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NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE
EN AGUASCALIENTES
Centro de Investigación Regional Norte Centro Campo Experimental Pabellón
Publicación Especial Núm. 38 Junio de 2010
ISBN: 978-607-425-332-0
SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN
Lic. Francisco Javier Mayorga Castañeda
Secretario
M.C. Mariano Ruiz-Funes Macedo Subsecretario de Agricultura
Ing. Ignacio Rivera Rodríguez
Subsecretario de Desarrollo Rural
Dr. Pedro Adalberto González Subsecretario de Fomento a los Agronegocios
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS
Dr. Pedro Brajcich Gallegos
Director General
M.Sc. Arturo Cruz Vázquez Encargado de la Coordinación de Planeación y Desarrollo
Dr. Salvador Fernández Rivera
Coordinador de Investigación, Innovación y Vinculación
Lic. Marcial A. García Morteo Coordinador de Administración y Sistemas
CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL NORTE CENTRO
Dr. Homero Salinas González Director Regional
Dr. Uriel Figueroa Viramontes
Director de Investigación
Dr. José Verástegui Chávez Director de Planeación y Desarrollo
M.A. Jaime Alfonso Hernández Pimentel
Director de Administración
CAMPO EXPERIMENTAL PABELLÓN
Dr. Alfonso Peña Ramos Director de Coordinación y Vinculación en Aguascalientes
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN
AGUASCALIENTES
AUTORES M.C. Luis Martín Macías Valdez
Investigador del Programa de Hortalizas del Campo Experimental Pabellón
M.C. Erick Baltazar Brenes Investigador del Programa de Socioeconomía del Campo Experimental Pabellón
M.C. Ernesto González Gaona
Investigador del Programa de Entomología del Campo Experimental Pabellón
M.C. Candelario Serrano Gómez Investigador del Programa de Fitopatología del Campo Experimental Pabellón
Dr. Manuel Antonio Galindo Reyes
Investigador del Programa de Frutales Caducifolios del Campo Experimental Pabellón
M.C. Luis Humberto Maciel Pérez Investigador del Programa de Relación-Agua-Suelo-Planta del Campo Experimental Pabellón
Ing. Francisco Javier Robles Escobedo
Investigador del Programa de Difusión Técnica del Campo Experimental Pabellón
APOYO Personal del CESVA que colaboró en la en la realización de los trabajos de campo.
Ing. J. Refugio Lucio Castañeda
Coordinador de la Campaña de Manejo Fitosanitario de Hortalizas
Ing. Juan Martín Díaz Hernández Profesional Técnico
Ing. Javier Lariz López
Auxiliar de Campo INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRÍCOLAS Y PECUARIAS
CENTRO DE INVESTIGACIÓN REGIONAL NORTE CENTRO CAMPO EXPERIMENTAL PABELLÓN
Pabellón de Arteaga, Aguascalientes, México Junio de 2010
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Av. Progreso No. 5, Barrio de Santa Catarina Delegación Coyoacán 04010 México, D.F. Tel. (55) 3871-8700 Primera Edición: 2010 Impreso en México
CAMPO EXPERIMENTAL PABELLÓN Kilómetro 32.5 Carretera Aguascalientes – Zacatecas
Apartado Postal Núm. 20 C.P. 20660
Tel. y Fax 01 (465) 958-01-67 y 958-01-86 Pabellón de Arteaga, Ags.
Página Internet: http://www.inifap.gob.mx Correo electrónico: [email protected]
No se permite la reproducción total o parcial de esta publicación, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, por registro u otros medios, sin el permiso previo y por escrito a la Institución ISBN: 978-607-425-332-0 Publicación Especial Núm. 38
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
C O N T E N I D O Página
Prólogo ……………………………………………………………………………… 3
Introducción ……………………………………………….……….………………. 4
Preparación del terreno …………………………………………………………… 6
Subsoleo ………………………………………………………………………. 6
Barbecho ………………………………………………………………………. 6
Rastreo y cruza ……………………………………………………………….. 6
Nivelación ……………………………………………………………………… 7
Surcado (camas y trasplante) ………………………………………………. 7
Tipos de chile producidos en la región …..………………………………………. 8
Planta utilizada ………………………………………………….………………….. 10
Disminución de los hongos del suelo …………………………..………………… 13
Incorporación de materia orgánica ………………………….………………. 13
Riego de sensibilización ……………………………………………………... 13
Aplicación de fumigante Metam Sodio ………………………..…………….. 14
Prueba de liberación del gas ………………………………………………… 14
Fecha de trasplante ……………………………………...……………….………... 14
Densidad de población …………………………………………………….………. 15
Riegos………………………………………………………………………………… 15
Fertilización …………………………………………………………………………. 17
Requerimientos de suelo y nutrimentales ………………………………….. 17
Fertilización de fondo …………………………………………………………. 18
Fertirrigación …………………………………………………………………… 18
Fertilizantes recomendados para fertirrigación …………………………….. 22
Combate de maleza ……………………………………………………………….. 23
Plagas ……………………………………………………………………………….. 25
Enfermedades ………………………………………………………………………. 28
Hongos asociados con la marchitez en chile ………………………………. 28
Identificación de los patógenos a controlar ………………………………… 30
Control del nivel de inóculo del patógeno …………………………………... 31
Otras alternativas para el control de la secadera ………………………….. 31
Cosecha ……………………………………………………………………………... 31
Empaque y clasificación del fruto ………………………………………………… 32
Registro de gastos, y cálculo de ingresos y beneficio económico ………….… 33
Literatura citada y consultada …………………………………………………….. 36
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Í N D I C E D E C U A D R O S
Página
Cuadro 1. Programa de fertirrigación para el cultivo del chile tipo Ancho en el estado de Aguascalientes. Campo Experimental Pabellón ……………..
20
Cuadro 2. Programa de fertirrigación para el cultivo del chile tipo Mirasol en el estado de Aguascalientes. Campo Experimental Pabellón ……………..
21
Cuadro 3. Malezas que se presentan en el cultivo del chile …………………. 24
Í N D I C E D E F I G U R A S
Página
Figura 1. Muerte prematura de planta de chile provocada por la marchitez ... 5
Figura 2. Formación de camas altas para trasplante …………………...…...… 7
Figura 3. Aspecto de la plántula producida en invernadero …………………. 10
Figura 4. Incorporación de materia orgánica …………………………………… 13
Figura 5. Trasplante de plántula de chile ………………………………..……… 15
Figura 6. Tensiómetros para medir la humedad y chupatubos para muestrear la solución del suelo …………………………………………………. 16
Figura 7. Extracción de una muestra de la solución del suelo con chupatubos …………………………………………………………………………. 19
Figura 8. Infestación del cultivo con maleza ……………………………………. 23
Figura 9. Barrenillo o Picudo del chile y daño en fruto …………………..……. 26
Figura 10. Muestreo de suelo para la determinación de unidades formadoras de Colonias (UFC) de los hongos que causan la marchitez del chile …………………………………………………………………………………. 30
Figura 11. Diferentes estados de madurez del chile.….…………….…...……. 32
A N E X O S
Página
Anexo 1. Bitácora de actividades y gastos .…………………..……………...… 44
Anexo 2. Tabla de registro de gastos …………………………………………… 45
Anexo 3. Ejemplo para el llenado de las tablas ……………………………….. 47
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PRÓLOGO
En el desarrollo de sus acciones, el INIFAP tiene como objetivos generar conocimientos
e innovaciones tecnológicas que contribuyan al desarrollo sustentable de las cadenas
agroalimentarias del país, así como desarrollar investigación para contribuir oportunamente a la
solución de problemas de acuerdo a las necesidades y demandas de los productores y de la
sociedad.
En México la cadena agroalimentaria chile, es una de las más importantes del país ya
que agrupa a más de 80 mil productores, con 30 millones de jornales en el campo, genera más
de 125 mil fletes y empleos por las actividades del proceso industrial y la proveeduría de
servicios e insumos.
El cultivo del chile es histórica y culturalmente importante por ser un alimento básico en
la dieta nacional; aunque se usa ampliamente como hortaliza fresca, una gran parte del
consumo está basado en su aportación como especie y condimento. Tradicionalmente ha sido
afectado por la enfermedad llamada “marchitez del chile” o “secadera” y para su control se han
desarrollado diferentes prácticas tendientes a disminuir el efecto de los patógenos causantes.
Los daños que provoca hacen incosteable la explotación de este cultivo en ciertas áreas
productoras. Tal situación se presento en el estado de Aguascalientes donde la superficie
dedicada a chile se redujo de 10,000 ha plantadas a 2,000 ha en un período de 20 años.
Para controlar la “secadera” se han utilizado diferentes prácticas de manejo del cultivo
como la aplicación de agroquímicos, el control de excesos de humedad del suelo, entre otros;
sin embargo, los resultados no han sido favorables por lo que la enfermedad se encuentra
diseminada a nivel nacional causando fuertes daños. El Campo Experimental Bajío del INIFAP
generó una tecnología para su manejo que fue adaptada a las condiciones de Aguascalientes
por el Campo Experimental Pabellón y la cual ha dado resultados positivos, logrando obtener
producciones aceptables en suelos altamente infestados donde ya no era posible lograr
producciones comerciales de chile.
Esta metodología es el inicio de una serie de acciones que nos conducirán a desarrollar
tecnologías más rentables y que no sean tan contaminantes del ambiente.
Los autores pretenden que esta publicación sea una guía práctica que les ayude en la
producción de chile.
Esta publicación se realizó con apoyo de los Productores Unidos de Chile de
Aguascalientes, de la Fundación Produce Aguascalientes, del Comité Estatal de Sanidad
Vegetal y de la Junta Local de Sanidad Vegetal.
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INTRODUCCIÓN
El cultivo del chile en Aguascalientes es importante por la superficie establecida,
los empleos creados y la derrama económica generada, así como por ser un producto
tradicional en la alimentación de la población. Se estima que el consumo per cápita
anual en México es de 0.42 a 0.57 kg de chile seco, y de 7.24 kg en fresco. De la
superficie plantada, 70% se destina a la producción de chile seco y 30% a la de chile
fresco. Los principales tipos son: Mirasol, Guajillo, Pasilla, Puya, Mulato y Ancho
(Sistema Producto Chile Ags., 2005).
