NECROLOJIA

El Teniente 2. ° señor don Francisco Mery

La Direccion de E L MEMORIAL del Estado MayorJeneral, profundamente amarga da, cumple con el sagradodeber de esteriorizar el dolor que la embarga con motivode la trájica muerte del valiente i jóven piloto aviadormilitar, Teniente Francisco Mery, acaecida el 11 de Enerode 1914, i como manifestacion de sentida condolencia, alenlutar sus pájinas da honor, se inclina reverente anteesta irreparable pérdida.

Este joven mártir del 'deber i de la ciencia militar,sacrificado en hora temprana en aras de su amor al Ejér-cito, identificacion de la Patria, inició sus estudios dehumanidades en el Liceo de La Serena, su ciudad natal,en donde dió muestras de un carácter sin tacha, de unaclara intelijencia i de una contraccion al estudio pococomunes. De allí, en 1909, pasó a la Escuela Militar i

al trocar el libro por la espada dió muestras de poseerun espíritu grande i jeneroso que estaba llamado a darópimos frutos en la carrera en que se iniciara con tantoentusiasmo.

Obtenidos sus despachos de Teniente 2. ° en 1912,fué destinado al Rejimiento Artillería N. ° 2. En su no-ble i constante anhelo de contribuir al progreso del Ejér-eito i de ser útil a su Patria, ingresa a la Escuela Militarde Aeronáutica i obtiene con resultados sobresalientes sutítulo de Piloto Aviador Militar.

La desgracia que lamentamos se hace tanto más do-lorosa si hemos de considerar que ya terminados susestudios de aviacion, en los albores de la vida, el Ejér-3ito veia en él un colaborador abnegado i valiente en elmanejo de la nueva arma militar. Mas, si corta fué sucarrera, eterna será su memoria, i su sacrificio, regadoion su sangre jóven i jenerosa, servirá de enseña i deeterna leccion a los que le sucedan en el difícil arte de laaviacion.

EL MEMORIAL del Estado Mayor Jeneral, al darcuenta a sus lectores de esta sensible desgracia, presentaal Ejército su respetuoso homenaje de condolencia i haceratos porque la memoria del primer mártir de la aviacionmilitar vi va latente en el corazon de los hijos de Chile!

La Direccion.

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ESPLOSIVOS

Conferencias dadas en la Academia de GuerraPOR

Teniente-Coronel de Artillería, Jefe del Departamento de Trasportesdel Estado Mayor Jeneral.

( Continuacion)

Los procedimientos de fabricacion de la pólvora algodon, desdesu descubrimiento por SCHOENBEIN en 1846, han sido objeto de numerosos perfeccionamientos por el DR. GLADSTONE, KARMARSCH iHEEREN, KNOP, WALEER CRUM, KERKHOFF i REUTEU. VON LENK,

etc., hasta llegar al moderno procedimiento de SIR FREDERICK ABEL,

gracias a cuya invencion, la pulverizacion i el moldeo, la pólvoraalgodon constituye un esrplosivo de primer órden, tanto desde elpunto de vista de su fuerza como de su estabilidad química,

Dada la índole de este trabajo, sólo sumariamente indicaré estesistema industrial de preparacion de la pólvora algodon.

Se emplea algodon escojido de entre los desperdicios de las hilanderías, escarmenados, lavados, secados i cortados en trozos de unos5 cm de largo. Operacion prévia i necesaria para la buena conserva-cion de la pólvora, consiste en desembarazar al algodon de todas lasmaterias grasas, resinosas, etc., que pueda contener; porque estassustancias estrañas esperimentan, bajo la influencia del ácido sulfo-nítrico, sustituciones nítricas a menudo mui inestables, cuya descom-posicion espontánea acarrea mas tarde la de la pólvora algodon.Para esto se hace hervir el algodon en porciones de 100 Kg durante8 horas, en una solucion de hidrato de sodio, NaHO, (soda cáustica)al 2% (densidad 1. 024); se hace escurrir el líquido alcalino que sesustituye por agua clara i se hace hervir por otras 8 horas, despuesde lo cual se enjuga i se seca i se turbina en máquina centrífuga(1 400 revoluciones por minuto) con una corriente de vapor de aguaen porciones de 6 Kg durante 8 minutos, lo que exije unas 2 horaspara la masa total.

Se lleva el algodon lavado al cuarto secador, colocándolo enestantes con enjaretados de alambre de fierro galvanizado, donde seseca al aire caliente (86° C) durante unos 4 dias, hasta que contengaun mínimo de, humedad. (GUTTMANN recomienda secar a los 212°FAHRENHEIT, O sean los 100° C. —En Stowmarket (Inglaterra) iMoulin Blanc (Francia), esta secacion se efectúa en cilindros de fierropor medio del vacío, mui rápidamente, puro a un costo mucho ma-yor. En Waltham Abbey (Inglaterra) se emplea una estufa mecánicade secar. El algodon seco se coloca entónces en un escardador (dia-blo usado en los molinos de algodon, o pilas de pasta de papel), endonde se desenreda i destroza, i se vuelve a secar en aire caliente a107° C (225° F) en cachuchos de fierro galvanizado con fondo deenjaretado de alambre en el cuarto secador. Se empaqueta aun ca-liente en estanques (de servicio para pólvora), se atornillan las tapasi se deja enfriar el algodon. Esta secacion, ántes de la imbibicionen los ácidos, tiene una importancia capital.

Los ácidos se han mezclado ántes en la proporcion de 1 parteen peso de ácido nítrico puro (densidad 1. 5) por 3 partes en peso de

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fondo del tubo, i se hierve durante 8 horas en agua que contiene4. 536 Kg (10 Ib) do carbonato de sodio. Se deja entónces secar durantetoda la noche, se lava con agua fresca en un esprimidor centrífugo,se vuelvo a hervir en el tubo de ebullicion, se vuelve a secar i alavar como anteriormente.

La pólvora algodon se reduce entónces a pasta fina por mediode pilas refinadoras, idénticas a las que se usan en las fábricas depapel. La pila se compone de una cuba de 3 m de largo por 2 m deancho, terminada en ámbos estremos por semicilindros; un tabiquecentral, paralelo a los lados mayores i que se estiende hasta los ejesde las paredes cilindricas, divide la cuba en dos compartimentosque comunican entre sí; un eje de rotacion que se apoya en estetabique i en una de las paredes de la cuba, lleva un grueso cilindroarmado con una serie de cuchillos afilados que jira a gran veloci-dad; bajo el cilindro se encuentra una superficie cilindrica concén-trica, o platina, armada tambien de una série de cuchillos cortantes,i enlazada con el fondo de la cuba por planos inclinados. La cuba sellena de agua i de pólvora algodon filamentosa: a causa del rápidomovimiento de rotacion del cilindro, el agua es arrastrada con loshilos que, pasando entre los cuchillos afilados, son cortados en me-nudos trocitos hasta que, al cabo de cierto tiempo, los tras forma enuna pasta fina de fibrillas de pólvora algodon. Cada pila recibe 100Kg do pólvora algodon, i la operacion dura 4 horas.

La materia en pasta o pulpa se echa en cubas de lavar conajitadores de madera que hacen rotar la masa i mantienen la pólvo-ra algodon en suspension en el agua, parando cada hora para dejardescansar i secar la masa, renovándose el agua fresca i repitiéndosei continuándose la operacion durante unos dos dias. Cuando el lava-do ha terminado, lo que se reconoce por medio de un ensayo, se to-ma una muestra que se seca i somete a la prueba del calor (Véase),se agregan 1. 361 Kg (3 Ib) de carbonato de calcio, igual cantidad dehidrato de sodio, 1 363 1 de lechada de cal (densidad 1. 125) i agua su-ficiente hasta completar 3 635 1, i por medio de una bomba neumá-tica se eleva a la caja del material, estanque cilindrico de fierro, atraves de cuyo centro pasa un eje vertical (con palas) que engrana conotro horizontal, sirviendo de ajitadores para mantener el contenidouniformemente mezclado. La pulpa se traslada al wagon, vaso cilin-drico de cobre, que contiene 118 1 (25 galones), en que tambien se

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mantiene en marcha un ajitador miéntras se lleva sobre rieles de lacaja del material a la prensa hidráulica de moldear, en la que seaprensa gradualmente la pólvora algodon en bloques de 1 871 mm - (2. 9pulgadas cuadradas) por 50. 8 mm (2") de alto, a una presion final de630 Kg por cm2.

El rendimiento es de 150 a 171% del algodon i los bloques con-tienen un 14% de agua; pero ántes de ser enviados para el serviciose impregnan de agua, colocándolos en cubetas con agua hasta quedejen de absorverla, i contienen entónces hasta 30% (en los EE. UU.de N-A. la pólvora algodon que la U. S. Naval Torpedo Station en-trega para el servicio contiene hasta 35% de agua).

La pólvora algodon, moldeada húmeda, es perfectamente inócua,puede cortarse por medio de la sierra circular, agujerearse por me-dio de máquinas de perforar o por medio de un fierro calentado alrojo; es incombustible. Puede conservarse en cajas impermeables sinpeligro; la desecacion puede hacerse rápidamente.

En estado fibroso la pólvora algodon se parece mucho al algo-don de que ha sido hecha, pero se siente mas áspera i menos flexi-ble al tacto; es inodora i sin sabor, neutra a los papeles reactivos;mui eléctrica. Es insoluble en agua, caliente o fria, o en la mezclade alcohol i éter; pero sí es soluble en el éter acético, en la acetona,el acetato de metilo, el ácido sulfúrico concentrado, en una mezclade éter i amonio.

La pólvora algodon pura, es decir, exenta de algodon no ataca-do, no ennegrece o no enverdece por la disolucion de yodo en yodu-ro de potasio. Disuelta en soluciones cáusticas alcalinas, puede preci-pitarse la celulosa en forma floconosa neutralizando el álcali. En es-tado fibroso o floculento su densidad no pasa de 0. 3 pero con la pre-sion puede llegar a 1. 5. Secada al aire, la pólvora algodon conservaun 2% de humedad; no es higroscópica.

La pólvora algodon en hilos se inflama a los 180° C, haciendoesplosion a los 182° C con llama amarilla. Comprimida, quema sindeflagracion, lentamente, con llama viva. Si la masa del esplosivo esgrande, la combustion puede ser seguida de esplosion.

Cuando se calienta la pólvora algodon a 100°, su inflamacionpor un cuerpo en ignicion va mui a menudo acompañada de su es-

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plosion. En vaso cerrado, el calor la hace estallar siempre, pero conefectos destructores reducidos.

Cuando se la golpea con un martillo sobre un yunque de fierro,sólo la parte golpeada hace esplosion.

La detonacion de la polvora algodon se obtiene por medio de lacápsula de fulminato de mercurio (1. 5 g); la húmeda necesita un ce-bo de pólvora algodon seca que se hace detonar por el fulminato.

Los productos de la esplosion varian con la densidad de carga(Véase pájina 30). Las dos fórmulas siguientes pueden ser adoptadascomo que corresponden a los análisis:

1) Con débil densidad de carga:

C24 H29 (N O2)11 O20=15 CO+9 CO2+9 H2 0+5 . 5 H 2 +5. 5 H2

2) Con fuerte densidad de carga:

C24 H29 (NO2)11 O20=12 CO+12 CO2+6 H2 0+8 . 5 H +5. 5 N2

SARRAU i VIEILLE han hecho notar que, cuando los esplosivosno contienen bastante oxíjeno para asegurar la combustion comple-ta de sus elementos, la reaccion de descomposicion da lugar a unequilibrio entre los productos esclusivamente gaseosos, los unos com-pletamente oxidados, tales como el ácido carbónico i el vapor de agua,los otros inoxidados o parcialmente oxidados, tales como el hidrójeno,el ázoe, el metano i el óxido de carbono. La esperiencia muestra queeste equilibrio final se modifica cuando se aumenta la densidad decarga, de modo que los productos de la descomposicion están some-tidos a presiones crecientes i que difieran entre sí en varios miles deatmósferas.

Dos reacciones principales rijen la tras formacion progresiva delequilibrio i concurren ámbas a disminuir la proporcion de óxido decarbono de la mezcla i a aumentar la del gas carbónico. La primerareaccion es

CO + H2 O = CO2 + H2

La segunda reaccion se manifiesta cuando la primera ha dismi-nuido la proporcion de vapor de agua o cuando el producto esplosi-

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vo es tan poco oxijenado que no dé vapor de agua sino en mui pe-queña cantidad: entónces so forma metano o formeno:

2 CO + 2H2 = CO2 + CH4

Cuando la pólvora algodon es inflamada a una presion cercanaa la de la atmósfera, por ejemplo, por medio de un fierro enrojecidoo por el contacto de una llama (lo que en las minas corresponde auna falla de detonacion), se forman vapores nitrosos en abundancia,lo que hace eminentemente tóxica la atmósfera de las galerías, tantomas cuanto que hai al mismo tiempo desprendimiento normal deóxido de carbono. Los autores citados han encontrado que, en tal ca-so, la composicion de los gases es:

NO2 24. 7 volúmenesCO 41. 9 »CO2 18. 4 »

IIN........CH4

7. 9 volúmenes5. 8 »1. 3 »

En ciertas circunstancias, las pólvoras sin humo a base de nitro-celulosa empleadas en los fusiles i cañones, por ejemplo, en el tiro afogueo, desprenden gases nitrosos que pueden incomodar a los sol-dados i corroer las armas. Es preciso, pues, que los fulminantes pro-duzcan siempre la combustion segun las dos fórmulas dadas anterior-mente.

Nitrohidrocélulosa. —Las materias celulósicas sufren a menudouna modificacion notable en su estado físico: su flexibilidad, su elas-ticidad natural desaparece, se vuelven quebradizas primero, despuesfriables a tal punto que fácilmente se desmenuzan i reducen a pol-vo. Tal es el caso de los tejidos sometidos al lavado i blanqueo repetido. Bajo la influencia de los ácidos minerales i tambien vejetales,diluidos o concentrados, en condiciones variables de temperatura i detiempo, la celulosa. (C12 H20 O10)n se trasforma por hidratacion en uncompuesto nuevo (C12 H22 O11)n que AIMÉ GIRARD denomina hidrocelulosa, que posee propiedades particulares i muchas de las propie-dades de la celulosa normal, entre otras, las de dar piróxilos, nitroce-lulosas,

Los procedimientos de fabricacion de la hidrocelulosa son muinumerosos i se fundan en la accion de los ácidos que, segun su ener-jía, su estado de concentracion, el tiempo durante el cual se prolon-ga el contacto de ellos con la materia, segun la temperatura a que-tiene lugar ese contacto, determinan una hidratacion de la celulosamas o menos rápida i mas o ménos completa.

a) Empleo de ácidos concentrados. —-Se usa el ácido sulfúrico a45°B (densidad 1. 453) a la temperatura de 15°C. La operacion se ter-mina al cabo de 2 horas. El ácido clorhídrico a 21°B (densidad 1. 171)provoca la traaformacion en 24 horas.

b) Empleo de ácidos gaseosos e hidratados. —El ácido clorhídri-co gaseoso obra prontamente: en frio, basta 1 hora; en caliente i hú-medo, tal como proviene del calentamiento del ácido del comercio, laoperacion queda terminada en algunos minutos. La accion no tienelugar con el gas clorhídrico seco; debe ser hidratado.

c) Empleo de ácidos diluidos o de ácidos débiles. —Es preferi-ble emplear procedimientos que solo exijan pequeña proporcion dereactivos; a su accion basta agregar la del tiempo o la del calor. Ope-rando en frio se obtienen los productos mas perfectos; pero la tras-formacion exije entónces dos o tres meses.

Primeramente se sumerje la materia celulósica en el baño deácido, pudiendo emplearse todos los ácidos minerales i la riqueza delbaño variar dentro de vastos límites. Si se quiere obtener accion rá-pida i completa, conviene diluirlos al 3% Retirada del baño despuesde algunos minutos de inmersion i cuando está bien impregnada delíquido, la materia celulósica (algodon, tela, papel) se coloca en unpaño que se tuerce fuertemente i por medio de este estrujamiento sela desembaraza de la mayor parte de la solucion no reteniendo masdel 35 al 40% de su propio peso. Puede emplearse el estrujamientocentrífugo.

La materia celulósica se divide lo mas posible i se abandona al ai-re al estado higrométrico normal. En este estado se la introduce enun vaso tapado de greda, vidrio, fierro esmaltado, etc. o de otra mate-ria inatacable por los ácidos, que se encierra, en una estufa de airecaliente. Si se ha empleado un bailo ácido de 3% bastan 8 a 10 ho-ras de calentamiento a 35°—40°C; a 70°C se necesitan 3 horas. Nohai que sobrepasar estos límites, pues la hidrocelulosa se colora por la

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accion del ácido. Se lava, en fin, la materia para desembarazarla delexeso de ácido.

La hidrocelulosa es un cuerpo de una friabilidad absoluta; suspropiedades son, en su mayor parte, idénticas a las de la celulosa o,a lo ménos, solo difieren por su mayor sensibilidad a los reactivos.La hidrocelulosa se oxida fácilmente. Es de un lijero color rosadocuando la accion del ácido ha sido mas prolongada que lo estricta-mente necesario, si no es de absoluta blancura.

Los piróxilos esplosivos a base de hidrocelulosa se obtienen porel método de ABEL. Se sumerje la materia en una mezcla As ácidosulfúrico (3 partes) i de ácido nítrico (1 parte). La mezcla se enfria.En 3 Kg de ella se dejan caer poco a poco 250 g de hidrocelulosaseca i se ajita con una espátula. Se abandona todo durante 12 horasi despues se echa en agua, se lava con cuidado i se termina con unlavado con solucion de carbonato de sodio. Hendimiento del 167%de celulosa seca. Vale mas emplear la hidrocelulosa en su forma je-neratriz i no en forma pulverulenta, poique ésta toma un estado go-moso que retarda la libre penetracion de los ácidos.

La nitrohidrocelulosa es un producto mui puro i uniforme. Esmas sensible al choque que la pólvora algodon ordinaria debido a suestado físico particular. Se emplea principalmente en la fabricacionpor estiramiento de los cordeaux détonants usados en el Ejércitofrances. No se jelatiniza con la nitroglicerina. TRAULZ ha hecho ce-bos detonantes con una mezcla de 60% de nitroglicerina i 40% denitrohidrocelulosa; pero no se han usado por largo tiempo. Esta mez-cla, dice GODY, constituye el esplosivo mas enérjico conocido.

C24 H29 (NO2 )11 O20

+ 67 N2

41 C3 H 5 (NO2 )3 O3 = 147 CO2 + 117 H2 O

lo que daría una fuerza de 657 629 Kgm.Celuloide. —El celuloide no es esplosivo, propiamente dicho; pe

ro adquiere esta propiedad cuando se eleva su temperatura. Es unamezcla de pólvora algodon i alcanfor sometida aun malaxaje perfec-to i a una compresion enérjica.

Fué inventada esta sustancia por los hermanos HYATT, deNewark (New Jersey, EE. UU. de N. A. ) en 1869. Se la prepara conpapel duro en rollos (papel para máquinas rotativas de imprimir)que se sumerjo desenrollado durante 15 minutos en una mezclasulfonítrica, se orea i se lava a toda agua, se mezcla con alcanfor, seamasa o malaxa hasta incorporacion perfecta i se aprensa hasta for-mar bloques consistentes.

Hoi se prepara principalmente con algodon o pasta de papelque se nitrifica con una mezcla de 1 parte de ácido nítrico a 40° B.(densidad 1. 384) por 2 partes de ácido sulfúrico a 60° B. (densidad1. 711). El fulmicoton obtenido se estruja, se lava con mucha agua iso blanquea con permanganato de potasio; se trata despues con unasolucion de anhidrido sulfuroso para quitarle el bióxido de manga-neso formado; se vuelve a lavar, se enjuga, se comprime en la pren-sa hidráulica. El fulmicoton contendrá un 5% o 6% de agua.

Las galletas de piróxilo se concasan en seguida en trozos me-nudos que se echan en un disolvente compuesto de 50 partes dealcohol a 96° GAY LUSSAC i 30 partes de alcanfor,.

Para 80 partes de disolvente se emplean 100 partes de algodonpiroxilado; se mezcla i se abandona en vasos bien cerrados duranteun dia. La pasta jelatinosa se lamina entre cilindros calentados a(50° C i se repite la operacion hasta su perfecta homojeneidad. Seobtienen así hojas que se cortan de tamaño conveniente, se apilan ise las comprime en la prensa hidráulica calentada a 60°—65° C.Las hojas se sueldan; se enfria, i se sacan de la prensa bloques deceluloide.

El celuloide es una sustancia traslúcida, algo amarillenta, muidura, mui elástica a la temperatura ordinaria; se vuelve pastosa imaleable a los 125° C, se suelda consigo misma, i se deja laminar iestampar perfectamente. El celuloide no es sensiblemente atacadopor los ácidos minerales frios; pero lo es fácilmente en caliente porel ácido sulfúrico i el ácido nítrico. Es muí soluble en la mezcla dealcohol i éter, siendo la solucion mui espesa i sirve para pegar alceluloide consigo mismo. El éter solo disuelve el alcanfor i no elpiróxilo. El celuloide quema fácilmente con llama humeante. Si secalienta lentamente, se descompone a los 140° C, deprendiendo va-pores rutilantes; calentado, puede detonar por el choque, i si está

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en vaso cerrado estalla. Al aire no detona con el detonador de ful, -minato de mercurio.

Tiene numerosos usos. Se le puede dejar su color orijinal o in-corporarle materias colorantes. Con él se fabrican toda clase deobjetos imitando carei, ámbar amarillo lechoso, coral, ébano, cuero,tela.

(Continuará).

Opiniones

ACERCA DE UNA CONFERENCIARelativa al armamento con que debería dotarse la caballería

Vivac de Yarapalca a 18-X-1913Señor Mayor

Don Julio César del Canto

Mi estimado amigo:

A 3 850 m sobre el nivel del mar, aprovechando los momentosde descanso en el vivac, rae doi el agrado de dirijirle esta correspon-dencia, con el principal objeto de emitir algunas opiniones sobre suconferencia dada en el Estado Mayor Jeneral i publicada en un inte-resante folleto que recibí, precisamente, el dia ántes de nuestra par-tida de Tacna, en direccion al Tacora.

En efecto, deseo relatarle en pocas líneas, antes de entrar al de-sarrollo del objetivo principal de esta carta, los puntos culminantesde la dificilísima jornada que han verificado nuestras tropas.

