Nuestra Fraternidad No129

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Nuestra Fraternidad - Boletín es una publicación trimestral. Todos los derechos reservados. Se prohíbe la reproducción parcial o total de este material por cualquier medio impreso o electrónico sin el permiso previo de la Provincia Franciscana Nuestra Señora de Guadalupe en Centroamérica y Panamá

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    Septiembre - Diciembre de 2014

    Director:Fr. Edwin Alvarado Segura, OFMMinistro Provincial

    Diseo:Fr. Henri David Morales, OFMSecretario Auxiliar y Encargado de la Oficina de Publicacin

    Diagramacin:Fr. Henri David Morales, OFMSecretario Auxiliar y Encargado de la Oficina de Publicacin

    Redaccin y Distribucin:Curia Provincial Franciscana7a. Av. 27-03, Zona 1201012 GuatemalaTel (502) 24424119Fax (502) 24763729Web: www.ofm-ca.orgEmail: [email protected]

  • 4 ContenidoNuestra Provincia

    Caminar Provincial

    Nuestra Iglesa

    Curia Provincial

    Nuestra Orden

    Espero que despertes al mundo, porque la nota que caracteriza la vida consagrada es la profeca. Esta es la prioridad que ahora se nos pide: Ser profetas como Jess ha vivido en esta tierra... Un religioso nunca debe renunciar a la profeca

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    Introduccin General Juan 3, 1-21 Contemplas con ojos de Misericordia al hermano que peca.

    Mini Noticiero Octubre 2014

    Mini Noticiero Noviembre 2014

    Mini Noticiero Diciembre 2014

    Carta Apostlica Para la vida Consagrada.

    El perfume de la pecadora.

    Celebracin eucarstica Nuestra Seora de Guadalupe

    Mensaje Urbi et Urbi

    Mensaje para la Jornada Mundial del Migrante.

    La Piedra y los Ladrilos.

    Editorial

    Saludo y Mensaje del Ministro provincial.

    Mensaje, Ministro provincial

    Seguro mdico provincial

    Nombramiento Presidente de la Fundacin La Santa Cruz

    Encuentro Comisarios Tierra Santa.

    Comunicado del Tiempo Septiembre 2014

    Vivamos como discpulos y Misioneros de Cristo.

    Comunicado Tiempo Fuerte Noviembre 2014

    Seguir la doctrina y las huellas de nuestro Seor Jesucristo.

    Mensaje dia mundial de la Lucha contra el sida

    Sollemnitas Nativitatis Domini Nostri Jesu Christi

    Carta Apostlica del Santo Padre Francisco a todos los

    Consagrados con ocasin del ao de la Vida Consagrada.

    Esta Edicin

    Boletn ProvincialSep - Dic. 2014

    www.ofm-ca.org

    Fr. Edwin Alvarado Segura, OFMMinistro Provincial

    DIRECTOR

    Fr. Henri David Morales, OFMSecretario Auxiliar y Encargado de la

    Oficina de PublicacinDIAGRAMACIN

    Curia Provincial Franciscana7a Avenida 27-03, Zona 12

    01012 GuatemalaTel: +(502) 2442-4119Fax: +(502) 2476-3729

    Email: [email protected] Y DISTRIBUCIN

    Fr. Henri David Morales , OFMSecretario Auxiliar y Encargado de la

    Oficina de PublicacinDISEO

    Fr. Henri David Morales , OFMSecretario Auxiliar y Encargado de la

    Oficina de PublicacinFOTOGRAFA

    Email: [email protected]

    REDACCIN Y DISTRIBUCIN

    Nuestra Fraternidad - Boletn es una publicacin trimestral. Todos los derechos reservados. Se prohbe la reproduccin parcial o total de este material por cualquier medio impreso o electrnico sin el permiso previo de la

    Provincia Franciscana Nuestra Seora de Guadalupe en Centroamrica y Panam

  • 5Editorial fraterna, teniendo muy presente el marco operativo del Proyecto provincial. Pudimos contar tambin con la presencia de los her-manos ex ministros provinciales, Fr. Damin Muratori, Fr. Ignacio Urbina, Fr. Vctor Aguilar, (lastimosamen-te Fr. Ernesto Palma no pudo estar) y Fr. Sal Flores a quien le dejamos su tiempo de merecido descanso, quienes fueron convocados para aportar a la reflexin sobre el mandato del Captulo Provincial/2014 de: QUE LA PROVINCIA ENTRE EN UN SERIO PROCESO DE REDIMENSIONAMIENTO.

    Iniciamos la reflexin, con una motivacin de mi par-te, un trabajo en grupos (con la estadstica ltima de los hermanos que somos en la Provincia, que vern adjunta a la tabla de familia) y estudio del subsidio sobre el Redimensionamiento ofrecido de parte de la Orden, (Roma 2011) respondiendo al mandato N 47 del Captulo general 2009. Documento que llegar a todas las fraternidades. En l, se nos presentan los ob-jetivos, que guiarn nuestro proceso Provincial:

    Estimados hermanos de la Provincia N.S. de Guadalupe de C.A., Panam y Hait PAZ Y BIEN

    Por este medio quiero llegar a cada uno de ustedes, con espritu muy agradecido, ante la actitud de obe-diencia y disponibilidad franciscana, al responder con buen agrado a nuestra primera llamada como Defi-nitorio provincial, solicitando sus servicios fraternos; significando para algunos el traslado de lugar, asu-mindolo con mucha generosidad y confianza en el Seor.

    Tambin lo hago con un corazn festivo, ya que nos hemos podido reunir como Definitorio, los das del 9 al 13 de diciembre en la sede de la curia provincial junto con los presidentes y secretarios de comisiones provinciales, para hacer el traspaso de una manera

    En verdad,en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda l solo; pero si muere, produce mucho fruto .

    San Juan 12, 24

  • 6Fr. Gerardo Moore, moderador para la formacin permanente.Fr. Mauro Iacomelli, por parte del equipo de vida y oracin.

    Agradezco a los miembros de la Comisin su acepta-cin y trabajo; pidindoles que nos preparen un ca-mino, un proyecto para iniciar lo ms pronto y nos lo presenten en el Definitorio que tendremos en El Sal-vador del 10 al 14 de febrero/2015.

    As, haciendo uso de las instancias de animacin pro-vincial, como la reunin de guardianes, los captulos locales, la reuniones regionales y el contenido del subsidio de la formacin permanente y un posible congreso de Guardianes que nos permitir responder a los aportes de todos los hermanos, en vista a tomar decisiones concretas lo ms pronto posible.

    Adems, queremos responder al desafo sobre la for-macin en la Fundacin de Hait, que nos plante el Captulo provincial octubre/2014, y queremos dar el paso de abrir el noviciado en Hait para los hermanos, superando las dificultades migratorias y consolidar el proceso formativo.

    a. Promover la calidad de la vida evanglica y el testimonio de los hermanos y las fraternidades.

    b. Dar nuevo dinamismo a la vida evanglica y mi-sionera, abriendo espacios a las energas jvenes, para formas de nueva evangelizacin y para re-lanzar las misiones ad gentes.

    c. Acoger las provocaciones o urgencias que vie-nen del mundo de hoy, al cual la Orden quiere poner ms atencin, y a la lectura de los signos de los tiempos y de los lugares. Por lo tanto, hay necesidad de fraternidades nuevas.

    De mi parte a ttulo personal- agregara: d. Retribuir al Seor, el don de las vocaciones que nos vienen, para ser generosos con la Orden y apoyar sus proyec-tos misioneros en el mundo.

    Por lo que, despus de escuchar las opiniones sur-gidas en este encuentro, el Definitorio provincial ha tenido a bien, nombrar oficialmente la comisin que impulsar el Redimensionamiento, integrada por:

    Fr. Jess Gmez, vicario provincial (coordinador).Fr. German Tax, Definidor provincial.

  • 7Damin, Puerta Parada, Guatemala. Teniendo presen-te que para un traslado de sede, se necesita el permi-so del Ministro general, yo mismo lo llevar y presen-tar al Ministro general en el curso para los nuevos Ministros provinciales en la Curia General del 19 al 29 de enero 2015.

    En este saludo, les expreso mis sentimientos de ale-gra y agradecimiento al Seor, por este momento que est atravesando la Provincia. El Redimensiona-miento es en el lenguaje moderno, hacia dnde nos quiere conducir el Espritu de Dios.

    Les deseo una feliz navidad y un ao nuevo 2015 lle-no de bendiciones.

    Que el Seor les bendiga y les de su paz.Fraternalmente,

    Fr. Edwin Alvarado Segura, OFM Ministro provincial

    Por mi parte, estar del 6 al 10 de Enero en Hait, para ver el lugar de la casa para el noviciado que se abrir en julio 2015, me acompaar Fr. Jos Contrn, para que tenga contacto con esta realidad y la vida de los Hermanos; posteriormente lo har Fr. Ren Flores, como parte del Gobierno provincial, quien ir a im-partir los ejercicios espirituales.

    Creo que debemos responder a Hait como Hait ha respondido a las voz de San Francisco de Ass, un ca-mino que nos har celebrar a mediados del ao 2015 la primera Ordenacin Sacerdotal del primer herma-no franciscano haitiano Fr. Lebien Meril, de la Funda-cin de la Santa Cruz, y un hermano para el Diacona-do Fr. Julmus Igais.

    Igualmente, mantenemos en pie la solicitud presen-tada de los hermanos formadores al Captulo provin-cial octubre/2014, de trasladar el noviciado del actual lugar en Guatemala, que como Definitorio hemos considerado oportuno que sea en Diriamba, Nicara-gua, para el ao 2016.

    En la reunin del Definitorio tuvimos la oportunidad de ver el diseo de cmo ser la nueva sede de la Cu-ria Provincial, que se ubicar en el actual Eremo San

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    Nuestra Iglesia

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    Nuestra IglesiaIglesia

  • 10 Carta Apostlica del Santo Padre en el ao de la Vida Consagrada

    Queridas consagradas y queridos consagrados

    Os escribo como Sucesor de Pedro, a quien el Seor Jess confi la tarea de confirmar a sus hermanos en la fe (cf. Lc 22,32), y me dirijo a vosotros como herma-no vuestro, consagrado a Dios como vosotros.Demos gracias juntos al Padre, que nos ha llamado a seguir a Jess en plena adhesin a su Evangelio y en el servicio de la Iglesia, y que ha derramado en nuestros corazones el Espritu Santo que nos da alegra y nos hace testimoniar al mundo su amor y su misericordia.

    He decidido convocar un Ao de la Vida Consagrada hacindome eco del sentir de muchos y de la Con-gregacin para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostlica, con motivo del 50 aniversario de la Constitucin dogmtica Lumen Gen-tium sobre la Iglesia, que en el captulo sexto trata de los religiosos, as como del Decreto Perfectae caritatis sobre la renovacin de la vida religiosa. Dicho Ao co-menzar el prximo 30 de noviembre, primer Domin-go de Adviento, y terminar con la fiesta de la Presen-tacin del Seor, el 2 de febrero de 2016.

    Despus de escuchar a la Congregacin para los Ins-titutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostlica, he indicado como objetivos para este Ao los mismos que san Juan Pablo II propuso a la Iglesia a comienzos del tercer milenio, retomando en cierto modo lo que ya haba dicho en la Exhortacin apos-tlica postsinodal Vita consecrata: Vosotros no so-lamente tenis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir. Poned los ojos en el futuro, hacia el que el Espritu os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas (n. 110).

    I . Objetivos para el Ao de la Vida Consa-grada.

