Notas Sobre La Razón Populista de Ernesto Laclau

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Notas sobre La razón populista de Ernesto Laclau Por Marturet Este artículo describe una selección de conceptos de la teoría política de Ernesto Laclau expuesta en La razón populista. 1 Según Laclau, la categoría política populismo ha sido abordada por la teoría política generalmente como una categoría que hace referencia a un fenómeno político caracterizado por la vaguedad, la irracionalidad, el vacío ideológico y la transitoriedad. Con rechazo moral y fuerte temor frente al desborde social que potencialmente pueden provocar las masas, se ha impuesto conceptualmente un modelo de racionalidad política que analiza el populismo en términos de anormalidad y desviación política. (EL CAPÍTULO 1 -“POPULISMO: AMBIGÜEDADES Y PARADOJAS”- ANALIZA UNA SELECCIÓN DE DISCURSOS OFRECIDOS POR LAS CIENCIAS SOCIALES QUE CONDENAN ÉTICAMENTE AL POPULISMO Y LO CONCIBEN COMO UN FENÓMENO ABERRANTE) En contraposición a dicho modelo, Laclau sostiene que el populismo no es un fenómeno político transitorio, sino un fenómeno siempre presente de estructuración de la vida política. Dicha estructuración impone, desde el punto de vista teórico, el análisis de la dimensión performativa del populismo y la racionalidad social que expresa, en tanto es capaz de construir significados político relevantes. Las nociones de hegemonía y de principio de equivalencia son centrales en tal sentido. 1 Laclau, Ernesto, La razón populista, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2005. 1

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Notas sobre La razn populista de Ernesto LaclauPor Marturet

Este artculo describe una seleccin de conceptos de la teora poltica de Ernesto Laclau expuesta en La razn populista.

Segn Laclau, la categora poltica populismo ha sido abordada por la teora poltica generalmente como una categora que hace referencia a un fenmeno poltico caracterizado por la vaguedad, la irracionalidad, el vaco ideolgico y la transitoriedad. Con rechazo moral y fuerte temor frente al desborde social que potencialmente pueden provocar las masas, se ha impuesto conceptualmente un modelo de racionalidad poltica que analiza el populismo en trminos de anormalidad y desviacin poltica.

(EL CAPTULO 1 -POPULISMO: AMBIGEDADES Y PARADOJAS- ANALIZA UNA SELECCIN DE DISCURSOS OFRECIDOS POR LAS CIENCIAS SOCIALES QUE CONDENAN TICAMENTE AL POPULISMO Y LO CONCIBEN COMO UN FENMENO ABERRANTE)

En contraposicin a dicho modelo, Laclau sostiene que el populismo no es un fenmeno poltico transitorio, sino un fenmeno siempre presente de estructuracin de la vida poltica. Dicha estructuracin impone, desde el punto de vista terico, el anlisis de la dimensin performativa del populismo y la racionalidad social que expresa, en tanto es capaz de construir significados poltico relevantes. Las nociones de hegemona y de principio de equivalencia son centrales en tal sentido. Para profundizar en el rechazo tico y conceptual del populismo, Laclau pasa revista a una serie de discursos tericos (pertenecientes principalmente al campo del psicoanlisis). (EL CAPTULO 2 -LE BON: SUGESTIN Y REPRESENTACIONES DISTORSIONADAS- ANALIZA LA ESCISIN QUE SEGN LE BON SE ESTABLECE ENTRE LAS PALABRAS Y SUS SIGNIFICADOS Y CMO ESTOS LTIMOS PUEDEN DISTORSIONARSE EN BASE A RECURSOS RETRICOS: LA AFIRMACIN, LA REPETICIN Y EL CONTAGIO DE LAS MASAS)

Dichos discursos crticos de la sociedad de masas se sustentan en la dualidad diferenciacin/indiferenciacin social.

