NO PUEDE CUMPLIR -...

La promesa que el Gobierno

NO PUEDE CUMPLIR

El escándalo de falsos pobres recibiendo subsidios, puso en la agenda las graves falencias del sistema para asignar ayudas del Estado y obligó a acelerar los cambios a la Ficha de Protección Social para evitar nuevos engaños. Pero el proceso se ha encontrado con varias dificultades: tiene más de un año de atraso, los antiguos puntajes siguen congelados y las injusticias persisten.

NUEVA FICHA SOCIAL:

María Consuelo Barrios Balocchi

La promesa que el Gobierno no puede cumplir -12-

Florentina Vergara en Talcamávida. Fuente: Archivo personal

F lorentina Vergara tiene 47 años, pero no los representa. Constantemente le dicen que parece de 60. Ella culpa a la vida en el campo, las penas y el trabajo con la tierra. Vive en Talcamávida, una pequeña localidad ubicada en la comuna de Hualqui.

Está a 40 kilómetros de Concepción, pero el viaje en auto demora más de una hora. El único transporte público es el tren “Corto Laja” que tiene sólo seis frecuencias diarias.

Florentina vive a 45 minutos a pie de la estación en un sector llamado Chanco. Su casa está en medio de una parcela al lado del camino. Cultiva una pequeña huerta y cría cinco gallinas y un chancho.

Su marido murió hace dos años y desde entonces cría sola a sus dos hijos de 10 y 13 años. El mayor está por terminar octavo básico y, como en Talcamávida no hay liceo, deberá irse interno a Laja. El único ingreso de la familia es una pensión de $130.000 al mes que apenas alcanza para cubrir los gastos.

La familia de Florentina califica en el segmen- to de extrema pobreza. Tiene 3.295 puntos en su Ficha de Protección Social y está en lista de espera hace tres meses para acceder al programa “Yo Emprendo”. Su puntaje no es lo suficientemente bajo como para lograrlo.

Desde marzo de 2012 espera ser encuestada con la nueva Ficha Social para postular a un capital semilla del FOSIS de $300.000. Quiere comprar gallinas, vender los huevos y salir adelante.

Sin embargo, vecinos de Talcamávida con mejores condiciones de vida que ella sí resultaron beneficiados. Es el caso de Claudia, dueña de una panadería, quien tiene auto y un ingreso de $360.000 mensuales, pero con una ficha de 2.700 puntos. Florentina no se enoja, porque entiende que el sistema tiene errores y es vulnerable, pero sí le asusta que su hijo no pueda seguir estudiando si no logra obtener el dinero para costear su estadía en el internado.


Su ilusión por justicia a través de la Ficha Social se desvaneció al enterarse que el Proceso de encuestaje se atrasó. Ya no tendrá un puntaje actualizado en diciembre 2012, sino que demorará seis meses más. No se verificarán las respuestas hasta julio de 2013 y las mentiras continuarán con respecto a los puntajes.

A pesar que el nuevo instrumento presenta mejoras en comparación a su antecesora, el Ministerio de Desarrollo Social no cumplirá con el plazo prometido para asignar los nuevos puntajes y Florentina seguirá en lista de espera para emprender su negocio.

en la pobreza. Para evitarlo se le ofrece capacitación, incentivos al trabajo, subvención de vivienda y servicios básicos.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Social, son más de tres millones de chilenos los que acceden a algún beneficio mediante Ficha de Protección Social. En la Región del Biobío, 250.000 hogares tienen asignado puntaje y reciben ayuda estatal.

Pero el instrumento tiene falencias que explican que injusticias como las de Florentina ocurran. La nula verificación de datos sobre la educación de los encuestados, sus ingresos y no consultar por enfermedades catastróficas o deudas hacen que la población ya sepa cómo vulnerarlo. Sistema de Protección Social

en Chile

Para que las personas de escasos recursos puedan recibir subsidios, bonos y acceder a fondos estatales es necesario ser parte del Sistema de Protección Social, Chile Solidario. Esta red de apoyo busca acompañar a las familias más vulnerables hacia lasuperación de la pobreza a través de ayudaeconómica y capacitación.

El acceso a este sistema es a través de la Ficha De Protección Social. A cada familia se le asigna un puntaje basado en el estado de su vivienda, nivel de educación, trabajo e ingresos. Dependiendo de éste se entregan las subvenciones del Estado.

Quienes tienen menos de 4.000 puntos son considerados en situación de extrema pobreza e ingresan al Programa Puente, el cual otorga subsidios de agua, luz y alcantarillado. También reciben apoyo de un asistente social que los acompaña y enseña a administrar sus gastos. Además los incentiva a cumplir ciertas metas como terminar el colegio o cumplir con las vacunas y controles de salud de los niños.

Entre 4.001 y 16.000 puntos, la familia es catalogada como vulnerable, es decir, en riesgo de caer

El escándalo de los falsos pobres

En septiembre de 2011, el programa de denuncias Aquí en Vivo de Mega emitió un reportaje titulado “Los falsos pobres”. En él se mostraba a personas con bajos puntajes en la Ficha de Protección Social que accedían a beneficios estatales cuando no tenían problemas económicos.

Dentro de los casos, el reportaje mostró a la familia Burgos Grollmus de Cañete, que aparecía en el sistema con sólo 2300 puntos. Esta cifra la cataloga dentro del 30% más pobre de Chile, pero la realidad era muy diferente. Los miembros de este hogar eran acaudalados empresarios dueños de una carnicería, un criadero de ganado y una pastelería. Valezka, propietaria de uno de los locales comerciales, declaraba ganar $70.000 mensuales cuando los ingresos familiares superaban los $500.000.000 al año.

Después del reportaje se multiplicaron los casos: 100 en la Región de Los Ríos, 10 en Chillán, 29 en Chiguayante, denuncias en San Carlos y un largo etcétera en todo el país.

Pero las denuncias del programa no fueron una sorpresa para el Gobierno, que un año antes a través de un cruce de datos al azar-3- descubrió adulteraciones masivas en los puntajes.

“El programa de ‘Los falsos pobres’ fue una buena instancia para anunciar la nueva Ficha y los motivos del cambio. La gente también sintió que se iba a hacer justicia”, explicó Sergio Giacaman, ex Seremi de Planificación del Biobío entre marzo de 2010 y marzo de 2012.

Hasta julio de 2012 el Ministerio ha descubierto más de 50.000 casos de adulteraciones como, por ejemplo, afirmar ser cesante cuando se tiene trabajo o declararse analfabeto teniendo enseñanza básica terminada. La consecuencia de estas mentiras es que los beneficios no estaban llegando a quienes realmente los necesitaban.

