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Nuestra salida a la crisis: NI AJUSTA, NI RECORTA, NI PAGA

LLAA CCRRIISSIISS NNOO TTIIEENNEE UUNNAA ÚÚNNIICCAA SSAA--LLIIDDAA Sin embargo lo antes ex-puesto no es ningún mal

inevitable, ninguna inexorable fuerzanatural o cósmica de la que seamos es-clavas. Resulta perfectamente posiblesalir de esta crisis sin exponerse a tangrandes padecimientos y peligros, po-niendo en marcha de manera contun-dente una serie de medidas cuyoenunciado es relativamente simple:impago de la deuda ilegítima del es-tado contraída con bancos y empresasfinancieras, que pueda permitir el finalde las políticas de recortes; conversiónde la banca en pública bajo estrictocontrol social, para asegurar así el flujodel crédito según necesidades socialesy no de acuerdo al beneficio privado;cambio del modelo productivo, confuertes inversiones públicas, para ha-cerlo ecológicamente sostenible y equi-librado; derogación de toda lalegislación regresiva en materia de de-rechos laborales, sociales y pensiones;aumento de los salarios y disminuciónde la jornada laboral para conseguir elpleno empleo... Las medidas expuestasno tiene nada de utópicas, son perfec-tamente aplicables y garantizarían-puestas en marcha en el conjunto depaíses del Sur de Europa ahora golpea-dos por la crisis -la superación de la de-presión económica en que estamosinstaladas en beneficio de la clase tra-bajadora. ¿Quién impide que se apli-quen? Pues, justamente, aquéllos quesalen beneficiados de la crisis tal comose desarrolla y gestiona ahora y de susconsecuencias, los capitalistas y sus si-carios gobernantes.

LLAA DDEEUUDDAA TTIIEENNEE SSUU OORRIIGGEENN EENN EELLDDEESSMMEEDDIIDDAA AAMMBBIICCIIÓÓNN DDEE LLOOSS CCAAPPII--TTAALLIISSTTAASSLa crisis económica actual y elproblema de la deuda tienen su origen,repetidamente explicado, en el afán delos capitalistas por obtener ganancias.Tal afán lleva a la banca a realizar inver-siones masivas, fundamentalmente enlos mercados inmobiliarios, cuyos es-perados beneficios quedan bloqueados

ante la insolvencia de muchos de losdeudores. A partir de la situación des-crita, los estados ponen en marcha-bajo la tutela e inspiración justamentede las empresas financieras que hanprovocado la crisis -políticas cuyo obje-tivo último no es otro que el de hacerque la banca se libre de las pérdidasocasionadas por sus fracasadas opera-ciones. Dichas políticas afectan de ma-nera particularmente brutal a paísesdel Sur de Europa y a Irlanda, el grupode los sarcásticamente denominadosPIIGS, entre los que se halla el Estadoespañol y la Comisión Europea encabe-zada por Ángela Mérkel se convierte enbrazo político ejecutor de las mismas aescala continental.

LLAA DDEEUUDDAA SSEE AACCRREECCIIEENNTTAA PPAARRAAPPAAGGAARR LLAASS PPÉÉRRDDIIDDAASS MMIILLLLOONNAARRIIAASS DDEELLOOSS BBAANNCCOOSS,, QQUUEE AA SSUU VVEEZZ CCRREEAA UUNNLLUUCCRRAATTIIVVOO NNEEGGOOCCIIOO El mecanismoutilizado para que la banca obtengaunos ingresos que el mercado no leotorgaría de manera “natural” es tansimple y descarado como hacer que seael estado el que les pague las deudas yevite sus pérdidas mediante multimi-llonarias ayudas. Son estas enormescantidades las que, de inmediato, aca-bos pagando entre todas. Sin embargoal pagar el estado y puesto que éste, enla mayor parte de países del Sur de Eu-ropa, carece de ingresos suficientes porla vía fiscal (ya que los ricos pagan muypocos impuestos), la forma de financiarlos pagos acaba siendo la emisión dedeuda pública, de títulos que se com-pran a cambio de un interés. ¡Pero, ay,aquí la banca realiza un nuevo negocio!Porque es la banca la que compradeuda pública usando el dinero que levende el BCE a bajo interés (1,5%) y ad-quiriendo títulos a interés más alto (mí-nimo 4%). Por otra parte el interés de ladeuda pública se va haciendo progresi-vamente más elevado, por la presiónque realizan-de manera interesada -lasentidades de evaluación mediante la“prima de riesgo”. El proceso descrito,de manera relativamente rápida, llevaa un endeudamiento masivo de los es-tados y a una presión salvaje sobreéstos para que realicen los pagos, reali-zando todos los recortes sociales y po-líticas de ajuste que sean necesarios. Eneste contexto los llamados “rescates”no son tales, sino únicamente aporta-ciones de liquidez para el pago de inte-

reses, con exigencia de nuevos recortesy ajustes que padece fundamental-mente la clase trabajadora.

LLAA CCRRIISSIISS EESSTTÁÁ SSIIEENNDDOO AAPPRROOVVEECCHHAADDAAPPAARRAA EELLIIMMIINNAARR DDEERREECCHHOOSS SSOOCCIIAALLEESSEENN BBEENNEEFFIICCIIOO DDEE UUNN@@SS PPOOCC@@SS Lagestión de la crisis, tal como se viene re-alizando en el Sur de Europa, suponecomo ya se ha dicho la socialización dela deuda privada de bancos y grandesempresas, pero va mucho más lejosque eso. Efectivamente, la crisis estásiendo aprovechada, de manera total-mente consciente y premeditada, paraimponer un retroceso de décadas enderechos sociales y salariales, para pro-mover la pérdida de derechos demo-cráticos y para privatizar áreas enterasde lo que es actualmente público. Eneste sentido en ningún momento hayque perder de vista que aunque la crisistambién golpea en determinados mo-mentos a los capitalistas, éstos, y parti-cularmente su núcleo más poderoso yconsistente, se ven beneficiados por laextensión de la crisis en el tiempo.

CCAADDAA VVEEZZ MMÁÁSS SSEECCTTOORREESS DDEE LLAA PPOO--BBLLAACCIIÓÓNN EEUURROOPPEEAA SSOONN CCOONNSSCCIIEENN--TTEESS DDEE LLAASS CCAAUUSSAASS DDEE EESSTTEE TTIIPPOO DDEEPPOOLLÍÍTTIICCAASSEn la Europa del Sur ampliossectores de la clase trabajadora ya sonconscientes de las causas y peligros dela crisis y también empiezan a serlo deltipo de medidas que se deberían adop-tar para superarla. Desde que en el2008 la crisis estalló con virulencia sehan ido produciendo muchas respues-tas a ella y a las políticas de gestión delos gobiernos; en mayor o menor me-dida las protestas han existido en todoel sur europeo: Grecia en primer lugar,con múltiples huelgas generales; perotambién Portugal, el Estado español(con su 15M incluido), Italia y Francia,se han ido movilizando durante cincoaños contra las políticas de recortes.¿Qué ha impedido que hasta ahora nose hayan podido detener las políticasde ajuste? ¿Realmente esto es así por-que “no hay otra opción posible”?

