Nos Vemos En Palenque

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san basilio de palenque nos vemos en Boletín #1 · Diciembre / 2013 palenque

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1era edición Boletín San Basilio de Palenque - Como si se tratara de tomar una carretera, la Fundación Semana llegó a Palenque por la vía de El Salado.

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san basilio de palenque

nos vemos en

Boletín #1 · Diciembre / 2013

palenque

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Junta Directiva Fundación Semana

Felipe LópezMaría López

Alejandro SantosElena Mesa

Roberto Pizarro Paulo Laserna

Rosario CórdobaMario PachecoPaola Ochoa

Soraya MontoyaJudith Pinedo

Equipo Fundación Semana Bogotá

Claudia García – Directora ejecutivaAlejandro Bernal - Gerente administrativo y financieroIndira Mercado – Asistente administrativa y financieraMaría Alejandra Cabal – Gerente de ProyectosMaría Luisa Montalvo – Área de ProyectosMargarita Rosa Agudelo – Asistente Fundación SemanaJuliana Villarreal – Relaciones Interinstitucionales Rosario Arias – Coordinadora de Comunicaciones e InvestigaciónJuan Alfonso Aguilera – Diseñador Área de ComunicacionesIliana Gutiérrez – Área de ComunicacionesMariana Linares – Área de ComunicacionesDaniel Montoya – Asistente de InvestigaciónJuan Pablo García – PracticanteMaribel Román – Apoyo oficina

Equipo Fundación Semana San Basilio de Palenque

Humberto Vanegas - Director técnico Miguel Salgado - Coordinador Proyecto PalenqueLuz Stella Angulo - Área de Desarrollo Económico Inés Maldonado - Área de Desarrollo Social Sergio Postarini - Área de CulturaEduin Valdés - Área de EtnoeducaciónKellys Olivera - Área de ComunicacionesRoberto Arnedo - Área de Desarrollo Económico RuralLuis Torres - Área RetornoYenny Andrea Padilla - Apoyo oficina

Fundación Semana

Calle 93A n.º 14-17, oficina 508, BogotáTeléfono 6468400. Extensión 1720

Coordinación Editorial

Marta Ruiz

Textos

Marta RuizClaudia GarcíaIliana GutiérrezSergio PostariniMariana LinaresKellys Olivera Miguel SalgadoEduin ValdésRoberto Pizarro

Fotos

Colectivo de Comunicaciones Kucha SutoMaría MorrisArchivo SemanaSergio PostariniKellys OliveraIliana Gutiérrez Juan Alfonso AguileraMarcela MuñozSantiago PradillaAndrés GaleanoHarold Bañol

Diseño Juan Alfonso Aguilera

Corrección Liliana Tafur

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un camino que apenas comienzaNo ahorraremos tiempo ni esfuerzos. Seguiremos poniendo lo mejor de

cada uno de nosotros, para que Palenque sea un ejemplo de etnodesarrollo, integración y reconciliación.

Como si se tratara de tomar una carretera, la Fun-dación Semana llegó a San Basilio de Palenque por la vía de El Salado: desde hace 15 meses, Juan Carlos Gossaín, actual gobernador de

Bolívar, nos invitó a reproducir el modelo que pusimos en marcha hace ya cuatro años en aquella población de los Montes de María, con la idea de contar con un socio para su plan Palenque 2015.

Desde hace un año, por eso, se formalizó una alianza entre la Gobernación de Bolívar y las fundaciones Carvajal, Saldarriaga Concha y Semana, que busca sacar adelante un completo plan de etnodesrrollo de la mano de

las comunidades. En septiembre de

2009, la Fundación Semana arribó al corregimiento de El Salado, El Carmen de Bolívar, con el fin de mon-tar un laboratorio de paz: la idea era articular los esfuer-zos del sector público, la empresa privada y las orga-nizaciones sociales para que esta población, emblemá-tica en el pasado por haber padecido una de las más crueles masacres de la his-toria colombiana, encon-trara una ruta para superar los efectos de la violencia y el abandono. Cuatro años después, más de 100 enti-dades, públicas y privadas, trabajan hombro a hombro con la comunidad de El Salado en un plan de desa-rrollo trazado por los pro-pios pobladores, con resul-

tados evidentes y satisfactorios.Pero de poco sirve ese esfuerzo si no conseguimos

que ese caso de éxito se pueda replicar. Por eso, la invitación hecha por la Gobernación de Bolívar resultaba positivamente desafiante: era la manera de ponernos a prueba, de perfeccio-nar un modelo capaz de repetirse en otras comunidades, con las adecuaciones previas que cada contexto exige.

En los dos proyectos hay evidentes diferencias, no solo por el estilo de cada comunidad, sino por la misma ini-ciativa. El Salado nació del ímpetu de la empresa privada y Palenque, del de una entidad pública. Pero en ambos casos las metodologías son similares, los propósitos parecidos,

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para que el esfuerzo de empresarios, gobernantes y fundaciones transcu-rra de manera coordinada y gire en torno a una hoja de ruta construida de la mano de la comunidad.

Palenque es un lugar des-lumbrante. Pocos pueblos contienen tanta historia, tanto ímpetu y tanto talento como este, el primer pueblo libre de América. La música y el baile parecen una necesidad, al igual que el orgullo por lo que son, por la historia que cargan. Cuando uno habla con su gente se da cuenta de que, efectiva-mente, Palenque es patrimonio inma-terial de la humanidad.

Y, sin embargo, semejante riqueza inmaterial contrasta con las evidentes carencias materiales; con la pobreza que parece invadir sus múltiples rincones, pese a que en los últimos años más de 60 entida-des han intervenido en proyectos de toda índole.

Cumplimos un año de trabajo y ya se comienzan a ver los primeros resultados. El plan propuesto por el gobernador de Bolívar se está ejecutando cumplida y orde-nadamente, y la población gozará dentro de poco de las grandes obras de infraestructura que son fundamentales para su desarrollo general.

El acueducto, el alcantarillado y las viviendas que se han construido hasta ahora son pruebas de que, con voluntad y compromiso político, las sombras de los contra-tistas de dudosa reputación se pueden despejar y tanto las fundaciones sociales como las entidades privadas pueden ofrecer sus aportes sin temor a que caigan en tierra estéril: no en vano, Palenque acaba de ser escogido como uno de los tres pilotos del BID-Fomin en los Montes de María para construir modelos de economía local que permitan pasar de la economía de subsistencia a la economía de mer-cado. Siempre con el concurso activo de la población: sin imposiciones ni mandamientos, sino a través del diálogo y la concertación.

La apuesta es la recuperación de la economía cam-pesina en todos los Montes de María: impulsar a los sec-tores productivos de la zona y fortalecerlos en términos tecnológicos, de innovación y de mercados, para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de San Basilio de Palenque, de El Salado y sus veredas, y de Macayepo y la

región de la alta montaña montemariana. Como siempre, nuestra metodología será nuestro

sello: no trabajaremos por la comunidad, como si fuéramos sus redentores, bajo un despliegue de logos y chalecos, sino con ella, de su mano, a su lado; porque tenemos la cer-teza de que el único desarrollo posible es el que proviene de adentro de las comunidades. Del mismo modo, no pre-tendemos sustituir al Estado, sino fortalecerlo, y creemos profundamente en la idea de construir sobre lo construido, como lo estamos haciendo con el Plan de Salvaguarda rea-lizado por el Ministerio de Cultura para Palenque. Entre todos trazaremos una hoja de ruta que nos permita, antes que empujar proyectos, establecer procesos, ideas que se nutran unas a otras y tomen la fuerza de una inercia pro-pia. Porque para los proyectos y las obras solo se requiere financiación y algo de talento; pero para los procesos es necesario realizar un trabajo persistente, comprometido, en el que funcionarios, empresarios y gobernantes lleven sus esfuerzos de manera articulada.

No ahorraremos tiempo ni esfuerzos. Seguiremos poniendo lo mejor de cada uno de nosotros. Sabemos que Palenque no solo es uno de los pueblos ancestrales más maravillosos que tiene el continente, sino que, con la ayuda de todos, será un ejemplo de integración y de reconcilia-ción; un pedazo tangible de la paz que nos espera.

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crónica de un pueblo libre

El Palenque de San Basilio fue el primer territorio en el que los esclavizados cimarrones obtuvieron la libertad hace cuatro siglos

Durante la época colonial hubo en Colombia numerosas rebeliones de esclavizados, que huían y creaban pueblos libres denominados “palenques”.

Benkos Biohó, exmonarca de una etnia del oeste africano, fue llevado a Cartagena para trabajar en la cons-

trucción de la ciudad colonial, a mediados del siglo XVI. Más de 600.000 africanos entre bantús, yorubas, mandingues y ashanti transitaron por este puerto negrero durante tres siglos de comercio triangular.

A la cabeza de un centenar de cimarrones, hacia 1599, Benkos huye y funda el Palenque de San Basilio, ubicado en

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la falda de los Montes de María a 70 kilómetros de Cartagena, en una zona de manglares, con una selva grande y tupida, que le permitió crear un sistema de defensa por kuagros, o escua-dras, que actuaban con gran belicosidad. En 1605, la Corona se vio obligada a negociar con los cima-rrones de esta región, permitiéndoles la libre circulación por el puerto a cambio de que actuaran pacíficamente y no recibieran a otros esclavos fugados. Las crónicas de la época describen a Biohó como un gran guerrero, altivo, cuya popu-laridad crecía tanto como la preocupación de los españoles de Cartagena. Hasta que en 1621, un gobernador, bajo cual-

quier pretexto, lo puso preso y luego ordenó que lo ahorcaran. Sin embargo, los palenques eran imparables y otros cuatro que existían en Montes de María siguieron dando la batalla por la libertad, hasta que en 1713 lograron el reconocimiento de la Corona como un terri-torio propio, autónomo, de hombres y muje-res libres.

Es entonces cuando toda una comu-nidad de palenqueros se asienta entre el Canal del Dique y los Montes de María, en tierras que posteriormente serían entregadas por los españoles como un título colectivo. Paradó-jicamente, esos recién adquiridos derechos los aisló del resto de las luchas que se daban en la Nueva Granada por la independencia, y eso les permitió conservar buena parte de su herencia africana. Fue así como crearon y desarrollaron una lengua criolla de origen bantú, un pensamiento propio, con una con-cepción de tiempo y espacio diferente a la de otras comunidades.

En el último siglo, sin embargo, se produjeron varios hitos en la historia de Palenque que transformarían su vida de manera significativa. Por un lado, la llegada de la agroindustria del azúcar y del capitalismo, lo que trajo, por ejemplo, la privatización de la tierra. Por otro, la crisis económica y social en la segunda mitad del siglo pasado empujó una fuerte migración de sus gentes a buscar opor-tunidades en otras regiones y en Venezuela, empezando por las mujeres que salieron con sus poncheras a vender frutas y dulces, mien-tras los hombres buscaban trabajos asalaria-dos. Esto produjo un relativo deterioro de sus

costumbres, dado que, por ejemplo, la lengua era rechazada e incomprendida en los lugares a los que llegaban. Sin embargo, en las últimas tres décadas ha habido una revalorización de la cultura y hay grandes esfuerzos por la conservación y el desarrollo de esta. El 25 de noviembre de 2005, la Unesco declaró a San Basilio como Patrimonio Cultural Inmaterial de

la Humanidad. Junto a esta declaratoria, el volver a tener un título colectivo de tierra, en el marco de la Ley 70 de 1993, y la constitución del respectivo Consejo Comunitario para su gobernanza son quizá los dos hechos más importantes de la vida contemporánea de Palenque.

cuidar el patrimonio, un asunto de todos

En 2005, San Basilio de Palenque fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, después de una larga espera de la comunidad, que se unió para que esto fuera una petición y un hecho. El cúmulo de significa-dos sociales y culturales que conforman a Palenque fue razón suficiente para que este título fuera otorgado.

