Nacimiento y Perdida de La Segunda Republica II

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INTRODUCCIN

La conquista y colonizacin del territorio y poblacin venezolanos resultaron de un proceso lento y cruento. Entre el instante que los espaoles arribaron a nuestro territorio, iniciaron la conquista o exterminio de la poblacin originaria y procedieron a colonizar, hay un arrume inmenso de aos.

El proceso fue pues largo y por dems violento; tanto que se calcula en una cifra muy grande los indgenas asesinados. No habiendo entonces en lo que hoy es el territorio de Venezuela una nacin o unidad, como en Mxico o el Alto Per, por slo nombrar dos ejemplos, la lucha entre la poblacin originaria que defenda todo lo suyo y los invasores, fue palmo a palmo.

Esa dispersin Caribe, pese al resultado final, cost muchas vidas y esfuerzos al poder imperial espaol para dominar nuestra gente y robarle sus bienes.

Pero aquella Espaa que aqu lleg, tampoco era una verdadera y definitiva nacin; los rasgos propios del feudalismo que an all prevalecan, la mantenan dispersa en pequeos reinos. Esa desunin aqu reprodujo y por eso, al colonizar, nos dividi en provincias, indiferentes unas de otras. Tanto que ni siquiera, por largo tiempo, casi en los umbrales del 19 de abril, stas no comerciaban entre s y se perciban ajenas.

Por eso, slo por eso, Francisco Herrera Luque, en su trabajo El Vuelo del Alcatraz, para explicar con una pincelada novelstica lo fcil que le result al General espaol Pablo Morillo, el control de lo que fue La Nueva Granada, hoy Colombia, dice ceb su retaliacin en quinientos notables que intelectualmente conducan la revolucin. Destruidos los cabecillas, el resto de los neogranadinos no opuso resistencia. En Venezuela, cada cien millas haba un caudillo que se opona con fiereza al espaol, sin parar mientes en lo que le suceda a sus colegas. Si en el llano estaba Pez, en oriente pugnaban Piar, Mario y Bermdez, adems de Zaraza y Cedeo.

Justamente, por eso cuando el Libertador, en mayo de 1813, inicia la epopeya que se ha llamado Campaa Admirable, que le llev triunfante de Nueva Granada a Caracas, ya antes, en enero de ese mismo ao, los patriotas orientales, comandados por Santiago Mario, invadieron por Chacachacare y liberaron casi todo el territorio oriental, en gesta conocida como Campaa de Oriente . Hasta pudieron resistir en Cuman hasta el ao 1814, para recibir a Bolvar al frente de una multitud en lo que se llam con el eufemismo de La Inmigracin a Oriente.

Una y otra hazaa, iniciadas y ejecutadas ignorndose mutuamente, contribuyeron al restablecimiento de la Segunda Repblica.

Por eso, cuando vayamos a celebrar el bicentenario de La Campaa Admirable, como propuso hace poco el presidente Chvez, por lo menos los orientales, deberamos recordar tambin aquella trascendente gesta que debe enorgullecernos, aunque sea en menor grado, como la realizada por Bolvar.Las Campaas Militares que llevaron a sellar la Independencia de VenezuelaA los pocos das de haber declarado la independencia surgieronmovimientos en muchas partes del pas que se oponan a tal acontecimiento. Esto origin una guerra entre los partidarios de una repblica independiente llamados patriotas y los defensores del expulsado rey espaol, Fernando VII, llamados realistas. Estos dos grupos, patriotas y realistas, se enfrentaron por algunos aos en diferentes provincias de Venezuela, hasta que en 1821, con la Batalla de Carabobo se puso fin a la guerra y se logr la independencia total de Venezuela. Un recorrido por los diferentes sucesos vividos por Venezueladurante su historiapara lograr la independencia, implica conocer los acontecimientos que atravesVenezuela durante la poca colonial.

La cada de la Primera RepblicaDespus de proclamada la Primera Repblica Declaracin de la Independencia, el pas empieza a enfrentar una serie de dificultades que al final llevan a derrumbar la Primera Repblica. Entre algunas causas se encuentran:Falta de apoyo de todo el pueblo, el grupo social llamado Pardos, no simpatizaba mucho con los dirigentes del movimiento revolucionario, quienes eran blancos criollos y eran la clase social ms privilegiada. Adems, el gobierno se identific con los intereses de los blancos descuidando al pueblo. Esto hizo que los pardos, la clase social ms numerosa, no se identificaran con la revolucin.