LLAA EESSTTRRAATTEEGGIIAA DDEE LLOOSS GGOOBBIIEERRNNOOSS::DDEESSGGAASSTTAARR LLAA RREESSPPUUEESSTTAA DDEE SSUUSS PPOO--BBLLAACCIIOONNEESS La inflexibilidad de los go-biernos en la aplicación de suspolíticas de ajuste corresponde a unaestrategia muy estudiada y común atodos ellos. Mediante su inmovilismolos gobiernos envían a la gente traba-jadora un doble mensaje: en primerlugar, “no hay otra solución, no pode-mos hacer otra cosa”; en segundo, “daigual lo que hagáis, no conseguiréishacernos cambiar”. Que el primero delos mensajes es falso ya lo hemos vistoantes y mucha gente empieza- con susdudas - a ser consciente de ello. Quizásuno de los prejuicios que resulte másdifícil de erradicar sea el relativo a ladeuda y a la “obligación de pagarla”.Pero empezamos a ser conscientes deque si el precio de pagar la deuda esseguir como estamos o empeorar, laconclusión cae por su peso... Además,hay ejemplos muy claros- como los deEcuador o la Argentina -que demues-tran que el impago de la deuda no su-pone ninguna catástrofe, sinojustamente lo contrario y eso tambiénse va conociendo...

PPAARRAA EENNFFRREENNTTAARRNNOOSS AA EESSTTAASS PPOOLLÍÍTTII--CCAASS HHAACCEE FFAALLTTAA FFIIRRMMEEZZAA MMOOVVIILLIIZZAA--DDOORRAA EENN EELL TTIIEEMMPPOO Pero... ¿es ciertoque “da igual lo que hagáis, porque noconseguiréis hacernos cambiar”?. Evi-dentemente no y cualquier repaso mí-nimamente riguroso a la Historia nosindica que ni las dictaduras más durasy encarnizadas han sido capaces de re-sistir a una presión popular masiva ysostenida. Hace falta, eso sí, ante la fir-meza prepotente de los gobernantes,oponer otra firmeza de la clase traba-jadora, de amplia base movilizadora ydilatada en el tiempo, capaz de produ-cir su desgaste y caída. Hace falta,también, aplicar la desobediencia civil,rompiendo la capacidad de los gobier-nos para aplicar sus políticas.

DEUDAS ILEGÍTIMASDe continuar aplicándose las políticas de gestión de la crisis que ahoramismo se están ejecutando en el Sur de Europa y en el Estado español,ésta puede perfectamente prolongarse entre diez y quince años más.Pero el alargamiento de la crisis no significará, desgraciadamente, quese mantenga de manera estable una situación penosa como la deahora, por el contrario para la clase trabajadora el transcurrir de losaños en crisis supondrá el progresivo empeoramiento de su situación:pérdida de derechos sociales, salariales y políticos; aumento del paro:incremento de los problemas de vivienda; desaparición de áreas en-teras de los servicios públicos como los de sanidad y educación; as-censo, incluso, del fascismo y del nazismo desprovistos de máscaras;peligro, también, de guerras y hecatombes ecológicas planetarias...

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En síntesis, para poder darle a la crisis unasalida favorable a la clase trabajadora y queimpida su repetición en el futuro necesita-mos:

•TTeenneerr uunnooss oobbjjeettiivvooss ccllaarrooss,, ssaabbeerrqquuee mmeeddiiddaass ssee hhaann ddee aapplliiccaarr,em-

pezando por la del impago de la deudailegítima, librándonos del yugo de unadeuda que no es nuestra y de los recor-tes a los que obliga. Se requiere un Pro-grama Mínimo de medidas de choquecontra la crisis. Pero dicho programa yaestá estudiado y elaborado en sus aspec-tos básicos, hace falta sólo aplicarlo.

•RReeaalliizzaarr uunnaa mmoovviilliizzaacciióónn aammpplliiaa yyssoosstteenniiddaa eenn eell ttiieemmppoo..Una movili-

zación planificada, que incluya a los dife-rentes sectores sociales y laborales enlucha y que marque los ritmos de su en-trada en acción, tanto por separadocomo conjuntamente en acciones masi-vas y unitarias. Pero esta movilizaciónamplia se ha de desarrollar no sólo a es-cala estatal, sino también- y tal cosa esfundamental -a escala europea, involu-crando primero a países como el Estadoespañol, Portugal y Grecia y exten-diendo luego progresivamente su basegeográfica.

•OOrrggaanniizzaarrssee eenn ffoorrmmaa aassaammbblleeaarriiaa..El 15M ha sido un ejemplo que hay

que seguir. La organización asambleariaen localidades y barrios, en fábricas ycentros de trabajo, y la coordinación me-diante representantes de estas asam-bleas de base es imprescindible paraque la clase trabajadora y la ciudadaníatomen protagonismo en las luchas. Estetipo de organización constituye el antí-doto, la vacuna, contra las tendencias ala burocratización, al freno de las luchas,etc. que puedan provenir de organiza-ciones tradicionales como los sindicatos.Las iniciativas de las Mareas Ciudadanaso de coordinación entre las Mareas Ver-des o Blancas, apuntan justamente enesta dirección y es muy importante quetales instancias vayan adquiriendo pro-tagonismo y relevancia en las luchas.

•AAccttuuaarr ddee llaa ffoorrmmaa lloo mmááss uunniittaarriiaappoossiibbllee, buscando la convergencia en

la acción de las diferentes organizacio-nes sindicales, políticas, vecinales, de losmovimientos sociales, del 15M, etc.

•TTrraabbaajjaarr ppaarraa llaa ccoonnssttrruucccciióónn,, aammeeddiioo yy llaarrggoo ppllaazzoo,, ddee uunnaa oorrggaa--

nniizzaacciióónn ppoollííttiiccaa aannttiiccaappiittaalliissttaa quepueda ser expresión de la voluntad deamplios sectores sociales por poner enmarcha medidas de salida a la crisiscomo las antes expuestas. Dicha orga-nización debería servir no sólo para la re-presentación institucional sino sobretodo y fundamentalmente para impul-sar los procesos de concienciación y deorganización de la clase trabajadora.

Dicha salida es perfectamente aplicable enestos momentos y puede ser la garantía deque no se vuelva a repetir una crisis como laactual. Para impulsarla hace falta, eso sí, lafirme voluntad de la clase trabajadora, suorganización y su movilización más decidi-das. zación de la clase trabajadora.

EEXXIISSTTEE UUNNAAAALLTTEERRNNAATTIIVVAADDEE SSAALLIIDDAA AALLAA CCRRIISSIISS,, QQUUEE EESS LLAA NNUUEESSTTRRAA,, YY QQUUEENNOO SSUUPPOONNEE AAJJUUSSTTEESS,, RREECCOORRTTEESS NNIIOOBBLLIIGGAA AA PPAAGGAARR DDEEUUDDAASS IILLEEGGÍÍTTIIMMAASS..

BALANCE PROVISIONAL DE LA REFORMA LABORAL:PARO, DESPIDOS... MENOS DERECHOS

UUNN DDEESSPPIIDDOO BBAARRAATTOO YY FFÁÁCCIILLLa reforma laboral ha abara-tado y facilitado el despido

hasta niveles no vistos desde co-mienzos del siglo XX. La mons-truosa generación de desempleoproducida desde su aprobación esmuy visible: en el III Trimestre de2011 la tasa de paro ascendía al21,52% en el IV Trimestre de 2012llega al 26,02%.

Las empresas, para hacer frente a sucrisis de rentabilidad y de endeuda-miento, reducen los costes labora-les. El desincentivo que entrañabael coste de indemnización, quepodía empujar a tomar decisionesde otro tipo antes que despedir, hasido removido drásticamente por lareforma (aunque hay que señalarque una buena parte del trabajo yaestaba hecha con la reforma delPSOE en 2010, sumada a otras tan-tas anteriores que marcaban unainequívoca tendencia). En conse-cuencia, desde su aprobación, el as-censo del desempleo ha sidonotorio, aún a pesar de que el puntode partida era de récord. Debe ade-más ponerse de relieve la tasa deparo juvenil y femenina que se dis-paraban respectivamente al52,34%, subiendo casi siete puntos,y al 25,41%, subiendo más de tres,respectivamente (datos III Trimestre2012). Este efecto discriminatorioindirecto nos permitiría afirmar, si-guiendo al abogado Emilio Durán,que esta reforma tiene rasgos de in-constitucionalidad.

