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MONTEVIDEO En el I í mi te de Ia I ici tu d GI osa sobre los Angeles L a Virgen de os "33" L a libertad de burgués E I su e ñ o y e I so ñ a r Gabriel Marcel.- Santidad y dirección espiritual.- las Artes: La obra de arte aparecida.- Lucia Frank y la Bxposición de Arte Religioso.- Casas sin puerta.- Documentos: Un gran Seminario At'qufdiccesano.- La Patria y los problemas morales.- (Ine: 11Domani e troppo tardio.- Bibliográficas: y Posi- ti'Uismo en el Uruguayo. -Ilustraciones Nuevo Seminario Arquidiocesano El Diario de un Cura rural La formación del carácter 1951 SARANDI 384 CASTILLOS ROCHA FRAY BENTOS CARDONA EN EL INTERIOR SANTA LUCIA es Sucursa I) SEGURIDAD lfununUUUfUnU!lUlUfU!flUUUUUnUUI!1U!!!!U!IU1!f!UUfUUU!:!!!1!!Ul!UUnnnuU!U!!!!lH!!!!!lU!!UHU!!UnUnlI8 de interés general. Registro NI> 55 VIlTA T C:V""1l1.0 Depositando sus economías en esta Institución obtendrA una III) DISPONIBILIDAD ¡CASA CENTRAL: 25 DE MAYO N.o 500 AGUADA UNION COLON triple ventaja: EN LA CAPITAL CORDüN § § i No Renuncie a la Virtud del Ahorro i : 11) RENDIMIENTO i §

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MONTEVIDEO

E n el I í m i te d e I a I i c i tu d

GI osa s o b r e los Angeles

L a Virgen d e o s "33"

L a libertad d e burgués

E I s u e ñ o y e I s o ñ a r

Gabriel Marcel.- Santidad y dirección espiritual.- las Artes: La obra de arteaparecida.- Lucia Frank y la Bxposición de Arte Religioso.- Casas sin puerta.­Documentos: Un gran Seminario At'qufdiccesano.- La Patria y los problemasmorales.- (Ine: 11Domani e troppo tardio.- Bibliográficas: ~~Espiritualismo y Posi-

ti'Uismo en el Uruguayo. -Ilustraciones

Nuevo Seminario Arquidiocesano

El Diario de un Cura rural

La formación del carácter

1951

SARANDI 384

CASTILLOS

ROCHA

FRAY BENTOS

CARDONA

EN EL INTERIOR

SANTA LUCIA

esSucursa

I) SEGURIDAD

lfununUUUfUnU!lUlUfU!flUUUUUnUUI!1U!!!!U!IU1!f!UUfUUU!:!!!1!!Ul!UUnnnuU!U!!!!lH!!!!!lU!!UHU!!UnUnlI8

de interés general. Registro NI> 55 VIlTA T C:V""1l1.0

Depositando sus economías en esta Institución obtendrA una

III) DISPONIBILIDAD

¡CASA CENTRAL: 25 DE MAYO N.o 500

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33

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58

CACATÓ

SUMARIO

2

TR

En el limite de la licitud. _ H. T.A .

La formación del carácter. lYligneLBala,,"1ler, .Pbro .

Gabriel Marce!. - Susana Soca .

Glosa sobre los Ahgéles; "Estlierd~ Cáceres . . .

La Virgen de los "33".. ;Carlos Parteli, Pbro .

La libertad del burgués. - Jnan Pablo Terra .

El sueño y el soñar. - JulíoC. Garda Otero .

Santidad y dirección espiritual. - Diouisio .J. Gármendia .

J

A SIMA,K()r,.;.;:.".,...,;¡

DE

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Las Artes

Casas ........'...¿ .... • Dardo Regules ..

Las gr:an<les jornadas del Seminario. - L. D.

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75

.............................

La obra de arte aparecida J'oséPedro •.<\rgul .

Lucía FraIlkh~ pre~e!ltado una. Exposición con obras de. arte religio.so de artistas sudamericanos . ..

Un gran Seminario Arquidiocesano

La Patria y los problemasmotales

Cine

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L 1LT

""V· ," enrélS

81

83

86

86

R. Ch .

"El Diario de un Cura Rural".• J.C. Ponee de León yC. RanschertChiarino .

"Domani e troppo tardi".• J. C. P. de L. y

Bibliográficas

A propósito de un libro sobre la filosofía en el Uruguay. - EustaquioTomé .. ..

Canje. . . .

Ilustraciones: Obras de Eduardo Yepes, J. A. Ballester Peña, Aldo Ma.

y

en dIStintos

JI

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VarlaCl0n ae lanas pC1.ra"', '1 (' j¡ .;7.. ,

AUombras y carn.mena Importadas

NUEVO LOC¡.\L: v. 3989

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TRIBUNA CATOllCAPOSICIONES

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Ejemplar $ O. SO

DIEGO

EN EL LIMITE DE LA LICITUDEs posible caminar por las cornisas y usar balcones sin baranda", y

no precipitarse. Todo es cuestión de cabeza fuerte y de algún adiestramien­to anterior. Pero si un grupo de hombres hábiles introdujese en un puebloentero la costumbre de caminar por las cornisas y de asomarse a balconessin barandas, ciertamente recogeríamos dos resultados de esta experiencia:1.0 un gran número de personas adquiriría la habilidad de los equilibristas.2.° la estadística de los estrellados sería pavorosa.

Ante esta última consecuencia, los pueblos toman precauciones sabias:ponen barandas a los balcones y enseñan a los niños a no andar por lascorni"as. Es lo sensato.

Pero en el orden moral, no procedemos siempre con la misma sentatez.Lo Q:ue no está expresamente prohibido, lo que directamente no es unacaída, es con facilidad incorporado a nuestras costumbres.

La sociedad tiene en lo moral, no obstante, sus barandas, en protec­ción de los que están expuestos a caer: son ellas ciertos hábitos colectivos,ciertos requisitos, ciertas prudencias de procedimiento, ciertas reservas yprivaciones de cosas que, aunque no· sean individualmente necesarias a ladefensa de cada uno, son útiles e imprescindibles para muchos. Y la eficaciamisma de estas defensas exige que todos las respeten: son barreras y de­fensas morales de carácter "ocial; tan convencionales y tan útiles comouna baranda en un balcón.

En épocas de rápidas renovaciones de costumbres y de modos de vida,como la nuestra, los jóvenes suelen tomar a burla estas modalidades defen­sivas: resultan para ellos "antiguallas", "exageraciones" y "ridiculeces". Yes dificil probar que no lo sean; porque todas al fin tienen aspecto contin­gente y facultativo y anticuado, y ninguna se confunde estrictamente conun precepto moral inflexible.

Pero la estadística pavorosa de los despeñados nos muestra que estasdefensas sociales tienen allá, en lo hondo, su razón de ser. Y que cuandoellas desaparecen, A y B "e salvan; C,D, E, . .. y Z. se precipitan. Y este esel motivo por el cual A y B debieron ser respetuosos de las barandas; yporel cual también son responsables del derrumbe del resto del abecedario,aunque se crean muy puros y muy santos, y aunque se tengan ellosindivi­dualmene por buenos equilibristas en el pretil de la moral.

En este orden de licitudes peligrosas han penetrado en el ambientede nuestros jóvenes de ambos sexos costumbres nuevas que nos eran extra­ñas: el cine especialmente nos las ha traído ... y no sólo en las vistas"prohibidas por la censura", sino en las admisibles, y hasta en las admisi­bles para todo público. .. por lo mismo quena se trata directamente de"preceptos morales".

Una joven decente y un joven caballero y respetuoso pueden pasearsolos de dia o de noche, a pie o en auto, sin faltara'susdeberes.An.teshabía, sin embargo, una costumbre que era barrera defensiva. . .y lo im­pedía. Sin la exageración del refrán: "entre santa y santo, pared de cal y

U.T.A.

TRIBUNA CATOLICA4

"1 "tumbre tenía su porqué, , , y quienes la establecieron no erancanto , a co~ 't· 1 .,. rt 'o-norantes de la naturaleza humana. SI en este aspec OSellCle-por ele 0.1", , f . . t t

• d'-t'A d los despeñados ellas acusanan en arma lnqul.e an eran hoy es~a 1" h..as e, .1 "PUl'OS y santos equilibrístas" que contribuyeron con su eJemplo. o con

a os . ~ 1 ab1e deéd· d t . la barrera Poraue efectlvamen~e, son cu p - ssu pr lca a es fUlr . -' , 1'-

haber inducido a tantos otros al peligro que les fue J..a:al.. . t. . d' dIos veotídos de las mUJeres,. ~an sUJe os aCasI 10 nusmo Iremos e - " d "

la mudanza intencionada. ¿Quién pudiera decir en que centlm~~r~ et;nel~o,..en el género, comienza a violarse realmente un precepto mora. e~ lm~romás centimetro menos, el ridículo acecha a los censores. Per~ a go ay

, d d a mUJ'er que se vIste es unade serio v de m:ofundo en esto: el pu or e un . _."'.- - . , 1 t lana il1 clinado: para ellaf, y iJal abarrera, y la desaprenslOn de a o ra, un p -

los demás. 1y así uodríe.mos seguir: con las canciones y los humori.smos que ,a

radio nos t;ae hasta casa, Y con los bailes cada día m;,nos dehcados Y ::rassensuales y con los espectáculos cotidianos que van J..1ltrando gota a ",otael acostu'mbram,iento del público para con la escena pe~agosa,b~, pa~acon el argumento irregular, o para con el simpático personaJe, tam len sm

barreras. ¿Dónde el centhnetro de la licitud?na cuestión de centímetros;Hablemos claro de una vez: esto no es u

es una cuestión de espíritu. . áf''1 d' día la lista de la censura cmematogr lca,A aque que repasa la a t'

para no perderse una sola vista que sea ,l~cita para él, no le faltan cen 1-

metros: le sobran. Lo que le falta es eSPlrltu.. 1Porque 'quien hace esto se precia de cristiano, e Ignora. lo que es e:

"t cristiano. Todas las barreras defensivas que las socIedades tradl-esplrl u 1 1 son barrotes decionalmente cristianas crearon en defensa de a mora,' no , d 1cárceles; son la obra de un espíritu ascético que esta.e~ l~,esenCIa e avida cristiana, y que es gloria de esta vida: una mortlflC~:lOn de: ~os sen­tidos un desprendimiento de la sensualidad, una superaclOn espIrItual delos ;tractivos del mundo sensible, una fortaleza de voluntad ~u: ~r~a ~ldomínio propio y que es capaz de dirigir al hombre y a la SaCIe a . aCla

excelencias de un tipo más alto, . , , .Contra todo esto se levantan inconscientes los slstemat~co~destructor es

de barandas; los minimistas de la defensa moral; los equhbnstas del pre-

cepto. 'd t 1 dey su espíritu entre los católicos VIene a ser tar e o emprano e

a uel10s a quienes el Arzobispo de Montevideo ;.n su Poastoral de ~gos:?ú~imo repite la sentencia evangélica: "no podeIs serVir a. d?,S s:nores ,Porque en efecto .sonéstos los que llaR.comenzado por :educlr ~u Ideal devida a una forma puramente negativa, que consis~e solo en evlta~,lO ~,:eles está vedado", a quienes el mismo document? epIscopal ex?~rta a v:vlruna vida de constante superación, por .. los cammos de la ascetlca,. ~u,~ 111S-

irada en el amor conduce al alma por los caminos de la perfecClOn .-p Quien haya comprendido lo que hay de profundo y de necesarIO en

- habrá salvado de los minimismos calculadores y de esaesta ensenanza, se . . d tru·, 1 d f a­fiebre no menos ingenua y tonta que diabólica, por es Ir as e ens "

morales de la sociedad.

LA FORMACION DEL CARACTERTrabajo preparado para el IV Congreso Interamericano de

Educación Católica que t'.lYO lugar en Río de Janeiro.

El carácter es un conjunto de cualidades morales adquiridas que tienecomo resultado una norma constante en obrar el bien.

Para nosotros el concepto de bien está dado por la moral cristianaque tiene como meta la santidad, y así nosotros podemos hablar de ca­rácter cristiano, y es ese el que procuramos formar en nosotros y en losdemás. Es decir que procuramos adquirir y trasmitir ese conjunto de cua­lidades morales que nos den un obrar con firmeza y constancia el bien conque se labra la santidad.

Si no formamos nada más que hombres hontados y honestos, no for­mamos todavía cristianos, y traicionamos, o defraudamos nuestra misión.No trabajamos solamente para tener como cosecha a salvados del infierno,si no a exponentes de vida cristiana, hombres que sean luz del mundo consu conducta y que hagan alabar al Padre que está en los cielos con elespectáculo de sus obras buenas. Ese es el fin del Evangelio, y nosotrosno podemos tener otro.

y bien, si es el fin: formar un· carácter cristiano, ¿con qué materia­les contamos para trabajar en esa obra? ¿Con qué materiales naturales ysobrenaturales?

¿Qué acciones influyen en esos materiales, además de la nuestra? O¿quienes más están trabajando para modelar esa arcilla en sentidofavo­rabIe o deSfavorable al nuestro? El conductor de un ejército no tiene so­lamente en cuenta 10 que puede hacer él; sino 10 que pueden hacer y 10que harán sus aliados o sus enemigos, si no el desastre sería el resultadoinevitable.

y por 10 tanto ¿cuál debe ser nuestra ,acción para lograr ese fin?Esta es una materia tan amplia que ella sola podía ser motivo de un

congreso.

a) EL ALMA CON SUS E'XIGENClAS

En 10 natural el hombre tiene en primer lugar un alma con anhelosde una felicidad eterna, y de una paz infinita; por 10 tanto, con horror aldolor y a la intranquilidad. Creada para Dios donde encontrará su dichay la paz, busca necesariamente estas dos cosas, sin darse cuenta que siem­pre que se mueve, en ese sentido, es a Dios quien busca. Esa alma estáahora fuera de su lugar y por 10 tanto siempre tiene un fondo de tristeza.Por eso es que el hombre que huye del espectáculo del dolor físico, anhelala compañía del dolor moral, y paga por llorar en el teatro oen el ciney devora las novelas que le arrancan lágrimas de dolor. El hombre no seda cuenta que 10 que busca entonces es un pretexto para llorar su propiosufrimiento y un destierro que siente y no se explica. Esa a1rrla necesa­riamente buscará la felicidad y no podrá moverse en otro sentido. A esaalma, pues, el cristianismo le tiene que dar 10 que busca, si no, se irá aotra parte en su seguimiento.

La alegría necesaria

El cristianismo con su ascética de aparente austeridad hace gustarmás dichas que los placeres. En todas mis tribulaciones sobreabundo enalegría decía San Pablo; y Cristo dijo que su yugo era suave y su cargaligera.

b) EL CUERPO UNIDO SUBSTANCIALMENTE AL ALMA

En segundo lugar, el hombre tiene un cuerpo unido a esa alma, unidosubstancialmente. Lejos, por supuesto, de nosotros la visión de una psico­logía sin alma; que queda reducida a una mera fisiología; pero tambiénlejos de nosotros una visión que prescinda de la influencia fundamentalde los elementos corporales que forman un sólo ser con el alma.

Por lo tanto, al hablar del cuerpo, hablo de esta unidad substancial,mirando, sí, de una manera especial la influencia de la materia, no diréen el espíritu, lo cual sería impreciso, sino en el conjunto: en el hombre.

A veces planteamos el problema como si éste estuviera constituído poruna lucha entre el alma y el cuerpo, lo cual es un absurdo. La lucha estáplanteada entre dos principios que quieren influir de una manera prepon­derante en nuestro conjunto.

,Con entendimiento, voluntad y sentimientos

Somos seres intelectuales, por lo tanto con ideas que nos señalan unameta, con una voluntad que elige y con una emoción que nos impulsa.

7LA FORMACION DEL CARACTER

Para ser santos, y por lo tanto, para tener un carácter cristiano sonnecesarias en el orden natural tres cosas: verdad en las ideas, fuerza enla voluntad y estímulo en la emoción, que suele recibir a veces el· nombrede sentimientos.

El temperamento

Antes de entrar a examinar la acción que puede y debe desarrollarel educador en cada uno de estos tres sectores, debemos decir algo sobre eltemperamento, que es una disposición particular de cada .individuo queprovoca en él inclinaciones determinadas y particulares mod1>s de reaccio­nar frente a las circunstancias y a l1>s influjos externos e internos.

Sus factores

Yo no comparto la idea general, aun entre los católicos, según la cualel temperamento tiene su origen único en la constitución orgánica. Pres­cindiendo de los elementos sobrenaturales que intervienen en cada indi­viduo, no creo que todas las almas tengan otra igualdad que la especifica.Dios se complace en la diversidad porque es de poder infinito. Pero dejandoa un lado este modo particular de sentir, que creí oportuno insinuar; porqueel nacimiento de una idea es siempre una insinuación, ciertamente no po­demos negar que el temperamento está determinado, por lo menos de unamanera fundamental, por la. constitución. orgánica de cada hombre. Aquícomo origen hay que tener en cuenta la herencia~ quena siempre es in­flexible. Pero, eludiendo la cuestión del origen de esa constitución orgáni­ca, nos interesa ver los factores somáticos que la. determinan.

Su terapéutica

Según esto un organismo totalmente sano, en todo sentido, nos daríaun temperamento que, por lo menos, no crearía dificultades para el rectoproceder moral,y que sería un aliado para la formación de un santo enese hombre. ¿Existe, ahora, ese individuo? Y si existe endeterminado mo­mento ¿esa salud física total es permanente? Dejando a un lado la primeracuestión que sería muy difícil de contestar, debemos decir, con absolutacerteza, que según la ciencia médica ese equilibrio perfecto en el hombre,sufre crisis, algunas propias de una edad, y otras, de diversos factores cono­cidos o desconocidos.

a) Médica. - De ahí resulta que, sin llegar a las exageraciones de IQsmaterialistas que no ven otra cosa en el hombre que lo somático, no sepuede negar que esto tiene una influencia enorme, y que el educador debeprocurar encauzar esas reacciones temperamentales hacia un objetivocris,.tiano; y que, si se enfrenta a un temperamento con reacciones peligrosas,o menos aptas para ser aprovechadas en la formación de un carácter cris­tiano, debe procurar la salud en ese individuo, o parlo menos atemperarlos efectos de sus deficiencias somáticas, por los medios que tiene la me­dicina moderna.

Ahora ya los confesores estudiamos, cada día más; la medicina paSto­ral; y creo que habrá que estudiar cada día más la medicinapedagógíca.Más que los consejos, las exhortaciones y las odiosas penitencíaSinfluiráenmuchísimos el trabajo del médico.

Yo sé que a esto se le tiene ojeriza. Muchos católicos por una reacciónexagerada frente a los absurdos de los materialistas que no•.vennada másque eso, rechazan, en la práctica, toda acción que no sea . 1 o pura-mente psicológica, o no le dan casi ninguna importancia n pura-mente terapéutica. Otros son victimas de prejuicios y cre . asalte-raciones o desequilibrios somáticos son casos vergonzosos. ". siquiatría, yno quieren ser sospechados de anormales. EIToresy prejuicios que debemoscontribuir a desterrar para bien material y espiritual de los hombres enlos cuales podemos influir.

TRIBUNA CATOLICA6

Podrá el hombre tener claudicaciones, podrá irse de la casa paternacomo el pródigo de la parábola; pero el recuerdo de las dichas de la casadel padre, le enseñará el camino del regreso. Sin ese recuerdo no se vuel­ve, porque el hombre no puede moverse sino donde lo llama la felicidad.

El cristianismo auténtico empieza y termina con un mensaje de paz;por eso San. Pablo podía exhortar a los cristianos a que vivieran en laalegría: Alegraos, y de nuevo os digo que os alegreis. La tristeza -queno es el dolor- es la suprema de las tentaciones, y es invencible.

Hasta este camino de destierro, que es el mundo material, lo sembróDios de bellezas y de maravillas. Las flores, las aves, las montañas, losríos, los lagos, y los bosques y aún los desiertos están poblados de encan­tos. No tengo porque encarecer esto en una ciudad donde basta asomarsea la ventana para comprobar lo magnífico que es Dios cuando se proponehacer bella una cosa.

Si así son de hermosos los caminos del cuerpo ¿cómo serán de belloslos verdaderos caminos del alma? ¿los caminos que conducen a Dios?

Tenemos, pues, que tener en cuenta esa suprema necesidad del almahumana, si queremos encaminarla en los senderos de la perfección, y ha­cerla adquirir hábitos de santidad, y por lo tanto, un carácter cristiano.

El dolor físico o moral que predicamos tiene que ser un medio deadquirir, aún en este mundo, una mayor felicidad; sino nuestra alma huiráasustada de ese enemigo suyo cuya compañía no puede soportar. SantaTeresita decía que no conocía medio más eficaz para gozar de pequeñasalegrías que las pequeñas mortificaciones.

Todo, pues, lo que sea alegría sana debe ser fomentado, como· mediode educación: el alma lo necesita.

La gran fuerza de los enemigos de la moral cristiana y contra la cualnosotros no podemos hacer casi nada, se la da el haberse apoderado ellosde los medios de diversión y de alegría, que emplean para el pecado. Tene­masque arrebatarle esos medios y emplearlos para divertir y para alegrary construir al mismo tiempo. No podemos construir una virtud que pres­cinda del hombre como es. Como la diversión y la alegría se emplea cadadia más para el pecado, no hemos atinado a otra cosa que· querer apartara los hombres de esas cosas, en lugar de fomentarlas con sentido sano.

Todo lo que contribuya a sembrar la tristeza - que repito· no sonciertos dolores y vencimientos necesarios - debe ser exorcizado de enmedio de nosotros. Un alma creada para la felicidad, mientras no la poseaen el cielo" debe alimentarse con los sucedáneos legítimos que Dios hapuesto a nuestra disposición en la tierra.

El hombre, pues, cuenta en el terreno natural con un alma que tieneesa necesidad, y el educador no puede olvidarlo.

8 TRIBUNA CATOLICA LA FORMACION DEL CARACTER 9

En esto, que he llemado medicina pedagógica hay. un campo enormede experimentación y de observación; pero donde hay que trabajar con unextraordinario equilibrio. De ahí que el pedagogo necesite absolutamentedel médico, bien formado doctrinariamente desde el punto de vista. de laenseñanza cristiana, y competente en la ciencia propia.

No entro en las distintas clasificaciones de los temperamentos porqueno hay unanimidad de opiniones en esta materia, y porque no creo quehaya temperamentos, que podríamos llamar puros. Hay mezclas con unacaracterística dominante, que pueden a veces, cambiar. Además no tengoideas muy claras en ese punto.

b) Anímica. - Por supuesto que no desconozco la influencia de lavoluntad en el dominio de las inclinaciones provenientes. del temperamentoy mucho menos de los auxilios de la gracia; pero se trata de facilitar l~tarea de la voluntad eliminando las dificultades que pueden ser suprímidaso debilitadas por medios naturales. Es tanto lo que tiene que hacer el hom­bre para construir el santo que quiere Dios~n cada unodenosotros, quetodo lo que hagamos para allanar el camino de obstáculos siempre será poco.

y es tiempo de entrar ya a examinar las influencias del educador enla parte intelectiva, volitiva y emocional del hombre.

Las ideas rectOras

El entendimiento tiene que tener ideas claras y verdaderas, y ahí esdonde más se ha trabajado hasta ahora en la escuela católica, aunque conciertos silencios poco prudentes.

Ignorancias perjudiciales.

a) En lo sexual. - Se ha querido, a veces, proteger la inocencia conla ignorancia, porque es muy difícil enseñar ciertas cosas. y bien, el pe­dagogo católico debe tener la preocupación por capacitarse para enseñar,o para dirigir a los jóvenes a las fuentes donde podrán aprender sin peligropara su alma, ciertas cosas que, impulsados por una curiosidad natural, irána buscar en fuentes peligrosas. La experiencia es suficientemente elocuenteen esta materia, y nos enseña como esos silencios malogran, en muchísimoscasos, toda la otra acción beneficiosa de la escuela católica.

Aquí también hay que evitar el error contrario que sería más perjudi­cial, como nos advierte el Papa; pero la enorme dificultad que hay en darideas claras, oportunas, adecuadas a la edad, a los temperamentos y al am­biente en que vive el adolescente, no se obvia eludiendo el problema,sino capacitándose para encararlo. Esta tarea, que debe ser bien individualy muy progresiva, es generalmente obra del confesor y de los progenitoresprudentes y preparados, pero en algo también del maestro y de la escuela.

Quizá no tengamos aún soluciones prácticas adecuadas; pero creo queesto obedece a que hemos rehuido el encarar el problema.

En materia tan peligrosa debemos orar y estudiar; pero orar por sobretodo. Dios que quiere evitar los peligros de esas iniciaciones hechas a basedel compañero desvergonzado o del libro o de la revista procaz, ayudaráciertamente al que confíe fundamentalmente en El, y no descuide losmedios humanos.

b) En l(} S(}CiaI. - Esos silencios a veces se producen también en ma­teria de ideas de justicia y caridad cristianas, y sobre todo en lo relativoa las exigencias evangélicas con respecto a cada uno de nosotros.

c) En lo evangélico. - ¿Salen los jóvenes de nuestros centros de ense-za con cidos de que Cristo exige la santidad personal de cada uno,o so te el que evitemos el infierno; y de que el Cristianismo es

a esc santidad y no meramente de salvación eterna?No somos santos, y nos cuesta poner en evidencia con esa enseñanza

traición personal al Evangelio que predicamos.

Por eso los confesores tenemos que comprobar aterrados que la granpreocupación de la mayoría de los buen~s cristi~nos j ."formados" en ~lUes­

tras medios de educación, es la de averIguar SI algun proceder constituyepecado mortal. . .

A esto obedece también la carencia de idea clara de los crIstianosacerca de la finalidad de la vida. Eso que nos enseña San Ignacio de maneratan acabada, graduada y profunda en sus ejercicios espiritu~les, l<? apren­den muchos cristianos después, si tienen la suerte de pra_ctIcar bIen esosbenditos ejercicios; pero, al salir de los centros de ensena::zas nuestros,ecrresan con ideas no muy claras, y, sobre todo, no muy fIrmes en estep~to. Y así tenemos hoy un materialis.mo catól~co cada día ~ás difun;J.ido.Se limitan los hijos porque gravan la VIda; se aSIste a cualqUIer espectaculoporque hay que vivir en el mundo; se comercia de cualquier forma porquehay que hacer fortuna; y, al mislU<? t~empo,. se va a Misa, y se ,comulga,y se dicen oraciones con el convencI;nIento smcero de, que se. e~ta orando.

¡Qué lejos están los hombres aSI de tener un caracter crIstiano! Y nose dan cuenta de que proceden mal. Faltan ideas claras y arraigadas s?breciertas cosas ,y así se ha llegado a aquello que lament:'l.ba. Su Santidadcomo lo más terrible de la hora presente: a perder la nOCIOn del pecado.

y así se ha llegado a ver que muchos que combaten el c~istianis.mo lohacen defendiendo una virtud cristiana; y que muchos que dI::en defenderel cristianismo, tienen como principal objetivo el ,defe?der .actltu~es conde­nadas por el Evangelio, haciendo, con esto, cada dIa ma~ OdIOS,o e Impopularel crh::tianismo; y lo hacen de buena fe porque no tienen Ideas claras yarraigadas sobre ciertas cosas.

Este es un defecto de la Escuela nuestra, indudablemente.

La fortaleza de la voluntad

Pero la formación de un carácter cristiano exig~ tambi~n l~ formaciónde la voluntad de manera que el hombre sea dueno de SI mIsmo.

a) por la elección libre y no por pasi'yo sometímiento: -:- ~l h~mbre.secrea hábitos, no con lo que hace cumplIendo norma~ dIscIplm.anas,. smocon lo que hace por propia e~ección. El h~mbre despues en la VIda elIge yse dictamina sus propias aCCIOnes, y propIamente no obedeCE; a una. au~o­ridad que lo vigila. Tiene que sentirse vigilado por su p.ropla C?nCIenCIa,y tiene que tener el hábito de dictarse sus actos por el. Imperatlvo de S?propia convicción. Por eso entiend.o que lo r~glament,:rIo debe ser lo mI­nimo posible, sobre todo en cuestlones d~ pIeda~, y Junto con esto debeexistir una acción formativa para que el Joven anada, por su cuenta, todolo que sea posible.

Entiendo que esto es más acción del confesor que del maestro! aunqueno está evidentemente descartada también la acción de este últlmo.

Está claro, que si el confesor no puede hac<;r otra cosa que dar absolu­ciones, si los alumnos se amontonan todos, un dIa para confesarse, en pocashoras; y también, si todos los confesores no se proponen hacer p~o~resar

al joven en su vida espiritual, y se cont~ntan con que se sa~ve d.el InfIerno.Padecemos un complejo de desconfIanza de los at tivos mternos de

la virtud, y queremos facilitar la ,p~rmanencia de lo~} nes .dentro de laIglesia no exigiéndoles sino lo mImmo. Y.como los )oven~s tlenen,la. te~­tación del heroísmo, y también del sacrificIO, cad:> dIa se s~enten mas .~C~I­

nadas a engrosar las filas de los únicos que hoy pIden herOls~o y.sacrifIcIO,que son los comunistas. El cristianismo despojado de su eXIgenCIa de san­tidad es un ideal de mediocridad para la juventud.

También el cristianismo fundado en el cumplimiento pasivo de normasrecrlamentarias hace que el joven no se sienta actor en él, sino un prisio­ne~o, y el jove~ siente la inclinación del heroísmo activo y no pasivo.

Entiendo pues que hay que encaminar al adolescente de modo quetencra el má:x~imo de oportunidad, facilidad y estímulo en la elección desus"'actos formativos y reducir al mínimo imprescindible lo que éste tenga

10 TRIBUNA CATOLICA LA FORlVIACION DEL CARACTER 11

que realizar por imposición reglamentaria; y, al mismo tiempo, señalarlecomo meta la santidad, y estimularlo para que vaya trabajando él, en larealización de este hermoso ideal.

b) Por la penitencia. - Evidentemente que no puede haber formacióndel carácter cristiano sin penitencia voluntaria. La penitencia - dejandoa un lado su aspecto de reparación por el pecado, que no pertenece a nues­tra cuestión - es absolutamente necesaria como entrenamiento de la vo­luntad. El hombre se vence en cosas que exigen esfuerzo, y que no sonobligatorias para acostumbrarse a vencerse en los casos en que el venci­miento es necesario. Además, la penitencia tiene una fuerza impetrativaextraordinaria.

El orden es una penitencia absolutamente necesaria. El desordenadoel que no tiene plan para sus trabajos y actividades, y para el empleo desu. tiempo será, por regla general, un hombre de carácter disminuido. Eseorden se debe manifestar también en su propia persona, en su vestido, ensu aposento, y en todas las cosas que maneja. Pero en esto, debo repetirlo dicho anteriormente, hay que procurar que el adolescente se cree suorden y lo· cumpla, y no solamente que lo padezca. Los soldados son orde­nados en los cuarteles, y, por regla general, distintos en su vida y en suscasas, y en cuanto dejan la milicia; porque el orden pasivo no crea hábitosde orden, sino el activo. Eso debemos entenderlo en nuestros colegios. Pro­piamente, podemos decir que al hombre no lo forman, sino que se forma,y que nuestra labor se debe ceñir a estimular y dirigir esa autoformación.

Todo lo demás referente al estímulo de la voluntad pertenece a laascética cristiana y es ampliamente conocido.

LOS SENTIMIENTOS

Debo, pues, entrar a considerar la .parte que corresponde a la emociónen la formación del carácter. Aquí hay un campo común con lo que yavimos al hablar del temperamento. Según sea éste, un mismo acontecimien­to provocará distintas emociones en los varios individuos, y, de diversaintensidad y duración. Por lo tanto, aquí también entrará a actuar la me­dicina pedagógica.

Asimismo aquí se pone de manifiesto la fuerza de la voluntad quepuede controlar las emociones, se ha acostumbrado a hacerlo; pero, porregla general la emoción - o qargas afectivas - ejercen una presión enor­me sobre el individuo. Esta presión puede favorecer la acción buena, cuandoella impulsa al bien y puede hacer lo contrario. Por 10 tanto es de vitalimportancia, no sólo dotar a la voluntad de la robustez necesaria para queel hombre pueda ser dueño de sus emociones, sino también fomentar lasemociones que estimulan al bien, y hacer huir de las que estimulan al mal.

El arte y los sentimientos

El arte es el gran productor de la emoción: la literatura, el teatro, lamúsica, y sobre todo el cine. Una obra literaria y principalmente el cineganan nuestra afectividad y la inclinan en determinado sentido indepen­dientemente de nosotros, porque podemos no consentir con los sentimientosdesordenados; pero no podemos impedir que éstos nazcan en nosotros,cuando se ha puesto una causa capaz de despertarlos. El psiquismo inferiorno es voluntario, sino en la causa. Generalmente se piensa, por parte delos adolescentes, ávidos de curiosidad, y por muchos adultos también, queno hay peligro para ellos en que se despierten sentimientos desordenados,porque saben lo que está mal y están seguros de que no van a pensar deotra manera porque el cine, la literatura u otra cosa les haga sentir endeterminada forma. Se olvidan que mucho más que las ideas, influyen ennosotros los sentimientos. Siempre que hemos pecado hemos pensado enuna forma y obrado en otra. ¿Por qué? Porque nos vencieron los sen­timientos.

