NÚMERO 33/SÁBADO 14 DE FEBRERO DE 2009 NATURA · N2 EL MUNDO/NÚMERO 33/NATURA/SÁBADO 14/FEBRERO...

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NÚMERO 33/SÁBADO 14 DE FEBRERO DE 2009 N A T U R A EL MUNDO Europa busca una Capital Verde para el año 2010 Esta semana se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Darwin. Repasamos cómo se ha actualizado hasta nuestros días la teoría de la evolución que formuló y explicamos cómo fueron recibidas en la España del siglo XIX sus atrevidas ideas sobre el origen del hombre. / PÁGINAS 6 Y 7 A finales de este mes de febrero, la Comisión Europea dará a conocer cuáles de las ocho ciudades preseleccionadas serán las dos primeras Capitales Verdes Europeas. Estocolmo, Oslo, Copenhague, Bristol, Friburgo, Münster, Amsterdam y Hamburgo han pasado ya el corte y aspiran a llevarse el primer título, para 2010, y el segundo, para 2011. / PÁGINA 10 VIDA VERDE El hombre que abrió la puerta a la biología moderna AÑO DARWIN El pintor Fernando Fueyo narra en un artículo inédito su relación con la naturaleza y especialmente con los árboles ARTE PÁGINA 4 Los expertos reunidos en en II Congreso Nacional de Biodiversidad debaten la forma de evitar las extinciones de especies BIODIVERSIDAD PÁGINA 8 En su diario de campo, el naturalista Joaquín Araújo anota los fenómenos naturales más relevantes que acontecen en febrero LETRAS PÁGINA 12 ULISES MIGUEL G. CORRAL El auge reciente del turismo rural, del senderismo, de la recogida de setas y de otras muchas activida- des de ocio que se llevan a cabo en el medio natural está provocando la llegada masiva de personas a espacios de alto valor biológico muy sensibles al impacto humano. Además, muchas de las visitas se concentran en esos momentos del año en los que algunos de los es- pacios más célebres de nuestra geografía lucen especialmente be- llos por una u otra circustancia. En vista del problema, algunos gestores de terrenos, públicos o privados, han decidido cobrar por acceder a ellos. Un método disua- sorio al que muchos se oponen. Los expertos apuestan por permi- tir entrar gratis, pero con cupos diarios de visitas, como se hace en otros sitios. / PÁGINAS 2 Y 3 BOSQUES DE PAGO La masificación de algunos espacios obliga a regular su uso RAÚL ARIAS

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N Ú M E R O 3 3 / S Á B A D O 1 4 D E F E B R E R O D E 2 0 0 9

N A T U R AEL MUNDO

Europa busca una CapitalVerde para el año 2010

Esta semana se cumplen 200 años del nacimiento de CharlesDarwin. Repasamos cómo se ha actualizado hasta nuestrosdías la teoría de la evolución que formuló y explicamos cómofueron recibidas en la España del siglo XIX sus atrevidasideas sobre el origen del hombre. / PÁGINAS 6 Y 7

A finales de este mes defebrero, la Comisión Europeadará a conocer cuáles de lasocho ciudadespreseleccionadas serán las dosprimeras Capitales VerdesEuropeas. Estocolmo, Oslo,Copenhague, Bristol, Friburgo,Münster, Amsterdam yHamburgo han pasado ya elcorte y aspiran a llevarse elprimer título, para 2010, y elsegundo, para 2011. / PÁGINA 10

VIDA VERDE

El hombre que abrió lapuerta a la biología moderna

AÑO DARWIN

El pintor Fernando Fueyonarra en un artículo inédito surelación con la naturaleza yespecialmente con los árboles

ARTE

PÁGINA 4

Los expertosreunidos en en II Congreso Nacionalde Biodiversidad debaten la forma deevitar las extinciones de especies

BIODIVERSIDAD

PÁGINA 8

En su diario de campo,el naturalista Joaquín Araújo anotalos fenómenos naturales másrelevantes que acontecen en febrero

LETRAS

PÁGINA 12

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ULISES

MIGUEL G. CORRAL

El auge reciente del turismo rural,del senderismo, de la recogida desetas y de otras muchas activida-des de ocio que se llevan a cabo enel medio natural está provocandola llegada masiva de personas aespacios de alto valor biológico

muy sensibles al impacto humano.Además, muchas de las visitas seconcentran en esos momentos delaño en los que algunos de los es-pacios más célebres de nuestrageografía lucen especialmente be-llos por una u otra circustancia.En vista del problema, algunos

gestores de terrenos, públicos oprivados, han decidido cobrar poracceder a ellos. Un método disua-sorio al que muchos se oponen.Los expertos apuestan por permi-tir entrar gratis, pero con cuposdiarios de visitas, como se hace enotros sitios. / PÁGINAS 2 Y 3

�BOSQUES DE PAGOLa masificación de algunos espacios obliga a regular su uso

RAÚL ARIAS

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comenta Óscar Prada, miembrodel proyecto Runa de la FundaciónFélix Rodríguez de la Fuente, du-rante las jornadas dedicadas a losRiesgos de la divulgación ambien-tal y el turismo verde celebradasen la madrileña Casa Encendidade la Obra Social Caja Madrid,«¿por qué no puede ocurrir lo mis-mo con los bosques sensibles ocon los árboles monumentales?».

La medida adoptada el pasado1 de noviembre por el Ayunta-miento de El Tiemblo, en Ávila, decobrar una tasa a cada vehículo ypersona que acceda en las épocasde mayor afluencia al aparca-miento situado cerca del famosocastañar ha despertado un viejodebate en torno a la gestión de es-pacios naturales frágiles. La cer-canía de este bosque a un gran nú-cleo como Madrid lo ha converti-do en uno de los objetivos másatractivos del turismo verde.

Y no se trata del único bosqueque se ha resentido por la crecien-te afluencia de público que acudebajo el reclamo de las actividadesen la naturaleza.

El alcalde de El Tiemblo, RubénRodríguez Lucas, no duda de la

necesidad de regular la afluenciade público como única vía paraconservar «uno de los castañaresmás importantes de Europa». «LaGuardia Civil ha contado más de800 vehículos en un sólo día en unaparcamiento para menos de 100coches», asegura, «sonmás de los que puede ha-ber en cualquier centrocomercial de la provinciade Ávila. Por eso hemosgravado el acceso devehículos en otoño y losfines de semana de julioy agosto», aclara.

A cambio, el ayunta-miento ha habilitado unrecinto vigilado para de-jar el coche en el puebloy dos autobuses que su-ben los siete kilómetrosque separan El Tiemblodel castañar por un precio de uneuro. «Sólo para cubrir el gastoque origina el servicio de trans-porte», dice Rodríguez Lucas.«Las tasas que se cobran a quieninsiste en subir en su propio me-dio sirven para completar el costede los autobuses, de los folletosque usamos para educar la forma

de visitar el parque y del personalque vigila el aparcamiento».

Algunos de los mayores exper-tos en esta materia no confían enesta fórmula como la solución a losproblemas de conservación quegenera el exceso de presión huma-

na sobre parajes delicados. «Noentiendo que deba ser de pago. Te-nemos ejemplos como el bosquede Muniellos en el que no puedenentrar más de 20 personas cadadía para que se pueda preservar suecosistema, pero, aunque hayaque pedir permiso para entrar, sehace de forma gratuita», afirma Ig-

BOSQUES DE PAGO EL DEBATE�

MIGUEL G. CORRAL

Desde que el arqueólogoMarcelino Sanz de Sau-tuola las descubriera en1879, las Cuevas de Al-tamira pasaron casi un

siglo libres de la atención de unpúblico masivo. Sin embargo, en1973 las pinturas rupestres, hoyPatrimonio de la Humanidad, reci-bieron la visita de más de 174.000

personas, lo que puso en peligrosu conservación. Cuatro años mástarde la cueva ya no era visitable.En la actualidad, está cerrada otravez a la espera de un análisis cien-tífico que permita establecer unnuevo régimen de visitas.

