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EL NOTICIERO DE LA IGLESIA DE DIOS UNIVERSAL Viviendo y Compartiendo el Evangelio AÑO 32 No. 6

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NOTICIERO DE LA IGLESIA DE DIOS UNIVERSAL

Viviendo y Compartiendo

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una enfermedad? ¿La paz ndial? ¿El contacto con alguna ligencia extraterrestre?

die Sabe 5 Biblia en ninguna parte dice, directamente o irectamente, cuando verá Jesucristo. Eso no tan importante como si otros estaremos listos ndo ello ocurra.

rapto de la iglesia 9 “rapto” es una creencia entre unos cristianos sobre lo que ede a la iglesia antes de la ida de Jesús en gloria, únmente llamada “la segunda ida”.

uién es el anticristo? 10 Biblia usa el termino ticristo” solo cuatro es y solo en las cartas Juan. Jesús, Pablo y

dro no mencionan al ticristo”.

O EN LO QUE VALE LA PENA PENSAR Película de la vida 12

CIONES DE LA BIBLIA a lección sobre la autoridad 13

ANDO EL LEGALISMO Sábado y el Domingo al principio la cristiandad. Parte 2: 15

ISTERIO DE JÓVENES ando una atmósfera de amor 18

í comienza una violación 20 udio Bíblico Juvenil, ¿Retiro? 21

ISTERIO DE LA MUJER s dulzura 22

RINCÓN DE LOS NIÑOS 24

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El Noticiero de la Ig

Congregación IDU en Dubay, Emiratos Árabes Unidos

El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal

Año 32 No. 6 Junio 2004 n: Edificar a los miembros de la Iglesia de Dios Universal con artículos la vida cristiana y estudios bíblicos. El Noticiero es la publicación de s oficial de la Iglesia de Dios Universal, publica las declaraciones doctri-ficiales de la iglesia.

ticiero de la Iglesia de Dios Universal es publicado mensualmente por la de Dios Universal, 9970 NW 24th Street Coral Springs, Florida 33065, . Copyright Worldwide Church of God 2004. Esta publicación es distri-

gratuitamente en forma electrónica y copias impresas son distribuidas por de los pastores o líderes de cada congregación. Si desea recibir El Noti-por correo electrónico, puede solicitarlo a: [email protected] El ero de la Iglesia de Dios Universal también está disponible en Internet: /www.wcg.org/espanol

ente y Pastor General: Joseph Tkach isor Editorial: Michael Morrison Ejecutivo: J. Michael Feazell : Thomas C. Hanson n Castellana: or Regional: Charles B. Fleming : David E. Ágreda cción al español: Carlos Gutiérrez, Eleana Molina, Eduardo Castro, José asado, David E. Ágreda. Un agradecimiento especial a nuestros traduc-oluntarios.

a de lectura: Carlos Gutiérrez. indicación contraria, los textos bíblicos se citan de La Santa Biblia, Nue-rsión Internacional. © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional.

Queremos saber de usted. ticiero busca informar sobre los varios ministerios y obras de servicio das por los miembros. Son bienvenidos sus artículos sobre su congrega-a vida cristiana y testimonios. Para someter un artículo o anuncio para su ación, o si desea colaborar con la traducción del inglés al español escriba [email protected]

lesia de Dios Universal AÑO 32 No. 6

ARTÍCULO DE LA PORTADA

LLaa VVeenniiddaa ddeell SSeeññoorr¿Cuál evento piensa usted que sería el más grande que podría ocurrir en la escena mundial? ¿Otra guerra mundial? ¿El descubrimiento de una cura para alguna enfermedad pavorosa?

¿La paz mundial? ¿El contacto con alguna inteligencia extraterrestre?

ara millones de cristianos, la respuesta a esta pregunta es simple: El evento más

grande que podría ocurrir es la segunda venida de Jesucristo.

El Mensaje Central de la Biblia La historia completa de la Biblia

se centra en la venida de Jesucris-to como Salvador y Rey. En el Jar-dín de Edén, nuestros primeros padres, por pecar, rompieron su relación con Dios. Pero Dios predi-jo la venida de un Redentor que repararía esa separación espiritual. A la serpiente que tentó a Adán y Eva haciéndolos pecar, Dios le dijo, “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el ta-lón” (Gen 3:15).

Ésta es la más antigua profecía de la Biblia de un Salvador que quebraría el poder que el pecado y la muerte mantienen sobre los humanos (“te aplastará la cabeza”). ¿Cómo? Por la muerte en sacrificio del Salvador (“tú le morderás el talón”).

Jesús logró esto en su primera venida. Juan el Bautista lo recono-ció como el “¡Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Jn 1:29). La Biblia revela la importan-cia central de la llegada de Dios en la carne en la primera venida de Jesucristo. La Biblia también reve-la que Jesús está viniendo ahora, en las vidas de los creyentes. Y la Biblia más ciertamente declara que él vendrá de nuevo, visiblemente y en poder.

Jesucristo realmente viene de

tres maneras:

1) Jesús ya ha venido Nosotros los humanos necesi-

tamos la redención de Dios –su rescate – porque Adán y Eva peca-ron, trayendo la muerte al mundo. Jesús logró esa redención murien-do en nuestro lugar. “Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud”, escribió Pablo en Colosenses 1:19-20, “y, por medio de él [Jesucristo], reconciliar consi-go todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.”

Jesús sanó la brecha que ocurrió primero en el Edén. A través de su sacrificio la familia humana puede ser reconciliada con Dios.

La profecía del Antiguo Testa-mento apuntó al reino de Dios en el futuro. Pero el Nuevo Testamento se abre en que “Jesús se fue a Galilea a anunciar las buenas nue-vas de Dios. ‘Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca’” (Mr 1:14-15). ¡Jesús, el Rey del reino, estaba caminando entre los humanos!

Jesús ofreció “por los pecados un solo sacrificio para siempre” (Heb 10:12). No deberíamos sub-valorar nunca el significado de la encarnación, vida y obra de Jesús hace dos milenios.

Jesús vino. También –

2) Jesús está viniendo ahora Hay buenas noticias para aque-

llos que creen en Cristo: “En otro tiempo ustedes estaban muertos

en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. […] Pero Dios, que es rico en miseri-cordia, por su gran amor por noso-tros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en transgresiones. ¡Por gracia uste-des han sido salvados!” (Ef 2:1-2, 4-5).

¡Dios nos ha levantado con Cris-to, espiritualmente, ahora! Median-te su gracia, “Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regio-nes celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús” (vv. 6-7).

¡Este pasaje describe nuestra condición presente como seguido-res de Jesucristo! Dios “nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indes-tructible, incontaminada e inmarchi-table” (1P 1:3-4).

Jesús vive ahora en nosotros (Gá 2:20). Hemos nacido de nue-vo, espiritualmente, y podemos ver el reino de Dios (Jn 3:3).

Cuando le preguntaron sobre cuándo vendría el reino de Dios, Jesús contestó: “La venida del re-ino de Dios no se puede someter a cálculos. No van a decir: ‘¡Mírenlo acá! ¡Mírenlo allá!’ Dense cuenta que el reino de Dios está entre ustedes” (Lc 17:20-21). Jesús es-taba en medio de los fariseos, pero él vive dentro de los cristianos. Jesucristo trajo el reino en su per-sona.

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De la misma manera, como él vive ahora en nosotros, inaugura el reino de Dios. La venida de Jesús para vivir en nosotros también anti-cipa la última revelación del reino en la tierra a la segunda venida de Jesús.

¿Pero por qué Jesús vive ahora en nosotros? Note: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dis-puso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (Ef 2:8-10).

Dios nos ha salvado por la gra-cia, sin ningún esfuerzo nuestro. Pero aunque las obras no pueden ganarnos la salvación, Jesús vive en nosotros para que podamos hacer las buenas obras ahora y así glorifiquemos a Dios.

Jesús vino. Él está viniendo. Y —

3) Jesús vendrá de nuevo Después de la resurrección de

Jesús, cuando sus discípulos lo vieron ascender al cielo, dos ánge-les preguntaron: “¿Qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Je-sús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse” (Hch 1:11).

Sí, Jesús está viniendo de nue-vo.

En su primera venida, Jesús de-jó algunas predicciones mesiánicas incumplidas. Ésta era una razón por la que su propio pueblo, los judíos, le rechazó. Ellos vieron al Mesías como un héroe nacional que los libraría de la dominación romana.

Pero el Mesías hubo de venir, primero, para morir por toda la humanidad. Sólo después podría Jesucristo retornar como un rey victorioso, y entonces no sólo para

exaltar Israel, sino para exigir los reinos de toda la tierra como su-yos. “El reino del mundo ha pasa-do a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos” (Ap 11:15).

“Voy a prepararles un lugar”, Je-sús dijo a sus discípulos. “Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté” (Jn 14:3).

La profecía de Jesús en los Oli-vos (Mt 24:1-25, 46) se dirigió a las preguntas y preocupaciones de los discípulos de Cristo sobre su retor-no y el fin de esta era.

Después, el apóstol Pablo dijo a la Iglesia cómo “el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios” (1Ts 4:16).

A la venida de Jesucristo, él le-vantará a la inmortalidad al justo que haya muerto y cambiará a la inmortalidad al creyente que toda-vía esté vivo, y todos se reunirán con él en el aire (vv. 16-17; 1Co 15:51-54).

¿Pero Cuándo? A lo largo de los siglos, la espe-

culación sobre la segunda venida ha causado incontables discusio-nes —e incalculable desilusión cuando fallaron los guiones de va-rios pronosticadores. Al sobre en-fatizar el cuándo del retorno de Jesús nuestras mentes pueden desviarse del enfoque central del evangelio —la obra de salvación de Jesús para todos los humanos, cumplida en su vida, muerte, resu-rrección y continuando la obra re-dentora como nuestro celestial Sumo Sacerdote.

Podemos llegar a engrosar en la especulación profética que no cumplimos el papel legítimo de cristianos como luces al mundo, ejemplificando el estilo de vida amoroso, misericordioso de Cristo, y glorificando a Dios sirviendo a nuestros compañeros humanos.

“Cuando alguien se interesa en los anuncios de la Escritura sobre las últimas cosas y el segundo ad-venimiento degenera en un marco sutil de precisas elaboraciones de eventos futuros, entonces se ha desviado en gran manera del con-tenido y el espíritu de las pronun-ciaciones proféticas de Jesús,” dice El Nuevo Comentario Internacional del Nuevo Testamento en Lucas, p. 544.

¿Nuestro enfoque? Si el conocimiento de cuándo

volverá Cristo no es posible (y por consiguiente, por comparación con lo que la Biblia nos dice, es poco importante), ¿entonces dónde de-bemos enfocar nuestras energías como cristianos? ¡Nuestro enfoque debe ser en alistarnos para la se-gunda venida de Jesús cuando ello ocurra!

“Por eso también ustedes deben estar preparados”, dijo Jesús, “por-que el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen” (Mt 24:44). “El que se mantenga firme hasta el fin será salvo” (Mt 10:22).

El Punto Focal de la Biblia La Biblia entera gira alrededor

de la venida de Jesucristo. Como cristianos, también nuestras vidas deben girar alrededor de su venida.