Los palenqueros se identifican por sus prácticas sociales, médicas y religiosas, así como por sus tradiciones musicales y orales, muchas de las cuales tienen raíces africa-nas. Los complejos rituales fúnebres y las prácticas médicas son testimonios de los distintos sistemas espirituales y cul-turales que enmarcan la vida y la muerte de los palanqueros. Otro elemento esencial del espacio cultural de Palenque es su lengua, la única lengua criolla de las Américas que combina una base léxica española con las características gramaticales de lenguas bantúes. Esta lengua constituye un factor primor-dial que refuerza la cohesión social entre los miembros de la comunidad.

La Unesco tuvo en cuenta estos factores, pero tam-bién las amenazas que significan, por un lado, los cambios económicos que afectan los modos de producción locales, y, por otro, el conflicto armado entre paramilitares y guerrilleros, que ha tenido consecuencias en el territorio de San Basilio.

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un tesoro cultural en medio de la pobreza material

Con el Plan Palenque 2015 se busca superar la extrema pobreza de este corregimiento. Pero se requieren muchos más esfuerzos.

A una hora de Cartagena, en la ruta que conduce hacia Sincelejo, está San Basilio de Palenque, corregimiento del municipio de Mahates, cono-cido como el primer pueblo libre de América.

A principios del siglo XVII, Benkos Biohó se resguardó en este lugar con otros cimarrones, y aunque Biohó fue ejecu-tado en 1621, Palenque mantuvo su condición de territorio autónomo, donde manifestaciones culturales de diferentes regiones africanas se convirtieron en la principal forma de resistencia y supervivencia de sus habitantes.

Cuando usted entra a San Basilio, ingresa a una comunidad donde la música se cuela por todos los rincones

y el baile está en la cotidianidad. Los colores vivos hacen parte de la arquitectura y del decorado de las casas y calles, y la conversación, los cuentos y la narración pululan entre los grupos de palenqueros que se reúnen a departir, bien sea por razones de trabajo, como las mujeres que venden pescado o dulces, o por la desocupación, que tristemente es muy fuerte entre su población.

En los últimos años, Palenque ha sido vista desde fuera como un lugar exótico, donde todo el mundo tiene talento para cantar, para bailar y para los tambores, de muje-res que venden frutas en grandes poncheras que llevan en la cabeza, o se le recuerda por la notoriedad de algunos de sus

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más reconocidos hijos, como el excampeón de boxeo Anto-nio Cervantes Kid Pambelé, que fue la gloria de los pugilistas colombianos en los años setenta; o por el siempre recordado Batata, percusionista sin igual.

Sin embargo, la gran riqueza cultural de este Palenque, que también se expresa en lo lingüístico, en las costumbres e instituciones que tiene, contrasta con la pobreza extrema que se vive allí. Puede decirse que este lugar ha estado aban-donado históricamente por la mano de los gobiernos tanto o más que el resto de la región. Estas carencias de infraestruc-tura contrastan con el potencial creativo, histórico y cultural que se percibe hasta en el aire de Palenque.

Por ser un pueblo con tanta riqueza cultural, por ser un símbolo de la libertad, es que el gobernador de Bolívar, Juan Carlos Gossaín, se propuso un plan de inversiones lla-mado Palenque 2015, con una contribución inicial de 10.000 millones de pesos, que hasta ahora se han convertido en casi 15.000. El objetivo final de este plan es adecuar la infraes-

tructura del pueblo para garantizar el desarrollo de acti-vidades productivas que mejoren la calidad de vida de los palenqueros, en especial el etnoturismo. Gossaín quería que este proyecto contara no solo con la transparencia necesaria para su ejecución, sino que su aporte se potenciara invitando a participar a otras entidades públicas y privadas reprodu-ciendo el esquema que la Fundación Semana y sus aliados vienen desarrollando en El Salado, corregimiento de El Car-men de Bolívar.

Fue así como la Fundación Semana, con la operación directa de la Fundación Carvajal y el apoyo de la Fundación Saldarriaga Concha, está ejecutando el plan, atrayendo a enti-dades públicas y privadas para que articulen en un proyecto integral. Esta agresiva intervención social debe significar una transformación en la calidad de vida de sus gentes, a la vez que debe dejar sentadas las bases para una superación de la gravísima pobreza material en la que vive Palenque, a pesar de ser un potosí inmaterial.

El etnodesarrollo es la construcción de un proyecto de vida colectivo que potencializa los propios valores y aspiraciones de la comunidad étnica. Se trata de la defensa de la cultura y las manifestaciones ancestrales al tiempo que se incorporan cambios sociales, económicos, culturales y políticos, sin afectar su esencia. Por eso hoy puede decirse que San Basilio de Palenque es esce-nario de una experiencia de etnodesarrollo posiblemente sin pre-cedentes, pues combina la inversión en proyectos estratégicos, la voluntad de la comunidad, el compromiso institucional y el apoyo de entidades privadas.

Esta no es cualquier comunidad étnica. San Basilio tiene un gran legado histórico y cultural, cuenta con la titulación colec-tiva de su territorio, y una alta tradición y vocación agrícola. No

obstante, carece de oportunidades para incorporarse a las economías de mercado y padece de una grave violen-cia social. De allí que, más allá de la lengua, la tradición y los saberes ancestrales, Palenque está llamado a pensar en cómo construir su convivencia.

Un primer reto es apuntalar el etnodesarrollo como una garantía sustantiva de respeto de la autonomía, entendida esta como la capacidad de la comunidad de tomar sus propias decisiones. Actualmente la autonomía afronta varios obstáculos: fragmentación del tejido social, poca articulación de las organizaciones internas y débil relación con el Estado y la empresa privada.

Un segundo reto es afianzar al Consejo Comu-nitario como autoridad étnica-territorial, en su capacidad para aprender a leer, canalizar y comunicar las demandas de los habitantes. Como también para facilitar que tengan

la receptividad y respuesta por parte de las entidades públicas y privadas. El Consejo Comunitario es el espacio de poder de la gente palenquera, que debe caracterizarse por la eficiencia, la transparencia, la legitimidad, el consenso, la rendición de cuentas, la participación de la sociedad civil y la exigibilidad de derechos.

Un tercer reto es reforzar el papel clave que tiene la institucionalidad en la dinámica de etnodesarrollo de Palenque. Empezando con que sus acciones deben contemplar el carácter diferencial de actuar en una comunidad de afrodescendientes. La capacidad de respuesta institucional debe partir de una socializa-ción previa para la puesta en marcha de proyectos. Es también función del Consejo Comunitario velar por una acción sin daño de esas instituciones.

los desafíos de palenque 2015

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radiografía socialLa Fundación Carvajal realizó en 2012 una encuesta censal en 665 hogares de

Palenque para determinar la situación social que sirve de punto de partida para el Plan Palenque 2015. Estos son algunos de sus resultados:

1. Tomando como base los ingresos, el 75 % de las 2.400 personas que viven en Palenque están por debajo de la línea de pobreza, es decir que sus ingresos son inferiores a 200.000 pesos al mes, y 35 % viven en condiciones de miseria. El 41 % de los hogares tienen las necesidades básicas insatisfechas.

3. El 60 % pertenece a organizaciones comunitarias y la mayoría se identifica y están felices de ser palenqueros.

4. El 50 % de los palenqueros son jóvenes, pero así mismo hay mucha desocupación entre esta población. El nivel educativo pro-medio es la primaria. Los jóvenes suelen ser cabeza de hogar desde muy temprano, y muchos de ellos no tienen un oficio claro.

5. El 90 % de la población está en el Sisbén, pero el centro médico y su infraestructura son muy deficientes.

2. La mayoría de los palenqueros hace solo dos comidas al día.

6. El agua llega a 86 % de los hogares, tres veces por semana, por espacio de seis horas. Y hasta este año no había alcantarillado.

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de san basilio

7. Una familia en Palenque suele tener más de cuatro miem-bros. Las familias numerosas viven casi siempre bajo un mismo techo. Hay hacinamiento y un notable déficit de viviendas. Aun-que todas reciben luz eléctrica, apenas el 27 % tiene contador.

9. La educación es un grave problema en Palenque. El analfa-betismo es del 31 % y el rezago escolar, del 40 %.

11. El 75 % de la gente de Palenque dice vivir del rebusque o de actividades independientes. El 36 % tiene negocios propios y el 30 % se dedica a actividades del campo.

8. Los adultos mayores y los discapacitados, que son el 20 % de la población, no reciben ninguna atención.

10. Solo el 50 % de los niños en la primera infancia asisten a lugares de cuidado.

12. Muchas palenqueras viajan por días, semanas o meses a vender dulces por todo el país, y por ello es usual que las abuelas cuiden a los niños.

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“estamos haciendo acupuntura social”

El gobernador de Bolívar explica en qué consiste el Plan Palenque 2015, el enfoque que hay tras él y por qué una intervención integral sí puede generar un cambio social.

El gobernador de Bolívar, Juan Carlos Gossaín, se propuso darle un salto de calidad a San Basilio con el programa Palenque 2015, que fue una de sus promesas de campaña. Su idea es hacer una

gran inversión en infraestructura y desarrollo social, con el fin de que a mediano plazo los habitantes de esta región pue-dan desarrollar una economía propia basada tanto en la agri-cultura como en el etnoturismo. Esta es su visión sobre lo que debe ser el desarrollo de este corregimiento de Mahates, donde hoy las fundaciones Semana, Carvajal y Saldarriaga Concha ejecutan este programa gubernamental que le dará un salto cualitativo.

¿CÓMO NACIÓ PALENQUE 2015?Mi visión ha sido focalizar las acciones de gobierno, porque

creo que los recursos no son para repartir la pobreza. Es lo que se llama acupuntura social. Y que fuera en San Basilio de Palenque se debió sobre todo a Ana Elvira, mi esposa, que como gestora del desarrollo ha puesto sus ojos en San Basi-lio. Allí la pobreza es igual a la del resto de corregimientos del departamento, pero ellos la vuelven canción. No se han dejado vencer y han enfrentado muchos avatares durante 300 años, sin perder la identidad cultural.

¿POR QUÉ PENSÓ EN LA ALIANZA QUE LIDERA LA FUNDACIÓN SEMANA PARA EJECUTAR EL PLAN?Conocimos el modelo serio y responsable que se ha im-plementado en El Salado. A partir de ahí moldeamos las ideas que teníamos ambas partes; nosotros, aportando los recursos para la infraestructura básica, y ellos, haciendo la

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conceptualización y la propuesta social. La ar-ticulación de lo público y las entidades privadas ha sido la chispa que ha hecho posible este proyecto.

EN POCAS PALABRAS, ¿QUÉ ES PALEN-QUE 2015? Es el primer modelo de etnodesarrollo de América Latina, un desarrollo integral en to-dos los sectores básicos de una comunidad. Después de diciembre de 2015, la comunidad tendrá una base física y social para seguir avan-zando. Porque esta es una intervención institu-cional sin asistencialismo, que se hace con espí-ritu solidario para potenciar las oportunidades y fortalecer a los palenqueros.

¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO EN MATERIA DE INFRAESTRUCTURA? Acueducto, alcantarillado, se está mejorando la vía, se está recuperando el coliseo de boxeo, se está construyendo un nuevo polideportivo y restaurando la plaza principal Benkos Biohó, se ha masificado el gas, se pondrá a funcionar el parador turístico y se está resolviendo al 100 % el déficit de vivienda. Hablamos de 120 casas nue-vas y 50 mejoramientos en baterías sanitarias y de cocina.