Por desgracia, la literatura, 'JT,. so)Jre todo, ~l cine no estéÍn; hoy, ~orregla general, al servicio de los sentimIentos que Impulsan a la VIrtud, smotodo lo contrario.

El cine

Creo ue el educador debe tener hoy una preocupaci?n fundamental1 . q que no puede impedir que el adolescente aSIsta con frecuen-por e cme, ya . af t' 'd d· '1 y' acostumbra a expenmentar como su ec IVI a , seCIa a e . qUIen se , t d .' .

inclina por soluciones opuestas a la moral, esta fomen an o tilla pelversIOnque tarde o temprano va a dar sus frutos. ,

Es necesaria la vigilancia ejercida sobre la~ pelIcu~as que -:en los ado­lescentes' pero tanto o más que eso es r:-ecesano ensenarle al Joven a de­fenderse 'de las influencias nocivas del cme, y a aprov~chars~ d;= togo~ l?selementos útiles que pueda encontrar en él. En todos os ca egIos e _enahaber o cine clubs, o por lo menOs cine forums frecuen~es, par; ensenarleal niño a no estar en forma tan pasiv~ en esos esp~ctaculos't .un

lm~~hos

países ya se hace eso, y, en mi país, esta tomando un mcremen o a en a al'.

Las novelas

Lo mismo hay que decir de la lite~atura que apasiona al adolescente~Novamos a impedir que lea novelas, 11l tenemos porque hacerlo, p~ro debemos facilitarle la lectura de novelas y cuentos en los cuales se .estImul~nlos sentimientos sanos y favorables al bien. No creo que el ColegIO cum:!? a

su misión educadora desinteresándose de esto. En todos los cole!5IOs~~~e existir una biblioteca donde se facilite este materia~ 9-e lectu:a. SI nole damos material bueno, por pocos centésimos, consegUlra matenal malo.

La liturgia

La liturO"ia eclesiástica en todo su esplendor, si es comprendida. po~el· en . si ~s seguida debidamente en ceremonias breves, proporCIOne; as~~vsu'd;;ración a la movilidad del adolescente, es el mejor modo de c~1t~varv fomentar los sentimientos religiosos, sin l,?s cuales no .hay ver a ~ra• iedad y al contrario, la obligación de asistIr a cerem~l1las largas e m­fntelÍgible's y en las cuales el adolescente desempena un ,Papel depaciente .Ja predisponiendo su ánimo en contra de los actos1~adoJos~s~hará qu~ suspire porque termine su edad escolar para verse 1 re etortura. ,

La liturgia toda tiene un fin eminentemente p~d::gógico; ~o:r;que estaencaminada a despertar Y a cultivar todos l,?s sen~Ul1len~os relIgIOSOS (uenecesita el alma humana; pero hoy la liturgIa artesta de:.ras ~e ~~~~~~n;de hierro álejada del pueblo que no forma p e ac Iva . eque Ía enÜende tanto como a la lengua litúrgica de la IgI~s:a. Poco a. p~~ohay, pues, que iniciar al niño en sus secretos y hacerle VIVIr todo aque oque ahora solamente soporta.

FACTORES SOBRENATURALES

a) Favorables

En todo lo que antecede hemos tenido en cuenta sólo los el;mentos nat~~rales que intervienen en l~ formación dei ca~ácte;' y l~s ~~~~~cfs~=o~~osnaturales de algunas realIdades sobrena urates. 1 eroo s~a los de la gracia.olvidar, por supuesto, los elementos sobrena ura es,

El hombre recibe con los sacramentos la gracia sob:r:er:-atur~l Y l~~hábitos infusos que, no sólo elevan sus actos a un .plano dlVll10, smo ~_

impulsan y facilitan la realizaciónl

dedlos h~~~o~sVlp~~~sgs~nT~n~~~t~~osbién, en mayor o menor grado, os ones '

13

y bien, hay una fuerza ante la cual desaparecen. todas las dificultades,con la cual no pesa el temperamento, ni la tentación; con la cual el sermás débil tiene energías para ser heroico: esa fuerza es el amor. Ponedamor en el corazón de un hombre, y si ese amor es la patria, tendréis unhéroe con cualquier temperamento; si ese amor es al.prójimo¡ tendréis losmayores sacrificios que pida la causa de la humanidad doliente; si ese amores a un ideal verdadero o equivocado, tendréis un. conductor .. que _arrastra,porque se da a su verdad, y se podrían multiplicar los ejemplos.

Parece que Dios hubiera querido dejar en evidencia la fuerza milagrosadel amor, poniendo de manifiesto sus .prodigios.en el ser más débil: lamujer. Esta frágil criatura si llena de amor su corazón, Y. eso acontece, contoda plenitud, cuando se sabe madre, es capaz de todos los sacrificios. Nohay noches largas y duras si se trata· de cuidar al hijo enfermo, no hayco;:a difícil si se trata de aliviarle sufrimientos y de salvarlo. ¿Qué tiene

La dinámica milagrosa del amor

OTROS FACTORES QUE INFLUYEN

LA FORMACION DEL CARACTER

Con esto quiero decir que debemos educar al niño para la Iglesia, conun sentido de amplitud católica" y no sólo para nuestra congregación y conuna visión y con vinculaciones restringidas, que harán que el adolescentese encuentre aislado y solo, cuando abandone la escuela. No educamos paranosotros, sino para la sociedad cristiana.

y termino con lo que, para mí, es fundamental en la formación delcarácter, con lo que para mí sobra casi todo lo dicho, o tiene lugar muysecundario, con lo que, para mí, sobra toda esa erudición libresca, todasesas clasificaciones y divisiones y subdivisiones que nos dan los estudiososde la psicología del hombre ,o tiene un lugar muy secundario.

El carácter es la firmeza en el obrar el bien. A nosotros nos interesala firmeza y por lo tanto la energía para obrar el bien del Evangelio, osea el que conduce a la santidad.

Educar para la Iglesia

La escuela influye, y hace mucho; pero frente a la escuela está elhogar donde el niño pasa la mayor parte de su vida, donde el niño ve ejem­plos y snfre estímulos e influencias que pueden tener la mísma direcciónde los estímulos e influencias escolares; pero que pueden ser contrarios;frente a la escuela están los compañeros, y está el ambiente social. Poreso la gran educadora es la Iglesia que está presente en todas partes y dela cual las escuelas son sólo una actividad.

Hay, pues, que convencer al adolescente de esto; y hay que enseñarlelos medios sobrenaturales con que contamos para defendernos del demonio.Cristo en el Padrenuestro ya nos indicó el camino: "líbranos del malo" yno del mal, como dicen geenralmente las traducciones corrientes, es la ora­ción con que pedimos que nos proteja contra el Demonio. La oración ylos demás medios que pone a nuestra disposición la Iglesia no pueden serdescuidados para combatir a nuestro principal enemigo y a nuestra prin­cipal dificultad.

Yo creo que los adolescentes deberían aprender también que la maso­nería es el cuerpo mistico de Satanás, como la Iglesia es el cuerpo místicode Cristo, para que sepan explicarse ciertos procederes del mundo y de lagran política, y para que sepan defenderse de esta alianza universal contrala Iglesia, y por lo tanto en contra de nosotros.

y dejando, para terminar, lo que a mí me parece fundamental, y frentea lo cual todo lo demás es accesorio, es necesario advertir ahora, que nodebemos sobrestimar la influencia educadora de la escuela, como si ellafuera el único o principalísimo medio de educación del hombre.

TRIBUNA CATOLICA12

Pero sí, quiero recordar aue existen también dificultades sobrenatura­l~s que es n<:cesario tener muy presente, dificultades que según la EscrituratIene~ una nnpo y que ahora son olvidadas, con fre-cuenCia. Hay uestros adolescentes esas dificultadesp ue' refiero a la acción del demonio. Ahorap él, Y que desconociéramos su obra

ad que le pertenece a la cual Crístoegún el mismo Cristo, es el Diablo.

anda alrededor de nosotros buscandoan e su influencia en nuestras dificultades, quenuestra lucha contra la carne y la sangre sino

stades, contra los adalides de estas tiniebl~s delalignos". Son palabras textuales del Apóstol

ues, la lucha contra el temperamento y laes nuestro verdadero combate, sino el que

ernales. Sin embargo, a esto, que es palabraoluta verdad, no se atiende, sino que nos

s elementos somáticos y en otros puramente

injel'tados en una realidad sobrenatural que es la Icrlesia - esa comuniónprodigiosa de los santos - que influye en nosotro; en sentido favorable.Además, tenemos las gracias actuales con las cuales Dios ilumina nuestramente y mueve nuestra voluntad.

La oración, los sacramentos, y, entre ellos sobre todo la Eucaristía yla Penitencia realizan milagros en el hombre:

La pedagogía materialista confiesa, sin avercronzarse su fracaso ala!irmar que ciertas virtu~es son imposibles en el ho~bre, y'con esto rinde,SIn quererl.o, un homenaJe a la pedagogía religiosa que le muestra innu­merables eJr;mplos de vidas hun1anas adornadas con esa realidad imposiblep~ra dIos. Pero tocio este resultado nuestro, es obra de Dios y de sus me­dIOS sobrenaturales y no de nosotros. Por lo tanto, se verá que, sin descui­dar lo natural - el cultivo de esos medios sabrenáturales debe ser, paranosotros, lo fundamental.

. No es necesario que insista en esto, porque creo que es fastidioso re­petlr aquello acerca de Jo ~ual no . duda de ninguna clase.

b) Adversos

uraSi e firme convencimiento de que esas tentaciones,

que esas o. es a mal, son obra, fundamentalmente, de su mayorenemígo, habrí esto, sacado casi toda la peligrosidad a la tentación.

El hombre en carne propia la tentación está inclinado acreer que proc ue él es así; y, por lo tanto, ~s sumamente útilque sepa que, mental, no proceden de él sino del demonio quese sirve, ~í,. de su sensibilidad. y de- su temperamento, y todo lo demás paracrearle dIfICultades para el bIen, y para impulsarlo al mal.

No hay ~nimalesviciosos,y el hombre es peor que los brutos cuandono sabe dO~llnarse; ll;lego la misma razón nos dice, aún prescindiendo delo q~e ens~na ~a EscrItura, que hay algo añadido a los instintos de nuestrapro~Ia ammahdad, que nos lleva más allá de sus reclamos puramenteseno.Ibles.

El Demonio, pues, actuando directamente en nosotros e indirectamen­te por medio de los hombres a quienes domina y gobiern~ en este mundoes nuestro principal enemigo. Andan por ahi con nombres cientificos d~enfermedades muchas actuaciones demoníacas, que llevan al hombre a ungrado d~ maldad superior a la perversión puramente humana. El hombreno podrIa ser ~an malo, porque el hombre claudica por debilidad. Cuandosupera, pu~s, clerto~ grado~ de perversió!?-,.forzosamente tenemos que reco­lIocer que el no es SInO un Instrumento docll de la maldad demoníaca: comoel santo, que supera la bondad a que podía llegar nuestra humana fláquezaes un instrumento dócil de la bondad infinita de Dios. '

14 TRlBUNA CATOLICA LA FORMACION DEL CARACTER 15

qu~ ,;,er. aquí el temperamento? Todas las madres son lo mismo: porquees IdentlC? el amor. El padre tiene valor para la lucha y para el duro pesodel trab~Jo porque ama. Ama a su esposa y a sus hijos, y cuanto más losame sera mas fuerte, a pesar de su temperamento y todo lo demás. Cuandohay amor, c1..esaparece todo lo demás y una energía suprema domina a esascosas pequenas, pues todo. es p~queño compar~do con él. Cualquier hombre~s buen s?~~ad~ y es herolc.o SI ama a su patna, .cualquier hombre es capazele ser maltIr SI ama a su Ideal aunque sea eqUIvocado. Cualquier hombreéS capaz de ser santo, y lo es, si ama a Dios. .

El amor a Dios

¡Ese es el secreto! Hoy no tenemos sino muy pocos caracteres de santosporql;le son muy pocos los que aman al Señor; pero ellos no tiene la culpa:El DIOS que se presentó a nuestra vista de niños, no era un Padre infinita­~e~t~ bueno y misericordioso, sino un ser terrible blandiendo rayos deJUst~cla con palabras de amor, que aparecían como una burla frente a larealIdad que nos mostraban.

Lo que hace im}>Qsible este amor

. ¿Q1;lÍén no tien~ su trist.e experiencia '!e niño respecto a este punto?Aprendl.D?-0s a ser fI~les a DIOS porque ¿que otro remedio nos quedaba sinos quenamos ver lIbres de terribles castigos aquí y en la otra vida?

.Nos enseñaron a l~amarle "Padre"; pero, junto con esa palabra quepoman en nuestros la!)1os, formaban ideas muy distintas en nuestra alma.

. Yo no cre?_que nmguno de. nuestros compañeros, y no creo que la ma­Y?rIa de}~s. t;;-r:os de"hoy no ,:;Ie~tan ';l;ue sus padres son más buenos queDIOS. .Y QloO.. sIentan, y no: afIrmen; porque todos también aprendimosa deCIr que DIOS era el ser ;nás ~JUeno y q~e era infinitamente bueno; perono es una palabra que se dIce, smo la realIdad que se siente la que mueveal amor.

Se ha1?ló a nuestras almas, que todavía no conocían el pecado mortaly que hubIeran amado con enorme facílídad a Dios, como se les habla ~lOS pecadores endurecidos, para los cuales es muy difícil encontrar otrosargumentos, porque sólo son sensibles al míedo. ¿Por qué ese enfoque parac:dultos perversos fué el único que se puso sensiblemente ante nosotros?

El niño, sin noción clara del pecado mortal, y que toma fácilm~ntecomo tales muchas cosas que son grandes para' él, precisamente por sufalta de mayor m~lda~.,oye pri.ncipalmente hablar de un infierno en quese sufre, no la pnvaCIOn de DIOS, no el alejamiento de un ser lleno de~mo.r para con nos?t~os, sino terribles castigos físicos; y a ese infierno sej~ pmta como tan ~acI1 de caer en él que nos sentimos aterrados; y sorpren­dIdos de la severIdad de nuestro Creador. Se nos quiso mantener en eld~ber merced ~l miedo y se desconfió de nuestra capacidad para amar aDIOS. Nos ensenaron. a rezar a 10:" siete año~ u~ acto de contrición en quese ~os habla~a del CIelo que perdrmos y del mflerno que merecimos, y des­p~les nos haclan agregar: "pero mucho más me pesa por haber ofendido aDIOS, tan ~ueno y tan grande como vos". Esto, que parecería un sarcasmocruel,. e~ cIer~mente el. :nonumento mayor al desconocimiento de la psi­cologIa mfantIl, y tamblen de la pedagogía.

P~r s,upuesto, que no p~etendo decir que se deba ocultar el infierno:pero SI, CIertamente, que prrmero debemos hacer sentir el amor de Dios:

ero t.e:.nemos que hacer amar al Señor; prímero tenemos que procura;los mnos vean la verdad: que Dios es u e infinitamente bueno v

oducir esos choques afectivos que cre traumatísmo espirit{¡alea gl;le. hacen impo.sibl~ el verdadero , y por lo tantoesa umca fuerza mIsterIOSa que nos h al' todo esa dinámica

es el an:;or. Después el infierno se 've de ot~a forma. y sine mucho mas fuerza que contemplado en la forma habitual.

Los educadores por medio del temor, los que procuran mantener alhombre en el cumplimiento del deber por medio del terror a Dios, noshablan de otras cosas, en las cuales se apartan del sentir de la Iglesia. Noshablan continuamente de los castigos de Dios, olvidando que la Escrituradice que eso que se llaman castigos, son a lo sumo correcciones encaminadasal bien eterno del hombre, son dolores terrenos destinados a evitar doloreseternos y no efectos de la ira divina. El niño cuando oye hablar de loscastigos de Dios, se imagina al Señor airado a la manera humana, y comono tiene otro conocimiento de pecados que el de< los suyos, que no son rea­lidades terribles, se forma una idea de Dios que en nada favorece el amory sí lo dificulta enormemente.

También se juega con el número de los condenados, con la sola finali­dad de dar la sensación del peligro que corre nuestra eterna salvación.¿Cómo se componga esto con la obligación de la esperanza, obligación tanverdadera como la de la fe y la de la caridad, yo no 10 entiendo, comotampoco entiendo por qué estamos dispensados de cultivar esta virtud teo­logal y de fomentarla en los niños que formamos? Pero, ciertamente, estohace que el adolescente sienta a Dios como a un ser peligroso, al cual sehace bien en temer y al cual hay que obedecer, sí; pero al cual no podránamar. Se ama 10 amable, y ese Dios así no es amable. No podemos mandaral corazón que ame porque sabemos que existe una obligación de amar;nuestra alma ama lo que se presenta a ella como objeto amable, y unaimagen así de Dios, donde novemos su amor para nosotros, su misericordiapara nuestra miseria, y su bondad de padre, no puede mover a nuestrocorazón.

Y, sin embargo, Dios es la bondad infinita, la misericordia sin medida,y el padre que está en los cielos.

¿Por qué, entonces, no hacemos que eso sea lo primero que ímpresioneal niño, y que sea lo que le impresione más fuertemente? ¿Por qué no pre­sentamos, antes que nada, todo aquello' que pueda hacer ver esto, y no,verlo de cualquier manera, sino sintiéndolo fuertemente?

Me parece oir de nuevo las palabras de Cristo, hoy dirigidas de unamanera muy especial a los educadores: "Dejad que los niños vengan a mí,y no se los queráis prohibir".

Después de haber sentido fuertementeelamor de Dios; después, porconsiguiente, de haber empezado a amar al Señor, el temor. de Dios - queno es el temor a Dios, - tiene otro sentido Y. tiene una. profundidad mássaludable; después se ve también el ínfiernode otra manera; pero de unamanera que infunde terror a él, porque es el alejamíento de Dios, y no deuna forma que infunde terror a Dios,. como acoIltece cuando lo presentamosante los corazones a los cuales todavÍa no hemos enseñado la bondad infi­nita del Señor.

En la predicación de los primeros apóstoles, en sus cartasquynos con­serva la Escritura, yen los escritos de los padres de la Iglesia, no se em­pieza por hacer temblar ante .la ira del Señor,. sino por sembrar la espe­ranza para levantar el corazón.

El espíritu que engendró el jansenismo, es el que mueve también esapresentación del Dios infinitamente bueno, ante los los hombres. El respeto,el anonadamiento ante la majestad infinita, parecen cosas muy puestas enrazón; pero Dios es caridad, y la majestad infinita del Señor, es majestadde amor, y el respeto por el amor es otro amor ·que le contesta; y no haycosa que anonade más al hombre ante Dios, que aquello mismo que hizoanonadar a Dios: el amor.

Dios se anonadó a sí mismo, dice San Pablo, precisamente porque amóde una manera especial al mundo.

Error táctico: la psicología del temor

Por otra parte, la finalidad que perseguimos al educar al niño con eltemor como elemento principal, además de entorpecer y de hacer imposible

Miguel BALAGUER, Pbro.

en casi todos los casos el amor a Dios, queda completamente frustrada enla realidad. En efecto, basta pensar un poco en la psicología del temorpara comprender esto. El hombre no puede vivir perpetuamente atemoriza­do, y busca de echar este enemigo de su casa. Siempre queda la esperanzaaunque sea imposible y absurda de que nosotros no vamos a ser victimasde aquel mal. Así procede el mal estudiante respecto al resultado del exa­men; así procede el enfermo que debería dejar el cigarro o la bebída y quedebe observar determinado régimen, cuando sólo es el temor el que lo mue­ve; siempre se ilusiona con que, a pesar d todo, no sufrirá las consecuenciasde su falta de carácter. Y así procede el cristiano que sólo tiene el temoral infierno: la esperanza de una confesión oportuna, o de otra cosa, o unapromesa de cambio para más tarde, le harán vivir tranquilo en el pecado.Ahí está toda la historia de un cristianismo contemporáneo, sin el espec­táculo de santidad colectiva, y sí con el escándalo de pecados, much3l:lveces iguales a los que cometen los que no tienen fe, probándonos 10 equí­vacados que estamos en el procedimiento. Los más sensibles al temor,algunos, sí, tienen una conducta exteriormente mejor, pero. otros procurandeshacerse de la fe que los tortura. Ese es todo el resultado. Pero yo lepregunto a cualquier.. padre ¿si. se sentiría satisfecho si sus hijos se com­portaran bien para con él sólo porque le tienen un gran miedo? ¿Es esauna conducta digna de un hijo? Y ¿lo será si se trata de un· hijo de Dios?Está claro que Dios acepta esta dádiva .mezquina de sus hijos; pero esono hace sino probar, una vez más, la infinita bondad de Dios y el granamor que nos tiene, que 10 lleva a tener el mínimo de exigencias para connuestra miseria.

Resumiendo, pues, repito que el amor da energías que nos hacensobreponer a todos los obstáculos. Si queremos, pues, que el hombre tengauna norma de firmeza en el obrar el bien cristiano, es decir, que tengacarácter, debemos hacer que ame a Dios. Todo nuestro empeño será pocopara formar al niño en este sentido, y todo lo que se haga dejando estoa un lado será inútil.

Todo ese procedimiento naturalista que nos enseña la ciencia de loshombres podrá servir para Jormarindividuos honrados; pero el cristianodebe ser mucho más, y servirá también para perfeccionar la obra del amory para coadyuvar con ella, pero nunca para reemplazarla.

Hubo santos con temperam.entos difíciles y con .las herencias orgáni­cas de todos sus familiares no santos; y los hubo, quizá en mayor abun­dancia, cuando no se conocía nada de lo que hoy enseña la ciencia delcarácter; su secreto estaba en el. amor a Dios.

El que ama a un Padre. infinitamente bueno que está en los cielos, elque siente esa bondad divina, el que no huye de Dios atemorizado, sino quese acerca lleno de confianza en su bondad, tiene el amor y éste es .el querealiza el milagro que hace posible al santo.

El catolicismo está desprestigiado porfalta de santos en la masa; lagente se pregunta: ¿para qué sirve ser católico? y ¿qué es lo que diferenciaa éstos de las personas honradas que no son católicas?; ¿en qué. se dife­rencian sus palabras, sus lecturas, sus aspiraciones y casi todo lo demás?Si no se les viera ir a Misa, si nos€! les viera comulgar, ¿podría uno saber,por lo demás, qué son católicos? Es que no los hemos educado para la san­tidad, porque no educamos· para el amor de Dios, y el temor no puedeproducir heroísmos que son la base de la santidad, y, por lo tanto, del ca­rácter especial del católico.

El día en que nuestros adolescentes sientan que el Padrenuestro es unacto de amor, y que les sea difícil rezarlo sin emoción y sin ternura, pode­mos estar seguros de que aman al Señor como hijos, y entonces tendránel secreto de la firmeza en el obrar bien.

¿Cómo va a ser imposible que logremos esto? ¿Es que es imposiblecumplir el primer mandamiento? Tengamos fe y marchemos hacia el amorde Dios, en el nombre del Señor.

GABRIEL MARCEL

Al saludar a Gabriel Marcel en nombre de esta casa y de los amigosaquí reunidos y al agradecerle el honor de su compañía y de su palabra,deseamos decir que consideramos este acto como el homenaje imprevisto yperfecto a la actualidad del pensamiento francés, en este tiempo en que lasfiestas del bimilenario de París se prolongan en diferentes lugares del mun­do. En el caso de Gabriel Marcel, el pensamiento francés nos aparece parti­cularmente ligado a la actualidad del pensamiento universal. Vemos eneste pensador a la persona humana en su multiplicidad y su unidad, y, através de una constante aspiración a 10 eterno, se encarnan en él las pre­ocupaciones del hombre espiritual de nuestro tiempo.

Ninguna de estas preocupaciones le ha sido extranjera; él las ha llevadoconsigo hasta los límites mismos adonde las puertas de lo visible y lo invi­sible debían ser forzadas.

Vemos en Gabriel Marcel a la persona humana en un equilibrio per­manente y difícil entre tendencias y actividades que él mismo juzgara in­compatibles, hasta que descubrió que participaban de su existencia misma.Así, hoy nos decia que el teatro había sido, desde su infancia, la necesidadde vivir un tema candente a través de múltiples personajes y de experi­mentar sus contrarias reacciones sin limitarse nunca a uno solo, ni siquíeraal mejor dotado ni al más sabio de los personajes.

Desde su extrema juventud 10 solicitan, con caracteres de pasión, lafilosofía, el drama, la música, la crítica teatral. Durante la primera guerra,formando parte de los servicios de investigación acerca de los soldadosdesaparecidos, comprueba con sorpresa su propio poder mediúmnico. y estaconstatación lo empuja a realizar experimentos metapsíquicos.

A propósito de las causas de su conversión al catolicismo en 1929, nosdice de la música una cosa singular.Le atribuye unainfiuencia más eficazque ninguna otra sobre su acercamiento a la fe.

Nacido nominalmente en el catolicismo, pero de padre agnóstico ydemadre israelita, espontáneamente experimenta hacia la religión el respetoque se tiene para una cosa importante, ignorada y juzgada con ligereza porsu ambiente. Empárentado por su casamiento con los más nobles gruposprotestantes, se acerca a ellos sin inclinarse a su confesión. Más tarde, vevivir en torno suyo a grandes' creyentes y el ejemplo de la fe de los otroses tan decisivo que empieza a creer por medio de ellos antes de creer porsí mismo. La conversión de Jacques Riviere y la de Charles du Bos, y la

Palabras pronunciadas en la Sociedad "Amigos .del Arte" antes de la .conferencia deGabriel Marcel sobre "Presencia e inmortalidad".

TRIBUNA CAT0LICA16

18 TRIBUNA CATOLICA GABRIEL MARC'EL19

intervención de Mauriac, que le pone en relación con altos espíritus reli­giosos, ayudan a producir la iluminación que advertimos en algunas pági­nas de su diario, escritas en 1928.

Existe toda una dinastía de pensadores franceses (pensamos en Des­cartes o en Bergson) GUYo lenguaje, aunque lleno de .p¡-eGÍsión,. nos da con­tinuamente la idea de que pudo servir para cualquier otra forma de pensa­miento que no fuera la puramente filosófica. Pero, Gabriel Marcel pertene­ce enteramente a la linea pascaliana de los pensadores que encuentran ensí mismos el propio. sistema. La peculiaridad de su lenguaje y su difícil gra­cia consisten en el juego (casi .diríamos en. la apuesta) que.· realiza paraevitar las terminologías de las escuelas, sean éstas. escritas en. el idiomade Jaspers o en el de Blondel. Su lenguaje, por momentos noblemente coti­diano, nos da la imp¡-esión de recorrer desde elprincipio con él, un caminoque se vuelve el nuestro.

Sabemos que el "Journal Métaphysique', fué escrito simultánearp-el1teal "Ser y tiempo" de Heidegger y que se encontraron entre los dos atltor~s

más de un pensamiento común. Nos parece que la preocupación evidentede ambos, mejor dicho, su convicción fundamental .se refiere al problemadel ser y no al de la existencia. Coinciden al mismo tiempo en afirmar quelo referente al ser ha sido inexplorado o tergiversado por la filosofía y quedebemos remontarnos a los orígenes de ella para poder efectuar una revi­sión eficaz sobre el concepto del ser. Una revisión equivalente a. una re­volución.

Pero, mientras. el. lenguaje .de Heidegger nos· aparece admirablementetécnico y lleno de invención en sus formas, el lenguaje de. Marcel nosapa­rece simplificado y directo, al extremo en que profanos y doctos adviertenigualmente en él la totalidad de una experiencia humana.

Entre todos sus contemporáneos, ha admirado a Bergson sin retener susistema, pero aceptando de él una manera de pensar. y nosotros, en Marcel,segUimos las formas de ese pensamiento pensante del cual nos habla y quese ln.anifiesta a través de las ondulaciones de su obra.

Por una evolución parecida a la de Kierkegaard, a partir de su libro"LaMetafísica de Royce", ha reaccionado contra el idealismo yha ido pe­

en la filosofía de la existencia. A través de procesos de cuyaabsorbedora la inteligencia sim.plementeparticipa, a través· de

J:¡.Í9s de otrps y suyos, en dolorosas eXPeriencias personales, conocióI.'n1~~~~ lilOl;tal" de Kierkegaard, ese lil.orir de no morir, como ne­~J s~~ircl~ 10 intol~ra})le quepue~e. s~r punto de partida para el

~I.'ir..)cleJ:¡.p ...• lilpri}.'de los .• /5rélndes .• místicos..• Marcel se apro:¡¡:ililó asímenteéll'~l?eJ:¡.~adprCOJ:¡.pélsión"~ntesde haberlo leído.X•.por lID

apte llegó él su punto de partida para una mytafísicél .de la

ser, misterio otnológíco pora mí bruscamente me

renuncia a buscarle una solución. En ese punto extremo en que acepta elmisterio empieza otro misterio: el de la participación. Por la virtud sobe­rana de la trascendencia, él se tille a aquello que no juzga, pero que in­terpreta y sirve. Asi la libertad y la fidelidad creadoras. a través de susmúltiples avatares, se unen con la fe y se transforman en' ellasinperde~sede vista a sí mismas, puesto que "la esencia del hombre consiste en el estaren situación ... "

Seguimos este pensamiento inductivo desde su punto inicial. El haaceptado las consecuencias extremas de su encarnación, del estar ligadoal propio cuerpo y a la humanidad entera. No ha renunciado a apresar alser humano en su singularidad ni a las relaciones humanas en su a vecesdesesperante individualidad. EJlas nos aparecen trascendidas y transfigu­radas en un plano universal, mediante un proceso comparable al de latransposición poética, cuando, a través de una imagen bien lograda, encon­tramos lila experiencia personal transportada al plano en que es vivida yreconocida por muchos.

La relación del tú y del yo en Marcel sigue elevándose hasta la reli"iónd . b

el tu absoluto en la que presentimos una presencia no visible de la cualél mismo debe hablarnos.

Ayer nos decía su desacuerdo con filosofías actuales centralizadas enl~ angustia., Nosotros pensamos que él mismo la ha mirado de frente y,solo a traves de una extrema ansiedad, llega· asu propia forma de es­peranza.

Esa esperanza de la cual nos advierte útilmente que no debe confun­dirse con el deseo, que es tan diferente de él como la paciencia lo es de lapasividad.

SusanaSO,CA

Ex. C. 23. - "He aquí que enviaré mi Angel que te guíe, te guardeen el camino y te conduzca al lugar que te he preparado. Atiéndele y es,..cúchale, y de níngún modo le menosprecies, pues no te abandonará cuandopecares, y además en él está mi nombre.

Sí escuchares mi voz e hicieres cuanto te digo, seré enemigo de tusenemigos y aflijiré a los que te aflijan; y mi Angel caminará delante de Ti".

Este es el acento conque se dicen ángeles en la Escritura, desde el Gé,­nesis, a través del Antiguo Testamento, a través del Nuevo Testamento,hasta aquella imagen resplandeciente que guarda las palabras del miste­rioso Libro, en el Apocalipsis:

"Y vi a otro ángel poderoso, que descendía del cielo, envuelto en unanube, con el arco iris sobre su cabeza. Su rostro era como el Sol suspies como columnas de fuego".

En el Génesis se nos. enseña que Dios creador de todo cuanto es visiblee invisible, espiritual y corporal ,sacó de la nada al principio y a un mismotiempo la naturaleza espiritual y corporal, es decir, los Angeles· yelmundo.

Así la espiritualidad es el primer privilegio de la naturaleza de losángeles.

Tiene el alma gran semejanza con nuestra alma; igualmente espiritual,pero el ángel se diferencia de ella en que, más perfecta que el alma huma­na, la naturaleza angélica es completa en sí misma, y se basta a si sola,sin necesidad de estar unida a un cuerpo.

La voluntad, libre de toda clase de obstáculos, los inclina a todo loque es bueno; se ejerce en el mundo espiritual y puede estar conforme oser contraria a las otras voluntades angélicas o humanas.

Tiene el ángel la facultad de comunicarse y esta comunicación serealiza de modo enteramente conforme a su naturaleza espiritual.

A la espiritualidad de la naturaleza angélica se une la agilidad. Losángeles corren por entre los astros, atraviesan el firmamento y losespa­cios con una rapidez mayor que la del relámpago.

La materia no les sirve de obstáculo y pueden penetrar todos/loscuerpos, con igual facilidad con que el rayo de luz penetra· a través deun límpido cristal.

