No Queremos Amo Peru

31
"NO QLJEREMOS AMOS". LAMBAYECANOS EN LUCHA POR LIBERTAD E IGUALDAD (AFRONORTEÑOS, 1750-1850)' GUILLERMO FIGUEROA LUNA NINFA IDROGC) CUBAS TEFAC? . Chiclayo .Perú. ABSTRACT. En ba,se u documentación de archivo. la ponencia explora las actitudes de resistencia. adaptaciói-i o de colaboración de los esclavos negros. en sus expresiones i.ndividuales y colectivas. Se documenta las manumisiones pagadas y los litigios judiciales corno formas de adaptación: y el ciinarronaje. los palenques de Tumán y de Fei-reñafe y el homicidio social del miiyordomo en Pomalca. cuino formas de resistencia a la opresión esclavista. Aunque los esclavos negros carecieron de proyecto social opuesto a la sociedad colonial. mosti-aron profunda y constante resistencia a la opresión. en una gama de actitudes que iban desde la manun-iisión pagada y el litigio judicial (adaptación en resistencia) hasta la protesta política y la revuelta colectiva. pasando por el cimarronaje y el homicidio social. todo ello dentro de una constante bú:jqueda de la libertad. On the grouds of the archives. the proposal explores the actitudes of the resistence adaptation or collaboration of the colour slaves in their individual and collective expressions. Their adaptation inrans were the paid manumissions and the judicial litigation. Their resistence means to the slave opression werw the runaway. the stockades of Tumán and Feñerrafe and the social homicide of the majordorno in Pomalca. Although the colour slaves lacked a social project opposed to the colonial society, they showed a deep and constant resistence to the opression in a rage of attitlides tha.t went from the paid manuinission 2nd the judicial litigation (adaptation in resistence) to the political protest and the collective revolt. going thnough the i-unaway and the social homicide. al1 this within a constant searcl-i of liberty. ' AGRADECIMIENTO. La prescntacicíri de lo presente ponencia al II Semii~ariode Invcsti~aciones Sobre Historiu y Cultura de loa Afroperuanos ha sido posible gracias al apoyo del CES Solidaridad de Chiclayo. ' Taller de Estiidios Fariny Abanto Calle. CONTRASTES. Re& lita de Historia. N". 9- 10. 1994-1997.

description

relaciones entre esclavos y amosresistencias

Transcript of No Queremos Amo Peru

  • "NO QLJEREMOS AMOS". LAMBAYECANOS EN LUCHA POR LIBERTAD E IGUALDAD (AFRONORTEOS, 1750-1850)'

    GUILLERMO FIGUEROA LUNA NINFA IDROGC) CUBAS

    TEFAC? . Chiclayo .Per.

    ABSTRACT. En ba,se u documentacin de archivo. la ponencia explora las actitudes de

    resistencia. adaptacii-i o de colaboracin de los esclavos negros. en sus expresiones i.ndividuales y colectivas. Se documenta las manumisiones pagadas y los litigios judiciales corno formas de adaptacin: y el ciinarronaje. los palenques de Tumn y de Fei-reafe y el homicidio social del miiyordomo en Pomalca. cuino formas de resistencia a la opresin esclavista.

    Aunque los esclavos negros carecieron de proyecto social opuesto a la sociedad colonial. mosti-aron profunda y constante resistencia a la opresin. en una gama de actitudes que iban desde la manun-iisin pagada y el litigio judicial (adaptacin en resistencia) hasta la protesta poltica y la revuelta colectiva. pasando por el cimarronaje y el homicidio social. todo ello dentro de una constante b:jqueda de la libertad.

    On the grouds of the archives. the proposal explores the actitudes of the resistence adaptation or collaboration of the colour slaves in their individual and collective expressions. Their adaptation inrans were the paid manumissions and the judicial litigation. Their resistence means to the slave opression werw the runaway. the stockades of Tumn and Feerrafe and the social homicide of the majordorno in Pomalca.

    Although the colour slaves lacked a social project opposed to the colonial society, they showed a deep and constant resistence to the opression in a rage of attitlides tha.t went from the paid manuinission 2nd the judicial litigation (adaptation in resistence) to the political protest and the collective revolt. going thnough the i-unaway and the social homicide. al1 this within a constant searcl-i of liberty.

    ' AGRADECIMIENTO. La prescntacicri de lo presente ponencia al I I Semii~ario de Invcsti~aciones Sobre Historiu y Cultura de loa Afroperuanos ha sido posible gracias al apoyo del CES Solidaridad de Chiclayo. ' Taller de Estiidios Fariny Abanto Calle.

    CONTRASTES. Re& lita de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • INTRODUCCION

    La preocupacin del presente trabajo es la de explorar la respuesta de lu poblacin oprimida frente a la opresin y explotacin. Dentro de esta inquietud existen avances interesantes. por ejemplo. cuando Christine Hunefeldt (1993) estudia las posibilidades y problemas de los esclavos en su camino indivicI~iil hacia la libertad. destacando que "la explicacin central de la disminucin de la poblacin esclava fue la autocompra" (p. 16). Seala tambin que la prioridad de los negros era la libertad y que aprendieron a usar las contradicciones del sistema esclavista (pgs. 5 1. 53).

    No hemos podido consultar el ltimo libro de Carlos Aguirre (1993). pero este autor. en un trabajo anterior ( 1990). subrayando que "cimai-rones y bandoleros estaban estrechamente ligados" seala. sin embargo, la sustancial difersencia entre ambas manifestaciones de "infraccin de la ley":

    "Para los esclavos. la fuga s constituyc un elemento que apuntaba hacia una transforinacin cualitativa de su situacin individual y colectiva. y disfrutaba de un cierto consenso acerca de su legitimidad. La fuga de un esclavo prefigura la liquidacin de la esclavitud y proyecta una accin estrictamente individual hacia una conquista social y colectiva" (p . 176- 177). (En cambio) "en el siglo XIX el bandolerismo y los palenques configuraban una actividad 'pariisitarin' del orden doniinante mis que una alterativa distinta de organizacin social" (p. 174).

    Estas constataciones son pertinentes ante las interrognntes que suscitan las tres posibles actitudes frente a la opresin: la resistencia. la adaptacin y la colaboracin. que en los trinirios de Okihiro se llamaran: la resistencia. In resignacin y la cooptacin (citado por Aguirre 1990: 139).

    Debe tomarse tambin en cuenta la categora de "adaptacin en resistencia" (Stern 1990: 37-33), frente a la cual habra que preguntarse si puede conceptuarse tambin una "adaptacin resignada". puesto que en la gama de actitudes posibles hay mayores y menores niveles de pasividad o resignacin, diferenciaclos por cambios no slo cuantitativos sino tambin cualitativos, hasta el grado de rebelin. Con los cambios del caso. es aplicable la pregunta que plantea Steve Stern:

    "Por qu en un nioniento determinado la resistencia y autodefensa campesina en curso. toma crecientemente la forma de violencia colectiva contra la autoridad establecida". (Ibd: 32).

    Como seala con acierto Carmen Vivanco (1990) para comprender estas actitudes no se debe estudiar solamente las cumbres destacadas del movimiento social como compartimientos estancos, sino que debe anrilizarse la continuid:id de las contradicciones generadas al interior de la sociedad por los intereses enfrentados cle las clases y10 grupos que la conforman (p. 28).

    En este sentido. el presente estudio, explora las diferentes formas de respuesta de los esclavos y ex escla\,os. plantendonos. sobre todo. las c~iestiones de si son formas de resistencia. de resignacin o de cooptacin. por un lado; y si son respuestas

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • individuales o colectivas. por otro. Hablamos i3e resistencia cuando la respuesta significa o busca la cancelacin.

    rilinque fuese inonientnea, de la relacin de esclavitud. Consideramo5 que la respuesta es de adaptacin o resignacin cuando lo que busca es un alivio: y creeiiios que la respuestade colaboracin o cooptacicn es aquella en que se busca participar. aunque sea momentinea. ininoi-itaria y subordinadamente. de los beneficios de la explotacin.

    Buscando comprender la participacin de trabajadores en el proceso histrico. la seleccin del segmento de poblacin se ha efectuado, por un liido. debido a la accesibilidad de las fuentes: y. por el otro. debido a que en el caso de los esclavos la contradiccin entre los actores soci:iles se presenta ins claro, ms despojado de ropajes jurdico-ideolgicos. lo que puede permitir aslar y comprender mejor el conflicto sociril.

    No olvidannos l r i complejidad y los numerosos problemas de una investigacin de este tipo. teniendo en cuenta sobre todo que la mayora de la poblacin era india y que el estudio dt~l conflicto social debe coniprender a todos los segmentos de la poblacin y todo5 los tipos de conflicto. Por tanto. el presente trabajo es parte de uno ms ainplio ya en curso sobre el conflicto social en su coiijunto

    La seleccicin del periodo depende tambin de las fuentes. peso sobre todo del hecho de que en el periodo de descomposicin del sistema colonial y de transicin hacia un nuevo ise ponen sobre el tapete problemas polticos e ideolgicos que en otros periodos permanecen en segundo plano.

    Utilizamos los fondos documentales del Arcliivo Lambayeque. esperando posteriorniente ain.pliur la indagacicri a otros archivos.

    No est deins aclarar que ninguna persona ni institucin pblica ni privada ha contribuido econinicamente a esta investigacin.

    1 UBICACION DE LOS ESCLAVOS

    En 1793, e1 funcionario colonial Joseph Ignacio Lequanda deca acerca de Laiiibayeque:

    "En cuanto a los negros, se ven muy pocos libres. Casi todo5 son esclavos de las haciendas de fabricar jabn, azcar y de panllevnr ... (los mas de) los mulatos y sanibos de este Partido viven tambin ligados al cautiverio: los libres se r-iiantienen ya de diversos oficios. y ya de la agricultura" ( 1793:286: p.62)

    La ubicacicin preferencial de los escl~\~os en las actividades que requeran mano de obra calificadii es tambin mencionad:^ en el documentado estudio de Susan Ramrez:

    "Los esclavos iiegros. que probablemente constituan una de las fuerzas laborales ms caras. tanto en capital inicial como en el coste anual de inantenimieiito. se adquiran y entrenaban sobre todo para realizar trabajos especializado5 en la nianufact~ira de azcar y jabn.. . los hacendados preferan a los indios para las faenas

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- 10. 1994-1 997. 99

  • agrcolas pesadas ... para ahoi-i-irselas a los negros.. . sustituir ri un indio por otro indio ... les costaba mucho menos que comprar un esclavo . . . ) Tambin en las estuncias. la divisin del trabajo se haca con ci-iterios raciales. Numerosos esclavos se ocupaban de fabricar jabn y curtir los cueros; mitayos y jornnlerc~s trabajaban coino mano de obra no cualificada o seinicualificada" ( 199 1 : 182- 183)

    Este alto costo va a influir en la actitud de los amos frerite a los motines o delitos individuales de sus esclavos. buscando que la represin se hiciese al menor costo en fuerza de trabajo que fuese posible.

    Extraamente. yerra Lequanda cuando dice que hay pocos negros y morenos libres. pues la estadstica de esos aos estableca la presencia de 3.152 "pardos libres" al lado de slo 1.83 1 esclavos, sobre un total de 35,193 habitanites (Unanue 1795: 7 13). En su conjunto. constituan el 14 9. de la poblacin. Su importancia no resida en su cantidad, relativamente reducida, sino en su ubicacin en ,ireas claves de lu economa. Por otro lado. parte de los esclavos estaba dedicada al ser\~icio domstico. con una funcin no slo econmica sino tambin ideolgica. al sustentar el status o prestancia de siis dueos.

    El estudio de los protocolos de notarios de fines del siglo XVIIl e inicios del XIX muestra claramente que alrededor de la mitad de Ins transaccio~nes consignadas en ellos se referan a esclavos:compi-a-ventas. poderes para vender. testamentos. manumisiones, etc. Esto evidencia una situacicn muy fluida. en la cual los esclavos cambiaban de amo o de condicin con bastante frecuencia.