Este producto tiene una demanda creciente, principalmente en el mercado
internacional y es una de las hortalizas con menor variación de precios al productor, lo
cual lo convierte en una alternativa de bajo riesgo comercial.
Es un cultivo que presenta una problemática fitosanitaria muy aguda desde hace
varias décadas, causada principalmente por pudriciones de la raíz, razón por la cual
gran cantidad de parcelas ya no pueden ser explotadas. Las pérdidas productivas
ocasionadas por esta circunstancia varían de 40% a 100%. El daño se manifiesta en
bajo rendimiento y disminución de la calidad, aunado a un costo de inversión elevado
por el alto número de aplicaciones de plaguicidas (Pozo, 1983). La enfermedad no es
exclusiva de la región, pues se tienen casos alrededor del mundo en la mayoría de los
tipos de chile y pimientos.
El problema más severo es el ataque de la enfermedad conocida como
“secadera” o “marchitez del chile” por su sintomatología más típica (Figura 1); es
causada por el siguiente complejo de hongos: Phytophthora capsici, Fusarium
oxysporum y Rhizoctonia solani (Chew et al., 2008 y Velázquez et al., 2002).
La infección se presenta en las raíces o en la base del tallo; los órganos de la
planta al ser afectados muestran una pudrición suave, acuosa e inodora, y tejidos de
color pardo oscuro.
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En condiciones favorables de temperatura
(de 11 a 35 ºC, óptima de 25 a 28 ºC) y alta
humedad, la enfermedad puede destruir campos
enteros de chile en un poco tiempo debido a la
velocidad de crecimiento y esporulación de los
hongos. Por tal motivo, el manejo del agua de
riego ha sido considerado como uno de los
factores más importantes para el control de la
marchitez (Agrios, 1991).
En esta publicación se presenta una guía
práctica que permite producir chile en suelos
altamente infestados, donde ya no es posible su
producción. El tratamiento recomendado se
inicia con la aplicación de fumigante Metam
Sodio al terreno donde se va a establecer el
cultivo, con el objetivo de disminuir el nivel de
inóculo y manteniéndolo bajo durante todo el
ciclo del cultivo, utilizando fungicidas químicos
dirigidos.
Figura 1. Muerte prematura de
planta de chile provocada por la
marchitez. Planta de chile
enferma.
Dada la naturaleza de las sustancias empleadas en el control de los hongos, no
se recomienda esta tecnología por más de un ciclo de cultivo. También se menciona
cómo fortalecer las defensas de la planta mediante una buena nutrición y el control en
el suministro de agua. La tecnología fue generada por el INIFAP Guanajuato y
adaptada por el INIFAP Aguascalientes a las condiciones agroclimáticas de las zonas
productoras del estado.
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PREPARACIÓN DEL TERRENO
Inicie la preparación del terreno cuando el suelo tenga el contenido de humedad
adecuado para realizar las labores recomendadas, de preferencia en octubre o
noviembre, con el fin de exponerlo a las bajas temperaturas del invierno.
Subsoleo. Esta práctica tiene como función romper la capa compacta formada
por el paso constante de la maquinaria sin que haya inversión de suelo, como sucede
en la labor del barbecho o “volteo”; dependiendo del terreno, se debe realizar cuando el
arado no alcanza a penetrar al menos 25 cm. Esta operación debe realizarse,
preferentemente, cuando el suelo esté más seco para que el cincel rompa la mayor
parte del área compactada, lo cual permite mejorar la aireación del suelo, la penetración
del agua y el crecimiento de las raíces.
Barbecho. Se hace para romper, aflojar y voltear la capa arable del suelo y para
enterrar los residuos de malas hierbas o de la cosecha anterior. Ésta práctica tiene los
siguientes beneficios:
a) Facilita la descomposición de materia orgánica aumentando la fertilidad del
suelo.
b) Favorece la aireación del suelo.
c) Ayuda a controlar parcialmente las plagas y enfermedades del suelo al
exponer los huevecillos, larvas y pupas de insectos al frío, sol y aire.
Rastreo y cruza. El rastreo se debe efectuar cuando el contenido de humedad
del suelo permita desbaratar los terrones y dejarlo bien mullido. La cruza consiste en
dar un segundo paso de rastra en forma perpendicular al primero. Su objetivo es romper
por completo los terrones del suelo que hayan quedado después del primer paso de
rastra y rellenar las áreas desniveladas del terreno. Esta labor es opcional y depende de
las características físicas del suelo después del barbecho.
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Nivelación. Sirve para terminar la cama de siembra y su objetivo es llenar los
huecos no cubiertos con las operaciones anteriores. En áreas agrícolas de riego la
nivelación es importante, ya que un buen trazo de riego depende, en gran medida, de la
labor de emparejado. Generalmente se emplean niveladores arrastrados por el tractor
cuyo mecanismo nivelador es controlado mediante un sistema hidráulico que puede ser
accionado por el operador o por un rayo láser (Macías y Valadez, 1998 y Macías y
Valadez, 1999).
Surcado (camas de trasplante). Los surcos se trazan siguiendo las curvas a
nivel del terreno con una pendiente menor de dos por ciento, con lo que se logra la
distribución uniforme del agua de riego y se evitan encharcamientos. El trasplante se
realiza en camas de aproximadamente 0.6 m de ancho, a una distancia de 1.6 a 1.8 m
entre ellas, dependiendo de la separación de las ruedas del tractor que se utilizará en
las labores; esto facilita la colocación mecánica de la película plástica (de 1.20 m de
ancho, preperforada y calibre 80 o 100) sobre la superficie del suelo y permite utilizar el
agua eficientemente.
Es importante mencionar que la
cama se debe hacer lo más alto
posible, preferentemente de 50 a 60 cm
de altura si el espesor de la capa
arable del terreno lo permite (Figura 2),
en el estado de Aguascalientes es
difícil encontrar terrenos con esta
profundidad de suelo pero se debe
tratar tener camas de al menos 40 cm
de altura. Esto tiene la finalidad de
aislar en lo posible, las raíces de la
planta de chile de los hongos del suelo,
y así evitar o retardar la presencia de
estos patógenos (González et al.,
2009).
Figura 2. Formación de camas altas
para trasplante.
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TIPOS DE CHILE PRODUCIDOS EN LA REGIÓN
Ancho. Las características de este tipo de chile como altura; hábito de
crecimiento de la planta; tamaño y color de las hojas; tamaño, forma, número de lóculos
y color del fruto, son muy variables; sin embargo, de forma general, se describen a
continuación.
Generalmente son plantas sin pubescencia, de aspecto herbáceo, aunque el tallo
puede llegar a tener aspecto semileñoso y ramificaciones a menos de 20 cm del suelo;
tiene crecimiento compacto y altura entre 60 y 70 cm.
Las hojas son de color verde oscuro brillante y de forma ovado-acuminada; las
ramas inferiores, son de mayor tamaño que las superiores, miden de 7 a 12 cm de
longitud y de 4 a 9 cm de ancho. La venación es prominente, los peciolos miden de 5 a
8 cm de longitud y son acanalados.
La flor tiene cinco pétalos de color blanquecino, casi siempre hay una flor por
cada nudo. El período de floración inicia aproximadamente a los 50 días y continúa
hasta que la planta muere.
El fruto mide de 8 a 15 cm, tiene forma de cono completo o truncado, cuerpo
cilíndrico o aplanado con un hundimiento o “cajete” bien definido en la unión del
pedúnculo o base y ápice puntiagudo o rombo. Tiene de dos a cuatro lóculos, superficie
más o menos surcada y pared gruesa. Antes de la madurez, el color es verde oscuro y
al madurar se torna rojo; se cosecha en los dos estados.
Mulato. Es difícil diferenciar el chile mulato del ancho en su estado verde, las
características de la planta y del fruto de ambos tipos coinciden; sin embargo, la
principal diferencia consiste en que, el fruto del mulato madura con una coloración café
oscuro achocolatado. También existen diferencias en la pungencia y en el sabor de los
frutos secos. La producción del mulato se destina básicamente al secado.
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Pasilla. La planta tiene hábito de crecimiento erecto, de entrenudos largos y
altura que varía de 50 a 80 cm; las primeras ramificaciones se inician arriba de los 10
cm de la base del tallo. Por lo general son plantas glabras.
Los frutos son largos, de cuerpo cilíndrico y ondulado, el tamaño varía de 15 a 30
cm de longitud y de 2 a 4 cm de diámetro; tiene de dos a tres lóculos, su color es verde
oscuro, cambia a café oscuro al madurar y café achocolatado cuando están secos.
Existen dos variantes de este tipo de chile, determinadas principalmente por la forma
del fruto: en una, se encuentran ubicadas las plantas que dan frutos abundantes,
delgados, largos, de ápice puntiagudo; en la otra, se encuentran los frutos cortos,
gruesos, de ápice romo y con mayor peso unitario. Su producción se destina casi
exclusivamente al proceso de deshidratado.
Mirasol. Por su variabilidad también se le conoce como puya, guajillo y cascabel.
Existe mucha variación en cuanto a morfología de la planta; por lo general son erectas,
glabras y en ocasiones escala compactas. Su altura varía de 50 a 90 cm. Los frutos son
puntiagudos, alargados, cilíndricos, lisos y con leves ondulaciones.
La variación más grande se presenta en el tamaño y grosor del fruto: miden de 6
a 12 cm de longitud, tienen de dos a tres lóculos y pericarpio delgado que al secarse en
la madurez, se torna traslúcido; su posición es colgante, no obstante, existen algunas
variantes con frutos erectos. El color es verde en diferentes tonalidades y cambia a rojo
al madurarse. Este tipo de chile es muy picante y la mayor parte se consume en seco.
El deshidratado de los frutos se hace de dos formas: en hornos especiales que
funcionan a base de diesel o dejándolos en la planta para secarlos por acción de las
heladas (Laborde y Pozo, 1982).