El 13 del presente, las fuerzas de las tres armas, que guarnecenla ciudad, Tacna, señalando especialmente, entre ellas, la existen-

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cia de una «batería de artillería del Rejimiento Velasquez», partie-ron en direccion a la frontera boliviana, teniendo que atravesar altu-ras que se consideraban inaccesibles, por pésimos caminos, porestrechísimos senderos i empinadas cuestas, que, no obstante, hansido vencidas por el esfuerzo tesonero de los zapadores del MayorParedes, i por el empuje i ánimo irresistibles de todas las armas, po-seidas de la mas espléndida moral, i dispuestas a vencer al mas te-rrible de los enemigos: la naturaleza, con sus obstáculos i amenazan-te con su temible puna.

Se comprueba, una vez mas, en estas jornadas el hecho históricode que los ejércitos constituidos por razas viriles, siempre salentriunfantes, contra toda clase de enemigos, si son guiados por Jene-rales audaces a la realizacion do atrevidos proyectos, de enérjicasempresas, empresas o proyectos que los débiles pudieron considerarimposibles.

Mañana continuaremos la marcha, i trasmontaremos la cima, lamas alta i escarpada de todas, Húailillas, a 4 600 m de altura, o4 800 m, segun marcan otros aneroides.

Ya ve, mi estimado amigo, nuestros soldados, son los mismosde la Independencia i del 38, los mismos del 79, i dispénseme estedesahogo de patriotismo, que por mi carácter retraído rara veztengo, pero nacido de íntimo convencimiento, al manifestarle, que,en resistencia, valor i audacia, nuestras tropas, no le ceden la palmaa ningun ejército del mundo.

El valor no sólo consiste en el hecho material de combatir enlas batallas, porque muchas veces es mas fácil obtener en ellas lavictoria que vencer a la ruda naturaleza, si pone en pugna los ele-mentos coaligados contra la accion del hombre.

Crea, mi amigo, este entusiasmo que le demuestro, ante tanenérjica empresa, bien vale la pena i algo mas; pues, ¿no se admiraUd. del vigor de estos soldados, que ascendiendo sobre senderos tanescarpados, sostienen sobre sus espaldas una montaña de peso, suequipo? Parece increíble; pero, no tengo noticias, que hasta este mo-mento se haya apunado ningun hombro, ningun jinete, ninguncaballo.

¿Qué piensa Ud., particularmente, de nuestra artillería de cam-paña, con sus actuales piezas que se creia, no podrían ser arrastra-das por los caminos accidentados de América? Las he visto volar

por las cuestas, pendientes, como, esos pequeños carritos por los ai-res, levantados por poderosas gruas. En realidad, nuestros caballostienen fibras de acero. Por consiguiente, si la infantería ha hecho contanto éxito estas difíciles jornadas, es inútil referirnos a la caballería.

Cada infante conduce 3t a 32 kls. (Rejimientos «Rancagua» i«O'Higgins»; los Zapadores i Grupo de Artillería de Montaña «Borgo-ño», algo menos). Nuestro? caballos 100 kls mas, sobre ese peso, es de-cir, como término medio de 131 a 132 kls; de éstos, 15 kls correspon-den al forraje, cebada i pasto que se lleva como doble racion de re-serva. Esta carga, en tales circunstancias necesaria, es demasiadopesada i habrá de modificarse...

Pero debo interrumpir un momento esta carta; son las 5 P. M. ise me avisa que el señor Jeneral del Solar ha salido a caballo a reco-nocer el camino i alrededores del campamento, como asimismo lainstalacion de los distintos vivac de los cuerpos.

Hoi 19 de Octubre, a las 6 A. M., me encuentro con la caballe-ría formada por el Rejimiento Lanceros, que me ha tocado la suertede mandar durante la presente marcha, en el punto mas elevado delcamino, la altura de Huailillas.

El biógrafo a nuestra llegada está funcionando.Esperamos la reunion del destacamento, con el objeto do izar

aquí, en el lugar mas culminante, la enseña de la Patria.Mientras tanto doi una mirada a mi alrededor.¡Qué espectáculo mas soberbio i magnífico!Esta cima es como un altar que presenta la misma naturaleza.

Al oriente, en un fondo celeste se destacan en línea de N. a S. doscolumnas blanca. 4, enormes, dos pirámides inmensas formadas por elTacora (volcan apagado, de 6 000 m de altura) i el «Chupiquiña»coronados de eternas nieves entre los cuales se levanta, en este ins-tante, el sol iluminando sus cumbres i los cordones de cerros vecinos,i luego estendiéndose la luz, hácia el O., va a herir con sus rayos lasbayonetas, que lanzan reflejos de la descubierta, de la infatigable in-fantería que se divisa a lo léjos a la cabeza del destacamento que notardará en salvar la áspera pendiente,

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Despues de algunos instantes llegan, i uno de los cuerpos deinfantería se da el lujo de hacerlo al paso de parada.

Reunidas las fuerzas, a ecepcion de los zapadores i algunas tro-pas de infantería que van mas adelante abriendo el camino, en estosJugares solitarios, en estos campos poéticos i grandiosos en que sólotienen sus nidos los cóndores i habitan los volcanes, frente a aque-llas jigantescas columnas blancas i puras, siendo el dosel de ese altarel mismo cielo, como un sagrado santuario, se ve alzarse, mecerse alaire los límpidos colores de nuestra bandera nacional.

El alma del soldado se ha sentido conmovida por los sentimien-tos mas nobles i elevados de entusiasmo i patriotismo.

La nacion debe encontrarse satisfecha de su Ejército; su victo-ria le pertenece; él, la encarnacion de ella misma.

La fotografía que no puede mentir, que os el trasunto de lo ma-terial, en breve exhibirá en Tacna, en Santiago, en diferentes ciuda-des de la República, en Sud-américa, en Europa, segun lo manifestóel Empresario, las vistas principales que se tomaron de la marcha delas tropas, por una vía tan accidentada, i a una altura tal que nin-gun Ejército del mundo ha atravesado.

En Europa hai sólo una cumbre igual a la «apacheta de Huai-lillas», lugar de la ceremonia de la bandera, el Monte Blanco en losAlpes, que tiene 4 810 m de elevacion, pero nótese que esto es sólouna cumbre, una altura, no un camino por el que puedan pasartropas.

I este buen éxito i esta victoria se ha alcanzado a despecho de lamala voluntad de algunos, del lúgubre vaticinio de diarios estranjeros,que aseguraron que a las alturas del Tacora, probablemente, no llega-ría ningun soldado. Llegaron todos a pesar del exajerado peso delequipo que ningun ejército moderno lo tiene: 31 kls el infante, porque se consideró necesario llevar bastante abrigo para defenderse dela nieve.

Es digno tambien de mencion el funcionamiento de las cocinas,que en estas rejiones tan úliles servicios prestan para la elevacionde la temperatura del calor necesario para el cocimiento de las legum-bres que no podria hacerse en otra forma. Para ser trasportadas re-quieren dos parejas de caballos adiestrados; tronco i guía; ademas,un postillon que puede colocarse adelante de la pareja guía, en losmomentos en que se necesite un mayor esfuerzo en la traccion, -

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Para dar pronto término a esta relacion agregaré que en estemismo dia se llegó a Ojos de Agua,

Hoi, 20 de Octubre, como colorario a las jornadas anteriores, elseñor Jeneral del Solar ha dado una situacion de guerra, a fin de re-solver en el terreno un problema táctico con todas las tropas, i exijirde ellas un nuevo i máximo esfuerzo. El sector elejido ha sido entroVilla Tacora i Ancara. Aquí con alguna tropas simuladas.

El Jefe del destacamento de las tres armas durante toda la mar-cha, el señor Coronel Arroyo, mui práctico en el manejo de tropasen estos lugares, las condujo siempre con el mayor éxito, i a laaltura de su reconocido buen criterio militar, hoi, en el primer mo-mento, Labia optado por mantenerse a la defensiva, pero en vistadel desarrollo de las operaciones, tomó despues la ofensiva, que eralo mas ventajoso, i se verificó un avance violento, en que como decostumbre, la infantería no dió muestras del menor cansancio, ata-cando en un terreno tan accidentado i con aire tan rarificado.

La nevazon a esa hora, el viento huracanado, el trueno i relám-pagos que se desencadenaron en las montañas, sobre nuestras cabe-zas, durante la verificacion del combate, en lugar de causar terror iespanto en el alma de nuestros soldados, parecia producirles entu-siasmo i admiracion: eran luces que alumbraban i caian cercanas,eran tonantes i atronadores aplausos que los cielos repetían asocián-dose al avance impertérrito del ejército vencedor de aquellas rejiones.

Como el rayo de las nubes, brotaba como una luz, este solo pen-samiento de mi mente: ¡quien en los suelos de América podría dete-ner la avalancha irresistible de cien mil chilenos!

No olviden los estadistas, lo saben, está en la conciencia nacio-nal, Chile será grande i respetado en lo porvenir, debido a las virtu-des de su raza fuerte i guerrera. El Ejército es el fundamento de sugrandeza.

Por esto es, mi estimado amigo, que hacemos bien en preocu-parnos del progreso de nuestra institucion, del adelanto de nuestraarma, como Ud. lo hace,

Durante la marcha, he tenido siempre presente su trabajo, hepensado en la confirmacion de una parte de las teorías que Ud.sustenta: ni el sable ni la lanza, en estos terrenos o desfiladeros ten-drian aplicacion. La caballería sólo puede aquí combatir a pié.

A propósito, recuerdo de que Ud. cuando estuvimos en Cazado-res, no era mui partidario del combate de fuego a pié de la caballe-ría. Yo lo era ya, i esa modificacion en mis antiguas ideas que en unprincipio resistia vigorosa o tenazmente, se lo debí al señor JeneralVergara, Jefe de la cuarta Zona Militar, entónces, a quien, a pesar delelevado concepto que él me merecia, no le aceptaba sus argumentos,que mas tarde, con mayor esperiencia i estudio he visto ampliamen-te confirmados, principios que son, hoi por hoi, esencialmente moder-nos, aceptados uniformemente por la caballería alemana.

Al rechazar esas teorías, nuevas para mí, no hacia sino cumplirla eterna lei del conservantismo, que existe arraigada en el espíritude todos los hombres: tal vez, porque ello no demanda nuevos esfuer-zos, no se abandona, ni se estirpan tan fácilmente las enseñanzas,teorías, sistemas o errores en que cada cual se ha educado, a pesarde las ventajas que presentan las reformas, compañeras del pro-greso.

Son increibles los ejemplos que nos ofrece la historia militar aeste respecto, el tiempo que han necesitado los ejércitos para aceptarcualquier modificacion útil, en el sentido de los principios i de lasinnovaciones materiales. Mui lentamente, se ha cumplido aquel pen-samiento, formulado por Pascal: «es de los hombres el variar i delos demas seres irracionales el permanecer lo mismo».

El principio indicado por Napoleon hace un siglo, de que lacaballería necesita de un fusil, lo que no es una novedad, lo es, sinembargo, desgraciadamente, i lo que es peor para un buen númerode oficiales pertenecientes a la misma arma.

En efecto, la carabina lo reemplaza en cierto modo, pero no deuna manera completa. La caballería requiere un arma de fuego delmismo poder i propiedades balísticas que el fusil de la infantería, ideberá con esta arma, en casos especiales (nótese bien) no normales,llegar hasta el ataque a la bayoneta, si fuere necesario, como lo pres-cribe el mejor de los reglamentos que ha tenido hasta el presente lacaballería chilena, actualmente en vijencia, i al cual sólo habria quemodificar algunos pequeños defectos de forma,

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Un libro se podría escribir para probar la exactitud de esta té-sis, la importancia del combate de fuego a pié, en cuyo espíritu estáimpregnado el actual reglamento, i cuya aplicacion será tan frecuen-te en terrenos accidentados, como los sud-americanos. Mas, en ob-sequio a la brevedad, sólo tocaré los puntos jenerales que se consul-tan en el referido trabajo, esto es, en su conferencia leida en el E,M. J., evitando aquellos detalles, que aunque necesarios, al ser exa-minados harian mui larga esta correspondencia.

Los puntos fundamentales de las reformas que Ud. señala (sinreferirnos al arma de fuego, en lo que estamos completamente deacuerdo) son suprimir el sable i la lanza de la caballería para ser re-emplazados por un machete i una pistola con propiedades balísticasespeciales, que emplearía el jinete -montado.

Nuestra arma, efectivamente, necesita algunos cambios en susmedios de combate, i lo que es de mayor importancia en su organiza-cion misma, con lo que se tendería a consolidar de una manera efi-ciente la potencia del conjunto, o sea del ejército, por la recíprocarelacion que existe en las diferentes armas. Pero es imposible estar,en absoluto, de acuerdo con las opiniones que Ud. emite, sin queeste disentimiento signifique en ningun modo, estoi seguro, de queni Ud. ni yo deseamos entrar en una polémica en que el objeto seavencer, sino que este propósito es i no puede ser otro que indagar,proponer, estudiar lo que mas convenga al progreso de nuestra caba-llería, que bien armada, bien organizada, bien empleada, desempe-ñará con buen éxito sus variados i trascendentales roles que le con-ciernen en una campaña.

Si nos equivocamos, en nuestras ideas, ahí están las razonespara convencernos de lo contrario.

Usted dice que sus proposiciones son orijinadas por la observa-cion i la buena fé. ¿Quién puede dudarlo? Las mías son igualmentenacidas del estudio, de la esperiencia adquirida desde niño, en vein-tiocho años dedicados a la carrera, de la modificacion sucesiva deideas en un principio embrionarias, despues de haber atravesadoaquel torbellino de sistemas, reformas i doctrinas que muchas veceshan desorientado nuestro espíritu, i que, hoi por hoi, puedo asegurar-le, sin falsa modestia, no me asiste al respecto la menor duda sino unintimo i profundo convencimiento.

No obstante, en nuestro modo de pensar hai punto de contacto,

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Conforme a los mas modernos principios, tendencias, o ideasmas avanzadas propondría que nuestra caballería se armara en laforma siguiente:

1) Lanza, mas poderosa que la actual, de acero, como la alema-na, aunque un poco mas corta; en lugar de 3. 52 m de largo, podríaser como la francesa de 3. 29 m. Usted sabe que como aquella es hue-ca, no es pesada i que tiene la ventaja de ser mas segura que nues-tro nacional coligüe que se reseca, i se quebra aun en los ejercicios.

Si la circunstancia misma de tener ese elemento en el pais esun halago patriótico para conservarlo, no debemos olvidar tampoco,que hai bastante fierro en nuestro territorio, para proveer de lanzasa todos los ejércitos e industrias del mundo, por muchos siglos.

Si se desea conservar la actual asta del coligüe hai que prepa-rarla mejor, como lo hacían nuestros antiguos araucanos.

2) Supresion del sable actual i su reemplazo por un sable bayo-neta, mas o menos de 0. 91 cm de largo, como lo usan algunos cuer-pos de caballería italiana, pavonado e iria colgado al cinto del jinete

3) En lugar de carabina, un arma como el fusil de propiedadesbalísticas superiores.

Armada así, en esta forma, para un cuerpo de caballería enemi-go no seria cosa fácil vencer a un rejimiento nuestro.

Vestida de la misma manera que la infantería ¿no podría con-fundirse con ella a la distancia, en la oscuridad; no podría combatircon ésta en igualdad de número con las mismas ventajas, máximasi el jinete no lleva consigo el peso de su equipo?

¿Querrá esto decir que la caballería por el hecho de combatir apié pierde sus características esenciales? Indudablemente que nó,porque el sistema normal de combatir de ella será siempre a caballo,por medio del choque; el combate a pié constituirá la excepcion,pero que en el porvenir, i en territorios como el nuestro, será muifrecuente. Esta es la moderna tendencia de la caballería. Mas. supri-mirle la lanza, seria como despojarla del caballo, con lo cual se ten-dería a borrar de los ejércitos la existencia del arma.

La lanza es la reina de las armas blancas, indiscutible comple-mento del choque i poderosa en la persecucion, tiene grandes venta-jas morales i materiales uniformemente aceptadas.

El sable es únicamente su ausiliar.

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Una comparacion entre ámbos; es como el estudio de un axio-ma i resulta, por lo tanto, inútil analizar.

Sin embargo, la lanza, es una arma que no siempre se ha em-pleado en algunos ejércitos, por la dificultad que ofrece, su empleo,en manos de jinetes que no saben manejar su caballo; pero en poderde un jineto adiestrado es un arnia terrible.

De aquí naco la necesidad de prolongar el servicio de la caballe-ría, siendo esto tan múltiple como variado: el término de dos añosdebería ser el mínimo, como sucede en todos los ejércitos europeos.

Los casos citados en su folleto para desvirtuar el valor do lalanza, en realidad, puede Ud. convencerse, no tienen importancia.El hecho de que nuestros indíjenas, hayan sido sojuzgados, a pesarde haberlas usado, nada prueba, A los ejércitos no solamente sostie-nen las lanzas de sus jinetes, sino que hai muchos otros factores queconstituyen el conjunto de sus fuerzas, así de órden moral, comomaterial.

Por el contrario, si Ud. tuviera mejores datos sabría, como memanifestaba en Tacna el señor Jeneral Holley, de que cada vez quela caballería araucana, con sus lanzas atacó a la chilena armada desable, sobre todo, en igualdad de número, venció aquélla. No obstan-te, los chilenos por la tendencia conservadora de entonces, i de los fre-cuentes golpes recibidos, no modificaron su armamento.

Descendientes de esos indios nuestros compatriotas, diestros ji-netes por naturaleza, son ecepcionalmente aptos para el manejo deesa arma ¿i quién podría, lójicamente, renunciar a tan ventajosa cua-lidad que nos es característica?

El otro ejemplo, del escuadron boliviano que igualmente lasusó, es otro argumento sin valor, ya que esa unidad, segun creo, noluchó contra ninguna fraccion de caballeria chilena, i en el supuestode que hubieran combatido aun sin éxito, es probable que igualmen-te hubieran sido derrotados, estando armados de sable, toda vez queel adiestramiento de sus jinetes en la equitacion no hubiera sido muicompleto, i que no dispusieran de buenos caballos, como son losnuestros.

Respecto a las ventajas morales de la lanza no le da Ud. impor-tancia en la guerra. La influencia moral quien puede negarla. ¿Quépensador militar, que director de tropas, se ha desentendido de esta,

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condicion característica que tanto influye en la derrota i en la victo-ria de las pequeñas o grandes masas?

Crea Ud. que el principio Napoleónico, de que la fuerza moralde los ejércitos es a la material como 3 es a 1, no ha desaparecido;esta influencia, sino en exacta proporcion, prevalecerá sin que lamodifique el progreso de los armamentos, miéntras existan nerviosen la constitucion humana i subsista el instinto de conservacion enel hombre.

Es un hecho histórico que la lanza produce un efecto moralconsiderable, contra toda tropa que la caballería ha logrado atacar,con mayor razon, si sorpresivamente.

Usted no cree en los futuros choques de grandes masas de caba-llería, o de pequeñas, al arma blanca, contra las predicciones de losmodernos escritores militares i contra las prescripciones i doctrinasreglamentarias, que aconsejan que la espioracion ha de tener carácteresencialmente ofensivo, siendo necesario para ella el rechazo o ata-que de las fracciones a caballería enemiga.

Tampoco ántes de la guerra Ruso-Japonesa se creia ya posibleque para vencer sé llegara al empleo de la bayoneta por la infante-ría; i sin embargo, las bajas que se produjeron en aquella históricacampaña, en la lucha con esa arma, que parecía existir sólo comouna fórmula, fueron nada ménos que superiores, a las causadas porlos efectos de la artillería.

Para convencerse de este aserto lea entre otros testos, el li-brito sobre «Enseñanzas Tácticas de la Guerra Ruso-Japonesa», tra-ducido por el Capitan señor Carlos Vergara del E. M. J.

Como consecuencia de aquella falsa teoría, de la que participóigualmente nuestro Inspector Jeneral del Ejército de entónces, señorJeneral Körner, se dotó a la infantería chilena de una pequeña ba-yoneta, que aun se conserva, sin considerarse así mismo, las especia-les condiciones de nuestros infantes para el ataque, cuerpo a cuerpo,a la bayoneta.

Por último, Ud. no le da importancia a la persecucion estratéji-ca, que es del dominio de la caballería. Dice, debemos contentar-nos con vencer. ¿Por qué? ¿Por lo difícil que es esta operacion segunlo manifiestan los hechos históricos? Una batalla sin persecucion,ganada es sólo una media victoria. Todos los tácticos i estrategos,uniformemente, están de acuerdo en la exactitud de estos principios,

La novedad no debe llegar al estremo de desentenderse o ne-garse los preceptos militares umversalmente aceptados por haber si-do ellos deducidos de la esperiencia de guerras pasadas.

Que se desprenda la caballería de sus armas blancas, no es acep-table. Probablemente su idea puede ser mui progresista i tendrá suaplicacion en unos quinientos años mas, quizas, cuando el arma ha-ya perdida sus características especiales; pero en el estado actual delos armamentos, ningun ejército lo intentará con su propia caballe-ría; pero lo menos, la esperiencia, se tratará de recojer en cabezaajena.

Por otra parte, la idea de combatir con armas de fuego a caba-llo no es una novedad; es un procedimiento ya abandonado por laesperiencia. Plasta el tiempo de la guerra del Perú dominó ese siste-ma, que todas las caballerías europeas hacia tiempo habían desecha-do por las lecciones obtenidas en las pasadas guerras.

No necesita nuestra caballería que se la despoje de sus mediosde accion que tiene para combatir a caballo para ser sustituidos poruna pistola automática como piensa Ud. Queda suficientemente ar-mada con el fusil, que es un arma de fuego mas poderosa i que de-berá emplear el jinete desmontado.

En este punto hai que hacer notar que si a la caballería hastael presente no se le ha dado un fusil, no es como creen algunos, portemor a que se convierta en infantería montada, pues ¿quién podríanegar el mayor poder que obtendría al estar armada así? Es única-mente por la dificultad que existe para llevar el rifle a caballo siendomas fácil la conduccion de la carabina. ¿En qué forma se llevaaquel? Este es el problema. Talvez lo mejor es conducirlo en un por-ta mosqueton al lado de la silla.

Usted en su conferencia no esplica el sistema que ha ideadopara trasportar el rifle a caballo, probablemente para evitar esa son-risita mordaz, que por ser maligna como el veneno, mata todo nobleesfuerzo, toda laudable iniciativa.

Las referencias que tengo de su invento le son en todo favora-bles i así le quedaría mui agradecido si se sirviera proporcionarmeuna funda para hacer las esperiencias prácticas del caso, manifestán-dole que para mí seria un verdadero honor si pudiera ser el primerJefe de caballería, en vista de los buenos resultados, poner en aplica-cion su invento al cual le doi una importancia trascendental, pues él

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solucionaria el importantísimo problema de poder conducir cómoda-mente el rifle a caballo.