UUNNAA RREEFFOORRMMAA CCOONN EELL OOBBJJEETTIIVVOODDEE RREEDDUUCCIIRR SSAALLAARRIIOOSS La políticade destrucción de empleo tienecomo propósito fundamental aba-ratar la fuerza laboral. El efecto di-recto del aumento del número depersonas desesperadas por encon-trar un empleo, a las que se lesacaba las prestaciones de desem-pleo (o se las recortan), o que tienenque recurrir a los familiares pensio-nistas para no perder su vivienda, esfacilitar enormemente la degrada-ción de las condiciones laborales.Así, durante el 2102, hemos asistidoa caídas fuertes de salarios al com-binarse la presencia de un enormeejército de reserva de personas pa-radas, de un fuerte pánico entre losque aún conservan su empleo aperderlo y de una gran iniciativaempresarial para aplicar despiada-damente despidos, EREs, descuel-gues salariales e inaplicación decondiciones laborales fijadas enconvenio (art. 82. ET), y modifica-ciones sustanciales de las condicio-nes de trabajo (art. 41. ET).

Otro aspecto a reseñar es la modifi-

cación del procedimiento de ejecu-ción de los EREs. En la práctica elmodelo laboral español admite eldespido libre, aunque no sea gra-tuito. Los únicos casos en los quehasta la fecha se ponían trabas aesta potestad del empresariadoeran los despidos declarados nulos(en los que se demostraba discrimi-nación laboral) y los Expedientes deRegulación de Empleo (que regula-ban el proceso de despido colectivo,contando con la garantía de la ad-ministración, y que incluían un pro-ceso de negociación con lossindicatos). Aunque los EREs sonuna vía muy marginal de encauza-miento de los despidos (ya que lainmensa mayoría son individuales),ahora tampoco cuentan con la in-tervención de la administración la-boral.

El proceso de consultas de la nego-ciación es el único momento departicipación de la representaciónlegal de los trabajadores. Como eldespido colectivo queda justificadosimplemente con caídas de las ven-tas durante tres trimestres o porhaber sufrido o prever simplementepérdidas, el empresariado tiene ensus manos la capacidad de despedircolectivamente con un coste de in-demnización muy pequeño. En esascircunstancias, los sindicatos, si noson capaces de movilizar y de obte-ner una respuesta contundenteentre la plantilla contra la empresa,están en unas condiciones muydesfavorables de negociación, loque menoscaba, tal y como afirmaEmilio Durán, el reconocimiento dela defensa de los intereses sociales yeconómicos de los trabajadores quese da en el art. 7 de la Constitución.

CCAAMMBBIIOO DDEELL MMOODDEELLOO DDEE RREELLAACCIIOO--NNEESS LLAABBOORRAALLEESS El modelo laboraldel Estado español, a partir deahora, tiene mejor encaje teórico enel esquema anglosajón, dondeprima la negociación colectiva a es-

cala de empresa. La reforma laboralotorga primacía a esta escala, po-niendo del revés el formato anterior.Esto impide la eficacia de los conve-nios colectivos sectoriales, tanto es-tatales como provinciales. Laexperiencia demuestra que cuandose firman convenios de empresa, nosólo se produce una disparidad yheterogeneidad que propician eldumping y la rivalidad dentro de laclase trabajadora, sino que, trasunos primeros años en los quequizá mejoren las condiciones labo-rales, al final se deteriorar la baseque representa el convenio sectorialestatal o provincial.

Existe otro aspecto muy perjudicial.Hasta hace poco, cuando acababala vigencia de un convenio, y hastanegociar el siguiente, se seguía apli-cando el anterior, hecho conocidocomo ultraactividad del convenio. Apartir de ahora no será así: al cabode un año del fin de su vigencia, sifracasa la actualización del conve-nio en cuestión, éste decae. Y aquíse produce una enorme incerti-dumbre e inseguridad jurídicas,pues no se sabe si se aplicarán otrasreferencias (¿el convenio sectorial,el de empresa, el estatuto de los tra-bajadores, parte del propio conve-nio que decayó?). Aunque de lo queno cabe ninguna duda es de que lascondiciones laborales serán muchopeores para las plantillas afectadas.La tasa de cobertura de la negocia-ción colectiva se desplomará a par-tir de ahora debido a este efecto,porque llevamos más de un año conla negociación colectiva bloqueadapor la actitud de patronales y em-presas.

LLaa ppuullvveerriizzaacciióónn ddee llaa nneeggoocciiaacciióónnccoolleeccttiivvaa eess uunn ppaassoo pprreevviioo aa llaa iinn--ddiivviidduuaalliizzaacciióónn pplleennaa ddee llaass rreellaa--cciioonneess llaabboorraalleess yy,, ccoonn eelllloo,, aalliinnccrreemmeennttoo ddeell ppooddeerr eemmpprreessaarriiaallhhaassttaa nniivveelleess ccoommppaarraabblleess aa lloossqquuee rreeggííaann eenn eell ssiigglloo XXIIXX..

La crisis ha sido la excusa perfecta para imponer y aplicar una Reforma Laboral brutal que sin em-bargo ya se venía gestando con anterioridad. Tras poco más de un año desde su aplicación, pro-cede hacer un primer balance que no puede ser aún completo, porque los daños de la aplicaciónde la ley sólo han empezado a manifestarse. Las consecuencias más graves seguramente estánpor llegar y es previsible que tengan un efecto muy duradero.

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JESÚS JAÉN SINDICALISTA DEL MATS (MOVIMIENTO ASAMBLEARIA DE TRABAJA-DORES DE LA SANIDAD)

1111EESS LLAA LLUUCCHHAA MMÁÁSS IIMMPPOORR--TTAANNTTEE EENN LLAA HHIISSTTOORRIIAA DDEE LLAASSAANNIIDDAADD MMAADDRRIILLEEÑÑAANunca

como hasta ahora una movilización enla sanidad había arrastrado a todas lascategorías profesionales de trabajado-res del SERMAS (Servicio Madrileño deSalud); desde médicos hasta personalno sanitarios. Al mismo tiempo, la mo-vilización ciudadana ha sido muy im-portante, su participación en lasMareas Blancas, concentraciones o elapoyo a los encierros. Esto refleja el res-paldo social que la lucha por una sani-dad pública ha tenido y tiene entreamplios sectores de la población ma-drileña (incluidos miles de votantes delPP). Un dato abrumador en ese sentidoha sido la recogida de 1.413.000 firmasentregadas en la Consejería de Sanidad.

2222NNOO EESS UUNN CCOONNFFLLIICCTTOO LLAABBOO--RRAALL SSIINNOO UUNN CCOONNFFLLIICCTTOO SSOO--CCIIAALL YY PPOOLLÍÍTTIICCOO Contra lo que

pretendían los privatizadores, estalucha no se ha limitado a las reclama-ciones laborales de médicos, enferme-ras o interinos… Nadie oculta que hay

reivindicaciones y derechos que seestán defendiendo –como por ejemplocontra los despidos- pero la esencia deesta lucha ha sido la defensa de un mo-delo sanitario público y universal que,el PP y las grandes empresas capitalis-tas, se lo quieren cargar introduciendosus zarpas en un nuevo negocio comoantes fue el ladrillo. Por eso, los vecinos,usuarios o pacientes se han involu-crado en la lucha de esa forma tan ac-tiva. Por eso han tomado en sus manosla defensa del modelo público y univer-sal.