    1. El primer objetivo es mirar al pasado con gratitud. Cada Instituto viene de una rica historia carismtica.

    En sus orgenes se hace presente la accin de Dios que, en su Espritu, llama a algunas personas a seguir de cerca a Cristo, para traducir el Evangelio en una particular forma de vida, a leer con los ojos de la fe los signos de los tiempos, a responder creativamente a las necesidades de la Iglesia. La experiencia de los co-mienzos ha ido despus creciendo y desarrollndose, incorporando otros miembros en nuevos contextos geogrficos y culturales, dando vida a nuevos modos de actuar el carisma, a nuevas iniciativas y formas de caridad apostlica. Es como la semilla que se convier-te en un rbol que expande sus ramas.Es oportuno que cada familia carismtica recuerde este Ao sus inicios y su desarrollo histrico, para dar gracias a Dios, que ha dado a la Iglesia tantos dones, que la embellecen y la preparan para toda obra bue-na (cf. Lumen gentium, 12).

    Poner atencin en la propia historia es indispensable para mantener viva la identidad y fortalecer la uni-dad de la familia y el sentido de pertenencia de sus miembros. No se trata de hacer arqueologa o cultivar intiles nostalgias, sino de recorrer el camino de las generaciones pasadas para redescubrir en l la chis-pa inspiradora, los ideales, los proyectos, los valores que las han impulsado, partiendo de los fundadores y fundadoras y de las primeras comunidades. Tambin es una manera de tomar conciencia de cmo se ha vi-vido el carisma a travs de los tiempos, la creatividad que ha desplegado, las dificultades que ha debido afrontar y cmo fueron superadas. Se podrn descu-brir incoherencias, fruto de la debilidad humana, y a veces hasta el olvido de algunos aspectos esenciales del carisma. Todo es instructivo y se convierte a la vez en una llamada a la conversin. Recorrer la propia historia es alabar a Dios y darle gracias por todos sus dones.

    Le damos gracias de manera especial por estos lti-mos 50 aos desde el Concilio Vaticano II, que ha re-presentado un soplo del Espritu Santo para toda la Iglesia. Gracias a l, la vida consagrada ha puesto en marcha un fructfero proceso de renovacin, con sus luces y sombras, ha sido un tiempo de gracia, marca-do por la presencia del Espritu.

  • 11Que este Ao de la Vida Consagrada sea tambin una ocasin para confesar con humildad, y a la vez con gran confianza en el Dios amor (cf. 1 Jn 4,8), la propia fragilidad, y para vivirlo como una experiencia del amor misericordioso del Seor; una ocasin para proclamar al mundo con entusiasmo y dar testimo-nio con gozo de la santidad y vitalidad que hay en la mayor parte de los que han sido llamados a seguir a Cristo en la vida consagrada.

    2. Este Ao nos llama tambin a vivir el presente con pasin. La memoria agradecida del pasado nos impulsa, escuchando atentamente lo que el Espritu dice a la Iglesia de hoy, a poner en prctica de manera cada vez ms profunda los aspectos constitutivos de nuestra vida consagrada.

    Desde los comienzos del primer monacato, hasta las actuales nuevas comunidades, toda forma de vida consagrada ha nacido de la llamada del Espritu a se-guir a Cristo como se ensea en el Evangelio (cf. Per-fectae caritatis, 2). Para los fundadores y fundadoras, la regla en absoluto ha sido el Evangelio, cualquier otra norma quera ser nicamente una expresin del Evangelio y un instrumento para vivirlo en plenitud. Su ideal era Cristo, unirse a l totalmente, hasta poder decir con Pablo: Para m la vida es Cristo (Flp 1,21); los votos tenan sentido slo para realizar este amor apasionado.

    La pregunta que hemos de plantearnos en este Ao es si, y cmo, nos dejamos interpelar por el Evangelio; si este es realmente el vademecum para la vida co-tidiana y para las opciones que estamos llamados a tomar. El Evangelio es exigente y requiere ser vivido con radicalidad y sinceridad. No basta leerlo (aunque la lectura y el estudio siguen siendo de extrema im-portancia), no es suficiente meditarlo (y lo hacemos con alegra todos los das). Jess nos pide ponerlo en prctica, vivir sus palabras.

    Jess, hemos de preguntarnos an, es realmente el primero y nico amor, como nos hemos propuesto cuando profesamos nuestros votos? Slo si es as, po-demos y debemos amar en la verdad y la misericordia a toda persona que encontramos en nuestro camino, porque habremos aprendido de l lo que es el amor y cmo amar: sabremos amar porque tendremos su mismo corazn.

    Nuestros fundadores y fundadoras han sentido en s la compasin que embargaba a Jess al ver a la mul-titud como ovejas extraviadas, sin pastor. As como Jess, movido por esta compasin, ofreci su palabra,

    cur a los enfermos, dio pan para comer, entreg su propia vida, as tambin los fundadores se han pues-to al servicio de la humanidad all donde el Espritu les enviaba, y de las ms diversas maneras: la inter-cesin, la predicacin del Evangelio, la catequesis, la educacin, el servicio a los pobres, a los enfermos... La fantasa de la caridad no ha conocido lmites y ha sido capaz de abrir innumerables sendas para llevar el aliento del Evangelio a las culturas y a los ms diver-sos mbitos de la sociedad.

    El Ao de la Vida Consagrada nos interpela sobre la fidelidad a la misin que se nos ha confiado. Nues-tros ministerios, nuestras obras, nuestras presencias, responden a lo que el Espritu ha pedido a nuestros fundadores, son adecuados para abordar su finalidad en la sociedad y en la Iglesia de hoy? Hay algo que hemos de cambiar? Tenemos la misma pasin por nuestro pueblo, somos cercanos a l hasta compartir sus penas y alegras, as como para comprender ver-daderamente sus necesidades y poder ofrecer nues-tra contribucin para responder a ellas? La misma generosidad y abnegacin que impulsaron a los fun-dadores deca san Juan Pablo II deben moveros a vosotros, sus hijos espirituales, a mantener vivos sus carismas que, con la misma fuerza del Espritu que los ha suscitado, siguen enriquecindose y adaptndose, sin perder su carcter genuino, para ponerse al servi-cio de la Iglesia y llevar a plenitud la implantacin de su Reino.[1]

    Al hacer memoria de los orgenes sale a luz otra di-mensin ms del proyecto de vida consagrada. Los fundadores y fundadoras estaban fascinados por la unidad de los Doce en torno a Jess, de la comunin que caracterizaba a la primera comunidad de Jeru-saln. Cuando han dado vida a la propia comunidad, todos ellos han pretendido reproducir aquel modelo evanglico, ser un slo corazn y una sola alma, gozar de la presencia del Seor (cf. Perfectae caritatis, 15).

    Vivir el presente con pasin es hacerse expertos en comunin, testigos y artfices de aquel proyecto de comunin que constituye la cima de la historia del hombre segn Dios.[2] En una sociedad del enfren-tamiento, de difcil convivencia entre las diferentes culturas, de la prepotencia con los ms dbiles, de las desigualdades, estamos llamados a ofrecer un mode-lo concreto de comunidad que, a travs del reconoci-miento de la dignidad de cada persona y del compar-tir el don que cada uno lleva consigo, permite vivir en relaciones fraternas.Sed, pues, mujeres y hombres de comunin, haceos presentes con decisin all donde hay diferencias y tensiones, y sed un signo creble de la presencia del

  • 12Espritu, que infunde en los corazones la pasin de que todos sean uno (cf. Jn 17,21). Vivid la mstica del encuentro: la capacidad de escuchar, de escuchar a las dems personas. La capacidad de buscar juntos el camino, el mtodo,[3] dejndoos iluminar por la re-lacin de amor que recorre las tres Personas Divinas (cf. 1 Jn 4,8) como modelo de toda relacin interper-sonal.

    3. Abrazar el futuro con esperanza quiere ser el tercer objetivo de este Ao. Conocemos las dificultades que afronta la vida consagrada en sus diversas formas: la disminucin de vocaciones y el envejecimiento, sobre todo en el mundo occidental, los problemas econ-micos como consecuencia de la grave crisis financiera mundial, los retos de la internacionalidad y la globa-lizacin, las insidias del relativismo, la marginacin y la irrelevancia social... Precisamente en estas incerti-dumbres, que compartimos con muchos de nuestros contemporneos, se levanta nuestra esperanza, fruto de la fe en el Seor de la historia, que sigue repitien-do: No tengas miedo, que yo estoy contigo (Jr 1,8).

    La esperanza de la que hablamos no se basa en los nmeros o en las obras, sino en aquel en quien hemos puesto nuestra confianza (cf. 2 Tm 1,12) y para quien nada es imposible (Lc 1,37). Esta es la esperanza que no defrauda y que permitir a la vida consagrada se-guir escribiendo una gran historia en el futuro, al que debemos seguir mirando, conscientes de que hacia l es donde nos conduce el Espritu Santo para conti-nuar haciendo cosas grandes con nosotros.

    No hay que ceder a la tentacin de los nmeros y de la eficiencia, y menos an a la de confiar en las pro-pias fuerzas. Examinad los horizontes de la vida y el momento presente en vigilante vela. Con Benedicto XVI, repito: No os unis a los profetas de desventuras que proclaman el final o el sinsentido de la vida con-sagrada en la Iglesia de nuestros das; ms bien reves-tos de Jesucristo y portad las armas de la luz como exhorta san Pablo (cf. Rm 13,11-14) , permanecien-do despiertos y vigilantes.[4] Continuemos y reem-prendamos siempre nuestro camino con confianza en el Seor.

    Me dirijo sobre todo a vosotros, jvenes. Sois el pre-sente porque ya vivs activamente en el seno de vues-tros Institutos, ofreciendo una contribucin deter-minante con la frescura y la generosidad de vuestra opcin. Sois al mismo tiempo el futuro, porque pron-to seris llamados a tomar en vuestras manos la gua de la animacin, la formacin, el servicio y la misin. Este ao tendris un protagonismo en el dilogo con la generacin que os precede. En comunin fraterna,

    podris enriqueceros con su experiencia y sabidura, y al mismo tiempo tendris ocasin de volver a propo-nerle los ideales que ha vivido en sus inicios, ofrecer la pujanza y lozana de vuestro entusiasmo, y as de-sarrollar juntos nuevos modos de vivir el Evangelio y respuestas cada vez ms adecuadas a las exigencias del testimonio y del anuncio.

    Me alegra saber que tendris oportunidades para re-uniros entre vosotros, jvenes de diferentes Institu-tos. Que el encuentro se haga el camino habitual de la comunin, del apoyo mutuo, de la unidad.

    II - Expectativas para el Ao de la Vida Consagrada

    Qu espero en particular de este Ao de gracia de la Vida Consagrada?

    1. Que sea siempre verdad lo que dije una vez: Don-de hay religiosos hay alegra. Estamos llamados a ex-perimentar y demostrar que Dios es capaz de colmar nuestros corazones y hacernos felices, sin necesidad de buscar nuestra felicidad en otro lado; que la au-tntica fraternidad vivida en nuestras comunidades alimenta nuestra alegra; que nuestra entrega total al servicio de la Iglesia, las familias, los jvenes, los ancianos, los pobres, nos realiza como personas y da plenitud a nuestra vida.

    Que entre nosotros no se vean caras tristes, personas descontentas e insatisfechas, porque un seguimien-to triste es un triste seguimiento. Tambin nosotros, al igual que todos los otros hombres y mujeres, senti-mos las dificultades, las noches del espritu, la decep-cin, la enfermedad, la prdida de fuerzas debido a la vejez. Precisamente en esto deberamos encontrar la perfecta alegra, aprender a reconocer el rostro de Cristo, que se hizo en todo semejante a nosotros, y sentir por tanto la alegra de sabernos semejantes a l, que no ha rehusado someterse a la cruz por amor nuestro.

