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Ánimopara trabajar

¿Cómo se siente de ánimo,mi hermano?

Todo es fácil cuando hay ánimopara trabajar. La carga más pesada sehace liviana cuando hay ánimo paratrabajar. Pero si no hay ánimo, cadapiedra parece pesar una tonelada.

¿Qué es lo que da ánimo? Haytres cosas que llenan a la gente deenergía y ánimo.

En primer lugar, el temornos anima, y nos da energía.Tenemos miedo del dolor y delas pérdidas, y somos animados para evitarlos.La gente es muy animada para protegerse delsufrimiento. Todos son animados para levantar-se y matar un alacrán en la casa.La gente tiene temor delhambre, de la pobreza, delos ladrones, de los ene-migos y de la enfermedad.Por tanto tiene ánimo paratrabajar para evitar estascosas.

Es normal protegernosdel dolor hasta cierto punto,siempre recordando que las pér-didas eternas serán peores quelos dolores aquí. Jesús dijo, “Y notemáis a los que matan el cuerpo, masel alma no pueden matar; temed másbien a aquel que puede destruir el alma yel cuerpo en el infierno. ¿No se venden dospajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno deellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aunvuestros cabellos están todos contados. Así

que, no temáis; más valéis vosotros que muchospajarillos.” (Mateo 10: 28-31.) Si recordáramosesta verdad, estaríamos bien animados todo eltiempo, siempre cuidando nuestras vidas de las

cosas que puedan llevarnos alinfierno. El diablo anda como

león rugiente, buscando aquien engañar. La vida eternavale más que la vida cómoda

aquí, y saber esto nos daráánimo para enseñar a nuestros

hijos el camino de la verdad, paraque sus almas no se pier-dan.

En segundo lugar, laganancia nos anima. Hay

diferentes tiposde ganancia, ytodos animan a la

gente: ganar dinero,ganar posesiones, ganar comodidad, ganar ami-gos, ganar tiempo libre, ganar conocimiento,

ganar experiencias, ganar pla-cer, ganar independencia,ganar la aprobación de losdemás, ganar fama, ganarpoder, ganar victorias, etc.Todo el mundo es animado

por lo que va a ganar. Loscapitalistas ganan unas

cosas y los comunistasganan otras cosas, perotodos son animados por loque van a ganar. Los cientí-

ficos ganan ciertosconocimientos y reco-

nocimientos. Los artistasganan otros. Los deportis-

tas ganan otros. Los políticosganan otros. Pero la ganancia

anima a todos. Acerca de las ganancias dijoJesús, “Porque ¿qué aprovechará al hombre, siganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿Oqué recompensa dará el hombre por su alma?Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloriade su Padre con sus ángeles, y entonces pagaráa cada uno conforme a sus obras.” (Mat 16: 26-27.) Debemos recordar que hay ganancias

ánimo

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4 Ene 2004PP

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La Asociación Amós 5:24, Gonzalitos 210-B Nte,Col. Vista Hermosa, Monterrey, NL cp64620 México.Tel: (81)8348-4622 Dos direcciones de email:correo@amos524.org asociacionamos524@hotmail.com

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superiores a las de este mundo. Esto nos animará paraenseñar a nuestros hijos a poner la mira en las cosas dearriba, no en las de la tierra. (Col 3:2.)

En tercer lugar, el conocimiento de Dios nosanima. Tan grande es este tipo de ánimo, que Pablodijo, “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las heestimado como pérdida por amor de Cristo. Y cierta-mente, aun estimo todas las cosas como pérdida por laexcelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor,por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo porbasura, para ganar a Cristo.” (Filipenses 3: 7-8.)

Pero debemos ser realistas y admitir que muypoca gente tiene este tipo de ánimo. No se trata de temor,ni de ganancia. No se trata de evitar el dolor, ni de pose-er algo. Se trata de un ánimo que viene cuando una per-sona conoce la realidad de Dios. Pablo era tal persona.

Cuando nace un niño, no tiene ningún conoci-miento de su Creador. Es motivado solamente por gus-tos y disgustos. Aprende a temer lo que produce dis-gustos, y desear lo que da gusto. El niño tiene ánimopara ganar algo, o para no perder lo que tiene. Y así vacreciendo, buscando lo que le hace sentir bien.

Si en el hogar los padres le enseñan la Palabrade Dios al niño, la Palabra le hará entender que Dios esreal. El niño que recibe una buena porción de laPalabra de Dios cada día, empieza a aprender y asom-brarse de aquel Ser inteligente que colocó las estrellasy las montañas en sus lugares, creó todos los animalesy habló con Abraham y con los profetas. Con el tiem-po, empezará a reconocer el diseño perfecto en nues-tros cuerpos: los ojos, las manos, la sangre, etc. Si lospadres son humildes, el niño también se sentirá humi-llado ante tal Ser superior a quien sus padres sirven. Elniño se someterá su persona, sus actividades y su futu-ro a ese Dios.

El niño humilde puede “creer” lo que Dios diceporque no tiene la actitud altiva de muchos adultos quedicen, “Yo sé mucho, y sé que la Biblia contienemuchos errores.” El niño humilde no piensa que sabemucho, y no resiste la voz de aquel Dios cuya inteli-gencia es mil millones de veces superior a la de loshombres. El niño está agradecido que Jesucristo vino arescatarlo de la condenación. Esta aceptación de Dioses la FE verdadera que salva el alma.

Este niño humilde recibe la Palabra de Dioscomo un recién nacido recibe la leche materna, yempieza a conocer a Dios. Las promesas de Dios le danesperanza, y los mandamientos de Dios le enseñan

cómo vivir.La Biblia dice que un niño debe aprender toda la

Palabra de Dios. Dios no dice que el niño necesita apren-der lo que el mundo enseña. Al contrario, necesita evitartodo engaño y toda hipocresía, y desear la leche espiri-tual no adulterada para que por ella crezca para salva-ción. (1 Pedro 2:2.) ¿Quién le va a enseñar al niño? Suspadres cristianos le van a enseñar en el hogar cada día.

Un buen método para recibir la “leche espiri-tual no adulterada” es por medio de copiar la Biblia enlibretas. La “leche espiritual” es la Palabra de Dios, y“no adulterada” significa no mezclada con nada. Lapura Palabra de Dios guiará al niño a conocer al SeñorJesucristo en Espíritu y en verdad.

Hermano, sepa que cuando su hijo está copiandola Biblia, y lo está haciendo con cuidado, tratando decopiar cada palabra correctamente, su hijo está recibien-do la mejor instrucción que existe en este mundo. Suhijo está en un programa de enseñanza que un día pro-ducirá una cosecha. La Biblia habla de este programa:

“y que desde la niñez has sabido las SagradasEscrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la sal-vación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda laEscritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, afin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramen-te preparado para toda buena obra.” (2 Tim 3: 15-17.)

¿Puede ver usted allí lo que va a ser la cosecha? ✞

En Sudán estos jóvenes estudian el ingléscon un maestro de Uganda. ¿No sería mejorque estudiaran la Biblia con sus padres? Oren por las familias en Sudán.

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Hermano,ConstruyaSu Familia

Los hombres modernos construyen su tecnología,pero Dios construye familias. Mi hermano, ¿quiere que sufamilia se edifique para Dios? El conocimiento de Diosviene a través de muchas generaciones. No es algo queaparece de repente. Lo que cada padre de familia hace consus hijos, afectará el futuro de muchas generaciones.