«La presencia de más de 14 per-sonas en una de las salas puede al-terar las pinturas rupestres y porello hay que regular las visitas»,

Los expertos quierenlimitar el turismo masivoen los parajes sensibles

¿PAGAR PORIR AL MONTE?

P R I M E R P L A N O

Los habitantes de las ciudadestienen cada vez más necesidadde ir a los lugares más salvajes

Es necesario investigar cadacaso antes de impedir o regularlas visitas a los bosques frágiles

Dos personas pasean por el castañar de El Tiemblo, en Ávila, el día del pasado otoño que comenzaron a cobrarse tarifas de entre cuatro y 60 euros para los vehículos que quieran acceder al paraje. / EFE / RAÚL SANCHIDRIÁN

Uno de los monumentales castaños del monte público de la localidad de Casas del Castañar, en el cacereño Valle del Jerte. / PEDRO CÁCERES

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BOSQUES DE PAGO EL DEBATE�

P R I M E R P L A N O

nacio Abella, escritor de variasobras sobre árboles.

En las jornadas de la Casa En-cendida los ponentes coincidieronen que el pago puede crear una dis-criminación por poder adquisitivo.El director del departamento de ár-boles monumentales de la Diputa-ción de Valencia, Bernabé Moya,también muestra su desacuerdo.«No me parece bien que se paguepor visitarlo, pero sí que se regule,se tutele y se conserve».

Visitar el campo sin pagar«Hay que investigar antes de to-mar decisiones de este tipo y asípodremos hacer distinciones en-tre bosques sensibles y únicos,que deben ser protegidos, y aque-llos que pueden ser visitados sinningún problema», asegura Abe-lla. Moya nombra ejemplos don-de se ha actuado de esta manera.«La opción más válida es el casodel bosque de Muniellos, pero,aunque es el más famoso, no es elúnico caso», dice, «el Barrancdels Horts, en Castellón, es unbosque de árboles de entre 500 y800 años que pertenece a unafundación. Hay que pedir un per-miso para poder visitarlo que estotalmente gratuito».

«Pero eso no quiere decir quehaya que hacer modificacionescomo senderos vallados o aparca-mientos en el medio para facilitarla visita», opina Abella, «hay mu-chos casos, como el del tejo de Le-beña, en los que una actuación pa-ra proteger un árbol protegido aterminado con él».

Los árboles monumentales tie-nen una dificultad añadida parasu conservación y es que las visi-tas se concentran en un sólo pun-to y el daño que se pueda causarestá mucho más localizado. Ber-nabé Moya cree que su protecciónaún no está desarrollada en la Pe-nínsula Ibérica. «El único caso enEspaña de un árbol que se ha pro-tegido de las visitas masivas es eldrago de Icod», afirma, «y fue por-que hace 200 años un alemán loelevó a categoría mundial y loconvirtió en un símbolo que llegóa ilustrar los billetes de 1.000 pe-setas. Ese alemán era el naturalis-ta Alexander von Humboldt».

Las empresas de turismo verdetambién desarrollan un papelmuy importante. Para la mayoría

de los expertos presentes en lasjornadas celebradas en Madridlas visitas de grupos numerososorganizados perjudican algunosbosques sensibles o árboles mo-numentales. «Me gustaría que es-tas empresas se conviertieran envigilantes del territorio», comentaCésar Javier Palacios, periodista yespecialista en árboles singulares,«y que llegasen a negarse a ir a unlugar hasta que se proteja».

La ingeniera forestal y respon-sable del proyecto Árboles leyen-das vivas, Susana Domínguez,presentó las cifras de demandan-tes de turismo verde y resultan lla-mativas enfrentadas al panoramaesbozado durante las jornadas: el93% de los visitantes lo hace porcuenta ajena y sólo el 1,7% acudecon empresas de actividades en lanaturaleza. «Los culpables de de-terioro somos todos, no sólo lasempresas de senderismo».

De cualquier forma, los habi-tantes de grandes ciudades tienencada vez mayor necesidad de con-tactar con los lugares más silves-tres y eso conlleva un desgaste.«¿Para quién protegemos, sinopara los ciudadanos?», planteaAbella. «Hay que estudiar cadacaso y después proteger».

«El problema es que muchas ve-ces estas medidas se toman sin rea-lizar un estudio previo», dice Abe-lla. «Las administraciones tienenque ponerse las pilas con las últi-mas investigaciones antes de to-mar decisiones de gestión de espa-cios naturales». Para Bernabé Mo-ya la clave está en la consideraciónque se tenga de los árboles monu-mentales. «¿Un árbol puede ser unmonumento?», se pregunta, «¿Quédiferencia hay entre un tejo de 800años y una iglesia románica?».

Nadie pone el grito en el cielocuando se cierran las Cuevas deAltamira para estudiar su estadode conservación o cuando seprohíbe tocar el Guernica de Pi-casso. «Tenemos que hacer lomismo con los bosques y árbolesmonumentales», dice Moya, «hayque equiparar el patrimonio natu-ral con el histórico o el artístico».

Delmundo.esZ Foro: ¿Le parece bien restringir elacceso a los bosques singulares?Dos caminantes hacen un alto para apreciar un viejo roble en la Reserva de Muniellos. / PEDRO CÁCERES

Decálogo ético para la visita de bosques y árboles monumentalesEl aumento de las visitas a espacios naturales ha provoca-do la proliferación de malas prácticas en el campo. Una de-cena de asociaciones vinculadas con la defensa de la natu-raleza apoya este decálogo ético para la visita y conser-vción de los árboles y bosques monumentales silvestres.

1 Consideración legal y ética. Todo árbol o bosquemonumental que ha sobrepasado cierta edad –por lasimple protección del olvido, el desconocimiento, la

inaccesibilidad o el respeto– debería tener una considera-ción legal y ética, que sirviera para garantizar de formaefectiva su protección.

2 No publicitar la localización. La divulgación de lalocalización de árboles y bosques monumentales sil-vestres puede hacerlos vulnerables y los deja inde-

fensos frente a visitas masivas y planes irresponsables dedesarrollo turístico. Se recomienda no publicitar localiza-ciones GPS, itinerarios o indicaciones demasiado exactas.

3 Restringir las visitas. Cuando se produzca la di-vulgación de la situación exacta de estos árboles, de-berán establecerse previamente las condiciones opor-

tunas de visita. Si no ha sido así, convendría acentuar deforma inmediata la vigilancia y restringir el número de vi-sitas al ejemplar como forma de minimizar en lo posiblelos efectos que pudiera acarrear el aumento de la presión.

4 No favorecer las visitas en grupo. Las empresasprivadas con fines comerciales no deberían publicitary vender este patrimonio al margen de una estricta

regulación imprescindible para conservar este legado. Nodeberían favorecerse ni anunciarse las visitas en grupo.

5 Seres frágiles. Estos árboles y bosques pueden re-sultar extraordinariamente frágiles y sensibles a loscambios repentinos en su entorno, a las agresiones a

su sistema radicular e incluso a las visitas que trepan y pi-san reiteradamente las raíces del cuello, así como a los ac-tos vandálicos como las marcas en la corteza.

6 Pequeños grupos. Si se asume la responsabilidadde acercarse a conocer estos árboles o bosques ex-cepcionales es importante hacerlo en solitario o en un

grupo reducido y contar con el conocimiento de la Admi-nistración responsable y la autorización del propietario.

7Visitas a pie. Las visitas a estos lugares deberían hacer-se a pie, evitando por completo el acercamiento en vehí-culos motorizados que distorsionan el entorno y banali-

zan la percepción del valor de estos árboles y ecosistemas.

8 Obra pública. La construcción y adecuación de sen-deros o pistas de acceso, incluso bajo el lema del eco-turismo, pueden acarrear la pérdida o deterioro del

patrimonio que se pretende explotar, además de alterardrásticamente la estética y el equilibrio del ecosistema.

9 No recolectar material vegetal. Debería prohibir-se la recolección de material vegetal y de cualquierelemento del árbol y del entorno, incluida tierra, ma-

dera caída o materia orgánica de los troncos en descom-posición. Es de difícil justificación la perforación de estosárboles con barrenas Pressler para determinar su edad.

