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Necesidades humanas y conflictos sociales Susana KEHL Introducción Los adelantos técnicos y científi- cos, el reconocimiento generalizado de los Derechos Humanos y la prolif e- ración —o al menos el apoyo implíci- to— a las opciones políticas democrá- ticas, desde mediados del presente siglo, no han contribuido paradójica- mente a forjar un mundo más huma- no, más igualitario, más solidario y menos violento. Aunque las sociedades industria- les avanzadas hayan desarrollado, en mayor o menor medida, sistemas de Bienestar Social, en los que las líneas divisorias entre las clases sociales se fueron atenuando, a nivel internacio- nal el contraste entre privilegiados y no privilegiados, entre ricos y pobres, ha ido aumentando. Es más, se ha ido acentuando el porcentaje de indivi- duos y de colectivos que viven “fuera”, es decir, al margen de la sociedad. En el conjunto de la sociedad humana, sectores cada vez más amplios de la población —en las grandes urbes, en las zonas económicamente en deca- dencia, en el tercer y cuarto mundo— pasan a formar parte de lo que suele denominarse la «subclase social» y la «subclase humana’>. (~) La sociedad actual, insolidaria y desigual, es una sociedad interdepen- diente en la que la mayoría de los pro- blemas más graves son globales (2>, como por ejemplo la pobreza en la que viven más de las dos terceras partes de la humanidad, la explosión demográfica mundial, el envejecimien- to de la población en los países desa- rrollados, la paradoja entre escasez de recursos y despilfarro de los mis- mos, el deterioro del medio ambiente natural, etc. Se trata de problemas que, de un modo u otro, repercuten en toda la Humanidad, siendo fuentes de conflictos, sostenibles quizás por un tiempo, pero explosivos a largo píazo. La sociedad compleja (3), en la que los problemas crecen a un ritmo Cuadernos de Trabajo Social,,» 4-5(1991-7992) Págs. 201 a 226 Ed. Universidad Complutense Madrid 1993 201

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Necesidades humanas yconflictos sociales

Susana KEHL

Introducción

Los adelantos técnicos y científi-cos, el reconocimiento generalizadode los Derechos Humanos y la prolif e-ración —o al menos el apoyo implíci-to— a las opciones políticas democrá-ticas, desde mediados del presentesiglo, no han contribuido paradójica-mente a forjar un mundo más huma-no, más igualitario, más solidario ymenos violento.

Aunque las sociedades industria-les avanzadas hayan desarrollado, enmayor o menor medida, sistemas deBienestar Social, en los que las líneasdivisorias entre las clases sociales sefueron atenuando, a nivel internacio-nal el contraste entre privilegiados yno privilegiados, entre ricos y pobres,ha ido aumentando. Es más, se ha idoacentuando el porcentaje de indivi-duos y de colectivos que viven “fuera”,es decir, al margen de la sociedad. Enel conjunto de la sociedad humana,

sectores cada vez más amplios de lapoblación —en las grandes urbes, enlas zonas económicamente en deca-dencia, en el tercer y cuarto mundo—pasan a formar parte de lo que sueledenominarse la «subclase social» y la«subclase humana’>. (~)

La sociedad actual, insolidaria ydesigual, es una sociedad interdepen-diente en la que la mayoría de los pro-blemas más graves son globales (2>,

como por ejemplo la pobreza en laque viven más de las dos terceraspartes de la humanidad, la explosióndemográfica mundial, el envejecimien-to de la población en los países desa-rrollados, la paradoja entre escasezde recursos y despilfarro de los mis-mos, el deterioro del medio ambientenatural, etc. Se trata de problemasque, de un modo u otro, repercuten entoda la Humanidad, siendo fuentes deconflictos, sostenibles quizás por untiempo, pero explosivos a largo píazo.

La sociedad compleja (3), en laque los problemas crecen a un ritmo

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mayor que las soluciones, necesitacambios estructurales que impliquen,como apunta MESAROVIC (1989:1 -3),una nueva visión conceptual o Wel-tanschauung del mundo, no lineal, nodeterminista y heterogénea. La cre-ciente complejidad requiere una granflexibilidad institucional, capaz de asu-mir nuevos planteamientos, de incor-parar los cambios oportunos, de bus-car formas alternativas de solución delos conflictos, capaz de responder alas más urgentes necesidades indivi-duales y colectivas.

Las necesidades humanas

La preocupación por las necesi-dades humanas no es nueva, dehecho se encuentra ya en la obra aris-totélica. Sin embargo, es con el adve-nimiento de la sociedad industrial y suposterior desarrollo, con el nacimientode la sociología, de la psicología y delos avances en otros campos científi-cos, cuando se formula la preguntaconcreta sobre las motivaciones de laacción humana individual y colectiva ysobre el modo en que ésta transformaa las sociedades humanas, siendomoldeadas, a su vez, por el medioambiente socio-cultural y natural. Eneste contexto se vienen estudiando,desde las diferentes perspectivas delas ciencias sociales y de las cienciasnaturales, los instintos, 106 deseos,las aspiraciones, las carencias y lasnecesidades humanas.

El estudio de las necesidadeshumanas, en tanto que corriente teóri-ca multidisciplinar con entidad propia,tiene sus origenes en las formulacio-

nes de las modernas teorías del desa-rrollo <4)~ La formalización de estacorriente coincide con la crisis econó-mica de principios de los años setentay con los esfuerzos de organismos yentidades internacionales, pero tam-bién nacionales, de prevenir mayoresdesequilibrios socio-económicos y latendencia hacia situaciones de cre-ciente desigualdad social. Estosesfuerzos se traducen en el fomentode la investigación y de los estudiosacerca de las más apremiantes nece-sidades humanas y de las pasibilida-des y medios para su satisfacción. Eneste sentido, es obligada la referenciaal Primer Informe al Club de Roma,Los límites del crecimiento (MEA-DOWS 1972), de amplia divulgación ygran repercusión tanto en la opiniónpública como en las esferas política ycientífico-social. El Informe provocauna toma de conciencia generalizadaacerca de la finitud de los recursosmateriales del planeta tierra, de los«efectos perversos» <5) del desarrollotecnológico y del crecimiento econó-mico desequilibrado —en relación conla explosión demográfica y el deteriorodel medio-ambiente— y, en conse-cuencia, “de las intolerables brechasque oponen a ricos y pobres... la ena-jenación de los individuos de la socie-dad... que rechazan la autoridad.., ycuestionan los fundamentos mismosde todo el sistema” (Ibid.: 23). (La cur-siva es mía). No menos importante es,en el marco de nuestra argumenta-ción, la Declaración de las NacionesUnidas sobre el Establecimiento de unNuevo Orden Económico Internacional(ONU 1974) (6), y el admitido fracaso

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del Primer Decenio para el Desarrollo<1980-1970), que dio lugar a unanueva convocatoria por las NacionesUnidas para el decenio siguiente.

La noción necesidades humanasbásicas es definida por vez primera araíz de un seminario internacional,patrocinado por la UNCTAD (UnitedNations Conference on Trade andDevelopment) y el UNEF (UnitedNations Environmental Program)(1974>, en el que participaron destaca-dos sociólogos, economistas y científi-cos de otras disciplinas, más conocidocomo “La Declaración de Cocoyoc”.La definición forma parte de una rede-finición de los fines del desarrollohumano: »Estos «fines» no consistenen desarrollar cosas, sino en desarro-llar seres humanos. Los hombres tie-nen necesidades básicas: alimenta-ción, vivienda, vestimenta, salud, edu-cación. Cualquier proceso de creci-miento que no se encamine hacia susatisfacción —o peor, constituye unobstáculo— es una parodia de la ideade desarrollo”. Además, ‘el desarrollono debe limitarse a la satisfacción delas necesidades básicas. Existen otrasnecesidades, otras metas, otros valo-res. El desarrollo incluye las libertadesde expresión y de impresión, el dere-cho de dar y de recibir estímulos” <cit.en OHAI 1 977: 6).

Estudios e investigaciones algoposteriores <7) incluyen, dentro de lasnecesidades básicas, las ‘otras nece-sidades” a las que se refiere la Decla-ración de Coccyoc. La satisfacción deestas necesidades es precisa, tantoen lo que concierne a los colectivospobres y marginados de los países

desarrollados, como a las masas depobres y marginados de los países envías de desarrollo. Sin embargo, seestablece una distinción entre necesi-dades básicas materiales y necesida-des básicas no-materiales, teniendoprioridad las primeras sobre lassegundas, en función de los grados depobreza o de los niveles de desarrollo.Las investigaciones coinciden en quelas necesidades materiales se refierena: alimentación, educación, salud,vivienda e higiene, mientras que lasnecesidades no-materiales incluyen:el respeto a los derechos humanosfundamentales, la libertad, la participa-ción y el derecho de manifestar laspropias necesidades.

Esta diferenciación entre lo mate-rial y lo no-material implica una jerar-quización de las necesidades básicas,muy presente todavía en la actualidaden las políticas sociales <a>, que pro-viene de la tradición, arraigada espe-cialmente en la cultura occidental, deseparar cuerpo y mente, o cuerpo yespíritu; es decir lo física de lo psíqui-co, asociándose el cuerpo con la con-dición animal del hombre —e infe-rior—, mientras que la mente, distinti-va del hombre, es valorada en térmi-nos de superioridad. Tal concepciónpasa por alto la íntima relación entrecuerpo y mente que, aplicada a lasnecesidades humanas básicas, signifi-ca que casi paralelamente a la satis-facción de las carencias materialesextremas surgen las necesidades no-materiales <9)~ Bástenos con estaconstatación, ya que más adelantediscutiremos con mayor conocimientode causa la cuestión de las jerarquíasde necesidades humanas.