EN PALENQUE HAY UNA SERIA DIVISIÓN POLÍTICA ALREDEDOR DEL CONSEJO COMUNITARIO ¿CÓMO AFECTA ESTA SITUACIÓN AL PLAN? Eso ocurre en todas las comunidades. Nosotros no estamos incursos en ningún debate político. Las obras no han sido definidas para beneficiar a un grupo o a otro, sino que son obras para Palenque. Garantía de ello es la reputación de las entidades que están ejecutando el Plan, aunque los recursos de este vengan de la Gobernación.

¿CÓMO SE GARANTIZA ESA TRANSPARENCIA?No trabajamos con ningún grupo en particular, sino que todo se socializa con la comunidad en pleno. Las familias palenqueras tuvieron que ver hasta con el diseño de las casas antes de que estas se empezaran a construir. Las obras que se están haciendo fueron priorizadas por ellos mismos en mesas de trabajo con representantes de todas sus organizaciones de base. Hubo reuniones hasta con 250 personas. Luego se volvieron a validar las obras elegidas. Todo el proceso duró cerca de ocho meses.

¿QUÉ HACE DIFERENTE A PALENQUE 2015?Que es un plan de desarrollo y no un plan de ejecución de obras. Cuando llegamos, encontramos que más de 50 orga-

nismos de cooperación estaban haciendo proyectos en Palen-que, pero nada apuntaba a lo fundamental, a lo prioritario.

¿CUÁNTO CUESTA ESTE PLAN?Al principio, la idea era invertir 10.000 millones, pero vamos en 14.800 y habrá más, porque van surgiendo nuevos temas en el camino, como la extensión del gas con acometidas, que costó 800 millones. También decidimos poner el dinero para la vía, que son 3.000 millones. Y ahora resulta que la vía a la vereda La Bonga vale 2.000 y como el Gobierno Nacional pone 1.000, vamos a poner el resto, porque a mí no me gus-tan las obras por la mitad. Adicionalmente, hay obras que son regionales y que también llegan a Palenque, como los progra-mas de nutrición infantil. ¿CÓMO HA RECIBIDO LA CLASE POLÍTICA DEL DEPAR-TAMENTO ESTE MODELO DE GESTIÓN? La clase política está afectada porque antes se atribuía las obras y disponía de ellas con contratistas amigos. La deci-sión que tomamos con Palenque, y también en El Salado y en Macayepo a partir del año entrante, es de alto riesgo polí-tico, especialmente porque las otras comunidades dicen ¿cuál es el enamoramiento con El Salado o Palenque? Sabemos que estamos frente a un reto y es que se entienda esa deci-sión política. Los buenos líderes deben entender que cuando salgamos de estos corregimientos, llegaremos a otros con el mismo esquema, y que lo que estamos haciendo les da un parámetro para exigir a los próximos gobiernos. Ya nadie les podrá llegar con unos metricos de carretera, sino con accio-nes integrales. Eso justamente es la acupuntura social.

Ana Elvira Gómez, esposa del gobernador de Bolívar; se ha comprometido a fondo con Palenque 2015

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Lo primero que se busca con los proyectos de los que se hablará a continuación es superar la pobreza extrema de San Basilio de Palenque. Brindar oportunidades para que la gente tenga

una vida digna, y pueda construirse una base de desarrollo humano basado en el reconocimiento de su realidad étnica y cultural. Entonces lo primero son unas condiciones dig-nas de vida y, lo segundo, preparar a Palenque para que sea conocido por el resto del país y del mundo.

Mucha gente viene a Palenque. Mucha gente quiere conocer ese patrimonio cultural de la humanidad que habita en cada persona que porta la tradición de este pue-blo de profundas raíces africanas. Sin embargo, el turismo así como es una oportunidad económica también implica un riesgo si no se hace bajo un enfoque adecuado. Por eso, gran parte de lo que se está haciendo en Palenque apunta a preparar a la comunidad, en lo físico y en lo social, para que pueda enfrentar el gran reto de preservar a San Basilio para el mundo. Y pueda darlo a conocer con la profundidad que se merece, sin que haya detrimento de su entorno.

palenque merece lo mejor

Lo importante de esta tarea es sentar las bases de una infraestructura inicial. Es un plan concertado con la comunidad, en el que ella misma señala las prioridades, proceso que ha liderado la Fundación Carvajal. La creación de oportunidades económicas basadas justamente en sus ricas tradiciones, impulsada por la Fundación Saldarriaga Concha. Y, finalmente, la educación, la organización social y la cultura como gran capital para el desarrollo, en una acción integral y participativa, liderada por la Fundación Semana.

la plaza benkos biohóEl corazón de Palenque es su plaza. Alrededor de ella trans-curre gran parte de la vida de la gente. Se canta, se baila, se juega, se conversa y están los sitios de entretenimiento y todo el comercio. Sin embargo, tenía un gran deterioro en su mobiliario. Prácticamente no había dónde sentarse y las múltiples actividades que transcurren allí solían inter-ferir unas con otras. Es así como un componente muy importante del Plan Palenque 2015 es la remodelación de

No se trata de hacer obras. En San Basilio se trata de construir la base material para que la cultura se convierta realmente en el eje del desarrollo.

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la plaza, gracias a diseños donados por el arquitecto Alberto Samudio. La plaza será adecuada como lugar para caminar, con espacios arborizados, de buena sombra, para el disfrute de propios y visitantes. También un buen lugar para los niños, que no tienen muchos espacios de recreo en Palenque. Además será más visible el monumento a Benkos Biohó, símbolo del espíritu libertario de los ancestros. Se espera que las obras estén terminadas en enero de 2014. También se adecuaron las instalaciones deportivas del coliseo con toda su dotación. Especial impacto ha tenido el gimnasio para boxeo, el deporte más popular entre los palenqueros.

viviendas nuevas Dado el alto índice de hacinamiento que hay en Palen-que, una de las prioridades de la intervención integral que se está haciendo es la construcción de 120 viviendas nuevas en lote propio y 50 mejoramientos con la cons-trucción de un módulo adicional, es decir que un total de 170 familias serán beneficiadas.

El proyecto se pensó en tres etapas: en la pri-mera y en la segunda, ya terminadas, se construyeron 67 casas y se mejoraron 20. El resto de soluciones de vivienda deben entregarse en los primeros días de 2014. Los diseños de las casas, así como los materiales utili-zados, fueron acordados con la comunidad de manera que se ajustaran al clima, a los usos cotidianos y a la tradición. Así mismo, se hizo un convenio con Pintuco, para que cada quien pinte su casa, y Fundación Corona apoyó los mejoramientos de vivienda con materiales.

Los beneficiarios de este proyecto respondieron a un perfil de necesidades, priorizando a las personas que requerían una solución más urgente, y que tuvieran propie-dad legal sobre el lote donde se construye la vivienda.

alcantarillado y aguas residualesSi hay algo que realmente está cambiando la vida de Palenque es el alcantarillado. A diciembre 31 de 2013 estará entregado el 100 % de la obra. Y para noviembre había 300 familias conectadas. El alcantarillado mejorará considerablemente la calidad de vida y el medio ambiente de los palenque-ros. A eso se suma que está por empezar la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, para la cual se está adaptando el terreno actualmente.

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mejoramiento del acueductoLos palenqueros han vivido casi toda su vida con aguas reco-lectadas de la lluvia y han usado el río como lugar de aseo per-sonal. Todo ello porque el acueducto no tiene suficiente capa-cidad. Apenas seis horas cada tres días con muy baja presión. Por eso se construyó un nuevo pozo con una profundidad de 60 metros lineales, al que se le instaló una motobomba, lo que mejora la presión y la fluidez del líquido. También se construyó un tanque de almacenamiento con capacidad de 110 metros cúbicos y se repararon otros dos preexistentes que no estaban funcionando bien.

gas natural domiciliarioEn Palenque, el 92 % de las familias ya disfrutan del servi-cio del gas natural domiciliario ya que la Gobernación de Bolívar subsidió el 50 % de la conexión e instalación interna de las viviendas. Así, las familias que antes cocinaban con leña o con pipetas de gas tienen acceso permanente a este recurso que provee Surtigas. Se trata de un gasoducto vir-tual, que tiene una capacidad de almacenamiento de 1.500 metros cúbicos para abastecer el suministro de aproxima-damente 100 casas. El objetivo es que todo Palenque pueda contar con este servicio en los próximos meses.

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educación: falta muchoEl rezago educativo de Palenque es alarmante y

afecta a niños, jóvenes y adultos.

En Palenque la mayor parte de la población es joven, pero su nivel de escolaridad no supera los primeros años de secundaria. Aunque se han implementado programas de etnoeducación, especialmente para

enseñar la lengua palenquera, todavía falta un mayor desa-

rrollo del enfoque étnico en todos los campos educativos y en todas las edades. En esta tarea está la Fundación Promigas, que tiene un exitoso programa de calidad educativa en la costa. Para empezar, realizó una evaluación de las compe-tencias de los estudiantes en español, matemáti-cas y lengua palenquera, y está capacitando a los profesores para fortalecer los contenidos.

De otro lado, la tecnología está cam-biando la educación en San Basilio. El colegio ha sido dotado con 900 tabletas y 65 computadores, entregadas por MinTic y la Gobernación, que se han convertido en un gran incentivo para asistir al colegio. La totalidad de los docentes fueron capacitados para incorporar estos recursos en su labor pedagógica. Sin embargo, no ha sido fácil, y todavía se puede sacar mayor provecho de ellos en el aula de clase. También está por resolverse

cómo afrontar las amenazas de pérdida de estos aparatos.En educación, sin embargo, hay una larga agenda pen-

diente. Desde la biblioteca del colegio, que requiere más aten-ción, pasando por la necesidad de una granja escolar, hasta una jornada complementaria para los niños y jóvenes.

Una de las tareas más importantes que está realizando la alianza que lidera la Fundación Semana es el fortaleci-miento de los liderazgos y las organizaciones de Palenque. Esto quiere decir que se apoya a las organizaciones de base en sus procesos, y que se está contribuyendo a que se lega-

licen las que todavía actúan de manera informal, y aquellas que requieren conexiones con entidades nacionales o inter-nacionales han logrado estos contactos. Tal es el caso de Proexport, que se ha interesado en los dulces de Palenque y, por supuesto, en sus manifestaciones culturales, las cuales han tenido presentaciones en diversos eventos nacionales e internacionales.

La Fundación Semana también está contribuyendo a fortalecer las organizaciones culturales, a través del profe-sor Gerardo Cepeda, que viene apoyando al grupo de dan-zas y a las cantadoras.

El proyecto en el mediano plazo es que todo el legado cultural que hay en Palenque pueda transmitirse de generación a generación de manera orgánica, como ha sido hasta ahora, pero también de manera más formal, en escuelas y semilleros.

desarrollo comunitario

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NOS VEMOS EN PALENQUE

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negocios pequeños, mejores ingresos

A los palenqueros les gusta tener sus propios negocios y ser independientes, y están recibiendo apoyo para que se consoliden.

La mayoría de habitantes de Palenque viven de peque-ños negocios familiares, bien sea prestando servicios, de sencillos emprendimientos agropecuarios, de la pesca o del comercio. Por eso, la Fundación Salda-

rriaga Concha está trabajando para fortalecerlos como empre-sas, adecuando la infraestructura de sus locales, potenciando sus líneas de negocios y promoviendo la asociatividad. Los grupos de trabajo hasta ahora son vendedoras de pescado, peluque-ros y tenderos. De otro lado, se están promoviendo 240 patios productivos, de los cuales ya hay instalados 50, orientados a la seguridad alimentaria, pero también a la venta de excedentes. Estos son algunos testimonios de quienes hacen parte de estos proyectos.

peluquería el new yorNelson Cassiani Berrío Como los nueve miembros de su familia con los que vive, Nelson Cassiani ha vivido toda su vida en San Basilio de Palenque. Aun-que sufre de una discapacidad física, a sus 34 años lleva una vida normal, y hace más de cinco ejerce como peluquero en un toldo afuera de su vivienda al que bautizaron “Peluquería el New Yor”.