10 La regla de oro. La regla de oro, en todo caso, hade ser no dejar huella. Estos lugares y sus inme-diaciones, idealmente, tendrían que encontrarse

incluso libres de indicadores, marcas o carteles que des-virtúan el paisaje y resultan de dudoso gusto.

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BOSQUES DE PAGO LA MIRADA DEL ARTISTA�

Alos árboles de mi al-dea que deleitaronmis correrías cuandode niño avivaba missentidos. Al bosque

que aún perdura en mis sueños ydonde todavía puedo oír la voz yla solemne quietud de seres fija-dos en armoniosos y luminosostapices. Allí donde aprendí a noser un extraño y donde todo te-nía sentido y armonía. Ellos han

tejido en mi interior una delicadae invisible red que aún perdura yme acompaña.

Recuerdo con emoción los ár-boles que marcaron mi infanciay que luego, a través del tiempo,sin importar el lugar, serían miscompañeros de viaje. El bosque

mixto y colorista de las Mañan-gas, que adornaba el pequeñoracimo de casas al pie de la Sie-rra del Cuera, compone un mo-saico donde mis juegos teníanlugar. Los cuentos y leyendaseran algunos de los ritos que miabuela, al calor del llar, nos tras-ladaba sobre los peligros, perotambién sobre los beneficios,que aportaba conocer el mundonatural donde vivíamos. Sucedía

esto siempre al ano-checer y en las largasnoches de invierno.Preludio de un sueñodulce y placentero.

A mi memoria acu-de el viejo nogal, jun-to a la pequeña es-cuela rural, que nosanimaba a subir y

contemplar el entorno desde lasramas altas. Todo un curso ini-ciático, desde donde aprendimosa tejer los sueños.

Tendido de espaldas sobre laalta hierba y exhalando el alien-to perfumado de acacias y tilosjugaba a dibujar las formas de

las nubes; a oír también la vozgrave del viejo roble acompaña-do del poderoso salto del vientoentre sus ramas retorcidas; asentir el suave y delicado mur-mullo de los sauces en la riberade un pequeño río bullicioso ycantarín. El enorme castaño flo-reciente coronaba nuestra frentecon sus flores a modo de diade-ma, marcando el principio y elfin, el límite del mundo cuandoera niño. Otro castaño de igualporte y edad, con sus abultadas yhuecas barrigas, nos invitaba asu oquedad cuando la lluvia nossorprendía, lo que era habitual.

Como antesala del bosquepercibíamos el olor de los endri-nos y del musgo, de la higueracon sus frutos y fragancias queindicaba el sendero hacia lo nue-vo; pinceladas rojas del bonete-ro; frescor en los soberbios fres-nos; majestuosidad y belleza delas hayas; alguna sobria encinarevestida de solemnidad y la ex-plosiva tonalidad de cerezos yabedules en otoño. Descubría-mos también en las jóvenes ra-mas del saúco los dulces sonidosde la flauta, de las hojas del lau-rel un sonido chirriante y delavellano las pequeñas horquillaspara confeccionar gomeros (tira-chinas). Cada día asistíamos atodo un despliegue mágico,grandioso e irrepetible. Todo seconvertía en un gran espacio dejuego y conocimiento. Tiemposalegres y felices.

Siento ahora, muchos añosdespués, cómo la magia desapa-rece, igual que la fayona de Eiros(declarada Monumento Naturalprotegido). Un mal viento la haderribado por la escasa atencióny los pocos cuidados de los que

tenían la función y el deber deatenderla. Nos hurtan la belleza,el color, la luz y la vida. Y en sulugar crece el hormigón. Tiem-pos tristes.

Los recuerdos acumulados meagitan en fantasías que se afe-rran ahora en mi revuelta mesa

de trabajo. Mientras, de fondo, laSinfonía Pastoral de Beethovencompone un cuadro de la vidacampestre. Bellos sentimientos.

Fernando Fueyo es ilustrador de natura-leza y fundador del FAPAS (Fondo parala Protección de los Animales Salvajes).

Por Fernando Fueyo

LOS BOSQUESQUE SUSPIRANLOS SUEÑOS

P R I M E R P L A N O

La magia desaparece, igual que lafayona de Eirós, derribada debidoa los pocos cuidados que recibía

Un ejemplar de encina dibujado del natural de un monte del sur de Salamanca, en una imagen que sirvió para denunciar los aterrazamientos realizados por el Icona en los años 70. / ILUSTRACIONES: FERNADO FUEYO

Ilustración del haya monumental la fayona de Eiros, antes de que la derribase el viento.

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A C T U A L I D A D

MIGUEL G. CORRAL

La idea del filósofo Go-ttfried Leibniz de que vi-vimos en el mejor de losmundos posibles ator-mentaba al doctor Pan-

gloss, uno de los protagonistas dela obra Cándido, de Voltaire. Lle-vada al extremo en un personajede ficción, esta percepción con-duce al doctor a pensar que no hayefecto sin causa y, por lo tanto,todo existe porque tiene un propó-sito específico. Un ejemplo clarodel pensamiento panglossiano se-ría que la nariz y las orejas estánen nuestra cara porque tienen lafunción de sujetar las gafas.

En la obra de Voltaire, Cándidoy el doctor Pangloss regresan aLisboa en barco cuando un tercerpersonaje llamado Jacobo cae porla borda. Cándido se dispone alanzarse al agua para salvarlo. Enese momento, Pangloss detiene aCándido porque, según él, la ba-hía de Lisboa está allí para que Ja-cobo se ahogue en ella.

Esta caricatura del pensamientode Leibniz ilustra a la perfecciónuna de las deformaciones que laCiencia moderna ha hecho del pen-samiento darwinista. «Nada tienesentido en Biología si no es a la luzde la Evolución», aseguraba Theo-dosius Dobzhansky, genetista depoblaciones y uno de los padres delneodarwinismo o Teoría Sintéticade la Evolución. Esta corrientecientífica, iniciada en la década de

los 50 del siglo pasado, aúna losprincipios básicos de la Teoría de laEvolución mediante Selección Na-tural de Darwin con los últimosavances en el campo de la genética.

El peligro que entraña esta for-ma de pensar en biología, dondeapenas nada es blanco o negro co-mo sucede en matemáticas, es quele confiere demasiada responsabi-lidad a la adaptación biológica ycabe la posibilidad de caer en elmismo error que el doctor Pan-

gloss en la obra de Voltaire. El pesode la aportación científica de Char-les Darwin es tan grande que, efec-tivamente, multitud de investiga-dores buscan el fin adaptativo en elúltimo de los rasgos de cualquierforma de vida. Los eminentes pa-leontólogos Stephen Jay Gould yRichard Lewontin bautizaron estadeformación del darwinismo comoel paradigma panglossiano.

Para evidenciar su postura sinllegar a ridiculizar a sus colegas,como sucedería con la metáforadel doctor Pangloss, los científicosutilizaron como ejemplo el grandomo de la catedral de San Mar-cos en Venecia. Los arcos que sus-tentan la cúpula dejan espacios en-tre ellos llamados tímpanos y quecorresponderían a las porcionesde un queso cortado en cuñas. Es-tos huecos fueron aprovechadospor el maestro escultor de la épocapara colocar la figura de un evan-gelista en cada uno de ellos. El mo-saico que forman estas figuras estan refinado, tiene tal armonía,que uno podría estar tentado aconsiderarlo como la razón de serdel edificio. Sin embargo, y comoparece obvio, los arcos son un sub-producto inevitable y necesario dela arquitectura del domo, de otraforma no se sujetaría la cúpula.

Gould y Lewontin explicabanque, de alguna manera, puede de-cirse que la ornamentación de lacatedral está bien adaptada, perola causa de esa adaptación no esla decoración sino la arquitecturaabovedada.

Charles Darwin, en su obra Elorigen de las especies, donde plan-teó su Teoría de la Evolución, se-ñaló a la Selección Natural comojuez de las transformaciones quese producen en los individuos enfunción de si resultaban ventajo-sas o no desde un punto de vistaadaptativo. Pongamos un ejemplo.Una población de ranas está acos-tumbrada a vivir en una charcacon una temperatura del agua de21ºC. Un porcentaje de ellas poseeuna modificación genética que lespermite vivir en aguas de hasta17ºC y, además, les tiñe la piel derojo. Ante una glaciación, sólo lasranas capaces de vivir en aguasmás frías serían favorecidas por laSelección Natural y sobrevivirían.