El Gobierno reaccionó interponiendo denuncias en los Juzgados de Policía Local. Mientras tanto, la cartera decidió mejorar el instrumento, poniendo especial énfasis en la verificación de las respuestas. Para lograrlo se convocó a un Comité de Expertos, formado por diversos especialistas del área social, quienes iniciaron una investigación en junio de 2010.

Dentro de sus miembros estaba Ignacio Irarrázaval, Ph. D. en Política Social de la Universidad de Londres y Director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica; Mahia Saracostti, Trabajadora Social de la Universidad Católica y Ph. D. en Social Welfare de la Universidad de Nueva York; y Cecilia Ormazabal, Asistente Social de la Universidad de Chile y ex asesora de la Asociación Chilena de Municipalidades.

La comisión estudió la Ficha de Protección Social durante tres meses, enfocándose principalmente en sus fallas. Además con-

vocó a instituciones del área para que entregaran su opinión sobre el instrumento. Se recogieron las visiones del Hogar de Cristo, Fundación Tabor, Organización de Derechos Habitacionales, ProyectAmérica, Fundación para la Superación de la Pobreza, Libertad y Desarrollo y Fundación Jaime Guzmán.

También aportaron su visión instituciones de Gobierno como Junaeb, Compin, Fosis, Senadis y los ministerios de Educación y Vivienda y Urbanismo.

La comisión entregó en octubre de 2010 un informe sobre los errores detectados en la Ficha. Éste concluyó que el instrumento carecía de una corroboración de información eficiente, pues no contaba con bases de datos de entidades relevantes como la Superintendencia de Pensiones o el Servicio de Impuestos Internos.

La mentira más reiterada era bajar el nivel de escolaridad. No haber finalizado enseñanza básica o media bajaba considerablemente el puntaje en la categoría “Capacidad Generadora de Ingresos (CGI)”. Ésta se relaciona con las herramientas de las personas para obtener recursos a través de empleo y capacitación.

Jaime Bellolio, Asesor de la Fundación Jaime Guzmán. Fuente: Archivo personal Jaime Bellolio, Asesor de la Fundación Jai- me Guzmán y Máster en Políticas Públicas


de la Universidad de Chicago, fue uno de los especialistas que entregó su visión sobre la Ficha de Protección Social. “Vulnerar el instrumento era pan de cada día. Las falencias eran conocidas por todo el mundo y se mentía masivamente”, explicó el ingeniero comercial.

La investigación también detectó subjetividad en determinadas preguntas como el estado de las techumbres, los materiales de la casa y el acceso a servicios básicos, los que quedaban a criterio del encuestador. También, criticaron la falta de capacitación y preparación de quienes aplican el instrumento.

Por último, el Comité propuso agregar nuevos factores de medición como enfermedades catastróficas, por ejemplo, cáncer, VIH, diabetes o hipertensión. Además de incluir patrimonio y deudas, aspectos que en la Ficha de Protección Social no eran considerados.

Recomendaron construir una base con información de varias instituciones para evitar la entrega de datos falsos como el Registro Civil, Servicio de Impuestos Internos, ministerios de Salud, Educación y Vivienda y la Conadi.

“Lo que ocurría con el instrumento antiguo era que mentías gratis, eso hacía que los recursos no llegaran a las familias más necesitadas”, explica el ex Ministro de Planificación y Delegado Presidencial de Campamentos, Felipe Kast. Esto porque no se verificaban las respuestas y las personas que engañaban al sistema no eran descubiertas. Sergio Giacaman, ex Seremi de la cartera coincide en que “era un incentivo perverso para que alteraran sus declaraciones”, argumentó.

El Ministerio recibió el Informe del Comité de Expertos y comenzó a perfeccionar la Ficha de Protección Social. Este proceso terminó el 3 de noviembre 2011 con el anuncio del Ministro Kast: los beneficios estatales desde entonces se asignarán según la nueva Ficha Social.

Avance significativo en focalización

El instrumento comenzó a funcionar con un proceso masivo de encuestaje a las familias vulnerables. Éste debía iniciarse en marzo de 2012, pero se ha atrasado por falta de recursos o personal, por lo que su aplicación partió recién en junio del año pasado.

Fuente: Informe Final Comité de Expertos


Fuente: Elaboración personal

Con la nueva Ficha Social la escala de puntajes variará, porque la encuesta en sí cambió, agregando 17 preguntas nuevas y cinco bases de datos para verificar la información.

Este instrumento, explica el ex Ministro de Planificación, Felipe Kast, “corrige muchos errores de la herramienta antigua. El modelo es muy bueno, más sencillo y transparente”.

Pilar Phillips, miembro del Centro de Investi- gación Social de Techo (CIS UTPCH), apunta que “es un avance significativo, porque incorpora las deudas de las familias. Antes, esto no se medía y afecta el bolsillo de gran parte de los chilenos”.

Pero la mejora que más rescatan los expertos es el puntaje sectorial. Esto significa que la cifra universal se desglosará en criterios de medición como vivienda, educación e ingresos. Los beneficiados podrán ahora postular a ayudas estatales específicas de cada factor.

A este avance se suma que los hogares serán divididos en núcleos. “Ocurre mucho que hay dos familias con una misma ficha. Eso se corregirá con el nuevo instrumento. Serán una sola, pero estarán separados los grupos,

aunque estén allegados”, explicó Gustavo Apablaza, encargado regional en el Ministerio de Desarrollo Social. La ventaja es que las personas contarán con su propio puntaje para acceder de manera independiente a beneficios del Estado.

La segmentación ayudará a Johanna Ortiz. A sus 42 años, tiene un hijo de 18, es separada y vive con su mamá y hermano en Tomé. Ha postulado en reiteradas ocasiones para obtener un subsidio de vivienda, pero siempre es rechazada.

En el municipio le explicaron que al vivir de allegada el sistema asume que la persona que la recibe en su hogar puede mantenerla, porque la comida está en la misma despensa y comen de una sola olla. Le da rabia, porque ella aporta con su sueldo para cubrir parte de los gastos, pero ese detalle que considera “injusto” le impide acceder a la casa propia.

Su realidad cambiará con la nueva Ficha Social. Ya no dependerá del puntaje de su mamá, sino que será un núcleo familiar y podrá postular al beneficio que tanto ha esperado. “Con la cifra sectorial voy a poder lograr mi independencia y brindarle un hogar a mi hijo que sea mío y de él”, contó esperanzada.


Las diferencias entre instrumentos de focalización

Criterio

Preguntas

Criterios consultados

Ficha de Protección Social

45

Localización, grupo familiar, salud, educación, vivienda, situación ocupacional e ingresos.

Tenencia sitio, agua, baño, alcantarillado, número de habitantes, dirección, tipo de vivienda.