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¿Oué se entiende por la nociónnecesidades humanas?. O~> En térmi-nos muy generales podría decirse quelas necesidades humanas incluyentanto los deseos (II), los apetitos y lasaspiraciones, siendo éstas manifesta-ciones de necesidades, como lascarencias y las demandas humanas;es decir todas las exigencias de laexistencia humana. Desde esta pers-pecliva, las necesidades humanas serefieren a la satisfacción precisa decarencias, fines y funciones objetiva-mente vitales para la supervivencia yel desarrollo físicos y psíquicos de losseres humanos, o subjetivamente sen-tidas como tales <12)~

Para que un deseo, un apetito ouna carencia se conviertan en necesi-dad tiene que haber conciencia de talnecesidad, vinculada a la posibilidadde que pueda ser satisfecha. En prin-cipio, las necesidades humanas serefieren a necesidades sentidas o per-cibidas por individuos. Pero, comoseñala GALTUNG (1990: 304>, aun-que el sujeto necesitado sea el indivi-duo, esto no significa que los mediospara satisfacer las necesidades sehallen sólo en el individuo, sino másbien dependen del contexto social”,Este contexto social está constituido,corno diría LACAN (1975>, por objetosde deseo y por la demanda del reco-nocimiento del otro, de los otros. Nor-malmente, la satisfacción de las nece-sidades individuales está ligada algrupo (MALINOWSKI 1975) ~ y lasupervivencia del propio grupo depen-de del grado de satisfacción que losindividuos encuentran en su seno, a lavez que también el grupo generanecesidades, tanto individuales como

grupales (RADGLIFFE-BROWN1972). Según los funcionalistas, sonlas necesidades humanas las quemotivan las actividades organizadas,concretándose en instituciones socio-culturales destinadas a satisfacer lasnecesidades primarias, creando ysatisfaciendo, al mismo tiempo, nece-sidades secundarias. PARSONS<1951> se referirá a las necesidadessociales de adaptación, integración,persecución de objetivos comunes ycoherencia de normas y valores quedeben ser satisfechas por las institu-ciones de un sistema social. El con-junto social está compuesto por indivi-duos en interacción “motivados segúnuna tendencia a la optimación de lasatisfacción” (Ibid.: 5/6> de sus necesi-dades, vinculados entre si por el siste-ma de normas y valores que compar-ten. Sin embargo, el concepto necesi-dades humanas tiene su expresión enotras áreas de tipo colectivo, comopueden ser las necesidades naciona-les, las necesidades económicas, etc.Si la expresión de tales necesidadescolectivas no emerge desde las basesde los propios colectivos humanos—lo que requiere ciertos niveles departicipación y algún tipo de organiza-ción—, por regla general, “las necesi-dados colectivas son el reflejo de losdeseos y de las demandas de las éli-tes dominantes de estos colectivos,enmascarados con mayor o menorfortuna” (GALTUNG 1990: 304), einteriorizados, al menos parcialmente,por los componentes de tales colecti-vos.

Este orden de ideas nos lleva alplanteamiento de MARX que distingueentre impulsos o apetitos humanos

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constantes, como el hambre y el ins-tinto sexual que forman parte de lanaturaleza humana y se modifican ensu expresión de acuerdo con el con-texto cultural, y los apetitos relativosque “deben su origen a ciertas estruc-turas sociales y a ciertas condicionesde producción y comunicación”, Enrelación con estos últimos, dice MARX“todo hombre especula con la crea-ción de una nueva necesidad en otropara obligarlo a hacer un nuevo sacri-ficio, para colocarlo en una nuevadependencia y atraerlo a un nuevotipo de placer (cit. en FROMM 1984:37/149>. MARCUSE (1963) irá máslejos, estableciendo una diferenciaciónentre verdaderas y falsas necesida-des, siendo las verdaderas las queemanan del propio individuo, y las ial-sas las que intereses sociales particu-lares imponen al individuo en surepresión” (Ibid.: 4). Aunque la satis-facción de estas “falsas necesidades”,vinculadas a la manipulación del con-sumo, en el sentido amplio de la pala-bra (que incluye la manipulación dellenguaje y de las ideas>, pueda resul-tar momentáneamente gratificantepara el individuo, termina impidiendoel desarrollo de las verdaderas capaci-dades de éste. <14)

Una visión distinta de las necesi-dades humanas es la expresada porDURKHEIM (1928 y 1960) quien sos-tiene que los apetitos humanos soninsaciables. Sólo una autoridad moralpuede frenar las necesidades hm ita-das del hombre. Si se alienta a losindividuos a satisfacer sus deseos almargen de una comunidad moral,capaz de imponer una disciplina, el

grado de insatisfacción y, por lo tanto,de insolidaridad será creciente, dandolugar a un aumento de fenómenosartómicos.

La jerarquía de las necesidadeshumanas (básicas> en la que la mayo-ría de los teóricos de las necesidadeshumanas fundamentan su discusión,bien para confirmar la universalidadde la misma, bien para criticaría, dese-charla, o para modificar el orden y elcontenido de sus enunciados, es lajerarquía de necesidades ontológicaselaborada por el psicólogo AbrahamMASLOW. Extensos estudios clínicosllevaron a MASLOW (1943 y 1954> ala conclusión de que los seres huma-nos persiguen la satisfacción de sietenecesidades básicas, correspondien-tos a las siguientes prioridades:

1) Necesidades físicas, como elhambre, la sed, el abrigo, el descanso,etc.

2) Necesidades de seguridad, esdecir la protección contra todo tipo depeligro.

3) Necesidades de pertenencia yde afecto, como la pertenencia algrupo y las interrelaciones socialesprimarias.

4) Necesidades cognitivas, princi-palmente los deseos de saber, decomprender y de satisfacer la curiosi-dad.

5) Necesidades estéticas, espe-cialmente el afán de belleza, de sime-tría y de orden.

8) Necesidades de estima y deaprecio, es decir necesidades de sta-tus y prestigio, de competencia, éxitoy reconocimiento.

7> Necesidades de autorrealiza-ción: el pleno desarrollo de las capaci-

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dades individuales y de la personali-dad propia. <15)

Resulta problemática la hipótesis,sostenida por la mayoría de los teóri-cos de las necesidades, que todos losseres humanos, con independenciadel momento histórico y del contextosocio-cultural en el que viven, compar-ten una serie de necesidades comu-nes. No ha habido, hasta ahora,acuerdo sobre cuáles son exactamen-te estas necesidades Aun suponiendoque pueda llegarse a un criterio cuasiunánime, parece altamente improba-ble que las necesidades ontológicasrespondan a un mismo orden de prio-ridades en todos los colectivos huma-nos. En estos intentos de generaliza-ción teórica cabe siempre la dudasobre posibles influencias etnocéntri-cas en las apreciaciones de los pro-pios autores al reflejar, implícitamente,el sistema de normas y valores predo-minantes vinculado al modelo desociedad al que pertenecen <~~> Enrelación con la jerarquía de necesida-des de MASLOW, es interesante laobservación de GALTUNG (1990:332), sobre cierto paralelismo entreésta y el sistema de clases —o nivelesde desarrollo—, asignándose la priori-dad de las necesidades físicas y deseguridad a la capa social más baja osubclase, mientras que las necesida-des de autorrealización son más pro-pias de la clase alta y de las élites; elresto de las necesidades se repartiríaentre las clases medias,

Los debates teóricos actualesacerca de las necesidades humanasparten fundamentalmente de doscorrientes teóricas, por un lado del

pensamiento durkheimiano y del fun-cionalismo y, por otro del pensamientomarxista y de la escuela psicoanalíti-ca.

Lo expuesta en este capitulo seráútil y hasta necesario para poder com-prender y enjuiciar un enfoque teóricorelativamente reciente, de gran interésy amplia acogida —ante todo por múl-tiples centros de decisión política,socio-política y económica— pero nopor ello de menor polémica. Lacorriente teórica que a continuacióntrataremos de resumir, en sus puntosmás importantes, relaciona las necesi-dades humanas básicas, preferente-mente no materiales, con la resoluciónde conflictos profundamente arraiga-dos y la posible futura prevención deéstos, El autor que mejor representa adicha corriente es John BUATON, fun-dador del Centro de Análisis de Con-flictos del London University College,miembro investigador del Centro parael Análisis y la Resolución de Conflic-tos de la George Masan University,Virginia, y miembro del Instituto Esta-dounidense para la Paz BURTONtiene en su haber numerosas publica-ciones y es uno de los principalescoordinadores de las investigaciones ypublicaciones que se producen en elámbito referido. El autor destaca laimportancia que tiene este nuevoplanteamiento teórico para el área deltrabajo social (BURTON 1990: 84>.

Como observa Joseph A. Sol-MECCA (1990: 208), «la teoría denecesidades humanas elaborada porBURTON, a la que recientemente hadenominado «Resolución de conf ‘dosmediante la solución de problemas

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basada en la colaboración», se funda-menta en la psicología humanista deA. MASLOW <1954), en la sociologíade P. SITES (1973> y de 5. BOX(1971), y en la sociobiología de E.O.WiLSON <1975)”.

