Nuevo Documento de Microsoft Word (3)

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Martes, 15 de marzo, 1983 Este extremo del valle, particularmente en una bella y serena mañana como ésta, era apacible, no había ningún sonido de tránsito. Los cerros estaban detrás de nosotros y la montaña más alta de la región tenía más de 6.000 pies. La casa se encuentra rodeada por huertos de brillantes naranjales amarillos, y en el cielo azul no se veía ni una sola nube. En la aun silenciosa mañana, podía escucharse el murmullo de las abejas entre las flores. El viejo roble1 que está detrás de la casa tenía muchísimos años; los fuertes vientos habían roto numerosas ramas muertas. El árbol ha sobrevivido a muchas tormentas, a muchos veranos de calor intenso y a los fríos inviernos. Probablemente podría contarnos innumerables historias, pero esta mañana estaba muy quieto, no soplaba ni una brisa. Todo alrededor de uno se hallaba poblado de verdes y brillantes naranjos con sus frutos amarillos y 1 La siempre verde encina de California. relucientes, y el aroma llenaba el aire -el aroma del jazmín. Este valle está muy lejos de todo el ruido y el alboroto

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Martes, 15 de marzo, 1983Este extremo del valle, particularmente en una bella yserena maana como sta, era apacible, no haba ningnsonido de trnsito. Los cerros estaban detrs de nosotrosy la montaa ms alta de la regin tena ms de 6.000pies. La casa se encuentra rodeada por huertos debrillantes naranjales amarillos, y en el cielo azul no sevea ni una sola nube. En la aun silenciosa maana, podaescucharse el murmullo de las abejas entre las flores. Elviejo roble1 que est detrs de la casa tena muchsimosaos; los fuertes vientos haban roto numerosas ramasmuertas. El rbol ha sobrevivido a muchas tormentas, amuchos veranos de calor intenso y a los fros inviernos.Probablemente podra contarnos innumerables historias,pero esta maana estaba muy quieto, no soplaba ni unabrisa. Todo alrededor de uno se hallaba poblado deverdes y brillantes naranjos con sus frutos amarillos y1 La siempre verde encina de California.relucientes, y el aroma llenaba el aire -el aroma deljazmn.Este valle est muy lejos de todo el ruido y el alborotodel trfico humano, de la humanidad, de todas las cosasfeas que ocurren en el mundo. Los naranjos recincomenzaban a mostrar sus frescas y jvenes flores Elperfume de stas impregnara el valle dentro de unasemana o dos, y se escuchara el zumbido de miles deabejas. Era una maana apacible, y ms all estaba elmundo enfermo, un mundo que se est volviendo ms yms peligroso, ms y ms corrupto, ms y ms embotadoen su bsqueda de entretenimientos, religiosos y de otrasclases. Est prosperando la superficialidad de laexistencia. El dinero parece ser el valor ms grande en lavida y, naturalmente, con l marchan el poder, la posiciny el dolor que todo eso implica.En una maana tan hermosa, yo quiero hablar con ustedacerca de un tema ms bien triste, atemorizador, elsentimiento de aprensin que invade a la humanidad y am mismo. Quisiera comprender realmente -no de maneraslo intelectual o descriptiva- por qu, como tantos otros,me espanta la terminacin de la vida.Matamos con gran facilidad -se llaman deportes conderramamiento de sangre la caza de pjaros pordiversin para destacar la propia habilidad, la caza delzorro, la matanza por millones de las criaturas vivientesdel mar; la muerte parece estar en todas partes. Sentadoen esta tranquila galera, contemplando esos brillantesnaranjos amarillos, es difcil -o ms bien parece impropiohablar acerca de algo tan alarmante. A travs de lasedades, el hombre jams ha resuelto realmente ni hacomprendido la cosa que llamamos muerte.Naturalmente, he estudiado diversas racionalizacionesy creencias religiosas y cientficas que asumen el aspectode realidades; algunas son lgicas, consoladoras, perosubsiste el hecho de que siempre est ah el miedo a lodesconocido.Estuve discutiendo este hecho con un amigo mo cuyamujer falleci recientemente. l es un hombre ms biensolitario y propenso no slo a vivir de sus recuerdos sinotambin a descubrir por s mismo a travs de sesionesespiritistas, mdiums y todo eso, si su esposa, a quienrealmente amaba, se haba evaporado meramente en elaire o si segua habiendo una continuidad de ella en otradimensin, en un mundo diferente de ste.l dijo: Con bastante extraeza me encontr con queen una de estas sesiones la mdium mencion mi nombrey dijo que tena un mensaje de mi esposa. Y el mensajeera algo que slo conocamos mi esposa y yo. Porsupuesto, la mdium puede haber ledo mis pensamientoso puede ser que mi esposa exista. Ese