No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar...

41
No citar sin la autorización del autor 1 Conocimiento desinteresado y ciencia americana El Congreso Científico (1898-1916) Óscar Iván Calvo Isaza El Colegio de México Presentado en el Seminario de Historia Intelectual El Colegio de México 2005 El título de este trabajo reporta la ambivalencia en la denominación de un solo y único evento científico internacional, el Congreso Científico reunido en Buenos Aires (1898), Montevideo (1901), Río de Janeiro (1905), Santiago (1909) y Washington (1916). Aunque en ciertos sentidos la división entre un Congreso latinoamericano y otro panamericano puede ser justificada con argumentos extraídos de la historia diplomática, la revisión atenta desde una perspectiva de la historia social, en la cual reconocemos también algunos problemas específicos de la historia de la ciencia, apunta a señalar la continuidad institucional y temática del Congreso. Por lo tanto, aquí nos referiremos al Congreso como forma de asociación internacional de carácter científico y seguiremos el problema de su constitución como un espacio público para la ciencia en la esfera de las relaciones internacionales. Este no es, sin embargo, un trabajo que pretenda abordar el Congreso desde el punto de vista de la historia de la ciencia, es decir, no es un estudio detallado de sus contribuciones en áreas específicas de la investigación técnica y científica como la astronomía, la física, la química, la ingeniería, la meteorología, etcétera. A nuestro pesar, el presente escrito resulta todavía un estudio relativo a la organización institucional. Equipos de investigación especializados, con base en el conocimiento de cada campo científico, podrán seguramente investigar y valorar la voluminosa producción del Congreso. Nuestra contribución, en este sentido, es sólo fijar una unidad de producción coherente con el cual pueden ser interpretados múltiples materiales producidos por una entidad activa entre 1898 y 1917. Al escoger este periodo de veinte

Transcript of No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar...

Page 1: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

1

Conocimiento desinteresado y ciencia americana El Congreso Científico (1898-1916)

Óscar Iván Calvo Isaza El Colegio de México

Presentado en el Seminario de Historia Intelectual El Colegio de México

2005

El título de este trabajo reporta la ambivalencia en la denominación de un solo

y único evento científico internacional, el Congreso Científico reunido en

Buenos Aires (1898), Montevideo (1901), Río de Janeiro (1905), Santiago

(1909) y Washington (1916). Aunque en ciertos sentidos la división entre un

Congreso latinoamericano y otro panamericano puede ser justificada con

argumentos extraídos de la historia diplomática, la revisión atenta desde una

perspectiva de la historia social, en la cual reconocemos también algunos

problemas específicos de la historia de la ciencia, apunta a señalar la

continuidad institucional y temática del Congreso. Por lo tanto, aquí nos

referiremos al Congreso como forma de asociación internacional de carácter

científico y seguiremos el problema de su constitución como un espacio público

para la ciencia en la esfera de las relaciones internacionales.

Este no es, sin embargo, un trabajo que pretenda abordar el Congreso

desde el punto de vista de la historia de la ciencia, es decir, no es un estudio

detallado de sus contribuciones en áreas específicas de la investigación técnica

y científica como la astronomía, la física, la química, la ingeniería, la

meteorología, etcétera. A nuestro pesar, el presente escrito resulta todavía un

estudio relativo a la organización institucional. Equipos de investigación

especializados, con base en el conocimiento de cada campo científico, podrán

seguramente investigar y valorar la voluminosa producción del Congreso.

Nuestra contribución, en este sentido, es sólo fijar una unidad de producción

coherente con el cual pueden ser interpretados múltiples materiales producidos

por una entidad activa entre 1898 y 1917. Al escoger este periodo de veinte

Page 2: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

2

años, de acuerdo a la continuidad de la información producida por los comités

organizadores de las reuniones, excluimos otras tres reuniones realizada en

Lima (1924), Ciudad de México (1936) y Washington (1940). Tal decisión está

sustentada en el cambio profundo que sufrió el Congreso en esta segunda

época, al convertirse casi exclusivamente en una reunión oficial de carácter

político.

No puede afirmarse que el Congreso Científico sea un tema intocado por

la historiografía. José Babini notó con acierto el vínculo programático del

Congreso con otras iniciativas de la Sociedad Científica Argentina.1 También

Francisco Sagasti y Alejandro Pavez (1989), en un artículo pionero, estudiaron

con detenimiento la reunión del Congreso en Santiago y la participación del

Perú en sus deliberaciones.2 Tales contribuciones alentaron el llamado de

atención de Gregorio Weinberg (1998) para comprender mejor este tipo de

encuentros, en los cuales quiso entrever un fugaz renacimiento de la ciencia

latinoamericana en los albores de 1900.3 Sin embargo, los resultados más

alentadores de estas preocupaciones debieron esperar los primeros años del

siglo XXI para dar sus frutos (especialmente por la labor de un grupo de

investigación de Ministerio de Ciencia y Tecnología del Brasil), con la

publicación en medio digital de los 8 tomos aparecidos con ocasión de la

tercera reunión en Río de Janeiro (2002).4 Desgraciadamente, a pesar de todos

nuestros esfuerzos, no pudimos contar con este material para la elaboración

del presente trabajo. En cambio, a través de un artículo Hugo Rogelio Suppo

(2003), conocemos una aproximación reciente a la tercera reunión del

Congreso en Río desde la perspectiva de la historia diplomática, en relación

con la oposición fuerte entre latinoamericanismo y panamericanismo.5

1 José Babini, Historia de la ciencia en la Argentina. Buenos Aires: Solar, 1986, pp. 140-144. 2 Francisco Sagasti y Alejandro Pavez. “Ciencia y tecnología en América Latina: Primer congreso científico panamericano”. Quipu (Buenos Aires): vol. 6 no. 2 (may-ago. 1989), pp. 189-216. 3 Weinberg, Gregorio, La ciencia y la idea de progreso en América Latina (segunda edición). México: Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 31. 4 Ana Maria Ribeiro de Andrade, (Coord.). 3ª Reunião do Congresso Scientífico Latino-Americano – 1905. Brasilia-Rio de Janeiro: Ministério da Ciência e Tecnología; Centro de Gestão e Estudos Estratégicos, 2002, 143 p.: il. ; 23cm + CD-ROM. 5 Hugo Rogelio Suppo. “Ciencia e relações internacionais. O congresso de 1905”. Revista da SBHC (Río de Janeiro): no. 1 (2003), pp. 6-20.

Page 3: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

3

Existen diversos materiales disponibles en México para la investigación

sobre el Congreso Científico. En el anexo 2 se incluye una contribución a la

bibliografía del Congreso, que presenta el resultado de una búsqueda en los

catálogos electrónicos de la Universidad de Texas, y las bibliotecas nacionales

de Chile, Brasil y México. Allí mismo especificamos las signaturas

correspondientes de los materiales existentes en las bibliotecas y los centros

de investigación en México. Las bases y programas entre 1897 y 1916 están

todos disponibles en los archivos y bibliotecas del país, aunque sólo hemos

encontrado las actas y las memorias científicas de tres de las seis reuniones

celebradas durante aquél periodo. Los institutos de geología y biología de la

Universidad Nacional Autónoma de México, albergan una valiosa —y bastante

completa— colección de los Anales de la Sociedad Científica Argentina, la

memorias y actas de las reuniones de Buenos Aires, Montevideo y Washington.

En la Biblioteca Nacional se encuentran memorias científicas y folletos

publicitarios dispersos de las reuniones de Buenos Aires, Montevideo, Río de

Janeiro y Santiago de Chile. En el archivo Genaro Estada del Ministerio de

Relaciones Exteriores, hay expedientes manuscritos correspondientes a la

participación oficial mexicana en todas las reuniones del Congreso y algunos

impresos con las bases y programas correspondientes.

Así, pese a los vacíos, existen fuentes en México para iniciar una

investigación sistemática sobre esta materia. Pero ojalá este trabajo no se

restrinja exclusivamente a investigar la presencia mexicana en los Congresos

Científicos (en este caso encontraría una muy escasa participación de México,

hasta 1909, y por tanto muy poco “interés” por las reuniones anteriores) sino

que explore de manera amplia el significado de esta sociedad científica

internacional en los inicios del siglo XX. Tal exploración requiere, por supuesto,

activar nuestra capacidad de solidaridad y reciprocidad científica con los

investigadores y las instituciones de otras naciones americanas. Este ensayo

tiene por objeto contribuir de alguna manera a la realización de este tipo de

trabajos de divulgación de materiales históricos, con base en una cooperación

científica internacional, y es un llamado de atención para que el estudio de los

documentos se haga consultando también las formas específicas de

asociación, los fines y valores que guían el Congreso. La afirmación central de

Page 4: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

4

este ensayo es que el tipo de sociabilidad internacional representado en el

Congreso, no puede ni debe ser limitado a las relaciones entre Estados. Así,

nos cuidaremos de reproducir en las siguientes páginas llamados en tal o cual

sentido para tratar como instrumento el conocimiento histórico, construyendo

antecedentes en el pasado para diferentes proyectos de integración política en

el presente.

El Congreso

El Congreso Científico es una asociación de diversos sujetos, quienes en

nombre propio o el de sus instituciones, se reúnen en un tiempo de

deliberación claramente determinado y constituyen un consenso con el objeto

de producir ciertas recomendaciones en nombre de la ciencia No es suficiente

enumerar los “países” adherentes o series de eventos con cronologías

similares para comprender este tipo de asociaciones. Tenemos que saber

quienes son y cómo interactúan los participantes en estos eventos. El

Congreso científico celebrado entre 1898 y 1916 estuvo conformado por los

adherentes particulares, los estados, las sociedades y las instituciones

nacionales. Así, quienes participan en un congreso son sujetos pero pueden

representar 1) sociedades científicas, 2) estados naciones, 3) unidades

administrativas de estados nacionales (estados, municipios, instituciones

técnicas y científicas) y 4) sociedades e instituciones internacionales.

La palabra utilizada para describir la forma en que operan los congresos

es “adhesión”. Las adhesiones fundan el acuerdo del Congreso, la legitimidad y

la autoridad que tiene el evento para emitir recomendaciones, puntos de vista,

acuerdos o simples invitaciones. Pero los adherentes no siempre asisten o son

representados por alguien en los congresos, ni todos los adherentes o los

participantes presentan comunicaciones científicas y proponen resoluciones al

Congreso. Por lo tanto, también es preciso conocer la legalidad propia que rige

el congreso; las reglas escritas más o menos precisas creadas para el

Page 5: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

5

congreso pueden regular hasta cierto punto el comportamiento de los

participantes, pero también el tipo de valores acordados entre los participantes:

los del civilización y la urbanidad entre las élites, los de la unidad política y

cultural fijadas por el nacionalismo, los de la actividad desinteresada de la

comunidad científica o los de solidaridad humana predicados en “los torneos

pacíficos” de la misma calidad en Europa.