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PLANTA UTILIZADA
Se ha observado que al sembrar semilla infectada con F. solani, F. oxsysporum y
R. solani, ocasionan síntomas de marchitez y amarillamiento, así como una reducción
significativa en la producción, estos microorganismos pueden ocasionar del 40% al
70%, de mortandad de plantas en el trasplante y hasta con diez hojas verdaderas, lo
cual resalta la necesidad de utilizar plántula sana producida en charolas dentro de
invernaderos.
Cuando la planta se produce en almácigos, se busca proporcionar a la semilla un
medio favorable para su germinación y un desarrollo eficiente de la plántula en las
primeras etapas de crecimiento; pero, cuando se realiza en el suelo y a campo abierto,
están expuestas a enfermedades de la raíz y al ataque de plagas e insectos vectores de
virus; además, al extraer la planta para su trasplante, sufre un daño en la raíz, lo que
puede retrasar su desarrollo hasta 20 días.
La producción de planta en invernadero requiere de una estructura de aluminio,
hierro o madera, sobre la cual se coloca el plástico y la mallasombra. El sombreado
debe ser de 30% a 40%. Dentro del invernadero se colocan las charolas de poliestireno
sobre mesas especiales para producir plántula (Figura 3).
Figura 3. Aspecto de la plántula producida en invernadero.
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Las charolas se llenan con un sustrato ligeramente húmedo para facilitar su
manejo; se sugiere el Sunshine número 3 debido a que es un sustrato estéril en el cual
se pueden producir plantas sanas.
Las charolas más comunes son de 200, 178 y 120 cavidades por caja, para el
cultivo del chile se sugiere la de 200 cavidades, la cual, en su parte superior es un
cuadrado de 3 X 3 cm y tiene forma piramidal o cónica hacia la parte inferior, con una
profundidad de 7 cm; se ha comprobado que las plantas producidas en estas charolas
casi no sufren alteraciones al trasplante, en comparación a las otras de celdas más
pequeñas (Balderas, 1998). Para obtener de 40 a 50 mil plantas por hectárea es
necesario producir de 200 a 250 charolas de plántula, y se requiere de 300 a 400 g de
semilla. Un trabajador alcanza a sembrar manualmente entre 25 y 30 charolas por día.
Con el sustrato húmedo se llenan las charolas, posteriormente se coloca una
semilla por cavidad de 1.0 cm de profundidad se cubren con otra capa de sustrato y se
aplica un riego a saturación (Reveles, 2006). Se apilan aproximadamente 15 charolas y
se cubren con plástico negro para acelerar la germinación; después de cuatro días se
revisa constantemente para observar su inicio. En el momento de detectar las primeras
plántulas emergidas, se distribuyen las charolas sobre las mesas de producción de
plántula en el invernadero.
Previo a la siembra, la semilla debe tratarse con el insecticida Imidacloprid, a
razón de 35 g por cada medio kilogramo de semilla, para evitar problemas con vectores
de virus.
Los riegos deben ser ligeros y frecuentes por lo que es preferible realizar uno o
dos riegos ligeros por día para evitar que la plántula sufra estrés por falta de humedad.
Es necesario utilizar agua limpia y sin problemas de sales. En etapas avanzadas del
desarrollo, puede ser necesario aplicar dos riegos diarios, esto estará en función de la
temperatura; pero el mejor indicador será la plántula misma y el sustrato, el cual se
torna color café seco.
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Es necesario aplicar fertilizantes en el agua de riego para lograr un desarrollo
adecuado de las plantas ya que los sustratos comerciales contienen una cantidad
mínima de nutrientes. Se sugiere aplicar, a partir de los 12 días de emergencia, una
mezcla de 100 g de nitrato de amonio, 75 g de 18-46-00 y 100 g de nitrato de potasio
disueltos en 200 l de agua, dos o tres veces por semana de manera alternanda con
riegos de agua sin fertilizante.
Para prevenir problemas con “secadera” es necesario aplicar, al observar las
primeras plantas marchitas, una mezcla de Propamocarb más Carbendazim a razón de
un centímetro cúbico del producto comercial, de cada uno de los fungicidas, por cada
litro de agua, de preferencia a la base de la plántula.
La mallasombra se retira después de 25 ó 30 días para permitir que la planta se
fortalezca y tolere las condiciones ambientales de campo. Antes de trasplantar se hace
una segunda aplicación de Imidacloprid para prevenir problemas con vectores de virus;
se emplea un centímetro cúbico del producto comercial por cada mil plantas de charola,
y se aplica en aspersión foliar utilizando suficiente agua, de tal manera que la solución
escurra al sustrato y la planta la tome junto con los nutrientes.
Siguiendo estas recomendaciones, la planta tendrá tallos vigorosos, altura de
siete a 12 cm, sin amarillamiento, con buen desarrollo radical y libre de plagas y
enfermedades para ser trasplantada a los 35 ó 40 días después de la siembra. Una vez
que la planta ha alcanzado su desarrollo se saca de las charolas, lo cual se consigue
fácilmente al dar un riego pesado, tomándola de su base y dando un tirón hacia arriba,
de esta forma sale con todas sus raíces y el sustrato en el cual se desarrolló. Las
plantas se pueden colocar en cajas de madera o plástico, apilándolas sin dañarlas; de
esta manera se trasladan al sitio de trasplante (Reveles et al., 2006 y Palomo et al.,
2003).
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DISMINUCIÓN DE LOS HONGOS DEL SUELO CON LA APLICACIÓN
DE METAM SODIO
Para lograr una disminución de la cantidad de hongos del suelo, causantes de la
secadera del chile, se deben seguir los siguientes pasos:
1) Incorporación de
materia orgánica. El aumento de
materia orgánica en el suelo ayuda a
incrementar tanto el contenido de los
microorganismos antagónicos de
Phytophthora capsici L., como la
retención de humedad del suelo;
además, mejora la capacidad de la
planta de chile para formar raíces y
tolerar el ataque de los patógenos
(González, 2009). Se recomienda
aplicar al menos cuatro toneladas
Figura 4. Incorporación de materia
orgánica.
por hectárea de materia orgánica distribuida sobre la cama de trasplante. Se puede
utilizar cualquier material composteado como gallinaza, harina de sangre de lombriz,
productos con residuos de crustáceos o pulpa de cítricos con melaza (Figura 4).
2) Riego de sensibilización. Antes de aplicar el fumigante se realiza un
muestreo de suelo para conocer el contenido de hongos. Posteriormente se da un riego
pesado (de sensibilización), con la finalidad de humedecer el terreno en todo el ancho
de la cama y en todo el perfil donde se desarrollarán las raíces de las plantas. El
objetivo de este humedecimiento, antes de aplicar el Metam Sodio, es inducir la
actividad de los hongos causantes de la marchitez del chile y controlarlos con el gas
fumigante. Después del riego, cuando el suelo tiene la condición de humedad conocida
como “tierra venida”, “que dé punto” o “capacidad de campo”, se inician los trabajos con
la maquinaria.
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3) Aplicación del fumigante Metam Sodio. Cuando el suelo “dé punto”, se
aplica el biocida Metam Sodio para bajar la cantidad de los hongos que causan la
“marchitez del chile”.
El Metam Sodio se aplica directamente en el sistema de riego durante el tiempo
necesario para llegar a una profundidad de 30 a 60 cm y a lo ancho de la cama; la
experiencia del productor es un buen criterio, ya que conoce el tiempo de riego
necesario para lograrlo. De manera general, en suelos de textura media, el tiempo es
de aproximadamente seis horas.
La dosis de Metam Sodio a 45% es de 3000 ppm (partes por millón), y equivale a
3 litros de fumigante por cada metro cúbico de agua aplicada al suelo cubierto por el
acolchado plástico. El número de litros de Metam Sodio por hectárea variará en función
del ancho de los surcos (cama de siembra), a menor distancia mayor será la cantidad a
aplicar. De manera general, con distancia entre surcos de 1.80 m se utilizan 333 litros
por hectárea.
4) Prueba de liberación del gas. Después de la aplicación del Metam Sodio se
mantienen los agujeros del plástico cerrados por diez días para evitar que el gas
escape, después se destapan y a los 25 días de su aplicación se trasplantan 20 plantas
de chile en distintos surcos. Si no hay indicios de daño, se puede trasplantar sin ningún
riesgo. Debido a la toxicidad del producto, es importante seguir las recomendaciones
del fabricante acerca de los cuidados para su manejo. Una evidencia de haber aplicado
correctamente el fumigante, es la ausencia de malezas en la línea de riego, otra, es que
al hacer un análisis de suelo se observe una disminución de 95% en la cantidad de
hongos, respecto a la observada en el muestreo inicial (González et al., 2009).
FECHA DE TRASPLANTE
Se debe trasplantar cuando exista el menor riesgo de heladas, es decir, del 1 al
20 de abril; y cuando la planta haya alcanzado una altura aproximada de 15 cm, tenga
un buen desarrollo de la raíz, apariencia vigorosa y follaje de color verde oscuro (Figura
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NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
5). No obstante, algunos agricultores se arriesgan a plantar en fechas adelantadas
(desde principios del mes de marzo) para obtener cosechas tempranas y lograr mejor
precio en el mercado (Macías y Valadez, 1999).
Figura 5. Trasplante de plántula de chile.
DENSIDAD DE POBLACIÓN
En el sistema de producción de chile mediante el uso de acolchado del suelo con
plástico y fertirriego, los mejores rendimientos y calidad de fruto se obtienen con una
población de 41,667 plantas por hectárea, la cual se logra a una distancia de 30 cm
entre plantas y de 33 cm entre hileras, en camas de 1.6 m de ancho (González et al.,
2009).
RIEGOS
Las técnicas de riego presurizado mejoran la eficiencia en la conducción del
agua hasta 60% en comparación a los riegos por gravedad, además, se pueden aplicar
óptimamente los fertilizantes disueltos en el agua.
Riego en tiempo real. Una forma de saber cuándo y cuánto regar es con el uso
del tensiómetro; este instrumento indica el estado actual de la humedad en el suelo. Los
tensiómetros miden la tensión o fuerza con la que el agua esta retenida por el suelo; las
raíces tienen que superar esta fuerza para extraer el agua y poder utilizarla. El
15
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
desempeño óptimo del tensiómetro es en riego por goteo y en suelos que tienden a ser
arenosos.
