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Evangelio del Reino

Encontramos que la Iglesia es llamada a pasar al Lugar Santísimo, tras el velo que está a la Puerta del Lugar Santísimo. Y no se puede entrar por otro lugar. Hay que ir tras el velo del Lugar Santísimo para ver

la Gloria de Dios.

Mayo 21,1995 Austin, Texas, USA

Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago,

Es distribuido gratuitamente.

“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que

quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

Apocalipsis 22:17

22 WILLIAM SOTO SANTIAGO yo se lo daré a ustedes, y que también quedará grabado, y luego quedará impreso en folletos, para seguir compartiendo con todos este Alimento espiritual, y estar bien alimentados en este tiempo final. Así que Dios les continúe bendiciendo a todos, Dios les guarde. Muchas gracias por vuestra amable atención. Que Dios les continúe bendiciendo a todos, amados amigos y hermanos presentes; y será hasta mañana, Dios mediante, los que han de estar allá. Y para el resto será hasta una próxima ocasión en que estaré nuevamente con ustedes personalmente, y estaré compartiendo con todos ustedes nuevamente unos momentos así, agradables, llenos de las bendiciones de Dios. Y a través del satélite también siempre estaré con ustedes, y a través de los folletos. Así que el Alimento espiritual nunca les va a faltar. Hay mucho Alimento almacenado, y sigue almacenándose más Alimento. Por lo tanto, para este tiempo final y para el Milenio habrá Alimento espiritual para todos los que viven y vivan en este planeta Tierra. Bueno, que Dios les bendiga, que Dios les guarde. Y con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín. Bueno, que Dios les bendiga a todos los que están a través de Galaxy VII, canal 11, y de PanAmSat, y también los que están a través del canal 3 y canal 22 de televisión en Puerto Rico, y también los que están a través de las diferentes radioemisoras amigas en diferentes naciones. Que Dios les bendiga y pasen todos muy buenas tardes. Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín. “LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO.”

LLAA GGLLOORRIIAA DDEE DDIIOOSS TTRRAASS EELL SSEEGGUUNNDDOO VVEELLOO

Por William Soto Santiago 21 de mayo de 1995 (P.M.)

Austin, Texas, U.S.A.

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes, y televidentes por Galaxy VII, canal 11, y por PanAmSat, y también por el canal 22 y canal 3 de Puerto Rico, y a través también de las radioemisoras amigas que están transmitiendo en esta tarde; que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también. En esta tarde quiero leer en la carta de San Pablo a los Hebreos, en el capítulo 9, verso 1 en adelante, donde nos dice el gran apóstol San Pablo: “Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición. Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto; y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle. Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;

4 WILLIAM SOTO SANTIAGO dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. Lo cual es símbolo para el tiempo presente.” Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos permita entenderla. Para esta ocasión nuestro tema será: “LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO.” En el tabernáculo que hizo Moisés por una orden divina, encontramos que fue construido de la siguiente manera: Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo. Encontramos que este tabernáculo que hizo Moisés, y luego el que hizo Salomón, es tipo y figura del que está en el Cielo. Por esa causa Dios le dijo a Moisés: “Hazlo conforme al modelo que se te mostró en el monte.” Porque allí en el monte le fue mostrado en visión ese tabernáculo, ese templo; y conforme a esa visión él tuvo que hacer un tabernáculo aquí en la Tierra, el cual es tipo y figura del que está en el Cielo. San Pablo en este mismo capítulo 9, verso 18 en adelante, dice: “De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.” Ahora, aquí podemos ver que Cristo cuando murió y luego resucitó y ascendió al Cielo, entró al Templo que está en el

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 21 buscando de parte de Dios todo lo que El quiera darme para todos ustedes; porque todo el secreto del Programa divino para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos está tras el segundo velo; porque tras el segundo velo es que está el Lugar Santísimo, donde entra la Iglesia del Señor Jesucristo; pero tiene que pasar por ese segundo velo, si no, no puede entrar al Lugar Santísimo del Templo espiritual del Señor Jesucristo. Bueno, ya hemos visto que hay mucho ahí de qué hablar. Y es tan grande y tan glorioso lo que hay ahí, que yo estoy muy contento, porque ya empezó El a darme un poco más abiertamente acerca de esto, para yo compartirlo con ustedes; porque siempre les he dicho que en seguida que Dios me da algo, quiero compartirlo con ustedes; así como hace el padre de la familia, que va a la tienda, hace su compra, y en seguida la trae a la casa para compartirla con su esposa y sus hijos, para comer lo mismo toda la familia. Bueno, eso es lo que yo hago con ustedes; y en seguida que Dios me da algo, lo comparto con ustedes para que me dé más y compartirlo de nuevo con todos ustedes. Si yo me quedo con eso para mí solo, ya no me puede dar más, porque no lo estoy compartiendo con ustedes, y me estoy comportando, como dice Miguel acerca de los niños chiquitos, que son muy tacaños; y en otros lugares le dice que son bien “codos.” Pues a los niños pequeños usted les da algo, y después no lo quieren compartir con nadie; y lo agarran bien, y no quieren que se lo quiten. Pero ya hemos madurado, ya estamos bastante adultos espiritualmente; por lo tanto compartimos todas las bendiciones de Dios con todas las personas, este Alimento espiritual, el cual necesita el alma de toda persona, porque este es el Pan de vida eterna, es Palabra de vida eterna, como le dijo Pedro a Jesús: “Tú tienes palabras de vida eterna.” Son las palabras de Jesucristo para nuestra edad y nuestra dispensación; son palabras de vida eterna en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual. Todo eso está prometido en la Escritura. Es la Gloria de Dios tras el segundo velo, para bendición de todos nosotros. Por lo cual yo le doy gracias a Dios y le pido a Dios que me dé todo el Alimento espiritual que El ha prometido para cada uno de ustedes, para nuestra edad y nuestra dispensación. El sabe que