Laclau seala que, para Taine, por ejemplo, el populismo supone una igualdad de condiciones que entraa la ruptura de las jerarquas y el orden social. Tarde, por su parte, establece una distincin entre multitudes (homogeneizadas, conforme la nocin de imitacin) y pblicos (compatibles con el funcionamiento de la sociedad, aunque basados en la lgica homogenizante de la similitud). En McDougall, la distincin entre multitud y grupo organizado se establece conforme la nocin de voluntad colectiva basada en la identificacin comn con un objeto. De esta forma, advierte Laclau, McDougall introduce el principio de equivalencia como condicin de un grupo organizado.

Finalmente, Laclau afirma que en Freud el dualismo (diferenciacin /indiferenciacin social) desaparece. Sostiene que en Psicologa de las masas y anlisis el yo (1921), el anlisis de Freud gira en torno a la nocin de identificacin, que permite comprender una pluralidad de alternativas sociopolticas verificables en las sociedades. Dicha nocin se sustenta en el grado de distancia entre el yo existente y el yo-ideal.

a) A mayor distancia entre el yo existente y el yo-ideal, mayor presencia de identificacin entre los miembros del grupo y transferencia al lder del rol del yo-ideal.b) A menor distancia entre el yo existente y el yo-ideal, el lder es el objeto elegido de los miembros del grupo, pero tambin es parte de stos ltimos, participando en el proceso general de identificacin mutua. c) Finalmente, en el caso imaginario en el que la brecha entre el yo existente y el yo-ideal estuviera totalmente cerrada, estaramos en una situacin de transferencia total de las funciones del individuo a la comunidad.

Estas variaciones problematizan el modelo dualista (sociedad diferenciada/ sociedad de masas), pues en verdad no existe ninguna dualidad en la sociedad, sino un conjunto de situaciones indeterminadas que, como veremos, posibilitan la existencia del populismo.

(EL CAPTULO 3 -SUGESTIN, IMITACIN, IDENTIFICACIN- ANALIZA DETALLADAMENTE LAS POSTURAS ANTERIORMENTE INDICADAS)

Ofrecer una breve descripcin del anlisis terico de Laclau sobre dichas situaciones es el objetivo de estas pginas. (LOS CAPTULOS 4 Y 5 EL PUEBLO Y LA PRODUCCIN DEL VACO Y SIGNIFICANTES FLOTANTES Y HETEROGENEIDAD SOCIAL CONFORMAN EL NCLEO DURO DE LA TEORA DE LACLAU).

Segn Laclau, el populismo es una forma de constituir la unidad de un grupo. A esta constitucin lo denomina prctica articulatoria populista. La unidad ms pequea para dicha articulacin la constituyen las demandas democrticas. La emergencia de una demanda democrtica supone algn tipo de exclusin o privacin, ya que es formulada por un actor excluido del sistema sobre la base de un principio de igualdad. La pluralidad de demandas que, a travs de su articulacin equivalencial, constituyen una subjetividad social ms amplia, conforman las demandas populares. Conforme lo expuesto, el populismo supone: (i) la formacin de una frontera antagnica interna que separa al pueblo del poder (se trata de una divisin antagnica del campo social, siendo el pueblo la expresin de una totalidad ausente) y (ii) una articulacin equivalencial de demandas (que supone, por tratarse de demandas, una pluralidad de posiciones subjetivas).La divisin antagnica de la sociedad supone la presencia de algunos significantes privilegiados que condensan en torno a s mismos la significacin de todo un campo antagnico. La nocin de hegemona supone que dichos significantes se constituyan en un terreno en el cual las demandas no obedecen a una lgica determinada a priori. La contingencia se inscribe en dicha lgica.

Aqu debe distinguirse el rol ontolgico de la construccin discursiva de la divisin social y el contenido ntico que juega ese rol en ciertas circunstancias. Mientras el rol ontolgico es una necesidad de la divisin social, el contenido ntico puede asumir diversos contenidos. Por condensacin, Laclau entiende el denominador comn que encarna el vnculo equivalencial entre una serie de demandas particulares. Este denominador comn proviene de la misma serie equivalencial y constituye una particularidad y una universalidad al mismo tiempo.