Las maravillosas descripciones con que se nos dan An~elé~e~/la

Escritura suponen una decuación a nuestro modo humano de.e~t~~~ery

sentir; y así, aunque aparezcan con diversas formasre~pl~deci~Iltes,(le

extraordinario poder, ya advierte Rafael en el Libro de Tobías: "Cuandoestaba con vosotros; os parecía que comía y bebía, mas yo úso de un manjary de un licor que los hombres no pueden ver".

Y el Areopagita señala que los Santos iI1iciacl()~es,.juzg~I1cl9l:>ie~orga­

nizar nuestra jerarquía sagrada sobre. el mod~lo<clela~ jefar\ltlía~ ce.le~~~s,

han revestido para trasmitímoslas esas inmateriales jerarqu~f~.cl~.tlIlavariedad de figuras y de formas materiales para qtl~ n?s eleveD1oscl~modoanalógico, de esos signos muy santos a las realidades espirituales .simplese inefables, de que ellas son imágenes.

Es imposible que nuestros espíritus puedan llegar de modo inmaterialala imitación y a la contemplación de lasjerarquías .. celestes, sin usar para

GLOSA SOBRE LOS ANGELES

A dónde te escondisteAmado, y me dejaste con gemido?Como el ciervo huÍstehabiendome herido;¡Salí tras ti clamando y eras ido!

Pastores los que fuerdesallá por las majadas al otero,si por ventura vierdesaquel que yo más quierodecid1e que adolezco, peno y muero.

En esta pJ:Ímera canción declara San Juan de la Cruz cómo padece elalma enamorada, llagada de amor, la ausencia de su amado, Dios escondido.

y nos habla de Angeles revelados •bajo el. simbólico lenguaje, cuyaclave cristalinairesplandece en la glosa. de la canción. Llarna majadas alas jerarquías y coros de los ángeles, por los cuales de coro en coro vannuestros gemidos y oraciones a Dios; al cual aquí llama otero, por ser élde. suma alteza, y porqtl~ ~~ élcoD1o en elotero, se ?tean y ven todas lascos~s y las majadas superiores einferiores,al cual van nu~s~ras oraciones,ofreciéndoselas los ángeles ,(como habíamos dicho) según lo dijo el ángela Tobías, (diciendo): "Cuando orabas con lágrimas y enterrabas los muer­tos yo ofrecía tu oración a Dios".

Tarnbién se pueden entender estos pastores del alma por los mismosángeles, porque no sólo llevan a Dios nuestros recaudos, sino también traenlos de Dios a nuestras almas apacentándolas como buenos pastores de dulcescomunicaciones e inspiraciones de Dios, por cuyo medio Dios también lashace, y ellos nos amparan y defienden de los lobos, que son los demonios.

"Pastores los que fuerdesallá por las majadas al oterosi por ventura vierdesaquel que yo más quierodecid1e que adolezco, peno y muero".

El alma busca, suplica ayuda, recurre a mediadores que se le hanprometido; y la canción arraiga así en lejanas fuentes, en una larga tra­dición de ángeles, en un saber de sobrenatural auxilio, de sobrenaturalcompañía, de extraño mensajero de amor.

El canto herido se sostiene en este saber; en esta seguridad del alma;porque está entero tras la música y la gracia de los símbolos, como columnabajo la hierba; el recuerdo de aquellos pasajes semejantes a este del Librodel Exodo:

GLOSA SOBRE LOS ANGELES 21

a la gran flor que se adorna de tantas hojas, y desde· alli. se lanzaba denuevo hacia el punto donde siempre permanece su Amor".

"Todas estas aLmas tenían el rostro de llama viva, las alas de oro, ylo restante de tal blancura que no hay nieve que pueda comparársele.Cuando descendían en la flor de grada en grada comunicaban a las otrasalmas la paz y el ardor que ellas adquirían volando; y por más que aquellafamilia alada se interpusiera entre lo alto y la flor, no impedía la· vistani el esplendor, porque la luz divina penetra en el universo según que éstees digno de ello, de manera que nada puede servirle de obstáculo".

Esta luz divina de ángeles, a que llega Dante en la última de susvisio­nes, se le ha dado progresivamente, como en un gradual de experiencia yde música, de oración y de música.

Ya en alejados cantos del Purgatorio nos habla de Angeles. Una vozdice: "La hermosa criatura venía en nuestra dirección, vestida de blanco,y centelleando su rostro como la estrella matutina. Abrió los brazos ydespués las alas diciendo: Venid, cerca de aquí están las gradas, y puedesubirse fácilmente por ellas. ¡Qué pocos acuden a esta invitación! Oh, razahumana, nacida para remontar el vuelo, ¿por qué el menor soplo de vientote hace caer?"

La imagen y la voz traen aqui otra vez el recuerdo de una larga teoríade Angeles; oyendo cantar de coro. en coro, la alabanza eterna, entre. uncentelleo de incendio, el Dante percibe la voz de Beatriz, mostrándole cómoes el movimiento de. los Angeles, cómo su gozo crece. a medida que penetrasu vista en la Verdad,en que se sosiega toda inteligencia. Aquí puede conQ­cerse, dice Beatriz, que la beatitud se funda en el. acto de ver siendo lasobras meritorias engendradas por la gracia y la buena voluntad; la medidade la contemplación procede así de grado en grado.

Dominaciones, Virtudes, Potestades, Principados y Arcángeles - círcu­lo de angélicos festejos - todos los órdenes con la mirada fija hacia arriba,atraídos intensamente por Dios. "Con tal ardor se puso Dionisia a contem­plar esos órdenes que los nombró y distinguió como yo".

Así declara Beatriz la fuente de este conocer angélico. En el Areopagitala doctrina de los Angeles se formula siguiendo este propósito: celebrar lasjerarquías celestes según las revelaciones que nos dan las Escrituras; mos­trar bajo qué formas sagradas allí se representan los órdenes celestes, y aqué simplicidad hay que elevarse a partir de esas alegorías para no' ima­ginar que esas inteligencias celestes, cuya forma es divina, tienen aquellasfiguras con que se nos ha representado a los Angeles, a través de símbolosreveladores, (ruedas encendidas, caballos de colores,· guerrerosresplande­cientes) todas formas conque se les presenta para que nuestras inteligenciaspuedan adquirir noción de ellos; figuras de realidades simples que en sino podemos comprender ni contemplar.

Muestra el Areopagita la jerarquía celestial como auna santa orde­nación, un saber y un acto lo más próximo que sea posible ala forma divi­na; "elevados a la imitación de Dios, a la medida de las .•. iluminacionesdivinas". Declara como objeto de las jerarquías el conferir. a las criaturasla semejanza divina y unirlas a Dios.

En esta jerarquía, los serafines tienen el poder de purificar por el rayoy el fuego, la facultad de abolir toda tiniebla. Los querubines tienen la apti-

TRIBUNA CATOLICA

guial:TICIS proporcionándose a nuestra

ejercita su reflexión, las aparienciasfiguras de una armonía invisible.

el Libro de Daniel, entre cuyas páginasca:ntéiroill los tres jóvenes en el horno de Babi­y miré, y he aquí un varón con vestiduras de

con una faja bordada de oro acendrado.

brillalJ,a como el crisólito y su rostro como un relámpago,}'corno dos. ardientes antorchas eran sus ojos; sus brazos y el resto delcuerpo hasta los pies,eraIl semejantes al bronce reluciente, y el sonido desus palabras como el ruido de un grande gentío".

Estas .. presencias se hacen innumerables, necesarias; aparecen ya enun ámbito que no tiene límites y donde el tiempo ya no es. Por eso pudodecir Bossuet:"Cuando yo veo en los Profetas, en el mismo Evangelio, elAngel de los Persas, el Angel de los Griegos, el Angel de los Judíos,.elAngel de los pequeños que toma su defensa delante de Dios contra aqueÍlosque los escandalizan, el Angel de las aguas; el Angel del fuego; Y. veo aaquel. que ofrece nuestras oraciones; miro en todos ellos la mediación yhasta elfundamento que pudo dar ocasión a los paganos para distribuirsus divinidades en los elementos y en los reinos a fin de presidirlos" .

Bellos, lúcidos, ágiles, activos, cruzándose providencialmente. con •. laanécdota. o con la vida del alma, dejan en el aire del mundo una presenciaque ya no se borrará. Y como las flores de un jardín, reaparecidas en todoslos jardines Yen. cada. renovarse .. de las estaciones, •• así esta presencia. se4irámu.chas <veces. y.poblará la historia del mundo, la luz de los cantosy el secreto delalma.

l)~sd~;lasimágenesdeéiquel~os.artistas primitivos, .desagracio saber,h,a~ta que: :h,()yn;t~SJ:llo. se .. nos da enlo~ tonos de ll.I1. Angel CustodioRouault; desde las dulc.~Y:éiq~E¡tadas~ágenesdeFraY ..AngéMco,que pin­tabad~•.. .rodilla~,: h,fstéiéiqu.~llasiIl~ensa~.ar.r:ebatadoras ímágene~ .. del.Greco;i!1nll.J:llerables.. p.rE¡sE¡pciéi~ ciE¡ 4pgelE¡s anll.I1ciador~s, .• de 4!1gelesn;tú~ic()s,..dE¡Angeles apocalípticos, de Angeles de la Muerte, de la Resu..r.re<:cig!1i:Qu.E¡bléi!1;Alrnul1.~Q.dA lo~()jo~ .•.Y .~os ..apornpaña!1 aqt1~llos qU~Crt1~fIllas~randescal1.tftéi.s~efua·l1.§Abas7iánBéich;•. y losqtle.se quecian •... yuelo. p0l1.teIlidoacornPfÍÍf~~R.~()sAgadéirnAntealCanto Gregoriano; y los ~ue aparecen en lagran.Poesla. de todos .1Rstiemp()s.

y ya e~tá.pobladoel aire de recuerdos, de imágenes,de cal1tosdeAn­geles. Entre todos los cantos, la resplandeciente música yIa resplandecienterevelación que Dante nos dió; comienza el canto final de "El Paraíso".

Es cerca de aquella luz dorada que refulge como un río entre dos ori-llas de admirable primavera; es entre los topacios y entre sonrisa delas hierbas.

"En forma, pues, de blanca rosa se ofrecía a mi vista la.' milicia· santaque Cristo con su sangre hizo su Esposa; pero la otra, que volando ve ycanta la gloria de Aquel que la enamora y la bondad que tan excelsa laha hecho, como un enjambre de abejas, que ora se posa sobre las flores,va, vuelve al sitio donde su trabajo se convierte en dulce miel,descendía

GLOSA SOBRE LOS ANGELES 23

tud de enseñar para conocer y contemplar a Dios, recibir los más altosdones de su luz, contemplar su esplendor, acoger en si la plenitud dedones de su sabiduría y comunicarlos a las esencias inferiores.

Los Angeles y los Arcángeles forman una sola jerarquía; tienen unamisión reveladora - presiden la elevación espiritual y el movimientohacia Dios.

La primera jerarquía representa a Dios en sus perfecciones íntimas.Esta es la jerarquía llamada de asistencia y las criaturas que la componenreflejan de modo particular el amor, la luz y la santidad de Dios.

La segunda es la potestad, y representa la soberanía de Dios; su poder,su fuerza y su justicia.

La tercera es la ejecución y nos manifiesta a Dios en su acción hacien­do brillar la firmeza y la bondad de su providencia. Cada jerarquía estádividida en tres órdenes o coros más numerosos cuanto. más altos.

y entre todos aparecen los únicos ángeles nominados:Miguel. - ¿Quién como Dios? _. Que preside el gobierno del pueblo

judío, desde que en el Libro de Daniel aparece como su protector y guar­dián en las luchas contra los persas y los griegos.

Gabriel. - Fuerza de Dios - Angel anunciador.Rafael. - Medicina de Dios - En cuyo nombre están implícitas las

virtudes de socorro, de dulzura y de amistad. Pensemos en la imagen delPolalliólo, donde aparece el Angel acompañando al joven Tobías.

Este mundo de infinitos ángeles - aunque solo sean tres los que tienenun nombre pa.rticular - posee su riguroso orden, tal se ve en la Escritura,en el Areopagita, en el Dante y en el Doctor Angélico, quien nos dice:

"Si conociéramos perfectamente las funciones que cada ángel tieneen el universo, sabríamos también que cada ángel tiene su función y surango propio, más que cualquiera de las estrellas'¡.

Pero esta función, en lo que respecta a nosotros está más allá. del pe­regrinaje, de la arriesgada aventura por el mundo. En su "Juicio final"nos da Fray Angélico la gloriosa unión del· alma y del Angel. En el frescoinolvidable de la Catedral de Colonia, Lochner ha pintado el encuentrodel Alma y el Angel después de la Resurrección.

De esta relación nos descubre profunda clave aquel escritor españolque dijo sobre la "Lucha espiritual y. amorosa entre Dios y el alma" --SanJuan de los Angeles- de quien Menéndez y Pelayo afirma: "no es posibleleerle sin amarle y sin dejarse arrastrar por su maravillosa dulzura, .tanangélica como su nombre".

En el capítulo cuarto trata de: "la fuerza y valentía del amor.quetraba con Dios y se tiene con El a brazo partido, y le vence y hace pri­sionero; y también del tiempo de esta sagrada lucha y amoroso duelo" .y envía al pasaje del Génesis en que se nos muestra al Patriarca Jacob,luchando a brazo partido con un Angel quien al fin le dice: "Note lla­marás de aquí en adelante Jacob (que quiere decir luchador) sino Israel(que quiere decir príncipe con Dios), y esto porque pierdas el miedo a Esaú,que pues has prevalecido contra Dios (que es contra Dios contra quienhas luchado), no tienes que temer a los hombres. Y dice San Juan de losAngeles:

"Yo, aunque entiendo que a la letra el fin de este duelo fué dar alSeñor confianza a su Amigo Jacob y quitarle el miedo dejándose vencer,siendo todopoderoso, en el o.entido espiritual y místico se me trasluce unamuy más admirable lucha que ésta, donde real y verdaderamente el hom­bre vence y Dios queda vencido. ¿Y qué lucha puede ser ésta sino deamor?".

Hay aquí una profunda lección del Angel: la de esta lucha espiritualy amorosa librada en el más secreto centro de la experiencia.

25GLOSA SOBRE LOS ANGELES

Las lecciones de los Angeles se apoyan en ,.us propios caracteres. SanBuenaventura nos señala su respeto humilde, su concordia con los iguales,su clemencia con los inferiores, su. actitud reverencial. San Bernardo nosmuestra como .signo característico de los Angeles la caridad en la unióny en la paz.

Estos caracteres, esta lección, aparecen como revelaciones plásticas enalgunas bellas y apacibles imágenes: aquel Angel orante de requemadosoros de Filipo Lippi; aquellos gentiles Angeles Músico,. de Fray Angélico;aquellos diligentes y graciosos que aparecen en el bellísimo cuadro d~l

pintor florentino, "La comida de Santo Domingo servido por los Angeles·'.En todas estas revelaciones artística,. se nos recuerda que las dos cuali­dades que la tradición cristiana nos invita a pedir a los Angeles son: lapobreza y la pureza.

Y así ocurre en Dante en cantos de "El Purgatorio". Pasa un Angely el poeta oye decir: "Bienaventurados los pobres".

Otra vez se acerca el Angel del amor fraternal, y:"Subamos. ya, dejando en pos de nosotros aquel circulo cuando oímos

cantar a nuestra espalda: "Bienaventurados los misericordiosos" y "Rego­cíjate tú que vences", y otra vez:

"en cuanto estuve en la primera grada, sentí junto a mí como un mo­vimiento de alas que aventaba mí rostro, y oí decir: "Bienaventurados lospacificas, que carecen de pecaminosa ira".

Pero todavía la gran lección angélica se nos da cuando contemplamosel pecado del Angel; cuando encontramos que el pecado del Angel impli­ca el rehusar a incorporarse al orden divino. Es el tremendo "non ser­víam", por el que viene la muerte al mundo.

La relación del Alma con el Angel se hace más íntima y particularsi nos referimos al Angel Custodio. Porque de todos los Angeles, uno sesepara, cuida junto a cada ser el destino particular: guarda, ilumina,. rigey gobierna. Ofrece las plegarias a Dios; las lleva sobre sus alas; "da aconocer la Regla", dice Beaudelaire en aquel famoso soneto inspirado porel Heliodoro de Delacroix.

La relación del alma con el Custodio puede contemplarse como elsigno vivo y profundo de la más acendrada amistad: de aquella que seconfunde con la caridad, sobrenatural amor. La comunicación en que sefunda este amor es la Comunicación de la Bienaventuranza.

Este tono adquiere en la bellísima estampa de Santa Francisca Ro­mana; en su hermosa visión de los tres cielos advirtió ella como talin~u­

merables copos de nieve que cubren las montañas, "son creados 105aI1-

TRIBUNA CATOLICA24

27GLOSA SOBRE LOS ANGELES

La relación del Alma y el Angel se registra en la Historia de la. CUl­tura de un modo muy vivo.

Daniel Rops ha estudiado en un libro que se llama: '. HOU pa.ssentlesAnges", cómo a través de la apariencia vulgar de las cosas, podemos pre­sentir misterios, presencias, anuncios de la revelación que' se hará en eljuicio final. El autor muestra en las obras de Rymbaud, Kafk.a., 'Rilke,Holderlin,estos momentos rápidos en que "pasa un AIlgelicuya. álaIlOSroza un instante ... " Son momentos que sólo' algunos"seiespuedeIl fijaren símbolo, en poesía.

"Para el profesor, dice Rops, "La Saisonen Enfer", IlO es sino unpoema de acento extravagante del que adivina los rasgos estilisticos>PeroClaudel sabe que del prodigioso combate' en" qUe arriesgá su Vida, Rym­baud trae la certidumbre de la eternidad".

Meditando este libro he pensado yo en otras hueUasdelAIlgel.....:...·y hastaen aquellos casos en que la relación del Alma y Arigel es COmplicada,paradojal,mezcla.da en lo demoniaco: tal por ejemplo, el pecado deAn­gelismoen que cayó Descartes, y' que Maritain hél estudiado con la bellí­sima claridad que 10 caracteriza.

Es en "Tres reformadores" y se funda toda la exégesis de Descartesen la doctrina tomista sobre los Angeles descubriéndose que Descartesha concebido' el pensamiento humano sobre el tipo del pensamiento an­gelical.

Lo que Descartes ha visto en la mente, del hombre es la independen­cia respecto de las co::as, que sólo puede darse en el Angel, pues el co­nocimiento angélico es intuitivo, innato, independiente de' las cosas. El

Gabriela Mistral nos ha dicho en un bello poema la experiencia desu relación profunda con el mundo angélico:

No tengo solo un Angelcon ala estremecida;me mecen como al marmecen las dos orillasel Angel que da el gozoy el que da la agoníael de alas tremolantesy el de las alas fijas.

Yo sé cuando amanececuál va a regirme el díasi el de color de llamao el color de ceniza;y me les doy como algaa la ola, contrita.

Sólo una vez volaroncon las alas unidasel día del amor,el de la Epifanía.

TRIBUNA CATOLICA26

todavía se marca la vía que el,. Cu::todio toma para que podamossus beneficios; esta vía es la iluminación de nuestro juicio.

de 10 subconciente sino asunciones de 10 sobrecon­Estalno,s ahora muy lejos como se ve, de situar lo angélico en los

inocencia" .

geles" y el Custodio aparece a su lado como una luz, sólo visible para laSanta.

Según Suárez seis son los oficios de nuestros AngeleS de la Guarda.:alejar los peligros del cuerpo y del alma; inclinar al bien alejando el mal; .disminuír la gravedad de las tentaciones y de las inspiraCíones malignas;presentar a Dios nuestras plegarias; rogar por nosotros; corregirnos y cas­tigarnos cuando ello nos puede ser favorable.

Sobre el secreto de estas relaciones y su proyeccióIl a la Vida psico­lógica, inserta Eugenio D'Ors en su "Introducción a la vida angélica", unade las notas más importantes que se registran en nuestra época sobre losAngeles.

Afirma D'Ors -y la psicología más avanzada ha venido a darle ra­zón- que así como el campo de la conciencia queda limitado por abajo,podría y debería igualmente estarlo por arriba.

Si existen disposiciones, energías, adquisiciones, actividades psíquicasque escapan a la luz de la conciencia en razón de una profundidad, en­trañable - deben existir otras que escapen igualmente ala luz, de aque­lla en razón a una extrema elevación y sutilidad.

Habría así además de la subconciencia una sobreconéiencia "que encada vida individual recoge, acumula y transforma no aquellos elementososcuros que representan la inmersión del hombre en' la, naturaleza, sinoaquellos otros elementos demasiado luminosos precisamente para que supresencia y compañía sean percibidos por el limitado instrumento de laconciencia; y que significan al contrario la ascensión, ya actual del espí­ritu hasta aquella religión donde ya la naturaleza pierde su fuero; hastala región de lo sobrenatural que, tratándose como se trata de existenciasindividualizadas, cabe dentro de una terminología ya conocida,designarcon el nombre de lo angélico".

Del mismo modo que la existencia anecdótica humana gana. vigor hun­diéndose en el limo de lo subconciente, del mismo modo gana dignidadbasándose en el éter de 10 sobreconciente -es decir del Angel que le go­bierna desde encima-- ni siquiera estas dos regiones extremadas sonopuestas.

La unión entre el Angely el Alma humanase realiza eh térmiIlosanálogos a los de la unión entre el Alma y el Cuerpo. El hombre, comoindividuo se compone de Alma y Cuerpo; como persona de Alma, Cuerpoy Angel.EJ campo de las nupcias del Alma y el cuerpo se llama sobre­conciencia o también aproximadamente vocación.

A la ,actividad espiritual que, consciente ya, frisa en, la sobreconcien­cia, cabe darle el nombre de voluntad. A la actividad espiritual, que cons­

aún frisa con la sobreconciencia cabe darle el nombre" de repre-

28 TRIBUNA CATOLICAGLOSA SOBRE LOS ANGELES

Angel no razona ni discurre; no tiene más que un acto< de intelecto quees ver y a la vez juzgar; no sufre la actualización progresiva del saber,que constituye el movimiento lógico. En este tipo de conocimiento, genui­namente intuitivo e infalible, las ideas son innataS, no vienen de las cosascomo nuestras ideas abstractas;

Este pecado de angelismo, éste desconocer ládistancia que hay entreel hombre y el Angel, ha traído al pensarniento. moderno una forma filo­sófica que separa fe y razón, metafísica y ciencia, conocimiento y amor.Sus riesgos han hecho crisis en las Iormas de vida, de pensamiento, deArte, de Política, que soportamos.

y quizá no haya síntesis mejor para reE.ponder al pecado de Ange­lismo, a la independencia de la realidad, a la dependencia absoluta queen planos demoníacos se le pone, que aquella hermosa frase -lección paratodos- que un amigo de León Bloy dijo una vez y que Stanislas Fumetasocia al arte y a la vida del mismo Bloy:

"Cristo me pone las manos sobre los ojos, pero estas manos están ta­ladradas: veo al través".

Ahora se siente una ráfaga helada, un aire de aceros, algo como cuan­do el viento nos hiere y hace' sufrir' ante nuestros ojos espantados, losfollajes tocados de luz fría.

Si pensamos en los Angeles, súbitamente nos conmueve un recuerdode infancia: a todos se nos dijo alguna vez que los Angeles lloraban pornuestras culpas. Y nos alivia de la pesadumbre.el pensaren esta imageninocente, así como en aquellos Angeles que lloran desde los. cielos de. Be­nozo Gozzoli; se han ido los Angeles del aire cuando oímos las. voces deaquellos hombres que olvidan su destino.

Podemos oírla: entre sus voces resuenan, por ejemplo éstas que lleganahora, y que nos afirman la existencia finita de sujetos sin esencia, queuna opción ateísta primordial lanza en el caos de apariencias viscosas ... ydesagregadas de. un modo radicalmente irracional y a las cuales pide hacero crear, no su esencia o su estructura inteligible puesto que no .la hay,sino imágenes lanzadas en el tiempo; una existencia sin esencia, .un sujetosin esencia; tal la. base de toda la avalancha existencialista que .. estamossoportando, mancillada desde sus orígenes, de mil maneras, •por ejemplodesde que puede afirmarse, con Maritain, "que hay en el' existencialismofenomenológicq tal como ha llegado desde Heidegger una .mala fe radical,queconsisteen.apropiartodo el sistema de. nosiones. quedepemos a losgrandes meta,físicosdel ser,.y que no.tienensentidosino<parala. inteli­gencia realistafl."ente al misterio extramentaldelo que es, a .fin.de ex­plotarlas en el universo de pensamientodelfenómeIlo, de la .aparienciaque eE.esencia".

Podemos sentir.esta ausencia dolorosa de los Angeles, y mirarlos enla lejana estampa de llanto de. infancia. en otros signos: 'pensemos en .latécnica devoradora, en el poder diabólico que pesa sobre la economía. em­presista - en la confu;;'.Íón que se está haciendo continuamente entre me­dios y fines - y en todo un aspecto del mundo moderno, cuyo semblanteseda, por ejemplo, en una zona de la novela de Huxley y Sartre; en el

crecer de la acción puramente transitiva o en la sustitución del conceptode persona humana por el concepto de individuo - con todas las conse­cuencias funestas que tal confusión trae al mundo.

Pero junto a esas dolorosas zonas, los jardines florecen y se escuchael canto de los Angeles. Diríamos que se le ve la plácida sonrisa, la re­verencia gentil, la presencia afirmativa y suave. Tal como es en aquellosotros increíbles Angeles del mismo Benozo Gozzoli, tranquilamente aso­mados a las nubes, o rodeados de luz de jardines por donde transitan, jun­to a unos árboles, junto a un suntuoso pavorreal que hace temblar a todoel aire; o en un ímpetu de alas rojas, con una rama de olivo en las manos.

Ahora son otros los signos: Yo los siento andar por mi sangre cuandoleo las más ardientes páginas de Dostoyevsky, de Bloy, de Unamuno, deMaritain, de Peguy o de Claudel; o cuando encuentro en el hermoso en­sayo sobre los Angeles de Erik Peterson, que Bergamín publicó en Cruzy Raya, ese intento -como dice el autor- de comprensión teológica dellugar y de la significación que los Angeles tienen en el Culto.

Pasan los Angeles sobre las páginas de Dostoyevsky y puede decirun crítico de nuestros días que no se comprenderá nada de esas obras yen particular de "Los Endemoniados", si no se admite que nada de él seexplica fuera de la atmósfera cristiana y de que todo el libro está colo­cado bajo la inspiración de ese pasaje del Apocalipsis en que escribiendoal Angel de la Iglesia de Laodicea el Apóstol vomita a los tibios.

Romano Guardini ha destacado cómo en la obra de Dostoyevsky laexistencia -conservando toda su realidad terrestre-- se encuentra colo­cada bajo la dirección majestuosa de la voluntad divina, bajo la guardamaternal de la Providencia.

Es en el dolor sobre todo que aparece el poder de transformación -yse sabe cómo sufre el pueblo de Dostoyevsky; "la existencia entera --diceGuardini- está en él como marcada por el sufrimiento". Pero este su­frimiento es recibido y aceptado como voluntad de Dios. Si se murmurao se rebela contra ella, esto no cambia nada a esta determinación.. Y asíse cumple una transformación durable del mundo puramente natural' enuna creación de resonancia plenamente cristiana.

Un Angel sigue, en Los Hermanos Karamazof, el Tránsito de la Vir­gen por los tormentos. La Madre de Dios visita el Infierno, siendoE)l.i\J.'­cángel Miguel quien la conduce por entre los condenados. Vea.. l()s pe­cadores y sus tormentos ... y he aquí que impresionada y llorosa la Ma­dre de Dios cae de hinojos ante el trono del Altísimo y pide clemenciapara todos ~uantos están en el Infierno, para todos cuantos allí ha visto,sin distinción ninguna.

Su diálogo con Dios es muy emocionante. Porfía Ella; no se va; ycuando Dios le señala las manos y los pies traspasados por los clavos, desu Hijo, y le pregunta cómo puede perdonar a sus verdugos. . . Ella va yle manda a todos los Santos, a todos los mártires, a todos los Angeles yArcángeles que se arrodillen junto a Ella e imploren clemencia para todos.

otro Angel canta silenciosamente cuando Dostoyevskydice: "Pero en­tonces, de pronto, se me apareció el dicho de mi hermano querido, .queoyera en la niñez: "¿Es que merezco yo, de ningún modo, que otro me

Ahora contemplamos el Angel del Cuadrante de la catedral francesade Chartres; ;,' nos parece como si fijara esta hora de luz entre las dolo­rosas horas que vive el mundo.

Culmina en nuestra época el naturalismo heredado del Renacimiento;la.técnica desproporcionada, la voraz usura, la sensualidad deL .poder; elexistencialismo apócrifo;- pero nace una reacción de salud,. un nuevo hu-

sirva, y está bien que yo, valiéndome de su miseria e ignorancia lo mal­trate?".

"Y me maravillé entonces de que idea tan sencilla, de tan evidenteclaridad tardara tanto en acudir a nuestra mente".

" ... Haz de forma que tu criado sea más libre de espiritu que si nofuera criado. ¿Y por qué yo no he de poder ser criado de mi criado, y demodo que él lo vea y no haya orgullo alguno por mi parte ni por la suyaincredulidad?".

"¿Por qué no he de ser para mi criado lo que sería para un pariente,de suerte que lo acoja, por fin, en mi familia y con ello me regocije?"

Angeles de la Agonia como aquellos que Benozo Gozzoli y el Giottoacercaron a la figura del Crucificado, corren por las líneas ardientes deUnamuno.

En aquel libro de sangrienta contemplación y desnuda imagen: ElCristo de Velázquez, aparece entre los versos amantes el Arcángel Miguel,entre presentes acentos del Génesis, del Profeta Daniel y del Apocalipsis.

" más tIamígerala espada de Miguel, la que la puertaguardó del Paraíso derramandorayos hacía escudo en torno suyoa esos demonios espantando "

Angeles terribles, de esta misma espada flamigera pueblan la obra deBloy; respiran en las páginas de "La Sangre del Pobre" y sonríen comosonríe el Angel de piedra en aquella Catedral gótica: cuando el "Inven­cible" nos dice: "Hay sólo una tristeza: la de no ser santos".

Angeles luminosos hacen cristalino el aire de Maritain, cuando él nOsenseña a conocer al Doctor Angélico; cuando nos habla de un nuevo Hu­manismo; cuando nos infunde fe en los medios pobres; cuando frente alas confusiones provocadas por la teoria existencialista en boga, aClara losdiferencias entre una doctrina que afirma la. primacía .• de la •. existenciasalvando esencias y naturalezas. y manifestando una suprerna victoria dela inteligencia y de la inteligibilidad -y otra doctrina que afirma la pri­macía de la existencia destruyendo y suprimiendo las esencias y natura­lezas; manifestando la suprema derrota de la inteligencia yde la inteli­gibilidad.

Existencialismo apócrifo, llama Maritain a este demonismo integral­al que el filósofo opone la paz y la unidad tomista, que exigen del' hom­bre una tensión y una extensión solo posibles en la angustia de la· Cruz,"pues la palabra de San Pablo vale también en el orden del espíritu: sinefusión de sangre no hay redención".

31

'* *' :1:

LOS ANGELES

Los Angeles del mar custodian el silencioen que se envuelven los barcos que andan,y los que suavemente se columpiany los que en la noche sobre el mar se duermen.

Los Angeles de los jardines custodian el silenciocon que las flores crecen, viven y contemplan.

"Cuando orabas con lágrimas yoofrecía a Dios tu oración".

Y con los que San Juan de la Cruz nos dió bajo sus figuras ardien­tes y adorables.

manismo que restituye al ser su totalidad y que afirma los valores de lapersona humana. Se dan así Cuerpo, Alma y Angel a través de los signosmás vivos de nuestra cultura.

Los Angeles andan con paso ligero en este mundo que según Dosto­yevsky pertenece a Dios, a Cristo y al Demonio, y que por esto, implíci­tamente les pertenece y su acento se percibe en toda experiencia poéticaverdadera, en todo ademán de compasión amorosa, en las santas indigna­ciones. Se expresará esta presencia según medios creados por el artistamoderno, en la heroica aventura por conquistarlos -pienso en Beaudelai­re, en Peguy, en el pintor Rouault ... - Todos se emparentan con aquellosque David nos mostró desde su bronce:

"¡Oh, bosques y espesurasplantados por las' manos del Amado!Oh prado de verduras,de flores esmaltadodecid si por vosotras ha pasado".

Yo diré ahora, antes de separarnos uno de los poemas en que cantéexperiencia de Angeles, y donde se recuerda al Angel. Custodio.

Quede su figura entre todas las que dije desde mi libro "El Alma yel Angel"; quede su presencia precursora de las que canté en "El Angeldel Sol", "El Angel de la Luna", "El Angel del Templo", "El Angel de laMúsica"; donde dí yo mi experiencia de Angeles, como la más capaz dedecir hoy recuerdo de amistad verdadera, aquella amistad· d.e que nos ha­bla la frase sagrada que Claudel llevó a su Juana de Arco:

"Nadie tiene más amor que aquel que da su vida por sus amigos".

