanencia de los participantes en el juego económico, entre otros. Para garantizarlos es preciso contar con una autoridad: la autoridad estatal. Si los derechos de propiedad privada no son respetados o no hay garantía de cumplimiento de los contratos, la economía de mercado no puede funcionar.

Garantizar el orden en el ámbito social (para asegurar el funcio-namiento de los mercados) aumenta el riesgo de lo que se llama abuso de autoridad, porque cuanto más fuerte es el gobierno más fácil resulta garantizar el orden social y, con ello, mayor el riesgo de perder en el frente de la democracia.

Para la sociedad los costos de garantizar el orden se pueden ex-presar en la pérdida de la democracia por abuso de autoridad. Por su parte, los costos sociales del desorden implican un contexto de anarquía donde las leyes no son respetadas.

Los moDELos DE orDEN soCiAL

Podemos representar el trade-off con una curva descendente cuyos puntos refieren a diferentes modelos de orden social. Uno garantiza muy bajo costo social del desorden, pero muy alto costo en pérdida de la democracia. Es el modelo estatista o neoestatista: un Estado muy fuerte garantiza el orden, pero al precio de la pérdida de la democracia.

En el otro extremo, un gobierno débil implica mucho desorden social, pero con amplia posibilidad de expresión, de democracia. Sería el modelo neoliberal.

En la mitad de la curva del trade-off, están los modelos llamados reformistas, keynesianos o socialistas europeos que se ubican en el sector intermedio, entre los dos anteriores

¿Es mejor el modelo estatista, el neoliberal o el reformista? Distintas corrien-tes abogan por uno u otro. En mi opinión todas estas discusiones son inútiles porque no consideran el punto más importante, el de los costos totales. Lo

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La confianza en el recurso fundamental

de la economía de mercado. Esta

puede funcionar sin recursos naturales

pero jamás sin confianza, porque el

instrumento básico de la economía

de mercado es el contrato. Si no hay

confianza entre las personas no habrá

contratos.

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importante para la población es la suma total de los costos y no solo los costos del abuso de autoridad o del desorden. Los mo-delos no minimizan los costos totales porque cada uno de ellos reduce un factor a expensas del otro.

¿De qué depende la posición de la curva? ¿Cómo desplazarla ha-cia el origen, que es lo que indica la disminución del costo social? La respuesta es: el capital civil.

La posición de la curva del trade-off depende del capital civil con el que cuenta una sociedad. A mayor capital civil, más próxima al origen está la curva. Es inútil discutir si es mejor un punto que otro porque el problema real es acercar la curva al origen, y esto depende del capital civil.

Los PiLArEs DEL CAPiTAL CiviL

El capital civil se integra mediante la combinación de tres pilares:

• El primero lo constituyen las normas sociales de comporta-miento. Hay dos tipos de normas: legales -leyes y decretos- y sociales. Estas últimas guían nuestro comportamiento, pero no están escritas, se ligan a las tradiciones; a menudo son más exigentes e importantes que las legales.

• El segundo elemento es el capital social; es decir, la confianza o la red de rela-ciones de confianza entre las personas que participan en una economía.

La confianza es el recurso fundamental de la economía de mercado. Esta pue-de funcionar sin recursos naturales pero jamás sin confianza, porque el instru-mento básico de la economía de mercado es el contrato. Si no hay confianza entre las personas no habrá contratos.

La confianza no puede producirse como una cosa, no existen industrias que la produzcan. La confianza es una virtud -en sentido aristotélico- ligada a cosas; es decir, las cosas producen confianza, y la respuesta es la reciprocidad. Es el prin-cipio de reciprocidad el generador de confianza.

Un ejemplo para comprender este punto lo hallamos en la familia. ¿Qué tipo de relación se establece entre el esposo y la esposa, los padres y sus hijos, los hermanos entre sí? Son relaciones de reciprocidad. La familia es así la primera célula de la relación de confianza; en ella se realiza de manera plena la práctica de la reciprocidad.

LAs CoNsECuENCiAs DEL rELATivismo éTiCo

• El tercer elemento pilar del capital civil es la cultura. Cultura en el sen-tido de valores. Uno de los problemas de nuestro tiempo es el fenómeno del relativismo cultural o ético: en una sociedad pluralista cada uno está

Zamagni: “En la época de la globalización el verdadero problema es establecer un monto de capital civil que permita el progreso de la sociedad”.

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autorizado a practicar un sistema de valores, no hay comparación ni con-frontación, cada uno debe profesar lo que quiera; en consecuencia, ya no se puede hablar de valores pues, de hacerlo, se produciría en la sociedad una suer te de guerra civil.

La relatividad cultural significa que en una sociedad se encuentran diferentes matrices culturales. El relativismo ético, en cambio, va más allá, supone que la pluralidad impide hablar de valores. Si soy cristiano no voy a expresar exterior-mente mi identidad porque temo perturbar a los otros. Se trata de un error terrible, porque lo importante para la creación del capital civil es el diálogo intercultural -entre las diferentes culturas- que parte del supuesto de que cada uno tiene que confesar a los otros la propia identidad.