Las lecturas en el tensiómetro están dadas en centibares (cB) y los rangos son
los siguientes:
Menos de 10 cB: indica que el suelo esta saturado.
De 10 a 20 cB: indica que la humedad está a disposición de la planta, por lo
que realiza un esfuerzo mínimo para obtenerla. Con el riego por goteo
generalmente se procura mantener las lecturas dentro de este rango.
De 30 a 60 cB: se asegura una buena oxigenación de las raíces.
De 70 cB en adelante: indica que la planta padece estrés por sequía.
Para el cultivo del chile se
recomienda regar 8 horas antes del
trasplante, utilizar cintilla calibre seis mil
de alto flujo (496 l/h 100 m), y goteros
espaciados cada 0.30 m. Se sugiere
regar con una presión en la cintilla de 9
psi (del inglés Pounds per Square Inch)
en cada riego. Durante los primeros 25
días después del trasplante, se debe
regar cuando la lectura del tensiómetro,
a una profundidad de 30 cm, sea de 20 a
30 cB, y en los siguientes 20 días,
cuando la lectura sea de 15 a 25 cB
(Figura 6).
Figura 6. Tensiómetros para medir
la humedad y chupatubos para
muestrear la solución del suelo.
En los próximos 25 días, se debe regar cuando el tensiómetro marque de 10 a
15 cB, y a partir de los 70 días después del trasplante es necesario regar cuando el
tensiómetro registre 10 cB (Mojarro et al, 2007).
16
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
FERTILIZACIÓN
Requerimientos de suelo y de nutrimentos del cultivo del chile. El cultivo del
chile tiene excelente rendimiento cuando se trasplanta en suelos franco-arenosos,
profundos, fértiles, con contenido de materia orgánica entre 3 y 4 %, y con buen drenaje
(Muñoz-Ramos, 2004).
El pH (potencial de hidrogeno), es la designación numérica de la acidez y de la
alcalinidad activa en la solución del suelo. Para distinguir la acidez o alcalinidad de un
suelo se utiliza una escala de pH que va desde cero hasta 14; valores de pH menores
de 7 indican que la reacción es ácida, iguales a 7 indican que la reacción es neutra y
mayores a 7 indican que la reacción es alcalina. El pH del suelo es importante por
varias razones: afecta directamente la disponibilidad de los nutrientes para la planta,
determina la solubilidad (disponibilidad) de las sustancias como el aluminio, regula la
actividad de los microorganismos del suelo, y afecta directamente a las raíces de la
planta al incrementar o disminuir la absorción de agua y de nutrientes (Anónimo, 1995).
El chile es moderadamente tolerante a la acidez, es decir, se desarrolla bien en pH de 6
y de 7 (Muñoz-Ramos, 2004). Cuando el pH es mayor a 7, hay que bajar este valor
mediante incorporación de estiércol, de abonos verdes o de ácidos.
La conductividad eléctrica (CE) indica el contenido total de sales disueltas en una
solución, por ejemplo, en el agua de riego o en la solución del suelo, a medida que
éstas aumentan se incrementa la facilidad de conducir corriente eléctrica. Las unidades
que se usan para medir la conductividad eléctrica son dS/m y se leen como
“decisiemens” por metro, es decir, son décimas de siemens (Anónimo, 1995;
Castellanos, 2004). La salinidad afecta a los cultivos de varias maneras,
conductividades eléctricas mayores que 2 ó 3 dS/m dificultan la absorción del agua por
la planta, provocan toxicidad de ciertos elementos, disminuyen el crecimiento,
promueven mayor crecimiento de raíz y como consecuencia, disminuye el rendimiento
económico del cultivo (López-Gálvez y Lozada-Villasante, 2006). Por el contrario, CE
menores de 0.5 dS/m, también provocan alteraciones fisiológicas en el cultivo, por lo
que hay un valor óptimo para cada especie. En el cultivo del chile se recomienda
17
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
mantener la conductividad eléctrica de la solución del suelo cercana a 1.5 dS/m, sobre
todo cuando hay desbalance nutrimental en el suelo (Anónimo, 1995).
Fertilización de fondo (antes del trasplante). La cantidad de fertilizante a
agregar depende de varios factores como el tipo de agua, de suelo, de fertilizante y de
chile. En el estado de Aguascalientes los suelos son relativamente ricos en potasio (K),
magnesio (Mg) y calcio (Ca), por lo que se recomienda aplicar cantidades bajas de
estos elementos. En el chile tipo Ancho se aplica mayor cantidad de potasio que en el
Mirasol, debido principalmente a que el primero lo requiriere más para crecer y para
producir más frutos que el segundo. Por ello, cuando es necesario aplicar potasio en
chile tipo Mirasol se recomienda suministrar todo el fertilizante antes del trasplante (de
fondo), pero no en el agua de riego.
En hortalizas es importante hacer una fertilización de fondo para proveer una
reserva de nutrientes en el suelo, y no tener problemas de insuficiencia durante el
periodo de fertirrigación o lluvias (Cadahia-López, 2005). En el estado de
Aguascalientes para disminuir el problema de la secadera, se recomienda aplicar como
fertilización de fondo, de cuatro y media a cinco toneladas por hectárea de estiércol de
bovino bien seco (menos del 12 % de humedad). Por otro lado, se recomienda aplicar
como fertilizante químico la dosis 200-100-150 kg de nitrógeno (N), fósforo (P2O5) y
potasio (K2O) por hectárea para el chile tipo Ancho; y la dosis 180-80-50 kg de
nitrógeno (N), fósforo (P2O5) y potasio (K2O) por hectárea para el chile tipo Mirasol. De
la dosis anterior se recomienda aplicar antes del trasplante (de fondo) 50 kg de
nitrógeno y de fósforo, 60 de potasio por hectárea para el chile tipo Ancho; y 30, 40 kg
de nitrógeno y de fósforo por hectárea para el chile tipo Mirasol; el resto del fertilizante
se debe de aplicar mediante fertirrigación. Las fuentes de fertilizante pueden ser fosfo-
nitrato, MAP (fosfato monoamonico), triple 17 y sulfato de potasio.
Fertirrigación. Es una técnica mediante la cual se aplican los fertilizantes
disueltos en el agua de riego por goteo, de acuerdo con las etapas de desarrollo del
cultivo. Con esta técnica, el agua de riego y el fertilizante se suministran directamente
en la zona de raíces, por lo que la planta los aprovecha mejor.
18
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
En la actualidad se emplean
dos métodos para cubrir las
necesidades de fertilización del
cultivo: el primero se basa en calcular
los nutrientes requeridos por el cultivo,
aportación de nutrimentos por parte
del suelo y de la aplicación de
estiércol, en la eficiencia del
fertilizante, entre otras; el segundo en
aplicar al suelo una solución nutritiva
“ideal”. Los dos métodos se ajustan
de acuerdo con los análisis
nutrimentales de suelo y de agua.
Figura 7. Extracción de una muestra de
la solución del suelo con chupatubos.
En ambos métodos se puede colocar “chupatubos” o tubos de acceso a la
solución del suelo, que permiten determinar los nutrientes, CE y pH (Figura 7); para
ajustar la dosis de fertilización y la solución nutritiva que se está aplicando (Muñoz-
Ramos, 2004).
En esta guía se emplea el primer método para calcular los requerimientos
nutrimentales del cultivo del chile, por ser más práctico y más económico. En el Cuadro
1 se presenta un programa de fertirrigación para el cultivo del chile tipo Ancho en 18
semanas (desde mediados de marzo hasta mediados de julio), esto equivale a 125 días
de cultivo; si se continúa la cosecha de chile, se aplica la cantidad de fertilizante
correspondiente a la última semana.
Para el chile tipo Mirasol se recomienda aplicar el programa de fertirrigación que
se presenta en el Cuadro 2, el cual contempla la aplicación de fertilizante durante 22
semanas (desde mediados de marzo hasta mediados de agosto), esto equivale a 150
días de cultivo.
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NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
En fertirrigación, el fertilizante se aplica frecuentemente. Por ello en esta guía se
presenta la dosis a suministrar por semana; sin embargo, se debe dividir en dos o en
tres aplicaciones durante este periodo, dependiendo de la forma de suministrar el agua
de riego en el cultivo. También, es importante señalar que para cubrir los programas de
fertirrigación de los dos tipos de chile, es necesario utilizar ácido fosfórico a 85 %; fosfo-
nitrato a 32 % de nitrógeno y 2 % de fósforo; y nitrato de potasio a 13 % de nitrógeno y
46 % de potasio.
Cuadro 1. Programa de fertirrigación para el cultivo del chile tipo Ancho en el
estado de Aguascalientes. Campo Experimental Pabellón.
Ácido fosfórico Fosfonitrato Nitrato de potasioSemana después del trasplante
Litros Kilogramos
1 1.00 0 0.00
2 1.00 3 0.00
3 1.00 3 0.00
4 1.00 8 0.00
5 2.00 8 0.00
6 2.00 10 10.00
7 2.00 20 10.00
8 2.00 25 20.00
9 2.00 30 20.00
10 2.00 35 20.00
11 2.00 42 20.00
12 2.00 42 20.00
13 2.00 40 20.00
14 2.00 40 20.00
15 1.50 40 20.00
16 1.50 30 10.00
17 1.50 12 5.00
18 1.50 12 5.00
Total 30.00 400 200.00
20
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
Cuadro 2. Programa de fertirrigación para el cultivo del chile tipo Mirasol en el
estado de Aguascalientes. Campo Experimental Pabellón.
Ácido fosfórico Fosfonitrato Nitrato de potasio Semana
después del
trasplante Litros Kilogramos
1 0.25 0.00 0.00
2 0.25 6.00 0.00
3 0.25 6.00 0.00
4 0.25 6.00 0.00
5 0.25 12.00 0.00
6 0.25 15.00 0.00
7 0.50 22.00 0.00
8 0.50 25.00 0.00
9 1.00 30.00 0.00
10 1.00 30.00 0.00
11 1.00 30.00 0.00
12 1.00 36.00 0.00
13 1.00 28.00 10.00
14 1.50 28.00 10.00
15 1.50 28.00 10.00
16 1.50 25.00 10.00
17 1.50 20.00 10.00
18 1.50 20.00 10.00
19 1.50 20.00 10.00
20 1.50 15.00 10.00
21 1.00 15.00 10.00
22 1.00 13.00 10.00
Total 20.00 430.00 100.00
21
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
Fertilizantes recomendados para fertirrigación. Para elegir el fertilizante a
emplear, además del precio, hay que considerar varios aspectos como: solubilidad,
pureza y compatibilidad.