    11 ACCIONES INDIVIDUALES

    Al considerar esta clase de acciones no debemos olvidar que ninguna accin. poi- aislada que parezca. deja de ser un producto social. Hunefeldt y Aguime han documentado bastante la necesaria solidaridad en que se sustentab;~ el cimarronaje, el bandolerismo y hasta la manumisin. Sin embargo. parece hnber una diferencia cualitativa en el grado de conciencia que se requiere piira realizar una gestin o infraccin legal solo que para hacerlo colectivamente. Asimismo. si bien la legislacin permita gestiones individuales, las colectivas no estaban permitidas. Y. por ltimo. las repercusiones que estos diferentes tipos de acciones tenan sobre la estabilidad social eran tambin evidentemente muy diferentes.

    2.1. LAS MANUMISIONES GRACIOSAS. Se llamaba as a los casos de liberacin de un esclavo por iniciativa del amo y

    sin costo para el manuriiitido. Esta es, evidentemente. una accin dentro del sistema y que revela adaptacin o resignacin . puesto que para lograr este tipo de "gracia" el esclavo tena que haber mostrado sumisin y "buenos servicios" por muchos rios.

    El capitn Jos Joaqun de Perarns. viudo y albacea de Grr:goria Fei-nandes de La Cotera. al disponer la libertad del zambo Martn Tejada manifest que lo haca "en

    CONTRASTES. Re\.i\ta de Historia. N". 9- 10. 1993- 1997.

  • consideracin a su fidelidad y buenos servicios sin que medie otro inters" (AL. Protocolos del Notario Juan de Dios Peralta. 28/41] 8 14. asiento 67. ff. 78v-80).

    Juan Roniuialdo Vidaurre. al inoi-ir sin herederos forzosos y legtimos. dispuso en sil testamento que 5 de sus esclavos quedaran cautivos. liberando a tres. a los que donaba. adems. :?O0 pesos. 100 pesos ms una tienda, y una casa en la calle Sun Roque. respectivaiiiente (Ibd.. mayo 18 14). Evidentemente, esta "generosidad" deba ser fuerte argumento para que otros dueos de esclavos pregonasen la "fidelidad"

    Juan Romualdo de La Parra. en mayo de 1813, dispuso la libertad de la negra bozal Mara del Carmen, pero orden tatiibiri que sus 3 hijas y 2 nietos siguiesen esclavos (AL. prot. cit: 94v- 108v)

    Evidentemente. en este y en muchos c:isos, la liberacin est en razn directa de la edad y en razn inversa a la utilidad esperada del esclavo. Adems, al manumitir a esclavos viejos. el alno se libeia del costo de mantenerlos, dejndolos a su suerte.

    3.2. LAS vlANUMISIONES PAGADAS. En estos casos. la iniciativa pertenece al esclavo, aunque exista seguramente

    variedad de casos :y negociaciones con los anios. Uno de estos casos es la "consueta" o condicin expresa consignada en la venta

    de un esclavo de que el precio de ste deba mantenerse fijo o sin rebasar un tope, con el fin de que el es~clavo pudiese comprar su libertad. El tope de precio de los zambos Jos Antonio Arbul y Jos Mara. al ser vendidos por el presbtero Manuel del Rusco y por Seferino de Polo. fue respectivainente de 177 y 300 pesos (AL. protocolos cit: asientos 10 y 15).

    Un caso revelador es la compra de la libertad de los nios por sus padres. llegando a comprairlos incluso en el vientre materno. como fue el caso de la esclava Balentina. que el imes de Junio de 181 3 compr la libertad de su hijo en gestacin. pagando a su ama Mara Ignacia de Medina la cantidad de 25 pesos (ibd.. asiento No 67. ff. 90\. y 91 ).

    Estas iicciones. si bien constituyen bsqueda de la libertad individual, parecen constituir una actitud de adaptacin en resistencia. porque el esclavo tiene que someterse a las condiciones establecidas y el precio que pagaba contribua seguramente a la reproduccin del sistema global. Sin einbargo. el esclavo sala del rubsisteina esclavi,ta.

    Por otro lado, hay sntomas de que algunos casos de autocompra de los esclavos se producati por incapacidad de los dueos de seguir reproduciendo la relacicn de esclavitud. As. el 1 1 de Mayo de 1814, Jos Garca y Sousa. aparentemente menor o enfermo. de padres fallecidos. dio libertad pagada en 300 pesos a su esclava Mara Antonia Garca. a travs de su curador Mai-iano Bulln. Dijo que lo haca "por no tener como subsistir".

    3.3. LITIGIOS JUDICIALES POR LA LIBERTAD

    CONTRASTES. Re\,i\ia de Historiii. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • Ubicado tambin dentro del sistema global y de la adaptncin. pero con un mayor grado de conflicto. con mayor nivel de independencia del esclavo. fue la bsqueda de libertad a travs del litigio judicial.

    El 22 de Setiembre de 1813. se consign que la zamba Santos, comprada a Pedi-o Rojas "tiene litis en Lima. alegando ser nula esa venta y est de su cuenta en Lima con cuatro o cinco hijos" (AL. Prot. JDP, As. 127).

    En Julio de 181 1 . Manuela de Cordoba vendi a Josefa Isidorii de Cordobu su esclava Aniceta en 375 pesos. En Febrero del ao siguiente. dicha esclava y su hijo Enrique fueron vendidos a Santiago de Burga. Todo pareca noi-inal. pero en algn momento la inadre de Aniceta. Mara de los Santos Navarro. entabl litigio por la libertad de su hija. alegando ser "fraudulosa" esa venta porque ella --la abuela- haba iiacido libre y por consiguiente sus hijos tambin eran libres.

    El 20 de Noviembre de 18 15 logr sentencia definitiva de la Real Audiencia. resolviendo esa libertad y la de su nieto. Pero su trajn no terri-iin all: todava tuvo que obtener un Superior Decreto ordenando a los subdelegados de los Partidos de Lambayeque y Piura hacer cumplir la sentencia. lo que fue hecho el 71 de Febrero de 1817.

    Entretanto. el nio Enrique, con el que la esclava haba sido "friiiidulosainente vendida". haba muerto: pero Aniceta fue libre con su hija Felicianai de cuatro aos. Es evidente que la intervencin de la madre-abuela fue decisiva. Ella, como parda libre. tena tal vez algn trabajo por lo menos aceptable. porque, sino. , d e dnde afi-ontar el costo del litigio?

    Sin duda tambin. la ilegal esclavizacin de Aniceta cont con cmplices entre las autoridades. pero stas al parecer no sufrieron sancin. S tuvo que responder por el precio de Aniceta la sucesora de Manuela de Crdoba. que entreg otra esclava (de 9 o 10 aos) y 75 pesos ms (AL. Causas Civiles 18 17. D(o)a Manuela de Cordoba. con Mara de los Santos Navarro, sobre la libertad de esta y sus hijos)

    Otro caso muestra la combinacin de manumisin pagada co'n el litigio judicial. En Octubre de 1795. el pardo libre Jos Manuel Portugal celebr contrato con la duea Josefa Ripalda. recibiendo como libre a su mujer Mara Anselma Vellodas. comprometindose a pagar dos pesos mensuales hasta completar los 100. Lleg a pagar 50. pero la ama se retract y volvi a someter a cautiverio a 1;i ex esclava y a sus dos hijos ltimos (el primero haba muerto).

    La misma Mara Anselma Bellodas inici litigio por su libertad el 20 de diciembre de 1817, obteniendo que en Junio del ao siguiente el Virrey Pezuela ordenase no se le moleste mientras el Subdelegado de Lamhayeque resulviese definitivamente el asunto. El expediente no pai-ece completo. pero aparentemente Mara Anselma s obtuvo lo que reclamaba. Es de notar que ella saba firmar (AL. C~iusas Civiles 18 17. Autos de Mara Anselina Vellodas).

    El ao 1824. el esclavo Andrs Arriaga. preso en la circrl de Lambayeque. reclamab~i que su amo Jose Gavino Sosa. de Olmos, le diese libertad. Lo acusaba de

    103 CONTRASTES. Revista de Hi\iria. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • enviarle al monte descuidando su alinieritacin y sin pern~itirle or misa. Expres Iiaber fugado a altas sierras y estar en esa condicin por 13 meses. Sin eiiibargo. parece que anteriormente haba intentado negociar su libertad con el amo, ofrecindole 200 pesos. Iv que el dueo -que reclainaba 300- no acept. El esclavo alegaba que era ya anciano. y reclainaba se le (diese papel de venta

    El mismo ao. Manuel Pacifico Enec dio papel de venta a su esclava Mara Evarista Muecas. tasndola en 400 pesos. Ellu y su esposo. el esclavo Manuel Sales, pidieron al Alcalde de Chiclayo no admitir la contraquerella del dueo y que se tomase en corisideracin que In esclava echaba sangre por la boca. por lo que debera disminuirxe el pi-ecio. (No consta la solucin final en estos dos ltimos casos).

    El mes de junio de 1834, la esclava Mara de la Cruz Navarrete. que haca un ao haba sido vendida por los herederos de Ysaga. entabl proceso contra su nuevo amo. Leandro Reao. acusndolo de miiltratos. exceso de trabajo. no darle ni un vestido y. por el hecho de haber declicado unas horas a buscar otro dueo, tenerlil "detenida en casa cori el aspecto de presa". Expresaba adems que su amo la habia coinprado en 770 .pesos g ahora reclariiaba 300. lo que dificultabn su inanumisin.

    Con un proceso parcializado. e influido sin duda por la condicin prominente de Reao -que hahii sido gobernador-. el juez fall poco despus. declarando ...

    "Sin lugar la demanda de la esclava Mara de 111 Cruz. pudiendo su arno cilstigaila quando diese margen. esto es quando coinetiere alguna falta. arreglado al supremo decreto dlel 14 de octubre de 1825".

    Al menos pos lo visto. las posibilidades de lograr la libertad por inedios judiciales no haban aumentado nada luego de la Independencia. En general. no creemos que los litigios exitosos para los esclavos fueran lo predominante, sino ms bien eran excepciones. Pero, perdiendo o ganando. expresan una aspiracin a la libertad y un difcil aprendizaje de la lucha en el terreno eneiiiigo y en las condiciones establecidas por los esclavistas.

    Contradictoriamente. los litigios podan "mantener la esperanza" en la legislacin o justicia colonial. pero tambin quebrarla en los casos de fallos negativos al esclavo.

    2.4. LA FLJCA O CIMARRONASE Esta era "1;1 forma ms frecuente y eficaz" de resistencia (Aguirre 1990: 140),

    puesto que privatia al amo de fuerza de trabajo y recuperaba para el esclavo su capacidad de decidir. aunque con las graves restricciones propias de la condicin de fugitivo permanen- que tena el cimarrn. Esta forina de resistencia. aunque carece de proyecto social, s afecta iil sistema en su conjunto.

    En Lamba~~eque, entre 18 13 y 18 14. se procesaba a dos esclavos. Jos Manuel Barba (a) Manora y Vicente Palleza. por el escalainiento de una casa y la sustraccin de la esclava Evarista (AL. Prot. SD Peralta. 181 3. as. 101: ff. 149v: y I X 14 as. 9: f: 1 l v )

    CONTRASTES. Rel ista de Historia. N". 9- l O. 1994- 1997.

  • El ?O de Setiembre de 1813 se consigna que una esclava. que haba sido comprada a los 9 aos. se encontraba fugada en Lima. otoi-gri(iose un poder para recupei-arla (Ibd.. 181 3. as. 135. ff. 179v- 180).

    En el cimarronaje debe comprenderse a los fugados de otros lugares que vienen ii residir. temporal o permanentemente en Lainbayeque. Por ejeinplo. en 18 17. \e encontraba preso en la crcel de dichri villa el esclavo fugado Manuel de la Encarnacin Baqujano. proveniente de Lima, de poder de Rosa Ramrez de Arellano. Se qued dos aos sin que su unia fuese a recogerlo por tener {que pagar elevadas costas (AL. Causas Criminiiles 1817. Autos ... para esclarecer lo:, autores del niotn formado la nocl-ie del 15 de Mayo).