Nelson aprendió su oficio a través de un amigo que también corta pelo y normalmente “motila” más de ocho per-sonas al día. Una máquina de afeitar, una tijera, un cepillo y una peinilla son sus herramientas de trabajo cada día, y los estilos de corte más cotizados son ‘el kobi’, ‘el bajito’, ‘el parce’, y uno muy popular entre la clientela juvenil, ‘el degradé’.

Con la Fundación Saldarriaga Concha y la Fundación Semana está capacitándose para administrar su negocio y para tener una mejor infraestructura: un local con todos los servicios, incluidos el lavacabezas y diversos implementos profesionales.

venta de pescado doña mañe Manuela Obeso Herrera Doña Mañe, como es conocida en todo Palenque por su venta de pescado, lleva más de 50 años (ya tiene 80) trabajando para sostener a su familia y generando empleo para dos personas más. “La currula, la arenquita y cuatro ojos son los pescados que más vendo, a veces me hago hasta 80.000 pesos”.

Doña Mañe tendrá, gracias al proyecto, un local con sistema de refrigeración y una cadena de manejo del pescado más higiénica. Así mismo, recibirá asesoría para administrar mejor el negocio.

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SAN BASILIO DE PALENQUE

tienda el venao Bernardino Herazo Valdez

Bernardino tiene 42 años y dice que empezó con una chaza de dulces, pero su meta era tener una tienda grande con la que pudiera dar una sostenibilidad a su familia. “Ya hace un año inicié con la tienda y gracias a Dios todo se ha dado, paso a paso, no con las mejores adecuacio-nes, pero seguí adelante. Luego de mi dificultad (le fue amputada una pierna), fue decayendo un poco el negocio, pero con el ánimo y la fortaleza de mi Dios y mi familia nuevamente estoy luchando por sacarla adelante”. Ahora la adecuará físicamente y mejorará sus oportunidades en el mercado.

parcelas productivasDonicel Cassiani Simarra

Donicel Cassiani Simarra vive en San Rafael de La Bonga, o La Bonguita, y hace parte de las diez parcelas productivas que surgieron como un desarrollo de los patios productivos. Este agricultor, miembro de la guardia cimarrona, cultiva yuca, ñame, maíz y, desde hace algún tiempo, cacao.

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NOS VEMOS EN PALENQUE

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mejor en grupo

Las organizaciones de base conectan a las diferentes generaciones y sirven de visagra entre el pasado y el futuro de Palenque.

Los palenqueros por tradición han tenido muchas orga-nizaciones sociales, aunque no necesariamente estas los unifican. En ocasiones también los han dividido. Algu-nas de las que son ancestrales, como la guardia cima-rrona o lo kuagros, se han debilitado en los últimos

años y el fortalecerlas hace parte de la intervención social en Palenque. Otras son organizaciones emergentes, bien sea alrededor de intereses culturales o económicos. Estas son algunas de las más representativas.

kuagrosLa vida en Palenque funciona alrededor de su sistema organizativo ancestral de kuagros. Cada palenquero pertenece desde su infancia a un kuagro, que generalmente es el de su vecindad. A medida que la persona crece y cambia de intereses puede irse a otro, pues también es común que se dividan o fusionen.

Los kuagros pueden ser mixtos o solo de hombres o mujeres. Nadie puede pertenecer a dos kuagros a la vez, y cada uno es liderado por su miembro más destacado. Este liderazgo se gana a través de las actividades de la vida cotidiana, pero puede ser disputada por otro miembro en cualquier momento. La solidaridad entre los miembros es una de las principales virtudes de este tipo de organización, pues se

manifiesta desde tareas como proveer sus casas de agua hasta las más extraordinarias, como emergencias y enfermedades.

asjopa Esta organización fue creada a mediados de 2002, cuando 15 jóvenes se unieron para trabajar por el medio ambiente del entorno de San Basilio que estaba sufriendo un rápido dete-rioro. Muy pronto sus preocupaciones se ampliaron a los temas sociales y culturales, que eran apremiantes. Hoy atienden todas las situaciones de riesgo y problemas que se presentan en su comunidad.

guardia cimarrona Palenque es una de las pocas comunidades afro que conservan un sistema de seguridad ancestral civil, conformado por voluntarios que buscan proteger y preservar la tranquilidad de la población. Similar a la guardia indígena, pero con menos fuerza, la cimarrona es un cuerpo sobre todo persuasivo, de vigilancia, que resuelve algunos conflictos y, sobre todo, comunica a la comunidad eventuales riesgos. Todo ello sin detrimento de que la Policía y demás autoridades del Estado hagan presencia.

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La guardia en su versión moderna nació como iniciativa de un grupo de jóvenes que querían preservar las instituciones de justicia ancestral y lograron que se vincularan algunos voluntarios, especial-mente adultos mayores, que son los portadores de esta tradición. Sin embargo, la guardia es una institución débil, que necesita ser fortalecida como un mecanismo comunitario de convivencia pacífica.

colectivo de comunicacioneskucha suto El colectivo nació en 1999, conformado inicialmente por un pequeño número de jóvenes de la Institución Educativa Técnica Agropecuaria Benkos Biohó, capacitados y enfocados en un trabajo de programa-ción radial comunitaria con un proceso de formación juvenil.

Kucha Suto, que significa ‘éscúchanos’ en lengua palenquera, busca promover la memoria histórica de las comunidades afrodescen-dientes, indígenas, vulneradas y víctimas de conflictos y violencia socio-política de la zona de Montes de María, así como la inmensa diversidad cultural de la región.

kuagro ri hip hop ri palenge kombilesa miLa corporación de hip hop palenquero Kombilesa Mi, que traduce ‘mis amigos’, es un colectivo de hip hop con 18 integrantes y que tuvo tan buena acogida entre la población que tuvieron que incluir niños dentro del grupo, pues todos querían unirse. Además de hacer música, también quieren fortalecer la lengua que ha decaído en los últimos tiempos. Están seguros de que si hacen canciones en esta lengua, las nuevas generaciones se acercarán cada vez más a ellas.

amurbe Nació con el objetivo de visibilizar el trabajo de la mujer palenquera, opacado con frecuencia por las numerosas organizaciones masculinas.

Estas 52 mujeres se asociaron cuando vieron los efectos negativos que sobre las familias estaban teniendo los largos viajes para vender dulces en otras ciudades. La asociación ha impulsado con éxito grupos de ahorro, y un restaurante que lleva su nombre.

asopraduceNació hace ocho años y está conformada por 50 miembros activos entre hombres y mujeres. Trabajan tres líneas cruciales del desarro-llo económico palenquero. El etnoturismo, la agricultura, que permite obtener los frutos utilizados para fabricar dulces, y el procesamiento de estos. Esta es la línea más fuerte, que es operada por diferentes grupos de mujeres divididas en comités. Asopraduce recibe el apoyo de Proex-port, para la comercialización, y la asesoría de Claudia Vallejo, para el diseño de los empaques.

asomedupaEs una asociación pluralista, creada hace aproximadamente un año, para brindar soluciones integrales a las palenqueras que se dedican a la elaboración y comercialización de dulces típicos, consiguiendo capacitación, tecnificación y oportunidades de comercialización. Está conformada por 24 mujeres que reciben capacitaciones de la Pastoral Social en temas de convivencia como violencia intrafamiliar, similares a las de acompañamiento psicosocial que han recibido por parte de Ilsa.

confecciones palenquerasEsta asociación nació gracias a cursos complementarios y técnicos de confección de ropa del Sena, y está conformada por 12 mujeres que confeccionan cufis (sombrero tradicional africano), ponchos, faldas, vestidos y bolsos con diseños y telas inspirados en su herencia africana.

Por el momento se dedican a manufacturar las prendas por encargo, pero gracias a su participación en varios eventos, han adqui-rido contactos para establecer clientes fijos y producir constantemente.

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NOS VEMOS EN PALENQUE

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la resurrección de Los habitantes de La Bonga, la vereda más agrícola de Palenque, se desplazaron hace una década. Están dispuestos a volver si tienen apoyo suficiente del Estado.

Todo el que va a La Bonga dice lo mismo: es un terreno prodigioso. Ondulado, de campos verdes fértiles donde crece cualquier semilla con solo ponerla en la tierra, donde el maíz, el ñame y todo lo que se siembre

se cosecha de manera rápida y generosa. Una tierra añorada por todos aquellos que en 2001 tuvieron que abandonarla por el con-flicto armado y que hoy están retornando a trabajar en ella.

Todo comenzó en el año 2000, cuando unos muchachos de La Bonga que trabajaban al jornal en una de las fincas de Las Brisas, corregimiento de San Juan Nepomuceno, fueron testigos de una masacre y fueron advertidos de que los paramilitares iban con rumbo a esa vereda de Palenque. La gente se desplazó por un tiempo, pero luego la mayoría retornó, aún en medio de la zozobra y la incertidumbre de no saber si las AUC cumplirían su promesa.

Efectivamente, el 5 de abril de 2001 llegaron a la vereda unos panfletos en los que les daban a todos 48 horas para abandonar

sus tierras. Fue así como cada quien tomó sus gallinas, algo de yuca, y huyeron masivamente hasta la cabecera de San Basilio. No tuvieron más recurso que instalarse en el colegio, donde los primeros días vivieron del apoyo de la comunidad y luego de las organizaciones humani-tarias que les llevaban por lo menos la comida.

Cuando la situación se hizo insostenible tanto para las familias desplazadas como para los propios habitantes del pue-blo, el sacerdote Rafael Castillo, quien ha sido un gran apoyo para las comunidades afectadas por la violencia en los Montes de María, gestionó la compra de un lote en la parte alta de San Basilio, y con ayuda de una ONG internacional (MPDL) se construyó un barrio cono-

cido hoy como La Bonguita, donde viven 73 de estas familias.Dado que esta fue en principio una ayuda de emergencia,

las casas fueron construidas en madera y techo de zinc, que no eran muy resistentes. En 2007, la Alcaldía de Mahates y el Banco Agrario construyeron las primeras 40 viviendas en material, y luego otras 22. Actualmente, 12 familias carecen de una solución habitacional.

Este desplazamiento fue crucial para que los palenque-ros lucharan por constituir el Consejo Comunitario y por el título colectivo de tierras, ya que desde 2005 vieron cómo la agroindustria estaba creciendo en la zona y que muchos foráneos estaban com-prando tierra a muy bajos precios, aprovechándose de la dramática situación de la gente.

El título colectivo, que son algo más de 3.353 hectáreas, cubre unas 300 de La Bonga, y por eso desde el año pasado, cuando el título se hizo efectivo, ha renacido la esperanza de que estas tierras puedan dar todo lo que potencialmente pueden dar.

la bonga

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SAN BASILIO DE PALENQUE

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Hace años las familias han vuelto a cultivar la tierra de La Bonga. El Incoder en alianza con ACDI VOCA impulsó durante los últimos dos años la siembra de cultivos tradiciona-les entre la población desplazada, proyecto que benefició a 250 personas. Actualmente, dado que las condiciones están cam-biando, por lo menos la mitad de las familias desplazadas de La Bonga, están dispuestas a regresar, si es que se mejoran las

condiciones para el retorno; especialmente la carretera. La Gobernación de Bolívar se comprometió a apoyar,

junto al gobierno nacional, la adecuación de la carretera que de Palenque conduce a esta vereda. Así mismo, se está buscando que el Incoder contribuya con un distrito de riego, mientras la alianza que lidera la Fundación Semana implementará con ellos el pro-yecto de desarrollo económico local en regiones de posconflicto.