Necesidades básicas yresolución de conflictos:el pensamiento burtoniano

Dejemos que el propio autor yprincipal impulsor de esta sugestivacorriente teórica introduzca el hilo desu pensamiento: “Después de haberrealizado amplios estudios sobre con-flictos en los ámbitos comunitario einternacional, y después de haberpodido observar cómo grandes poten-cias fueron vencidas, en guerras, porpequeñas naciones, y cómo las autori-dades competentes no fueron capa-ces de controlar, dentro de su territo-rio, conflictos religiosos y étnicos medi cuenta que este tipo de conflictosno obedecían principalmente —o enabsoluto— a la escasez de bienesmateriales o a reivindicaciones territo-riales. En todos los casos estaban enjuego cuestiones tan fundamentalescomo la seguridad personal o grupal,la identidad y el reconocimiento.., Elpoder de las necesidades humanasera, mucho más fuerte que el podermilitar. Las condiciones que explica-ban el conflicto y, por consiguiente,sugirieron formas de resolución eranlas frustradas necesidades humanas.La teoría de las necesidades permitiódescubrir que la fuente principal delconflicto está en la ausencia de legiti-

macíón de las estructuras, de las insti-tuciones y de las políticas y no en lasupuesta maldad de los individuos.”(BURTON 1990:XV).

Las necesidades humanasbásicas

John BURTON, al igual que otrosestudiosos en la materia <~fl sostieneque las causas últimas de todo conf lic-to profundo radican en necesidadeshumanas no satisfechas o no suficien-temente satisfechas. De acuerdo conla mayoría de los teóricos de las nece-sidades humanas, piensa que existenunas necesidades humanas básicasde carácter universal, ontológico.Pero, a diferencia de la corriente pre-dominante que, admitiendo el carácterontológico de las necesidades bási-cas, considera que éstas se hallan, enmayor o menor grado. culturalmentecondicionadas, BURTON (1979> ySITES <1973) basan su jerarquía denecesidades humanas primordialmen-te en supuestos genéticos. Desde suóptica, las necesidades humanas son,en todos los tiempos y en todas lasculturas, idénticas, Lo que cambia sonlos modos empleados en su satisfac-ción y los recursos utilizados con estefin.

Esta manera de enfocar las nece-sidades humanas recibió críticas acé-rrimas que llevaron a admitir a BUR-TON la posibilidad de influencias cul-turales. Resulta interesante, en estecontexto, el debate iniciado porAVRUCH y ELACK <1987/1990) quie-nes se preguntaron por el origen de

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las necesidades humanas universales,por los criterios utilizados en su enu-meración, selectiva y jerárquica, y porel papel de la cultura y de los proce-sos de socialización en la generaciónde unas necesidades determinadas yno de otras. En otro momento <1991)los autores cuestionaron el reduccio-nismo que pretende limitar las diferen-cias culturales, en la percepción de lasnecesidades humanas, a un mero eti-quetaje diferencial. Esto es precisa-mente lo que también la autora deeste artículo ha podido detectar en suestudio de las jerarquías de necesida-des humanas culturalmente diferen-ciadas, según los distintos autores.

BURTON analiza las necesida-des humanas generales considerán-dolas conjuntos de motivaciones quedeterminan los comportamientos y lasacciones humanas. Distingue trestipos de motivaciones: “las que se pre-cisan para el desarrollo de la especiehumana, las culturalmente específi-cas, y las que responden a deseos yanhelos (wishful-thinking desires)”, enotras palabras, las motivaciones “uni-versales, culturales y transitorias”(BURTON 1990: 36). Estos tres tiposde motivaciones corresponden a trescategorias conceptuales, las necesi-dades, los valores y los intereses.

Las necesidades son inherentesal ser humano y, por lo tanto, indivi-duales, aunque la satisfacción deéstas dependa de otros seres huma-nos, de factores estructurales, institu-cionales y medioambientales. SegúnBURTON y SITES, las principalesnecesidades humanas, aparte de lasya señaladas por MASLOW como

requisitos mínimos para la superviven-cia física, son los que se refieren alcrecimiento y al desarrollo humanos:

1> La necesidad de consistenciade respuesta (precisa para el procesode aprendizaje y la consistencia en laconducta).

2> La necesidad de estímulo (enrelación con la consistencia de res-puesta).

3> La necesidad de seguridad(vinculada a las dos anteriores>.

4> La necesidad de reconoci-miento.

5> La necesidad de justicia distri-butiva (como respuesta o recompensaen términos de experiencia y expecta-tivas).

6> La necesidad de aparienciaracional y de desarrollo de la propiaracionalidad (relacionada con la con-sistencia de respuesta, cuya ausenciada lugar a comportamientos irraciona-les).

7) La necesidad de significado enla respuesta (meaningful response> (sila respuesta carece de sentido para elindividuo, es interpretada como incon-sistente). <SITES 1973, asumido porBURTON 1979>.

8> La necesidad de un sentimien-to de control (como mecanismo dedefensa; se refiere al control delmedio ambiente, puesto que las nece-sidades anteriores nunca son plena-mente satisfechas).

9) La necesidad de defensa derol (que permite adquirir y mantener elreconocimiento, la seguridad y el esti-mulo>. (BURTON 1979> (~)

Si estas necesidades no sonsatisfechas dentro de las normas de

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una sociedad, sostiene BURTON,—puede observarse su acuerdo con laescuela funcionalista y con DURK-HEIM— conducirán a comportamien-tos situados fuera de las normativaslegales de esta sociedad... y por lotanto no son controlables.” (BURTON1990: 37>. Los comportamientos nocontrolables sólo pueden ser reprimi-dos mediante los procedimientos tradi-cionales de coerción, aplazándose entodo caso el conflicto que, a más largoplazo, se agrava.

«Los valores son aquellas ideas,hábitos, costumbres y creencias quele son características a una comuni-dad determinada” y, por lo tanto, sondiferenciales. «Los valores se distin-guen de las necesidades en que losprimeros son adquiridos, mientras quelas segundas son universales y pri-mordiales y, quizás, genéticas” (ibid.:37> (La cursiva es mía>. En este senti-do, los valores refuerzan el ‘ego másamplio”, social, y pueden confundirsey fundirse con las necesidades, dandolugar a grupos de identidad y, por con-siguiente, a la defensa de éstos. Losvalores desempeñan, así mismo, unimportante papel en las interrelacionespersonales y sociales, confiriendosentido a la interacción. Es más, lasinterrelaciones valoradas forman partede las necesidades básicas <significa-do en la respuesta> y pueden llegar aconstituir un potencial medio de auto-control, reemplazando de forma positi-va los tradicionales medios de controlsocial (ibid.: 153-56>. Las necesidadesy los valores no son negociables.

«Los intereses se refieren a lasaspiraciones profesionales, sociales,políticas y económicas de los indivi-

duos y de los grupos de identidad deun sistema social” (Ibid.: 38). Su ámbi-to propio son los bienes materiales, laocupación de roles y la competencia,siendo su carácter transitorio y cam-biante, de acuerdo con las circunstan-cias. Mientras que las necesidadesson universales, compartidas portodos los seres humanos, los valoresconfieren sentido a las interrelacionessociales y aglutinan a las comunida-des culturales y también a las nacio-nes; sin embargo, los intereses unen alos individuos en grupos, pero muyraras veces unen a una nación. SegúnBURTON, los intereses separan a losmiembros de una sociedad, puestoque los grupos defienden interesesdiferentes, a menudo opuestos. Con-trario a las necesidades y los valores,los intereses son negociables. Su rela-ción con las necesidades y los valoresconsiste en la influencia que ejercenen las tácticas y en las políticas utiliza-das, con el fin de satisfacer necesida-des y perseguir valores. En este senti-do, los intereses pueden ser manifes-taciones externas de necesidades yvalores.

Esta diferenciación será de pri-mordial importancia en los plantea-mientos de BURTON acerca de laresolución y de la «provención» deconflictos, como lo será también ladiferenciación entre tácticas que res-ponden a intereses, ideologías que sebasan en —y se diferencian entre sí—por intereses y valores, y metas ometas últimas, fundamentadas ennecesidades y valores.

Como ha podido comprobarse,las necesidades humanas básicas

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son para BURTON y sus seguidores,de tipo no-material, mientras que “losrecursos y las condiciones materialesson únicamente medios que satisfa-cen, o satisfactores (satisfiers>, de lasnecesidades no-materiales” (Ibid.: 60)y pertenecen al ámbito de los intere-ses. La argumentación de BURTONes, en el fondo, sencilla: si sabemosque los recursos materiales de la tie-rra son limitados y, además, pésima-mente repartidos sin gran esperanzade mejor suerte, lo que indudablemen-te dará lugar a crecientes conflictos,traslademos el peso a un ámbito derecursos ilimitados los propiamentehumanos, no-materiales. Como nosólo de pan vive el hombre y “lassociedades y la sociedad mundialestán revueltas por falta de liderazgo ycontrol” (Ibid.: 154>, elaboremos unabuena teoría que demuestre que loimportante, además de ser el únicoresponsable de los conflictos verdade-ramente graves, son los asuntos no-materiales. Como apunta GALBRAITI-I<1992: 1060> «hace falta justificar unsentimiento menor de responsabilidadpública hacia los pobres. Es precisoque se pueda considerar a los situa-dos en un nivel de pobreza, los miem-bros de la subclase funcional y social-mente inmovilizada, artífices de supropio destino en algún sentido real”;entonces, “lo importante es que hayauna doctrina alegable a mano...”.