La elección de las autoridades ejecutivas y honorarias del Congreso no se

efectúa, necesariamente, en concordancia con méritos científicos, ni por la

edad o la consideración con una persona: las autoridades se eligen entre los

sujetos que representan estados nacionales o sociedades científicas. En la

segunda reunión del Congreso Científico Latinoamericano (1901), por ejemplo,

el estado brasileño no se adhirió a las deliberaciones, ni las recomendaciones

fueron adoptadas con la participación oficial de Brasil.6 Sin embargo, una

nutrida comisión presidida por el marqués de Paranaguá y con sede en el

Instituto Histórico y Geográfico Brasileiro, adhirió a los trabajos del Congreso

científico latinoamericano. El comité fue representado en el evento por los

doctores Manoel Victorino Pereira, Manoel Alvaro de Souza Sá Vianna, João

Barbosa Rodríguez y los ingenieros Alfredo Lisboa y Domingos Sergio de

Carvalho. En Montevideo la mesa directiva estará conformada por el médico

Roberto Wernicke, presidente de la comisión cooperadora en Argentina y

delegado oficial del gobierno argentino, presidente, por los delegados de los

gobiernos de México y Perú, vicepresidentes, y por los delegados de Paraguay

y Guatemala, secretarios. Pero las presidencias de las secciones de

Agronomía y Zootecnia, Ciencias Sociales y Políticas, Ciencias Médicas,

Ciencias Exactas e Ingeniería, fueron ocupadas por los representantes de la

comisión brasileña, mientras las de Antropología, Ciencias Pedagógicas y

Odontología fueron presididas por delegados oficiales argentinos y la de

Ciencias Físico Químicas y Naturales fue presidida por una persona distinta en

cada sesión. A diferencia de México, cuyo representante oficial fue el único

mexicano que presentó una comunicación científica (sección de Ciencias

6 Congreso Científico Latinoamericano (1901). Segunda reunión del congreso científico latino americano celebrada en Montevideo del 20 al 31 de marzo de 1901. Montevideo: Al libro ingles, 1901, pp. 61-62.

Page 6: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

6

Sociales y Políticas), los representantes de las sociedades científicas de Río,

Sao Pablo y Bahía y Oro Prieto tuvieron representación en prácticamente todas

las secciones. Aunque el Estado de Brasil no adhirió al Congreso y el marqués

de Paranaguá no asistió personalmente a la reunión, en la sesión preparatoria

de clausura, fue aclamada por unanimidad la ciudad de Río de Janeiro como

sede del siguiente congreso, ahora sí con la anuencia del gobierno brasileño, y

fue encargada de la organización del evento una comisión presidida por

Paranaguá.7

Los estados naciones son las instituciones más estables y con mayor

capacidad de llevar a cabo los acuerdos adoptados en la reunión, pero resulta

difícil reducir la complejidad de este tipo de sociabilidad a las relaciones entre

los estados. Durante estos primeros años del siglo XX apenas se están

esbozando las primeras instituciones y códigos internacionales, la base

normativa escrita sobre la cual se asientan las relaciones entre los estados

nacionales americanos en las décadas siguientes. Con el mismo ejemplo

anterior podemos preguntar sobre la conveniencia de trabajar con base en

enunciados como “Brasil no tuvo representación en el Congreso...” o

“Nicaragua estuvo representado en este Congreso”. Los ejemplos pueden

multiplicarse: un adherente puede representar un Estado que no corresponde

con su nacionalidad —como el delegado oficial de Nicaragua en el II Congreso,

el abogado y diplomático uruguayo Juan Zorrilla de San Martín—, puede

representar a su gobierno y una o varias sociedades científicas, o puede

participar sin representar a sociedad o gobierno alguno de manera oficial. Una

persona adherida al Congreso participa, simultáneamente, en una pluralidad de

asociaciones o academias nacionales e internacionales. Puede ser delegado o

adherente, en nombre propio o de alguien, en cualquiera de los congresos,

convenciones o reuniones realizados por estos años. En la reunión de

Montevideo José M. Gamboa, delegado mexicano en la II Conferencia

Panamericana, se presentaba así en las últimas líneas de su extensa hoja de

adhesión: “Delegado del Consejo Superior de Salubridad al Congreso Higiénico

Internacional de Moscow, Agosto de 1897; Socio Honorario de la Real

7 “Tercer Congreso científico Latino-Americano. Agosto 6 de 1905”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. LIX (1° sem. 1905), pp. 8-14.

Page 7: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

7

Academia de Legislación y Jurisprudencia de Madrid, Diciembre 24 de 1898;

Caballero de la Orden francesa de la Legión de Honor, 30 de Abril de 1900.8

Algo de esto vale para los foros sociales y las conferencias multilaterales

de principios del siglo XXI, pero puede seguirse con igual claridad en las

reuniones, congresos y exposiciones de finales del siglo XIX y principios del

siglo XX. Las asambleas anarquistas, socialistas, comunistas u obreras

anteriores a la Tercera Internacional, fueron formaciones sociales en las que se

daban cita asociaciones más o menos estables, partidos o sujetos colectivos,

identificados o no con causas nacionales particulares, pero en la cual no

participan estados, ni la validez de las resoluciones adoptadas por el congreso,

unión o reunión, tenían efectos directos en la legalidad internacional naciente.

Allí pueden participar, también, sujetos que se presentan a sí mismos, cuya

palabra y opinión se fijan reivindicando sólo su autoridad. En el caso americano

podemos encontrar otro tipo de asociaciones, las I y II Conferencias de

Cooperación Comercial (1911 y 1919), en las que no participan los estados

sino empresarios y representantes de empresas, gremios y asociaciones de

carácter privado. Reuniones como las del I Congreso Panamericano de

Periodistas (1923) y las de la Comisión de Carreteras Panamericanas (1924)

se constituyeron sin la asistencia de delegados oficiales, refrendadas

únicamente por la representación de periodistas e ingenieros. También

detectamos congresos científicos realizados para la escenificación de un

Estado: el Congreso Científico Internacional Americano (1910), organizado por

la Sociedad Científica Argentina pero programado como parte de los festejos

oficiales del centenario de la independencia en el río de La Plata.9 Finalmente

encontramos abundantes casos en los que la actividad de los representantes

de varios estados es preponderante, sino excluyente, en la producción de

8 Congreso Científico Latinoamericano (1901). Segunda reunión..., pp. 7-8, y 28.. 9 Nada tuvieron que ver en esta reunión las autoridades elegidas para organizar la reunión del Congreso en Washington: su realización fue presentada siempre como un evento diferente al Congreso y en el participaron casi exclusivamente delegados argentinos. Ver: “Congreso Científico Internacional Americano organizado por la Sociedad Científica Argentina”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. LXIX (1° sem. 1910), pp. 5-6; “Congreso Científico Internacional Americano. Buenos Aires, 10 á 12 de julio de 1910”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. LXIX (1° sem. 1910), pp. 7-60; “Memoria anual del presidente de la Sociedad Científica Argentina”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. LXIX (1° sem. 1910), pp. 157-176.

Page 8: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

8

aquellos enunciados que conforman las conclusiones públicas de un Congreso,

como las Conferencias Sanitarias (1887-1789), las Conferencias

Panamericanas (1889-1938) y el II Congreso Científico Panamericano (1915).10

La constitución del consenso en el que se funda la autoridad del

Congreso Científico fue heterogénea y cambiante a lo largo de las dos primeras

y más fecundas décadas de su existencia, entre la publicación de las bases y el

programa del primer comité organizador en Argentina (1897)11 y la culminación

de los trabajos del comité organizador en Estados Unidos (1917) con la

publicación en trece tomos de los resultados políticos y científicos del evento.12

En todos los casos los adherentes fueron instituciones y sociedades científicas,

estados y personas. En las reuniones Buenos Aires (1898), Montevideo (1901)

y Río de Janeiro (1905) las asociaciones e instituciones científicas —con una

participación oficial discreta y variable— constituyeron la base del consenso del

Congreso. En la reuniones de Santiago (1909) y Washington (1916) se observa

el desplazamiento de la autoridad de los delegados de las instituciones y

sociedades científicas a favor de los delegados oficiales, y la orientación de las

conclusiones en función de las relaciones entre los estados naciones.

La constitución de una asociación internacional

10 “Cronología de las conferencias interamericanas, 1826-1938”, en Marichal, Carlos (coord.). México y las conferencias Panamericanas. 1889-1938. México: Secretaría de Relaciones Exteriores, 2002, pp. 191-207. 11 El comité de organización estableció sus autoridades el 8 de febrero de 1897 y aprobó las bases y el programa el 21 de abril del mismo año, “Congreso científico Latino-Americano. Prosiguen con actividad los trabajos preparatorios del certamen científico iniciado por nuestra Sociedad.”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLIII (1° sem. 1897), pp. 199-201; “Congreso científico Latino-Americano. Bases y programa”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLIII (1° sem. 1897), pp. 209-221. 12 Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final y su comentario / Preparados por James Brown Scott relator general del congreso. Washington: Imprenta del gobierno, 1916; Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). The report of the Secretary General / Prepared by John Barrett, secretary general, and glen Levin Swiggett, assistant secretary general. Washington: Govt. print. off., 1917; Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Proceedings of the second Pan American Scientific Congress, Washington, U.S.A., Monday, December 27,1915 to Saturday, January 8, 1916. comp. and ed. under the direction of glen Levin Swiggett, assistant Secretary General. Washington: Govt, print. off., 1917, 11 v.

Page 9: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

9

La Sociedad Científica Argentina ideó el Congreso Científico Latinoamericano

como celebración del XXV aniversario de su fundación.13 Contó para este

propósito con el respaldo político del ejecutivo y económico del legislativo

nacional, con el apoyo organizado de las principales instituciones y

agrupaciones científicas nacionales, y con el respaldo público de los principales

especialistas técnicos, académicos y científicos argentinos de finales de siglo

XIX. La comisión nombrada para la organización del evento tuvo el patronato

gubernamental, pero representó a las sociedades e instituciones científicas en

cabeza de la Sociedad Científica Argentina. Las bases y el programa

propuestos por la comisión fueron respaldadas por un centenar de personas,

en nombre propio y el de sus instituciones, como signatarios de una invitación

dirigida a las sociedades e instituciones científicas de América Latina. Estas

bases constituirán el modelo de los documentos reglamentarios producidos

alternativamente para las reuniones del Congreso, incluso en Washington,

cuando las conclusiones del evento tendrán un carácter marcadamente

oficial.14 Tal comisión solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores el envío de

notas diplomáticas para invitar oficialmente a los gobiernos extranjeros.15

13 Sociedad Científica Argentina, “Congreso científico latinoamericano para 1897”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLII (2° sem. 1896), pp. 326-336. 14 Argentina (1897): “Congreso científico Latino-Americano. Bases y programa”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLIII (1° sem. 1897), pp. 209-221. Uruguay (1900): “Bases, programa y reglamento del congreso”, Congreso Científico Latinoamericano. Segunda reunión..., pp. 15-17. Brasil (1905): Congresso Scientífico Latino-Americano, 3. Questionário e reglamentos. Río de Janeiro: Impresa Nacional, 1905; “Tercer Congreso científico Latino-Americano. Agosto 6 de 1905”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. LIX (1° sem. 1905), pp. 8-14. Chile (1907): 4o. Congreso Científico (1o. Pan Americano) que se reunirá en Santiago de Chile el 25 de diciembre de 1908: 1er. boletín, bases, programa y cuestionario general. Santiago de Chile: Impr. Cervantes, 1908; “IV° Congreso científico Latino-Americano (1° Pan-Americano) que se realizará en Santiago el 1° de diciembre de 1908”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. LXIV (2° sem. 1907), pp. 204-205; y “IV° Congreso científico Latino-Americano (1° Pan-Americano) que se realizará en Santiago el 1° de diciembre de 1908”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. LXV (1° sem. 1908), pp. 313-324. Washington (1915): Segundo congreso científico Pan-americano que se reunirá en Washington D.C.: del 27 de diciembre de 1915 al 8 de enero de 1915, programa preliminar. Washington: Imprenta del gobierno, 1915; también la “Organización y reglamento del congreso” (Apéndice I.) del Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final y su comentario / Preparados por James Brown Scott relator general del congreso. Washington: Imprenta del gobierno, 1916, pp. 155-159. 15 “Congreso científico Latino-Americano. Prosiguen con actividad los trabajos preparatorios del certamen científico iniciado por nuestra Sociedad.”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLIII (1° sem. 1897), pp. 199-201; “Congreso científico Latino-Americano”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLIII (1° sem. 1897), pp. 286-288.