Registro Civil

Ficha Social

62

Localización, grupo familiar, salud, educación,vivienda,situación ocupacional, patrimonio, deudas, núcleos familiares, enfermedades catastróficas e ingresos.

Condiciones de la vivienda, número de habitantes, dirección, tipo de vivienda, acceso a luz, agua y alcantarillado, situación ocupacional. Complementado con documentación.

Registro Civil, Servicio de Impuestos Internos, FONASA, ministerios de Educación, Vivienda y Salud, Conadi y Superintendencia de Pensiones.

Formulario de Registro de Residentes, cédulas de identidad, cuentas de luz, agua, gas, internet, certificados de escolaridad, registro en CONADI, Carnet COMPIN, boletas de supermercado.

Poca. Más exigencia de documentación.

Verificación en terreno

Cruce de datos

Documentación exigida al encuestar

Cédula de identidad, cuenta de agua y luz.

Autodeclaración Alta. Poca documentación de respaldo.

Universal

Actualización voluntaria.

Nula

Uno a nivel regional

No

automática o

Puntaje

Caducidad

Sanciones por mentir

Fiscalizadores

Núcleos familiares


Sectorial

Actualización automática, voluntaria y reencuestaje cada dos años.

20 UTM

Seis a nivel regional

Sí

En resumen, 17 preguntas nuevas, documentación exigida para verificar y factores de medición que su antecesora no consideraba son los aspectos que los expertos más destacan de la nueva Ficha Social.

Además incluye los gastos divididos en tres categorías: personales como medicamentos o locomoción; del hogar, por ejemplo, supermercado; y extraordinarios como créditos y deudas con casas comerciales.


Retraso en la implementación

La Ficha Social se aplica en fases. La primera de ellas es firmar el acuerdo con los municipios. Tras ello, los equipos municipales convocan a las familias a través de una carta en la cual se les explica el nuevo instrumento y se les invita a llenar el Formulario de Registro de Residentes (FRR).

En éste deben declarar quiénes viven en el hogar, identificándolos con nombre completo, rut y firma de mayores de 18 años. Además, dependiendo de la comuna, se les exige cierta documentación como cuentas de agua y luz o certificados de escolaridad. Lo anterior debe ser entregado en la municipalidad y, tras ser revisado e ingresado al sistema, se le avisa a los miembros del hogar qué día serán encuestados.

Durante la entrevista debe estar presente el jefe de familia y el instrumento es aplicado

por un funcionario comunal certificado en el Registro Nacional de Encuestadores del Ministerio de Desarrollo Social.

El tiempo dedicado a este proceso varía se- gún el municipio y la capacidad de personal que éste tenga. San Pedro, por ejemplo, encuesta una semana después de recibir el Formulario de Registro de Residentes. Cuenta con seis personas dedicadas a nueva Ficha y dos digitadores. Su estado de avance es de 20% y es una de las más adelantadas de la Región para septiembre de 2012

El caso es diferente en Hualqui, donde sólo hay dos personas en terreno y una a cargo de ingresar la información al sistema, por lo que la entrevista en el hogar ocurre quince días después de ser entregada la declaración de quienes conforman el hogar. La falta de personal y poca respuesta de la población ante las convocatorias se refleja en el 3.9% de fichas digitadas.



Tras la entrevista, las respuestas son revisa- das y, de estar todo correcto, se digita. Si se encuentra alguna irregularidad como respuestas sin contestar o verificar, el encuestador debe volver al hogar a resolverlo.

Los expertos coinciden en que la nueva Ficha Social es un avance significativo en compa- ración a la antigua. Sin embargo, durante el proceso de instauración se han producido problemas en diversos aspectos: los consultados no entienden los cambios en las preguntas, nula capacitación al personal municipal, atraso en el ingreso al sistema del instrumento aplicado y bases de datos que continúan en construcción.

nuevos puntajes era diciembre de 2012, co- menzando a aplicar el instrumento en marzo de 2012, pero todo el proyecto se ha retrasado.

En el caso de la Región del Bío Bío, las 54 comunas debían aplicar 254.308 encuestas, pero hasta octubre de 2012 sólo se ha avanzado un 11%, es decir, 28.060 ingresadas al sistema.

La digitación es lenta, pues la mayoría de los municipios no cuenta con personal suficiente, explicó la Seremi Claudia Hurtado. “Hemos tenido que conseguir más recursos para que funcione mejor el proceso. La implementación no es fácil y se ha ido atrasando”, apuntó la autoridad regional.

Éste es el caso de Antuco, comuna que lleva 42 de 700 fichas digitadas. Según estadísticas del Ministerio de Desarrollo Social, su estado de avance a la fecha debiese ser de 574. La demora se debe a la tardanza en la llegada del capital para contratar al personal externo. Además las entrevistas comenzaron recién en septiembre.

Otro factor que agudiza este retraso es que los municipios están trabajando con la nueva Ficha, pero paralelamente atienden por Ficha de Protección Social. Aunque los puntajes del antiguo instrumento están congelados desde diciembre de 2011, pueden actualizarse por cuatro motivos: nacimiento o muerte de miembro de la familia, surgimiento de nuevo hogar o núcleo y cambio de jefe de hogar.

A esto se suma que el personal no es suficiente para convocar, encuestar, revisar y digitar las encuestas. Éste es el caso, por ejemplo, de Chiguayante. El equipo de la Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO) está compuesto por sólo seis entrevistadoras para 8.323 familias.

“Nuestro principal problema es que llevamos dos fichas al mismo tiempo y tenemos que

Nicolás Morovic, Director Regional de Techo hasta mayo de 2012. Fuente: Archivo personal

Nicolás Morovic, Director Regional de Techo considera que la implementación debe ser perfeccionada. “En charlas muestran que es una herramienta completa y bien hecha, pero al llevarla a terreno tuvieron muchas dificultades”, señaló.

El Gobierno de Sebastián Piñera y el Minis- terio de Desarrollo Social planificaron con detalles la instauración de la nueva Ficha Social. Su plazo establecido para generar


aplicar nueve mil nuevas. Con los trabajadores que tenemos no alcanza”, relató la encargada comunal de Ficha de Protección Social, Fabiola González.

San Pedro de la Paz está cumpliendo con los plazos, pero también ha presentado escasez de personal. En agosto, Audito Retamal junto al edil de Lota, Jorge Venegas, manifestaron públicamente su malestar por el proceso de implementación del instrumento.

Denunciaron retraso en la aplicación de la ficha por tener que llevar ambas herramientas simultáneamente. Declararon que los trámites son engorrosos, lentos y poco trans- parentes. El alcalde sampedrino explicó que la alta demanda de la población radica en que los bonos y subsidios que otorga el Es- tado son un gran incentivo para acercarse al municipio a pedir ficha o actualización de puntaje.