Otra causa fue la derrota militar sufrida por los patriotas en la Campaa de Monteverde en 1812. Domingo Monteverde fue enviado por los espaoles para reconquistar las provincias que se haban independizado. En esta campaa tomaron como prisionero a Francisco de Miranda, uno de los lderes de la guerra, convirtindose en el primer mrtir de la revolucin venezolana.El terremoto de 1812,ocurrido el 26 de Marzo que destruye a Caracas y a otras ciudades de Venezuela, tambin influy en la cada de la Primera Repblica. Muchos personajes se aprovecharon de esto, especialmente algunos miembros de la iglesia, para decir que lo sucedido era un castigo de Dios. Bolvar, como repuesta y para animar al pueblo, pronunci la famosa frase:"Aunque la naturaleza se oponga lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca".Todos estos hechos debilitan al ejrcito patriota y hacen que los espaoles reconquisten el poder sobre Venezuela y se cae la Primera Repblica.

El Manifiesto de CartagenaBolvar, ante los hechos devastadores de la cada de la Primera Repblica, se retira a Cartagena y redacta un documentoque recibi el nombre de: Manifiesto de Cartagena. Un manifiesto es un escrito donde se expone o se manifiesta algo de inters general al pblico. Bolvar para elaborar el manifiesto, hizo un anlisis de las causas de la prdida de la Primera Repblica. A raz de esto, invit a que se unieran los venezolanos y los neogranadinos ( Nueva Granada ) para poder liberar al pas de la amenaza de los espaoles. Declar que mientras Venezuela estuviese en manos de los realistas, la libertad de Nueva Granada estara en peligro.Este llamado de unin entre los pases para derrotar un enemigo comn, era encontrar una mayor fuerza y poder en la unificacin del esfuerzo. As, Bolvar emprende la Campaa Admirable para liberar a Venezuela. Su campaa se inici en el occidente del pas, en San Antonio del Tchira, pasando por San Cristbal, luego Mrida y Trujillo.Decreto de Guerra a MuerteEn la ciudad de Trujillo Bolvar lanz el Decreto de Guerra a Muerte el 15 de junio de 1813. El decreto estaba dirigido contra los realistas, tena como finalidad atraer al pueblo hacia la causa patriota y crear un sentimiento de nacionalidad. He aqu un fragmento:"Todo espaol que no conspire contra la tirana en favor de la justa causa por los medios ms activos y eficaces, ser tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria y por consecuencia pasado por las armas".Adems sealaba que se concedera indulto general y absoluto a los que se pasaran al ejrcito patriota con sus armas o sin ellas, o a aquellos que prestaran auxilio a los buenos ciudadanos que se estaban esforzando por sacudir el yugo de la tirana...Este decreto fue consecuencia del abuso de las crueldades y la falta de toda consideracin del ejrcito realista hacia los patriotas. El libertador comprendi que deba tomar medidas para evitar que el enemigo siguiera teniendo xito en sus propsitos de dividir al pueblo, era necesario crear conciencia nacional a favor de la independencia por eso proclam el Decreto de Guerra a Muerte.Dicho decreto fuesuspendido por el mismo Bolvar el 28 de enero de 1814 con el fin de resolver la situacin de violencia que viva el pueblo.

La Campaa AdmirableLa Campaa Admirable continu por otras regiones. Bolvar fue acompaado por Jos Flix Ribas, Rafael Urdaneta y otros valientes oficiales que derrotaron a los realistas en Niquitao, Los Horcones y Los Taguanes. El7 de Agosto de1813, Bolvar entra triunfante a Caracas ely es nombrado General en Jefe del ejrcito patriota. Adems, en Mrida se le concede el ttulo de Libertador, con poderes dictatoriales durante el tiempo que durara la guerra. Igualmente se cumple la Campaa de Oriente encabezada por Santiago Mario y se liber Cuman, Barcelona, Giria, Maturn, y Margarita.Posteriormente, Bolvar anuncia el establecimiento de la Segunda Repblica. Esta Segunda Repblica dur desde el 8 de agosto de 1813 hasta el 11 de diciembre de 1814, cuando las tropas de Ribas y Bermdez se retiran de Maturn. Aparece en la historia un nuevo personaje espaol, como oponente de la repblica, el caudillo Jos Toms Boves.

