“No quiero regresar solo”

El sonido de las teclas de la máquina de escribir de Matías rompían con el silencio del salón de clases, cuando este llegaba al final del párrafo, jalaba la palanca que tenía a un costado para hacer un espacio, que al mismo tiempo hacia un sonido que a sus compañeros de clase les parecía chistoso.

-¡Sube!- Gritaban todos burlándose

-Esa broma no es chistosa, ¿cuántas veces tengo que repetirlo?- Reclamaba Valentina a sus compañeros molesta por la payasada –Tenés que entenderlo de una vez, no es piola boludos-

-Calma jóvenes, silencio- Gritaba la maestra- Dejen de bromear.

A Matías no le quedaba otra opción más que guardar silencio y esperar a que las risas se acabaran.

-Vale, voy a aprovechar para presentarles a nuestro nuevo compañero, Gabriel, ¿Querés presentarte?

Gabriel que estaba sentado unas bancas más atrás definitivamente no quería presentarse.

-No creo que sea necesario- Habló al fin

-Claro que es necesario, dale, te escuchamos, vení al frente ¿querés?- Ordeno la maestra a Gabriel y este se levantó de su asiento

-¡Gabriel! ¡Gabriel! ¡Gabriel! ¡Gabriel! ¡Gabriel! ¡Gabriel!- Gritaban todos animándole

-¡Hola, yo soy Gabriel- Dijo al frente del salón

-¡Hola Gabriel! –Respondieron todos a unisono

-Vivía en Uruguay, acabo de mudarme a Buenos Aires- Una bolita de papel golpeó su cabeza en ese momento y las risas no tardaron en aparecer.

-¿Qué pasó?- Preguntó Matías estirando su mano hasta el pupitre de Valentina, él quería saber cuál era el motivo de las risas

-Los pibes golpearon a Gabriel con una pelotita de papel, acá se re arma el bardo- Dijo burlándose

-Bueno, con el tiempo se conocerán mejor, podés sentarte Gabriel, gracias- Dijo la maestra al tiempo que sonaba el timbre, todos se levantaron de sus lugares de inmediato, el ruido y las risas se apoderaban del salón, pero el silencio volvía conforme los estudiantes tomaban sus cosas y se despedían, Valentina y Matías siempre eran los últimos en salir y este día también los acompañaba Gabriel, Matías tomó a Valentina del brazo y caminaron hasta la puerta, donde Valen se detuvo y miró a Gabriel.

-¿Y vos vas a subir o a bajar la colina? –Le preguntó

-Subir –Contestó algo sorprendido

¿Querés venir con nosotros?, también subimos la colina

-Claro- Dijo alegre, estaba haciendo amigos y definitivamente quería ir acompañado…

Matías esperó en silencio tomado del brazo de Valentina a que Gabriel les alcanzara en la puerta para salir los tres juntos hacia la calle

-Llegamos Matute- Matías sacó sus llaves del pantalón y se las entregó a Valentina, ella hizo lo mismo de todos los días y abrió la puerta, le regresó las llaves a Matías y el entró a su casa.

-Nos vemos mañana, gracias Valen, gracias Gabriel- Matías se despidió haciendo una corta despedida con su mano y cerró la puerta

-Adiós Matías- Le dijo sonriente y miró a Valen

-Bueno, adiós a ti también –Le dijo Valentina

-¿No seguís subiendo la calle?- Preguntó Gabriel

-No, yo vivo dos cuadras más atrás, pero siempre subo para traerlo-

-Bueno, entonces nos vemos mañana en el liceo, chau!- Se despidió Gabriel, Valentina caminó de regreso a su casa y el siguió subiendo la calle para llegar a la suya.

Valen y Matías estaban sentados en el piso a la mitad del pasillo del Liceo, Valen apoyaba la cabeza en la pared y Matías la suya en las piernas de su amiga, ella jugaba con su cabello y platicaban sobre cualquier cosa.