Jesús vino. Ahora está viniendo mediante la presencia del Espíritu Santo. Jesucristo vendrá de nuevo. Jesús volverá en toda su gloria y “transformará nuestro cuerpo mise-rable para que sea como su cuerpo glorioso” (Fil 3:21). Entonces, “la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa liber-tad de los hijos de Dios” —nosotros (Ro 8:21).

Sí, estoy viniendo pronto, dice nuestro Salvador. Y como cristia-nos, creyentes y discípulos de Je-sucristo, todos podemos contestar al unísono: “Amén. ¡Ven, Señor Jesús!” (Ap 22:20).

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NNaaddiiee SSaabbee

La Biblia en ninguna parte nos dice, directamente o indirectamente, cuando volverá Jesucristo.

uando regresará Jesús no es tan importante como si nosotros estaremos listos

cuando ello ocurra. Sin embargo la gente por casi 2000 años ha construido detalladas, a menudo descabelladas, escatologías (estudios de las últimas cosas) que pueden realmente derribar el mensaje de la Biblia y aplastar la fe de los creyentes.

La visión de los primeros cristianos

Los primeros cristianos espe-raban al parecer que Jesús vol-viera casi inmediatamente. A su ascensión al cielo, sus discípulos preguntaron, “—Señor, ¿es aho-ra cuando vas a restablecer el reino a Israel?” (Hch 1:6). Sub-estimaron tremendamente cuán-to tiempo pasaría antes del re-torno de Jesús.

Cuando los discípulos estaban parados mirando fijamente hacia arriba, dos ángeles preguntaron: “—Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse” (v. 11).

El retorno de Jesús era segu-ro. Los discípulos no necesita-ban preocuparse sobre cuándo ocurriría. Dios los quiso dejar que miraran fijamente en el cielo y que siguieran con la predica-ción de la verdad.

Las primeras epístolas de los discípulos demuestran la creen-cia de la mayoría de ellos lleva-da al parecer a sus tumbas: que el retorno de Jesús era inminen-

te. Por ejemplo, Pablo escribió de cómo “los que estemos vivos” estaremos juntos con los santos resucitados a la venida de Jesús (1Ts 4:15-17).

Pablo después tuvo que sua-vizar esta visión de cuándo ocu-rriría la segunda venida y corre-gir a los cristianos quienes, pen-sando que el tiempo era corto, se habían vuelto ociosos (2Ts 2:1-2; 3:11).

El libro de Apocalipsis presen-tó un gran drama que llegaba hasta el tiempo del fin. Este libro incluyó la idea que el retorno de Jesús podría estar más lejos de lo se piensa. Los santos esta-ban para vivir y gobernar con Cristo durante 1000 años (Ap 20:4).

Compren-diendo la declaración de la Biblia que un día es como 1000 años (2P 3:8), algunos han visto una analogía entre la historia y los siete días de creación. Concluyeron que la edad pre-sente marcharía 6000 años an-tes del reposo de 1000 años bajo Cristo.

“Incitado también por la cos-mología de Zoroastro (Mandean) y el énfasis en los días de mil años del Salmista en 2 Pedro 3:8, los teólogos cristianos del siglo 2 d.C. transformaron la historia mundial en una semana mundial, y el séptimo día en el

sábado mundial, un jubileo de dulzura, paz, y deleite terrenal después de seis días del mil años de trabajo humano” (El Fin de Siglo, por Hillel Schwartz, Nueva York: Doubleday, 1990, p. 10). Los cristianos empezaron a creer que Jesús volvería, pero después de mucho tiempo.

Buscando un reino Durante algún tiempo, los cris-

tianos, incluso Ireneo (hacia 115-200) y Justino el Mártir (hacia 100-165), continuaron buscando a Cristo para preparar un reino de Dios literal en la tierra. En el tercer siglo, Orígenes (185-254) afirmó que el reino existió no en el tiempo o en el espacio sino en las almas de los creyentes. “Pa-ra una colectividad, la escatolo-

gía milenaria de Orígenes sustituyó a

una escatología

del alma indivi-dual” (La

Persecución del Milenio, por Norman Cohn, Nueva York: Prensa

de la Universidad de Oxford, p. 29).

Por el siglo quinto, la Cristian-dad era la religión oficial del Im-perio Romano, y la iglesia ya no podía ser vista como una “pe-queña banda” peleando con el mundo. Ahora Agustín (354-430) escribió La Ciudad de Dios, tratando al libro de Apocalipsis como una alegoría espiritual y diciendo que el Milenio se realizó

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en la iglesia.

La iglesia oficialmente rechazó la doctrina de un Milenio literal. Pero los creyentes siguieron abrazando ideas tales como los “últimos días,” el Anticristo y el guerrero Cristo que volvería físi-camente para conquistar el mundo.

El Guerrero Cristo Versus el Anticristo

Los creyentes miedosamente miraron al malvado Anticristo, con quien guerrearía al retorno de Cristo.

“La gente siempre estaba observando las ‘señales’ que, según la tradición profética, eran para anunciar y acompañar la final ‘época de problemas’; y ya que las ‘señales’ incluían gober-nantes malos, discordia civil, guerra, sequía, hambre, plagas, cometas, muertes súbitas de personas prominentes y un au-mento en general de la maldad, no había dificultad alguna para encontrarlas.

La invasión o la amenaza de invasión por los hunos, húnga-ros, mongoles, sarracenos o turcos siempre aquellas hordas trajeron recuerdos del Anticris-to… Sobre todo, cualquier go-bernante que podía ser conside-rado como un tirano era propen-so a asumir los rasgos del Anti-cristo” (Cohn, p. 35).

Los Papas estuvieron a me-nudo asociados con el Anticristo. Así estuvieron los musulmanes que controlaron la Tierra Santa y de quienes descendieron los Cruzados de Europa en los si-glos 11, 12 y 13. Así estuvieron los judíos.

Como se acercaba el año 1000 d.C., los maestros temero-sos predijeron que el mundo estaba a punto de terminar y que Jesucristo aparecería. Un ejérci-to de peregrinos vendió sus co-sas y viajó a Jerusalén para es-

perar a Cristo. Los llenaba de terror cada tormenta, cometa y otro evento de la naturaleza. Se arrodillaban en cada crujido de trueno, esperando que la tierra se abriera y dejara salir a los muertos. Cada meteoro sobre Jerusalén sacaba a los cristianos a las calles para llorar y orar.

Fechas que fallaron Más involucrados con la fecha

del retorno de Jesús que con cómo Jesús les ordenó a sus seguidores que vivieran hasta que él viniera, los pronosticado-res siguieron leyendo mal la pro-fecía:

• Durante la gran plaga de Europa (1348-1352), los pro-fetas dijeron que el fin estaba cerca y que Cristo aparecería en 10 años.

• La Iglesia Católica Romana ha figurado a menudo en los guiones del tiempo del fin. Por ejemplo, Juan Wycliffe, un reformador del siglo 14, dijo que la masa católica era la abominación desoladora de Daniel.

• Martin Lutero (1483-1546) creyó que el conflicto final de la iglesia con el mal enfrenta-ría a los turcos y al papa. Juan Knox, en 1547, vio al papa en Daniel 7:24-25.

• En 1806, en Leeds, una ga-llina puso huevos que llevan las palabras, ‘Cristo está vi-niendo.’ Muchos visitaron el lugar y ‘llegaron a la religión.’ Entonces alguien descubrió que los huevos inscritos con tinta habían sido forzados en el cuerpo de la gallina.

• Juan Wesley dijo que el fin llegaría en 1836. Otros hicie-ron pensar en 1830 y 1847.

• Basado en el texto de Daniel 8:14, un granjero de Nueva Inglaterra llamado William Miller supuso que el mundo

acabaría en 1843 o 1844. Sus seguidores apuntaron con precisión el 22 de Octu-bre de 1844.

• Poco dispuestos para acep-tar la Gran Desilusión que resultó cuando pasó el 22 de Octubre sin el retorno de Cristo, algunos explicaron que Cristo empezó a limpiar el “santuario celestial” en esa fecha. Dieron así nacimiento al moderno movimiento Ad-ventista.

• Charles Taze Russell, cuyos estudios públicos de la Biblia formaron la fundación Watch-tower Bible and Tract Socie-ty, dijo que Cristo había vuel-to a la tierra en 1874 y em-pezaría su reino visible en 1914. La literatura de los Testigos de Jehová más tar-de hablaría de “la promesa del Creador de un nuevo mundo pacífico y seguro an-tes que pase la generación que vio los eventos de 1914.”

• La caída contemporánea de las especulaciones incluyen aquéllas de Edgar C. Whise-nant, quien en 1988 listó 88 Razones de Por Qué el Rap-to Será en 1988 (cuando Cristo no volvió, predijo el rapto para 1989); un libro producido en Georgia que puso el rapto el 8 de Octubre de 1992, a las 12:55 p.m. tiempo del Este; y la aserción de un profeta coreano que fi-jó el rapto durante la media-noche, del 20 o 28 de Octu-bre de 1992. (En Corea del Sur, 20 000 cristianos deja-ron la escuela o abandona-ron los trabajos para esperar el fin.)

Diferentes modos de ver el milenio

Durante casi dos siglos, mu-chos cristianos fundamentalistas y evangélicos han abrazado una escuela de interpretación proféti-

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ca conocida como dispensacio-nalismo premilenial, o simple-mente dispensacionalismo. Los adherentes del dispensaciona-lismo enseñan que la profecía de la Biblia, debidamente leída, indica que los eventos mundiales marcharán hacia la ruta del re-torno de Cristo. Su retorno inmi-nente inaugurará su gobierno milenario en la tierra. Así los creyentes extraen el significado apocalíptico de Daniel, Apocalip-sis y otras profecías de la Biblia.

Los primeros cristianos eran premilenaristas. Pero por la época de Agustín (354-430), la iglesia concluyó que el período milenario (qué puede o no puede igualar exactamente 1000 años) no estaba totalmente en el futu-ro. Jesús ya había atado a Sa-tanás, dijo la nueva ortodoxia, y la iglesia existía ya en una era de gracia.

La mayoría de los cristianos sostuvo esta visión, conocida como amilenarismo, hasta des-pués de la Reforma.

Durante el siglo 17, los purita-nos afirmaron que la Iglesia del Nuevo Testamento cumplió las profecías del Antiguo Testamen-to sobre Israel. Las promesas de la prosperidad Israelita (Igle-sia) fueron realizadas en la Re-forma. Ellos buscaban un reavi-vamiento mundial de la fe antes de que Jesús volviera. Muchos protestantes sostuvieron este postmilenarismo por dos siglos más.

A la vuelta del siglo 19, algu-nos cristianos vieron el caos político y social del período co-mo un signo de que Cristo volve-ría pronto.

Las profecías del Antiguo Tes-tamento, muy tajantes, literal-mente se refirieron a Israel y no la iglesia. Así algunos empeza-ron a esperar que los judíos vol-vieran a Palestina antes de la segunda venida de Jesús.

Sobre la escena caminó uno de los propagadores más impor-tantes del dispensacionalismo: Juan Nelson Darby. Darby nació en Londres en 1800. Darby, un clérigo anglicano, estaba pertur-bado con la apatía entre los cris-tianos. Los estudiosos habían empezado a cuestionar a la Bi-blia y a las creencias cristianas. Por 1828, Darby empezó a creer que toda la iglesia era apóstata.