Relacionado con el armamento estarían tambien los siguientespuntos que únicamente se citan, ya que cada uno de ellos daria lu-gar a detenido estudio.

a) Necesidad de uniformar el tipo de nuestro caballo militar.b) Disminucion del peso del equipo que conduce el caballo.c) Importancia de la seleccion del personal destinado a la caba-

llería, punto que a las otras armas no afecta especialmente (no debenser ni mui altos o bajos, ni pesados. La estatura de 1. 40 m a 1. 72 esconveniente).

Este procedimiento se ha adoptado ya en el Rejimiento Lance-ros, en el continjente de este año, con mui buen resultado.

Antes de terminar quiero dejar constancia de una esperienciaadquirida durante mi estada en la Zona norte del pais, así en lasmaniobras del año pasado como en el simulacro de combate del 20del presente: ello se refiere a la necesidad de dotar a cada cuerpo decaballería, uniformemente en paz i en guerra, de un grupo de ame-tralladoras a cuatro piezas; de tal modo, que en esta forma la Briga-da de Caballería en pié de guerra en lugar de seis piezas, constaríade ocho. Se suprimiría de ellas, la carabina, arma innecesaria i que,ademas, perjudica la rapidez para cargarlas i descargarlas, en unaaccion de guerra. Lo misino se suprimiría el sable. Podria en su lu-gar dárseles pistolas i machetes.

Son muchas las razones que abogan por la necesidad de aquellapequeña, pero importante reforma en la organizacion de nuestra ca-ballería; esto es dotar a cada rejimiento de un grupo a cuatro piezas.

Por fin, aunque las doctrinas que Ud. espone no son esperimen-tales, i de acuerdo con la opinion reinante de las mejores caballeríaseuropeas, su conferencia, sin embargo, contiene muchas novedades,por lo que, en todo caso, el que las opone contribuye al adelanto i elestudio. Solo desearía que pudieramos estar en todo en perfectoacuerdo.

Seria tambien de gran importancia i notoriedad el dar una con-ferencia tomando como tema, la siguiente materia: «Organizacion iempleo de la caballería», punto este, en el que hai mucha diverjen-cia en las opiniones, habiendo tenido oportunidad de oir espresarseaun a Jefes distinguidos de nuestro ejército, haciendo una lamentable

confusion sobre el empleo de nuestra arma, desconociéndose su rolen una campaña, conforme a las modernas doctrinas, que, no obs-tante, son exactamente las mismas sustentadas por el jenio de Na-poleon, pero hoi perfectamente comprendidas por nuestro espléndi-do modelo, la caballería alemana.

Quedo de Ud. su amigo de siempre.

A. ACOSTA C,

Mayor de Caballería.

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¿Habría ventajas para la artilleríaen suprimir la marcha regular?

Históricamente hablando, la marcha con cadencia i uniformi-dad, que puede hacerse siguiendo el toque de un tambor, por ejem-plo, nació, al parecer, de algunos escritores militares (Coloma, Gue-rra de Flandes) con la falanje griega.

Sin embargo, otros la hacen nacer con las tropas españolas queinstruyó Gonzalo Ayora en 1503. Naturalmente, no se trataba delpaso regular en' la forma que lo entendemos hoi, pero lo mencionopor ser las primeras noticias que hai sobre marcha con compas,oríjen cierto de la marcha de parada actual.

Una Ordenanza real española para infantería, de 1842, menciona el «paso uniforme, acompasado o en cadencia»; i un reglamentode táctica, tambien para infantería, publicado en España en 1867,distingue entre siete clases do marcha, la regular, con 55 centímetrosde lonjitud. Al citar reglamentos i ordenanzas españolas, queda sub-

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entendido que esas son las ideas dominantes en esa época, en Aus-tria, Prusia, Flándes, Nápoles, etc., ya que España, durante los añosque tuvo el cetro militar de la Europa, asimiló las prácticas de lospaises que Cárlos V i los que le siguieron, sometieron a su corona.

Me mueve, a1 dar estos datos, al parecer insignificantes, el de-seo de hacer ver que este moflo especial de marchar i que, lójica-mente, necesitaba ser enseñado demandando cuidado i atencion, sólose consideraba necesario para la infantería, ya que únicamente lomencionan las reales ordenanzas i reglamentos para esa arma.

Lo mas probable es que sea Prusia la primera, en los tiemposmodernos, que introdujo en sus tropas a pié el paso de parada oregular, en la forma que hoi lo comprendemos: ríjido i enérjico. Elreglamento mas antiguo que trata de esta materia, es el que ordenópublicar Federico II a mediados del siglo XVIII; tambien tratabade táctica de infantería.

En nuestros tiempos, el paso regular ha sido adoptado para elejército aleman; su lonjitud alcanza a 0. 80 m, i su compas a 114pasos por minuto. De allí lo ha copiado el Ejército de Chile, —entreotras muchas cosas que ha copiado, —(no me refiero a lo copiado enel órden táctico) para bien, algunas veces, para mal, casi todas.(Ejemplo: uniformes, paradas, etc)

En el reglamento de ejercicios para la infantería N. ° 30, ar-tículo 18, dice, hablando de las marchas: — «marchas de ejercicios opaso regular, marcha a discrecion i marcha sin compas. Largo delpaso, 0. 80 cm. Compas de marcha, 114 pasos por minuto. » I masadelante, en su art. 19, agrega: «La marcha de ejercicios desarrollala disciplina i la cohesion en la tropa. Se emplea en ejercicios regla-mentarios, como medio de perfeccionar las formaciones cerradas,para hacer honores i en parada. » I podría agregar: «Nuestro clima,la constitucion de nuestro soldado, la topografía del terreno, etc.,hacen inapropiada la marcha de ejercicios para nosotros. »

Está buena para la nieve i las estepas de la Pomerania, pero nopara nuestro suelo i nuestro clima. I esta anomalía no es estraña, yaque nuestros reglamentos son traducidos literalmente de los orijina-les alemanes, sin una modificacion, sin un arreglo que les dé ciertosabor nacional.

Se juzgará, sin duda, que son demasiado largas las reminiscen-cias históricas i críticas que hago en este trabajo, pero al hacerlo

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sólo he querido formular, como resultante, esta pregunta: —¿Cómo esque, habiendo sido dictada para la infantería la marcha regular estáreglamentariamente implantada en nuestra arma? A esta preguntasólo podría dar esta razon: Las piezas antiguas se servían con veinteo mas sirvientes que marchaban en órden cerrado detras de ellas.Los conductores eran arrieros contratados aparte. Es natural queesa artillería, que era mas infantería que otra cosa, que usaba losaires de marcha i las formaciones de la infantería, se sirviera de susreglamentos. Pero hoi, que las armas modernas han ido dando a lamecánica lo que ayer era trabajo del hombre, reduciendo a su mí-nimum el número de artilleros de cada pieza, supérfluo me pareceque sigan teniendo fuerza reglamentaria, principios que tenían razonde ser cuando había a quién aplicarlos.

Este seria, a mi juicio, el primer considerando para suprimirsu aplicacion en la artillería: la de ser un precepto anticuado, sinaplicacion en el combate del arma.

Empero, partiremos de la base reglamentaria: «La marcha re-gular desarrolla la disciplina i la cohesion en la tropa. »

Admitiendo esto, nos parece que en una tropa destinada acombatir con sus cañones, no seria cuerdo perder un tiempo pre-cioso en enseñar, como medio de llegar a la disciplina, la marcharegular. Creo que un jiro correctamente ejecutado, demanda menostiempo, e inculca tambien disciplina i cohesion. ¡Cuánto mas prove-cho se obtendría gastando ese tiempo en instruccion de apuntadores!

En cuanto a su empleo en paradas i desfiles, no tiene tampocorazon de ser, por cuanto no. desfilaremos nunca en esa forma. Parasaludo colectivo, en verdad, la marcha de ejercicio deja una impre-sion de vigor, disciplina e instruccion halagadora; como ejercicioornamental, en paradas, nos parece incomparable. Pero en su contraaduciremos la razon del tiempo, que en nuestra arma, donde tene-mos el triple conjunto de hombres, cañon i caballos, es un factorque debe ser tomado en cuenta.

Se dice, i con razon, que la instruccion a pié i la jimnasia, sonla base de toda disciplina. Me parece que no es complemento obli-gado el paso regular de la instruccion a pié. Agréguese que paraejecutarlo medianamente correcto, se necesita una media hora o masde constante dedicacion durante todo el período de instruccion dereclutas.

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Otra ventaja que podria citarse en pro de la conservacion deesta marcha, seria su aplicacion como medio jimnástico de primerórden; i en verdad, pocas preparaciones dejan mas benéficos resul-tados en el individuo que la marcha, lenta al principio, con la piernaestirada, la punta del pié hácia abajo, el cuerpo en tension i el pecholevantado. Pero el tiempo no nos permite darnos el lujo de un ejer-cicio físico que demanda tanta dedicacion para llegar a su perfec-cionamiento.

Como resúmen diremos que hai conveniencia en suprimir lamarcha regular de la artillería:

1. º Porque, creada para la infantería, como lo he dejado pro-bado. en la primera parte de este tema, dejó de tener razon regla-mentaria, cuando el número de artilleros-sirvientes se redujo a unnúmero que no necesita «evolucionar», ni ejercitarse en «ordencerrado»;

2. ° Poique su aplicacion como jenerador de disciplina en loscombates, no tiene razon de ser, ya que el modo de combatir de laartillería moderna esclu3'e absolutamente su aprovechamiento; i par-tiendo de la base que no debemos ejercitar en la paz, lo que no ser-virá para la guerra; i

3. ° Porque con el servicio de un año i el mucho trabajo que unarma tan complicada como la artillería necesita para su manejo, elaprendizaje de la marcha regular demanda un tiempo precioso queno podemos malgastar;

I que por las razones espuestas, no sólo hai ventajas, sino posi-tiva conveniencia en escluir de nuestros programas de trabajo, lamarcha regular, que demanda tiempo i dedicacion, i no presta ser-vicio alguno.

Santiago, 1. ° de Setiembre de 1913.

TOBÍAS BARROS,Teniente 2. ° en el Rej. «Tacna» N. ° 1

¿Por qué no hemos podido llegara formar, en materia de equipo,una dotacion de perra en las unidades de tropa?

La respuesta es bien sencilla.El Supremo Gobierno dictó el decreto G. 1. —N. ° 162 de 2 4 - I

—907, mandando poner en vijencia un magnífico «Reglamento devestuario en tiempo de paz», i despues de cinco años, venios que losórganos u oficinas ministeriales por medio de decretos, órdenes mi-nisteriales i otras medidas, lo han puesto fuera de uso.

El Regl. N. ° 27, está vijente, porque no se ha. dictado otro quelo derogue, pero en la práctica no se cumple porque el Ministerioque lo dictó, no ha dado cumplimiento a él, i se han sucedido otrasprácticas que han echado por tierra las sabias disposiciones quecontenia.

Para formar rápidamente nuestras dotaciones de guerra hai quedar cumplimiento estricto al artículo 4, inciso final, del Reglamentode Vestuario que autoriza a los comandantes de cuerpo para comprar (en el réjimen actual de provision por los almacenes de ejército,para recibir) las prendas que ellos deseen, teniendo cuidado de nosobrepasarse del valor de las especies que les corresponde recibir co-mo dotacion reglamentaria.

Actualmente rije el perjudicial i rutinario sistema que conoci-mos ántes de 1906. A los rejimientos se les dan las especies que les

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fija la dotacion de Reglamento de Vestuario, tengan o no necesidadde ellas.

Así, por ejemplo, si yo tengo en mi almacen 300 marmitas, de-biendo tener sólo 150, no puedo renunciar a recibir a principios de1914 unas cincuenta mas i es inútil que diga que no necesito masmarmitas, pues me las dan.

Dentro del espíritu del art. 4 del Reglamento de Vestuario quecomento, podría yo decir: estas 50 marmitas que me correspondenel año proximo le cuestan al Fisco, digamos, 45 pesos. Como yo nolas necesito, voi a pedir me den pantalones de montar, espuelas icorbatines por ese mismo valor, pues de estas últimas especies hegastado mucho en el último año i me están faltando, no tengo dota-cion de guerra de ellas, i hai que comenzar a formarla.

¿Qué pierde el Fisco con esto? ¿En qué se sacrifica a las tropascon este sistema? No se ve respuesta que dar a esto.

Ojalá se pusiera en vijencia estricta esta disposicion reglemen-taria, a fin de llegar, a formar pronto la dotacion de guerra, de quehoi carecen muchas unidades. "Es cierto que hai unidades que tienenfuertes reservas de vestuario o equipo, pero hai que reconocer quehan formado dotacion de guerra de cierto número determinado deartículos, a consecuencia de que la duracion que se les ha fijado enel Reglamento es muí corta. En cambio, con el sistema actual, haiespecies que no podrán economizarse jamas, porque apenas alcanzanpara el año. Ejemplo: el calzado en las tropas a pié.

Enero de 1914.MARCIAL URRUTIA,

Capitan.

EJERCICIOS

De Rejimiento i de Brigada de InfanteríaPOR EL

(Traducido del Militär wochenblatt del 2 de Agosto de 1913)

El significado i carácter del Rejimiento i de la Brigada, como uni-dades de tropas, ha sido determinado en una forma completa por elRegl, de Ejercicios para la infantería, artículos 470 i 471. En losejercicios «se debe aprender la cooperacion de las partes aisladas enun objetivo comun de combate».

En consecuencia, los días de ejercicios no están destinados paramaniobrar, sino para aprender el combate de infantería en las gran-des unidades. En la Brigada es preciso evitar, ante todo, que el com-bate se convierta en una accion parcial de ámbos Tejimientos; por elcontrario, es indispensable conservar la unidad en la operacion, aun

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Cuando se deje plena independencia a los comandantes subordinadosLa deseable concurrencia de otras armas a estos ejercicios debe sola-mente completar el cuadro; lo principal consiste en el adiestramien-to de los comandantes, de todos los grados, i de la tropa para el com-bate de conjunto de la infantería, para el cual faltará casi siempretiempo en los dias de maniobras. Un rejimiento de infantería de tresbatallones, con compañía de ametralladoras i cuadrilla telefónica,mui rara vez se presentará al frente del enemigo sin algunos jinetesi sin artillería. De aquí se derivan las tareas: actividad del comando,accion del combate de los, batallones en cooperacion con las otras ar-mas, servicio de esploracion i comunicacion,

Segun el Reglamento de Maniobras, artículo 11, se destinan diezdias de ejercicios para el Rejimiento i la brigada, de los cuales 5 o 6corresponden al rejimiento; i a los Tejimientos que cubren mas deuna guarnicion, pueden aumentárseles dos dias mas. Casi por lo je-neral los ejercicios de Rejimiento i de Brigada se efectúan en los cam-pos de ejercicios de tropas; de aquí se deduce por un lado una sen-sible restriccion de tiempo que solamente se puede compensar ha-ciendo en la guarnicion algunos ejercicios preparatorios; pero porotro lado, la presencia en un campo de ejercicio de tropas ofrece confrecuencia la ocasion de practicar con las otras armas i de formarunidades con dotacion de guerra. La materia de ejercicios está con-signada en el Reglamento. Las colocaciones (1) i movimientos en lasformaciones «le reunion se restrinjirán a lo indispensable; del todono podemos pasarnos sin ellas, hablándose de grandes unidades, enla marcha de aproximacion para la batalla, de dia i de noche, i alhacer avanzar una tropa de sector en sector, siendo indiferente quelos batallones so muevan en columna profunda o en columna demarcha acortada, por ejemplo: en doble columna de marcha. Losmovimientos deben ejecutarse «sin molestarse unos con otros, con-servando las relaciones de conjunto i aprovechando diestramente elterreno». El Regl, de Ejercicios austríaco para las tropas de a piédice mui bien en el N. ° 476: «La ocasion que se presenta al salir alcampo de ejercicios, al reunirse ántes" i despues de los ejercicios de

(1) La formacion, el fraccionamiento, los intervalos i distancias de las uni-dades de mando, así como el lugar en que se sitúen los comandantes, se determi-narán segun la situacion, objeto, terreno i espacio, —Regl. Ej. Inf. art. 246,

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combate, ha de ser suficiente para ejercitar el paso de la columna demarcha a formaciones mas anchas i vice-versa, así como una largamarcha en las correspondientes formaciones agrupadas en órden ce-rrado, así como los cambios de direccion i de frente En ningun casose dedicará a eso, dias completos de ejercicios».

Lo mas sencillo es hacer los ejercicios de manera que despuesdel desfile, se tome, al salir, una formacion de reunion i se ejecutenalgunos movimientos. Tambien puede ser conveniente, bajo la supo-sicion de una sorpresa, o de que el enemigo aparezca en el terrenodespues de un corto tiempo en un punto determinado, ordenar unrápido despliegue partiendo de una formacion semejante. No puedenescluirse tampoco las situaciones en que una tropa tenga que desple-garse rápidamente partiendo de una formacion estrecha viente cerra-da. Los ejercicios de combate del rejimiento i de la brigada debendesarrollarse dentro del mareo de la brigada o de la division. Unamirada al Regl, de Serv. en Camp., pajina 6, «Representacion de co-lumnas de marcha», permite reconocer una situacion diversa si elrejimiento, por ejemplo, es en la columna de marcha la vanguardia,el rejimiento del grueso que va mas adelante o uno de los rejimien-tos de la segunda brigada.

Del mismo modo se desprenden diversas tareas para la brigadaal considerar la ramificacion de un cuerpo de ejército desde la columna de marcha. Dentro del marco del cuerpo de ejército, corresponderámuchas veces a la brigada que va mas atras en una division, llenarel espacio desocupado entre la faja de combate de la brigada de masadelante i la de la division vecina. Al lado de esta tarea, hai otras enque el rejimiento hace el papel de destacamento (flanco guardia) o co-mo reserva. Sin embargo, Rejimientos i brigadas que obren indepen-dientemente se ven mui rara vez en la realidad.

Para el rejimiento i la brigada lo mas importante es el ataqueapoyado en ámbas alas, que exije aprovechar con destreza el terrenoi una atenta cooperacion con la artillería. De desear es, por ejemplo,que dentro de la brigada un rejimiento encuentre mas fácilmente queel otro para la ejecucion del combate, como sucedería si una parte,a causa de un fracaso del vecino, se viera obligado a entrar acelera-damente en combate, o que el comandante dando diferentes espaciosde combate, suministrara a un tejimiento mayor fuerza de combateque al vecino. Aun despues de efectuado el asalto, un fracaso del ve-

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cino o un contra ataque del enemigo pueden suministrar materia pa-ra varias alternativas. Por principio, ningun combate termina con elrompimiento de la posicion enemiga i sin embargo, las primeras me-didas despues de la victoria, en la cual debemos contar con el fuegode la artillería i contra ataque de la infantería i caballería, son espe-cialmente instructivas. El comandante ha de llegar lo mas prontoposible a la posicion tomada procurando volver a tener cuanto ántessus tropas en la mano i evitando que se malgasten sin objeto lasfuerzas sobrantes; será el modo de ayudar a los vecinos i ordenarála persecucion, pero sin descuidar en este momento la esploracion.

De mucho valor para todos los comandantes son los combatesde encuentro, sea suponiendo a la unidad como vanguardia o comoTejimiento delantero del grueso. Para este último caso el procedi-miento será diverso, si la tropa de mas adelante está vencedora, sise mantiene trabajosamente i ya viene retrocediendo. Si se coloca unpartido con las profundidades de marcha de guerra. con distanciasde seguridad aumentadas, o por el contrario, en formacion de reu-nion, (1) se producirán las mas diversas resoluciones. Mui provecho-sa resulta una tarea en que, en uno de los partidos, toma el gruesouna posicion bajo la proteccion de la vanguardia, haciendo despuesretroceder a ésta.

Al atacar, el enemigo que quiera proceder rápidamente, encon-trarla dificultades especiales. Mediante el empleo conveniente del es-calonamiento hácia adelante puede obtenerse en el combate de en-cuentro, en ciertas ocasiones, un ataque frontero i envolvente, queraras veces se puede efectuar llevando el grueso contra el flanco delenemigo, a causa de la pérdida de tiempo que esto orijina. Por otraparte, este último movimiento dejaria a la vanguardia entregada asu propia suerte; el comando renunciaría así a la ventaja de aprove-char el adelanto obtenido en el despliegue para el combate. En estecaso, un «escalonamiento hácia adelante» ordenado en la ramifica-cion, seria mui ventajoso, sin contar con que empleando se cumplecon el principio de todas las ramificaciones de asignar a la unidadde mas adelante el camino mas largo.

(1) La práctica de los ejercicios demuestra que esta ventaja de tener un ma-yor apresto para el combate no siempre se reconoce i aprovecha.

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Los frentes ya constituidos se deben afianzar ántes de envolvi-miento; mientras que aquellos que se están constituyendo se puedenenvolver aun sin afianzarlos en el frente. Para esto último es indis-pensable que el movimiento sea encubierto por la caballería i antetodo de modo que no se produzca un contacto de combate que obli-gue a la vanguardia a entrar inmediatamente en accion. El Jeneralvon Bernhardi, en su libro «Táctica en Instruccion de la Infantería»ha recomendado teóricamente este procedimiento, ya empleado enla práctica, despues de haberlo tratado de preferencia en su «Servi-cio de Caballería». Tal escalonamiento hácia adelante garantiza lainiciativa para el ataque, suministra un adelanto en tiempo i espacioi asegura al mismo tiempo, mas que cualquiera otra medida, el alaesterior de la tropa colocada mas atras». El mencionado Jeneral dicea continuacion (páj. 114) que un afianzamiento en el frente i un en-volvimiento simultáneo en el frente supone una superioridad numé-rica; i luego en la pajina 114: «Pero cuando ha. sido posible parali-zar la actividad esploradora del enemigo o cuando el terreno es especialmente favorable para un movimiento de flanco o cubierto, sepodrá hoi dia aun efectuar el envolvimiento simplemente táctico sinataque simultánea en el frente. Miéntras mas estenso es el frenteenemigo, mas probabilidad hai de que resulte la maniobra. Pero estaofrece ventaja en todas las circunstancias, aun cuando el enemigohaya podido cambiar el frente contra el envolvimiento, pues ellaobliga al enemigo a batirse en terreno distinto de aquel que él habiabuscado como mas favorable, i esto es de un valor incalculable». Lospeligros del escalonamiento hácia adelante residen mas en la disper-sion de las fuerzas que en la circunstancia de que el comandante dela fraccion ya escalonada desempeñe el papel que se le ha asignado,dentro de los límites correctos, esto es, que no se sobrepase de ellosi que no realice la tarea en espera de órdenes.