La alianza que lidera la Fundación Semana, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo BID-Fomin, se ha embarcado en un esfuerzo de mediano plazo para reactivar el desarrollo económico en tres

lugares de los Montes de María donde el conflicto ha golpeado a los campesinos de manera significativa. Con una inversión total de cinco millones de dólares, de los cuales el BID-Fomin aporta dos, y la Fundación Semana se compromete a conseguir el resto, se le dará un impulso a la economía de mercado a las comunida-des de El Salado y la alta montaña, en El Carmen de Bolívar, y San Basilio de Palenque, en Mahates.

La idea es que en cinco años, por lo menos 1.000 familias hayan desarrollado un modelo de producción tecnificado, con gran fortaleza comercial y administrativa, sostenible en términos ambientales, con un gran despliegue de los liderazgos comunita-rios y de promoción del capital social.

Se puede decir que los tres pilares del proyecto son el apoyo técnico, la comercialización y el despliegue social. El pro-yecto parte de la base de que las comunidades tienen un saber

y una tradición en el uso de sus cultivos que no se pueden per-der y que, por el contrario, deben ser potenciados con técnicas e innovaciones que les aporten profesionales de diversas áreas. Que puedan acceder a los avances tecnológicos, adaptados a la realidad particular de cada lugar y a los productos que son pro-pios de sus condiciones climáticas y su cultura.

En el caso de San Basilio de Palenque, el proyecto se realizará en una primera fase, en la vereda La Bonga. Ya se ini-ció un experimento piloto apoyado por la Fundación Saldarriaga Concha de diez hectáreas sembradas con maíz y ajonjolí. Es la primera vez que estos campesinos realizan una cosecha tecnifi-cada, con acompañamiento profesional.

El énfasis del proyecto será la búsqueda de mercados y la asistencia técnica que ayuden a incrementar el rendimiento de los cultivos de la población. Es importante aclarar que el proyecto se dirige a familias, dado que su acción integral busca mejorar las condiciones de vida de todos, en lo social. Cada familia aporta su parcela, que para el caso de Palenque está debidamente legalizada por el título colectivo de tierra.

La Fundación Semana y el BID-Fomin inician proyecto de reactivación de la agricultura en Palenque.

volver a la tierra

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NOS VEMOS EN PALENQUE

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palenque, con territorio y gobierno propios

La máxima autoridad de San Basilio es el Consejo Comunitario. Los palenqueros tienen también un título colectivo de su tierra ancestral.

T odo empezó con el desplazamiento forzado. En 2001, un centenar de familias de la vereda La Bonga, la zona agraria por excelencia de San Basilio de Palenque, huyeron despavoridas de sus tierras ante los panfletos

que circulaban y que les dieron pocas horas para abandonar sus fincas. Las AUC estaban haciendo un recorrido macabro por los Montes de María, que había empezado en febrero de 2000 en El Salado había pasado sembrando muerte por Mampuján, Las Brisas y un largo etcétera de pueblos. Así que las familias de La Bonga tomaron algunas de sus pertenencias y se fueron para el colegio de San Basilio. Allí, en medio de una gran precariedad, los líderes de la comunidad pensaron que había llegado la hora de proteger sus tierras para que no les fuesen arrebatadas en medio del con-

flicto. La Ley 70 de 1993, que garantiza los derechos de los pueblos afrodescendientes, había creado la figura de los consejos comuni-tarios como formas de gobierno autónomo de estos grupos étni-cos asentados en territorios específicos y la posibilidad de solicitar titulación colectiva de las tierras.

Fue así como en 2002 se creó el Consejo Comunitario, que es desde entonces la máxima entidad de gobierno de Palenque y cuyas funciones son sobre todo políticas. El Consejo en pleno, que son 665 familias y 2.387 personas, es la máxima autoridad, y este Consejo nombra a una junta que lo administra. En términos prácticos, los consejos son a las comunidades afro lo que los cabil-dos a los indígenas. Formas de gobierno propias, ancestrales, que trabajan de la mano con los demás órganos de poder del Estado.

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En su momento, la creación del Consejo no tuvo mayores obstáculos. Sin embargo, convencer a los palenqueros de la impor-tancia del título colectivo sí tuvo muchas dificultades. Como suele ocurrir en procesos de cambio, hubo temores y desinformación. Algunos pensaban que iban a perder sus derechos individuales sobre la tierra, y otros, que jamás se podría vender una parcela, lo cual tampoco es real. Según la ley, las tierras dentro de un título colectivo se venden entre los propios titulares, pues lo que se busca es una protección a la cultura de los grupos afro.

El título colectivo de 3.353 hectáreas otorgado por Inco-der le fue entregado al Consejo Comunitario de Palenque apenas en 2012, de manos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama quien acudía a la Cumbre de las Américas en Cartagena. El título corresponde al territorio ancestral de los palenqueros. Aquel que un día Benkos Biohó tomó como refugio y como puntal de su proyecto libertario. La entrega que simbólicamente hizo Obama, fue un gesto de reafirmación de los hijos de África en el mundo.

El título ha resuelto muchos problemas para la gente, ya que ha formalizado la tenencia de la tierra y eso permite que haya mayor inversión de instituciones del Estado y de la cooperación internacional, siempre y cuando éste se registre.

Tener la propiedad de la tierra propone nuevos retos, como hacerla productiva y lograr unas formas de gobierno que resguarden el patrimonio cultural, la autonomía y, sobre todo, que signifiquen mayor desarrollo para todos.

Consolidar la gobernabilidad del Consejo Comunita-rio no ha sido fácil. Especialmente porque no hay suficiente cohesión en la comunidad alrededor de los liderazgos y de las formas de actuar de cada uno de los organismos que han sido elegidos en diferentes períodos. A eso se suma, de manera grave, que las instituciones del gobierno, tanto en el orden nacional como local, y la justicia, no han logrado armonizar las políticas para que los consejos de las comunidades afro en todo el país tengan suficiente representatividad y solidez, como la tienen, por ejemplo, las instituciones de los pueblos indígenas. Esto se ha visto reflejado en la traumática creación de la Consultiva Nacional afro para temas de consulta previa.

No obstante, todo ello se entiende como parte de un proceso de consolidación de una institucionalidad nueva, que requiere de una actitud constructiva tanto de quienes están inmersos en estas comunidades como de quienes desde afuera inciden en ella. Especialmente de la instituciones del Estado que deben diseñar reglas del juego más claras.

Lo cierto es que el Consejo Comunitario y, con mayor razón, el título colectivo de tierras son oportunidades muy grandes para convertir a San Basilio de Palenque en una verda-dera experiencia de etnodesarrollo.

Mostrar que se puede construir un sueño colectivo, y que hay suficientes liderazgos para hacerlo realidad es un imperativo para salir adelante.

Desde que Palenque fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el Ministerio de Cultura se ha propuesto ayu-dar a los palenqueros en la tarea de la preservación de sus manifestaciones. Primero, con el diseño del Plan Decenal de Salvaguardia 2007-2017, que busca fortalecer la tradición oral y la lengua, la ritualidad y la medicina tradicional, la música y la identidad. Con base en estas líneas, desde 2011 se viene

trabajando en un plan global que se propone capacitación en artes escénicas, danza y música; dotación de instrumentos y vestuarios para los grupos artísticos y fortalecimiento de las artes visuales y la comunicación cultural.

El Plan Palenque Global busca sobre todo la articula-ción entre las áreas del Ministerio de Cultura y otros sectores del gobierno. Este año se ha trabajado en el fortalecimiento de las escuelas de música y danza.

El Archivo General de la Nación está haciendo la tercera fase del archivo histórico de Palenque. Así mismo, hay varios laboratorios de trabajo con organizaciones culturales para el conocimiento de los medios legales y de normativa internacional relacionada con derechos de autor, propiedad intelectual y circulación de productos culturales.

Gracias a este plan, también los líderes palenqueros (músicos, lingüistas, maestros) han participado en escenarios nacionales e internacionales para la difusión del patrimonio cul-tural inmaterial. Entre estos están el Smithsonian Folklife Festi-val, en Washington, y la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

el ministerio de cultura tiene su plan

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En la madrugada del domingo 13 de octubre los tam-bores no pararon de sonar. Era el segundo día de festejo y los cueros invitaban a la alborada, con la que se daba inicio al XXVIII Festival de Tambores

y Expresiones Culturales de San Basilio de Palenque.

Los visitantes y palen-queros que habían amanecido parrandeando detuvieron el bullicio para unirse luego a la comparsa en la plaza princi-pal, la cual a ritmo del “son de negros” se prendió rumbo al barrio Arriba. Aún en la oscu-ridad, los bailarines pintados de negro danzaron y se con-fundieron entre la gente, sal-tando y haciendo muecas con la lengua y la boca roja.

El que lideraba el grupo bailaba mientras llevaba un palo como un garabato, intimidando a los que estaban alrededor. Y mientras todos bailaban con movimientos enérgicos le hacían gala a la tradicional danza de sus ante-pasados, que realizaban este baile como burla a sus amos.

“Uno se vestía con su pantalón remangado y sin camisa, con un palo que queda como una rula, y las mujeres usaban su traje largo. Nos pintábamos de negro con un calabazo de monte que se siembra llamado bangaño, lo quemábamos, y luego, mez-clado con panela, nos lo echábamos de la cintura para arriba y de

así son

Es difícil encontrar un lugar que reúna tanta tradición, tanta creatividad y tanta alegría como San Basilio. El legado cultural está vigente en cada

acto de la vida cotidiana. Desde la música hasta la comida.

los palenqueros

al son de los tambores, al son de cassianiEn el pasado Festival de Tambores se le rindió homenaje a Rafael Cassiani

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SAN BASILIO DE PALENQUE

la cintura para abajo”, comenta José Márquez, bailarín de “son de negros” de Palenque, recordando sus antiguos carnavales.

El tambor, que no cesa de tocar, es acompañado de pal-mas mientras se entonan versos alrededor de temas que hablan de la cotidianidad: Arriba de aquella loma donde solita lloró, donde canta la paloma y el pájaro chiricó. Todos corean bajo la luna palenquera, que no se quiso perder el evento, tres, tres, tres, tres, tres, tra, domingo por la mañana, lo que fue sonará, ahí se va mi perro, se va. Mientras se camina entre el barro de las calles, se hacen paradas simbólicas para danzar un rato y cantar versos en las casas de las personas que fueron “negritos”, los que hacían la tradicional danza del son de negros.

Uno de ellos fue el recientemente fallecido Evaristo Márquez, actor colombiano de ascendencia africana, quien actuó junto a Marlon Brando en la pelí-cula Queimada. Poco a poco, la caminata va llegando a la cancha de softball, ubicada en el barrio San Rafael de la Bonga, donde todos se detienen para que los grupos visitantes, uno por uno, den una muestra corta de lo que exhibirán en el Festival. Luego se integran al ritmo del son de negros contagiados por el sabor del tambor y paulatinamente van regresando para finalizar en la plaza principal, junto al monu-mento de Benkos Biohó, con las primeras luces del día.

Tanto los visitantes como el pueblo palenquero continúan la rumba o descansan un poco para seguirla horas más tarde. El ñeque, destilado artesanal de caña —ahora de azúcar— es el ron de los músicos tradicionales como lo fueron Simankongo, Batata y Graciela Salgado, entre otros, por ello es la bebida del Festival y el hilo de comunicación que integra a palenqueros, chilenos, argentinos, brasileños, chocoanos, caleños y más visitantes que, luego de venir una vez a esta celebración, regresan cada octubre.