Boves logr agrupar a los llaneros bajo su mando, ofrecindoles libertad, tierras y botines a todos aquellos que se alistasen en su ejrcito. Con la ayuda de los llaneros, logra derrotar a los patriotas en muchas provincias de Venezuela. As, Bolvar, Rivas y Mario huyen hacia Oriente para reorganizarse y Boves aprovecha la situacin y vuelve a conquistar Caracas el 8 de julio de 1814. El 5 de diciembre de 1814 cae derrocada la Segunda Repblica en la Batalla de Urica. Para hacerle frente alavance de Boves, Jos Flix Rivas organiz un ejrcito con los estudiantes del seminario y de la Universidad de Caracas para enfrentar a los realistas en la Victoria, y el 12 de febrero el ejrcito juvenil de Rivascon la ayuda del patriota Campo Elas derrot a los realistas.

Jos Flix Ribas

Expedicinde los CayosDebido a las continuas derrotas, los jefes patriotas se vieron obligados a salir del pasy dirigirse a Nueva Granada y Las Antillas para buscar apoyo y organizar otras expediciones. Entre ellas nace la Expedicin de los Cayos comandada por Bolvar quien arrib a Venezuela por Margarita. En Carpano, el Libertador decret la libertad de los esclavos y en Ocumare el fin de la Guerra a Muerte, perdonando a aquellos espaoles que se rindieran.No es hasta el ao de 1820, cuando se firma un tratado (o tregua) de suspensin de la guerra en la ciudad de Trujillo,suscrito entre Morillo por los espaoles y Bolvar por los patriotas. El Libertador aprovech este tiempo (6 meses) para preparar la campaa de 1821 que culmin con el glorioso triunfo de la Batalla de Carabobo.JOSE TOMAS BOVES. EL LEN DE LOS LLANOS.MARISCAL DE CAMPO JOS TOMS BOVES.COMANDANTE EN JEFE DEL EJRCITO REAL DE BARLOVENTO.

Frente a la imagen estereotipada de Fernando VII como un rey feln, afeminado y estupido, un hombre incapaz de sentir ninguna generosidad o lealtad hacia aquellos que luchaban y moran por mantener su corona frente a la invasin francesa, surge otro personaje, mucho ms capaz de reconocer y premiar los meritos de aquellos que en la otra orilla del oceano consumieron vida y hacienda en defensa de su legtima soberania.

La causa realista en america obtuvo notables apoyos, y de hecho el rey se jug, y pudo perder su corona , por su decidido compromiso con la reconquista de aquellas provincias en rebelda. Al fin y al cabo, el motn de Cabezas de San Juan protagonizado por el general Riego tuvo tanto que ver con la situacin de absolutismo que se viva en Espaa como con el dinero de las logias y la falta de ganas de muchos oficiales y soldados, "polticos", de cumplir con su deber bajo el ardiente sol de Amrica cuando defender la "libertad" en Espaa sera mucho mas comodo y menos peligroso.

Ya hablamos de como Agustn Agualongo ascendi rapidamente en los escalafones del ejrcito real, hasta el punto de que su nombramiento como Brigadier se hiciese efectivo cuando ya haba sido capturado. En el caso de Boves, con la misma falta de fortuna, su ascenso a Mariscal de Campo lleg prcticamente al tiempo que mora en el campo de batalla.

Como lider y organizador de una fuerza militar irregular Boves no tena mas rango para respaldar su posicin que el de capitn de urbanos, oficial de milicias ciudadanas. Desde Espaa se le proporcionaron grados "provisionales" en numerosas ocasiones, y para terminar con toda discusin sobre su autoridad, el abstracto pero ilimitado cargo de " Supremo sostenedor de las armas reales en la costa firme".

En un raro gesto de generosidad, Fernando VII no olvid lo mucho que le deba tras su muerte, si no que tuvo a bien otorgar el mismo rango a la madre de su valiente guerrero, nombrandola as mariscala de campo, con todos los honores y privilegios anexos.

Del aspecto de Boves hay muy poco que decir, solo tenemos la seguridad de que fu rubio, "roxu" ya que era asturiano, y esto invalida de alguna manera la unica representacin suya que se considera fidedigna, un grabado que lo muestra con pelo y barba negros y rizados, pero cubriendo con una capa su uniforme de oficial ( posiblemente el de urbanos).

Merece la pena sealar, que a pesar de ser un oficial del ejrcito espaol y un fiel defensor de los derechos de su rey y su nacin, los autores espaoles han contribuido a mitificar la imagn de monstruo sanguinario y fiero que los independentistas quisieron dar de el. Desde una visin totalmente racista, Boves, como "malo" de la historia, tena que ser un africano, o un indio de pura raza, y as lo ha representado Palacios en su parcial comic sobre Bolivar, o los realizadores de aquella extraa serie " Erase una vez las amricas". Curioso que nativos de america siempre aparezcan retratados como nordicos, y un nativo del norte de Espaa como indigena...algo que ya nos permite formarnos una idea sobre la credibilidad de cierto tipo de fuentes interesadas, que han sostenido y sostienen el odio radical contra los que defendieron la legitimidad centenaria del trono de Espaa incluso empleando argumentos racistas de un modo torpe y falsario.