Dios construyó la familia de Israel por etapas.El padre Abraham vino primero, la Ley de Moisés vinosegundo, y la gracia de Jesucristo vino tercero.Igualmente Dios edificará nuestras familias por etapas.

El primer paso:abandonar la seguridad que

ofrece la idolatría

Dios empezó con un solo hombre: Abraham,quien obedeció para salir de la ciudad idólatra de Ur.Abraham salió sin saber adónde iba. Abraham obede-ció a Jehová en vez de obedecer a la gente idólatra.Después instruyó a su hijo Isaac (por palabra y porejemplo) que era necesario creer en Jehová y ser per-fecto, andando delante de él en obediencia. Abrahamaun estaba dispuesto a ofrecer a su hijo en holocaustosi Jehová lo demandara. Por tanto, sus descendientesentendían lo que era creer solamente en Jehová, y serun pueblo apartado para él.

Abraham, Isaac, Jacob y sus muchos descen-dientes enseñaron a sus hijos acerca del único Diosverdadero, la creación del mundo, el diluvio, y el pactoque Jehová había hecho con ellos. Estos padres sabíanconferir bendiciones sobre sus descendientes.Cualquier hombre que sabe hacer esto con sus hijos,será de bendición para las generaciones siguientes, másque el que se gradua de la universidad con altos hono-res y gana la mitad del oro de este mundo. Abraham,Isaac y Jacob no poseían tierras, ni tenían la seguridadque ofrece este mundo, ni tenían estudios académicos,pero de Abraham testificó Dios, diciendo: “En tusimiente serán benditas todas las naciones de la tierra,por cuanto obedeciste a mi voz.” (Génesis 22:18.)

Después, los descendientes de Abraham, Isaac y

Jacob descendieron a Egipto. Al estar en Egipto, perdie-ron la poca riqueza que habían tenido, y quedaron comoesclavos. Ahora su única posesión era Dios. Ya no teníanriquezas ni tenían libertad. En su angustia empezaron aclamar al Dios de Abraham. Sin saberlo, ellos estabanexactamente donde Dios quería que estuvieran. Llegar aposeer solamente a Dios, sin la seguridad de los ídolos ode las riquezas, es el primer paso para llegar a ser unafamilia para Dios.

“La vida del hombre no consiste en la abundan-cia de los bienes que posee,” dijo Jesús. Podemos decirtambién que el bienestar de la familia no consiste en laabundancia de los bienes que posee. Cada padre de fami-lia debe quitar de su cabeza ese error de que tiene queproveer dinero, casas, y posesiones para su familia. No escierto. Cada hombre sabio buscará otra cosa superior: laplena fe que tenía Abraham en el Dios verdadero. Esta fese halla en medio de huir de la idolatría, no en medio deposeer las mismas riquezas que la gente idólatra posee.

Los descendientes de Abraham en Egipto notenían posesiones materiales, pero tenían promesas queJehová había dado a sus padres Abraham, Isaac yJacob. A esta familia pobre y numerosa en Egipto,Jehová mandó a Moisés para librarlos de su esclavitud.Solamente los descendientes de Abraham eran capacesde entender la naturaleza invisible del Dios quién losestaba librando, porque sus padres habían aprendido atener fe en el Dios de Abraham, no en los ídolos de lasnaciones. A causa de todo lo que habían sufrido enEgipto y su pobreza (pero ellos eran “ricos”), estafamilia estaba dispuesta a salir de Egipto al desiertocon Moisés, siguiendo a Jehová.

Así como Abraham había salido de la ciudadidólatra de su juventud para vivir en tiendas, no hallando

Mientras otros hacían ídolos,Abraham hacía altares.

una ciudad permanente aquí en la tierra, así también estafamilia numerosa de sus descendientes salió de Egipto (lacultura más avanzada) al desierto a vivir en tiendas.

En aquel tiempo las demás naciones eran descen-dientes de los idólatras y no eran capaces de entender losrequisitos y las promesas de un Dios invisible, porque susantepasados no habían buscado a Jehová. Ellos habíanbuscado bienes temporales solamente. Cuando Abrahamhabía estado viviendo como peregrino y construyendoaltares a Jehová por los desiertos, los antepasados de losdemás habían estado sirviendo a los ídolos y construyen-do ciudades. Y todas sus obras hacían para ser vistos delos hombres y para recibir el honor de los hombres.

En la historia de Génesis vemos que el primerpaso para construir una familia, es lo que tomóAbraham: apartarse de los ídolos, y enseñar a sus hijosa hacer lo mismo. Jehová testificó de Abraham, dicien-do, “Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casadespués de sí, que guarden el camino de Jehová,haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehovásobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.” (Gen.18:19.) Otros padres no tomaron esa decisión y noenseñaron a sus hijos, y por tanto sus descendienteseran incapaces de conocer a Dios. Sus descendientesllegaron a ser las naciones paganas de toda la tierra.

El segundo paso:dedicarse a la Palabra de Dios

exclusivamente

Después del primer paso de abandonar los ído-los y la alabanza de los hombres, el segundo paso paraconstruir una familia, es dedicarse a la Palabra de Diosexclusivamente. Moisés sacó a la familia de Abraham deEgipto y les dio la Ley de Dios, que consiste en prome-sas, mandamientos, bendiciones y advertencias. Moisésmandó a todos los padres a enseñar la Ley a sus hijos.

En Egipto los hijos de Abraham estaban edifi-cando pirámides y monumentos para los idólatras. Eranesclavos, muy parecidos a la gente de hoy, y no teníanotro propósito en la vida que trabajar y comer. No habíatiempo para enseñar a sus hijos. Moisés intervino y sacóa los hijos de Abraham de Egipto, para que no dedica-ran sus vidas a edificar pirámides. Les dio la Ley deJehová, y les dijo que el nuevo trabajo de cada padre ibaa ser esto: oír las Palabras de Dios y enseñarlas a sushijos. No tenían más que hacer en el desierto por elmomento, y Jehová les iba a dar de comer.

Hoy en día, es mucho más importante enseñarla Palabra a nuestros hijos que ganar dinero. Estemundo está atrayendo a nuestros hijos de mil maneras.Los jóvenes de hoy perciben la atracción de las rique-zas y la comodidad del mundo. Quieren recibir la edu-cación y los títulos que el mundo ofrece. Quieren ganardinero, comprar casas, y participar en la construcciónde este reino terrenal. Pero escuchen lo que hizoMoisés cuando era joven: “Por la fe Moisés, hecho yagrande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, esco-giendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, quegozar de los deleites temporales del pecado, teniendopor mayores riquezas el vituperio de Cristo que lostesoros de los egipcios; porque tenía puesta la miradaen el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo laira del rey; porque se sostuvo como viendo alInvisible.” (Hebreos 11: 24-27.)

Primero Moisés salió de Egipto. Después pudosacar a todos sus familiares, los hijos de Abraham (quetambién se llamaban los hijos de Israel). Moisés sacó alpueblo de Egipto, de esa mentalidad egipcia. Y hoycada padre de familia está siendo llamado a hacer lomismo: a sacar a sus hijos de la vida materialista, dedi-cada a “construir pirámides”, a una vida dedicada a lapalabra de Dios.