20 WILLIAM SOTO SANTIAGO Así que Dios les continúe bendiciendo grandemente a todos, y que todos podamos ver siempre la Gloria de Dios manifestada en el Lugar Santísimo, tras el segundo velo. Esa es la única forma en que la Gloria de Dios podrá ser vista en este tiempo final, en el Día postrero: tras el segundo velo. “LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO.” Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y televidentes por Galaxy VII, canal 11, y por PanAmSat, y también por el canal 3 y canal 22 de televisión en Puerto Rico, y también los que están a través de las diferentes radioemisoras amigas de diferentes países. Que las bendiciones de Jesucristo sean sobre cada uno de ustedes aquí presentes, y sobre los que están escuchando a través de estas transmisiones de televisión y de radio; y también a los que vean esta conferencia grabada en video. Y que pronto todos seamos transformados, conforme a la promesa divina. Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde. Y dejo con nosotros nuevamente a Miguel Bermúdez Marín para continuar y finalizar nuestra parte en esta tarde, dándole gracias a Dios por todas Sus bendiciones. Solamente estamos comenzando en estos días. De seguro Dios nos va a dar otros Mensajes que abunden más acerca de este tema: “LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO.” Porque es un tema muy importante y es un tema que corresponde a nuestra edad y a nuestra dispensación. Es un tema que San Pablo dijo en su tiempo que él no podía hablar de esas cosas con detalle; y el séptimo ángel mensajero, el cual quería hablar y quería que se cumplieran en su tiempo, le fue mostrado todo, y después le fue dicho: “Ahora, tú no le hablarás de esto a nadie, a ninguna persona. Esto será lo que va a suceder.” Y todo esto está tras el segundo velo. Es la Gloria de Dios manifestada, lo que vio San Pablo en el Lugar Santísimo, sobre el arca del pacto, y lo que vio William Marrion Branham, el séptimo ángel mensajero precursor de la Segunda Venida de Cristo; fue la Gloria de Dios manifestada tras el segundo velo, en el Lugar Santísimo del Templo espiritual del Señor Jesucristo. Que Dios les bendiga, que Dios les guarde, y vamos a dejarlo hasta ahí, porque hasta ahí está bien por hoy. Ya en otras ocasiones van a estar escuchando, porque yo estaré

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 5 Cielo, el cual estaba tipificado en el templo o tabernáculo que había hecho Moisés. Y entró allá, al Lugar Santísimo en el Cielo, como entraba el sumo sacerdote en el tabernáculo que hizo Moisés; y entraba al lugar santísimo el sacerdote, con sangre, y la colocaba sobre el propiciatorio que estaba sobre el arca del pacto, la colocaba en medio de esos querubines de gloria; y la misericordia de Dios era extendida sobre el pueblo hebreo. Y esto fue lo que Cristo hizo en el Cielo, en el Tabernáculo celestial. Ahora, encontramos que además de Moisés hacer ese tabernáculo, luego Salomón hizo un templo; ya no de pieles, sino de piedras. Y lo hizo conforme al mismo modelo: Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo. Y colocó todos estos utensilios que estaban en el tabernáculo que hizo Moisés, y aun hizo todas las cosas que se necesitaban en ese templo. Encontramos que colocó también en el Lugar Santísimo el arca del pacto con el propiciatorio, en donde estaban los dos querubines de gloria. ¿Estaban dónde? En el propiciatorio; y el propiciatorio estaba sobre el arca del pacto. Dentro del arca del pacto estaban las tablas de la Ley, estaba la vara de Aarón que reverdeció, y estaban también allí un incensario en el Lugar Santo, y estaba también el maná escondido. Todo esto estaba allá en el Lugar Santísimo. En adición a eso, Salomón, nos dice la Escritura que construyó de madera dos querubines grandes, gigantes, y los forró, los cubrió, de oro, y los colocó en el Lugar Santísimo. Por ejemplo, aquí está el Lugar Santísimo, aquí está el arca, aquí encima, sobre el propiciatorio; la tapa del propiciatorio aquí; aquí están los dos querubines de gloria, de oro macizo, que hizo Moisés; luego aquí, al lado, colocó Salomón los dos querubines gigantes que hizo de madera de olivo, cubiertos de oro. Y estos querubines con sus alas, encontramos que se tocaban el uno al otro: una ala tocaba a la ala del otro querubín; o sea, que una ala llegaba hasta la mitad aquí, y la otra ala del otro querubín llegaba hasta la mitad aquí; y luego la otra ala llegaba hasta la pared, y el del otro querubín llegaba hasta la pared; o sea, sus alas extendidas. Ahora, ¿qué significa todo esto? ya que encontramos que en este templo Salomón colocó estos dos querubines, que no estaban en el Lugar Santísimo que había hecho Moisés. Bueno,