Solubilidad. Los fertilizantes deben ser altamente solubles en el agua de
riego. No se debe utilizar fertilizantes que se precipiten (asienten) o formen
grumos (bolas) en el agua, de lo contrario pueden tapar los goteros y la
tubería. También, se debe evitar el uso de fertilizantes que contengan
aditivos para mejorar su conservación, como aquellos recubiertos con ceras y
colorantes, así como los fertilizantes de lenta liberación.
Pureza. Los fertilizantes que se utilicen en fertirriego deben tener la menor
cantidad de impurezas posible. Se deben evitar aquellos que contengan
sustancias toxicas para el cultivo y que generen alta salinidad en la solución
nutritiva (alto índice de salinidad).
Compatibilidad. Este aspecto es de vital importancia para evitar la
precipitación de los fertilizantes en el agua de riego. De manera general, no
se debe mezclar fertilizantes sulfatados con los que tengan calcio, ni
fertilizantes fosfatados con los que tengan calcio y magnesio.
Control del pH y de la CE de la solución nutritiva. Se recomienda mantener el
suelo con un pH de 6.5 a 7.0 para que todos los nutrientes estén disponibles y los
aproveche la planta. Para ello, la solución nutritiva que se va aplicar por el sistema riego
debe tener un pH de 6.5.
La conductividad eléctrica (CE) de la solución nutritiva que va a entrar al suelo,
no debe ser mayor de 2.0 decisiemens/metro (dS/m), cuando esto ocurra se debe
aumentar el número de aplicaciones por semana. De manera comercial, en la
agricultura se utilizan tres ácidos: fosfórico, nítrico y sulfúrico; estos compuestos tienen
varios propósitos, el primero de ellos es bajar el pH de la solución, el segundo, adicionar
macronutrientes a la solución nutritiva, y el tercero, destapar la tubería y los goteros del
sistema de riego. Para manipular los ácidos sulfúrico y nítrico, se debe tener bastante
cuidado, ya que son muy fuertes; de preferencia se debe preguntar a personal
especializado la forma de su aplicación.
22
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
COMBATE DE MALEZA
Las malezas son plantas que crecen en lugares no deseados, su presencia
afecta al cultivo del chile durante su desarrollo al competir y apropiarse del agua,
nutrientes y luz. En ocasiones, actúan de hospederas de organismos que atacan a los
cultivos, incluidos insectos, hongos, virus y nematodos.
Uno de los factores que limitan la producción de chile es el manejo inadecuado
de las malezas, pues éstas crecen más rápido que las plántulas del cultivo. La
adecuada humedad del suelo, producida por la continua aplicación de riegos,
proporciona al cultivo las condiciones ideales para su desarrollo, no obstante, también
acelera el crecimiento de las malezas.
El control de las malezas en la región se realiza de forma manual, e implica un
alto costo de mano de obra por el número de deshierbes. Las malezas están
representadas por diferentes especies, las cuales varían en abundancia, frecuencia,
habilidad competitiva, época de emergencia, establecimiento y hábito de crecimiento.
La tecnología de fertirriego
hace más eficiente el uso del
agua y los fertilizantes, y permite
a la planta aprovecharlos de
manera más adecuada, no
obstante, la maleza que nace en
las partes contiguas a la planta de
chile también aprovecha los
nutrientes y tiene un crecimiento
más acelerado, razón por la cual
debe ser eliminada con
oportunidad (Amador, 2006)
(Figura 8).
Figura 8. Infestación del cultivo con maleza.
23
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
A pesar de que el uso del acolchado plástico evita en gran medida la aparición
de malezas, su presencia es abundante en las aberturas donde se coloca la plántula de
chile y en los espacios no cubiertos.
El cultivo del chile es infestado por las especies de maleza indicadas en el
Cuadro 3, las cuales deben ser controladas para evitar pérdidas.
Cuadro 3. Malezas que se presentan en el cultivo del chile.
Nombre común Nombre científico Ciclo de vida
Quelite Amaranthus palmeri S.
Wats.
Verano, anual
Aceitilla Bidens pilosa L. Verano, anual
Lampote Simesia amplexicaulis
Amplexicaulis simsia
(Cav.) Pers.
Verano, anual
Mostacilla Brassica campestris L. Verano, anual
Malva Malva parviflora L. Verano, anual
Enredadera Ipomoea purpurea (L.)
Roth
Verano, anual
Gordolobo Gnaphalium
americanum Mill
Verano, anual
Coquillo Cyperus esculentus L. Perenne
Saramao Eruca sativa Mill. Verano, anual
Zacate sabaneta Eragrostis difussa
Buckley
Verano, anual
Zacate agrarista Cynodon dactylon (L.)
Pers.
Perenne
24
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
PLAGAS
En estudios regionales se han detectado 55 especies de insectos asociados al
cultivo (Jiménez, 1990); sin embargo, sólo cuatro o cinco son considerados como
plagas de importancia.
Del grupo de plagas que causan daño directo, las principales son: el “picudo del
chile” o “barrenillo”, y los gusanos como “soldado” y “elotero” que afectan al fruto. Del
grupo que causa daño indirecto, como es la transmisión de virus, las de mayor peligro
son: paratrioza, pulgones, chicharritas y mosquita blanca. Sin embargo, plagas como
pulga saltona, trips, y diabróticas, también pueden representar un problema para el
cultivo (Garza et al., 2007; INIFAP, 1998).
Pulgones. Los pulgones afectan a cultivos jóvenes. Presentan un aparato bucal
chupador y se alimentan de la planta en la base, botones florales y en el envés de las
hojas, aunque también pueden dañar otras áreas. Al alimentarse secretan gotitas de
una sustancia similar a la miel sobre las cuales crece un hongo negro llamado fumagina
que reduce la capacidad fotosintética y afecta la apariencia de los frutos cosechados;
sin embargo, el mayor daño es la trasmisión de virus (Capinera, 2001).
Esta plaga se debe controlar cuando se detecten de dos a tres plantas con
colonias crecientes, de diez revisadas y no existan enemigos naturales (INIFAP, 1998).
El control químico se puede realizar con productos específicos como Pirimicarb o
Pymetrozine, siempre considerando las instrucciones de dosis y precauciones descritas
en las etiquetas de los productos (Garza et al., 2007).
Mosquita blanca. Esta plaga extrae la savia de la planta para alimentarse.
Cuando el ataque es en altas densidades, ocasiona amarillamiento, reducción del vigor
y defoliación. Durante su alimentación también se produce mielecilla y se promueve el
crecimiento de fumagina que interfiere con la fotosíntesis y reduce la calidad de los
frutos cosechados. La mosquita blanca también es capaz de trasmitir enfermedades
virales (geminivirus), tanto a chiles como a tomates (Posos y Felix, 2004). Debido a que
25
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
hay transmisión de enfermedades aun con bajas densidades, se debe controlar cuando
se detecte el arribo de las primeras poblaciones de adultos; los intervalos de aplicación
variarán según el grado de infestación. Algunos insecticidas que han mostrado
efectividad son: Imidacloprid, Thiamethoxam, Pymetrozine, Amitraz y jabones
insecticidas (Garza et al., 2007; Riley y Sparks, sf).
La mosquita blanca también se puede controlar biológicamente con los hongos:
Paecilomyces fumosoroseus y Verticillium lecanii; en complemento a estos hongos
entomopatógenos se pueden liberar avispitas parasitoides de los géneros Encarsia y
Eretmocerus, y depredadores como Chryospa y “chinches pirata” (Infoagro, 2002;
Posos y Félix. 2004).
Barrenillo o Picudo del Chile. Las larvas de esta plaga se desarrollan dentro de
los frutos y se alimentan de las estructuras internas, esto ocasiona el cambio prematuro
de color de los chiles y su caída. Cuando los adultos emergen, dejan orificios en el fruto
por los que penetra la humedad, produciendo su deformidad o pudrición (Aldaba et al.,
2009). Se han reportado pérdidas hasta de 70% adjudicadas a la presencia de esta
plaga (Jiménez, 1991).
Los frutos maduros no son susceptibles al ataque, debido a las propiedades de
su epidermis y al hecho de que los picudos prefieren ovipositar en los botones florales y
frutos tiernos (Garza et al., 2007) (Figura 9).
Figura 9. Barrenillo o Picudo del Chile y daño en fruto.
26
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
Algunos de los productos eficaces para combatir el barrenillo son: Lambda
Cyhalotrina, Cyflutryn, Azinfos Metílico y Malatión; sin embargo, es necesario rotar los
plaguicidas por grupo toxicológico, ya que, en algunas zonas, el Endosulfán y el
Paratión Metílico no tienen buen control sobre esta plaga, lo cual pudiera ser un indicio
de resistencia a plaguicidas (Luján et al., 2006; García et al., 2009).
Paratrioza. Se ha demostrado que esta plaga es capaz de transmitir un
fitoplasma al alimentarse, radicando ahí su verdadero peligro (Garzón et al., 2004;
Bayer, 2005).
En el cultivo del chile, la paratrioza se puede establecer en altas poblaciones, por
lo cual es necesario combatirla. Al inicio del cultivo, éste se protege con un producto
sistémico, así, las primera poblaciones del adulto son eliminadas al alimentarse; sin
embargo, durante el desarrollo del cultivo, la presión de la plaga se incrementa y es
necesario controlarla (Garza et al., 2007).
La paratrioza representa una plaga cuando se observe la presencia de los
primeros estadios, un incremento en la población de adultos, o grumos de sal; lo cual
puede ocurrir repetidamente durante el desarrollo del cultivo.
Algunos productos que se pueden utilizar al inicio para su control son:
Imidacloprid o Thiamethoxan, con los cuales se logra una protección de 30 a 60 días.