pensamiento estabaen el aire -el pensamiento de ese secreto que hubo entrenosotros. He interrogado a numerosas personas acerca desus experiencias. Y todo eso parece muy ftil y ms bientonto, incluyendo el mensaje de mi esposa, mensaje muytrivial, muy carente de significacin.Yo no quiero discutir con usted si hay una entidadpersonal que contina despus de la muerte. No es se miinters. Algunos dicen que existe una continuidad, otrossostienen que hay una total aniquilacin. Estacontradiccin -la aniquilacin, el fin total de una persona,o la continuidad de un individuo- ha figurado en toda laliteratura, desde la antigedad hasta el presente. Pero param, todo eso no viene al caso. Su validez sigue estando enel reino de la especulacin, de la supersticin, de lacreencia y del deseo de consuelo, de esperanza.Realmente, todo eso no me interesa. Y es lo que enverdad quiero decir. Al menos de eso estoycompletamente seguro. Pero me gustara, si es posible,dialogar con usted acerca del significado de todo ello -detodo este asunto del vivir y morir. Carece todo elloabsolutamente de sentido, de profundidad, de cualquiersignificacin? Millones han muerto y millones nacern ycontinuarn y morirn. Yo soy uno de sos. Y siempreme pregunto: Cul es el significado del vivir y morir?La tierra es hermosa, he viajado muchsimo, he habladocon numerosas personas que se supone son sabias y muyilustradas, pero ellas tambin se mueren.He recorrido una larga distancia para llegar aqu, porlo que tal vez tenga usted la bondad de tomarse tiempopara que discutamos, con serena paciencia, estacuestin.La duda es algo precioso. Limpia, purifica la mente. Elpropio cuestionar, el hecho mismo de que la semilla de laduda est en uno, ayuda a clarificar nuestra investigacin.No slo dudar de lo que todos los dems han dicho-incluyendo el concepto de la regeneracin, y la creenciay el dogma cristianos de la resurreccin, sino tambin laaceptacin del mundo asitico de que existe unacontinuidad. Al dudar de todo eso, al cuestionarlo, haycierta libertad que es indispensable para nuestrainvestigacin. Si podemos descartar todo eso realmente,no slo de manera verbal sino profundamente dentro denosotros mismos, entonces no alimentamos ilusiones. Yes necesario estar libres de cualquier tipo de ilusin -lasilusiones que otros nos han impuesto y las ilusiones quenosotros mismos nos hemos creado. Todas las ilusionesson cosas con las que jugamos; y si uno es serio, lasilusiones no tienen cabida en absoluto, ni tampoco la fese introduce en todo esto.Habiendo, pues, descartado todo eso, no por unmomento, sino al ver la completa falsedad de ello, lamente no est atrapada en las mentiras que el hombre hainventado acerca de la muerte, acerca de dios y de todoslos rituales que ha creado el pensamiento. Uno tiene queestar libre de cualquier juicio u opinin, porque sloentonces puede explorar deliberadamente, realmente, concierta vacilacin, en el significado del diario vivir y morir-en la existencia y el fin de la existencia. Si uno estpreparado para esto, si uno est dispuesto, o mejor an siuno se interesa realmente, profundamente en descubrir laverdad de la cuestin (el vivir y el morir constituyen unproblema muy complejo, un asunto que requiere unexamen muy cuidadoso), por dnde ha de empezar?Por la vida o por la muerte? Por el vivir o por el finalde eso que llamamos el vivir?Tengo ms de cincuenta aos, y he vivido de unamanera ms bien extravagante, interesado en muchas,muchas cosas. Pienso que me gustara comenzar... vaciloun poco, estoy algo indeciso, no s bien por dndedebera comenzar.Yo creo que deberamos empezar por el principio de laexistencia, de la existencia humana; empezar por laexistencia de uno mismo como ser humano.Nac en una familia bastante acomodada, y fui criado yeducado con esmero. He estado en diversos negocios ytengo dinero suficiente; ahora soy un hombre que estsolo. Estuve casado, tuve dos hijos, y ambos, junto conmi esposa, murieron en un accidente automovilstico.Nunca he vuelto a casarme. Pienso que me gustaracomenzar por mi infancia. Desde el principio, comoocurre con cualquier otro nio en el mundo, pobre o rico,hubo una psique bien desarrollada y la habitual actividadegocntrica. Es extrao, cuando uno mira hacia atrs, vercmo eso comienza desde la ms tierna infancia, esaposesiva continuidad ma como J. Smith. Pas por laescuela, expandindome, agresivo, arrogante, aburrido;despus vinieron el colegio y la universidad. Y como mipadre manejaba una buena empresa, entr en sucompaa. Llegu a la cima, y cuando murieron miesposa y mis hijos, empec esta investigacin. Como lessucede a todos los seres humanos, aquello fue