6 WILLIAM SOTO SANTIAGO estaban y no estaban; porque aquí Salomón está representando en una forma adicional lo que está representado en los dos querubines que están sobre el arca del pacto. Estos dos querubines están en el Cielo; y por cuanto las cosas que están en la Tierra (en el templo que hizo Salomón y el tabernáculo que hizo Moisés) son tipo y figura de las cosas del Cielo; en el Cielo, en el Lugar Santísimo, están estas cosas que están tipificadas en el Lugar Santísimo de ambos templos que fueron construidos aquí en la Tierra. Ahora, para poder ver bien todo esto, nuestro Señor Jesucristo también hizo un Tabernáculo, un Templo; y lo hizo conforme al mismo modelo que usó Salomón y que usó el profeta Moisés. Porque no lo puede hacer diferente al original que está en el Cielo, para poder Dios así morar en ese Templo, como mora El en el Cielo. Así que para un Templo aquí en la Tierra ser hecho, y que Dios more, tiene que ser igual al que El tiene en el Cielo; o sea, tiene que tener el equivalente de lo que hay allá en el Cielo, tiene que tener todo lo que tipifique al Templo que está en el Cielo. Por eso en el que hizo Moisés, Dios moró. Dios moró en esa Columna de fuego, en el Lugar Santísimo de ese templo, sobre el arca del pacto, en medio de los dos querubines. Y todo esto estaba tras el velo; tras el velo que dividía el Lugar Santo del Lugar Santísimo; tras ese velo estaba la Gloria de Dios allá en el Lugar Santísimo. Encontramos que ahora hay un nuevo Templo en la Tierra. Ya no es el de Moisés, tampoco es el de Salomón, sino el del Señor Jesucristo. Ahora, para tener un cuadro claro de lo que vamos a ver tras el velo, vamos a ver lo que aconteció en los días de Jesús de Nazaret: Cuando Jesús estuvo en la Tierra, encontramos que en la Iglesia hebrea bajo la Ley, Dios había llevado a cabo un sinnúmero de cosas correspondientes a lo que estaba representado en el tabernáculo que hizo Moisés y el tabernáculo o templo que hizo Salomón. Y cuando Jesucristo estaba presente en la Tierra, ¿saben lo que estaba allí presente? Estaba allí presente el velo tras el cual estaba la Gloria de Dios. La Gloria de Dios estaba allí en carne

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 19 cumpliendo toda promesa que ha sido hecha a la Iglesia del Señor Jesucristo y al pueblo hebreo. Todo eso está tras el segundo velo. “LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO.” Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde. Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta tarde, y también en todos estos días aquí en el estado de Texas, llevando a cabo estas conferencias para las cuales hemos sido invitados Miguel Bermúdez Marín y yo; las cuales aceptamos con mucha alegría. Le damos gracias a Dios por Sus bendiciones derramadas en estos días en estas actividades. Le doy gracias a Dios por cada uno de ustedes que han estado en estas actividades. Y que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes, y se materialicen en cada uno de ustedes y en mí también; y pronto todos seamos transformados. Porque estamos en la Presencia de Dios, en el Lugar Santísimo, viendo la Gloria de Dios tras el segundo velo. Ha sido realmente una bendición grande para mí haberles hablado sobre este tema. Fue ayer, mientras Miguel hablaba, mientras leía este pasaje, que me vino este tema; y por poco ayer mismo les hablo de esto, pero lo dejamos para hoy; y estamos solamente comenzando; pero ya hemos visto claramente lo que todo esto significa para la Iglesia del Señor Jesucristo. Muchas personas están esperando ver la Gloria de Dios manifestada en este tiempo final. Y está prometida que la Gloria de Dios será vista, manifestada, en este tiempo final, en la Iglesia del Señor Jesucristo. Lo que algunos no saben es que está prometida para ser manifestada en el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, tras el segundo velo. Tras el segundo velo será vista la Gloria de Dios manifestada, y el cumplimiento de todo lo que ha sido prometido que Dios hará en el Día postrero. Todo eso está prometido para ser manifestado tras el segundo velo. Este es un tema profético muy importante para todos nosotros; y es un tema sencillo, pero que contiene la revelación divina de las cosas que han sido prometidas para la Iglesia del Señor Jesucristo para el Día postrero, para el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual.