    En algunas ocasiones. los ciniarrones perseguidos defendan tenazmente su libertad hasta pagarla con su vida. En 1808 se consigna que

    "en aos pasados ... un negro esclavo de la hacienda de Luya a quien por ladrn y profugo prendi (el) teniente de alcalde pi-o\.incial ... lo puso preso en la crcel de la tina (de los Iiermanos Pinillos). y haviendo quemado la puerta eri compaa de otro preso . quiso D. Jose Maria (sobrino de los caballeros Pinillos:~ contenerlos como mayordomo y en el choque que tuvieron el negro le dio una pedrada en la cabeza y este recibio una estocada por cuyas heridas ambos murieron en el mismo da ..." (AL. Autos Criminales ... por el asesinato de su mayordomo Don Jos Pastrana. f. 62)

    Otro caso. que parece mostrar diversas actitudes I-iiicia los cit-iiarrones ocurri en el pueblo de Guadalupe (que entonces perteneca al Partido de L,ambayeque). al sur de Saa. El mes de setiembre de 1806, en el monte de la hacienda Cerrillos. el negro cimiirrn Agustn de la Madre de Dios Semana result herido en las dos manos y en otras partes por un disparo de escopeta que le hizo Jos Sisniegas.

    Este ltimo. que se present como soldado y logr que su caso fuese visto en el fuero militar. declar que cuando estaba cazando venados encontr una senda. una choza y un fogn que le hicieron presumir palenque, siendo en seguida atacado por dos negros: a uno de ellos -dijo- lo derrib de un golpe y al otro tuvo que dispararle con la escopeta. no obstante lo cual an sigu luchando ya practicamente sin manos el ciinarrn. Dominado ste, Sisniegas declara haber escapado, por temor a los dems cimarrones del p~ilenque.

    La versin de Agustn Semana es distinta. Reconoce haber estado prfugo de su amo, el presbtero Josef Bernuy. dueo de la hacienda Talambo. pero seala que estuvo buscando padrino para retornar donde l, en cuyo intento s'e encontr con uiiii sobrina prfuga tambin (de otra ama). momento en que ocurri la agresin inmotivada de Sisniegas. Adems. niega la presencia de otro negro. Conducido herido donde su amo. ste no lo acept (,porque ya no tena manos?) y tuvo que recogerlo su hija Petrona Semana.

    En priinera instancia. la indagacin y resolucin fueron fiivorables a Sisniegas. que result absuelto. Pero con la intervencin de los sucesores del presbtero Bernuy - Juan de la Torre y Mariano Quesada (este ltimo. abogado que lleg a ser "protector

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- 1 O. 1993- 1997.

  • de naturalesu)- la causa se complic para el heridor. La causa no prosigiie porque Sisniegas muere a fines de Junio de 1807 (AL. Causas Criminales 1806. Siinn Al\,nres ... f i 1- 35).

    Queda en duda si haba palenque. pues la enftica negativa del cimarrn herido puede ser slo una coartada. Pero s se revela la existencia tle cimarronaje. pues Semana estuvo fugado nada menos que siete meses. Asimismo. se revela las tensiones que produca el cimarronaje. Poi- otro lado. al proseguir el juicio. los sucesores de Bernuy buscaban una indemnizacin. aunque los bienes dejados por Sisniegus apenas ~ilcanzaran para pagar las costas del proceso: 158 pesos.

    3.5. UN CASO DE HOMlCIDIO SOCIAL: CAYALTI 1802 La Libertad Jurada a los Dados Coycilt. propiedad ubicada en la provincia colonial de Saa. hoy departamento

    noiperurino de Larnbayeque. era una hacienda iintigua y haba cambiado varias veces de propietario. pasando por las manos de la testaiiientara Fernndez de la Cotera. que la transtiri a Joset' Andrs Delgado. llegando despus a las rilanos de Pedro Haro. (Toda la informacin del presente inciso proviene del Archivo Lambayeque: Causas Criminales 1802.)

    Lo que conocemos del conflicto se inici segn parece en el mes de mayo de 1802. cuando Fraricisco Prieto ( a ) "El Panameo", i-iiayoral de lu hacienda. arriesg a los dados unos 50 pews frente a Francisco Sales Ruvios. esclavo de esa hacienda. Este ltimo tena unos 30 arios de edad.

    Al principio le fue bien 31 n-iriyoral. ganando por dos veces. Pero en la tercera. perdi. Le pidi entonces al esclavo que le devolviese el dinero. encontrndose con su rotunda negativa. A consecuencia de esto, el mayoral le tom animadversin a Francisco Sales. por lo cual este ltimo sufri su "ojeriza y persecusin".

    Conociendo el terrible poder que tenan los hacendados y sus representantes sobre los esclavos. es de imaginar lo difcil que se le hara a Francisco Sales la \,ida en In hacienda.

    Pero ;,de dnde tenan no slo el mayoral sino tambin el escla\io 50 pesos. cantidad elevada para ellos? La respuesta es que tambin el mayoral era esclavo y ese dinero lo estaba juntando para comprar su libertad, es decir. para con\lertirse en "sambo o moreno libre" a travs de la "manumisin pagada". Aunque en el expediente no se precisa nacla. esta respuesta debe ser tambin vlida para el esclavo Sales: posiblemente tambin l estaba juntando dinero para comprar su libertad.

    Este factor nos ayuda a comprender el terrible odio que debi experimentar el mayoral. al ver a>, alejarse sus esperanzas de libertad por la va de la adaptacin al sistema.

    La Fuga y el Homicidio La persecucin que sufra oblig a Francisco Sales Ruvios a escapar. Segn

    declar postericirrnente. primero se fue a la hacienda Luya por unos das. luego a

    CONTRASTES. Revi\ta de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997. 105

  • Bebedero (que actualmente pertenece a Cayalt) y despus a Oyotin. en la otra banda del ro Saa y que no era ni es parte de Criyalt. Era entonces un ciiniirrn. pero por alguna rnzn no explicada no se alej mucho y luego volvi.

    Segn esas mismas declaraciones. regresando a Cliyalt se encontr coi1 el sambo Ignacio. con quien se puso a conversar. Al aparecer el nia;yoral, Sales declara haber primero huido, detenindose luego a suplicar. Como seguramente el mayoral no hizo caso de sus ruegos. volvi a huir. El mayoral lo alcanz armado de un cuchillo y - segn Sales- se hiri a s mismo con dicha arma. en el cuello. Entonces el cimarrn. herido en la mano y la cabeza. escap. esta vez definitivainente.

    Coino el mayoral muri. el nico testigo fue el sainbo Ignacio. quien declar que el rniiyoral le tena animadversin a Francisco Sales por la citada prdida en el juego y que el amo Pedro Haro habri ofrecido a "El Panameo" 50 pesos por I n captura del cimarrn. Asimismo. que el mayoral le dijo a Sales que se entregase, a lo cual ste se resisti, resultando muerto Francisco Prieto en el forcejeo

    El Proceso v la Condena Capturado el cimarrn Sales. el proceso judicial. como suceda entonces

    normalmente. fue moroso y clarainente parcializado contra el esclavo. No se le nombr defensor y no se le per~niti presentar testigos. El 18 de novieinbre del ao siguiente (1903). el fiscal pidi la pena de horca para el cimarrn. ucusrndolo adeinrs de robar y asaltar en los caminos "en trajes mujeriles".

    El 13 de noviembre de 1804. Francisco Sales fue condenado a 10 aos de prisin. en sentencia firmada por el subdelegado del Partido de Saa, JosS Diez del Campo. El 8 de noviembre siguiente y el 4 de enero de 1805, la Real Audiencia de Lima ratific la sentencia, de cuya ejecucin no tenemos inrs datos.

    Solidaridad con el Cimarrn El caso evidencia claramente, por un lado. la constante lucha de los esclavos

    por su libertad. aunque fuese por el camino de adaptacin en resistencia. pagando el precio de la manumisin.

    Por otro lado, es evidente que la actitud abusiva del riiayoral. que empuja al esclavo ;I abandonar la adaptacin y pasar a la resistencia (ciniarronaje y luego homicidio). no era casual sino parte del sistema esclavista, en el ciial los amos usaban a unos esclavos para oprimir a otros. instigando la divisin y la (enemistad entre los oprimidos. El ofrecimiento de recompensa por la captura del cimarrn demuestra claramente esto

    Los factores circunstanciales -la aficin por el juego y la intransigencia de los dos esclavos. que no buscan un arreglo amistoso entre ellos- actan sobre esa base y es as como a uno de ellos lo comprometen ms con la causa del amo: y al otro lo llevan a romper con el sistema. convirtindose en cimarrn.

    Cabe destacar por ltimo que los cimarrones slo podan subsistir y mantenerse libres gracias u la solidaridad de otros esclavos y de gente libre perteneciente a la plebe. En el caso del cimarrn Francisco Sales Ruvios. se supo que quien le haba

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9-10. 1994-1997.

  • curado la mano y la cabeza fue iina casi anniina Antonia, que as brindaba solidaridad an arriesgando sii propia lihertiid.

    3.6. LA PROTESTA POLITICA COMO MOTIN INDIVIDUAL "!Muei-a el mal gobierno!" Jos Patro priineros meses de 1784, en la crcel de Lambayeque. no se le instruy proceao o ste no prosper por no haber iiiirito suficiente. conforme sostuvo su esposa. En esta situacin, en unin de otros presos. Gei-aldo huy de esa prisin el ines de abril del citado ao y no fue recapturado entonces.

    Recin el 31 de agosto del mismo ao. uno de los alguaciles del pueblo, alegando haber orden para su ciiptiira. habra intentado matarlo, en casa de las seoras Garca, ubicada eri la plaza de Lambayeque.

    Segn declararon despus el inismo Geraldo y varios testigos. el curtidor logr evitar la muerte y quitarle el sable al alguacil. Luego, escap para su casa y se arm de un rejn (asta de madera con la reja del arado en un extremo). con el cual se dirigi hacia la plazn gritando:

    !Viva el Rey y muera el mal gobierno, que en Larnbayeque no hay justicia!". Se ubic frente al local del Cabildo y sigui gritando: "!Que salga el alguacil Villavicencio para matarlo! !Que salgan los demis justicias para matarlos!"

    Efectivamente. salieron no slo varios alguaciles sino el mismo corregidoi- de la provincia, quien ijispar contra Geraldo a corta distancia, pero su pistola "rio dio fuego". Se produjo entonces una increble situacin de impotencia de la autoridad. frente a un solo honibre mal armado.

    Se haba juntado alguna cantidad de gente en la plaza y el corregidor se puso a sritar: "!A m. del Rey!". pero nadie acudi en su ayuda. Ms bien. varias personas aconsejaron a Geraldo que escapase. una le tir de la camisa y otra lo puso al anca de su caballo ya fuera de la plaza. Regres todava Gei-aldo a recobrar un caballo que la autoridad le haba incautado y luego escap al monte y despus hacia Mochuin y Motupe.

    Desciiartizar al insolente

    CONTRASTES. Revijta dc Historia. N". 9-10. 1994-1997.

  • Jos Patrocinio Faya (Geraldo) fue capturado das despus en Motupe. por una comisin especial encabezada por uno de los esbirros ins notables. miembro de I n "Santa Hermandad" en la provincia. Encarcelado en Lambayeclue, fue sometido a un rgimen carcelario dursimo: encerrado y sujeto con grillos en los pies y un p. ,i 1 o entre ellos. se le soltaba una vez al da y slo una vez cada 34 horas reciba algn alimento.

    Su esposa y un sacerdote intercedieron. pidiendo se le aliviase este tratamiento. pero la brutal respuesta del juez (el misnio corregidor que haba sido desafiado por Geraldo) fue: "Que siga la prisin corno hasta aqu".

    En el juicio. numerosos testigos declararon sobre los hechos relatados y sobre los antecedentes del curtidor. subrayando sobre todo su "insolencia, atrevimiento. descaro, osada. altanera" y otros caractersticas del acusado. Sol~re todo, se resalt que en numerosas ocasiones haba insultado a "personas de condi'cin" y que en una oportunidad le haba faltado el respeto a un sacerdote.