La identidad popular debe condensarse entonces en torno a significantes (palabras, imgenes) referidos a la cadena equivalencial como totalidad. En tal sentido, la identidad popular funciona como un significante vaco que condensa demandas (demandas que comparten entre s el vnculo negativo inherente al lazo equivalencial) en un terreno social heterogneo. La heterogeneidad social implica que demandas no pueden ser representadas en una ubicacin estructural especfica dentro de un campo antagnico. Por ejemplo, la situacin de las mujeres respecto a la lucha de clases.

Un aspecto central en la argumentacin de Laclau es el nombre como fundamento de la identidad popular, que permite hablar de una productividad social del nombre. Siguiendo a Zizek, el punto nodal cuyo nombre genera la unidad de una formacin discursiva (el objeto a de Lacan) no tienen una identidad positiva propia, sino que es un significante puro que satisface la funcin de fijacin nodal. Laclau seala dos consecuencias de la unidad de dicho objeto a al ser nombrado: (i) el nombre genera una atraccin sobre cualquier demanda vivida como insatisfecha y, como tal, heterognea respecto al marco simblico existente; y (ii) el nombre, en tanto significante vaco, es incapaz de determinar qu tipo de demandas entrarn en la cadena equivalencial.

La necesidad de constituir un pueblo surge slo cuando la plenitud no es alcanzada y objetos parciales (objetos a) dentro de la sociedad (objetivos, figuras, smbolos) son investidos de tal manera que se convierten en los nombres de su ausencia. De all la centralidad de la dimensin afectiva en este proceso.

El pueblo es el resultado de la sobredeterminacin hegemnica de una demanda democrtica particular que funciona como significante vaco. Dicho funcionamiento se basa en la representacin: (i) la representacin de la cadena equivalencial por el significante vaco constituye la totalidad, aadiendo una nueva dimensin cualitativa y (ii) dicha representacin, que permite la identificacin para todos los eslabones de la cadena, significa que el significante vaco no puede ser autnomo.

Por otra parte, Laclau distingue entre significantes vacos y significantes flotantes. Los primeros apuntan a la construccin de una identidad popular en el marco de una frontera estable. Los segundos, a la lgica de los desplazamientos de esa frontera, por ejemplo en tiempos de crisis orgnica.

Laclau seala que todas las luchas son por definicin polticas. Lo poltico es la anatoma del mundo social, porque es el momento de institucin de lo social. No todo es poltico en la sociedad, porque muchas formas sedimentadas se han desdibujado respecto a la institucin poltica originaria, pero si la heterogeneidad es constitutiva del lazo social, siempre existir una dimensin poltica por la cual la sociedad y el pueblo son constantemente reinventados. Las dimensiones definitorias del populismo son:

1. La emergencia de un conjunto de fuerzas y demandas heterogneas que no pueden ser integradas orgnicamente dentro del sistema diferencial/institucional vigente.

2. Dado que los vnculos entre dichas demandas son diferenciales, slo pueden ser equivalentes (hay un aire de familia entre ellas, porque todas tienen el mismo enemigo).

3. La cadena de equivalencias alcanza su punto de cristalizacin en torno a un significante vaco.4. Con el fin de desempear ese rol, el significante vaco es reducido a un nombre.