Pero los únicos que pueden dejar de construirpirámides son los que primero han dejado de estimar losídolos y la alabanza de los hombres. Es decir, si unpadre de familia no ha tomado el primer paso que tomóAbraham, no podrá tomar el segundo paso que tomóMoisés. Cualquier padre que no ha aprendido a salirvoluntariamente de la idolatría y a abandonar la con-fianza en el dinero y en los empleos seguros que ofre-cen los ricos, no podrá estimar la Palabra de Dios comouna cosa de más valor para sus hijos. Tal hombre en sucorazón piensa que el pan material es más necesario queel pan espiritual. Su pensamiento continuo es: “¿Quécomeremos? ¿Cómo pagaremos lo que debemos?” Sucorazón tiene sus raices en el sistema del mundo. Suseguridad está aquí en cosas visibles, no en el Dios invi-sible. Tal hombre buscará el futuro de sus hijos en el sis-tema materialista porque en su corazón nunca aprendióla lección de Abraham: de salir voluntariamente del sis-tema idólatra, para depender solamente de Jehová.

Por medio de Moisés, la Ley de Jehová fue dada.La Ley presentaba un panorama totalmente distinto alpanorama de las pirámides. La Ley exalta sobre todas lascosas, la responsabilidad de guardar las palabras de

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Jehová y enseñárselas a los hijos. Los que son delmundo piensan en las cosas del mundo, pero los queson de Dios, en las cosas de Dios. Las palabras de laLey indican una manera de vivir muy distinta a la vidade los idólatras. La Ley indica un camino de justiciadonde el hombre no vive solo de pan, sino de todaPalabra que sale de la boca de Dios.

El segundo paso para nuestras familias es dedi-carse al conocimiento de la Palabra de Dios, no los cono-cimientos del sistema educativo del mundo. No pense-mos, “¿Qué comeremos?”, sino pensemos, “¿Cómo voya enseñar la Palabra a mi familia, y cuándo?”

El tercer paso:Realmente creer en la gracia

El tercer paso para construir una familia, es irmás allá de la justicia que señala la Ley, a otra dimen-sión del conocimiento de Dios que se llama la “gracia”.“Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gra-cia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” (Juan1:17.) El tercer paso es creer que Jesucristo es el Hijodel Dios de Abraham, y llegar a ser un verdadero dis-cípulo de Jesús.

Jesucristo vino a los judíos -- un pueblo que yahabía conocido al Dios de Abraham y la Ley deMoisés. El pueblo judío también había conocido la dis-ciplina del Señor cuando sus padres fueron llevados aBabilonia por setenta años. El pueblo judío tambiénhabía sido instruido por profetas, y últimamente, porJuan el bautista, quien anunciaba la venida del Hijo deDios. Cuando Jesucristo apareció, la Ley daba testimo-nio de él porque él cumplía todos sus requisitos. Sin laLey de Moisés, nadie hubiera entendido lo maravillosoque era la vida justa de Jesús. Sin la Ley de Moisés,nadie hubiera entendido lo que significaba el sacrificiode un cordero inocente. Los judíos reconocieron prime-ro a Jesucristo (aunque no todos), y por esto Jesús dijo,“la salvación viene de los judíos.” (Juan 4:22.)

La vida justa de Jesucristo y su sacrificio en lacruz, sólo pueden entenderse a la luz de la Ley justa deMoisés. Aquellos padres judíos que habían seguidofielmente las amonestaciones de Moisés y los profetas,y habían enseñado la Ley a sus hijos, habían estadopreparando a sus hijos para poder creer de corazón enJesucristo.

“Creer” en Jesucristo es más que simplementeimitar a otros que aparentemente están creyendo.“Creer” en Jesucristo es más que simplemente decir

unas palabras en oración. Hoy la gran mayoría de losque aceptan a Jesucristo en las iglesias y en las campa-ñas y a través de los libros, casetes y videos, no perma-necen fieles al Señor. Estas personas hacen una ora-ción, pero con el paso del tiempo, continúan su vidamundana de antes. ¿La razón? Porque no “creyeron”de corazón en Jesucristo.

¿Y por qué no creyeron? Porque sus corazonesno habían tomado los pasos anteriores que Dios habíaseñalado por medio de Abraham, Moisés y los profetas.Por tanto sus corazones no estaban llenos de la fe en elDios justo, sino llenos del amor al dinero y los ídolosdel mundo. Tales personas incrédulas, al ver a la perso-na de Jesucristo, no ven la encarnación de la justicia deDios. No ven al santo Hijo de Dios. Ni siquiera sabenqué significa “justicia” y qué significa “santo”. Estaspersonas no ven al “Cordero de Dios”. No ven al“Cristo”. Simplemente ven a Jesús como un hombreque está ofreciendo regalos. Vienen a él nada más pararecibir un regalo o para evitar un castigo.

No vienen a Jesucristo como la puerta paraentrar a una vida de justicia y santidad, con el fin deagradar al Dios justo y santo que se reveló a Abraham,a Moisés y a los profetas. Solamente consideran aJesucristo como un hombre que hace milagros, esdecir, como un tipo de respuesta fácil a sus problemas.

Pedro, al hablar de Jesús, dijo con convicción,“Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” (Mat16:16.) Esta declaración de Pedro salió de una fe verda-dera de que Jesús era el “Cristo”. Pedro en realidad esta-ba “creyendo” en Jesucristo, y Jesús le felicitó por esafe. Pero hoy, no todo sentimiento que sale de los corazo-nes de los hombres, es “creer” en el mismo sentido enque Pedro estaba “creyendo”.

Muchos creen en diferentes tipos de poderes.Unos creen en los brujos, los amuletos y los espíritus.Otros creen en los átomos, la electricidad y la energía.Otros creen en las imágenes, los sacerdotes, y los luga-res santos. Pero el “creer” en Jesucristo no es aceptar-lo como a un brujo para hacernos una limpia. “Creer”en Jesús no es aceptarlo como una nueva forma deenergía que nos trae un beneficio. “Creer” en Jesús noes aceptarlo como si fuera una agua bendita que va aproducir un milagro.

Desgraciadamente muchas personas son incapa-ces de “creer” porque no existe en ellos ningún conoci-miento del Dios de Abraham y Moisés. Cuando losmisioneros van a las tribus que viven en lugares remotosde la tierra, antes de que esa gente pueda “creer” en

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Jesús, tiene que recibir una preparación para explicar losconocimientos que Abraham y Moisés habían recibido:es decir, la Creación del mundo, el pecado de Adán yEva, la condición perdida de los hombres, el Diluvio, lafe en Dios que tenía Abraham, las luchas de Jacob, la idaa Egipto, el éxodo de Egipto, la Ley de Moisés, la rebe-lión del pueblo y las advertencias de los profetas. Todoesto es necesario para creer que Jesús es el “Cristo”, yno simplemente creer que es un mago o una sustanciamilagrosa o un subsidio de parte del gobierno.

La gente idólatra realmente no puede creer enel Dios de la Biblia porque sus antepasados les enseña-ron a tener fe en otras cosas. Si los padres creen en losídolos, los hijos también pondrán su fe en los ídolos.Esa fe del corazón viene en el biberón. Por eso, cuan-do Pablo hizo un milagro en una ciudad de los idóla-tras, en vez de entender y “creer” en el Dios que Pabloanunciaba, los idólatras trajeron ofrendas a Pablo,diciendo que él era el dios Mercurio y que Bernabé erael dios Júpiter. Cuando Pablo y Bernabé rehusaron estaadoración, la gente apedreó a Pablo y lo dejó por muer-to. (Hechos 14.) La gente idólatra no tiene la capacidadde creer en el Dios de Abraham.

Lo mismo sucede hoy. En vez de “creer” enDios y en su Hijo Jesucristo, los materialistas tratan deexplicar todos los milagros de la Biblia en términos desus propios “dioses” (que se llaman“energía”, “materia” y “casuali-dad”), y cuando no hallan unaexplicación satisfactoria,simplemente niegan la Es-critura y dicen que es mitolo-gía. No aceptan el testimoniohistórico del Nuevo Testamentoporque no tienen la capacidad decreer en el Dios de Abraham.