    No obstante sostener que en Lambayeque "los indios, dando prueba de fidelidad. se mantienen en paz inalterable". el fiscal pidi 1i1 pena de muerte para Geraldo. agregando que debera ser: "... decapitado. arrastrado y descuartizado. para escariniento de la mulatara y mesticera que viven slo de las violencias y extorsiones".

    Asimismo. mostraba su asombro e indignacin. expresando que: "En todo el reino no habr pro\:incia ms altanera, nis sobre s ... , E n dCinde se ha visto - subrayaba- que u n solo mulatillo armado de rejn se haya ati-elido .a desafiar a todo Lin seor Juez. en medio de una plaza no vaca3?"

    Uno de los motivos que determinaban esta pretensin del fiscal era el an fresco inlpacto del movimiento de Tpac Amaru. cuyo recuerdo es citado por el fiscal. haciendo un paralelo entre el insulto y desafo que Geraldo haba hecho al corregidor de Lambayeque con la ejecucin que hizo Tpac Amaru del corregidor de Tinta. Si a tiempo se hubieran frenado las insolencias no hubiera ocurrido la insurreccin - sostena-.

    "Un valiente que se sabe defender" En su defensa. Geraldo neg todos los cargos, expresando que nunca haba

    robado nada y si hiri a alguien en una ria fue en defensa propia. Afirm que el supuesto insulto a una "persona de condicin" haba sido slo cont~estarle que "su cara [la de Geraldo] era igual a la de cualquier cristiano". As tambin que le haba replicado a un sacerdote -sin saber que lo era-. por discrepancias en el juego, cuando el religioso estaba en un boliche vestido de civil y acompaado de una mujer: agreg que ya haba sido perdonado por dicho clrigo.

    Respecto a la noche del 31 de agosto. reconoci los hecho:;. afirmando que lo haba hecho como reaccin ante el intento de asesinato del que hiaba sido ob.ieto: y aleg como atenuante el hecho de haber estado borracho.

    La suerte del reo estaba echada y recin al tina1 -a pedi'do del defensor de Geraldo y slo por cumplir una formalidad- se accedi a escuchar a seis testigos de la

    CONTRASTES. Re\ isla de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • defensa. entre ellcis a un mulato panameo y a la duea de la caiitina donde el acusado haba estado bebiendo.

    Estos testigos corroboraron Iri embriaguez del acusado la noche de los hechos. afirmaron que le:, constaba que Geraldo nunca haba robado ni matado 3 nadie y mencionaron que un sacerdote y algunos caballeros distinguidos lo apreciiiban. (Posiblemente poli la parcialidad del proceso. estas personas no fueron llamadas a declaiar).

    Mis an. rnostrando una perspectiva triica y de clase opuesta a la \,isin de la lite dominante. declararon que:

    "Entre los de su clase. Geraldo era muy apreciado por ser hombre de bros y valiente" y "por i~sai- el oticio de guitarrista". As tambin que era "de genio muy ardiente" y que "el motivo que tienen pasa tenerlo por malo es que se sabe defender".

    Es decir. buena parte de la plebe se identiticaba con Jos Pati-ocinio Faya. por su constante actitud rebelde. contestataria y de bsqueda de la libertad e igualdad. Lo que evidencia que el desafo al corregidor no fue un hecho aslado ni tampoco un simple pi-oducto d'e In borrachera.

    Ms bien. incluso el terror que paraliz al corregidor y sus esbirros frente a u n solo hornbre estuvo sin duda causado por el temor de que la riiasii asumiese una actitud rns activa en solidaridad con el miembro de su clase que admiraban y apreciaban. Detrs de ese rebelde aparentemente aslado estaba gran parte de la plebe. a la que la lite dominante teiina.

    Finalmente. el asesor recomend la pena de seis aos de prisin. que el reo deba cumplir en los Castillos del C;111ao. El expediente se interrumpe sin incluir la sentencia ni su ejecucin. por lo que no sabemos si Geraldo fue llevado al Callao o logr nuevamente fugar para seguir desafiando al poder colonial.

    3.7. LA APilIGA DE LOS PRESOS Y FUGITIVOS A inicios del siglo XVIII. en Lanibayeque, Mara Isabel Valiente tena 33 aos

    de edad. era zainba y la llamaban "La Prisca". El 15 de marzo de 1816, fue acusada de hiiber colaborado ten la fuga que varios presos haban hecho el da anterior de la crcel de Lambayeque. pues uno de los prfugos sera su ainante. El indicio para sospecl-iar esa complicidud era el hecho de que en la madrugada posterior a la fuga se haba encontrado en la casa de Mara Isabel a Jos Mara Muro (a) Chequn, con el caballo fatigado y sudado. sospechndose que tambin era cmplice de la fuga.

    Ella neg el cargo y aclar que su relacin con Sapayo era slo de amistad. por lo cual en algunas ociisiones le llev comida a la clrcel. Su relacin con Chequn era tambin de ami\tad y la madrugada en cuestin se haha limitado a darle alcjaiiniento lo que hizo con saitisfiiccin. segn agreg.

    No obstante tan comprometedoras amistades (uno. delincuente convicto, y el otro. sospechoso). Masa Isabel logr su libertad das despus. pues no liabn pruebas contra ella. Sin eimbargo. casi dos meses despus. uno de los prfugos se present

    CONTRASTES. Revista dc Historia. N". 9- 10. 1994- 1997. 109

  • voluntariamente y declar. entre otras cosas. que el alcayde Te.jaadia haba sometido a chantaje sexual a Mnrii Isabel. posiblemente aprovechando sus visitas a su amigo Sapayo.

    Y dos aos despus. el 23 de setiembre de 1818. una ronda nocturna de alguaciles volvi a apresar a Mara Isabel. b40 la acusacin de que:

    "tiene por costumbre abrigar a todo facineroso en su casa ocultndolo con los 1-obos que hacen, por lo que ha estado varias ocasiones presa. y luego por la fuerza de empeos que tiene esta samba ha salido a continuar s ~ i inveterada costumbre coadyuvando con limas y llaves a la fuga de los reos de la carcel" [23]

    Tampoco haba nada ms que sospechas en esta ocasin. pt:ro Mara Isabel fue sometida a proceso, cuyo desarrollo no se conoce por interrumpirse el expediente. (Esti interrupcin puede ser sntoma de que no se pudo hallar pruebas y la acusada volvi a ser libre: o puede estar causada por la fuga de la proces~ida).

    Uno de los motivos para que las autoridades creyesen que Mara Isabel perteneca al mundo de la delincuencia era el hecho que al parecer viva sola. pues se menciona su casa y no la de su esposo o concubino. Es decir. rompa con las normas y valores de la sociedad colonial. que oficialmente proclamaba que toda mujer deba vivir bajo la tutela de un varn o de un hogar constitudo. Llama tambin la atencin su fidelidad a la amistad. pues no niega ni abandona a sus amigos. an a costa de ponerse en riesgo o sufrir abusos por hacerlo. En todo caso. era una personalidad incmoda para el opresivo y patriarcal orden colonial.

    2.8. LUCHA CONTRA LOS MALTRATOS Y POR LA IGUALDAD Por un lado, hubo esclavos que entablaron procesos, quejndose de la sevicia

    de sus amos y buscando que la justicia obligase a aquellos a dejarlos cambiar de aino o comprar su libertad. Estos casos aumentan al empezar la Repblical. pero sin aumentar las resoluciones favorables a los esclavos

    Por ejemplo, el mes de julio de 1824. la esclava Juana acus;j a su ama Manuela Francisca Esteves. del pueblo de San Pedro, de "un gravsimo y piiblico castigo", que la dej inmovilizada. Sin embargo. luego de unos das que la esclava estuvo depositada en una casa. la autoridad fall que se la devcllviese n su aino. "apercibindole [a la esclava] que en lo sucesivo se maneje con el respeto que debe". Esta resolucin fue firmada por Mariano Quezada. uno de los Ilamildos "prceres de la Independencia lanibayecana", y que en ese momento era "Juez de Derecho de Lambayeque".

    Tambin se presentaron este tipo de procesos iniciados por zambos libres. como Matas Vilela y Quiroga. sargento de las milicias de pardos. que el 22 de octubre acus al comerciante Mariano Garcn y a Jos Marri Albjar de haberlo golpeado y maltratado pblicamente en el coliseo de gallos de Lambayeque. para obligarlo a un careo que el juez de gallos an no ordenaba.

    El proceso fue largo y al final el acusador sali procesado por supuestamente

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- 10. 1993- 1997.

  • habei- dado libertad a un ladrn meses ritrs. a cambio de dinero. Sin enibai-go. la causa por maltratos --que lleg nada menos que a la Audiencia y al Virrey-- qued en un virtual empate. fallndose que:

    "... tanto el sargento corno dicho don Mariano se excedieron de la inoderricin .... [Crtese el progreso de esta causa y] que se les apei-cibn para en 10 subcesivo".

    Estos casos son notables sobre todo por la gran desigualdad de poder ecoriniico y poltico entre las partes. De tiil modo que ya un empate poda considerarse una victoria.

    111 ACCIONES COLECTIVAS

    3.1. EL REACLAMO DE LAS MILICIAS DE "PARDOS" La protesta de los milicianos "pardos" y "morenos" del Partido de Saa o

    Lambayeque se produjo como reaccin a los cambios en el rgimen de ti-ibutacin en los aos 1778 y 1'779. cuando el visitador Jos Antonio de Areche dispuso la extenaibn del tributo a las diversus "castas" que antes no lo pagaban. Los ex esclavos ("pardos" y "inorenos" libres) fueron afectados por la llamada "con tribucirn ini l i tar" ascendente en algunos lugares a 2 pesos anuales.

    La negativa de los ex esclavos lambayecanos a tributar ha sido ya documentada por Waldemar Espinoza ( 198 I : 183). Fernando Romero t 1994: 3.4) y Mark Burliliolder (1972). Reseando a este ltimo. Christine Hnefeldi escribe:

    "En Lambayeque los milicianos se niegan a pagar lo que se denomin contribucin militar. Reconocieron que este dictamen iba contra sus intereses. Deciden escribir al virrey fundamentando su actitud. Ante sus exigencias y el temor de un "desbiinde fenerall de castas". el Virrey tuvo que ceder a sus reclamos. Negros. pardos y mulatos. unificados por vez primera y con fuerza en las manos, quedaran exonerados de esta tributacin considerada por ellos mismos denigrante. ya que los colocara en el mismo escaln que al indgena" (1972: 72).

    La misma autora seala que este logro fue posible porque en todo el pas se agitaban ya las protestas que culminaron en el alzan~iento de Tpac Aniaru.

    Si bien el reclamo es efectuado por milicianos, de los cuales muchos eran ex esclavos y otros posiblemente haban nacido ya libres. debe tenerse en cuenta que en las milicias de "morenos" participaban tambin los esclavos. Aunque stos no estaban sujetos a la tributacicn. algn contacto tuvieron con el moviiniento y alguna leccin sacaran del mismo.

    Este reclanqo efectuado colectivamente revela que algo se les escap del control de los gobernante\: los "morenos" fueron reunidos para servir al Estado colonial y no para defender su:. intereses: pero una vez juntos advirtieron que podan hacer esto ltimo. Este caso [nuestra la importancia de estudiar si hubo otras formas de

    CONTRASTES. Revista de Hihtoria. N". 9- 10. 1994-1 997. 1 1 1

  • representacin colectiva. ya fuese temporal o sostenida por algn tiempo

    3.2. AGITACION TUPAMARISTA EN LA HACIENDA LA VIA Segn 13 carta que escribi al Corregidor, el 28 de Julio de 188 1. el hacendado

    de la Via. Benito Antonio de Caldas. "se encontr con los corto!; criados de trabajo que haban quedado fugitivos acompaando a los que anteriormente se haban ausentado". La frase es confusa. pero da idea de fugas de la hacienda. Luego de unas indagaciones. el hacendado hizo apresar al "mestizo serrano de la provincia de Loxa Josef Jaramillo (casado con una esclava de la hacienda)". lo tuvo 12 das en el cepo con grillos y luego lo remiti a la crcel de Lambnyeque.

    Lo acus de tenerle "la hazienda revuelta los esclavos sin obediencia. por haber divul_~ado que con el nuevo rey, todos eran libres".

