Ángel de la Guarda › sites › sspx › files › octubre_2019_web.pdf · Si un niño estuviera...

12
Ángel de la Guarda Octubre 2019 Boletín infantil mensual de la FSSPX en España

Transcript of Ángel de la Guarda › sites › sspx › files › octubre_2019_web.pdf · Si un niño estuviera...

Ángel de la GuardaOctubre 2019

Boletín infantil mensual de la FSSPX en España

La devoción al R ario, después de la Misa, es la más provech a.

(San Antonio M. Claret)

En el R ario está cifrada la salvación de tu Patria. (Pala as de la Virgen a San Antonio M. Claret)

Rezar mi R ario es mi más dulce ocupación y una verdadera alegría, p que sé que mientras lo rezo estoy hablando con la más amable y gener a de las madres.

(San Francisco de Sales)

¿Sabías que...?¿... nuestro décimo mes fue, de acuerdo con el antiguo calendario romano, el

octavo? De ahí su nombre, tomado del latín octo, ocho.

¿... San Francisco Javier tenía una gran devoción al Santo Rosario? Nunca dejó

de rezarlo todos los días, a pesar de sus tantos y tan largos viajes apostólicos.

Solía llevarlo en su cuello abiertamente en honor de la Santísima Virgen.

Sobre el Santo Rosario

Queridos niños...

..., seguro que habéis pasado por esos parajes de alta montaña con acantilados enormes, rocas colgantes, des� laderos profundos. Pues es impresionante lo que puede una sencilla cuerda en estos sitios peligrosos para poder caminar seguro y llegar a su destino. Con una cuerda te puedes atar para subir escalando, puedes hacerte un puente para atravesar de una orilla a otra sin caer en el río, y muchas otras cosas. Pues, entre la tierra y el cielo hay también muchos peligros, más terribles que los de un paseo por la montaña: están nuestros pecados, las tentaciones, los demonios... ¿Cómo haremos para pasar sin di� cultad de la orilla de la tierra hasta la del cielo? Usando una cuerda especial que se llama:

¡ROSARIO!

El Rosario es la cuerda que, si la llevas siempre contigo, y si rezas diariamente las Avemarías, te salvarás de todos los peligros y llegarás seguro hasta el cielo. ¿No me crees? Pues lee con atención lo que le pasó un día a Santo Domingo:

Se cuenta que un hereje se burló públicamente del rosario y de sus 15 misterios. Al instante, Dios permitió que se le venga encima nada menos que 15000 demonios que entraron en el cuerpo del impío. Sus padres desesperados le llevaron delante de Santo Domingo. Se puso el santo en oración y exhortó a todos los que estaban presentes que rezaran con él el santo rosario. Y allí que por cada Avemaría que se rezaba, se veían escapar a 100 demonios a la vez, hasta que al terminar el rosario, no quedaban ninguno. Se convirtió el burlador y hasta el � n de su vida, no dejo un solo día sin rezar el rosario.

¡Qué lección para nosotros! Con el rezo diario y devoto del rosario, en familia, o solito en una capilla, o en vuestra habitación, seréis más fuertes que 15000 demonios. Vale la pena pensar seriamente, o en tomar esta costumbre, o volverla a tomar, o mantenerla, o perfeccionarla, especialmente durante este mes de OCTUBRE que es el mes del SANTO ROSARIO.

Que la Santísima Virgen María os proteja y os bendiga.

Os bendice:

P. David Aldalur

1

¿Qué hace el niño que quiere mucho a su mamá? Le dice: Mamá, ¡qué buena eres! ¡Cuánto te quiero! ¿Y ha de decir el niño estas cosas a su Madre la Virgen María? El niño ha de decirle cosas más preciosas todavía ¿Quién nos ha ense-ñado las cosas que hemos de decir a la Virgen? El Arcángel San Gabriel nos ha enseñado las cosas que hemos de decir a la Virgen. ¿Cómo se llama esa lección que nos dió el Arcángel? Se llama la oración del Avemaría.

¡Ay, yo quisiera besar el catecismo donde se encuentra el Avemaría! Algo más hizo Santo Tomás de Aquino que, siendo chiquitín y estando jugando en la playa, se encontró una hoja del Catecismo con el Avemaría y se la tragó. Pues yo lo que voy a procurar es rezarla con muchísima atención y devoción, � jándome en lo que digo.