Por esto Pedro, al pre-dicar a los judíos, teníamiles de conversiones,pero Pablo, al predicar alos griegos, tenía pocasconversiones. Los griegoseran casi incapaces de creer enel Dios de Abraham y creer que Jesús es el Hijo de eseDios. Para hacer discípulos de la gente idólatra es mástardado que hacer discípulos de personas como Timoteo,quien desde la niñez había conocido las SagradasEscrituras, las cuales le impartían la sabiduría necesariapara ser salvo por la fe en Cristo.

Los Cristianos de hoy realmente no creen

El edificio de Dios se hace por etapas. Hacer dis-cípulos es más que simplemente mostrar un librito de“las cuatro leyes espirituales”, y pensar que el que haceuna oración está “creyendo”. No, mis hermanos. La con-dición deplorable de las iglesias hoy en día, da testimo-nio al hecho de que la gente no “cree” en Jesucristo decorazón. Mucha gente ha hecho algo con Jesucristo,pero ese “algo” no es “creer”, y por tanto no son “sal-vos”. Muchas personas han acomodado a Jesucristo ensus pensamientos entre sus otros dioses, pero no han“creído” de todo corazón en Jesucristo, como la puerta auna vida de justicia y santidad que agrada al Dios justoy santo. Y porque no son salvos, no obedecen los clarosmandamientos del Señor Jesucristo.

Hagamos discípulosde nuestros hijos

Padres de familia, tenemos que hacer otra cosacon nuestros hijos. Antes que ellos puedan recibir la

gracia de Jesucristo, necesitan una prepara-ción. Jesucristo dijo estas palabras claves:

“A Moisés y a los profetas tienen;óiganlos.” (Lucas 16:29.) Para

los cristianos que pasan por altoesta recomendación del Señor, y

quieren evangelizar al mundodirectamente con la noticia del

Cristo resucitado, Jesús tiene unasegunda palabra: “Si no oyen aMoisés y a los profetas, tampoco se

persuadirán aunque alguno selevantare de los muertos.” (Lucas16:31.) Los idólatras de estemundo realmente NO PUE-DEN CREER en Cristo si nocreen en Moisés y los profetas.Pues Jesús observó que los

judíos de su tiempo no creían laspalabras de Moisés. Les dijo, “Porque si creyeseis aMoisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mispalabras?” (Juan 5: 46-47.)

Hay un pequeño remanente de personas decada nación que busca a Dios y aprecia la justicia, aun-que nadie les ha enseñado la Ley de Moisés. Pedro

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La fe del corazónviene en

el biberón.

dijo, “En verdad comprendo que Diosno hace acepción de personas, sino queen toda nación se agrada del que le temey hace justicia.” (Hechos 10: 34-35.)

Tales personas han llegado al cono-cimiento de Dios de la misma manera queAbraham: directamente, y no por lasenseñanzas de sus padres. Peroestas personas son muy pocas,y al llegar un misionero aun lugar nuevo, ellosson los primerosen creer el

evange-lio porque

r e c o n o c e nque Jesucristo es

ese Dios de justi-cia que ellos ya habí-

an conocido. Pero aun-que existen unos pocos así,

no debemos asumir que losdemás van a creer tan fácil o tan rápidamente. La mayo-ría necesitan una preparación para poder “creer” decorazón en Jesucristo.

Para edificar nuestras familias correctamente,necesitamos hacer discípulos de nuestros hijos, y nocreer que la doctrina insuficiente de las iglesias moder-nas basta para hacerles cristianos. Enseñanza insuficien-te produce fe insuficiente. La enseñanza mezclada de lafe en Cristo con la fe en los hombres, produce muerte.

Por tanto les exhorto, hermanos, a abandonar elsistema educativo de los idólatras que explican el pro-pósito de la vida en términos materialistas, económicosy políticos. Dedíquense a enseñar las Escrituras a sushijos, empezando con Génesis. Pues Génesis es el pri-mer libro que Dios colocó en la Biblia, y él sabe porqué es el primero. Si damos una enseñanza amplia a loshijos, tendrán una fe amplia también.

Les sugiero que usen el método que Diosmandó a los reyes de Israel en Deuteronomio 17: 18-20.) A igual que el rey, los hijos deben copiar la Ley deDios del original con su propio puño y letra. De estamanera podemos evitar los errores de las denominacio-nes y las iglesias.

Realmente loserrores en las iglesias exis-

ten porque los adultos noconocieron las Escrituras desde la

niñez. Los padres no pusieron lasEscrituras “en el biberón”, sino las

materias de las escuelas seculares en el biberón. Ahora cada iglesia enseña un juego

diferente de notas al pie de cada página de laBiblia. Como resultado los niños no conocen laEscritura original, sino las explicaciones de las leccio-nes de escuela dominical y los materiales escritos paraniños. En vez de oír a “Moisés y a los profetas”, losniños oyen a los autores de libros para niños. Por eso laobra de Dios ha caído, porque la semilla ya no es laPalabra de Dios, sino las palabras de los hombres,sazonadas con muchos dibujos a todo color y muchasactividades divertidas.

Los descendientes de Abraham recibieron losbeneficios de la fe de aquel hombre, y también apren-dieron a desechar los ídolos, creer y obedecer a Dios.

Si ustedes quitan a sus hijos la televisión, lasescuelas mundanas, y los materiales infantiles de lasiglesias, y les dan una dieta de pura Palabra de Dios,siguiendo la amonestación de Jesús, quien dijo, “Dejada los niños venir a mí, y no se lo impidáis”, ustedesprepararán para el Señor una generación robusta que vaa reducir a tamo todas las obras de Satanás. ✞

La educación destruye la verdad por razones filosóficas

George Wald, bioquímico de Harvard y ganadordel premio Nobel en 1967, escribio lo siguiente: “Encuanto al origen de la vida sólo existen dos posibili-dades, la creación y la generación espontánea. No hayuna tercera posibilidad. La generación espontánea fuedescomprobada hace cien años, pero eso nos lleva a unasola conclusión, la de la creación sobrenatural. Nopodemos aceptar eso por razones filosóficas. Por tanto,escogemos creer lo imposible: que la vida se originóespontáneamente por casualidad.” ✞

("The Origin of Life," Scientific American, 191:48, May 1954).

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Enseñanza insuficiente produce fe insuficiente.

Lo que hace dura la vida ¿Cree usted que la educación

hará que la vida sea más fácil para suhijo? Usted ha creído una de las men-tiras más grandes de este planeta.

El sistema moderno de educaciónhace dura la vida, créanme. Pregúntele a una bebecitaen el vientre, si la educación ha hecho la vida másdura o más fácil para ella. Luego pregúntele otravez dentro de nueve meses. Posiblemente lagente educada habrá hecho la vida tan durapara ella que ya no exista. Pero aun si sobre-viviera los cuchillos y agujas de los bárbaroseducados, ella estará enfrentando algo toda-vía peor: tener que ir a la escuela y aprendera pensar como ellos.

La manera en que piensa la genteeducada acerca de los bebés no nacidos, esigual a lo que piensa acerca de los niñosen general, y lo que piensa acerca de usted. Sí, miamigo: acerca de usted. Usted no vale más para el hom-bre y la mujer educados que cualquiera de los 55 millo-nes de bebés que se abortan cada año en todo el mundoeducado. Lo que hacen a los no nacidos, es lo que harána usted cuando sea necesario hacerlo, y ellos se creeránperfectamente justos al hacerlo. Si usted no está deacuerdo con ellos, le llamarán ignorante y mal prepara-do. Posiblemente le llamen fundamentalista fanático.