GLOSARIO Milenarismo. La creencia en un período del reinado de Cristo en la tierra. La visión más literal entiende este tiempo como de 1000 años.

Amilenarismo. La Creencia que Cristo no gobernará en la tierra, ni antes ni después de su se-gunda venida.

Premilenarismo. La creencia que Cristo volverá antes de su reino terrenal.

Postmilenarismo. La creencia que Cristo volverá después de un reino terrenal que no requiere su presencia física.

Darby creyó que Dios se había ocupado de la humanidad a tra-vés de una serie de diferentes dispensaciones, o eras. Leía Apocalipsis no como una apre-ciación global de la historia de la iglesia, sino como una predicción de eventos que ocurrirían en el tiempo final.

Rechazando el optimismo del amilenarismo y postmilenarismo, enseñó que el ciclo final de los eventos proféticos empezaría con un rapto secreto, pre-tribulación de los creyentes. Después de esto, el mundo ex-perimentaría la Gran Tribulación durante siete años, culminando en el retorno de Cristo.

En cálculos proféticos, Darby rechazó la idea de un día por un año. Enseñó que cuando la Bi-blia decía un día, significaba un día. Así cuando Daniel escribió la regla de 1260 días de la bes-tia, quiso decir tres años y medio literales. Sólo después del re-torno de Cristo se revelaría el Milenio. Seguirían la última re-belión de Satanás, la resurrec-ción de los muertos y el juicio final.

El trabajo de William Miller se hundió porque fijó fechas y apa-leó una o dos escrituras para la exclusión de otras. Darby evitó estas trampas. En cambio, recu-rrió a “las señales de los tiem-pos” para insistir que el fin esta-ba cerca, sin fijar fechas. E in-corporó todas las profecías de la Biblia en un sistema grande, complejo, reforzado con las ano-

taciones de los textos de prueba. Entonces promovió persistente-mente sus enseñanzas a través de la predicación y la escritura.

Las enseñanzas de Darby atrajeron a miles de estudiantes de la Biblia británicos y america-nos que temieron el ‘liberalismo’ teológico y quiénes mostraron especial interés por la profecía de la Biblia, particularmente los hipotéticos escenarios del tiem-po del fin.

La figura sobresaliente del si-glo 20 en el premilenarismo fue Cyrus Scofield. Convencido del esquema del dispensacionalismo de Darby, Scofield en 1909 pu-blicó su Referencia de la Biblia Scofield. Combinó el texto bíbli-co con notas detalladas que cla-ramente y enérgicamente expli-caron la visión del dispensacio-nalismo. Imprimiendo las notas en la misma página del texto bíblico hizo que las notas pare-cieran asumir la misma autoridad que el texto bíblico.

Las enseñanzas de Scofield incluyeron un ‘intervalo’ entre Génesis 1:1 y 1:2, la identifica-ción del “Gog” de Ezequiel 38 con Rusia, las predicciones so-bre el retorno de los judíos a

AÑO 32 No. 6 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal 7

Palestina y la enseñanza que verdaderos cristianos desapare-cerían al rapto mientras engaña-dos, ‘profesos cristianos’ segui-rían al Anticristo en la Gran Tri-bulación.

“El Señor está cerca”

“Si los cristianos de la primera generación asumieran que la suya era la generación que daría testimonio de la segunda venida, aquellos de generaciones que se sucedieron han aprendido a ser más cautos… Cada generación cristiana… debería vivir como si pudiera ser la última, mientras tengan presente que los cristianos en el futuro remoto pueden mirar atrás en los primeros 2000 años d.C. como el período inicial de la historia de la iglesia.

La segunda venida de Cristo sigue siendo la esperanza de su gente, como es también la esperanza del mundo (sin que el mundo necesariamente esté consciente de esto); pero su elección del momento adecuado no es la esencia de la espe-ranza.

“Si uno pregunta que, en que caso, es hecha del NT [Nue-vo Testamento] la convicción que el Señor está cerca, una respuesta puede encontrarse en un sermón titulado ‘Espe-rando por Cristo’ del predicador inglés del siglo 19 Juan Hen-ry Newman. Él señaló que, antes de la primera venida de Cristo, el curso del tiempo corría directamente hacia ese evento, pero que desde entonces el curso del tiempo corre junto a su segunda venida, en su borde.

Si corriera directamente hacia ello, lo encontraría inmedia-tamente; pero como es, el gran evento siempre esta cerca a lo largo de la presente era. El curso del tiempo se juntará un día en la presencia o parousia de Cristo.

Si contamos en términos a la sucesión de años, la salva-ción final está ahora más cercana que cuando los primeros cristianos creyeron; pero personalmente, Cristo no está aho-ra más cercano que lo que estaba en tiempos del NT, y está ahora tan cercano como lo estará cuando vuelva.

“Hay tiempos cuando la separación entre su actual presen-cia y su próxima parousia se vuelve papel delgado; un día ello desaparecerá completamente y esta vida mortal será tragada en el orden eterno…

“Para cada creyente la separación desaparece en el mo-mento de la muerte; al último advenimiento desaparecerá en una escala universal”

Segunda Venida de Cristo, Enciclopedia de la Biblia Baker.

La Biblia de Scofield fue revi-sada primero en 1917, apenas cuando el mandato británico de Palestina alimentó la creencia del premilenarismo que los judí-os volverían a su tierra prometi-da. La Referencia de la Biblia de Scofield siguió vendiendo millo-nes de copias a través del mun-do.

El dispensacionalismo, con su énfasis en la interpretación ‘lite-ral’ de la Biblia y los detallados escenarios proféticos del tiempo del fin, continúa siendo el enfo-que de millones de cristianos evangélicos hasta este momen-to.

El punto principal de la profecía

El mundo caótico de hoy casi nos pide que busquemos la tras-cendencia cósmica en sus ma-quinaciones. Anhelamos a Jesús para que venga y resuelva el lío. Pero la especulación profética sigue siendo poco aconsejable en cualquier año.

Las fallas proféticas destruyen la fe. Timothy P. Weber escribió: “Muchos leales se molestarán de ver cuántas veces han cambiado las mentes de sus maestros y qué fácilmente han sustituido un cumplimiento seguro por otro…

Muchos de los maestros popu-lares de la Biblia no han califica-do en numerosas predicciones, sobre todo en la fecha para el retorno de Cristo. Con todo ra-ramente explican o se disculpan; apenas siguen con más nuevas, ediciones actualizadas o proyec-ciones diferentes” (Si el Rapto Ocurre, Esta Revista Estará en Blanco, Cristiandad Hoy, 11 ene 1993, pp. 60ff.).

8 El Noti

He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he man-tenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida. 2 Timoteo 4:7-8

ciero de la Iglesia de Dios Universal AÑO 32 No. 6

EEll ““RRaappttoo”” ddee llaa iigglleessiiaa

l “rapto” es una creencia entre algunos cristianos sobre lo que sucede a la

iglesia antes de la venida de Je-sús en gloria, comúnmente llama-da “la segunda venida”. Usan la frase “El Rapto de la iglesia” para referirse a la creencia de que los cristianos serán “arrebatados” para estar con Cristo en algún momento cercano a su glorioso regreso. Se dice que el rapto es para proteger a la iglesia de un período de gran tribulación. Los que creen en un rapto se basan principalmente en un pasaje de la Biblia, 1 Tesalonicenses 4:15-17:

Conforme a lo dicho por el Se-ñor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. El Señor mismo descen-derá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trom-peta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arre-batados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.

La doctrina del rapto parece haber sido originada por un hom-bre llamado Jonh Nelson Darby en 1830. El dividió el tiempo de la segunda venida en dos etapas. Dijo que Cristo vendría por sus santos (el rapto) antes de la tribu-lación y que vendría con sus san-tos después de ella, según él esta era la verdadera venida de Jesús en gloria o segunda venida.

Los que creen en rapto no es-tán de acuerdo sobre cuando ocu-rrirá en relación a la gran tribula-

ción antes de que Cristo regrese. Están divididos sobre si el rapto sucederá antes, durante o des-pués de la tribulación. Estos gru-pos son llamados “pretribulacio-nistas”, “medtribulacionistas” y “Postribulacionistas”. Una varia-ción de la teoria del rapto es que solamente los fieles elegidos dentro de la comunidad de la igle-sia cristiana serán arrebatados al comienzo de la gran tribulación.

¿Cuál es la posición de la Igle-

sia de Dios Universal con respec-to al rapto? Si vemos 1 Tesaloni-censes 4:15-17, el apóstol Pablo parece decir simplemente que a la “trompeta de Dios” los muertos en Cristo resucitarán primero y los creyentes que estén vivos serán “arrebatados junto con ellos en las nubes” para reunirse con el Señor no hay discusión sobre que iglesia o parte de la iglesia será arrebatada durante o después de un período de tribulación.

Mateo 24:29-31 parece descri-

bir un evento similar:

"Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, "él sol se oscurecerá y la luna no dará su luz; las estrellas caerán del cielo y los cuerpos celestes serán sacudidos'. "La señal del Hijo del hombre aparecerá en el cielo, y se angustiarán todas las razas de la tierra. Verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y al sonido de la gran trompeta mandará a sus ángeles, y reuni-rán de los cuatro vientos a los elegidos, de un extremo al otro del cielo. En Mateo, Jesús dice que los santos son llevados “des-pués de la tribulación de aquellos días” lo cual incluye la gran tribu-lación. Son llevados durante la segunda venida. De estos versí-culos es difícil ver las distinciones que los exponentes del rapto afirman.

Por esta razón la iglesia históri-camente ha escogido la lectura directa de las escrituras mencio-nadas arriba, que no describen un rapto especial. Los versículos en cuestión simplemente dicen que los santos muertos resucitarán y se reunirán con los que están vivos cuando Jesús regrese en gloria.

La interrogante sobre lo que sucederá específicamente a la iglesia antes, durante y después del regreso de Jesús en gloria no es tratado claramente en las es-crituras. De lo que podemos es-tar seguros es que la Biblia es clara y dogmática acerca de que Jesús regresara en gloria para juzgar al mundo. Los santos re-sucitarán y vivirán con él en gozo y gloria por siempre.

E

AÑO 32 No. 6 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal 9

Profecía

¿¿QQuuiiéénn eess eell ““AAnnttiiccrriissttoo”” yy

““HHoommbbrree ddee PPeeccaaddoo””?? a Biblia usa el termino “Anticristo” solo cuatro veces y solo en las

cartas de Juan (1 Juan 2:18, 22; 4:2-3; 2 Juan 7). Jesús, Pablo y Pedro no mencionan al “Anticristo”.

En el contexto en el cual Juan usa este término parece estar más interesado en mostrar que sus lectores inmediatos — no un futuro grupo de cristianos vi-viendo en tiempos del futuro — estaban en lo que podría llamar-se “los últimos días”. El uso del término “anticristo” era una etiqueta que se aplicaba a las personas que enseñaban ciertas herejías que estaban asociadas con la iglesia de su tiempo. Principalmente era aplicado a los que negaban que Jesús era el Me-sias. Al leer las cartas de Juan podemos ver que la enseñanza del “anticristo” existía en ese tiempo.