"Porque El mandó a sús Angelesque te guarden en todos tus caminos.Te llevarán en sus manos; no seaque tropiece tu pie en alguna piedra".

Todos se emparentan con el que acompaña y protege en el Libro deTobías:

GLOSA SOBRE LOS ANGELESTRIBUNA CATOLICA30

32

Pueblan el aire entre el cielo y la tien? dy tocan la quietud de los bandos de pIe ra.

Su mar Y jardín van aterc~opel<:ndomi Amor - a través de sIlencIos.

Pero me hace llorar y morir de cánticosa uel Angel que más silenciosamente . cárcele~tre mil ángeles camina, dentro ?e la gzanen que las criaturas lloran y se pIerden.

El se va separando. erada visión 10 encuentro

~ en mes¡; fuego entre los hierros, entre los árboles¡va por ' 1 ,o entre las cascadas del cíe o.

En la hora más viva del mediodía10 espero con ojos lentos, . , resél viene joven como las Jovenes floy se acerca a una fuente.

.y a veo su esbeltez junto a la esbeltez nunc.a agitada¡ , . llega se posa, resplandece,como

1u~ patl}eamrobla ro'deado de esbeltez y reposo

¡y e aIre ' _ ,y los mármoles suenan. .

d en mí' son la dicha extasIadaAngel y fuente que an : _me esperan en la hora de mI sueno.

- 1 A' gan entre los árbolesLejos tanen e lre, va blancas sobre el fuegoposan manos desnudas Ylos ángeles.

y otra vez se separa,va dejando su fuenteel Angel solo y mío. Todo desaparece.

Ya me miracomo las flores miranYa sonríe. .. ya se inclina ...Arpa tocada -¡ay/-ya me contempla.

Esther deCACERES

LA VIRGEN DE LOS u33 tt

La Virgen de los Treinta y Tres está en el alma de nuestro pueblo. EBla hora de la glorificación, cuando las multitudes de la Diócesis de Floriday Mela, primero, y luego del Uruguay entero acuden en masa a honrar enforma delirante esa sagrada imagen, no parece necesario fruncir el ceñoen polémicas eruditas para reivindicar su historicidad.

Pero de todas maneras el sentido crítico de nuestro tiempo reclamaese estudio, que por lo demás ya fuéencarado con gran competencia. pordiversos investigadores de nuestro pasado, entre los que se destaca Dn.RaúlMontero Bustamante, autor del folleto "La Virgen de los Treinta y Tres",publicado en el año 1914.

* * *La Virgen de los Treinta y Tres es una imagen pequeña que midetan

solo treinta y seis centímetros de alto. De característico estilo barroco die­ciochesco reproduce el tipo de virgen de Murillo: abundancia de ropas,amplitud de pliegues y movimiento, suntuosidad del manto y cierto precio­sismo en el rostro y las manos.

Los Sres. Monestier Hnos. al restaurarla en 1909, comprobaron que lamadera tallada es de cedro de las Misiones. Este dato sumado a lo muchoque se sabe acerca del desarrollo de la escultura en las Misiones Jesuíticasdel Paraguay nos permite barruntar el origen de la imagen.

Tres tipos produjo la imaginería jesuítica del Paraguay: el netamenteindígena, .tosco que revela la mano inexperta; el corriente y vulgar,y porúltimo el tipo de escultura superior, punto terminal de un proceso artísticocompleto.

La delicadeza de líneas de la Virgen de los Treinta y Tres puedecaber perfectamente en esta tercera categoría. Si a la madera, al eStilode la época y a la técnica del tallado que cuadran dentro del arte guaraní­tico, añadimos que la devoción a la Inmaculada se difundió en Anléricamerced a los Padres de la Compañía de Jesús exclusivamente, podemosdeducir con fundamento que la Virgen de los Treinta y Tres procede de lasMisiones Jesuíticas del Paraguay.

En efecto, estos Padres poseían en el siglo XVIII en La Calera, Depar­tamento de Florida, una estancia, de la que aun se conserva el sólido. edi­ficio principal. Es lógico que. ellos -.devotos de la Inmaculada - trajeranconsigo una imagen de esta advocación construída en sus excelentes talleresde las Misiones.

* * *Se sabe también que los Padres explotaban la ganadería y la madera

de los bosques marginales del arroyo vecino, que nace en la Cuchilla delPintado.

Desde entonces ese arroyo se llama La Virgen. Es notorio que ennuestro país los lugares geográficos toman su nombre de cualquier objetocaracterístico del paraje. "Piedra Sola", "La Cruz", "Paso Molino", "FrayleMuerto", etc., son muestras de esta génesis de la nomenclatura oriental.

Según este antecedente el Arroyo de La Virgen debe su origen a unaimagen de la Virgen puesta en sus cercanías, tal como recuerda la tradi­ción. El que hubiese una estatua de María en el campo,. a la vera de algúncamino, a nadie debe extrañar en este país lleno de cruces de misión, yevangelizado por religiosos europeos habituados a ver ermitas e imágenessacras en todas las cumbres y en todas las sendas.

34 TRIBUNA CATOLICA LA VIRGEN DE LOS "33" 35

'* * *

La primitiva capilla del Pintado, construída en 1779, en las cerc~níasdel Arroyo de La Virgen, fué dedicada "a la Reina de los Angeles, ba~o ~aadvocación de Nuestra Señora de Luján", por voluntad expresa del lUdIOAntonio Díaz donante del terreno. Esto está perfectamente documentado.

Las devo'ciones nacen al calor del ambiente. Todo mejicano es devotode la Virgen de Guadalupe, y todo aragonés de la Virgen d~l Pilar. Si elindio Díaz - hombre de pocos viajes y menos letras - enge un temploa la Virgen de Luján (téngase presente que la Virgen de Luján no es otracosa que una Inmaculada con un manto de seda sobrepuesto), es na~ural

que esa devoción arraígara en su alma ante la visión reiterada de la Ima­gen respectiva, y por influjo del ambíente lugareño.

La tradición, sintetizada por Montero Bustamante, complementa la na­rración de la jornada: HA medio dia, el Brigadier Lavalleja y los miembrosdel gobierno provisorio, asistidos de los funcionarios civiles y jefes mili­tares, y seguidos por el pueblo, que llenaba la plaza mayor, donde formabacuadro el ejército de la Patria, se dirigieron a la iglesia parroquial, dondese cantó el solemne Te Deum, y el párroco dió la bendición a héroes y-oueblo.- La bandera tricolor se inclinó entonces, por primera vez, ante laimagen sagrada de la Virgen, titular de la iglesia, y próceres y soldadosdoblaron reverentes la rodilla ... "

La misma tradición dice que el 25 de agosto, los asambleístas, antesde ir a la Piedra Alta,. asistieron a la Misa y al Te Deum, oficiados antela imagen de María.

Mario Falcao Espalter, en su folleto "Notas a una Tradición", publi­cado en 1915, intenta negar los hechos y llega a poner en duda que laVírgencita se éncontrara en Florida en esos días, pues supone. que ellafué traída por Rivera años después, luego de conquistar las Misiones.

Toda su argumentación se funda en la carencia de documentos escritos.Es, como se ve, una argumentación negativa, que nada prueba, ni a favorni en contra. Pero si a la falta de pruebas escritas ponemos una tradiciónsólida e ininterrwnpida en armonía total con el proceso lógico de los he­chos, entonces la posición negativa debe ser desechada como carente de base.

* ::: :;:

* * *

Cierto es que no hay un acta ni una crónica que atestigüe los hechos;pero cierto es también que no tenían por que existir. Nunca fué costumbre,y menos en aquellos momentos, levantar actas de una oración. Y mal podíaescribirse una crónica no habiendo periódicos en la localidad.

En cambio, está la firme religiosidad de aquellos próceres, demostradaen cien ocasiones; "'J' están las costmnbres de la época de poner todas lasempresas bajo la protección divina, y más una de tan grande trascendenciacomo es fundar una nación. Suponer lo contrario sería agraviar la memoriade aquellos próceres religiosos, muchos de ellos sacerdotes, entre los quedescuella el piadoso párroco de Canelones Don Juan Francisco Larrobla,presidente de la Asamblea del 25 de Agosto.

y por sobre todo está la tradición segura, que vale tanto o más queun papel escrito.

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Falcao Espalter afirma que "el movimiento moderno éilrededorde laVirgen de los Treinta y Tres está en la placa de mármol que mandó poneral pie de su altar Monseñor Soler en el año 1892. Antes de esa fécha, Mons.Yéregui, en Carta Pastoral de 1887, mandó que se conservara como objetode tradición la Imagen de Na Sra. de Luján del Pintado".

Luego se pregunta cóll10 nació esa convicción én los dos prelados, yen tren de suposiciones dice: "En mi opinión nació de haber visto en loslibros parroquiales, examinados en sus visitas pastorales a la Florida, elregalo del Gral. Oribe a lá Virgen del Pintado de una corona de oro, enel año 1857, el mismo de la muerte de Oribe. Se dice que Oribe regalóesa corona por ser la Virgen de Florida la que recibió el homenaje de losTreinta y Tres". .. "Yo creo haber descifrado el enigma admitiendo quela gran amistad que unió al señor Oribe y al Pbro. Majesté, párroco enton­ces del pueblo, fué lo que determinó el obsequio".

A Falcao lo venció la fantasía. ¿Dónde está el enigma? ¿Qué misterioencierra un obsequio a la Virgen? Eso no es ningún enigma. Es muestrade devoción y nada más.

Después de todo, si se emplea el argumento favorito de Falcao, cabría

**Por todo lo dicho no hay motivo, ni siquiera presunción, para poner

en duda que la Virgen de los Treínta y Tres ocupara el lugar de hOJ;lOren el templo primitivo de Villa Vieja y luego en el de la flamante VIllade San Fernando de Florida Blanca.

Viene ahora el otro punto: ¿Es cierto que los Treinta y Tres inclinaronante ella su bandera tricolor y la invocaron pidiendo su protección sobrela campaña libertadora?

Después del desembarco en la Agra~iada los s,?ldados de }aPatriaconquistan los pueblos, uno tras otro: Sanano, Coloma, San Jase, Guada­lupe y la Florida enarbolan los viejos coloreS de Artigas.

El 14 de Junio los representantes de los .pueblos de la Provincia sereunen en Florida en la casa de D.a Ana Hernández, contigua a la iglesia,y declaran instalada la Asamblea Soberana.

Lavalleja resigna en sus manos el poder que ejercía de hecho, "paraofrecer - dice el acta - el homenaje de su reconocimiento, respeto yobediencia al Gobierno Provisorio... y jurarpante los Padres de la Patriay ante el Cielo, observador de sus íntimos sentimientos, prodigar para sal­varIa hasta el último aliento ... "

Años después (1804), el Obispo de Buenos Aires, Mons. Benito Lue yRiega erige la Parroquia de "Nuestra Señora de Luján del Pintado". .. Los jalones son los corrientes y habituales en la Iglesia: la parroqu~de N. S. de Luján sigue al templo de N. S. de Luján, y éste es consecuenCIade la ermita primitiva de N. S. de Luján. .,.

Es obvio que la Parroquia tuviera una estatua de la VIrgen de LUJanen su altar mayor. ¿Cuál fué esa estatua? ..

La Virgen de los Treinta y Tres, por todos los motivos enumerados, .seajusta exactamente a aquel marco histórico. No hay una constancia ~scnta

que di<1a expresamente que ella ocupaba entonces el altar del PlUtado,pero e:;' su defecto los antecedentes y las circunstancias atestiguan en sufavor. .

Si no hubiese sido la Virgen de los Treinta y Tres, debió ser otra Igual.¿Dónde está esta otra estatua? ¿Quién tiene noticia de ella?

Si no hay que multiplicar los entes sin necesidad, según dicen los filó­sofos; tampoco hay motivo para multiplicar sin necesidad la iconografíamariana de Florida.

Está en esta ciudad la Virgen de los Treinta y Tres, desde tiemposinmemoriales. No sabémos la fecha exacta, pero esta misma ignorancianos autoriza a ponerla allí desde los comienzos, por todas las razones apun­tadas. Con toda certeza, pues, podemos decir que la Virgen que hoy sevenera en la hermosa catedral de Florida es la misma que vió a sus piesa todas las generacíones florídenses: la de los padres jesuítas de La Calera,la del indio Díaz, .la del Padre Figueredo, - que trasladó el pueblo a lasmárgenes del río Santa Lucía Chíco, - la de los Treinta y Tres y todas lassiguientes hasta nuestros días.

;en que' documento escrito se basa semejante solución delpreguntar, v

enigma? * * .,.El testimonio escrito existe, pero dice algo muy distir:to. EsDe~ .~ue

recocrió Don Crisanto López, Cura Párroco de Florida, de labIos de .-l:, a­ría h-ureta de Dubois y se guarda en un cuaderno en la C~tedral de. 1'.1;>­rida, que dice así: "E~ 1857 el general Oribe ~~galó ~ 1.8: Vlrge~ de LuJ.~.?una coronita de oro. El general vivia en la U:mon, y pldlO a FelIpe I~re",,",de esta ciudad, de quien era a~igo, la medl~~ de la cabeza de la .lrge~de los Treinta y Tres, siendo mas tarde remltlda. Y entrega?3i al Cura Y'lcario. Esta corona fué ofrecida por el Gral.Onbe ~m aCCIOn de gracIas,por haberse salvado él y su familia de un naufragl?enque es!aba porcaer el vapor en que venía embarcado :para MonteV:ldeo. El de~la .que ala Viro"en de los Treinta y Tres le debla esta gracIa, y que sIempre seencom~ndaba a ella al comenzar sus batallas". . . .

El testimonio de D.a María Irureta de ,DubOlstlen~ gran valor _porser ésta hija legítima de Felipe Irureta,Y este gran amIgo y companerode armas de Oribe. . ' 1 - 1855

Se casó doña María con Francisco DubOlS, en Flor:da, en e ano· . 'dos años antes de que Oribe regalara la corona. Te~la, .pues, eda~ S~l­ciente como para oue su testimonio sea realmente fIdedIgno, Y ~as tra­tándose de un hecl;o tan familiar -por la amis!a~ del pr?tago~llst~ consu padre- y tan impresionante por sus caractenstrcas extraor~ma:las..

Una corona de oro donada hoy a una image~ de cualqUIer l¡5le.sladaría lugar a largos comer:tarios e~1 toda la pa;:roqu:a. ¡Que no h~bra SIdoentonces, en la pequeña VIlla Flondense del ano 1~o7, fu"1. obseqUIo de esacategoría ofrendado nada menos que por el caudIllo blanco por antono-masia, y segundo jefe de los Treinta y Tres! . ...

Nada de extraño entonces .quela hija de Felipe Ir~reta.conocIera. per­fectamente el hecho de la donación, los mO,tivos ... qU,e mduJe.r,ona 0r:lbe aprometer la corona, y la razón. por la cual e~te sent~,a ~evoc~on partIcularhacia la virgencita floridense. Las palabras fmales:. Onbe sIempre. s~ en­comendaba a ella al comenzar sus batallas" denunciar: un .conocrml7ntodel intimo sentir del prócer manifestado. por él en 90nflder:~la de amlgo~,e indican que su devoción databa de antiguo, y tema relacIOn con su ~n­Hante carrera militar, llevada al ápice precisamente en la gesta glonosade los Treinta y Tres. .

Sabido es que Oribe fué muy .~evoto .y gran. bene~actor de muc.hasiglesias. Pero esa su especial devocIOn hacIa la Vlrgenc~!a de la Flor:lda,a la que dona una corona e invocaba en las batallas, deblo tener un on~~népico que se explica admirablemente con el recuerdo. de .aquella oraClOny aq{lel inclinar de la Bandera Tricolor en los albores de .la Cruzada Re-dentora. ., . 1 . t' bt . 'das

La ansiosa súplica atendida, lapatna hberada, . as VI~ orlas o em. 'debieron encender una gran confianza en su cO,r~ón, confianz~ que ~e hIZOrepetir en su .agitada carrera. aquella misma suphca. de los fe~~ces dlas delaño 25! Al terminar sus días, como.~ltimo h~me~aJe, .le envIO esa coronaque aun hoy despierta honda emOClon en qUIen a mIra., . .

Supongamos por· un momento que esa .imagen de M~~la hubIese sIdotraída por Rivera, como botin de la ConqUIsta de las MISIOnes, tal como,sin ningún fundamento ,presume Falcao.

En ese caso ¿sería concebible que Oribe le rindiera~n t;ulto tan cor­dial como para invocarla en las· batallas, y tan extraordmano como paraofrendarle una corona de oro?

¿Quien concibe a Oribe rindiendo homenaje a un trofeo de guerrade Rivera, nada menos? .... .. , .

El testimonio de D.a María Irureta tiene un respaldo ~ategorlco enunacarta que se conserva en el Archivo Diocesano de ~lorlda. "

Es una carta del año 1862,en que el Cura de Flonda Don Jose Le-

* * *Con 10 que antecede cae también la otra suposición: que el movimien­

to en torno a la Virgen de los Treinta y Tres nació en 1892 con la placade mármol de Monseñor Soler, pues ya en 1857 esa imagen recibió unprecioso regalo del Segundo Jefe de los Treinta y Tres -perfectamenteconocido por el primer obispo del Uruguay -,- y antes de esa fecha erainvocada por el famoso militar al comenzar sus batallas.

Quiere decir entonces que el "movimiento" no es tan "moderno", pueses anterior a Soler, a Yéregui y al mismo Jacinto Vera.

* * ..

37LA VIRGEN DE LOS "33"

tamendi da cuenta a Monseñor Vera de unos lamentables hechos acaecidosen el pueblo, y de haber escondido por prudencia la preciada corona.

Sin mayores preámbulos Letamendi escribe a su Obispo: "El TenientePortuguez, con consejo de Irureta, depositó la corona de oro que regalóOribe" ...

Esta escueta manera de escribir evidencia que Monseñor Vera cono­cía perfectamente el caso de la corona y conocía a Irureta, cosa que secomprueba con otras varias cartas del mismo archivo. ¿A qué viene eseconsejo de Irureta presentado al Prelado como razón que justifica la ocul­tación de la corona, si Irureta no hubiese ejercido algo asi como un pro­tectorado reconocido por Monseñor Vera, sobre tan preciado objeto?

Esta carta (que creo por primera vez se publica) demuestra que Mon­señor Vera conocía la corona, conocía su origen, y conocía los motivosque movieron a Oribe a ofrecerla, por 10 menos tan bien como la hija deFelipe Irureta, cuyas son las declaraciones arriba transcriptas.

En esta declaración corroborada con la carta de Letamendi está laclave del enigma de que habla Falcao y no en la amistad del caudillo ydel cura. No es la amistad entre dos hombres laque hace regalar coronasde oro macizo a la Virgen!

y además, años antes del Curato de Majesté, en 1849, Oribe ya habíaregalado dos campanas a la Iglesia de Florida. ¿En virtud de qué amistad,podria saberse?

Hay más todavia. Desde 1934 en adelante, cuando yo ocupaba el car­go de vicario cooperador de Florida, todos los. primeros viernes de mesle llevaba laComunión a una piadosa anciana, que tenía ciertamente másde noventa años, aunque no recuerdo la .cífracon exactitud. Eré} D.aMa­ría Inés Vidal de Guichón, perteneciente a lll1a de las. familfas. más distin­guidas y de mayor abolengo en Florida. Tenia una lucidez' mental extra­ordinaria y conservaba vivisimos los recuerdos de su juventud, entre loscuales todos los referentes a la Virgencita de los Treinta y Tres, plena­mente conformes con los que recogió Don Crisanto López de labios de Ma­ria Irureta de Dubois.

Recordaba los mínimos detalles de la modesta iglesia de mediadQs delsiglo XIX, del altar de la Virgencita de los Treinta y Tres, del afectuosoculto que le profesaba el pueblo y de las procesiones y rogativas que sele hacían en tiempo de sequia.

Poco después, creo que en 1937, cuando el extinto P. Juan FaustinoSalaberry S. J. seproponia escribir -a pedido de Mons. Paternain- unlibro sobre la Virgen de los Treinta y Tres, y estuvo en Florida para reco­ger noticias de los ancianos, visitó a D.a Inés, en su casa yla interrogólabrando acta de sus declaraciones. .

Lamentablemente la muerte truncó su labor, pero de todos modos esadeclaración debe conservarse entre sus apuntes. Recuerdo esta frase: "Des­de que me conozco, es decir" desde 1860 por lo menos, siempre he conocidoesta imagencita con el nombre de Virgen de los Treinta y Tres".

Tanto impresionó al Padre Salaberry la frescura mental de D.a MaríaInés, que poco después promovió la venida a Florida, para· interrogarla,del Tribunal que entendía en el proceso de Beatificación de . MonseñorVera, presidido por el actual Arzobispo de Montevideo Mons. Barbierí.

Si en 1860 la virgencita de Florida era llamada "De los Treinta y

TRIBUNA CATOLICA36

Tres" debe convenirse que el "movimiento" es muy anterior a la placade Soler, que supone Falcao Espalter.

Otro testigo que visitó el P. Salaberry -a quien acompañ&- fué unanciano de las Chacras, vasco de origen, de apellido Echevarría. Dijo lomismo en su idioma atravesado: "Desde que vine de España, a la edadde quince años, siempre Virgen Treinta y Tres".

38 TRIBUNA CATOLICA

* * *

Carlos P ARTELI, Pbro.

LA LIBERTAD DEL BURGUES

El problema de la burguesía está ligado indisolublemente al problemade la libertad; y no porque episodios históricos fundamentales (casi dossiglos imborrables) los hayan reunido al azar, sino porque una conexióninterior, que me interesa explorar, losrela:ciona profundamente. PerQentraren ese campo lleva a intentar una caracterización, al menos parcial, de lapersonalidad típica del burgués, yeso obliga a una aclaración inicial.

Es frecuente en estudios valiosos del tema dar como definición delburgués una descripción de sus caracteres personales. Así, por ejemplo,Joseph Foliet lo define con sentido profundo, por su libertad. Me parece,sin embargo, más conveniente el otro camino, al menos desde el puntode vista gue me interesa. Para mí es burgués todo el que pertenece alcuerpo social que definí como burguesia en el artículo anterior; tenga losrasgos morales. que tenga. Y si voy a hablar de caracteres personales deseodejar claro- que es sólo en cuanto derivan de las condiciones de este medio.

LA SOLIDARIDAD ELA8TICA

La burguesía era la red de lazos humanos, principalmente de familiay de amistad, que se formaba en torno a los poderes político, económico yculturaL Esa red es sumamente vasta y elástica. Permite al burgués cambiarde lugar, de profesión, deeantidad de bienes económicos, de ideología, sinquebrar esa trélbazón en que está sostenido. Resulta interesante, aunque unpoco superfluo aquí, seguir el mecanismo por el cual utiliza esa flexibilidadpara iniciar las empresas necesarias. al progreso económico, para participaren las luchas ideológicas que comporta el progreso político y cultural, parareclutar en los partidos las fuerzas de toda la nación encabezándolos sis­temáticamente y dirigiéndolos según sus propias ideas, y aún para 'pensary acaudillar los movimientos de clase (de otras clases) dirigidos contl'a lasuya propia. Los partidos socialistas generalmente y en buena medida elmismo. partido comunista, sirven de ejemplo. Semejante guerra deberíaen toda lógica romper los lazos. Pero no. 10 hace. Es muy difícilromperlos y uno, cuando no recuerda algunos casos extraños, se siente ten­tado de decir que la burguesía imprime carácter como el bautismo. Eld.e­pósito de relaciones personales (de una fecundidad siempre .imprevisibh;),y, más adheridas a la persona misma, la conciencia del derecho a la igual~

dad burguesa, y algo tan indefinible como el "trato", obran y sobre tcidohan obrado maravillas.

Basta pensar en casos extremos, en el burgués joven a quien repenti­namente falten todos .sus parientes,pierda su dinero si lo tenía y cEimbiede ciudad y aún diría de nación. Todo estará. roto para él; pero quéequi-

*'"Esta última es la referencia más antigua qUe encontré. Pertenece a

un informe de ingresos y egresos elevado por el Cura Meriéndezal Vi­cario Apostólico Dámaso Larrañaga, al terminar, su' mandato en ··laParro­quia de Florida.

Esos doce reales de limosna de la Novena de la: Virgen aparecenper­didos en una larga enumeración de cosas triviales: sueldos de sacristanes,derechcis de estola, gastos de cera, etc.

Es evidente, por el carácter mismo del informe, que el Cura no tuvoidea de hacer constar las innovaciones introducidas, sino tan solo· registrarel prosaico movimiento de caja: anotó juntas las escobas y la Semana San­ta; las cuerdas de las campanas y la novena de la Virgen. Lo quesignili­ca que la celebración de la Semana Santa y de la Novena de la Virgen,al igual que', el uso de las· escobas y las campanas eran prácticas viejas.

Si en 1841 se dedicaban nueve días a la Virgen de. Luján, es de su­poner que en 1825, tan solo dieciseis años antes, también se honraba ala Patrona de la Parroquia y se veneraba su .imagen en el altar, imagenque ciertamente es la misma que.hoy como entonces recibe el culto fer­viente del pueblo oriental, aunque no el de sus autoridades civiles.

Rivera, octubre de 1951.

Por si no bastara todo lo dicho, los libros de Fábrica de la Parroquiade Nuestra Señora de Luján (Catedral) de Florida -que se conservan enel archivo de la Curia Episcopal- registran minuciosamente los gastosefectuados en diversas épocas del siglo pasado, con motivo de los actosde culto dado a la Virgencita, única de que se tiene noticia en aquellaiglesia.

Marchando hacia atrás, pude formar esta lista:-Octubre 12 de 1856: Alonso Menéndez al maestro carpintero Matías

Fanes, debe: Por unas andas para la Virgen de Luján, $. 9.00.-17 de Dic. de 1856: A Tiburcio del Marco por la música de la No­

vena de N.a Sra. de Luján y su misa solemne: 30 patacones. (Es intere­sante constatar por la fecha, que la fiesta de N.a Sra. de Luján coincidíacon la de la Inmaculada, de la misma manera que coinciden las imágenesde la Inmaculada con la de Luján y la de los Treinta y Tres).

-27 de Junio de 1855: A Matías Fanes por la hechura de un nichopara la Virgen de Luján, $. 38. OO.

14 de febrero de 1854: Al platero Juan Ruíz Díaz, por la hechura deun platillo, un vaso, y limpiar el cáliz, la custodia y la corona de la Vir­gen, $. 30 ps. (Adviértase que esta corona es anterior a la de Oribe. Debeser la de plata que aún hoy tiene habitualmente la Virgencita).

-A José Azambulo por cuatro varas de damasco de seda para el fron­tal del altar de la Virgen de Luján, 12 ps.

A id. id. por la hechura de la peana del altar' de la Virgen de Luján,dos ps.

A id. id. por achicar la mesa del altar de la Virgen de Luján, dos ps.seis r. y dos vintenes. . . .

-A id por colocar las campanas que en el año de cuarenta y nueberegaló el Gral. Dn. Manuel Oribe, llevándose las viejas, y dos fierros parala colocación de las mismas, 6.00 ps. .

Diciembre de 1841... Por doce reales de limosna de la novena dela Virgen... .

LA LIBERTAD

¿A dónde voy con esto? A plantear, ahora sí, el problema dela libertad. Antes hubiera sido prematuro. El problema de la libertad, quedivide al mundo; el problema de la libertad que provoca la tensión entrelas viejas y nuevas generaciones, el problema de la libertad que es una

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de las encrucijadas del momento actual, no puede plantearse en términosde "garantías jurídicas" ni dentro de una filosofía de ilusiones a la manerade la tradición rousseauniana. Porque asi no puede resolverse.

El burgués ha sido el constructor de las repúblicas, el enamorado dela libertad. Tratemos de entenderla.

y para ello quiero distinguir, al comenzar, un sentido amplio, ge­neral, en que la libertad nos aparece necesaria como el aire. Porque elcrecimiento de la persona es, cuando sano, imprevisible. No totalmente, esverdad, pero comporta sí, una porción grande de imprevisibilidad. Porqueese crecimiento es un proceso interior cuyos datos no se encuentran ínte­gros más que dentro de la misma persona. Por tanto, si ha de serorgánico, si ha de tener unidad, su clave estará, no en las fuerzas acondi­cionantes exteriores, sino en su centro mismo, en la razón. Y bien:la posibilidad real de desarrollarSe! con coherencia interior es lalibertad de que hablo y si ha de se r "real" ha de abarcar dos aspectossobre los que conviene insistir: ausencia de obstáculos externos, por unlado, capacidad interna de crecimiento, por otro.

Interesa insistir, digo, porque el sólo primer aspecto, la pura libertadnegativa que interesaba al legalismo liberal, es un fantasma. Como e,,· fan­tasma una autorización para recorrer Marte. Derechos inusables; nunca de­seados, no llegan a constituir libertad. La de maniobras de un ejército nova más allá que su capacidad de abastecimiento. Más allá está el imposibleo la tragedia, y a nosotros nos interesa la vida, la vida real, concreta, de lapersona concreta, no siquiera la vida constitucional, juridica, de la defini­ción del ciudadano.

Pero el burgués, los burgueses, ¿hemos sido paladines tan solo de unaflotante libertad en abstracto? No, no hay dudas ni puede haberlas. Tenía­mos delante (o mejor: dentro) una libertad real construida, respetada porfuera, apoyada por dentro; algo nuestro, tangible, vivido, cuando luchamospor la libertad. Era nuestro aire, la obra y el orgullo del burgués; lali­bertad del burgués.

Sobre ella diré algunas cosas.Primero: la libertad del burgués se compone de dos elementos. Uno

es la libertad de la tradición rousseauniana, defendida teóricamente conprofusión y realizada principalmente en las repúblicas. Se res·ume en esto:dejarle el campo libre a la persona. El otro es el sistema de solidaridadelástica que he analizado más arriba. Se realiza en la compleja y sutil es"tructura de la burguesia y es muy ignorada. Se resume en esto: alimentaren su desarrollo y sostener después hombres de vida amplia y flexible,- queaman ardientemente e 1campo abierto (ideológica o económicamente) por­que pueden moverse en él y lo necesitan.

Segundo: Si, en la sociedad nuestra, por la palabra libertad se significasólo el aspecto negativo, se debe a Que éste se ha obtenido deliberadamentepor luchas politicas y esfuerzos del derecho; mientras que el segundo as­pecto, el positivo, es una formación espontánea cuya existencia se deseaignorar (aunque sea para no estropear la pureza de la teoria) y se ignoracon una facilidad enorme.

Tercero: Con eso se le ha dado al carácter libre de la vida actual unauniversalidad que está muy lejos de tener. Como todas las fórmulas legales

LA LIBERTAD DEL BURGUESTRIBUNA CATOLICA40

vocado anda el que piensa que ha perdido su puesto en la clase. No esnecesario ahorrarle dificultades al principio, pero basta una pregunta: ¿conquién va a casarse? Llegado al trato personal, ¿dónde encontrará sus igua­les? Poco a poco la red quebrada se reconstruye y accede de nuevo al mundoburgués que solo ilusoriamente había abandonado. Porque una solidaridadestrecha une a los miembros de la clase y esa solidaridad es asombrosa­mente profunda.

Naturalmente no hay que pedirle a esa solidaridad el automatismo me­cánico e igualitario propio de las instituciones de seguridad social, pero esamisma elasticidad que nada garantiza por escrito la hace apta para todaslas adaptaciones. La familia primero y la clase después son para el burguésseguro de paro, de enfermedad, de accidente y de vida, bolsa de trabajo,ley de desalojos y jubilación. Y mucho más; mucho más que es sumamentedifícil compilar. Pero cuando uno ve que cometido un delito la prensamisma todopoderosa y despótica, acostumbrada a pisotear prestigios, hacesilencio; cuando uno sabe de oportunas demoras policiales que permitena tiempo de escapar del país; cuando uno ve tantos irresponsables, dilapida­dores al menos viciosos y tercos, que encuentran siempre quien los pongade pie, comprende que se encuentra en presencia de algo de envergaduraexcepcional. Las instituciones de segurida.d ha.n nacido en el mundo obreroporque el burgués no las necesitaba. El podrá. pasar incertidumbres y aunangustias de fin de mes, pero desconoce-el pan de cada -día de -- otros am­bientes, el sentido trágico de la palabra inseguridad. La familia es su sin­dicato, la clase su confederación. Y toda la tramoya de instituciones actua­les no permite a las otras clases más que un sustituto lento; rígido e in­adecuado.

Pero interesa recalcar sobre todo la oportunidad que esa elástica soli­darídad proporciona al desarrollo de la persona, la posibilidad de -sentiruna vocación, de planear a larga distancia, de construirse y de elegír aúnlas tareas que requieren una penosa y antíeconómica preparación inicial.E interesa tambíén recalcar el papel vital que ese cuerpo social libre yágil cumple e n1a vida de la nación. EStá muy lejos de ser estéril esa acción,sea cual sea el precio que el burgués cobre por desempeñarla. El explicarla burguesía como un simple y puro parasitismo me parece infantil.