-Posta que Karina no dejaba de verte en la prueba-

-No es cierto Valen, cerrá el pico, ¿querés?-

-Te lo juro Matute, por eso ella fue la última en salir-

-Pero sabes re bien que ella no me gusta, ni me la juno-

-A vos nunca te gustá nadie, o por lo menos nunca me contás, soy tu mejor amiga, debería saberlo, yo siempre te cuento quien me gustá- Reclamó Valentina

-Hace tiempo que no me contás de nadie, desde que te gustaba Thiago que no me contás más nada-

-Callate, no me hablés de ese pibe, sabés re bien que no me lo banco-

-¿Quién lo juna a ese atrevido?- Dijo Matías cantando y burlándose

-Mala gente porquería- Cantaron entre risas

-¿Puedo sentarme con ustedes?- Dijo una voz algo conocida, era Gabriel, parado a un lado con su mochila en el hombro esperando una respuesta.

-Claro, levantate Matu- Le dijo Valentina a Matías para que se sentara a su lado y le dejara espacio a Gabriel

-¿Así que ya conocés el Liceo?- Le preguntó Matías

-Bueno, ya encontré la biblioteca- Contestó Gabriel

-¿Y les fue bien en la prueba?- Volvió a preguntar Matías

-Creo que sí, pero a Karina no le fue muy bien, nunca pone atención en las pruebas- Dijo Valentina burlándose y dándole un codazo a Matías

-¿Y a vos Gabriel?¿Te fue bien?-

-Creo que sí, siempre me han gustado las matemáticas- Contestó

-Entonces deberías ayudar a Matute, es muy malo en matemáticas- Dijo Valentina burlándose

-Entonces intentá responder una ecuación en braille vos-

-Bueno, esta prueba no era tan importante, te puedo ayudar en la próxima si querés- Dijo Gabriel

-Deberías aceptar Mati, tenemos otra prueba en dos semanas, sería una pena que no aprobaras por no saber usar Bhaskara- Le comentó Valen

-Uh, Bhaskara, me tenen con as bolas hasta el piso con Bhaskara-.

Caminaban los tres por la banqueta, Matías tomado del brazo de Valentina todo el tiempo y Gabriel jugaba como niño pequeño con el barandal que estaba a su lado mientras caminaban.

-¿Qué preferís? ¿Pisar descalzo un hormiguero o que una cucaracha ente en tu pantalón?- Dijo Matías

-¡La cucaracha, por su puesto, solo me tengo que quitar el pantalón!- Respondió Gabriel.

-¿Qué preferís? ¿Qué un mosquito se meta a tu boca o perder toda tu mesada?

Estaban los tres en la recámara de Matías, el leía sus apuntes en braille, Valentina estaba sobre la cama viendo una revista y Gabriel, revisaba sus apuntes para comenzar a ayudarle a Matías.

-Gabriel ¿podrías decirme de nuevo como utilizar esta fórmula?- Pidió Matías

Gabriel amable se levantó de donde estaba y fue a ayudar a Matías , minutos después Valentina estaba debajo de la cama con la mitad del cuerpo afuera y Gabriel detrás de la cortina, jugando a las escondidas con Matías, él se movía con cuidado por la recamara, cuando pudo tocar a Gabriel gritó: -¡Gabriel!-

Valentina y Matías estaban sentados en la biblioteca, Matías solo pensaba, y Valen leía un cuento, cuando Matías rompió el silencio…

-Valen, ¿Cómo es Gabriel?

-¿Cómo?

-Ya sabes, su rostro- Repitió

-Gabriel, es moreno, tené mi altura, de piel blanca, con el cabello rizado, delgado, con ojos grandes y verdes, ahí viene-

-¡Hola!- Dijo Gabriel –¿Nos vamos?-

Matías se tomó del brazo de Valen y salieron los tres del lugar, caminaban por la calle en silencio

-Vos vivís por acá, ¿no Valen?- Preguntó Gabriel

-Sí, justo en esa casa amarilla de enfrente- Respondió

-Si quieres yo puedo llevar a Matías hasta su casa- Le dijo

-Ah, no sé, no es necesario-

-Por mí no hay ningún problema Valen- Dijo Matías

-¿Seguro Matute?- Preguntó

-¡Sí, seguro, andate che!- Le dijo Matías

-Uf que bueno, porque tengo las re ganas de ir al baño, adiós, nos vemos mañana chicos- Se despidió de ellos y se fue