Page 10: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

10

En las bases constitutivas del Congreso aprobadas por la comisión

organizadora el 21 de abril de 1897, se define así quienes “Serán miembros del

congreso: a) Los delegados oficiales de las Repúblicas adherentes; b) Los

delegados de las sociedades y centros científicos tanto nacionales como del

resto de América Latina; c) Los señores adherentes al congreso, cualquiera

que sea el país donde residan.” Y se agrega: “Todos los miembros del

congreso tendrán derecho a asistir á él, tomar parte en las discusiones y recibir

las publicaciones del mismo, mediante una cuota de cinco pesos m/n en oro”.16

La comisión presidida por Ángel Gallardo actuó como directiva hasta el día en

que se iniciaron las deliberaciones y el Congreso constituido en plenaria eligió

sus propias autoridades. Al abrir las deliberaciones, Gallardo anunció la

voluntad de crear una institución duradera como prenda de fraternidad

internacional:

Recorra así nuestro Congreso como heraldo de paz y de justicia, las capitales todas de todos los pueblos ibero-americanos y cuando al terminar su primer ciclo cuente por miles el número de sus miembros, discuta trascendentales problemas é ilumine al mundo con la revelación de nuevas verdades, recordarase con placer este primer ensayo, modestísimo en comparación con la grande obra futura que ha de germinar sin duda la semilla que hoy plantamos á orillas del Plata, en este misma tierra donde se lanzó el grito libertador de 1910.17 Ahora bien, en las secciones se desarrollaron los trabajos científicos y se

produjeron las conclusiones del Congreso: en la sección I se presentaron 20

trabajos, en la II 23, en la III 58 y en la IV 20. En la tabla 1 vemos un balance

aproximado de cuantos y quiénes constituyeron el Congreso en 1898. En las

tablas 2, 3 y 4, aunque todavía con datos incompletos y muy dispares,

presentamos el balance de las siguientes reuniones. No insistiremos más en

esta evidencia sobre las variedad de las representaciones posibles del

16 Estaban presentes en esa reunión Valentín Balbín, Francisco Bosque y Reyes, Juan Valentín, Tiburcio Padilla, Manuel B. Bahía, Juan J. J. Kyle, Eliseo Cantón, Samuel Gache, Roberto Wernicke, Gregorio Araos Alfaro, Otto Krausse, Agustín Carbone, Ángel Gallardo, Carlos D. Duncan, Aberto D. Otomendi, Ignacio Firmat, Luis Sylveira, Emilio Candiani, Enrique Chanourdie y Martín Rodríguez. “Congreso científico Latino-Americano. Bases y programa”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLIII (1° sem. 1897), pp. 209-221. 17 “Congreso científico Latino Americano. Resumen de las sesiones de apertura y clausura y discursos pronunciados en ellas”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLV (1° sem. 1898), p. 299

Page 11: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

11

Congreso. Al igual que en las siguientes reuniones, resulta difícil hacer cálculos

acerca de los datos consignados en cada una de las categorías fijadas por las

bases y el programa.18 En Buenos Aires sólo participaron delegados oficiales

de México, Venezuela, Paraguay, Ecuador y Perú, aunque se deben contar

también sociedades y personas adheridas que provenían de Bolivia, Brasil,

Colombia, Chile y Uruguay. La presidencia recayó en Chile y una de las dos

vicepresidencias en Uruguay, delegaciones sin representación oficial cuyos

adherentes y comunicaciones científicas fueron los más numerosos del

Congreso. En el cargo de secretario fue confirmado Gregorio Araos Alfaro,

médico, presidente del Círculo Médico Argentino y profesor de la facultad en

Buenos Aires. Algunos organizadores del Congreso pasaron a ocupar la

presidencia de las secciones de Ciencias Físico-Químicas y Naturales (II),

Ciencias Médicas (III) y Antropología y Sociología (IV), mientras la sección de

Ciencias Exactas é Ingeniería (I) fue presidida por un uruguayo. La secretaría

de cada sección debía reportar a la secretaría general las autoridades elegidas,

las comunicaciones presentadas y las conclusiones a las cuales había llegado

en sus deliberaciones.19

En la clausura del Congreso, las palabras del secretario general Araos

Alfaro inician con la siguiente advertencia,

Señor Presidente, Señores: La tradición de los congresos europeos, ya que recién hoy empezamos á

tenerla propia, impone al secretario general el deber de informar á la asamblea sobre los trabajos del Comité de organización y sobre las causas que hayan favorecido ú obstaculizado el éxito de la obra común.20

Debemos tomar en serio su indicación, pues, en realidad, con esta reunión se

abría una década en la cual los congresos y las sociedades de carácter

18 Esto es algo que debe ser más estudiado con mayor cuidado. La excepción puede ser la reunión en Washington. Las variaciones en los cálculos y la confusión continua de los adherentes con sujetos explica, por ejemplo, las cuentas alegres del balance realizado por el secretario general de la reunión de 1916: Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). The report of the secretary general…, p. 11. 19 “Congreso científico Latino-Americano. Resultados de su primera reunión en Buenos Aires del 10 al 20 de abril de 1898”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLV (1° sem. 1898), pp. 369-389. 20 “Congreso científico Latino Americano. Resumen de las sesiones de apertura y clausura”..., p. 301.

Page 12: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

12

científico e internacional proliferarían por todo el continente americano. Esta

sería la primera reunión convocada exclusivamente en nombre de la ciencia y

la primera vez que se contaban en el programa de un congreso americano las

principales ramas del saber técnico y científico de aquella época, incluyendo

comunicaciones sobre ingeniería, medicina, agronomía, matemáticas,

geometría, física, química, astronomía, antropología, arqueología, sociología y

derecho. Desde la década de los setenta se habían realizado exposiciones —

como la industrial iniciada por la Sociedad Científica Argentina en 1876—,

Congresos Nacionales —como el de Chile, que en 1900 verificaba su sexta

reunión— y reuniones internacionales de temas legales (1877 a 1879) y

sanitarios (1887 y 1888) con carácter oficial.21 En el mismo periodo se

realizaron en Europa y Estados Unidos las primeras asambleas de diversas

especialidades científicas internacionales, más o menos en los mismos años y

las mismas ciudades que las exposiciones universales, y tuvo su mayor auge la

asociación de sabios en la forma de congresos reunidos periódicamente.

Delegados de los gobiernos y de las asociaciones científicas latinoamericanas

habían participado de manera intermitente en los Congresos, aunque su

presencia en foros internacionales sólo se regularizó durante las dos primeras

décadas del siglo XX. En cualquier caso, la experiencia de estas formas de

asociación humana, las prácticas específicas de la ayuda mutua y la

colaboración desinteresada entre científicos de diversas nacionalidades,

constituyeron la base normativa del Congreso.

Algunas normas fueron fijadas en las bases y programa del Congreso en

1897 y como tal fueron adoptadas y trasformadas en las siguientes reuniones.

La más importante es la que encargaba las tareas de organización a una

comisión representativa del Congreso ante el gobierno del respectivo país

21 En la inauguración del evento el ministro Luis Baláustegui afirmaba: “No han de ser infecunda esta tarea, como no lo fue la de otros congresos internacionales; ocurriendo al recuerdo, como hechos más recientes, aunque de un orden puramente oficial, el Congreso sanitario de Río de Janeiro en 1887, que nos dio la convención que suprime los peligros de la importación de males epidémicos y el convocado en la República Oriental del Uruguay en 1988, que sancionó los trabajos porque hoy se rigen en toda América del Sud las relaciones del derecho internacional privado. El Congreso que hoy inauguramos en Buenos Aires, con el carácter puramente científico de su instituto, tendrá el mérito de sus sanos propósitos y será siempre la iniciativa que dé impulso á otros actos análogos y más eficientes”. “Discurso del señor Ministro de justicia, culto é instrucción pública”, en “Congreso científico Latino Americano. Resumen de las sesiones de apertura y clausura”..., p. 292.

Page 13: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

13

sede. Otras normas acogidas en los foros internacionales no fueron escritas

pero entraron a regir como prácticas fundadas en la experiencia del propio

congreso. Así, por ejemplo, la de elegir la presidencia entre los delegados del

país donde se había realizado la reunión anterior —en Uruguay, un argentino,

en Brasil un uruguayo, en Chile un brasileño y en Estados Unidos un chileno—,

y la de nombrar al secretario entre los representantes de la comisión

organizadora del congreso. A partir de la reunión de Buenos Aires, el secretario

general estaría encargado de interpretar los resultados anteriores y de

sintetizar de manera escrita los participantes, las bases, los trabajos científicos

y conclusiones del evento, en un informe detallado de los procedimientos de

organización o decisión definidos en cada reunión. Los informes de la

secretaría general comunican de manera formal las reglas de operación y los

acuerdos formalizados en cada una de las reuniones. Con dichos materiales

trabajan los comités a los que correspondía representar al evento para

organización de la siguiente reunión, cuyas funciones terminarían,

precisamente, con la publicación de las memorias y su entrega a la comisión

organizadora de la futura reunión.

El Congreso constituido en Buenos Aires eligió en votación secreta la

sede de la próxima reunión en Montevideo y comisionó a un nutrido grupo de

delegados uruguayos para la organización y representación del Congreso ante

el gobierno de ese país. Tras la elección el presidente de la Sociedad Científica

Argentina, Ángel Gallardo, definió las funciones de la comisión: “la idea del

Comité Ejecutivo es que se designe un núcleo de personas espectables del

país designado, especialmente escogidas entre las que han adherido á este

Congreso, para que á su vez ellas mismas amplíen el mismo ó se organicen de

la manera que crean más conveniente.”.22 La comisión eligió sus autoridades

en 1899 pero cambio de directivas y sólo aprobó las bases y el programa en

enero de 1900.23 Allí se adoptaron las reglas para el trabajo del comité y las

22 “Congreso científico Latino Americano. Resumen de las sesiones de apertura y clausura”..., p. 305. 23 “Segunda Reunión del Congreso Científico Latino-Americano en Montevideo”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLVII (1° sem. 1899), p. 291. “La comisión organizadora del primer Congreso envió al Comité de Montevideo los antecedentes necesarios para el mejor resultado de sus tareas, como ser ejemplares de todos los impresos y en

Page 14: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

14

disposiciones sobre la membresía ya consignadas en los primeros documentos

del Congreso. Para entonces ya se habían creado comisiones locales en

Argentina, Brasil y Chile. Las invitaciones oficiales fueron enviadas, no sin

cierto retrazo, en mayo de 1900 y el encuentro se realizó finalmente entre el 20

y 31 de marzo de 1901, con la composición consignada en la tabla 2. En la

sesión de clausura la asamblea escogió por aclamación la propuesta de la

comisión organizadora de señalar a Río de Janeiro como sede de la próxima

cita.24

El mismo procedimiento operó en Río de Janeiro, Santiago de Chile y

Washington cuando este Congreso, ahora con el nombre de Panamericano,

publicó entre 1916 y 1917 los resultados oficiales y las deliberaciones

científicas del congreso. En todos los casos la comisión organizativa representó

al congreso frente los poderes públicos del país sede, quien a su vez tenía a

cargo las relaciones oficiales con otros estados. Sin embargo, a partir de la

reunión en Río la organización del evento estará más comprometida con las

relaciones diplomáticas del continente americano, especialmente con las

Conferencias Panamericanas, y contará con una mayor intervención de los

estados nacionales en la producción de sus conclusiones. En Río (1905) fue

elegida Santiago como sede del Congreso, y el año siguiente —durante la

Conferencia Panamericana de 1906— la comisión organizadora, en acuerdo

con los gobiernos de Chile y Brasil, decidió invitar oficialmente a los Estados

Unidos al denominado Cuarto Congreso Científico (primero Panamericano).