3333LLOOSS PPRRIIMMEERROOSS RREESSUULLTTAADDOOSSDDEE EESSTTAA BBAATTAALLLLAA Aunque laAdministración ha ido ganando

terreno (aprobación en sede legislativa,despidos o pronta aparición de los plie-gos de condiciones); la lucha no ha ter-minado. Tengamos en cuenta que estono se acaba mientras no se otorguenlos seis hospitales, los 27 centros desalud, la lavandería de Mejorada, el des-mantelamiento de la Princesa o delCarlos III, etcétera. Veamos como enCastilla La Mancha se ha conseguidoque no se cerraran los centros de ur-gencias como en Tembleque. Tambiénla retirada del euro por receta o el fre-nazo que se hizo puntualmente en LaPrincesa. Es verdad que los trabajado-res estamos en un momento de reflujo,después de tanto tiempo de huelgas omanifestaciones, pero no es menoscierto que este conflicto le ha supuestoal PP el mayor desgaste político junto ala lucha de la Plataforma de Afectadospor las Hipotecas (PAH).

4444EESS UUNNAA LLUUCCHHAA AA LLAARRGGOOPPLLAAZZOO Por lo tanto hay que pre-pararse para una lucha a largo

plazo. Esto es una carrera de fondo, ocomo le gustaría decir a los estrategas,hemos pasado de un combate de trin-cheras a otro de resistencias activas y

en mil puntosdiferentes. Nop o d e m o sdejar de recor-dar que juntoa la pelea con-tra el Plan deSostenibilidadtambién esta-mos lu-c h a n d ocontra la ley15/97 quepermitió lasprivatizacio-nes; el RD16/2012 que

acabó con la universalidad en la sani-dad; o la ley de privatización de las 26categorías profesionales por la que elpersonal no sanitario pasará a depen-der de las empresas capitalistas (comoha ocurrido estos días en el Puerta deHierro con el despido de 400 trabaja-dores). El telón de fondo de todos estosmovimientos es la defensa del modelode sanidad pública, universal y de cali-dad. Una lucha directamente vincu-lada a la defensa de los serviciospúblicos y en contra de los planes ne-oliberales que se están aplicando entoda la Unión Europea.

5555EELL TTRRIISSTTEE PPAAPPEELL DDEE LLOOSS SSIINN--DDIICCAATTOOSS MMAAYYOORRIITTAARRIIOOSSAmyts (sindicato de médicos),

Satse (enfermeras), Usae (auxiliares deenfermería), Csit-Up, CCOO y UGT; sonlos sindicatos que componen la Mesasectorial. Estos sindicatos han jugadoun papel menor por no decir irrele-vante a lo largo del conflicto. Siempre aremolque de las movilizaciones, tuvie-ron que usar todo tipo de métodos contal de meterse en el conflicto. CuandoAfem (el nuevo sindicato de médicos)convocó la huelga indefinida, ellos,también llamaron a unos días alter-nos. Cuando Patusalud (colectivo queagrupa a una mayoría de hospitales)convocó la Marea Blanca, ellos, se hanido metiendo hasta intentar apro-piarse de la misma.

El problema de estos sindicatos esque durante años se han limitado auna estrategia de negociación y sehan olvidado de la lucha. Su papel esde meros asesores técnicos del tra-bajador a título individual desis-tiendo de la defensa colectiva de losderechos laborales y sociales. Asícuando llegan estos momentos susestructuras verticales son obsoletaso están oxidadas.

MMMM AAAA RRRR EEEE AAAA BBBB LLLL AAAA NNNN CCCC AAAA COMUNIDAD DE MADRID:UNA MOVILIZACIÓN EJEMPLAR CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD

Cinco meses desde que empezara la lucha contra elPlan de Sostenibilidad presentado por el Gobiernodel PP en Madrid, podemos hacer algunas valora-ciones y sacar también algunas conclusiones.

LO QUE ESTÁ EN JUEGO

El cuadro de más arriba compara la inversión por habitante y año de cada una las CCAA, revelándonos que sonlas Comunidades de Madrid, junto a País Valenciano, Murcia y Les Illes Balears, todas gobernadas por el PP, las úl-timas de la lista, siendo las que menos inversión realizan en Sanidad pública por habitante.

Pero esto se ha agravado en los últimos años con la crisis. Hay que recordar que el pasado año después de rebajar lospresupuestos sanitarios en 131 millones, cuando se acaba de asegurar a la troika que se rebajaría el gasto sanitarioy el de educación 15.000 Mill de €, lo que suponía unos 7000 para sanidad. Esto repartido entre los 17 servicios desalud. En la CM este año hay un presupuesto de menos 4,9% en sanidad. A esto hay que añadir lo que supone de des-viación las partidas que se transfieren a los conciertos, externalizaciones y concesiones, tanto administrativas comoel hospital de Valdemoro, como a las concesiones de obra pública que fue la fórmula elegida para los 6 nuevos hos-pitales, como los hospitales del Tajo, y de San Sebastian de los Reyes, etc. Estas cada vez se han ido incrementando más,detrayendo fondos de los hospitales públicos, de las plantillas, etc. hacia las empresas privadas.

Así el deterioro que se ha dado podríamos decir que se ha instalado por dos vías, se recorta y desmantela vía presu-puestaria, y se transfieren fondos públicos a manos privadas vía cambios legislativos. Hay que tener en cuenta queel gasto sanitario total es de 9,6 % del PIB para el año 2010, último publicado por el MSC, que se desglosa en el 7,1para el gasto sanitario público, y el 2,5 para el gasto sanitario privado. Si se analizan las series en la última década sepuede ver como la menor inversión pública hace crecer el gasto sanitario privado. Esto es cada vez la ciudadanía tieneque poner más de su bolsillo para pagar diversas prestaciones sanitarias.

A continuación un cuadro que nos ofrece una muestra del esfuerzo inversor en sanidad (GSP) de cada CCAA res-pecto de su riqueza :

LLLL OOOO SSSS RRRR EEEE CCCC OOO RR TT EE SS EE NN SS AA NN II DD AA DD

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MM AA RR EE AA BB LL AA NN CC AA COMUNIDAD DE MADRID:UNA MOVILIZACIÓN EJEMPLAR CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD

6666LLAA OONNDDAA LLAARRGGAA DDEELL 1155MM LaMarea Blanca forma parte del ciclopolítico abierto por el movimiento

15M en el 2011. Un ciclo que puso a milesde jóvenes en las calles y “revolucionó”formas de lucha y la cultura del conflictosocial. Producto de ello han sido las Ma-reas como la Verde, la Blanca y el resto demovimientos de trabajadores y socialesque han salido a luchar contra los efectosde la crisis. La misma lucha contra los des-ahucios es el mejor ejemplo. Esto sepuede entender viendo como la sanidadhemos seguido los pasos del 15M o losparecidos razonables que encuentro entrePatusalud como colectivo asambleario yespontáneo y lo que fueron en su día lasAsambleas Populares de barrios. Los mis-mos métodos de lucha se han calcado sinsaberlo y hasta las consignas o los lemas.Los encierros espontáneos, las concentra-ciones y cortes de tráfico, los escrachesahora, la incorporación ciudadana, loscánticos como “no es una crisis es una es-tafa o le llaman democracia y no lo es,” et-cétera. Esta lucha ha sido la lucha que hanprotagonizado gentes nuevas, unidas entorno a las asambleas, coordinadoras oplataformas, y todos los organismos sur-gidos de la auto-organización de los tra-bajadores y usuarios.

Es en última instancia es el despertar delo nuevo que ha desbordado a lo viejo.

7777PPEERRSSPPEECCTTIIVVAASS AA CCOORRTTOO YYMMEEDDIIOO PPLLAAZZOO Como decíamos lalucha continúa. Esto es una batalla

de largo aliento y para eso deberíamosprepararnos. Podremos perder global-mente la pelea contra el Plan de Sosteni-bilidad pero la cosa no queda ahí. Y eso sila llegamos a perder, porque aparte de lagran resistencia social que estamos ofre-ciendo, hay que tener en cuenta que sehan dado dos pasos que al PP le van a

poner muy nervioso: el recurso de incons-titucionalidad de la ley de Sostenibilidady la judicialización de todo el proceso encurso. Esta iniciativa ha partido del sindi-cato Afem a través de un bufete de abo-gados al que ha pagado (mediante unacaja de resistencia) 188 mil euros. El PSOEa través de Tomás Gómez y 50 senadoreshan tomado en sus manos este recurso.