Matías tomo el brazo de Gabriel para seguir andando

-¿Seguís ahí?- Preguntó

-Sí, acá estoy-

-Pues andando- Le dijo Matías

Llegaron hasta la casa de Matías y Gabriel hizo todo lo que Valentina hacía, se despidieron y el siguió su camino

Al día siguiente en el Liceo, el profesor de Historia les pidió que hicieran parejas de chicos y chicas para una investigación, Valentina algo molesta, se unió a otra compañera y Matías se unió con Gabriel

-Chicos tengo que irme, Mica queré que hagamos el trabajo en la biblioteca ¿Dónde lo van a hacer ustedes?

-En la casa de Matías- Respondió Gabriel

-Bueno, chau, suerte chicos- Dijo Valen y se fue dejándolos solos de nuevo, Matías leía un libro en braille y Gabriel lo observaba.

-¿Siempre fuste así?- Preguntó Gabriel

-¿Así cómo? ¿Fraca o ciego?- Dijo burlándose

- Ciego- Respondió Gabriel burlándose también

-Sí, siempre, desde que nací-

-¿Y todo bien?- Volvió a preguntar

-No siempre, a veces me enojo un poco con el mundo ¿Sabes? Pero todos lo hacen por un motivo o por otro-

-Sí, no sé qué haría si fuera ciego- Dijo Gabriel

-Te acostumbrarías, hay algunas ventajas de ser ciego, la gente te hace más favores-

Gabriel tomó el libro en braille de Matías, cerró los ojos y pasó sus dedos por las letras intentando leer

-Entonces… ¿Nunca has visto la cara de Valen?- Le preguntó Gabriel

-No, nunca-

-Que gracioso, creo que tú le gustás-

-Claro, ella es mi amiga-

-No, creo que tú le gustás de verdad-

-Claro que no ¡Nada que ver!

-No lo sé, como te mira no parecé amistad-

-Ah! Pará con eso-

-¿A ti no te gusta ella?- Preguntó Gabriel

-No- Contestó alzándose de brazos

-Entendí- Recogió la basura que tenían y se levantó –Esperame un poco, voy a tirar esto- Dijo

-¿Viste?-

-¿Qué cosa?- Preguntó

-¡Favores!

Llegaron juntos a la casa de Matías, listos para trabajar en el proyecto de historia, Gabriel lo siguió hasta su habitación, llegando ahí, Matías dejó caer su mochila he hizo pasar a Gabriel.

-Entrá- Le dijo

Gabriel cerró la puerta de la habitación y dejo caer su mochila junto a la de Matías también, cuando levantó su mirada hasta Matías vi que este se estaba cambiando de playera, el no pudo más que esperar y observar como abría el armario sacando una playera limpia y verlo ponérsela –¿Listo? Ahora sí- Preguntó Matías

-Hacé calor acá Matías- Le dijo Gabriel

-Claro, tenés puesta la sudadera- Le contestó

-¿Y cómo sabés que traigo puesta una sudadera?- Preguntó Gabriel algo extrañado

-Uh, ¿Cómo será?...– Dijo riendo

-Bueno, ya no más- Dejó la sudadera sobre la silla del computador –Leo, necesito lavarme los dientes, ¿tenés un baño que pueda usar?

-Claro, saliendo del cuarto, tercera puerta a la izquierda- Le contesto sentándose en la silla del computador, sintió que había algo ahí y lo tomó, era la sudadera de Gabriel, la puso a un lado

-¿Tercera a la izquierda, verdad?- Preguntó Gabriel para asegurarse

-Sí- Al salir Gabriel, Matías volvió a tomar la sudadera, la acercó a su cara y la olía, apreciaba el olor de Gabriel que se había quedado en la sudadera, sin darse cuenta de que Gabriel había regresado por algo y lo estaba viendo, el guardó silencio y volvió a salir de la habitación.