Argentina inició con grandes ceremonias las deliberaciones del Congreso

y así lo hicieron también Uruguay y Brasil. Pero la reunión en Santiago fue la

más importante en términos políticos y organizativos porque logró contar con la

adhesión de una veintena de delegaciones oficiales y la participación de más

de setecientas comunicaciones científicas (Tabla 4). El Congreso dejó de ser

casi exclusivamente suramericano, además de la asistencia de científicos

estadounidenses, porque en él participó por primera vez una nutrida delegación

particular, el índice que sirvió como base para el reparto de las invitaciones para la primera reunión.”, Congreso Científico Latinoamericano (1901). Segunda reunión..., p. iv. 24 “Tercer Congreso científico Latino-Americano. Agosto 6 de 1905”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. LIX (1° sem. 1905), pp. 8-14.

Page 15: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

15

mexicana. Si la primera reunión publicó sus memorias en cinco volúmenes (c.

1898-1901), el segundo en uno (1901) y el tercero en ocho (1906-1909),

durante el ejercicio de la comisión organizadora chilena se publicaron veintidós

volúmenes (1909-1915). En la misma reunión la organización chilena dejaría en

la manos de una comisión de Estados Unidos la responsabilidad de representar

al Congreso ante los poderes públicos de ese país. En ese contexto publicó los

ya citados volúmenes con los resultados efectivos de la reunión de 1909, acto

elocuente de la seriedad del trabajo desarrollado y de la madurez institucional

alcanzada por el Congreso.

La organización de la reunión implicaba una oportunidad del estado para

escenificarse ante sí mismo y ante el foro de otras naciones. Pero la invitación

a los gobiernos y su propia participación en la organización del evento se

comprendía también como un gesto civilizado —noblesse obligue— entre las

naciones. El ofrecimiento de la sede del Congreso es ante todo un acto de

cortesía y un honor que debe ser correspondido si un estado nación quiere

representarse a sí mismo ante el foro de las naciones, escenificando su

adhesión desinteresada a los valores civilizadores del conocimiento científico y

el desarrollo tecnológico. El Congreso se comprende por sus adherentes como

un “torneo pacífico” y la cortesía se devuelve cuando la reunión del Congreso

elige como su presidente a uno de los delegados del país oferente. Por el

contrario, las Conferencias Panamericanas, de carácter político, son presididas

por la delegación anfitriona. Según el acta comentada del Congreso Científico

Panamericano (1916) la elección de la siguiente sede es sólo una

recomendación adoptada como decisión soberana de una república. Acaso eso

revela el vivo interés de los delegados de Estados Unidos por organizar el

Congreso en términos de las relaciones entre los estados, pero no tiene mucho

sentido sin reconocer el reto que implica corresponder al fasto representado en

las anteriores reuniones. Por eso parecen más acertadas las anotaciones del

mismo relator general cuando afirma que “Se consulta previamente al gobierno

del país en donde se propone que tenga lugar el Congreso; y una vez que

acepta se hace la recomendación y como se considera una cortesía y un honor

Page 16: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

16

a la vez que el Congreso se reúna en un país, la solicitud tiene un carácter de

cierta solemnidad.”25

La comisión de los Estados Unidos no contó con el favor inicial del

legislativo federal para asignar presupuesto al Congreso, y la reunión que

debía realizarse primero en 1912 y luego en 1914 fue aplazada. El retrazo de la

reunión llevó a recordar en un debate en la Cámara de Representantes las

obligaciones mutuas con las cuales se había comprometido Estados Unidos al

aceptar la invitación chilena:

[...] no es posible que hagáis creer a los latinoamericanos que los Estados Unidos se hallan en tal pobreza que no pueden subvenir a las expensas de los congresos científicos internacionales con el decoro que lo han hecho la Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. Ningún linaje de agradables palabras, ningún derroche de protestas de amistad y consideración podrán hacer que los estadistas dirigentes y los hombres de ciencia de la América Latina olviden que no fue posible celebrar el 2° Congreso Científico Panamericano porque a los Estados Unidos les plugo invertir el dinero necesario para dar cumplimiento a sus deberes internacionales. Ni han de olvidar que Chile gastó 100.000 pesos en la celebración del 1er Congreso Científico Panamericano y que los diez Delegados oficiales de los Estados Unidos disfrutaron de la generosa hospitalidad chilena y fueron objeto de todas las atenciones que el gobierno de Chile juzgó propio y debido prodigar a los representantes acreditados por los Estados Unidos.26

Finalmente la comisión organizadora realizó la reunión, entre el 27 de

diciembre de 1915 y el 8 de enero de 1916, en un evento cuya denominación

cambió el carácter del Congreso iniciado en Buenos Aires. Desde luego, como

lo han notado ya numerosos trabajos, este cambio de nombre reporta una

estrategia general de Estados Unidos para alcanzar y legitimar una mayor

influencia política y económica en el continente. Con todo, no debe olvidarse el

interés paralelo de los gobiernos latinoamericanos —en especial de Argentina,

Brasil, Chile, México y Uruguay— para constituir una legalidad internacional

que limitará los conflictos limítrofes y las pretensiones imperialistas de Estados

Unidos. Tampoco debe pasarse por alto el poco interés de Chile y Brasil en

25 Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final..., pp. 151-152. 26 Citado por Francisco Sagasti y Alejandro Pavez. “Ciencia y tecnología en América Latina: Primer congreso científico panamericano”. Quipu (Buenos Aires): vol. 6 no. 2 (may-ago. 1989), notas 8 y 9.

Page 17: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

17

seguir estimulando la retórica latinoamericanista de Argentina y la orientación

de su política exterior hacia los Estados Unidos.27 Y vale recordar quién invitó a

quién y cuál fue el significado que tuvo la adhesión al Congreso de una

potencia mundial en innovación tecnológica. Así, en principio puede

considerarse al Congreso como una iniciativa latinoamericana, ya establecida,

no incluida en la agenda diplomática estadounidense. Luego puede afirmarse

que la labor de la comisión consistió en ajustar los propósitos de Congreso con

los de la política exterior estadounidense y alcanzar así el apoyo decisivo del

poder legislativo. Por esto la comisión organizadora buscó fundar un nuevo

consenso en esta reunión, considerando a las reuniones anteriores sólo como

experimentos en los cuales las naciones latinoamericanas pudieron representar

ante los Estados Unidos su capacidad de organización y actuación con

desinterés en los torneos de la ciencia. Los comentarios de James Brown

Scott, relator general del Congreso, parecen apuntar en dicho sentido:

A juzgar por el nombre, parecería que el Segundo Congreso sólo ha tenido un antecesor; pero si bien es cierto desde el punto de vista técnico, en realidad no lo es y hasta podría con cierta considerársele como el primero, porque el anterior que se reuniera en Chile tuvo el carácter de experimento, el cual alcanzó éxito tan admirable, que se determinó la celebración de otro Congreso en la capital de Estados Unidos, en la confianza de que éste sería un eslabón de una cadena interminable. El Congreso que se celebró en Santiago no fue la primera asamblea científica en la cual estuvieron representadas las repúblicas que se hallan al sur de los Estados Unidos; pero fué sin embargo el primero al cual se invitó a éstos. Ya se habían reunido en Buenos Aires en 1898, otro en Montevideo en 1901 y un tercero cuatro años más tarde en Río de Janeiro; pero no se invitó a ellos a los Estados Unidos, ni a sus instituciones docentes, ni sus sociedades científicas, ni a sus sabios. Esto no quiere decir de ningún modo que no se tomase en consideración a los Estado Unidos, sino tal omisión debióse más bien a que los Congresos antedichos eran asambleas intelectuales latinoamericanos, que tenían el carácter de experimentos, no invitándose oficialmente a los Estados Unidos a tomar parte hasta después que se demostró el éxito de estas conferencias. Sin embargo, la experiencia adquirida en los tres Congresos Científicos Latinoamericanos persuadió a los gobiernos de las repúblicas que en ellos participaron, de la utilidad e importancia que revestía para el continente americano la celebración de tales reuniones. Se invitó por consiguiente a los Estados Unidos para asistir al Congreso de Chile y el gobierno americano aceptó complacido la invitación.28

27 Hugo Rogelio Suppo. “Ciencia e relações internacionais. O congresso de 1905”. Revista da SBHC (Río de Janeiro): no. 1 (2003), pp. 6-20. 28 Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final..., pp. 43-44.

Page 18: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

18

La lectura somera de estos hechos indica la pertinencia de abandonar

una interpretación que sólo reconoce la imposición arbitraria de los Estados

Unidos o un capítulo más de la lucha de Ariel contra Calibán. En nuestro caso,

el gobierno de Estados Unidos debía corresponder el gesto de los gobiernos

latinoamericanos. A través de la realización de encuentro, un gesto de

reciprocidad, este gobierno reconoció la legitimidad del Congreso Científico,

intentando reconciliar su nuevo formato con las prácticas constitutivas de las

reuniones anteriores.29 La organización formal y el reglamento fueron

conservadas en términos generales.30 Una mirada panorámica de las

comunicaciones científicas indica que por lo menos los temas tratados en

antropología, arqueología, meteorología y astronomía corresponden con los de

las reuniones precedentes (esto sin entrar a evaluar el rigor científico de los

materiales). Un cambio apenas perceptible en el programa de las secciones fue

el abandono completo de los trabajos teóricos y especulativos —matemática,

por ejemplo— a favor de comunicaciones con aplicación práctica en la

economía. Pero la trasformación más decidida se debió al papel conferido a los

delegados oficiales de los estados para estudiar y adoptar las resoluciones y

recomendaciones, redactadas luego en un documento de carácter político

dirigido expresamente a los gobiernos. Esto quiere decir, en pocas palabras,

que las sociedades e instituciones científicas, igual que los autores de

comunicaciones, no tuvieron ningún lugar en la decisión final de las

conclusiones de la reunión (aunque algo de esto se explica también por la

preponderancia del Instituto Americano de Derecho Internacional en las

deliberaciones).31

29 Por ejemplo: la delegación oficial de Chile que preside el Congreso de 1916 propuso celebrar la siguiente reunión en Lima en conmemoración del centenario de la independencia del Perú. La propuesta fue aceptada como resolución (artículo 49) del evento, Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final y su comentario / Preparados por James Brown Scott relator general del Congreso. Washington: Imprenta del gobierno, 1916, p. 151. 30 Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final..., pp. 155-159. 31 Los más activos organizadores del Congreso formarían parte de la Sociedad Americana de Derecho Internacional (Estados Unidos), constituida en 1914. Las recomendaciones del Congreso Científico fueron copiadas casi literalmente de las conclusiones de ese evento, según la afirmación del relator: “forman la base de estos artículos relativos al derecho de gentes, haciéndose algunas omisiones y modificaciones, a fin de aplicar las recomendaciones a las republicas del continente americano, en vez de hacerlo tan sólo a la república del Norte, en donde se realizó la mencionada conferencia de profesores.”. Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final..., p. 93.

Page 19: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

19

A juzgar por la periodicidad de los encuentros y la producción de

publicaciones, ninguno de las reuniones siguientes alcanzaría la complejidad y

actividad de las celebradas en Santiago y Washington.32 La reunión de

Washington fue la única cuya actuación se realizó exclusivamente bajo la

denominación oficial de Congreso Panamericano. El nombre del Congreso fue

ambivalente desde 1908, pues, en rigor, la reunión celebrada en Santiago

(primera panamericana) fue también la cuarta del Congreso Científico

Latinoamericano. Tanto en los informes y los títulos de las comunicaciones

como en los discursos y las intervenciones públicas, se utilizan

alternativamente ambas denominaciones. En la reunión de Lima (1924) se

utilizaron las denominaciones panamericano y americano, mientras las

siguientes de Ciudad de México (1936) y Washington (1940), apelaron sólo la

denominación de americano y continuaron con la numeración iniciada en

Buenos Aires en 1898.33

Cooperación científica y ciencia americana

Lo que propone el Congreso son ciertos enunciados, en verdad heterogéneos,

considerados con el aval científico para ser reconocidos por los estados, por la

comunidad científica de los países o por otras instancias de asociación

internacional especializadas en determinados temas. Aunque con modestia, el

Congreso presenta sus deliberaciones como enunciados que deben ser

reconocidos en el foro mundial de la ciencia. Así, cabe preguntar por el

significado de esa afirmación, repetida hasta el cansancio en el Congreso y tan

ajena a las convicciones contemporáneas, de que el conocimiento científico es

una actividad desinteresada. Por supuesto, no calificamos de antemano aquella

afirmación como cierta o falsa, sino que nos preocupamos por comprender su

lugar en la constitución del Congreso Científico como evento internacional.