Conviene dejar esto anotado y volver sobre ello cuando se piensanplanes para el futuro. No ignoro que este sistema ha sido elabora.do apo­yándose en la presión de los tres poderes de que he hablado. No ignoroque reposa sobre los hombros del resto de la nación y casi diría sobre suexplotación. Pero debe quedar en claro que la burguesía ha construidodentro de una enorme flexibilidad el sistema de seguridad más perfectoque se conoce. Y que no tiene ninguna estructura legal. Hoy que todostenemos la manía encajonadora deberíamos meditarlo.

LA REPRESION

Lo tipico del burgués empieza a definirse más allá. Porque el burgués,el burgués libre, está hondamente enraizado, como ya 10 he dicho, en sucuerpo social; unión viva, ¡cuántas veces dolorosa! Por su simple naturale­za, y por la voluntad de hacerla L.'1strumento de .. represión, ella se ,vuelveen la mano de la burguesía; el látigo que azota al burgués discolo, .indísci-

43LA LIBERTAD DEL BURGUES

suministrado por el medio, escurriéndose según leyes fatales, ha ido a de­cantar una pseudo personalidad, W1 ser determinado, de esos cuyo caminose puede prever siempre, el hombre masivo que inconscientemente la socio­logía positivista y la economía política desean encontrar a su. pasopara poder prever el futuro que en un verdadero proceso humano. es, im­previsible.

Así, es por la verdad del proceso interior, no por la posición social,ni por las leyes, ni por la pura cantidad de conocimientos, que el hombrese hace realmente racional y libre. Esa persona fuertemente construídaesla que en forma auténtica supera los condicionamientos. del medio y escapaal determinismo. De ella es difícil hablar en general.

Pero aún entre los hombres determinados, vacíos, de suyo masivos ( ¡elburgués masivo es un ser tan trágicamente real! los encuentros raros desituaciones y pasiones producen figuras extrañas de una aparente origina­lidad que a veces es difícil encuadrar y prever.

Por ello todo retrato universal que pretenda aplicarse a un gruposocial dejará no sabemos cuantos hombres fuera. Y el que quede fuera harátal vez la revolución. Pero el hombre del retrato universal, el que estádentro, no es desdeñable. Porque no es de ninguna manera un ser inermeel que se arma con la inercia, la pendiente, el peso bruto del ambientesocial. Vale la pena estudiarlo aún como fuerza.

y vengo al centro del tema que es ahora el de los condicionamien­tos que moldean la figura del burgués. Análisis complejo, porque 'esoscondicionamientos no pertenecen al mundo claro y definido de lojuridico,sino al mundo enmarañado y sutil de las realidades que rodean' al hombrevivo, profundo,' misterioso.

Talvez de ellos el fundamental sea la cultura ambiente que recibe de­cantada en las costumbres,las instituciones y hasta la charla. Ella·lo ahoga.Porque si bien 'la razánreaccionafrente al aporte' cultural nopuedepre­tenderse que .ellavu.elva a crear cada vez .la experiencia'mifenariade·lahumanidad. La razón' es en inmensa proporción un árbitro,en muy peque­ña medida un inventor. La cultura se presenta así ante cada uno con unaoferta bastante concreta de posibilidades. Si la falsedad acumulada 'y sis­temática (o el vicio) la deforman demasiado abrumadoramente,laéulturadecantada se vuelve una opresión. Entre nosotros se llama positivismoi.ma­terialismo y muchas cosas más, formas demiopiaextrema.que,colocánturbiamente el horizonte del alma humana más cerca; que.. el extremo de; lanariz: en la tarea económica, en el conocimiento práctico/ en el degra­dado despotismo del confort. Esta 'opresión no es un privilegio exclusivodel burgués, pero éste tiene su modo propio. En cualquier caso interesabarecordarla para' comenzar.

TRIBUNA,. CATOL]CA

¡La libertad del burgués! Pero, ¿qué <ídolo estoy haciendo del hombrede mi propia clase? ¿De qué aureola sobrehumana (ya/que no puede sersanta) ·10 estoy. rodeando? .Talvez a fuerzadéinsistir.enunproblema, delque· él hace. su'. orgullo, su •retrato aparece sin das ,flojedades, y das,dudasque yo mismo necesito agregar para firmarlo.

Retrato, sí. Insensiblemente, en ladescripci()n.algo'élr~a.tómieai<delabusguesía.como cuerpo,he .. pasado,aha.bla.rdeJayida,delbw:gués,. de susideas y de susamores.Estoo1:?ligg,apJ:e.~is;élr.lllás;elsen'i;idqei1. que lo hago.

Porque .espeligrosocaeri por simplificare.Llenguaje,.Elnel deteD11inis­mo ,o huyéndolo, en la desencarnación;Elhombre. noesel.resultado.fataldel ambiente.y. de. la forma de vida,pero tampoco se construye solo ,; enuna estrella y se deja caeraquLcontoClo,subagagedeideaspreparado.En realidad, el hombre maduro es el. resultado.deun proceso en que .. elmismo se ha debatido dejando su vida (o construyéndola) .entrelas institu­ciones las costumbres, los hechosmateríalesylos personajesviviElntes queconstituyen su medio.C'onstantementeéste le h8. ido presentando opciones,formas de vida y sistemas de ideas a vecesalamaneralenta.y/ordenadade un juicio, a veces a la manera tumultuosa de una invasión.

¿Con qué profundidad y con qué vigor su razón y su voluntad hansometido a un verdadero proceso todo el material invasor? Elmisteriodecada historia individual lo oculta. Porque si la razón demasiado minúsculaha sido anegada, si la voluntad demasiado laxa ha abierto cauces del simpleapetito instintivo, entonces el proceso real. no ha existido y.eLmaterial

qtl.econsagran la libertad negativa se refieren a todos por .igual, se deducequé/la libertad es de todos por igual. No es el caso ahora, pero bastaríapara contestarlo con hacer un paralelo entre lo que significan las distintaslibertades (filosófica, de empresa, política, etc.) para un burgués y paraun proletario. Cualquier hombre sincero, enamorado de la libertad real,sufre al hacerlo.

Cuarto: Nó debe extrañar que las masas actuales se inclinen desilusio­nadas hacia la fuerza y hacia el ;'hecho" y que nosotros, los burgueses, nosencontremos (todavía más en Europa) bastante solos en la defensa de lalibertad, y aún sintamos minado nuestro campo. Ostensiblemente, la-únicaforma de ella que el proletariado aprovecha realmente es el derecho a agre­miarse para luchar. No es extraño que muy a menudo sólo aprecie laúnica libertad que el burgués no acepta: la libertad de levantarse con'rala libertad.

Quinto: Sin embargo, esa reacción invierte los papeles:· trata de apun­talar el segundo aspecto sacrificando el primero, como sino valiera nada.E...<q) es tirar por la borda más de un siglo de experiencia humana muy va­liosa: de esa experiencia que nuestras repúblicas representan; Lo que lasnuevas generaciones deben abordar es una lucha que no sea por ;la libertadfantasma, sino por la libertad real, sin concesiones para ·los . privilegiosopresivos por más escondidos que estén, pero sin cegarse por una simplerepulsión a la burguesía que lleve a desconocer lo que hay/de apreciableen el testimonio de libertad que nos. ha dado.

EL PESO DE LA CULTURA

plinado vIsIOnario o renovador. Al punto no parece ese látigo tener muyduras sus correas, su azote es sumamente silencioso. Pero cuando en algunaencrucijada de la vida se siente sobre el alma, es necesario· reflexionarsobre él y recordarlo. Record~rlo para entender lo que a algunos tortura.;y lo que muchos huyen.

Esa coacción no defiende ningún ideal perverso o santo: defiende lon?~mal. y lo normal en sus aspectos. más variados desde el saludo y lahIgIene, hasta las ambiciones y el trabajo. Pero el orden de importancia queda a estas cosas es extremadamente curioso. Para cualquier •• hombre sanolas convicciones, por ejemplo, son más importantes quelasicortesías,Parael ambiente anónimo que maneja la represión, es evidente que no: Valela pena observar un poco el asunto. .

El burgués está acostumbrado al debate, al choque de opiniones,<a.Iaselaboraciones caprichosas sinceras o pedantes de la inteligencia,. y no. seasombra de ellas. Su tolerancia con las ideas es amplia. En eso coincidensu política y su conducta. Pero si las ideas se conectan con la práctica yano es tolerante. Ysi ellas cambian la forma de vida, si realmente cambianla escala práctica de valores, si amenazan los hechos, entonces. al civilizadoequilibrio de nuestro ambiente se le descompone el rostro y. muerde contosquedad, con pasión, con violencia. No hay que olvidar quelaburgue~ía

es ant: todo "hechos" prácticos, silenciosos; y la burguesía es laseguI;idad,es la l~b.ertad. Cuando el burgués defiende los hechos,. aún los que parecensuperfIcIales, es menos ídolo. y má~. familiar: es el hombre luchando.silTIple­mente por 10 suyo, por su vida, el mismo que ha escrito lamitadde... lahistoria hlL'llana.

Pero entre los hechos hay que recalcar sobre. todo la escala prágticad~ valores: el centrar la lucha de la vida sobre el dinero,. o sobre.elpresti­glO,o sobre el standard de vida como ideal mínimo,. por ejemplo. CuaIldocrea ver eso.en larealidad,el ambiente burgués aplaudirá (O) tole¡oará.al~enos) •• cualc!uier.• discurso aún ••.. contra. él. •• Pero el desp¡oecio .. realde.ieSOSIdeales .{es. la·· tragedia de tantas. vocaciones. artísticas), •. el. de¡;.p¡oeciQtyiyidopróximo, inconfundible, esedo. subleva, como una. amenaza, comQ.tlna.inso­lencia, como una estafa. ¡Qué; humano..es! •• Y .entoncesclaya)af:¡ garra.s.

Y estas son emprimer. término las del reproche profundo y permane~teno del polemista extra.ño; sino de·•• los.seres.queridos,.respetadoso necesariof:¡:Reproche por .la ". deserciólvque atacadesdedentro>la. esencia.de; los •lazosburgueses.• Porque •. esosseres;· que·. tienen. derecho•.·al••aporte.del·. rebelde10 quieren dentro.;de·· ••·.la •. ortodoxia·· •.. burguesa .•. y ...• se.sientenestafadospor la deserciómY así delreproche nace· el escrúpulo;;latorturade. con­ciencia .~e traicionar 'lasolidaridad;Los .• hombres cargados. de amistad••yde famIlIa cuando creen su deber romper con los criterios. usuales sabenque la hipocresía se les presenta obsecionantemente como un deber de con­cienc~a. Dios conoce la suma de claridad mental y de energía (degra.C:ia) quenecesitan para desenmarañar su camino. Más allá está la soledad almenos intelectual, con sus. torcedores. Y aún la expulsión, la rotura (i asíse produce!) de la red de nervios y tendones que lo ligan aL cuerpo desu clase que parecía tan ilimitadamente elástica.

Ese sistema de coacciones .limita la libertad' de .eleccián del·. burguésy consolida la influencia condicionante de la cultura. Un tabú le cierra la

44 TRIBUNA CATOLICA LA LIBERTAD DEL BURGUES

puerta de muchas actividades (lo m.anual por ejemplo);.lUl recetario sustitu­ye su persona; WI minucioso ritual 10 persigue aún cuando encabece movi­mientos contra su propia clase. Tal vez hasta le impone una traición. ¡Es lavida hwnana! se dirá. Sí, no 10 niego; no pretendo que ese enraizamientoen un cuerpo de humanidad pecadora deba ser disuelto solo porque opri­me. Peor es que opriman las leyes o las cadenas o la soledad del aisla­mientoabosluto. Es mejor solidaridad la que se construye sobre este tipode lazos. Solo quiero marcar, al describirlos que el burgués libre tambiénsufre sus opresiones, para tenerlo en cuenta cuando estudiemos su vocación.

Cuando se llevan impresas en la inteligencia las verdades supremas,cuando se siente la responsabilidad de tUl testimonio, es muy pesada laesclavitud que una cultura materializada ejerce a tr.avés de. esos complejoscaminos. Ella ahoga. ¡Sólo a los cobardes!, dirá alguno. Bueno, ¿y qué?¡Aunque sea! ¿No es posible hablar en nombre de los que somos legión?

Antes de. abandonar este análisis, que parece casi malsano, deboagre­gar un párrafo mas. La cultura, en cuanto está desplazada de la. justicia(del Paraíso, diría) oprime. Oprime no sólo a través de leyes o de prisio­nes materiales sino también a través de los lazos humanos. La burguesíaestá libre de leyes y de prisiones materiales pero como es una red muyfuerte de relaciones hwnanas, a través de estas mismas le llega laopre­sión. Sin este lado escuro no está completo el carácter específico de lalibertad del burgués. Y ese lado oscuro es muy serio.

LAS PROPIAS PASIONES

Naturalmente, además siente en sí el mismo peso de las pasiones quesufren los demás hombres. ¿Hay en esto también' algÚ11 modo específico?El burgués posee normalmente el poder. Su acción en el ejerciciO del pO­del' es, eIl. el sentidoque he dicho, libre. Su corazón, por ser h Ul1lano,deoro y cieno en indescriptible mezcla. La burguesía· entera, pues, está colo­cada en la misma pendiente en que han estado los reyes y las aristocraciasy los poderosos en la historia. Si decae por esa pendiente su vidaintelectual y material se consolida después en cultura y la culturase de­fiende ciñéndose de instrumentos de represión. ¿Cuál es, en lo concretoactual y nacional, la relación entre lo ideal y 10 real, entre la vida bur­guesa y la vocación burguesa?

Es imperativo para la propia liberación, para la política social y parael apostolado, tratar de ponerlo en claro. Pero merece lugar aparte.

Juan Pablo TERRA.

la conferencia pronunciada en la "Acadenlia de ;Estudios

NOCIONESFISIOLOGICAS

47EL SUE.J.~O y EL SOÑAR

para tales observadores, sino la consecuencia de los cambios físico-químicosrealizados en el protoplasma según se realizaran en su sentido n~rmal.odesviándose del equilibrio fisiológico, siendo esta desviación la consecuen­cia de una alteración anatómica o por 10 menos de una desviación funcionalcapaz de condicionar tarde o temprano una lesión anatómica, queesnece.­sario buscar. El espíritu, para tales autores, no es esencialmente distintodel cuerpo. El hombre es una máquina, todo lo maravillosa que se quiera,pero máquina al fin, cuyas piezas se gastan, se destruyen por la acción desu funcionamiento o por la intervención de factores exógenos que dificul­tan su normal actividad. Quienes tal piensan olvidan que esa máquina ma­ravillosa, que es el cuerpo humano, si funciona, si presenta todos los. atri­butos de la vida, es porque es,tá substancialmente unida a un alma y quetoda alteración de esa máquina tiene repercusión sobre las actividadesaparentes del. alma, como todo sufrimiento del espíritu tiene a su vez re­percusión sobre el cuerpo.

Hoy nadie puede negar la influencia psicosomática y aun los materia­listas o positivistas, obligados por la observación de los hechos, .tienenque admitir esa influencia mutua de psiquismo y soma. Aunque 10 nieguen,en la práctica tienen que proceder como si en realidad existieran. dos ele­mentos en la constitución del hombre: el espíritu yelcuerpo, cada unocon sus propios atributos, ambos necesarios, actuando armónicamente.

El hombre, producto de esa unión de dos principios, presenta en loque a su soma se refiere dos órdenes de funciones: funciones de relación· yfunciones vegetativas.

Por medio de nuestros. sentidos conocemos el mundo· exterior:·. pormedio de nuestra sensibilidad generaL o especial, llegan a los centros. cere­brales y entran en el dominio. de la conciencia,. una. serie de nociones nece­sarias para .situarnos en el medio y poder responder alas exigencias .deese medio. Frente a las. distintas excitaciones que le llegan del exteriornuestro organismo responde en forma adecuada con expresionesyerbales,escritas, con movimientos, cambios de .actitud, de. expresión, etc.

Como base de todas esas funciones yitalesaparecen1as funcionesvege­tativasdestinadas a mantener el funcionamiento armónico de todo el orga­nismo. La circulación, la. respiración, la digestión, las secreciones, sonfunciones vegetativas cuya actividad se coordina de acuerdo con las nece­sidades de cada momento. Esa armonía, esa adaptación, a las necesidades decada momento y de cada órgano, esa regulación de. las funciones vegeta­tivas, es posible porque existe todo un sistema nervios.,o especial, el sistemanervioso vegetativo y un conjunto de glándulas que segregan ciertas sus­tancias, las honnonas, que obrando a través del sistema nervioso odirec­tamente, contribuyen a mantener la adaptación funcional necesaria.

Nuestra vida se desarrolla en medio de un juego armónico .de lasfunciones vegetativas y de relación. La salud es el régimen de armoníaperfecta de ambas funciones en adecuación a las neces.,idadesdecadains­tanteo Estado de equilibrio en medio de un continuo. cambio.

Toda esa armonía es posible en .virtud de la existencia .de·esemeca­nismo regulador. Todas ·.las excitaciones. llegan al· cerebro y ·.desde./allipueden influir sobre las funcionesvegetatiyas, asicomo todas lase:xcita­ciones que parten del propio sistema vegetativo influyensobre;el sistema

y EL SOÑAREL SUEÑO

El hombre es una unidad dentro de la que actúan en perfecta Únióndos principios, un principio espiritual y un principio. material~... frnpo~ ... enunión substancial. Todo en el hombre es producto de la actividad de esaU11Ídad; mas en sus manifestaciones. esa actividad presenta asp~ctAsvaria­bles,. a través de los cuales aparece con mayor evidencia, yae1princiR~0

espiritual, ya el príncipio material. En la respiración, la si~cu1acié>11'LPAFejerp.plo,.es el principio material el que par~ce .actuar en planoprepond~~

rante .. En las manifestaciones. d~ la sensibilidad :Ya..laasción d~l RdnciJ?iomaterial no aparece.tan preponderante yen las funciones psíquicas la acti­yidad deL principio espiritua.locupa el prim~r plano.

Si.examinamos el conjunto de)aactividad del hombre en susqistil1t<7smanifestaciones, vemos cómo se pasa en fonna gradual desde. lo qll~~a1

lJélrecer es producto de la acción de fuerzas físicas y fisicoquímicas, hastalo que es producto de la actividad del principio inmaterial.

Siendo, pues, el hombre una unidad no es posible separfr, sinoeb.forma artificial, la actividad del soma (actividad fundam.entalm~me. t¡1~

orden material, orgánica) de la actividad de la psiquis (actividad funda­mEmtalrnel:l.te e:¡piritual) ..

pesar de lo anterior no podemos negar de que en cierta época dehi:storia de la ciencia y aun en nuestros dias, existen quienes, deslum­

el enorme y rápido progreso de las investigaciones anatómicasfis;io:Ló§;ic:as paralelos al progreso magnifico de la química y la fisica,

desprecian toda la actividad del psiquismo humano, considerán­consecuencia de la actividad matedal del organismo.

he,mbre. tanto en la normalidad como en 10 patológico, no sería,

PRIMERA PARTE (1)

Vamos a estudiar brevemente algunos aspectos del soñar a la luz delas adquisiciones actuales, pues consideramos que tiene real importanciael. aclarar conceptos frente a la confusión que existe y que setradúce enpublicaciones, en novelas y aun en el teatro o el cine donde aparecenalgu­nas hipótesis o interpretaciones, más o menos discutibles, comO verdades.

Para que nuestro estudio sea más claro empezaremos por •• establecerciertas nociones de fisiología y psicofisiología, así como recordar el signi­ficado del dormir.

¿QUE ES ,EL SUEÑO?

49EL SUEÑO Y EL SOÑAR

un estado positivo resultante de una regulación vegetativa de las funcionesvitales? Las modernas investigaciones parecen demostrar que el sueño esla resultante de un acto reflejo en el cual el principiohistotropo deLsiste,.ma vegetativo predomina, comportándose el sistema nervioso central comoun órgano efector periférico. La inhibición de la conciencia, de los órganosde los sentidos, de la actividad muscular voluntaria, durante eLsueño seproduce en virtud de un acto de inervación vegetativa que parte del dien­céfalo, acto de inervación vegetativa de sentido histotropo.

Los estudios esperimentales modernos parecen confirmar esta concep­ción fisiológica del sueño. Excitando eléctricamente ciertas zonas· del:· me­sencéfalo se provoca un sueño en todo semejante al sueño natural, así comoexcitando otras zonas vecinas se puede provocar insomnio.. Lapatologíaviene en apoyo de estos resultados experimentales al ofrecernos casos p'elesiones localizadas en esas mismas regiones que producen.letargia o insom­nio (encefalitis, tumores).

El sueño sería, pues, un estado de equilibrio vegetativo. a predominioparasimpático, mas como en todo estado de equilibrio vegetativo. elsimpá­tico no está totalmente ausente desde el punto de vista funcional. Predomi­na el principio histotropo,. pero el ergotropono está totalmente ausente.La corteza cerebral, aunque muy deprimida en su actividad, no estáto­talmente inactiva, especialmente en ciertos períodos del sueño,. qomosedemuestra por los estudios electroencefalográficos.Lasexperienciasy deMarinesco, Kreinler, Saguer .VonEconomo, .. demuestran.que.el ...centro·.re,.guIador del dormir está en el diencéfalo.dedondemodificando las crona­xias neurónicas parte la acción. dormitiva, ·de .carácter .. inhibentEl, hacia lasdiversas regiones corticales de manera no uniforme. En el dormir hay in,:"tervención activa de los centros rectores de esa función, los cuales. a. suvez están en relación con otros centros. reguladores y con factores psíqui­cos inductores yabyubantes, así como se encuentran influidos· por las. con:­diciones físico químico biológicas del organismo.

Se comprende así como es posible que ciertas .excitaciones periféricas,ciertas excitaciones a punto de partida interno, así como todo el.contenidode ese mundo de lo inconciente, sobre el que más adelante volveremos,puedan durante el sueño llegar a provocar cierta actividad psíquica. másQmenos adecuada y que se presenta ante la conciencia, no enteramente lu­cida del durmiente, como algo extraño; algo .que choca cuando. lo analiza­mos al despertar, pues en esa. actividad psíquica del dormir •• está·. ausenteel sentido crítico propio deLpsiquismo humano, así como no. existen/engeneral las nociones de espacio y tiempo.

Esa actividad psíquica del dormir, esa actividad que se nos. aparececomo incongruente, constituye todo un conjunto de elementos frente/ajoscuales el hombre en todas las épocas se ha sentidoexplicaciones, interpretaciones diversas. Todo ese m1Llnao fallltilsticc.q[llenos presenta cuando nuestros sentidos parecen cerr<~r;;e,. clLlallldumos del medio en el reposo del· dormir, constituyeese mundo cuyo estudio es muy rico· en consecuencias acio con que algunos lo miran. en su ignorancia.

El soñar tiene· algunas características tan eSI)ec:iaJleSa ciertas situaciones patológicas; Parecería que SOIí'iámc's nosTeI1qcln'"

TRIBUNA CATOLICA48

PRINCIPIO HISTOTROPO y PRINCIPIOERGOTROPO

de relación. Existen en el diencéfalo centros encargados. de ese papelcoordinador entre ambos sistemas nerviosos y a través de ambos sistemasnerviosos, entre ambas funciones de relación y vegetativas. No olvidemosque sobre ambas funciones de relación y vegetativas· están ·las funcionespsíquicas y que si existe mutua influencia entre funciones.· de relación yvegetativas, ambas a su vez tienen y reciben influencia psíquica.Unaemo­ción, un deseo, una resolución de nuestra voluntad, tiene •• influencia. sobrela actividad vegetativa originando modificaciones variables,· pero .indiscu­tibIes. Ciertas perturbaciones vegetativas son a su vez. capaces de provocarestados emocionales variables. Como ejemplo recordaremos la angustiaproducida en el curso de las alteraciones. vegetativas de una crisis de an­gina de pecho.

Dejando perfectamente establecida esta noción de unidad, que es in­discutible, vamos a entrar en el estudio de algunos aspectos: de lasfuIlcionesvegetativas que nos interesan desde el punto de vista<de'nuestro tema.

Conocidas·· estas. nociones vamos a· estudiar el sueño; su sentido en lavida. del hombre.. :¿Por qué· todo hombre·· pasa un númerO ·determinado •. dehoras durante las cuales desaparece la lucidez de su conciencia,:seatenúantodas las manifestaciones de actividad vital, permanenciendo.D:1áso menosinmóvil, más o menos insensible, ausente del. medio equeulorodea? ¿Porqué necesita el hombre interrumpirperiódicamenteysu actividad:de<rela­ción? ¿Es el sueño un estado negativo consecuencia de>laufatigadelascélulas nerviosas, es la consecuencia de su agotamiento? O ¿es.·.elsueño

Podemos considerar dentro de la actividad vegetativa dos orientaciones,dos principios: El principio desasimilador de· Canon o principio .ergotropode Hess y el principio asimilador de Canon o histotropodeHess,¿Quésignifica esto? En ciertas circunstancias nuestro organismo·coIlSllme, des­truye material, mientras que en otras repara los gastos. Cuando practica­mos un ejercicio muscular, por ejemplo, predomina elprincipiodesasimi­lador (aumenta la ventilación pulmonar, la circulación se acelera, losmúsculos reciben una cantidad de sangre mayor). ··En·cambiocuando ·repo­samos predomina el principio asimilador.(Menosactividad respiratoria,circulación más lenta). El principio asimiladoractúa· por·· medio . del· parasimpático o vago y el principio desasimilador por medio· del· simpático.Principio asimilador y principio desasimilador· actúan en·· estado deequi­librio variable: predominio de uno u otro, pero jamás desaparece la acti­vidadde ninguno de ellos. Ambos principios actúan siempre, con predominiode uno u otro según los casos en vista a un fin: mantener la vida;

Cuando la violencia, intensidad, de la excitación que· provoca ·la· en­tradaen acción del principio desasimilador, o cuando poralteracióndeJmecanismo regulador nervioso u hormonal, no se realiza·· esa acción· decolaboración activa de ambos principios, se produce un estado patológico.Ejemplo: elshok psíquico producido por una emoción muy violenta.

EL SOÑAR EN LA HISTORIA.

51EL SUEÑO Y EL SOÑAR

ta a las inquietudes de los hombres utilizando símbolos más o menos, cla_ros. Plutarco narra un episodío interesante: un gobernador deCilicia man­da a un críado Con una pregunta escrita dentro de un pliego cerrado aconsultar al oráCulo de Mopsus en Malta, El criado fué. al templo y mien­tras dormía soñó que un genio le decía "negro". Volvió junto asuamoydió la respuesta. Los cortesanos se rieron, mas el gobernador abriendo elpliego les mostró la pregunta escrita que era si debía. inmolar un toroblanco o negro.

Creyendo los egipcios que el lenguaje simbólico que aparece en'.lossueños es el lenguaje ultraterreno, se explica que llegaran a poseer. ver­daderos catálogos o diccionarios de símbolos oniricos y que en más de unaocasión enterraran a los muertos con un diccionario onirico: el muerto .po:.día así entenderse con los. espíritus.

Un manual onirico, uno de esos dicionarios, ha llegado hasta nuestrosdías, habiendo sido editado en distintas lenguas," seguramente con' más deuna alteración del texto .primitivo... Se trata. del manual de Atemiro >deDaldis en el que se definen .los sueños como "un movimientooconIormi_dad de ánimo que. bajo los más variados aspectos auuncia los, bienes o ma­les futuros", A pesar de esta definición afirmaquenotodoslos>sueñostienen significado profético, admitiendo que carecen de tal sentido los sue­ños ordinarios y corrientes. Leemos también en ese manual alguna.obser­vación interesante, como aquella en la que se sostiene que unmismo sue­ño tiene significado distinto cuando. es soñado por distintas personas o porlUla. misma persona en época diferente, agregando que un sueño que haconmovido intensamente. al soñador es. un sueño< importante quecmereceser estudiado,

Atemiro de Daldis sostiene que solo .puedeinterpretarsueñosutia.per_sona dotada de prudencia, que. esté libre de pasiones perturbadoras;.deljuicio y que posea larga experiencia.

Entre los griegos en determinada época se creyó. en eL sentido>pro':fético .de los sueños, Vemos así. en .. Homero la. afirmación de. que .•• quienesinspiran los sueños son los dioses. y los muertos, aunque .• sin'. negar lapo­sibilidad de que en ciertas circunstancias especiales puedan provocarloslos vivos. ausentes (telepatía). Recordaremose1sueñode,Penelope en elque. vió un águila y unos. gansos, oyendo que .el águila le. decía "soy ,tuesposo",

Aristóteles dedica al estudio de los sueños tres capítulos muy; intere­Sél.l1.tes en "Naturalia.Parva", "Del .. sueño y la vigilia" , "De los> sueños". y"De la adivinación por los sueños",

Aristóteles empieza por.plantearse el problema de la potencia a quepertenece el soñar estableciendo que "es manifiesto que los sueños.sondela, parte sensoria en cuanto es imaginativa". Agrega sin embargo. en segui:.

aunque los sueños pertenezcan a laímaginación no< significa esoCil1.@.,a veces.. el entendimiento.. no aparezca. más o . menos debilitado,.peroSlo¡~icienteInente claro como para.; darse, cuenta de que' las visiones soñadas

reales, En los sueños,.· dice Aristóteles; •. no todo .esvis.ió.ncimagina"que hay. una pade•. que ..pertenece a· nocionessedimentadascen la

son removidas en ocasión del sueño[Hacemos.notar'como.Aris"tiene una idea·clara del inconciente.• Y;"su>int.ervenciónenel)sofiar,

TRIBUNA CATOLICA50

d a los hombres y> se ex­touaSlas épc;cas el soñar hapre.?cupa o .... .. .f ma .. p.arte ded 'd .... "el sonares algo que 01'plica. que así haya suce 1. o, .. pues. . . t ida íntima' es

. d pedazo .importante de nues ra v ,nu.estrá>persollallda ; es un . t .•'. .. .' 1 mundo. del. inconciente,llI1.~ .ventana que. se nos a~r.e para pt

ene;~rc~:;lejo psicológicodeLhom-ese/mundo Teal, 1mport~;:~~~~ee:~~ñe~idoydeformado ..•. po17.ciertas .es­"'ili:elElSi!·mCldé:~:C:1.~,íSÍ11(10, es el significado de ese mundo fantást~c?.que sur­e l,.t d la v1gl1la?Cadacuanto trasponemos los. 1m1 es e. . . .' L

época ha. contestado en forma distinta a esta. pregunta. 0ts, b 1 'nfluidos por su respeo'tUados.a expresarse 001'. Slm o os el. . d

teJ:lOlneno natural,vieron en los sueñ.0s algo_::elacIOD;a u~s y trataron de .interpretarlos; NaC1el¡on a::,: los .. orac

tenidos por los. consultantes. mIentras. dor­""'>Ct.u; ''l.U''''·' durante eL sueño la divinidad daba respueS7

. ., lidad semejante a latramos en una situación de d1soluclOn de. ~a personaé t. su carácterue se produce en las demencias, diferenc1an~os~de . s ~s. por .los diver­~e reversibilidad. Debido al estado electr~ qUlffilCO bIOlog~~~l~c:n las fun­sos centros anatómicos cerebrales nec~sa~osd~a;~ci~~ ~;ansitoria.. Nuestrociones psíquicas, se produce ese esta o e ISO -1 demencia

' 'tu no d1''''pone de la integridad funcional del cerebro en a _ 1esp1n -" . t D ante el sueno eseñil porque éste se va destruyendo progres~varr:-ene, ur. l'den su nor-

. t ufre modiflcaclOnes que. 1mpcerebro en sus dIversos cen ros, s 't' Debido a esasmal ca;acidad funcional, modificaciones que son

Ltra~,s~ ~:~: las anomalías

modificaciones cerebrales y según el grado. y ex.ensIO

de la actividad psíquica durante el dormIr. .. d ".las dis-Nadie puede dudar de que hasta cierto punto, la ~cbt.1l:d1daadddeequelaS

. l· diciona la pOS1 1 1tintas regiones cortIcales es a que. con b'. los estudios electro-distintas funciones psíquicas se realicen. Ah~ra d1en. arece cuando la cor­encefalográficos parecen demostrar que el sonar. ~sa~. ambio cuandoteza en su totalidad está donnida, inactiv~, apareC1ent'o .~ndC Podemos de­y en cuanto ciertas zonas corticales mantienen su a~ 1V1 ae~ycentro quecir que en cierto período del dormir hay centro ~ue u;:Uconsecuencia develan, Siendo así es posible aceptar que. el sonar e:ienciaqUeCarece deeste dormir irregular d~ la cortez.a frenteasu::nt~~~sle niegan. El soñarlas nociones de la realidad extenor que lo . "c.erebl'ales' to-

o , dO' surgidas en reponessería "la contemplaclon' e lffi~ge~es . '. .. t "'d . . ida'~'. (Roger).' Odavía 'despiertas por unacon~l:nCla.pa~clalmen;O'id:~:nregiones.cere-mejor: soñar es la contemplaCl?n ~e lmagenest::a"'delmedio. exreriorenbrales despiertas por una conCl~ncladesco:ecsentidos le ofrecen durantevirtud de que carece de las nOCIones que os

la vigilia. _. . ediatamente unapre-Establecida esta concepción del sonar surge mm . . .de una' imper-

gunta:¿Cuál es el senti~od:l so~a::;¿Eslac:n::~~ee~~~\estaspregun:.fección? ¿Tiene alguna fmalIdad Uhl.l~te~dd la actitud de los distintostasvanlOsa recordar brevemente eua· a SI opueblos frente al soñar.