¿Qué enseñaba el “anticristo”? Si leemos los versículos mencio-nados arriba, notaremos que el término “anticristo” describe a alguien que negaba que Jesús había venido en la carne (2 Juan 7) o que Jesús era el Cristo (1 Juan 2:22). Esta herejía se re-fiere a individuos que negaban la divinidad de Jesús y su en-carnación. Reduciéndolo al sta-

tus de un simple hombre. Tam-bién es posible que algunos hayan enseñado que el cuerpo de Jesús era solo un espíritu y que no era real.

Otra forma de ver al “anticris-to” es que el termino podría refe-rirse a alguien que ocupa el “lu-gar de Cristo”, o sea, decir que el es el Cristo. Basado en lo que Jesús dijo acerca de los falsos cristos y los falsos profe-tas (Mateo 24:4-5, 24). Juan pudo haber enseñado que él y la

iglesia estaban viviendo en “el tiempo del fin” debido a que ta-les herejías habían aparecido (1 Juan 2:18)

¿Quién era un “anticristo”? Sin importar quienes eran y cua-les hayan sido sus enseñanzas específicas, habían dejado el cuerpo de creyentes (v.19). Esto significa que fueron parte

de la iglesia pero ahora se habían ido, presumiblemente para iniciar su propio grupo o grupos. La controversia de Juan no era con los inconversos, sino con personas que antes decían haber sido cristianos o miem-bros de la iglesia.

En conclusión, el término “an-ticristo” puede referirse a cual-quier individuo que se opone a la verdadera doctrina de la en-carnación y divinidad de Jesús y su obra de salvación como Dios

en la carne. El “anticristo” no tiene ninguna aplicación profética específica a algún líder políti-co vivo o muerto, como un Hitler, o cualquier grupo así como los llamados “culto satánico”.

Sin embargo, si una persona dice ser cristiana pero niega que Jesús como el Hijo de Dios vino en la carne, o dice ser Cristo mismo, entonces él o ella puede ser llamado un “anticristo”.

Naturalmente, cualquier individuo,

grupo o poder que se opone a los propósitos de Dios, espe-cialmente con respecto a su obra en Jesús, sería, en una forma amplia de hablar, un anti-Cristo y anti-Dios.

Cualquier discusión sobre las “bestias” de Apocalipsis 13 y 17, y especialmente sobre la imagen de la bestia en 13:11-18 hace

L

10 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal AÑO 32 No. 6

que la gente se pregunte si es una descripción del anticristo. De hecho, Apocalipsis no usa el título para ninguna de las bestias. Como se mencionó antes el nombre específico “an-ticristo” aparece solamente en las epístolas de Juan.

Pero, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento hablan de un individuo, representando un sis-tema de mal, quien se levantaría en los “últimos días”. Los escri-tos apocalípticos judíos, los orá-culos, sibilinos describen a este hombre de mal como un empe-rador romano Nerón resucitado que viene de Babilonia (5:143-148)

La fuente de esta creencia en un “hombre de pecado” va hasta Daniel. El había hablado de un rey que se levantaría en el reino del fin. Daniel dijo que, "El rey hará lo que mejor le parezca. Se exaltará a sí mismo, se cree-rá superior a todos los dioses, y dirá cosas del Dios de dioses que nadie antes se atrevió a decir. Su éxito durará mientras la ira de Dios no llegue a su colmo, aunque lo que ha de su-ceder, sucederá” (Daniel 11:36).

También deberíamos mencio-nar la referencia del apóstol Pa-blo a un “hombre de pecado” en 2 Tesalonicenses 2:1-12: Ahora bien, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesu-cristo y a nuestra reunión con él, les pedimos que no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías, ni por mensajes ora-les o escritos supuestamente nuestros, que digan: “¡Ya llegó el día del Señor!" No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y mani-festarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza. Éste se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del

templo de Dios y pretender ser Dios. ¿No recuerdan que ya les hablaba de esto cuando estaba con ustedes? Bien saben que hay algo que detiene a este hombre, a fin de que él se mani-fieste a su debido tiempo. Es cierto que el misterio de la mal-dad ya está ejerciendo su poder; pero falta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene. Entonces se manifestará aquel malvado, a quien el Señor Jesús derrocará con el soplo de su boca y destruirá con el esplen-dor de su venida. El malvado vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, se-ñales y prodigios falsos. Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse ne-gado a amar la verdad y así ser salvos. Por eso Dios permite que, por el poder del engaño, crean en la mentira. Así serán condenados todos los que no creyeron en la verdad sino que se deleitaron en el mal.

Algunas veces esta persona es referida como el “anticristo” aunque Pablo no usa la palabra en conexión con este individuo.

Pablo dijo que algo estaba de-teniendo a este individuo para hacer su obra nefasta. La impli-cación es que “el hombre de maldad” estaba vivo en el tiem-po de Pablo. Pablo estaba pre-ocupado por alguien que vivía en su tiempo, no en el futuro. Pero, Pablo escribió de este “hombre de maldad” como si sería revelado en el día del Se-ñor (2 Tesalonicenses 2:3), que Pablo dijo que todavía no había llegado (v.2-3).

Pablo dijo de esta persona: “Éste se opone y se levanta co-ntra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de adora-ción, hasta el punto de adueñar-se del templo de Dios y preten-der ser Dios” (v.4). Surge la interrogante de qué quiso de decir Pablo con “Templo”. ¿Era

el templo físico en Jerusalén o estaba hablando de la Iglesia, la cual es llamada “el Templo de Dios”? (1 Corintios 3:16-17).

Los comentaristas dicen que Pablo escribió esta carta menos de 10 años después que el em-perador romano Calígula intentó poner una imagen de si mismo en el lugar santísimo del templo en Jerusalén. Josefo, el histo-riador judío, se refiere a este acto provocativo (Antigüedades, 18:8). Una profanación similar del templo es descrita por Daniel (9:27; 11:31). Esto ocurrió du-rante el reinado del rey sirio An-tíoco Epifanes en el año 167 antes de Cristo.

Jesús también dijo que el templo sería profanado una vez más. Sus palabras están en Mateo 24:15-16: “Así que cuan-do vean en el lugar santo 'la terrible abominación', de la que habló el profeta Daniel (el que lee, que lo entienda), los que estén en Judea huyan a las montañas” esto probablemente se refería a la destrucción de Jerusalén y el templo por el ejército romano en los años 66-70 después de Cristo, aunque algunos ven esto como algo que sucederá en el futuro.

Podemos ver que hay prece-dentes bíblicos así como históri-cos que describen la aparición de un gobernante malvado que desafiaría la adoración a Dios. Nosotros podemos, basados en el material biblico, llamarlo apro-piadamente “el anticristo” o “el hombre de pecado”. Sin embar-go, aunque las alusiones bíbli-cas a este individuo, individuos o sistema son provocativos e inte-resantes, es imposible identificar a una persona específica, go-bierno u otra entidad que lo re-presente.

Paul Kroll

AÑO 32 No. 6 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal 11

Algo en lo que vale la pena pensar

LLaa PPeellííccuullaa ddee llaa vviiddaa El mundo entero es un escena-rio”, dijo Shakespeare, “y todos los hombres y mujeres son sólo

actores: tienen sus entradas y sus salidas”.

Si Shakespeare hubiese sido un escritor de películas en lugar de obras de teatro habría dicho que el mundo entero es una película y todos entramos a la película en algún momento y salimos en otro. En uno de los momentos más síni-cos de Shakespeare, hizo que Macbeth dijera que la vida es solo una sombra en el escenario, “un cuento contado por un idiota, que no significa nada”.

¿Es la película de la vida real-mente sin sentido? El evangelio dice que no — hay de hecho un gran propósito y una conclusión triunfante.

Una película nuestra Jesús es el gran Guionista y Di-

rector de la película de nuestras vidas. El creó no solo nuestros papeles, sino también a nosotros, y el moldea la escena de nuestras vidas dentro de la maravillosa his-toria que él quiere que sea. Como el Maestro Narrador, Jesús nos entrelaza con la aventura de la vida eterna, la venidera era de la vida sin fin.

Es en Jesús que nuestras vidas tienen verdadero significado. Su resurrección es prueba de que nos ama. Es la prueba de que vive para nosotros, intercede por noso-tros y nos transforma. En el nues-tras vidas encuentran su verdadero significado y propósito.

Muchas cosas en la vida están fuera de nuestro control. Cosas suceden y la mayoría de veces

tenemos poco o nada que decir. Lo inespe-rado y lo no planeado sucede y tales even-tos pueden ser bue-nos o malos. Pode-mos planear y traba-jar hacia una meta, pero debido a las cir-cunstancias fuera de nuestro control, esa meta puede nunca llegar a realizarse.

No podemos controlar el escenario, las es-cenas, o a los otros actores. Pero pode-mos tomar decisiones sobre como respon-deremos a los even-tos que nos suceden.

Muchas personas responden a la vida con ira, resen-timiento e impaciencia, aún amar-gura. En lugar de enfrentar la vida con un espíritu tranquilo y tomar decisiones sabias sobre como tra-tar las situaciones que nos llegan, ven todo en términos de si interfie-re o no con el propósito de sus propias ideas de felicidad o placer.

Cuando algo se interpone en su camino, se enojan y tratan de for-zar su voluntad egoísta en otros. Atraviesan por la vida estresados, temerosos, siempre preocupados de no poder alcanzar lo que quie-ren o guardar lo que tienen.

La vida no tiene que ser así. Si nuestra confianza está en el Direc-tor podemos dejar que el amor y la paciencia guíen nuestras respues-tas a los eventos y circunstancias de nuestra vida diaria. Podemos descansar nuestros espíritus en Aquel que obra todas las cosas

para nuestro bien. Cuando las cosas no van como queremos, somos libres en Cris-to para no estresar-nos. Somos libres de regresar bien por mal. No tenemos que temer porque ponemos toda nues-tra preocupación en Aquel que nos ama.

La secuela sin final Todos terminare-

mos la historia de la vida dejando tareas sin realizar, proyec-tos sin terminar, his-torias incompletas. Pero al otro lado de la pantalla hay otra historia, una historia

en la cual Jesucristo ha escrito una parte para nosotros. En esa histo-ria el dolor y la tragedia se convier-ten en gozo y las heridas y traicio-nes son sanadas. Es una historia de finales felices cada vez mejores.

Es el gran placer de Dios hacer-nos parte de este libreto sin fin. Aún ahora, en Cristo estamos aprendiendo a vivir esa clase de vida apropiada para el gozo eterno. Estamos aprendiendo a amar a otros como Cristo nos amó y se dio así mismo por nosotros.

Tengamos fe para mirar más allá de las dificultades del momento presente y mantengamos nuestros corazones en el final triunfante, el final que dura para siempre.

Esto es algo en lo que vale la pena pensar.

Joseph Tkach

Jesucristo ha escrito una parte de nosotros. En esa historia el dolor y la trage-

dia son cambiados en gozo, y las heridas son sanadas.

12 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal AÑO 32 No. 6

Lecciones de la Biblia

Una lección sobre

LLaa aauuttoorriiddaadd

Subió Jesús a una montaña y llamó a los que quiso, los cuales se reunieron con él. Designó a doce --a quienes nombró apóstoles--, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar y

ejercer autoridad para expulsar demonios. Éstos son los doce que él nombró: Simón (a quien llamó Pedro); Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo (a quienes llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo, hijo de Alfeo;

Tadeo, Simón el Zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó.

uando los justos domi-nan, el pueblo se alegra” Proverbios 29:2 (RV60)

¿Quién tiene autoridad sobre us-ted? ¿Ve a esa persona como una bendición? ¿O como un demonio?