En el combate de encuentro, especialmente cuando las direccio-nes de la marcha de avance se cruzan en ángulo, se producen roza-mientos que son de un valor especial para el adiestramiento de nues-tros comandantes. El combate de encuentro exije de todos los co-mandantes una fijeza en la ejecucion que resista a to las las impre-siones variables i una gran flexibilidad en las resoluciones que faciliteestar a la altura de las variadas situaciones, cambiando en formacorrespondiente las medidas tomadas, así como de aprovechar las al-

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ternativas favorables que se hayan presentado en el curso de la ac-cion. «En ninguna ocasion, dice el Jeneral von Blume, en su obra«Estratejia, sus tareas i medios» se hacen sentir de un modo maseficaz la intelijencia, resolucion i bien educada iniciativa de los co-mandantes como en el combate de encuentro. Un ejército que en estesentido pueda confiar en su superioridad, debería aprovechar todaocasion para resolver tareas de combate, por medio del combate deencuentro.

La defensa intencional (o mejor, de propia voluntad) necesitatambien ser ejercitada; pero para evitar pérdida de tiempo, se reco-mienda practicar el modo de ocupar la posicion, ántes del ejercicio.Mui instructivo es colocarse en apresto i ejecutar un contra ataque enla defensa; siendo en este caso mui importante el que los sub-coman-dantes reconozcan correctamente la diferencia entre un contra ata-que en la defensa i el envolvimiento en el ataque. En este último,yo dirijo el ala interior contra el punto en que supongo la reservaenemiga i procuro anticipármele al enemigo en la constitucion de suflanco defensivo; miéntras que el contra ataque dirijido contra lalínea de combate, exije un fuerte frente de fuego i débiles reservasdetrás de las alas.

(Continuará).

Estudio sobre el serviciode la caballería en campaña

Introduccion

Principiaremos por establecer la definicion del papel pertenecientea la caballería, resumido en estas tres palabras:

La caballería esplora, proteje i combate

Esto es lo que guia en la instruccion i clasifica el papel de la ca-ballería al frente de los ejércitos en tres misiones distintas.

La esploracion. —La seguridad de primera línea. —La proteccion inmediata

En un Ejército, la caballería de seguridad de primera linca pue-ble dejarse a-la disposicion de los comandos divisionarios o repartir-

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se en uno o varios grupos separados operando bajo las órdenes di-rectas del Comando Superior del Ejército.

Cada una de las divisiones del Ejército, dispone de un escua-dron (divisionario), para concurrir a su proteccion inmediata i losTejimientos que no toman parte en las divisiones del Ejército, seagrupan en brigadas o divisiones, de los cuales varios pueden reu-nirse en cuerpos de caballería, i es a éstos a quienes les incumbe elservicio de esploracion.

Hai la tendencia de confiar a la caballería la doble mision decubrir i descubrir a la vez, es decir, estar dependiente e independien-te. Dos tendencias bastante incompatibles, porque si la caballería deseguridad, como toda caballería que precede a una tropa, tiene tam-bien su mision de informaciones que llenar; será mas sabio que ellasepare estos dos papeles que no sabria cumplir a la vez sin correr ries-go de comprometer el uno o el otro.

Esto no quiere decir, sin embargo, que debe haber una caballe-ría especial consagrada a cada servicio, no hai mas que una sola quedebe ser apta para toda mision atendiendo las circunstancias.

Mas, los Reglamentos no separan de ningun modo el papel deesploracion del de seguridad, dando una independencia mas gran-de a la esploracion, desligada del de proteccion, que la abstrae-ría a quedarse al traves de la ruta del enemigo, cuando su tendenciadebe ser ganar sus flancos para conocerlos mejor (primer punto fijode la esploracion en jeneral).

Finalmente, la constitucion de los grupos de caballería corres-ponde mas bien, a la idea táctica que a la idea estratéjica. Ella derivade esta concepcion: «que la caballería de esploracion, debiendo estaren condiciones de triunfar de las oposiciones de la caballería adver-sa debe estar constituida lo mas fuertemente posible para derrivarla».

No nos estenderemos mas, sobre esta sola definicion, las esplica-ciones dadas en el capítulo de la esploracion precisan el objeto i losprocederes de este servicio, relativamente independiente.

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Exploracion

La esploracion tiene por objeto, suministrar al Comandante enJefe, los informes jenerales que necesita para dirijir las tropas i ase-gurar el buen éxito de sus operaciones.

En los ejércitos este servicio incumbe a las brigadas o divisio-nes de caballería, que poseen, en principio, artillería a caballo.

«El papel esencial de la caballería de esploracion, es de tomar elcontacto del enemigo i de conservarlo constantemente, de combatir irechazar la caballería adversa, para acercarse a las masas de lainfantería enemiga, descubriendo sus posiciones i sus movimientos».

«Esta definicion, sin embargo, bien completa, ha sido interpre-tada de mui distintas maneras. La esploracion es una concepcionnueva i es evidente que miéntras mas progresen los ejércitos, masnecesitan estender sus servicios de informacion, tanto para darsetiempo i comodidad, como también para tener libertad de accion.

En las guerras futuras el Comandante en Jefe, necesitará no so-lamente estar protejido o al corriente de lo que ocurre sino recibirdatos de más lejos sobre los movimientos del enemigo para combi-nar sus operaciones.

«Para dirijir las tropas i asegurar el buen éxito de sus operaciones,en todos los tiempos, los ejércitos marchando al encuentro uno delotro, han esperimentado la necesidad de orientar su marcha i de in-formarse cuanto ántes sobre las disposiciones del enemigo, i es natu-ralmente la caballería la que ha sido siempre encargada de este ser-vicio, por ser el arma mas móvil.

En la antigüedad, en la época de Federico, la caballería era so-bre todo una arma de batalla. No es sino bajo Napoleon, cuandoapareció la idea de su empleo estratéjico i se limitaba al alcance ac-tual de nuestro servicio de primera línea, o sin eso tomaba el rol devanguardia estratéjica. Despues de 1815, el servicio de la caballeríaal frente de los ejércitos cayó en desuso, se limitó hasta quedar redu-cida a lo que llamariamos la proteccion inmediata.

Los ejércitos se movían en unas atmósfera de caballería insufi-ciente a un libre albedrío, i no estaban de ningun modo informados

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sobre los movimientos del enemigo, Se caminaba en él vacío i se tro-pezaba a la imprevista.

El contacto no se toma sino en el encuentro i la batalla tienetodos los caracteres de una improvisacion.

«El caso de las guerras de Crimea i de Italia.«La guerra de 1866 empezó de la misma manera, i no es sino

despues de Sadowa cuando la caballería prusiana, arrastrada por losindicios de la retirada, toma las delanteras e improvisa un servicioesploracion para tomar nuevamente el contacto i definir la situacionque era absolutamente desconocida del alto Comando.

Despues de este resultado feliz i tan completo, se debía esperaren 1870 al menos, de parte de los alemanes, que la caballería em-pleara los mismos procederes para reconocer los agrupamientos delEjército frances i definir sus disposiciones, para hacer, en una pala-bra, esploraciones. Se inspiró, mas no lo hizo.

No hai, sin embargo, que tomar por contacto la promiscuidadde dos grupos sistemáticamente opuesto para marear la concentra-cion de las fuerzas principales.

Si la esploracion al principiar las hostilidades, ve cambiarse sumision, ella debe conservar como punto principal en esos momentos,como en las otras circunstancias, de informar al Comando sobre lasformaciones i las intenciones del enemigo. Se ha llegado a dar porobjeto a la caballería de esploracion el de buscar cuidadosamente ala caballería enemiga i batirla.

Esto es, inspirarle dos tendencias absolutamente contrarias pues-to que su mision principal es la toma de contacto del grueso delenemigo.

Buscar la caballería enemiga no es un medio seguro de buscar elgrueso del enemigo, puesto que ésta opera a gran distancia de él. Batirla es igualmente mui problemático (el hombre propone i Dios dis-pone) hai tantos riesgos que correr, tantas condiciones que realizarpara asegurar el buen éxito de un encuentro de caballería i jeneral-mente el jiro de una accion de caballería depende de la circunstanciadel combate.

Se admite jeneralmente que la accion decisiva pertenece a laúltima tropa que frescamente ataca i busca a la caballería para ba-tirla, seria pues esponerse como preámbulo a muchos riesgos.

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Esta tendencia, sin embargo, ha llegado a ser un hecho en nues-tra caballería i es necesario reaccionar contra este espíritu de parti-cularismo que ha acabado por magnetizar a tal estremo las tropas decaballería que es seguro ver en las maniobras, tan luego sueltos, icualquiera que fuera su mision, todos los destacamentos de caballe-ría pequeños i grandes, aglomerados hasta el último trance en loscombates.

El combate hasta el último trance, la lucha repetida varias ve-ces es lójica, mientras tanto, la ocasion de la toma de contacto i delos informes muchas veces se olvida.

Ver es, en la esploracion, la pauta capital i el combate, no es masque un medio para llegar a ese fin.

En verdad, no es de ningun modo necesario a la caballería enesploracion buscar de hecho a la caballería enemiga ni tampocode batirla, si ella no la encuentra en su camino tanto mejor, llegan-do así mas fácilmente a su objetivo. Pero no siempre la caballería enesploracion podrá evitar el combate, puesto que a menudo encontra-rá en su camino a la caballería adversa animada de los misinos sen-timientos. En este caso, indudablemente, el combate se impone, i siuno no lo busca hai, sin embargo, que estar listo para ello ya queéste no es mas que un medio i ver es el punto principal.

El grueso de las fuerzas de esploracion debe ser, lo que se pue-da agrupar en las manos del Jefe con el objeto de estar constante-mente listos para combatir a la caballería adversa i romper si hailugar, la resistencia que se pudiera encontrar, para fijar el sitio a laslíneas de marcha de la infantería enemiga, la estension i la profun-didad de estas líneas i conservar siempre el contacto.

Estar en condicion de combatir no quiere decir, buscar el com-bate, pero estar listo en caso de necesidad, como lo corroboran lasespresiones: si el tiene lugar i se pudiere encontrar. En resúmen,se combate solamente si se necesita i para la penetracion hasta lossitios o a las líneas de marcha de la infantería enemiga.

Nuestro Reglamento sobre el servicio de campaña prescribe unservicio de seguridad de primera línea, confiado a la caballería deEjército encargada de rechazar las tentativas de penetracion de lacaballería enemiga.

No se debe de buscar de hecho a la caballería enemiga, puestoque en igual caso seria esto abandonar la probabilidad de la toma

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del contacto de la infantería por el placer de medirse con lacaballería.

Todos los nuevos Reglamentos sobre el servicio de campaña detodos los ejércitos, unánimes proclaman que: ver es, en la esploracionel punto principal, i que el combate no es mas que un medio parallegar a ese fin.

En cuanto al proceder dé informacion, es suministrado por losreconocimientos de oficiales i de los destacamentos de fuerza variable,que constituyen lo que se llama el servicio de descubierta.

Estos elementos móviles tienen por objeto principal, orientarla marcha del grueso de la esploracion i evitarle las vacilaciones.

Estos son, se puede decir, ron acierto, los tentáculos del servi-cio de esploracion.

Sin embargo, si los reconocimientos de oficiales, extra lijero,deben ante todo emplear astucia, los destacamentos de descubiertarepresentan ya una pequeña unidad constituida, pueden hacer usode la fuerza para operar en su penetracion.

Hai, pues, hai dos procederes que, simultáneamente, deben es-tar evidentemente combinados.

Mas no se sabria como tener un dispositivo moral para este ser-vicio de descubierta esencialmente variable con las circunstancias.

De aquí que el número i la fuerza de estos elementos los deter-mina el Comandante, teniendo en cuenta el objetivo que se deseaalcanzar, la posible resistencia en los partidos opuestos, del pais ami-go o enemigo i de las exijencias de la trasmision de los informes.

Hai que considerar como primordial la obligacion de no agregara estas misiones mas que lo estrictamente necesario.

El envío simultáneo, en determinadas direcciones i sobre deter-minados puntos de reconocimientos i de destacamentos, teniendo lamision de concurrir a un mismo punto, realiza una especie de ramalde informaciones suministrando datos que se completan i se controlanmútuamente. Aunque los elementos de este ramal pueden en algu-nos casos prestarse un apoyo mútuo, no existe entre ellos ningunamision, ninguna amarra. Ademas ellos no concurren sino mui indi-rectamente a la seguridad del grueso porque en caso de ser rechazadoes independiente en sus movimientos. Esto indica claramente que haique hacerlos obrar simultánea e independientemente, permitiéndoles,sin embargo, prestarse una ayuda cuando la ocasion se presente,

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pero cada cual debe tener su objetivo especial, lo que será muchasveces desconocido.

Sin embargo, esto no quiere decir que un destacamento de des-cubierta i un reconocimiento de oficial no pueda marchar en consor-cio durante un cierto tiempo, teniendo en el mas allá misiones distintas. Son evidentemente las circunstancias las que mandan i otrostantos casos particulares, otras tantas maneras de obrar, sin que poreso se deje de respetar el principio de independencia enunciado masarriba, que es indispensable para la ejecucion de la mision particu-ar de cada cual.

Por ejemplo, si el pais está invadido por patrullas enemigas i sedesea enviar mas allá de esa zona un reconocimiento de oficial pararecojer tal o cual informe de su competencia, será de alguna venta-ja agregarle un destacamento de descubierta, para ayudarlo a rom-per la zona de las patrullas enemigas i una vez que el camino estéespedito el reconocimiento continuará solo su marcha adelante.

No es tampoco admisible, que en un caso especialísimo un destaca-mento de descubierta sea encargado, como se hace muí a menudo, dedesprender el mismo un reconocimiento de oficial, porque esta últi-na mision debe darla en persona el Comandante de caballería, que

sólo puede dirijir el gasto de elementos de descubierta segun las ne-cesidades.

En jeneral, los destacamentos serán enviados en un radio masrestrinjido que los reconocimientos de oficiales, evidentemente en elpunto que permita al Comandante de la caballería de recuperar lamayor parte de sus fuerzas, cuando él esté suficientemente informa-do para tomar una resolucion.

Los elementos de descubierta no concurren sino mui indirecta-mente a la seguridad del grueso. Es por esta razon que una tropano puede a la vez cubrir i descubrir, es decir, ir i guardar las infor-maciones, estacionarse i seguir adelante; ya sabemos que el cuidadode rebuscar al enemigo está confiado a elementos mui móviles. Loque no les impide, en efecto, desempeñar su papel, de concurrir indi-rectamente a la seguridad del grueso, como concurren allí los ele-mentos móviles (patrullas) del servicio de seguridad.

Es despues de la primera toma de contacto que aparece, sobretodo, la necesidad de la independencia de movimientos de la descu-bierta i del grueso i llegada a esta faz la esploracion, valdrá la pena

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mejor dejar los elementos de descubierta continuar la esploracion defrente i dirijir el grueso sobre los flancos.

Sin embargo, un reconocimiento de oficia], evidentemente mu-cho mas móvil que el grueso, podrá tambien ántes que él, remontarel flanco del dispositivo enemigo i determinar su situacion.

La amplitud que hai, que dar a la descubierta es esencialmentevariable i puede ser modificada a medida que se toma el contactodel enemigo sobre uno o varios puntos.

En una palabra, la esploracion debe amoldar su servicio de des-cubierta al dispositivo del enemigo i el grueso está ahí «para romperla resistencia que se pudiera encontrar».

En jeneral, el grueso de las fuerzas de la esploracion se llevalentamente i con saltos sucesivos en la direccion presumida del ene-migo, hasta que las informaciones restablezcan claramente la si-tuacion.

Luego, resumiendo, tenemos los reconocimientos de oficiales en-viados a lo léjos, los destacamentos de descubierta, que operan en unradio de ménos importancia i despues el grueso de la esploracion quese adelanta con saltos sucesivos.

Si se aconseja al grueso encaminarse en la direccion dondese supone se encuentra el enemigo, lentamente i con saltos sucesivoses que esta direccion no está mas que presumida, pues si ella fueseconocida del todo, no habria lugar do llegar hasta ella lentamente icon dichos saltos.

Es, ademas, deber de todo Jefe de caballería caminar al en-cuentro de los informes, guiándose de su buen tino i de la interpre-tacion de los indicios.

Si los destacamentos de descubierta constituyen ya los elementosde fuerza para la esploracion, el grueso es el elemento de fuerza porexcelencia, i sus baterías de artillería, no son ni su menor apoyo.

La union de la artillería a caballo con la caballería no es nueva,pudiéndose decir que este fué el objeto de su creacion.

La innovacion de nuestros dias consiste en agregarla de un modo, permanente a la caballería, confiándole el cuidado de secundarsu poder en todas las misiones.

(Continuará)

Reorganizacion i rearmamentode la artillería de campaña de los Estados Unidos

de Norteamérica

(Continuacion)

MUNICIONES I TRENES DE MUNICIONES

Dentro de los principios jenerales conviene tratar de ámbos pun-tos conjuntamente, porque la cuestion del suministro de municionesestá complicada por dos consideraciones diametralniente opuestas:De una mano, es deseable llevarse sobre ruedas bastante muni-cion, de modo que no pueda ocurrir escásez de ella durante las ope-raciones; i por otra parte, se está en la imperiosa necesidad de limi-tar las columnas de municiones a su menor lonjitud compatible conla seguridad de tener un correcto aprovisionamiento de municiones.Se deja constancia, por lo demas, de que «cañones sin municionesno sólo son inútiles sino que una seria i positiva desventaja para lossuyos».

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De aquí resulta que toda decision tiene que ser un compromiso,i con el fin de obtener una solucion satisfactoria, la Comision adoptóciertos principios directos que forman la base en que descansan sus re-comendaciones finales establecidas en este Informe. Son los siguientes:

a) Para asegurar el pronto i eficiente reaprovisionamiento demuniciones en el campo de btalla, es esencial que sea trasportadaen carros de municiones toda la municion que se lleva con las tro-pas (tanto en las baterías como en los trenes de municiones).

b) Los trenes de municiones deben tener personal contratado(enlisted personnel) i deben ser mandados por oficiales.

c) La unidad de aprovisionamiento debe ser determinada demodo que contenga el mayor número de vehículos que pueda sersupervijilado eficientemente por un oficial, a la vez que pueda serrápidamente subdividida para poder abastecer un grupo o una solabatería.

d) La provision que actualmente prescribe el Reglamento deServicio de Campaña para el cañon de campaña de 7. 5 cm (1) permi-te arreglos apropiados i es razonablemente eficiente.

e) El número de cartuchos para los tipos mas pesados de caño-nes i obuses que da el citado Reglamento no está en armonía con lacapacidad actual de loa carros como han sido adoptados finalmente.Ademas, la Comision estima que la cantidad fijada por dicho Regla-mento para los tipos pesados {2) es inadecuada.

f) El principio jeneral, enunciado en el Reglamento de Serviciode Campaña, de proveer al depósito de aprovisionamiento avanzado,de un número de proyectiles completo igual al que se lleva rodadocon las tropas, incluso el tren de municiones, es correcto en lo queconcierne a todos los tipos de cañones i al obus de campaña de

(1) En el armon del cañon, 36 cartuchos; en el cafion mismo para caso im-previsto, 4; en los carros (36 en el armon, 70 en el cofre; total por carro, 106;tres carros por cafion), 316; en el tren de municiones, 106; total = 464 proyecti-les por pieza. Art. 223 Field Service Regulations United States Army, 1910. —(M. A. D).

(2) Para cada cafion de campaña de 7. 5 cm (3"), con las tropas 464, en el de-pósito avanzado 464; para cada cañon pesado de campaña de 11. 75 cm (4. 7"), con.las tropas 180, en el depósito avanzado 180; para cada obus pesado de campañade 15 cm (6 ' \ con las tropas 100, en) el depósito avanzado) 100. —Art, 235 del loetic. —M. A. D. )

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9, 5 cm. Es imposible llevar tan ámplia provision de municiones so-bre ruedas para los obuses de 11. 75 i de 15 cm a causa de la inde-bida lonjitud de los trenes. Para alcanzar esta condicion, la Comi-sion recomienda que, para los obuses de 11. 75 i de 15 cm el núme-ro de proyectiles completos que se conservan en el Depósito Avanza-do sea el doble de aquel que se lleva sobre ruedas con las tropas.Tomando en cuenta que el empleo intensivo de la artillería pesadade campaña e3, en jeneral, resultado de una resistencia considerableque acarrearía un combate de varios dias de duracion; la Comisioncree que habrá tiempo suficiente para hacer arreglos mas menos com-pletos para traer las municiones necesarias, por lo que estima que elplan recomendado asegurará un suministro suficiente de municionespara los obuses pesados.

g) Cañones i armones de reserva se agregarán a los trenes demuniciones de modo que se pueda reemplazar el material destruido.El número de tales cañones debe ser limitado i será inversamenteproporcional, aproximadamente, al número de cañones de los diver-sos tipos disponibles para la línea de fuego, puesto que mientrasmenor es el número de cañones mas seria es la destruccion de unosolo.

Esta reserva de cañones i armones no es de uso en ningun ejér-cito que sepamos, puesto que lo mismo que las bajas de los hombres,se reemplazan las bajas del material, por la línea de etapas, desde laPatria estratéjica.

COMPOSICION DE LOS TRENES DE MUNICIONES

La Comision recomienda que la parte de artillería del tren o co-lumna de municiones de cada division i de cada division ausiliar,no armadas de obuses de montaña (1), sea un grupo (battalion) de

(1) El orijinal dice aquí un galimatías: «Based upon the above principiesthe Board recommends that the part of the ammunition train of each division andof each auxiliary equipped with mountain howitzer materiel, each ammunitionbattalion of three ammunition batteries. Except for those 2. a». —Una «batería demuniciones» comprende dos media baterias de tres pelotones de cuatro curroscada peloton. (M. A. D. )

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tres baterías de municiones. Cada' uno de estos grupos comprende-ría 24 cofres con sus armones, 1 carro (wagon) almacen con su ar-mon, 1 carro de batería con su armon, 1 cañon de repuesto i reservacon su armon i tantos carros de subsistencias como fueren necesa-rios. En estas divisiones no armadas con obuses de montaña, la pri-mera batería de municiones tendría cofres, etc. para el tipo de cañonde compaña de 7. 5 cm; la tercera batería de municiones tenuria co-fres, etc. ya para el tipo de obus de 9. 5 cm ya para el de 11. 75 cm,de acuerdo con el armamento particular de la division; la segundabatería de municiones seria mista, la mitad de los cafres i demasvehículos de artillería serian para el tipo de cañon de campaña de7. 5 cm i los cofres restantes serian para el tipo de obus de campañade 9. 5 cm o para el obus de 11. 75 cm segun el armamento de la di-vision. En las divisiones ausiliares una batería de municiones ten-dría cofres, etc. para obus de 11. 75 cm, otra para cañon de campañade 11. 75 cm i otra para obus pesado de campaña de 15 cm. Una or-ganizacion eficiente de la batería de municiones exije que sea man-dada por un capitan, i sea dividida en dos mediabaterías, de 12 co-fres cada una, mandadas. por un teniente; que cada media bateríasea dividida en tres pelotones (platoons), de 4 cofres cada uno, man-dados por sarjentos, i que cada peloton sea dividido en dos seccio-nes, de dos cofres cada una, mandadas por cabos. Se darían artille-ros para el manejo de la municion a razon de dos hombres por cofre.