    En una sociedad que ostenta el culto a la eficiencia, al estado pletrico de salud, al xito, y que margina a los pobres y excluye a los perdedores, podemos testimoniar mediante nuestras vidas la verdad de las palabras de la Escritura: Cuando soy dbil, entonces soy fuerte (2 Co 12,10).

    Bien podemos aplicar a la vida consagrada lo que es-crib en la Exhortacin apostlica Evangelii gaudium, citando una homila de Benedicto XVI: La Iglesia no crece por proselitismo, sino por atraccin (n. 14). S, la vida consagrada no crece cuando organizamos be-

  • 13llas campaas vocacionales, sino cuando los jvenes que nos conocen se sienten atrados por nosotros, cuando nos ven hombres y mujeres felices.

    Tampoco su eficacia apostlica depende de la efi-ciencia y el podero de sus medios. Es vuestra vida la que debe hablar, una vida en la que se trasparenta la alegra y la belleza de vivir el Evangelio y de seguir a Cristo.

    Repito a vosotros lo que dije en la ltima Vigilia de Pentecosts a los Movimientos eclesiales: El valor de la Iglesia, fundamentalmente, es vivir el Evangelio y dar testimonio de nuestra fe. La Iglesia es la sal de la tierra, es luz del mundo, est llamada a hacer presente en la sociedad la levadura del Reino de Dios y lo hace ante todo con su testimonio, el testimonio del amor fraterno, de la solidaridad, del compartir (18 mayo 2013).

    2. Espero que despertis al mundo, porque la nota que caracteriza la vida consagrada es la profeca. Como dije a los Superiores Generales, la radicalidad evanglica no es slo de los religiosos: se exige a to-dos. Pero los religiosos siguen al Seor de manera es-pecial, de modo proftico. Esta es la prioridad que ahora se nos pide: Ser profetas como Jess ha vivido en esta tierra... Un religioso nunca debe renunciar a la profeca (29 noviembre 2013).

    El profeta recibe de Dios la capacidad de observar la historia en la que vive y de interpretar los aconteci-mientos: es como un centinela que vigila por la noche y sabe cundo llega el alba (cf. Is 21,11-12). Conoce a Dios y conoce a los hombres y mujeres, sus hermanos y hermanas. Es capaz de discernir, y tambin de de-nunciar el mal del pecado y las injusticias, porque es libre, no debe rendir cuentas a ms amos que a Dios, no tiene otros intereses sino los de Dios. El profeta est generalmente de parte de los pobres y los inde-fensos, porque sabe que Dios mismo est de su parte.

    Espero, pues, que mantengis vivas las utopas, pero que sepis crear otros lugares donde se viva la lgi-ca evanglica del don, de la fraternidad, de la acogida de la diversidad, del amor mutuo. Los monasterios, comunidades, centros de espiritualidad, ciudades, escuelas, hospitales, casas de acogida y todos esos lu-gares que la caridad y la creatividad carismtica han fundado, y que fundarn con mayor creatividad an, deben ser cada vez ms la levadura para una sociedad inspirada en el Evangelio, la ciudad sobre un monte que habla de la verdad y el poder de las palabras de Jess.

    A veces, como sucedi a Elas y Jons, se puede tener la tentacin de huir, de evitar el cometido del profeta, porque es demasiado exigente, porque se est can-sado, decepcionado de los resultados. Pero el profeta sabe que nunca est solo. Tambin a nosotros, como a Jeremas, Dios nos asegura: No tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte (1,8).

    3. Los religiosos y las religiosas, al igual que todas las dems personas consagradas, estn llamadas a ser expertos en comunin. Espero, por tanto, que la espiritualidad de comunin, indicada por san Juan Pablo II, se haga realidad y que vosotros estis en pri-mera lnea para acoger el gran desafo que tenemos ante nosotros en este nuevo milenio: Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunin.[5]

    Estoy seguro de que este Ao trabajaris con seriedad para que el ideal de fraternidad perseguido por los fundadores y fundadoras crezca en los ms diversos niveles, como en crculos concntricos.

    La comunin se practica ante todo en las respectivas comunidades del Instituto. A este respecto, invito a releer mis frecuentes intervenciones en las que no me canso de repetir que la crtica, el chisme, la envidia, los celos, los antagonismos, son actitudes que no tie-nen derecho a vivir en nuestras casas. Pero, sentada esta premisa, el camino de la caridad que se abre ante nosotros es casi infinito, pues se trata de buscar la acogida y la atencin recproca, de practicar la comu-nin de bienes materiales y espirituales, la correccin fraterna, el respeto para con los ms dbiles... Es la mstica de vivir juntos que hace de nuestra vida una santa peregrinacin.[6]

    Tambin debemos preguntarnos sobre la relacin entre personas de diferentes culturas, teniendo en cuenta que nuestras comunidades se hacen cada vez ms internacionales. Cmo permitir a cada uno ex-presarse, ser aceptado con sus dones especficos, ser plenamente corresponsable?

    Tambin espero que crezca la comunin entre los miembros de los distintos Institutos. No podra ser este Ao la ocasin para salir con ms valor de los confines del propio Instituto para desarrollar juntos, en el mbito local y global, proyectos comunes de formacin, evangelizacin, intervenciones sociales? As se podr ofrecer ms eficazmente un autntico testimonio proftico. La comunin y el encuentro entre diferentes carismas y vocaciones es un camino de esperanza. Nadie construye el futuro aislndose, ni slo con sus propias fuerzas, sino reconocindose en la verdad de una comunin que siempre se abre al

  • 14encuentro, al dilogo, a la escucha, a la ayuda mutua, y nos preserva de la enfermedad de la autoreferen-cialidad.

    Al mismo tiempo, la vida consagrada est llamada a buscar una sincera sinergia entre todas las vocacio-nes en la Iglesia, comenzando por los presbteros y los laicos, as como a fomentar la espiritualidad de la comunin, ante todo en su interior y, adems, en la comunidad eclesial misma y ms all an de sus con-fines.[7]

    4. Espero de vosotros, adems, lo que pido a todos los miembros de la Iglesia: salir de s mismos para ir a las periferias existenciales. Id al mundo entero, fue la ltima palabra que Jess dirigi a los suyos, y que si-gue dirigindonos hoy a todos nosotros (cf. Mc 16,15).

    Hay toda una humanidad que espera: personas que han perdido toda esperanza, familias en dificultad, nios abandonados, jvenes sin futuro alguno, enfer-mos y ancianos abandonados, ricos hartos de bienes y con el corazn vaco, hombres y mujeres en busca del sentido de la vida, sedientos de lo divino...

    No os repleguis en vosotros mismos, no dejis que las pequeas peleas de casa os asfixien, no quedis prisioneros de vuestros problemas. Estos se resolve-rn si vais fuera a ayudar a otros a resolver sus proble-mas y anunciar la Buena Nueva. Encontraris la vida dando la vida, la esperanza dando esperanza, el amor amando.

    Espero de vosotros gestos concretos de acogida a los refugiados, de cercana a los pobres, de creatividad en la catequesis, en el anuncio del Evangelio, en la ini-ciacin a la vida de oracin. Por tanto, espero que se aligeren las estructuras, se reutilicen las grandes casas en favor de obras ms acordes a las necesidades ac-tuales de evangelizacin y de caridad, se adapten las obras a las nuevas necesidades.

    5. Espero que toda forma de vida consagrada se pre-gunte sobre lo que Dios y la humanidad de hoy piden.

    Los monasterios y los grupos de orientacin contem-plativa podran reunirse entre s, o estar en contacto de algn modo, para intercambiar experiencias sobre la vida de oracin, sobre el modo de crecer en la co-munin con toda la Iglesia, sobre cmo apoyar a los cristianos perseguidos, sobre la forma de acoger y acompaar a los que estn en busca de una vida espi-ritual ms intensa o tienen necesidad de apoyo moral o material.

    Lo mismo pueden hacer los Institutos dedicados a la caridad, a la enseanza, a la promocin de la cultura, los que se lanzan al anuncio del Evangelio o desarro-llan determinados ministerios pastorales, los Institu-tos seculares en su presencia capilar en las estructuras sociales.

    La fantasa del Espritu ha creado formas de vida y obras tan diferentes, que no podemos fcilmente ca-talogarlas o encajarlas en esquemas prefabricados. No me es posible, pues, referirme a cada una de las formas carismticas en particular. No obstante, nadie debera eludir este Ao una verificacin seria sobre su presencia en la vida de la Iglesia y su manera de res-ponder a los continuos y nuevos interrogantes que se suscitan en nuestro alrededor, al grito de los pobres.

    Slo con esta atencin a las necesidades del mundo y con la docilidad al Espritu, este Ao de la Vida Con-sagrada se transformar en un autntico kairs, un tiempo de Dios lleno de gracia y de transformacin.

    III - Horizontes del Ao de la Vida Consa-grada

    1. Con esta carta me dirijo, adems de a las personas consagradas, a los laicos que comparten con ellas ideales, espritu y misin. Algunos Institutos religio-sos tienen una larga tradicin en este sentido, otros tienen una experiencia ms reciente. En efecto, alre-dedor de cada familia religiosa, y tambin de las So-ciedades de vida apostlica y de los mismos Institutos seculares, existe una familia ms grande, la familia carismtica, que comprende varios Institutos que se reconocen en el mismo carisma, y sobre todo cristia-nos laicos que se sienten llamados, precisamente en su condicin laical, a participar en el mismo espritu carismtico.

    Tambin os animo a vosotros, fieles laicos, a vivir este Ao de la Vida Consagrada como una gracia que os puede hacer ms conscientes del don recibido. Cele-bradlo con toda la familia para crecer y responder a las llamadas del Espritu en la sociedad actual. En al-gunas ocasiones, cuando los consagrados de diversos Institutos se renan entre ellos este Ao, procurad es-tar presentes tambin vosotros, como expresin del nico don de Dios, con el fin de conocer las experien-cias de otras familias carismticas, de los otros grupos laicos y enriqueceros y ayudaros recprocamente.

    2. El Ao de la Vida Consagrada no slo afecta a las personas consagradas, sino a toda la Iglesia. Me di-rijo, pues, a todo el pueblo cristiano, para que tome conciencia cada vez ms del don de tantos consagra-

  • 15dos y consagradas, herederos de grandes santos que han fraguado la historia del cristianismo. Qu sera la Iglesia sin san Benito y san Basilio, san Agustn y san Bernardo, san Francisco y santo Domingo, sin san Ig-nacio de Loyola y santa Teresa de vila, santa ngela Merici y san Vicente de Pal? La lista sera casi infinita, hasta san Juan Bosco, la beata Teresa de Calcuta. El beato Pablo VI deca: Sin este signo concreto, la ca-ridad que anima la Iglesia entera correra el riesgo de enfriarse, la paradoja salvfica del Evangelio de perder garra, la sal de la fe de disolverse en un mundo de secularizacin (Evangelica testificatio, 3).

    Invito por tanto a todas las comunidades cristianas a vivir este Ao, ante todo dando gracias al Seor y ha-ciendo memoria reconocida de los dones recibidos, y que todava recibimos, a travs de la santidad de los fundadores y fundadoras, y de la fidelidad de tantos consagrados al propio carisma. Invito a todos a unir-se en torno a las personas consagradas, a alegrarse con ellas, a compartir sus dificultades, a colaborar con ellas en la medida de lo posible, para la realizacin de su ministerio y sus obras, que son tambin las de toda la Iglesia. Hacedles sentir el afecto y el calor de todo el pueblo cristiano.