La idea de Jesús sobre la autori-dad no era la misma que la de un humano típico. Una vez cuando un discípulo dijo entre los discípulos quien de ellos era el mayor, Jesús les dijo: “Los reyes de las nacio-nes oprimen a sus súbditos, y los que ejercen autoridad sobre ellos se llaman a sí mismos benefacto-res. No sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe compor-tarse como el menor, y el que man-da como el que sirve” (Lucas 22:25-26).

En su lucha por la autoridad, los discípulos estaban representando fielmente a la humanidad. Pero Jesús les enseñó lo que realmente es la autoridad. Usada correcta-mente la autoridad es una bendi-ción para los que están bajo ella.

En el mundo antiguo, la autori-dad podía ser cualquier cosa pero no una bendición. De hecho, en cada era de la historia humana, los seres humanos egoístas han usa-do mal la autoridad como libertad para el abuso y la crueldad.

Hoy, tenemos nuestra cuota de dictadores tiranos, oficiales corpo-rativos corruptos, jefes déspotas y cónyuges, padres y guardias de prisión abusadores.

Donde sea que los humanos tie-nen a su cargo otros humanos existe el potencial para la explota-ción y el maltrato.

“Amos” escribió Pablo “propor-cionen a sus esclavos lo que es justo y equitativo, consientes de que ustedes también tienen un Amo en el cielo” (Colosenses 4:1)

Dios es justo y equitativo. Esto significa al menos dos cosas. Una es que será justo y equitativo con usted y conmigo. Otra es que us-ted y yo también debemos ser jus-tos y equitativos porque le pertene-cemos a Él.

Liberación Cuando Jesús les dio autoridad

a los apóstoles, se las dio con un propósito explicito – echar fuera demonios. Los demonios eran malos espíritus que torturaban a sus víctimas con una opresión con-tinúa que al final les quitaba com-pletamente su voluntad. Estos malos espíritus vieron a Jesús co-mo su archienemigo — y era co-rrecto. Jesús se opuso absoluta-mente a su crueldad y subyugación de la humanidad. Una de sus me-tas era echarlos fuera y terminar su tiranía. Los espíritus malvados percibieron a Jesús como el ator-mentador, porque él no les permitía continuar su opresión con los humanos.

“De pronto le gritaron: --¿Por qué te entrometes, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a atormentarnos antes del tiempo señalado? (Mateo 8:29).

Continúa en la página 17

“C

Siempre que los humanos están a cargo de otros humanos existe el potencial de explotación y mal-trato.

AÑO 32 No. 6 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal 13

Legalismo

El Sábado y el Domingo al principio de la cristiandad Parte 2:

Principios del siglo segundo y Justino el Mártir

uestra primera evidencia del siglo segundo viene de la carta de Plinio dirigida a Trajano, describiendo la práctica de los cristianos:

“Ellos tienen el hábito de reunirse en un cierto día fijo antes del amanecer.”1

Es interesante que los cristianos se reunían antes de la salida del sol (quizás para evitar la persecución y que les permita el trabajo durante las horas de luz del día), pero desgraciadamente Plinio no nos dice qué día resolvieron reunirse los cristianos, o incluso si era semanalmente.

La evidencia más substancial es dada por Ignacio, el obispo de Antioquía, en cartas que escribió hacia 115. Advirtió a los cristianos a rechazar a quienes “prediquen la ley judía”.2 Semejantemente, “Si toda-vía vivimos según la ley judía, reconocemos que no hemos recibido gracia… Es absurdo manifestar a Cristo Jesús, y judaizar.”3

Más específicamente sobre el sábado, Ignacio ala-bó a algunos quienes “ya no más observan el sába-do”.4 Claramente, Ignacio no observó el sábado. Se debate, sin embargo, a quien está alabando. En la

1 Plinio, Cartas, 10.96, Loeb 2:401-407, citado en Maxwell y Damsteegt, p. 58. 2 A los Filadelfos 6:1; ANF 1:82. Los Padres Ante-Nicenos imprimen dos versiones de las cartas de Ignacio. He cita-do la versión más corta. La versión más larga se creó al parecer en el siglo cuarto. Esta conclusión parece ser el consenso de los historiadores de la iglesia, y es aceptada por al menos tres Adventistas del Séptimo día: 1) C. Mer-vyn Maxwell, “Historia del Inicio del Sábado-Domingo,” en Maxwell y Damsteegt, op. cit., pp. 146-7. 2) Kenneth A. Strand, “El Sábado y Domingo a Través de los Siglos Se-gundo al Quinto,” ap. B en Strand, op. cit. p. 325. 3) Wer-ner K. Vyhmeister, “El Sábado en Asia,” Cap. 8 en Strand, op. cit. pp. 151. 3 A los Magnesios 8, 10; ANF 1:62-63. 4 A los Magnesios 9; ANF 1:62.

sección anterior, estaba hablando acerca de los pro-fetas del Antiguo Testamento, pero no parece proba-ble que los acusara de abandonar el sábado, aunque algunos escritores patrísticos citaron las críticas de los profetas de guardar el sábado (p. Ej., Isaías 1:13).

Más probablemente, está alabando a los judíos cristianos quienes habían dejado el sábado —“aquéllos que han sido enseñados en el orden anti-guo de las cosas”.5 Esto no significa que todos los judíos cristianos habían abandonado el sábado, pero algunos lo hicieron, Ignacio alababa a los magnesios cristianos. La falta de argumentación amplia indica que los magnesios, como Ignacio, no observaron el sábado, pero que existieron judaizantes quienes de-fendían el sábado.

Además, Ignacio alabó a algunas personas por “vi-vir en la observancia del Día del Señor”.6 Se debate el significado aquí, puesto que “día” no está en el griego, y existe una variante textual. El espacio no permite una discusión detallada,7 pero la actitud de Ignacio hacia el sábado hace probable que estuviera observando un día diferente, de una manera diferen-te.

Nuestra siguiente evidencia viene de la Epístola de Barnabás, la cual fue probablemente escrita desde

5 Ibid. 6 Ibid. 7 R.J. Bauckham defiende que “día” no estaba en el texto griego porque kuriake ya se había vuelto un término técni-co para un día. Cautamente favorece una referencia al domingo. Aunque kuriake pudieran ser una referencia a la Pascua, no es probable que un término técnico cambiara sin aviso de una fiesta anual a una semanal, y kuriake se usa claramente para el domingo no muchos años después de Ignacio. (“El Día del Señor”, cap. 8 en Carson, op. cit. pp. 228-231).

N

14 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal AÑO 32 No. 6

Alejandría, quizás tan temprano como 70 d.C.8 o tan tarde como 132.9 Escribe contra los sacrificios judí-os, ayunos, circuncisión y otras leyes.

Esas leyes eran tipos que prefiguraban a Cristo. Da un significado figurativo para las leyes de carne impuras, y después un significado figurativo para el sábado: “Atiendan, mis hijos, al significado de esta expresión, ‘Terminó en seis días’. Esto implicó que el Señor terminará todas las cosas en seis mil años, porque un día es con él mil años.”10

Barnabás cita Isaías 1:13-14 como crítica del sá-bado, concluyendo: “Sus actuales sábados no son aceptables para mí, pero eso es lo que he hecho, cuando, dando reposo a todas las cosas, haga un principio del octavo día, es decir, un principio de otro mundo.”11

También menciona nuestra incapacidad actual pa-ra guardar cualquier día santo siendo “puro de cora-zón”, concluyendo que seremos incapaces de guar-dar el sábado santo hasta la escatología del nuevo mundo, después de que nos hayamos hecho comple-tamente santos.

En este pasaje, Barnabas hace estas cuatro cosas que serán repetidas por los autores más tarde:

1) Interpreta el sábado en los términos de santidad moral, no de reposo,

2) Asocia el sábado con la era escatológica,

3) Asocia la nueva era con el octavo día —que en-tonces asocia con el octavo día de la semana: “Por lo cual, también, guardamos el octavo día con regoci-jo, el día también en el que Jesús resucitó de entre los muertos.”12

4) Asocia el día cristiano de adoración con la resu-rrección de Jesús.

Barnabás, a pesar del antagonismo contra las le-yes judías, transfirió el mandato del sábado comple-tamente al futuro y, dado que la era futura fue llama-da no sólo la séptima sino también la octava, podría ver a los guardadores del domingo asimismo como imagen del futuro. Así la observancia del primer día estaba relacionada sólo indirectamente a la obser-vancia sabática.

8 “Barnabas, Epístola de,” en F.L. Cruz y E.A. Livingstone, eds., Diccionario Oxford de la Iglesia Cristiana, 2 ed. (Ox-ford, 1983), p. 134. 9 Maxwell y Damsteegt, p., 60, y ANF 1:135. 10 Epístola de Barnabas 15; ANF 1:146. 11 Ibid.; ANF 1:147. 12 Ibid.

Justino el Mártir Justino el Mártir nos da evidencia de otra situación

en Roma, hacia el año 150. Sus comentarios reflejan probablemente la costumbre cristiana en otras ciuda-des, también, como en Éfeso, donde vivió por un tiempo.13

En el día llamado domingo, todos los que viven en ciudades o en la zona rural se juntaban en un lugar, y son leídas las memorias de los apóstoles o las escri-turas de los profetas…

El domingo es el día en el cual todos celebramos nuestra asamblea común, porque es el primer día en el cual Dios, habiendo forjado un cambio en la oscu-ridad y materia, hizo el mundo; y Jesucristo nuestro Salvador en el mismo día resucitó de los muertos.14

Justino está claro: Observar el domingo era la práctica extendida de los cristianos.15 “Quizás había algunos gentiles cristianos que guardaron el sába-do… pero si así fue, no encontraron a ningún porta-voz cuyas escrituras sobrevivan”.16 Maxwell conclu-

13 Su “aserción que todos los cristianos se reúnen el do-mingo debe entenderse como proveniente de un hombre que había viajado extensamente y que procuraba hablar al gobierno en nombre de todos los cristianos” (Maxwell y Damsteegt, p., 64); cf. ANF 1:160. La evidencia de Justino está de acuerdo con Ignacio de Antioquía y Barnabás de Alejandría, demostrando que la observancia del domingo se practicó a lo largo del Imperio Romano. 14 Justino, Primera Apología, 67; ANF 1:186. 15 Evidencia adicional acerca de la universalidad del do-mingo viene de: Aristides de Atenas (hacia 160), quién criticó los sába-

dos judíos (Bauckham, p. 267, citando Apol. 14). Teófilo, obispo de Antioquía (hacia 180), al citar los

Diez Mandamientos, omitió el sábado en Apología a Autólico 3.9 (ANF 2:114).

La Didaché 14 (hacia 180) instruyó a los cristianos a reunirse y ofrecer la Eucaristía “en el Día del Señor” (Maxwell y Damsteegt, p. 108, y Bauckham, p. 228.