La otra pata, aparte de la social y la judi-cial, es la propiamente política. Habrá quever si PSOE, UPyD, IU como partidos par-lamentarios son consecuentes y defiendeen la Asamblea de Madrid el modelo desanidad pública o dificultan seriamenteque las empresas como Capio, RiberaSalud o Sanitas entren al concurso de plie-gos sin pasar por durísimas auditorias.

8888PPRROOPPUUEESSTTAASS Pero en última ins-tancia donde se sigue jugando lapartida es en la calle. Y eso lo tene-

mos que tener muy claro. Los recursos seganan no tanto por la bondad de los jue-ces sino por la presión social. Y eso es loque hay que seguir manteniendo. He aquíalgunas propuestas:

•EExxtteennssiióónn ddeell ccoonnfflliiccttoo ssaanniittaarriioo aa ttooddooeell EEssttaaddoo eessppaaññooll tratando que se co-

ordinen los movimientos en Madrid, Ca-talunya, Andalucía, Castilla la Mancha,etcétera.

•EExxtteennssiióónn ddeell ccoonnfflliiccttoo ssaanniittaarriioo aattooddooss llooss sseerrvviicciiooss ppúúbblliiccooss ddee llaa CCoo--

mmuunniiddaadd ddee MMaaddrriidd uniendo nuestrasfuerzas con la Educación, los empleadosde los ayuntamientos, los bomberos, ylas empresas en lucha.

•MMaanntteenneerr llaa aalliiaannzzaa eennttrree ttrraabbaajjaaddoorreessddee llaa ssaanniiddaadd ccoonn uussuuaarriiooss yy ppaacciieenntteess.

Mediante las plataformas, las asam-bleas, las manifestaciones y la puesta encomún de un programa en defensa de lasanidad pública, universal y de calidad.

•RReeaalliizzaacciióónn ddee llaass ccoonnssuullttaass cciiuuddaaddaa--nnaass mmeeddiiaannttee rreeffeerréénndduumm.

•RReessiissttiirr yy ddeennuunncciiaarr llooss ddeessppiiddooss, des-mantelamientos encubiertos, deriva-

ciones de pruebas a la privada, etcétera.

EEnn ddeeffiinniittiivvaa mmaanntteenneerr llaass eessppaaddaasseenn aallttoo yy llaa ccoommuunniiccaacciióónn ccoonn eell ccoonn--jjuunnttoo ddee llaa ssoocciieeddaadd..

El cuadro de más arriba compara la inversión por habitante y año de cada una las CCAA, revelándonos que sonlas Comunidades de Madrid, junto a País Valenciano, Murcia y Les Illes Balears, todas gobernadas por el PP, las úl-timas de la lista, siendo las que menos inversión realizan en Sanidad pública por habitante.

Pero esto se ha agravado en los últimos años con la crisis. Hay que recordar que el pasado año después de rebajar lospresupuestos sanitarios en 131 millones, cuando se acaba de asegurar a la troika que se rebajaría el gasto sanitarioy el de educación 15.000 Mill de €, lo que suponía unos 7000 para sanidad. Esto repartido entre los 17 servicios desalud. En la CM este año hay un presupuesto de menos 4,9% en sanidad. A esto hay que añadir lo que supone de des-viación las partidas que se transfieren a los conciertos, externalizaciones y concesiones, tanto administrativas comoel hospital de Valdemoro, como a las concesiones de obra pública que fue la fórmula elegida para los 6 nuevos hos-pitales, como los hospitales del Tajo, y de San Sebastian de los Reyes, etc. Estas cada vez se han ido incrementando más,detrayendo fondos de los hospitales públicos, de las plantillas, etc. hacia las empresas privadas.

Así el deterioro que se ha dado podríamos decir que se ha instalado por dos vías, se recorta y desmantela vía presu-puestaria, y se transfieren fondos públicos a manos privadas vía cambios legislativos. Hay que tener en cuenta queel gasto sanitario total es de 9,6 % del PIB para el año 2010, último publicado por el MSC, que se desglosa en el 7,1para el gasto sanitario público, y el 2,5 para el gasto sanitario privado. Si se analizan las series en la última década sepuede ver como la menor inversión pública hace crecer el gasto sanitario privado. Esto es cada vez la ciudadanía tieneque poner más de su bolsillo para pagar diversas prestaciones sanitarias.

A continuación un cuadro que nos ofrece una muestra del esfuerzo inversor en sanidad (GSP) de cada CCAA res-pecto de su riqueza :

LL OO SS RR EE CCC OOOO RRRR TTTT EEEE SSSS EEEE NNNN SSSS AAAA NNNN IIII DDDD AAAA DDDD

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EDUCAR EN DEUDOCRACIAEl pago de una deuda ilegítima que el pueblo del estado español no ha con-traído ha abocado una dinámica austericida que amenaza a todos los servi-cios públicos. En el caso de la educación, la crisis de la deuda está siendo laperfecta excusa, en la mas simple aplicación de la “doctrina del shock”, pararealizar una contrarevolución que acabe con la educación pública o ya sim-plemente con la educación y que abra las puertas de par en par a hacer de laeducación un negocio enormemente lucrativo.

Esta aniquilación de la educación pú-blica en todos los niveles se confi-gura a través de distintas

estrategias:

>>AABBAANNDDOONNOO DDEE LLOO PPÚÚBBLLIICCOOLasadministraciones públicas de las últi-

mas legislaturas, en colaboración con susvoceros en los medios de comunicación,llevan realizando campañas de despresti-gio de la educación pública. En pleno de-bate sobre el Plan Bolonia, se habló deuna universidad caduca, con profesoresapolillados, de espaldas a la realidad so-cial, de castas, de nepotismo, etc. ahora,en previsión de la implantación de laLOMCE, toca a la educación no universi-taria. Se habla de violencia en las aulas, deacoso escolar, se promulgó una ley de au-toridad del profesorado en la Comunidadde Madrid que regulaba el respeto a losprofesores porque, y este es el mensajesubliminal: no lo tenían. A raíz de las pri-meras protestas hablaron de los privile-gios de los funcionarios, se les tachó devagos e ignorantes e incluso el propio par-tido del actual gobierno llama a una “cazade brujas” que les pone bajo sospecha depervertir las mentes de niños y jóvenes...

Este ataque a la educación pública no selimita a las campañas de imagen. La ma-sificación de las aulas, la retirada de apo-yos educativos a alumnos condificultades, no cubrir las bajas por enfer-medad hasta pasados 15 días, el au-mento de horas lectivas, etc. se presentancomo efecto de las medidas austericidasa las que nos aboca el pago de la deudapero cumplen, además, otra función:sembrar el caos en la enseñanza pública,retirar elementos imprescindibles parahacer frente a la enorme diversidad quereúnen sus aulas presentando la escuelaprivada, concertada o no, como la únicaopción a los padres que quieran que sushijos salgan adelante.

Pero hay otro exilio “forzoso” hacia lo pri-vado que se sustenta en la diferenciaentre la demanda de las familias y laoferta pública. En Educación infantil y enel grado superior de FP es donde se pro-duce un mayor incremento de los centrosprivados gracias a la desproporción entreambos. No hay oferta de centros públicos.Las políticas de cesión de suelo a centrosprivados, la instauración de la zona únicade escolarización, el horario continuadoen la etapa de primaria y el incrementode los conciertos educativos se combinancon la “fusión”, claro eufemismo de “cie-rre”, de centros públicos dando lugar a si-tuaciones verdaderamente insostenibles,especialmente dramáticas en ámbitosrurales, que impulsan este trasvase hacialo privado.