Los hombres bien educa-dos planearon la muerte de Jesús,lo llevaron al juez, y lo entregarona los soldados para ser crucificado,aunque él no había hecho nadadigno de castigo. ¿Por qué quiereusted que sus hijos aprendan a per-cibir así a sus prójimos? La educa-ción moderna hace eso a sus estu-diantes. Los trabajadores sociales,los jueces y los doctores, quieneshan promovido el aborto de niñosno nacidos, son las personas máseducadas en la tierra. Ellos fueronenseñados a pensar así por el siste-ma de educación.

Uno de los dos jóvenesque entraron armados a la prepa-ratoria de Columbine en Denver,

Colorado, en 1999, y mataron a trecepersonas, iba vestido de una playera quedecía “Natural Selection” (selección

natural). Antes de morir, estos dos expre-saron su creencia de que matar no eramalo porque no es más que esparcir las

moléculas. Ellos fueron enseñados a pen-sar así por el sistema de educación.

Cuando el superintendente deesa prepa se acercó, llorando, a un cape-llán de la policía de Denver, y le pregun-tó por qué tal cosa había sucedido, elcapellán Gino Geraci contestó, “Usted ha

enseñado a nuestros hijos que no vienen deninguna parte y no van a ninguna parte, y la

vida no es más que un momento dolorosodentro de una existencia sin propósito, yestos dos lo creyeron.”

He vivido en un pequeño pueblorural de México por los últimos 18 años.He visto que la gente no preparada nopiensa como la gente educada. El noestudiado puede matar en un momento de

ira, pero se necesita la educación para hacer que unapersona planee matar con calma, y creer que está justi-ficado al hacerlo. Se ocupa la educación para que unapersona mate a millones de personas a quienes noconoce, supuestamente para salvar el medio ambiente.

La gente educada, no los no educados, inventa-ron la idea de la evolución, diciendo que los humanos no

son más que el producto demillones de años en que losanimales mataban unos aotros. Dicen que matar no estan malo, puesto que nuestrosantepasados tenían que ser losmejores matadores para podersobrevivir. La gente educadadice que estamos haciendo unmundo mejor por medio deeliminar ciertas personas nodeseadas. Los libros de histo-ria están llenos de revolucio-nes que supuestamente mejo-raron el mundo.

¿De dónde sacaron laidea los dictadores del sigloveinte como Hitler y Stalin,de mejorar el mundo por

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Capellán Gino Geraci

medio de matar a millones? Lo aprendieron de la genteeducada de la generación anterior: de Darwin y suscolegas. Los no preparados nunca hubieran inventadotal mentira. Los no educados no pudieran haber ilustra-do la mentira con detalles imaginarios a todo color enlas páginas respetadas de la revista NationalGeographic y haberlo enseñado a varias generacionesde niños. La gente educada hace la vida más dura, cré-anme, porque no enseñan la misericordia y la verdad.¿Por qué quiere usted que sus hijos aprendan a escogera matar? La Biblia dice que debemos escoger la mise-ricordia y la verdad.

Ser amigo del mundo, es ser enemigo de Dios.(Santiago 4:4.) Cuanto más educación, tanto másamigo del mundo es la persona, y tanto más piensacomo los que hacen abortos premeditados. Cuanto máseducado, tanto menos misericordia y verdad tiene lapersona, y tanto más dura se hace la vida. “Mas elcamino de los transgresores es duro.” (Prov 13:15.)¿Quiere usted que sus hijos se eduquen para ser amigosdel mundo?

Estoy diciendo que la educación hace dura lavida. Sé que la mayoría de ustedes no están de acuerdocon esta declaración. Pero ustedes realmente no sonimparciales. Tienen demasiada educación para serimparciales. Ustedes han sido entrenados para creerque la educación y la ciencia y el progreso han hechola vida más fácil. ¿Más fácil? ¿Qué quiere decir ustedcon “más fácil”? ¿Más fácil según la gente educada, omás fácil según Jesucristo?

Abra su Biblia, busque la palabra “Necio” enLucas 12:20, y note a quién estaba hablando Dios.Estaba hablando a un hombre que había tratado dehacer la vida más fácil para sí mismo por medio de lle-nar sus bodegas y graneros con muchos bienes paradurar muchos años. ¿Lo felicitó Dios? No, mi amigo.No dijo que tal hombre iba a tener la vida más fácil.Dios dice que el futuro de tales hombres en la eterni-dad va a consistir de tormento porque buscaban tesorosterrenales en vez de las riquezas celestiales. Por eso youso la palabra “duro”.

La educación se trata de buscar tesoros en latierra, no en el cielo. Jesús nos mandó categóricamen-te a no hacer tesoros en la tierra. (Mat 6:19.) ¿Por quéquiere usted que sus hijos sean educados para buscartesoros en la tierra?

Hay una manera dura de hacer las cosas, y hayotra manera fácil. Jesús declaró, “mi yugo es fácil.”(Mateo 11:30.) Seguir a Jesucristo hace fácil la vida.

Es duro romper una puerta con las manos y los pies,pero es fácil abrirla con una llave. La ciencia de loshombres y su tecnología son “manos y pies”, peroJesús nos mostró otra manera más fácil. Dijo, “porquevuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antesque vosotros le pidáis.” (Mateo 6:8.) Nos enseñó que elpoder del Padre es superior al poder de la electricidady del átomo.

Jesús nos enseñó a poner una toma en la fuentedel poder celestial por medio de buscar la justicia, nola educación. Si permanecemos en la justicia, Dioscontestará nuestras oraciones aun antes que llamemos.Dejemos que la gente impía dedique su tiempo a bus-car poder terrenal, riquezas, y casas finas. De todosmodos, los mansos heredarán la tierra después de quelos impíos sean llevados a juicio.

La vida es dura para los que siguen el caminoancho de destrucción. Como una casa edificada en laarena, ellos serán llevados en un momento. Para loseducadores modernos, será como un hombre que no velas luces coloradas intermitentes y el tren que viene.Será muy duro para los que rechazan arrogantementelas realidades que anunciaron los profetas de Dios. Loshombres santos de Dios vieron que el oro y las pose-siones de este mundo iban a devorar del todo las carnesde los ricos como fuego. (Santiago 5:3.) Cualquieraque sigue el consejo de los malos y anda en el caminode los pecadores, será como la gente que se quemabaen las torres de Nueva York. ¿Eso es lo que quiere ustedpara sus hijos? Pero cualquiera que hace caso a Moisésy los profetas, evitará el lugar de tormento. (Lucas16:29.)

Hace un siglo los hombres de la China preferí-an que los pies de las mujeres fueran muy pequeños.Por tanto las muchachas de la China que sobrevivían lasguerras, cojeaban sobre pies que habían sido deforma-dos a causa de vendas apretadas que impedían que suspies crecieran. Como ellas, la mayoría de los niños dehoy sufren a causa de las preferencias modernas. Estánsentenciados a sufrir una muerte violenta o ser incapa-citados después de nacer. Si sobreviven el holocaustodel aborto, serán educados por el mismo sistema queenseñó a pensar a los doctores que hacen los abortos. Oserán matados sus cuerpos por hombres malos, o seránatadas sus mentes con las “vendas” de las falsas ideasque los mismos hombres malos llaman “educación”.Solo en la eternidad se revelará cuál de los dos realmen-te fue peor. Muchos de los que viven desearán habersido abortados cuando oigan la sentencia de ir al fuego

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eterno, preparado para el diablo y sus ángeles. Habrá ellloro y el crujir de dientes. La educación está haciendoque el futuro sea muy duro.