Hai que hacer observar que esta organizacion facilita en todosentido el abastecimiento de municiones. Por ejemplo, la media ba-tería de municiones tiene un número de cofres exactamente igual alnúmero de cañones de un grupo, la mediabatería es la unidad apro-piada para llevar a cabo el aprovisionamiento actual de un grupo enel fuego. Del mismo modo, el peloton es la fraccion apropiada paraaprovisionar una batería aislada en el fuego.

La Comision considera que es principio fundamental que elreaprovisionamiento de municiones debe haeerse «automáticamente»(sic) de atras hácia adelante, i es, por consiguiente, necesario dar alas baterías de municiones personal destinado a mantener la comu-nicacion necesaria con las baterías en el fuego. Con este fin se asig-na plana mayor al grupo i se agrega un teniente a cada batería demuniciones. El número de hombres varía en los grupos de municio-

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nes segun el número de caballos del tiro para loa diversos tipos dematerial.

Los cuadros siguientes muestran la fuerza que la Comision re-comienda para los diversos tipos:

CUADRO IV

Cuadro que demuestra el personal de Ja Plana Mayor de todos los gruposde"municiones (escepto los que llevan material de montaña)

1 mayor1 ayudante (capitan)1 cuartelmaestre i comisario (teniente 1. °)1 veterinariol sarjento 1. ° (montado)1 sarjento cuartelmaestre (montado)3 ordenanzas (montados)3 sarjentos ajentes (montados)3 cabos ajentes (montados)1 cocinero1 soldado raso (carretero)1 carro de campaña

Resúmen, P. M. del Grupo

3 oficiales1 veterinario

13 tropa (11 montados)1 carro de campaña

16 caballos4 mulas

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Cuadro V

Organizacion de batería de municiones para el aprovisionamiento debaterías de cañones de campaña de 7. 5 cm o baterías de obusesde 9. 5 cm.

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a) Oficial de reconocimiento i ajente de comunicacion.b) Sarjento de rancho.c) 1 como guía, 1 cómo ayudante del oficial de reconocimiento.d) Incluso un tiro completo de repuesto.Nota. —La 1. a batetía del grupo con material de 7. 5 cm, la 2. a batería con

material de 7. 5 cm escepto 12 cofres con material de 9. 5 cm, la 3. a batería conmaterial de 9. 5 cm.

CUADRO VI

Resumen del Grupo (completo) de municiones para divisiones armadascon cañones de campaña de 7. 5 cm i abuses de campaña de 9. 5 cm.

15 oficiales1 veterinario

526 tropa72 cofres con armones (36 para cañones de 7. 5 cm i 36 para obuses de 9. 5 cm).3 carros de batería con armones3 carros-almacenes con armones3 cañones de repuesto con armones (2 cañones de 7. 5'cm i 1 obus de 9. 5 cm)

13 carros de campaña644 caballos52 mulas.

Del misino modo, i con igual minuciosidad, de detalles viene la composicionde la batería de municiones para baterías con cañones de 7. 5. cm i con obusesde 11. 75 cm, con obuses de 11. 75 cm (tiro de 8 caballos) o cañones de 11. 75 cm iobus de 15 cm, etc. Damos los resúmenes

CUADRO VII (IX del orijinal)

Resúmen del grupo de municiones (completo) para divisiones armadascon cañones de campaña de 7. 5 cm i obuses de campaña de 11. 75 cm.

15 oficiales1 veterinario

567 tropa72 cofres con armones (36 para cañones de 7. 5 cm i 36 para obuses de 11. 75 cm)3 carros de batería con armones (2 para cañones da 7. 5 cm i 1 para obu-

ses de 11. 75 cm)3 carros almacenes (2 para cañones de 7. 5 cm i 1 para obuses de 11. 75 cm)3 cañones de repuesto con armones (2 cañones de 7, 5 cm i 1 obus de 11. 75 cm)

14 carros de campaña708 caballos56 mulas

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CUADRO VIII (X en el orijinal)

Resúmen del grupo de municiones (completo) para una division ausiliar

15 oficiales1 veterinario

584 tropa72 cofres con armones (24 para obuses de campaña de 11. 75 cm, 24 para

cañones de campaña de 11. 75 cm, 24 para obuses de campaña de 15cm)3 carros de batería con armones (uno para cada clase de material)3 carros-almacenes con armones (uno para cada clase de material)3 cañones de repuesto con armones (uno de cada tipo)

15 carros de campaña60 mulas

Los carros llamados «de campaña» (field wagons) son tirados por cuatromuías i no llevan armon.

M. A. D.

El problema de nuestra educacion militarPOR EL

(Continuacion)

CAPITULO IV

IV

El reclutamiento de oficiales se efectúa en nuestra única Es-cuela Militar. El escalafon de oficiales ha pasado tambien por inten-sa crisis, i los cuadros instructores de los rejimientos han estadomandados por suboficiales, a causa de la carencia de oficiales. LaEscuela Militar no da el número indispensable para llenar las vacan-tes producidas. La calidad de los oficiales salidos dejaba que desear,en parte, pues afluian pocos candidatos i habia que dejar salir alEjército oficiales mediocres, para no dejar las tropas sin oficiales.Con un gasto máximo para el Presupuesto de la Nacion, salian alEjército cursos insignificantes por su número i hasta por la calidad,

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Un estado de cosas semejante no habria podido continuar sin quehubiese afectado en forma decisiva a la disciplina, instruccion i pre-paracion de las tropas. Las leyes recientemente aprobadas del retiroforzoso primero, i del aumento de planta i de sueldos despues, robus-tecieron el cuerpo de oficiales con la afluencia de mayor número decandidatos, que se aumentaron considerablemente con los cursosespeciales. Falta aun una buena lei de ascensos, que estimule alpersonal al estudio i al trabajo i que complemente esa otra del retiroforzoso, que resulta absurda si no tiene la válvula de escape de unajusta i sabia seleccion.

La seleccion encuentra resistencia, porque se dice que se for-mará con ella otro Ejército en retiro. Lo malo está en que estos pro-yectos se presentan casi siempre en forma esquemática i no adapta-dos a, las necesidades efectivas. El tanto por ciento de oficiales lla-mados a calificar, no debe ser hecho en relacion sólo con los grados,sino que mui especialmente con los individuos. Debe haber sí unmáximum, pero no un mínimum; puede suceder que en un gradotodos los oficiales sean, mas o ménos, aptos para su empleo i quetodos cumplan con los requisitos. ¿Seria posible echar fuera aqueltanto por ciento que la lei indica, con la circunstancia agravanteque no corresponde la afluencia de candidatos a la Escuela Militarcon los injentes gastos que demanda a la nacion?

En los ejércitos europeos, especialmente en el aleman, que esnuestro modelo, la seleccion de un tanto por ciento numérico fijo esnecesaria, porque esos ejércitos están mas cerca del ideal que noso-tros, porque ahí es un gran honor ser oficial, i se va al Ejército masque por un sueldo, por el significado de la palabra militar. Laafluencia es enorme i no necesita el Estado hacer grandes gastospara sostener a sus oficiales, pues los sueldos que paga son insigni-ficantes, esceptuándose sólo los grados superiores. Entre nosotros,por el contrario, el sueldo es asunto de vida o de muerte, i por muigrande que sea nuestro amor a la profesion, la cuestion estómago esdecisiva, de tal modo que si por un momento nuestros sueldos que-dasen reducidos, las deserciones de las filas serian numerosas.

No sostengo que la seleccion no sea necesaria entre nosotros;censuro sí el procedimiento con que desea hacerse las selecciones.

Por otra parte, nuestra oficialidad es buena, es entusiasta, estrabajadora. Individuos aislados vejetan, sí, en las diferentes jerar-

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quías; pero esos individuos son de todos conocidos. Lo que falta noson leyes mas o menos completas, sino la enerjía i justicia para pro-ceder sin parcialidad ni vacilacion.

Nuestra Escuela Militar ha dado un gran paso en su progreso.Es, hoi por hoi, un modelo en su jénero, me refiero a su presenta-cion, a su magnífico profesorado, a sus bien surtidos almacenes i asu material de enseñanza espléndido. Pero estoi convencido de quelos crecidos gastos que demanda su sostenimiento, no han corres-pondido ámpliamente a sus resultados.

La causa principal es conocida. El Ejército ha necesitado llenaren el menor tiempo posible una gran cantidad de vacantes queexistían en el escalafon de oficiales subalternos. Las tropas estabansólo con jefes i soldados.

Era una situacion gravísima, que se hacia necesario conjurarde cualquier modo. La Escuela Militar, en tal emerjencia, ha sidopor un tiempo una verdadera fábrica de oficiales, ya que los cursosespeciales dan para que resulten así. Pero es un axioma, tambien quees preferible tener oficiales mediocres que no tenerlos, pues la dis-ciplina de una tropa sin oficiales es imposible.

Pero esta situacion es momentánea; dia llegará en que no seanindispensables los tales cursos especiales, i que la Escuela dará porsí la calidad de oficiales que se necesitan cada año para llenar losclaros producidos. Una situacion semejante debe hacer pensar a losjefes i mui especialmente a los capitanes de las distintas unidades.Creo mui difícil que en el año que permanece el cadete en el cursoespecial, pueda ser bien observado i que no se escape a la penetra-cion de sus superiores algunos defectos graves que es fácil disi-mular en tan corto espacio de tiempo. Mas de algun jefe podríacorroborar esto que yo digo con mas de un ejemplo.

Por otra parte, estimo mui brusca la transicion de la EscuelaMilitar al Ejército; algo se ha hecho en el sentido contrario, perotodos los esfuerzos que se hagan dentro de la Escuela misma, losconsidero de poco valor.

No hai que volver atras en el espíritu de disciplina que siempreha dominado en nuestra Escuela Militar, i podemos decir conorgullo que ha sido proverbial. Se ha disminuido la distancia entreel último curso de la Escuela i el teniente 2. °, pero no se ha me-ditado que junto con acercar a aquél a este último se le aleja des-

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proporcionadamente de los cursos que le siguen. Es decir, se acortauna distancia en sacrificio de otra.

La distancia debe acortarse, restrinjiendo la libertad absolutaque tiene el oficial a su salida de la Escuela. El mayor de nuestrosmales, la principal causa del fracaso de numerosos oficiales jóvenesque se han perdido para el Ejército i aun para sus familias, se debea esa libertad que no han sabido aprovechar i que se agravó con lacircunstancia de que en el Ejército no habia capitanes, comandan-tes de compañía, ya que es sabido que una gran cantidad de unida-des estaban mandadas por tenientes demasiado jóvenes.

Hoi por hoi, no es tan grande la necesidad de oficiales, i biense podría ensayar, al ménos con aquellos cadetes que inspiren mascuidado, un curso de oficiales en un rejimiento ad-hoc, de tal modoque no esperimenten esa transicion del cadete al oficial. Un año devida en el rejimiento con oficiales instructores idóneos, los dejaríaen situacion mas favorable para entregarse despues, indistintamente,en manos de cualquier comandante de compañía.

Así, poco a poco llegaría el oficial al completo dominio i a laconcepcion clara, de que no es tan fácil llevar una estrella con dig-nidad i con un concepto acabado del servicio.

La demasiada juventud e inesperiencia de los oficiales de plantade la Escuela Militar, ha sido defendida por unos i atacada porotros. Sin embargo, es justo colocarse en un término medio razona-ble. Lo mas malo que encuentro en el sistema censurado, es que senombren oficiales que tienen compañeros entre los cadetes, que hoison sus subalternos.

Esto es una cuestion moral, la influencia de lo desconocido esdecisiva; las flaquezas del jóven oficial deben ser ignoradas por lossubordinados.

En la vida íntima de la Escuela, los cadetes se conocen todos,desde el primer al último curso; el respeto de uno a otro está rejidopor la cordura de los mas grandes; pero que a menudo se pierde,aun por causas insignificantes. Los sobrenombres, los dichos, loscuentos, las caidas, etc., todo eso impresiona el espíritu del niño iqueda impreso como en una placa fotográfica en su cerebro, la imájende su compañero con el traje característico del cadete, con todos susdefectos i debilidades.

La ascendencia del jóven oficial es así insignificante, i si lo es,estoi seguro que será en gran parte aparente, pues eso me lo dice lalojica con todas sus fuerzas i los hechos que a diario se observan entodas partes.

Ademas, el oficial instructor de la Escuela Militar debe selec-cionarse despues de muchas observaciones que se hayan hecho delcandidato en los Tejimientos. La mision del oficial en la Escuela esmeramente educativa, pues para desempeñar un puesto así, se nece-sita vocacion especial, si es que no deseamos contrariar los prelimi-nares principios pedagójicos. Se nace educador, como el artista, comoel poeta, i por muchos esfuerzos que se hagan para hacerse educa-dor, no se conseguirá obtener otra cosa que un fabricante de ins-truccion. El verdadero educador lleva en sí el sello innato de suapostolado, como el artista la impresion de su arte. La intuicionpsicolójica de esos individuos privilejiados por la naturaleza, no esobra humana, es una fuerza de penetracion que nace con el indivi-duo i que se robustece con la práctica i con los años. La selecciondebe hacerse, por tanto, con mucho cuidado, sin que las impresionespasajeras hagan cambiar una opinion en un sentido, sino que. sóloel peso irresistible de un conocimiento absoluto, formado a la luz deuna competencia profesional capaz de establecer diferencias aun in-significantes, debe ser la única norma que se observe. El Ejército, amedida que se perfecciona, necesita mayor exijencia en la capacidadde sus oficiales, i que cada uno ocupe el puesto que sus aptitudesespeciales i temperamento, indiquen claramente.

(Continuará)

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De las esperiencias deducidas de la guerra ruso japonesa, losejercicios de noche han llegado a ocupar, en la actualidad, un lugarmui importante en la instruccion del soldado. Una preparacion sis-temática iniciada desde las primeras semanas de la instruccion dereclutas, i seguida despues en la compañía i en las unidades mayo-res es, pues, indispensable.

Para la instruccion de la tropa en los ejercicios de noche, se danideas jenerales en los números 30 i 368 del Regl. Serv. Camp. i 7 a,157 a, 260, 298, 386-390, 415-416 del Regl. Ej. Inf. i Am. Con elcumplimiento de estas disposiciones i el ejercicio constante, llegare-mos, no hai duda, a aprender mucho de las enseñanzas que nos de-jen nuestras propias esperiencias.

Una traduccion del aleman de un programa para la instrucciondel recluta en los ejercicios de noche, hecha por uno de los jefes denuestro Ejército, ha servido de base para la introduccion de estosejercicios en nuestra infantería. Terminada la instruccion de reclu-tas, se puede hacer ejercicios de vez en cuando dentro de la com-pañía. Para este objeto se desarrollarán tareas, como ser:

a). En la ramificacion, avance i despliegue de la compañía enuna direccion dada i mantenimiento de dicha direccion.

b). Id. id., mantenimiento del contacto con la unidad de base.c). Avance hácia la posicion de combate i de asalto,

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d) Procedimientos contra la iluminacion hecha por la defensapor sus proyectores o pistolas iluminadoras.

e). Atravesar en órden i sin ruido, obstáculos como ser: fosos,murallas, cercas, etc.

f). Construccion de zanjas para tiradores.g). Fijacion de los fusiles hácia una determinada direccion de

tiro.Etc., etc.Al lado de estos ejercicios, que llamaremos formales, se ejerci-

tará, si se dispone de tiempo, el desarrollo de tareas tácticas propias, de la compañía. El servicio de seguridad durante la marcha i lospuestos avanzados en la noche, merecerán una esmerada atencion.

En el batallon, rejimiento i brigada, se ejecutan ejercicios denoche, sirviendo de base tareas de ataque contra posiciones prepa-radas para la defensa o posiciones fortificadas, el avance i ramifica-cion para alcanzar determinados puntos del terreno, etc.

De gran utilidad será, naturalmente, la ejecucion de ejerciciosdé noche en que tomen parte tropas de las tres armas, aprovechando, por ejemplo, la permanencia de nuestras unidades en las plazasde ejercicios.

Estos ejercicios ganan mucho en interes cuando se ejecutancontra un enemigo constituido por tropas reales, porque éste dificul-

tará las propias medidas, etc.Se dan aquí algunas observaciones jenerales deducidas de la

práctica de los ejercicios de noche en las unidades mayores de la in-fantería i grandes ejercicios, en que han tomado parte tropas detodas las armas.

1. En las marchas de las grandes unidades se tendrá presenteque el tiempo para alcanzar los distintos puntos, debe calcularsepartiendo de la base de 25-30 minutos por kilómetro.

A fin de que el comandante pueda mantener siempre la tropala mano, lo que es mui difícil durante la noche, pero que, a pesar

de todo, es indispensable de obtener, se tendrá presente de dar losavances, altos i continuacion del avance, siempre por la hora.

2. Para el reconocimiento de la posicion enemiga se enviaránpatrullas de oficiales (1 oficial i 15 soldados). Los oficiales deben pre-entar a su regreso un cróquis de la ubicacion de la posicion ene-

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miga. Los cróquis i datos que suministren las patrullas, servirán debase para la órden de avance, ramificacion i ataque de la posicion.

La correcta fijacion del frente del enemigo será una tarea quemerecerá especial atencion, pues no es posible dar las órdenes parael avance i ataque de una posicion si no se conoce mas o ménosexactamente su ubicacion, frente i estension. Esto, que a la simplevista parece mui fácil, no lo es en la realidad, siempre que se tratede un enemigo figurado intelijente, que sepa disimularse convenien-temente en el terreno (zanjas para tiradores).

3. Como guia de la columna de marcha para el avance i des-pues en el ataque, se emplea a veces uno de los oficiales que haactuado corno patrulla. La eleccion de este oficial se hará con muchaprecaucion, porque la tarea es mui difícil.

4. La conduccion de la tropa debe hacerse, en lo posible, enórden cerrado (columna por escuadras o pelotones), i segun la situa-cion, con una débil o fuerte cortina de tiradores. Se avanza lenta-mente i sin ruido. Se prohibe hablar en alta voz i fumar. Despuesde alcanzar cada etapa, se hará alto para mantener el órden i for-macion. No debe continuarse el avance sin esperar las fraccionesque han quedado atras.

La colocacion del comandante debe ser, en lo posible, en el;centro, por ser la mas práctica.

Para la conduccion de las tropas no se empleará voces de man-do, sino señales con banderolas blancas.

5. Los movimientos se harán sólo de frente (evitar los cambiosde frente) i manteniendo siempre la direccion de marcha del ladode la fraccion de base.

Para fijar la direccion de marcha se empleará la brújula i lalinterna. Los caminos de avance se marcarán colocando en el suelocintas blancas o arrojando papeles picados del mismo color o cal.Lo último no podrá emplearse en dias de lluvia.

6. La trasmision de las órdenes i noticias debe hacerse en for-ma clara, lentamente i sin ruido a traves de toda la estension delfrente, aun hasta la brigada.

7. La tropa, al ser alumbrada por los proyectores o las pisto-las iluminadoras de la defensa, debe proceder a tenderse inmediata-mente, porque esos serán los momentos que aprovechará. el defensorpara disparar.

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En la práctica se ha observado que los proyectores ciegan latropa del atacante i dificultan la direccion del avance i el contacto

con las fracciones vecinas.8. La tropa avanza lo mas cerca posible de la posicion prin-

pal o posicion avanzada del defensor, en órden cerrado, para pasar,sucesivamente, a la ramificacion i al despliegue en tiradores. Lostiradores deben avanzar sin disparar i construyendo abrigos en cadauna de las posiciones.

La posicion de asalto puede fijarse sirviéndose de individuosaislados, procedimiento que ha dado buenos resultados.

9. Las ametralladoras, que tienen en los combates de nocheun papel importantísimo, se conducirán en la primera línea i siem-pre listas para el fuego (posiciones de combate i de asalto).

10. El asalto se debe ejecutar con la primera luz del alba i ala bayoneta. El atacante debe poder tambien estar en condicionesde llevar a cabo el asalto durante la oscuridad.

La tropa cargará el arma sólo al iniciarse el despliegue en tira-dores. Se tendrá cuidado de cargar depositando los cartuchos en elalmacen, i ninguno en la recámara.

La entrada en la posicion avanzada o en la posicion principaldel enemigo, debe hacerse sin los gritos que prescribe, para talescasos, el Regl. Ej. Inf. i Am. en el N. ° 141.

11. El empleo de brazales blancos para la tropa, no reportaninguna ventaja, porque el enemigo usará tambien el mismo proce-dimiento, facilitándose así la confusion de amigos i enemigos. Serecomienda solamente usarlos como distintivo por los comandantesde peloton i escuadra.

12. La adopcion de un vocablo de reconocimiento «santo iseña», cuya primera parte sea el aviso, i la segunda la contestacion,ha llegado a hacerse indispensable.

13. Las noticias trasmitidas por soldados cuya procedenciano se conoce con exactitud, deben tomarse con mucha precaucion,porque el enemigo puede emplear tales medios para engañar. Elatacante, para librarse de estos procedimientos, puede disponer quela línea de tiradores detenga i examine todo individuo (patrulla) queintente atravesarla. Si no es posible establecer su procedencia, se lellevará a presencia de un oficial.

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En un ejercicio de noche ejecutado en la brigada, el defensorse sirvió de estos medios, enviando un soldado que, distrazado comopatrulla del ofensor, comunicó al atacante noticias completamentefalsas sobre la ubicacion de la posicion i sus reservas.

14. Los caballos de los oficiales montados de la infantería, de-ben quedar bastante a retaguardia. Se harán venir a las unidadessólo en el momento de la crítica.

15. El uso de lamparillas eléctricas de bolsillo debe ser obliga-torio para oficiales i sarjentos. Se emplearán para la lectura de car-tas, etc., siempre que no sea posible delatarse ante el enemigo.