¿Cuáles fueron las primeras palabras que dijo el Arcángel San Gabriel a la Virgen? Lo primero que hizo el Arcángel fué saludar a la Virgen diciéndola: Dios te salve. ¿Qué quieren decir estas palabras? Estas palabras quieren decir: Dios te guarde, o, que sea Dios el guarda de tu alma. Si los guardas de los jardi-nes conservan las " ores lozanas teniendo cuidado de que los niños impruden-tes no arranquen y estropeen las " ores, yo te deseo, Virgen María, que Dios sea el guarda del encantador jardín de tu alma, cuajado de " ores de virtudes.

¡Qué hermoso saludo! Mucho mejor que decir: ¿Cómo está usted? Pues, por lo menos, debería yo decirlo antes de saludar de esta otra manera.

El Arcángel San Gabriel no pronunció el nombre de María; pero los niños lo dicen en esta oración. ¿Y por qué dicen los niños María en esta oración? Porque es un nombre muy hermo-so el dulce nombre de María ¿Pues qué quiere decir Maria? María signi� ca: Señora, Hermosa, Graciosa, Estrella del mar...

¡Qué nombre más precioso! ¡Yo lo voy a decir muchas veces con devoción; nunca cuando esté enfadado o impaciente.

¿Qué dijo el Arcángel San Gabriel a la Santísima Virgen después de saludarla? Le dijo estas pa-labras: Llena de gracia. ¿Qué le quiso decir el Arcángel con estas palabras? Le quiso decir: Tú eres inmaculada desde el primer instante de tu concepción; tú lienes la ma*yor canti-

2

ños María ermo-iere

osa,

ecir esté

sima pa-el :

EL AVEMARÍA

dad de gracia que cabe en una pura criatura; tú has estado, estás y estarás libre de todo pecado; tú estás con� rmada en gracia. ¿Qué quiere decir la palabra gracia? Con el nombre gracia quere-mos signi� car todo lo bueno que Dios nos da para ir al Cielo.

A mi madre de este mundo Dios le ha dado muchas cosas buenas; ¡qué buena es mamá!; pero mi Madre del Cielo es buenísima, llena de gracia; no puede ser mejor. Si yo acudo con tan-ta con� anza a mi madre de este mundo cuando necesito una cosa, ¡con cuánta más con� anza he de acudir a la Virgen para las cosas de mi alma!

¿Qué le dijo después el Arcángel a la Virgen? El Arcángel le dijo después estas palabras: el Señor es contigo. ¿Qué le quiso decir con estas palabras? le quiso decir: El Señor está en tu corazón, porque le amas más que nadie; el Señor está en tu inteligencia, porque le conoces más que nadie.

¡Ah! cuando tengo mi cabeza llena de tonterías, el Señor no está conmigo; cuando mi corazón está lleno de caprichos, el Señor no está conmigo.

¡Dios mío! ¡Yo quiero que estés conmigo! ¡Yo quiero que ocupes mi corazón y mi inteligencia! Por eso voy a estudiar mucha doctrina, para que Dios esté en mi inteligencia; voy a confesar y comulgar muy bien, para que Dios esté en mi corazón.

¿Cuáles fueron las últimas palabras del Arcángel? Las últimas palabras que dijo el Arcángel fueron: bendita Tú eres entre todas las mujeres. ¿Qué le quiso decir con estas palabras? Le quiso decir: ninguna mujer recibirá más bendiciones y alabanzas que Tú. El Arcángel pensaba en los niños muy buenos y muy amantes de la Virgen que habría en todos los tiempos, en lo mucho que la iban a querer, en las $ ores que la iban a llevar, en las Avemarias y rosarios que la iban a rezar... ¿Me encuentro yo entre esos niños? ¿Quiero mucho a la Virgen? ¿Le digo alabanzas? ¿Hablo bien de ella y a menudo? ¿Le rezo con devoción el rosario? ¿Tengo un altarcito dedicado a Ella bien bonito?

¡Virgen Santísima! Si hasta ahora no hice todo esto, en adelante quiero ha-cerlo!

Después del Arcángel San Gabriel la prima de la Virgen, Santa Isabel, la vol-vió a alabar. ¿Y cuáles fueron las primeras palabras que le dijo Santa Isabel a su prima la Virgen María? Le dijo; bendita eres entre todas las mujeres. ¿Pues no

3

4

le dijo estas palabras el Arcángel? Sí, y aquí está el milagro, que Santa Isabel y el Arcángel dijeron las mismas palabras sin haberse convenido antes.