Si usted piensa que su hijo necesita la educa-ción, usted no está discerniendo la diferencia entre laverdad de Jesucristo y la falsedad del mundo. Elmundo ofrece la educación para que sus seguidoressean ricos y poderosos, pero Cristo ofrece el discipula-do para que sus seguidores se den cuenta de que sonsiervos inútiles. Solo los humildes serán exaltados a lagloria eterna. El camino de los humildes es fácil, peroel camino de los altivos es duro.

La palabra “educación” noexistía en los tiempos bíblicos. Sinembargo Pablo describió la educaciónmoderna cuando escribió: “Mirad quenadie os engañe por medio de filosofí-as y huecas sutilezas, según las tradi-ciones de los hombres, conforme a losrudimentos del mundo, y no segúnCristo.” (Col. 2:8.) Jesús describió alos que estaban pervirtiendo las men-tes de la gente por medio de las tradi-ciones de los hombres. Los llamó“sepulcros blanqueados, que porfuera, a la verdad, se muestran hermo-sos, mas por dentro están llenos dehuesos de muertos y de toda inmundi-cia.” (Mateo 23:27.) Estaba refirién-dose a los que hacen la Palabra deDios de ningún efecto porque pro-mueven sus propias ideas. Esa es una descripción per-fecta de la educación moderna.

Mandaría usted a su hijo a aprender filosofía,huecas sutilezas, tradiciones de hombres, y los falsosvalores del mundo? Claro que no, si usted es un creyen-te en Jesús. ¿Pero no ve usted que la “educación” esprecisamente todo eso? No sea engañado cuando elmundo usa palabras nuevas para referirse a pecadosantiguos. La falsa filosofía ahora se llama “educación”.Las huecas sutilezas ahora se llaman “educación”. Lastradiciones de los hombres ahora se llaman “educa-ción”. Los rudimentos del mundo ahora se llaman “edu-cación”. Y la educación es lo que hace dura la vida.

El mundo piensa que los fetos no deseadosdeben ser abortados, y los demás deben ser educados.No estoy de acuerdo en ninguno de estos dos casos.Realmente estas dos opciones son la misma cosa. ✞

Los Resultados deRadioCarbono-14

En el boletín de Diciembre 2003, vimos losresultados de un experimento de fechado de muestras decarbón de diez diferentes minas en los Estados Unidos,usando el método de radiocarbono-14. Los resultadosindican que todos esos carbones tienen menos de 50 milaños de edad en vez de millones de años.

Si usted duda de esto, le refiero a ese boletínpara ver los detalles experi-mentales, que son muy com-pletos. Si usted se sorprendede una edad de unos miles deaños para carbón que su-puestamente tenga trescientosmillones de años, preguntán-dose por qué tales resultadosno se publican en las revistascientíficas, considere losiguiente. En el acta delColoquio sobre las Variacio-nes de Radiocarbono y laCronología Absoluta, que sellevó a cabo en Uppsala,Suecia, en 1969, T. Säve-Söderbergh y I. U. Olssonintrodujeron su informe conestas palabras:

“Cuando el fechamiento por radiocarbono-14 fuediscutido en un coloquio sobre la historia del valle delRío Nilo, un famoso colega americano, el profesor Brew,resumió brevemente la actitud común entre los arqueólo-gos, diciendo, ‘Si una fecha de radiocarbono 14 apoyanuestras teorías, la incluimos en el texto principal denuestro escrito. Si la fecha no enteramente contradice lasteorías, la ponemos en una nota al pie de la página. Y sila fecha está completamente fuera de lo que queremos, ladescartamos.’ Pocos arqueólogos que se interesan en cro-nología absoluta, son inocentes de no haber aplicado estatécnica a veces.” ✞

(citado de: “C 14 dating and Egyptian Chronology” in Ingrid U

Olsson ed., Radiocarbon Variations and Absolute Chronology,

Proceedings of the Twelfth Nobel Symposium held at the Institute of

Physics at Uppsala University, 1969.)

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El radiocarbono, como el hielo,se deshace y desaparece.

La Alternativa a la educación

Jesús no dijo, “Váyanse por todo elmundo y edúquense.” Al contrario dijo, “Venida mí ...y aprended de mí...” (Mateo 11: 28-29.)

Muchos padres de familia se dan cuen-ta de los peligros de las escuela públicas, perono se dan cuenta del peligro de la educación engeneral. Sacan a sus hijos de la escuela públi-ca, pero siguen el plan de “educarlos” conbásicamente las mismas ideas, metas y métodos que elmundo usa. Aun hacen esto cuando educan a sus hijosen el hogar.

Jesús no vino para poner un remiendo de pañonuevo en vestido viejo. Es decir, no vino para añadirunas pocas ideas nuevas a las culturas hebrea y griega deaquel tiempo. Vino a mostrarnos un camino totalmentediferente. Ese camino es una vida de justicia, y la justi-cia es creer y obedecer cada palabra que sale de la bocade Dios. La persona que tiene hambre y sed de justicia,quiere hacer lo que Dios dice en cada área de su vida.

Jesús no vino para transformar la “educación”en “educación cristiana”, sino vino para mostrar algototalmente diferente que la educación. Lo que Jesúshacía con sus discípulos no se llamaba “educación”,sino “discipulado”. Jesús enseñaba la justicia a sus dis-cípulos, y les mandó a ir por todo el mundo haciendomás discípulos, enseñándoles a guardar todas las cosasque Jesús mismo les había enseñado. “Lo que has oídode mí ante muchos testigos, esto encarga a hombresfieles que sean idóneos para enseñar también a otros.”(2 Timoteo 2:2.)

¿Por qué hemos abandonado el proceso de dis-cipulado, dado por el Hijo de Dios mismo, y hemosvuelto a los rudimentos del mundo: los métodos deeducación? ¿Por qué hemos abandonado la enseñanzade todas las cosas que Jesús mismo mandó, y hemosvuelto a todos los libros que los científicos, matemáti-cos y sociólogos han mandado a enseñar?

¿Nos hemos olvidado de que Esaú perdió su pri-mogenitura por un plato de lentejas? ¿Y por qué perdióEsaú esta bendición de Dios? Porque daba la prioridad asu estómago. Esaú perdió lo espiritual porque buscó pri-meramente lo material. Dios vio esa actitud de desprecioa su herencia espiritual, y revocó las grandes bendicio-nes que Esaú hubiera recibido como el primogénito de

Isaac. Esto es lo que la mayoría de las familias cristia-nas están haciendo con sus hijos. Están buscando elconocimiento terrenal con diez veces más diligenciaque el conocimiento de la Palabra de Dios.

Todo el mundo piensa, “¿Qué vamos a comer?¿De qué vamos a vivir?” Pero los verdaderos discípu-los no buscan eso. Buscan el reino de Dios y su justi-cia, y saben que Dios ha prometido suplir las necesida-des básicas de su pueblo.

El conocimiento de cosas terrenales es necesa-rio, pero el proceso de la educación no es la únicamanera de obtenerlo. Dios ofrece algo mejor a sus dis-cípulos. Hay otros métodos para adquirir los conoci-mientos que vamos a ocupar para trabajar con nuestrasmanos. Lo que este mundo llama “educación” es soloun método, y no es un método muy eficiente. La mayorparte del tiempo que los niños dedican a ser “educa-dos” se pierde. Los niños están distraídos. Están confu-sos. No están motivados. Se olvidan de la mayor partede lo que aprenden.