>>PPRRIIVVAATTIIZZAACCIIÓÓNN IINNTTEERRNNAA DDEE LLOOPPÚÚBBLLIICCOO Pero la dinámica de la pri-

vatización aspira a no dejar resquicio al-guno a lo que hoy entendemos porpúblico, pretende penetrar en todos losámbitos incluso en aquellos considerados“no rentables”. En ese sentido la previsi-blemente futura ley de educación queafecta a la enseñanza no universitaria, laLOMCE, es paradigmática: En ella se eli-mina de la función decisoria de los con-sejos escolares que queda a cargo de undirector nombrado por la administración.La ampliación de las competencias delmismo en lo que se refiere a selección decurrícula, profesorado y alumnado intro-duce la lógica de la empresa en el senomismo de los centros públicos. Si a esto lesumamos una campaña de expulsión delos profesores interinos en secundaria ola extinción de ayudantes en las univer-sidades, entendemos que se ha iniciadouna dinámica que dejará progresiva-mente fuera del sistema educativo atodos aquellos a los que les queda algúnderecho laboral que serán, en el mejor delos casos, sustituídos por trabajadores enprecario con apenas formación. Las aulasse regirán, finalmente, por la lógica de laempresa: compitiendo con el resto de es-cuelas a través del establecimiento deránkins que determinen su dotación oevaluando al profesorado a través de sucapacidad de sus intervenciones en pu-blicaciones previamente determinadas yevaluadas por un “comité de expertos”que surgen del mas oscuro anonimato.

>>AA LLOOSS PPIIEESS DDEELL MMEERRCCAADDOOPero hayque ir más allá, ofrecer las entrañas

del sistema educativo a la ambición sin lí-mite de los mercados. La educación en suetapa obligatoria se convierte, a través delos mecanismos que impone la LOMCEen una suerte de Departamento de se-lección de personal. Esta ley prevé la ins-tauración de evaluaciones externas que,efectuadas por empresas privadas, serán,finalmente, las que determinen los con-

tenidos imparti-dos en clase (enbase al diseño delas pruebas) y elnivel de forma-ción de los alum-nos. La decisión,en suma, de qué,quién , cuántos yhasta cuándo es-tudian vendrádeterminada poragentes exterio-res que se con-vierten enauténticos árbi-tros en un sis-tema educativocuya única mi-sión es determi-nar qué y cuántaformación necesitan los futuros trabaja-dores para satisfacer las necesidades delmercado.

Estas evaluaciones externas, además,promueven un proceso de eugenesia es-colar expulsando a estudiantes del sis-tema educativo y destinándolos a sermano de obra barata en el mercado. Esteproceso que se inicia ya en la etapa de unaeducación infantil culmina en la prácticade darwinismo social a través de un in-cremento de tasas en universidades ycentros de FP de grado superior, abierta-mente abusivas que, unido a la reducciónsignificativa de becas, abocan a los estu-diantes a una doble vía: abandonar losestudios o endeudarse. Pero no sólo setrata de instaurar toda una carrera deobstáculos para, finalmente, alcanzar laformación que demande el mercado la-boral sino también que sean los fondospúblicos los que subvencionen a las em-presas privadas. En el caso de la FP degrado superior, ninguna instancia obje-tiva controla las prácticas (un 70% de laformación del alumnado) que se realizanen las empresas. Esto, sumado a la flexi-bilización de los programas educativos,acabará convirtiendo a los estudiantes entrabajadores precarios cuyo coste es asu-mido en un 70% por la administraciónpública. La presencia de grandes empre-sas en los Consejos de gobierno de lasUniversidades públicas subraya el carác-ter mercantilista de las universidades so-metidas al Plan Bolonia mediante el quelas grandes empresas podrán no sólo de-terminar el contenido de las investigacio-nes sino sufragarlas con fondos públicos.

LLAA EESSCCUUEELLAA EESS TTAAMMBBIIÉÉNN EELL LLUUGGAARRAADDEECCUUAADDOO PPAARRAA CCOONNSSEEGGUUIIRR HHEE--GGEEMMOONNÍÍAA IIDDEEOOLLÓÓGGIICCAA, de ahí que,frente a asignaturas que posibiliten la cre-

ación de un pensamiento crítico que per-mita intervenir en la sociedad como ciu-dadanos, entren en nuestras aulas, através de la LOMCE, materias como la re-ligión y la educación financiera. En el pri-mer caso se trata de tributar por elindudable apoyo de la Conferencia Epis-copal a las políticas neocon del partido enel gobierno y volver a los valores tradicio-nales de sumisión, resignación y acepta-ción acrítica de la situación. La educaciónfinanciera, por otro lado, parte del presu-puesto de la insostenibilidad de un es-tado de bienestar y la necesidad deeducar a los jóvenes para que tomen lasdecisiones a las que hacer frente en suvida futura: seguros médicos, planes depensiones, etc. Sustituír, como hace laLOMCE, la religión por la filosofía y la edu-cación financiera por la economía da lamedida de por dónde van las cosas.

El régimen deudocrático que nos sometea la permanente tensión de pagar unadeuda ilegítima e impagable choca fron-talmente con los derechos sociales. Poreso hay que acabar con ellos.

Se acaba la educación pública, pero tam-bién de la sanidad pública, la justicia en-tendida como derecho de todociudadano. Los frentes abiertos ante estegolpe de estado global de los ricos contralos pobres son innumerables: la lucha poruna vivienda digna, por el control públicodel agua, por el derecho de las mujeres adecidir sobre su cuerpo, contra la aniqui-lación del medioambiente son priorida-des que tenemos que afrontar tod@sjunt@s.

LLaa ccoonnfflluueenncciiaa ddee lluucchhaass qquuee ddeeffiieennddeennaallggoo ttaann eelleemmeennttaall ccoommoo eell ddeerreecchhoo aavviivviirr ddiiggnnaammeennttee eess eell úúnniiccoo hhoorriizzoonntteeqquuee nnooss qquueeddaa ppaarraa ccoonnsseegguuiirrlloo..

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LA DEUDA Y EL DERECHO A LA VIVIENDALa burbuja inmobiliaria supuso dinero abundante en busca de beneficios, sobreendeuda-miento, especulación del suelo, construcción masiva, precios de la vivienda que se triplicaronen una década. Pero todas las burbujas acaban estallando y ésta lo hizo cuando los inversores,tras la crisis de las sub-prime en Estados Unidos, consideraron que el negocio de las hipotecasno era tan seguro y dejaron de dar créditos a los bancos y cajas. El chorro del crédito se acabó yel castillo de naipes de la economía del ladrillo empezó a desplomarse.

GLORIA MARÍN COMISIÓN VIVIENDA

En 2008 los grandes bancos euro-peos que, según se ha sabido des-pués, manipulaban el euribor, lo

pusieron por las nubes. Con ello subie-ron las cuotas y mucha gente empezó ano poder pagar la hipoteca. A la vez em-pezó a aumentar el paro, y con él la can-tidad de gente que no podía pagar.Mientras en 2007 hubo 26.000 ejecu-ciones hipotecarias en el Estado espa-ñol, en 2008 fueron 58.000 y en 2012han sido 91.000.