NACIMIENTO Y JUVENTUD.

Sigue existiendo una parroquia con el nombre de Bobes en las proximidades de Oviedo, ciudad en la que naci el futuro len de los llanos. Huerfano desde corta edad, se traslad con su madre y hermanas hasta el puerto de Gijn donde las oportunidades econmicas parecan mejores. Estudi all el oficio de piloto naval, y ejerci luego como tal en correos de la armada, sin que nada se pueda probar sobre su presunta participacin en la batalla de Trafalgar.

AMERICA.

Gracias a su oficio como piloto pudo conocer los puertos de la costa firme, y decidir que las oportunidades que ofrecian a un hombre joven y trabajador eran superiores a las del monolitico escalafn de la armada. Abandon la navegacin y se dedic al comercio, sobre todo en las tierras del sur, los llanos, donde mayores oportunidades existan para un hombre con ganas de ganar dinero sin miedo a los riesgos y las penurias.

LA REBELIN.

Igual que otros muchos espaoles, Boves no logr identificar claramente la naturaleza del movimiento independentista, que jugaba con una calculada ambiguedad. Sin embargo Boves no se mostr ambiguo cuando se le solicit su apoyo para levantar a los llaneros en contra del poder espaol. Solo la llegada providencial de la partida guerrillera del indio Reyes Vargas, que apoyaba a las fuerzas reconquistadoras de Domingo Monteverde le salvaron del fusilamiento...o el machete.

A partir de ese momento, Jos Toms Boves va a convertirse en el mas terrible enemigo de los republicanos de la costa firme.

EL EJRCITO LLANERO.

Los llaneros eran una fuerza montada, pobremente armada con lanzas y sin equipos o uniformes propios. Constituian, como los gauchos, un grupo humano totalmente adaptado a una extensin deshabitada y aislada, notablemente propicia para la cria de ganado vacuno a gran escala. Aunque en aquella epoca la carne, al no poder ser transportada de un modo rapido y rentable en grandes cantidade no era negocio, la cria del ganado era tan barata que permitia desperdiciar esta y concentrarse en la venta de los cueros. Podramos hablar de una suerte de cow-boy, pero de un tipo mucho mas empobrecido y sometido a una vida mas dura y con menos distracciones. Era un grupo humano basicamente mestizo, ni indio ni negro, pero tampoco blanco, y que reciba el desprecio constante de la elite criolla para la que trabajaba y a la que viva sometido. El enfrentamiento entre una elite blanco/mestiza con un grupo humano mestizo/indigena permite que en muchas ocasiones el conflicto fuese calificado de guerra racial, aunque solo en los estratos mas altos del ejrcito republicano era mayoritario el elemento europeo, que componia tambin la oficialidad de los ejrcitos del rey.

Campaa De OrienteEnero de 1813, "Campaa de Oriente"

Eumenes Fuguet Borregales (*)