    Bendigo al Seor por la feliz coincidencia del Ao de la Vida Consagrada con el Snodo sobre la familia. Fa-milia y vida consagrada son vocaciones portadoras de riqueza y gracia para todos, mbitos de humanizacin en la construccin de relaciones vitales, lugares de evangelizacin. Se pueden ayudar unos a otros.

    3. Con esta carta me atrevo a dirigirme tambin a las personas consagradas y a los miembros de las frater-nidades y comunidades pertenecientes a Iglesias de tradicin diferente a la catlica. El monacato es un pa-trimonio de la Iglesia indivisa, todava muy vivo tanto en las Iglesias ortodoxas como en la Iglesia Catlica. En l, como otras experiencias posteriores al tiempo en el que la Iglesia de Occidente todava estaba uni-da, se han inspirado iniciativas anlogas surgidas en el mbito de las Comunidades eclesiales de la Reforma, que luego han continuado a generar en su seno otras expresiones de comunidades fraternas y de servicio.

    La Congregacin para los Institutos de vida consagra-da y las Sociedades de vida apostlica ha programado iniciativas para propiciar encuentros entre miembros pertenecientes a experiencias de la vida consagrada y fraterna de las diversas Iglesias. Aliento vivamente estas reuniones, para que crezca el conocimiento re-cproco, la estima, la mutua colaboracin, de manera que el ecumenismo de la vida consagrada sea una ayuda en el proyecto ms amplio hacia la unidad en-

    tre todas las Iglesias.

    4. Tampoco podemos olvidar que el fenmeno de la vida monstica y de otras expresiones de fraternidad religiosa existe tambin en todas las grandes religio-nes. No faltan experiencias, tambin consolidadas, de dilogo inter-monstico entre la Iglesia Catlica y algunas de las grandes tradiciones religiosas. Espero que el Ao de la Vida Consagrada sea la ocasin para evaluar el camino recorrido, para sensibilizar a las per-sonas consagradas en este campo, para preguntarnos sobre nuevos pasos a dar hacia una recproca com-prensin cada vez ms profunda y para una colabo-racin en muchos mbitos comunes de servicio a la vida humana.

    Caminar juntos es siempre un enriquecimiento, y puede abrir nuevas vas a las relaciones entre pueblos y culturas, que en este perodo aparecen plagadas de dificultades.

    5. Por ltimo, me dirijo a mis hermanos en el episco-pado. Que este Ao sea una oportunidad para acoger cordialmente y con alegra la vida consagrada como un capital espiritual para el bien de todo el Cuerpo de Cristo (cf. Lumen gentium, 43), y no slo de las fami-lias religiosas. La vida consagrada es un don para la Iglesia, nace en la Iglesia, crece en la Iglesia, est to-talmente orientada a la Iglesia.[8] De aqu que, como don a la Iglesia, no es una realidad aislada o marginal, sino que pertenece ntimamente a ella, est en el co-razn de la Iglesia como elemento decisivo de su mi-sin, en cuanto expresa la naturaleza ntima de la vo-cacin cristiana y la tensin de toda la Iglesia Esposa hacia la unin con el nico Esposo; por tanto, perte-nece sin discusin a su vida y a su santidad (ibd., 44).

    En este contexto, invito a los Pastores de las Iglesias particulares a una solicitud especial para promover en sus comunidades los distintos carismas, sean histri-cos, sean carismas nuevos, sosteniendo, animando, ayudando en el discernimiento, hacindose cercanos con ternura y amor a las situaciones de dolor y debi-lidad en las que puedan encontrarse algunos consa-grados y, en especial, iluminando con su enseanza al Pueblo de Dios el valor de la vida consagrada, para hacer brillar su belleza y santidad en la Iglesia.Encomiendo a Mara, la Virgen de la escucha y la con-templacin, la primera discpula de su amado Hijo, este Ao de la Vida Consagrada. A ella, hija predilecta del Padre y revestida de todos los dones de la gracia, nos dirigimos como modelo incomparable de segui-miento en el amor a Dios y en el servicio al prjimo.

    Agradecido desde ahora con todos vosotros por los

  • 16dones de gracia y de luz con los que el Seor nos quiera enriquecer, acompao a todos con la Bendi-cin Apostlica.

    Vaticano, 21 de noviembre 2014, fiesta de la Presenta-cin de la Santsima Virgen Mara.

    FranciscoPuede encontrar el artculo completo en:Fuente: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_let-ters/documents/papa-francesco_lettera-ap_20141121_lette-ra-consacrati.html

    El perfume de la pecadora.MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA DE LA DO-

    MUS SANCTAE MARTHAE.

    El Seor salva solamente a quien sabe abrir su cora-zn y se reconoce pecador.

    El Pontfice explic que precisamente reconocer los pecados, nuestra miseria, reconocer lo que somos y lo que somos capaces de hacer o hemos hecho es la puerta que se abre a la caricia de Jess, al perdn de Jess. Al respecto el Papa repiti una expresin muy querida por l: el lugar privilegiado para el encuen-tro con Cristo son los propios pecados.

    A un odo poco atento esto parecera casi una he-reja coment pero lo deca tambin san Pablo cuando, en la segunda Lectura a los Corintios (12, 9), afirmaba gloriarse solamente de dos cosas: de los propios pecados y de Cristo Resucitado que lo ha sal-vado.

    El Papa introdujo su reflexin reconstruyendo la esce-na descrita en el pasaje evanglico. Aquel que haba invitado a Jess al almuerzo hizo notar era una persona de un cierto nivel, de cultura, quizs un uni-versitario. Y no parece que fuera una mala persona. Hasta que irrumpe en el banquete una figura feme-nina, una que no tena cultura o si la tena, aqu no lo demostr. En efecto, entra y hace eso que quiere hacer: sin pedir disculpas, sin pedir permiso.Hay entonces dos actitudes muy diferentes entre s: por una parte la del hombre que ve y califica, juzga; y por otro la de la mujer que llora y hace cosas que parecen locuras, porque utiliza un perfume que es caro, es costoso. En especial el Pontfice se detuvo en el hecho de que el Evangelio s utiliza la palabra uncin para significar que el perfume de la mujer

    unge: tiene la capacidad de ser una uncin, al con-trario de las palabras del fariseo que no llegan al co-razn, no llegan a la realidad.

    En medio a estas dos figuras tan antitticas est Je-ss, con su paciencia, su amor, su deseo de salvar a todos, que le lleva a explicar al fariseo qu significa eso que hace esta mujer y a reprocharle, si bien con humildad y ternura, por no haber tenido cortesa con l.

    El Papa evidenci tambin que el Evangelio no dice cmo termin la historia para este hombre, pero dice claramente cmo termin para la mujer: Tus pecados han quedado perdonados

    Ninguno de nosotros ir a hacer el gesto que hizo esta mujer, pero todos nosotros tenemos la posibi-lidad de llorar, todos nosotros tenemos la posibilidad de abrirnos y decir: Seor, slvame!.

    Puede encontrar el artculo completo en:http://www.news.va/es/news/el-perfume-de-la-pecadora-18-de-septiembre-de-2014Fuente: LOsservatore Romano, ed. sem. en lengua espaola, n. 39, viernes 26 de septiembre de 2014

    CELEBRACIN EUCARSTICA EN LA FESTIVIDAD DE NUESTRA SEORA DE

    GUADALUPE

    Que te alaben, Seor, todos los pueblos.naciones y, a la vez, de jubilosa alabanza, ayuda a ex-presar el sentido espiritual de esta celebracin. Son los pueblos y naciones de nuestra Patria Grande, Pa-tria Grande latinoamericana los que hoy conmemo-ran con gratitud y alegra la festividad de su patrona, Nuestra Seora de Guadalupe, cuya devocin se ex-tiende desde Alaska a la Patagonia. Y con Gabriel Ar-cngel y santa Isabel hasta nosotros, se eleva nuestra oracin filial: Dios te salve, Mara, llena eres de gracia, el Seor est contigo... (Lc 1,28).

    Cuando se apareci a San Juan Diego en el Tepeyac, se present como la perfecta siempre Virgen Santa Mara, Madre del verdadero Dios (Nican Mopohua); y dio lugar a una nueva visitacin. Corri premurosa a abrazar tambin a los nuevos pueblos americanos, en dramtica gestacin. Fue como una gran seal aparecida en el cielo mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies (Ap 12,1), que asume en s la sim-bologa cultural y religiosa de los pueblos originarios,

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    3

  • 17anuncia y dona a su Hijo a todos esos otros nuevos pueblos de mestizaje desgarrado. Tantos saltaron de gozo y esperanza ante su visita y ante el don de su Hijo y la ms perfecta discpula del Seor se convirti en la gran misionera que trajo el Evangelio a nuestra Amrica

    . A su luz, hoy, nos sentimos movidos a pedir una gra-cia. La gracia tan cristiana de que el futuro de Amrica Latina sea forjado por los pobres y los que sufren, por los humildes, por los que tienen hambre y sed de jus-ticia, por los compasivos, por los de corazn limpio, por los que trabajan por la paz, por los perseguidos a causa del nombre de Cristo, porque de ellos es el Reino de los cielos (cf. Mt 5,1-11). Sea la gracia de ser forjados por ellos a los cuales, hoy da, el sistema ido-ltrico de la cultura del descarte los relega a la cate-gora de esclavos, de objetos de aprovechamiento o simplemente desperdicio

    Y hacemos esta peticin porque Amrica Latina es el continente de la esperanza, porque de ella se es-peran nuevos modelos de desarrollo que conjuguen tradicin cristiana y progreso civil, justicia y equidad con reconciliacin, desarrollo cientfico y tecnolgico con sabidura humana, sufrimiento fecundo con ale-gra esperanzadora. Slo es posible custodiar esa es-peranza con grandes dosis de verdad y amor, funda-mentos de toda la realidad, motores revolucionarios de autntica vida nueva.

    Puede encontrar el artculo completo en:http://www.news.va/es/news/celebracion-eucaristica-en-la-fes-tividad-de-nuestrBaslica VaticanaViernes 12 de diciembre de 2014

    MENSAJE URBI ET ORBI DEL SANTO PADRE FRANCISCO

    Jueves 25 de diciembre de 201 4

    Queridos hermanos y hermanas, feliz Navidad!Jess, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, nos ha nacido. Ha nacido en Beln de una virgen, cumplien-do las antiguas profecas. La virgen se llama Mara, y su esposo Jos.

    Son personas humildes, llenas de esperanza en la bondad de Dios, que acogen a Jess y lo reconocen. As, el Espritu Santo ilumin a los pastores de Beln, que fueron corriendo a la cueva y adoraron al nio. Y luego el Espritu gui a los ancianos Simen y Ana

    en el templo de Jerusaln, y reconocieron en Jess al Mesas. Mis ojos han visto a tu Salvador exclama Simen , a quien has presentado ante todos los pue-blos (Lc 2,30).

    S, hermanos, Jess es la salvacin para todas las per-sonas y todos los pueblos.

    El Nio Jess. Pienso en todos los nios hoy maltrata-dos y muertos, sea los que lo padecen antes de ver la luz, privados del amor generoso de sus padres y se-pultados en el egosmo de una cultura que no ama la vida; sean los nios desplazados a causa de las guerras y las persecuciones, sujetos a abusos y explotacin ante nuestros ojos y con nuestro silencio cmplice; a los nios masacrados en los bombardeos, incluso all donde ha nacido el Hijo de Dios. Todava hoy, su silen-cio impotente grita bajo la espada de tantos Herodes. Sobre su sangre campea hoy la sombra de los actua-les Herodes. Hay verdaderamente muchas lgrimas en esta Navidad junto con las lgrimas del Nio Jess.