El Festival de Tambores en San Basilio de Palenque es la tercera de las festividades más importantes del corregimiento, luego de las celebraciones de enero y las fiestas patronales. Es un evento en el que los tambores son los protagonistas, junto a los grupos visitantes de danza y música nacionales e internacio-nales —por lo general africanos—, quienes encienden la fiesta con ritmos como la soca y el soukous, entre otros derivados de

las cadencias de la madre África. En esta edición del Festival, los visitantes nacionales y extranjeros disfrutaron de una fiesta de cuatro días que constaba de muestras artísticas, actividades aca-démicas y de formación, como la Fiesta de la Lengua, talleres de percusión, muestras de peinados afro, ponencias, proyecciones audiovisuales y gastronomía de la zona.

En cada Festival es homenajeado uno de los músicos y/o personajes representativos para el pueblo palenquero. En esta oportunidad fue Rafael Cassiani Cassiani, la voz líder del Sexteto Tabalá, una de las expresiones musicales más representa-tivas de las comunidades negras en Colombia, quienes interpre-tan desde los años treinta una mezcla de son cubano con ritmos

autóctonos de la región Caribe, como el bullerengue, el baile can-tao y rituales fúnebres. Cassiani, con su personalidad tranquila, es una institución cultural en Palen-que; desde pequeño incursionó en la música, participando en los ensayos de las dos primeras gene-raciones del Sexteto y demos-trando sus conocimientos en la composición e interpretación de instrumentos como las maracas y las claves.

Las letras de las cancio-nes pertenecen a la tradición oral palenquera, y Cassiani emplea su experiencia para los arreglos musicales junto a los integrantes de la agrupación.

Me llaman el parrandero porque amanezco en la calle, (bis) ama-nezca o no amanezca eso no le importa a nadie (bis). Esta es una estrofa de la canción El parrandero del nuevo álbum Con un solo pie, interpretada por el maestro Cassiani en el cie-rre del Festival, en el que también

estrenaron varias canciones con las que el pueblo y los visitantes de todas las edades gozaron, a tal punto que se tomaron la tarima y solo pararon de bailar cuando bajaron el tablado.

Rafael Cassiani Cassiani seguirá cantando hasta que su voz físicamente se apague, y por eso es consciente, junto a los demás integrantes del sexteto, de la formación de semilleros para que el legado musical no se pierda y continúe llevando alegría a todos los rincones, no solo del Caribe, sino del mundo. Cada visitante que llega a Palenque se lleva el sabor de un ron que le recuerda un pedacito de la alegría de la gente que tiene en su san-gre esa mezcla entre Colombia y África.

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“to andi palengue a sendá musika”

En San Basilio hay desde el tradicional sexteto habanero, pasando por la champeta criolla, hasta una versión propia del hip hop.

Desde que uno llega se oye algo rítmico, la manera de caminar de sus habitantes tiene su swing, hasta su manera de hablar tiene un tono cantado, todo ello enmarca una idiosincrasia que se refleja en celebra-

ciones como las bodas, primeras comuniones, cumpleaños, entre otras festividades, y en los rituales fúnebres como el lumbalú.

La música en Palenque define y toca todos los espacios que hoy componen el contexto San Basilio, la finca, los cultivos, las comidas, los juegos y rondas, la venta de dulces tradicionales, los peinados, las viviendas, entre otros. Y sin ella tampoco se concibe el baile. Todo va junto y recorre las venas de sus habitantes sin que ellos lo adviertan, solo surge y sale espontáneamente desde temprana edad, ya sea tocando instrumentos como el bombo, la timba, el llamador, el alegre, el pechiche, el bongó, la marimbula y las maracas o bailando los ritmos tradicionales como la chalupa, el bullerengue sentao, el son de negro, la chalusonga o el son palen-quero. Y también la adaptación que hicieron de algunos ritmos africanos creando la champeta criolla. Es de resaltar que la música y las danzas están compuestas por ritmos y movimientos autóc-tonos, como los bailes cantaos y los rituales fúnebres, entre otros.

Estas manifestaciones culturales son la representación de la vida misma del palenquero, y en esta tierra se encuentran varie-dad de grupos de danza, como la Escuela de Música Tradicional y Danza Batata, Afroriky y Oriky Tabalá.

Así mismo, hay grupos de música tradicional con desta-

cada trayectoria nacional e internacional, como el Sex-teto Tabalá: su música es una mezcla de son cubano con ritmos autóctonos de la región Caribe, como el bulle-rengue, el baile cantao y rituales fúnebres. Las Alegres Ambulancias son una institución musical cuya voz prin-cipal fue Graciela Salgado, una de las últimas cantao-ras de la dinastía Batata y quien falleció en septiembre. Ahora Tomás Teherán y la Burgo, sus hijos, junto a sus nietos y bisnietos conforman la tercera generación, que interpretan bullerengue sentao, bullerengue chalupiao y lumbalú.

Las Estrellas del Caribe son una agrupación que se formó con la idea de rescatar la música tradi-cional africana y sus adaptaciones a los sonidos colom-bianos como son la champeta criolla, chalupas, cumbias y bullerengues. También el semillero de niñas Mamo-nasita Kandá, que están recuperando la tradición de las cantaoras, y el kuagro ri jip jop palenge kombilesa

mí, que interpreta hip-hop en lengua palenquera y castellano, utili-zando instrumentos autóctonos.

Las manifestaciones musicales, tanto de las danzas como de la música autóctona, son construidas en un entorno generacional a través de las prácticas tradicionales. De la misma manera, se preserva y fortalece el legado histórico cultural de Palenque de San Basilio.

todo en palenque es música

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para el más allá, me voy cantandoUna de las tradiciones africanas más vivas en Palenque es el lumbalú, con

el que se despide a los muertos.

El último lumbalú llevado a cabo en San Basilio de Palenque fue el de la cantaora y tamborera Graciela Salgado, perteneciente a la dinastía de los Batata. El 14 de septiembre de 2013, los vecinos y amigos ayu-

daban a los familiares a elaborar la comida —casi siempre san-cocho— que se les ofrecería a los dolientes. Mientras tanto, los músicos interpretaban bullerengues, como el sentao y el chalupiao,

y las mujeres los bailaban y cantaban alrededor del ataúd. Al mismo tiempo se jugaban rondas tradicionales, como el pavo y la pava, el loro y la lora, “se mea”, el fosforito y chimbilín.

Los cantos del lumbalú, además de aliviar el dolor y la sensación de pérdida de los familiares y amigos, sirven para que el difunto transite tranquilamente hacia la otra vida. Para los palenqueros la alegría es el vehículo del cam-bio de un estado a otro, y la muerte, un paso más que debe celebrarse y honrarse como es mere-cido. La vida no acaba, pues el alma y el espíritu del palenquero van hacia el encuentro con sus ancestros, a continuar con los sueños y los idea-les que en la Tierra quedaron inconclusos.

En el lumbalú, después del entierro se hacen nueve días con sus respectivas noches de velorio, en los que continúan la música, los juegos tradicionales y la comida. Los jóvenes y adultos, además de los juegos tradicionales, juegan dominó y toman “ñeque”, mientras que Concepción Hernández, que es una de las rezanderas tradicionales, reza día a día junto a los acompañantes del velorio.

En el noveno y último día, el velorio es visitado por palenqueros que viven en otras ciudades y es uno de los días en que más se realizan juegos tradicionales. A las cuatro de la mañana se hace el levantamiento del paño del altar ubicado en la sala de la casa donde estaba el ataúd. Se apagan todas las luces, se despejan las entradas de la casa y a medida que se reza, se va apagando vela por vela del altar así como cada objeto religioso de este. Al terminar el acto se encienden todas las luces, con la finalidad de despedir al espíritu de su estado en la Tierra y así descanse en paz.

Otro de los actos que son realizados después del sepelio y que hacen parte del ritual fúnebre del lumbalú es una caminata a las cuatro de la mañana llamada “A pilar el arroz”. Esta consiste en que todos los amigos del difunto visitan los sitios que él frecuen-taba, mientras van cantando con un palo en la mano y haciendo como si estuvieran pilando: A pilar el arroz, lloro yo, santo el día lloro yo, el quien lo pilaba se acabó, santo el día lloro yo.

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NOS VEMOS EN PALENQUE

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Las mujeres de San Basilio de Palenque, con sus poncheras llenas de dulces en la cabeza, no son una estampa folclórica para postales turísticas. Detrás de cada una de ellas hay una tradición

que preserva la gran riqueza gastronómica del Caribe. Ellas han convertido los dulces en productos variados en sabor y preparación, y tienen un carisma para venderlo único en el mundo.

Solbay Cecilia Cásseres es una de las mujeres que resguardan esta rica costumbre y su historia podría ser la de centenares de palenqueras. Es la mayor de cinco herma-nos y madre de cinco hijas. Su padre murió cuando ella era muy niña, así que la crianza estuvo a cargo de su madre, quien se dedicaba a vender dulces, y de la abuela, quien ven-día pescado. Por eso su oficio es herencia de sus ancestros. Actualmente es la presidenta de Asopraduse (Asociación de Productores de Dulces, Servicios Etnoturísticos).

El dulce insignia de Palenque es la ‘alegría’, una bola de millo cubierta de melao de panela y decorada en el centro con rodajas de coco bañadas por esta mezcla. “La mujer debe tener un buen estado de ánimo para poder tostar el millo, y al embolar la alegría debe estar acompañada de varias mujeres que ayuden a hacerlo. Es una manera de inte-grarnos y, a la vez, de rendir la elaboración de las cocadas”, comenta Solbay.

Años atrás, las mujeres que vendían dichos dulces se transportaban en buses hacia diferen-tes pueblos aledaños, con unas poncheras gigantes en las que llevaban más de 30 alegrías tapadas con un plástico. Poco a poco la fama de estas hizo que extendieran su camino para zonas más lejanas, como Montería y Sincelejo, y se demoraban casi tres días para regresar a la casa. Luego hicieron recorridos más largos, a otros departamentos de Colombia y hacia Venezuela.

Cuando las mujeres salían, los hombres se quedaban con los hijos y se hacían cargo de ellos y del campo. Pero al ver que las mujeres podían reunir más dinero que lo que ellos ganaban en el campo, entonces dejaron de cultivar y se fueron con ellas. Así, muchos de los niños se quedaron con abuelas, tías y otros familiares. Esta situación generó con el tiempo un problema en la comunidad, debido a la desintegración y a una paulatina pérdida de valores.

Sin embargo, el trabajo compartido tam-bién ha generado lazos familiares. Durante la fabricación del dulce, usualmente las mujeres tienden la mezcla en los mesones para darle forma, mientras ellos son los encarga-dos de rallar el coco, partir y mecer la cocada.

Las posibilidades laborales que se están abriendo en Palenque actualmente han disminuido fuertemente los via-jes a vender el dulce, ya que los hombres están trabajando en las obras civiles y en la reactivación de la agricultura. Las mujeres venden en los pueblos cercanos la producción y se están haciendo esfuerzos para lograr mercados más estables y formales en Cartagena.

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las alegrías palenqueras“En palenque hay una magia para hacer dulces, una magia que se basa en lo

artesanal de su preparación”: Solbay Cecilia Cásseres.