El propio sabio británico, cuyo200 aniversario se conmemora es-te año, dudaba de la omnipresen-cia de este mecanismo. «Ahora ad-mito... que en ediciones anterioresde mi Origen de las especies pro-bablemente atribuí demasiado a la

acción de la Selección Natural o ala supervivencia de los más ap-tos... Antes no había consideradode manera suficiente la existenciade muchas estructuras que no sonni beneficiosas ni dañinas; y creoque ésta es una de las mayoresomisiones hasta ahora detectadasen mi obra», escribía Charles Dar-win en El origen del hombre, publi-cado en 1871, 12 años después queEl origen de las especies.

En la anterior charca de ranas,el paradigma panglossiano apare-cería en el momento en el que ladisminución de temperatura atra-jera a un depredador con temor alcolor rojo. El doctor Pangloss y loscientíficos adaptacionistas (tam-bién llamados panseleccionistas)asegurarían que la nueva pigmen-tación es una adaptación para es-quivar a los depredadores. Sin em-bargo, se trata de una característi-ca ligada a otra seleccionada deforma positiva, debido a la protec-ción térmica que ofrece. Hasta lallegada de este depredador no eramás que una característica neutra,sin ventajas ni perjuicios.

La genética moderna ha corro-borado la puntualización de Dar-win y la visión de los críticos conel panseleccionismo. El descubri-miento de la pleiotropía, o funcióndoble de un mismo gen, hace posi-ble que un carácter neutro o inclu-

so desventajoso pueda mantener-se debido a que está ligado a otroque sí es adaptativo.

Para encontrar el origen del pro-grama adaptacionista no hay queacudir a la obra de Charles Darwin,sino a la de quienes continuaron sutrabajo. Fueron Alfred Russel Wa-llace y August Weismann quienes,en el siglo XIX, sobreestimaron elpapel de la adaptación y rastrearonsu presencia en prácticamente to-dos los caracteres. En 1959, el ex-ceso de júbilo generado por el 100ºaniversario de la publicación de Elorigen de las especies, provocó queesta tesis se impusiera y se endure-ciera al calor de la Teoría Sintéticade la Evolución que se gestaba poraquel entonces.

Además del paradigma panglos-siano, el darwinismo ha sufridootras muchas marejadas que hanservido, esta vez sí, para completarla teoría. El modelo de evoluciónque propuso el sabio británico eragradual. Pero él intuía que las es-pecies fosilizadas permanecen es-

El esqueleto de la teoría deDarwin permanece intacto 150años después de publicarse

LA CIENCIA Y ELDR. PANGLOSS

La Selección Natural esel juez de los cambios queoperan en los individuos

Algunos biólogos actualesconfieren demasiado pesoa la adaptación al medio

ANÁLISIS

ANIVERSARIO. En 2009 se conmemora la figu-ra de Charles Darwin por partida doble. Secumplen dos siglos de su nacimiento y 150 añosde la fecha de publicación de su libro El origende las especies, aparecido en 1859 y que conmo-cionó a la sociedad de su época por su atrevida

propuesta sobre la evolución del hombre. La fo-tografía que ilustra esta página es ejemplo deello. La polémica sobre si el hombre ‘descendía’o no del mono llegó a todos los niveles, hasta elpunto de que un industrial bodeguero retrató albiólogo en la etiqueta de un conocido licor. Han

pasado los años y Darwin sigue ahí, en los ba-res de media España. Y también continúa vivasu teoría, que ha sido desarrollada por autoresposteriores y confirmada y ampliada gracias anuevas herramientas, como las técnicas genéti-cas, de las que Darwin no pudo disfrutar.

MARKETING DEL XIX

� También en bebidas. La teoría de laevolución conmocionó a la sociedad de laépoca. Las ideas de Darwin se simplificaronen una frase, «el hombre desciende delmono», y en torno a ella creció una polémicaque también llegó a España. Prueba de elloes la fotografía que ilustra esta página, unabotella cuya etiqueta data de 1870 y quemuestra, desde entonces, una caricatura delsabio prestando su barba a un simio concola. El bodeguero que fabricaba el conocidoAnís del Mono llevó el asuntomás populardel momento a su producto. Parece ser que,en realidad, no pretendió ridiculizar aDarwin, cuyas ideas aceptaba, sino utilizarsu figura como reclamo. Puromarketing. Laetiqueta, de hecho, apela a la maestría delsabio: «Es el mejor. La ciencia lo dijo y yo nomiento», reza el papel que porta el mono delanís./ PEDRO CÁCERES

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tables desde el primer instante enel que aparecen en la escala tem-poral hasta su extinción. «La canti-dad de eslabones intermedios y detransición entre todas las especiesvivas y extinguidas ha de haber si-do inconcebiblemente grande», es-cribió. La paleontología modernarechazó esta posibilidad. En losaños 70, Gould y Niles Eldredgeplantearon la teoría del equilibriopuntuado, según la cual las espe-cies pueden evolucionar gracias agrandes reordenaciones de su ge-noma. «Es más fácil subir los pel-daños de una escalera que empu-jar un cilindro por la cuesta arribade la Historia de la Vida», decían.

Otra de las grandes aportacio-nes modernas al darwinismo pro-viene de la consideración de quelos hábitats no son estáticos en eltiempo. En 1973, el biólogo LeighVan Valen enunció su hipótesis dela Reina Roja, basada en la segun-da parte del cuento de Lewis Ca-rrol Alicia en el país de las Maravi-llas. En el relato, los habitantes tie-nen que correr cada vez más depri-sa para permanecer en el mismolugar. Según Van Valen, los orga-nismos acompañan al ambiente enel que habitan, pero un paso pordetrás, ligeramente mal adaptadosy sin alcanzar jamás su meta.

Estos debates, y otros muchosque aún se suceden en la comuni-dad científica, no alteran el esque-leto fundamental de la Teoría de laEvolución. El paleontólogo esco-cés Hugh Falconer ya adelantó ha-ce 150 años una metáfora que noha perdido validez: «Darwin hapuesto los cimientos de un granedificio, pero no tiene por qué sor-prenderse si, en el progreso de suconstrucción, la superestructura esalterada por sus sucesores, comoen el Duomo de Milán, del románi-co a otro estilo arquitectónico».

El trípode sobre el que descan-sa la Teoría de la Evolución puederesumirse de forma ofensivamen-te escueta como: variación de losrasgos dentro de las especies a lolargo del tiempo, selección natu-ral de los mismos y herencia enlas generaciones sucesivas. Y lostres argumentos permanecen ina-movibles hoy en día.

Con el principio, basado en lametáfora de la mano invisible uti-lizada por el filósofo-economistaescocés Adam Smith, Darwin seoponía a la asunción popular ensu tiempo de una naturaleza be-névola. No tuvo problemas conlos conceptos de variación y deherencia de los caracteres de losseres vivos, aunque aún no se co-nocían los mecanismos genéticosde la herencia. Pero necesitó dedefensas bien estructuradas paraargumentar el concepto de luchapor la vida dentro de la SelecciónNatural. Al igual que al doctorPangloss, a la sociedad victorianabritánica de mediados del XIX lecostaba aceptar que no vivimos enel mejor de los mundos posibles.

Empecemos por aclararuna cosa. Darwin, a pe-sar de lo que diga el titu-lar de este artículo,nunca estuvo en Es-

paña. No en persona, al menos,pero lo que sí llegó fue la profunday perturbadora influencia de suobra sobre la evolución. Darwinen España fue precisamente el tí-tulo del libro dedicado a este temaque en 1982 publicó el historiadornorteamericano Thomas F. Glick,uno de los pioneros en el estudiode la recepción del darwinismo ennuestro país. Pero también podríaplantearse la cuestión al revés,algo así como «España en Dar-win», o sea, la influencia de lo es-pañol en su vida y su obra.

