novela gráfica
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4
Ilustración : Cindy Rojas
Fotografía : Cindy Rojas
Diagramación y Diseño: Cindy Rojas
Bogotá
Colombia
mayo del
2010
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Don Anastasio desde hacía ya mucho tiem-po vivía en absoluta soledad en su in-mensa casa, no tenia familia pues toda su vida la había dedicado a acrecentar su inmensa fortuna a pesar de esto vivía muy enfermo de uno de sus ojos por tal razón se había vuelto cascarrabias, metódico y obsesivo por tener orden en su casa.
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Cierto día gol
peé en
su casa, estaba
buscando
un lugar para r
efugiarme
pues estaba huye
ndo
de la violencia
la cual
me había afligid
o por
años ya cansado
de
esta trate de en
contrar
un lugar para em
pezar
de nuevo y por
casualidad caí
en aquella casa ,TOC
TOC
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¿Que está
buscando?
Necesito alquilar un cuarto en esta casa me parece amplia y
comfortable,es solamente por
unos días.
Empecé a tener una rutina diaria muy común del trabajo a la casa y de la casa al traba-jo, bueno todo iba normal, lo cierto es que mi nerviosismo había vuelto otra vez no se que lo había despertado, !oh si¡, tal vez el viejo con su terrible enfermedad había logrado intranquilizarme y desequilibrarme.
8
Es imp
osible
enten
der co
mo aqu
ella i
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en mi
cabeza
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taba
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ntemen
te.
9
Todo fue muy bien pensado tuve mucha precaución y cuidado con mi plan por eso al transcurrir una semana mi comportamiento ha-cia el viejo era más amable, a eso de la media noche cuando el viejo dormía, giraba el picapor-te de su puerta tan suave y con tanto cuidado, cuando la abertu-ra era bastante grande para pasar la cabeza, levantaba una linterna sorda, cerrada completamente ce-rrada y de manera que no viera ninguna luz y tras ella pasaba la cabeza todo era muy lento y con mucho disimulo desde luego para no perturbar el sueño del vie-jo, claro está que tomaba mucho Tiempo para lograr ver al viejo
en la cama.
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Tomaba mucho tiempo para lograr ver al viejo en la cama, luego había la linter-na con mucho cuidado para lograr que tan solo un rayo de luz me sirviera para ver el ojo del buitre esto lo hice por siete noches más pues siempre a la misma hora encontraba el ojo cerrado por tal motivo mi plan fallaba. Pues como les he contado el problema no era con el viejo sino con
su mal de ojo.
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¿Quiénestá ahí?
Ya sobre la octava
noche volví a entrar
al
cuarto del viejo a
la media noche como
lo
había tomado de cos
tumbre, al observar
el
minutero del reloj,
sentía que el tiempo
co-
rría mas que como se
movía mi mano. me r
eía
entre dientes de los
alcances que había
de-
sarrollado y de pens
ar que el no imagina
ba
mis intenciones, de
repente se movió so
bre
la cama me eche haci
a a tras espere un m
o-
mento y luego seguí
empujando suavemente
la
puerta , ya al encon
trarme dentro del cu
arto
y al abrir la linter
na mi pulgar se resb
alo
en el cierre metálic
o , entonces el viej
o se
sentó en la cama y
gritando dijo
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Después de esperar tanto deci-dí abrir la linterna pero muy lentamente en donde solo salía un fino rayo de luz , justa-mente el cual cayó en el ojo del buitre fue así que empecé a enfurecerme muchísimo, pues solo observaba ese ojo que tan-to pánico e inconformidad me
producía
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Así empecé a desarrollar la agudización de mis oídos, pues escuchaba detalladamente el la-tir del corazón del viejo, es como escuchar el segundero de un reloj. aguante unos minutos más cuando fue irresistible sentir tal furia que abrí la linter-na en su totalidad y me abalan-cé sobre el viejo, echándole el colchón encima el viejo exclamo
una sola vez.
TIC TAC TIC TAC
¡OH DIOS¡
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Pensé que hacer y cómo desha-cerme del cadáver pues la no-che corría entonces descuartice el cadáver, cortando la cabeza, las piernas y los brazos. Luego levante las tabletas del suelo puse los restos en el hueco, y después coloque nuevamente las tabletas, todo lo tenía perfecto como estaba.
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Ya al terminar con la labor como a eso de las cuatro de la madru-gada, golpearon en la casa. Abrí la puerta como si no hubiera pa-sado nada, era un policía pues un vecino lo llamo porque según él había escuchado un grito, en el interior de la casa, fue así como el entro a registrar el lu-gar.
TOCTOC...
¿Quién es?
LA Policía.
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Le explique al policía que el grito había sido mío, tras te-ner una pesadilla, me pregunto sobre el viejo, desde luego le dije que se encontraba viajando, lo seguí acompañando durante el recorrido, hasta que llegamos al cuarto del muerto
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Tras un largo tiempo empecé a escuchar un zumbido muy lento, luego se torno más intenso me sentí muy incomodo entonces empecé alzar la voz para tratar de tapar ese sonido, cada vez el sonido era más claro entonces deduje que ese sonido no venía de mis oídos. Para el policía pa-recía no pasar nada, quizás para el no existía dicho sonido, cada vez me impa-cientaba mas, mi desespero fue tan grande que termine por levantar las tabletas del suelo, de allí provenía dicho sonido que me enfurecía, mire al policía y le dije: aquí esta, de aquí procede ese horrible sonido el latir de su corazón es espan-
toso para mí.
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Me es imposible entender como aquella idea entro en mi cabe-
za por primera vez, pero una vez que se concibió me acosó día
y noche, yo no perseguía ningún propósito ni tampoco estaba
colérico, de alguna forma le sentía cariño al viejo por haberme
dado aquel lugar, pues su trato con migo era bueno, aunque no
niego que su malgenio, y obsesion por el orden me alteraba un
poco. si piensan que fue su dinero , tampoco fue el motivo. en
fin lo único que me provocó haber hecho esto fue su ojo.