Al lado de la defensa (partido rojo o figurado), se tendrán pre-sente las observaciones siguientes:

1. Se dispondrá que cada individuo use brazal blanco en el bra-zo izquierdo.

2. Se simulará la construccion de alambrados i otras defensasaccesorias, plantando estacas a cierta distancia delante de las zanjaspara tiradores.

3. Las zanjas para tiradores deben ser mui bien disimuladasen el terreno.

En uno de los ejercicios de noche efectuados en esta guarni-cion, la posicion del defensor se encontraba tan bien disimulada,que toda la oficialidad de un batallon, a pesar de servirse de muibuenos anteojos, no pudo determinar, ántes de oscurecerse, dóndese encontraba la posicion ocupada por el enemigo. Sólo vino a sa-berse con exactitud cuando ya, entrada la noche, regresaron las pa-trullas con sus noticias i cróquis.

Esta enseñanza la debemos aprovechar, exijiendo que el ene-migo figurado obre siempre en la misma forma que lo baria en larealidad. En las críticas debe hacerse especial mencion sobre el com-portamiento del enemigo figurado.

4. Los proyectores no deben principiar a funcionar desde muitemprano, porque de este modo descubren la posicion, muestran elcamino al enemigo, i a su artillería le alumbran, facilitando su tiro.

5. Las pistolas iluminadoras deben usarse para disparar sólodesde puntos situados en el frente de la posicion. No se disparará,por consiguiente, desde los flancos, porque así se descubre las alas,de la posicion.

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Tanto los proyectores como las pistolas iluminadora0, serán em-pleadas sólo por la defensa.

6. La defensa aprovechará para disparar con sus fusiles, ame-tralladoras i cañones, todos aquellos momentos en que alumbren losproyectores i pistolas iluminadoras.

7. La reserva (siempre tropas con efectivo de paz), ejecutará elcontra-ataque en el momento mas propicio..

8. Cuando en nuestros grandes ejercicios de noche se trabajecon proyectores (2 para la brigada combinada o la division), seriaconveniente que estos aparatos fuesen dirijidos personalmente poroficiales de injenieros, que son los llamados a manejarlo? en la gue-rra. El trabajo con el proyectores requiere mucho tino i ejerciciopara poder descubrir i seguir con éxito los movimientos i avancesdel enemigo.

Para ejercicios de noche en el batallon i rejimiento, bastará eluso de las pistolas iluminadoras. (1) Estas tienen la ventaja de lan-zar proyectiles luminosos hasta unos 200 metros de distancia, e ilu-minar durante unos diez segundos, un círculo de mas o menos 100metros de diámetro. Se procura disparar con un ángulo de 45 gradospara producir con el cohete de luz una trayectoria bastante curva,de modo que en la rama descendente pueda alumbrar el cohete elmayor tiempo posible. Los proyectiles deben caer detrás del objetivoapuntado para que éste se destaque en negro sobre fondo luminoso.

9). Ademas del servicio telefónico establecido por la infanteríai artillería para sus propias exijencias, el jefe de la defensa debeestar comunicado por teléfono con el comandante de la línea prin-cipal i el de la artillería.

La Direccion del ejercicio de noche debe hacer instalar un servicio telefónico, de modo que desde el punto en que se inicie elavance del atacante, pueda estar en comunicacion con el jefe de ladefensa para imponerse en todo momento de las medidas que ésteadopte. La instalacion telefónica de la Direccion se entiende que esneutral.

En la confeccion de las tareas se tomará en cuenta que el ata-cante llegue frente a la posicion enemiga en la tarde, i a lo ménosuna hora ántes de oscurecerse. Segun las circunstancias, el atacante,

(1) Se podría adquirir a lo ménos 4 pistolas para cada rejimiento.

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despues de haber enviado las patrullas de oficiales i tomado algunasmedidas para el reconocimiento de los caminos de avance, etc., pue-de ordenar retirar la tropa a comer i dormir bajo carpas para volvera iniciar la marcha para el ataque al dia siguiente a la madrugada.Se calculará estar frente a la posicion enemiga, a lo menos dos ho-ras ántes de aclarar.

La defensa, por su parte, dejará en la posicion la tropa necesa-ria para la vijilancia, i el grueso se retirará tambien a descansar enlas inmediaciones. Se volvera a ocupar la posicion cuando las patru-llas, que se encuentren en contacto con el enemigo, noticien sobre elavance de éste.

Para ejercicios de noche ejecutados en las plazas de ejercicios,puede resultar mas cómodo disponer que el atacante abandone, susvivaques de paz a una hora determinada de la noche i que variarásegun la distancia que se tenga que recorrer para encontrar al de-fensor, dos horas o mas ántes de aclarar.

Los árbitros no deben faltar, tanto para el ataque como para ladefensa. Es conveniente para la fiscalizacion, hacer acompañar conárbitros algunas patrullas de oficiales.

Ideas jenerales sobre las operaciones nocturnas (las mas moder-nas) se encuentran en el «Guia para la instruccion de la Tácticapara las reales Escuelas Militares de Prusia», testo mandado tradu-cir por nuestra Escuela Militar.

Detalles para los ejercicios de noche, da en abundancia el texto«Ejercicios de noche», por Immanuel, que creo se encuentra ya tra-ducido.

ARTURO MAILLARD,

Cap. com. en el R. I. 48,

Cüstrin, Diciembre de 1913.

En números anteriores publicó EL MEMORIAL, la relacion deunas maniobras efectuadas por la 14. a division i VII cuerpo deEjército.

En rasgos jenerales, se hacia presente allí las observacionesque esos ejercicios merecieron al Comandante de la division i Co-mandante del cuerpo, Directores de las maniobras respectivamente.

Esas observaciones no fueron completas, pues, sólo se aludia alas críticas orales efectuadas inmediatamente de terminado el trabajode cada dia.

El complemento a dichas críticas lo constituyen las «Observa-ciones Jenerales» que, confeccionadas por el Comando del cuerpo deejército, se dan a conocer meses mas tarde e inmediatamente ántesdel período de maniobras del año siguiente. Fué por este motivo queestas observaciones no aparecieron en la relacion que envié a EL ME-MORIAL, i creo beneficioso reproducirlas ahora, haciendo presente,que no es menester conservar el recuerdo de aquel relato, ni tener

Observacion i críticas deManiobras en el Ejercito aleman

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carta a la vista, ni antecedente de ninguna especie, para aprovecharde ellas.

El conocimiento de estas observaciones nos reporta, a mi juicio,una doble utilidad: advertir la pauta a que se ciñen estos trabajos itomar nota de como allá se interpretan ciertos principios tácticos iciertos preceptos relativos, a planes de maniobras, Dice así;

PLAN DE MANIOBRAS I DIRECCION

Yo reconozco los esfuerzos por simplificar los planes de manio-bras segun mis instrucciones de 6. III. 1911. Si aun no se ha logradocompleto éxito en presentar la situacion conforme a la guerra, estose debe principalmente a las causales que se espresan:

Varias veces se ha producido embarazo en las ideas porque seha confundido en una misma órden, las medidas relativas a las ope-raciones con las medidas restrictivas que el tiempo de paz hace ne-cesarias. Tomo un ejemplo al azar:

Una órden, formando la base para las operaciones de un dia demaniobras, espresa que un cuerpo de ejército victorioso i en perse-cucion del adversario, ha entrado en reposo al caer la nuche, i debecontinuar la persecucion del enemigo batido, al dia siguiente a las10 A. M.

Aquí se ha espresado un falso principio. Habría sido mejor dis-poner por la órden de operaciones, que la persecucion se hubieracontinuado al despuntar el alba, i en una nota, al pié, esponer lasrestricciones consiguientes al tiempo de paz, i que el movimientono se comenzará ántes de las 10 A. M.

En otra situacion de guerra se hace perseguir al enemigo derro-tado, solamente por patrullas. Esta es una grave falta que no debeservir de base para un ejercicio.

Referente a lo que debe entenderse por situacion jeneral deguerra, hai todavía un concepto poco claro. En una ocasion se dabacomo situacion jeneral de guerra, para los azules: «Continuacion deldia 11 de Setiembre», i para los rojos: «Continuacion al dia 11 deSetiembre». Muchas veces la situacion de guerra consiste en una des-cripcion de los acontecimientos del dia precedente.

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Por una revision mas atenta en la redaccion de algunas situa-ciones de guerra, se habria podido acortarlas considerablemente; mu-chas faltas en la claridad i muchas faltas de ortografía se habríanevitado. Véanse las notas que he puesto al marjen de las relacionesde combate.

Si los partidos figuran como destacamentos laterales, es menes-ter que del terreno, de la situacion, etc., se infiera la necesidad delenvío de estos destacamentos. A menudo yo tuvo la impresion deque su envío tenia solamente por objeto ejecutar combates parciales,sin parte en la decision principal. Esto no es conforme a la guerra.

Si los partidos combaten estrechamente ligados a destacamentosvecinos figurados, es preciso que el ala de este destacamento figura-do, circunvecina al ala del destacamento que hace la maniobra., lahaga representar la Direccion por infantería i artillería. Así los Co-mandantes de destacamento perciben el cuadro vivo por propia ob-servacion; tareas provechosas se ofrecen a la esploracion, i la Direc-cion queda libre del cuidado de estar imponiendo constantemente alos Comandantes de destacamentos sobre los movimientos i la acciondel fuego del destacamento figurado. Cuando tal representacion nose hace, se sabe por esperiencia que. la existencia del destacamentofigurado se olvida por los Jefes de partido, como se vió varias vecesen las maniobras del año pasado, i que esta omision influye desfa-vorablemente sobre los jefes de partido, pues, dan márjen a hipótesisdel todo imposible.

Imitar la imájen de la guerra por medio de medidas conformea su naturaleza, tanto como sea posible en la paz, es una tarea pri-mordial de las maniobras.

Las consideraciones relativas a la paz han sido, en parte, lleva-das mui léjos por la Direccion. Cuando una misma situacion de gue-rra se hace estensiva a varios dias, una gran parte de la importanciade las maniobras es perdida si los partidos, desde el campo de bata-lla, marchan a sus acantonamientos' conforme en la paz, sin ningunobjetivo de retirada o de persecucion, sin constatar conforme a laguerra la permanencia del adversario i sin instalar puestos avan-zadas.

Así pasó un dia en el interesante terreno entre Brilon i Lichte-nau. Ambos adversarios recibieron al mismo tiempo comunicacionesde sus respectivos gruesos, que estaban bien alejados, i decidieron a

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un Jefe de destacamento a quedarse i al otro a partir. En realidad,los dos jefes de destacamento no podian haber obrado sobre la basede tales comunicaciones; el defensor no podía levantar el combate, isi, sin embargo, lo hace, el victorioso no debe quedar allí sino queinmediatamente emprender la persecucion, al ménos, por un trecholargo.

Una esploracion del todo deficiente i noticias sin concierto al-guno, fueron las consecuencias a la mañana siguiente.

Miéntras dure el combate todavía, las armas montadas no debenpartir a sus acantonamientos por consideraciones a sus caballos.

Si los acantonamientos de urjencia toman carácter de vivac, espreciso, en una situacion de guerra continuada, que la mañana si-guiente empiece donde el dia precedente ha cesado. El tiempo dedescanso en los acantonamientos, la marcha hácia ellos i regreso, de-be ser omitido en las operaciones por medio de órdenes relacionadascon el tiempo de paz que dictara la Direccion. Los puestos avanza-dos quedan por lo jeneral donde estan.

Si ámbos partidos han tomado acantonamiento de circunstan-cias, no conforme a las comodidades que el lugar ofrece, sino con-forme a la circunstancia de la guerra, i que esta situacion obligara ohiciera posible una marcha en retirada o una marcha de flanco, esrecomendable en tal caso abandonar la situacion de guerra reti-rando los puestos avanzados, i dar una nueva situacion de guerraindependiente de la anterior i reglada a las circunstancias. Esto es almismo tiempo un buen ejercicio para la Direccion.

En las situaciones de guerra faltaban, en parte, las bases nece-sarias para la primera instalacion de los puestos avanzados. Los Co-mandantes de los puestos avanzados eran entónces influenciados porla situacion de guerra para el dia siguiente, que ellos evidentementeconocían por la órden para el dia siguiente, i tomaban sus medidascon relacion a esto.

Las relaciones terminaban muchas veces con aseveraciones com-pletamente contrarias a los resultados tácticos del dia. La decision dela Direccion no debe dejar ninguna duda a este respecto.

En parte se ha hecho un juego incomprensible cambiando eltiempo, de manera que empresas difíciles propuestas para su ejecu-cion en la noche, han sido llevadas a cabo en el dia, por considera-ciones de paz. Este procedimiento da oríjen a opiniones del todo

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falsas i perjudiciales, sobre todo a los oficiales jóvenes, i al mismotiempo da lugar a refinamientos fantásticos que la guerra no conoce.

Si la Direccion hace aparecer nuevas tropas, deben ellas ser re-presentadas, cuando menos por banderolas, i aproximarse cuanto seanecesario para que su presencia pueda ser espiada i el Comandantede destacamento no sea influido demasiado tarde en sus resolu-ciones.

COMANDOS DE DESTACAMENTOS I COMBATES

Al iniciar un combate, es preciso no dejar dudas cuando la van-guardia cesa en sus funciones.

Si los puestos avanzados de ámbos partidos, estan tan cercaunos en frente de otros, i en esta circunstancia es preciso marcharadelante, es decir, que un combate se espere inmediatamente des-pues de la partida, la division de vanguardia i grueso no tiene razonde ser. Pero la cortina de los puestos avanzados podrá a menudo serutilizada para hacer el despliegue ántes de partir.

Yo prohibo determinar misiones de combate basándolas en lo-calidades, en lugar de referirlas al enemigo, es decir, se debe indicarla tarea que se desea ver cumplida, en vez de ordenar un movimien-to que dé por resultado el cumplimiento de la tarea. Ejemplo: «Con-servar la altura 308», en lugar de, como es mejor: «Asegurad el flan-co derecho de la division». Tratándose de reparticiones de un cuerpode tropas que, particularmente en la defensa, deben combatir en inmediato apoyo unas de otras, no se podrá, en verdad, evitar muchasveces el referirse a puntos jeográficos, pero el resultado las mas delas veces es falso. El adversario es móvil, la situacion de combatepuede cambiar constantemente, «altura 308» puede no ser ya elpunto que precisamente conviene en el momento de ejecutar laórden.

La órden de marcha de los destacamentos de seguridad (van-guardias, retaguardias, etc. ), debe darla ordinariamente el Jefe de larespectiva vanguardia, retaguardia, etc. (Serv. de Campaña 364).

El Comando de artillería (subordinacion de la artillería pesadaal Comandante de artillería) no ha sido siempre claramente estable-cido. Véase Reglamento de Ejercicios i Evoluciones N. ° 364.

A pesar que la situacion, muchas veces exijia una persecucionenérjica, el pensamiento de efectuar esta persecucion no está espre-sado en las relaciones. Partidos victoriosos quedan siempre en el si-tio del combate, i dejan partir al adversario batido sin incomodarlo.Yo ruego aquí separar rigorosamente la paz de la guerra. Si la situa-cion lo exije, el Comandante de partido debe absolutamente ordenarla persecucion, i dictar todas las órdenes que sean necesarias paraello. Si esto no conviene a la Direccion, que la persecucion se ejecu-te, detendrá entónces el movimiento, interviniendo por medio de ór-denes que las consideraciones de paz hacen necesario. Véase «Plande Maniobras i Direccion».

Cuando se hace referencia al ataque o a la persecucion, yo reco-miendo no emplear la palabra «enérjicamente», para no hacer nacerla idea que tal accion pudiera efectuarse de otra manera que nofuera enérjica.

Conduce a un consumo inútil de fuerzas, si nuevos órganos deesploracion son continuamente puestos en actividad, cuando segunla situacion de combate, por ejemplo en la retirada, hai patrullas su-ficientes cerca del enemigo.

En algunas relaciones he encontrado ideas rnui oscuras sobreel ataque contra posiciones fortificadas. Una division de infantería ala cual pertenecía la tropa que maniobraba, encontró despues demedio dia un enemigo atrincherado, i resolvió atacarlo. La infante-ría entró todavía al fuego despue3 de medio dia, i debia hasta el des-puntar del dia siguiente aproximarse al enemigo. En vez de quedardesplegada frente al enemigo con arma al brazo, en vez do quedar aracion de fierro, en vez de aprovechar de la oscuridad para aproxi-marse, el asaltante vivaqueaba en la paz, a mas o ménos 1 200 a2 000 m delante del frente del enemigo, hizo traer sus grandes baga-jes, cocinó en comunidad i completaba su amunicionamiento, todoesto bajo el fuego de la artillería enemiga. La artillería pesada delasaltante cambió de posicion a las 6. 30 de la tarde, es decir, a lapuesta del sol; ella podía aun, a un buen librar, talvez hasta entrar

la noche, haber ejercitado su tiro sobre un punto de la posicion; deun. fuego bien apuntado i repartido durante la noche, no se podiatratar. Al alba, la infantería hizo fuego durante 15 minutos i se lan-zó al asalto; al comienzo de este fuego de infantería, la artillería ha-bía transferido sus fuegos a la espalda de la posicion enemiga. Que

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se debia haber debilitado previamente al defensor, física i moral-mente, por un fuego combinado de infantería i artillería, es decir,abatirlo ántes que se hubiese ordenado el asalto con esperanzas deéxito, esto no se ha espresado. (I no se hizo tampoco. —N. del T. )

Recomiendo estudiar el Reglamento de Ejercicios de InfanteríaN. ° 375 a 391.

El propósito del Jefe debe espresarse claramente en la orden; ihacerlo conocer de la tropa. Una órden de ataque que dispone:«Avanzar despacio», o dice: «La vanguardia ocupará la altura H., elgrueso marchará hasta el punto N. i ahí hará alto», deja a la tropaen la incertidumbre de lo que el Jefe quiere.

Las órdenes deben caracterizarse por su título «Ordenes decuerpo», «Ordenes de division», etc. (Serv. de Campaña N. ° 52).

El Comandante de partido debe ordenar la reparticion de loslugares para llenar los vehículos de alimentacion vacíos. Si, comoha sucedido, se deja a cada reparticion de tropas libertad de proce-dimiento a este respecto, de tomar sus provisiones donde se quiera,una utilizacion práctica del teatro de la guerra es imposible.

PUESTOS AVANZADOS

Yo recomiendo mis observaciones del año pasado. Los puestosavanzados se han emplazado todavía en forma mui esquemática, sinamoldarse a la situacion. Instalacion de puestos avanzados sobre elcampo de batalla, en la misma forma esquemática que en la paz, se-gun un plan determinado de antemano, despues que ha tenido lugarun combate decisivo, segun un mismo modelo el vencedor i el ven-cido, son inconcebibles en la guerra. En jeneral, el vencedor puedeservirse de formas mas sencillas que el vencido.

Las consideraciones para con la caballería, no deben llevarsetan lejos que los puestos avanzados queden enteramente sin caballe-ría desde despues de medio dia hasta las 4 de la mañana siguiente.Puestos avanzados sin patrullas, no tienen valor alguno i dan már-jen a falsos conceptos.

Por la circunstancia que los batallones que debian cubrir lospuestos avanzados, habian sido ya destinados para este servicio án-tes del comienzo de la maniobra, se han producido hechos mui con-

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trarios a la naturaleza de las cosas Yo recomiendo, particularmentecuando todo el mundo está en vivac, considerar los puestos avanza-dos en la situacion de guerra, i destinar para este servicio a la repar-

ticion de tropas que segun su agrupamiento momentáneo entra enprimera línea en consideracion. Si a consecuencia de esto, un bata-llon cubre los puestos avanzados con mas frecuencia que otro, elasunto tiene poca importancia; la cosa principal es que el desplieguenatural de los puestos avanzados en la situacion de combate, sea ló-jico, convincente.

La diferencia entre Plaza de alarma i Plazas de reunion de alar-ma no está todavía clara, a pesar de mis observaciones del año pasa-do. (Serv. de Campaña 389 i 390).

Si por consideraciones de paz, el campamento es mas estenso delo que la situacion de guerra permite, es preciso establecer qué acan-tonamiento está conforme en guerra i cual es neutro.

AVISOS

Desgraciadamente, tengo que constatar que los avisos de los sub-oficiales han sido a menudo escritos mas distintamente i mas confor-me a Reglamento que los avisos de oficiales. Sobre todo los ayudan-tes, pasan por sobre las formas reglamentarias como si tal cosa. Enpaz, los nombres de los oficiales de noticias son conocidos, i el gradode servicio debajo de la firma podría omitirse sin perjuicio de la Cla-ridad. Pero nosotros queremos ejercitarnos para la guerra, donde elnombre es desconocido a los jefes, ahí el grado de servicio es de im-portancia. Yo encargo a los comandantes de Tejimiento tener cui-dado que los oficiales que redactan relaciones, se ciñan rigorosamen-te a las formas prescritas por el Servicio de Campaña.

RELACIONES

La redaccion de las relaciones de combate no me ha satisfecho.La característica de la situacion deja, en la mayor parte de los casos,mucho que desear. A causa de esto, las relaciones resultan incom-prensibles para el lector que no ha tomado parte en el dia de manio-bras en cuestion.

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Antes de terminar las relaciones, deberá examinarse si las Car-tas i Cróquis contienen todos los nombres ha que se hace referencia.En una sola situados de guerra había 7 nombres que no se ha en-contrado en la Carta anexa.

Las relaciones de sanidad, necesitan perfeccionarse mucho mas.Largas descripciones de los acantonamientos del combate, son sinobjeto, el Jefe los conoce mucho mejor que los oficiales de sanidad.Se trata, al contrario, de una representacion neta, clara, de lo quelos oficiales de sanidad han ordenado. Los cróquis agregados, eranen parte buenos para nada, ellos deben ser tan sencillos i ten per-fectamente claros, que puedan ser leídos aun bajo una luz im-perfecta.

Relaciones sobre puestos avanzados que no han sido jamas em-plazados, no tienen objeto, i en lo futuro deberán omitirse dichasrelaciones. Dejan ellas ver claramente que se trata de un trabajo teó-rico de escritorio; lo cual no es del caso. Comandante Jeneral v.EINEM, Jeneral de caballería.

O. BARBOSA,Mayor del «Chorrillos».

Revistas nacionales i estranjeras recibidas en la Direcciondel "MEMORIAL"

ALEMANIAMilitär-Wochenblatt. —N. ° 157 i 158. —Noviembre 19. —Las maniobras fran-

cesas de 1913. —Las maniobras en Bohemia. —Las grandes maniobras de caba-llería en el sur de Hungría.