La comuna debe realizar 312 encuestas semanales con un equipo de 10 personas para cumplir la meta de 11.000 fichas en diciembre de 2012.

Tras los reclamos, la Seremi de Desarrollo Social, Claudia Hurtado, se reunió con ambos ediles y lograron un acuerdo para enfrentar la situación. “Llegaron los recursos corres- pondientes para contratar seis encuestadores más y adquirir nuevos equipos y con eso fuimos acelerando un proceso que partió desastroso”, rescató el alcalde sampedrino.

Pero no todas las comunas llevan el mismo ritmo. Una de las más atrasadas en la región es San Fabián de Alico. Según el Ministerio de Desarrollo Social, ha recibido sólo 30 de 814 Formularios de Registro de Residentes, es decir, el 3,6%.

El Director de Desarrollo Comunitario, Pablo Zambrano, apuntó que sólo hace un mes se

comenzó el proceso de encuestaje. “Los recursos llegaron tarde, porque se demoran los trámites estatales y se atrasa la contratación de personal externo”, explicó.

El ingreso de las respuestas de los beneficiados al sistema es otro factor de atraso. Gustavo Apablaza, encargado regional de la Ficha Social explicó que se aplican 60 encuestas diarias aproximadamente, tardando 45 minutos cada una. Para ello hay en pro- medio seis personas por oficina municipal, pero digitar demora una hora y son sólo dos miembros del equipo los encargados. “El trámite es engorroso y largo”, sentenció.

Para revertir estos problemas, el Ministerio de Desarrollo Social aceleró el proceso para 30 de los 354 municipios del país. Éstos deben tener todas las fichas ingresadas al sistema en diciembre de 2012 y fueron escogidos según su estado de avance. Dentro de ellos, nueve de la Región del Biobío cumplirán este plazo: Concepción, San Pedro de la Paz, Santa Juana, Arauco, Cañete, El Carmen, Coihueco, Ñiquen y Chillán.

El objetivo de esta iniciativa es contar con información lista para iniciar el modelo de cálculo de puntajes, el cual “está actualmente en construcción a nivel central”, explicó la Seremi, Claudia Hurtado.

Las dudas sin responder

La confusión es una constante en las oficinas de Protección Social de las municipalidades. En Chiguayante, todas las mañana el lugar se llena de personas que esperan respuestas sobre la citación y la fecha de encuestas, los+ certificados a entregar y por qué hay preguntas diferentes.

“Me enteré por los medios de comunicación. Nunca me explicaron nada”, dijo molesta Cristina Acuña, de 23 años. Tiene 2220 pun-


tos en la Ficha de Protección Social y es parte del Programa Puente de Chile Solidario. Vive en Hualqui junto a su pareja y su hija y vende alfajores para comprar pañales. Reciben subsidio de agua, luz y acompañamiento de una asistente social que los guía y les enseña cómo administrar presupuestos.

Hace dos meses la encuestaron con la nueva Ficha Social, pero ella pensó era para actualizar su puntaje, porque su pololo había quedado cesante justo quince días antes. “Nos pedían comprobantes y eran bien metiches. Preguntaron cuánto gastábamos en paños, qué le echábamos al pan o qué comprábamos en la feria”, relató la joven.

Cristina sabía que la encuesta había cambiado, pero no que era la nueva la que le aplicaron. Lo mismo se repite en otras comunas de la región, donde los beneficiados no entienden ni conocen la Ficha Social.

Los municipios, en conjunto con el Ministerio, han realizado capacitaciones a agrupaciones comunales. “Yo sé un poco más que el resto del campamento, pero hay personas que no entienden nada”, recalcó Cecilia Vallejos, Presidenta de la Junta de Vecinos de la Aldea El Morro en Talcahuano.

Para el Diputado (PS) por Arauco, Manuel Monsalve, el problema es que “la cartera no tiene la capacidad de informar a los ciudadanos”. A su juicio, la difusión ha sido incompleta, dado que “se han limitado a entregar un volante, pero implica un trabajo más amplio”.

Personal municipal coincidió con el parlamentario. “La gente no entiende que hay dos encuestas y que los puntajes están congelados”, destacó Fabiola González, Supervisora del instrumento en Chiguayante “no sabe cuál le aplicaron”.

En las oficinas municipales de Chiguayante, San Pedro y Talcahuano se ven afiches de la

Flyer de la Ficha Social Fuente: Ministerio de Desarrollo Social

nueva Ficha Social elaborados por el Ministerio. Bajo el enunciado “Si conocemos tu realidad, te podemos ayudar mejor”, explican brevemente el cambio y cómo éste impacta a los beneficiados.

El afiche enumera los nuevos factores de medición como enfermedades catastróficas y estudios; y la exigencia de documentación que certifique las respuestas declaradas en la entrevista.

Por último, invita a buscar en el sitio web www.fichasocial.cl más información sobre el instrumento, pero al ingresar la página está en blanco y sólo hay un buscador.

En internet, los datos sobre la nueva Ficha se encuentran en www.fichaproteccionsocial.gob.cl, donde sólo está disponible el mismo afiche que está pegado en las paredes de las municipalidades y los volantes que entrega el Ministerio.


La información tampoco está actualizada, porque afirma que los puntajes “entrarán en vigencia a fines de 2012”. Esto, según encargados municipales y la propia Seremi de Desarrollo Social no ocurrirá sino hasta julio de 2013, con un atraso de seis meses según lo declarado inicialmente.

En síntesis, la campaña de difusión no respon- de lo que los beneficiados más consultan: la asignación de nuevos puntajes. El texto más bien apunta a explicar los cambios entre fichas y los trámites del nuevo proceso.

El Director Regional de Techo (antes Un Techo para Chile), Nicolás Morovic, ha tenido la posibilidad de recorrer campamentos, aldeas y sectores vulnerables y detecta dudas en la población sobre la aplicación y plazos del instrumento.

“No sabemos decir cuándo podrán tener puntajes. Decimos 2013, pero no sabemos nada con exactitud”, explicó la encargada comunal de la Ficha Social en Chiguayante, Fabiola González.

Dirigentes culpan a los municipios, éstos al Ministerio y éste a los encargados municipales. “El problema es que nadie entiende la encuesta”, declaró el ex Seremi de Desarrollo Social, Sergio Giacaman. Además señaló que se llevó la información a presidentes de agrupaciones vecinales y a los equipos de Protección Social. Los beneficiados, aseguró, “no saben qué cambió”.