Toma mi mano esta noche

Podemos correr muy lejos

Podemos convertir el mundo en lo que queramos

Podemos parar horas solo para observar las estrellas

Brillan para mostrarnos

Sabes que cuando el sol olvide brillar

Estaré allí para sostenerte en la noche

Correremos muy rápido y podremos volar

Tal vez cuando estemos millas y millas aparte

Seguirás teniendo mi corazón

Prometo que esto nunca será oscuro

Sé que somos inseparables

Podríamos correr siempre si lo desearas

-Podríamos correr por siempre si lo…

-Deseas- Terminó la frase Matías

-Desearas- Dijo Valentina

-No, es deseas- Le contestó Matías

-No mati, es desearas- Le dijo

-¿No es deseas?- Preguntó Matías

-¡Claro que no, que pensás?- Le contestó Valentina

Valentina le hacía mimitos a Matías mientras cantaban, de repente, Matías guardo silencio unos segundos y preguntó

-Valen, decime algo-

-¿Qué querés que te diga Matu?- Preguntó Valentina

-¿Vos pensás que yo soy bonito?- Dijo Matías

-¿Qué?- Preguntó Valentina un tanto nerviosa

-¿Crees que las demás personas consideran que soy bonito?-

-Ah, para mi si- Contestó Valentina

Matías guardó silencio de nuevo

-Sí, pero, ¿Las otras personas pensán que soy bonito?- Volvió a insistir Matías

-Las otras personas no sé Matías, tenés que preguntarles a los demás-

-¿Listo, nos vamos?- Dijo Gabriel llegando de algún lugar, ellos lo estaban esperando para irse juntos

-Vamos- Dijo Valentina

Matías se levantó de golpe y se tomó del brazo de Gabriel sin pensarlo, Valentina lo vió y se enfureció, no podía creer que Matías la estaba cambiando por Gabriel.

-¿Siguen ahí?- Preguntó Matías al notar el silencio

-Sí, vamos, estoy muriendo de hambre, solo quiero morfar- Se quejó Valentina

-Dale, vos y tu morfi-

-¿Qué tené de malo que esté pensando en morfi todo el día?- Dijo riendo

-Nada, dale que yo también tengo hambre- Dijo Matías riendo también

Caminaron por la calle como siempre, esta vez más silenciosos

-¿Sudadera de nuevo Gabriel?- Preguntó Matías

-Sí, sudadera de nuevo- Contestó nervioso

-Ya terminaron el trabajo de historia?- Preguntó Valen

-No, vamos a terminarlo hoy en mi casa- Contestó Matías

-Bueno, entonces nos vemos- Se despidió

-Dale, chau Valen- Le dijo Matías

-Acordate Matías que vamos a ir a la pileta- Le recordó Valentina

-Ah, sí, ¿querés ir con nosotros a la pileta Gabriel?- Le preguntó rápidamente Matías

-Ah, no lo sé, tengo cita con el dentista- Contestó Gabriel

-Bueno, está bien si no podes ir- Contestó rápidamente Valentina

-Ah, pero Gabriel, ¿no podes ni un poco?- Preguntó Matías

-Me encantaría ir con ustedes, pero no puedo, lo lamento- Contestó Gabriel

-Se va a poner re piola, bueno, no, solo vamos Valen y yo- Dijo Matías riendo

-Matute, Gabriel ya te dijo que no puede, dejá de molestarlo ¿querés?- Le dijo Valen

-Perdón Gabriel-

-No, está bien, gracias por invitarme igual- Le dijo Gabriel

-Bueno, chau chicos- Dijo de nuevo Valen y se fue

-¿Ves esos dos puntos antes de la letra Gabriel?- Preguntó Matías

-¿Cómo?- Preguntó también Gabriel

-Mirá, dos puntos- Matías tomo la mano de Gabriel y la movió por el cuaderno, le estaba enseñando a leer sus apuntes en braille

-Eso significa es un letra mayúscula-

-Ajá- Contestó Gabreil

-Está escrito: La temperatura… del clima… la temperatura del clima… tropical… presenta varia… presenta varia… ¿oh, sientes eso? Eso de aquí es un guión…. variaciones… la temperatura del clima tropical presenta variaciones cuando…-