Luego de la capitulacin de Miranda realizada el 25 de julio de 1812, se produce la dispora, la fuerza republicana qued casi inexistente; El jefe realista Domingo Monteverde no tena rivales en ese infausto ao; haba salido de Coro el 10 de marzo de 1812 avanzando exitosamente por: Siquisique, Carora, El Tocuyo, Barquisimeto, San Carlos y Valencia capital de Venezuela en ese momento. Bolvar con suerte haba emigrado con algunos oficiales hacia Curazao; en oriente se agruparon varios oficiales en el islote de Chacachacare cercano a Trinidad, propiedad de Concepcin Mario "la magnnima seora", hermana del coronel Santiago, oficial margariteo de familia con recursos econmicos, deseoso de iniciar una expedicin libertadora sobre las costas venezolanas. La noche del 11 de enero se renen cuarenta y cinco jvenes en Chacachacare, leen la Proclama donde exponen sus ideales de salvar la patria en manos del tirano Monteverde, reconocen a Mario como mximo jefe con plenitud de facultades; los secretarios designados fueron: Manuel Piar, Jos Francisco Bermdez, Manuel Valds y Francisco Azce. El Acta concluye: "Mutuamente empeamos nuestra palabra de caballeros de vencer o morir en tan gloriosa empresa; y de este compromiso ponemos a Dios y a nuestras espadas por testigos". En la madrugada del 12 de enero embarcaron en dos piraguas con las pocas armas proporcionadas por Mario, dirigindose a una hacienda de ste ubicada en Guiria, pennsula de Paria, cuya esclavitud puso en armas dndoles la libertad. Se organizan en una unidad denominada "Guardia del General"; seran siete meses de operaciones para liberar el oriente. Mario el hroe de Chacachacare, empuando la espada redentora a los veintin aos. El 13 ocupan la sorprendida guarnicin del puerto de Guiria integrada de trescientos soldados al mando de Juan Gabazo, ante la impetuosidad del ataque se retira hacia Punta Brava; Bermdez ocupa Irapa el 15. Desde Yaguaraparo es enviado refuerzo realista al mando de Francisco Cerveriz, tambin decide retirarse ante las acometidas republicanas. Mario en Guiria se refuerza con voluntarios incorporados a la lucha; enva a Bernardo Bermdez hermano de Jos Francisco a Maturn, la cual ocupa el 2 de febrero por abandono de la guarnicin realista. El jefe espaol Antonio Zuazola derrota el 8 de marzo a Bernardo en los Magueyes y en Aragua de Barcelona el 16 de ese mes. Mario en Guiria con refuerzos de Arismendi y armas compradas a corsarios, resiste el ataque por mar por la escuadra de Echeverra y por tierra por las fuerzas de Cerveriz. Piar defendiendo Maturn derrota el 11 de abril fuerzas superiores de Fernando de la Hoz y de Remigio Bobadilla. Monteverde al conocer en Caracas las derrotas de su ejrcito se moviliza con quinientos efectivos desde La Guaira hacia Barcelona para seguir hacia Maturn, donde sera derrotado el 25 de mayo, teniendo que regresar a Caracas. Las operaciones en el oriente permiten a Mario y a Piar ocupar Cuman el 3 de agosto y el 19 del mismo mes a Barcelona. El corsario italiano Jos Bianchi con su pequea flota pudo apresar y destruir varias naves realistas. Mario es designado jefe supremo de la regin oriental teniendo como segundo al curazoleo Manuel Piar. Por su lado y sin coordinacin ni comunicacin, Bolvar haba iniciado el 24 de diciembre de 1812 desde Cartagena la campaa sobre las poblaciones ubicadas a lo largo y ancho del ro Magdalena, llegando el 27 de febrero de 1813 a Ccuta, para iniciar el 14 de mayo la Campaa Admirable, jalonada de triunfos hasta llegar a Caracas el 6 de agosto. El 8 de agosto el futuro Libertador enva a Jos Francisco Rivod comisionado ante Mario con la finalidad de comunicarle los pormenores de la campaa recin culminada y la solicitud de apoyo para unir las fuerzas; Mario acepta las propuestas e inclusive ofrece embarcaciones artilladas para establecer un bloqueo a Puerto Cabello; igualmente prometi enviar una comisin para informar a Bolvar los detalles de las operaciones en la regin oriental y movilizarse con mas de cuatro mil soldados. Venezuela estaba dividida en dos grandes estados a saber: el oriental integrado por las provincias de Cuman, Barcelona y Margarita, el de occidente lo formaban: Caracas, Barinas, Mrida y Trujillo; las provincias de Maracaibo, Coro y Guayana permanecan bajo el mando realista. Al movilizarse Mario al centro el 17 de enero de 1814, combate el 31 de marzo en Bocachica - cerca de Villa de Cura, donde derrota a Boves. El 5 de abril se encuentran en la poblacin de La Victoria Bolvar y Mario formando un solo ejrcito al mando del Libertador.

PRDIDA DE LA SEGUNDA REPBLICA.............

Mal se poda pensar que en los das de gloria de la "Campaa Admirable", que los das de la "Segunda Repblica" iban a ser tan cortos.

Analizando ciertos hechos, podemos ver que no poda durar mucho por las siguientes causas:

- Los sectores populares, campesinos y llaneros sobre todo, no haban comprendido bien el sentido de la independencia. Continuaban fieles al rey y no haban podido ser instruidos en las ideas de La "Repblica".

- Boves ( asturiano, caudillo nato, perseguidor de los patriotas)supo captarse la simpata de los llaneros, ofrecindoles dinero y libertad. Incluso ofrecindoles nuevas tierras una vez conquistadas.

- El sector de los pardos estaba deseoso de mejorar en sus condiciones y esta promesa les lleg de labios de Boves.

De esta manera fue como la actuacin de las clases humildes, de las clases populares, llaneras sobre todo, dieron el "GOLPE" decisivo y acabaron con la Segunda Repblica.