    Queridos hermanos y hermanas, que el Espritu Santo ilumine hoy nuestros corazones, para que podamos reconocer en el Nio Jess, nacido en Beln de la Vir-gen Mara, la salvacin que Dios nos da a cada uno de nosotros, a todos los hombres y todos los pueblos de la tierra

    Con estos pensamientos, feliz Navidad a todos

    Puede encontrar el artculo completo en:http://www.news.va/es/news/urbi-et-orbi-navidad-2014

    MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE

    Y DEL REFUGIADO 2015 Una Iglesia sin fronteras, madre de todos Queridos hermanos y hermanas:

    Jess es el evangelizador por excelencia y el Evange-lio en persona (Exhort. ap. Evangelii gaudium , 209). Su solicitud especial por los ms vulnerables y ex-cluidos nos invita a todos a cuidar a las personas ms frgiles y a reconocer su rostro sufriente, sobre todo en las vctimas de las nuevas formas de pobreza y es-clavitud. El Seor dice: Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, en-fermo y me visitasteis, en la crcel y vinisteis a verme (Mt 25,35-36). Misin de la Iglesia, peregrina en la tie-rra y madre de todos, es por tanto amar a Jesucristo, adorarlo y amarlo, especialmente en los ms pobres

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  • 18y desamparados; entre stos, estn ciertamente los emigrantes y los refugiados, que intentan dejar atrs difciles condiciones de vida y todo tipo de peligros.

    Por eso, el lema de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado de este ao es: Una Iglesia sin fronte-ras, madre de todos.

    En efecto, la Iglesia abre sus brazos para acoger a to-dos los pueblos, sin discriminaciones y sin lmites, y para anunciar a todos que Dios es amor (1 Jn 4,8.16). Despus de su muerte y resurreccin, Jess confi a sus discpulos la misin de ser sus testigos y de pro-clamar el Evangelio de la alegra y de la misericordia. Ellos, el da de Pentecosts, salieron del Cenculo con valenta y entusiasmo; la fuerza del Espritu Santo venci sus dudas y vacilaciones, e hizo que cada uno escuchase su anuncio en su propia lengua; as desde el comienzo, la Iglesia es madre con el corazn abier-to al mundo entero, sin fronteras.

    Este mandato abarca una historia de dos milenios, pero ya desde los primeros siglos el anuncio misio-nero hizo visible la maternidad universal de la Iglesia, explicitada despus en los escritos de los Padres y re-tomada por el Concilio Ecumnico Vaticano II. Los Pa-dres conciliares hablaron de Ecclesia mater para expli-car su naturaleza. Efectivamente, la Iglesia engendra hijos e hijas y los incorpora y los abraza con amor y solicitud como suyos (Const. dogm. sobre la Iglesia: Lumen gentium , 14).

    La Iglesia sin fronteras, madre de todos, extiende por el mundo la cultura de la acogida y de la solidaridad, segn la cual nadie puede ser considerado intil, fue-ra de lugar o descartable.

    Si vive realmente su maternidad, la comunidad cris-tiana alimenta, orienta e indica el camino, acompaa con paciencia, se hace cercana con la oracin y con las obras de misericordia.

    Todo esto adquiere hoy un significado especial. De hecho, en una poca de tan vastas migraciones, un gran nmero de personas deja sus lugares de origen y emprende el arriesgado viaje de la esperanza, con el equipaje lleno de deseos y de temores, a la bsqueda de condiciones de vida ms humanas. No es extrao, sin embargo, que estos movimientos migratorios sus-citen desconfianza y rechazo, tambin en las comuni-dades eclesiales, antes incluso de conocer las circuns-tancias de persecucin o de miseria de las personas afectadas. Esos recelos y prejuicios se oponen al man-damiento bblico de acoger con respeto y solidaridad al extranjero necesitado.

    Por una parte, omos en el sagrario de la conciencia la llamada a tocar la miseria humana y a poner en prctica el mandamiento del amor que Jess nos dej cuando se identific con el extranjero, con quien sufre, con cuantos son vctimas inocentes de la vio-lencia y la explotacin. Por otra parte, sin embargo, a causa de la debilidad de nuestra naturaleza, senti-mos la tentacin de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Seor (Exhort. ap. Evangelii gaudium , 270).

    La fuerza de la fe, de la esperanza y de la caridad per-mite reducir las distancias que nos separan de los dra-mas humanos. Jesucristo espera siempre que lo re-conozcamos en los emigrantes y en los desplazados, en los refugiados y en los exiliados, y asimismo nos llama a compartir nuestros recursos, y en ocasiones a renunciar a nuestro bienestar. Lo recordaba el Papa Pablo VI, diciendo que los ms favorecidos deben renunciar a algunos de sus derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes al servicio de los dems (Carta ap. Octogesima adveniens , 14 mayo 1971, 23).

    Vaticano, 3 de septiembre de 2014FRANCISCO

    Puede encontrar el artculo completo en:http://www.news.va/es/news/mensaje-para-la-101-jorna-da-mundial-del-emigrante

    LA PIEDRA Y LOS LADRILLOSViernes 24 de octubre de 2014

    MISAS MATUTINAS EN LA CAPILLA DE LA DOMUS SANCTAE MARTHAE

    Es el Espritu Santo quien construye la Iglesia y con-solida su unidad teniendo como base la piedra angu-lar que es Jess. Para orientarnos a colaborar en esta construccin, tenemos entre las manos una plantita que se llama esperanza. Con una advertencia: para ser fuertes es necesario ser dbiles. Son las sugerencias espirituales de san Pablo, que el Papa Francisco volvi a proponer en la misa el viernes 24 de octubre.

    La palabra ms repetida por el apstol Pablo en este pasaje de la Carta a los Efesios (4, 1-6) propuesto por la liturgia es solos, destac enseguida el Papa. Ah se lee: Un solo Seor, una sola fe, un solo bautismo. Un Dios, Padre de todos. Se repite muchas veces la pala-bra solo. Y precisamente en esta perspectiva Pablo escribe expresamente: Yo el prisionero, os exhorto a construir la unidad de la Iglesia. La exhortacin de

    6

  • 19Pablo, explic el Papa, est orientada a construir la Iglesia unida, con un bautismo, una fe, un Seor, un Padre. Y construir la unidad de la Iglesia es el trabajo de la Iglesia y de todo cristiano en la historia.

    En particular, afirm el Pontfice, cuando el apstol Pedro habla de la Iglesia, habla de un templo hecho de piedras vivas que somos nosotros. En concreto, propone lo contrario de ese otro templo de la so-berbia como lo fue la torre de Babel. En efecto, este templo lleva a la unidad, mientras que el de Babel es el smbolo de la desunin, de no entendernos, de la diversidad de lenguas.

    Por lo tanto, afirm el Papa, construir la unidad de la Iglesia, es la tarea de cada cristiano, de cada uno de nosotros. Y cuando se debe construir un templo, un edificio, se busca una zona edificable preparada para esto. Pero la primera cosa que se hace es buscar la piedra fundamental: la piedra angular, dice la Biblia. Y la piedra angular de la Iglesia es Jess, mientras que la piedra angular de la unidad de la Iglesia es la oracin de Jess en la ltima cena: Padre, que sean

    uno.

    Puede encontrar el artculo completo en: http://www.news.va/es/news/la-piedra-y-los-ladrillos-24-de-octubre-de-2014

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    nuestra orden

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    nuestraorden

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    La primera reunin del Definitorio general despus de las vacaciones de verano comenz el lunes, 8 de septiembre, un da despus del regreso del Ministro general y varios miembros del Definitorio, de una vi-sita a la Comunidad monstica de Taiz. Luego de la sesin inicial que implic una breve puesta en comn de informacin sobre diversas actividades, desde el cierre del Tiempo Fuerte de julio, el Definitorio inici actividades.

    En el transcurso de las dos semanas, se abordaron un total de 77 carpetas (plicos) con una amplia variedad de asuntos administrativos y otros referentes a peti-ciones financieras y comunicacin de informes.

    La situacin de gobierno en varias Entidades de la Or-den sigue siendo una fuente importante de preocu-pacin para el Definitorio general: algunos de estos problemas particulares se discutieron largamente y varias sugerencias prcticas fueron presentadas para hacer frente a cada situacin individual. Dichas suge-rencias sern comunicadas a cada Entidad en el mo-mento apropiado.

    Otro motivo de preocupacin es la delicada situacin de nuestros hermanos en ciertas partes del mundo: Libia, Sudn, y Sudn del Sur, Siria y Repblica Cen-troafricana. Todos estos hermanos fueron recordados en las oraciones del Definitorio, en su lucha por conti-nuar con el testimonio franciscano en circunstancias cada vez ms difciles.

    Durante el verano, varios Visitadores Generales pre-sentaron sus informes al Definitorio General. Debido a la presin del tiempo, no todos alcanzaron a ser considerados. Entre los estudiados estn: El informe de FR RAMIRO DE LA SERNA, concernien-te a la Visita a la Provincia del Santo Evangelio, en M-xico. El informe de FR SALVATORE FERRO, sobre la Visita a la Provincia de San Pablo Apstol, en Malta. El informe de FR MARIO TORO, respecto a la Visita a la Provincia de La Santa Fe, en Colombia.Algunas Entidades revisaron su Estatutos Particulares en el transcurso de sus Captulos recientes para so-meterlos a la aprobacin del Ministro general y del Definitorio. Una vez ms, debido a circunstancias de

    tiempo, no fue posible examinarlos todos. Entre los estudiados en este Tiempo Fuerte estn las enmien-das a los Estatutos de las siguientes Entidades:- Provincia de la Asuncin de la B. V. Mara, en USA.- Provincia de Irlanda- Fundacin Beato Egido, en Italia- Provincia del Santo Evangelio, en Mxico.- Provincia de los Santos Cirilo y Metodio, en Croazia

    El tema de la situacin econmica de la Orden fue un asunto importante de reflexin durante este Tiempo Fuerte. Para ayudar en la tarea permanente de la re-caudacin de fondos para los distintos proyectos de la Orden, FR JOHN OCONNOR, anterior Ministro Pro-vincial de la Provincia del Santsimo Nombre de Je-ss, en EE.UU., fue nombrado Asistente Ejecutivo del Ministro General para el Desarrollo y Recaudacin de fondos para la Orden.

    La discusin sobre asuntos econmicos coincidi con la renuncia por motivos de salud del Ecnomo Gene-ral, FR GIANCARLO LATI. Despus de haber aceptado su renuncia como Ecnomo General y Representante Legal de la Orden, el Definitorio decidi nombrar un Delegado General para los Asuntos Econmicos de la Orden. Se trata de FR PASQUALE DEL PEZZO, de la Provincia de la Inmaculada Concepcin, en Italia (Sa-lerno). Entre sus tareas estar proporcionar vigilancia y supervisin del funcionamiento de las oficinas del Economato general y Representacin legal, y hacer sugerencias adecuadas al Ministro general y su De-finitorio, cuando sea necesario. Fr. Pasquale seguir a residiendo en su provincia, pero viajar peridica-mente a la Curia.FR AUGUSTO MICANGELI de la provincia romana de los Santos Pedro y Pablo fue nombrado como nuevo Representante Legal de la Orden. Actualmente, fray Augusto es el Ecnomo y Representante legal de la Pontificia Universidad Antonianum. Por el momento, se decidi que la labor del Ecnomo General ser rea-lizada por FR SILVIO ROGELIO DE LA FUENTE, actual Vice-Ecnomo General.El Ministro general y el Definitorio tambin conside-raron y aceptaron la renuncia presentada en su ofi-cina, por motivos personales, de FR LUIS ENRIQUE SEGOVIA MARN, Ministro Provincial de la Provincia de los Doce Apstoles en Per, el Ministro y el Defini-

    Comunicado del Tiempo Fuerte Septiembre de 2014

  • 23torio nombraron como Delegado General a FR SAL ZAMORANO, de la Provincia de la Santsima Trinidad, en Chile, para presidir el prximo Captulo Provincial de la Provincia de los XII Apstoles, que tiene ahora la tarea de elegir un nuevo Ministro.