Eso mismo les pasa a los niños buenos; se les ocurren cosas de ángeles; y a los niños malos se les ocurren diabluras. ¡Virgen Santísima, yo quiero tener cosas de ángeles! ¡No quiero ser diablejo, ni hacer diabluras!

¿Qué le dijo después Santa Isabel a su prima la Santísima Virgen María? Le dijo estas palabras: bendito es el fruto de tu vientre. ¿Qué quieren decir estas palabras? Estas palabras quieren decir: Tú. prima mía, vas a recibir más ben-diciones y alabanzas que todas las mujeres juntas, por ser Madre de Dios, pues todas las bendiciones que se digan a tu Hijo serán para Tí, por ser su Madre.

¡Qué primas más buenas María e Isabel! ¡Qué alabanzas le dice ésta a aqué-lla! ¿Soy yo así con mis hermanos y primos? ¿Les digo cosas agradables, o desagradables?

Santa Isabel no dijo la palabra Jesús; pero los niños la dicen al rezar esta oración. ¿Y por qué dirán los niños esta palabra por encargo de la Iglesia? Porque si es dulce el nombre de Maria, es dulcísimo el nombre de Jesús; si es hermoso el nombre de María, es hermosísimo el nombre de Jesús. ¿Qué quiere decir Jesús? Quiere decir Salvador. ¡Ah, cuántas cosas nos dice este nombre! Si un niño estuviera ahogándose en un estanque y un señor se tirara al agua y lo sacara, le faltaría tiempo a ese niño para decir a sus amiguitos: ese es mi salvador, ese es mi Jesús.

Y esta palabra le traería a la memoria los apuros, que pasaba cuando se esta-ba ahogando, y el gusto que tuvo, al verse fuera de peligro. El diablo nos estaba ahogando, y Jesús nos libró de este enemigo,

¡Jesús! ¡Jesús! ¡Nombre dulcísimo más dulce que la miel para mi boca; más delicado que una melodía para mi oído! Sea este nombre el que pronuncien mis labios y mi corazón por última vez.delicado que una melodía para mi oído! Sea este nombre el que pronuncien mis labios y mi corazón por última vez.

Prodigios del Escapulario del Carmen

¡sÁlvame, virgen del carmen!

En el pueblo de la Colia, en Colombia, un soldado llamado Gallego, con cinco compañeros

más, cayeron en manos de los bandidos. Los llevaron al puesto del bandolero jefe. El consejo

de guerra de aquellos desalmados fue elemental por demás:

“Una de dos, o se unen a nuestra facción o son fusilados en el acto”.

Gallego, pensó que no valia la pena, bajo concepto ninguno, el traicionar su uniforme.

Los otros cinco, hijos del pueblo como él, soldados como él, colombianos como él, católicos

como él, pensaron al unísono con él.

“No somos traidores por nada de este mundo”. Fueron atadas atrás sus manos y puestos

en fi la delante del pelotón de bandidos. El jefezuelo. despechado y cruel, les fue pasando

lista: les rajaba la cara con su machete y les escupía. Gallego retiró el rostro y el acero llegó

a rajarle el labio superior.

“Ahí mismo la descarga” - imperó el criminal bandido -. Gallego se tiró al suelo..,

abrazada su alma a la Virgen del Carmen, cuyo Escapulario le había impuesto el P. Agudelo,

su Párroco. Y la invocó:

- “¡Sálvame, Virgen del Carmen!”

Y..., diciendo y haciendo, se arrastró con otro por entre el alto rastrojo y hierba en que

estaban. Atado, no podía casi moverse del sitio. Oía perfectamente los ayes de agonía de los

fusilados, las palabrotas de los asesinos, las pisadas de éstos, que los buscaban allí mismo en

el sitio, en cuatro metros de radio. Al otro, que como él se tiró al suelo y como él trató de huir,

lo encontraron y lo remataron allí mismo. Y..., Gallego, invocando a la Virgen del Carmen, a

un metro de los asesinos, tirado entre la hierba...

Cuando los bandoleros desalmados huyeron del lugar, temerosos de la tropa, que se dejaba

ya sentir Gallego siguió arrastrándose, Y se hizo por fi n visible a los soldados. Delante de

ellos, de los vivos, y de los fusilados compañeros de avanzada, explico su milagro, y delante

de ellos dio gracias fervorosas a la Santísima Virgen del Carmen por el milagro que obrara

con él.