Entre las causas polticas, econmicas, sociales y naturales mencionadas por Bolvar de la perdida de la segunda repblica destacan: La adopcin del sistema tolerante. La impunidad de los delitos. La falta de un ejrcito organizado. La desmoralizacin de las tropas americanas. La situacin econmica crtica del pas. La debilidad del gobierno ante el enemigo. La oposicin a levantar tropas veteranas y disciplinadas. El terremoto del 26 de marzo de 1812. La influencia del clero. La naturaleza de la Constitucin venezolana.En resumen durante estos aos se incluyen numerosas batallas y la transformacin de la guerra de independencia en una cruenta lucha de carcter social y tnico por parte de los espaoles.

Despus de estos acontecimientos se puede considerar que concluye el perodo de la Segunda Repblica.

La Segunda Repblica

La Segunda Repblica

Centro Nacional de HistoriaA lo largo del ao 1813, la Repblica se recuperar de la desesperacin y el terror generado por las tropas del general Domingo de Monteverde, Capitn General de la Provincia de Venezuela. Derrotar el ostracismo y la tirana, la incapacidad y la rencilla, la disgregacin y el desacato: seran los retos existenciales que a lo largo y ancho de 1813 tratarn de superarse. Era el grito de la patria el que convocaba al rescate para que pudiese completarse gloriosamente. Simn Bolvar y Santiago Mario respondern a aquel llamado ineludible; el primero, avanzar desde la Nueva Granada; el segundo, desde los cayos del Golfo de Paria. Intento sin precedentes, estos dos caudillos enlazaran sus mpetus desde occidente y el oriente venezolano, consiguiendo liberar el territorio en agosto de 1813. Frente a la liberacin, y la obra de sus mejores hombres y mujeres, se desatara nuevamente las riendas del miedo. Al despuntar el ao 1814, por las sabanas interminables y los llanos resplandecientes, Jos Toms Boves (1782-1814) asumira para s mismo la tarea de desbaratar, por segunda vez, el sueo republicano. Alzando la bandera realista, Boves junto a su Legin Infernal sumiran a Venezuela en una guerra social encarnizada. Con la derrota, vendr la emigracin: el pnico, la muerte. La salida: comenzar desde cero la obra independentista.

La Segunda Repblica

Autor: Rafael Urdaneta D Fecha de publicacin: 25/02/09

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Con la cada de la Primera Repblica los enemigos de la patria instauraron un rgimen de terror y represin brutal, apoyado por la oligarqua y la cpula eclesistica.

En un ao Simn Bolvar reorganiza a las fuerzas patriticas, lanza la Campaa Admirable en la que alcanza victoria tras victoria.

El 7 de Agosto de 1.813 entra triunfal a Caracas quien siete das mas tarde (el 14 de Agosto) ser honrado para siempre con el honroso titulo de El Libertador, instaurando la Segunda Repblica.

El nuevo Congreso otorga plenos poderes al Libertador y subordina a este el poder legislativo,

En el mismo acto celebrado en la Municipalidad de Caracas es restituida la Constitucin revolucionaria, pero El Libertador propone una nueva Asamblea Constituyente que redactara una nueva Constitucin a la luz de las nuevas realidades que la vertiginosidad de los sucesos impona.

Los acontecimientos que acaecan en el oriente, donde las fuerzas reaccionarias se hacan fuertes y la guerra tomaba un doloroso giro hacia el enfrentamiento fraticida, socavan las bases de la Segunda Republica. Jos Tomas Boves hombre cruel y sanguinario lidera bandas de venezolanos que se alzan en armas contra la nueva republica. El 16 de Octubre de 1.814 Boves y sus hombres toman Cuman en lo que ms que una batalla fue una verdadera carnicera el la que se pas por cuchillo a la poblacin entera.

As termina la vida efmera de la Segunda Republica cuyas vicisitudes recoge El Libertador el impresionante documento conocido como El Manifiesto De Carpano