Como es bien sabido, la expe-riencia crucial que despertó enCharles Robert Darwin su inquie-tud por averiguar el origen de lasespecies fue su viaje a bordo delBeagle, de 1831 a 1836. El recorri-do del buque repetía, en la imagi-nación del joven Charles, el tipode exóticas exploraciones lleva-das a cabo en América del Sur porel gran Alexander von Humboldt,cuyas obras de viaje, ciencia y po-lítica había leído con avidez. El

viaje de Humboldt había comen-zado, tres décadas antes, precisa-mente en España, porque los terri-torios que se proponía recorrer es-taban entonces bajo el dominio dela corona hispana, que facilitó lossalvoconductos necesarios al sa-bio alemán. Pero cuando Darwinllegó, prácticamente toda la Amé-rica española había conseguido laindependencia.

Quedaba, de todos modos, lahuella de lo que algunos esforza-dos naturalistas habían explora-do y descubierto allí durante laépoca colonial. Junto con Hum-boldt, uno de los autores queDarwin leyó con mayor atencióncomo guía de su iniciático viajefue el aragonés Félix de Azara,tal como puede comprobarse enlas numerosas referencias a sustrabajos que anotó en el relatodel periplo del Beagle.

Comisionado para trazar juntocon los portugueses los límitesfronterizos que debían separar losdominios de ambas naciones, Aza-ra permaneció durante 20 años,entre 1781 y 1801 en las remotastierras de Paraguay y el río de laPlata. Aprovechó su condición dedesterrado para explorar, estudiar

y describir aquellos parajes, apor-tando noticias geográficas y des-cripciones zoológicas celebradaspor los sabios europeos. Darwinapreció sobremanera la fiabilidadde su información. Eran datos e in-terpretaciones de primera mano,propios del naturalista de campo,no del erudito de gabinete.

Es más, cuando años después,ya madura su revolucionaria ideade la evolución de las especies porselección natural, Darwin acumu-laba pruebas para su teoría, en-contró de nuevo en Azara obser-vaciones de gran interés.

Al naturalista español le habíanintrigado las mismas cuestionesque luego serían abordadas por elcientífico inglés, las causas y víasde la dispersión de las especies, laaparición fortuita de variacionesen los animales y los modos en quepodían heredarse.

Es célebre la anotación de Aza-ra sobre el singular nacimiento deun «toro mocho», es decir, sincuernos, y el modo en que esta no-vedad se había transmiti-do y mantenido en sudescendencia. Más tar-de, también Darwin iba arecurrir a los animalesdomésticos para consta-tar la selección, no natu-ral sino artificial, de nue-vos caracteres que loscriadores conservaban yacentuaban por sucesi-vos cruces dirigidos.

Todo ello no quieredecir, como a veces se hapretendido desde una in-necesaria exageraciónpatriótica, que Azara fuera un«Darwin español», un adelantadodel evolucionismo o un precursorde la biología moderna, pues susideas sobre la fijeza y el origen divi-no de las especies fueron propiasde su tiempo. Sólo medio siglo mástarde comenzaría a existir entre al-gunos científicos españoles el am-biente intelectual e ideológico quepropiciase la recepción de un ge-nuino evolucionismo materialista.

Antes de que se cumpliera undecenio desde la aparición en1859 de El origen de las especies,estallaba en España la revoluciónde 1868 y se iniciaba el llamadosexenio democrático. Al calor delas ilusiones renovadoras del mo-mento, y bajo el influjo del cultodecimonónico al poder transfor-mador de la ciencia, las ideas deDarwin fueron entonces difundi-das y debatidas con entusiasmo.

La restauración monárquicatrajo a partir de 1875 un periodode mayor calma y también de cier-ta reacción conservadora para li-mitar lo que los sectores más tra-dicionalistas percibían como ame-nazantes excesos materialistas yateos. Algunos profesores e inte-lectuales, liderados por FranciscoGiner de los Ríos, se refugiaronentonces en una nueva entidad in-dependiente, la Institución Librede Enseñanza, creada en 1876. Yes significativo de su espíritu in-conforme, y del prestigio que otor-gaban a la ciencia, que los miem-

bros del claustro de la Institucióndecidieran nombrar profesor ho-norario a Darwin.

El nombramiento le fue comuni-cado al sabio inglés, por entoncesen la cumbre de su fama, en cartacon fecha del 16 de enero de 1878.Fue así como Darwin ingresó en elprofesorado de un centro educati-vo con sede en Madrid. Parece, fi-nalmente, que, de un modo u otro,Darwin sí que estuvo en España.

Su viaje iniciático estabainspirado por el de Humboldta través de la América española

Encontró datos de graninterés para su teoría en la obradel aragonés Félix de Azara

HISTORIA

No pisó el país, pero sí llegó laperturbadora influencia de su obrasobre la evolución, en la que usó datosde campo de naturalistas españoles

DARWINEN ESPAÑAPor Santos Casado de Otaola

FERNANDO FUEYO

A C T U A L I D A D

El naturalista sentó lospilares de un gran edificioque ha ido cambiando

El propio Darwin dudabasi había atribuido un pesoexcesivo a la Selección

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A C T U A L I D A D

PERE IÑIGO

Acaba de terminar el IICongreso Nacional deBiodiversidad, organi-zado por el Centro deEstudios Avanzados de

Blanes (CEAB) y la Fundación Bio-diversidad, del Ministerio de MedioAmbiente y Medio Rural y Marino.El evento reunió en la localidad ca-talana a expertos de todos los ám-bitos para debatir sobre el estadode la biodiversidad en España.

Como explica Emilio Ortega Ca-samayor, presidente del comité or-ganizador, el objetivo del congresoera evaluar las tasas de pérdida debiodiversidad y analizar las posi-bles soluciones para frenar la desa-parición de especies. Además, lareunión pretendía «analizar el esta-do actual de los estudios de biodi-versidad y su grado de conectivi-dad e interdisciplinariedad».

En el congreso se recordó la ur-gencia de la crisis biológica a la quese enfrenta el planeta y se señalóque la actividad humana es el deto-nante. Según el diagnóstico de laAgencia Europea de Medio Am-biente, por ejemplo, el declive de labiodiversidad en muchas regionesde Europa deriva de una explota-ción muy intensa, casi industrial,de las zonas agrícolas y forestales,y de los cambios de uso de la tierra.La institución comunitaria tambiénañade la contaminación del agua ydel aire así como la elevada frag-mentación de los hábitats natura-les como causas del deterioro.

¿Pero, por qué es tan importantemantener la biodiversidad? El pre-sidente del comité organizadorconsidera que la variedad biológicagarantiza nuestra resistencia fren-te a cambios ambientales: «Es unentramado esencial para mantenerla viabilidad de la agricultura y dela pesca y es la base para el desa-rrollo de muchos procesos indus-triales y la producción de nuevasmedicinas». Ortega recuerda que labiodiversidad abarca tanto la varia-bilidad entre organismos vivos co-mo los complejos ecológicos de losque forman parte. «Incluye», por

tanto, «una visión desde el nivel degen hasta el de ecosistema».

El congreso reunió a expertos dediversas áreas y organismos. JordiSargatal, director de la FundaciónTerritori i Paisatge; PurificaciónCanals, de la UICN; el biólogo delCSIC Miguel Delibes de Castro; oel economista Joan Martínez Alier.El turno de ponencias fue abiertopor Germán Alonso, director de Es-tudios y Proyectos de la FundaciónBiodiversidad.

Alonso dedicó su intervención aexplicar el marco administrativo ypolítico en el que se desenvuelve laconservación de la biodiversidaden España en el momento actual.«Los cambios en la estructura mi-nisterial del Gobierno de Españailustran una nueva situación parala conservación de la naturalezacomo tarea de Estado. Se ha reuni-do en un Ministerio a los usuariosde los recursos naturales y los con-servacionistas», explicó. «Es unagran oportunidad para aunar y ha-cer cosas interesantes en favor dela biodiversidad y del desarrollohumano al mismo tiempo».