Sonó alguna alarma del teléfono celular de Gabriel

-Matías tengo que irme, mi cita con el dentista es en un rato- Dijo Gabriel tomando su teléfono

-Oh, ¿tenés un teléfono celular?- Preguntó Matías

-Sí, ¿por qué?-

-Yo también tengo uno, no se utilizarlo muy bien, pero si sé atender llamadas- Le dijo

-Oh, puedo llamarte algún día-

-Eso estaría re piola- Le dijo alegre Matías

-Decime tu número- Le pidió Gabriel

-Dale, ya me lo aprendí de memoria-

-Decímelo, ya te puse en mis contactos- Le dijo Gabriel

- Cinco… ocho… cuatro… dos… cuatro… seis… tres… tres… tres… ocho… uno… cinco… seis… nueve… cuatro… dos… siete… uno… uno… tres…siete… cinco… seis… seis… cero… ocho… dos… siete… siete… nueve…cinco… cinco… uno… tres…cuatro…cinco…cinco -

-Pará, pará, repetime desde el dos, me perdí- Dijo Gabriel riendo

-Te lo digo de nuevo, ¿vale?- Le contestó riendo también

-Vale, decímelo de nuevo-

- Cinco… ocho… cuatro… dos… cuatro… seis… tres… tres… tres… ocho… uno… cinco… seis… nueve… cuatro… dos… siete… uno… uno… tres…siete… cinco… seis… seis… cero… ocho… dos… siete… siete… nueve…cinco… cinco… uno… tres…cuatro…cinco…cinco - Le repitió Matías

-A ver si lo anoté bien… ¿Cinco… ocho… cuatro… dos… cuatro… seis… tres… tres… tres… ocho… uno… cinco… seis… nueve… cuatro… dos… siete… uno… uno… tres…siete… cinco… seis…

seis… cero… ocho… dos… siete… siete… nueve…cinco… cinco… uno… tres…cuatro…cinco… tres?

-No, no, al final es cinco, no tres- Le dijo Matías

-Dale, entonces es cinco… ocho… cuatro… dos… cuatro… seis… tres… tres… tres… ocho… uno… cinco… seis… nueve… cuatro… dos… siete… uno… uno… tres…siete… cinco… seis… seis… cero… ocho… dos… siete… siete… nueve…cinco… cinco… uno… tres…cuatro…cinco…cinco ¿verdad?-

-Sí, así es, cinco… ocho… cuatro… dos… cuatro… seis… tres… tres… tres… ocho… uno… cinco… seis… nueve… cuatro… dos… siete… uno… uno… tres…siete… cinco… seis… seis… cero… ocho… dos… siete… siete… nueve…cinco… cinco… uno… tres…cuatro…cinco…cinco-

-Bueno, me voy Matías- Dijo y se levantó de su asiento, tomó su mochila y se fue

Matías también salió en ese momento, tomo sus cosas y se fue a la casa de Valentina caminado con su bastón y la mochila en el hombro, llegó a lo de Valen y ella le abrió la puerta ya en traje de baño.

-Andá pelotudo, llevo esperándote a vos desde hace horas- Le dijo y lo llevó a la habitación para que se cambiara al traje de baño

-Estaba trabajando con Gabriel, no podía venir- Le contestó

-Ah, ¿seguían trabajando?- Preguntó Valentina

-Sí, che, esta larguísimo, pero ya lo terminamos- Dijo y terminó de arreglarse para la pileta

Salieron al patio y dieron unos cuantos chapuzones antes de cansarse y sentarse a la orilla a platicar.