el cual a continuacin transcribo completo:Ciudadanos:Infeliz del magistrado que autor de las calamidades o de los crmenes de su Patria se ve forzado a defenderse ante el tribunal del pueblo de las acusaciones que sus conciudadanos dirigen contra su conducta; pero es dichossimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la poltica y de las desgracias pblicas, preserva su honor intacto y se presenta inocente a exigir de sus propios compaeros de infortunio una recta decisin sobre su inculpabilidad.Yo he sido elegido por la suerte de las armas para quebrantar vuestras cadenas, como tambin he sido, digmoslo as, el instrumento de que se ha valido la providencia para colmar la medida de vuestras aflicciones. S, yo os he trado la paz y la libertad, per en pos de estos inestimables bienes han venido conmigo la guerra y la esclavitud. La victoria conducida por la justicia fue siempre nuestra gua hasta las ruinas de la ilustre capital de Caracas, que arrancamos de manos de sus opresores. Los guerreros granadinos no marchitaron jams sus laureles mientras combatieron contra los dominadores de Venezuela, y los soldados caraqueos fueron coronados con igual fortuna contra los fieros espaoles que intentaron de nuevo subygarnos. Si el destino inconstante hizo alternar la victoria entre los enemigos y nosotros, fue slo en favor de pueblos americanos que una inconcebible demencia hizo tomar las armas para destruir a sus libertadores y restituir el cetro a sus tiranos.As, parece que el cielo para nuestra humillacin y nuestra gloria ha permitido que nuestros vencedores sean nuestros hermanos y que nuestros hermanos nicamente triunfen de nosotros. El Ejrcito Libertador extermin las bandas enemigas, pero no ha podido exterminar unos pueblos por cuya dicha ha lidiado en centenares de combates. No es justo destruir los hombres que no quieren ser libres, ni es libertad la que se goza bajo el imperio de las armas contra la opinin de seres fanticos cuya depravacin de espritu les hace amar las cadenas como los vnculos sociales.No os lamentis, pues, sino de vuestros compatriotas que instigados por los furores de la discordia os han sumergido en ese pilago de calamidades, cuyo aspecto solo hace estremecer a la naturaleza, y que sera tan horroroso como imposible pintaros. Vuestros hermanos y no los espaoles han desgarrado vuestro seno, derramando vuestra sangre, incendiando vuestros hogares, y os han condenado a la expatriacin. Vuestros clamores deben dirigirse contra esos ciegos esclavos que pretended ligaros a las cadenas que ellos mismos arrastran; y no os indignis contra los mrtires que fervorosos defensores de vuestra libertad han prodigado su sangre en todos los campos, han arrostrado todos los peligros, y se han olvidado de s mismos para salvaros de la muerte o de la ignominia. Sed justos en vuestro dolor, como es justa la causa que lo produce.Que vuestros tormentos no os enajenen, ciudadanos, hasta el punto de considerar a vuestros protectores y amigos como cmplices de crmenes imaginarios, de intencin, o de omisin. Los directores de vuestros destinos no menos que sus cooperadores, no han tenido otro designio que el de adquirir una perpetua felicidad para vosotros, que fuese para ellos una gloria inmortal. Mas, si los sucesos no han correspondido a sus miras, y si desastres sin ejemplo han frustrado empresa tan laudable, no ha sido por efecto de ineptitud o cobarda; ha sido, s, la inevitable consecuencia de un proyecto agigantado, superior a todas las fuerzas humanas. La destruccin de un gobierno, cuyo origen se pierde en la obscuridad de los tiempos; la subversin de principios establecidos; la mutacin de costumbres; el trastorno de la opinin, y el establecimiento en fin de la libertad en un pas de esclavos, es una obra tan imposible de ejecutar sbitamente, que est fuera del alcance de todo poder humano; por manera que nuestra excusa de no haber obtenido lo que hemos deseado, es inherente a la causa que seguimos, porque as como la justicia justifica la audacia de haberla emprendido, la imposibilidad de su adquisicin califica la insuficiencia de los medios. Es laudable, es noble y sublime, vindicar la naturaleza ultrajada por la tirana; nada es comparable a la grandeza de este acto y aun cuando la desolacin y la muerte sean el premio de tan glorioso intento, no hay razn para condenarlo, porque no es lo asequible lo que se debe hacer, sino aquello que el derecho nos autoriza.En vano, esfuerzos inauditos han logrado innumerables victorias, compradas al caro precio de la sangre de nuestros heroicos soldados. Un corto nmero de sucesos por parte de nuestros contrarios, ha desplomado el edificio de nuestra gloria, estando la masa de los pueblos descarriada por el fanatismo religioso, y seducida por el incentivo de la anarqua devoradora. A la antorcha de la libertad, que nosotros hemos presentado a la Amrica como la gua y el objeto de nuestros conatos, han opuesto