Nacimiento de La Monarqu-A - El Rey-2011

2
EL REY EN EL ANTIGUO ORIENTE 1 Un “reino” (Jer. 10,7; Est. 1,14) o “reinado” (I Sam. 13,14; I rdimentarios "e sean toda#$a %as instit&iones ' %os ser#i&ios ! Estado es toda#$a e% *e+e de na es!e&ie de ran +ami%ia !atriar&a% tri s. ero /a' na &a!ita%, n e* r&ito ' na administra&i-n. Se n e% testimonio de %a Es&ritra ( +. I Sam. ,6.20) %a mon Israe% a imita&i-n de %os !a$ses e tran*eros. os estdios modernos mode%o no era s-%o n ti!o de o ierno, sino tam i n na ideo%o $ nom re de% ios na&iona%, !adre o !ariente. E% re' es “!adre” de s !ara ase rar%e na #ida ena ' na or ani a&i-n estata% “sa idr$a”. Es &ierto "e %as monar"$as orienta%es no o ede&en a n mode%o israe%ita t#o "e a rirse &amino5 ser8 m8s sem$ti&a &on Sa %; m8s + ser8 sa rada tanto en n &aso &omo en otro. a !o %a&i-n %e re&ono& &ar8&ter (II Sam. 14,17.20). Son %os atores $ %i&os %os "e, desd %$mites de% &ar8&ter sa&ra% de di&/a monar"$a, antes "e e% mo#imie !o&o a !o&o %a ideo%o $a mon8r"i&a en teo%o $a mesi8ni&a. os re'es israe%itas se !resentan ante todo &omo *e+es mi%itare 2 9ienen s enera% en *e+e, ss a%ma&enes ' ss !ntos de a!o'o en determinadas &idades. administra&i-n mi%itar ' e% &enso de %os re&%tas. os so%dados !res so erano. :dem8s, no !ede /a er monar"$a orienta% sin %os es&ri as &a!a de% &enso ' %as &entas en %as &idades, ' sin na administra&i-n &e ense a %a *sti&ia5 es e% +ndamento de estas monar"$as. <8s "e no %as &a%es e% re' aranti a a %os s ditos de% ios na&iona% na a &ada no. E% re' !ra&ti&a estas #irtdes ' de e de&idir en &asos di or %timo, e% re', in#estido !or e% ios na&iona% ' din8sti&o smo sa&erdote. Inter#iene en %a %itr ia, edi+i&a tem!%os ' %os ma es e% !rimer a&to de% reinado en "e se des!%ie a todo n sim o%ism n&i-n, as!ersi-n &on a a, im!osi&i-n de% ne#o nom re. E% rito m8 e% de %a n&i-n. 3 E% re' de Israe% es %%amado nāgid (“*e+e”) (I Sam. >,16; II Sam. 1>,7; II Re "e !do /a er tenido #a%or re%i ioso ' se /a re%a&ionado &on noqed “!astor”. Se e#iden&ia % #o&a&i-n de% re', e%e ido de detr8s de% re a o !or e% ios na&iona% @orma &er!o &on s !e %o; es %a !o&a de %o "e se /a %%amado “!e es e% !ortador de na +er a di#ina. ero %a e !erien&ia mostr- !ro monar&a en#e*e&e ' se /a&e /om re de %a +ami%ia m8s "e /om re de% a#id ' ss %timos a os. os +a%%os de %a ideo%o $a mon8r"i&a /ar ri#a%idades de tri s ' /om res ' esto &onstitir8 %a trama de %a / 1 9omado de B. :CE ES , História política de Israel desde los orígenes a Alejandro Magno , <adrid, 1> 4, 121=127. 2 +. R. E D :U , Instituciones del Antiguo Testamento , Far&e%ona 1>64, 2>1=310. 3 +. E. G9BEHE9, “Gn&tion”, DBS DI (1>?>) 701=732.

Transcript of Nacimiento de La Monarqu-A - El Rey-2011

EL NACIMIENTO DE LA MONARQUA

EL REY EN EL ANTIGUO ORIENTE

Un reino (Jer. 10,7; Est. 1,14) o reinado (I Sam. 13,14; I Re. 2,46) es un Estado por rudimentarios que sean todava las instituciones y los servicios pblicos. Es cierto que el jefe de Estado es todava el jefe de una especie de gran familia patriarcal a escala de agrupacin de tribus. Pero hay una capital, un ejrcito y una administracin.

Segn el testimonio de la Escritura (Cf. I Sam. 8,6.20) la monarqua se introduce en Israel a imitacin de los pases extranjeros. Los estudios modernos han mostrado que dicho modelo no era slo un tipo de gobierno, sino tambin una ideologa: el rey padre gobierna en nombre del Dios nacional, padre o pariente. El rey es padre de su pueblo, encargado por Dios para asegurarle una vida buena y una organizacin estatal, que supone tcnica, cultura y sabidura.

Es cierto que las monarquas orientales no obedecen a un modelo nico. La monarqua israelita tuvo que abrirse camino: ser ms semtica con Sal; ms faranica con Salomn, pero ser sagrada tanto en un caso como en otro. La poblacin le reconoce espontneamente ese carcter (II Sam. 14,17.20). Son los autores bblicos los que, desde el comienzo le marcan los lmites del carcter sacral de dicha monarqua, antes que el movimiento proftico transforme poco a poco la ideologa monrquica en teologa mesinica.

Los reyes israelitas se presentan ante todo como jefes militares. Tienen su general en jefe, sus almacenes y sus puntos de apoyo en determinadas ciudades. El reclutamiento exige una administracin militar y el censo de los reclutas. Los soldados prestan juramento en nombre del soberano.

Adems, no puede haber monarqua oriental sin los escribas capaces de hacer las listas del censo y las cuentas en las ciudades, y sin una administracin central en la capital. Tambin se ensea la justicia: es el fundamento de estas monarquas. Ms que normas son virtudes mediante las cuales el rey garantiza a los sbditos del Dios nacional una base slida para la actividad de cada uno. El rey practica estas virtudes y debe decidir en casos difciles (Cf. I Re. 3,16-28).

Por ltimo, el rey, investido por el Dios nacional y dinstico para la vida del pueblo, es el sumo sacerdote. Interviene en la liturgia, edifica templos y los mantiene. La entronizacin del rey es el primer acto del reinado en que se despliega todo un simbolismo: entronizacin, coronacin, uncin, aspersin con agua, imposicin del nuevo nombre. El rito ms significativo en Israel es el de la uncin.

El rey de Israel es llamado ngid (jefe) (I Sam. 9,16; II Sam. 19,7; II Re. 20,5), ttulo que pudo haber tenido valor religioso y se ha relacionado con noqed pastor. Se evidencia la vocacin del rey, elegido de detrs del rebao por el Dios nacional para el bien del pueblo. Forma cuerpo con su pueblo; es la poca de lo que se ha llamado personalidad corporativa. l es el portador de una fuerza divina. Pero la experiencia mostr pronto que poda perderla. El monarca envejece y se hace hombre de la familia ms que hombre del pueblo; es el caso de David y sus ltimos aos. Los fallos de la ideologa monrquica harn que vuelvan a aparecer las rivalidades de tribus y hombres y esto constituir la trama de la historia del Israel monrquico. Tomado de H. Cazelles, Histria poltica de Israel desde los orgenes a Alejandro Magno, Madrid, 1984, 121-127.

Cf. R. De Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, Barcelona 1964, 291-310.

Cf. E. Cothenet, Onction, DBS VI (1959) 701-732.

1