Posteriormente, si la presencia de la plaga no es alta, es factible emplear repelentes y
jabones insecticidas; pero, si su población aumenta, se deben utilizar productos como
Abamectina, Pymetrozine o Amitraz (Garza et al., 2007).
Larvas de lepidópteros. Durante el desarrollo del cultivo se pueden presentar
ataques de gusanos que ocasionan defoliaciones de la planta o perforaciones de frutos,
los cuales se pudren con el paso del tiempo. Uno de los más importantes es el gusano
soldado, el cual ha desarrollado resistencia a insecticidas convencionales complicando
su control (Garza y Terán, 2007).
27
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
Para combatir este patógeno existen productos comerciales que contienen virus
de poliedrosis nuclear, los cuales sólo afectan a esta plaga. También, se pueden liberar
depredadores como Chrysopa, chinche ojona, y parasitoides como Cotesia y Bracon
(productos que contienen Bacillus thuringiensis). Como ya se mencionó, esta plaga ha
mostrado resistencia a algunos plaguicidas convencionales; sin embargo, como una
alternativa de control se pueden utilizar productos como: Spinosad, Tebunfenozide,
Hexaflumuron y Benzoato de Emamectina (Garza et al., 2007).
ENFERMEDADES
Hongos asociados con la marchitez en chile. El suelo es el hábitat de
numerosos microorganismos que interactúan entre sí, influenciados por factores físicos
y bioquímicos propios de este medio (Valenzuela, 2004). En este ambiente existe una
diversidad de hábitos de vida y relaciones que les permiten establecer un equilibrio
ecológico, mismo que puede ser alterado al introducir especies vegetales susceptibles y
provocar serios problemas en la producción de alimentos (Lira-Saldivar y Martínez-
Hernández, 2007).
Los patógenos del suelo, que causan las enfermedades de las plantas, pueden
ser residentes temporales o indefinidos, determinados por sus estructuras de
resistencia y capacidad saprofítica (Agrios, 1991; Romero, 1991). Los órganos
subterráneos de las plantas son afectados directamente y las partes aéreas
indirectamente; la incidencia y severidad del daño varía con el ciclo del cultivo. Las
enfermedades de este tipo pueden ocurrir en cualquier momento; las etapas más
susceptibles son: plántula, floración y fructificación (Tlapal, 2006).
Los estudios realizados en el INIFAP-CEBAJ, sugieren que Phytophthora spp.
inicia el ataque a la planta de chile, posteriormente Fusarium spp. y Rhizoctonia spp.
complementan el daño denominado marchitez (González, et al., 2009; Zapata-Vásquez
et al., 2009). Las características de estos patógenos y su sintomatología clásica se
describen a continuación.
28
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
Phytophthora capsici. El daño causado por este hongo consiste en la marchitez
completa de la planta, que cambia su color de verde a café oscuro y tiene una muerte
repentina (Pérez et al., 2005; Tlapal, 2006). La infección inicial ocurre en el cuello o
base de la planta y llega a afectar todo el sistema radical tornándose de color oscuro. El
follaje se muestra flácido, como si le faltara agua, y da la impresión de haber sido
quemado con fuego. Los frutos, al estar en contacto con el suelo, presentan pudriciones
blandas y húmedas (Agrios, 1991; Erwin y Ribeiro, 1996). En condiciones de campo el
micelio de Phytophtora capsici puede infectar la testa, el endospermo y el embrión de la
semilla. Con alta humedad los tallos muestran un crecimiento blanquecino sobre su
superficie, esto indica la presencia de esporangios del hongo. El desarrollo de esta
enfermedad es favorecida por alta humedad o drenaje deficiente y temperaturas de 26 a
32 °C. Los propágulos de los hongos son transportados por el agua de riego,
escurrimientos del agua de lluvia, y el movimiento de suelo de áreas infestadas a áreas
libres dentro del mismo campo (Velásquez et al. 2002; Palomo et al., 2003). Este hongo
sobrevive como micelio en tejido infectado menos de 120 días, como esporangio, de
cuatro a ocho semanas y como oospora, de ocho a doce semanas sobre residuos de
cosecha o en el suelo (Erwin y Ribeiro, 1996).
Fusarium oxysporum. Los síntomas se observan como pudrición de la raíz y
necrosis vascular. Las raíces laterales primarias pueden morir y los tejidos del tallo se
ahuecan, en cortes longitudinales de los tallos se aprecia, en la médula, una pudrición
seca de aspecto corchoso, como consecuencia también presenta clorosis, defoliación
prematura o la muerte. El desarrollo óptimo del hongo ocurre en condiciones de clima
cálido (temperatura de 28 °C) y suelos arenosos con altos contenidos de humedad. El
hongo es un patógeno facultativo, y tiene especies, formas especiales y razas (Agrios,
1991).
Rhizoctonia solani. El “ahogamiento” es quizá el síntoma más común que
produce Rhizoctonia en la mayoría de las plantas que ataca, esta enfermedad también
es conocida como “tallo de alambre” y ocurre cuando las plántulas han emergido
(Agrios, 1991; Tlapal, 2005). En el inicio del ciclo biológico del hongo, se producen
enzimas extracelulares (como celulasas, quitinasas y pectinasas) que dañan el tallo de
29
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
la planta, haciéndolo aguanoso y blando, por lo que éste colapsa (Agrios, 1991). Los
síntomas característicos son: lesiones rojizas en las raíces, numerosas raíces
secundarias sobre la descompuesta, marchitez prematura y muerte de la planta. En
este tipo de marchitez las plantas presentan una recuperación temporal por la tarde o la
noche; pero su vigor y rendimiento son bajos (Velásquez y Medina, 2003). Los medios
de sobrevivencia y propagación de Rhizoctonia ocurren como micelio o esclerocios a
través del agua de lluvia, riego y órganos de propagación infectados (Palomo, et al.
2003; Velásquez y Medina, 2006) Le favorecen temperaturas de 15 a 18 °C y es más
severo en suelos moderadamente húmedos (Agrios, 1991; Tlapal, 2005).
Identificación de los patógenos a
controlar. Con base en muestreos de
suelos para identificar la población en
Unidades Formadoras de Colonias (UFC)
de los hongos problema, se emite una
recomendación que incide directamente en
la dosis (partes por millón) del producto a
utilizar (Sanabria, 2001; González et al.,
2009) (Figura 10).
Es importante señalar que las
prácticas recomendadas para el manejo de
la “marchitez del chile” no incrementan los
rendimientos de las variedades o híbridos,
sólo permiten obtener la producción del
genotipo plantado en suelos altamente
infestados.
Figura 10. Muestreo de suelo
para la determinación de
Unidades Formadoras de
Colonias (UFC) de los hongos
que causan la marchitez del chile.
La incorporación de abonos orgánicos es una alternativa para mejorar las
características del suelo, ayudar al balance entre microorganismos, disminuir el daño
de enfermedades como la marchitez del chile y reducir costos de producción sin bajar
los rendimientos (Palomo, et al., 2003).
30
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
Control del nivel de inóculo del patógeno. Una vez que se ha reducido el nivel
de inóculo con la aplicación del Metam Sodio, es necesario mantenerlo bajo a lo largo
del ciclo del cultivo, a través de un manejo adecuado del agua de riego (González et al.,
2009). Se recomienda realizar, como mínimo, un análisis fitopatológico por etapa
fenológica del cultivo y la aplicación consecutiva de fungicidas.
Otras alternativas para el control de la secadera. La “biofumigación” es una
alternativa de control de la enfermedad sin el empleo de productos químicos (Palomo et
al., 2003). Consiste en la producción de sustancias volátiles (gases) con acción
fungicida que se producen por la descomposición de algunos tipos de materia orgánica.
Esta acción tiene un efecto contra los fitopatógenos, y mejoran las características
físicas y biológicas del suelo, debido al incremento de la actividad microbiana. La
aplicación de residuos de plantas como: brócoli, col, canola y mostaza, pueden
disminuir la incidencia de enfermedades del sistema radical (Lira y Martínez, 2007). En
Aguascalientes se pueden incorporar al suelo, residuos de Brassicas, sin embargo, es
necesario determinar la cantidad requerida y su respuesta en las condiciones
agroecológicas locales.
Otra estrategia de manejo integrado es la “solarización”, que consiste en cubrir el
suelo húmedo con una película de plástico de polietileno transparente durante dos
meses cuando se tiene la mayor radiación solar o una temperatura ambiental de 40 °C,
con esta técnica se eleva la temperatura del suelo hasta 50 °C en los primeros 30 cm
de profundidad del suelo; (Katan, 1981; Lacasa et al., 1999) lo que resulta letal para
algunos hongos, bacterias y nematodos (Palomo et al., 2003; Lira y Martínez, 2007).
Esta práctica aumenta la efectividad de la biofumigación.
COSECHA
La cosecha, con fines de verdeo, en las variedades del tipo ancho se inicia entre
los 110 y 120 días después del transplante. Se realiza de cuatro a cinco cortes a partir
de la segunda quincena de julio y todo agosto. En la región, prácticamente toda la
producción de los tipos Mirasol, Pasilla y Mulato es para deshidratado, y se cosecha
31
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
cuando los frutos cambian de color; de verde a rojo, en el tipo Mirasol; y de verde a rojo
oscuro o café, para los Pasillas y Mulatos (Figura 11).
Figura 11. Diferentes estados de madurez del fruto de chile ancho.
Los frutos se secan de dos formas: en plantas deshidratadoras o en “camas”
o “paseras” donde se exponen al sol. El secado artificial en deshidratadoras es más
rápido y práctico cuando se trata de grandes volúmenes. Este tipo de secado requiere
una temperatura controlada de 70 °C y dura aproximadamente 30 horas.
Las “paseras” se construyen en un lugar plano con ligero declive para evitar
encharcamientos en caso de lluvia. Sobre las camas se extiende una capa de paja o
ramas secas, donde se acomoda el chile maduro recién cosechado. La paja permite el
paso de aire y elimina así cualquier exceso de humedad para evitar que los frutos se
pudran. Cuando la parte asoleada del fruto se seca, es necesario voltearlo para que la
parte inferior, aún fresca, reciba los rayos del sol y se deshidrate. El secado con este
método dura de 20 a 25 días, dependiendo de la intensidad del sol y la temperatura
(Macías y Valadez, 1999 y Guerrero, 1984).