    El coronel Francisco Aljobin. al parecer propietario vecino. declar en el proceso que tambin los peones de su tabacal estaban "en la creencia de poderse coronar el insurgente Tupa Amaro". que varios lo dijeron aunque !;lo se acuerdan de Jaramillo. Asimismo. crean que con dicha coronacin seran libres los esclavos y quedaran exentos los mixtos del tributo. pues Tupa Amaro no habsa muerto. Algunas de estas expresiones seran de Fulgencio Corts. de quien se sospecl7aba era "abrigador de cimarrones".

    En su defensa. Jaramillo declar que todo era falso. que al c'ontrario lo que hizo fue avisar al hacendado que sus esclavos proyectaban fugar: y que: stos en venganza lo acusaron falsamente. La causa parece inconclusa, aunque en junilo de 1782 Jaramillo hegua preso y fu trasladado a1 hospital por estar con terciana.

    No obstante lo confiiso de los indicios, llama la atencin el hecho de que todos los esclavos de la hacienda La Via. unnimemente. se negaron a declarar ni en favor ni en contra de Jaramillo. (AL. Causas Criminales 1781: Causa Criiminal contra Pedro Jaramillo por Cedizion).

    En todo caso. es evidente que la conmocin del movimiento tupainarista haba llegado tambin a agitar a los esclavos de las haciendas lambayecanas y que el programa de la insurreccin era percibido como dirigido a favorecer tanto a esclavos como a ex esclavos (mixtos).

    3.3. ACCION POLITICA CONTRA LAS CARCELES Los Libertadores de Presos El 3 1 de enero de 178 1 , los zambos libres y otras personas que participaban en

    una corrida de toros en la plaza de Chiclayo se aniotinaron contra las autoridades del Ciibildo de Naturales, que conducan preso a Pedro Ayala. indio de Llama acusado de ladrn no obstante su cargo de Cobrador de Tributos.

    A los gritos de auxilio que dio. no el preso sino "un mozo blanco" no identificado. los zambos libres Juan Chana y Antonio Gamarra. encabezando a numerosos zambos y negros de aquella vecindad, arremetieron a pie y a caballo contri)

    CONTRASTES. Revista de Historia. NO. 9-10. 19'14-1997.

  • el alcalde. regidores y alguaciles del Cabildo. logrando poner en libertad al detenido Al da siguiente. el corregidor dict la orden de prisin y de decomiso de los

    bienes de los citados Chana y Gamnrra. pero ellos haban fugado j tampoco se encontr "bienes algiinos en que trabar execucion". Ampliada la instruccin. Juan Chanii fue acusndo. por varios testigos indios y espaoles. de los siguientea cargos:

    a ) En el periodo del corregidor anterior. haber liberado de la crcel. unido a otras perwnas. al zambo Manuel Laudate y a Manuel Quiroga. as como a otros detenidos. incluso fracturando la puerta de la crcel de Chiclayo. Slo no pudieron hacerlo eri un caso en que el reo haba sido ya llevado a Lambayeque.

    b) Haber hecho resistencia violenta al intento de arrestarlo. pregonando a voz en cuello "que no haba justicia para l y que mientras viviese sera el Redemptor de cuantos quisiesen aprisionar por orden y miindato de la Justicia". As tambin que "o1 segundo da levarit el dicho Chana bandera y al toque de caxa anduvo por todas las calles levantando gente" para resistir a las fuerzas del corregidor. Ms an. que al presentarse en CI.iiclayo dicha coinisin represora. la plebe chiclayana resisti y se produjo una refriega. con varios heridos. de modo que el corregidor no logr su objetivo.

    c ) Que en los primeros meses de 1781, "haba hechado bando en una de las esquinas ..... titulindose Don Juan de Alba" y que pocteriorn~ente dijo a gritos "que si no saban era el segundo Tupac Amaru de los sambos de Chiclayo"

    Apresado le1 9 de junio del mismo ao en Calupe. el acusado declar ser de edad de 38 aos. natural de Chiclayo. soltero y oticial de herrero. de condicin libre y de nombre Juan h~lnnael (alias Chiina). En seguida. neg todos los cargos, excepto el de haber liberado al cobrador de tributos. porque le dijeron que los indios le haban robado y lo llevaban a la crcel.

    Neg tambin haberse titulado Juan de Alba y el Tpac Amaru de los Sambos. :ifirrnando que "los blancos. negros. sambos y nios le daban estos nombres por ludibrio (burla)". Agreg que esos ttulos o nombres "han benido de las einbriagueces y funciones que h:a tenido el confesante con otros de su clase". (Archivo Lainbayeque. Ciiusas criminales 1781: "Autos ... contra Juan Chana y Antonio Gainarra ... " h jas 1- 15 ).

    An cuando estas declaraciones fueran ciertas, es evidente que existi prcticamente una situacin de contlicto persistente y que la plebe chiclayana lleg repetidas veces a impedir el ejercicio de la autoridad colonial, desde sus escalones inferiores (el Cabildo de Naturales) hasta eventualmente enfrentarse al mismo corregidor y obtener un xito parcial contra &te.

    Solidaridad con el detenido Segn la acusacin efectuada por el fiscal Marzelino Cienfuegos. "la noche de

    su prisin o In siguiente. publicada pues la fama en Chiclayo de quedar preso en ecta crcel el dicho Chanii. y que se le dispona un gran castigo en premio de sus delitos. intentaron sacarlo. y con el pretexto de que por vspera de Corpus se queinaban fiiegos

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9-1 U. 1994- 1997. 11-3

  • y candelas en esta plaza. se conduxeron a [Lainbayeque]. e intentaron sacar al reo abocndose a la crcel agavillados y en son de tumulto. que hubieriin conseguido n no andar atento el alcaide en contenerlos. serrar las puertas. y custodiarse con el auxilio de varios sujetos. que se hallaban e11 el portal: de cuyo caso noticiado Vuestra Merced le fue preciso poner un hombre que acompaase al Alcaide todas las noches. pagndole quatro pesos mensuales".

    No logrado el objetivo de la plebe en esa ocasin. poco despus," .... haviendo corrido en dicho pueblo de Chiclriyo haver muerto de las heridas. intentaron \.engarse los inulaios capitaneados de Ma~iricio y Gervacio Briones de los vecinos espaoles principalmente y de los testigos de la sumaria, con matarlos, y para este fin salieron a buscarlos a sus casas gritando mata inestizos. con cuyas voces advertidos los solicitados procuraron esconderse con cuya acciGn libertaron la vida: pues sabida la verdad por los tumultuantes de ser falsa la noticia de ser inuerto su capitn se sosegai-oii advertidos del yerro que iban a cometer".

    Fue posiblemente esta importante agitacin social y poltica uno de los factores que llevaron al fiscal a pedir la pena de muerte para el reo. argumentando que sus acciones constituan "delito de lesa majestad". Pero sin duda el fiincionario no las tena todas consigo. pues cuatro das despus del alegato de defensa de C:hana. se excus de seguir viendo la causa (11.9.1781). por sufrir "inquietudes" e "inr:omodidades" cuya naturaleza y origen no explic.

    Tampoco sabemos por qu razones. con fecha 2 de julio. el alcalde del Cabildo de Naturales de Cliiclayo --que haba sido el priiner acusador de Chana-- retir la acusacin.

    "Juan Francisco Quepuy Noyochumbi indio principal y Alcalde Ordinario de este pueblo de Chiclayo ...p or mi y los dernas mis ministros hasiendo obra y acto de caridad .... le perdono el agravio y ofensa que contra mi persona y rilinistros cometio ... por lo cual me desisto. quito y aparto ... hasi mismo pido a Vuestra Mei-ced le perdone y de por libre de esta causa".

    La Fuga del Tpac Amaru Sambo Doce das despus. el 23 de setiembre de 1781. el "Tpac Amiiru de los

    Sambos". unido a los presos Balentn Munar, Juan de la Torre. Bartolo El Ti-ujillano, y Tiburcio El Paiteo. f u ~ de la crcel de Lambayeque. roinpit:ndo una puerta y haciendo dos forados. que les dieron salida al corral de la casa de Nicolasa Durn. Con esto. quedaron interrun~pidos el juicio y su respectivo expediente.

    Nueve meses despus. Chrina no slo segua libre. sino que se mantena en Chiclayo y segua participando en la agitacin social y resistencia a la autoridad. El 16 de junio de 1782. el funcionario chiclayano Lorenzo Tufio y Entrada informaba al corregidor de Lambayeque que el prfugo tena:

    ".... nio\,ida a toda la gente de su especie a la resistencia de las providencias ... hasta llegar al extremo de pasar a este Cauildo el da -3 de abril que pas6 coiiio a las sinco de la maana . en coinpaia de otro sainbo nombrado Selestirio El Clarinetero. y

    114 CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • hauiendo topado .... a los rexidores y Alguacil Maior ... quienes guardaban la carcel los estropearon con ftm.xidad a palos y sablrisos .... y le quit:irori las llaves y abrieron las puertas. y u once presos que en la ocasin se hallaban encerrados les dio puerta franca con total desprecio de la Real Justicia de suerte que cada uno de los presos se retiraron ii sus casas sin el inenor temor. balidos de la ynsolencia de este dicho siimbo .... En esos das no hubo p~op~orcin de prenderlo y [a] pocos das se fue a la siei-1-a .... Ya hauiendo buelto a este pueblo .... no slo se pasea en el pueblo sino que tiimbien en Cauildo conio lo e bisto el jueves de esta seinana a las quatro de la tarde"

    Recin entoiices se reactiv el expediente y el fiscal present un largo escrito de i-espuesta al alegato de Chana. reiterndose. el 18 de junio. el mandamiento de prisin contra el prfugo rebelde. Como el expediente termina aqu. no sabemos si se cumpli esa orden o si el Tpac Amaru de los Sainbos sigui an por inucho tiempo participando en las citadas actitudes de la plebe.

    Con Tupac Ainaru \; contra el Estado En I;IS contliciones del nioiiiento. no puede ser casual sino revelador que uno de

    los actore5 y diriyntes i-ebeldes de la plebe haya recibido --fuese en bi-oma. en serio o en a m b a foi-mas a la vez-- el ttulo de Tpac Amaru de los Sarnbos. Ello revela la percepcin que tena la plebe. en el sentido de que el movimiento sur andino no era slo para los indios. sino pai-a toda la gente oprimidri por el yugo social y colonial.

    Ms an. clestaca el alto contenido poltico de la rebelda de Chana. Gainai-ra. los Briones y otros, porque su ataque se dirigi directa y reiteradamente contra el aparato coercitivo estatal. al que intentaron paralizar. Esto se ve reforzado por el liecho de que ni Chana ni sus citados compaeros fueron acusados de ladrones.

    3.4. EL PALENQUE DE FERREAFE Sobre este palenque. que debi formarse alrededor de 1797 y alcanzar bastante

    importancia, slo conocenios por ahora tres referencias. La primera. en el expediente sobre el palenque de Tumln: con fecha 10 de setiembre de 1800. en su carta a una autoridad superior, el Alcalde Provincial de Lambayeque Antonio Ramon de Peramas recomendaba:

    "salir en persecucion de quantos facinerosos se encuentren en los campos ... antes que llegue este Partido a ponerse en peor estado que cuando se levant el palenque de Ferrenfe. cuios funestos acontecimientos recuei-do a V(uestra) A(lteza)". (AL. Causas Criininales 1800: Autos seguidos sobre el Palenque de Tumn, f. 23v).

    La otra referencia es el asiento del escribano Bartolome Dapelo. quien. en su "Quaderno Tercero de Conociiniento de los Autos y Expedientes que Salen de Esta Escribana". con kcha del 16 de julio de 1798, nienciona lo siguiente:

    "En este da se remitieron con propio en consulta al Seor Teniente Asesor Doctoi- Don Juan Bazo y Bei-si los autos criminales seguidos por este Juzgado de Oi'(ici)o de la Real Justicia contua los reos criminales que han forinado 1ii quadrilla y Palenque del Put:blo de Ferreafe y asaltado esta poblacin; en quatro cuerpos

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- 10. 1993-1 997. 115

  • compuestos el primei-o con h ja s 153, el segundo con fojas 547, y -1 tercero con fojns 146 y el quarto con fojas 57. todas tiles y originales."