Cuando los participantes dicen que la ciencia es una actividad desinteresada y 32 De hecho, según la afirmación Paty Michel, seguida por Hugo Rogelio Suppo, los encuentros de Lima, México y Washington fueron sobretodo acontecimiento políticos. Hugo Rogelio, “Ciencia e relações internacionais. O congresso de 1905”. Revista da SBHC (Río de Janeiro): no. 1 (2003), pp. 15 y nota 39. 33 “Historia de los congresos anteriores”, en Congreso Científico Americano (8: 1940: Estados Unidos,) Actas del octavo congreso científico americano, verificado en la ciudad de Washington del 10 al 18 de mayo, 1940, bajo los auspicios del gobierno de los Estados Unidos de América. Washington: Secretaria de estado, 1941, vol. 1.

Page 20: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

20

que el Congreso es exclusivamente científico quieren decir que sus actividades

no están orientadas políticamente sino por otro tipo de intereses, propios de la

ciencia. En su origen es considerado un torneo pacífico en terreno neutral: la

fuerza de los valores recomendados radica en su independencia de las

decisiones políticas. Pero este desinterés puede ser y, de hecho lo es,

identificado con la posibilidad de representar las respectivos estados en el

espacio público internacional de las naciones consideradas civilizadas.

Esta cuestión representa, según la estrategia de interpretación esbozada

en las páginas anteriores, el núcleo de las tensiones al interior del Congreso.

Los enunciados explícitos de los sujetos parecen contradictorios: la

reivindicación de la ciencia como terreno neutral estuvo acompañada por una

creciente notoriedad de la política y el derecho internacional en las

resoluciones. Tal contradicción induce a desacreditar o a pasar por alto, de

acuerdo con nuestra comprensión contemporánea de la actividad científica, las

numerosas afirmaciones sobre la necesidad de sustraer los debates científicos

al control político. Con todo, la cuestión es mucho más compleja, pues la

independencia de las deliberaciones científicas es la base de la cooperación

desinteresada entre quienes participan en el Congreso. Además, la misma

afirmación de la ciencia por la ciencia es el principio que confiere al evento su

credencial para participar en el foro de las naciones civilizadas, donde se

supone que cada quien habla y actúa de manera autónoma en nombre de los

valores más elevados de felicidad y progreso humanos.34 Con estas ideas se

corresponde una aseveración categórica sobre la imposibilidad de crear una

ciencia latinoamericana, panamericana o americana independiente de la

ciencia como actividad humana.

Sin embargo, éstas compiten y se complementan con otras, sobre la

necesidad de domesticar la ciencia a la medida de la naturaleza americana, de

contar con el apoyo del Estado para amplificar la actividad científica y para

34 Esta idea aparece clara en textos de los mismos años, como el de Manoel Bomfim (1905): “avançar para o progreso, entrar no mundo, apresentar-se ao mundo, vigorosa moderna, senhora de si mesma, como quem está resolvida a vivir livre entre os livres”. Manoel Bomfim, A América Latina. Males de origem, Río de Janeiro: A Noite, 1905. Citado por Hugo Rogelio Suppo. “Ciencia e relações internacionais. O congresso de 1905”..., p. 12.

Page 21: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

21

hacer efectiva la influencia del Congreso en la práctica. Para la realización de

las reuniones todas las comisiones organizadoras operativas entre 1897 y 1917

tuvieron que contar con el patrocinio de los respectivos estados. Con un

sentido muy pragmático, también, habían colocado las deliberaciones

científicas al margen de los asuntos en pugna entre los estados, pues sólo de

esta manera sería posible contar con la asistencia de sociedades y científicos

de naciones entre las cuales subsistían toda clase de diferencias diplomáticas.

Actuar de otro modo implicaba poner en la agenda estos litigios y comprometer

la posición del gobierno patrocinador en materia diplomática.35 Asimismo, en el

terreno de los programas de trabajo científico, y pese a que en todos los

programas hasta la reunión de Santiago se tuvieron en cuenta las matemáticas,

es evidente la carencia de trabajos teóricos o especulativos y la abrumadora

cantidad de trabajos técnicos aplicados a problemas concretos de la

organización burocrática y el desarrollo económico.

El discurso del presidente del Congreso en 1898, el chileno Paulino

Alfonso, es muy explícito sobre el carácter desinteresado del congreso:

“Señores. Hay una idea de la ciencia, superior á las concepciones vulgares de

la finalidad práctica y positiva: es la idea de la ciencia, por la ciencia y para la

ciencia misma, que investiga para conocer, y que se satisface con saber.”.36 Al

respecto, el ministro Luis Beláustegi, en nombre del gobierno argentino, no

dudaba en afirmar:

Los delegados oficiales y los adherentes de todos los pueblos, se congregan hoy al llamado de [la Sociedad Científica Argentina], animados de un noble espíritu de trabajo, dispuestos a consagrarle toda la fuerza de su intelectualidad en el terreno neutral de la ciencia, despreocupados de otro pensamiento que no fuera el de aportar cada uno, en la especialidad de sus estudios, la contribución que formará capital de conocimientos útiles para la vida próspera de nuestras repúblicas y para estrechar los vínculos que mantienen la confraternidad suramericana.37

35 Hugo Rogelio Suppo. “Ciencia e relações internacionais. O congresso de 1905”..., p. 12 36 “Congreso científico Latino Americano. Resumen de las sesiones de apertura y clausura”..., p. 312. 37 Y, más adelante, continúa: “El Congreso que hoy inauguramos en Buenos Aires, con el carácter puramente científico de su instituto, tendrá el mérito de sus sanos propósitos y será siempre la iniciativa que dé impulso á otros actos análogos y más eficientes”. “Discurso del señor Ministro de justicia, culto é instrucción pública”, en “Congreso científico Latino Americano. Resumen de las sesiones de apertura y clausura”..., p. 292.

Page 22: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

22

Las reuniones de Montevideo y Río de Janeiro respetaron el principio de

independencia proclamado en Buenos Aires. El presidente de la comisión

organizadora de 1901, José Arechavaleta, afirmaba: “Dejemos, pues, tranquilos

á esos buscadores de verdades nuevas. Ellos se encargan de revelarlas á los

demás, sin exigir otra recompensa que la alegría que les proporciona. Es á

impulsos de esas vagas emociones que cada día se agrandan los dominios de

nuestros conocimientos.”.38 Entre tanto, Manuel Herrero, en nombre del

gobierno Uruguayo, recibía a las delegaciones con las siguientes palabras:

Vuestra obra, señores congresales, es la obra grande de los precursores; vuestras deliberaciones, moviéndose con toda libertad dentro del campo de todas las ciencias, sin tenerse que sujetarse á las fórmulas siempre transaccionales de la ley positiva, han de dejar puntos de mira que no podrán olvidar los pueblos y los gobiernos en su marcha al provenir, —porque las resoluciones que vosotros votéis, despojadas de todo interés en litigio, han de consagrar principios salvadores, lo mismo [en] las ciencias médicas, porque el dolor humano no reconoce fronteras, que en las ciencias sociales, porque el derecho no es la propiedad de un solo pueblo.39

El presidente de la comisión organizadora de 1905, marqués de Paranagua,

afirmaba en una carta al ministro de Relaciones Exteriores de Brasil que el

Congreso debía ser “exclusivamente un evento intelectual científico”, y el

propio ministro, Rio Branco, respaldaba esta posición al asumir, como acto de

Estado, la independencia de las deliberaciones científicas con respecto a las

políticas.40 En Chile la participación oficial de los estados fue notoria, pero la

asamblea reunida allí se presentó todavía como una forma de una cooperación

desinteresada en el ámbito de la ciencia: “El Cuarto Congreso científico —

afirmaba el presidente del comité organizador, Eduardo Poirier— se ha

mostrado refractario a declaraciones o a votos a favor de gobiernos o

instituciones, por considerar que tales acuerdos eran tachables de

38 Congreso Científico Latinoamericano (1901). Segunda reunión..., p. 59. 39 Congreso Científico Latinoamericano (1901). Segunda reunión..., p. 57. 40 Carta n. 254 do marqués de Paranagua ao Rio Branco em 8 jun. de 1905. 3° Congresso Científico Latino-Americano, Rio de Janeiro, agosto de 1905. Correspondencia (Arquivo Historico do Itamaraty). Citado por Hugo Rogelio Suppo. “Ciencia e relações internacionais. O congresso de 1905”. Revista da SBHC (Río de Janeiro): no. 1 (2003), pp. 12 y nota 35.

Page 23: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

23

personalismo y en ese concepto bastardeadores del carácter eminentemente

científico que se ha deseado dar a la Asamblea en toda su austera rigidez.”41

Cuando Estados Unidos organizó el Congreso, por el contrario, se rompió

el consenso y las resoluciones del evento fueron adoptadas como decisiones

de los delegados oficiales, excluyendo a quienes fueron definidos como

“miembros”.42 Cada país, independiente de sus contribuciones efectivas al

Congreso (la presencia de sus sociedades científicas y la lectura de

comunicaciones) tendría derecho a votar las resoluciones adoptadas por las

respectivas secciones. No puede dejarse de notar la formula transaccional

fijada en ese congreso, a través de la regulación de las relaciones públicas y

las pujas políticas en una asamblea especial de delegados oficiales y la

conservación paralela de cierta independencia de las deliberaciones científicas

en secciones especiales. Pero al mismo tiempo el principio de avance de la

ciencia por medio de la cooperación desinteresada fue supeditado a los “fines

más elevados” del intercambio económico y las relaciones entre los estados:

El Congreso, de acuerdo con sus elevados fines, a saber, aumentar el conocimiento de las cuestiones de carácter americano; difundir la cultura de cada una de las repúblicas americanos haciéndola patrimonio de cada una de ellas; fomentar el adelanto de la ciencia por medio de la cooperación desinteresada, estimular la industria, el comercio y las relaciones entre las repúblicas americanas y buscar los medios para obtener una ayuda recíproca en éstos y en otros aspectos, consagró su atención al estudio del siguiente programa, dividido en las secciones y subsecciones correspondientes.43

Aunque una mayor participación de los representantes de los estados

puede ser detectada ya en la reunión de Santiago, no podemos descartar que

el control político y la férrea filiación con los propósitos políticos y económicos

41 Cuarto Congreso Científico (Primero Panamericano). Reseña General y Trabajos presentados. Santiago: Imprenta, Litografía y Encuadernación Barcelona, 1915, p. 152. Citado por Francisco Sagasti y Alejandro Pavez, “Ciencia y tecnología en América Latina: Primer congreso científico panamericano”. Quipu (Buenos Aires): vol. 6 no. 2 (may-ago. 1989), p. 196. 42 “Miembros del Congreso: Asistieron al Congreso y participaron en sus labores, representantes de universidades, instituciones, asociaciones, corporaciones doctas y otras organizaciones particulares y los hombres de ciencia, intelectuales y publicistas invitados especialmente y cuyos nombres se enumeran en las listas respectivas.”. Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final..., pp. 16. 43 Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final..., pp. 16.