Los expertos coinciden en que la responsa- bilidad de este conflicto es compartida. Falta de claridad e información son los principales problemas que detectan especialistas. Pilar Phillips, miembro del Centro de Investigación Social de Techo, aseguró que tanto la cartera de Desarrollo Social como municipios dejan vacíos. No obstante, cree que es la cartera de Desarrollo Social la que comete más errores en esta materia. “Ni el personal comunal tie-

ne claro el instrumento, por eso no pueden responder las dudas de la comunidad”, profundizó.

La desinformación no es el único problema que enfrenta la nueva Ficha. También lo es la falta de capacitación y subjetividad en el proceso de encuestaje. Los trabajadores contratados para aplicar la herramienta no conocen el sistema, lo cual también genera retrasos.

Requisito: cuarto medio rendido

La mayoría de las municipalidades no exige ser técnico o profesional en Trabajo Social. Éste es el caso de San Pedro de la Paz, donde sólo el personal externo se vincula al área y no el equipo comunal. Es así como una de las encargadas de capacitar a las personas recientemente contratadas para aplicar la ficha es veterinaria.

Ella quiere mantener su identidad protegida, pero relató que comenzó a trabajar en el municipio para costear sus estudios universitarios. Comenzó como encuestadora y luego la contrataron como supervisora.

Confesó que, en sus primeros meses de trabajo, los vecinos la “hicieron tonta. Me contaron historias terribles y cambié respuestas” con el objetivo de beneficiarlos. Está consciente de que ésa no es una opción con la nueva encuesta “por el cruce de datos y el sistema en línea”. Alerta siempre a “las niñas que vienen llegando que no lo hagan”, sentenció la joven.

Ella cree que no ser profesional del área le jugó en contra y por eso recomienda siempre a su jefa contratar personas capacitadas. “No quiero que les pase lo mismo que a mí y menos con el sistema actual. Las van a pillar por tra- tar de ayudar”, declaró.


Fuente: Ministerio de Desarrollo Social

La situación indigna a las asistentes sociales que han trabajado entrevistando. Paulina Donoso tiene 28 años. Es titulada de la Universidad San Sebastián y entre junio y agosto de 2012 se desempeñó como encuestadora de la nueva Ficha Social, alcanzando a aplicar 300 antes de renunciar por bajos sueldos.

A las 8.00 partía su jornada, cuando su jefa le entregaba el material: Formularios de Registros de Residentes, direcciones, fichas, lápices de mina y gomas, identificación y una carpeta.

En el manual de preparación que le entregaron a Paulina, la aplicación del cuestiona- rio tarda 20 minutos. En la realidad “son 45 como mínimo, porque las familias te cuentan los problemas y tienes que entrevistar a cada persona mayor de 18 años”, explicó la asistente social.

Para trabajar como encuestador o digitador del nuevo instrumento es necesario estudiar el Manual de Información de la nueva Ficha Social y rendir una prueba de alternativas y términos pareados en las oficinas del Ministerio en la región. De aprobar, ingresan al Registro Nacional de Encuestadores y obtienen el certificado que los autoriza a realizar entrevistas.

Carolina Delgado tiene 23 años y es asistente social de la Universidad de Concepción. Se tituló en enero de 2012 y, como vive en Talcahuano, entregó su currículum en ese municipio para ver “si es que llamaban”.

A diferencia de Paulina, ella no fue capacitada por su jefa, sino que “me entregaron el libro para estudiar y me dieron la fecha de la prueba en la Seremi”, relató la joven.

Al aprobar, la Municipalidad la contrató a ho- norarios para aplicar el instrumento. Su sueldo varía todos los meses, porque le pagan por ficha aplicada. “Son $1412 por entrevista y tengo que hacer 12 diarias. Así gano más o menos $240.000 mensuales”, explicó la trabajadora social.

En Chiguayante, la situación es similar. “Yo recibía $1300 y si me ofrecían contrato indefinido el salario era de $210.000”, señaló Paulina Donoso. En el departamento en que ella trabajaba exigían como mínimo 10 encuestas al día.

Esta situación genera rechazo entre asistentes sociales. “Es terrible lo que pagan. Yo por eso renuncié. Estudié cinco años y entregando tarjetas de crédito gano tres veces más”, comentó molesta.


Como Paulina hay muchos casos. Carolina de hecho, afirmó tomar este trabajo “sólo por la experiencia y porque no tengo grandes gastos”. Como el interés es poco entre profesionales, los municipios sólo exigen cuarto medio terminado a los postulantes al cargo. Un asunto que atenta contra la calidad y veracidad de la información que recoge la Ficha.

El equipo de encuestadores en Chiguayante está compuesto por 12 personas entre plan- ta fija y personal externo. Cinco de ellas son asistentes sociales, una es contador auditor, otra parvularia y las cinco restantes no tienen estudios técnicos ni universitarios.

Paulina contó indignada que ella y sus colegas renunciaron “porque es una vergüenza que no valoren nuestro trabajo y formación”. Por eso el recambio de personal es rápido y constante. La consecuencia de esto es que son pocos los profesionales capacitados que aplican el instrumento.

Ofertas de trabajo de portales como Opción Empleo y Jobomas.com publican convocatorias para encuestadores. Dentro de los requisitos no se exige ninguna profesión. Sólo tener enseñanza media completa y haber rendido la prueba en la Seremi para ser parte del Registro Nacional de Encuestadores.

A Paulina le indigna que no sean profesionales quienes apliquen el instrumento. “No tienen conocimientos básicos ni conceptos éticos asociados. Si la ficha ya está desvalorizada, mínimo que sea alguien instruido en el área que la maneje”, manifestó.

Carolina coincide con su colega. “Se nota cuando no son asistentes sociales”, sentenció la joven. Para ella influye en el desempeño tener herramientas, porque “sigue habiendo subjetividad en la encuesta y es posible que se vulnere”.

Los expertos, por su parte, consideran que es un riesgo que el personal no esté prepara-

do. “Si la Ficha Social no es neutra, tiene que haber formación especializada”, argumentó Pilar Phillips de la fundación Techo. El Diputado por Arauco, Manuel Monsalve (PS), coincide con la investigadora de la fundación. Para él, ciertas preguntas del instrumento quedan a criterio de quien lo aplica. Esto hace que sea necesario “profesionalizar al máximo el proceso y eso no se está haciendo”.

Para evitar vulnerabilidades, municipios como Talcahuano y Cañete exigen que sus equipos estén compuestos por técnicos o asistentes sociales. El edil cañetino, Jorge Radonich, cuenta con un equipo pequeño de sólo tres personas en su comuna, pero se aseguró de que sean personas especializadas. Para él es “esencial la formación ética y profesional de quienes entrevistan”.

El alcalde dejó de confiar en la Ficha de Protección Social cuando se descubrió a falsos pobres en la ciudad. A su juicio el instrumento “no es creíble, porque los encuestadores necesitan una formación ética que no tienen y la encuesta todavía es manipulable”.