18 WILLIAM SOTO SANTIAGO Y a medida que van viendo la Gloria de Jesucristo manifestada tras el velo, tras el ministerio de Su Angel mensajero, tras el ministerio que estará operando en Su Angel mensajero, los ministerios de Moisés y Elías, que son los Angeles de Gloria con los cuales apareció en el monte de la Transfiguración... A medida que vaya pasando el tiempo y estemos en la Presencia de Jesucristo, en el Lugar Santísimo de Su Templo, viendo la Gloria de Jesucristo manifestada y cumpliendo cada promesa que El ha hecho para Su Iglesia, nosotros iremos recibiendo todo lo que necesitamos para ser transformados y raptados. El maná que estaba en el Lugar Santísimo, miren ustedes, no se dañaba; podía continuar en perfecta condición por toda la eternidad, mientras estuviera en el Lugar Santísimo. ¿Y qué nos muestra a nosotros esto? Que los escogidos de Dios al ser colocados ante la Presencia de Dios en el Lugar Santísimo, tienen la promesa de que su edad no terminará, y de que los escogidos de nuestra edad serán transformados y luego raptados. No importa que algunos de los nuestros hayan partido; ellos regresarán, y estarán con nosotros en nuestra edad, y serán testigos de la resurrección; o sea, que en todo esto hay un propósito. Ahora, se requiere que estemos ante la Presencia de Jesucristo, en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, donde la Gloria de Jesucristo fue prometida que estaría manifestada; ya no en las siete edades. Por esa causa encontramos que ya los siete ángeles mensajeros se fueron, y sus ministerios concluyeron. Y para Dios realizar algo aquí en la Tierra en este tiempo final, no tiene otro ministerio que el ministerio de Su Angel mensajero con los ministerios de Moisés y de Elías, que están prometidos, siendo manifestados en el Angel del Señor Jesucristo, para que la Gloria de Dios sea manifestada de en medio de los dos Querubines, de en medio de Moisés y Elías, de en medio de esos dos ministerios finales que Dios ha prometido enviar en este tiempo final a Su Iglesia, para bendición de los escogidos de entre los gentiles y para bendición de los escogidos del pueblo hebreo. De en medio de los ministerios de Moisés y Elías estará la Gloria de la Shekinah manifestándose en este tiempo final y

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 7 humana, como había sido prometida por Dios a través del profeta Isaías, en el capítulo 40, donde dice de la siguiente manera, y vamos a leer: “Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.” ¿Qué se estaría manifestando, y toda carne estaría viéndola? La Gloria de Jehová. ¿Y dónde estaría? Cuando apareció Jesús de Nazaret, allí estaba la Gloria de Jehová manifestada en carne humana, dentro de aquel velo de carne; estaba tras el velo de carne que allí había aparecido. El verso 9 del mismo capítulo 40 de Isaías, dice: “Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro! He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.” Ahora, aquí encontramos que a Juan el Bautista le tocaba presentar al Mesías, le tocaba presentar al Dios de Israel velado en carne humana, le tocaba presentar al pueblo la Gloria de Dios en medio del pueblo velado en carne humana, el Dios de Israel. Tras aquel velo de carne que Juan el Bautista presentó al pueblo como el Mesías, tras ese velo de carne estaba la Gloria de Dios manifestada, la Gloria de la Shekinah. La Gloria de Dios que estaba en el Trono que está en el Cielo, ahora estaba allí en la Tierra en carne humana; la misma Gloria de la Shekinah que estaba en el tabernáculo que hizo Moisés. Pues cuando Moisés terminó su labor y lo dedicó a Dios, entró Dios en esa Columna de fuego, pasó por ese templo hasta llegar al Lugar Santísimo, tras el segundo velo que estaba a la entrada del Lugar Santísimo. Tras el segundo velo pasó Dios en esa Columna de fuego, y se posó sobre el arca del pacto en medio de los dos querubines; y allí Dios moró en medio del pueblo hebreo.

8 WILLIAM SOTO SANTIAGO Y en una ocasión encontramos que Dios le dijo a Moisés (Exodo 25, del 16 en adelante): “Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.” ¿De dónde dijo Dios que le hablaría a Moisés? De sobre el propiciatorio, de en medio de los dos querubines, todo lo que Dios le mandare para el pueblo hebreo; porque de allí saldría el Mensaje para el pueblo hebreo: del Lugar Santísimo, tras el velo del Lugar Santísimo. Ahora, podemos ver dónde Dios estaría revelándose al profeta Moisés: en el Lugar Santísimo, tras el velo, de en medio de los dos querubines de gloria que están sobre el propiciatorio. Todo esto es tipo y figura de lo que está en el Cielo, y también de lo que Jesucristo tiene en Su Templo espiritual. Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, El cumplió las cosas que El tenía que realizar en aquel tiempo, conforme a la edad y dispensación en que El apareció. Y la Gloria de la Shekinah que moraba en el Lugar Santísimo, sobre el arca del pacto, en el templo que estaba en existencia en aquellos días, ahora se había movido al Templo humano: Jesús de Nazaret. Y estaba tras aquel velo de carne –que moró en medio del pueblo hebreo– la Gloria de Dios estaba tras el velo de carne llamado Jesús. Cuando murió en la Cruz del Calvario, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a abajo; o sea, fue el de arriba, Dios, el