EMPAQUE Y CLASIFICACIÓN DEL FRUTO
El chile para verdeo se cosecha en estado “sazón” y se transporta a los centros
de consumo en camiones, a granel, en arpillas o costales. Del tipo Ancho, el mejor
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NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
precio se obtiene con frutos que miden de 13 a 15 cm de largo. Los frutos se clasifican
en chiles buenos y rezaga.
Los chiles buenos son frutos de todos tamaños y en buenas condiciones; estos
se venden a mercados, tiendas y autoservicios, entre otros. La rezaga son frutos
quebrados o con daños causados por el sol, plagas y/o enfermedades; se venden a la
industria para la elaboración de chile molido, salsas o moles.
El chile para secado, después de sacarlo de los hornos deshidratadores se debe
mojar para que no se maltrate. El empaque se realiza un día después de haber
humedecido los frutos y se hace en costales de ixtle o petates; de esta forma, el chile
puede durar almacenado hasta dos años o más (Macías y Valadez, 1999).
REGISTRO DE GASTOS, Y CÁLCULO DE INGRESOS Y BENEFICIO
ECONÓMICO
El registro de las actividades, materiales, insumos, dosis aplicadas y gastos es
una práctica recomendable, pues le ayuda al productor a saber cuánto le cuesta
producir un cultivo y qué actividades o insumos puede reducir o eliminar sin afectar la
productividad. Para saber si la inversión realizada va a producir una ganancia esperada,
es necesario contar con estándares o referencias, las cuales sirven de guía. Los costos
pueden ser inferiores a los estándares cuando se usan los insumos de manera más
eficiente o cuando no se aplican las cantidades recomendadas. Los costos pueden ser
superiores a los estándares al emplear más insumos de los recomendados o por el
aumento de los precios.
Se recomienda hacer un registro diario de gastos y actividades con la finalidad
de evitar omisiones y determinar, con más precisión, el costo de producción. Una
alternativa para hacer los registros es llevar una bitácora como la que se muestra en el
Anexo 1.
33
NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
En el Anexo 2 se muestra una tabla que el productor puede llenar para calcular el
valor de la producción, la utilidad neta y la ganancia obtenida por cada peso invertido.
Se señalan también, ejemplos de los resultados de la aplicación de la tecnología
propuesta, como punto de comparación. El procedimiento para llenar la tabla se
describe a continuación.
1) En la “tabla de registro de gastos”, registre, en hectáreas, la superficie que
efectivamente sembró de una variedad de chile.
2) En la columna de “costo total” registre el gasto total efectuado por cada
concepto de acuerdo con la siguiente relación:
Análisis de suelo. Es necesario analizar el suelo para determinar el nivel de
infestación del hongo causante de la secadera.
Preparación del terreno. Se refiere a todos los pasos de maquinaria para la
preparación del terreno, incluyendo limpieza, volteo, nivelación, barbecho,
rastreo, surcado, y colocación de cintilla y acolchado.
Cintilla y acolchado. Se refiere al costo del plástico para acolchado y de la
cintilla (incluyendo boquillas, conectores, etc.) que se colocaron en la
superficie sembrada.
Aplicación de Metam Sodio. Este químico es fundamental para combatir a
la secadera. La aplicación la realiza la empresa que lo vende. Hay que anotar
el costo total del servicio incluyendo el producto.
Plántula. Se debe anotar sólo una planta por perforación. Incluye el costo de
la plántula sembrada de inicio y el de los replantes (si fueron necesarios).
Fertilización. Incluye la aplicación de abono composteado, las dosis de
fertilizantes recomendadas y los reguladores de crecimiento.
Aplicación de Busan 30 WB y de Cercobin M. Estos productos son
necesarios para mantener bajas las poblaciones de los hongos causantes de
la secadera.
Control químico de plagas y otras enfermedades. El cultivo del chile es
atacado por otros patógenos, este concepto incluye el costo de todos los
productos aplicados para combatirlos excluyendo el Metam Sodio, el Busan
30 WB y el Cercobin M.
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NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
Agua de riego. Incluye el costo de los riegos desde la preparación del
terreno hasta el último que se dé en el ciclo del cultivo, así como los gastos
de mantenimiento del sistema de riego.
Jornales y labores. Incluye toda la mano de obra y pasos de maquinaria
empleados desde las pruebas de sobrevivencia hasta la cosecha.
3) Sume todos los costos totales del punto dos para obtener el “costo total de
producción”.
4) Si la superficie sembrada es de una hectárea, copie las cantidades de la
columna de costo total en la columna de “costo por ha”. Si la superficie sembrada es
diferente de una ha, divida el costo total de cada concepto entre la superficie sembrada
y anote el resultado en la columna de costo por ha.
5) Sume todos los costos totales por hectárea para obtener el “costo de
producción por ha”.
6) Divida el costo por hectárea de cada concepto entre el costo de producción
por ha calculado en el punto anterior, el resultado multiplíquelo por cien y anote la cifra
obtenida en la columna de porcentaje (%) utilizando un decimal después del punto.
7) Sume los datos de la columna de porcentaje y anote el resultado en la última
casilla de la columna, en la fila de costo de producción. El total debe sumar 100.
8) Puede comparar los datos de la columna de porcentaje con los de las
columnas de referencia, ya sea para chile ancho o guajillo, según corresponda.
9) En la “tabla de ingresos y beneficio económico”, registre en la columna de
“cantidad”, la producción total obtenida y la superficie cosechada, en las unidades que
se indican. Por cada tipo de chile debe utilizarse una tabla diferente.
10) Divida la producción total entre la superficie cosechada y anote el resultado
en la fila de rendimiento.
11) Registre el precio por tonelada al que le pagaron el producto.
12) Multiplique la producción total por el precio por tonelada y anote el resultado
en la fila de valor de producción total.
13) Divida el valor de producción total entre la superficie sembrada y anote el
resultado en la fila de valor de la producción por ha.
14) Sume el valor de producción total del chile fresco y seco, al resultado reste el
costo de producción total y anote el resultado en la fila de ingreso neto total.
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NUEVA TECNOLOGÍA DE MANEJO PARA EL CONTROL DE LA MARCHITEZ DEL CHILE EN AGUASCALIENTES
15) Divida el ingreso neto total entre la superficie sembrada y anote el resultado
en la fila de ingreso neto por ha.
16) Divida el valor de producción por ha entre el costo de producción por ha y
anote el resultado en la fila de razón beneficio-costo. Si resta 1 a la cifra de razón
beneficio-costo obtendrá un número que le indica cuántos pesos ganó por cada peso
invertido.
17) Puede comparar los datos de la columna de cantidad con los de las
columnas de referencia, ya sea para chile ancho o guajillo, según corresponda.
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Velásquez, V. R., Medina, A. M. M. y Mena, C. J. 2002. Guía para identificar y
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Pesca y Alimentación-Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y
Pecuarias-Centro de Investigación Regional Norte Centro-Campo Experimental
Pabellón, Aguascalientes. Folleto técnico No. 20. 41 p.
Velásquez, V. R. y Medina, A. M. M. 2003. La pudrición de la raíz de chile
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de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación-Instituto Nacional
de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias-Centro de Investigación
Regional Norte Centro-Campo Experimental Pabellón, Aguascalientes. Folleto
científico No. 14. 26 p.
Velásquez, V. R., Rincón, V. F., y López, F.L.C. 2000. Guía para controlar la
pudrición de la raíz de chile en Zacatecas y Aguascalientes. Secretaría de
Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural-Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícola y Pecuarias-Campo Experimental Zacatecas. Calera de V. R.,
Zac., México. Folleto para productores.14 p.
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Velásquez, V. R., y Amador, R. M. D. 2009. Enfermedades bióticas del ajo y chile
en Aguascalientes y Zacatecas. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación-Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias-Centro de Investigación Regional Norte Centro-Campo
Experimental Zacatecas, Zac. México Libro técnico No. 9. 184 p.
Velásquez, V. R. y Medina, A. M. M. 2005. La mancha bacteriana del chile. Una
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Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación-Instituto Nacional de
Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias-Centro de Investigación Regional
Norte Centro-Campo Experimental Pabellón, Aguascalientes. Folleto técnico Núm.
23. 26 p.
Zapata-Vázquez, A., Castañeda-Hernández, A., Valero-Montero, L. L., Silo-Espino,
H., Perales-Segovia, C. Manzano-Flores, D. E., y Moreno-Rico, O. 2009.
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Aguascalientes. In: Memorias, sexta convención mundial del chile. Mérida, Yuc.,
México. pp 176-177.
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ANEXOS
Anexo 1. Bitácora de actividades y gastos.
BITÁCORA DE ACTIVIDADES Y GASTOS
Lote:
Fecha
Nombre de
la actividad
o insumo
Descripción de
la actividad
Importe unitario
de la actividad o
insumo
Importe total de
la actividad o
insumo
05/05/09 Fertilización Aplicación de
fertilizantes en
tres horas de
riego.
$100.00 hora $300.00
05/05/09 Fosfonitrato 20 kg en 1
hectárea.
$4.73 kg $94.60
05/05/09 Urea 5 kg en 1
hectárea.
$5.02 kg $25.10
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Anexo 2. Tabla de registro de gastos.
TABLA DE REGISTRO DE GASTOS
Superficie sembrada:
REFERENCIA % CONCEPTO
COSTO
TOTAL
COSTO
POR HA %
Ancho Guajillo
Análisis de suelo 0.4 0.5
Preparación del
terreno 5.3 7.4
Cintilla y acolchado 9.6 13.5
Aplicación de
Metam sodio 5.0 7.0
Plántula 27.6 10.9
Fertilización 17.4 24.4
Aplicación de
Busan y Cercobin 8.5 11.9
Control químico de
plagas y otras
enfermedades
4.8 6.6
Agua de riegos 0.5 0.6
Jornales y labores 20.9 17.2
COSTO DE
PRODUCCIÓN 100.0 100.0
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Continuación del Anexo 2.