La crítica a los planteamientos deBURlaN acerca de las necesidadeshumanas básicas no se puede centraren su énfasis en la importancia denecesidades no materiales, sino en sudeterminismo y en la jerarquía univer-

sal que pretende establecer. Pero elhecho de que las necesidades no-materiales no sean tenidas lo suficien-temente en cuenta, ni en los indicado-res sociales ni en las políticas socia-les, no significa que no haya importan-tes necesidades materiales que debenser satisfechas. La diferenciación deBURTON entre necesidades, valorese intereses es de escasa validez cien-tífica. Podemos admitir con KatrinGILLWALD (1990: 123> que “la teoríade las necesidades no puede aportarnada a los conflictos profundamentearraigados, salvo una toma de con-ciencia de la universalidad de unasnecesidades (no existe todavía unacuerdo sobre cuáles son estas nece-sidades> o, a lo sumo, puede insistiren la indispensabilidad de la toleranciamutua entre los seres humanos. Encambio, si puede ayudar a aclarar elconflicto en torno a los medios desatisfacción de las necesidades... Estetipo de conflictos responden a intere-ses y valores individuales y grupalesencontrados, además de estar sujetosa diferencias y cambios en el tiempo yen el espacio.” En otras palabras, elconflicto profundo o no profundo, tienelugar en torno a los medios materialesy no-materiales que satisfacen lasnecesidades humanas.

En este sentido, GALTUNG(1990: 327) (¶9) destaca la urgencia dela elaboración de planteamientos teó-ricos que relacionen los satisfacloresde necesidades humanas básicas, porregla general escasos, con el conflictosocial. Asimismo, el autor llama laatención sobre la necesidad de teneren cuenta las teorías acerca de los

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origenes y de la reproducción de lamiseria y de las desigualdades huma-nas Ya en 1976 (8), GALTUNG habíacalificado, como una de las falaciasfundamentales, la arraigada tendenciade atender en primer término lasnecesidades humanas materiales,posponiendo «ad infinitum» las nece-sidades no materiales, bajo el pretextode dar prioridad a las carencias másurgentes, lo que de hecho prolongabala situación de dependencia de losmenos favorecidos. Esto no significaen absoluto que las necesidadesmateriales y los satisfactores materia-les deban ser minimizados. GAL-TUNG se distancia expresamente delos estudios y de las publicacionescoordinados por BURTON y susseguidores y celebra el cierto caosque puede observarse entre los dife-rentes enfoques de las necesidadeshumanas básicas, puesto que ‘prote-ge contra el tipo de claridad que, condemasiada facilidad, pudiera servir debase para; la manipulación burocráti-co-corporativa-intelectual!... Por estarazón me he referido al tema en térmi-nos de «planteamiento» y no de<‘modelo» ni de ‘-estrategia», sabien-do muy bien que existen fuerzaspoderosas, deseando de orientar a lasnecesidades básicas en esta direc-ción.» (1990: 330>.

Finalmente, conviene mencionar,a titulo comparativo, la teoría de lasnecesidades de DOYAL y GOHGH<1991). Si el enfoque de BURTON ysus seguidores pertenece a la corrien-te teórica asociada al pensamientodurkheimiano y al funcionalismo lateoría de DOYAL y GOUGH pertenece

a la corriente que emana del pensa-miento marxista y de la escuela críti-ca.

De hecho, BURTON y sus segui-dores pertenecen a una línea de pen-samiento neo-liberal y neo-funcionalis-ta, con una obvia tendencia psicoge-nética y cierto determinismo. En cam-bio, los planteamientos de DOYAL yGOUGH responden a un ideario decorte socialdemócrata, con una argu-mentación teórica voluntariamente crí-tica en la que se advierten ciertasreminiscencias que recuerdan a auto-res del idealismo alemán. Tanto unoscomo otros coinciden en que la satis-facción de las necesidades básicas esuna meta final: para BURTON es unameta final común a los individuos, quedebe reflejarse en las estructurassociales diferenciadas de la sociedadglobal <la satisfacción de las necesida-des legítima a las estructuras>; paraDOYAL y GOUGH la meta final seplasma en las estructuras socialesdiferenciadas de la sociedad humana,conformada por individuos. La metasólo puede conseguirse «mediante lafirme movilización de los ciudadanosen movimientos sociales amplios... ycon la acción estatal. Sin ello, lasmasas se encontrarán con la hostili-dad de los intereses corporativos quepersiguen fines particulares” <1991:293). Ambos opinan que la meta finalconsiste en evitar el sufrimiento huma-no y que el bien común, que está porencima de los deseos e intereses par-ticulares, es una elaboración de lasvoluntades, individuales (BURTON),colectivas <DOYAL y GOUGH),mediante el consenso democrático e

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informado. También se muestran deacuerdo en que la determinación obje-tiva de las prioridades en la satisfac-ción de las necesidades básicascolectivas (DOYAL y GOUGH> ocomunitarias (BURTON y seguidores>depende del grado de participación,organización e información de los indi-viduos. Mientras que los primeros serefieren a la satisfacción de las nece-sidades básicas como un derecho quedebe ser defendido, basado ensupuestos morales <la infracción gravede este derecho justifica la rebelión>,los segundos consideran que lasnecesidades básicas son connaturalesal hombre, y que su no satisfacción esfuente de conflictos destructivos (quehacen peligrar la estabilidad del siste-ma> Aparte de las divergencias yamencionadas entre los dos enfoques,es importante destacar sus distintasconcepciones de la desigualdad:BUFiTON y sus seguidores no suscri-ben, pero si aceptan la desigualdadtanto material como cualitativa entreindividuos, comunidades y regionesdel mundo y ven en la competitividadun estimulo social. DOYAL y GOUGI-Irechazan la desigualdad básica atodos los niveles y reivindican la igual-dad de oportunidades para todos, apartir del derecho a la satisfacción delas necesidades básicas. Sin embar-go, son conscientes de que se trata deun proyecto para la humanidad funda-mentado en la solidaridad.

Para DOYAL y GOUGI-4, lasnecesidades humanas básicas serefieren a dos conjuntos de necesida-des, con sus correspondientes varia-bles: la salud, que incluye todos los

f~ctores materiales, mencionados enel capitulo anterior, considerados porla mayoría de los autores como bási-cos para la supervivencia y el desarro-llo humanos, haciendo especial hinca-pié en la salud física y mental; y laautonomía por la que los autoresentienden el desarrollo cognitivo, lasoportunidades de aprendizaje y laadquisición de conocimientos suficien-tes que permitan a los individuosposeer la capacidad de comprender yrazonar de forma independiente.

La salud y la autonomía son lascondiciones básicas a partir de lascuales se concibe un adecuado desa-rrollo humano que comprende, segúnDOYAL y GOUGH (1991), dos nive-les: Un nivel básico que permita a losindividuos “elegir las actividades enlas que pueden participar dentro de sucultura, poseer las capacidades cogni-tivas, emocionales y sociales suficien-tes para ello, y tener acceso a losmedios que posibiliten la adquisiciónde tales capacidades”. Este seria elnivel de «participación óptima». Elsegundo nivel corresponde a unmayor nivel de desarrollo y liberaciónsocial, en el que “la salud y la autono-mía serian óptimos, capacitando a losindividuos a formular sus objetivos ysus puntos de vista, lo que es necesa-rio para poder cuestionar los propiosmodos de vida, para participar en unproceso político que conduzca a lameta deseada y/o poder formar otrotipo de cultura. Éste será el óptimonivel crítico (o nivel de liberación>. Pornivel óptimo no se entiende el nivelmáximo” (Ibid.: 160>.

La satisfacción de las necesida-des básicas es considerada por los

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Necesidades humanas y conflictos sociales

autores corno una meta moral de lasociedad humana hacia su propia libe-ración. Empero, alcanzar esta metaimplica practicar las virtudes clásicasgriegas de “la razón, el valor, la since-ridad, ef espíritu de sacrificio.., y hastalas virtudes cristianas clásicas, decaridad hacia aquellos con los que seestá en desacuerdo, la fe y la espe-ranza en que la participación contribu-ya a una distribución más justa de losrecursos materiales, intelectuales yemocionales, aunque a corto plazoesto no será así”. Sin la práctica indivi-dual y colectiva de “estas vi¡-tudes, elsueño de satisfacer las necesidadesbásicas de todos seguirá siendo sóloesto, un sueño” <Ibid.: 146).

Podría argúirse entonces que, sila satisfacción de las necesidadesbásicas responde principalmente auna meta moral común, no sería másque una concreción de los DerechosHumanos, resultando el ámbito de sureafización tan abstracto y tan pocovinculante, además de vulnerable amúltiples interpretaciones, como el deéstos. (~> “Si consideramos los Dere-chos Humanos bajo la óptica de la filo-sofía, dice LACAN (1983: 355), vemosaparecer lo que por lo demás todo elmundo sabe ahora de su verdad. Sereducen a la libe riad de desear envano”. (La cursiva es mía). ¿Tienerazón GALTUNG?

El conflicto y la resolucióndel conflicto

La mayoría de los autores abor-dan el conflicto social, lo relacionan de

algún modo con la satisfacción denecesidades humanas, en el sentidoamplio del término. Sin embargo,BURTON es el único científico socialque se ha aventurado en la elabora-ción de una teoría que basa la resolu-ción del conflicto en la necesidadeshumanas básicas, de acuerdo con ladefinición expuesta en páginas ante-riores,

BURTON no asume la definicióngeneral del conflicto social que “nacede la contraposición de intereses yvalores en la sociedad, con relación alos distintos individuos, o a los distin-tos grupos que la componen” (GON-ZALEZ SEARA 1983: 245), sino quedistingue entre disputas y conflictos.