    El mircoles 16 de septiembre, el Definitorio gene-ral se reuni con el Director de Missionszentrale der Franziskaner, FR CLAUDIO BRUTO OFM, y sus colegas, HERR MARKUS HOYMANN, HERR HORST STAAB, HERR DAVID REUSCH. el Presidente de LA COTAF, FR OLIVER RUGGENTHALER, Ministro Provincial de la Provincia de San Leopoldo en Austria e Italia, tambin particip en la reunin.

    El Definitorio general nombr FR XAVIER MUKUPO, de la Custodia del Buen Pastor en Zimbabwe, dependien-te de la Provincia de Irlanda, y a FR FAUSTO YUDEGO, de la Provincia de Arantzazu, en Espaa, miembros del Comit Internacional de Animacin para la Justi-cia, la Paz y la Integridad de la Creacin.

    Se consideraron y decidieron varias cuestiones relati-vas a la programacin la asignacin de personal para la celebracin del Captulo General de 2015. Tam-bin se prepar el programa de la prxima reunin

    de Nuevos Ministros Provinciales y Custodios, previs-ta para enero de 2015. Se espera la participacin en dicho Encuentro de unos veinte nuevos Ministros y Custodios.

    Por ltimo, durante la reunin de dos semana, el Ministro y el Definitorio reflexionaron sobre las ex-periencias muy positivas que tuvieron en la reunin EUROFRAME, en Lourdes-Francia, a finales de agos-to, y en la reunin a principios de septiembre con la Comunidad Monstica de Taiz, donde tambin hay un gran nmero de frailes jvenes. Se tom nota de que la Comunidad de Taiz est organizando un en-cuentro de religiosos jvenes y mujeres de diferentes iglesias para julio de 2015, en sintona con el Ao de la Vida Consagrada proclamado por el Papa Francisco. Una mayor informacin sobre este evento se publica-r oportunamente en el Sitio Web.

    El prximo Tiempo Fuerte del Definitorio general est programado para comenzar el Lunes, 03 de noviem-bre de 2014.Roma, 8 de octubre de 2014

    Aidan McGrath OFMSecretario General

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    Queridos hermanos,

    El Seor os d su paz!

    Queremos en primer lugar darle gracias al Seor por el camino que hemos podido recorrer en estos seis aos. El redescubrimiento de la Gracia de los orge-nes en el sexenio precedente nos ha conducido a comenzar el servicio con el deseo de Caminar desde el Evangelio, que es nuestra norma primordial, a fin de vivirlo cada vez ms en su radicalidad y ofrecerlo a los hombres y mujeres de hoy: esto nos hace cada vez ms autnticos Portadores del don del Evange-lio. Aplicando las exigencias evanglicas a una seria revisin de vida (Moratorium), a las inevitables rees-tructuraciones en marcha en las provincias, y a la co-laboracin interprovincial, hemos llegado al deseo de reapropiarnos de nuestra identidad franciscana, as como nos viene propuesta por la Regla y las Consti-tuciones generales, y como cada uno de nosotros ha tratado de abrazarla a travs de la profesin religio-sa. La forma de vida evanglica revelada a Francisco y ahora confiada a nosotros, tiene necesidad de ser constantemente revitalizada en nuestra Fraternidad y encarnada en la Iglesia y en el mundo contempor-neon

    Los kairs del SeorEstos nuevos horizontes nos animan a dejarnos con-ducir por el Seor y a salir de las diversas formas de estructuras, ya sean mentales, espirituales o mate-riales, para ir al mundo y vivir como misioneros, en-trando en las profundidades de la vida del pueblo de Dios, sin contentarnos de estar en nuestras casas y en nuestras fraternidades cerradas.

    Una riqueza para extraerle frutos en tiempos de crisis Queremos hacer tesoro tambin de todo esto para nutrir y enriquecer el camino de preparacin para el prximo Captulo general. Tratando de escuchar las peticiones de muchos hermanos llegadas a travs de la investigacin sobre el estado de la Orden, a las provocaciones dirigidas por el Papa Francisco y otros kairs, hemos elegido como tema de fondo para el prximo Captulo la vocacin fundamental que nos dej Francisco a travs del nombre que l nos ha

    dado, Hermanos Menores, a saber, la llamada a vivir con autenticidad el ser hermanos y menores en nues-tro tiempo.

    Seguir la doctrina y las huellas de nuestro Seor Jesucristo En l (caminar con el Seor), adems del movimiento hay cansancio y la persona es involucrada en su tota-lidad de alma y cuerpo, de interioridad y corporeidad. El camino de seguimiento comporta desapropiacin y exige que a la prioridad del amor a Dios, le estn subordinados todos los otros amores.

    El Seor me dio hermanosEl ser, con y para los hermanos-leprosos, practicando con ellos la misericordia, le abre a Francisco la puerta del encuentro con el Seor, y el sucesivo don de los hermanos-frailes le hace comprensible la revelacin de la voluntad de Dios.

    Menores y sometidos a todos

    Francisco haba intuido bien que ser menores y sb-ditos de todos (Rnb 7, 2), sin nada propio, es la nica condicin para construir la fraternidad y seguir fiel-mente las huellas de Jess, incluso en el amor ms difcil, si no imposible, es decir, aquel hacia los pro-pios enemigos: esto, de hecho, nos ense, Nuestro Seor Jesucristo, cuyas huellas debemos seguir (Rnb 22, 2; cf. 2Lf 13).

    Slo el seguir la doctrina y las huellas de nuestro Seor Jesucristo (Rnb 1,1) nos hace hermanos y me-nores: no hay otro camino. El Serfico Padre san Fran-cisco fue pura transparencia del Evangelio y vivi el primado de Dios y el primado de la vida con el cora-zn, la mente y el cuerpo, vueltos esencialmente al Evangelio: por esto el Poverello de Ass es considera-do el hermano de todos. Si queremos ser verdaderos hermanos y autnticos menores, estamos llamados a pasar de la apariencia y de la eficiencia, a la pura y simple trasparencia evanglica. En el camino he-mos entendido que somos una fraternidad contem-plativa en misin, en la minoridad: tal cualificacin de nuestro carisma contiene una espiritualidad que es signo del Reino que ya comenz con sus frutos de reconciliacin; una espiritualidad que anuncia

    Vivamos como discpulos Misioneros de Cristo para ser hermanos y menores

  • 26sobre todo con el testimonio de una vida liberada y reconciliada, la pasin evanglica del amor, una vida donada en el ejemplo de Cristo, testimoniada por la convivencia (G. Bini). Queridos hermanos, acojamos con un corazn agradecido y disponible la peticin que el Papa Francisco ha dirigido a toda la Iglesia en la Exhortacin Apostlica Evangelii gaudium: No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno! (101), as como el mensaje que en Ass ha querido confiarnos directamente a nosotros: Queridos hermanos, por favor, custodien la minoridad.

    El Seor os custodie, os acompae y os done lagracia de seguir siempre las huellas de su Hijo predi-lecto y de querer siempre lo que a l le agrada.

    Roma, 17 de septiembre de 2014Fiesta de los Estigmas de san Francisco.

    Puede encontrar el artculo completo en:http://www.ofm.org/ofm/wp-content/uploads/2014/09/Fran-cis2014_ES.pdf

    El ltimo Tiempo Fuerte comenz el 3 de noviembre. Tras la habitual sesin de apertura donde los Defini-dores comparten las diferentes experiencias desde la reunin anterior, el trabajo comenz en concreto con el examen de las 59 carpetas (plicos). Durante las dos semanas se examinaron un total de 90 Carpetas.

    De acuerdo con los ltimos los Captulos provinciales celebrados en distintas Entidades, se ratific la elec-cin de los siguientes Ministros y Custodios:

    FR. ORLANDO CABRERA CABRERA, de la Pro-vincia Misionera de San Antonio, en Bolivia.

    FR. ROBERTO MIGUEL DO NASCIMENTO, de la Custodia N. Sra. de las Siete Alegras, en Brasil.

    FR. EDWIN DE JESS ALVARADO SEGURA, de la Provincia N. Sra. de Guadalupe, en Centro Amrica y Panam.

    FR. CAROLO MYEONG HWAN HO, de la Provin-cia de los Santos Mrtires Coreanos, en Corea.

    FR WILHELMUS I. GONSALIT SAUR, de la Cus-todia de San Francisco Heraldo de la Paz, en In-donesia.

    FR. JOS JUMA MANUEL, de la Custodia Santa Clara, en Mozambique.

    Los Captulos provinciales tambin implican a menu-do la renovacin de los Estatutos Particulares.

    Se examin y consider un buen nmero de textos antes antes de ser aprobados. Entre los textos exami-nados se encontraban enmiendas a los Estatutos par-

    ticulares de las siguientes Entidades:

    - Provincia de N. Sra. de China, en Taiwan.

    - Provincia de los Santos Pedro y Pablo, en M-xico.

    - Provincia del Sagrado Corazn de Jess, en USA.

    - Provincia Serfica de San Francisco de Ass, en Italia.

    - Custodia de Santa Clara, en Mozambique.

    - Provincia N. Sra. de las Gracias, en Italia (Be-nevento).

    - Provincia de San Francisco Estigmatizado en Italia (Florencia).

    Otros otros textos fueron enviados de vuelta a las En-tidades para labores adicionales.Otra consecuencia de los Captulos Provinciales y de la eleccin de los nuevos Ministros, es la llegada de los informes de los Visitadores Generales. Varios de estos informes fueron presentados y analizados du-rante las dos semanas de este Tiempo Fuerte. Entre ellos estaban:

    El informe de FR MELVIN JURISICH, referente a la Visita a la Provincia de Holy Name, en USA.

    El informe de FR FRANCISCO GEARID CO-NAIRE, referente a la Visita a la Provincia de San Juan Bautista, en USA.

    Comunicado del Tiempo Fuerte Noviembre de 2014

  • 27 El informe de FR IVAN SESAR, referente a la Vi-sita a la Provincia de los Santos Cirilo y Metodio, en Croacia.

    El informe de FR THOMAS LUCZAK, referente a la Visita a la Provincia de N. Sra. De Guadalupe, en USA.

    El informe de FR GILBERTO SORACCHI, refe-rente a la Visita a la Provincia Serfica de San Francisco de Ass, en Italia.

    El informe de FR LUIGI RECCHIA, referente a la Visita a la Provincia de San Francisco Estigmati-zado, en Italia.

    El informe de FR FRANTIEK OLBERT, referente a la Visita a la Provincia de San Wenceslao, en la Repblica Checa.

    El informe de FR ALBERTO TOSINI, referente a la Visita a la Provincia de los Santos Pedro y Pa-blo, en Italia.