N. ° 159. Id. id. Noviembre 22. —Inglaterra como potencia naval i militar. —El reclutamiento de oficiales en el ejército ruso.

N. ° 160. Id. id. Noviembre 25. —Noticias relacionadas con el presupuesto deguerra de 1914. —Algo referente a la construccion del túnel que pasará debajodel canal de La Mancha.

N. ° 161. Id. id. Noviembre 27. —El cuerpo de caballería Mischtschenko enFakumyn en Mayo de 1905. —Noticias relacionadas con el ejército frances. —Noticias relacionadas con el ejército austro-húngaro.

N. ° 162. Id. id. Noviembre 29. —Las responsabilidades de la artillería fran-cesa en 1870. —El poder de Canadá.

N. ° 163. Id. id. Diciembre 2. —El servicio de aeronáutica en Rusia. —Memo-ria sobre la instruccion del ejército anglo-indio 1912-13.

N. ° 164. Id. id Diciembre 4. —El ejército de Grecia. —El conflicto ruso-chinoen Mongolia.

N. ° 165. Id. id. Diciembre 6. —El modo de proceder de Bernadotte durantelos dias 14 a 17 de Octubre de 1913. —Publicaciones de la Academia de GuerraImperial Nicolas.

N. º 166. Id. id. Diciembre 9. —La nueva edicion del reglamento provisoriode maniobras de la artillería de campaña francesa. —El estado sanitario delejército i marina alemana 1910-11.

N. ° 167. Id. id. Diciembre 11. —Las grandes operaciones prusianas i austría-cas en 1814. —-Un documento del cuartel jeneral búlgaro en manos del gobiernogriego.

N. ° 168. Id. id. Diciembre 13. —El combate contra aeronaves. —Las escur-siones de caballería.

N. ° 169. Id. id. Diciembre 16—La fortificacion terrestre del territorio fran-ces colindante con la frontera italiana. —La importancia de la pala en el ataque,—Sports practicados por oficiales.

— II —

N. ° 170. Id. id. Diciembre 18. —Las grandes operaciones de los ejércitosprusianos i austríacos en 1814. —Ejercicios de natacion de patrullas de caballe-ría. —La artillería de campaña alemana i dinamarquesa.

Jahrbücher für die deutsche Armee und Marine. —Diciembre. —La batallade Saint-Privat. —La organizacion de las tropas coloniales francesas en 1913. —La retirada de los franceses de Rusia 1818.

Artilleristische Monatshefte. —Octubre. —Un ejército de tiro con armascombinadas. —La artillería en la guerra de los Balkanes. —Para batir objetivosde gran estension.

Id. id. Noviembre. —La artillería en la guerra de los Balkanes. —La activi-dad de la artillería de campaña rusa en el combate; —Skutari. —Informacionestécnicas.

Armee-Verordnungsblatt. —N. os 27 de Setiembre, 18 de Octubre, 3 dé No-viembre-i 28 de Noviembre.

Militär-Zeitung. —N. os 6 i 13 dé Diciembre.

ARJENTINA

Boletín de Sanidad Militar. —Setiembre. —Las necesidades de la sanidad. —La medicacion Ehrlich-Hata. —Situacion de revista del personal del cuerpo desanidad del ejército.

Revista Militar. —Noviembre. —El nuevo equipo para la infantería. —Esplo-sivos aromáticos. —Identidad de la Escuela francesa i la alemana en estratéjicai táctica.

Id. id. Diciembre. —Anteojos visores para ametralladoras. —Oríjen del ejér-cito aleman i su reorganizacion actual. —Instruccion sobre el manejo del teléme-tro Goerz mod. arj. 13.

Boletín del Centro Naval. —Setiembre i Octubre. —La importancia de lasposiciones terrestres en la guerra naval. —Importancia en la esplotacion de losyacimientos de petróleo de Comodoro Rivadavia. —Radiotelegrafía. —TendenciasActuales en la construccion naval.

El Expedicionario. —N. os 6 de Setiembre i 3 de Octubre.

La Injeniería. —Diciembre 16 i 1. ° de Enero.AUSTRIA

Danzer's Armee Zeitung. —Noviembre 20. —Esperiencias de movilizacion deun Comandante de compañia. —De Mohács liaste Sarajevo.

Id. id. Noviembre 27. —Esperiencias de movilizacion de un Comandante decompañía. —El ascenso en la artillería de campaña.

Id. id. Diciembre 4. —El presupuesto de guerra para 1914. —Mis impresio-nes del teatro de guerra de Tracia i del ejército otomano.

Id. id . Diciembre 11, —El resurjimiento del ejército otomano. —La fortifica-cion en campaña de Brunner.

Streffleurs Militärische Zeitschrift. —Noviembre. —La conquista de Dalma-cia por los austríacos en la campaña de 1813-14. —El número de piezas de arti-llería i la reserva táctica de artillería-—La actividad del parque de aviacion enlas grandes maniobras francesas de 1912. —La guerra en los Balkanes,

— III —

Mitteilungen uber Gegenstände des Artillerie-und Geniewesens. —Diciem-bre. —Para el tiro de la artillería de costa. —La nueva fortificacion de Amberes-

t —Las tropas automovilistas alemanas en campaña.

BELJICA

La Belgique Militaire—Noviembre 30. —El ascenso de los oficiales. —Lanueva- organizacion del ejército belga en pié de paz i de guerra. —Organiza:cion de las unidades de trasporte.

Id. id. Diciembre 14. —Las tropas de cubierta i la defensa del Luxemburgo,—Para. dotar a la Béljica de un caballo de silla.

BRASIL

Revista Marítima Brazileira. —Noviembre. —El super-calibre. —El exámende las pólvoras. —Una nueva aplicacion de la telegrafía sin hilos. —Historia dela oceanografía.

Boletim Mensal do Estado Maior do Exercito. —Diciembre. —Alimentacion ireabastecimiento de los ejércitos en campaña. —Artillería de campaña. —Para laartillería.

Revista dos Militares. —Diciembre. —Lijeras consideraciones sobre el regla-mento para instruccion i servicios jenerales en nuestros cuerpos de tropas. —In-dicaciones para el juego de guerra.

A Defeza Nacional. —Octubre 10. —El efectivo i organizacion del ejército. —Carros de municiones para la infantería i ametralladoras.

Id. id. Noviembre 10. —Comando de grupo en el combate. —El rendimientobalístico.

Id. id. Diciembre 10. —El Gran Estado Mayor i el comando.

Liga Marítima Brazileira. —N. os de Agosto, Setiembre, Octubre i Noviembre.

CHILE

Revista de Marina. —Diciembre. —La evolucion del submarino. —Guerra na-val. —Máquinas de sondar i tubos sondadores. —Carbon i aceite. —La guerraitalo-turca. —Proyector de indicador de corredera.

Anales del Instituto de Injenieros. —Julio. —Túnel del Simplon entre Suizae Italia. —Ferrocarril de Santiago a Serena i Copiapó.

Id. id. Agosto. —Túnel de «El Arbol». —Agua potable de Santiago. —Misce-lánea.

«El Mercurio». —Todo el mes de Enero.«La Mañana». —Todo el mes de Enero.«La Union» de Santiago, Valparaíso i Concepcion. —Todo el mes de Enero.«El Sur» de Concepcion. —Todo el mes de Enero.«La Prensa Ilustrada» de Antofagasta. —Todo el mes de Enero.

COLOMBIA

Memorial del Estado Mayor del Ejército de Colombia. —Noviembre. —Ofen-siva e iniciativa. —El ejercicio del comando. —Bajo el fuego con los turcos. —Forma en que debe cumplir su cometido el oficial esplorador de artilleria. —Es-ploracion hidrográfica.

ECUADOR

Boletín del Estado Mayor Jeneral. —Julio. —La reforma militar. —Las manio-bras de 1912 en el Brasil. —Despues de las batallas de Tracia. —El ejército ale-man en pié de guerra,

Id, id. Setiembre, —La accion gubernativa. —Los fusiles automáticos. —Lasbatallas dé Chorrillos i Miraflores i el arte de la guerra. —Reclutamiento de loscuadros. —Marcha de resistencia efectuada por la Escuela Militar a la fronteranorte.

EL SALVADOR

Memorial del Ejército de El Salvador. —Agosto. —Revista de instruccion. —A los señores oficiales del curso de aplicacion. —Deberes de los jefes i oficialesdel ejército, —La campaña de Tracia, —Noticias militares,

ESPAÑA

Revista Jeneral de Marina. —Noviembre. —Corrosion de los tubos de losaparatos destiladores. —Notas profesionales.

Informacion militar del estranjero. —Octubre. —Utilizacion militar de losmarroquíes en las fuerzas francesas. —La organizacion del ejército aleman para1913. —El continjente en tiempo de paz del ejército aleman.

Memorial de Infantería. —Noviembre. —Estudio militar de las fronteras es-pañolas. —Los enlaces en el campo de batalla. —Pistolas automáticas.

Revista Técnica de Infantería i Caballería. —Diciembre 15. —La Cruz militarde San Fernando. —Labor militar en la Guinea española.

Revista de Caballería. —Noviembre —Estudios tácticos. —El perro de guerraen Marruecos. —Ametralladoras afectas a la caballería.

Memorial de Artillería. —Noviembre. —Los aeroplanos en el tiro de la arti-llería de campaña. —Notas sobre la aviacion militar. —El desplazamienio del cen-tro de presion en las superficies delgadas móviles en el aire.

Memorial de Injenieros del Ejército. —Noviembre. —Asociacion nacional dedefensa aeronáutica en Inglaterra. —Herramientas para la infantería.

Estudios Militares. —Octubre. —Sicolojía militar. —Las grandes maniobrasfrancesas de 1912. —Estudio del haz colectivo.

El mundo Militar. —N. °s de 10, 20 i 30 de Noviembre.

El Diario Oficial del Ministerio de la Guerra. —Diarios correspondientes aDiciembre de 1913.

ESTADOS UNIDOS

Journal of the Military Service Institution. —Noviembre-Diciembre. —Infor-maciones para el estudio del sitio de Port-Arthur. —La densidad i eficiencia dela gasolina. —La defensa de las costas en la guerra civil.

El suplemento a la revista anterior, número de Noviembre-Diciembre.

FRANCIA

Journal des Sciences militaires. —Noviembre 15. —Estudio sobre las conse-cuencias de la nueva organizacion de la caballería. —El fuego de la caballería iJa caballería bajo el fuego. —La uniformidad de la tenida de campaña.

— IV —

— V —

Id. id. Diciembre 1. °—Cohesion i enlace en la guerra de sitio. —Estudiohistórico sobre la disciplina i el derecho de castigar en el ejército frances. —Es-tudio sobre las consecuencias de la nueva organizacion de la caballería.

Le Spectateur Militare. —Octubre 1. °—El resultado de las cinco últimasgrandes maniobras alemanas. —Nietzsche i sus ideas sobre la guerra. —El jeneralMalet. .

Revue d'Infanterie. —Setiembre 15. —El infante en instruccion. —El infanteen campaña en los principales ejércitos.

Revue du Génie militaire. —Noviembre. —La fortificacion en la guerra na-poleónica. —Datos sobre la telegrafía militar en los ejércitos estranjeros. —

HOLANDA

De Militaire Spectator. —Noviembre. —La guerra en los Balkanes. —La bri-gada de caballería.

Id. id. Diciembre. —La guerra en los Balkanes. -—Capitanes de reserva.

HONDURAS

-Alimentacion en campaña.

Boletin del Ejército. —Noviembre 15. —Reglamento para el servicio militarobligatorio. —Empleo táctico de la ametralladora automática en la guerra demontaña i en el ejército de Honduras. —Uniformes militares. —Reforma al re-glamento para el servicio militar obligatorio.

INGLATERRA

Journal of the Royal United Service Institution. —Octubre. —Las fortalezasde costa en la guerra napoleónica. —La marina mercante alemana en 1911. —Re-sumen de la organizacion militar del Portugal. —Informaciones militares, nava-1 es i aeronáuticas.

Id. id. Noviembre. —El hidroplano i su evolucion. —El bombardeo de Kago-hima por la flota inglesa. —Informaciones navales, militaros i aeronáuticas.

ITALIA

Rivista di Cavalleria. —Diciembre. —Las maniobras del ejército en Bohe-mia. —Sicolojía militar. —En Rusia, Suecia i Dinamarca. —El nuevo reglamentode ejercicios de la caballería japonesa, —En bien del mejoramiento de la produccion hípica.MEJICO

Revista del Ejército i Marina. —Algunas mediciones fisicoquímicas. —Lamarina en la defensa nacional. —La última palabra de Saumur sobre asuntos detáctica. —El desarrollo del ejército arjentino por el servicio militar obligatorio isus efectos sobre la Nacion. —Sicolojía del mando en jefe. —Apuntes de conta-bilidad militar.

Boletin de Injenieros. —Octubre —¿Cómo organizar la defensa de una po-blacion?—Los aviadores militares mejicanos. —Dinámica de los globos dirigibles.—Estudio sobre la telegrafía i telefonía i sus aplicaciones en campaña.

PORTUGAL

Revista Militar. —Noviembre. —El nuevo reglamento para la instruccion tác-tica de la caballería. —Escuela de repeticion. —El combate del 24 de Junio de1824 en la Cruz dos Moroucos,

— VI —

Anais do Club Militar Naval. —Octubre. —Tubos de lanzamiento de torpedos,del crucero japones «Kongo». —Administracion central de marina.

Revista de Infantería. —Noviembre. —Instruccion militar preparatoria. —Granadas asfixiantes.

Revista de Artilharia. —Diciembre. —Estudios sobre la defensa de costas. —La instruccion de las unidades de artillería de la defensa terrestre de Lisboa—La artillería suiza en las maniobras de 1912.SANTO DOMINGO

El Porvenir militar. —Octubre. —Honor militar. —Asociacione smilitares, —Actualidad militar.

Id. id. Noviembre. —El militarismo en la escuela de varones, —Disciplina,militar. —Actualidad militar,

SUIZA

Allgemeine Schweizerische Militärzeitung. —Noviembre 22. —Las maniobras-de la segunda division. —Informaciones militares.

Id. id. —Diciembre 6. —Instruccion i educacion. —El ejército servio en laguerra de los Balkanes.

Id. id. Diciembre 13. —El nuevo programa de tiro. —El ejército servio en la,guerra de los Balkanes.

Schweizerische Monatschrift- für Offissiere allerWaffen. —Noviembre, —tro. nuevo fusil en manos de la tropa—La guerra ruso-japonesa. —El aumentodel efectivo del ejército aleman.

Revue Militaire Suisse. —Setiembre. -De Lüle Burgas a Tschataldja. —les. ópticas. —Los dirijibles- en campaña.

Id. id. Octubre. —Maniobras de la segunda division. —La batalla-de-Cressier;—Crónica suiza, alemana, francesa e italiana.

TURQUIA

La Défense Nationale. —Noviembre 1. °—El triunfo de la verdad. —La, reor-ganizacion del ejército. —Un comandante de ejército da su opinion sobre la ar-tillería. —Esperiencias tácticas de la guerra balkánica.

Id. id. Diciembre. —La situacion de un suboficial en nuestro ejército. —Enseñan zas tácticas de la guerra en los Balkanes. —Torpedo i sumerjible—Observaciones del jeneral Lacroiz sobre las maniobras francesas de 1912. —

URUGUAI

Revista del Centro Militar i Naval. —Noviembre. —Los soldados de la revo-lucion. —Para ayudarte en el comando de tu compañía. —Cómo deben reclutasse e instruirse loe contadores de ejército.

Id. id. Diciembre. —La tetranitroanlina. —Marchas de noche. —El serviciode campaña. —Pajinas de historia militar. —Pro-aviacion militar.

Revista del Ministerio de Industrias. —Noviembre. —Aplicacion de la dina-mita en la agricultura. —Establecimientos rurales de minas.

OPINIONES ALEMANAS

Aun en el combate frontal se necesitan muchas fuerzas parapoder conservar una actitud constantemente ofensiva. Si faltan efec-tivos, llegará un momento en que no sea posible progresar más, delo que se dará cuenta fácilmente el enemigo, quien, á su turno,podrá desprenderse de ciertos elementos del frente, para lanzarlosal punto en que deseo obtener una decisión, en donde pasará á laofensiva, rompiendo la débil malla que se habia puesto delantede él.

No se debe contar con la posibilidad de engañar al enemigopor medio de falsos ataques. Allí donde se ataque, será preciso ha-cerlo á fondo y tomar las disposiciones consiguientes. Si no se quierehacer un ataque á fondo, vale más mantenerse á la defensiva óceder á la presión del enemigo. Los ataques flojos, llamados demos-trativos, no producen más efecto que ocasionar bajas á las propiastropas, sin alcanzar resultado positivo alguno, ni dañar seriamente aladversario, ni tampoco engañarle. Cabe el engaño estratégico, siem-pre que mediante un riguroso servicio de seguridad, no se permitaver al enemigo sino las cabezas de numerosas columnas cuya com-posición y fuerza quede oculta para aquél; pero este engaño ó ilusiónno persistirá desde el momento en que se empeñe el combate, á me-nos que se trate de continuar solamente en la tarea de entretener alenemigo á costa de grandes pérdidas, y aun así no se puede contarcon la seguridad de engañar á un adversario enérgico y clarovidente.

La historia demuestra que no hay procedimientos que garanti-cen el buen éxito y que la victoria se ha conseguido con las másvariadas formas de maniobra, dependiendo por sobre todo de la cali-dad de las tropas, personalidad de los jefes y de su aptitud paraaprovechar las circunstancias.

Durante la Guerra de Siete Años, Federico II obligado á man-tenerse á la defensiva estratégica, operó ofensivamente por líneasinteriores; en el campo de batalla prefirió el ataque de flanco y notemió abandonar sus líneas de comunicaciones en la espectativa doobtener un resultado máximo.

Napoleón se esforzó invariablemente en avanzar para conseguirsuperioridad numérica en la dirección decisiva; en el campo de bata-lla empeñó hasta las últimas reservas tras idéntico propósito, sin

SOBRE LA GUERRA MODERNA

cuidarse de emplear ésta ó aquella maniobra determinada: su obje-tivo único fué obtener la destrucción del enemigo.

Moltke empicó casi de exclusivo la maniobra por líneas exte-riores y la ofensiva concéntrica.

En su última guerra de Manchuria, los japoneses trataron pre-ferentemente de efectuar sus ataques fijando al enemigo en el frentey envolviendo una ó las dos alas. Pero, exceptuando los primeroscombates, casi nunca tuvieron los efectivos requeridos para alcanzarel triunfo por semejantes procedimientos: las reservas rusas pudie-ron llegar casi siempre á tiempo para parar ese golpe de flanco. Noobstante, casi siempre consiguieron buen éxito en sus vigorosos ata-ques frontales. El ejemplo más completo de un ataque de esta natu-raleza, lo ofrece la toma del itsmo de Kintcheou por el ejército im-perial del general Oku, merced, es verdad, á la gran superioridadnumérica y á la inutilización de las reservas rusas. El movimientoenvolvente del ejército de Nogi, fué contenido en absoluto, sin quepudiera impedir la retirada del ejército ruso. Todos las pérdidas enprisioneros y los pánicos que se produjeron durante la retirada, sedebieron al rompimiento ejecutado por algunas fracciones del I yIV ejércitos japoneses, entre el ala derecha del I é izquierda del IIIejércitos rusos, algo al norte de Mukden, cerca de Kiousan. Estapenetración en el ejército ruso, se debió á la falta de contacto entrelos ejércitos nombrados que abandonaban la línea de Houn-ho.

Por lo que concierne á los rusos, la verdad es que, por lo co-mún, no hicieron otra cosa que mantenerse en la defensiva frontaly pasiva, y aun sin utilizar completamente todos los recursos de quedisponían en hombres y cañones. En las dos únicas ocasiones quetentaron proceder ofensivamente—Cha-ho y Sandepou—lo hicieronenvolviendo una ala y fijando él frente, pero sólo demostrativamen-te. En ninguno de dichos casos consiguieron engañar á los japone-ses con demostraciones. En la primera de las batallas citadas, éstospararon el envolvimiento de su ala derecha mediante una vigorosa,ofensiva llevada sobre todo el resto del frente, con la que casi rom-pieron el frente y envolvieron á su turno el ala derecha de los rusos.En Sandepou, sus demostraciones en el frente no detuvieron á losjaponeses por más de veinticuatro horas, quienes, retirando fuerzas

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OPINIONES ALEMANAS

de dicho frente, enviaron refuerzos á la izquierda, que fueron sufi-cientes para oponerse á la maniobra rusa y en seguida para rechazarel ataque del general Grippenberg.

Estas enseñanzas de la más grande de las guerras recientes,demuestran con entera claridad que la maniobra envolvente, estra-tégica ó táctica, no llevan en sí ninguna virtud mágica. Y no obs-tante, en Alemania se continúa viviendo apegado al empleo casiexclusivo de tal maniobra. El general von Bernhardi pide á suscompatriotas que se pongan en guardia contra tal empecinamientoy les recuerda que no hay maniobra que no logre conseguir el buenéxito, y que no hay nada peor que dejarse llevar de prejuicios enfavor de sólo una de ellas.

Los acontecimientos no se reproducen jamás exactamente, y laexperiencia de la guerra no podrá encontrar una aplicación exactaen el porvenir. Se debe, pues, entonces evitar de aplicar ciegamentelos procedimientos empleados en las guerras anteriores y esforzarse,por el contrario, de echar mano, sin idea preconcebida, de los proce-dimientos estratégicos y tácticos que mejor respondan á las particu-laridades del adversario, á los medios de acción de ambos partidosy al carácter general de la guerra. De ese modo se pueden obtenerlas más variadas soluciones: ora el envolvimiento. ora el ataque deflanco; una vez el. rompimiento del frente, otra la defensiva pura, yaquella una contra-ofensiva enérgica. El general en jefe debe tenersuficiente agilidad mental para variar sus soluciones, y ello no leserá difícil, siempre que estudiando la historia ó los ejemplos que seproponga á la luz de la estrategia y de la táctica, no se deje dominarpor el espíritu de la rutina,

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CAPITULO VII

Ataque y defensa de posiciones fortificadas y de plazas fuertes

Amplio empleo probable en el futuro delas posiciones fortificadas. —Causas de losresultados obtenidos por las posiciones for-tificadas: en la guerra turco-rusa; en el Trans-vaal; en la guerra ruso-japonesa. —Maniobrasimperiales alemanas en 1910. —Opiniones delgeneral von Bernhardi. —Influencia de lasobras permanentes en, la conducción de lasoperaciones; necesidad de adueñarse de ellaslo más pronto posible. —Ataque de un fuertede detención aislado. —Ataque de una líneade fuertes-barrera. —Sitio de una gran plaza;el ataque precipitado ha llegado á ser impo-posible. —Defensa de una plaza fuerte.