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 17 del templo que hizo Moisés y del templo que hizo Salomón; ese es el Lugar para la Gloria de Dios ser siempre manifestada. Ahora, encontramos que para ese tiempo Jesucristo dice: “Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias.” Y es por medio de Su Angel que El da a conocer a Su Iglesia, a Sus siervos –Su Iglesia de entre los gentiles y también para el pueblo hebreo–, las cosas que El prometió que daría a conocer, cuando dijo: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas.” Y luego en Apocalipsis capítulo 22, verso 6, dice: “Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto (para mostrar, o manifestar, o dar a conocer).” Es por medio del Angel del Señor Jesucristo que Jesucristo se revela, se manifiesta. Y así es como todos veremos la Gloria de Jesucristo manifestada en Su Iglesia en el Lugar Santísimo de ese Templo espiritual. Muchos quizás tropezarán con ese velo de carne que Cristo tendrá; pero otros no tropezarán, sino que verán la Gloria de Jesucristo manifestada en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual. Y así es como Jesucristo vendrá a Su Templo espiritual, al Lugar Santísimo, en donde Su Gloria será vista en este planeta Tierra; será la Gloria de Dios en la Tierra, en el Templo espiritual de Jesucristo, siendo manifestada. Y todo esto para este tiempo final. Encontramos que siempre Dios ha tenido velos de carne, instrumentos, mensajeros para edades y para dispensaciones. Y ahora en el fin del tiempo, tras el segundo velo, estará la Gloria de Dios, la Gloria de Jesucristo, manifestada en la Iglesia del Señor Jesucristo; y grandes cosas sucederán. Todo comienza –como siempre– en forma sencilla; pero luego Dios continuará añadiendo el cumplimiento de más y más promesas. Y a medida que va cumpliendo más y más promesas, la Gloria de Dios va siendo manifestada más y más, y los hijos de Dios que estarán en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, estarán viendo la Gloria de Jesucristo manifestada.

16 WILLIAM SOTO SANTIAGO Ahora, encontramos que para entrar al Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo hay que pasar tras el segundo velo; y así es como podemos ver la Gloria de Dios manifestada en el fin del tiempo, conforme a como ha sido prometida. Jesucristo dijo en San Mateo, capítulo 16, versos 27 y 28, de la siguiente manera: “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. (Y luego:) Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.” Ahora, aquí podemos ver que Cristo muestra la Venida del Hijo del Hombre en Su Reino con Sus Angeles. Y Sus Angeles aquí en el monte de la Transfiguración son Moisés y Elías. Porque son los ministerios de Moisés y Elías los que están prometidos para después de las edades de la Iglesia gentil; para después de las siete edades de la Iglesia gentil están prometidos los ministerios de los dos Olivos, de los dos Candeleros, los ministerios de Moisés y Elías; en donde Cristo es manifestado en Su Iglesia, y todos verán la Gloria de Jesucristo, todos verán la Gloria de Dios manifestada en el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Jesucristo. Todas esas cosas grandes y maravillosas que están prometidas para ser cumplidas, para ser manifestadas en la Iglesia y con la Iglesia de Jesucristo, para el Día postrero, correspondientes a la Tercera Etapa, correspondientes al cumplimiento de la Visión de la Carpa, corresponden al Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, bajo el ministerio de los dos Olivos, bajo el ministerio de Moisés y Elías; ministerios que estarán en el Angel del Señor Jesucristo en este tiempo final, para la Gloria de Jesucristo ser manifestada en la Tierra en Su Templo espiritual, en el Lugar Santísimo de Su Templo, así como la Gloria de Dios fue manifestada en el Lugar Santísimo