El nos dice que las sensaciones, aun aquellas más débiles, dejan una im~

presión duradera que puede intervenir como factor del soñar, agregandoque si una impresión, a\veces muy débil, es capaz de aparecer con grannItidez en el sueño, es porque el que sueña está en las mismas condicionesque está el hombre poseído· por un gran afecto; Quien vive bajo la accióndel miedo ve al enemigo aun en su propia sombra. Durante la vigilia eljuicio y la comparación con las nociones de los distintos sentidos nos per­miten corregir, evitando errores de interpretación; en el sueño no es po~

sible esa corrección, por eso estamos a merced de las apariencias. La ra­zón de que pequeños estímulos basten para provocar una ilusión impor­tante está en que durante el sueño esos peq,ueños estímulos no son ahoga­dos, como sucede en la vigilia, por el estrépito de sensaciones y preocu­paciones concomitantes, de la misma manera que en un gran silencio sepercibe claramente un leve rumor.

Durante el sueño la realidad exterior o interior es reflejada, pero' so~metida a tanta::: deformaciones como afecto posea el soñador. Todo el artede interpretación de los sueños está· en descifrar la realidad a través deesa imagen deformada. Actualmente en general se busca más que' desci­frar esa realidad deformada de que nos habla Aristóteles, descubrir losfocos, los centros de deformación de la realidad: es decir, los complejosafectivos que deforman la realidad.

Es en base a la posibilidad de que pequeños estímulos provoquen imá­genes soñales, que Aristóteles afinna que los sueños deben ser estudiadospor los médicos. "Los principios de todas las cosas, dice, son pequeños;los principios de las enfermedades han de ser débiles, pero por la razónanterionnente expresada aparecen en los sueños más intensamente que enla vigilia". Como ejemplo de esta afirmación de Aristóteles podemos re­cordar el caso del ulceroso de estómago que durante el sueño ve al perropluto al que le han pegado en el hocico y le han hecho tragar los dientes,los que aparecen en el estómago realizando los movimientos de mastica­ción. Este sueño tiene una interpretación muy clara: el ulceroso tiene unasensación molesta más o menos débil, que en general aparece en horas dela madrugada; aunque esa sensación sea tan débil que durante la vigiliano se traduzca concientemente, durante el sueño adquiere real importan­cia, provocando la realidad imaginativa de esos dientes mordiendo la mu­cosa gástrica.

Aristóteles define los sueños ",como una misión, que originada en elmovimiento (actuación) de las cosas sentidas (Estímulos) ocurre a los ani­males en el descanso del dormir".

En lo referente a la adivinación por los sueños, Aristóteles planteasus dudas.. Rechaza el que los s·ueños sean inspirados por los dioses y lorechaza basado en que los sueños los tiene cualquiera. Si fueran obra delos dioses se los ofrecerían solo a los buenos y los sabios. No siendo obrade los dioses cree que no es posible que los sueños pennitan al hombreadivinar acontecimientos más amenos lejanos. En cambio es posible adi­vinar lo que pasará en el cuerpo del que sueña y aun hasta cierto puntolo que pasará en su conducta. Lo que pasará en el cuerpo por la razónquetlímosanteriormentesobrela posibilidad de que pequeñas sensacionesnoconc1entes en la vigilia, tengan traducción en sueños, '

Lo que pasará en nuestra conducta, porque así como nuestras accionespredisponen a soñar algo, nuestros sueños predisponen a obrar de ciertomodo. A propósito de esto recordaremos el relato de Tissie, quien nos diceque estando enemistado con determinada persona no la saludaba desdetiempo atrás; un día pasa junto a esa persona y la saluda. Intrigado porsu actitud se pone a pensar y recuerda que la noche anterior soñó queesa persona era muy amiga suya estando en ese sueño la explicación desu actitud al saludarla.

Aristóteles acepta la realidad de la telepatía, explicándola por su teo­ría sobre la transmisión del movimiento y otros influjos sobre el éter. Lasacciones y aun la simple presencia de objetos, provoca vibraciones queduran un tiempo variable. Esas vibraciones seguramente es posible perci­birlas mejor durante el sueño y tanto mejor cuanto existan factores ca­paces de intensüicar el poder de recepCión. En el caso de la telepatía losefectos, producto de la amistad o el parentesco, obran favoreciendo la re­cepción.

Podíamos continuar estudiando las ideas de Aristóteles sobre el soñarpero creemos que con lo expuesto basta para tener una idea de lo funda­mental de su concepción.

Platon en "República" toca un punto de gran interés. Leemos estospárrafos: "En todos nosotros habita una concupiscencia vehemente, selvá­tica, sin ley, aunque algunos parezcamos tan moderados, y esta realidadpuede apreciarse manüiestamente en los sueños... Aquí asomá el dramáticoproblema de la dualidad que en· el plano de la ética nos desgarra. Unaparte de nuestro ser actúa como mera fuerza natural, mas se encuentratrabada por otra parte más lucida, libre, enamorada del orden y la luz.De estos dos principios en pugna puede surgir el triunfo de la virtud oel triunfo del vicio",

En todos los hombres, aun aquellos en los que el principio superior,el principio de la luz triunfa, el principio de los instintos, el principioanimal, puede salir de la sombra durante el sueño, aunque debemos re­cordar que la facilidad con que aparece este principio instintivo es tantomayor cuando más indecisa sea la conducta del hombre. Cuanto más mor­tificado, dominado está el hombre instintivo, menos posibilidades tiene desurgir durante los sueños, He aquí una posición diametralmente opuestaa la de ciertos autores modernos que siguen fieles a la idea de la censurade Freud, idea sobre la que volveremos más adelante.

La virtud real y profundamente vivida llega a hacerse una segundanaturaleza y ni aun en el caso de la conciencia, propia del sueño, aparececon facilidad el hombre instintivo, la bestia, que todos llevamos en nues­tro interior. Cuando esa bestia está bien dominada, en virtud de una edu­cación sólidamente vivida, queda definitivamente encerrada en las .pro­fundidades del inconciente, siendo, en general incapaz de aparecer ni aunen el periodo imaginativo del soñar. Más adelante volveremos sobre esteaspecto importante del tema que estamos tratando. Recordando en esteinstante aquella afirmación que a veces vemos repetir; y que pertenece aEpíteto: "¿Quieres conocerte? Consulta tus sueños". Afirmación frente ala cual el propio Aristóteles reacciona diciendo en su "Etica a Nicomaco"

53EL SUEÑO Y EL SOÑARTRIBUNA CATOLICA52

55EL SUEÑO Y EL SOÑAR

un sueño. Basada en esta posibilidad de neutralización de. un sueño me­diante la interpretación, existe una posible acción terapéutica cuya efica­cia ha sido negada por muchos autores que, siguiendo a Jung, sostienenque los sueños tienen una única interpretación y cuando, conciente o in­concientemente, se cambia la interpretación el efecto terapéutico es fugaz.

Dentro del cristianismo los sueños han merecido estudios de real im­portancia destacándose los trabajos de San Agustín. San Agustín se preo­cupa de estudiar el problema de la fantasía en todas sus manifestaciones,tanto en la vigilia como en el sueño. Visiones, éxtasis, alucinaciones, conintervención del cielo, del infierno, o sin ellas, son por él estudiadas lle­gando a confesar que le producen estupor.

Contestándole a Nibridio que le plantea el problema de la posibilidadde que potestades superiores, buenas o malas, puedan hacer soñar algo asu arbitrio le dice: "Gran cosa es 10 que inquieres y más que con unacarta se habría de responder con una larga conversación o con un tratado"agregando: "Entiendo que todo movimiento del alma hace algo en el cuer­po; y cuando esos movimientos son mayores, ese algo sale incluso hastanuestros sentidos exteriores, tan obtusos y tardos, como cuando nos en­colerizamos o entristecemos o alegramos. De lo cual se puede colegir quecuando pensamos algo, aunque a nuestro ver no aparezca nada en nuestrocuerpo, en realidad si aparece para la sensibilidad mucho más aguda delos seres etéreos o aéreos en cuya comparación nuestros sentidos ni me­recen el nombre de tales. Así, pues, esos por así decir, vestigios de suacción que el ánimo imprime en el cuerpo pueden también persistir' y crearalgo así como un hábito y luego esos vestigios al ser agitados y manejadosocultamente conforme a la voluntad del que los agita y maneja; infierenen nuestros pensamientos y sueños. Todo esto se hace con maravillosa' fa­cilidad; pues si a fuerza de ejercicio de nuestros cuerpos terrenos y tar­dísimos con instrumentos musicoso andando sobre cuerdas todos podemosver a que resultados tan increíbles a que se llega, .de ninguna manera esabsurdo que aquellos seres que ejercen influjo sobre nuestros cuerpos conlos suyos aéreos o etéreos, que por su naturaleza pueden penetrarnos, ten­gan mucha mayor facilidad para mover lo que quieran sin que nosotrosnos demos cuenta, si bien sintiendo sus consecuencias".

En estos párrafos de San Agustín aparece con nitidez la noción de 10que llamamos inconciente dinámico. San Agustín nos dice que existe undepósito de recuerdos que permanecen olvidados para nuestra concienciaque pueden ser agitados y manejados conforme a un designio oculto (fu­conciente) de la voluntad, entendiendo aquí por voluntad no la voll.1ntadracional, puesto que habla de designio inconciente, sino de la voluntad encuanto tendencias individuales y afectividad (recordemos que los antiguoscomprendían dentro del término voluntas también las tendencias y afec­tos y no solo la voluntad racional).

Es un hecho indiscutible que en la elaboración de los sueños no in­terviene en absoluto la voluntad racional; ellos SOn elaborados fuera delcampo de la conciencia presentándosele al hombre ya elaborados. Es tam­bién un hecho indiscutible la importancia fundamental que en esa elabO­ración tiene la afectividad y las tendencias; casi podríamosafírmar que elcarácter y la aparición de los sueños tiene como raíz afectos y tendencias

TRIBUNA CATOLICA54

si bien los sueños pueden darnos informaciones utilísimas hay que tomar­las con gran cautela".

Cicerón en sus libros titulados "De la divinación" analiza las opinio­nes favorables y contrarias al valor profético de los sueños.

En el primero de esos libros finge un diálogo con su hermano Quintoquien hace un alegato en favor del valor profético de los sueños citandoopiniones de Sócrates y Platón.

Recuerda cierta teoría de Sócrates diciendo: "Cuando el alma se en­cuentra separada durante el sueño de la compañía y contagio del cuerpo,entonces se acuerda de lo pasado, percibe lo presente y prevé el futuro.Porque el cuerpo del que duerme yace como el de un muerto, pero elalma cobra su vigor y vida. E,sto será mayor después de la muerte y cuan­do salga del cuerpo enteramente". Completa esta teoría para explicar laposibilidad de la adivinación por los sueños recordando que todo está su­jeto al hado Fatun. Hay cierto determinísmo que fluye de causa a causay que concatena todo desde la eternidad y hace que en ellas ya esté con­tenido el futuro de cierta manera. Para predecirlo bastará tratar de estu­diarlas debidamente. Esta doctrina, que Cicerón pone en boca de Quinto,es la doctrina del conocimiento natural del futuro que corría en la anti­güedad unida a la otra, que también expresa Quinto, y que es la del co­nocimiento sobrenatural del futuro.

En el segundo libro toma Cicerón todos y cada uno de los argumen­tos favorables a la adivinación por los sueños y los va destruyendo Unoa Uno. Empieza por negar que los dioses provoquen los sueños. Niega quelas visionesoniricas tengan relación alguna con el curso natural de lascosas y que por ese éamino pueda 1Íegarse a conocer el futuro. Niega quela interpretación de los sueños presagiadores sea el fruto de la experienciallegando a decir: "Condénese, pues, también la adivinación por los sue;­ños, como cualquier otra. El sueño se nos dió para des~anso y refugio con­tra los trabajos y solicitudes; no vaya a salir de ahí nuevos miedos y cui­dados por obra de la superstición. Los sueños de suyo nada valdrían ytodos los despreciarían a no haber tomado los filósofos su patrocinio ypor cierto, no los más despreciables, sino los más agudos y los que se danbien cuenta de todas las dificultades y consecuencias de las cosas, hastael punto dé ser tenidos por perfectos y cabales"

Cicerón solo acepta que los sueños puedan servir á los médicos parapredecir el curso de la enfermedad o su naturaleza, pues en ese caso nohay duda que existe cierta relación entre los sueños y el eStado corporal.

Si estudiamos los escritos de los árabes poco nuevo encontramos so­bre los sueños. Aceptan el valor profético ,de muchos sueños y hasta partede Coran es considerado como fruto de la revelación onirica de Ala. To­dos los príncipes musulmanes tenían intérpretes de' los sueños y se ha pu­blicado más de un tratado dedicado a los sueños. Recordaremos el de Kitabal Tabir de Ibn Shahin.

En lo que se refiere a los judíos coinciden en muchos aspectos conlos. griegos en todo lo relativo a los sueños, aunque tienen una creenciamuy original en lo que se refiere a su interpretación. Para los judíos lossueños no tienen valor efectivo ni son interpretados y admiten la posi­bilidad de corregir, mediante la interpretación, el sentido desfavorable de

que son las que explican esas maravillosas y asombrosas escenas que con­templamos sorprendidos en nuestros sueños, producto de combinaciones deese material acumulado en el inconciente.

San Agustin es muy afirmativo cuando, aclarándole una duda a Ne­bridio, le dice que las imágenes que aparecen en los sueños y que se nospresentan a veces como figuras extrañas y nunca vistas, no son sino ori­ginadas en imágenes que han estado en nuestros sentidos.

"Saca esas imágenes, dice, empleando esa facultad de añadir y quitarque es inherente al alma. El alma quitando y añadiendo, de los materialesque le suministraron los sentidos puede producir tales figuras que nuncalos sentidos vieron en conjunto, aunque si en sus elementos". San Agustínsostiene que no existen imágenes innatas sino que todas son adquiridas através de las percepciones provenientes de las excitaciones de los sentidos.

San Agustín nos da una explicación sobre la producción de los sueños"En los casos en los que el cuerpo es la causa de que se perciban visiones,no queremos decir que sea el cuerpo el que las muestra porque no tienevirtud para formar algo espiritual. Lo que sucede es que, aletargado operturbado o también ocluido, por el cerebro el camino de la intención,que es el que dirige el movimiento del sentir, el alma misma, que porsu propio movimiento no puede cesar en esta operación. en vista de queel cuerpo no la deja, por lo menos plenamente, sentir las cosas corporaleso dirigir la fuerza de su intención a ellas, echa por otro camino, es decir;o bien hace imágenes de cosas corpóreas o las contempla cuando se le ofre­cen. Pues bien, si es ella quien la fabrica, son cosas de la fantasía sola­mente; pero si es que se las ofrecen, entonces son ostentaciones o apari­ciones. Finalmente cuando los ojos duelen o están extintos, como la causano está en la sede del cerebro, de donde se dirige a la misma intencióndel sentir, no se producen semejantes visiones, aunque se de el obstáculosusodicho por parte del cuerpo para ver las cosas corporales: Porque losciegos más fácilmente ven algo durmiendo que despiertos. Mientras duer­men se aletarga en el cerebro la vía del sentir, que es la que lleva hastalos ojos la intención (o punto de aplicación del alma) y por eso la inten­ción desviándose a otra cosa ve las visiones de los sueños como si las co­sas vistas estuvieran allí presentes, de manera que el que duerme cree queestá despierto y que está viendo, no semejanzas o sombras de cuerpos, sinolos cuerpos mismos. Pero cuando los ciegos están despiertos, la intenciónde ver se dirige al lugar de los ojos y al llegar a ellos y por estar estro­peados no puede salir afuera, quédase dentro y da la sensación de estardespierto y de estar en tinieblas incluso de día.

De los que no son ciegos, no pocos, aun con los ojos abiertos, duer­men y no ven nada con ellos (Sonambulismo) pero no es que no veannada en absoluto, porque ven con el espíritu (la imáginación) las visionesde los sueños.' En cambio si están despiertos y cierran los ojos, entoncesno ven ni los cuerpos visibles ni las visiones de los sueños. Tanta impor­tancia tiene el que la vía del sentir pueda ir al cerebro desde los ojos sinel impedimento del letargo, de la perturbación o de la oclusión, para quela fuerza de la intención (energía psíquica sensorial) pueda ir hasta lasmismas puertas del cuerpo (los sentidos) aunque estén cerradas, para que

Julio C.GARCIA OTERO

57EL SUEÑO Y EL SOÑAR

cuando se vean imágenes corporales de ninguna manera piense uno quelo que ve son los mismos cuerpos que perciben los sentidos".

En lo que se refiere al significado de los sueños, San Agustín nos diceque hay sueños que tienen un significado más o menos importante y hayotros que no lo tienen.

Hay sueños cuyo sentido es claro y hay sueños cuyo sentido está máso menos oculto. Acepta, contra la opinión de Aristóteles, que Dios puededirecta o indirectamente inspirar sueños. Recordemos que en la Escrituramás de una vez se dice que Dios habló durante el s.ueño. El mecanismode las visiones y los sueños para San Agustín es semejante: la diferenciaestá en que, mientras en los sueños la sm:.pensíón de .los sentídos se debea la acción natural del dormir, en el éxtasis tiene una causa sobrenatural.

No resistimos a copiar un párrafo de San Agustín porque. en él apa­recen conceptos que suelen presentarse como nuevos·. "Los sueños puedenser sugeridos, nos dice, por el cuerpo según sea nuestro estado corporal oanímico. Los hombres no solo revuelven en su pensamiento sus. preocu­paciones mientras están despiertos, sino que aun cuando duermen sueñana menudo aquello que necesitan o desean: si son codiciosos. sueñan quehacen negocios y. si se durmieron con hambre o con sed sueñan con co­midas o bebidas".

Podríamos continuar estudiando el valor de los sueños .según lasépocas, mas· creemos que con lo expuesto basta para que los lectores tenganuna idea clara de como se ha encarado el estudio de los sueños en la anti­güedad y como muchas nociones que. se presentan comonovedades,descu­brimientos, producto de las modernas investigaciones, no sonf.Íno la resu­rrección de viejas ideas.

En lill. próximo artículo al estudiar las concepciones actuales sobre, eldormir y el soñar recordaremos como. aun las escuelas. materialis.tas hantenido que ir cediendo terreno frente a ese aspecto. de la vida humana,frente a ese mundo fantástico que surge apenas transponemos ·las fronterasde la vigilia. Estudiaremos la concepción de Freud analizando lo que tienede verdad, lo que es exageración y lo que es un error, para terminar esta­bleciendo cuál es el estado actual de nuestros conocimientos, respondiendoa una pregunta que planteamos al iniciar este artículo: ¿Cuál es el sentidodel soñar? ¿Cuál es su finalidad? ¿Soñar es una imperfección del serhumano?

TRIBUNA CATOLICA56

demás. Fracaso de las personas, familias, empresas u organizaciones polí­;ticas y de sus mutuas interdependencias.

"La santidad es sólo para algunos predestinados y no todos estamosllamados a ella; verdad que debemos ir al cielo, pero para salir del peligrodel infierno alcanza con lo que exige la Iglesia"; he aquí el espíritu demediocridad, sino expresado, practicado.

Lo peor, es que muchos sacerdotes callan el llamado a la santidad,no urgen su rebaño a lograr la Plenitud, lo cual, si nos atenemos a lo expre­sado por los santos y vicarios de Cristo, sería señal de que a su vez no sesienten ágiles para acudir en su búsqueda.

Cuando asimilando el llamado de la Iglesia y del Sumo Pontíficeque es el de Cristo, - oímos de un ministro de la Suma Perfección la ur­gencia e insistencia para que seamos lo que debemos ser, nuestro corazónse alegra y nuestro ser se conturba por el camino a recorrer. Cuando acu­dimos con esperanza a su dirección para que nos ilumine el alma y muestrelos caminos del Señor, nos encontramos que la dirección se reduce al cum­plimiento de los mandamientos no faltando gravemente a ellos, y realiza­ción según nuestro trabajo de algunos actos de piedad interdominicales;logrado ello, sólo nos resta permanecer en ese estado, haciendo el mayorapostolado (léase activismo). Cuando algún problema se anude en nuestravida, allí tendremos el consejero. Nada de conocimiento y examen de gradosde oración, nada de observar si ya pasó el tiempo de la meditación y llegóel tiempo del obrar quieto de Dios y nuestra respectiva correspondencfa;nada de las mil artimañas del demonio que impiden la perfección, porqueésta le despoja de otras almas que serían conquistadas por intermedio de,santos.

Crisis de la dirección espiritual, tan difícil de conseguir y que -comodicen los santos que se especializaron en materia de vida interior - ata atantas almas. Encontramos, sí, con cierta facilidad, directores buenos yprudentes, pero experimentados y letrados. .. Satisfacen nuestras dudas defe, teología, moral o derecho canónico, pero no aquellas de cuya solucióndepende que nuestras almas vivan o vegeten.

Más explicable es la falsa concepción que tienen de la dirección losdirigidos; muchos quieren un simple consejero, otros un confesor, otrosle comunican una parte de su vida, otros le niegan toda obediencia, y asívemos el deambular de algunos que no encuentran el "director" simpáticoque les haga los gustos. Falta concepción y avidez de la verdadera di­rección.

¿Cómo debe ser el director espiritual y cuál su misión? En forma másdesarrollada que lo expuesto, sería tema de otro artículo.

Sólo analizaremos algunos. de los porqué de la crisis, algunas de suscausas, sobre todo aquellas que se refieren al aspecto social.

Si la falta de santidad y dirección trae consecuencias temporales da­ñosas a: toda sociedad, veremos que la crisis actual es resultado del triunfode una cultura inspirada por el príncipe de las tinieblas; triunfo del mediosobre la persona en el orden social, del ángel del mal sobre el ángel delbien en el orden de la Gracia, que si no nos puede llevar a la condenación,repito, nos lleva a la mediocridad que condena a otras· almas.

CONSECUENCIAS TEMPORALES DE ACTITUDES .ESPIRITUALES

SANTIDAD Y DIRECCION ESPIRITUAL

TRIUNFO Y FRACASO DE UNA CULTURA

Todo hombre tiene por el hecho de su creación un deber: el desarrollototal de sus aptitudes. A causa del pecado original el orden sobrenaturalen que había sido puesto y que excedía su perfeccionamiento natural fuéroto, su z:.ormal unión con Dios transformada en separación.

GraCIas a la Redención misericordiosa y amante, el Padre erigió elpue~te de su Hijo, volviendo a la tierra el amor del Espíritu Santo en suple~Itud. El perfeccionamiento propio, en la unión con Dios, vuelve a serpOSIble en cuanto dejamos obrar en nosotros·a la Causa Iincausada

::ero si la posibilidad fué restaurada, no lo fué la fácil realizaciÓn dela mIsm~; la Gracia no nos falta ní faltará, siempre que cooperemos conella en llbrar~o~de las imperfecciones, grandes y pequeñas, dejando nuestraalma en condICIOnes de unirnos al que es Plenitud.

Ez:. ese movimiento de la potencia· al acto de la perfección del ser quenos fue dado, cuyo destíno es la unión con Dios, radica la santificación; sersantos es estar desarrollados plenamente por haber dejado obrar a Dios.

~al transformación no es normalmente posible sin guía, sin maestroexpenmen:ado., q~e conociendo las profundidades del alma y artimañasdel demOnIO, Ilumme al cristiano, le sirva de apoyo y conduzca a su fin'e~ es? consiste la dirección espiritual. Normalmente no puede haber santo~sm dIrectores espirituales; la vida de ellos, la Iglesia por sus pontífices ydoctores nos lo enseña día a día.

A pesar de ser un deber perfectamente asequible para todo cristianola.s.antidad .en su búsqueda y conquista está en crisis, y con ella está e~CrISIS la s~cIeda~. Son conceptos claros y repetidos de Pío XII y sus ante­cesores: sm santIdad no hay solución social, sin inquietud de santidad nohabrá cristianismo que dé frutos, sin dirección espiritual la santificaciónse dificulta.

Es evidente que, generalmente, no existe inquietud por la santificaciónnos COnforma~os con ser los llamados "buenos cristianos", que no falta~a los m~ndamIentos en el mejor de los casos, y que acostumbran a realizar~a serIe de actos de piedad semanales, aún la comunión diaria. Consecuen­CIa ~~ ello .son los hogares perturbados, absorbidos por lo mundano, lasfamIlIas desmtegradas, más por faltas de omisión que de acción, al sacrifi­car e.l. orden por una falsa y cómoda tranquilidad. Consecuencia de ellotambIe~: son los arrebatos temperamentales y el renunciamiento a la auto­educacIon, a todo apostolado que signifique un sacrificio continuo o unchoque con nuestro ambiente mediocre; consecuencia es la evident~ faltad:. amor a nuestro prójimo, esa persona que está mandándonos u obede­cIendonos, o q~~ cho~a con nosotros en un instante de nuestra vida, y a lacual nos permItImos Juzgar olvidando que seremos juzgados con la mismavara; consecuencia es la falta de verdadera oración y oblación por los

SANTIDAD Y DIR. ESPIRITUAL 59

Sabemos. ya las caracteristicas de nuestro ambiente, aunque todavíano estén suficientemente estudiadas en su realidad concreta: sensualismo,materialismo práctico, individualismo, egoísmo, sentimentalismo religioso,inteligencias nubladas por falsas. concepciones y voluntades debilitadas porhacer el gusto a toda tendencia epicúrea; morales del buen mirar y delqué dirán.

Los sacerdotes no tienen estas características; los ministros del Señor,regulares o seculares., terminan sus estudios con virtudes, conocímíentoíntelectual incluso el referente a la vida interior de las almas, y normal­mente con inquietudes de santidad.

¿Qué sucede para que la mediocridad se imponga sobre los operariosde la mies, obrando algo sobre la inquietud de perfeccionamiento, y dema­siado sobre el conocimiento de la \'ida interior hasta hacerlo olvidar?

Nuestro sacerdote se encuentra evidentemente con demasiadas obliga­ciones "exteriores" que atender. Si es en una parroquia, todo ese rutinarioy peligroso despacho, (que puede ser un gran campo de apostolado, peroque exige un continuo estar despierto y comprender las complejas modali­dades y necesidades de cada concurrente), la cantidad de asociaciones,todas con sus problemas; las obras materiales de la parroquia y, espíritupara cumplir satisfactoriamente con todos los sacramentos que debe admi-nistrar. Además, sobre todo en las parroquias de cam a soledad llenade tentaciones, en un ambiente generalmente sin perador eficazcon el cual poder hablar un poco de corazón a cora n c 'oo iglesia de clero regular - aunque generalmente en meJores condi ones- las asociaciones respectivas, las predicaciones - puestas a veces dema­siado a gusto del público - las clases, las capellanías o sustituciones pro­visorias, las asesorías y el propio deambular de los fieles con problemasgeneralmente de necesidades espirituales "primarias" .

Todo esto lo cansa, desvía sus energías,; el sacerdote fatígado, contiempo escaso para sus oraciones, para la lucha por su santificación, parala consulta a su director espiritual, abunda en nuestros días.

En síntesis, lo absorben las necesidades espirituales primarlas:el recu­perar la gracia por la confesión, la instrucción en algunos aspectos de apo­logética, liturgia, sacramentos, moral del negocio, profesional, familiar opersonal, deslindando casi siempre el campo de lo bueno o malo y no delo perfecto o menos perfecto, y, alguna vez, la consulta intelectual másprofunda. He aqui que el sacerdote generalmente debe tratar que el apar­tado de las prácticas religiosas s,ea un "buen cristiano", y luego, por apa­rente necesidad ambiental, debe buscar la cantidad de "buenos cristianos",tan necesarios para llenar los bancos de la iglesia, para tener asociacionesde numerosos miembros,. para hacer obras, comuniones pascuales y proce­siones que se vean lo más posible, mostrando que somos muchos, dandoejemplo contra el respeto humano.

Esta búsqueda de la cantidad en forma acelerada y primaria, pareceel contagio de la cultura del siglo del número, de los "records"; parece quefuera el desquite contra los. que dicen que desaparecemos; es reconocer loque combatimos, la fuerza del número, de la masa.

Dionisio Jorge GARl\lENDIA

61

La cantidad ambiente, el número ambiente, es cantidad mediocre, q~e

va con problemas que ;:::on de vida, aunque no de vida santa. Es necesariala cantidad cuando. en muchos de estos casos, la buscamos con rescate delos muertos a la g~'acia, como señal de que aumentan los vivos y existenmás miembros visibles de la Iglesia.

Pero la búsqueda de la salvación de un alma no nos debe hacer olvídarnunca la santificación de las alma;:::; que un santo da más gloria a Dios ­fin de los fines- que cientos de "buenos cristianos"; que un santo conse­guirá de Dios más salvaciones que miles de acciones puramente huma~~s

tendientes a hacer un miembro visible de la Iglesia; que la contemplaclOnes superior a la acción y es su fuente.

En el olvido de esto está el triunfo del número, del espíritu del siglo,de la cultura paganizada en tantos aspectos, del medio ambiente sobre lapersona, de la rutina y atrofia sobre la superación.

Todas señales evidentes de la muerte de una civilización, causada porsu propia decrepitud; he aquí su fracaso. Su carroña servírá de fertilizantea un nuevo tiempo, hagamos que sea lo más cristiano posible.

Para impedir el dominio ambiental, tengamos nuestra inteligencia yvoluntad siempre despiertas y vigilantes en el examen propio; sepamosjerarquizar contemplación y acción, y renunciemos a nuestro orgullo indi­vidualista Doniéndonos obedientes bajo la dirección espiritual. Compren­damos la situación de todo sacerdote, no lo juzguemos, sino ayudémoslo adominar el ambiente con nuestro requerimiento de perfección. Oremos porlos sacerdotes.

El Vicario de Cristo y nuestro Obispo muchas veces han insistido enestos puntos. Ultimamente el primero ha vuelto a hacerlo en s,: enclíclic.aa los sacerdotes; normas prácticas y sencillas, que nunca debIeron olVl­darse y otras conducentes a una mejor adaptación a nuestro tiempo, hansido dadas; desde la meditación diaria al Instituto de San Eugenio ¡cuántoa purificar y hacer!

Si queremos una patria cristiana en sus componentes y estructura tem­poral, debemos ser santos, y no olvidemos que muchos de los demonios quenos quedan por delante sólo se vencen por la oración y penitencia, com~

lo expresa y pide la Madre de Dios. Seglares y clero deben ser un ~O:I~

miento hacia el logro de un nuevo ambiente, en el cual los buenos CrIstIa­nos estén ávídos de santidad y dirigidos por verdaderos directores.

Nunca mejor que este año santo universal, año del gran retorno, paravolver al espíritu de Cristo.

Que en él veamos la verdadera actitud espiritual que .nos dará unnuevo ambiente; oigamos el llamado vigoroso e insistente al perfecciona­miento y veremos la calidad triunfar sobre la cantidad; pidamos direcciónespiritual y ante esa necesidad, la tendremos.

Con el nuevo ambiente habrá comprensión y caridad, y así, persona,familia, empresa y organización política, serán más cristianas.

Oremos con los brazos en alto - si los bajamos triunfarán los adver­sarios - oremos, venga a nos el 'Tu reino, hágase Tu voluntad así en latierra como en el cielo.

SANTIDAD Y DIR. ESPIRITUALTRIBUNA CATOLICA60

José Pedro ARGUL.

El crítico de arte argentino D. Julio E. Payró escribió para la pre­sentación del relieve "Piedad", de Eduardo Y epes. en la Sala de Amigosdel Arte. la siguiente inspirada glosa:

De los labios menos religiosos, Yepes hace brotar una plegaria.Esta muerte es, en verdad, una muerte terrible y divina.Este muerto es, sin duda, el Hijo del Hombre y. de Dios. Es un

muerto pavorosamente muerto que va a resucitar, que ya está resu­citando.

La tierra quisiera tragarlo como chupa una ciénaga, mas él per­manece en suspenso -milagrosa levitación- como aspirado por elCielo cuyas luces 10 envuelven, 10 aureolan.

No ha sido dejado de la mano de Dios. La mano de Dios 10 ben­dice, acaricia el aire en que se inscribe, planea como paloma sobreél, 10 eleva, imán irresistible, hacia las supremas alturas.