Si nosotros miráramos el ejemplo de Jesús decómo hacer discípulos, veríamos una manera muchomás eficiente de enseñar y aprender. El énfasis del disci-pulado es la justicia que agrada a Dios, no el conoci-miento de las cosas que sirven para ganar dinero. La jus-ticia consiste en oír la Palabra de Dios, y hacerla. Poresta razón Jesús enseñaba constantemente a sus discípu-los la Palabra de Dios, y ninguna otra cosa. No les ense-ñaba cómo ganar dinero ni cómo aprender habilidadespara ganar dinero. La justicia es absolutamente necesa-ria, dijo el Señor, pero la comida y la ropa no. Dijo quedebemos buscar primeramente la justicia, y no preocu-parnos por lo que vamos a comer ni por lo que vamos avestir. Dijo que cuando buscamos la justicia de todocorazón, Dios suplirá las demás cosas que necesitamos.

¿No se debe aplicar este método al enseñar a11

Todo el mundo piensa,“¿Qué vamos a comer?”

nuestros hijos? Pues lo que la Palabra manda a losgrandes, también manda a los pequeños. Es la mismaPalabra. Dios mandó a los padres de familia a guardarsu Palabra en sus corazones y repetirla a sus hijos encada momento, al estar en la casa, al andar por el cami-no, al acostarse y al levantarse. Mientras que los niñosaprenden la justicia de la Palabra de Dios, tambiénaprenderán otras cosas que necesitan. Aprenderán aleer. Aprenderán el uso de números. Aprenderánmuchos otros conocimientos y habilidades. Pero todoesto será un producto secundario. La educación delmundo falla porque ellos buscan el conocimiento terre-nal directamente, sin antes buscar la justicia de Dios.El conocimiento terrenal debe ser un derivado o sub-producto de la justicia.

La Biblia promete que el hombre justo nuncaserá abandonado por Dios, y sus hijos nunca mendiga-rán el pan. “Joven fui, y he envejecido, y no he vistojusto desamparado, ni su descendencia que mendiguepan.” (Salmo 37:25.) La gran meta del discipulado esla justicia que genera la bendición de Dios.Bienaventurados son los que tiene hambre y sed de jus-ticia. Serán llenos de todas las bendiciones que fluyendel trono de Dios.

Mientras Jesús caminaba con sus discípulos, lesexplicaba la verdadera justicia que era más grande quela supuesta justicia de los religiosos de su día. Lomismo sucede hoy. Existe una justicia “religiosa”, peroesas apariencias no generan las bendiciones y la pleni-tud de Dios. Mucha gente dice que “cree en Cristo” ypractica las tradiciones religiosas de alguna denomina-ción, pero no busca vivir por cada Palabra de Dios. Ypuesto que su justicia no es la verdadera, sino de len-gua solamente, tampoco hay verdadera bendición ensus familias, y por tanto buscan la seguridad y lasriquezas de este mundo. A consecuencia de esto, ellosbuscan la educación y la acreditación del sistema edu-cativo. Desde el punto de vista de Dios, la gente “yatiene su recompensa” cuando busca la alabanza y elreconocimiento de los hombres. Toda la estructura delsistema educativo depende de la alabanza y los hono-res que provienen de los hombres. No depende de lasbendiciones que provienen de obedecer la justicia deJesucristo en cada área de la vida. Depende de seramigo del mundo hasta cierto punto.

Esaú dijo, “He aquí yo me voy a morir; ¿paraqué, pues, me servirá la primogenitura?” (Gen 25:32.)Con tal actitud, Esaú perdió el derecho a recibir la ben-dición celestial. La actitud de Esaú es la misma que la

gran mayoría de la gente de hoy que piensa, “Lo quenecesitamos son habilidades para ganar dinero, y ¿dequé nos va a beneficiar la justicia de Dios?” CuandoDios mira esta actitud en los corazones de los hombres,les da lo que dio a Esaú: un plato de comida desprovis-to de la bendición en el futuro. “Entonces Jacob dio aEsaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió ybebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú laprimogenitura.” (Gen 25:34.)

El Salmo Uno describe las bendiciones queserán otorgadas a la gente que no sigue los consejos ylos ejemplos de los impíos, y no trata con desprecio laPalabra de Dios. Esta gente se deleita en la Ley deDios, y medita en ella de día y de noche. Hermano, ¿austed le suena como “educación” el meditar en laPalabra de Dios? De ninguna manera. La educación esdecir juntamente con Esaú, “Necesito comer. Necesitoganar dinero. ¿De qué me va a servir estudiar la Biblia?”

Como resultado de la mentalidad de Esaú, lagente quiere que sus hijos estudien todo lo que elmundo estudia por 40 horas cada semana, y solo estu-diar la Biblia por unos pocos minutos al día. Tal educa-ción no traerá la bendición de Dios a los hijos. ElSalmo Uno no dice así. Antes dice: “en la ley de Jehováestá su delicia, y en su ley medita de día y de noche.”El discipulado es meditar en las Escrituras día y noche.

Lea en su Nuevo Testamento para verificar siJesús explicaba las Escrituras a sus discípulos día ynoche. Si él lo hacía, entonces nosotros debemoshacerlo. Esto es el único entrenamiento que los discí-pulos cristianos necesitan. No necesitan la educación.

Como el noviazgo

La educación es como salir con novios prospec-tivos. Muchas muchachas piensan que la única manerade encontrar a un esposo es participar en la costumbre desalir primero con un muchacho, y después con otros. Esimposible para ellas creer que puedan encontrar un espo-so si no se ponen en exhibición y permiten que losmuchachos saboreen las mercancías. Las desventajas ylos peligros de este procedimiento son muchos, y lasEscrituras no aprueban tal esquema. Salir con noviosprospectivos no es consistente con buscar la justiciacomo un discípulo de Jesucristo. La joven que busca lajusticia, sabe que mientras que ella busca las cosas queagradan al Señor, el mismo Señor le mandará un esposo.

Lo mismo se aplica a la adquisición de conoci-miento terrenal. Muchos padres de familia tienen

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temor de que nadie querrá dar empleo a sus hijos si noposeen títulos mundanos, y por esto participan en elsistema de educación. Es imposible para estos padrescreer que sus hijos aprenderán algo si no lo aprendende los cursos y libros del sistema educativo. Las des-ventajas y los peligros de este procedimiento sonmuchos, y la Biblia no aprueba tal esquema. La educa-ción no es consistente con buscar la justicia como undiscípulo de Jesús. El joven que busca la justicia, agra-dará al Señor, y el mismo Señor le enviará el conoci-miento y el empleo.

Salir con novios prospectivos es peligroso.Vean los resultados inmorales. Tarde que temprano lasmuchachas que salen con los novios, los besan. La edu-cación es igualmente peligrosa. Tarde que temprano losestudiantes del sistema educativo besan las filosofíaspaganas y abrazan el amor al dinero. Dios consideratodo esto como infidelidad espiritual.

Está escrito: “No os unáis en yugo desigual conlos incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justi-cia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con lastinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O quéparte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hayentre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros soisel templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré yandaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pue-blo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos,dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré,y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijose hijas, dice el Señor Todopoderoso.” (2 Cor 6: 14-18.)