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 9 que lo rasgó hacia abajo. Y encontramos que podían mirar al Lugar Santísimo, podían mirar al arca, mirar sobre el lugar de intercesión en medio de los dos querubines, y allí ya no estaba la Gloria de Dios, allí ya no estaba la Columna de fuego. ¿Por qué? Porque estaba en Jesús de Nazaret. Estaba, no tras el velo que Dios había rasgado, sino que estaba tras el velo de carne: Jesús de Nazaret. Detrás de un nuevo velo estaba la Gloria de Dios manifestada. La Primera Venida de Cristo, miren ustedes cómo cumplió todas estas cosas; y el cuerpo de carne de nuestro Señor vino a ser aquel velo que en el Antiguo Testamento Moisés había colocado entre el Lugar Santísimo y el Lugar Santo, y también el que había colocado Salomón. Ahora vino a ser un velo humano, un velo de carne; y tras ese velo estaba la Gloria de Dios manifestada, como había sido prometida. Luego encontramos que cuando murió, resucitó y ascendió al Cielo, entró al Lugar Santísimo que está en el Cielo; se abrió el camino al Lugar Santísimo, se abrió el camino a la Presencia de Dios en el Cielo. Ahora, Jesucristo siendo el que construye un nuevo Templo, un nuevo Tabernáculo; al hacerlo conforme al modelo que Dios le mostró a Moisés y también a Salomón, el modelo conforme al que está en el Cielo, encontramos que tiene Atrio, tiene Lugar Santo y tiene Lugar Santísimo. Las siete edades o etapas de la Iglesia gentil corresponden al Lugar Santo. Encontramos que para entrar al Lugar Santo hay un velo. Y toda persona para entrar a formar parte del cuerpo místico de Cristo en el Lugar Santo de Su Templo, o sea, para ser parte de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, se requiere que entren por el primer velo, que está a la entrada del Lugar Santo. Y toda persona para entrar al Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo, para entrar a formar parte de la Iglesia de Jesucristo, ha tenido que entrar por la Primera Venida de Cristo; ese primer velo en donde la Gloria de Dios estuvo manifestada, y en donde fue llevada a cabo la Obra de Cordero de Dios quitando el pecado del mundo. Encontramos que millones de seres humanos han entrado al Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo y han venido a

10 WILLIAM SOTO SANTIAGO formar parte de alguna de las edades de la Iglesia gentil; representada cada edad en un candelero, y el mensajero de cada edad representado en una estrella, o una luz, o una mecha ardiendo sobre cada candelero. Porque de nada sirve un candelero si no tiene luz. Por ejemplo, ¿de qué le sirve a usted una linterna si no tiene luz? Para alumbrar no le sirve. Le serviría para matar mosquitos, quizás; pero pasaría mucho trabajo dándole a los mosquitos o a las moscas, o le serviría para hacerle daño a alguien; pero una linterna sin baterías y sin bombilla no sirve para alumbrar. Así que se requiere la bombilla y se requiere la pila (que es la que contiene la energía, la electricidad) para dar la luz. Y cada edad necesita la bombilla, que es el mensajero, y el Espíritu Santo, que es la batería, la energía que enciende esa bombilla y alumbra a todos los que están en la Casa de Dios, a todos los que están en el cuerpo místico de Cristo en el Lugar Santo, en la edad que les corresponde vivir. En cada edad fue encendida la lámpara, o sea, el candelero de cada edad o la lámpara de cada edad, fue encendida cuando Dios envió al mensajero para cada edad, encendido con el Espíritu Santo y trayendo el Mensaje de Dios para esa edad; y así se alumbró la Casa de Dios de edad en edad, con la Luz de Cristo, porque Cristo es la Luz. Pero para manifestarse como Luz necesitó un instrumento de carne, que fue el mensajero de cada edad. Los siete mensajeros están representados en las siete luces que contiene el candelero o candelabro en sus siete lámparas. Ahora, podemos ver cómo se materializó en el cuerpo místico de Cristo, en la Iglesia de Jesucristo, en el nuevo Templo, cómo se materializó todo lo que estaba allí en el Lugar Santo del Templo que hizo Moisés y del que hizo Salomón; porque todo eso está de acuerdo a lo que está en el Cielo. Ahora, ¿y es que en el Cielo hay siete luces o siete lámparas allí encendidas? Vamos a ver qué nos dice la Escritura con relación a esto. Apocalipsis, capítulo 4, verso 5, dice: “Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.” Y ahora en Apocalipsis, capítulo 1, y verso 4, dice así:

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 15 y entonces todo se iluminará, y ellos entenderán; porque los entendidos entenderán. Y hay un grupo de hebreos escogidos, escritos en el Libro de la Vida del Cordero, que entenderán, cuando Dios se torne al pueblo hebreo. Ahora, todo eso está tras el segundo velo, porque todo esto está tras la Segunda Venida de Cristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su manifestación correspondiente al Lugar Santísimo de Su Templo espiritual. Así como El ha tenido un velo de carne en cada edad, a través del cual se ha manifestado, El tendrá un velo de carne a través del cual El estará manifestándose; y tras ese velo de carne la Iglesia del Señor Jesucristo estará viendo la Gloria de Dios manifestada, y el pueblo hebreo verá también la Gloria de Dios manifestada. Porque lo importante no es el velo, sino lo que está detrás del velo. Detrás del velo que estaba en el tabernáculo que hizo Moisés y el templo que hizo Salomón, detrás de ese velo estaba la Gloria de Dios sobre el arca del pacto, en medio de los dos querubines. Así que lo grande y glorioso era lo que estaba detrás del velo. El velo era lo que tapaba e impedía que la gente viera lo que estaba en el Lugar Santísimo. Ahora, encontramos que la Iglesia es llamada a pasar al Lugar Santísimo, tras el velo que está a la Puerta del Lugar Santísimo. Y no se puede entrar por otro lugar. Hay que ir tras el velo del Lugar Santísimo para ver la Gloria de Dios. Cualquier persona que trate de entrar por otro lugar, estará haciendo como hizo el que entró a la cena por otro lugar y no tenía la vestidura de las bodas; y le fue preguntado: “¿Y cómo entraste aquí sin tener vestido de boda?” Y el enmudeció; porque no había entrado por la Puerta correcta. Y fue dicho: “atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de fuera, donde será el lloro y el crujir de dientes.” No se puede entrar al Lugar Santísimo por otro lugar; como tampoco se pudo entrar al Lugar Santo por otro lugar. Había que pasar tras el primer velo, para entrar al Lugar Santo, había que pasar tras la Primera Venida de Cristo, y no tropezar con el velo de carne que usó Dios allí.

14 WILLIAM SOTO SANTIAGO de Cristo; representados estos ministerios en los dos querubines que hizo Moisés, ¿de qué? de olivo, de madera de olivo cubiertos de oro. El oro representa a Dios; por lo tanto, está representando que estos dos ministerios estarán dirigidos por Dios y serán de Dios, o sea, será una manifestación de Dios a través de carne humana. La madera de olivo, o los olivos, representan la humanidad. Así que estos ministerios de Moisés y Elías estarán manifestados en carne humana; así como fueron manifestados en carne humana las siete lámparas que están ante la Presencia de Dios, que son los siete ojos de Dios que recorren toda la Tierra; y recorrieron toda la Tierra a través de carne humana, en la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ahora, los dos querubines de olivo cubiertos de oro, y los dos querubines de oro sobre el propiciatorio, ahora tienen que materializarse en el Templo espiritual de Cristo; porque el Templo espiritual de Cristo no está compuesto por cosas simbólicas, sino por seres humanos, en donde los símbolos se convierten en realidad. Y ahora esos símbolos que estaban allá, correspondientes al Lugar Santísimo, tienen que materializarse en la Iglesia del Señor Jesucristo en el fin del tiempo. Estos son los ministerios de Moisés y Elías, los ministerios de los dos Olivos, los ministerios de los dos Candeleros. Si con un candelero en cada edad, o una lámpara en cada edad, fue glorioso todo, ¡cómo será con dos Candeleros! Encontramos que Apocalipsis, capítulo 11, nos dice que estos ministerios de Moisés y Elías son los dos Olivos. Vamos a leerlo: “Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio. Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra.” Ahora, encontramos que en el Lugar Santo hubo un candelero o candelabro con siete lámparas; y ahora aquí Dios promete los dos Candeleros, los dos Olivos, para el ministerio final de Cristo en Su Iglesia. Por medio de estos ministerios es que Dios le dará Luz espiritual al pueblo hebreo, los alumbrará

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 11 “Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono.” Esos siete espíritus de Dios, hemos visto que son esas siete lámparas; y ahora dice que estas siete lámparas son los siete espíritus de Dios. Y vamos a ver un poquito más adelante, en Apocalipsis, capítulo 5, verso 6, nos dice: “Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.” Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la Tierra. Esos siete espíritus de Dios, esas siete lámparas, al ser enviados por toda la Tierra son los siete ángeles mensajeros que aparecieron en las siete edades de la Iglesia gentil, aparecieron esos siete espíritus de Dios, teofánicos, siete ángeles mensajeros con esos espíritus teofánicos, manifestados en carne humana; en carne humana aparecieron, trayendo el Mensaje de cada edad. Y así se cumplió lo que está en el Cielo, y lo que fue representado en el Lugar Santo con el candelero o candelabro con siete lámparas. Así se cumplió ¿dónde? En el Templo o Tabernáculo que hizo Jesucristo: en Su Iglesia. En ese Templo es que El va cumpliendo de edad en edad todo lo que está en el tabernáculo que hizo Moisés y en el templo que hizo Salomón, que son tipo y figura del que está en el Cielo. ¿Y qué significa todo esto? Que lo que Dios tiene en el Cielo, El lo está materializando aquí en la Tierra. Materializó en la Tierra Sus siete espíritus, esos siete ojos de Dios que recorren toda la Tierra, los materializó en carne humana en cada ángel mensajero; el cual fue, cada uno de ellos, un espíritu enviado de Dios, un espíritu teofánico; cada uno fue una de las lámparas que está ardiendo allá en el Cielo, en el Templo que está en el Cielo. Y si fue glorioso el que Dios materializara en la Tierra, en el Templo de Jesucristo, en el Tabernáculo de Jesucristo, en ese cuerpo místico de Jesucristo, esas siete lámparas, y siete ojos, y siete espíritus de Dios, durante las siete edades; más glorioso todavía es la materialización de lo que está en el Trono, en el Lugar Santísimo del Templo que está en el Cielo; lo cual