5. Para que el nombre desempee su rol, debe estar investido de afecto.

(EL CAPTULO 6 -REPRESENTACIN Y DEMOCRACIA- ANALIZA EL FUNCIONAMIENTO DE LOS MECANISMOS DE REPRESENTACIN Y EL VNCULO ENTRE DEMOCRACIA Y POPULISMO)

La lgica del populismo es histricamente variable. Desde un punto de vista conceptual, puede darse cuenta de esta variabilidad conforme la relacin (inestable) entre el movimiento populista y el sistema institucional: (i) un sistema institucional autorregulado que relega cualquier desafo antiinstitucional a una situacin marginal; (ii) un sistema institucional menos estructurado, que requiere algn tipo de recomposicin poltica: el sistema puede ser desafiado, pero como mantiene su capacidad de autoestructuracin, las fuerzas populistas actan dentro y fuera del marco institucional; y (iii) un sistema que ha entrado en un perodo de crisis orgnica en el sentido gramsciano: las fuerzas populistas no slo desafan el sistema, sino que se lanzan a la reconstruccin de un nuevo ncleo populista.

(LOS CAPTULOS 7 Y 8 LA SAGA DEL POPULISMO Y OBSTCULOS Y LMITES EN LA CONSTRUCCIN DEL PUEBLO- ANALIZAN LA LGICA VARIABLE DEL POPULISMO A PARTIR DEL ESTUDIO DE CASOS).

Como conclusin, Laclau seala que existe una asimetra entre la comunidad como un todo (el populus) y los de abajo (la plebs). Estos ltimos son siempre una parcialidad que se identifica a s misma como un todo.

Conforme lo expuesto, estamos en presencia, por una parte, de la universalidad de lo parcial. Esto supone que una demanda popular particular encarna la plenitud ausente de la comunidad, mediante una cadena de equivalencias potencialmente interminable. Por otra parte, la plebs nunca de deja de ser una particularidad, lo que implica que la totalidad siempre es una totalidad fallida.

Asimismo, tenemos la parcialidad de lo universal, dado que la universalidad slo puede ser expresada mediante lo ntico, lo que abre entonces la cuestin de la sucesin discontinua de las formaciones hegemnicas (la historicidad contingente).

La unidad del agente social es el resultado de una pluralidad de demandas sociales que constituyen una cadena de equivalencias, agrupadas conforme el principio de nominacin. La nominacin es entonces el momento clave de la constitucin de un pueblo, cuyos lmites y componentes equivalenciales fluctan permanentemente.

El momento equivalencial/articulador no procede por necesidad lgica, sino que se constituye mediante la unificacin de una pluralidad de demandas.

Cuanto ms heterogneas sean las demandas sociopolticas, ms autnoma se tornar la construccin del pueblo respecto de dichas demandas. El punto nodal investido afectivamente (el nombre) no slo expresa dicha cadena de equivalencias, sino que se convierte en su fundamento.

Laclau cuestiona tanto las visiones radicales que hacen del momento revolucionario la condicin sine qua non del cambio social (Zizek) como la supuesta tendencia a la rebelin de las multitudes sin necesidad de una construccin poltica del sujeto de dicha rebelin (Hardt y Negri).

En contraposicin a ambas lecturas, Laclau comparte la postura de Rancire, segn el cual el comunismo no se define por un tipo de organizacin poltica en particular, sino como un conjunto de experiencias (comunistas) que a lo largo de la historia han resistido los abusos del poder.

Dice Rancire al respecto: La emancipacin no puede ser la satisfaccin de una necesidad histrica ni la abolicin de esa necesidad. Debe concebirse partiendo de su inoportunidad, lo cual significa dos cosas: primero, que no haga falta una necesidad histrica para que exista y, segundo, que sea heterognea con respecto a las formas de experiencia estructuradas por el momento de dominacin. El nico legado comunista que merece ser examinado es la multiplicidad de formas de experimentacin de la capacidad de cualquiera, ayer y hoy. La nica forma posible de inteligencia comunista es la inteligencia colectiva construida en el transcurso de esas experimentaciones.

Entiendo que Laclau adherira plenamente a lo expuesto.

Hernn Marturet

Laclau, Ernesto, La razn populista, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2005.

Rancire, Jacques, Comunistas sin comunismo?, en Sobre la idea de comunismo, A. Hounie (comp.), Buenos Aires, Paids, 2010, p.177.

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