La Epístola a Diogneto (¿después del siglo segundo?) critica “las supersticiones sobre los sábados” y otras prácticas de los judíos (Bauckham, p. 267)

Hegesipo, un judío nacido palestino, viajó a través de muchas ciudades en su viaje a Roma (hacia 180) y “encontró la misma doctrina entre todos ellas” (Euse-bio, Historia de la Iglesia 4.19-22; Maxwell y Dams-teegt, p. 85).

Clemente de Alejandría (hacia 190) equiparó el día de Señor y el octavo día en Miscelánea 5:14 (ANF 2:469).

16 Bauckham, p. 269. Algunos pudieran discutir que los documentos en pro del sábado habrían sido destruidos por la iglesia más tarde. Pero numerosos documentos en pro del sábado sobreviven a partir del siglo cuarto. No hay

AÑO 32 No. 6 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal 15

ye:

“Muchos cristianos ya estaban honrando el domin-go cerca del principio del siglo segundo… La eviden-cia es muy fuerte… muchos si no la mayoría de los cristianos habían dejado el sábado ya en 130 d.C.… Mientras la observancia del domingo vino a practicar-se a comienzos del siglo segundo, así entre los genti-les cristianos la observancia sabática dejó de practi-carse a comienzos del siglo segundo.”17

Pero éste no era un reemplazo del sábado:

El domingo fue observado sólo como un día para la adoración, no como un sábado en el que se abstiene de trabajar… El domingo no se celebró al principio como un ‘sábado’… No se observó en obediencia al cuarto mandamiento… El domingo fue considerado por los cristianos generalmente no como un día de reposo o santo sino como un día de alegría.18

Justino da una muy larga explicación de su com-prensión del sábado en su debate con el maestro judío Tripo, quien explicó la manera judía de ser aceptado por Dios:

Primero esté circuncidado, entonces observe las ordenanzas que se han promulgado con respecto al sábado, y las fiestas, y las nuevas lunas de Dios; y, en una palabra, haga todas las cosas que se han

evidencia alguna que la iglesia intentó suprimir la eviden-cia. 17 Maxwell, op. cit., pp. 136, 142. Escribe: “¿Qué quere-mos decir nosotros por ‘Guardar el sábado’?… Una per-sona debe poner el día entero como sagrado de ocaso a ocaso, refrenando del todo el trabajo secular… Si exigi-mos evidencia para este tipo de verdadero sabatario… tenemos que decir categóricamente que no hay ninguna evidencia de ello en la literatura que haya sobrevivido a partir del segundo y tercero. Esto no dice que no haya cristianos en cualquier parte que guardaron de hecho el sábado… creemos de hecho que algunos lo hicieron. De-be decirse, sin embargo, que no tenemos evidencia docu-mental alguna que alguien lo hizo” (pp. 153-4). 18 Ibid., pp. 137, 139. Strand escribe, “El domingo no era considerado un substituto para el Sábado… Cuando el domingo semanal cristiano emergió por primera vez, conti-nuó siendo un día de trabajo, aunque incluyó un servicio de adoración” (op. cit. pp. 324, 330). Como evidencia más lejana que el domingo no era un reemplazo del sábado, Bauckham anota, “Pocos escritores del siglo segundo comparan y contrastan el sábado judío y el domingo cris-tiano. Las discusiones derogatorias del sábado judío ge-neralmente no se refieren al domingo cristiano. Si el do-mingo fuera un substituto reciente para el sábado judío, debemos esperar mucho más discusión de la superioridad del domingo con el sábado” (op. cit. p. 271). Bauckham cita la evidencia de Tertuliano, Jerónimo y otros que el domingo no era considerado un día de reposo (p. 286).

escrito en la ley; y entonces quizás obtendrá miseri-cordia de Dios… Guardar el sábado, ser circuncida-do, observar los meses, y ser lavado si usted toca alguna cosa prohibida por Moisés, o después de te-ner relaciones sexuales.19

Tripo criticó a los cristianos:

Ustedes, profesando ser piadosos, y suponiéndose mejor que otros, no están en particular separados de ellos, y no alteran su modo de vivir de otras naciones, en que no observan las fiestas o sábados y no tienen el rito de la circuncisión… Con todo esperan obtener alguna cosa buena de Dios, mientras no obedecen sus mandamientos. ¿No han leído, eso que las al-mas serán cortadas de su pueblo de quienes no hayan sido circuncidados en el octavo día?20

Y Justino contestó que los cristianos se han hecho obedientes a Dios, incluso cuando la obediencia era sumamente dolorosa:

También observaríamos la circuncisión de la carne, y los sábados, y en resumen todas las fiestas, si no conociéramos por qué razón les fueron impuestos, —a saber, a causa de sus transgresiones y a la dureza de sus corazones. Si soportamos pacientemente todas las cosas ideadas contra nosotros por hombres malos… incluso como el nuevo Dador de leyes nos mandó: ¿cómo es, Tripo, que no podríamos observar esos ritos que no nos dañan, —hablo de la circunci-sión de la carne, y los sábados y las fiestas?21

Justino explicó la razón de los cristianos de ignorar las leyes judías:

“No vivimos a la manera de la ley, y no estamos circuncidados en la carne como estaban sus antepa-sados, y no observamos los sábados como ustedes lo hacen… Una ley eterna y final —es decir, Cristo— se nos ha dado… Él es la nueva ley, y el nuevo pac-to…

La nueva ley les exige que guarden un sábado perpetuo, y ustedes, porque están ociosos por un día, suponen que son piadosos, no discerniendo por qué esto se les ha ordenado… Si hay alguna persona que perjure o un ladrón entre ustedes, permítanle hacerlo; si algún adúltero, permítanle arrepentirse; entonces él ha guardado los dulces y verdaderos

19 Justino, Diálogo Con Tripo 8, 46; ANF 1:198-9, 217. Es interesante que Tripo especificó que uno debe estar cir-cuncidado antes de guardar las leyes sabáticas y otras (cf. Hechos 15:5). La prominencia de nuevas lunas también es interesante (cf. Col 2:16). 20 Ibid, 10; ANF 1:199. 21 Ibid. 18; ANF 1:203.

16 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal AÑO 32 No. 6

lesia de Dios Universal 17

Lecciones de la Biblia sábados de Dios.”22

En la opinión de Justino, el mandato del sábado era una advertencia a la moralidad, y los cristianos, comportándose moralmente cada día, están en obe-diencia perpetua al propósito del sábado. Justino dijo repetidamente que los patriarcas Abel, Enoc, Lot, Noe y Melquisedec, “aunque no guardaron ningún sábado, eran agradables a Dios… Así como no había necesidad de la circuncisión antes de Abra-ham, o de la observancia del sábado, de las fiestas y los sacrificios, antes de Moisés; no hay más necesi-dad de ellos ahora.”23

Justino defendió que, ya que los sábados, sacrifi-cios y fiestas empezaron con Moisés, entonces finali-zaron con Cristo, quien era el nuevo pacto.24Los gen-tiles no solamente no tienen que guardar el sábado, Justino concluyó que “los hombres justos que son descendientes de Jacob”' no tienen que hacerlo, tampoco.25

Tripo preguntó: ¿podría un cristiano guardar el sá-bado si lo desea? Justino sabía de algunos judíos cristianos que guardaron el sábado y contestó: Sí, mientras no intenten forzar a otros cristianos a que guarden la ley de Moisés.26 Justino explicó cierta tipo-logía entre los rituales del Antiguo Testamento y el significado cristiano. Entre éstos estaba una co-nexión entre la circuncisión y el domingo:

“El mandato de la circuncisión, intentando nueva-mente [por ellos] circuncidar siempre a los niños en el octavo día, era un tipo de la verdadera circuncisión, por la que estamos circuncidados del engaño y la iniquidad a través de Él quién resucitó de la muerte en el primer día después del sábado, nuestro Señor Jesucristo. Al primer día después del sábado, que es el primero de todos los días, se le llama, sin embar-go, el octavo.”27

22 Ibid., 10-12; ANF 1:199-200. 23 Ibid., 19, 23; ANF 1:204, 206. En la sección 46 (ANF 1:218), Tripo estaba de acuerdo que los patriarcas no guardaron el sábado; esto armoniza con la visión rabínica en la nota 9. 24 Ibid., 43; ANF 1:216. 25 Ibid., 26; ANF 1:207. 26 Ibid., 47; ANF 1:218. 27 Ibid., 41; ANF 1:215. El argumento de Justino parece presuponer que Tripo sabía que los cristianos observaban el octavo día, es decir, el domingo.

Viene de la página 13 Los malos espíritus reconocieron la autoridad de

Jesús y sabían que no permitiría que continuaran su autoridad ilícita estilo gángster. Jesús le dio autori-dad a los apóstoles para hacer exactamente lo que el estaba haciendo —liberando a los cautivos.

Jesús vino con toda la autoridad en el universo no para tomar ventaja de los humanos sino para liberar-los. Ya sea que nos liberemos de la dominación cruel y la represión ejercida por malos espíritus, o cualquier liberación de otras formas de opresión, la autoridad debe usarse para liberar, para hacer las cosas mejor para los que son gobernados.

La autoridad, al estilo de Dios, es para la bendición de los seres humanos. Es para alimentar a otros, para ayudarlos a desarrollarse, mejorar y crecer.

Ciertamente, la autoridad debe usarse a veces para disciplinar. Aun la disciplina puede tener la forma de liberación cuando se da en sabiduría. Un corazón que es gobernado por el amor, conoce la diferencia entre corrección y crueldad.

Decisiones Cuando tenemos autoridad, debemos decidir como

usarla. Podemos usarla para obtener nuestro propio beneficio. Podemos usarla para vengarnos. Pode-mos usarla para favorecer a amigos y familiares. Po-demos usarla para reducir la responsabilidad por nuestras acciones. Nada de esto es lo que Jesus tenía en mente cuando dio autoridad a los apóstoles.

Jesús delegó autoridad para que fuera usada para liberar a otros de la esclavitud y la opresión. Como cualquier buena dadiva, sin embargo, podemos mal usarla. Podemos usar la autoridad para hacer lo que queramos, o podemos usarla para ver que las cosas correctas sucedan — ya sea que nos beneficien a nosotros o no.

¿Quién está bajo su autoridad? ¿Empleados, aso-ciados, miembros del club, miembros de la familia, hijos? ¿Lo ven a usted como una bendición o como un demonio?

Jesús viene a nosotros con liberación. Parte de esa liberación es que oye los lamentos de los oprimi-dos. Otra parte es que cambia los corazones de los que oprimen a otros. Si estamos sufriendo, podemos pedir alivio a nuestro liberador. Si los que están bajo nuestra autoridad nos ven más como una maldición que como una bendición, quizá sea tiempo de pedirle a nuestro Redentor que cambien también nuestro corazón.

J. Michael Feazell

AÑO 32 No. 6 El Noticiero de la Ig

Ministerio de Jóvenes

Los fundamentos del Ministerio Discipulador

Creando una atmósfera de amor

n esta serie de entrena-miento/equipamiento del ministerio de jóvenes, es-

tamos enfocando en formas có-mo los jóvenes colaboradores y líderes pueden ayudar a crear los medios que ayuden a desarrollar este ministerio. Leyendo acerca del ministerio de Jesús y de la iglesia del Nuevo Testamento, podemos observar factores me-dioambientales importantes que facilitan el crecimiento saludable. En nuestro artículo anterior, Ted Johnston ofreció una mirada ge-neral a estos temas, y esta vez examinaremos el primero de dichos factores.