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SAN BASILIO DE PALENQUE

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É lida Cañate Díaz es una joven palenquera de 22 años que integra la Escuela de Música y Danza Batata, estudia Etnoeducación a distancia en la Universidad de La Guajira y es una de las pei-

nadoras más reconocidas en San Basilio de Palenque. Según cuentan los abuelos, en los tiempos de la

Colonia, cuando los españoles esclavizaron a los negros, las mujeres hacían en sus cabezas y en las de sus hijas tren-zas y peinados, que dibujaban caminos, bosques y ríos que servían luego como mapas para la huida de los cimarrones. La tradición de los peinados pasó de generación en gene-ración, y es así como Élida lo aprendió observando a su abuela y a su mamá.

Los peinados de Élida son los más tradicionales y no requieren de ningún elemento químico. Entre los más conocidos están las ‘trenzas libres’, que, como su nombre lo indica, son trenzas que se dejan largas y tienen como significado la libertad en sí. Otro más tradicional son los ‘hundiditos’, un diseño inspirado en la topografía de las montañas, y son una especie de bolitas que anteriormente se utilizaban para guardar semillas. Otro peinado muy lla-mativo y utilizado es la ‘cachetada’, llamada así porque que-dan varios dedos de trenzas, de lado, sobre la frente, como si fuera una cachetada, el tejido se elabora encima del cabe-llo, con pelo sintético.

Cada peinadora tiene su estilo y determina el nom-bre de su peinado. Para interesar a las demás mujeres palenqueras en la enseñanza de los peinados tradicionales, se convocan muestras o concursos que los han revitalizado y convertido en todo un orgullo femenino.

el peinado tiene historia

Entre las manifestaciones culturales que constituyen la tradición palenquera se encuentra su lengua. Para los habitantes de este corregimiento de Bolívar tiene rele-vancia, ya que históricamente representó una estra-

tegia que se idearon sus ancestros para planear la fuga del yugo esclavista y así ir consolidándose como organización social.

Entre los años cincuenta y sesenta, los palenqueros empe-zaron a buscar otras fuentes de vida fuera de su territorio, pero su forma de hablar y su lengua fueron motivo de burla para los forá-neos. Decían que era un español mal hablado, y los palenqueros, al sentir este rechazo, optaron por evitarla; los mayores decidie-ron prohibirles a sus hijos y a su familia hablarla, y de esta manera continuaron con el castellano. Esto debilitó la lengua en toda la población.

A finales de los años setenta y principios de los ochenta, líderes palenqueros que habían salido a estudiar manifestaron su preocupación por el deterioro de uno de los símbolos más impor-tantes de la cultura de San Basilio de Palenque y empezaron a diseñar estrategias para la recuperación y el fortalecimiento de la lengua a las nuevas generaciones. Luego de una disputa con los gobiernos nacional, departamental y municipal, se logró llevar la lengua palenquera a la escuela, implementándola como un área en la cátedra de estudios afrocolombianos, cuando en ese entonces incursionaba el modelo etnoeducativo en estos territorios.

La palenquera es la única lengua criolla de base léxica española, producto de la diáspora africana en el mundo, específica-mente de la familia lingüística bantú. En la actualidad, esta, además de hacer parte del sistema educativo del corregimiento, es interpre-tada por los artistas tradicionales, que llevan en sus canciones todo un repertorio de la cotidianidad, y los que están liderando proyec-tos musicales urbanos como la champeta y el hip hop palenquero. Es una manera de continuar con la tradición y el enorgullecimiento por un legado que jamás los hará sentirse avergonzados.

lengua ri palenge

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con el boxeo en la sangre

L a noche del 28 de octubre de 1972, un palenquero le dio una inesperada gloria al deporte colombiano. Antonio Cervantes, el Kid Pambelé, noqueó en el décimo asalto a Alfonso Peppermint Frazer, cam-

peón mundial de los Walter Junior, y se quedó con el título. Colombia estaba en éxtasis. Era la primera vez que un colom-biano entraba en las grandes ligas pugilistas, y también la pri-mera que muchos colombianos oían hablar de San Basilio de Palenque. Cuando estaba en la cima de su gloria, el campeón le pidió al presidente Misael Pastrana que llevara la energía eléc-trica a su pueblo, y fue así como en 1974 Palenque vio la luz.

Pero ese no fue su único legado. Después de Pambelé hubo otros boxeadores importantes surgidos de Palenque, aun-

que sin tanta notoriedad como la de Antonio Cervantes, en cuyo honor ha sido bautizado el coliseo de boxeo de San Basilio. Hoy en día se entrenan allí diariamente niños, niñas y jóvenes de la comunidad, que sueñan con repetir la hazaña que ocurrió hace 41 años.

El boxeo está arraigado entre los palenqueros posible-mente por la tradición de peleas entre los kuagros. Cuando había diferencias, estos grupos solían retarse a puño limpio para diri-mir sus conflictos, con la mediación siempre de un árbitro, y con un público que tomaba partido febrilmente por uno o por otro. Se combatía por el orgullo y la dignidad, tanto la personal como la del kuagro mismo. Al terminar la pelea, vencedor y vencido hablaban sobre las diferencias que había generado el combate y

Este deporte le dio la gloria a Pambelé y a Palenque la luz eléctrica.

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se estrechaban las manos como hermanos. No había retaliacio-nes.

Las peleas de los kuagros ya no existen, dado que nue-vas dinámicas, como la proliferación de armas blancas, ha signi-ficado un riesgo para su realización. En cambio, el boxeo sigue teniendo gran popularidad entre la población. No obstante uno de los puntos críticos de Palenque es que, a pesar de que su población es muy joven, sin muchas oportunidades educativas ni laborales, faltan mayores espacios y sobre todo programas que incentiven el deporte. Este es un elemento crítico, que con-trasta con el furor que la competencia física despierta en Palenque.

el legado de pambelé

“Es una motivación para estos jóvenes que están practicando boxeo, puesto que sus padres, abuelos y demás recuerdan ese mundial de 1972 y porque Palenque es respetado en todas partes por sus peleas de boxeo”.Martín Cassiani, entrenador de boxeo

“Fui de la Selección Bolívar y ahora entreno mucho para llegar al profesiona-lismo. Cuando estoy en el ring me gusta hacerle morisqueta al contrincante en el asalto, mirarlo bien, y si se descuida le doy teco. Así como he visto en los videos que

lo hizo Pambelé cuando ganó el título: le metió una derecha y lo tiró a la lona. El boxeo de Palenque no ha muerto”.Jeiner Padilla, 22 años, atleta palenquero

“Llevo cinco años practicando el boxeo. Esto ha sido una experiencia sin límite, pues he representado a Palenque, a Bolívar en muchos campeonatos. Para mí, Kid representa la supremacía, una gran aspiración. Ha sido un maestro para muchos de nosotros”. Walberto Herazo Torres, 17 años

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en busca de la cohesión comunitaria

Roberto Pizarro, presidente de la Fundación Carvajal, reflexiona sobre la importancia de que una comunidad aprenda a tramitar sus diferencias.

La cohesión comunitaria garantiza que todas las per-sonas alcancen su máximo potencial, a través de una participación activa en los proyectos de desarrollo comunitario. Estar informado de lo que sucede en

el entorno, ser miembro de una organización, votar, opinar en una asamblea siguen siendo expresiones de participación ciuda-dana vitales para que fluya la democracia local. Pero también lo son las iniciativas para incrementar las fuentes de ingresos, los espacios de expresión cultural, los espacios de diálogo y debate público.

Es común que en la vida comunitaria surjan diferencias y divisiones. Las tensiones suelen ser de carácter político, eco-nómico, social, cultural, ambiental o religioso. Sin embargo, la cohesión comunitaria busca que se establezcan mecanismos para que la gente detecte las causas y los efectos de los conflictos.

Con frecuencia las diferencias son valoradas de manera negativa. No debería ser así. La cohesión de una sociedad no se cimienta solo en lo que hace iguales a sus miembros, sino tam-bién sobre sus divergencias. La diversidad es un activo social que una vez reconocido permite construir comunidades incluyentes, fuertes y justas. Por el contrario, si no se le valora ni reconoce,

aumenta la severidad de los problemas sociales ya existentes, como la desigualdad, la pobreza, la exclusión y la discriminación.

La cohesión comunitaria también se ve afectada por la desconfianza que existe entre las personas. Es importante identi-ficar los factores externos que aumentan esa desconfianza, como un manejo precario e inadecuado de la información, la falta de moderadores idóneos en el diálogo, o la falta de una agenda común.

Por eso, para lograr una mayor cohesión es importante estimular los espacios en los que es posible compartir deseos, sen-timientos y pensamientos que permitan fortalecer la confianza. También los lazos afectivos entre las personas y los grupos con sus territorios y con los signos y símbolos que conforman el ima-ginario colectivo. Así se consolida una noción de futuro común y crece la sensación de que se avanza en una misma dirección.

cuatro razones para trabajar en equipo:1. Se obtienen más logros que trabajando individualmente. Cuando las personas están unidas por una misma causa, los resultados tienen mayor impacto. Ponerse de acuerdo implica en muchas ocasiones ceder, renunciar a intereses personales, mane-jar el orgullo personal; pero el resultado es estimulante porque es para el beneficio de todos.

2. Trabajar unidos implica valorar sobre todo las fortalezas de cada una de las personas, no centrarse en sus limitaciones. Valo-rar cómo pueden aportar para lograr el objetivo, proyecto o acti-vidad que se ha propuesto la comunidad ayuda a construir un entorno más agradable para todos.

3. Si los adultos trabajan en equipo, los niños aprenderán de ellos a desarrollar competencias para vivir en comunidad. Todos somos responsables de que haya una convivencia pacífica que, promovida en lo local, contribuye a un mejoramiento del clima de paz en el país.

4. Trabajar en equipo es la mejor oportunidad para generar y construir conocimiento. Al compartir con los demás desarrolla-mos nuestras capacidades de escucha, argumentación, análisis, respeto por uno mismo y por el otro. En equipo somos mejores seres humanos.

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Vivir en terreno y hacer parte de la cotidianidad de la zona donde se trabaja es la principal filosofía de la alianza que lidera la Fundación Semana, y de la que son parte esencial las fundaciones Carvajal y

Saldarriaga Concha. Por ello, los equipos de trabajo que están desarrollando el Plan Palenque 2015, tienen el compromiso, la disciplina y sobre todo la convicción de que la labor que se hace es la correcta, sin importar las condiciones en terreno.

No importa si no hay agua potable, ni acueducto y alcantarillado, si la energía eléctrica se va con regularidad, si las calles están sin pavimentar, si falta el internet y solo la señal de una empresa de telefonía celular es buena.

El equipo de la Fundación Semana en San Basilio de Palenque es coordinado por Miguel Salgado, quien es cartage-nero, con maestría en Etnodesarrollo. Su tarea es dirigir todas las áreas que hacen de este un proyecto integral. Luz Stella Angulo, administradora de empresas, encargada del Área de Desarrollo

Económico, tiene como tarea, impulsar todos los proyectos productivos de Palenque.

El antropólogo Sergio Postarini es bogotano y tiene a su cargo el Área de Cul-tura. Su tarea es contribuir a que los grupos y escuelas, nuevos y tradicionales, desarrollen fortalezas organizativas y puedan consolidarse. El Área Social del Plan es liderada por la traba-jadora social Inés Maldonado, que trabaja en el apoyo a las organizaciones de base, y un mayor bienestar en la vida familiar de los palenqueros. Un palenquero, Eduin Valdés, dirige el Área de Etnoeducación.

Una parte importante del desarrollo económico que se está impulsando en Palen-que es el área rural, por eso el agrónomo Roberto Arnedo, del corregimiento de Mala-gana, Bolívar tiene el reto de hacer producti-vas estas tierras palenqueras. Junto a él, Luis Torres, más conocido como Lucho, líder de El

Salado, aporta su experiencia con comunidades en retorno, en este caso en La Bonga.