Tres pilares diferentesPara el director de Estudios de laFundación Biodiversidad, «la sos-tenibilidad del desarrollo se apoyaen tres pilares básicos, formuladosen la llamada Estrategia de Lisboa,que son la sostenibilidad social, ode la calidad de vida, la económicao de la producción, y la ambiental,que pone el acento en el manteni-miento de los procesos que permi-ten la vida en el planeta».

Según Alonso, el anterior Minis-terio de Agricultura, Pesca y Ali-mentación reunía en su seno al me-nos dos de los pilares: el económicorepresentado por el llamado sectorproductivista, protagonista de laexitosa revolución verde de la últi-ma mitad del siglo XX, y el social,que hace hincapié en el desarrollodel medio rural frente al abandonoal que muchas gentes del medio ru-ral se han visto abocadas.

Para el técnico a esos dos pilaresse une el ambiental, provenientedel Ministerio de Medio Ambiente,que propone introducir nuevos va-lores como fórmula de conserva-ción del planeta y sus recursos yservicios. A raíz de ello, dos son losretos inmediatos: «aunar discursosde los distintos sectores, facilitaruna convergencia en objetivos yactuaciones y facilitar soporte cien-tífico a la gestión de los recursos,propiciando un acercamiento de laciencia a la administración», expli-có Alonso, quien añadió que ese esel contexto y el marco de objetivosen el que trabaja ahora la Funda-ción Biodiversidad.

EL CEABEl Centro de EstudiosAvanzados de Blanes (CEAB)es un centro de investigacióndel Consejo Superior deInvestigaciones Científicas(CSIC). Inició su andadura enoctubre de 1985 y centra suactividad investigadora en laEcología y la Biología deorganismos tanto de sistemasmarinos como de aguascontinentales. Los trabajosque se llevan a cabo en elCEAB pretenden identificar ladiversidad de organismos yentender sus funciones einteracciones en lanaturaleza. Además, sequiere aplicar eseconocimiento al uso y gestiónde los recursos y a lapredicción de respuestas amodificaciones ambientales.Para ello se emplea unaamplia gama de estudios yaproximaciones que abarcandesde la composiciónbioquímica y genética de losorganismos hasta laestructura y dinámica depoblaciones y ecosistemas.El CEAB aspira a ser uncentro con reputacióninternacional que seareferente nacional en BiologíaMarina, Limnología [aguasdulces] y Ecología.

Se intenta compaginarla producción con elmantenimiento de activos

La diversidad biológicaabarca desde el nivel delgen hasta el ecosistema

Un halcón de Eleonor retratado en una de las islas Baleares. / JUAN CARLOS MUÑOZ

Una encina solitaria entre cultivos en un campo andaluz. / JUAN CARLOS MUÑOZ

Varias ‘Amanita cesarea’ o setas de huevo de rey afloran entre la hojarasca de roble en unmonte cantábrico. / JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ

CONSERVACIÓN

Expertos se reúnen para valorarel ritmo de extinción de especies

II CONGRESONACIONAL DEBIODIVERSIDAD

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TANA OSHIMA

Nada sorprendente:las ocho ciudades–de 34– preselec-cionadas para elconcurso a la capi-

tal europea más verde, orga-nizado por la Comisión Euro-pea, están situadas de Alema-nia para arriba. Ni las candi-datas francesas, ni la portu-guesa, ni las seis que ha pre-sentado España (Murcia, Va-lencia, Sabadell, Zaragoza,Pamplona y Vitoria) están en-tre las nominadas.

Como es habitual en mate-ria verde, todo se juega en elcentro-norte de Europa: Rei-no Unido, con Bristol; Alema-nia, con Hamburgo, Friburgo–¿quién puede competir conFriburgo?– y Münster; Sue-cia, con su capital Estocolmo;Noruega, con Oslo; Dinamar-ca, con Copenhague, y Ho-landa, con Amsterdam.

El 23 de este mes, el Comi-sario Europeo de Medio Am-biente, Stavros Dimas, anun-ciará las dos primeras Capi-tales Verdes de Europa para2010 y 2011. Todas las ciuda-des participantes tienen másde 200.000 habitantes porexigencias de la competición.Las ocho nominadas se dis-tinguen por sus «excelenteslogros ambientales».

Z O N A ( 2 )

VIDA VERDEURBAN I SMO

Las ocho ciudades del campeonato verdeA finales de estemes, la ComisiónEuropea dará aconocer cuálesde las ochociudadespreseleccionadasserán las dosprimerasCapitales VerdesEuropeas

�ESTOCOLMO (SUECIA)Es cumplidora del Protocolo de Kioto y ha multiplicadosu número de ciclistas urbanos en 20 años, pero susdatos sobre producción y gestión de residuos no sonexcelentes. / RICHARD RYAN / STOCKHOLM VISITORS BOARD

�COPENHAGUE (DINAMARCA)Es, junto con Amsterdam, la «ciudad de las bicis», y suindustria de energía eólica está en auge. Su consumode agua urbano ha bajado, pero no el de electricidad. /CEES VAN ROEDEN / WONDERFUL COPENHAGUE

�OSLO (NORUEGA)Sus emisiones son de las más bajas de Europa y el 19%de la ciudad es espacio verde. Recicla o recupera el99% de sus residuos, pero flaquea en energíasrenovables. / PETTER FOSS / MFA NORWAY

�FRIBURGO (ALEMANIA)Es la capital verde por excelencia y una potenciamundial en energía solar. La mitad de la región esbosque. Puede reducir aún más el uso del coche. /JOACHIM MESSERSCHMIDT / OFICINA DE TURISMO DE ALEMANIA

�AMSTERDAM (HOLANDA)La mitad de sus ciudadanos se mueve en bicicleta ytoda la ciudad aspira a ser ‘carbono neutral’ para2015. El transporte local es eléctrico. Aún puedeapostar más por las renovables. / CARLO IREK / CORBIS

�BRISTOL (REINO UNIDO)Es un 23%más eficiente energéticamente que hace 10años, ha reducido un 10% el tráfico y quiere liderar laenergía eólica en su país. Pero puede mejorar sugestión de residuos. / BRITAINONVIEW / PAWEL LIBERA

�HAMBURGO (ALEMANIA)Se ha propuesto reducir sus emisiones en un20% para 2012 y en un 40% para 2020, yestá impulsando los edificios eficientes. Peropodría reducir aún más el uso del coche. /RAINER KIEDROWSKI / OFICINA DE TURISMO DE ALEMANIA

�MÜNSTER (ALEMANIA)El 95% de sus ciudadanos tiene un espacioverde a menos de 300 metros. Recicla másdel 80% de sus residuos, pero puedemejorar en su producción. / LANDESPRESSEAMT /

NORDRHEIN-WESTFAHLEN

�LOS CRITERIOS

Para presentarse al Premio a laCapital Verde Europea, lasciudades deben cumplir con almenos 10 objetivos ambientales.

1. Contribución local a la luchacontra el cambio climático. Tantolas medidas tomadas en el pasadocomo las que están por tomar.

2. Movilidad local y transporte depasajeros. Dominan en estacategoría las ciudades con altapresencia de bicicletas.

3. Espacios verdes abiertos alpúblico. La abundancia deparques es uno de los baluartes delas ciudades nórdicas.

4. Calidad del aire. Muy ligado a

la cantidad de coches y a laconcentración del tráfico.

5. Contaminación acústica.Muchas ciudades nórdicas tienenleyes más estrictas contra el ruidoy una cultura del silencio.

6. Producción y gestión deresiduos. Se refiere a la cantidadde basura generada y reciclada.

7. Consumo de agua. Se incluyeel uso del agua en el ámbitodoméstico, como las duchas y lacocina.

8. Gestión de aguas residuales.Podría parecer de obligadocumplimiento en el siglo XXI,pero no siempre es así. Aquí sevalora en qué porcentaje secumple la Directiva europea.

9. Gestión sostenible de laautoridad local. Depende del buenhacer del ayuntamiento enmateria de medio ambiente.

10. Uso sostenible de la tierra.Incluye la no construccióndesaforada.

http://ec.europa.eu/environment/europeangreencapital/index_en.htm

Delmundo.esZ Encuesta:¿Cuál de estas ciudades leparece la más ‘verde’?