EL moNTo DE CAPiTAL CiviL PArA EL ProgrEso DE LA soCiEDAD

En conclusión: la cultura, el capital social y las normas sociales de comportamiento conforman el capital civil. Volviendo al trade-off, podemos decir que cuanto mayor es el capital civil más cerca del origen está la curva. Es inútil discutir si es mejor el neoliberalismo o el estatismo, son cosas obsoletas; en la época de la globalización, el verdadero problema es establecer un monto de capital civil que permita el progreso de la sociedad.

La búsqueda de reciprocidad tiene que ser practicada no hablada. Y quienes trabajan en el mundo de las empresas son las personas más abiertas y más dinámicas para entenderlo. En este tiempo de transición de la globalización, los empresarios tienen un papel muy importante: el emprendedor debe hacer posible la práctica de reci-procidad. De este modo, creará confianza.

¿Cómo se desarrolla la confianza en una sociedad? De la misma manera que la frutilla en el campo: una vez plantada, después de unas semanas, cada planta echa otra raíz que da origen a una nueva, que a su vez repite el ciclo. Esto es lo que se llama en la teoría de las organizaciones complejas, el método o el modelo del campo de frutilla. Si yo tengo confianza en ti, nuestra relación va a determinar otra relación con otra persona, y así sucesivamente. Aquí toma nue-vamente fuerza la figura del empresario: es la persona indicada para empezar este proceso.

LA CuLTurA DEL TrABAJo y EL BiEN ComúN

Otra implicación práctica de la reciprocidad es la cultura del trabajo: significa comprender y hacer comprender a otras personas que el trabajo es esencial-mente lo primero de todo.

El trabajo es una actividad de construcción que significa participar en la creación del bien común. Así, la cultura del trabajo es lo opuesto a la cultura de la renta.

El trabajo es una actividad de

construcción que significa participación

en la creación del bien común. Así, la

cultura del trabajo es lo opuesto a la

cultura de la renta.

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Los que practican la cultura del trabajo saben que el bien común no es la suma de los bienes individuales. El bien total es la suma de mi bien, de tu bien, del bien del otro. El bien común, en cambio, es más que el bien total. Y esta concepción hace que el interés propio personal no esté en contradic-ción con el interés del otro.

La cultura de la renta se asocia a la idea del filósofo inglés Hobbes: “Tu muerte es mi vida”, lo que significa que “si voy a maximizar mi objetivo tengo que bajar el tuyo”. Los que practican la cultura del trabajo sostienen que: “tu vida es mi vida”. Mi interés no debe estar en contra del interés de los otros. Esta es la dife-rencia entre las dos culturas.

LA CuLTurA CrisTiANA DEL CAPiTAL CiviL

Esta conceptualización de la cultura del capital civil es exclusivamente cristiana. Ni la cultura marxista ni la cultura neoliberal entienden este discurso. De esta manera podemos comprender por qué los principios de la nueva doctrina social cristiana son hoy muy apreciados en todo el mundo.

Hasta ahora la discusión fue más Estado o más mercado. La verdad es que queremos más de todo, porque todas las cosas son buenas, y porque el bien común requiere de esto. Es verdad que como empresarios soportan una pesa-da responsabilidad, pero deben saber también que se compensa con la felicidad. Porque donde hay mayor responsabilidad habrá más esfuerzo, pero también más felicidad.

Quiero terminar con el pensamiento de un poeta alemán del siglo pasado: “Cercano es Dios pero difícil es alcanzarlo, sin embargo donde está el riesgo crece también lo que salva”. Es, en mi opinión, una certeza muy importante para incentivarnos y continuar en la tarea que nos permita ser felices.

Zamagni: “El capital social es la confianza forjada en la práctica de la reciprocidad”.

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Saber escuchar

Por cada 20 minutos de oír, 5 minutos de hablar; y en-

tonces conversar, no discutir.

En la fábrica: voy a escuchar; no “pontificar”, no ir al grano,

ser simpático aun con quienes no esté de acuerdo.

Mortificaciones del espíritu: No ir al grano, ser manso.

Recordar el caso de aquel jefe que por más que dijera

“pregúntenme todo lo que quieran”, por su tono no in-

vitaba a hacerlo.

Señor, dame un corazón que escuche.

Quiero tener la cara alegre, simpática, cordial, más aún,

amistosa. Recordar lo importante que es cuidar la sen-

sibilidad y el modo... No rezongar, saber reír y recordar

que “atento” viene de poner atención al interlocutor.

Debo ser accesible y facilitar a los demás que me amen.

Consejos a un amigo: Tener humildad, paciencia, dul-

zura.

Debo tener un corazón que escucha... debo escuchar

con el corazón.

Frente al prójimo no podemos aliviarlo, pero sí escu-

charlo. Que yo escuche para gobernar, juzgar; es decir,

para poder discernir.

Tengo que escuchar más, estar atento, tener un minuto

de desapego a uno mismo, hablar de lo que interesa a

los demás.

Debo saber estar con, saber escuchar.

Enrique shaw PrimerpresidentedeACDE.

(Extracto de su libreta de anotaciones personales)

Testimonio

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