Cada área está articulada con las comunicaciones, desde el archivo de fotos hasta la información que sale de cada una de las líneas del proyecto. Esta labor la lleva a cabo Kellys Olivera, la más joven del grupo de trabajo, quien empezó como practicante y hoy hace parte del equipo de la Fundación Semana en Palenque. Las comunicaciones están bajo la direc-ción de Iliana Gutiérrez.

La oficina y las labores administrativas están a cargo de dos palenqueras: Yenny Andrea Padilla y Silvia Miranda.

De alguna manera todos dejan su casa y sus familias para hacer otra vida en San Basilio de Palenque. Sin embargo, el trabajo conjunto más el cariño de la gente hacen que esta labor más que un sacrificio, sea un regalo diario de experiencias per-sonales y de impacto social que se concretará en 2015, cuando finalice el Plan de etnodesarrollo de Palenque.

El trabajo en equipo, el convivir con la comunidad y el respeto a una cultura propia, han caracterizado a la alianza de la Fundación Semana en Palenque.

juntos en el terreno

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ogros

1. INTERVENCIÓN INTEGRAL Por primera vez un corregimiento es escenario de una intervención social integral, liderada por la Gobernación, que significará un giro radical en sus bienes públicos e infraestructura. Hasta ahora se han construido la mayor parte de las obras propuestas, o se ha logrado su avance por encima del 80 %, tales como viviendas, plaza, coli-seo, saneamiento básico, agua y gas. Y ya están los recursos para pavimentar los siete kilómetros de la carretera que conecta a la Troncal de la Costa con Palenque.

2. COORDINACIÓN INSTITUCIONALPalenque ha sido un lugar al que desde hace muchos años han lle-gado centenas de proyectos, pero no se han logrado articular en un plan de desarrollo. Por primera vez se intenta que todo lo que están haciendo diversos actores, tanto públicos como privados, confluya en propósitos comunes y que tengan continuidad.

3. APOYO A LA AGRICULTURALa reactivación de la agricultura con la inclusión de Palenque en el proyecto de desarrollo económico local en zonas de posconflicto es un logro en sí mismo, dado que incluirá a casi toda la población y será una oportunidad para la generación de ingresos.

4. MAYOR ESTABILIDADLos palenqueros han tenido que buscar oportunidades laborales y de negocios fuera de su pueblo, en Cartagena o incluso en luga-res más distantes. Actualmente, dadas las obras públicas que se están realizando, se han generado empleos y se han fortalecido las pequeñas empresas y asociaciones, lo que ha arraigado a muchas familias que antes eran migrantes.

5. APOYO PSICOLÓGICOLa intervención social en San Basilio incluye una estrategia de apoyo social y psicológico a las familias, de manera constante, la cual ha tenido mucha receptividad entre la población.

6. PARADOR TURÍSTICOEl Ministerio de Comercio Exterior, Industria y Turismo, en convenio con la Gobernación de Bolívar, construyó un parador a la entrada de Palenque con el objetivo de que los turistas encuentren en un sitio los productos y manifestaciones propios del lugar. Este logro se ha visto opacado porque más allá de la edificación aún no se ha hecho realidad su dotación y funcio-namiento permanente e incluso puede empezar a deteriorarse.

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1. FORTALECER LA DEMOCRACIA Y LA CONVIVENCIAEl principal reto que tiene Palenque en este momento es lograr un clima de concordia dentro de la comunidad, resolver los conflictos alrededor de la gobernabilidad del Consejo Comunitario y construir unos acuerdos básicos que le permitan seguir adelante y rompan el estancamiento institucional.

2. FRENAR LA VIOLENCIALa seguridad es un problema grave al que no se le ha dado toda la dimensión que requiere. En Palenque actualmente hay violencia en muchos niveles, con-sumo de drogas, proliferación de armas, riñas, robos y otros delitos que se salen de las manos de la Guardia Palenquera y de las autoridades civiles.

3. MÁS Y MEJOR EDUCACIÓNLa etnoeducación debe convertirse en un proceso integral, para niños y adultos de todas las edades. Los procesos educativos y culturales son los que van a garantizar que Palenque mantenga su condición de patrimonio inmaterial en las próximas décadas. Hay mucho por hacer todavía.

4. TURISMO CON ENFOQUE ÉTNICOLos palenqueros han expresado que el etnoturismo es una alternativa económica muy importante para ellos. Sin embargo, el reto es que el turismo no se convierta en un factor predador del patrimonio cultural, o una influencia negativa. Lo ideal es lograr un turismo con-trolado por la propia comunidad, que les presente a propios y extra-ños la riqueza de Palenque, y que beneficie a todos como sociedad.

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5. PENSAR EN PROCESOS NO SOLO EN PROYECTOSSuperar la cultura de los proyectos aislados, de poco tiempo,

que dan soluciones parciales y que finalmente dividen a la comunidad por el uso de recursos. Lo ideal es trabajar en un proceso de largo plazo realmente arraigado en una visión compartida de futuro de la comunidad.

6. GENERAR OPORTUNIDADESConstruir alternativas de uso del tiempo libre para toda la población, pero en especial para los jóvenes. Reactivar el deporte en todas sus expresiones, pero especialmente los tradicionales como el boxeo y el béisbol. También las ini-ciativas económicas que permitan mejorar los ingresos.

7. ARRAIGO EN LA COMUNIDADLa alianza que lideran las fundaciones Semana, Carvajal y Saldarriaga Concha tiene el reto de que este proceso de desarrollo se arraigue realmente entre los palenqueros, que se convierta en una oportunidad para salir de la pobreza extrema y no sea visto solo como un conjunto de obras.

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Coltabaco Además de liderar el proyecto más ambicioso en lo productivo –recuperar la siembra de taba-co en la zona–, financió la reconstrucción de la Casa de la Cultura.

TelefónicaConectó a El Salado a través de una antena que permite que hoy tenga teléfono fijo, celular y conexión a internet por banda ancha. Será un aliado clave en los Montes de María.

Fundación CarvajalFundación Carvajal ha sido la gran cabeza detrás de los distintos proyectos que lidera la Fundación Semana.

BavariaApoya los emprendimientos de El Salado y Palenque, ha sido el aliado de las campañas de comunciación de la alianza y apoyó el lanza-miento de la Casa del Pueblo.

Fundación Alpina Alpina ha sido el corazón de la reconstrucción y lidera el proyecto de granja agroecológica. También cofinanció el lanzamiento de la Casa de la Cultura de El Salado.

Coca-Cola FemsaAyuda a diseñar un plan de saneamiento básico y a buscar soluciones de agua en El Salado. Dona bebidas para los eventos de la alianza.

CoronaHa sido líder en el plan de infraestructura.

USAID Ha apoyado a la alianza siendo un aliado estra-tégico para el proyecto de desarrollo económi-co local en regiones de posconflicto.

La W Radio Con Julio Sánchez a la cabeza, La W ha sido el gran promotor de las campañas por los Montes de María.

Publicaciones SemanaPrincipal creador del proyecto y promotor del mismo a través de sus distintas publicaciones. Financia el equipo de trabajo de la Fundación Semana.

AviancaPromueve el continuo acercamiento con la comunidad de El Salado y de San Basilio de Palenque y apoya el transporte de productos.

DDBHan sido los autores de las campañas publicitarias y de imagen de la Fundación Semana.

Pacific Rubiales Cofinanció el lanzamiento de la Casa de la Cultura, financió el lote donde se construirá la cancha de fútbol. Patrocinador de la escuela de fútbol de El Salado. Apoyará la construcción del reservorio en La Quimera y la Conquista y cofi-nanciará el proyecto BID - Fomin.

Ministerio de Transporte A través del programa de vías terciarias, aportó todos los recursos para el mejoramiento de la vía El Carmen de Bolívar – El Salado.

ICBFLidera el proyecto Familias con Bienestar y cofi-nanciará junto con Aeiotü la operación de un programa para la primera infancia en las veredas de El Salado.

DPSHa sido la entidad líder del Estado para conso-

construcción del alcantarillado y los proyectos productivos de la Casa de la Cultura. Financiará los estudios para las soluciones de agua en las veredas.

Unidad de Víctimas Apoya los procesos de reparación de El Salado y Palenque.

Sena Está presente en El Salado y Palenque con cursos de artesanías, lácteos, mecánica, y técnica agrope-cuaria en el colegio de El Salado.

Gobernación de BolívarApoya a través de la oferta institucional los proyectos de El Salado y es el gran líder del plan Palenque 2015.

IncoderApoya a la Asociación de Campesinos de El Salado (Asocampes) a través del proyecto de reactivación económica Quimera y Conquista y está ayudando a resolver los problemas de titula-ción en la región.

Ministerio de CulturaApoya las iniciativas culturales de El Salado y de Palenque, ayudó en la creación del plan de sos-tenibilidad para la Casa de la Cultura de ambos lugares.

LOS QUE SON Y LO QUE HACEN

® Colombia

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EL SALADO

Ministerio de AgriculturaApoya el desarrollo de los campesinos de los Montes de María.

DNP

de la línea de base de las comunidades.

El UniversalApoya el proyecto cubriendo sucesos importantes en la región.

Fundación CoronaApoya el fortalecimiento a madres y hogares comunitarios.

Fundación Saldarriaga ConchaHa apoyado desde el comienzo a la alianza que lidera la Fundación Semana, dedicando especial atención a la población de adultos mayores y discapacitados.

BID - FominCree en la apuesta de la Fundación Semana para la reconciliación y apoyará una estrategia de desa-rrollo integral para 1.000 familias campesinos de El Salado, Palenque y la alta montaña.

Fundación SemanaCoordina la alianza para la reconstrucción de El Salado y promueve el desarrollo económico local en la región de los Montes de María.

FANALCADonó dos motos a la Fundación Semana para sus equipos de trabajo en el terreno.

AdvantisAsesora emprendimientos en los Montes de María en modelos de negocios y estrategias de comer-cialización.

AluzianAsesora la creación y promoción de marca para productos de la región de Montes de María.

ANSPESe ha articulado con la estrategia Unidos y esta lide-ra el proyecto de “Zona libre de pobreza extrema”.

Alberto SamudioDonó el diseño de las viviendas nuevas y de la plaza principla para San Basilio de Palenque y trabajará en el diseño de las que se construirán en

USAIDHa sido un aliado estratégico para el proyecto de desarrollo económico local en regiones de poscon-flicto.

Red Nacional de Bibliotecas PúblicasIncluyó a la Biblioteca de El Salado en su red y la dotó de libros. Apoya el fortalecimiento de la Biblioteca de San Basilio de Palenque.

BancolombiaApoya los emprendimientos de El Salado y Palenque a través de un acompañamiento socio empresarial permanente.

Colectivo BTADonará en cooperación con otros aliados el diseño para la Casa de la Memoria de El Salado.

DUPONTFinanciará la instalación de un sistema de ener-gía solar para la escuela de Palenque.

Fondo Patrimonio NaturalApoya la creación de un plan de manejo am-biental de los proyectos productivos.

Fundación MundialHa sido un gran aliado en el área de infraestruc-tura y ha aportado programas de pintura para obras viviendas en El Salado y Palenque.

Hotel Charleston Santa TeresaDonó el alojamiento para Carlos Vives en el lanzamiento de la Casa de la Cultura y presta sus instalaciones para eventos del proyecto.

MinTicPromoverá que las TIC sean transversales al desarrollo integral. Instalaron un kiosco Vive Digital en El Salado.

Fundación PromigasApoya el desarrollo de la educación en San Basilio de Palenque a través del programa de fortalecimiento de la institución educativa y etnoeducación.

ProexportApoya la comercialización de los productos de las microempresas de El Salado y Palenque. Promovió el viaje de dos artesanos de la región a Europa para promover sus productos.

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