“El amor que se expresa y se experimenta entre los miembros del cuerpo es absolutamente esencial si ese cuerpo va a permanecer vivo y saludable. De tal manera que el desarrollo del amor dentro del grupo debe ser la principal preocupación de los líderes espirituales” (Larry Richards, La Teología del Lide-razgo de la Iglesia).

El amor es un lenguaje maravi-lloso. Tiene la habilidad impre-sionante de atravesar un exterior endurecido e indiferente. Es el lenguaje de Dios. Dios dio a su único y unigénito Hijo para que el mundo pueda ser salvo. Median-te este don incomparable, Dios mostró un amor que va mucho más allá del amor humano, el amor del Creador por su crea-ción.

Cuando recibimos a Jesús co-mo nuestro Señor y Salvador, compartimos del amor trino: El amor que llevó al Padre a dar a

su Hijo, el amor que llevó al Hijo a dar su vida, y el amor que se imparte a nosotros a través del Espíritu Santo que mora y ama en nosotros. Mediante el Espíri-tu, el amor de Dios se expresa en nuestras relaciones diarias. En

un mundo de frialdad e

indiferencia, el amor de Dios expresado a través nuestro pue-de tener un impacto profundo en las vidas de otros, incluyendo las de aquellos que puedan parecer difíciles de amar.

Durante los últimos años he aprendido acerca de esta clase de amor, esta clase de gracia, desde una fuente fuera de lo co-mún. Permítanme contarles acerca de mi perro Lucky de tres años de edad. Recuerdo la pri-mera vez que conocí a Lucky, estaba yo jugando basketball en un parque que quedaba frente a la calle cuando mi hija Brittany, trajo a Lucky para conocerme por primera vez. Lo habíamos traído de un hogar para mascotas, y

tengo que ser honesto...no me parecía nada gracioso, pero lo peor era que de alguna manera me parecía repulsivo. Simple-mente Lucky me tenía terror.

Mi reacción inicial fue, “Quí-tenmelo”. Yo había crecido con perros, y siempre fui bueno esta-bleciendo relaciones con ellos, pero no con Lucky. Mi tono al decir esas palabras fue alto y chillón, lo cual aterrorizó a Lucky. Traté de sostenerlo,

pero él no lo permitió. Intenté toda clase de argucias para

perros pero él continuaba escabulléndose. Parece ser que Lucky había sido abusado de cachorro, y eso

había sucedido tres años atrás. Hasta este día, Lucky se

muestra muy cautelosa conmigo, pero estoy convencido que Lucky llegó a mi vida para ayudarme a aprender más acerca del amor de Dios, su paciencia, su inexorable amor y gracia por los difíciles de amar.

Esta ha sido una experiencia que ha abierto mis ojos. Me ha hecho pensar más profundamen-te en cuanto Dios nos ama a pe-sar de nuestra falta de sensibili-dad, y me ha llevado a meditar en la clase de amor que tengo por los demás. También me ha hecho pensar en cuánto expre-samos (o no expresamos) el amor de Dios y su gracia dentro y fuera de nuestras congregacio-nes, de nuestros ministerios para jóvenes y de nuestras familias.

Si estamos conectados a Je-sús, llevamos el fruto de su amor. Cuando los miembros de nuestro

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18 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal AÑO 32 No. 6

grupo (particularmente los líde-res) expresan abierta y consis-tentemente ese amor, esto lleva-rá a crear lo que llamamos una atmósfera de amor. Y en tal at-mósfera, creyentes y no creyen-tes por igual, experimentarán el amor incondicional de Dios por los difíciles de amar (a eso lla-mamos gracia).

En tal atmósfera, los seguidores de Jesús aprenden a expresar más plenamente el amor que hay en ellos a través del Espíritu San-to. Este es el camino de Jesús. El camino que siguió cuando vivió aquí en la tierra. Considere los siguientes ejemplos:

1. Jesús tocó a las personas. En Marcos 1:41 leemos: “Mo-vido a compasión, Jesús ex-tendió la mano y tocó al hom-bre, diciéndole: --Sí quiero. ¡Queda limpio!“.

2. El expresó amor a través de lo que hizo. “Al verla, el Se-ñor se compadeció de ella y le dijo: --No llores” (Lucas 7:13).

3. Era sensible a las necesi-dades de otros.

4. Se involucró en la vida de las personas. Por ejemplo, Jesús amó profundamente a Lázaro, a María y a Martha. (Juan 11:3, 5, 35-36).

5. Jesús voluntariamente se puso en el camino de per-sonas. Estaba siempre ac-cesible, no distante.

6. Su amor era sacrificado. Deseaba voluntariamente dar algo que él preciaba... su vi-da, por el bien de los demás.

Compare a Jesús y el camino de amor con la manera en que viven la mayoría de las personas hoy en día. Cuando voy al traba-jo, veo gente solitaria en sus ve-hículos, absortos en la radio o cualquiera cosa que sea necesa-rio para llegar al trabajo. Veo personas en una misión con muy

poco tiempo para las necesida-des de los demás.

Sin embargo, el camino de Je-sús y su amor es alcanzar a otros, especialmente a aquellos que son difíciles de amar. Signi-fica presionar el botón de pausa en la vida y abandonar nuestra agenda para tratar de cubrir sus necesidades. Pero para hacerlo necesita llegar a conocerlos, y eso no es ni fácil ni rápido.

A menudo me encuentro a mí mismo viendo a las personas en la iglesia y haciendo las mismas preguntas superficiales: “¿Cómo estuvo su semana?” “¿Cómo le va?” ¿Qué hay de Nuevo?” Pero las conversaciones superficiales no lo ayudan a conocer realmen-te a una persona y a saber lo que realmente necesita. No crea una atmósfera en la cual el amor de Dios fluya libremente.

Permítanme sugerir algunas formas en que podamos ir más allá de lo superficial y crear una atmósfera de amor en nuestras congregaciones en general y en nuestros ministerios para jóve-nes, en particular.

1. Llame a una persona diferen-te cada día y hágale saber que estaba pensando en ellos.

2. Recuerde los días especiales en las vidas de los miembros. Cumpleaños, aniversarios y eventos significativos tales como una graduación son to-dos ejemplos de eventos en los cuales es agradable reci-bir una nota especial o un re-galo de otros. El año pasado, Juan, mi hijo menor, se gra-duó del colegio, y me impre-sionó que el pastor de una congregación que se encon-traba a horas de distancia me enviara un correo electrónico y me preguntara si podría asistir a la graduación. Él lle-gó y trajo consigo un obse-quio. Puedo decir que esto

causó un impacto muy grande en mi hijo, aunque ese impac-to no fuera a ser tan evidente en ese momento.

3. Envíe una nota o un correo electrónico a alguien, sin ra-zón alguna.

4. Averigüe por medio de al-guien cercano, qué cosa ne-cesita esa persona y sorprén-dala con un obsequio o un ac-to de servicio. Cuando en-contramos maneras de invo-lucrarnos en actos de servi-cio, creamos un vínculo im-portante para aquellos que están en el lado del dar, y permite a quien recibe ver la naturaleza de Cristo en ac-ción. No es difícil colaborar con su departamento local de servicio social para encontrar oportunidades de llegar a otros y hacer una diferencia en la vida de personas nece-sitadas. Además, al hacerlo, fomentaremos un lazo de amor dentro del grupo.

5. Encuentre maneras de invo-lucrarse socialmente fuera de los horarios congregaciona-les. Las comidas campestres o el jugar juntos algún deporte pueden ayudar a profundizar una relación que trasciende los 10 minutos de encuentro superficial en la iglesia.

6. Ore por los demás por nom-bre.

Una advertencia: Considere que las personas valoran las ex-presiones de amor en forma dife-rente. Por ejemplo, mi hija Britta-ny aprecia más las actividades sociales y los regalos. Cuando le doy un regalo, ella se siente ama-da y lo prefiere a un abrazo. Mi esposa Barb aprecia las cosas que hago por ella para hacer su vida menos agitada. A algunas personas les encanta simplemen-te hablar. Lo que sea, tenemos la tendencia a traducir actos de amor en forma diferente sobre la

AÑO 32 No. 6 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal 19

20

base de lo que es importante pa-ra nosotros.

Pero sea cual sea la expresión de amor, el amor debe ser expre-sado. Cuando expresamos el amor de Dios en forma abierta y consistente en nuestras congre-gaciones y en los grupos del mi-nisterio, el resultado será una atmósfera de amor. En tal at-mósfera, el Espíritu atrae a Cristo a los que están perdidos, y edifi-ca a los que son creyentes en Cristo. En una atmósfera de amor, los discípulos de Jesús se basan en la gracia, aprenden a relacionarse con Dios y con otras personas sobre las bases del amor incondicional de Dios en Cristo.

Cuando las personas entran en contacto con su grupo, su con-gregación, o el ministerio de jó-venes, o la familia, ¿qué es lo que experimentan? Si encuen-tran una atmósfera de amor en la cual las personas demuestran visiblemente su amor por el otro, experimentan un gozo palpable. Y si por el contrario lo que en-cuentran es ausencia de amor, o un amor inexpresivo, la atmósfera será fría y monótona.

La mayoría de las personas responden en forma positiva a un medio en el que son saludados calurosamente por su propio nombre, donde conocen a perso-nas que muestren interés genui-no por ellos, y donde otros salen de sus propias zonas de comodi-dad para colaborar en todas las formas posibles.

Por favor, unámonos en reflejar el amor de Cristo entre nuestras familias, nuestros grupos de jó-venes y nuestras congregacio-nes. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para ayudar a proveer una atmósfera de amor?

Jeb Egbert

Así comienza una violación

uestra sociedad moderna con toda su tecnología debería habernos dado

una utopía. Pero nos damos cuenta de que todavía luchamos con los problemas que siempre han invadido la sociedad. De hecho, algunas cosas están peor.

Hay pocos actos violentos que pueden igualarse a las conse-cuencias de por vida que ocurren como resultado de una violación. Hasta los niños pequeños ya no están seguros. La perversión humana parece no tener fronte-ras. ¿En qué nos hemos conver-tido?

Difícilmente pasa un día sin una noticia de violación. Muchas violaciones no son cometidas por extraños. Los perpetradores son frecuentemente bien conocidos por sus víctimas. En algunos casos están involucrados algunos familiares cercanos.

Se han dado muchas razones para explicar la ocurrencia de las violaciones, incluyendo la adic-ción a las drogas, la pornografía, la devaluación de los valores fa-miliares, enfermedad mental e inmoralidad. Ninguna de estas razones es un consuelo para las mujeres, niños y niñas que llevan las consecuencias de la deprava-ción sexual de sus atacantes.

¿Podría un castigo más fuerte detener las violaciones? Algunos dicen que deberían investigarse y entenderse las causas de este comportamiento desviado antes de tomar medidas efectivas. Es más fácil decirlo que hacerlo.

Los investigadores están divi-didos sobre las causas de por qué un individuo comete una vio-lación. Quizás están buscando en el lugar equivocado. ¿Será

este problema sólo una manifes-tación física del estado espiritual de nuestra sociedad? Todas las religiones enseñan contra la vio-lación. ¿Pero por qué esta ense-ñanza no cambia el corazón?