63

la Virgen está actuante la máquina contemporánea; si acá o allá semarcan puntos de referencia realista. véanse los pulgares de la mano delCristo y el pecho de la Virgen y todo ese barro y esa tierra de la partebaja. tan admirablemente vertido a la escultura y que es por sí sola eldrama de la materia sin espíritu, todas estas formas asimiladas. intelec­tuales o naturales están colocadas sin contradecirse. antes bien. s,umán~

dose en valores e interés y componiendo una distinción de unidad.Pero no es únicamente desde el punto de vista de la Crítica de

Arte que esta "Piedad" confunde para su rápida clasificación. Tambiénlos católicos preguntaríamos: ¿Es esta una "Piedad" religiosa? El cuerpodel Cristo tiene señaladas. especialmente en el brazo derecho. las huellasde la desintegración ·de la materia. excesivas para Aquél que resucitaraal tercer día; es en cierto aspecto un Cristo exhumado, extraño a la docu"­mentación evangélica. Por contra parte. como algo des,usado y raro. elojo derecho de esta figura está bien abierto hacia el espectador. "Pie­dad" de un artista de hoy; mano derecha de un Cristo. ya convertidaen barro por una humanidad que ha olvidado reclamarlo como guía yojo que sigue mirando hasta la consumación de los siglos a los hombrescon sus tragedias, con sus pecados y sus guerras como esas que el es~

cultor español Eduardo Yepes vivió y q.ue testimonia con esta esculturaauténticamente intensa.

Aun no participando de su exterioridad narrativa, caeríamos eninsinceridad dejando de advertir que esta obra de arte que en estos mo­mentos amanece, remueve ideas profundas sobre la vida y la muerte.muy importantes para la religiosidad de los pueblos, sobre el destinodel hombre que quiere olvidarlo con placeres y que si es cierto que unamano del Gristo de Yepes se convirtió extrañamente en tierra, la otra.colocada en vuelo sobre su cabeza y ahuecada en su palma, sigue des­cribiendo la bóveda de la Iglesia, que es la suprema caridad para todoslos dolores.

LA OBRA DE ARTE APARECIDA

LA OBRA DE ARTE APARECIDANo le es frecuente al cronista que quiere registrar los hechos inme­

diatos en trascendencia de acontecimientos. señalar la aparición de unanueva obra de arte. Mucho se pinta. mucho se esculpe. se graba y sedibuja; mucho lienzo y papel enmarcado; m,uchos yesos y bronces sobrepedestales en salones y galerías. Pero. ¿cuántas obras de arte? Lamenta­blemente e~ arte no es .de entrega para todos los que pintan o esculpen.

El artIsta es el hombre poseedor de un mensaje y con medios prác~ticos para hacer fecundo en los demás ese mensaje. Ambas condicionesnecesitan de la libertad creativa más absoluta para que nazca la obra dearte. No de esa clase de libertad que hoy se cree como de' propiedad delos políticos y por ello es que la conceden o cercenan a su voluntad.como obsequio o castigo. El proceso de libertad de expresión del artista.d~be ser el del artista consigo mismo. venciendo todo temor y aisla­mIento de soledad y llevando la convicción de su idea hecha forma hastael último extremo de esa forma cumplida.

Mensaje prof.undo. solvencia técnica del profesional que sabe cómose entrega la materia, cuya mano responde diestra a su mente y libertadtotal es "Piedad", bajorrelieve en bronce de Eduardo Y epes, que irá aornamentar un sepulcro en uno de nuestros cementerios.

Es, en síntesis. esta "Piedad". la obra de arte; una nueva obra dearte que nos viene a sacudir en la rutina y nos dinamiza. aliviándonosde nuestros tedios del falso arte de la repetición.

Este relieve es la dádiva generosa de un artista que se revela comog~ande. Frente a esta escultura. Yepes nos ha declarado q.uecomo ennInguna otra ocasión S'~ había podido entregar tan íntimamente. Así es.Frente a esta bóveda sepulcral donde como en paradoja viven fuerzasde creación vigorosas, el escultor Yepes, de cue¡popequeño y más quedelgado, descarnado, asiste a la contemplación de su labor como si sor­prendido observara algo que se hubiera arrancado a sí mismo, y vacomentando detalles, tal si auscultara los latidos .de un trozo desgarradode si mismo.

Alguna vez hemos escrito que el valor de la nueva ,obra de arte se~i~e p~; la intensidad con que enciende y extiende la polémica.~Iedad de Yepes es una obrade hondo pensamiento. plena de huma­

mda.d y cultura. asom~rosamente,multiplicada de signos. Obra complejaha de despertar muy ricas sugestIOnes y ha de confundir, sin duda.

. ~os preguntaría~os los críticos ,de arte: ¿a qué escuela hay quea~Irla, A todas y a nmguna. vale deCir. a la d~ la verdadera escultura.SI e:rcontramo:, e.n el pl~nteami.ento de la composición un punto departIda de las PIedades del gotico alemán: si en la sim.ultaneidad delos dobles visajes tr,ae el recuerdo del cubismo y en algunas ampliasformas abstractas dIcen de la práctica de un lenguaje de la esculturacontemporánea. grato especialmente a Zadkine; si ene! medio círculodentado de la barba de Gristo y el borde de la manga del vestido de

FRA<iMENTO DE LA "PIEDAD u

DE EDUARDO YEPES

JULIO E. PAYRO.

El notable fotógrafo artista, Mandello, presentó unas hermosísimasreproducciones de fragmentos del relieve, una de las cuales reproduci­mos gracias a su gentileza. publicando la totalidad del catálogo de lasfotos por creerlo un ejemplo de inteligente estudio. útil para la posteriorapreciación de la escultura de Yepes.

ALTO RELIEVE D.E UNA PIEDADDETALLES .FOI'OGRAFICOS

1, Doble rostro del Cristo yacente,2. Expresión agónica del tórax.3. Las tres manos alrededor del Cuerpo del Cristo.4. Huellas ascendentes en un fragmento de la bóveda.5. Estratificación horizontal de la mano del Cristo y sentido

ascendente de las formas que sostienen el cuerpo.6. Mano protectora de Dios.7. Contraste de ritmos en las formas de un fragmento de la parte

inferior.8. Doble rostro de la Virgen.9. Conjunto del busto de la ,,,--_.­

del brazo.10. Conjunto del busto de la Virgen con el símbolo de la

primer término.11. La mano de la Virgen y la cruz.12. Cabellera de la Virgen en estructura

mento de la cúpula.13. Primer plano de las armonías de la

un fragmento.

Esta muerte terrible y divina es cuaLuna muertec9s.rniccr.Este cadáver pavorosamente. yacente. y div-inamentexolador€!stg

entre Dios yla Tierra, forma part~,.a la vez, de la Tierrcr.ydeL(:ielc>,participa del monte y la espelunca pero participa; tambiénuqe .)"5espacios interestelares.

Sólo su mano yerta, sólo el desmayo final de. sudie¡;;trCl estraiifi;cada, corte transversal de planeta, parece pertenecer .. del todo a la.Tierra, ser Tierra para siempre.

La Mano de Tierra y la ManoudeDios. son límites extremqs¡ antí~

podas, alfa. y omega.Este Cristo está sublimementeapaciguado.... Ha.muerto,. bien·IIluer~

to, su torso. terrenal, surcado, arado porindeciblestormentos,mas surostro vive. Su boca algo tierno murmuray.cerrado, suojo,ive!

La Virgen contempla al Hijo con su ojo de soII1bríadulzuraiyalmundo (mundo de hoy ¡con el ojo· dilatado.. y. estrellado deL.espantoiOstenta el símbolo de la cruz como si su manosostuvierausuuprdpidcorazón, cruzado por dos profundas lanzadas.

Piedad cósmica. Españolísima Piedad, Hubiera gustado a <Una.;.

64

muno.

J. A. BALLESTER PEÑA

"PIEDAD" MIGUEL BENZO

LAS ARTES

LUCIA FRANK HA PRESENTADO UNAEXPOSICION CON OBRAS DE ARTERELIGIOSO DE ARTISTAS SUDAMERICANOS

En las salas de la Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicas,en el bello· palacete de Bulevar Artigas y Rivera, se exhibieron, con motivodel Congreso de Juventudes Católicas Femeninas y en homenaje a éste,muchas obras de asuntos religiosos, creadas por artistas sudamericanos. Laorganizadora de esta interesante exposición fué la pintora Lucía Frank, yesta muestra es,. aparte de los verdaderos valores que presentaba, el pre­texto' que esperábamos para decir dos palabras, registrando el nombre deesta inteligente y e¡:forzada pintora en nuestra Sección Arte.

Todos estamos bastante en deuda con Lucía Frank porque el gestosuyo de atención comprensiva hacia las labores de cada uno de los dnte­grandes del •• ambiente artístico no es usual, más bien resulta extraño. por sudesinterés y nada digamos si el ambiente de las artes lo concretamos a loque se refiere·. al. Arte Religioso. Aquí su acción social es extrema .• y sinpar. Agreguemos que esta labor'está realizada dias tras dia con. una<nomenos inclaudicable bondad de buena cristiana, y asi se nos permitirá ca­lificarde emocionante y conmovedor este esfuerzo de Lucia Frank en. prode un verdadero Arte Religiow de elevada substancia y bella expresión.Por último, digamos que su trabajo de "animadora" es completo. pintorapremiada en salones oficiales, el Museo Juan M, Blanes conserva~np~i­

saje suyo, atisbado desde el taller de la artista en la calle •• Duyil1}i?soTerra; en estos temas del paisaje ha conseguido excelentes result~d(}~, yen alguna justa nacional señalamos unos óleos de los alrededores de Minasco:m.o las notas de más delicada femineidad entre la producciónan:llalexhi­bida.El tema religioso le atrae y ha pintado yá numerosáséscéiás·déilavida de Jesús y de la Virgen, las que ejecuta con .una prolija información,producto de·su' formación' de estudiosa en libros y. viajes, DisCÍpuládel ex­Circulo de Bellas Artes y de academias alemanas; viajera de Europa yTierra· Santa,·,con motivos···· de estos ··sag:rados lugares· hizoc1ili.áéxposiciónde acuarelas y óleosénelCl1lb Cátólico, que obtuvobuenacríticá y queglosó .'. en una· inte;resantísirria. disertación el' eminente arqueólogo ·.francesPadre DenisBuzy>PeroLuCÍaFrankn6 sóldcomopintora dá confrecuen­cia·. su.:m.ensajé en el i arte;paraladocenciá·· plástican6 sabe de descansosy agota las posibilidades.

El Circulo de Arte' dea pintar y enseña a ver. antetodas las manifestaciones del arte pictórico que se realizan en nuestraciudad y •e:xplicá tmá·· auna las obras expuestas, retirándose solamente de

CASAS SIN PUE R T ALa Dirección de la Revista destaca la fecha trascendente de

los 75 años de actuación en el Uruguay de los Hijos de Don Basca,transcribiendo esta hermosa página.

La obra de Don. Bosco en el Urug,uay tiene todos los dones quesupo imponerle el Fundador. Pero entre esos dones, el que más cautivala atracción del pueblo y le permite el encauzamiento de la tarea apos~

tólica, es el ademán de sencillez y de naturalidad con que vive cadasalesiano y disciplina la vida de comunidad.

Las casas de Don Bosco son casas sin puerta. Para entrar, no haymás que quererlo. Y dentro, hay un ambiente de familia, de fam#iamo.desta, sana y alegre. La santidad se vuelve una cosa naturaL La vidatiene un sentido de .confianza, más q.ue de batalla. Allí no hay ni tácticasdeliberadas, ni protocolos aislantes, ni políticas afiladas; Una limpiasencillez de familia feliz creó los vínculos recíprocos; y la Providenciaprometida a los animales del campo y a las aves del cielo por el Sermónde la Montaña, tiene, en esta vida, su espontánea experiencia.

El alma .del salesiano, a su vez,es otra casa sin puertas. No tienerepliegues para el cálculo, ni rincones para la cavilosidad. Se da alapostolado con la espontaneidad con que el agua corre por las vertien~

tes naturales. Y pone en la acción espiritual cierto don de comprensióny de fraternidad, que le permite dominar, sin tiranía, sin temor, todoslos obstáculos de la imperfección humana. Comprender no es, en estecaso, ni perdonar, ni disimular. Comprender es, sencillamente, nivelar,no por el lado de los defectos, sino por el lado de las posibilidades, elalma del que enseña con el alma del que aprende.

El salesiano sabe "nivelarse" con el pueblo. Para eso no ha necesi­tado "bajar" hasta el pueblo, cargado de virtudes y de superioridad. Ni"elevar" al pueblo hasta la perfección. El nivel se ha producido por lavía ,de la¡ vida sencilla, del afecto espontáneo, dela alegría santa, de lavirtud de familia, de ese conjunto de categorías elementales, que sereunen bajo el signo vivo del amor a Dios.

El mundo no se va a convertir por la inteligencia· Las ideas tienensu lógica y su batalla. El Evangelio es el mensaje del amor. Jesús noredactó ningún tratado de filosofía, ni razonó como Sócrates. Dijo "Yosoy el Camino, la Verdad y la Vida". Y al aspirante a la perfección,le dijo: "Sígueme" ...

Es ese mensaje de amor el que conquista al mundo. Jlvlensaje de..,encillez, de verdad y de fuerza inmortaL

La obra de Don Bosco es la expresión viva de ese mensaje. El amora los semejantes, derivado del amor a Dios, es la nota ·de este apostoladoque avasalla al mundo. Del amor, en su plena sencillez, ejercitado con.corazón limpio, ajeno a las batallas m,undanas,y dado, sín énfasis ysin cálculo, en un apostolado sin límites ...

Dejo estas líneas, como fugaz homenaje a los salesianos delUru­guay ... El país le debe una obra sin precio, de moraL de trabajo.ydereligión. Don Bosco es una figura que culmina su siglo y que ·llena elplaneta. La comunidad, al crecer y al desparramarse por todos los me­ridianos ocle la tierra, lleva consigo la responsabilidadyJa' gloria de con"tinuar, en el tiempo y en .el espacio, el mensaje del Fundador...

DardQ RJEGULES.

HOMEN AJETRIBUNA CATOLICA

José Pedro ARGUL.

las salas cuando ha agotado los análisis y comprueba que sus alumnas secompenetrado de ese sano entusiasmo que ella posee y que nosotros

o deseamos ver prolongado por muchísimos años.

EIlla actual exposición la pintora Lucía Frank está presente con variosóleos. Anotamos dos de ellos: "Los Peregrinos de Emmaus" y "Cristo y laMagdalena". Son obras claras, de directo sentido y penetrada unción reli"giosa en ese decir tranquilo y sencillo. 'El lugar de honor de la exposiciónestá reservado aun trozo del yeso original de "Piedad", la obra de Yepesque comentamos en otro lugar de la Sección. Del mismo autor un "Cruci­fijo" de inspiración germana Y una "Virgen", talla enmadera de muydelicada pureza.

Una pequeña acuarela de Barradas fechada en el año 1928; es una"Adoración de los Reyes Magos a una Virgen y a un Niño", que es sóloluz o milagroso resplandor. El extraño "Cristo en el desierto",. de PedroFigari. Otro "Cristo" asaz esquemático de Adolfo Halty. Más profundizadaes la "Piedad" de l\iiguel Benzo, estudio para el fresco premiado en elPrimer Salón de Bellas Artes. Con evidente intensidad espiritual, pero sinalcanzar el dominio de los medios expresivos, se hacen presentes Celinade Freitas y Roberto Morassi.

Del aporte del Brasil, cuyas nuevas manifestaciones en el arte religiososon motivo de muy grande discusión, si bien debemos lamentar sus ausen­cias . no podemos por ello dejar de señalar la sólida "Piedad" de AldoMal~godi, de general entonación baja donde por contraste luce la claridadde algunos blancos; es el cuadro una reactualización acertada de formasclásicas' versión sintética más de nuestra apetencia. Damos la ilustraciónde esta' obra, así como la del grabado de J. A. Ballester Peña, el pintorargentino que tan bellas obras ha dado a la pintura con tema religioso ensu pais.

Del fino ilustrador de las "Fioretti", el benedictino chileno PadreSubercasseaux, anotamos un óleo: "Jesucristo". También delicadas son lasilustraciones de los Misterios Gozosos del rosario, de su compatriotaYolanda R. de Cox.

Retomando los escultores, había en esta exposición obras.de GervasioFurest Muñoz, Edmundo Prati y Severino Pose, ya anteriormente expues­tas, porlo que nos eximimos de comentarlas ahora. Una temperam:ntalinterpretación de "Saulo", en yeso, debida a Juan Pedro Ochoa. Fmal-mente piezas de diferentes materiales: bronces, yesos, cerámicas y repu­jadosct.e Benjamín Demínco Mosca. Con una admirable vocación, sus estu­dios realizados en la Escuela Nacional de Bellas Artes y perfeccionados enun largo viaje por los centros artísticos de Europa, Benjamín DemincoMosca inicia ahora en su medio un taller de arte religioso y que lo hacolocado bajo la advocación patronímica de "Jacinto Vera". No merece sinoplácemes su decisión,y seguros estamos de sus éxitos, el primero de loscuales en el pensamiento de su Director, que es el de trabajar porla belleza

"la Casa donde habita la gloria del Señor".

LA »mECCION.

73LAS GRANDES JORNADAS DEL SEMINARIO

padre en sus hijos. Y nadie pudo dejar de sentir el ascendiente callada­mente imperativo del corazón del jefe.

Estaba también la bandera. América Latina eS un continente de por­venir, una esperanza de la Iglesia. Vive una hora crucial de su destino.y sus multitudes esperan como nunca la luz que las guie hacia una su~

peración cultural y espiritual. Organismos internacionales poderosos en re­cursos económicos, llenos de buena voluntad de ayuda para nuestros pue­blos, pero no en todo momento acordes con las caracteristicas y con lasexcelencias espirituales de América Latina, infiltrados de laicismos y dematerialismos exóticos disolventes de nuestra cultura, se aprestan a inun­dar el continente de agentes culturales, al margen de toda preocupaciónreligiosa. La Iglesia siente en toda América el llamado de esta hora de­cisiva. Pero le faltan sacerdotes, portadores de la verdad Evangélica, mi­nistros de las gracias de la Redención, mientras los pueblos esperan, enmuchos sitios abandonados a la ignorancia.

El Uruguay está entre los países de América latina que sufren la es­casez de sacerdotes. Sus Obispos viven minuto a minuto la angustia deestas dificultades que limitan su obra espiritual. Los fieles a su llamado,rezan y trabajan por las vocaciones. Se ha hecho ya la conciencia de estanecesidad fundamental. Y por lo mismo, el llamado del Sr. Arzobispo deMontevideo a todos sus fieles para levantar el Seminario de Toledo, nopodía sonar como una voz en el desierto: era una gran bandera en lasmanos del jefe.

Justo es reconocer que los católicos de la Arquidiócesis han respon­dido como un solo corazón: No solamente para la donación material queha sido en todos los casos generosa, sino también en el trabajo tantas ve­ces ingrato de pedir, y en la disciplina obediente al plan de una complejaorganización, en la que supo cada uno tomar humildemente su lugar, comoun soldado. Han respondido con un sentido profundo y espiritualmente vi­vido de sus deberes de católicos y de su solidaridad para con la Jerarquía,y han ofrecido un ejemplo magnífico de unidad católica, por encima detodas las opiniones y salvando todas las desigualdades y todas las distan­cias; espectáculo de fraternidad verdaderamente evangélica junto al hogarcomún. La obra de la colecta del Seminario no ha sido únicamente laobra material de recoger una gran suma de dinero. Ha sido una grancru­zada católica y vocacional cuyos frutos espirituales se recogieron a manosllenas paralelamente con los dones materiales, y es ésta su mayor exce­lencia.

No terminaríamos con justicia este comentario si calláramosejemplo de esta respuesta católica 10 dieron antes que nadie¡los ozadores inteligentes e infatigables, que pusieron el alma en la empresa.Todo 10 hicieron con amor y con sacrificio. Y la prudencia desuactúaciónse tradujo en una organización previsora, tan perfecta comopueaeusedolas cosas humanas. Pero el mérito de la inteligencia yde la técnica fuésuperado siempre por el espiritu que reinó en las oficinas, del primero alúltimo de los trabajadores.

Es grato para TRIBUNA CATOLICA, dejar constancia gl,Í. gs;~fi

tario de las grandes jornadas vividas.

LAS GRANDES JORNADASDEL SEMIN.ARIO

Una empresa que honra al catolicismo uruguayo es la llevada a tér­mino en el correr de estos meses en la Arquidiócesis de Montevideo, con elfin de reunir los fondos necesarios para la construcción del Seminariodiocesano.

Un gran jefe, el Sr. Arzobispo, encendido de fervor por la obra y llenode una confianza comunicativa en la generosidad y en el esfuerzo de losfieles. Una gran bandera: la obra fundamental del catolicismo en el Uru­guay, la formación del clero. Una gran fuerza actuante: la unidad católicay su espontánea y animosa disciplina en todos los obreros: sacerdotes yseglares, hombres y mujeres. Una gran organización: la técnica ajustadade la Comisión organizadora que todo lo previó; he ahí en síntesis, losaspectos fundamentales de estas jornadas desbordantes de vida y de entu­siasmo religiosos que han asegurado el éxito de la empresa. :La Arquidió­cesis tendrá en Toledo su moderno Seminario, el instrumento indispensablepara las exigencias actuales y futuras de la obra vocacional reclamadohace años. '

El Sr. Arzobispo maduraba la idea de estas jornadas en efecto, desdehace ya bastante tiempo. Sintiendo la responsabilidad. de la asistencia es­piritual de los fieles en todo el vasto territorio de la Arquidiócesis, y de­batiéndose entre las dificultades de la escasez de clero, desde el primermomento fué su preocupación dominante, la formación de sacerdotes. En­tre los diversos factores del éxito de esta labor apostólica fundamental,no era el menor el aspecto, si se quiere material, pero indispensable¡ .deledificio del Seminario. El actual, cercado por estrechos límites que im­pedían ahora el desarrollo del plano arquitectónico primitivonun.ca ter­minado, ubicado además en un lugar inconveniente, no convidaba a gastaren él sumas nuevas de dinero sin perspectivas de solución· satisfactoria.Una decisión de grandes horizontes de futuro, a tono con el desarrollo na­cional y con las exigencias espirituales de la Arquidiócesis, se impoma.

y el Señor Arzobispo tuvo la visión ajustada y en grande del pro­blema, y la valentia de afrontar una solución de envergadura.

Su espíritu de sacrificio y de trabajo estaban descoritados. Pero élsupo agregarles un secreto de éxito: su confianza en los católicos; su opti­mismo indeclinable respecto de los resultados, la certeza comunicativa yecstimulante que todos recibieron de él, y que todos recogieron como unaresponsabilidad propia, irrenunciable y como un compromiso de honol' paracon un jefe paternal y decidido.

Claro es que estos aspectos humanos estaban animados en el jefe porun gran espíritu sobrenatural. No era una confianza ilusoria en los hom­bres, era una confianza en Dios que actúa en el secreto de los corazones,una confianza orante. Pero a la vez era visible como la confianza de un

LA PATRIA YLOS PROBLEMAS MORALESCARTA PASTORALNOS. EL Dr. Dn. ANTONIO MARIA BARBIERI. POR LA GRA,CIA DE

DIOS Y DE LA SEDE APOSTOLICA, ARZOBISPO DE MONTE-VIDEO. .

Al Venerable Cabildo Metropolitano, Clero Secular y Reg}llar, ,C?munlda­,des Religiosas, Miembros de Acción Católica, Asociacl()nes pIadosas YFieles en general.

LA EFE'MERIDES PATRIACon renovado fervor patriótico nos apreó'tamos ~. celebrar .el nu.ev~

aniversario de nuestra Independencia. En esta oportumdadd e~.esp:-~ri:s\ritte más hondo la realidad gloriosa que es este pedazo. e. lerr ..,conquistado por el heroísmo de tantos hijos que fecundaron las nobles as­piraciones de libertad con el riego de su sangre generosa.

75

t ANTONIO M. BARBIERIArzobispo de Montevideo

Demasiado sabemos que la l!;lesia en nuestro país no c~enta -en lafaz económica positiva- nada más que con el aporte de los FIeles, Y ahoraes el momento de reclamarlo con insistencia.

Para ello hemos determinado realizar una gran colecta dentro de loslímites de nue.'>tra jurisdicción.

Con e..c:te fin constituimos una Comisión compuesta por los M. l. S.Canón!g-os Román Maritorena y Luis Baccino, y los Pbros. Omar M~n!!"adov MilmeI Bala!!1lel' y nor los señores Dr. Juan V.Chiarino.Cont. Lms Zaf­faroni. Sr. Joa~uÍn'Rey.es Lerena, Dr. Lorenzo MartínezVera. Sr. ~. R~YRouzamavor. Sr. Román Dabe7.ies, Sr. Juan Edmuudo Fresco v Sr. VlctorloBalestraSecco, quienes tendrán a su car!!"o la realización técuica de e..~movimiento. A esta Comisión, y nombradas 1)01' la mi'51l1a, se agregaraneventualmente Sub-comisiones de trabajo semn se juzlnle oportun.o. A to­dos los llamados a prestar su colaboración diSJIensamos decual<!mer com­promiso aue tene:an con otras obras de la Causa, durante el tIempo queexija su colaboración. . . . 1

Os hemos hecho, unes, amadisimos Hijos, por estas palabras. un _la­mado a vuestras conciencias: t()ca a cada uno responder en la forma quelo imuon!;a la comprensión hacia la. obra más importante. cual es la de'f)restar vuestro apoyo a la Santa 19~esia, n3;1'a que Jl'n~?a tener IO's Sacer­dotes que necesite para mayor glona de DIOS. extensl()n de su Verd,ad. yde su gTacia en todos y cada uno de los que formamos el Cuerpo MistICOde Cristo. •. toda trNo hemos ouerido --comO' Nos fue su¡rendo- ~nsnend.er· .0 a co-leeta a norma de las facultades (fue Nos daR los S. S. Canon~; no que­remos que el Seminario pueda ob~taculizar nin!;UUa ~~ra de bIen. oue serealice en nllestr{) medio; pero pedImos a la comprensHm de .los FIeles, lajerarauización en sus criterios, de tal manera que su generOSIdad sena d.ar~l primer lugar a la obra que ocupa las preferencias de la Santa IglesIa:el Seminario. . d '

FUndando en est{l nuestras mejores esperanzas bendecImos e corazona cuantos trabajen y colaboren en esta campaña que tanto pre?cupa nues­tro corazón, porque por el!a esperamos ver florecer las VocaCIOnes Sacer-dotales (fue reclama el CUIdado de vuestras almas. . . ,

y finalmente pedimos a todos la invalorable contnbuclon de la ora­ción para que Dios nuestro Señor Nos acompañe con sus luces y sus gra-cias sin las cuales nada podríamos h:;cer. . . ~

Dada en Montevideo, a los 28 dlas del mes de JulIO del ano del Se-ñor 1951.

UN GRAN SEMINARIO ARQUIDIOCESANO

Al Venerable Cabildo Metropolitano, Clero Secular y Regular, Comunida­des Religiosas, Miembros de Acción Católica. Asociaciones piadosas yFieles en general, salud y bendición en el Señor.

De nuevo volvemos a diridros nuestra ualabra nara hablaros de laobra que más ocnua nuestros desvelos pastol'ales: el Seminario.

Varias veces interesamos vuestra atención sobre este tÓllico. La esca­sez de Clero frente a las múltiples atenciones oue reclama la inmeus'l miesespiritual -cada vez más abundante- Ncs ha I1evado a comnartir convosotros nuestras ul'co<:mpaciones y a solicitaros la necesaria colaboraciónpara enfrentar la única solución real de este problema, que es el aumentode vocaciones sacerdotales y el procurar los medios para cultivarlas.

En este Documento Pastoral vamos a insistir solamente sobre este úl­timo punto; no porque los otros sean menos imnortantes; siu{l J){)rque elproblema del Seminario como medio imnrescindible de cultivar las v{lca­ciones que el Señor se digne enviarnos. va a entrar en lID pel'Íodo de de­finitiva solución y por eso exi!;e de vosotros toda vuestra atenciñ..... y apoyo.

El actual Semina!'io, donde se forma el Clero de la Arquidiócesis, -yeventualmente hasta que no lo puedan hacer por medios prollios--. los Se­minarista'> mayores de las Diócesis sufra¡ráneas-- que tan iuvalorables l"er­vicios ha prestado hasta el día de hoy, resulta pequeño para oue en él sepueda desarrollar el plan educacional que Nos hemos empeñaido en reali­zar; a eso se agrega un proyectado retiro en los límites del predio queocuna y que hará más an:;ustiosa aún la permanencia de nuestros Semi­naristas en el actual local.

Estos motivos y otros de orden interno que no es del caso exponeraquí, y que fueron estudiados y aprobados por quienes corresponde, Noshan impuesto -como solución nerentoria- la edifi1l2ción de un nuevoSeminario, que reuniera las condiciones exigidas pol' las circunstancias; ypor las normas pontificias; y oue resolviera el problema definitivamente.

Invocada la protecci~n de Dios y puestos a la obra con todo empeño,La Divina Providenda Nos salió al encuentro y nudimos obtener. nor me­dio de la comprensión de aquel ln'an caballero cristiano que fué el Dr. Ale­jandro Gallinal y de su di~ísima Esnosa. el predio que por feliz coinci­dencia perteneció al Primer Vicario Anostólic{l v Prócer de la natria. elPbro. Dámaso Antonio Larrañaga, quien lo adquirió --con mirada certeray feliz previsión- para ese fin. Ausniciosa coincidencia puede considerarsetambién la de estar situado junto al lu!;ar donde el Siervo de Dios Mons.JacÍJlto Vera, primer Obispo de Montevideo, hiciera su primera Comunión.

Estas su!;estivas circunstancias parecen ser como una senda abierta norla Pr{lvidencia hacia ese lugar que eligió la visión de un sabio y santificóun alma selecta que esperamos venerar en los altares y (fue sin duda des'­de el cielo mirará con amor ese lugar que vieron sus ojos de niño en eldía feliz de su primer encuentro con Jesús Eucaristía.

Realizada esta etapa inicial, Nos hemos puesto a la dura y onerosa la­bor de estudiarlas bases sobre las cuales ha de concebirse y prepararsela obra, para que el prolijo estudio previo evite, luego, errores irreparables.

Con el favor de Dios esta segunda etapa está terminada; y ha llegadoel momento de reunir f{lndos para realizar el proyecto de la obra. Y pre­cisamente para esto os dirigimos hoy nuestra palabra, que es un llamadoa la colaboración.

UN GRA.N SEMINA.RIOA.RQ·UIDIOCESANO

NOS. EL Dr. DON ANTONIO MARIA BARBIERI. POR LA GRACIA DEDIOS Y DE LA SEDE APOSTOLICA, ARZOBISPO DE MONTE­VIDEO.

LA OBRA MAS IMPORTANTE DE LA CAUSA:

77

Ese es nuestro deber.¿Lo cumplimos?Seríamos injustos si dijéramos lisa y lla,namEmt;ePorque esto équivaldría a desconocer la

y no se nos diga de que estas afirmaciones sólo se pueden hacer cuandose presupone la existencia de Dios, pero que no configuran una posiciÓnlógica para el que la niega.

De ninguna manera.Tan es así que la existencia de la ley - ya sea en el orden físico o

moral - es un argumento que lógicamente conduce al mismo ateo a laafirmación de la existencia de Dios; y, cuando no se llega a esa conclusión,el ateo debe crear superhombres o semidioses -individuo o institución__para que puedan imponer a los demás hombres, como ellos, su voluntad;hecha principio, fundamento y código de moral. .

Existe, pues, una ley moral; para nosotros los cristianos, esade la moral cristiana que debemos acatar esPontáneamente.

FRENTE A LA LEY MORAL

POR LA EXISTENCIA DE LA LEY AL SUPREMO LEGISLADOR

Nosotros rechazamos ese sistema moral en su principio y en su fu.rida­mento; y, si bien reconocemos que los medios ambientales pueden cféarlegítimamente costumbres y posiciones convencionales, éstas sólo puédentener sentido interpretativo de las leyes fundamentales, que estructuran losprincipios inmutables de la moral.

Pensar que un hombre o institución, por más títulos que tenga, puedadictaminar sobre cuestiones básicas como, p. ej., el homicidio, el robo, elaborto. la limitación de la natalidad, etc., "j' declararlos lícitos o no, segúnsu convicción personal, o según su conveniencia, o según el compromisopolítico que tenga que contemplar, es retroceder miles de años de civiliza­ción y negar los valores y las bases de nuestra civilización cristiana.