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02LA TEMPORADA EL ECOLOGISTA EN CASA

Z O N A ( 2 )

A hora que ya la realidad supera a todas las pelícu-las, me he puesto a hacer algunos números ilus-trándome con la célebre estafa de Madoff, que se

agenció más de 35.000 millones de euros y sale son-riendo en las fotos. Después del ecoshock he comenzadoa imaginar el número de hospitales de urgencia, de cole-gios, de agua y comida, de cultura y conocimiento yhasta de bicicletas para todos que se podrían financiarcon ese dinero que no se sabe donde está. Con el montode este timo global se podría rediseñar ecológicamenteel planeta no sé cuántas veces.

Ahora que parece que el dinero de nuestro mundo noexiste o no es real, resulta que estoy a punto de recibirdividendos. Sí, un mileurista que tiene el privilegio deser inversor en estos tiempos puede parecer todo un lo-gro, pero me explico. En su día pedí un adelanto de lanómina para meterme como partícipe en un negocioenergético. Mi apuesta tiene como fuente a la más pode-rosa, limpia y democrática de todas: el Sol. Tengo el pri-vilegio, este mes de febrero, de recibir casi un 10% de loinvertido mientras la cubierta del mercado del Carmelen Barcelona sigue produ-ciendo casi 180 kilovatioshora por año. Casi un me-tro y medio cuadrado desilicio azul precioso es miporción de los paneles so-lares fotovoltaicos queconforman la Ola Solardel Carmel, una brillantepropuesta para 139 capi-talistas populares promo-vida por la Fundación Tie-rra.

Los 1.000 euros que pu-se son poca cosa, pero vie-nen de perlas los más omenos 100 euros de retor-no por la venta de kilova-tios. En fin, inversión máslimpia y menos tóxica no creo que vuelva a encontrar.Lástima que un Real Decreto haya complicado que otrosmileuristas se puedan sumar a la inversión ética, verde,segura y atóxica que pude hacer yo.

Otro dinero que percibo es el 15% que me ahorro engasolina gracias a un curso de conducción eficiente. Unainversión absolutamente rentable si se conducen vehícu-los impulsados con combustibles fósiles, ya sea poco omucho. Ya que también se ahorra otro tanto en CO2emitido a la atmósfera.

La compra de una nevera clase A+ (atención, un +significa un 10% menos de consumo que la A) fue otrade las inversiones más rentables que he podido hacer.Costó un poco más, pero se paga menos toda la vida pordisfrutar de sus servicios.

Un ciudadano del Levante quiso invertir en tres coci-nas solares parabólicas indicando que eran una inver-sión personal de cara al futuro. Planteó que dos eran pa-ra sus hijos de aquí a un buen número de años. Y es quehay ecoinversores para todo.Visitas recomendables para inversores éticos:

Un banco: www.triodos.esOla solar: www.ecoterra.org/articulos101.esConducción eficiente: www.conduccioneficiente.esConsumo inteligente: www.consumoresponsable.orgElectrodomésticos: www.wwf.es/que_hacemos/cam-

bio_climatico/que_puedes_hacer/

Dinero para rediseñarun planeta verde

QUIÉN: Manolo Vílchez es colaborador de laFundación Tierra y facilitador ecológico. Trabaja enequipo diseñando y fabricando aparatos solar-domésticos, es decir, cocinas solares, desdewww.alsol.es Consejos: En este artículo presentaalgunas formas de invertir en negocios rentables yque pueden hacer un mundo más sostenible.

Por Manolo Vílchez

LUIS PAREJO

http://nosotroscambiamos.blogspot.com/

ESTER CATOIRA

Grelos, espinacas,acelgas, alca-chofas, apio,chirivías, lom-barda, nabos,

repollo, coles de Bruselas,rábanos, escarola, pome-los… se encuentran en losmercados durante todo elmes de febrero junto a otrasexquisiteces, como el quesodo Cebreiro, típico de losmeses de invierno y prima-vera y elaborado en ochoconcejos del sudoeste deLugo según los usos tradi-cionales.

Especial atención merecetambién en estos días la sa-brosa (y contundente) gas-tronomía de Carnaval. Gali-cia y Asturias son las pro-vincias con mayor númerode platos propios de este ritopagano, entre ellos la an-drolla, el botillo (o butelo),el chosco de Tineo, la empa-nada de Boroña (amasadacon harina de maíz), los eri-zos o el cocido do Entroido(de Carnaval).

De postre, cómo no, des-tacan las populares filloas (ofrisuelos, fiyuelas, marru-chos, cereixolos…), las ho-jas de limón, las orellas defrade y la bincha o bandullo,especie de pudín elaboradocon pan y huevos cocido entripa de cerdo, propio de laszonas del Morrazo, Chanta-da o la Isla de Ons.

También en Lleida (en lasregiones del Pallars Jussà yel Pallars Sobirà) se regalandurante estas fechas con losfarcit de Carnaval (estóma-go de cerdo relleno de carnepicada, huevos, pan y pasas,versión salada del bandullogallego) y la coca de llar-dons o chicharrones.

FRUTA YVERDURA

Achicoria. El invierno –ytambién la primavera– es laépoca idónea para el consu-mo de esta verdura que se

da sobre todo en Castilla yLeón. Además de la achico-ria de ensalada, rica en pro-vitamina A y potasio, desta-ca la achicoria de raíz, utili-zada en la producción de su-cedáneo de café, conocidoprecisamente como café delos pobres. Su cultivo seconcentra entre los munici-pios de Iscar (Valladolid) yCuéllar (Segovia), siendo tí-pico en este último el heladode achicoria –postre quesuele acompañar al corderoasado– y el flan de carne pi-cada y achicoria.

Habas y alubias secas. Losrigores del invierno favore-cen el consumo de estas le-guminosas oriundas deOriente Medio y muy nutri-tivas. Las variedades sonmúltiples y a cada cual mássabrosa: las fabes asturia-nas (planas y curvadas enforma de riñón), o la alubiade Gernika (de color grana-te oscuro salpicado de pin-tas rojas) son sólo dos de lasmuchas que se encuentranen el mercado.

Kiwi. El origen de esta deli-ciosa fruta no puede ser másexótico. Procede de las lade-ras del Himalaya, en la partecontinental de China, desdedonde se exportó a NuevaZelanda, donde populariza-ron su cultivo. Hasta el mesde mayo es posible disfrutarde ella en óptimas condicio-nes para el consumo y bene-ficiarse también de su eleva-

do contenido en vitamina C,muy superior al de las na-ranjas.Naranja sanguina. No todoslos mercados –a excepción

de los valencianos– dispo-nen de esta deliciosa varie-dad dulce cuya pulpa de co-lor rojo intenso es todo unespectáculo. Además, su sa-bor deja en el paladar un su-til rastro de frutas rojas –ce-rezas y frambuesas, sobretodo– exquisito en zumos,mermeladas, macedonias yrepostería.

Chirimoya. Si hay algo re-presentativo de esta sabrosafruta tropical cultivada en lacosta de Granada es su aro-ma, fresco y jugoso, y su sa-bor, una combinación casiperfecta entre el de un pláta-no y una pera. Rica en azú-cares, potasio, fibra y vitami-na C, la chirimoya ha de con-sumirse madura, es decir,cuando su cáscara verde oli-va se haya aclarado.

Coles. Las hortalizas de lafamilia de las coles, entrelas que se encuentran la co-liflor, el brécol o el repollo,están durante las próximassemanas en su momentoideal. La coliflor procede deAsia menor, donde se utili-zaba como planta medici-nal. Su uso alimenticio seextendió por Europa a tra-vés la cultura romana. Tienefibra y vitaminas, ademásde una curiosa forma fractal(los fragmentos que la com-ponen son geométricamen-te iguales al conjunto), unaorganización más común enla naturaleza de lo que pue-de parecer a priori.