Concuerda con el jefe edilicio el Diputado por San Fabián, Frank Sauerbaum (RN), quien fue tajante al asegurar que “deben ser personas vinculadas al área social, porque estamos hablando de los más vulnerables y eso no es algo que pueda dejarse al azar.” El parlamentario agregó que “ya se hizo y las mentiras perjudicaron a miles de chilenos”.

En respuesta a estas acusaciones, el Ministerio se defiende. La Seremi de Desarrollo Social argumentó que “no tiene ninguna incidencia que los encuestadores no sean asistentes sociales, porque después de aplicar la ficha vie- ne la verificación de datos”, enfatizó.

Con ella concuerda la ex jefa regional de Plani- ficación entre 2006 y 2010, María Luz Gajardo.


“No pueden medirse las habilidades por un título. Lo importante es que reciban la capa- citación correspondiente y estén acredita- dos”, explicó.

Durante la instauración de la polémica Ficha de Protección Social tampoco se exigía profesión a los encuestadores. Los requisitos eran los mismos: enseñanza media completa. Tanto la ex Seremi como Claudia Hurtado creen que no es relevante si existe verificación de los datos. La dificultad de esto es que las bases de información siguen construyéndose y es probable que no logren terminarse para la asignación de los nuevos puntajes.

Estado de avance: en construcción

“Se van a pillar muchos mentirosos y sin- vergüenzas” declaró con seguridad Cecilia Vallejos, dirigente vecinal de Aldea El Morro de Talcahuano al ser consultada por la nueva Ficha Social.

A cuatro casas de la líder comunal vive María Silva, quien, junto a su marido y tres hijos, perdió su vivienda por el tsunami del 27/F. Ahora están en una mediagua que de a poco han ido arreglando y agrandando para estar más cómodos.

Fue encuestada en septiembre de 2012 con la nueva Ficha Social y le tiene fe, porque cree que terminará con las injusticias que diariamente ve

María Silva afuera de su casa en la Aldea El Molino, Talcahuano. Fuente: Archivo personal


en la aldea. “Aquí hay gente que recibe hartos bonos y tienen buenos sueldos”, contó molesta, pero confía que el cruce de datos que prometió el Gobierno frenará las irregularidades.

Caminando a comprar verduras se encontró con una vecina. Se saludaron y María siguió caminando. Algo en ella cambió. Suspiró y dijo enojada: “A veces sí me gustaría mentir, porque hay personas como ella que lo hacen y les ayudan más que a uno. Por su culpa tenemos que esforzarnos el doble”.

Continuó hacia el negocio, no sin antes decir “eso es lo bueno de que ahora vaya a estar todo en línea, porque se pondrá el RUT y saldrá la información. Los van a pillar y se hará justicia”, dijo esperanzada. Su ilusión demorará en concretarse, pues al estar atrasado el proceso de encuestaje también se tardará la

verificación de datos y la asignación de puntaje.

El plan del Gobierno era comenzar a cruzar las respuestas con las nuevas bases de infor- mación en enero de 2012, pero este proceso durará más de la cuenta. Las bases están en cons- trucción y sólo los antecedentes del Registro Civil y el Servicio de Impuestos Internos ya están a disposición del Ministerio.

Gustavo Apablaza, encargado regional de la Ficha Social explicó que las restantes, entre ellas la información de la Conadi, Superintendencia de Pensiones, el Compin y los ministerios de Educación, Salud y Vivienda están en proceso de levantamiento de datos.

A pesar de esto, existe poca claridad en los municipios sobre la verificación de declaraciones. “El cruce lo hará el ministerio cuan-



do nosotros terminemos de aplicar el instrumento. Tenemos que entregar las fichas preaprobadas e ingresadas al sistema. Después es tarea de ellos”, señaló Fabiola González, supervisora en la Municipalidad de Chiguayante. De encontrarse respuestas que no coincidan con lo arrojado por las bases de datos oficiales se chequean las declaraciones.

Mentir será caro. Las multas varían, pero podrían alcanzar las 20 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), lo que equivale a $792.980. Además, se interpone la denuncia en el Juzgado de Policía Local y se congela la entrega de los beneficios hasta determinar si es que se adulteraron o no las respuestas. Es esto lo que el Ministerio ha explicado en reiteradas ocasiones a los líderes comunales para que comprendan el riesgo que corren al alterar la información del instrumento.

En la sede social de Lomas Coloradas hay tres dirigentes vecinales. El lugar es de madera y húmedo. En las paredes hay afiches de diversos programas de Gobierno y trabajos manuales realizados en el Taller de la Mujer se exponen en una mesa.

Dos funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Región del Biobío llegan a las

11.15 horas a capacitarlos sobre la nueva Fi- cha Social. La charla explica el instrumento, sus cambios y el proceso de encuestaje. Gloria Correa escucha atenta. Lo que más le llama la atención es la verificación de datos.

“Tienen que entender que ahora está todo en línea”, le dijo después de la reunión a sus vecinos. “Muestren la realidad como es o se- remos nosotros los perjudicados”, puntualizó la dirigente.

Julia Sanhueza ya conoce los riesgos de vulnerar el sistema. Siempre le dio miedo mentir, aunque amigos le indicaban cómo. Ahora le da pánico. “Hay que respaldar las respuestas con documentación, porque se confirma la información”, contó mientras reunía los papeles que le pidieron tener el día de la entrevista. “Cuando yo era chica, se escondía el refrigerador o el tostador”, comentó entre risas, “después había que decir que no se terminó el colegio”, señaló la madre de dos hijas.

Mientras esperan el cruce de datos, hay municipios que piden ciertos certificados a la hora de aplicar la encuesta. San Pedro de la Paz, por ejemplo, exige acreditar la educación de los mayores de 18 años. Para acceder a éste deben acercarse al establecimiento en el cual estudiaron.

Julia Sanhueza junto a sus hijas.Fuente: Archivo personal


Pero el modelo tiene dificultades.

El problema de la escolaridad Carmen Flores tiene 43 años y no terminó cuarto medio. Tampoco Osvaldo, su marido. Viven en Boca Sur y en la municipalidad de San Pedro o los entrevistarían hasta que entregaran los documentos. Ella pudo obtenerlo, pero su esposo no tuvo la misma suerte.

El colegio donde estudió cerró y nadie ha sabido responderle dónde quedaron los papeles que necesita. “En la municipalidad le dijeron que fuera a la Seremi de Educación. Partió para allá y le explicaron que sus datos no están en el sistema”, explica Carmen.