    Esto significu que para esa fecha ya el palenque estaba destruido o dispersado y sus inieinbros o cabecillas estaban presos y procesados. Puede deducirse tambin que el palenque tuvo tan nuinerosos y audaces miembros que se atrevieron a asaltar el centro poblado de Ferreafe, donde sin duda residan importantes timilias terratenientes como los Barragn. dueos de Luya y otras propiedadles.

    Por lo abultado del expediente (903 fojojas. que equivalen a 1806 pginas. pues la foliacin entonces era doble), sabernos tambin que hubo niumerosos prehos y muchos testigos que declararori en el proceso. El cuaderno del escribano Dapelo agrega a continuacin:

    "Y al seor Gobernador Intendente [se I-emitieron] la cuenta y sub compi-obantes originales que ha rendido el econoino nombrado por este ilustre Cabildo. regidor don Domingo Figuei-ola. de los fondos que han entrado eri su poder para la aprencion. custodia y alimentacion de los reos. Lambayeque u1 supra. Julian Yenque fue de propio".

    Esto tiene que ver con el f~incionainiento del aparato estatal 'de represin n nivel provincial, que no tena contingentes permanentes ni armas propius y que. por tiirito. deba agenciarse fondos extraordinarios cada vez que era necesnriio movilizar fuerza inilitar.

    La tercera referencia es el informe del economo Pedro Estella. que sucedi a Domingo Figuerola en el cargo el 10 de julio de 1798. Por este documento sabemos que para terminar con el Palenque de Ferreafe tuvo que venir tropa veterana de Lima o Trujillo. pues el partido de Lainbayeque slo contaba con milicias. Para julio de 1798 quedaba de esta tropa un destacamento de 24 soldados. un sargento y un cabo.

    Se sabe asimismo que para el 8 de julio de ese ao ya el Palenque estaba destruido o dispersado y que se haba tomado al menos 22 presos. los que estuvieron detenidos en el quartel de la tropa veterana en Lambayeque hastii el 26 de setiembre del misino ao. No sabemos qu pena se les aplic. pero con fecha ... se habla de que sern ajusticiados y el ... se trajo un verdugo de Trujillo.

    Despus de que el o los verdugos aplicaran una parte de la pena, 22 presos fueron conducidos en 18 mulas a Trujillo de donde luego pasaran a Liniri. a purgar una pena de prisin que, por cumplirse fuera del partido entonces se conoca como "destierro". olo conocemos el nombre de uno de ellos.

    Otro aspecto importante es el hecho de que la financiacin de la represicn del Palenque fue hecho con iiportes de vecinos. de los indios de Chiclayo (estos ltiinos con 60 pesos) y de los fondos propios del Cabildo de Lainbayeque. gracias a la autorizacin que pai-a ello dio el Intendente de Trujilllo con fecha .... Terminndo el asunto. hasta 1799 an la adn~inistracin estatal estaba ocupada dr: justificar el gnsto del dinero y de buscar su devolucicn por parte de la Real Hazienda. Como decamos iitrs. este es una de de las muestras de la morosidad del aparato estrtal de la colonia.

    CONTRASTES. Revista de Hi

  • LA TOMA DE LA HACIENDA TUMAN ( 1800). Los Sucesos del 39 de agosto Esta hacienda. que haba pertenecido a los Jesuitas hasta 1767. estuvo en inanos

    del gobierno virreinal bajo la cuenta de "Temporalidades" y fue lueyo subastada a otros conductores. En 1800. el "subastador" era Jos Antonio de 1;)s Munecas. quien manifest haber estado en Limii. ocupiido en el juicio que sostena con los indios por pastos y tierras de Tuinn. que iiquellos habran "dispiiesto como de cosa propiii". En esas condiciones. hacia mediados de ese ao. posiblemente al regresar Muecas a su fundo. unos ".... treinta facinerosos. que han forinado su aciento o palenque entre las Haciendas de Tumn y Pomalca ... han perseguido al dueo de Tuman con oclio hoinbres mas". aparte de otros asaltos. (AL. Causas Criminales i 800: Autos seguidos sobre el Palenque de Tuinn. f. 1 ).

    Entre los "fi~cinesosos" se menciona a un Rienderito y a un Lazito. sin precisar SLI casta. aunque ii se seiiiilii que eran individuos libres y no esclavos. Y entre "los esclavos de otra:, haciendas" slo se inenciona a Bruno. criado de La Otra Banda. hacienda cercana 1 Saa.

    El 39 de agosto, el Alcalde Provincial Antonio Ramon de Peramas. movilizando a algunos esclavos suyos. a 25 soldados de sus propias fuerzas y a 73 proporcionados por el Subdelegado interino. unos 50 hoinbres armados en total. se dirigic a Tunin con el tin de apresar a los asalt~intes y destruir el palenque.

    "Llego a d(ic)ha hacienda como a las dies de la maana de este mismo dia a cuia entrada le recivieron en la plaza de ella todos sus esclavos de ambos sexos y de todas edades armados de rejones, dos escopetii. p~ilos. inaclietes y dagas, en accion de cargar airadamente contra dic)ho seor. sus tenientes. quadrilleros y soldados que le auciliaban. y en numero como de sincuenta esclavos ridultos catorce de ellos barones y las demas inugerei, fuera de los menores" (Ibd., f. 4).

    Firmeza y herosmo Dichos esclavos se negaron a entregar a los "bandidos libres y esclavos" que

    estaban rill en i in ii-ancho, manifestando ..."q ue no tenan amos ni le conocan y primero ovedeceran a un indio prestandole la ovedierici:~ que no a los que se nominaban sus amos. que no entregaban la gente que Su Merced solicitaba porque en aquella hacienda no se prendia a riadies y estaban resueltos defenderlos y que primero perderian la vida". [Ibd.. ff. 1 1 - 1 1 v].

    Las intimaciones de la autoridad no hicieron efecto y an la estratagema de solicitar alojamiento en la casa hacienda fracas. porque los esclavos rebeldes no lo ;icept~ron. En esas circunstancias. haciendo valer el nmero de sus armas de fuego (50 contra sclo -3 de los negros). la tropa atac. matando entre otros al negro Banda. nl que se sindica como a uno de los ms animosos: entr luego a un rancho donde se supona estaban los bandidos del palenque pero stos huyeron Iiacia el monte rompiendo una pared de quincha.

    CONTRASTES. Re.& isla de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • Es notable el episodio en que un esclavo disparaba contra la tropa "liiiciendo cuerpo sobre su in~idre. clur as lo favoreca"; ella result muerta y l herido. Es tambin sintomtico el hecho de que: "La determinacin de los negros y la jente libre fue constante y la manifestaron incandose de rodillas en el puente de la haciendi1 santiguandose y partir inmediatamente al combate" (f. I-lv).

    Se menciona tambin que "echaban vendiciones" sobre lo!, atacantes "prueba cierta de su nimo que era acabar con todos" (f. 1 7 ~ ) .

    Al parecer murieron 3 y huy la mayora de los varones. quedando las negras. a las que se oblig a arrodillarse y prestar ncatamiento. El alcalde provincial dej como mayoral al esclavo Fr~incisco Sals. "en quien tiene puesta tod;l su confianza los amos". retirndose despus.

    Impotencia v morosidad de la represin Esta retirada. que en la prctica dejaba la hacienda en manos de los esclavos

    alzados. se hizo aduciendo el cansancio de los caballos. la falta de alimentos de la tropa. el tener varios heridos y contusos y. sobre todo. el haberse quedado sin cartuchos. Seis negras. las ms rebeldes. fueron llevadas para la crcel de Lnmbayeque.

    No obstante esta masacre y clemostracin de fuerza. la situacin inmediata de 121 autoridad local de Lambiiyeque pareca mas de debilidad e impotencia. pues no tena tropa permanente y para movilizar a los milicianos necesitaba pagarles los viticos y jornales. pues ellos decan que slo tenan la obligacin de servir dos horas en un da.

    Las autoridades (alcalde y subdelegado) dijeron haber gastado de su peculio en lo ya efectuado, de modo que tuvo que hacerse una engorrosa gesti6n para que la Real Audiencia autorizase tomar dinero de los "fondos propios" del Cabildo de Espaoles de Lambayeque (ff. 30 y 30v).

    Mientras tanto. se dispuso que el cura de San Miguel (Picsi) procurase atraer "a respeto y obedienciii" a los esclavos de la hacienda. sin lograrlo, lo que fue informado por el mismo sacerdote: "no se ha adelantado otra cosa que aquietar un tanto a la mayor parte conservandose solamente en su obstinacion e insolencin tres varones cuya sugestion no seran capaces de prescindir facilmente los demas, y n que contribuiran no poco los delincuentes. que continuaban insultando a los pasageros" (f. 3 0 ~ ) .

    Por su parte. el conductor de Tumn. Jos Antonio de las Pvluecas, solicitaba lo mismo, es decir, que se financiase la debelin del alzamiento negro. que se le indemnizase por los gastos del litigio y perjuicios sufridos y que iie le garantizase 13 toma de posesin de los terrenos que haba ganado en juicio a los iindios de Chiclayo. Acusaba a stos de estar en conmocin y de haber hecho resistencia anterior a su toma de posesi61-i (Ibd.. 3 7 - 3 3 ~ ) .

    Agregiiba estar en la inopia, en "infeliz situacin" y "miserable estado". debido a los altos costos del largo juicio que acababa de ganar n los indios. aduciendo el inter4 de la Real Hacienda y la necesidad de tranquilidad pblica. para que la Audienciu aiitorizase los gastos necesarios. El expediente lleg hasta el virrey.

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- l O. 19W- 1997.

  • Marqus de Osorrio. resolviendo al fin la Audiencia. el l o de Diciembre de 1800: "se procecla por el Subdelegado del Partido de Lambayeque a costerir los

    auxilios que se necesiten para la aprehensin de los delincuentes que se expresan. de los propios y arbitrios de aqiiel Cabildo; y de no sei- suticientes. pueda prorratear dicho costo entre 105 vrcinox" (f.34)

    El 5 de Enero del iio siguiente. fecha hasta la cual cubre el expediente citado. el subdelegado de Liimbayeqlie Jos Albaro Cabero se aprestaba n hacer cumplir la orden. Es decir. el terrateniente y el Estado colonial perdieron el control de la haciendri Tuinn por lo menos ;ilrededor de unos 5 nieses. de Agosto de 1800 a Enero de 180 1 . aunque no se sabe qu hicieron los esclavos en ese periodo.

    Alto desarrollo de 111 lucha social Debe resalltarse lo peculiar del caso expuesto por una caracterstica que lo

    diferencia. En geiier~il. los palenques se ubicaban en el monte. es decir. en una zona perifrica, iiiientrns el de Tumn estuvo implantado en el corazn mismo del aparato econcmico. disputuiido LII Estado colonial ya no slo el control de los caminos y de recursos perifricos. sino una de las principales haciendas de la costa norte y del pas.

    Ms que palenque, el caso parece ser una toma de hacienda por sus trabajadores, con

  • manos de los hermanos Juan Alexo y Juan Jos Pinillos. propietarios residentes en Trujillo. que aos antes ( 1784) haban hecho repi-imir violentamente un reclaino de los indios de Chiclayo (ver Ranirez 1991: 27 I ). El administrador era Juan Antonio Sols y el mayordoino. Josef Pastrana. de quien se deca ser de origen chileno y se inforina haber sido antes mayoi-domo del trapiche de los Ganoza y de 1;) hacienda de Pedro Ignacio Lisarsaburu, de Triijillo y del valle de Chicama. respectivaniente.

    De acuerdo al expediente que se actu. la noche del 4 de Octubre de ese ao. despus de rezar en la capilla. los esclavos en masa y encabezados por Felix de Cantarisia. se introdujeron ii la casa hacienda y se apoderaron del mayordoino Pastrana. luego que ste fracasara en el intento de alcanzar sus armas.