Apio. Al igual que el hinojoo el perejil, el apio pertene-ce a la familia de las umbe-líferas, plantas muy aromá-ticas y con flores en formade sombrilla. Febrero su-pone el momento álgidopara su consumo. Se usabaya en Grecia, Roma y Chi-na. Posiblemente, fue Hi-pócrates el primero en es-tudiar y documentar suspropiedades diuréticas,que se deben a la gran can-tidad de aceites esencialesque posee. Alrededor del95% del apio es agua, porlo que sólo tiene 16 calo-rías por cada 100 gramos.Por el contrario, es rico enpotasio y otros minerales.Aunque los meses de in-vierno son su mejor época,tiene dos épocas de siem-bra y está, por ello, dispo-nible casi todo el año.

Información asesorada por:Ecohuerto (Huesca).

www.ecohuerto.com/Daiquí (Galicia).

http://www.daiqui.com/

Febrero es el mes de la achicoria,el kiwi, las habas y la chirimoyaLas semanas deinvierno traen anuestras mesas lasfrutas y verdurasque necesitanhoras de frío paramadurar. Estiempo para comercoles, habas ofrutas como el kiwi

ÁLVARO PEMPER

Los rigores delinvierno favorecen elconsumo de la habas

Destaca este mes lasabrosa gastronomíade Carnaval

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L E T R A S

D I A R I O D E CAMPO

Este mes apenas acepta reglas; nose contenta y, cada dos por tres se malicia;tampoco acuerda ser cordial ni mucho me-nos se compromete con nadie, ni con nada.Es tan humano que tal parece como si nues-tra especie hubiera sido moldeada, en lo fun-damental, bajo el influjo de un segundo mesde nuestro calendario. Algo que no pasa deser una emanación de la fantasía desde elmomento en que somos secuela y confluen-cia de demasiadas cosas, de las que el clima yel calendario son tan sólo dos. Importantes,sin duda, pero no exclusivas. En cualquiercaso comenzamos a vislumbrar las mejoresintenciones del eterno ciclo de la vida.

01.02.1993. Parque Nacional de Ordesa(Huesca)Lalarri, uno de los valles colgados más in-tensos de este país, acoge mis palabras depresentación para el documental que dirijo.Improviso, como siempre, pero algo me in-sinúa una definición de alta montaña queluego he repetido en varias ocasiones: estoshorizontes cimeros son farmacias del alma.Aquí se sube para que de la ingente boticaque es toda Naturaleza bien conservada to-memos uno de los mejores antídotos contrala enfermedad fundamental: nuestra arro-gancia. La cascada helada que tengo delan-te, mientras filman y graban mi complici-dad, sirve de telón de fondo a un buen puña-do de sarrios o rebecos. Antes de colocar lascámaras nos sobrevoló un águila real. Todoel valle de Pineta sigue cobijando uno de loscinco panoramas de alta montaña que nadiedebería desconocer.

05.02.1987. Blanes (Gerona)Todos los concesionarios de McDonald’s denuestro país celebran un encuentro anual.Me invitan a darles una conferencia sobrelos principales principios del pensamientoecológico. Andan muy contentos con la in-corporación de papel y cartón reciclado co-mo envoltorio de sus productos. Siembro eldesconcierto al proponer que, si quieren serrealmente amigos de la naturaleza, debe-rían incorporar a sus menús patatas cultiva-das ecológicamente y carne de vacas mante-

nidas cuando menos en régimen extensivo;y mejor si son avileñas trashumantes.

11.02.1994. Vivero de Cañamero (Cáceres)Como todos los años, y sigo haciéndolo,vengo a este vivero oficial a que me propor-cionen unos 1.000 árboles que luego planto,casi todos en terrenos que pertenecen a latotalidad de los españoles, al ser de titulari-dad pública. Me llevo sobre todo alcorno-ques, encinas, quejigos y castaños. Este añoconcentro más la labor, ya que sólo tengomes y medio para poner en la tierra todosestos brinzales, que abarrotan todo el espa-cio disponible de mi coche menos mi asien-to. Al volver hacia Guadalupe paso por la es-tación de un tren que nunca transitó por víaalguna. Siempre desgarra que una impo-nente infraestructura como esta, con unadecena de edificios, jamás se usara para na-da. Unas cuantas cigüeñas blancas sobre-vuelan el lugar. Pienso que, al menos, algún

inquilino reside en estas fantasmales casas.

15.02.1977. Laguna de Titulcia (Madrid)Por primera vez en mi vida de ornitólogocontemplo lo que luego ha inspirado filma-ciones, escritos y no pocas conversaciones.Desde entonces llamo a este espectáculoteoría de la bandada. Mana de las hoy, gra-cias a los documentales de la naturaleza,bien conocidas habilidades de los pájaroscuando forman agrupaciones. A esas volup-tuosas maniobras que los grupos, sobre to-

do invernales, de estorninos negros realizana la hora de buscar dormidero. En concreto,una bandada de más de 10.000 aves haceque toda descripción a la que no esté invita-da la fantasía en un puesto de honor seatraidora a este prodigio de que miles decuerpos independientes funcionen comouno solo. Que, además, no puede resultarmás ágil, creativo y delicioso. ¡Cómo loagradecen mis ojos y, desde entonces, mimemoria!

16.02.1992. Benidorm (Alicante)Tras pasar la mañana y comer con los res-ponsables de la Obra Social de la Caja delMediterráneo, que dedicaba más esfuerzoeconómico a la divulgación relacionada conel medio ambiente que cualquier otra enti-dad financiera del país, doy una conferenciaen esta localidad. Esta condición mía, la deincesante predicador laico sobre las cuestio-nes ecológicas, me ha permitido conocer de-cenas de miles de personas en todos los rin-cones del país. Criticar seriamente al turis-mo de masas, aquí en su máximo exponen-te, me mete en los consabidos debates de al-ta intensidad. Salgo del coloquio agotado ycasi seguro de no haber convencido a casinadie. Me conformo con la posibilidad deque solo una persona de cada 100, saliera osalga de ellas con el propósito de no contri-buir a degradar más nuestro derredor.

19.01.1989. Vento, Villuercas (Cáceres)Llega a casa la primera golondrina de esteaño. Uno de los nidos de golondrina, el si-tuado en el cobertizo que ampara al hornode leña, ha dado en ir siendo ocupado pordiferentes especies a lo largo de años suce-sivos. Ha sido usado, además de por las go-londrinas comunes, por las dáuricas, con elconsabido agrandamiento, y luego por elchochín. En la cercana casa de mi hermanoEduardo sucedió lo mismo, solo que a esasmismas tres especies mencionadas se su-mó, una de las temporadas, el gorrión co-mún. Desde que resido aquí, 1977 hasta el2008, las golondrinas han adelantado sullegada en 23 días. ¿Un síntoma más delcambio climático?

23.02.1994. BadajozComo con Santiago Corchete en el hotelZurbarán de esta capital. Gracias a su ta-lento y compromiso, el sistema educativoy la defensa del patrimonio natural y cul-tural de Extremadura han alcanzado no-table coherencia, creatividad y no pocoslogros. ¿Se desvanece esa sensatez quetan bien sembró Santiago? Que es ade-más uno de nuestros grandes poetas. Poreso incorporé estos versos a mi exposi-ción La sed del agua:

que una gota de agua fertilísimadispuesta a fecundar a los océanoscon semillas de hondas redencionesincoloras y urgentes porque cíclicas

No sé si merezco sus incesantes elogios o elque fuera el promotor indiscutible de que seme haya concedido la medalla de oro de es-ta Comunidad. En cualquier caso, mi agra-

decimiento a su labor, mi admiración por suobra y el regalo de su amistad figuran entrelo mejor que me ha pasado.

ConclusiónAmaga y retrocede. Se adelanta con caloreso funde el conato de renovación con un zar-pazo de hielos. La luz, sin embargo, no vaci-la: conquista sin pausas un poco de tiempocada día.

La luz abre los ojosPor Joaquín Araújo

ARTURO ASENSIO

En el vivero pido para

plantar mil árboles. Me

llevo sobre todo

alcornoques, encinas,

quejigos y castaños

Desde que resido en

Vento, hace 31 años,

las golondrinas

han adelantado su

llegada 23 días

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