Los cristianos estamos familia-rizados con las advertencias de Jesús de que cualquiera que ve una mujer para codiciarla ya co-metió adulterio con ella en su corazón. (Mateo 5:28)

Jesús sabía que la violación, como todos los pecados y actos violentos, no comienza en el acto mismo, sino en el corazón del perpetrador. Sucede cuando la persona está saturada de lujuria física y no pone a Dios primero en su vida.

Los cristianos podemos hacer una gran diferencia en nuestra sociedad. Se nos enseña a ves-tirnos con el Señor Jesús y no cumplir los deseos de la carne. (Romanos 13:14).

Ejercer autocontrol y otros as-pectos del carácter santo en hombres y mujeres es el mayor elemento disuasorio para la vio-lación. De hecho, la violación sería algo imposible. Algunos dirán que esto es muy idealista, eso puede ser cierto si sólo estu-viera involucrada la fuerza huma-na. Es Dios quien crea un cora-zón puro en nosotros.

Una actitud complaciente per-mite que los violadores se forta-lezcan y aumente su vicio. Como dice el dicho: “El mal prospera cuando los buenos no hacen na-da”. Un esfuerzo colectivo para enseñar y practicar los valores cristianos es un buen principio y puede hacer mucho para asegu-rar que una generación futura progresará en combatir estos crímenes y violencia.

Una violación comienza en el corazón. Con la ayuda de Dios se puede detener allí.

N

Estudio Bíblico Juvenil

¿Retiro?

Cuando la batalla se pone dura y sientes que no hay salida, ¿Qué haces? La mayoría se mantiene en el campo de batalla, pero a veces es bueno retirarse a un lugar tranquilo para pensar y ganar perspectiva.

Lee Lucas 5:15-16. ¿Qué dice este versículo que Jesús hacía con frecuencia?

Lee Marcos 1:32-34. Haz una lista de todo lo que Jesús hizo ese día. ¿Cómo crees que se sintió Jesús al terminar ese día?

Vuelve a leer los versículos 32-34 y también lee el versículo 35. ¿A que hora se levantó Jesús la mañana siguiente? ¿A dónde fue?

Jesús necesitaba retirarse. Sí, es correcto apartarse para estar a solas con Dios. No sólo es correcto sino que es vital si vas a mantenerte enfocado en Dios y no ser distraído por los afanes de esta vida. Jesús modeló para nosotros la necesidad de pasar tiempo de calidad con nuestro Padre y ser totalmente dependiente de él.

A través de estos estudios tú estás estableciendo un modelo de cómo pasar tiempo con Dios, en su Palabra y en oración. Escápate de las ocupaciones y retírate en los brazos de tu amante Padre Celestial. Determina ser una persona que siempre toma tiempo para estar a solas con Dios. Encuentra un lugar solitario para estar allí con tu mejor amigo. Él te está esperando allí. Si tomas el tiempo, tu alma será refrescada y renovada.

Previamente leímos Isaías 40. Vuelve allí y lee los versículos 28-31.

Escribe el versículo 31: _____________________________________________________________________________

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Memoriza Isaías 40:31

Busca un lugar apartado y pasa tiempo con tu Padre Celestial. Hoy no le pidas nada. Sólo deja todo tras de ti y relájate en sus brazos. Disfruta su compañía.

Cántale, adóralo y dile lo mucho que lo aprecias.

AÑO 32 No. 6 El Noticiero de la Iglesia de Dios Universal 21

Ministerio de la mujer

Más dulzura

l encabezado de un periódico dice: “Estas chicas no tienen lá-

grimas, sólo puños”. Una muchacha de 13 años, ani-mada por su madre y junto a ella y otras muchachas, gol-pearon a una niña de 12 años cuando el novio de la primera la besó en la mejilla. La golpearon tan salvaje-mente que la dejaron en coma.

Otro grupo de muchachas participaron en una golpiza tan brutal que varias mu-chachas fueron hospitaliza-das con huesos rotos.

La incidencia de la violen-cia entre las muchachas se ha incrementado en los últi-mos años. Los muchachos todavía tienen la mayor inci-dencia, pero según Associa-ted Press, las estadísticas de arresto en USA muestran una proporción de incremen-to de 10 a 1 anteriormente a 4 a 1 hoy.

¿Qué está sucediendo? ¿La dulzura ya no describe a las muchachas?

Están comenzando a ac-tuar más y más como mu-chachos. Tienen modelos para imitar en las películas: la Cyborg en Terminador 3, Trinity en Matrix, etc.

Otros factores que contri-buyen a la violencia entre las muchachas son: menos influencia de la religión, más hogares desechos, menos madres en casa durante el día y una sociedad más vio-lenta en general.

Betsy Hart, la autora del artículo mencionado dice: “Cuando la virtud de las mu-jeres como grupo se dege-nera en una cultura, se debi-lita la cultura como un todo y esto es peligroso. En toda sociedad exitosa, las muje-res son las principales guar-dadoras de la virtud. Son la influencia civilizante sobre los hombres y la cultura que las rodea”.

Cuando uno piensa en ternura, viene a la mente la imagen de una madre y su bebé. Se supone que las mujeres son tiernas y ama-bles. Pero como sucede con las virtudes morales, la ternura no está de moda, es mejor pelear.

La ternura no es mencio-nada mucho en la Biblia, sólo en unos pocos versícu-los del Antiguo Testamento usan la palabra ternura (en algunas versiones antiguas, otras versionas usan otras palabras con significado similar) al referirse al Padre. 2 Corintios .10:1 habla de la ternura y la bondad de Cris-to.

1 Pedro 3:4 amonesta a las esposas a que su belle-za no venga de la apariencia física, sino que “su belleza sea más bien la incorrupti-ble, la que proceda de lo íntimo del corazón y consis-te en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios”.

La ternura hacia otros muestra respeto y conside-

ración. Muestra un enten-dimiento del valor de cada persona ante Dios.

La ternura de debería ser una virtud anticuada. Debe-ría ser enseñada a nuestras hijas para ayudarles a man-tener fuerte nuestra socie-dad. Debería ser mostrada por nuestras hijas y practi-cada en nuestra vida diaria.

La ternura es parte de quién es Jesús, y si él vive en nosotras, nuestra ternura será algo que otros podrán ver y sentir.

Tammy Tkach

Tammy es la coor-

dinadora del minis-terio de la mujer en la Iglesia de Dios Uni-

versal. Ella siente que la mayor necesidad de las mujeres en la IDU es reconocer y usar sus dones y que Dios ha abierto la puerta para que ella pueda hablar, escribir y “estar allí” para suplir esa necesidad.

Tammy y su esposo Jo-seph han estado casados desde 1980 y tienen dos hijos, Joe III y Stephanie. Le gusta la jardinería, punto en cruz, caminar, leer, jugar golf y boliche. Su nuevo hobby es el estampado con hule.

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Carta del pastor general Junio 2004

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Fui movido a lágrimas cuando recibí, por segundo año consecutivo, un cheque de nuestros hermanos en la isla caribeña de Dominica. Los hermanos allí leyeron en El Noticiero que las iglesias en USA tenían problemas financieros. Tomaron de su pequeño ingreso y enviaron un cheque a la iglesia de Estados Unidos para ayudar. Estoy sobre colmado por el amor, preocupación y compromiso de nuestra familia espiritual mostrado por este acto de sacrificio y generosidad.

Esto es típico del Espíritu de Cristo obrando en su pueblo. Aunque nosotros en los Estados Unidos apoya-mos y ayudamos la obra del evangelio de Cristo alrededor del mundo, ayudando a construir comunidades de fe, nuestros hermanos en estos lugares lejanos responden en su amor. Ellos, a la vez, movidos por el amor de Je-sús, alcanzan con el poder el Espíritu Santo a otros. El amor de Cristo fluye en toda dirección, como debería.

El Reino Unido tiene sus propios problemas financieros, pero provee los recursos necesarios para apoyar la obra y el crecimiento de las iglesias en Grecia y los Emiratos Árabes Unidos. También provee apoyo limitado a Escandinavia y Malta.

Los hermanos australianos han tomado de su escasez y proveen los recursos para el entrenamiento de lide-razgo y ánimo para los hermanos en las Islas Salomón, Papua Nueva Guinea y Sri Lanka, para nombrar unos pocos países. Después que los hermanos Karen fueron forzados a huir por sus vidas de sus hogares en Tailan-dia, las iglesias australianas tomaron por sí mismas la carga del apoyo continuo de estos hermanos refugiados.

Alemania y Austria, de sus exiguos recursos, han dado generosamente para el crecimiento de la obra en Bulgaria. Ahora tenemos una congregación en este pobre ex satélite soviético, un recientemente formado cuerpo de creyentes fieles, ansiosos de hacer más discípulos búlgaros. Esta iglesia ya tiene planes de expandirse más allá de las fronteras de Bulgaria.

Pero no es todo de nuestros hermanos y hermanas alemanes y austriacos. Ellos también toman una porción de sus recursos y hacen posible el crecimiento continuo de la hermandad en Togo. Nuestro líder de la iglesia en Togo murió inexplicablemente y la iglesia quedó a la deriva. Gracias al amoroso compromiso de nuestras igle-sias alemanas, nuestra familia espiritual en Togo está siendo cuidada nuevamente.

Nuestra pequeña, pero profundamente comprometida, pequeña iglesia en Malasia apoya el cuidado pastoral y necesidades de desarrollo de liderazgo en Myanmar, donde nuestra congregación lucha bajo un régimen totali-tario que busca suprimir el evangelio. Nuestra iglesia en Malasia también produce y financia una revista, una herramienta importante para alcanzar a los que todavía no han escuchado el evangelio en ese país. También proveen algunos de los recursos para ayudar a entrenar y animar al liderazgo joven y relativamente sin experien-cia en Tailandia, así como un grupo en Indonesia.

Nuestra congregación en Filipinas patrocina la obra misionera en Asia, y hasta están buscando establecer un esfuerzo misionero en Canadá y Estados Unidos. Están ayudando con el desarrollo de la hermandad en Hong Kong, China y Japón, otra vez, esta es sólo una lista parcial.

La iglesia holandesa es pequeña en número. La iglesia completa nacionalmente no es mayor que una de nuestras congregaciones más grandes en USA. Pero los miembros holandeses apoyan un esfuerzo para plantar una iglesia en Surinam, miles de kilómetros lejos de Holanda.

Aunque tenemos problemas financieros, buscamos comprometer lo que tenemos para Cristo y él ha bende-cido esos recursos y esfuerzos más allá de lo que pensamos pedir. Sus oraciones son importantes, son parte del tejido de la obra del evangelio de Cristo sobre la tierra hoy. Y sus donaciones son importantes. Cada centavo hace la diferencia para esparcir el evangelio, abriendo caminos y medios para ir un paso más adelante con la maravillosa esperanza que trae verdadero significado para las vidas heridas.

Recuerden las necesidades financieras de su congregación local. Luego, si es posible, recuerde la diferencia que aún una pequeña donación puede hacer para nuestra obra colectiva, nuevos hermanos y hermanas regoci-jándose con nosotros en su salvación, y a la vez, uniéndose a nosotros como siervos de Cristo.

Suyo en el servicio a Cristo,

Joseph Tkach

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El rincón de los niños