Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

16

Transcript of Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Page 1: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.
Page 2: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado

Page 3: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Eso es lo que justifica el sacrificio de Cristo en la cruz

Page 4: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

El Pecado no nos puede hundir, deprimir, amargar. Nosotros hemos sido redimidos por la sangre de Cristo. Por tanto nada malo nos puede pasar.

Page 5: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Nuestro pecado no es un acto concreto que hemos cometido tal día y a tal hora. Es una actitud personal que se refleja o no en actos concretos.

Page 6: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Puedo rechazar a una persona, grupo de personas (catalanes, homosexuales, gitanos, árabes) etc. y en ocasiones caer en el desprecio o insulto. Pero haya o no acto concreto vivo en pecado con una actitud que no es buena.

Page 7: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.
Page 8: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.
Page 9: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Arrepentirse es reconocer de qué material estoy hecho y darle gracias a Dios por el perdón que él me da y está dispuesto a darme siempre.

Page 10: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Ciertamente que sin arrepentimiento no hay posibilidad de reconocimiento de mi actitud y por tanto bloqueo el perdón de Dios.

No esperes a que sea demasiado tarde

Para decirle a alguien cuánto

Lo amas y cuánto teImporta, porque cuando

se vaNo importa lo fuerte que grites o llores.

No te podrá escuchar

Page 11: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Esto le ocurre a todo el mundo. Hoy estamos viendo a personas pública acusadas de corrupción; y las hay que no reconocen lo que han hecho.

Page 12: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Persisten en su actitud de daño a los demás si no son creyentes, o de pecado si son creyentes.

Page 13: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Reconocer nuestro pecado nos hace más sensibles, más humildes, más humanos; porque entendemos mejor a los demás, nos creemos igual que ellos y no superiores.

Page 14: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Con esa actitud nos acercamos a recibir el perdón de Dios. Él es el único que puede perdonar. Siempre lo hace a través de otras personas. En este caso de los sacerdotes.

Page 15: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

La doctrina tradicional (no olvidemos que la Iglesia tiene siempre una función pedagógica; es madre y maestra) del sacramento de la Penitencia dice que hacen falta para una buena confesión:

1. Examen de conciencia

2. Dolor de los pecados

3. Propósito de la enmienda

4. Decir los pecados al confesor

5. Cumplir la penitencia

De ellos lo importante es el arrepentimiento.

Page 16: Nuestra condición es pecadora. La naturaleza a la que pertenecemos está herida de pecado.

Avergüénzate de tu pecado, pero no

de reconocerlo ante el Señor