Las disputas “son todas aquellassituaciones en las que cabe la nego-ciación y el compromiso y que, por lotanto, no implican «normalmente»alteraciones a nivel institucional yestructural <BURTON 1990: 2). Son elámbito propio de los intereses, de faocupación de rol y de la competencia.Las disputas, o «conflictos sanos” enBURTON (Ibid.: 245), responden a loque normalmente se entiende por con-flictos institucionalizados, en cuyaresolución intervienen instituciones opersonas mediadoras y procedimien-tos de arbitraje (PINO ARTACHO1988: 195/98).

El conflicto, según BURTON ysus seguidores, es siempre un conf lic-to nocivo, destructivo y profundamentearraigado. Nace de la no satisfacciónde necesidades básicas, en últimolugar siempre individuales, vinculadasa valores socio-culturales no realiza-bles. El conflicto ‘provoca comporta-

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mientos que dañan seriamente laseguridad física, psíquica y el futurodesarrollo de individuos, grupos.sociales o naciones implicados en él”(BURTON 1990: 2>. Los síntomas detales conflictos pueden ser “secues-tros, huelgas ilegales, movimientos deprotesta, violencia étnica, terrorismo,guerrilla urbana y otras formas deoposición no controlada a la autoridad,a cualquier nivel social” <Ibid.: 15>.

Sin embargo, el autor es cons-ciente de lo confusa que puede resul-tar la línea divisoria entre disputas yconflictos. A menudo las disputas sonsíntomas de conflictos latentes, y lassoluciones consensuadas no consi-guen más que aplazar y agravar elverdadero conflicto.

El entorno del conflicto, segúnBURTON, está conformado por yrequiere tres condiciones externas.“Primero, la total desesperación y apa-tía debido al fracaso en la lucha por lasupervivencia. Segundo, niveles acep-tables de satisfacción de necesidadesmateriales y no materiales. El conflictomadura y se manifiesta mediante laprotesta violenta cuando, tercero,existen posibilidades y medios sufi-cientes para la satisfacción de lasnecesidades humanas demandadasque, a pesar de ello, son denegados.»<Ibid.: ~9>.Ni la total apatía —aquíBURTON coincide con DAHREN-DORF <21>...... ni los niveles aceptablesde satisfacción, como diría GAL-BRAITH <22), son condición suficientepara que se produzca el conflicto. Sinembargo, sostiene BURTON, un incre-mento del nivel de vida, provocado porlas innovaciones científicas o por los

programas de ayuda social o deayuda al desarrollo, puede ocasionarel traslado de individuos, grupos,comunidades y naciones de la shua-ción uno <desesperación/apatía) a lasituación tres <protesta violenta), ytambién una reducción de la calidadde vida puede empujar a la gentesatisfecha a la situación de protestaviolenta.

Más adelante BUF4TON aclara laconsternación del lector que ya nologra distinguir, a la luz de las defini-ciones del autor, ni entre intereses ynecesidades, ni «entre conflictossanos’> y conflictos profundamentearraigados: “La mayoría de la pobla-ción no alcanzará nunca los niveles devida material considerados como nor-males o sólo aceptables en los paisesoccidentales desarrollados ...; paramuchos, tanto en los países desarro-llados como en los subdesarrollados,la lucha más importante consistirá enconseguir satisfacciones no materia-les, junto a un bienestar físico mínimo.(En el futuro) un incremento de la cali-dad de la vida incluirá aspectos tanintangibles como vivir en una sociedaddispuesta a compartir el disfrute deestrechas interrelaciones humanas (29>

y los sentimientos de identidad, dedignidad y de seguridad personales”(Ibid.: 49/50). La satisfacción de lasnecesidades no-materiales no formaparte entonces, como sostienenDOYAL y GOUGH (1991). de undesarrollo verdaderamente humano yliberador, sino que, dada la escasezde bienes materiales, sustituyen a lossatisfactores materiales.

BURTON se lamenta de quetanto los indicadores sociales del

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Necesidades humanas y conflictos sociales

desarrollo, como los indicadores decalidad de vida, contemplen en primerlugar variables de tipo económico.Esto es cierto, y hemos destacado enpáginas anteriores la grave ausenciade variables relacionadas con lasnecesidades no-materiales. El autorse muestra de acuerdo con RIFKIN<1986> en que “el concepto del (hornoeconomicus> es seriamente engañoso,dando lugar a instituciones y compor-tamientos autoderrotistas e incapacesde procurar satisfacciones físicas ypsíquicas” (Ibid.: 60>. El énfasis ensatisfactores materiales de las necesi-dades no-materiales, viene a decirBURTON, provoca profundos senti-mientos de insatisfacción y potencialas condiciones externas del conflicto.

Dada la creciente complejidad dela sociedad humana, el aumento de lapoblación mundial y los límites de losrecursos materiales, prosigue el autor,—nos encontramos ante un plantea-miento malthusiano— existe la proba-bilidad, analíticamente comprobable,de un crecimiento exponencial delconflicto. En este sentido deben tener-se en cuenta las consideracionessiguientes: Primero. En términosgenerales, los medios tradicionalmen-te utilizados para encauzar el cambiosocial y controlar el conflicto ya no sonsuficientes. Segundo. Los grados dedesarrollo, el acceso a los medios decomunicación y la posesión de mediosque permiten ejercer la violencia capa-citan o, al menos, ofrecen la oportuni-dad a los pueblos del tercer mundo ya las capas más bajas de los paísesdesarrollados a perseguir la satisfac-ción de sus necesidades de identidad,

reconocimiento y dignidad. Estas con-diciones provocan la pérdida de con-trol sobre los medios de satisfacción<ejemplos de ello serian, según elautor, los conflictos étnicos, los movi-mientos nacionalist<s, el tráfico dedrogas y de armamento). Tercero. Elcambio de una política de disuasiónmilitar a una política de colaboraciónentre las grandes potencias, y con ellola disminución del peligro exterior, haincidido negativamente en la cohesióninterna de los paises <vinculadosdirecta o indirectameate a la polaridadde las grandes potencias), aumentan-do la probabilidad de conflictos. Cuar-to. La presunción, mantenida durantesiglos, de que el origen del conflicto sehallaba en la lucha por los recursosmateriales escasos y no en la luchapor satisfacer las necesidades huma-nas no-materiales, y los medios coer-citivos utilizados en la contensión delconflicto, no han hecho más queaumentar sus probabilidades. Lamediación y el arbitraje son procedi-mientos aplicables solamente a lasdisputas, pero no son adecuados en laresolución de conflictos profundamen-te arraigados. En consecuencia, espreciso encontrar nuevos procedi-mientos, capaces de resolver los con-flictos en sus raíces, identificando suscausas profundas.

El conflicto no es, por supuesto,para BURTON un conflicto de clases,de intereses de clases, ni está relacio-nado con la propiedad como enMARX. No es tampoco un conflictointrainstitucional de autoridad, comosostiene DAHRENDORF <1970). Elautor estaría de acuerdo con DAH-

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RENDORF (1971) en que un sistemasocial es tanto más estable cuantasmás metas y valores alternativos seacapaz de ofrecer. Es lo que intentarádemostrar BURTON, como más ade-ante se verá. La institucionalización

del conflicto, tal y como la concibeDAHRENDORF sólo es útil para laregulación de disputas. De un modoparecido a PARSONS, distingue BUR-TON entre disputa (competencia,negociación) y conflicto, aunque éstenunca se resuelve por el equilibrio defuerzas, ni es institucional. Para BUR-TON, el conflicto es siempre un con-flicto entre individuos, aún en el casoen que se manifieste a nivel institucio-nal, estructural o a nivel de sistemasocial. El equilibrio de fuerzas perte-nece al ámbito de la negociación o dela disputa y puede conducir a un con-senso de intereses. En cambio, elconflicto profundamente arraigadoqueda resuelto, según BURTON,cuando las partes descubren que sumeta o fin último —una necesidad no-material— es compartido. El consensosólo cabe en la negociación acerca delos medios alternativos que puedensatisfacer esta necesidad o necesida-des.

Contrario a COSER (1970), elautor sostiene que el conflicto en sí—el conflicto profundamente arraiga-do— no es funcional ni integrador,sino disfuncional; no así las disputas o«conflictos sanos». Sin embargo,cuando la resolución del conflicto ensus raíces permite una nueva armoníasocial, de la que todas las partes sebenefician, y sólo entonces, el conflic-to puede ser considerado funcional.

BURTON se mostraría conforme conun aspecto de la teoría del conflicto deREX <1985>: que la legitimidad de lasinstituciones y la internalización denormas y valores, por parte de losmiembros de un sistema social, ofrecepocas posibilidades a futuros conflic-tos.