12 WILLIAM SOTO SANTIAGO también El tiene que materializarlo aquí en la Tierra en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es Su Templo espiritual. Ese es el Templo que tiene las grandes promesas divinas. Así como cuando vino la Presencia de Dios en la dedicación del templo que hizo Moisés, miren ustedes, no vino para ningún templo que hicieron los paganos en aquel tiempo, no vino para ningún templo de los filisteos o de los otros vecinos de Israel, sino que vino para el tabernáculo que hizo Moisés. Y luego, cuando Salomón hizo el templo, vino al templo que hizo Salomón. Y ahora la Venida de la Gloria de Dios en el fin del tiempo, es para el Templo del Señor Jesucristo, que es Su Iglesia. Ha estado pasando el Espíritu Santo, de edad en edad, por el Lugar Santo; pero hay un velo que no dejó ver a los ángeles mensajeros de las siete edades todo lo que hay detrás de ese velo. Ellos vieron a través de la Escritura cosas grandes y maravillosas, tuvieron sueños y visiones acerca de cosas que Dios tendrá para después de las edades de la Iglesia gentil, pero San Pablo y el séptimo ángel mensajero dijeron que no podían hablar claramente de esas cosas. San Pablo dijo que de estas cosas no se puede hablar abiertamente. Dice: “Y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.” Y cuando el séptimo mensajero vio las cosas que Dios haría después de las edades de la Iglesia gentil, le fue prohibido hablar abiertamente, le fue prohibido dar a conocer lo que era la Tercera Etapa, lo que era esa manifestación grande de la Gloria de Dios en Su Templo espiritual, en Su Iglesia. Porque todo lo que él vio, toda esa Gloria de Dios que él vio manifestada bajo la Tercera Etapa y que también vio el apóstol San Pablo, estaba tras el segundo velo; tras el segundo velo está toda esa Gloria divina que fue vista para ser manifestada en la Iglesia del Señor Jesucristo. Por eso es que ha sido dicho que la Venida de Cristo a Su Iglesia, que es Su Templo, cegará los ojos de los sabios y entendidos, como lo hizo en Su Primera Venida, en donde la Gloria de Dios estaba velada en carne humana, estaba tras aquel velo de carne, conocido por el nombre de Jesús de Nazaret.

LA GLORIA DE DIOS TRAS EL SEGUNDO VELO 13 La gente no pudo ver tras ese velo y darse cuenta que era la Gloria de Dios la que estaba manifestada y estaba produciendo todas aquellas cosas que habían sido prometidas para aquel tiempo. Por eso Jesús decía: “Si ustedes no pueden creer en mí, crean a las obras; porque ellas son las que dan testimonio de quién yo soy.” Creyendo las Obras que El llevaba a cabo, ellos podían ver que esas eran las Obras que Dios había prometido que el Mesías llevaría a cabo en Su Primera Venida. Y entonces podían ver que era la Gloria de Dios que estaba manifestada tras ese velo de carne. Así como tras el velo que estaba en la entrada del Lugar Santísimo, detrás de ese velo estaba la Gloria de Dios allá en el Lugar Santísimo. Pero ese velo era el que le impedía, a los que estaban en el Lugar Santo, ver hacia adentro la Gloria de Dios. Ahora, es muy importante saber las cosas que han sido prometidas para ser manifestadas en nuestro tiempo; porque esas son las cosas que Dios estará manifestando en Su Iglesia, no en el Lugar Santo, sino en el Lugar Santísimo, detrás del velo del Lugar Santísimo, detrás del velo que impide que se vea hacia el Lugar Santísimo. Ahora, las cosas que estará Cristo llevando a cabo en este tiempo final en Su Templo espiritual, corresponden al Lugar Santísimo. Desde ahí es desde donde Dios hablará el Mensaje para el pueblo hebreo: desde el Lugar Santísimo, de sobre el Arca del Pacto, de en medio de los dos Querubines. Todo eso que está en el Lugar Santísimo será materializado en la Iglesia del Señor Jesucristo. Encontramos que tras el segundo velo estarán todas esas promesas siendo cumplidas. Moisés construyó dos querubines sobre el arca del pacto, sobre el propiciatorio; y también Salomón, en adición a eso, construyó dos querubines más, gigantes, que estaban en el Lugar Santísimo, y en medio de esos dos querubines fue colocada el arca del pacto. Y todo esto ¿por qué? Porque Dios tuvo para el Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo, el ministerio de los siete ángeles mensajeros; pero cuando termina esa parte del Lugar Santo de Su Templo espiritual, entonces tiene el ministerio de los dos Olivos, el ministerio de los dos Candeleros, el ministerio de Moisés y de Elías, para una nueva parte del Templo espiritual