    El informe de FR OSCAR ARMANDO MONTO-YA RESTREPO, referente a su presidencia del Captulo de la Provincia Misionera de San An-tonio, en Bolivia.

    Con la asistencia del Delegado General para los Asun-tos Econmicos, el Representante Legal y el Vice-Ec-nomo General, el Ministro general y el Definitorio se pusieron al da con la informacin relativa a la situa-cin econmica de la Curia General y de la Orden. Como resultado de la discusin subsiguiente, se deci-di aplazar hasta diciembre prximo la consideracin de varias solicitudes de ayuda financiera.

    La Comisin Preparatoria del Captulo General de 2015 ayud al Ministro y al Definitorio general, con algunas cuestiones pendientes relativas a los arreglos logsticos que deben realizarse para el Captulo. Las preparaciones ordinarias van bien y se han respetado los plazos para la presentacin de ciertos materiales.

    La situacin de varias Entidades de la Orden contina siendo una importante fuente de preocupacin para el Definitorio general: Al respecto se tomaron algunas decisiones que se comunicarn oportunamente a la Entidad correspondiente.

    A peticin de la Provincia de la Inmaculada Concep-cin, en Gran Bretaa, expresada en una Asamblea Extraordinaria en julio pasado, el Ministro general, con el consentimiento del Definitorio, erigi dicha

    Provincia como Custodia dependiente de la Provincia de Irlanda.

    En un Captulo Provincial Extraordinario, la Provincia de Irlanda vot unnimemente para recibir la Custo-dia. Posteriormente, el Ministro y el Definitorio gene-ral, eligieron el gobierno de la nueva Custodia:

    - FR PATRICK LONSDALE, Custodio- FR JUNIPER ADAMS, Consejero- FR DANIEL CONVERY, Consejero- FR ANTHONY JUKES,Consejero.

    Durante el transcurso del Tiempo Fuerte, el Delega-do General de la Secretara General para las Misiones Franciscanas en Waterford, EE.UU., FR JOHN PUO-DZIUNAS, junto con el Presidente de la Junta Directi-va de la GSFM, FR JOE ROGENSKY, visitaron al Ministro general y al Definitorio, y les informaron sobre algu-nos recientes cambios, estructurales y de gestin.

    El Definitorio General eligi como Visitador general de la Custodia del Sagrado Corazn en Brasil, a FR. EDILSON ROCHA DA SILVA, de la Custodia de San Benito de la Amazona. El Definitorio tambin eligi como Visitador de la Comisin Escotista, a FR VIDAL RODRIGUEZ LPEZ, Secretario general para la Forma-cin y los Estudios.

    Del 7 al 9 de noviembre, el Ministro general y varios Definidores estuvieron ausentes de la Curia. Ellos visi-taron el Santuario del Apstol Santiago, en Santiago de Compostela, para conmemorar el octavo centena-rio de la visita de San Francisco a la Ermita.

    Al final de la ltima sesin, se pidi al secretario dejar constancia del agradecimiento del Ministro general y del Definitorio al Ministro Provincial, Definitorio, y hermanos de la Provincia de Santiago de Composte-la, por la hospitalidad que les fue brindada durante la visita.

    El prximo tiempo Fuerte est programado para co-menzar el lunes, 15 de diciembre de 2014.Roma, 24 de Noviembre de 2014

    Fr. Aidan McGrath ofmSecretario General

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    El prximo ao 2015, como vosotros sabis, ser para la Iglesia un Ao dedicado a la Vida Consagrada.

    Para responder a las expectativas del Santo Padre Francisco, dichas celebraciones se llevarn a cabo de acuerdo con un Itinerario que comenzar el 29 de noviembre prximo venidero para concluirse el 2 de febrero de 2016.

    Como Hermanos Menores acojamos con alegra la in-vitacin del seor Papa junto a su deseo de que la celebracin de la Vida Consagrada se convierta para cada uno en renovado testimonio de vida evanglica.

    Mientras damos gracias y alabanza al Seor por el don de nuestra vocacin y consagracin, replanteamos tambin el deseo y el propsito de interiorizar pro-fundamente y vivir con sinceridad y alegra nuestra identidad franciscana, as como nos viene propuesta por la Regla y las Constituciones generales y cmo cada uno de nosotros ha entendido abrazarla a travs de la profesin religiosa.

    El papa Francisco con la convocatoria del Ao de la Vida Consagrada nos invita una vez ms y de mane-ra ms fuerte a reexaminar el ncleo ms profundo de nuestras vidas, exhortndonos a aqulla santa in-quietud del corazn que sola nos pueda llevar a un renovado encuentro personal con el Seor Jess.

    Seguir la doctrina y las huellas de nuestro Seor Je-sucristo (Rnb 1,1). Esta es nuestra Regla y nuestra vida! La vida consagrada, de hecho, es la memoria vi-viente del modo de existir y de actuar de Jess como Verbo encarnado ante el Padre y ante los hermanos (VC 22).

    Seguir la doctrina y las huellas de nuestro Seor Je-sucristo (Rnb 1,1). Esta es nuestra Regla y nuestra vida! La vida consagrada, de hecho, es la memoria vi-viente del modo de existir y de actuar de Jess como Verbo encarnado ante el Padre y ante los hermanos (VC 22). Es as que Francisco de Ass se ha converti-do en alter Christus! El serfico padre san Francisco fue pura transparencia del Evangelio y vivi el prima-do de Dios y el primado de la vida con el corazn, la mente y el cuerpo, vueltos esencialmente al Evange-lio: Por esto es considerado el Poverello de Ass y el

    hermano de todos.

    Si queremos ser verdaderos hermanos y autnticos menores, estamos llamados a pasar de la apariencia y de la eficiencia, a la pura y simple trasparencia evan-glica (Carta para la Solemnidad de san Francisco de Ass 2014).

    Queridos hermanos, aceptemos con un corazn agra-decido y disponible este Ao de la Vida Consagrada del papa Francisco para toda la Iglesia; adhirmonos voluntariamente a las celebraciones e iniciativas que tendrn lugar con este motivo en nuestras Iglesias locales, para que este acontecimiento de gracia sea tambin una expresin de comunin eclesial; viva-mos en la oracin constante y confiada este tiempo de preparacin al Captulo general,sirviendo al Seor en pobreza y humildad (cf. Rb 6, 1-2) e implorando sin cesar la gracia de seguir fielmente las huellas de su Hijo amado, y de querer siempre lo que a l le agra-da(cf. CtaO 50-51).

    Amados hermanos, grandes cosas hemos prometi-do, mayores nos estn prometidas; guardemos stas, suspiremos por aquellas (2 Cel 145, 191), y restituya-mos todos los bienes al Seor Dios, ya que todos los bienes de l proceden (cf. Rnb 17, 17).

    En el Padre san Francisco os abrazo y os bendigo a todos. Roma, 29 de noviembre de 2014Fiesta de Todos los Santos de la Orden Serfica

    Puede encontrar el artculo completo en:http://www.ofm.org/ofm/wp-content/uploads/2014/11/Lette-ra_AnnoVitaConsagrata2015_ES.pdf

    Seguir la doctrina y las huellas de nuestro Seor Jesucristo

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    Con motivo de la Jornada Mundial de la lucha con-tra el VIH/SIDA 2014, muchos jefes de gobierno y de agencias internacionales emitirn mensajes y comu-nicarn estrategias para fomentar medidas eficaces para poner fin a esta terrible epidemia que ha causa-do tanto sufrimiento indescriptible y la muerte pre-matura de muchos, demasiados millones de personas en todo el mundo.

    La buena noticia es que los esfuerzos recientes han comenzado a tener xito. De hecho, los expertos han dicho recientemente que en todo el mundo, desde 2001, el nmero de nuevas infecciones por el VIH, el virus que causa el SIDA, se ha reducido en un 40% y el nmero de muertes atribuibles al SIDA ha disminuido desde el 2005.

    Por lo tanto, con motivo de la Jornada Mundial contra el SIDA 2014, la ONU ha lanzado un nuevo plan para promover los controles de la seropositividad, de ma-nera que para el 2020, al menos el 90% de las perso-nas infectadas con el VIH sabrn de haberlo contrado.

    De ellos, al menos, el 90% va a recibir tratamiento a travs de una combinacin adecuada de diferentes medicamentos. Y el 90% de los que recibirn estos tratamientos tendrn una reduccin significativa en la tasa de virus en su sangre y diversos fluidos corpo-rales, lo que debera reducir la incidencia de la infec-cin y contagio a otras personas.

    La ONU insiste en el hecho de que la familia humana global debe eliminar cualquier menosprecio y dis-criminacin contra las personas que han contrado el VIH, ya que el prejuicio es una afrenta a su digni-dad humana y slo puede inducir a quienes estn en riesgo de infeccin a aumentar la confidencialidad y privacidad sobre su comportamiento y evitar los con-troles y cuidados.

    Nosotros, los Hermanos Menores Franciscanos, esta-mos llamados a continuar con los esfuerzos en tres importantes reas relacionadas con la lucha contra esta epidemia.

    En primer lugar, ofrecemos nuestro compromiso de oracin para todos los que viven con o estn afecta-das por el VIH y el SIDA. La oracin es un instrumento

    importante en la lucha, ya que transforma los cora-zones, acercndose a los hermanos y hermanas y, de esta manera poder reducir el menosprecio.

    En segundo lugar, debemos seguir ofreciendo nues-tros servicios a travs de centros de salud y a travs del servicio pastoral a los enfermos y a transformar nuestras fraternidades y parroquias en estructuras de acogida humana y espiritual.

    En tercer lugar, debemos apoyar los esfuerzos de pla-nificacin de la lucha contra el SIDA llevada a cabo por la comunidad internacional, en conformidad con la doctrina de la Iglesia catlica y los valores francisca-nos. Todos nuestros esfuerzos deben reflejar el caris-ma franciscano de minoritas y defraternitas, para ser realmente menores y hermanos de todos.

    En este mismo espritu, nosotros Franciscanos po-demos fortalecer la respuesta mundial al SIDA. La complejidad de la tecnologa mdica y el tratamien-to del VIH estn ms all de los conocimientos o la experiencia de muchos de nosotros. Sin embargo co-nocemos bien el camino del corazn y del alma que nosotros mismos aprendemos siguiendo las huellas de Francisco de Ass, y por ello, podemos compartir este itinerario con los millones de personas afectadas por el VIH y el SIDA.

    01 de diciembre de 2014Fr. Michael A. PerryMinistro general

    Puede encontrar el artculo completo en:http://www.ofm.org/ofm/?p=8697&lang=es

    Mensaje del Ministro general por el Da Mundial de la Lucha contra el Sida

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    San Francisco ha compuesto uno de los Salmos del Oficio de la Pasin para las Vsperas de Navidad. El texto expresa ale-gra y delicia por el nacimiento de Cristo, pero tambin reconoce la humildad del contexto en el que se encontraba el Nio recin nacido en Beln: Porque se nos ha dado un nio santsimo, amado, y nacido por nosotros [Is 9,5], y naci por nosotros durante el camino y fue colocado en un pesebre, pues no haba sitio en la posada [cf. Lc 2,7] (OfP, V,7).

    Durante toda su vida, Francisco se ha con-movido del hecho de que Jess, el Hijo de Dios e Hijo de Mara, haya elegido abrazar el estado de los ms pequeos. Siempre prefiri la compaa de aquellos que eran considerados menos que otros, los pe-cadores y samaritanos, paganos y recau-dadores de impuestos. Sus ms fieles se-guidores eran de modestas condiciones sociales: pescadores y ex recaudadores de impuestos.