Una de las características de las últimas guerras, ha sido el am-plio empleo de las posiciones fortificadas por el partido que se man-tenía á la defensiva. Y sin embargo, nunca su aplicación ha sidopor sí sola suficiente para conseguir el buen éxito ambicionado.Las posiciones fortificadas han servido para ganar tiempo, contribu-yendo a retardar la decisión; han originado también al agresor pér-

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didas considerables; á veces han sido causa de fracasos momentá-neos, obligando al atacante á los mayores esfuerzos; pero nunca lasbajas que éste ha recibido han sido suficientes para obligarlo áabandonar la lucha. Por otra parte, nunca el defensor ha sabidoaprovechar las ocasiones favorables que le ofrecían esos fracasos delataque, para pasar á la ofensiva y arrebatarle el triunfo.

En Alemania se ha constatado esto, al mismo tiempo que sellegaba á la conclusión de la necesidad de abrigarse contra los efec-tos del armamento moderno, para deducir que las mismas campañasrecientes, aconsejan el empleo en el futuro de las posiciones fortifi-cadas. Se han estudiado, pues, con sumo cuidado las causas que hanmotivado los mediocres resultados obtenidos, tanto en el ataquecomo en la defensa de dichas posiciones, y el papel que realmentehan desempeñado. Daremos un resumen extractado d. e las enseñan-zas que al respecto dejan la guerra ruso-turca de 1877-78 y las cam-pañas del Transvaal y de la Manchuria. Estas opiniones no discre-pan substancialmente de las establecidas por los escritores militaresfranceses.

La posición fortificada de Plewna desempeñó en la guerra turcorusa, un rol muy importante al detener frente á ella, durante variosmeses, á la mayor parte del ejército ruso. Y sin embargo, esa ciudadno podía ser mirada como un objetivo geográfico (estratégico) devalor, ya que su sola presencia no constituía en forma alguna, unimpedimento para el avance de los rusos al sur de los Balkanes,aún cuando se encontrara sobre las comunicaciones de ese ejércitoy entre las tropas turcas y las del cuadrilátero búlgaro. Pero sucedió,como se sabe, que habiendo llegado ahí Osman Pachá y alcanzadouna victoria sobre las fuerzas rusas, debió cesar en su actitud ofen-siva al perder superioridad numérica que luego alcanzaron susadversarios, quienes le cercaron, obligándole á atrincherarse. Comodecimos, los rusos pudieron haber continuado su avance; pero seempecinaron é hicieron cuestión de honra el apoderarse de la posi-ción, justamente porque ante ella experimentaron varios fracasos,que quisieron siempre vengar.

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El valor táctico de la posición de Plewna se ve acrecentado porla falta de instrucción de las tropas rusas y su pésima conducciónpor el comando superior. La artillería rusa fué asentada, salvo pocaspiezas, en posiciones muy distantes, y en la conducción del fuegono hubo método ni repartición sistemática de los objetivos, reducién-dose, en suma, sus efectos á los de un improductivo bombardeo delas posiciones turcas. A partir del tercer ataque, los rusos prepara-ron el asalto por un bombardeo, cuya ineficacia, perfectamente perci-bida por los turcos, alentó más bien á éstos á resistir con energía; elasalto fué débilmente apoyado por la artillería; la infantería delataque se formó en gruesas columnas precedidas por delgadas líneasde tiradores, pero no recibió, como se ha dicho, colaboración de laartillería para reducir al silencio á las tropas adversarias; el comandono supo sacar partido de la abrumadora superioridad numérica deque dispuso: el triple en infantería y el cuádruple en artillería, limi-tándose á repartir las fuerzas de una y otra arma, en toda la exten-sión del frente de las posiciones turcas, en vez de concentrar losesfuerzos en el sector estimado como decisivo. Además, el ataquefué despegado, es decir, las diversas columnas no lo hicieron simul-táneamente, y por último, no se dió empleo á cerca de 40 batallonesy 180 piezas que permanecieron completamente en la inactividadmás absoluta.

No es sorprendente entonces que en tales condiciones, los adver-sarios, tropas tan disciplinadas, bien atrincheradas, provistas abun-pantemente de municiones, dotadas de un armamento igual, por lomenos, en calidad al de los rusos, hayan rechazado sus ataques sincoordinación é infligidoles cruentas pérdidas, consiguiendo á pesarde su inferioridad numérica, reunir en el sector decisivo de las mon-tañas Verdes, fuerzas superiores que recuperaron esas alturas deque se había apoderado antes el general ruso Skobelew.

A pesar de la tenacidad de las tropas turcas é inferioridad deinstrucción de las rusas, éstas deberían haber obtenido un buenéxito completo, si un comando despierto hubiera sabido concentrarsus esfuerzos en el punto conveniente. Queda, entonces, fuera deduda, que no se debió á la posición fortificada, en sí misma, lasituación ventajosa en que quedaron los turcos, sino á las faltas desus adversarios.

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En la guerra del Transwaal, los boers hicieron, asimismo, unempleo frecuente de posiciones que fortificaban, mediante zanjasangostas y profundas, las que desenfilaban quebrando su trazado ennumerosos zis-zas, adaptándolas juiciosamente al terreno; disimu-lándolas á la vista por un relieve mínimo y ligándolas hacia atráspor fosos do comunicación cuidadosamente protegidos; pero sinpreocuparse de cubiertas, ni blindajes contra las balas ó shrapnels.Ocupaban frentes muy extensos; pero dejaban grandes intervalossin guarnecer, aunque bien batidos por el fuego de las obras vecinas;no constituían reservas; más, como todos iban montados, podíantransladarse rápidamente de un punto á otro de la posición, ayuda-dos por un buen sistema de informaciones de señales ópticas, queles tenía al corriente de la situación. Empleaban sus cañones aisla-damente, bien protegidos en pozos; utilizándolas unas veces á gran-des distancias, y en otras reservándoles para la lucha aproximada; yen cuanto los ingleses comenzaban á reglar su tiro sobre una de laspiezas boers, ésta cambiaba de emplazamiento.

Hasta la llegada de. Lord Roberts, todos los ataques de los in-gleses fracasaron ante las posiciones organizadas de esa suerte; perose debe afirmar también que la causa mayor de esos fracasos debeatribuirse más á los defectuosos procedimientos de ataque emplea-dos por aquéllos, que á la solidez de las posiciones boers. La infantería inglesa combatía en formaciones rígidas; carecía de flexibilidady de iniciativa y era incapaz de conducir un combate de tiradorespor el fuego para preparar un ataque á la bayoneta. La artilleríabritánica, á pesar de su aplastante superioridad numérica sobre laboer, no supo nunca apoyar el ataque de su infantería. Procedíaregularmente por bombardeos preliminares, cuyo efecto materialera insignificante, pues los boers se quedaban impasibles en sustrincheras, hasta que se acercaba la infantería sobre la cual lanzabanun fuego mortífero concéntrico. Además, los ingleses tampoco con-entraban. sus esfuerzos sobre un punto para obtener en él la deci-

sión, sino que se empeñaban en el frente y dejaban también susreservas sin hacerlas intervenir en el combate.

Desde la llegada de Lord Roberts ya no atacaron las posicionesboers, sino que las envolvieron con el auxilio de sus tropas monta

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das, obligándoles de este modo á evacuarlas sin combatir. La únicavez que los boers intentaron resistir, en Paardeberg, fueron rodeadosy obligados á capitular.

Por la ocupación de posiciones fortificadas, los boers ganaronun tiempo notable y ocasionaron grandes pérdidas a sus adversa-rios que, como queda dicho, cometieron durante mucho tiempo dela campaña, el error de atacar siempre de frente y por procedimien-tos de combate defectuosos; desde que cambiaron de método y en-volvieron las posiciones, éstas perdieron todo su valor.

La guerra ruso japonesa permite constatar un verdadero abusode la fortificación de parte de los rusos, quienes emplearon los pro-cedimientos de detalle más modernos y variados; pero sin un plande conjuuto, y sobre todo, sin concepción de maniobra ofensivacombinada con el empleo de la fortificación.

Las zanjas rusas, angostas y profundas estaban dotadas de tra-veses para protegerlas del fuego de enfilada; unidas á la espalda porfosos abrigados; á su frente había obstáculos artificiales provistos confrecuencia de abrigos blindados y cubre cabezas para detener los ba-lines del shrapnel. Su artillería la asentaban generalmente en pozoscon parapetos para los sirvientes. Empleaban igualmente obras ce-rradas para puntos de apoyo, cuando las localidades no se prestabanpara ello. Se esforzaban, por lo común, en despejar el campo de ti-ro. (1) Muchas veces se establecían en posiciones que ocupaban envarias líneas sucesivas unas detrás de las otras y creaban protecciónaun para las reservas.

La acumulación de tantos trabajos ejercía una influencia perni-ciosa: en el concepto moral, empapando á las tropas en la idea deque la defensa de las. posiciones era el todo; y en el concepto mate-rial por el desgaste prematuro de las fuerzas físicas en un laboreotan fastidioso y que concluia por impedir, realmente, el poder pasará la ofensiva cuando lo pretendieran. No tuvieron como objetivo sinola conservación pasiva del terreno que ocupaban, sin pensar que la

(1) Pero con frecuencia también no alcanzaron á ejecutar ese trabajo, puesabandonaban la posición escogida en el último momento para ocupar otra.

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economía de fuerzas que realizaban al ocupar esas posiciones podíanaprovecharla para pasar á la ofensiva. Lo mas que podian obteneren tales condiciones era el rechazo de los japoneses y á veces lo con-siguieron; pero éstos aun en su numérica inferioridad envolvieronlas posiciones para tomarlas y á veces lo consiguieron por simpleataque frontal.

El buen éxito de los japoneses debe atribuirse á la mejor ins-trucción de sus tropas y á los errores del comando superior ruso enla conducción de las operaciones.

La artillería japonesa de campaña era inferior en potencia á lade los rusos y desde LiaoYang tambien inferior en número; (en Mouk-den los rusos tuvieron 1 192 cañones de campaña contra 892 quetenían los japoneses) pero supo, aun manteniéndose á distancias con-siderables, combinar sus esfuerzos con los de su infantería y conse-guir do tal modo superioridad numérica y de fuego en los puntos quejuzgó apropiados para obtener la decisión.

Los japoneses agregaron á su artillería de campaña, desde elprincipio de la guerra, obuses ligeros de 12 cm Krupp (1). Desde labatalla de Liao Yang emplearon cierto número de obuses de 15 cmy, durante el invierno, delante de las posiciones de Moukden colo-caron cerca de 200 piezas de sitio entre las cuales habia de los másgruesos calibres (cañones de 15 y 20 cm; obuses de 28 cm).

En Alemania se declara sin arribajes que la ayuda de ese mate-rial contribuyó poderosamente á la preparación del ataque contra lasposiciones rusas. Tal afirmación es terminantemente controvertidapor numerosas declaraciones de oficiales rusos quiénes afirman queaun cuando al principio su3 tropas se impresionaron algo por las vio-lentas explosiones de los proyectiles de esas grandes piezas, luego serepusieron, al comprobar los escasos efectos que ellas producian álos. atrincheramientos y puntos de apoyo rusos. Los rusos, por lo de-

(1) Los alemanes atribuyen bastante importancia á los obuses de campaña;pero se debe ver también en sus elogios tributados á dicho armamento de losjaponeses la réclame acostumbrada en favor de los productos de la industria ale-mana á la que aun los escritores militares no logran substraerse.

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más, tenían de esas gruesas piezas en mayor cantidad que los japo-neses, lo que no impidió, se ha visto, que fueran derrotados. La ins-trucción de los artilleros moscovitas estaba á la altura de la de losnipones; pero el empleo de esa arma por el comando superior fue or-dinariamente defectuosa.

La instrucción de la infantería japonesa si que era y con muchosuperior á la de los rusos. Estos sufrieron frecuentemente grandespérdidas por haberse expuesto al fuego de aquélla y de la artilleríaen formaciones demasiado densas. Ambas infanterías hicieron buenuso de las ametralladoras cuyo número fué aumentado considerable-mente en el transcurso de la campaña; pero la infantería japonesasupo aprovechar el terreno amoldándose á sus pliegues y tuvo la pa-ciencia de aferrarse á él empleando horas en la travesía de espaciosdescubiertos en formaciones muy delgadas, consiguiendo de tal suer-te atenuar sus pérdidas, gracias también á la poca aptitud de losrusos para repartir su tiro entre numerosos objetivos movibles.

El comando japonés, no ha sido realmente tan sobresaliente paraque pueda llevarse gran parte en la cosecha de la victoria; ésta debetambién atribuirse, en no escasa proporción, á la incapacidad del co-mando adversario, caracterizado en todos los grados de la gerarquíapor la indecisión y falta de resolución. Los generales rusos estuvie-ron siempre preocupados de cubrirse en todo sentido y conservar almismo tiempo fuertes reservas destinadas á contrarrestar todas laseventualidades posibles; y, sin embargo no daban empleo efectivoen el combate sino á una parte reducida de sus efectivos. Esa faltade arte, así como la indecisión y la pasividad de los rusos permitie-ron á sus contendores concentrar sobre determinados puntos la su-perioridad requerida. Durante este tiempo las reservas rusas se de-dicaban á ocupar eventuales posiciones de refugio, en vez de empe-ñarse en la acción para conseguir un triunfo que, en rigor, abando-naban á la audacia de sus enemigos; otras veces ese refuerzo de lasreservas se hacía gota á gota, resultando ineficaz. El abuso de lasfortificaciones había adormecido en ellos todo espíritu de ofensiva.El General Kuropatkine no pensó incesantemente más que en batir,se en retirada y evitar la decisión. Tal manera, asáz defectuosa, delos rusos de dirijir las operaciones impide generalizar las conclusio-

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nes que se han sacado sobre el valor, fuerza y resistencia de las po-siciones fortificadas, como tampoco sobre la bondad de los procedi-mientos empleados por los japoneses.

Resumiendo: los alemanes conceden gran valor á las posicionesdefensivas cuando para atacarlas es preciso hacerlo de frente. Pien-san que se las volverá á a encontrar en la guerra del mañana y queellos mismos las utilizarán; para epinar de ese modo no se atienenexclusivamente á los estudios de la historia que quedan anotados, sinoque han procurado repetir en maniobras de una manera práctica elproblema del ataque y defensa de las posiciones fortificadas de cam-paña.

Tal ha sido en particular el objeto do las maniobras imperialesde 1910 en Prusia oriental. Es interesante constatar que el partidoencargado de la defensa de la posición fortificada, se aprovechó dela fuerza de resistencia que sacaba de ella, para economizar sus tro-pas en el combate frontal, en la expectativa de proceder ofensiva-mente en un flanco. En efecto: de cinco brigadas de infantería conque contaba, sólo ocupó dos en el frente organizado con los recursosde la fortificación pasajera y el resto las dejó en reserva con el finindicado anteriormente. El agresor que tenia tres divisiones hubo deemplear dos de ellas en el combate frontal, tentando con la terceraun envolvimiento de la posición; pero mal informado y sin la sufi-ciente protección de su ala exterior, debido á un defectuoso empleode su caballería, esa división fué á su turno tomada de flanco porlas tres brigadas de reserva del defensor que procedieron en su con-tra en una ofensiva ventajosa. La opinión unánime fué que esa di-visión había sido completamente batida y que su derrota habríaarrastrado al resto de las tropas de su partido.

Vemos como resultado práctico de esas maniobras, la idea delempleo ofensivo de las reservas, economizadas merced á la solidezdel frente convenientemente fortificado: trincheras para la infanteríaangostas, profundas, dotadas de travesea y abrigos blindados nume-rosos y protegidos en su frente por alambradas etc., para la artilleríaempleo de posiciones cubiertas, preparación del fuego por punteríaindirecta y de consiguiente establecimiento de observatorios y redde comunicaciones para el servicio de las baterías (Observación ycomando).

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Y justamente, previendo el ataque de posiciones fortificadas losalemanes han dotado sin economía á sus tropas de campaña del ma-terial que han menester: obuses ligeros y artillería pesada.

No podríamos resumir mejor las opiniones alemanas sobre estacuestión que citando textualmente las del General von Benhardi (1)quién dice:

«El valor de las posiciones fortificadas es simplemente relativo:reside en la ventaja de ganar tiempo; pero por lo común no tieneun efecto positivo eficáz sinó en el caso de que la posición puedaobligar a detenerse, efectivamente, delante de ella á las fuerzas ene-migas, sobre todo si se aprovecha el tiempo (junado, en realizar en unpunto conveniente, en esas favorables condiciones, una decisión positi-va. En general, no se buscará en la posición misma el punto capitalde la acción estratéjica, sino en las posibilidades tácticas y estratégi-cas que emergen de su adopción. La cuestión es utilizar esas posibi-lidades. En tal concepto debe un defensor ocupar esas posiciones ysólo en casos muy raros se logrará la decisión por el hecho esclusivode conservarlas. »

En el concepto táctico la fortificación aumenta las ventajas dela defensa frontal; pero pone más en evidencia los inconvenientesde ésta. Los atrincheramientos en sí mismos contribuyen á concedermayor valor á la protección que á la acción. Dificultan toda manio-bra y especialmente el paso á la ofensiva, puesto que para ejecutaraquella ó decidirse por la última se precisa abandonar las zanjasdentro las cuales su esperaba la salvación. Las posiciones fortificadas,pues, influyen sobre las tropas y entraban la iniciativa del comando. »

«De las circunstancias expuestas se desprende la enseñanza pa-ra el atacante de no escudarse en las posiciones fortificadas mien-tras le sea posible evitarlas ó prescindir de ellas. Debe substraerse áaceptar la ley que quiere imponerle su adversario. Debe tratar, porsistema, de envolver estrategicamente la posición, y esforzarse endejarla burlada. Se debe inferir qué operaciones ofensivas tiene in-tención de ejecutar el adversario bajo la protección de la posiciónfortificada para según eso hacerlas fracasar por el solo hecho de ha-

(1) Vou HEMTIGEN KRIEG,. 2. ° vol. págs. 130 á 136.

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grandes sacrificios; en segundo lugar, destruir las obras de tierra yblindajes del enemigo. Para realizar estos fines, empleará el shrap-nel contra la artillería é infantería; sus obuses le servirán para eltiro curvo contra los cubre-cabezas y baterías cubiertas; el fuego desus cañones pesados, contra los parapetos y baterías á barbeta. Conel fuego de sus obuses procurará también dificultar el movimientode las reservas enemigas dentro de la posición, en caso que no seamuy eficaz el tiro de shrapnel. Prosiguiendo el combate, esa armase dedicará también á destruir los obstáculos accesorios que se en-cuentran delante de la posición, para allanar así el camino á su infantería. »

«Protegida por ese fuego, la infantería se aproximará ininterrum-pidamente hacia la posición, haciéndose acompañar de numerososdestacamentos de ingenieros. El avancé se hará con mayores proba-bilidades en la noche, aprovechando sus sombras para construirzanjas para tiradores, que les permitan aferrarse más tenaz y sólida-mente al terreno conquistado y arreglar comunicaciones hacia atrás,las cuales se van perfeccionando paulatinamente. También durantela noche se deberá hacer avanzar ametralladoras, instalándolas enabrigos, para aumentar la intensidad del fuego, procurando en loposible escoger asentamientos en posiciones algo elevadas, que lespermitan disparar por sobre la infantería. Esta tratará, infatigable-mente, de ganar terreno sin temor á las pérdidas. La posesión decada palmo de terreno, debe asegurarse mediante el empleo de lapala, desde que el fuego del enemigo lo permita. La destrucción delos obstáculos queda confiada á los zapadores y patrullas adelanta-das. Los trabajos de zapa se deben llevar hasta la posición misma.(1) Las tropas fatigadas ó las bajas de la primera, línea, deben serreemplazadas frecuentemente. La artillería acompaña con su fuegoá la infantería en las últimas fases del ataque; en el asalto mismo,empleando en ese momento la granada de percusión aun á riesgode causarle algunas bajas á sus propias tropas. La infantería asal-tante lanzará granadas de mano hacia el interior de la posición y lomás al fondo que le sea posible. Las fracciones más adelantadas deesa arma serán seguidas de cerca por otras líneas que se atrinchera-

(1) Es decir, hasta la posición de asalto. (N. del T. )

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rán á sus espaldas durante los trabajos de preparación del asalto, yque en el momento en que éste se verifica, avanzan también parasostener á las primeras en caso que no consigan un franco éxito. »

«Procediendo de tal suerte, se puede conseguir en un tiemporelativamente corto forzar las posiciones, por más sólidamente forti-ficadas que ellas estén, sin caer, en el apresuramiento excesivo de losrusos en Plewna, ni en la lentitud de los japoneses en Liao-Yaug,Cha-ho ó Mukden. Poco sacará el defensor con llevar reservas alpunto amenazado, porque desde el momento que el atacante haconseguido superioridad de fuego de artillería, esas reservas tendránque atravesar bajo un fuego terrible y no aportarán sino un débilconcurso á la defensa, sobre todo si el cañoneo del atacante se prosigue enérgicamente y sin reposo durante la noche, lo que es indis-pensable.... »

«La artillería desempeña, pues, un papel importante contra lasposiciones fortificadas y tendrá en esos combates que resolver pro-blemas bien difíciles. Desde luego, y dada una concentración tangrande de fuego, tendrá muchas dificultades para observar y corre-gir su tiro, y le serán precisos los más metódicos procedimientos ytodos los medios de la técnica para alcanzar los efectos que pretende. »

«Y sin embargo, la infantería seguirá siendo el arma de la de-cisión. Es verdad que la artillería destruye las obras enemigas yapaga su fuego; pero esa acción no tiene sino un fin: abrir á la infan-tería el camino de la victoria y permitirle poner su pie en la posi-ción enemiga. »

«Habiéndose conseguido buen éxito, y aun durante las últimasfases de la lucha, las baterías pesadas alargan su tiro hacia la golade la posición para poner á raya los posibles contra ataques del ene-migo. Las baterías de campaña se apresuran á tomar posicionessobre las abandonadas por el enemigo, para cañonearle en su retiradaó para rechazar sus contra-ataques, en tanto que la infantería y loszapadores se dedican á arreglar el terreno conquistado, organizán-dolo, aun á costa de los más grandes' sacrificios, en vista de su ocu-pación defensiva, á fin de aferrarse á su dominio y utilizarlo comobase para conseguir la caída del resto de la posición. El comando

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