Según GROOM (1990>, en elámbito del análisis y la resolución deconflictos pueden distinguirse trescorrientes teóricas, los estudios estra-tégicos <representados por autorescomo MORGENTHAU (1959) y CARR(1981)), la investigación del conflicto<BURTON> y la investigación para lapaz (GALTUNG>. La primera corrienteque se autocalifica de “realista” sostie-ne, al modo hobbesiano, que el con-flicto nace de la natural violencia delhombre y se concreta en la lucha porel poder, mediante la manipulación yla amenaza. El poder radica en elEstado que debe ser defendido, asícomo sus clases dominantes. La vio-lencia es legítima y debe ser adminis-trada estratégicamente con el fin demantener el orden y la estabilidad.Esta última se consigue mediante elequilibrio de las fuerzas dominantes.La investigación para la paz consideraque el conflicto tiene su origen en losintereses incompatibles de clase,arraigados en la estructura socio-eco-nómica. El conflicto obedece a causasobjetivas de desigualdad.

Es tarea de la investigación des-cubrir las causas profundas del con-flicto y apoyar a las masas más desfa-vorecidas en su lucha, que puede serviolenta, por conseguir la igualdad ysatisfacer sus necesidades básicas.

218 Cuadernos de Trabajo Social

Necesidades humanas y conflictos sociales

Los autores de esta corriente piensanque el conflicto social es esencial parael cambio estructural de la sociedad.También sostienen que el beneficio deunos redunda en pérdida para otros,lo que suele denominarse «juegosuma cero».

La investigación del conflicto,corriente a la que pertenece BUR-TON, en cambio, se distancia de todaviolencia y piensa que el conflicto esun mal endémico, cuyas raíces seencuentran en la creciente compleji-dad de las sociedades que conformanla sociedad mundial, y en la rupturaentre el hombre y su medio ambientenatural. Su enfoque es, en este senti-do, rousseauniano. La situación natu-ral es la armonía social, en la que lasdisputas favorecen el cambio social.Los conflictos, por el contrario, sonnocivos y siempre subjetivos. «Aunquelas partes en conflicto perciban surelación en términos objetivos y actú-an en consecuencia, están falseandola estructura subyacente de su interre-ación” (GROOM 1990: 87). Esta

estructura es sistémica y el conflictoobedece a disfunciones o a efectosperversos en el sistema. El conflictoes un fenómeno o problema que debeabordarse desde una perspectivatransdisciplinar, y resolverse. La reso-lución del problema estructural, delque el conflicto es un síntoma, reesta-blece la armonía social, en la que to-das las partes ganan <«juego de sumapositiva»). BURTON, que duranteaños hizo importantes aportaciones aeste enfoque, elabora, a partir de me-diados de los años setenta, su teoríasegún la cual el conflicto debe centrar-

se en el individuo y en sus necesida-des básicas no satisfechas. Las es-tructuras reproducen las necesidadesbásicas individuales y deben sercapa-ces de satisfacerlas. Puesto que lasmetas últimas son comunes a todoslos hombres, el análisis adecuada-mente informado, como más adelantese verá, descubre las coincidencias defondo y resuelve el conflicto. Las dis-putas pueden surgir acerca de los me-dios disponibles para la satisfacciónde las necesidades básicas, resolvién-dose mediante el consenso. <24)

La resolución de conflictos enla teoría burtonlana

La razón por la cual los conflictosdeben ser resueltos, según BUATON,es aparentemente simple en teoría.En la praxis ofrece serias dificultades.“Los costes (socio-económicos y polí-ticos> originados por la contención deconflictos violentos —aplicando losmedios coercitivos tradicionales <p.ej.: cárceles, represión policial y mili-tar, guerras, etc.>— resultan prohibiti-vos para las sociedades” (1990:17>cada vez más complejas. A medio ylargo plazo, las sociedades se benefi-cian de la resolución de conflictos,aunque ésta implique necesariamentecambios institucionales, estructuralesy posiblemente cambios del propiosistema social. La dificultad está, asílo admite BURTON, en que los benefi-cios pueden no redundar, a cortoplazo, en aquellos que más han inver-tido en la resolución del conflicto. Enotras palabras, la resolución de con-flictos es un tipo de ingeniería social o

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«manipulación teenicista» como diríaHABERMAS <1971 y 1975), quienadvierte contra el poder manipuladorde unas élites tecnológicas, poseedo-ra del patrimonio informativo, capazde falsear la comunicación humana,peligroso sobre todo, si la ingenieríasocial es legitimada por su evidentefunción integradora. La legitimación dela resolución de conflictos es, precisa-mente, uno de los problemas y tam-bién una de las metas de BURTON ysus seguidores.

La resolución de conflictos seapoya principalmente en los métodosde solución de problemas, basándose,en algunos aspectos también, en lateoría de la decisión. En el proceso deresolución de conflictos, propuesto porBURTON, intervienen, a diferencia delas formas acostumbradas de media-ción y arbitraje, tres factores a partesiguales: la participación de todos losinvolucrados en el proceso, la comuni-cación entre todos los participantes, yla información, basada en conocimien-tos científicos o expertos, transdiscipli-nar, ofrecida por un tercero imparcial,cuyo cometido consiste en facilitar lacomunicación, el análisis y la nuevaconceptualización del problema. Elinterés de este tercero, un grupo decientíficos, y/o expertos, es única yexclusivamente —el supuesto essubrayado por BURTON con reitera-ción— la resolución del conflicto basa-do en necesidades humanas no satis-fechas. El grupo de expertos actúa “amodo de “filtro»”, eliminando delconocimiento existente creencias,implicaciones, orientaciones culturalese ideológicas, y prejuicios personales

erróneos” (1990: 208).mía>.

(La cursiva es

Esta intervención de un tercero,supuestamente imparcial. científico ylibre de interés, se ha puesto seria-mente en tela de juicio, sobre todo porparte de los teóricos críticos, en elsentido que, probablemente, el tercerosea utilizado, con o sin su consenti-miento, por las partes dominantes enel conflicto. Sostienen que, previsible-mente, lo que se proponga el grupo decientíficos o expertos, será convencera las partes más débiles a seguir lasreglas de juego de las partes másfuertes, resultando de ello una reformaestructural superficial que garantice lapreservación del sistema y de los inte-reses dominantes (GROOM 1990: 95).

Un grave problema, para SUR-TaN y su escuela de pensamiento, esla legitimación de los mecanismos oinstituciones que proponen para laresolución de conflictos mediante lasolución de problemas. La preocupa-ción se centra, en este sentido, en lalegitimación a nivel regional —el méto-do de resolución de conflictos sueleaplicarse ya a nivel comunitario eindustrial <GROOM 1990: 90>—. anivel nacional pero, ante todo, a nivelinternacional. “No existe, en la socie-dad mundial una institución legitimadaa la que las partes en conflicto puedanacudir» (BURTON 1986: 101), como loes por ejemplo la Cruz Roja en casode desastres. La ONU, dada, su pecu-liar estructura, tiene, al igual que otrosorganismos internacionales, en todocaso facultades de arbitraje o demediación, pero no reúne los requisi-tos del grupo de expertos imparcial y

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Necesidades humanas y conflictos sociales

cualificado, imprescindibles para laresolución de conflictos.

Las principales características delproceso de resolución de conflictos,dice BURTON, son cuatro: Primero.La solución de uno o más problemasno es considerada como productofinal. Suele establecer otro tipo derelaciones con problemas propios.Segundo. La solución de problemasrequiere una nueva síntesis de conoci-mientos <a partir de una mejor y másespecializada información>, la aplica-ción de nuevas técnicas, y un cambioen la conceptualización del problemao de los problemas. Tercero. La situa-ción conflictiva es tratada en su con-texto social, político, económico y cul-tural más amplio y más completo,desde la perspectiva de los sistemasabiertos. Cuarto. Finalmente, el pro-blema es analizado en sus orígenes,llegándose a las raíces del conflicto.Éste queda resuelto cuando las partesinvolucradas toman conciencia de suorigen y acuerdan los medios quedeben utilizarse para la satisfacciónde las necesidades básicas que com-parten y que son los verdaderos cau-santas del conflicto.

El proceso de resolución del con-flicto implica la motivación hacia unareorientación de las actitudes y de lasconductas, traduciéndose en unanueva relación entre las partes ante-riormente en conflicto, basada en lacolaboración y en una mutua valora-ción positiva. (BURTON 1990:202-7).

La pro vención de conflictosBURTON acuña el término «pro-

vención», que implica tanto la noción

prevención como la noción prospecti-va. La resolución de conflictos estávinculada normalmente a situacionesno negociables en el interior de un sis-tema y provoca, por lo tanto, cambiosde “primer orden” (cambios en el siste-ma>. Sólo muy raras veces puederequerir cambios de “segundo orden”(cambios del sistema>. La provenciónde conflictos se basa en conocimien-tos teóricos y empíricos obtenidos apartir de conflictos anteriormenteresueltos. Estos conocimientos permi-ten, según BURTON, el estudio pros-pectivo de posibles futuros conflictos yla inducción o la introducción preventi-va de cambios oportunos en el siste-ma, evitándose, de este modo, elaumento exponencial de conflictos.<Ibid.: 225-7>.

La eventualidad de cambios de“segundo orden” es mayor en la, pro-vención de conflictos. Según SUR-TON, la provención de conflictos es elúnico modo constructivo de evitar elproceso de deterioro que sufre lahumanidad y que afecta al hábitat, almedio ambiente en el que vive el hom-bre.

¿Quién decidirá en la provencióndel conflicto?. ¿Quiénes introduciríanlos oportunos cambios?. Se trataaquí de una propuesta de ingenieríasocial, en su sentido más puro y másduro <25)•

A modo de conclusión

Corno acertadamente observaTeresa ZAMANILLO (1991: 88), «Lanoción de «necesidades sociales»como objeto del Trabajo Social es.