nuestros enemigos la hacha incendiaria de la discordia, de la devastacin y el grande estmulo de la usurpacin de los honores y de la fortuna a hombres envilecidos por el yugo de la servidumbre y embrutecidos por la doctrina de la supersticin: Cmo podra preponderar la simple teora de la filosofa poltica sin otros apoyos que la verdad y la naturaleza, contra el vicio armado con el desenfreno de la licencia, sin ms lmites que su alcance y convertido de repente por un prestigio religioso en virtud poltica y en caridad cristiana? No, no son los hombres vulgares los que pueden calcular el eminente valor del reino de la libertad, para que lo prefieran a la ciega ambicin y a la vil codicia. De la decisin de esta importante cuestin ha dependido nuestra suerte; ella estaba en manos de nuestros compatriotas que pervertidos han fallado contra nosotros; de resto todo lo dems ha sido consiguiente a una determinacin ms deshonrosa que fatal, y que debe ser ms lamentable por su esencia que por sus resultados.Es una estupidez maligna atribuir a los hombres pblicos las vicisitudes que el orden de las cosas produce en los Estados, no estando en la esfera de las facultades de un general o magistrado contener en un momento de turbulencia, de choque, y de divergencia de opiniones el torrente de las pasiones humanas, que agitadas por el movimiento de las revoluciones se aumentan en razn de la fuerza que las resiste. Y aun cuando graves errores o pasiones violentas en los jefes causen frecuentes perjuicios a la Repblica estos mismos perjuicios deben, sin embargo, apreciarse con equidad y buscar su origen en las causas primitivas de todos los infortunios: la fragilidad de nuestra especie, y el imperio de la suerte en todos los acontecimientos. El hombre es el dbil juguete de la fortuna, sobre la cual suele calcular con fundamento muchas veces, sin poder contar con ella jams, porque nuestra esfera no est en contacto con la suya de un orden muy superior a la nuestra. Pretender que la poltica y la guerra marchen al grabo de nuestros proyectos, obrando a tientas con slo la pureza de nuestras intenciones, y auxiliados por los limitados medios que estn a nuestro arbitrio, es querer lograr los efectos de un poder divino por resortes humanos.Yo, muy distante de tener la loca presuncin de conceptuarme inculpable de la catstrofe de mi Patria, sufro al contrario, el profundo pesar de creerme el instrumento infausto de sus espantosas miserias; pero soy inocente porque mi conciencia no ha participado nunca del error voluntario o de la malicia, aunque por otra parte haya obrado mal y sin acierto. La conviccin de mi inocencia me la persuade mi corazn, y este testimonio es para m el ms autntico, bien que parezca un orgulloso delirio. He aqu la causa porque desdeando responder a cada una de las acusaciones que de buena o mala fe se me puedan hacer, reservo este acto de justicia, que mi propia vindicta exige, para ejecutarlo ante un tribunal de sabios, que juzgarn con rectitud y ciencia de mi conducta en mi misin a Venezuela. Del Supremo Congreso de la Nueva Granada hablo, de este augusto cuerpo que me ha enviado con sus tropas a auxiliarlos como lo han hecho heroicamente hasta expirar todas en el campo del honor. Es justo y necesario que mi vida pblica se examine con esmero, y se juzgue con imparcialidad. Es justo y necesario que yo satisfaga a quienes haya ofendido, y que se me indemnice de los cargos errneos a que no he sido acreedor. Este gran juicio debe ser pronunciado por el soberano a quien he servido; yo os aseguro que ser tan solemne cuanto sea posible, y que mis hechos sern comprobados por documentos irrefutables. Entonces sabris si he sido indigno de vuestra confianza, o si merezco el nombre de Libertador.Yo os juro, amados compatriotas, que este augusto ttulo que vuestra gratitud me tribut cuando os vine a arrancar las cadenas, no ser vano. Yo os juro que libertador o muerto, merecer siempre el honor que me habis hecho, sin que haya potestad humana sobre la tierra que detenga el curso que me he propuesto seguir hasta volver segundamente a libertaros, por la senda del occidente, regada con tanta sangre y adornada de tantos laureles. Esperad, compatriotas, al noble, al virtuoso pueble granadino que volar ansioso de recoger nuevos trofeos, a prestaros nuevos auxilios, y a traeros de nueva la libertad, si antes vuestro valor no la adquiere. S, s, vuestras virtudes solas son capaces de combatir con suceso contra esa multitud de frenticos que desconocen su propio inters y honor; pues jams la libertado ha sido subyugada por la tirana. No comparis vuestras fuerzas fsicas con las enemigas, porque no es comparable el espritu con la materia. Vosotros sois hombres, ellos son bestias, vosotros sois libres, ellos esclavos. Combatid, pues, y venceris. Dios concede la victoria a la constancia.Carpano, septiembre 7 de 1814.

SIMN BOLVAR

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