Marta Aldaz Casalod

Letonia es uno de los pocos países del mundo donde los ecosistemas naturales, en gran parte tierras vírgenes, aún prosperan en la mitad de su territorio. Es un asilo para turistas que quieran experimentar una tierra en donde la naturaleza y la tradición han coexistido en armonía desde tiempos inmemoriales. Desde tiempo el país que hoy llamamos Letonia ha atraído a extranjeros - al principio invasores de todas las clases y posteriormente viajeros y aventureros.

Los sitios naturales de Letonia: Las bellezas naturales de Letonia aguardan al viajero para

sorprenderlo con sus paisajes. Otros atractivos naturales son los paisajes boscosos de la zona de

Ogre, o los centros de esquí de Sigulda. Letonia cuenta además con cuatro reservas naturales: Grinu,

Moricsala, Krustkalni y Teici. Tres parques nacionales: Parque Nacional de Gauja, Parque Nacional de Kemeri y Parque Nacional Slitere.

La ciudad balnearia de Jurmala tiene como atractivos además de sus paisajes y playas, el castillo de Bauska.

El árbol Pino del Lobo se encuentra en la ciudad de Mazsalaca. Una leyenda local cuenta que durante las noches de luna llena, el árbol se transforma en un lobo que promete fortuna en el amor a aquellos que lo visitan.

Letonia es una tierra de terrenos diversos, donde los llanos alternan con altillos y con los valles de los ríos. Es tierra de bosques majestuosos, amplios cenagales y aguas claras. Es tierra de prados, campos, arboledas, jardines y parques. Juntas, estas características forman el mosaico único que es el paisaje de Letonia. Es un asilo para el turista que ama la naturaleza, respeta la tradición y tiene un interés en la cultura de los habitantes locales. Es un lugar para los que disfrutan de la interacción social y valoran el sentido del logro que viene de una actitud activa hacia la relajación.

En el mundo existen pocos países cuyos ecosistemas no hayan sido tocados por el hombre, donde los bosques, los pantanos, los lagos y los ríos se hayan desarrollado a lo largo de los siglos a su propio paso, con mínima interferencia humana, y donde las playas arenosas prístinas alcanzan 200 kilómetros, no estropeados por los centros turísticos como ocurre en el maravilloso país de Letonia.

En ninguna otra parte en Europa usted encontrará una población tan numerosa de cigüeñas negras o águilas pomeranas. La densidad de estas especies raras es entre las más grandes de Europa. En 64.589 kilómetros cuadrados de territorio, usted encontrará centenares de lobos y linces, 4.000 nutrias y 100.000 castores.

El clima costero de Letonia occidental modula en el clima continental de Letonia del este. Es una encrucijada natural para la gente, la flora y la fauna. La posición geográfica de Letonia, junto al mar Báltico, ha fomentado condiciones únicas donde se pueden encontrar prosperando de lado a lado vegetaciones del norte y del sur, así como del este y del oeste. De las 1.304 especies indígenas de plantas de flores y de helechos en Letonia, varias centenas crecen en la frontera de Letonia o cerca de ella. Se pueden encontrar patrones similares en el reino animal.

En los bosques letones se pueden encontrar típicamente el brezal occidental con hojas cruzadas, así como la cina oriental de hojas anchas, la ardilla voladora del norte y el lirón gordo del sur.

El mar y la zona costera, que se extiende por 497 kilómetros a lo largo del mar Báltico y del golfo de Riga, es parte importante del paisaje letón. Las dunas de arena de hasta 36 metros, las playas arenosas, los ríos y sus estuarios, bosques, pantanos y lagos forman un ecosistema continuo que se ha formado como resultado de la interacción entre la tierra y el mar.

En Letonia existen zonas costeras que una de sus tradiciones es la pesca, y esta a su vez forma parte esencial de cultura letona. 

Comparado a otros países europeos, los cenagales ocupan una proporción significativa de Letonia. El 4,9% del territorio de Letonia consiste en pantanos abiertos. Cerca del 50% de los cenagales son en gran parte deteriorados por actividad humana. Dentro de este territorio hay más de 20 especies protegidas de plantas. Hay por lo menos 15 especies de aves en cenagales y en las regiones pantanosas, incluyendo la grulla, el chorlito dorado, el gallo silvestre negro, el zarapito trinador, el esmerejón y el peregrino. Durante períodos de migración de las aves, los cenagales son lugares de descanso importantes para las grullas y los gansos. Hay 10 especies protegidas de insectos y especies raras de caracoles. Los cenagales y los pantanos también son altamente valorados por los recogedores de bayas por la amplia gama de bayas que se producen allí, incluyendo arándanos,

camemoros, arándanos rojos y mirtilos.

Letonia tiene más de 12.500 ríos que se extienden por 38.000 kilómetros, así como 2.256 lagos más grandes de 1 hectárea, con un área colectiva de 1.000 kilómetros cuadrados.

Aunque algunos de los ríos de Letonia han tenido sus cursos enderezados, la mayoría de los ríos grandes y medianos conservan sus contornos naturales. Consecuentemente, sus bancos son hogar para la rara fauna europea como nutrias, castores y martín pescadores. Letonia es uno de los pocos lugares en la región del mar Báltico en donde todavía sigue habiendo áreas naturales de desove de los salmones. Hay numerosos ríos apropiados para boga y rafting balsa.

*Parque nacional de Gauja. El Gauja, el río más largo de Letonia, es extremadamente popular entre los turistas porque de los 452 kilómetros de su curso original nada ha sido alterado. Por 85 kilómetros el Gauja atraviesa un viejo valle que es el corazón del parque nacional de Gauja. 

El alma de Letonia se revela en el típico corral rural, donde se vive en armonía con las leyes y los ritmos de la naturaleza. Es un lugar en donde se respetan las tradiciones antiguas y se celebran con alegría los festivales anuales. En Jāņi (solsticio de verano) se enciende la hoguera tradicional en casi cada granja. Los Līgotāji (los que celebran el festival) durante el día recolectan las coloridas Jāņu zāles (flores del campo), y luego van en parejas para buscar el legendario flor secreto de helecho, que florece solamente una vez al año en esta noche. La granja unifamiliar es una parte integral del paisaje letón.

Letonia tiene una larga tradición de conservación de la naturaleza. Las primeras leyes y reglamentaciones referentes al uso de bosques fueron aprobadas desde el 1500 y el 1600. En el 1800 se hizo un esfuerzo para reforestar las dunas costeras bálticas y el golfo de Riga. En el 1900 se iniciaron propuestas para crear áreas de conservación. La primera área protegida en Letonia se encontraba en la región de Kurzeme - Moricsala, una isla en el lago Usma.

El 8,5% de los territorios naturales letones es actualmente protegido por la ley. Hay 4 reservas estatales, 3 parques nacionales, 22 parques naturales, 211 reservas naturales, 6 áreas panorámicas protegidas y 1 reserva de biosfera.

Amatciems se encuentra a 80 km de Riga, la capital de Letonia, y a 12 km de Cēsis que tiene unos 20.000 habitantes.