TABLA DE INGRESOS Y BENEFICIO ECONÓMICO
REFERENCIA CONCEPTO CANTIDAD UNIDADES
Ancho Guajillo
Producción total (fresco) t ----- -----
Producción total (seco) t ----- -----
Superficie cosechada (fresco) ha 1 1
Superficie cosechada (seco) ha 1 1
Rendimiento (fresco) t / ha 58.9 19.1
Rendimiento (seco) t / ha 2.3 5.8
Precio por tonelada (fresco) $ ----- -----
Precio por tonelada (seco) $ ----- -----
Valor de producción total (fresco) $ ----- -----
Valor de producción total (seco) $ ----- -----
Valor de producción por ha (fresco) $ ----- -----
Valor de producción por ha (seco) $ ----- -----
Ingreso neto total $ ----- -----
Ingreso neto por ha $ ----- -----
Razón beneficio - costo $ 2.26 2.71
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Anexo 3. Ejemplo para el llenado de las tablas.
Datos de producción y gastos.
Se sembró 1.5 ha de chile ancho.
Durante el ciclo de cultivo se efectuaron los siguientes gastos, los cuales se
registraron en una bitácora:
Se realizaron dos análisis de suelo con un costo de $500.00 cada uno.
Se compró el siguiente material, el cual se utilizó en su totalidad en la superficie
sembrada de chile ancho:
Material costo total
Plástico para acolchado $ 6,750.00
Cintilla y conectores 12,375.00
Se compraron 6 toneladas de estiércol composteado y se utilizaron
completamente. El precio por tonelada fue de $1,600.00. La aplicación del
abono fue con máquina y costó $900.00.
Para preparar el terreno se realizaron las siguientes actividades:
Actividad costo total
Volteo $ 900.00
Barbecho 900.00
Rastreo 450.00
Nivelación 900.00
Surcado 900.00
Limpieza del terreno 1,500.00
Colocación de cintilla 900.00
Colocación de acolchado 900.00
Se aplicó Metam Sodio en la dosis recomendada. El gasto por este concepto
fue de $9,900.00.
Se utilizó plántula de invernadero colocando una planta por perforación. El
costo total de la planta utilizada fue de $53,400.00.
Para el trasplante se utilizaron 30 jornales de $150.00 cada uno.
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Se utilizaron 60 jornales para colocar varillas y rafia. El costo por jornal fue de
$150.00
Se realizaron dos fumigaciones. El costo total fue de $900.00.
Durante el ciclo se le pagó al regador $900.00, y se pagaron otro $900.00 de
agua de riego.
Durante el ciclo del cultivo se gastó $19,000.00 en fertilizantes químicos que se
aplicaron en el riego.
Antes del periodo de lluvias se realizaron varias aplicaciones de Busan 30 WB y
de Cercobin M para mantener bajas las poblaciones de hongos del suelo. El
costo total del producto empleado fue de $16,500.00.
Se aplicaron distintos productos químicos para controlar a las plagas. El costo
de estos productos fue de $9,000.00.
Se utilizaron 210 jornales para las cosechas. El costo por jornal fue de $100.00.
Se obtuvieron 90 toneladas de chile verde y 3.75 toneladas de chile seco en la
hectárea y media cosechada. Los precios de venta fueron de $4,000.00 la tonelada
de verde, y $5,500.00 la tonelada de seco.
Llenado de la “tabla de registro de gastos”.
Después de anotar la superficie total sembrada con chile ancho (1.5 ha), se
calcula el gasto total efectuado por cada concepto, para lo cual primero se van a
agrupar los gastos por concepto.
Concepto costo total
Análisis de suelo $ 1,000.00
Preparación del terreno
Volteo $ 900.00
Barbecho 900.00
Rastreo 450.00
Nivelación 900.00
Surcado 900.00
Limpieza del terreno 1,500.00
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Colocación de cintilla 900.00
Colocación de acolchado 900.00
Aplicación de abono orgánico 900.00
Fumigaciones 900.00 9,150.00
Cintilla y acolchado 19,125.00
Aplicación de Metam Sodio 9,900.00
Plántula 53,400.00
Fertilización (químicos y orgánicos) 28,600.00
Aplicación de Busan 30 WB y de Cercobin M 16,500.00
Control químico de plagas y enfermedades 9,000.00
Agua de riego 900.00
Jornales y labores 35,400.00
Una vez que se tienen los costos totales por concepto, se anotan en la tabla y se
suman para obtener el costo total de producción.
Para calcular el costo por hectárea, se divide cada concepto entre 1.5, que es la
superficie total sembrada.
Para calcular el porcentaje que representa cada concepto del costo por hectárea,
se divide el importe por ha de cada concepto entre el costo de producción total por ha y
el resultado se multiplica por cien. A continuación se pone un ejemplo:
Concepto costo total costo por ha
Análisis de suelo 1,000.0 666.6
COSTO DE PRODUCCIÓN 182,975.0 121,983.2
666.6 / 121,983.2 = 0.005
0.005 * 100 = 0.5
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TABLA DE REGISTRO DE GASTOS
Superficie sembrada: 1.5
REFERENCIA %CONCEPTO
COSTO
TOTAL
COSTO
POR HA %
Ancho Guajillo
Análisis de suelo 1,000.0 666.6 0.5 0.4 0.5
Preparación del terreno 9,150.0 6,100.0 5.0 5.3 7.4
Cintilla y acolchado 19,125.0 12,750.0 10.5 9.6 13.5
Aplicación de Metam sodio 9,900.0 6,600.0 5.4 5.0 7.0
Plántula 53,400.0 35,600.0 29.2 27.6 10.9
Fertilización 28,600.0 19,066.6 15.6 17.4 24.4
Aplicación de Busan y
Cercobin 16,500.0 11,000.0 9.0 8.5 11.9
Control químico de plagas y
otras enfermedades 9,000.0 6,000.0 4.9 4.8 6.6
Agua de riegos 900.0 600.0 0.5 0.5 0.6
Jornales y labores 35,400.0 23,600.0 19.3 20.9 17.2
COSTO DE PRODUCCIÓN 182,975.0 121,983.2 100.0 100.0 100.0
Comparando los porcentajes que se obtuvieron con los de referencia de la tabla
para chile ancho, vemos que, por ejemplo, la proporción del costo de la cintilla y el
acolchado (10.5%) es superior a la proporción de referencia (9.6%), esto se debe a que
el precio de los materiales aumentó. Por otro lado, la proporción calculada de los
jornales y labores (19.3%) es menor a la proporción de referencia (20.9%) debido a que
se emplearon menos jornales. En general, existen pocas variaciones entre las
proporciones calculadas y las de referencia, por lo que se puede concluir que el
paquete tecnológico se aplicó correctamente respecto a las cantidades recomendadas
de insumos.
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Llenado de la “tabla de ingresos y beneficio económico”.
Primero se registra la producción obtenida y la superficie cosechada de chile
ancho.
Después se divide la producción total entre la superficie cosechada (1.5 ha), el
resultado es el rendimiento:
Producción de chile fresco / superficie cosechada = rendimiento de fresco
90 / 1.5 = 60 rendimiento de chile fresco
Producción de chile seco / superficie cosechada = rendimiento de seco
3.75 / 1.5 = 2.5 rendimiento de chile seco
Se anota en la tabla el precio al que se vendió el chile fresco y el seco.
Se multiplica la producción total de chile fresco y del chile seco por el precio de
venta, el resultado es el valor de producción total:
90 * 4,000 = 360,000 valor de la producción de chile fresco
3.75 * 5,000 = 18,750 valor de la producción de chile seco
Se divide el valor de la producción entre la superficie sembrada, el resultado es
el valor de la producción por hectárea:
360,000 / 1.5 = 240,000 valor de la producción por ha de fresco
18,750 / 1.5 = 12,500 valor de la producción por ha de seco
Se suman el valor de la producción total de chile fresco y de seco, al resultado se
le resta el costo de producción total obtenido en la tabla de registro de gastos:
360,000 + 18,750 = 378,750
378,750 – 182,975 = 195,775 ingreso neto total
Se divide el ingreso neto total entre la superficie sembrada:
195,775 / 1.5 = 130,517 ingreso neto por hectárea para
obtener el beneficio-costo se divide el valor de la producción total por ha
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entre el costo de producción por ha obtenido en la tabla de registro de
gastos:
240,000 + 12,500 = 252,500 valor de la producción total por ha
252,500 / 121,983 = 2.06 razón beneficio-costo
Si se resta 1 a la razón beneficio-costo, se obtiene la ganancia por cada peso
invertido:
2.06 – 1 = 1.06 Por cada peso invertido se ganaron $1.06.
Podemos ver que los rendimientos obtenidos por ha fueron superiores a los
esperados con el empleo de la tecnología recomendada; sin embargo, la razón
beneficio-costo es inferior, lo que significa que se obtuvo menos dinero por peso
invertido, de lo que se esperaba. Esto se debe a que el aumento de los precios de los
insumos no fue proporcional al de los precios de venta de los productos.
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TABLA DE INGRESOS Y BENEFICIO ECONÓMICO
REFERENCIA CONCEPTO CANTIDAD UNIDADES
Ancho Guajillo
Producción total (fresco) 90 t ----- -----
Producción total (seco) 3.75 t ----- -----
Superficie cosechada (fresco) 1.5 ha 1 1
Superficie cosechada (seco) 1.5 ha 1 1
Rendimiento (fresco) 60 t / ha 58.9 19.1
Rendimiento (seco) 2.5 t / ha 2.3 5.8
Precio por tonelada (fresco) 4,000 $ ----- -----
Precio por tonelada (seco) 5,000 $ ----- -----
Valor de producción total (fresco) 360,000 $ ----- -----
Valor de producción total (seco) 18,750 $ ----- -----
Valor de producción por ha (fresco) 240,000 $ ----- -----
Valor de producción por ha (seco) 12,500 $ ----- -----
Ingreso neto total 195,775 $ ----- -----
Ingreso neto por ha 130,517 $ ----- -----
Razón beneficio - costo 2.06 $ 2.26 2.71
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En el proceso editorial de esta publicación colaboraron las siguientes personas:
Edición: Luis Martín Macías Valdez Erick Baltazar Brenes Fotografías: Luis Martín Macías Valdez Candelario Serrano Gómez Erick Baltazar Brenes
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