Osvaldo pidió respuestas, pero, según su espo- sa, la única solución que le plantearon fue un programa nocturno para terminar la enseñanza básica. Nuevamente sin certificado, Carmen se dirigió al municipio a contar la situación. Llegó a las 7.15 a la oficina para sacar número con la esperanza de que la atendieran temprano. Llevó revistas, sopas de letras y allá se encontró con vecinas que estaban también en trámites por la nueva Ficha.

Eran las 9.00 y, cansada de estar sentada, se paró y recorrió el lugar. En las paredes había afiches y letreros de ambas herramientas. “Sólo se atiende Ficha de Protección Social por los siguientes motivos”, se leía en una hoja tamaño carta impresa con grandes letras negras. Junto a ella destacaban los colores del Gobierno. Es la información oficial sobre los trámites y cambios.

El reloj marcó las 11.24. Habían pasado más de cuatro horas y al fin su número apareció en la pantalla. Carmen se acercó al mesón a buscar las respuestas. Tardó sólo cinco minutos y salió con un papel en sus manos: www.mineduc.cl. “Dijeron que me metiera a esta página y llamara al teléfono que aparece ahí para pedir el certificado a Santiago”, explicó desilusionada y molesta.

No tiene acceso a internet en su casa. Tampo- co sabe usar el computador. “Mi hijo me va

a ayudar”, comentó la mujer mientras camina hacia la Avenida Pedro Aguirre Cerda para tomar la micro.

Carmen pidió el certificado, pero éste tardó 25 días en llegar a Concepción. Fue la última de la cuadra en ser encuestada por la nueva Ficha y aún se pregunta por qué tanto trámite por un papel.

Educación es el gran “pero” del proceso de verificación de datos del instrumento. No existe una base completa de egresados de enseñanza básica y media y, aunque está en construcción, no alcanzará a estar terminada para corroborar las declaraciones de los encuestados.

Benjamín Maureira, ex Seremi de Educación. Fuente: navarro.cl

Benjamín Maureira, Seremi de la cartera, ex- plicó que estos antecedentes están actuali- zados desde 2002. Éstos pueden ser usados con inmediatez. “Es más difícil construir hacia atrás, pero lo estamos haciendo”, enfatizó la autoridad, agregando que “en tres años esperamos tener hasta la década de los ‘80”.

Felipe Kast, ex Delegado Presidencial de Campamentos señaló que el Ministerio de Educación está obligado a levantar la información correspondiente”. Pero cuánto tardará este proceso es algo que no supo responder.

La verificación de datos con la declaración de escolaridad no será efectiva en los casos en


que no existan certificados o el municipio no los exija. Esto generaría la primera falla de la nueva Ficha Social.

“Podría vulnerarse de nuevo el sistema”, aseguró Sergio Giacaman, porque “los que mienten son adultos mayores. Dicen no tener enseñanza media cuando son técnicos o no haber terminado octavo cuando tienen educación completa” y sus respuestas no po- drán contrastarse, porque la información no está disponible.

La verificación sólo será efectiva en los municipios donde el certificado es exigido al encuestar. Esto porque al consultar por los datos, como es el caso de Osvaldo, su nivel de escolaridad se agrega automáticamente a la base nacional.

Benjamín Maureira aseguró que con ello se “acelera el proceso de construcción”. Sin embargo, hizo un mea culpa: “Lamentablemente habrá personas que no tendrán la informa- ción, pero gran parte sí”. El Seremi de Educación no se atrevió a dar la cifra exacta de chilenos que no están en el sistema.

Claudia Hurtado tiene una mirada más posi- tiva que su antecesor en el cargo. “No tarda- rán tres años. Yo creo estará lista antes y po- dremos hacer el cruce de datos”, aseguró la Seremi, aunque no definió una fecha exacta.

Pero los encargados comunales de la Ficha y expertos coinciden en que la Educación es el aspecto más vulnerable del nuevo instrumento. “Lo más probable es que también aparezcan casos de falsos pobres”, sentenció Fabiola González, cuyo municipio no exige certificado de escolaridad.

El Gobierno también prometió aumento en la fiscalización en terreno, pero sólo hay un encargado en la región. Sergio Vidal debe hacer el seguimiento de las 250.000 fichas. Tiene que revisar cómo se aplica la encuesta, la

digitación de las entrevistas y la verificación de datos.

Al anunciarse la nueva Ficha Social, los miembros del Ministerio de Planificación prometieron dos supervisores por provincia para evitar vulnerabilidades. Hasta octubre sólo había uno en toda la región.

En noviembre de 2012 el equipo creció, pero está di- vidido entre ambas fichas. Son en total seis personas que deben recorrer la región informando a dirigentes vecinales y fiscalizar el trabajo de encuestadores, digitadores y revisores en los 54 municipios.

A pesar de que aumentó el número de personal contratado para supervisar el proceso, expertos y trabajadores municipales consideran que la cifra sigue siendo baja. “Si los encargados son pocos y no hay contrastación de información como la escolaridad, surgirán nuevos falsos pobres”, argumentó Jaime Bellolio, Asesor de la Fundación Jaime Guzmán y Máster en Políticas Públicas de la Universidad de Chicago.

Felipe Kast, ex Delegado Presidencial de Aldeas y campamentos. Fuente: Ministerio de Desarrollo Social Felipe Kast reconoció este riesgo, aunque confía en la efectividad de la constatación y la fiscalización. “No podemos impedir las mentiras al 100%, pero hemos hecho un avance significativo en materia de verificación”, rescató el ex Ministro”.


María Luz Gajardo también reconoció la vulnerabilidad de la nueva Ficha, aunque destacó los avances realizados en los cruces de información. “El chileno es astuto y siempre se le ocurrirá algo para mejorar su puntaje. Lo importante es que ahora será descubierto y sancionado”.

Pero para evitar falsos pobres es necesario un perfeccionamiento constante del instrumento de focalización y, con él, completar el proceso de constatación de datos para que no se pro- duzcan vulnerabilidades. Así, los beneficios se canalizan de mejor manera y llegan a quienes verdaderamente lo necesitan.

Puerto Saavedra alteró su puntaje y fue destituido; personal de la Municipalidad de Alto Hospicio accedió a viviendas sociales teniendo sueldos sobre los $600.000;el Senador Juan Pablo Letelier (PS) acusó a funcionarios de San Vicente de Tagua Tagua de modificar fichas para obtener beneficios, entre muchos otros.

Sin embargo, era siempre el antiguo instrumento el cuestionado. No se había publicado nada sobre la nueva Ficha Social hasta el 8 de octubre de 2012, cuando el equipo comunal de Puerto Montt debió enfrentar el primer gran escán- dalo. Éste no se relacionaba con retrasos en la implementación, sino con mala utilización de la herramienta.