Page 24: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

24

de Estados Unidos haya influido en la prolongada decadencia del Congreso

hasta su octava reunión en 1940. Pero no era nueva, en ningún sentido, la idea

de contar con una ciencia americana, latinoamericana, suramericana o

panamericana, esto es, de hacer coincidir los fines de la ciencia con los

proyectos de integración política, económica y cultural entre los estados. El

Congreso surgió como una demostración de la intención de convertir a la

ciencia en portadora de uno de esos proyectos, precisamente, por su

capacidad de trascender los límites de la naciones y enfrentar los desafíos del

progreso en términos aceptables por otras naciones, especialmente las

grandes potencias. Constituía, entre otros, un acto para contestar las tesis

sobre la inferioridad de los pueblos latinoamericanos por determinantes

climáticos, raciales o religiosos. La retórica del Congreso con respecto a la

ciencia por la ciencia participa, pues, de una necesidad de reconocimiento de la

naturaleza americana como un escenario propicio para el desarrollo de las del

saber humano. No por casualidad, el paleontólogo y geólogo Florentino

Ameghino, adherente al Congreso desde la promulgación de sus bases y

programa en 1898, defenderá en esa misma tribuna, ahora en Chile (1909), sus

hipótesis sobre el origen americano de la nuestra especie.44 Ya muerto

Ameghino, en la reunión de Washington se continuará el cuestionamiento

sobre el origen del hombre y los problemas de su evolución, aunque en esta

ocasión el programa dará prioridad a las investigaciones eugenésicas con el

propósito explícito de mejorar la “raza” y “dar una dirección inteligente y eficaz

a los procesos” de hibridación.

Es difícil transcribir toda la elocuencia de estos discursos sobre la

domesticación del ambiente americano, cuyas palabras evocan los discursos

criollos sobre la naturaleza en el siglo XVIII, esas imágenes que intentan

recrear el trepidar de los grandes ríos, la riqueza de los suelos y la inmensidad

del territorio americano. A finales del siglo XIX y principios del siglo XIX, la

fascinación por la técnica como medio para domesticar la naturaleza pasará al

Congreso por medio de la Sociedad Científica Argentina, fundada y sostenida

por las primeras generaciones de ingenieros graduados en la Universidad de

44 Weinberg, Gregorio, La ciencia y la idea de progreso en América Latina (segunda edición). México: Fondo de Cultura Económica, 1998, pp. 71 y 82.|

Page 25: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

25

Buenos Aires. Sus objetivos esbozados en los estatutos de 1872, muestran con

claridad el énfasis en los estudios aplicados y el descuido consecuente de las

especulaciones teóricas.45 Lo propio puede decirse de la primera invitación

formulada por el comité organizador y en los siguientes programas de estudio

adoptados por el Congreso en las reuniones posteriores (donde las secciones

con mayor continuidad temática son las ciencias físicas y químicas, ingeniería,

agronomía y zootecnia) aunque en ellas —y de manera muy visible en

Santiago— podemos notar la mayor presencia de contribuciones en las

secciones de ciencias sociales, antropología, pedagogía y derecho.46

En cuanto al énfasis de las reuniones en el ingenio técnico y la retórica de

la domesticación de la vorágine americana, el Congreso muestra una

inclinación especial por los estudios sobre la constitución de redes técnicas

(ferrocarrileras, telegráficas, fluviales o meteorológicas), por el saneamiento de

las construcciones, por medidas aplicables al control fitosanitarios de la

ganadería y la agricultura, por la estandarización de los cánones de

comunicación y de la información para el mercado y las organizaciones

burocráticas (en cuanto a nomenclaturas químicas, usos horarios, pesos y

medidas, signaturas bibliográficas e identificación personal). No es posible,

pues, atribuir únicamente a la influencia de los Estado Unidos la excesiva

inclinación del Congreso por los estudios prácticos, útiles para el desarrollo

económico y la organización política. Para finales del siglo XIX en América

Latina —Argentina, Chile, Brasil y México— se había producido un auge de la

ciencia aplicada y el estancamiento de la elaboración teórica —más por

influencia europea que norteamericana— comúnmente asociado con la

conversión del positivismo en ideología dominante de los regímenes

oligárquicos.47 Esta posición privilegió la trasferencia de tecnología y limitó la

creación de dinámicas propias de innovación tecnológica, esto es, sucumbió a

los afanes del mercado y la organización burocracia y confundió una parte

fundamental de la creación científica, la técnica, con los intereses más

abstractos de la investigación científica.

45 José Babini, Historia de la ciencia en la Argentina. Buenos Aires: Solar, 1986, pp. 140-144. 46 Francisco Sagasti y Alejandro Pavez, “Ciencia y tecnología en América Latina: Primer congreso científico panamericano”...., p. 206. 47 Weinberg, Gregorio, La ciencia y la idea de progreso en América Latina..., 76-77.

Page 26: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

26

Conclusión

Es posible reconstruir el contexto del Congreso en diversas claves de lectura

historiográfica. Pueden realizarse provechosas lecturas de las mismas fuentes

desde distintas ópticas, con miras a fijar las interacciones entre diversos

actores, acontecimientos y procesos en juego durante este periodo. Pero en la

medida que el Congreso produce sus enunciados en nombre de la ciencia y de

la técnica, y se observa a sí mismo como un foro de la ciencia por la ciencia y

para la ciencia, resultaría importante restituirlo en el contexto de la producción

científica de la época. En el Congreso —como en el contemporáneo debate

sobre la historia de la matemática en España, la polémica de la ciencia

española— llegó a reconocer que cada disciplina debía validarse con unos

conceptos y técnicas especiales y que la calidad de sus contribuciones no

podía juzgarse únicamente por medio de valoraciones políticas o estéticas. Es

necesario —en este caso por caridad hermenéutica— un estudio sistemático

de los contenidos técnicos y científicos discutidos en el Congreso, esto es,

ocuparse también de las memorias científicas y no sólo de las actas o los

programas. Como quedó dicho en un principio, el objetivo y las fuentes

empleadas en este escrito son muy limitados y, en un sentido literal, nos hemos

quedado en la lectura de la introducción del legado material del Congreso sin

entrar a comentar su contenido Científico, sin discutir sus conclusiones.

Por lo pronto, cabe resaltar algunos de los posibles temas de

investigación abiertos a través del material producido por esta asociación

internacional. La conversión del Congreso en panamericano permite realizar

comparaciones específicas con Estados Unidos y México en antropología,

astronomía, geodesia, geografía, meteorología, criminología, ecología,

derecho, ingeniería y pedagogía, teniendo como referencia una de las

potencias tecnológicas de la época. Quizá esta sea un buen filtro para

examinar con más detalle las diferencias en la labor de los científicos del norte

y el sur de América a principios del siglo XX. Pero también puede señalar el

grado efectivo de cooperación científica de unos países con otros, pues, como

en el caso de la meteorología, la astronomía y la geodesia, revela la existencia

Page 27: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

27

de redes institucionales (estaciones y observatorios) entre Argentina, Chile,

Estados Unidos comprometidas con proyectos como el levantamiento de la

carta estelar austral, las mediciones de la gravedad en las distintas latitudes del

continente y del arco del meridiano del planeta en el ecuador. Hay, por demás,

casos en que los pronunciamientos del Congreso avalan la creación de redes

internacionales de información. La identificación dactiloscópica, por ejemplo,

técnica con la cual las policías de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay

constituyeron un operador común para el sistema de intercambio internacional

de ficheros criminales (sólo comparable a principios del siglo XX con el sistema

implementado por el imperio británico en sus colonias del sureste asiático).

Pero también sería necesario considerar la participación efectiva de

determinados países, la representatividad de las asociaciones y los estados en

las deliberaciones, así como el valor de las respectivas contribuciones en los

principales debates. Si aquí ha sido necesario reconstruir la estructura general

de esta asociación, luego sería preciso estudiar con mayor detalle la

conformación, las instancias de decisión y debate en cada una de las

secciones. Igual, cabría indagar más sobre las relaciones del Congreso con los

estados y, en especial, sobre la capacidad de cada uno de los estados

anfitriones para movilizar y escenificar sus recursos científico técnicos en

torneos internacionales.

Anexo I

Adhesiones al Congreso Científico (1898-1909)

Tabla 1. Congreso Científico Latinoamericano (1898)

Adhesiones oficiales de los estados / delegados

Sociedades e

instituciones adheridas

Delegados oficiales de sociedades

e institucione

s

adhesiones

personales

Comunicaciones científicas

Buenos Aires

8

8

335

Interior de Argentina

Gobierno

Patrocinador

2 Ninguno 57

76

Bolivia No 2 2 Ninguna Ninguna

Page 28: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

28

Brasil No Ninguna Ninguno 3 5

Colombia No 1 Ninguno 1 Ninguna

Cuba No Ninguna Ninguno 1 Ninguna

Chile No 4 8 24 10

Ecuador Si / 1 1 3 1 1

Guatemala

No Ninguna Ninguno 1 Ninguna

México Si / 1 1 3 1 3

Paraguay Si / 1 1 1 1 Ninguna

Perú Si / 3 2 4 6 3

Uruguay No 4 9 28 23

Venezuela

Si / 3 1 Ninguna Ninguna

Totales SI: 5 estados. NO: 7

estados.

27

40

459

121

Fuente: “Congreso científico Latino-Americano. Resultados de su primera reunión en Buenos Aires del 10 al 20 de abril de 1898”, Anales de la Sociedad Científica Argentina. (Buenos Aires): v. XLV (1° sem. 1898), pp. 369-389.

Page 29: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

29

Tabla 2. Congreso Científico Latinoamericano (1901)

Adhesiones oficiales de los estados /

delegados

Sociedades e instituciones adheridas

Delegados oficiales de sociedades e instituciones

Argentina Si/ 37 22 9

Bolivia Si / 1 2 1

Brasil No 11 9

Colombia No Ninguna Ninguno

Costa Rica Si / ninguno Ninguna Ninguno

Cuba No Ninguna Ninguno

Chile SI/ 4 6 2

Ecuador Si / 1 Ninguna Ninguno

Guatemala No Ninguna Ninguno

Honduras SI/ ninguno Ninguna Ninguno

México Si / 1 Ninguna Ninguno

Nicaragua Si / 1 Ninguna Ninguno

Paraguay Si / 1 2 2

Perú Si / 3 2 4

Uruguay Patrocinador del evento

30 11

Venezuela Si / 2 Ninguna Ninguno

Totales SI: 8 estados. NO: 5 estados.

75

38

Fuente: Congreso Científico Latinoamericano (2: 1901). Segunda reunión del congreso científico latino americano celebrada en Montevideo del 20 al 31 de marzo de 1901. Montevideo: Al libro ingles, 1901.

Page 30: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

30

Tabla 3. Congreso Científico Latinoamericano (1905)

Adhesiones oficiales de los

estados

Delegados de sociedades e instituciones científicas

Adhesiones personales

Argentina Si 5 74

Bolivia Si Ninguno 5

Brasil Patrocinador del evento

44 474

Colombia Si Ninguno 7

Costa Rica No 3 1

Cuba Si Ninguno 2

Chile Si 4 13

Ecuador Si Ninguno 4

Guatemala Si Ninguno 3

Haití No Ninguno 1

Honduras No Ninguno 2

México Si Ninguno 3

Paraguay Si 4 8

Perú Si Ninguno 11

El Salvador

No Ninguno 1

Uruguay Si 25 80

Venezuela Si 1 3

Totales SI 13 estados. NO: 4 estados.

83

697

Fuente: Hugo Rogelio Suppo. “Ciencia e relações internacionais. O congresso de 1905”. Revista da SBHC (Río de Janeiro): no. 1 (2003), pp. 12 y notas 33-34.