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posiblemente, la alternativa hoy másaceptada”. No sólo las necesidadeshumanas son objeto del trabajo social,sino de la Política Social (28), ámbitoque ya transciende.

Con este articulo he queridohacer una modesta aportación alconocimiento teórico que sobre eltema existe, al tiempo que me haparecido oportuno situar el nacimientode la teoría de las necesidades huma-nas básicas en su contexto socio-eco-nómico, y político más amplio y. sinduda significativo.

La teoría de John BURTONsobre las necesidades humanas bási-cas como causas profundas del con-flicto social, responde a una corrientede pensamiento pragmático, muy enboga en la actualidad, y no ajena a laactitud conservadora y autodefensivacon la que el conjunto de los paisesopulentos suele enfrentarse a la reali-dad socio-económica y política delmundo y a su propia realidad social.Esto podría explicar, al menos enparte, los amplios apoyos y la buenaacogida de la que tales planteamien-tos teóricos disfrutan.

No he podido tratar, por lasobvias limitaciones de un articulo,otros enfoques interesantes de lasnecesidades humanas, ni cuestionescolaterales como lo son los movimien-tos sociales (27), el corporativismo ylos intereses sociales no representa-dos, el necesario equilibrio entre Esta-do y Sociedad Civil, en cuyo marcohan de situarse y deben ser atendidoslos nuevos problemas sociales.

Quizás los problemas sociales nopueden reducirse a la satisfacción de

las necesidades humanas básicas.¿No merecería la pena cuestionar yestudiar la teoría de las necesidades,que parece imponerse por doquier,desde una perspectiva crítica?

NOTAS<1> Ralf DAFIRENDORE se refiere a la susdase

en tanto que fenómeno de los países desa-rrollados, oponiéndota a la clase mayoritaria,como “grupo sobre el que se acumulan laspatologías sociales hasta crear una situaciónde larga duración, Se caracteriza por laausencia de capacitaciones y el desempleo.la residencia en áreas particulares y ladependencia de instituciones de bienestar.Muchos miembros de la subclase pertene-ten a minorías y viven en familias incomple-tas. Tienden a comportarse de manera abe-rrante’ (1990: 181>. Propone un salariosocial que proporcionaría las garantías míni-mas de ciudadanía. En otro lugar, (1984: 97)se refiere a los marginados como un con(un-to de individuos desafortunados, no solida-rios entre si y. por lo tanto, no conformandouna clase, cuya reincorporación en la socie-dad oficial depende, en gran medida, delesfuerzo personal.véase también GALBRAITH (1992: 55/188>quien, respecto a la subclase en EE.UU.,aboga por una mayor intervención socialestatal o bajo el patrocinio del Estado. Sobrelas desigualdades Norte-Sur. véase COM-MIBSION SUD (1990>.

(2) Tibor ASBOTF’I define el problema, globalcomo “problema a largo plazo, duradero, queafecta a un gran número de personas, sien-do difícil establecer su incidenca concreta ylocalizada, y desconociéndose las caracte-rísticas de su solución’, en SIEGMANN,Heinrich (¶987) “World Modeling” Informe delWissenschafts,entrun, Berlin, (Documento>,UNESCO, París. p. 11.véase también “Percepciones y Análisis dela Problemática Mundial”, Inlorme de Sínte-ala, UNESCO (1986>, Paris.

(3> “La sociedad compleja.., lo es en todos losórdenes, también en el de la incapacidadpara poder controlar todos los elementos ypor lo tanto prevenir los efectos no desea-dos. ‘Complejidad quiere decir que crecen amayor ritmo los problemas que las solucio-

220 Cuadernos de Trabajo Social

Necesidades humanas y conflictos sociales

nes» (R. VACCA El nuevo renacimiento,Versal, Barcelona 1989:17), en MIGUEL, A.de (1990:77).véase también sobre la sociedad complejaTHOM, R. (1977) Stabilíté structurelle elmorphogénése. (2 Ed.). Interedítiona, Paris(especialmente Pp. 321-28); y BAI.ANDIER,0. (1989) El Desorden. La Teoría del Caos ylas Ciencias Sociales. Elogio de la fecundi-dad del movimiento. - Gedísa, Barcelona.

(4) Las principales corrientes teóricas del desa-rrollo son las siguientes: - las teorías de lamodernización: se basan en el modelo dedesarrollo occidental y su transferencia alresto del mundo, tanto en su aspecto econó-mico como tecnológico y su sistema de valo-res. La «modemización- se refiere al desa-rrollo capitalista y a la adopción del modelodemocrático occidental <LEWIS, A. <1955) yROSTOW, N. (1960), etc.); -la teoría del«sistema mundo- - en la que el sistema esindependiente de los elementos que lo com-ponen, es decir que la economía del sistema(centro) condídona el desarrollo de todas lassociedades nacionales <periferia)<WALLERSTEIN, 1. (1979) y otros). Relacio-nadas con esta teoría pueden mencionarselas teorías de la dependencia (BRAUDEL, F.(1979 y 1985) y otros), y la teoría del —otrodesarrollo--, basada en los principios que ins-piran el NOEI, destacando la importancia delas particularidades socio-culturales demodelos de desarrollo diferenciados, espe-cialmente la satisfacción de las necesidadesesenciales, la autosuficiencia, la autonomíaindividual y social y el respeto de la identidadcultural (AMIN, 5. (1973 y 1986), KOTI-IARI.R. (1974) y otros).

(5) véase BOIJDON, R. (1977)(6) Conviene recordar que la Declaración del

NOEI se inicia con las palabras.”Prociama-mos solemnemente nuestra determinacióncomún de trabajar con urgencia por ELESTABLECIMIENTO DE UN NUEVOORDEN ECONOMICO INTERNACIONALbasado en la equidad la igualdad soberana,la interdependencia, el interés común y lacooperación de todos los Estados, cuales-quiera sean sus sistemas económicos ysociales, que permita corregir las desigual-dades y reparar las injusticias actuales, eli-minar las disparidades crecientes entre lospaíses desarrollados y los países en desa-«ollo y garantizar a las generaciones presen-tes y futuras un desarrollo económico ysocial que vaya acelerándose, en la paz y la

justicia ,. etc. (ONU 1974: 3).Es igualmente oportuno recordar la iniciativa,en las mismas fechas, de los paises no ali-neados para el establecimiento de un NuevoOrden Internacional de la Información. patro-cinada aflos después por UNESCO. El infor-me MacBride, premio Nobel de la Paz, sobreel NOMIC, postulando el equilibrio de lainformación enfre Norte y Sur y las necesa-rias garantías para la libre cirajiación de lainformación, es aceptado, en 1981 por laAsamblea Gral, de Naciones Unidas: dosaMa más tarde, en 1983 provoca la retiradade EE.UU. e Inglaterra de UNESCO. Tam-bién se queda en una mera dedaradón debuenas intenciones.,. Véase LOPEZ-ESCO-BAR, E. (1978) análisis de Nuevo OrdenIntemadonal de la Información, Ed. Universi-dad de Navarra, Pamplona.

(7) Cabe destacar las siguientes investigacio-nes: Informe de la Fundación Dag kammerkjbld, What Now - Another Development.ONU, Nueva York 1975; Informe de la OIT.Empleo, Crecimiento y Necesidades Esen-ciales: Problema Mundial, OIT, Ginebra,1976; Investigación de la Fundación Barilo-che, Catástrofe o Nueva Sociedad, CIID, Ofi-cina Regional para América Latina y Caribe,Bogotá, 1978 (1976); TINBERGEN, J. yotros (Informe al Club de Roma). Reestructu-ración del Orden Internacional, F.C,E. Méxi-co, 1977 <1976).

(8) véase al respecto CENSIS <1991) La Europade lo Social, Informe en el que se establecencuatro estratos por niveles de necesidades:marginación. necesidades mínimas, necesi-dades medias, necesidades altas: con losindicadores siguientes: 1) demográficos eco-nómicos y estructurales, 2) socio-económi-cos y medio-ambientales, 3) consumo yforma de vida (nivel de vida), 4) vivienda, 5)educación y formación (cuantitativo), 6) mer-cado laboral <población activa y paro porsectores), 7) sanidad y prevención social(cuantitativo). 8) posición de los paises enlos segmentos necesidades mínimas,medias, altas, 9) opiniones de los ciudada-nos europeos (referidas principalmente a losindicadores anteriores).Véase también VV.AA. (1992) Política Socialy Estado del Bienestar, especialmente Pp. ~-

78. donde el tema es tratado desde diferen-tes perspectivas.

(9) ‘La vida del hombre está determinada por laalternativa inevitable entre retroceso y pro-greso. entre el regreso de la existencia ani-

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mal y la llegada a la existencia humana... Niaun la satisfacción más compieta de todassus necesidades instintivas resuelven suproblema humano: sus pasiones y necesida-des más intensas no son las enraizadas ensu cuerno, sino las enraizadas en la peculia-ridad misma de su existenciat FROMM, E.(1985: 30/31).

(10) Distintas y más amplias definiciones puedenencontrarse en LEDERER, 1<. (ed.) (1980)

(11) DOYAL, L. y GOUCH, 1. (1991:41/42) sos-tienen que los deseos responden a imáge-nes subjetivas, mientras que las necesida-des se refieren a metas objetivas, estableci-das racionalmente. véase sobre el deseoLACAN. .1 (1983). especialmente vol. 1. -

BELL, D. (1962: 239) dice “i.os hombresredefinen constantemente las necesidades.de modo que los anteriores deseos se con-vierten en necesidades’.