"Las concreciones legales humanas - se ha escrito - no dicen másde lo que dicen. y son a veces el resultado y la transacción práctica de muyopuestas filosofías y pareceres; y también muchas veces la fórmula de unatolerancia práctica y no de un principio. No son ellas mismas ni una filo­sofía ni una moral. Responden a unas líneas dominantes comunes a todoso imponen un punto de vista mayoritario. Pero siempre se reducen a ladisposiciÓn práctica que. se debe cumplir y no a más. Por el camino delas fórmulas legales triunfantes. una mayoría cualquiera podría realizarla peor de las tiranías; la de su filosofía de la vida, la de sus aberracionesmorales, impuestas por vía de principismo nacional".

NUESTRA POSICION

Hay, pues, una voluntad superior a la del hombre, que establece unorden al cual todos debemos someternos.

Esta posición, que es la única razonable y lÓgica, trae como consecuen­cia la inmutabilidad de las leyes morales fundamentales, las cuales-- aligual que las leyes físicas, - no podrán ser modificadas, y mucho menossuprimidas por la voluntad del hombre.

Para los que niegan la existencia de Dios, o tienen de la Divinidadun concepto absurdo - que equivale en definitiva a una negaciÓn -- ·laposición es distinta.

La ley no puede, para ellos, tener más origen y fundamento que elhombre mismo, que se crea una moral a su antojo, movediza como· arenade desierto, sujeta a todos los desvaríos y arbitrariedades, sin advertir que,en definitiva, esa posiciÓn se resuelve en una odiosa dictadura, en una con­cepción jurídica absurda, en un atropello a la dignidad y a los derechosde la persona humana y en un desconocimiento total de las exigencias desu naturaleza.

LA PAFRIA Y LOS PROBLEMAS MORALESTRIBUNA CATOLICA

Pero,entre todos los aportes, que el ciudadano puede ofrecer para elengrandecimiento de su patria, el más importante es. el de. su vida moral.Los. valores materiales; que el país necesita, entran en su activo, siempreque estén respaldados por la conducta moral de los ciudadanos,· elementoindispensable que establece en la sociedad el equilibrio' de los individuosy de. las instituciones y que crea un clima de pacífica y sana convivenciaciudadana.

El problema moral es el común denominador de los otros,que puedeplantear la vida del país; y todos se resolverán, en forma constructiva ofunesta, según que la solución se inspire o no en los principios de unasana moral.

¿Pero en qué consiste esa vida moral?Podemos definirla así: "La forma de regular nuestros actos humanos

en orden a los principios que rigen la vida del hombre".La vida moral es, pues, propia y exclusiva del ser humano; como quie­

ra que él -entre las criaturas visibles- es el único capaz de determinarlibremente su voluntad, para ordenar sus acciones <a un fin;

La naturaleza espiritual del alma crea entre los hombres un cúmulode relaciones que superan las exigencias de la vidapuramente'vegetativay animal, regidas por leyes físicas y del instinto. La espiritualidad del almahumana establece un nuevo plano de vida-elmoral-,enelque elhom­bre se mueve libremente para obtener el supremo fin de su existencia,quees la felicidad.

Pero conviene puntualizar algunos conceptos para la debida compren­sión del problema.

La vida moral, en el hombre, está regida por leyes,cómolo estánlavida vegetativa y animal. Frente a esas leyes, que regulan su actividadmoral, el hombre es libre; pero sería un craso error el pensar que elhom­bre, en el recto y legítimo uso de su libertad, puede cumplirlas o .viólarlas.La libertad no le ha sido dada para esto; la libertad es la facultad delhombre de aceptar espontáneamente las leyes a las cuales debe someterse,no ciegamente como el bruto y la planta, sino libremente como convienea la dignidad de su ser superior. Y no se créa qúéésta sea una practicanegación de la. libertad; •porque tan: libre •.. fí~icamente es el h()mbre; que,abusando de su libre albedrío, puederehusarse al cumplimiento del deber.

Esta concepciÓn supone una ley, que imponga un.deber, que laliber­tad no puede lícitamente desconocer ni violar, bajo pena de sanción.

DI S·CRE P ANClA. S

Todo esto es admitido por la generalidad de los hombres,Pero las disenciones empiezan cuando planteamos el problema del od7

gen y fundamento de la ley moral.En este sentido las opiniones se dividen endós carn.posópuestós: el

de los que creen en Dios y en el de los que niegansuexisténcia.Para nosotros, los creyentes,; el fundamento y, principio de toda ley

moral es Dios. Dios, que Impone su ley al hombre,g~ab~<i0la~l()hon-d() .clel. corazón -lo •que llamamos. ley. natural ; .qu~.lu~¡,;()~a.reit~~(ieI1el.l\T()nte Sinaí __lo que llamamos ley positiva-; y qI1e.fipa.lTIl~I1te 1(i.con7fi~m§l>Y-. perfecciona .por •ministerio. de. Cristo. o/u.; Hijo ,Diyrn,(» h~ch()J.10TIl­bre, en la buena nUeva. de .la ley evangélica.

EL CONCEPTO DE LA VIDA MORAL

Pero lapatria.no es comouna obra .de arte que se perfecciona y luegocgnserva enunmuse() para deleite de quienes la cc¡nteTIlPlen; la patria

és'üna realidad viviente, que se desarrolla cada vez con. más. int~nsidacly ~xtlberancia; y esa vida que exigiÓ para nacer el doloroso alumbramien­to de nuestra epopeya, sigue imponiendo, para su robustecimiento, una con-

más eficiente de parte de sus hijos.

EL APORTE MAS IMPORTANTE

NON LICET

79LA PATRIA Y LOS PROBLEMAS MORALES

Los que no comparten con nosotros nuestra posición religiosa y adop­tan otra forma de educación, no tienen porqué molestarse si el católicoelige y exige la que está conforme a sus convicciones y a su conciencia.

En cuanto a otros aspectos de la vida moral. sólo los vamos a recordarpara no repetir lo que hemos tenido ocasión de decir en nuestra Carta Pas­toral de Adviento del año 1945 cuya lectura recomendamos.

LOS ESPECTACULOS

OTROS ASPECTOS

En este capítulo entran las modas no conformes con los preceptos<dela conducta cristiana; la depuración de nuestras lecturas: la elección denuestras relaciones; la oposición a ciertas actitudes, que .• la vida modernaha hecho familiares. pero que son o un atentado contra la sana .moral oun peligro para la integridad de las costumbres. Y en definitiva entra todoaquello que no condice con nuestro carácter de discípulos del Evangelio.

UN LLAMADO A LA CONCIENCIA CRISTIANA

Amadísimos hijos:Os hemos expue~to en breve síntesis, los princiuios de· la. moral cris­

tiana y os hemos señalado algunosountos aue reclama la especiaL aten­ción d'e todos los que urofesaÍnos la' fe y la -moral de Jesucristo.

Con el propósito de realizar una obra constructiva en elsentidoéris­Hano. hemos encomendado a la Acción Católica, como actividad primordialde este año, la campaña de moralidad.

Deseamos vivamente aue todos los católicos cooperen a estacobra.queconsideramos, no solamente necesaria para salvar nuestra conéienciadecristianos, sino además, constructiva uara una más digna convivenciacen~

ire los que integramos esta noble patria nuestra.. .y uedimos a todos los que vivimos la misma fe evangélica yalimen­

tamos las esperanzas de una vida mejor. ('ue no reduzcan su ideal de vidaa una forma puramente negativa que consiste sólo en evitar lo que les estávedado: sino a vivir una vida de constante superación, por .los, caminos dela ascética que inspirada en el amor conduce al alma por los' caminos dela perfección, meta ::-eñalada por Cristo a todos sus secuaces: Sed perfec­tos como lo es vuestro Padre que está en los cielos

Para ello hacemos un llamado a todos los que formamos alrede-dor de Cristo y de su Iglesia.

En primer lugar a nuestrosamadísimos Sacerdotes. paraseverancia instruyan a los fieles y con firmeza los defiendanniobras .arteras de cuantos. pretendan apartarlos de las sendas trazadas porla moral del Evangelio.

A los Padres de familia para que usen sin amoajes)yc()nene'rgía suautoridad para mantener firmes los principios de la moral en sus hogares.

Recordaremos que la presencia en los espectáculos públicos; debe ajus­tarse a las directivas de los on!anismos autorizados para dictarlas. No po­demos comprender la actitud despreocupada de ciertos católicos frente adeterminados espectáculos que ofenden descaradamente la más elementaldecencia y pudor. como los que se han presenciado no hace mucho tiempoen nuestra Capital. La reacción del católico consciente ha de ser de francorepudio a todo cuanto en los espectáculos públicos configura un atentadocontra la moralidad. y de rechazo de. las cavilaciones capciosas. oue pue­dan usarse para defenderlas. Los católicos tenemos la moral del Evangeliotal como nos la enseña la Iglesia: a ella debemos ajustarnos por encimade cuanto se pueda opinar en un articulo periodístico o dictaminar unor­ganismo extraño constituído en norma de moralidad: y con esa conductadebemos defender nuestro espíritu y nuestras familias de explotacionesmercantilistas. Lo contrario sería coouerar a propósitos solauados de des­cristianizar el pueblo, mediante la exarcebación de sus pasiones y bajosinstintos.

Queremos. hacer aquí una especial mención de la actitud de·. ciertoscatólicos frente a la institución sagrada del matrimonio cristiano. Nosotrosrespetamos las leyes del país, que regulan los •efectos puramente. civilesdel matrimonio; pero para el cristiano, el matrimonioes<algomás que unsimple contrato civil, equiparado a cualquier otro de. ese ••• género. Para. elcristiano el matrimonio es una institución divina que establece un vinculoindisoluble y que no debe profanarse con elpecado.

La desaprensión de ciertos católicos en ajustarsusol1ducta a las. exi­gencias del matrimonio comagrado con el sello allgtlstc) del. Sacramento. yaue no se jnstifica con simples motivos humanos qtleno adrnitel::¡ ~antidad

del matrimonio, será siempre reprobable y contraria a los principios delEvangelio.

LOS ·mJOS

A estos cristianos, con toda la autoridad que Nos confiere nuestra in­vestidura, gritamos el "non licet" del Bautista.

La moral evangélica no es un producto de los tiemPos ni d y las cir­cunstancias; es la ley inmutable de Dios; y seal1 cuales ftleren Iosprytextosp::¡ra violarla, éstos serán siempre un engaño.

No podemos hacer aqui una. enumeración. completa· de 10s.casos'eIiJosque se pretende establecer el dualismo reprobado porCristo.~óloseñala­remos los principales, dejando a nuestros Venerables Hermanos en yl Sacer­docio la tarea de instruir a los fieles en forma más detallada e individual.

La moral cristiana impide colocar diques al cauce de la vida, . abogapor sus. derechos. y los defiende con valentía:. y quiere que se .. comprendaqUe-el matrimonio es una misión divina que el hombre no puede torcer porningún motivo, para cuyo cumplimiento tiene que .creer y confiar en laprovidencia de Dios.

MATRIM:ONIOCRISTIANO

LA EDUCACION

TRIBUNA CATOLlCA

sinceros-,--.quegracias a Dios los hay y en buen número entre nosotros, ­que viven su fe hasta en las últimas consecuencias, y observan, en modoejemplar todos los preceptos de la moral cristiana. Por ello damos graciasáDiosy'otorgamos a todos estos fieles hijos de la .Iglesia, la más ampliabendición como expresión de nuestro beneplácito.

Pero junto a esta masa de católicos integrales, se mueve otra de cató­licosque, por descuido o por ignorancia, no observan la misma conducta.Esta actitud no es nueva en la Iglesia de Dios; el mismo Cristo la condenódiciendo: No podéis servir a dos señores (1).

No obstante esta afirmación tan clara y categórica del Maestro. muchoscristianos se empeñan en combinar en su vida un dualismo imposible. Poruna parte, tienen fe y quieren estar en gracia de Dios; y . por •otra, .noquieren renunciar a ciertas posturas incompatible con su carácter de. cató­licos; buscan, pues, una forma de acomodo, un "modus vivendi", que justi­ficancon una serie de pretextos, que ya harto conocemos: que ahora lostiempos han cambiado, que las exigencias son otras, que se han de corregirlos viejos conceptos, etc.

y con estos pretextos que incorporan a su vida como anestésico desu c()nciencia, .viven en una vida que nada tiene de cristiana porque estáconforme a las exigencias del mundo paganizante, y no a las normas evan­gélicas.

La moral cristiana dentro delambieIitefamiliar impone el deber dela formación de los hijos; formación que no consi~te-.úl1icamente.yn pro-

~~:t~:~i~~~~l~un~a!Re~!s~mh,edlr~a~d:a~;C~U~lt~riufrayi~~~l~~~u~~:.e~n~ao~dR~~~i~h~~ptau~~ti de un ambiente· hogareño,.. estrictamente

A las Madres paraq,uEl.poniendoen juego todos los dones con queDios las ha adornadocreel1.<un ambiente hogareño sano Y delicado paré'la austeraformación de sus. hijos.

A cuantos intervienEln en las instituciones para que pongan su. influen­cia y su trabajo en. un noble esfuerzo de acentuar el sentido cristiano· desu vida.

A las jóvenes para Q.ue con .. ejemplo muestren toda la belleza y ladignidad de la modestia cristiana y se preparen asi a su altísima misiónde esposa y de .. madre.

Alosjóvenespara:que'.·muestren sus preferencias hacia... todo 10 .. queestá de acuerdo con sus. principios morales, y exijan a la persona quElha.nde incoroorélrsecomo cOmpañera amoroSa y como Madre de sus hijos unaidéntica -línea' de conducta.

LA ORACIONy finalmente a. •• todos ~y muyefpecialmente a los nmos- pedirnos

laoraciól1.Pélraql1e lagracia de Dios fecunde nuestros esfuerzos, y realicenuestros propósitos; propósitos que no son inspirados por intereses vena­lesniporelloctro de poó:iciones; que están al margen de toda vanidadterrena y aues6lo· aspiran al advenimiento de. una sociedad cristiana, nocomo un. triunfo vanidoso de una posición sostenida por amor. propio, sinocomo una aspiración generosa de realizar el ideal que creemos sano en susprincipios·· y limpio 'en sus aspiraciones; ideal que ya -después de. 20 si­glosde.cristianismo- no es una experiencia ni una novedad, sino una for­ma de vida cuya presencia ha sido fuente de bienestar, de prosperidad yde paz, y cuya ausencia por obra de enemigos de la fe o de malos profe­sores de. la misma. ha traído al mundo esa ó:ecuela de males, de odios. dePélsionesdesbordadas, de egoísmos incontrolados, de intereses desmedidosque hal1.ll~nadola tierra de discusiones y de sangre y han sometido. a •lospueblosua pruebas terribles que constituyen una dura lección. que todosdebiéra1110shélber aprendido ya.

Estoes,élmadísimoshijos, cuanto queríamos· deciros enestafechá .dered6rdación patria. Este es nuestro enfoque de las realidades trascenden­tes de la Patria; nuestro aporte cristiano para hacerla cada vez más dignay grande.

DISPOSICIONESBajouel signo de esta posición tomamos las siguientes disposiciones

para celebrar dignamente la efemérides patria:1) Qúeen:todos los Colegios y Centros de Catecismo y otfasobras

de la riiñez qúe están bajo nuestra jurisdicción se tenga un acto recorda­torio de lamagna.efemérides patria.

2) Que en todos los demás establecimientos de enseñanza de la ju­ventud,enlos Organismos de Acción Católica, en ·los Círculos de eó:tudio,y en lasuhabituales reuniones de las obras de la causa se comente esteDocumento.

3) Que. en todos los Templos de la Arquidiócesis se 'comnemOrelafecha patria. con repiques de campana al alba, al mediodía y al atardecer.

4) Qtie se embandere ese día los edificios sujetos a nuestra juris~

dicción.5) Que en nuestra TglesiaMetropolitana se cante unTe Deumql1e

Nos honraremos en presidir .y" que será precedido de' una patriótica ..•. alo­cucIón.

6) Que todos l~sfieles.eleven oraciones por .el bíenestar de la.~atria.

Dada en Montevideo. a los 15 días del mes de agosto. Festividad ¡:lela Asunción de la S.S. Virgen en Cuerpo y Alma al cielo, deLaño delSeñor 1951.

80

Por mandato de Su E.xcía. Revma.OMAR ·MANGADO,

Secretario General.

TRIBUNA'CATOLICA

t ANTONIO "MARIA,Arzobispo de ::Ifontevideo.

CINE

HEL DIARIO DE" UN CURA RUR.A.LttHe aquí el film que tanto. esperamos luego de conocer los apasioriado,:

debates de que fué objeto p()¡: los críticos extranjeros, de sus éxitos én,varios certámenes internacionales (Premio de la O.C.I.C.), Premio a. lamejor Fotografía en la. Muestra de Venecia), de haber obtenido el "PrixLouis Delluc 1950" y de su. olvido en el Festival de Punta del Este!

Mucho~e ha e~crito y. discutido en nuestro país en torno al "Journal",pero no~otI.'0s pI.'etendemos puntualizar una visión personal del mismo, sinel •afán dea.z:monizar. tendencias críticas opuestas, sino con el único prQ­pósito de juzgarlo dentro del enfoque, sincero y libre, que esta páginaafirmó<iEl~dEl'..'Stt l1.acimiento.

CreElmos,.en.primer lugar, que hay que separar nítidamente .ellibrodEf Bernan.os de la labor de Bresson, en el sentido de que la obra cine­matográficéles.independiente ya que se limita en la adaptación y se pre~

cisay cÍllElméltografiza en el guión.Eln()"yeLrealizador francés (tres films en siete años, contando el que

comentamos, de los cuales uno es desconocido para nosotros) se hizo res­ponsable único .de la empresa al crear la adaptación, el guión, el diálogoy la dirección de este film controvertido. .

Bressontomóun camino .novedoso aunque discutible.Enten.dáIn0l1os: •.no se puede afirmar dogmáticamente que tal o cual ele~

mento temático sea o no cinematográfico; todo depende del procedimientoque EllrEléllizado¡:emplee, pero hoy, a medio. siglo del advenimiento delciI1ese.puededeterminarel auténtico método expresivo del cinematógrafo.

'Elcine.es,.en suesencia, imagen en movimiento; imagen en sí mismaaisladarn;el1.te c()nsidE!rada o imágenes relacionadas y trabadas en una se­cuencia . (montaje), según las escuelas, pero siempre imagen.

¿Existe en'.'Elpiario de un Cura Rural" el lenguaje de imágenes ca­racterístip() .dEll •. ¡:inEl.,?

Sería apresurado a.firmarlo en forma total. ya que Bresson se confiófielmente al texto de Bern.anos y, lejos de aligerar los típicos elementosde la obtánOveláda:para verter en estampas su drama magistral, se limitó,en genera.1,á)servwc:onimágeneSí una adaptación y un guión literarios ensu concep¡:~é>n Y'~ElsarI.'ollo.

AnttElstroen.tend.Elrel guión cinemático debe limitarse a exponer untema al espectador mientras que la novela relata acciones o acontecimien­tos por boca del propio escritor;

Bresson, por el contrario, quiere amalgamar estos fines opuestos ensu famoso "Diario", dando a la voz sombría del protagonista un sitial pre­ferencial rnientra~ qu~ la imagen, suprema expositora, se convierte en fielservidora de una banda sonora que' aparece como imposible de silenciaren la mayoría de las secuencias.

Cuando esa voz calla y Bresson libra.la acción y su contenido en ma­nos de la imagen y del diálogo preciso y bien construído, demuestra serun excelente realizador cinematográfico, un hábil creador de un auténticolenguaje cinemático.

Este veraz poder de expresión de que Bresson hace gala no se resien~

te ante una fotografía demasiado estática (agonía del cura, visitas al curade Torcy) que encuadra perfectamente en su idea central, lograda comopocas veces se puede alcanzar en el cinematógrafo, de obtener un climadramático auténtico sin valerse de ampliodesQliegue de cáInara ni de com­posiciones rítmicas precisas en base. almQnt~je.

Esta idea central, que Bresson persiguió y obtuvo en forma perfecta,es seguramente su más claro triunfo,

TRIBUNA CATOLICA

Hay en el "Journal" un detenido estudio de ambientes y lugares queel realizador pone al directo servicio del drama para llevarlo hasta la ex­presión más culminante y sombría. Bresson no permite alivios en ese cli­ma realmente sofocante que envuelve a todo el film. 'Tampoco admite eléxito fácil ·frente al espectador porque se limita a sugerirle los elementosque componen un drama para que extraiga las conclusiones que produzcasu propio trabajo intelectual.

Es indiscutible que para lograr estos ponderables aciertos Bressonejerció una verdadera dictadura sobre técnicos e intérpretes. Bu~el en lailuminación, debió anular su ya limitada libertad frente al directo'r parase~r en forma c.onstant,,; l~ idea cent~al d~ Bresson, y Claude Laydu en­trego su personalIdad practlcamente hIpnotlzada en manos del realizadoral interpretar al torturado cura de Ambricourt. '

Si.Bresson logra este c~ima en forma perfecta, si demuestra poseerun .cultIvado talent~ de reallzador cu~~o libra la expresión al poder dela lIDagen, ¿por que escoge el procedlIDlento formal discutible que esbo­zamos? ¡

Es claro qUt; empleó este método con toda conciencia yvoluntad, per~las razones que influyeron en su determinación son patrimonio de la con­jetura. ¿Fué por trasmitir con fidelidad a uno de los escritores más re­presentativos del pensamiento francés contemporáneo? ¿Creyó que el dra­mático contenido espiritual de Bernanos sólo admitía esta forma cinema­tográfica? ¿Deseó crear un procedimiento cinemático revolucionario difí­cil de definir y ubicar? ¿Despreció la independencia temática del cÍne aladmitir que lo puramente literario tiene un papel determinado en lo ci­nematográfico? ..

La verdad es que Bresson con "Le Journal D'Un Curé de Campagne"plantea una serie de interrogantes trascendentes para la forma cinemato­gráfica· que sólo el tiempo puede resolver.

Por el momento, el "Díario" constituye una consciente y laboriosa ex­p~rien~i~ dentro del sondeado, ~unq~e ~~gotable,. campo de la expresióncmematlca, que pretende destrUlr prmcIpIos que el cine afirmó en el de­venir. de su exi~t~ncia y que adquiere una trascendencia inusitada por laveracIdad dramatlca de que se halla impregnado.

Los años futuros dirán si esta experiencia de hoy señala un caminodel porvenir que provocaría una revisión profunda en las directivas queel cine, en cuanto arte, debe afirmar y cumplir.

Julio C. PONCE DE LEON.Carlos RAUSCHERTCHIARINO.

FICHA TECNICA DE "EL DIARIO DE UN CURA¡ DE CAMPAÑA""Le Journal D'Un Curé De Campagne" - Francia - 1950

Producción: Union Generale Cinematographique.Dirección general: León Carré.Director de producción: R. Sussfeld.Dirección cinematográfica: Robert Bresson.Adaptación., Guión. y Diálogos: Robert Bresson, según la novela homóni-

ma de George Bernanos.Ayudante del director: Guy Lefranc.Director de Fotografía: L. H. Burel.MUsica: J. J. Grunenwald.Sonido: Jean Rieul.Reparto: el cura - Claude Laydu.

el conde - Jean Riveyre.Chantal - Nicole Ladmiral.Louise - Nicole Maurey.Condesa - Arkell.Cura de Torcy - Guibert.Seraphita • Martine Lemaire.

CINE

~IDOMANI E TROPPO T ARD!"

Es necesario que esta página consigne, en apretado análisis, la .películaque consiguió el lauro máximo en. el Prime~ Fe~t~v~l Inte~nacIOnal.dePunta del Este no sólo por esa CIrcunstanCIa eplSodlca, aCCIdental, smotambién porqu~ enfoca un problema nuevo para el c~e. en términ<?s v';l­lientes y claros y se constituye, entre nosotros, en un exlto extraordmarIOde público verdaderamente resonante.

El real mérito del film está en su tema que sin alardes estilísticos, nicrudeza demasiado notoria, provoca en sus reales términos el problemaque representa la educación sexual de la adolescencia <;J.ue, si :m.a~ no. re­cordamos, es la primera vez que el cine aborda con amplltud no dislIDuladay muchas veces pretendida.

Una bandada de chicos de ambos sexos que abandonan diariamente lasaulas escolares se topa inexorablemente con la provocativa concepción quedel sexo ha cr~ado la vida moderna, evidenciada en el anuncio de un film,en la revista de literatura amorOEa o en la más anodina propaganda comer­cial Ellos serán los actores de la historia: los seguiremos en sus paseos, ensus ~onversacionesfamiliares y en sus vacaciones veraniegas. En todas estascircunstancias aflora insistentemente la natural curiosidad por los proble­mas del sexo, el ridículo entorpecimiento de los padres y educadores paraexplicar cosas que nunca les fueron suficientemente aclaradas, los conflIctosque ese desacuerdo provoca en los adolescentes y alguna probable tragediacomo la que se apunta en el film.

Los mejores momentos de la película, los de mayor frescura y calidadcinematográficas, así como los que tienen una corriente de vida auténtica,son los que presentan las secuencias iniciales: la salida de la escue,la, elrudimento de filmación, el comienzo de romance entre Franco y MIrella,la conversación de sobremesa y los cuadros familiares en general, soncuadros difíciles de olvidar. Allí es donde libro y dirección logran el mejormodo de expresión que lamentablemente ~eca.erá en forma pr~nunciada einexplicable una vez que las huestes estudiantlles llegan al castlllo a pasarsus vacaciones.

No es la primera vez que comprobamos la construcción despareja deun film que plantea vivazmente el conflicto que se narra para ,decaer ~l

puro melodramatismo en su desenlace. En el cme esto se hace mas notarlaque en otras artes porque, fundamentalmente, lo que hay en juego es unacuestión de ritmo el cual debe siempre crecer y no decaer por falta deexpresión o por c~ndenables concesiones a los gustos del público hermana­dos a la finalidad comercial.

El guión esquematiza má~ de lo razonable la c.omposlcIOn, ~e algúnpersonaje de primer plano. ASi a la maestra proverbIal y dogmatlca se .lehan cargado las tintas, en tanto que la educadora joven y hasta revolucIO­naria resulta demasiado esquelética en su pintura. Seguramente: el perso­naje mejor delineado, es el humano profesor a cargo de De Slca, por el

TRIDUNA CATOLICA

pequeños matices que revelan una sugestiva per-

Pero el análisis del film no arroja sólo objeciones o defectos; se debenconsignar destacables virtudes de realización junto a la ya comentada loza­nía que el tema ofrece en las primeras secuencias. Su ambiente está perfec­tamente logrado dentro de la tendencia neo-realista italiana; la interpre­tación se convierte en una de las más frescas que haya brindado el cineactual, especialmente en lo que se refiere a Anna María Pierangelli; ladirección de Leonide Moguy destaca sobriedad expresiva y preocupaciónconstante por crear un claro lenguaje cinematográfico; lafotógrafía acer­tada en la composición de los planos y en muchos momentos portadora deuna fina plasticidad y la música de Cicognini completando las sugerentesimágenes de Cravere y Del Frate.

La amalgama de estos elementos crean una obra aceptable que salede lo común, que es digna de elogio por la fuerza y actualidad de su temay que resulta imprescindible para el que quiere y siente el cine verdadero.Pero al mismo tiempo hace obligatoria una pregunta: ¿Es un film para elGran Premio de un Festival?

Respetando fallos y opiniones ajenas, respondemos: no. Un Gran Pre­mio debe recaer en un film que armonice la gran unidad de su guión conla depurada técnica de su realización. "Mañana es Demasiado Tarde" llenasolamente el segundo requisito sin llegar a concretar satisfactoriamente elprimero.

J. C. P. de L. - C. R .Ch.

BIBLIOGRAFICASA J?B.OPOSITO DE UN LIBB.O SO.:BB.E LA :FJ:LOSOJ?IAEN EL UBUCiUAY

Como homenaje "80 la Universidad de Montevideo (sic) en su Centenario" y enia Colección "Tierra firme", que edita ei Fondo de Cultura Económica. con sede en1\féjico y en Buenos Aires, el Profesor Dr. Arturo Ardao, ha publicado un nutridovolumen titulado E.spil'ituallsmo y Positivismo en el Urugua.y. Continúa en él unpanorama dei proceso filosófico uruguayo que el mismo autor iniciara en su libroanterior Filosofía. Pl'euniversitaria en el Uruguay, publicada por "La Bolsa de losLibros" el año 1945.

Se trata de una obra expositiva, imparcialmente expositiva, pues las ideas delautor, bien definidas por eíerto, no le impiden reproducir con exactitud, y sin desfi­g'urarlas, las opiniones de los autores que militan en campos distintos del suyo.

Para la exposición doctrinaria el Dr. Ardao como ya lo hizo en su obra anteriorh,;.ce "hablar directamente, por la reproducción de fragmentos, a la época estudiada"y con ese método nos ofrece un florilegio del espirite¡ filosófico nacional desde lainauguración de la Universidad hasta las producciones de los Dres. Massera, DellePiane y Grompone q,ue considera "documentos caracteristicos de la época actual".

Paralelamente al estudio de las distintas épocas de la vida filosófica en la Re­pública, el autor considera la actividad del positivismo en América y la faz reputa,mperación del mismo en los últimos tiempos.

La imparcialidad nunca desmentida del expositor nos permite admirar el magis­terio de Plácido Ellauri, la reacción encabezada por Julio Herrera y Obes y no pocosaspectos de la contienda entre positivistas y espiritualistas en nuestro medio culto.No nos enauentran en igual estado de ánimo sus preferencias por determinados per­:;onajes de nuestra historia y el triunfo del positivismo en la Universidad con aquelrectorado constructivo del Dr. Alfredo Vázquez Acevedo y el capítulo de El Miradol'de Próspero, "olvidado ensayo" de Rodó que el Dr. Ardao cree "debe consíderarsecomo el acto formal de su balance y liquidación en la historia de nuestras ideas".

Confesamos, con toda sinceridad, que carecemos del necesario caudal de conoci­mientos filosóficos, y aún históricos, para apreciar en conjunto, y aÚn en la mayo­ría de los detalles, la precisa e interesante revista de hombres, ideas y obras Clueenciern1. el libro que nos ocupa, pBro, desde cierto punto de vista, CreenlQS estar ca­pacitados para señalar ;'Jn relevante mérito de la obra, en éstas, por demás hospi­talarias páginas de. 'rRIBUNA CATOLICA.

Nos referimos a las apreciaciones vertidas por el autor respecto a los personajesy a las actividades católicas en el Urugua~·. Ya en su Filosofía. Pre-universitaria.,tanto Fray 2\fariano Chambo, como' Larrañaga y José Benito Lanlas, primero y terce­ro respectivaInente Vicarios _o.\..post6licos del Estado, son juzgados en forma respetuo­sa y con el aditamento de los elogios a que se hicieron acreedores por sus serviciosa la Patria. En la nueva obra, en forma. casí incidental, repite su elevado conceptode aquellos esclarecidos varones, agTegan<:10 que Larrañaga fué honlbre "de cienciade l'(:al valían y que LaInas, en la escolástica, había sido "el profe;;::or representativopor excdencia de la escuela".

En Espiritualismo y Positivis1110 e~ el Ul'U'g"uay, la figura. y la obril; de Monse.ñO¡:Mariano Soler son juzgadas con una mdependenCla de cnteno ~- amplitud de nllrasdL::nHls de destacarse. l/Por desconocimiento o por prejuicio, dice, no se acostulnbraasT~'nar al Sacerdote l\Iariano Soler el puesto distinguido qUé. le corresponde .en, l.ahisforia de nuestra cultura. En una época en que, como en nInguna otra, la lntelt­"·cncia UrU",Clava descendió a la realidad históric¡L inmediata para fecundarla polémi­~anlente, c~n sus ideas y con sus pasiones, él representó conlO nadie al sector teoló­("rico tradicional. Racionalisnlo Y positivismo, cada uno en su hora y con sus armas,desafiaron a IR i~lesia a una lucha de ideas. Soler aceptó el reto. Y juste- es reco­nocer que no obsE'lnte tener por enenligo el espíritu avasallante del siglo, sostuvo lalucha con derroche de taiento Y de ilustración, favorecido por una versaci6n cient!­fica que la mayoría de 8:18 adversarios no tenían. Contribuyó poderosamente a en­sanchar 131 v01tllnen intelectual e histúrico de esa l11C'ha al esforzarse por armonizarla fe anti"ua con la ciencia nueva de la que fué entusiasta apologista cuando, porparadoja, ~n el propio campo del racionalismo se alimentaban prejuicios contra ella".

Después de una bre\'e ~. discreta información biográfica del esclarecido Arzobís­po ag;re~a el autor: "C'opio.:-:ísinla es la bibliografía de Soler. aba~cando 10s más di­ve~sos t~n1as teológicos, filosóficos, sociológicos, históricos y científicos, reveladoresde la vastedad \' solidez de SU cultura clásica y moderna. Dominan en ella los tra­bajos de filo:;oÚa religiosa, entre los cuales hay que mencionar el extenso tratadopublicado en 1890 con el título de "Teosofía". En el orden de la filosofía general

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