    Desnudado. el inayordomo fue conducido al rollo o picota (iin poste clavado en el suelo y donde se azotaba a los esclavos). amarrado a l y duran-lente castigado con azotes. palazos y pedradas. "remudndose unos a otros esclavos y esclavas". Recibi tambin algunas heridas hechas con un cuchillo en el cuello y costatlo. aunque stas no le habran ocasionado las muerte. sino un fuerte gtirrotazo en la cabeza con el palo de una carreta. a consecuencia del cual "se le vean los sesos". Luego. nioribundo. fue llevado a la crcel y puesto en el cepo donde l misnio sola atorinentar a los esclavos. All inuri.

    El administrador Sols estuvo tal vez en la hacienda o cerca. pues lleg a pedir auxilio al alcalde pedneo Cristbal Veles. Llegado ste y otros a Poinalca. encontraron ya muerto a Pastrana y slo pudieron sacarlo del cepo, retornando muy asustados a Chiclayo.

    Perplejidad y morosidad de la Justicia El susto y cautela duraron bastante. pues el citado alcalde Veles primero se

    excus de actuar la causa y luego. exigido por el subdelegado de Lambayeque, slo tom declaracin a los que lo acompaaron a rescatar el caddver de Pastrana. Asimismo. el 73 de Octubre. el administrador Sols deca que le era imposible presentai- los testigos que el Subdelegado le ordenaba:

    "a los negros tampoco puedo pues ellos no reconocen en nii una autoridad de amo y que ellos estn con suina cautela y precaucin, no obedecen inis ordenes esponiendome yo a un lanse peligroso. y que los principales reos a este movinliento hagan fuga". (Ibd.. ff. 10 y IOv).

    El proceso judicial no prosperaba. Ante una quqia de Antonio Ramn de Peramas. la Real Audiencia llam la atencin al subdelegado Salaziir. quien consult a la intendencia de Trujillo. Esta. el 14 de Noviembre, reconieridaba que "por la tranquilidad de la hacienda. debe procederse con cuidado g consultar a la Real Audiencia".

    La cautela en casos como ste no era poi- respeto a los esclavos. sino porque la represicri necesnriamente causara prdidas econmicas a los dueos. Y stos se limitaron a nombi-;ir un defensor para sus esclavos. abstenindose de presentarse en Chiclayo o Lainbayeque. no obstante que su administrador haba anunciado que lo

    CONTRASTES. Revisia cle Historia. N". 9- 10. 1991-1 997.

  • haran. La nueva iconsulta del subdelegado. esta vez a la Audiencia. revela su pattica vacilacin y una iinci-eble impotencia:

    "La justicia 01-dinaria no tiene aqu el menor auxilio para usar de la fuerza .... para pagar la gen,te. no hay ramo destinado, pues no hay dinero ... A mas de esto. si uso de la fuerza. 6 los negros se profugan en perjuicio de su amo, 6 si resisten es preciso herirlos o niatarlo. cualesqiiiera extremo puede traher alguna)~ consecuencias que me pueden ser perjudiciales. y por ultimo si suspendo el curso de 111 causa, hasta que el tiempo propoi-cione ocacion. se me notar de oiniso". (Ibd.. f. 15 1.

    La opinin del fiscal Eyzaguirre de la Audiencia, en el sentido de clue la inaccin era "perniiciocsima" y de que se debera utilizar fondos del Ayuntaiiiiento de Lambayeque, lleg recin a principios de Enero y slo a fines de ese mes testificaron dos esclavos y tres personns libres.

    La direcciii del rnovirniento Tres mese:; despues de los hechos. el 9 de Febrero de 1808, una partida de 20

    hombres de las blilicias de Dragones de Guadalupe. encabezados por el teniente de alcalde provincial Antonio de los Santos. ingres a la hacienda y logr apresar y poner en la crcel de Lainbayeque a los siguientes esclavos:

    1 ).-Felix de Cani:arisia (30) natural de Pomalca. casado.sin oficio. 2 1.-Josef Joaquiri (25 1. bosal. de oficio carretero. 3).-Tomasa (34). samba. natural de Pomalca. soltera. 4).-Mercedes (25). saiiiba. natural de Pomalca. soltera. S).-Mara Doi-otea (25). negra criolla. natur~il de la tina de los Pinillos en Chiclayo.

    casada. ).-Mara Antonia Banda, negra. Esta esclava no lleg a Lambayeque: fue dejada

    presa en la tina de los Pinillos en Chiclayo, por estar muy enfei-ma. Ampliada la orden de detencin. el 2 de Marzo se encarcel a:

    7).-Manuel Pinillo (25). alias Culo. negro bosal y congo. lampero y pen de pampa. soltero.

    S).-Domingo Gordillo (25). negro criollo. niandadeio. casado. En esta ltiima fecha, se inform que el esclavo Manuel Banguela haba fugado

    antes de ser iitrapado y que Mara Antonia Banda. presa en la tina de Chiclayo. se haba agravado del mal que le comprometa el aparato reproductor. El 5 y 8 de Marzo se repite la informacin. sealndose que dicha esclava no poda acudir a Lambayeque a rendir su confesin porque estaba con fiebre alta y delirante. Sin embargo. el da 30 se inform que haba huido. porque debido a su enfermedad no se le haba puesto grillos. (Ibd.. ff. 4-6 y 5 1).

    De las diversas declaraciones puede sacarse en limpio que la accin de los esclavos no fue repentina. sino preparada con anticipacin. que Flix de Cantarisia haba coorciinado !previamente con Mara Dorotea. Toniasa. Mercedes y otros mhs. sin intencin de inatur al mayordoino Pastrana. sino slo asustarlo y expulsarlo de la hacienda. El cabecilla Flix declara --y nadie lo contradice-- que l gritaba "no lo

    CONTRASTES. Re\ isto de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997. 121

  • maten", pero que nadie atenda razn alguna por el encono. Joaqun. Tomasa. Mercedes y Dorotea. en el careo. coinciden en que el objetivo era dar un susto al rnayordoino y ecliai-lo de la hacienda (Ibd.. ff. 100 y 1 OOv).

    Podemos concluir entonces que en esta accin existi plan y dii-eccin. pero que por lo menos el plan fue rebasado por la masa en movimiento.

    Los cargos contra el inayordomo La contradiccin de los trabajadores con el sistema esclavista se personaliz en

    el mayordomo. Todos los testigos sin excepcin declararon que. incluso por faltas iiienores conio no asistir al rezo por niotivos de salud. haca azotar a los esclavos. dndoles hasta 100 azotes y echndoles luego aguardiente con sal en las heridas. Se le acusU adems de recortar la racin alimenticia. impedir la asistencia ri misa y "maltratar de palabra" a los esclavos; es notable que este ltiino cargo sea hecho especialmente por ellos mismos.

    Dijeron tambin los detenidos que era intil queS~arse al amo porque estaba lejos; que se haban quejado al adniiriistrador y que ste o bien no les hizo caso o dijo que no poda hacer nada: agregaron que el administrador Solis le tena miedo al inayordomo. Esto poda ser cierto. pues sali ;I luz tambin que Pastrana haba tenido comportamiento similar en las mayordomas del trapiche y hacienda tr~~.jillanas donde antes haba trabajado: en la hacienda de Lisarsaburu "lo escla.vos se amotinaron matando al niayoral porque no pudieron hacerlo con l". (Ibd.. f. M ) .

    El moviiniento por dentro La solidaridad de los participantes se revela en el hecho de que participaron

    activaniente en el movimiento algunas esclavas. coino Dorotea y 'Tomasa, que nunca haban sido castigadas por el mayordomo. Asimismo. en el hecho de que. en pleno movimiento. la samba Mercedes liber a tres negros que estaban presos y con grillos.

    Pero tambin. en plena accin y despus. se nota el odio de los esclavos amotinados contra sus compaeros de yugo que eventual o sisteniticamente colaboraban con el inayordomo:

    1 ) Juan Esteban Malerva (30). negro criollo, esclavo de la tina: Dijo que intent oponerse al castigo del mayordomo, disputndole al mayoral Ypolito el palo que tena. No lo logr y "tenindole los negros por sospechoso deseando agarrar(10) con el fin de castigarlo huyo al monte con su hermana Juana".

    2) Juana Malerva. esclava. amante del mayordonio. "Ella intlua en los atroces castigos". (Ibd.. f. 60).

    3 ) Domingo Gordillo. esclavo. Das antes del homicidio. "fue perseguido por los demas esclavos de la hacienda dandole muchos golpes a causa de haber riuxiliado ii1 niayordomo para In prision de un peon que Ir servia y estaba en el rancho de la negra Dorotea". (Ibd.. f. 6 3 ~ ) .

    3 ) Pedro Pablo. negro esclavo. fue maltratado porque acompa al mayordomo para la prision del citado pen.

    Por otro lado, puede ser que los amotinados e.jercieran cierto grrido de c~otrccic~i

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- 10. 1993-1 997.

  • sobre sus propios compaeros. si es cierto lo declai-ado por quienes habran sido presionados: Doniingo Gordillo declar que le haba dado 4 azotes al mayordomo "instado de los demas negros y por temor". Manuel Pinillo dijo que el negi-o Joaquin le dio una puada eri la cara para obligarlo a entrar. Y el mixto baquero Josef Saturnino Acia. de condicin libre. declar haber hudo ".... en atencin a que los negros lo querian castigar por haver estorvado que su muger negra esclava de la hacienda se mesclase en este a.sumpto". (Ibd.. ff. 43. 45. y 2 1-2 1 v).

    Presos. deportados y cimarrones El caso sigui suscitando incomodidad en la clase dominante. El ines de

    diciembre de 1 XOtl, el Asesor del Departamento, Miguel Tadeo Fernandes de Cordova. declaraba desde 1Trujillo hallarse en "continuo conflicto y en perplejidad temerosa". recomendando no aplicar la pena de inuerte pedida por el fiscal, sino la de 10 aos de destierro. (Ibd.. f.90).

    En febrero de 1809. la Audiencia insinuaba que se podra castigar a todos los esclavos de Pomalca. cuyo padrn revel que haba 35 varones. 36 mujeres y 71 en total. de los cuales 14 eran muchachos. El fiscal Eyzaguirre pidi la pena de muerte para el cabecilla Felix.

    Finalmente, el 27 de mayo. la Audiencia conden a Felix Cantarisia. Josef Joaquin. Domingo Gordillo. Manuel Pinillos y Manuel Banguela (fugado) a 10 aos de destierro en el presidio del Callao. debiendo todos recibir 50 azotes y Felix 200. en la plaza de Lambayeque. La negra Tomasa fue condenada a 5 0 azotes dentro de la crcel y a 10 aos de destierro en el Beaterio de Amparadas de Lima. Dorotea y Mercedes deberan ser vendidas fuera del Partido. Ninguno podra volver. Los deins esclavos fueron apercibidos.

    El castigo :se cumpli el 24 de mayo de ese ao. El 3 1 partieron los presos a su destierro por Chiclayo y San Pedro. probablemente a pie. El l o de agosto. Dorotea y Mercedes, avaluatfas en 400 pesos cada una, fueron vendidas en un total de 600 pesos. Con este dinero se pag los 599 pesos en que se tas "las costas" del proceso. El que ms cobr fue el e:scribano (180 pesos). seguido del Subdelegado (90). Mientras tanto. Manuel Banguela y Mara Antonia Banda seguan libres, convertidos en ciinarrones.

    3.7. LA CARTA AL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA El 9 de agosto de 1846, durante el primer gobierno de Ramn Castilla, los

    esclavos de la hacienda Pomalca --o alguien a su nombre-- hicieron llegar una carta sin firma al Presidente de la Repblica. denunciando una serie de abusos y asesinatos que habran sido coml:tidos contra ellos por el dueo de la hacienda. Manuel Pinillos. Mencionaron concretainente los siguientes casos: a) Ciriaco: castiga~do y enterrado vivo. b) Pedro Jos. Bola. Fernando. Angelito y Juan Francisco: muertos c ) Jos Mara: prfugo que al ser recapturado fue atravesado por una estocada y tirado

    al ro.