La mayoría de los cristianos dirían que estánbuscando ambas cosas para sus hijos: por un lado, la jus-ticia de Dios, y por el otro, ciertas metas temporales através del proceso de la educación. Ellos usan la Bibliajuntamente con el estudio del lenguaje, la matemática, laciencia, el arte y los estudios sociales. Pretenden elimi-nar los errores del humanismo de la educación.

Todo esto es muy comendable, y es muchomejor que simplemente mandar a los hijos a la boca deldragón, que es la escuela pública. Pero esto todavíayerra el blanco. No es lo mismo que Jesucristo estabahaciendo, y no prepara a los hijos para hacer lo queDios necesita que se haga antes del retorno de Cristo.

La educación prepara a los hijos para ganardinero y vivir bien en este siglo, pero Jesucristo nollamó a sus discípulos para eso. Los llamó a perder suspropias vidas y mostrar la justicia de Dios a otros, asícomo el Hijo de Dios no vino para ganar dinero y vivirbien, sino para perder su propia vida y mostrar la justi-

cia de Dios a otros.La educación incluye ideas que provienen de

muchas fuentes, y muchas de ellas son una mezcla deverdad con falsedad. Pero el discipulado tiene que vercon oír la Palabra de Dios. Jesús siempre hablaba laPalabra con sus discípulos. Las palabras de Jesús seregistraron en la Biblia, y tenemos la Biblia en nuestroshogares. Padres de familia, ustedes pueden seguir elejemplo de Jesús al usar la Palabra de Dios con sus hijos.Si ustedes hacen esto, no hay por qué deben temer.Todas las demás cosas que sus hijos necesitan aprenderles serán añadidas por la providencia de Dios. ✞

El privilegio decopiar la Biblia

Charles Colson, Loving God, Zondervan, 1983, p.205

Por varios años los prisioneros de guerra enVietnam habían solicitado una Biblia, pero no les habíasido concedido.

En la primavera de 1971 los vietnameses delnorte permitieron que tres presos americanos copiaranla Biblia por una hora cada semana. El piloto JamesRay fue uno de los tres. Se sentaba en una silla demadera y empezó a copiar el sermón en el monte. Elguardia estaba parado al lado, vigilando, y repetidasveces colocaba su codo sobre el versículo que Rayestaba tratando de copiar. Cuando el guardia se quitabael codo, Ray se ponía a escribir tan velozmente que ledaba calambres en la mano. Cuando el guardia no teníasu codo en la página, a veces por ratos de quince minu-tos, trataba de distraer a Ray con preguntas insignifi-cantes. Durante las cinco semanas que duró ese progra-ma, James Ray alcanzó a copiar mucho más que el ser-món en el monte.

Cada día cuando llevaba las palabras preciosas asu celda, sus compañeros de celda volvieron a copiar laspalabras de un modo crudo que ellos inventaron: escri-bían en hojas de papel higiénico con tinta hecha delpolvo de ladrillos, usando la pluma de una ave.Volvieron a copiar los versículos porque cada semanaRay tenía que devolver lo que había copiado la semanaanterior antes de que le permitieran copiar más. Los ver-sículos también fueron memorizados por otros presos.¿Cuántos están aprovechando este privilegio de copiarla Biblia hoy? ✞

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Buscar ser más y máscomo Dios

por George Mueller (1805-1898)

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justi-cia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33.

Nuestro Señor en los versículos previos habíaestado refiriendo a “las aves de los cielos” y “los liriosdel campo”, para que los discípulos estuvieran sin pre-ocupación acerca de las necesidades de la vida.Después añadió: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Quécomeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?Porque los gentiles buscan todas estas cosas; perovuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad detodas estas cosas.” (v. 31-32.)

Observen aquí particularmente que nosotros,como hijos de Dios, debemos ser diferentes que lasnaciones de la tierra (los gentiles), los que no tienen aningún Padre en el Cielo, y por lo tanto tienen que pre-ocuparse y dedicarse primero a lo que van a comer, loque van a beber y lo que van a vestir. Nosotros, los hijosde Dios, debemos, como en todos los aspectos, así tam-bién en éste, ser diferentes que el mundo y probar almundo que creemos que tenemos a un Padre en el cieloque sabe que necesitamos todas estas cosas. NuestroPadre Todopoderoso está lleno de amor infinito para sushijos, y nos ha mostrado su amor en el don de su hijounigénito, y su gran poder en resucitarlo de los muertos.El hecho de que él sabe que tenemos necesidad de estascosas, debe quitar de nuestra mente toda ansiedad.

No obstante, hay una cosa que tenemos queatender, y que debemos atender, con referencia a nues-tras necesidades temporales. Esta cosa se menciona enel versículo, y dice: “Mas buscad primeramente elreino de Dios y su justicia”. El gran negocio con que eldiscípulo del Señor tiene que estar ocupado (porqueJesús dijo esta palabra a sus discípulos que creían), esbuscar el reino de Dios. A mi manera de pensar, esto serefiere a la prosperidad externa e interna de la iglesiade Cristo. Si de acuerdo a nuestra habilidad y de acuer-do a la oportunidad que nos da el Señor, procuramosganar almas para el Señor Jesús, me parece que esta-mos buscando la prosperidad externa del reino de Dios.Y si nosotros, como miembros del cuerpo de Cristo, bus-camos el beneficio de los otros miembros del cuerpo,

ayudándoles a avanzar en la gracia y la verdad, o cuidan-do de ellos de cualquier modo para su edificación, esosería buscar la prosperidad interna del reino de Dios.

Pero también en conexión con esto tenemos laspalabras “buscar su justicia”, que significa (porque sehabló a los que eran discípulos, a los que tenían a unPadre en el cielo, y no a los de afuera) buscar ser másy más como Dios, buscar conformarse por dentro a lamente de Dios.

Si los discípulos se ocupan en estas dos cosas,que implica también que no somos perezosos, entoncesestamos bajo esa preciosa promesa: “y todas estascosas os serán añadidas.” Todas estas cosas quieredecir comida, ropa, o cualquier cosa que se necesita enesta vida presente. No obtenemos la promesa comoresultado de ocuparnos en estas dos cosas, sino almismo tiempo que nos ocupamos en ellas.

Ahora le pregunto, mi querido lector, unas trespreguntas en amor, porque busco su bienestar, y noquiero hacerle estas preguntas sin primero hacérmelasa mí mismo. ¿Es su primera ocupación, su negocio másimportante, buscar el reino de Dios y su justicia? ¿Sonpara usted las cosas de Dios, el honor de su nombre, elbienestar de su iglesia, la conversión de los pecadoresy el crecimiento de su propia alma, su primera meta?¿O está ocupado primeramente en su empresa, con elbienestar material de su familia, o con sus interesestemporales? Si su caso es el último, aunque usted pose-yera en este momento todas sus necesidades, recuerdeque el mundo pasa, pero las cosas de Dios duran parasiempre. Si usted consiguió esas cosas temporales,usted también puede perderlas.

Nunca conocí a un hijo de Dios que siguió laspalabras de este versículo, buscando primeramente elreino de Dios, y en cuya experiencia el Señor no cum-plió su promesa de añadirle “todas estas cosas”. Cuan-do el Señor las añade, no hay peligro de perderlas. ✞

¿Autobús equivocado?Mire la vanidad y el engaño del mundo y sus

deseos. El mundo es como un autobús. Si alguien veque cierto autobús tiene otro destino que el que lleva él,y todavía insiste en viajar en ese autobús, no debe sor-prenderse si llega al mismo lugar adonde se dirige elautobús. ¿Se da cuenta usted adónde va este mundo?¿Allí es donde quiere ir usted? ✞

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