5

6

Desde la cátedra del Monaguillo

EL Incensario e Hisopo

El incensario se sostiene con la mano derecha, tomándolo por su parte su-perior, y poniendo el dedo meñique dentro de la anilla que hay en la misma.

La naveta se tiene con la mano izquierda.

Para que no se apague el fuego del incensario se tiene un poco separada la tapa, levantándola por medio de la cadenilla, y el incensario se mueve de de-recha a izquierda con ligero balanceo.

Al presentar el incensario para echar incienso, primero se da la naveta con la mano derecha, después se levanta la tapa y se eleva el incensario a la altura de la mano del Sacerdote. Con la izquierda se sostiene la parte superior de las cadenillas cerca del pecho, y con la derecha se coge cerca de la tapa del fuego. Así se sostiene hasta que haya sido bendecido el incienso; o. si no se bendice, hasta que haya sido puesto el incienso.

Para entregar el incensario al Celebrante o a otro que haya de incensar, se toma con la derecha por la parte superior de las cadenillas, y con la izquierda por cerca de la tapa.

Al recibirlo, se toma con la izquierda por la parte superior, y con la derecha por la inferior.

Para incensar, con la mano izquierda se toman las cadenillas por su extremo y se retienen cerca del pecho; con la derecha se toma el incensario, ya cerrado, cerca de la tapa, sosteniéndolo de modo que pueda dirigirse fácilmente hacia el objeto que va a incensarse.

La incensación se hace elevando el incensario en dirección del objeto que se inciensa, y

dirigiéndolo suavemente hacia él; después de lo cual se baja hasta la cintura.

Esta acción se repite tantas veces cuantas haya de incensarse.

7

Leer, Aprender y Rezar

ADÁN Y EVA QUEBRANTAN EL MANDAMIENTO DE DIOS

El demonio tenía envidia y odio a los hombres.

Un día se escondió dentro de una serpiente. Y la serpiente dijo a Eva: «¿Por qué os ha

mandado Dios que no comáis de todos los árboles del Paraíso?» Respondió Eva: «De los ár-

boles del Paraíso, sí que comemos; sólo del árbol que está en medio del Paraíso no debemos

comer; porque de otro modo moriremos». Dijo la serpiente: «De ninguna manera moriréis;

antes, si coméis de ese árbol, seréis como dioses».

Entonces tomó Eva del fruto del árbol, y comió. Y luego dió al hombre, y él también comió.

1. ¿Quién comete un pecado? - Comete un pecado el que desobedece a Dios nuestro

Señor.

Dios exige de nosotros que guardemos los diez mandamientos de su Ley y los cinco de la

Iglesia, y que cumplamos las obligaciones de nuestro estado.

2. ¿Son iguales todos los pecados? - No todos los pecados son iguales: Hay pecados gra-

ves y pecados leves.

Los pecados graves se llaman también mortales; y los leves, veniales.

3. ¿Qué es pecado mortal? - Pecado mortal es decir, hacer, pensar o desear algo contra la

ley de Dios en materia grave.

Se llama «mortal», porque mata el alma del que le hace. Y se dice que mata el alma, porque

le quita la vida sobrenatural de la gracia.

4. ¿Qué cosa es pecado venial? - Pecado venial es una disposición para el pecado mortal.

O también: Pecado venial es decir, hacer, pensar o desear algo contra la ley de Dios en ma-

teria leve.

Se llama «venial», porque ligeramente, esto es con facilidad, cae el hombre en él, y fácil-

mente se le perdona. El pecado venial no mata el alma; pero la debilita y la dispone para el

pecado mortal.

En el Padre nuestro rezamos: No nos dejes caer en la tentación - Pedimos en esta petición

que no nos deje Dios caer en los malos pensamientos y tentaciones con que el demonio pro-

cura hacernos caer en el pecado.

Dichos y frases hechasRecopilación de las expresiones y locuciones populares que nos vinculan a la historia de nuestros antepasados

PROMETER EL ORO Y EL MOROPrometer con falsedad lo que no se va a entregar o lo que no se puede dar.