-Matías no tienes que preocuparte por eso-

-¿Con qué?- Preguntó

-Con pasar la vida entera sin ser besado- le contestó Valentina

-¿Qué clase de gil soy? Nunca he besado a nadie- Dijo Matías

-Ya te dije que no le tomés importancia- Insistió Valentina

-Pensalo Valen, ¿Quién querrá besarme?-

-No sé, tiene que haber alguien-

-Nadie quiere besar a un ciego- Dijo Matías

-Ah, Matute, dejá de pensar así- Contestó Valentina

-Imagina ir a otro lado, donde nadie te conoce- Dijo de repente Matías

-Ajá, ¿eso qué?- Preguntó Valen

-Vos simplemente podes crearte una nueva personalidad-

-¿No te gustá tu personalidad?- Preguntó Valentina

-Me gusta, pero yo no soy el problema-

-Matías dejá de hablar como si fueras un completo pelotudo-

-Lo soy- Insistió Matías

-No, no lo eres, ojalá te calmes- Le dijo Valentina regañándolo

-A veces quiero golpear al mundo-

-Yo también- Dijo Valentina riendo

-Tirarles una patada voladora para que dejen de ser tan mierda-

-Les quemamos el racho- Dijo riendo

De nuevo la máquina de escribir de Matías era la única que hacia algún sonido en el salón de clases, Gabriel se estiró un poco hasta Matías y le toco el hombro

-Hey, dejé mi sudadera en tu casa- Dijo susurrándole al oído

-Lo sé, podés pasar después de clases a buscarla-

-No puedo, después de clases iré de nuevo con el dentista- Le contestó

-Puedo traértela mañana si querés-

-Vale, me parece bien- Dijo y regresó a su postura normal

-¿Chicos, pueden decirme que están haciendo?- Dijo la maestra enojada a unos chicos en el fondo del salón

-Nada profesora, acá el gil de Nicolás que no hace nada- Contestó Thiago, el molesto chico que siempre estaba haciendo bromas de mal gusto y burlándose de todos

-Thiago, ¿podés moverte de lugar?- Le dijo la maestra

-Pero ¿A dónde queré que me mueva? no tenemos más lugar- Contestó creyendo que se salvaría

-Te dije que te muevas, a donde sea, mirá, Gabriel va a tomar tu lugar y tu tomás el de él, dale, te espero- Dijo enojada

-Pero maestra, si me pongo atrás de Matías voy a tener que hacerle favores todo el tiempo- Dijo burlándose y algunos se rieron

Matías agachó la cabeza intentando no hacer caso al comentario del idiota de Thiago, pero Gabriel que ya estaba parado con su cuaderno a un lado le contestó

-Mirá pendejo de mierda, te movés para acá y si Matías necesita un favor, lo vas a hacer, así de fácil, o te cago a palos, ¿entendés?-

-¿Y vos quien sos? ¿Su novio? Callate ¿querés? Bajá un cambio, no vengas a defender al ciego- Le contestó Thiago

-Chicos, cálmense, Thiago te movés porque yo lo digo- Dijo la maestra

Y así lo hicieron, se terminó la clase y todos salieron, se quedaron Valentina y Matías solos.

-¿Y dónde está Gabriel?- Preguntó Valentina al ver que no estaba

-Fue al dentista, me lo dijo hace rato- Le contestó

-¿De nuevo al dentista?- Preguntó

-Sí, me dijo que tenía que regresar por algo- Se alzó de hombros

-Ah, Gabriel, Gabriel, Gabriel- Dijo Valentina suspirando

-¿Qué pasa?- Preguntó Matías

-Nada- Dijo Valentina guardando sus cosas

Matías se quedó en silencio por unos minutos, hasta que se decidió a hablar…

-Valen, tengo que decirte algo-

-Decímelo, hablá- Le dijo arreglando algunas cosas que había sobre su pupitre

-No, no creo que sea el lugar indicado- Se había arrepentido

-¿Qué es tan importante que no me lo quieres decir acá?- Preguntó

-Después te digo- Dijo arrepintiéndose

-Ahora me tenés intrigada, decime, tengo curiosidad-

-¿Hay alguien cerca?- Preguntó

-No, todos se fueron- Le contestó

-Pasa que…-

-Bueno, ¿Qué pasa Matías?-

-Creo que estoy enamorado de Gabriel- Dijo finalmente

Valentina sorprendida por la noticia se echó hacia atrás sin decir ninguna palabra.