(12)En rigot, deberían tenexse en cuenta, actoseguido, las principales aportaciones de lasdiferentes disciplinas que tratan de las nece-sidades humanas: filosofía, psicología, psi-quiatría, derecho, economía, biología, entro-pologia. politologla, sociología y ecologías.lo que evidentemente excede las posibilida-des de este articulo.

(13) “Malinowski sugirió que habla siete coniun-tos básicos de necesidades individuales, asaber: metabolismo, reproducción, bienestarfísico, seguridad, movimiento, desarrollo ysalud ... (que corresponden a las respuestasculturales institucionales de) intendencia,parentesco, amparo, protección, formación ehiglene’ (en REX 1986:85). Para REX la difi-cultad está en la compatibilidad de la satis-facción simultánea de diferentes necesida-des y el posible conflicto resultante. Éste seproduce, según el autor, entre instituciones yentre los actores institucionales, cuyasmetas difieren ose oponen entre si.

(14) Para HABERMAS. por una parte, el desarro-lío de las verdaderas capacidades del hom-bre está ligado a la emancipación de todoslos hombres, basada en una comunicaciónlibre de dominio. Por otra parte, en la socie-dad tecnológica, la lealtad de las masas seobtiene mediante la satisfacción de las nece-sidades privatizadas, vinculada a la elecciónracional cnn respecto atines (1986a: 69/70 y98). La contradicción entre los dos supues-tos queda resuelta en el discurso ético-moralde la solidaridad. Son los individuos emanci-pados y liberados los que decidirán cuálesson sus necesidades colectivas e individua-les (lOSOb: 291-318).

fiS) Las necesidades físicas, de seguridad, depertenencia, de estima y de autorrealizadónpertenecen a la elaboración de MASLOW(1943: 370-96), mientras que las necesida-des cognitivas y estéticas fueron anadidasposteriormente a la jerarquía inicial (1954),Véase también: DAVIES, J. Ch. (1973),jerarquía de necesidades basada en MAS-LOW; MALLMANN, CA,, C. (1980), elabora-ción de un sistema de necesidades. interre-lacionadas por satisfactores; PARRA LUNA,F. <1983). elaboración de una jerarquía denecesidades vinculada a una jerarquía devalores; DOYAL L. y GO(JGH. 1. (1991), ela-boración de a) un sistema de necesidades ysatisfactores, b) jerarquía de tipos de satis-factores vinculados a indicadores sociales.

(16) En relación con la mediatización socio-cultu-ral, véase BOURDIEU, 1’. y otros (1989): ‘Elarraigo social del sociólogo’ Pp. 104-6.Resulta interesante el planteamiento deMARUVAMA (1983) sobre las cuatro princi-pales concepciones del mundo, de las quelas dos primeras son típicas, según el autor,de la cultura occidental:a) homogénea, jerárquica, clasificadorab) heterogénea, aislacionista, generalizadorac) heterogénea, interactiva, horneostáticad) heterogénea, interactiva, morfogenéticaLa mentalidad occidental predominante‘considera la homogeneidad como algo bási-co natural, deseable y científico.., básico pa-ra la paz, y la heterogeneidad como fuentede conflictos, trastornos e ineficacias’ (AS:36-7), admisible sólo en el sentido liberal-individualista.

(17) Cabe mencionar, enire otros, a AZAR, EA.,BOULDING. K.E. DAVIES, J.C., DUKES, ,J.,FISHER, R,J., RELMAN, H.C,, SANDOLE.OJO., SITES, P.

(18) SITES (1900 :7-33) expone un nuevo plan-teamiento en el que vincula cuatro emocio-nes básicas a cuatro necesidades básicasindividuales y socio-culturales, Las respues-tas sociales a estos coniuntos formarían labase sobre la cual se construyen los siste-mas de valores. Según SITES, los conflictosarraigados tendrían un origen de tipo emo-cional.Emociones Necesidadesmiedo seguridadirritación/~lera sentido/significadodepresión autoestimasatisfacción/felicidad latencia/estimulos

<19) GALTUNG (1990: 307-9) distingue entrecuatro necesidades básicas, con sus corres-

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Necesidades humanas y conflictos sociales

pendientes variables, de las que dos seencuentran vinculadas a actores sociales,cuyas motivaciones y cuya capacidad pue-den satisfacer o impedir la satisfacción denecesidades individuales y sociales, y otrasdos necesidades dependen de satisfactoresestructurales, Cabe, según el autor, la dife-renciación entre necesidades materiales yno-materiales, pero no una jerarquía deestas necesidades. El autor admite, aunqueno incluya. una tercera categoría de necesi-dades ligadas a la naturaleza.

D.p.ndl.nt.. dé•eciaI..

Oep.ndient.. d.soclél..

22222

SEGURIDAD (Neceel-dades de st4,erviven-ca) - evitaMo ja vio-lénda individual y co-lectiva

BIENESTARevitando la mkens (alimentación.airé, libertad. lidte, árigo, Sist,médica, educe-cié.,, etc.>

u,~

o

2

LIBERTAD <libertadesde elección. opciones)- evitando la represión

IDENTIDAD <nc.cesidades depertenencia> cvitando la alena’ojén ttrabaio.000, jaroSa, grupos primarios ysecundarios, etc,

<20) Véase BAY, Ch. (1990: 235-2S6> quien.desde una perspectiva distinta (“racional-humanista», llega sorprendentemente aunas conclusiones muy parecidas a las deDOVAL y GOUGH, en el sentido de queentiende por «derecho humano la obliga-ción moral de proteger y satisfacer las nece-sidades humanas, por el mero hecho dehaber sido demandadas por seres humanos.

(21) “La subclase (los pobres y marginados)europea o americana no es ni violenta, nisiquiera opuesta a la sociedad oficial... estáalienada.., es letárgica.,. no tienen interesesen la sociedad, La sociedad no los necesi-ta,.. (DAHRENDORF 1990:191)

(22) ‘La mayoría satisfecha hace patente sus irassólo cuando hay una amenaza o posibleamenaza a su bienestar presente o futuro;cuando el gobierno, o los que parecen tenermenos méritos, impiden que se satisfagansus necesidades (GALBRAITH ¶992: 28)

(23) Las interrelaciones humanas estrechas ointerrelaciones valoradas, en las que insisteBURTON como ámbito ideal para la satisfac-ción de necesidades humanas ro-materia-les, se refieren a relaciones primarias, espe-cialmente en el sentido de las relacionescomunitarias <en TÓNNIES, F., Comunidad y

Sociedad, Ed. Losada, Buenos Aires, 1947,p. 32 y sig.>.

(24) Véase en relación con este particular TOU-ZARO. H. La mediación y la solución de losconflictos, Estudio peicosociológico., Ed.I4erder, Barcelona, ¶981.

(25) Lo que BURTON entiende por la previsiónprospectiva (prevención) de conflictos es laextrapolación de datos obtenidos de estudiosdel pasado del presente hacia el futuro. Setrata de una determinación del futuro,mediante una ingeniería social experta y nobasada en la participación amplia de lasbases sociales. Véase al respecto LAMO DEESPINOSA (1990: 135-162). En cambio, ‘laprospectiva se propone, a partir de datosactuales, cuya repercusión sobre el cortiuntoe subconjuntos del sistema social se desco-noce, la construcción racional de imágenesde diferentes futuros. Esta construcción deimágenes, panoramas o escenarios tiene porobjeto señalar las distintas opciones o desa-rrollos posibles, en los que la acción humanapuede oñentarse. La prospectiva no determi-na el futuro de la acción, sino que señalaposibles vías, evoluciones y cambios, per-maneciendo siempre abierta a la introduc-ción de nuevos datos7 (KEHL, 5.. SeminarioSociología y Futuro, 1989/90. UniversidadComplutense, serigrafía, p. 1).

<26) Como apunta SUBIRATS (1992), ‘todo elámbito de problemas colectivos en los quede una manera u otra se da una intervencióno regulación pública, son más problemas de«políticas.’ que problemas abordables desde‘la política..; en este sentido “los mecanis-mos de legitimación.,, se desplazan, demanera más o menos rápida, de un campoesencialmente ideológico a un terreno másvinculado a la capacidad de respuesta delsistema a las necesidades de los ciudada-nos -

(27) T.K OOMMEN, en su interesante conferen-cia ‘Social Mouvements and Social Policies:a Mispiaced Poiarity in Social Research <lía-tre. Colegio de Dres. y Ldos. en CienciasPolíticas y Sociología, 6/4/92. serigrafiada)se refiere a la necesidad de fomentar movi-mientos sociales, especialmente en aquellossectores de la población más débiles y noorganizados. Propone una sociología paralos movimientos sociales. Los movimientossociales son imprescindibles en la lucha porun desarrollo igualitario, basado en la satis-facción de las necesidades básicas de lapoblación. El autor aboga por jerarquías de

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necesidades socio-culiuraimente diferencia-das, en las que las necesidades materialesocupan un lugar preponderante. Critica lapostura defendida en el Informe del UNDPsobre Desarrollo Humano (1991), que otor-ga. a imagen de las mentalidades de los pai-ses desa-rollados, una importancia desmedi-da a la necesidad de libertades en todos lossentidos, OOMMEN sostiene que ‘a) la Irber-lsd no puede entenderse independientemen-te de la responsabilidad, y b) la libertad debeevaluarse en Su contexto” 1 15)

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