Los historiadores suelen contar la historia del alcaide Ab-

dalá, a propósito de esta expresión. Se dice que, en los últimos

tiempos de la Reconquista, los cristianos apresaron al alcaide

de Ronda, el tal Abdalá y a su sobrino. Como era costumbre en

aquellos años, los cristianos pidieron un rescate por el alcaide,

y una vez cobrado, lo soltaron, pero se quedaron con el joven

sobrino moro. Esta burla fue considerada una estafa por los mo-

ros, los cuales apelaron al rey cristiano (por entonces Juan II de

Castilla) con el fi n de lavar aquella infamia. El rey Juan com-

prendió que los moros tenían razón y que se les había engañado

vilmente, ignorando todas las leyes de la guerra. Hizo llevar a la

corte al sobrino, con el fi n de entregarlo él mismo al alcaide de

Ronda; pero los caballeros entendieron que lo único que el rey

pretendía era cobrar el rescate por el moro: decían en los cuar-

teles que el rey quería EL ORO Y EL MORO. La explicación

del dicho es muy rebuscada, pero los lingüistas la dan como cierta y los historiadores

certifi can la veracidad del hecho.

MAÑANA SERÁ OTRO DÍAExpresión de consuelo ante sucesos penosos o adversos.

Perogrullada insólita que ha tenido mucho predicamento en

España: se utiliza para desentenderse de los malos momentos,

pero también se aplica cuando no se desea emprender un traba-

jo o se deja para el día siguiente. Algunos autores afi rman que

el origen de este dicho es el cuento del tuerto que salió de noche

a buscar espárragos. Como no los veía o no los quería ver, dijo:

«Mañana será otro día y verá el tuerto los espárragos».

8

De todo un poco...

Tengo copa

no para tomar;

tengo alas

no para volar

Hernán Zorrilla (El Espinar)

Miriam Sanjuan (Batea)

Eulalia Sanjuan (Batea)

ENHORABUENA A LOS ACERTANTESLa solución era: el sombrero

Los acertantes de acertijos del mes pasado son:

SOPA DE LETRAS DE LA SALVE

Santo del Mes2 de Octubre

El Alt ís imo mandó a sus ángeles que cuidasen de t i ;

los cuales te guardarán en cuantos pasos dieres ;

te l levarán en sus manos;

no sea que tropiece tu pie contra la p iedra .

(Salmo 90, 11-12)

Los hijos de los reyes no salen sino escoltados de personas encargadas de velar por ellos y

defenderlos en caso de necesidad. Pues bien, todos los cristianos se han vuelto, por su bautismo,

hijos del Rey de los cielos. Es por esto que Dios da a cada persona un compañero � el encargado

de guardarla, conducirla y gobernarla. Este compañero es nuestro ángel de la guarda. Debemos,

en este día de su � esta, agradecer a la bondad divina por este singular favor; y, al mismo tiempo,

dar gracias a estos espíritus bienaventurados por la solicitud con que velan sobre nosotros y nos

acompañan desde la cuna hasta la tumba. Es la � nalidad que persigue la Iglesia al establecer esta

� esta.

SANTOS ÁNGELES DE LA GUARDA

MEDITACIÓN SOBRE ÁNGELES DE LA GUARDA

I. Admira la bondad de Dios que ha destinado a un príncipe de su corte a que vele sobre tu con-ducta. Tu ángel de la guarda día y noche se mantiene a tu lado; te defi ende contra el demonio y las tentaciones; te inspira santos pensamientos; te desvía del mal; intercede por ti ante Dios. Agradece a Dios la bondad que te demuestra al darte un conductor tan fi el y tan caritativo, y ve en esta gracia una prueba de la estima que tiene de tu alma. Agradece a tu ángel custodio por los servicios que te presta; pídele los continúe hasta tu muerte.

II. Ten profundo respeto por tu ángel y demuéstraselo todos los días con alguna oración. No mal trates, no escandalices a nadie; acuérdate de la palabra del Señor que te prohíbe escandalizar a los pequeñuelos, porque sus ángeles ven siempre el rostro de su Padre. Estos ángeles vengarán el daño que hicieres a quienes están a su cuidado. Si trabajas por convertir a algún pecador, ruega a su ángel custodio que te ayude. Honra a tu ángel de la guarda. No hagas en su presencia lo que no harías en presencia de una persona respetable (San Bernardo).

III. Considera a tu ángel custodio como al mejor amigo que tienes en este mundo. Él es fi el, no te abandonará en tus necesidades. Está infi nitamente iluminado, consúltalo en tus dudas: no te engañará. Es poderoso para socorrerte: tiene más poder, más inteligencia y más fuerza que los hombres en quienes pones tu confi anza. Escucha lo que te inspira. ¡Ah! si tuvieses un poco de fe, nada temerías, sabiendo que tu ángel está contigo.