SSEE CCRREEAA LLAA PPAAHHCCOOMMOO FFOORRMMAA DDEEDDAARR RREESSPPUUEESSTTAA CCOO--LLEECCTTIIVVAA AALL DDRRAAMMAADDEE LLOOSS DDEESSHHAAUU--CCIIOOSS En 2009 nacióen Barcelona la pri-

mera Plataforma de Afectados por lasHipotecas. Surgía como respuesta a unproblema que por primera vez tenía ca-rácter masivo: miles de personas veíancomo, tras la ejecución de las hipotecascon las que compraron sus viviendas,eran desahuciadas y además se queda-ban con enormes deudas. Las deman-das que plantearon para hacer frente aeste problema fueron la moratoria dedesahucios y la dación en pago en casode que la hipoteca fuera sobre la vi-vienda habitual y no se pudiera pagarpor falta de ingresos. A finales 2010 tuvolugar la primera de las acciones queluego serían características de las PAH:se paró un desahucio mediante la des-obediencia civil. También en esas fechasse creó en Murcia la segunda PAH. Unosmeses después, con el 15M, se crearonPlataformas en muchas ciudades, y han

seguido formándose hasta llegar 140que hay actualmente, repartidas portodo el territorio del Estado español(para encontrar la más cercana visitarhttp://afectadosporlahipoteca.com/con-tacto/).

En este tiempo las Plataformas han de-mostrado que, como dice su consignamás conocida, ¡Sí se puede! Partici-pando en ellas, las personas afectadassalen de la impotencia (“No se puedehacer nada”) y aprenden que las cosasse consiguen con la organización y lalucha conjunta, después de haber com-probado que las soluciones individuales-negociar bien, tener la mejor abogada-no funcionan. La incorporación de lasafectadas a una PAH se hace por mediode la asamblea y el asesoramiento co-lectivo, cuyo objetivo es que cada afec-tada comprenda con la ayuda de las ylos demás su situación y qué vías tienepara hacerle frente. En las Plataformascomparten su experiencia afectados entodas las etapas del proceso, desdequienes saben que dentro de poco nopodrán seguir pagando la hipotecahasta quienes ya perdieron la casa y sequedaron con deuda. Allí se apoyan mu-tuamente para negociar con los bancos;presionarlos con concentraciones, ocu-paciones o acampadas; presentar escri-tos en los juzgados; parar desahucios;ocupar viviendas vacías de los bancos yasí reivindicar soluciones para quienesya han perdido la suya.

UUNNAA IILLPP DDEE MMEEDDII--DDAASS MMÍÍNNIIMMAASS A lavez, buscan apoyo deotras personas y orga-nizaciones para intro-ducir en la legislación

medidas que beneficien al conjunto.Para ello han elaborado una propuestade medidas mínimas y junto a otrasorganizaciones han promovido unaIniciativa Legislativa Popular. Estos mí-nimos, recogidos en la ILP han de apli-carse en todas los casos de viviendahabitual en que no se puede pagar lahipoteca por haberse reducido los in-gresos, y son:

•DDaacciióónn eenn ppaaggoo rreettrrooaaccttiivvaa, paratodas las víctimas de la crisis;

•MMoorraattoorriiaa ddee ddeessaahhuucciioosshasta quehaya trabajo y con él ingresos;

•NNúúmmeerroo ddee vviivviieennddaass eenn aallqquuiilleerr ssoo--cciiaall suficientes para cubrir las ne-

cesidades.

Para ello se han recogido 1.402.000 fir-mas. El PP se ha visto obligado a acep-tar que se trámite, pero valiéndose desu mayoría absoluta ha impuesto queel debate se centre en sus propuestas,que según dicen fusionan las reformasque el propio PP tenían proyectadascon la ILP, pero que en realidad no tie-nen nada que ver con ellas. Se limitana los cambios en el procedimiento deejecución de las hipotecas que derivande la sentencia del TSJUE, la reproduc-

ción de los dos decretos de 2012 queya se ha visto que no funcionan por-que no afectan a casi nadie, el de bue-nas prácticas y el de moratoria dedesahucio de dos años en ciertas con-diciones y el parque de 6.000 vivien-das que los bancos y cajas puedenalquilar a sus exclientes que fuerondesahuciados. A esto añade pequeñasconcesiones y detalles puramente cos-méticos. Para con seguir que estas me-didas se aprueben, las PAH se estándirigiendo a los diputados y diputadasdel PP para mostrarles qué conse-cuencias tiene su voto en la vida de laspersonas y lo están haciendo en su en-torno personal señalando su respon-sabilidad personal, de la que no lesexime la disciplina de voto.

EENN PPOOCCOO MMÁÁSS DDEE DDOOSSAAÑÑOOSS LLAASS PPAAHHHHAANN PPAA--RRAADDOO CCIIEENNTTOOSS DDEE DDEESS--AAHHUUCCIIOOSS, han firmadomiles de daciones en pagototal de la deuda, miles dealquileres sociales, dece-nas de condonaciones dela deuda. Han conseguidotambién pequeños avan-ces legales que, aunque

son insuficientes y solo benefician amuy pocos afectados, son una mues-tra de la gran victoria ideológica. Haberconseguido estas victorias cuando elcontrario es el lobby más poderoso, elde la banca, es una prueba de que sí sepuede. Ahora se trata de conseguir laaprobación de la ILP, siempre, del dere-cho a la vivienda.SSee ppuueeddee ggaannaarr ccoonn uunnaa oorrggaanniizzaa--cciióónn aaddeeccuuaaddaa yy llaa mmoovviilliizzaacciióónnssoosstteenniiddaa..

ADOLFO GRANERO ANDALUCÍA

Las medidas de la Junta adoptadas mediante elDecreto-Ley 6/2013 son otro paso adelantefruto de la movilización, ya que ha sido el mo-

vimiento quien ha hecho visible la magnitud delproblema y la urgencia de dar soluciones. Parandodesahucios, ocupando, ha ido quebrando la pri-macía absoluta del derecho de propiedad sobre elderecho a la vivienda. Sin embargo, a pesar de loexpuesto, el Decreto presenta riesgos y notorias in-suficiencias:

+En esta exposición de motivos del Decreto seanaliza la situación actual en lo relativo a vivien-

das deshabitadas. De acuerdo al último censo reali-zado hace una década y a lo construidoposteriormente, se calcula que éstas son unas700.000 en toda la Comunidad, de las que la mitadestarían en manos de personas jurídicas (bancos, in-mobiliarias, sociedades de gestión de activos, etc).

+La solución básica adoptada para el problema delos desahucios ha sido crear la facultad de expro-

piar temporalmente la vivienda que ya esté en eje-cución, en determinados casos de emergencia social(aunque desde la Junta aboguen por usar otro tér-mino, al traspasarse el uso y no la propiedad por unplazo de 3 años). A la vez se imponen multas dehasta 9.000 euros en el caso de viviendas desocupa-das si éstas- tras seguirse un proceso de cataloga-ción -no se ponen en alquiler (y la propiedad es unapersona”jurídica”).

+Por otro lado al quedar limitada la expropiación,temporal no lo olvidemos, a las viviendas que se

encuentran en peligro de desahucio hipotecario, sedejan de lado las que se encuentran en régimen dealquiler y cuyos inquilinos pueden ser expulsados alno tener medios para pagarlo.

+Y, además, parte del 2% del valor de adjudicaciónde la vivienda que tiene que pagarse como

"renta" al propietario de la misma corre a cuenta delinquilino (una mezcla de compartir responsabilidady de la más que real falta de recursos) .

+Realmente el Decreto no va mucho más allá, encuanto a resultados, que otras medidas de alqui-

ler social que se están debatiendo o desarrollando.

Esto es especialmente cierto en lo referente a los lí-mites económicos que permiten el acceso a las mis-mas. La única diferencia importante es que permiteseguir viviendo en la propia vivienda, pero duranteplazo acotado en el tiempo y pasando previamentepor una serie de trabas burocráticas que hacen muycomplejo el acceder a la medida.