    CONTRASTES. Re,r ista de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • d) Jos Cacho: prfugo que al correr recibi un lanzaso. e ) Mara Liiisa: al ser violentada por el amo. fug: y al ser recaptiirada. fue muerta a

    azotes. f ) Mara Timotea: muri de hambre y azotes. g ) Denunciaron tambin los esclavos otros castigos coino azotes, sumergir en agua por

    3 horas. secar al castigado al sol. Cori mucha perspicacia. recomendaron al Presidente no confiar en las autoridades del lugar. pues stas estaban con el hacendado y no averiguaran nada. Le aconsejaron ins bien encomendar el asunto a una persona honesta y de su confianza que debera averiguar discretamente.

    El Presidente no hizo caso de la iidvertencia y encomend el asunto a su ininistro de Gobierno, Felipe Santiago Estens. quien a su vez lo ti,ansfiri a1 Prefecto de La Libertad. Este ltimo funcionario puso el caso en nianos del Juez de Lambayeque de apellido Delgado.

    Al seguir el trmite regular? el Iiacendado dio su instructiva. declarando que todo era falso, pues l trataba bien y humanitai-iamente a sus esclavos. Manifest tambin que la causa de las muertes de varios de los esclavos cii:ados eran diversas enfermedades como el costado (casos de Ciriaco y Bola). el tabardillo (Fernando). una hemorragia por la uretra (Pedro Jos). la hidropesa (Angelito). uria afeccin a1 tero (Mara Luisa) y Ir1 disentera (Mal-o Timotea).

    Slo reconoci la muerte violenta de Jos Mara. quien al ser recapturado - segn expres- fue herido por un e s c l a ~ o y "se tir al ro": y de Jos Cacho. quien tambin fue herido con un asta por uno de los esclavos que lo recapturaron. rnuriendo no obstante Ir1 medicina que se le habra administr~do. Neg haber violado a Mara Luisa.

    Slo se llam a testigos de parte del alno, entre ellos el administrador de la hacienda, un carpintero. un pen. un esclavo. una esclava y citros. No obstante. salieron 11 luz algunos aspectos conflictivos coino el hecho de que uno de los escliivos que recapturaron a Jos Cacho. a su vez. fug poco despus. As tambin. el carpintero Antonio Chabes declar:

    "Hace cinco o seis aos se quisieron alsar los esclavos conti-a Manuel Pinillos ... Slo les dio seis asotes a cada uno de los que consider cmplices. y amarrar uno con otro a los principales autores de motn".

    Otro aspecto que sali a luz fue la disposicin de la crcel de 13 hacienda. la que estaba ubicada:

    ".... en el patio sobre el costado derecho ... en el segundo iquarto ... que aquel era donde se depositaban los esclavos presos por las faltas que cometan. y en l se reconosen dos barras de fierro redondo que poco mas de dos varas fuera de la parte que da paso a dicha piesa continua hasta el interior haciendo quadro en l dentro. y en cuya barra introduce el preso la pricion que tiene dejando los pies a uno y otro lado. de cuyo modo se introduce a la piesa. y le acomoda en el sitio que le parece a dormir que es en el suelo. quedando pendiente de dicha barra sin poder salir (le ella en virtud de

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9- 10. 1994- 1997.

  • que In entrada se halla en el exterior y en su final un candado...". El proceso se perdi luego entre trniites burocrticos y l i i abierta parciulidad

    de las autoridades. quedando sin embarso una gran leccin de valoi- y autonoma. que indicaban una mnduracin de la conciencia esclava hacia formas de organizaci6n y gesticn colectivas. Quedando tambin grabadas para sieinpre en 111 historia sus palabi-as de desafo al an esclavista Estado republicano. cuando dijeroii:

    "Si Su Merced desoye esta nuestra splica. lo citamos ante Dios por la t:,ilt;i de Justicia ... y ante la vindicta pblica poi- lo que podamos hacer en deferisa de los crmenes que [el nino] coinete contra nosotros".

    Un buen preludio para el ya cercano tin formal de la esclavitud 1854).

    CONCLUSIONES Teniendo como constante una permanente aspiracin a la libertad. segn

    creemos haber einpezado a docuinentar. los esclavos negros en Lambayeque inostrai-on actitudes de resistencia, o de adaptacin en resistencia, extendidas y persistentes.

    En el plano individual las principales de estas actitudes fueron el litigio Judicial contra los abusos y por la libertad, el cimarronaje, el homicidio social individual. la protesta poltica contra la autoridad y la solidaridad con los presos y perseguidos.

    En el plano colectivo se present tambin el homicidio social (Pomalca 1807): un iiiuy politizado caso de accin contra las crceles (Chiclayo 1782): y -sobre todo- una de las luchas sociales ms avanzadas del Per colonial (Tumn 1800): la toma de una hacierida por !ius trabajadores. esclavos en este caso.

    Llama la atencin el hecho de que hayan podido desarrollarse uiiiis acciones altamente politizadas de resistencia o rebelda contra la autoridad -los casos de la protesta poltica tle Jos Patrocinio Faya en Lambayeque (1783) y la accin poltica contra las crceles en Chiclayo ( 178 1 )-. Como estos hechos fueron protagonizados sobre todo por "pardos" o "morenos" libres. debera estudiarse las intluencias que reciban stos y sus posibilidades de alcanzar una visin ins airiplia que la de los esclavos.

    Por lo limitado del estudio. an no podemos conocer ni la resistencia ni la adaptacin en l a vida cotidiiiria, pero s se ha evidenciaclo algunas actitudes individuales de colaboracin de esclavos cooptados por la clase dominante. posiblemente a travs de la concesin de algunas ventajas (concubinato o el suave trabajo de mandadlero).

    Ni en la resistenciri individual ni en la colectiva hay indicios de que los esclavos hayan podido elaborar o adoptar un proyecto social para oponerlo a la sociedad colonial, pues rio bast lo agudo del conflicto social pai-a que pueda surgir tal proyecto. Sin embargo. la repetida expresin "no queremos amos" indica la aspiracin no a una me-lora dentro del sistema. sino n salirse de l.

    CONTRASTES. Revista de Historia. N". 9-1 0. 1994- 1997.

  • FUENTES Y BIBLIOGRAFIA A) ARCHIVO LAMBAYEQUE (AL) Los expedientes ms utilizados son los siguientes: A. 1 . Causas Civiles:

    1817 D(o)a Manuela de Cordova. con Maria de lo!; Santos. sobre la livertad de esta y de sus hijos.

    1817 Autos de Maria Anselma Vellodas sobre que se le ampare en el gose de la livertad y la de sus hijos.

    1834 Andres Arriaga. esclavo de Jos Gavino Sosa de Olmos, preso en crcel de Lambayeque.

    A.2. Caiisas Criminales 1781 Causa criminal contra Pedro Jarainillo por Cediziori. 1781 Autos criminales que se siguen contra Juan Chana. y Antonio

    Gamarra, casta sambos. por haver atropellado y rni~ltratado al Alcalde de la Parcialidad de Collique. en el Pueblo de Cliiclayo.

    1784 (Sin ttulo) Contra Jos Patrocinio Fayn 1800 (Sin ttulo) S(eo)r Alc(a1)de Prov(incia)l Don Antonio Ramon

    Peran-is: Me es muy extrao ... (autos seguidos sobre el palenque de Tumn )

    1806 (Sin ttulo) Simon Alvares oficial de barbero certifica ... (Agustiri Semana contra Jose Sisniegas por heridas)

    1807 Autos criminales ... contra Felix: Joaquin bosal: Tomas: Dorotea: Mercedes ... esclavos de la hacienda Pomalca ... pcir el asesinato de su n-iayordomo Don Jose Pastrana.

    1817 Autos de oficio de la Real Justicia p(ar!a esclarecer los autores del motin formado en la noche del da 15 de mayo ...

    1824 Doa Francisca Esteves vecina de San Pedro a cerca de recojer una esclava de su propiedad.

    1834 Mara de la Cruz Navarrete contra Leandro Reao. A.3. Protocolos de Notarios 18 13 Juan de Dios Peralta 1 8 14 Juan de Dios Peralta. B) BIBLIOGRAFIA UTILIZADA Y MENCIONADA AGUIRRE, CARLOS 1990 " Cimarroni~-le, bandolerismo y desintegracin esclavista. Lima. 187 1 - 1854". En Aguirre y Walker 1990: 137- 187 1993 Agrrites clo sli propia l ih~rtnd Los e.sc~ll/i~o.s de L ~ I ~ I L ~ ICI dr~(.o~iz/?o~ici(j l~ d~ I t ~ . s ~ ~ I ~ ~ i ~ i r ~ ~ d , 1821-1x54. Universidad Catlica. Lima. AGUIRRE. Carlos y Cl-iarles WALKER (editores) 1990 B a ~ z d o l ~ ~ - o . ~ , abigeo\ J mor~toneu~.~. C~-in~iric/lidc~crcl j. i1iolrricin e11 ( 2 1

    126 CONTRASTES. Revista de Historia N". 9- 10. 1994- 1997.

  • Perii. .siplo.c XC'III - XX. Instituto de Apoyo Agrario. Lima. 398 p. BURKHOLDER. Mark P. 1973 "Bluck power in colonial Peru: The 1779 tax rebeliun of Lambayeque". En R r i i ~ t i c?f'Rcir.c~ r~rlrl C~ilt~ii-ri. Atlanta Uni~ersity. Geoigia. FIGLrEROA LLWA. Guillermo 1994 litigio.^ J. l-r,i~licltns tlr~ csclai,os e11 Larill7nyccjir~ cr ,fiiicc. (Ir lcr Coloriirr. I'onencia presentada al V Seniinario de Investigaciones sociales del Norte. Tr~~ji l lo. Mimeo. 1996 G'6riero J. Cor!fli(,to. Ml1j~re.s en 1 ~ 1 Historiu Leilrzhq.ec.~rzr1 1750- 1850. Ms.. 44p. HUNEFELDT. Christine 1979 "Ciinarrones. bandoleros y milicianos: 183 1 ". En Hi.storicrr Vol. 111. No 3: 7 1-88. Universidad Catlica. Lima. IDROGO. Ninfa y Guillermo FIGUEROA 1994 Nc~.sriri~i~ U I ~ ( ~ I I I . Sorien (Mafiann Anzanece, M L ! ~ ~ I - ) . Ensayo sobre historia de las mujeres en Lambayeque. Ms. HUNEFELDT. Christine 1993 Lclsrriarl~~rlo.~, irida cotirfitrrier de 1111~1,f~irr2ili~i ~zegl-~l en Liril(r (le1 .siglo XX. Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Lima. 60 p. KAPSOLI. Wilfi-edo 1975 Rrhrliories (Ir rsc~1rii~o.s cJrr rl Perl. Ed. Purej. Liina. 157 p. LEQUANDA. Joseph Ignacio 1793 "Dehcripcin del partido de Saa o Lambayeque". En Mcrrxrio Prr~iarzo Kos. 285.386. Lima. RAMIREZ. Susan E. 199 1 P~~tric~rcn.\ ~ ~ ~ . o i * i r r c i ( l l ~ ~ . La teriencia de Iri tierra J. In econon~ii tlr.1 pode,- rn e,/ Perl Color~inl. Alianza Editorial, Madrid. 384 p. RONIERO. Fernando

    1 994 S(1fiiri africarzo J. conzpmilerltu de e.scltr \.os I>LII-IJ el Prr-~ (14 11- 1318). IEP - LXSCH. Lima. 275 p. STERN. Siteve J. 1990 Rc.ti.ste/rc.irr. ml7rlirz y coriciencici c.rirnpe.sirrri eri los Ardes. Siglos XVIII-XIX. Ed. IEP. Lima. UNANUE. Hiplito 197 1 "Gua poltica. eclesistica y militar del virreinato del Per para 1795". En Colrcc.icn Docii~ilci~tc~l dc~ Iri Indepe17deric~ia rlel Pr~rr. T . 1. vol. 8. Los idec1ogo.s. Lima VIVANCC), Carnien 1990 "Bandolerismo colonial peruano 1760-1 8 10". En Aguirre y Walker

    1990: 35-68.

    CONTRASTES. Revista dc Histoi-iii. N". 9- 1 O. 1994- 1997.