    La larga genealoga reportada en el Evan-gelio segn San Mateo (1,1-17) constata que entre los cuarenta y dos generacin s de antepasados de Jess hay una mues-tra muy amplia de la humanidad, que va desde los que han sido excelentes por su lealtad hasta los que han sido famosos por su infidelidad. Dios manifiesta su amor in-condicional por sus hijos amados, ms all de sus mritos, yendo a su encuentro en el camino que conduce a una humanidad sa-nada y dignificada nuevamente.

    Reflexionamos, durante esta temporada de fiesta, sobre la minoridad de Jess, en su hacerse menos que otros, al presentar-se como su siervo. El Prlogo del Evangelio

    segn Juan describe con palabras sencillas esta eleccin de mezclarse con los ms pe-queos: Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros (Jn 1,14).

    Del elevadsimo estado de divinidad, el Verbo, el Hijo amado, se humilla para asu-mir la carne de nuestra humanidad y fragi-lidad del vientre de la Virgen Mara (2CtaF 5). Esta eleccin, este acto totalmente libre del sobreabundante amor de Dios, lo lle-v a convertirse en una criatura entre las criaturas, de manera que l, Hijo Unignito, pueda conducirlas a todas a su fuente en la comunin de amor de la Trinidad.

    Actualmente, en algunas partes del mun-do, los Hermanos y las Hermanas cristianos estn sufriendo con sus compaeros de viaje y con los otros ciudadanos por situa-ciones de violencia terrible. Algunos han perdido la vida o han resultado gravemen-te heridos, mientras que otros han perdi-do a sus seres queridos, sus hogares y sus medios de sustento.

    Nuestra oracin y nuestras acciones con-cretas de solidaridad deben acompaarlos juntamente con todos los esfuerzos posi-bles para poner fin a todos estos conflic-tos violentos. En otras partes del mundo nuestros Hermanos y Hermanas sufren las consecuencias devastadoras de las enfer-medades infecciosas, como el bola y el SIDA y otras enfermedades que podran prevenirse, agudizados por la violencia de la pobreza y de la globalizacin de la indi-ferencia a las que estn condenados.

    Aun en medio de las dificultades y penurias internas en la Orden, la Iglesia y el Mundo, la Presencia de Jess es nuestra luz. Por

    Sollemnitas NativitatisDomini Nostri Jesu Christi

  • 33Esta Razn, la Iglesia ha elegido el alegre texto de Isaas para la Misa de Navidad que se celebra en la oscuridad de la noche: El pueblo que andaba a oscuras percibi una luz grande. Los que vivan en tierra de som-bras, una luz brillante los cubri. (Is 9,1-2)

    Sin embargo, en medio de estas sombras la luz de la Encarnacin contina brillan-do! Los Hermanos tambin me han dicho, durante algunas visitas, de estar dispues-tos a comprometerse en una vida ms in-tensa de oracin, de fraternidad y de mi-sin compartida. Muchos Hermanos que actualmente trabajan con los pobres, dro-gadictos, enfermos de SIDA, alcohlicos, personas sin hogar y con los que se han visto obligados a abandonar su hogar y que, como los padres de Jess, han teni-do que buscar consuelo y alivio durante el camino, viviendo como indigentes, ms an, como indeseable en los pases que no son su tierra natal. Muchos Hermanos estn preparados para ponerse en camino con el Seor Jess y arriesgarlo todo con los anawim de Dios, haciendo ms sencillo su estilo de vida, para que otros puedan vi-vir y prosperar. De todas estas maneras po-demos demostrar nuestro compromiso de

    vivir la alegra del Evangelio como evan-gelizadores y misioneros, potando el don que hemos recibido a toda la humanidad y a toda la creacin.

    Deseo a todos vosotros, queridos Herma-nos, a todas las Hermanas Clarisas y Con-cepcionistas y todos los Amigos una Navi-dad y un Ao Nuevo llenos de alegra!

    Roma, 8 de diciembre de 2014.Solemnidad de la Inmaculada Concepcin de la B.V.M.Fraternamente,

    Fr. Michael A. PerryMinistro general

    Puede encontrar el artculo completo en:http://www.ofm.org/ofm/wp-content/uploads/2014/12/Nata-le2014_es.pdf

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    nuestra provincia

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    nuestraprovincia

  • 36Introduccin General

    Jn 3,1-21

    a) Introduccin

    La teologa jonica, enigmtica como sencilla, es una de las teologas ms atrayentes del Nuevo Tes-tamento (NT), Dodd afirma que si se logra entender Juan, lograramos saber aquello que realmente fue el cristianismo primitivo, en este sentido, los escritos de Juan pueden ser la pieza ms importante para re-componer el puzzle o rompecabezas de los orgenes cristianos y que viene a ser como la piedra clave del arco de la primitiva iglesia. As, entrar en Juan es tan-to apasionante como delicado.

    El presente escrito es una introduccin a una serie de artculos con los cuales quiero presentar mi tesis de teologa bblica, realizada en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, en un lenguaje ms accesible para todos. La tesis de licencia es un estudio sobre un determinado texto bblico (Jn 3,1-21) con el fin de mostrar que se domina una metodologa y se puede analizar un texto. Adems quiere ser un trabajo, con la consistencia de un sustancioso artculo de revis-ta cientfica, aunque sea un poco ms extenso. Para ello hemos elegido Jn 3,1-21, el dilogo entre Jess y Nicodemo, el primero de los importantes dilogos jonicos.

    Sin embargo, el anlisis del texto y todo el resto de la tesis, se hace en el idioma original, en griego, por lo que puede resultar tedioso para quien no domina di-cho idioma bblico. Es por eso que he querido dividir la tesis en artculos, segn los captulos de la misma, adaptndolos a nuestro lenguaje cotidiano.

    Cabe mencionar que el evangelio de Juan ha sido el evangelio por excelencia de los estudiosos francis-canos. San Buenaventura merece especial mencin quien realiz un comentario bblico al cuarto evan-gelio, dividido en dos tomos. Igualmente los grandes telogos y bblistas de la antigedad vieron en Juan un evangelio distinto de los sinpticos y que reflejaba una espiritualidad muy peculiar. Ha sido, y sigue sien-do, objeto de estudio por muchos estudiosos, ya que representa uno de los evangelios ms desafiantes en su interpretacin.

    b) Datos generales del evangelio de Juan

    Escrito entre 80-100 d.C, probablemente en feso y atribuido al discpulo amado, a un testigo ocular

    (19,35). Algunos piensan que el autor combina fuen-tes, signos, discursos y relato de la pasin, y se piensa varias ediciones de composicin.

    Entre las caractersticas jonicas presentes en 3,1-21 estn: malentendidos, dobles significados, irona, in-clusiones y transiciones, circunlocaciones, es decir, frases que hablan de Dios sin pronunciar su nombre, escatologa realizada, dilogo que se convierte en monlogo y alta cristologa.

    Considerado el ms teolgico de los evangelios, pero escrito en forma histrica, es llamado evangelio espi-ritual, muy diferente a los sinpticos, con percopas y personajes nicos, es un evangelio con ciertos ele-mentos de incoherencias que parecen indicar altera-ciones o nuevas redacciones, sin embargo, con una intencionalidad precisa del evangelista.

    c) Algunos datos de Jn 3,1-21

    En este texto (Jn 3,1-21) hay ciertas caractersticas muy importantes a tomar en cuenta y que me moti-varon a realizar su anlisis:

    a) La palabra, propia de los sinpticos, Reino de Dios aparece dos veces solamente en todo el cuarto evangelio y curiosamente estn dentro de nuestro texto. Juan prefiere usar Vida Eterna, que tambin aparecer dos veces en nuestro texto. Veremos por qu.

    b) Este texto es considerado por muchos estu-diosos una pequea sntesis de todo el evange-lio de Juan. Trataremos de ahondar en ello.

    c) El versculo de oro del cristiano tanto am Dios al mundo que dio a su hijo unignito (Jn 3,16) es parte de nuestro anlisis. Adems es uno de los textos en los cuales est firmemen-te cimentada nuestra espiritualidad franciscana: Jess vino al mundo por amor y no solo por la re-dencin del pecado (controversia de la teologa franciscana y tomista del medioevo). Los pensa-dores franciscanos iluminados por este texto de-sarrollaron una teologa muy propia.

    Veamos ahora de forma sinttica las palabras fun-damentales que acompaarn todos los artculos si-guientes:

    Fr. Juan Carlos Treminio Vallejos, OFMLicenciatura en Teologa Bblica

  • 37Creer y amar al Hijo de Dios son elementos indispen-sables, para tener Vida Eterna, aspectos que mues-tran la necesidad de ser engendrados de lo alto (del agua y espritu) y as poder ver y entrar en el Reino de Dios. Por una parte est el creer que es fundamental en el cuarto evangelio, pero la fe sin las obras es es-tril, por eso amar ser una pieza clave de la madurez de la vida cristiana, segn Juan. J. Jeremias afirma: quien pertenece a la basileia, se halla bajo la ley di-vina de la nueva creacin, la ley del amor.

    Si esto se aplica a Jess en general, Juan nos dir que a la base de todo ello, est el inmenso amor de Dios al mundo (16) por el que dio a su Hijo, versculo de oro del cristiano. Por tanto, Dios ama al mundo dando su hijo (Jn 3,16) muchas biblias traducen este verbo por entregar, sin embargo, nosotros traduciremos dar, primero porque el verbo entregar en griego es dis-tinto y segundo porque dar implica donacin, don, gratuidad, y el amor de Dios es gratuito.

    Lo veremos detenidamente en su momento el hijo ama al mundo siendo enviado no a juzgar sino a sal-var el mundo a travs de El (Jn 3,17) y la respuesta del ser humano tendra que ser amar al hijo, sin embar-go, la luz vino al mundo y los hombre prefirieron las tinieblas a la luz (Jn 3,19)stos son los temas fundamentales del dilogo, obje-to de nuestra investigacin y que les invito a recorrer en cada uno de los artculos.

    d) El estudio est dividido en cuatro art-culos

    El primero analiza la delimitaicn, los problemas tex-tuales, lexicogrficos, gramaticales y literarios ms importantes del conjunto del texto, con el objetivo

    de llegar a una buena traduccin; el segundo, se de-tiene en el primer pasaje, el dilogo entre Jess y Ni-codemo, buscando su composicin, contexto bblico e interpretacin; en el tercero, abordaremos el segun-do pasaje, el monlogo, con el mismo esquema del precedente y sucesivo; y, por ltimo, el cuarto, analiza el conjunto del texto (Jn 3,1-21).

    d) Mtodo

    Hacemos uso del mtodo de Retrica Bblica Semtica que es un estudio atento a los procedimientos sem-ticos de composicin de un texto; adems de todos los instrumentos de anlisis de texto estudiados a lo largo de la licencia en teologa bblica y los comenta-rios ms importantes al cuarto evangelio.Con el objetivo de profundizar en los contenidos del dilogo, hemos querido acercarnos al texto, desde una perspectiva creyente y lo ms cientficamente posible, como alguien que admira, examina y sopesa opiniones, cuestiona e interroga al texto, saca conclu-siones, disfrutando del proceso y de los frutos de la investigacin.

    En esta sesin de artculos he querido transportar la riqueza de mi tesis a un lenguaje sencillo y acorde a la lectura de todos, ya que los trminos usados en la tesis son muy tcnicos propios del mtodo utilizado y del objetivo de la tesis, por tanto, ofrezco a todos los hermanos de la Provincia estos pequeos artculos que buscan sintetizar cada uno de los captulos de la tesis. Espero los disfruten y