En resumen, el Decreto es positivo en cuanto querefleja la presión social que existe sobre el pro-blema, pero parece mas bien un intento de justifi-carse (sobre todo por IU, Valderas ya clama¡Andalucía libre de hipotecas! , igual que planteóque los recortes se dejaban en Despeñaperros) trashaber pasado un año después de entrar en el go-bierno sin ninguna medida que haya supuesto uncambio respecto de la anterior Junta (incluidos losdesfalcos en los ERES).

EL DECRETO DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA SOBRE“LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA VIVIENDA”

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LAS MUJERES NO PAGAMOS NI LA CRISISNI LA DEUDA ILEGÍTIMAMás de cuatro años después de que estallara esta crisis, y con todo lo quehemos pasado desde entonces, tenemos ya la certeza de que nos encon-tramos en un punto de inflexión en el que está en juego un cambio integralde modelo de sociedad.

COMISIÓN FEMINISTA

No nos engañemos, el día en quelos grandes magnates de las fi-nanzas comuniquen oficial-

mente el acta de defunción de la crisis,nuestras vidas no volverán a ser comolas recordamos antes del 2008: ni losrecortes en los servicios públicos, ni losataques contra los derechos de las tra-bajadoras, ni sus desahucios serán re-vertidos. Sabemos a estas alturas quela crisis está proporcionando la coar-tada perfecta para la privatización dela sanidad, la educación, los serviciossociales y las pensiones, así como parala flexibilización del mercado laboral ydel conjunto de nuestras existencias.Siempre hubo razones para la luchaanticapitalista. Lamentablemente lasde hoy son mucho más numerosasque las de hace cinco años.

UUNNAA MMIIRRAADDAA FFEEMMIINNIISSTTAA Leer la cri-sis exclusivamente en clave econó-mica, laboral o de servicios públicos, sinembargo, ya no es suficiente. Nunca lofue. Una mirada feminista y anticapi-talista a las mismas nos muestra quenuestro trabajo y nuestra lucha debenir mucho más allá. Empezamos la cri-sis denunciando la invisibilización desus impactos de género, particular-mente en lo que se refiere a las dramá-ticas condiciones laborales demuchísimas mujeres en el Estado es-pañol. Después pasamos a denunciarque los recortes en los servicios públi-cos, particularmente en Sanidad, Edu-cación y Servicios Sociales, además dedejar a amplios colectivos sociales ensituación muy vulnerable, hacen recaerde nuevo sobre las mujeres el cuidado,el trabajo y la responsabilidad que lasadministraciones se están quitando deencima. Ello ha hecho que la carga glo-bal de trabajo (que incluye el asala-

riado y el no asalariado) de las mujeresse haya multiplicado desde los iniciosde la crisis. Dicho de otro modo, las mu-jeres no solo tienen que trabajar máshoras a cambio de un salario menorpara poder mantener a sus familias,sino que deben cuidar de todos y todasaquellas familiares con necesidades decuidado de los que el Estado se des-hace como carga improductiva y para-sitaria. “¿Para qué seguir pagando porservicios públicos que pueden hacertranquilamente las mujeres en su casa acambio de nada?”, se preguntan Ma-riano Rajoy y todos sus compadres.

UUNNAA MMIIRRAADDAA AANNTTIICCAAPPIITTAALLIISSTTAA Yello nos lleva a un tercer momento decrítica feminista anticapitalista, en elque (otras de) nuestras peores pesadi-llas se están haciendo realidad. El añopasado el gobierno del Partido Popular,en boca de su ministro de justicia Al-berto Ruiz Gallardón, anunció quepiensa reformar la actual ley delaborto. No sólo se proponen eliminarel plazo de 14 de semanas durante elcual las mujeres pueden efectuar unainterrupción voluntaria del embarazosino que, además de anular la capaci-dad de decisión de las menores deedad, pretenden eliminar el supuestode malformación fetal. Así es la dere-cha: mientras que destruye los servi-cios públicos de apoyo a las personasen situación de autonomía restringida,prohíbe que una mujer renuncie a darvida a un ser que nunca va a ser autó-nomo ni autosuficiente y que sólo va aconocer el sufrimiento y la indiferenciade la sociedad. Lo que supone ya unaamenaza plausible para la mayoría delos mujeres, por otro lado, constituyeuna realidad para aquellas de origeninmigrante en situación irregular, yaque, gracias a los paquetes de austeri-dad del gobierno, desde el mes de sep-

tiembre no puedenacceder a la SanidadPública ni para tra-tarse en caso de en-fermedad ni pararealizar una inte-rrupción voluntariadel embarazo. Sabe-mos a su vez que elPartido Popular, ensu desmantelamiento reaccionario delestado de bienestar, pretende eliminarde la red de la sanidad pública cual-quier prestación que tenga que ver conla salud sexual y reproductiva de lasmujeres, y ello incluye cuestiones comoel aborto o la contracepción. De estamanera, los gestores de esta crisis nosólo precarizan las vidas de las mujeresmediante sus ataques laborales y so-ciales sino que a su vez, en una nuevavuelta de tuerca, amenazan su derechoa decidir sobre sus propios cuerpos ysus propias vidas.

EELL AATTAAQQUUEE DDEE LLAA DDEERREECCHHAAY la cosano queda ahí. ¿Quién no recuerda alpopular Javier Arenas afirmando el 8de marzo del año pasado que el Go-bierno debe “recuperar los valores fa-miliares que, desde que la mujer trabaja,se han perdido”? ¿O a Gallardón reivin-dicando que la maternidad hace a lasmujeres verdaderamente libres? ¿O aCastelao diciendo que, como las muje-res, las leyes están para violarlas?

FFRREENNTTEE AA LLAA LLÓÓGGIICCAA DDEE LLAA MMUUJJEERRSSUUMMIISSAA YY CCUUIIDDAADDOORRAANo solo ata-can los derechos laborales y sociales detodas y todos sino que, en el mismoproceso, resucitan el ideal de la mujersumisa y cuidadora, ideal que les va deperlas no solo para arrebatar a las mu-jeres sus libertades sino también parafacilitar la transferencia a sus espaldasde apoyos, servicios y cuidados que,

movimientos como el sindical, el femi-nismo y el vecinal habían conseguidoque fueran públicos tras décadas de lu-chas. Lo que está en juego, de esta ma-nera, no son solo unas cuantasreducciones en prestaciones y progra-mas de las administraciones públicas.Con esta crisis, así como con las bata-llas que plantemos ante ella, están enjuego dos modelos radicalmente dis-tintos de sociedad. La de ellos, dondeno quede nada por privatizar y dondelos derechos de las mujeres, incluyendosu derecho a elegir, estén subordinadosa la lógica del beneficio económico, laproductividad y la rapiña. O la nuestra,donde la Sanidad, la Educación, los ser-vicios públicos y, en definitiva, locomún, sean gestionados de maneracolectiva, solidaria y justa; donde todaslas personas tengan la oportunidad deelegir qué quieren hacer de sus cuer-pos, de sus vidas, de sus afectos, de sutrabajo, de su futuro.

UUNNAA AALLTTEERRNNAATTIIVVAA FFEEMMIINNIISSTTAA YY AANN--TTIICCAAPPIITTAALLIISSTTAATenemos que construiruna alternativa feminista y anticapita-lista al modelo económico y social quenos imponen porque es inadmisibleque el 1% haga recaer el peso de estacrisis sobre las espaldas y los cuerpos delas mujeres. HHeemmooss ddee sseegguuiirr ccoonnssttrruu--yyeennddoo,, lluucchhaannddoo,, ssaalliieennddoo aa llaa ccaallllee ppoorr--qquuee ssiinn llaass mmuujjeerreess ssee ddeerrrruummbbaa eellssiisstteemmaa yy ppoorrqquuee ssiinn eell ffeemmiinniissmmoo llaalluucchhaa eessttáá iinnccoommpplleettaa..