-¿Seguís ahí Valen? ¿Escuchaste lo que dije?-

-Sí, lo escuché, estoy pensando, no sé qué decir-

-Bueno, ahora ¿ya sabes que decir?- Dijo Matías

-¿Cómo enamorado?-

-Ah, enamorado-

-¿Enamorado de Gabriel?- Preguntó

-Sí, de el- Contestó sonriendo

-¿Enamorado… gay?

-Sí, eso creo- Dijo sonriendo

Justo sonó el teléfono celular de Valentina

-Es mi vieja, es el cumpleaños de mi abuela y tengo que ir allá- Dijo levantándose y tomando sus cosas rápido

-¡Pero Valen!- Suplicó Matías

-Paso por tu casa más tarde Matías, te prometo que ni voy a comer postre ¿de acuerdo?-

-De acuerdo- Dijo desanimado

Matías se regresó solo a su casa, caminaba por la calle solo ayudándose de su bastón, llego a su habitación y se tiró en su cama, solo, en silencio, pensado mil y un cosas, más tarde tomo sus audífonos y su reproductor de música y escuchó por un rato sus canciones favoritas.

Escuchó la puerta de su habitación abrirse, se levantó de golpe y comenzó a hablar

-Valentina, no puedo creer que me dejaste solo después de lo que te dije, no es para tanto, yo sé que no es fácil de escuchar, y puede ser difícil de comprender, ¡Pero che! ¡Te cuento una cosa así y vos me dejás esperando, solo! Perdón si no querías escucharlo, pero sos mi mejor amiga, necesitaba decírselo a alguien y pensé que me ibas a entender, pensé que podía contártelo todo, ah, y estoy seguro de que comiste postre. No debí contarte que estoy enamorado de Gabriel.-

Dijo esto y un silencio enorme llenó la habitación, se lograron escuchar unos pasos acercándose a él.

-Ya sabes, vos sos tan celosa, ahora no quiero ni… ¿Valen, seguís ahí?- Preguntó

Unos labios chocaron los suyos, levanto su mano intentando tocar el rostro de la persona que lo había hecho, pero esta ya se había separado y ahora estaba cerrando la puerta, sin decir nada, se fue y Matías volvió a quedarse en silencio, se volvió a tirar en su cama y se quedó pensando de nuevo, hubo momentos donde ya no sabía que pensar, lo había pensado ya todo muchas veces, estaba analizando todo tan lento y despacio, pero a la vez lo había pensado todo tantas veces y tan bien, que ya no sabía que pensar sobre lo que ya había pensado, intentó varias veces quedarse dormido, pero simplemente no podía, era imposible. Hasta que alguien entró a su habitación terminando con el inquietante silencio que llevaba matándolo toda la tarde.

-Matías perdoname che, te juro que quería llegar antes, mis tías estaban cantando “Feliz cumpleaños” la cantaron como cinco veces, lo juro, pensé que nunca iban a parar de cantar, y mi vieja me hizo lavar los trastos- Dijo Valentina entrando rápido por la puerta y sentándose el borde de la cama al tiempo que Matías se levantaba de golpe y se sentaba a su lado también.

-Luego todas comenzaron a hacerme preguntas sobre el colegio, querían que les contara todo, viejas chusmas que son, literal querían saber todo, me preguntaron por vos Matías, les conté que estas re

bien, me preguntaron por qué no te lleve, y posta, te hubiera dicho que fuéramos juntos, se me re olvidó preguntarte si querías ir, ¡que pelotuda que soy!-

Matías se levantó de la cama y corrió al computador, buscando algo, en la mesa, en la silla y no encontraba nada.

-¿Qué hacés Matute? ¿Buscás algo?- Le preguntó Valentina

-Sí, sí, ayúdame boluda-

-¿Qué querés que busque?-

-Ves en algún lugar una sudadera?- Preguntó nervioso

Valentina miró a todos lados, pero no vió nada

-¿Una sudadera? No, en ningún lugar- Le contesto

-¿Segura? Tal vez debajo de la cama Valen-

Valentina se agachó buscando debajo de la cama, pero tampoco encontró nada

-Ni debajo de la cama-

Matías sonrió ampliamente a darse cuenta de quien lo había visitado hace unos minutos.