Page 31: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

31

Tabla 4. Congreso Científico Latinoamericano (primero Panamericano)

Adhesiones oficiales de los estados / delegados

Delegados oficiales y de sociedades e instituciones científicas

Adhesiones personales

Comunicaciones científicas

(publicadas)

Argentina Si/ 16 60 377 109

Bolivia Si / 4 4 52 6

Brasil Si / 8 9 61 8

Colombia Si / 1 1 7 7

Costa Rica Si / 1 1 1 2

Cuba No 2 5 1

Chile SI/ 1 42 1119 195

Ecuador Si / 1 2 5 Ninguna

Estados Unidos

Si / 14 22 55 46

Guatemala Si / 2 2 19 2

Haití No 2 4 Ninguna

Honduras y Nicaragua

SI/ 1 1 4 1

México Si / 3 3 32 27

Panamá Si / 2 2 4 2

Paraguay Si / 3 3 4 Ninguna

Perú Si / 6 7 63 39

El Salvador Si / 1 2 2 1

Uruguay Si / 4 6 31 3

Venezuela y República dominicana

Si / 1 1 3 Ninguna

Totales SI 18 estados. NO: 2

estados.

172

1899

450�

Fuente: Francisco Sagasti y Alejandro Pavez. “Ciencia y tecnología en América Latina: Primer congreso científico panamericano”. Quipu (Buenos Aires): vol. 6 no. 2 (may-ago. 1989), pp. 204-206.

Page 32: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

32

� Se recibieron cerca de mil comunicaciones, de las cuales se presentaron en la reunión 742 y se publicaron 450.

Anexo 2

Contribución a la bibliografía del Congreso Científico

Buenos Aires 1898 Memorias, actas, informes, etc.: Sociedad Científica Argentina. Anales. Buenos Aires, 1876- v. ill., plates (part col.) ports., maps, plans, tables, diagrs. 26 cm. La Sociedad Científica Argentina organizó el “Congreso Científico Latino Americano” reunido en Buenos Aires en 1898, y el “Congreso Científico Internacional Americano” reunido en la misma ciudad en 1910. Los resultados de esos congresos (organización, participantes, etc.) fueron publicados en Anales, v. 45, 1898, y v. 69-70, 1910. [Sociedad Científica Argentina] Primera Sesión del Congreso Científico Latino-Americano en Buenos Aires del 10 al 20 de Abril de 1898. Bases y programa. Temas propuestos, lista general de miembros, comunicaciones anunciadas por secciones, programa general de sesiones, visitas, excursiones, etc. Buenos Aires: Imp. de Pablo E. Coni e Hijos, 1898. Monografías presentadas: Barra, Eduardo de la, (1839-1900). Literatura arcaica; estudios críticos presentados al Congreso Científico Latino-Americano de Buenos Aires, por Eduardo de la Barra. Valparaíso: K. Newman, 1898, viii, 373 p. 19 cm. Cantilo, José Luis, (1871-). Colonias penales, proyecto de declaración. Buenos Aires: Imp. y pao. de Tailhade & Rosselli, 1898, 46 p. Lehmann Nitsche, Robert (1872-1938). Antropología y craneología: conferencia dada en la sección antropológica del Primer Congreso científico Latino Americano (Buenos Aires, 10-20 de Abril de 1898). La Plata: Talleres de Publicaciones del Museo, 1898. Montevideo 1901 Memorias, actas, informes, etc.: Q101 C661901

Page 33: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

33

Instituto de Geología UNAM Congreso Científico Latinoamericano (2: 1901). Segunda reunión del congreso científico latino americano celebrada en Montevideo del 20 al 31 de marzo de 1901. Montevideo: Al libro ingles, 1901, V. Monografías presentadas: Luiggi, Luis. Los nuevos faros de la Republica Argentina: Memoria presentada al Segundo Congreso Científico Latino-Americano celebrado en Montevideo. Buenos Aires, Impr. de la “Revista Técnica”, 1901. 36 p. map. 25 cm. Pineyro del Campo, Luis. Apuntes sobre la asistencia publica de la Republica Oriental del Uruguay que presenta a los delegados del II Congreso Científico Latino Americano en su visita a los establecimientos de caridad en los días 25, 27, y 29 de marzo de 1901. Montevideo: Tip. y Enc. “Al Libro Ingles”, 1901, 17 p. 26 cm. [Dice en el lomo: Comisión Nacional de Caridad Y Beneficencia Publica de Uruguay.] Rodriguez del Busto, Antonio, 1848-1928. El sistema de gobierno dual de Argentina y su origen, precedido por Cuestiones de política iberoamericana. (2. ed. aumentada por el autor). Madrid: Impr. de los sucesores de Hernando, 1921, 1 p. l., (5)-246 p. 19 cm. [en el encabezado dice: “Memoria presentada ... al II Congreso científico latinoamericano en Montevideo ... (y) en la tercera reunión del Congreso científico latinoamericano verificada en Rió de Janeiro”] Wernicke, Roberto. Sobre degeneración amiloidea: consideraciones presentadas al segundo Congreso Científico Latino-Americano reunido en Montevideo del 20 al 30 de marzo de 1901. Buenos Aires: [s.n.], 1901. Río de Janeiro 1905 Memorias, actas, informes, etc.: Congresso Científico Latino Americano. Reunião do Congresso Scientífico Latino-Americano celebrada na cidade do Rio de Janeiro em 6 a 16 de agosto de 1905: Relatório geral ... Rio de Janeiro: Imprensa Nacional, 1906-10. 8 v. in 12. illus; pla.

Membros do 3o congresso”: v. 1, p. 51-126. Contents: Bol. 1. Trabalhos preparatorios ate 31 de dezembro de 1903 (Rio de Janeiro: Imprensa Nacional, 1904) -- t. 1. Trabalhos preliminares e inauguracao do Congresso -- t. 2, Livro A. Trabalhos das seccoes do Congresso (mathematicas e engenharia) -- t. 2, Livro B. Zonas de regadio en Tucuman / pelo Dr. Carlos Wauters (also issued separately) -- t. 3, Livro A. Trabalhos das seccoes do Congresso (sciencias physicas e naturaes) -- t. 3, Livro B. Contribuicao para a historia natural dos lepidopteros do Brasil pelo interior da Republica Argentina / pelo Dr. A.C. Simoens da Silva -- t. 4, Livro A. Actas e memorias referentes a seccao de medicina

Page 34: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

34

e cirugia -- t. 4, Livro B. Trabalhos das seccoes do Congresso, medicina publica -- t. 5 (on cover: t. V, libro E) Trabalhos das seccoes do Congresso (sciencias juridicas e anthropologia, agronomia e zootechnia -- t. 6. Actas e memorias referentes as seccoes de pedagogia, anthropologia, agronomia e zootechnia -- t. 7. Os eleitos da morte - sessao plena - conclusoes votadas - Encerramento do Congresso -- t. 8. Actos solemnes, visitas e excursoes.

Monografías presentadas: Dellepiane, Antonio (1864-1939). Aprendizaje técnico del historiador americano. Memoria presentada al tercer Congreso científico Latino-Americano, celebrado en Río de Janeiro del 6-16 de agosto de 1905. Buenos Aires: Imprenta de Coni hermanos, 1905. 20 p. 18 cm. Giribaldi, Alfredo. Identidad y filiaciones [...] con un prefacio del dr. J. Irureta Goyena [...] Montevideo: Talleres A. Barreiro y Ramos, 1905, 62 p. pl. 25 cm. [En el encabezado: Republica Oriental del Uruguay. Ministerio de Gobierno. Honorable Consejo Penitenciario. “Trabajo presentado a la sección ‘Ciencias sociales’ del tercer Congreso Científico Latino-Americano.”] Bibliografía de referencia: [Congreso Científico Latino-Americano] Congreso Científico Americano: acuerdos celebrados en Buenos Aires, Montevideo [y] Río de Janeiro. Santiago: Impr. y Lito. i Enc. Barcelona, 1908. Mota Sardenberg, Ronaldo. “Rio Branco e a emergencia do ambiente científico no Brasil”, Referencia incompleta Ribeiro de Andrade, Ana Maria (Coord.). 3ª Reunião do Congresso Scientífico Latino-Americano – 1905. Brasilia-Rio de Janeiro: Ministério da Ciência e Tecnología; Centro de Gestão e Estudos Estratégicos, 2002, 143p.: il.; 23cm + CD-ROM. [En el CD están consignadas las actas ya referenciadas y las monografías presentadas] Suppo, Hugo Rogelio. “Ciencia e relações internacionais. O congresso de 1905”. Revista da SBHC (Río de Janeiro): (no. 1), pp. 6-20. Santiago 1908-1909 Memorias, actas, informes, etc.: Congreso Científico Latino Americano (1.Pan-americano). Trabajos del cuarto Congreso científico ( 1. Pan-americano) celebrado en Santiago de Chile del 25 de diciembre de 1908 al 5 de enero de 1909. Santiago de Chile, Impr. “Barcelona”, 1909-1912. 20 v. in 17. illus., pla., maps ,. 27 cm. [“Índice general” está incluido en p. (251)-266.]

Page 35: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

35

4o. Congreso Científico (1o. Pan Americano) que se reunirá en Santiago de Chile el 25 de diciembre de 1908: 1er. boletín, bases, programa y cuestionario general. Santiago de Chile: Impr. Cervantes, 1908. Congreso Científico Latino Americano (4 1908-1909: Boletín: 4 . Congreso Científico (1 . Pan-americano) que se reunirá en Santiago de Chile el 25 de diciembre de 1908. Santiago: Impr., Litogr. y Encuadernación “La ilustración”, 1908. S401 C641908 Facultad de Medicina Veterinaria UNAM Congreso Científico Pan-americano (1908-1909: Santiago de Chile). Trabajos de la ix sección, agronomía y zootecnia / Bajo la dirección de d. e. Salvador Izquierdo s., d. Julio Besnard y d. Francisco Rojas Huneeus. Santiago de Chile: Impr. Barcelona, 1911-1912. 2 v. U.S.A. Report of the delegates of the United States to the Pan-American Scientific Congress: held at Santiago, Chile; December 25, 1908, to January 5, 1909. Washington: Government Printing Office, 1909. Outes, Félix F. Informe sobre la IVa. reunión del Congreso científico (1o. Panamericano). Buenos Aires: Impr. Coni, 1909. Monografías presentadas: Alfonso, José A., (1861-). Los bosques i su legislación: estudio presentado a la sección de Agronomía del IV Congreso Científico, I Pan-Americano. Santiago de Chile: Impr. Moderna, 1909. Almandos, Luis Reyna. Dactiloscopia argentina, su historia e influencia en la legislación. La Plata: Tall. Graf. de J. Sese, 1909, lx, 271 p. illus., forms. 23 cm. Arce L., Luis. Historia americana: iniciativa y comienzos de la Guerra de la Independencia Sud-Americana. Santiago: Imprenta Franco-Chilena, 1908. Birabén, Federico. La proyectada oficina bibliográfica nacional: comunicación presentada al IV Congreso Científico Latinoamericano (1° pan americano) sesión de Santiago de Chile diciembre 25 de 1908. Buenos Aires: [s.n.] 1908. Canton, Eliseo. Primera serie de 24 casos de pubiotomía: publicados en Sud-América. Buenos Aires: [s.n.], 1908. Concha, Malaquías (1859-1921). La lucha económica: estudio de economía social presentado al 4 Congreso Científico Americano reunido en Santiago de Chile, en 1908. Santiago: Impr. Cervantes, 1910. Contribución del centro industrial y agrícola al IV congreso científico. Santiago de Chile: Soc. Impr. y Litogr. Universo, 1908.