Entre $80.000 y $300.000 Elías Moisés Barría cobraba a las familias más vulnerables a cambio de asegurar beneficios sociales que temían perder con el cambio de encuesta. Recién se dieron cuenta que habían sido estafados cuando llegaron los verdaderos empleados municipales a entrevistarlos.

El Seremi de Desarrollo Social de la Región de Los Lagos, Felipe de Mussy, denunció públicamente la existencia de un falso encuestador, quien no está inscrito en los registros del Ministerio y, además, está utilizando una identidad ficticia. La autoridad debió reiterar que la nueva Ficha Social es gratuita y que el personal comunal siempre cuenta con identificación.

En el Biobío no se han presentado denuncias como ésta. Sin embargo, el proceso de im- plementación no ha estado exento de polé- micas. Vecinos de Chillán se negaron a ser en- trevistados con el instrumento, dirigentes de Concepción encararon al Ministro Lavín por el alza de puntajes sin explicación y alcaldes de San Pedro y Lota reclamaron públicamente por falta de apoyo por parte de la cartera.

Los retrasos en el proceso de implementa- ción, escasez de recursos en municipios y el congelamiento de los puntajes han sido

“El dolor de cabeza del Gobierno”

Al parecer al ministro Lavín le incomoda hablar de las dificultades de la nueva Ficha Social. De hecho, durante su visita a la región en octubre de 2012, sus asesores recomendaron no preguntarle sobre el tema.

Joaquín Lavín, ex Ministro de Desarrollo Social Fuente: Terra Agustín Riesco y Álvaro Izquierdo no dieron detalles, sólo aseguraron que el jefe de Desarrollo Social “no se referirá públicamente al tema”. Los problemas del nuevo instrumento de focaliza- ción ya comenzaban a salir a la luz.

Durante todo 2012 han aparecido en diversos medios de comunicación denuncias recientes de falsos pobres. El Alcalde de


parte de un cambio que la Seremi Claudia Hurtado define como agotador.

Ella misma recalcó que “la Ficha Social es el dolor de cabeza del Gobierno”. Esto, según explicó, por lo problemática y polémica que es una herramienta de estratificación social, así como la existencia de riesgos de falencias del sistema y los baches en el proceso de cambio.

Un instrumento que para las autoridades de la cartera y expertos es una mejora significativa en comparación a su antecesora, pero que, sin lugar a dudas, sigue teniendo imperfecciones.

Por el momento, el gran cuestionamiento de la población, personal municipal y especialistas es cómo se medirán los nuevos puntajes si la aplicación de la Ficha Social no está terminada. El proceso de encuestas masivas debía finalizar en diciembre de 2012, plazo que no se Cumplirá en 45 de las 54 comunas de la región.

No está ideado el método que se usará para asignar puntajes y tampoco se conoce si el modelo de cálculo cambiará en compara- ción al instrumento antiguo. “Lo más probable es que sí se modifique”, agregó Gustavo Apablaza, encargado del instrumento en el Biobío, pero no supo especificar en qué aspectos. “Espera tenerse claro en enero de 2013”, explicó.

Pero no habrá nuevos puntajes hasta julio de 2013 y el problema del retraso es que no hay respuesta para los beneficiarios con respecto al congelamiento de sus subsidios. Johanna Ortiz, desilusionada, deberá seguir esperando convertirse en un núcleo independiente para postular a la casa propia.

A la Diputada por Coronel, Clemira Pacheco (PS) le molesta la situación. Enojada por no poder dar respuesta a las dudas de los habitantes de su distrito declaró que “si no se da a

conocer ni se planifica, no se podrá tampoco explicar a la comunidad qué se está midiendo”. Para la parlamentaria, esto genera ignorancia y miedo en la población.

María Luz Gajardo, Ex Seremi de Planificación entre 2006 y 2010 Fuente: Coronel.cl María Luz Gajardo, por su parte, señaló que el problema que tiene el Gobierno en esta materia es que “prometen cosas que no se cumplirán y las personas esperan. A ellos no les importa el puntaje, sino los beneficios a los que pueden acceder y con un año y medio de atraso es normal que exijan respuestas”, enfatizó la ex Seremi.

Un problema de expectativas

A 12 meses de su anuncio y ocho meses desde su implementación, las esperanzas están puestas en los cambios que la nueva Ficha Social pueda generar para que la ayuda estatal llegue realmente a quienes más lo necesitan. Expertos de todos los colores políticos creen que será una mejora y los pobladores, al menos los honestos, confían en que con ella se repartirán de manera justa los beneficios.

Pero se generaron demasiadas expectativas y la implementación fue a la rápida. Se prometió que los puntajes se congelarían sólo


durante 2012. Sin embargo los hechos muestran que será al menos un año y medio.

Una de las promesas no cumplidas era verificar los datos de escolaridad para comprobar que la gente dijera la verdad. Esto no es posible, ya que sólo hay información desde el 2002 a la fecha. La anterior estará disponible recién en tres años.

Aumentar la fiscalización era uno de los pilares de la asignación de los puntajes, pero hasta octubre sólo había un supervisor en toda la región. A esto se suma que recién cuando empezaron a detectarse los primeros problemas se entregaron más recursos a las municipalidades para aumentar el personal. Y si a ello se agrega que la gente todavía no sabe o entiende poco de los cambios, se genera un clima de crítica y desconfianza en torno a la nueva Ficha Social.

Claudia Hurtado reconoció que la Ficha debe ser mejorada y entiende que es un proceso de perfeccionamiento a medida que se vayan encontrando falencias. Asumió que el “dolor de cabeza” no terminará, pues aún queda una etapa compleja que es la asignación de nuevos puntajes. Ésta tiene a millones de chilenos a la espera de cifras actualizadas para postular a subsidios.

Mientras tanto, en el sector rural de Talcamávida, Florentina Vergara entiende poco de política. No está a favor ni en contra del actual Gobierno y menos conoce a quienes toman las grandes decisiones del país. Sólo quiere que le entreguen su puntaje cuanto antes para postular a un Capital Semilla de $300.000, emprender con la venta de huevos y mandar a su hijo a un internado para que siga estudiando.

Está esperanzada en que se terminarán las injusticias, pero le decepciona saber que seguirá seis meses más a la espera de un subsidio. Mientras tanto su vecina Claudia, quien tiene un auto en la puerta de su casa y es dueña de una panadería, sí recibe el beneficio que a ella le negaron.

Paulina Henoch, Investigadora de Libertad y Desarrollo. Fuente: Libertad y Desarrollo Paulina Henoch, Investigadora de Libertad y Desarrollo, explicó que “es un instrumento que constantemente debiese ser ajustado, pues la pobreza es un fenómeno dinámico y el modelo debe ir adaptándose”.


NO PUEDE CUMPLIR -...

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