Page 36: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

36

Délano, Manuel A.. Probables causas que han orijinado la esplosión de los polvorines de Batuco: Trabajo presentado al 4o. Congreso Científico (1o. Pan-Americano), reunido en Santiago de Chile en 1908-1909. Santiago: Talls. del Estado Mayor Jeneral, 1908. Garland, Alejandro (1852-). Estudio económico sobre los medios circulantes usados en el Perú: durante el Imperio de los Incas, época del Coloniaje, época de la República. Lima: Impr. La Industria, 1908. Lafone Quevedo, Samuel (1835-1920). Etnología argentina . Buenos Aires: Impr. de Coni Hnos., 1909. Leiva Quiros, Elías Estudio sobre el desarrollo económico social y político de la República de Costa Rica. Santiago de Chile: Impr. i Encuadernación El Globo, 1909. Lissón, Carlos Ismael (1868-). Contribución al conocimiento sobre algunos ammonites del Perú. Lima: Tipo. el Perú, 1908. Martinez, Marcial. Postulados de las clases obreras y de los desvalidos y proletarios, a presencia de la Ciencia Social y en especial, de la Economía Política: trabajo presentado a la 7a. sección [...]. Santiago de Chile: Impr. Litogr. i Encuadernación “Barcelona”, 1909. Martinez, Marcial. Incompatibilidad de los profesores universitarios con el cargo de miembros del poder lejislativo: memoria para el 4.° Congreso Científico. Santiago de Chile: Impr. Lito. i Enc. “La Ilustración”, 1908. Martínez de Ferrari, Marcial A. Los resultados de la 2a Conferencia de La Haya: memoria presentada al 4o. Congreso Científico Latino-Americano (1o. Pan Americano). Santiago: Imp., Enc. i Lit. La Ilustración, 1909. Martínez Sobral, Enrique (1875-1950). La reforma monetaria. La sociedad anónima. México: Tip. de la oficina impresora de estampillas, 1909. Molina Arias, Evaristo, 1870-1929. Organización de las oficinas de hacienda: (administración financiera): resumen del trabajo presentado ... al 4° Congreso Científico y 1° Pan-Americano de Santiago. Santiago: Impr. Moderna, 1909. Outes, Félix F. Comunicación preliminar sobre los resultados antropológicos de mi primer viaje á Chile. Buenos Aires: Impr. de Coni Hermanos, 1909. Poirier, Eduardo (1860-). Chile en 1908: obra dedicada a los señores delegados y adherentes al IV Congreso Científico (1ero. Panamericano), 25 de diciembre de 1908 - 5 de enero de 1909. Santiago de Chile: Impr., Litogr. y Encuadernación Barcelona, 1909.

Page 37: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

37

Proyekto de Lei sobre medidas nazionales: presentado al 1er. Kongreso Zientífico Panamericano, zelebrado en Santiago de Chile, 25 de diziembre de 1908 a 5 de enero de 1909. Balparaíso: Franzisko Enrríkes, 1914. Risopatrón, Luis (1869-1930). Monografía de la carta militar de Chile por el mayor Ernesto Medina F.: presentada al Primer Congreso Científico Pan Americano. Santiago de Chile: Impr. i Encuadernación Universitaria, 1909. Risopatrón, Luis (1869-1930) Reseña general sobre el estado actual de la cartografía americana: tema 7 del programa de la sección matemáticas del 4° Congreso Científico (1° Pan Americano), reunido en Santiago en diciembre de 1908. Santiago: Universo, 1909. Río Soto Aguilar, Roberto del (1896-) Anotaciones sobre la protección a la infancia en Chile. Santiago: Impr. Universitaria, 1909. Ríos González, Tomás. Notas psicológicas sobre ciencia y relijion: trabajo presentado al IV Congreso Científico Pan Americano. Valparaíso: Impr. Internacional, 1908. Rodríguez Cerda, Jorge Estudio sobre la conversión metálica / Santiago: Impr. Litogr. Enc. Barcelona, 1908. Swinburn de Jordán, Ana. El dispensario antituberculoso y su acción en la lucha contra la tuberculosis. Santiago de Chile: Impr y Lito. “Barcelona”, 1908. Tamayo, Manuel O., 1878-1909 La uta en el Perú: trabajo presentado al 4° Congreso Científico Latino-Americano (1° Pan-Americano) que se reunirá en Santiago de Chile en diciembre de 1908. Lima: Impr. Nacional, 1908. Uribe Orrego, Luis. Fomento de la Marina Mercante Nacional: establecimiento de Compañías Americanas de Vapores: bases de un acuerdo internacional: trabajo presentado al Cuarto Congreso Científico (1° Pan-Americano). Valparaíso: Talls. de la Armada, 1908. Vargas, Moisés (1843-1898). Bosquejo de la instrucción pública en Chile: obra dedicada a los señores delegados y adherentes al iv Congreso Científico (1o. Pan-Americano) 25 de diciembre de 1908-5 de enero de 1909. Santiago: Impr. Barcelona, [s. n.] [c. 1909] Vaisse, Emilio (1860-1935) Recuerdos del Norte, i, El derrotero del cenizal: cuento minero. [S.l.: s.n.], 1908. Velarde, Carlos E.. Notas sobre la minería en el Perú. Lima: Oficina Tipo. de La Opinión Nacional, 1908. Wauters, Carlos. La hidráulica agrícola en los últimos años en la República Argentina: memoria presentada al 4o. Congreso Científico Latinoamericano y 1o. Panamericano celebrado en Santiago de Chile, el 25 de diciembre de 1908. Buenos Aires: [s.n.], 1908.

Page 38: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

38

Bibliografía de referencia: Sagasti, Francisco y Pavez, Alejandro. “Ciencia y tecnología en América Latina: Primer congreso científico panamericano”. Quipu (Buenos Aires): vol. 6 no. 2 (may-ago. 1989), 189-216 Washington 1915-1916 Memorias, actas, informes, etc.: AS4 P25 1915 Instituto de Geología UNAM Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Acta final y su comentario / Preparados por James Brown Scott relator general del congreso. Washington: Imprenta del gobierno, 1916, 502 p. AS4 P27 1915 Instituto de Geología UNAM Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). The report of the secretary general / Prepared by John Barrett, secretary general, and glen Levin Swiggett, assistant secretary general. Washington: Govt. print. off., 1917, 287 p. AS4 P26 1915 Biblioteca Central Facultad de Medicina. Depto. Historia Fac. de Derecho Congreso Científico Pan-americano (2: Washington). Proceedings of the second pan American Scientific Congress, Washington, U.S.A., Monday, December 27,1915 to Saturday, January 8, 1916. comp. and ed. under the direction of glen Levin Swiggett, assistant secretary generl. Washington: Govt, print. off., 1917, 11 v. Segundo congreso científico Pan-americano que se reunirá en Washington D.C.: del 27 de diciembre de 1915 al 8 de enero de 191, programa preliminar. Washington: Imprenta del gobierno, 1915. Monografías presentadas: Agramonte, Arístides (1868-1931). Situación actual de la fiebre amarilla. La Habana: Lib. e Impr. La Moderna Poesía, 1915 Centenario del Inca Garcilaso. Lima: Univ. Mayor de San Marcos, 1916.

Page 39: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

39

Monteverde, Juan. Influencia de la habitación en la lucha contra la tuberculosis. Montevideo: Talls. Gráfs. El Siglo, 1915. Oyarzún Navarro, Aureliano (1858-1947) Estación paleolítica de Taltal. Washington: Impr. del Gobierno, 1917. Thayer Ojeda, Luis (1874-1942). Orijen de los apellidos en Chile. Washington: Impr. del Gobierno, 1917. Bibliografía de referencia: Quesada, Ernesto (1858-1934). El nuevo panamericanismo y el Congreso Científico de Washington. Buenos Aires: Ministerio de Agricultura, 1916. Lima 1924-1925 Monografías presentadas: Carbonell, Jose Manuel (1880-1968). Discursos pronunciados por el doctor José Manuel Carbonell, plenipotenciario de Cuba en las fiestas celebradas en Lima, Perú, en conmemoración del centenario de la Batalla de Ayacucho. Y trabajo presentado por el mismo, como delegado de Cuba al Tercer Congreso Científico celebrado también en Lima, del 20 de diciembre de 1924 al 6 de enero de 1925. La Habana: Impr. de Rambla, Bouza, 1925, 70 p. 26 cm. [en el encabezado: “Secretaria de Estado. Republica de Cuba. Oficina Panamericana”] Larde, Jorge. Geología general de Centro América y especial de el Salvador: escrita para el III Congreso Científico Panamericano reunido en Lima en diciembre de 1924. San Salvador: Impr. Nacional, 1924. Rebaudi, Ovidio. Apuntes sobre minería paraguaya: trabajo presentado al “Tercer Congreso Científico Panamericano” efectuado en Lima en Diciembre de 1924 / Asunción: [s.n.], 1924. México 1936 Memorias, actas, informes, etc.: BNM ERH 508 MIS.2 Acta final del Séptimo Congreso Científico Americano. México: Secretaría de Relaciones Exteriores, 1936, 92 p.; 24 cm. BNM G 506.37 CON.7 D

Page 40: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

40

Discursos pronunciados en el acto inaugural por el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, general Lázaro Cárdenas, el secretario general del Congreso Lic. Luis Sánchez Pontón y Cloyd H. Marvin. [México: Cosmos], 1935 26 p.; 19 cm. BNM G 506.37 CON.7 S Somero informe presentado por Pedro C. Sánchez, presidente del 7o. Congreso Científico Americano, que tuvo verificativo en la ciudad de México en el mes de septiembre de 1935, ante el 8o. Congreso Científico Americano reunido en mayo de 1940 en la ciudad de Washington. [México]: 1940, 20 p.; 23 cm. Monografías presentadas: BNM REV 972.09:572.7 VAS.i. Vásquez, Genaro V . Indios en México: Colaboración al Séptimo Congreso Científico Americano. México: Talls. Gráfs. de la Nación, 1935, 48 p.: grab.; 23 cm. BNM G 308 MIS.160 Vásquez, Genaro V. Notas sobre la producción y los precios en América durante la gran crisis, en relación con la necesidad de que los países de Hispanoamérica formen suficientes índices estadístico-económicos / Por Genaro V. Vásquez y Gilberto Loyo. México: Talls. gráfs. nac., 1935, 16 p.; 23 cm. BNM G 308 MIS.128 G 308 MIS.180 Vásquez, Genaro V. Las encuestas sobre el costo de la vida, base para la política de previsión social: necesidad de unificar métodos y procedimientos / Por Genaro V. Vásquez y Gilberto Loyo. México: Talls. gráfs. nac., 1935, 6 p.; 24 cm. (Congreso Científico Americano 7: 1935: México). Contribución del Departamento del Trabajo. Sección 10; tema 1, punto E., 11 En el lomo: Miscelánea. Trabajo y trabajadores, 5. Contribución del Departamento del Trabajo al Séptimo Congreso Científico Americano. Secc. X, tema 1, punto E BNM REV 972.09:379.173 RAM.f.

Page 41: No citar sin la autorización del autor Conocimiento desinteresado … · 2009-05-21 · No citar sin la autorización del autor 2 años, de acuerdo a la continuidad de la información

No citar sin la autorización del autor

41

Ramírez, Rafael. Formación y capacidad de los maestros rurales para hacer eficaz la acción de la escuela en los pueblos indígenas. México: Talls. Gráfs. de la Nación, 1935, 7 p.; 23 cm. Contribución del Departamento del Trabajo al Séptimo Congreso Científico Americano Washington 1940 Memorias, actas, informes, etc.: AS4 P2 1940 Instituto de Astronomía Facultad de Filosofía y Letras Facultad de Economía Fac. de Derecho UNAM Congreso Científico Americano (8: 1940: Estados Unidos,) Actas del octavo congreso científico americano, verificado en la ciudad de Washington del 10 al 18 de mayo, 1940, bajo los auspicios del gobierno de los Estados Unidos de América. Washington: Secretaria de estado, 1941, V.

[En el encabezado: “preparado y editado en el secretariado del octavo congreso científico americano en colaboración con la división de conferencias internacionales de la Secretaria de Estado”. Contiene: v. 1. organización, actividades, resoluciones y delegaciones.]

AS4 P19 1940 Biblioteca Central UNAM Congreso Científico Americano (8: 1940: Estados Unidos). Proceedings of the eighth American Scientific Congress held in Washington may 10-18, 1940, under the auspices of the government of the United States of America. Washington: Dept. of state, 1941. V.