una granconmocin interna, un gran dolor -la prdida de los tres,los recuerdos relacionados con ellos. Y cuando el choqueemocional que eso produjo desapareci, comenc ainvestigar, a leer, a interrogar, a viajar por diferentespartes del mundo, hablando sobre esta cuestin conalgunos de los llamados lderes espirituales, los gurs.Lea muchsimo, pero jams estaba satisfecho con lo quelea. Creo, por lo tanto, que debemos comenzar, si es quepuedo sugerirlo, con el vivir real -la formacin cotidianade m cultivada y restringida mente. Yo soy eso. Vea, saha sido mi vida. Mi vida nada tiene de excepcional.Probablemente podra considerrseme comoperteneciente a la clase media alta, y por un tiempo esoresult agradable, excitante, y otras veces aburrido,fatigoso y montono. Pero la muerte de mi mujer y demis hijos, de algn modo me sac de eso. No me hevuelto morboso, pero necesito saber la verdad acerca detoda esta cuestin, si es que existe una verdad conrespecto al vivir y al morir.Cmo se forma la psique, el ego, el s mismo, el yo, lapersona? Cmo ha nacido esta cosa desde la cual surgeel concepto del individuo, del yo separado de todos losdems? Cmo se pone en marcha este movimiento -esteimpulso, este sentido del yo, del s mismo? Usaremos lapalabra yo para incluir la persona, el nombre, la forma,las caractersticas, el ego. Cmo nace este yo? Nacecon ciertas caractersticas transmitidas por los padres?Es el yo meramente una serie de reacciones? Essolamente la continuidad de siglos de tradicin? Es el yoproducto de circunstancias, de incidentes, deacontecimientos? Es el resultado de la evolucin -siendola evolucin el proceso gradual del tiempo- el que pone elacento en el yo y le da tanta importancia? O, comoalgunos sostienen, especialmente en el mundo religioso,la cscara externa del yo contiene realmente dentro de sel alma y la antigua nocin de los hindes, de losbudistas? Es la sociedad la que da origen al yo yfortalece la frmula de que uno est separado del resto dela humanidad? Todos estos conceptos contienen ciertasverdades, ciertos hechos, y constituyen el yo. Y al yo sele ha concedido una importancia tremenda en estemundo. La expresin del yo en el mundo democrtico sellama libertad, y en el mundo totalitario esa libertad esreprimida, negada y castigada. Dira usted, entonces,que ese instinto comienza en el nio con el impulso deposeer? Esto existe tambin en los animales, de modo quetal vez hemos derivado de los animales este instinto deposeer. Donde hay cualquier clase de posesin, tiene queexistir el principio del yo. Y a partir de este instinto, deesta reaccin, el yo crece gradualmente en vitalidad, enfuerza, y adquiere estabilidad. La posesin de una casa, laposesin de tierras, la posesin de conocimientos, laposesin de ciertas capacidades -todo esto es elmovimiento del yo. Y este movimiento le da a uno lasensacin de estar separado como individuo.Ahora puede uno avanzar ms en los detalles. Estnel t, el yo, separados del resto de la humanidad? Esusted, debido a que tiene un nombre separado, unorganismo fsico separado, ciertas tendencias diferentesde las de otro, tal vez algn talento -hace eso de usted unindividuo? Esta idea de que cada uno de nosotros en todoel mundo est separado de otro, es una realidad?, opuede que todo el concepto sea ilusorio, al igual que ladivisin que hemos hecho del mundo en comunidades ynaciones separadas, lo cual es realmente una formaglorificada del sentimiento tribal? Este inters en unomismo y la idea de que la propia comunidad es diferentede otras comunidades, de otros yoes, se basa en unarealidad factual? Por supuesto, usted puede decir que esreal porque usted es norteamericano y otros sonfranceses, rusos, indios, chinos, etc. Estas diferenciaslingsticas, culturales, religiosas, han originado desastresen el mundo -guerras terribles, dao incalculable. Ytambin, desde luego, en ciertos aspectos de ello hay unagran belleza, como en la expresin de algunos hombresde talento, como un pintor, un msico, un cientfico,etctera. Se considerara usted a s mismo como unindividuo separado, con un cerebro separado que essuyo y de nadie ms? Ese es su pensar, y se supone quesu pensar es diferente del pensar de otro. Pero, es enabsoluto individual el pensar? O slo existe el pensar,que es compartido por toda la humanidad, ya se trate delms talentoso de los cientficos o de la persona msignorante y primitiva?Todas estas preguntas y ms, surgen cuando estamosconsiderando la muerte de un ser humano. De modo que,observando cuidadosamente todo esto -las reacciones, elnombre, la forma, el instinto posesivo, el impulso de estarseparado de otro (impulso alimentado por la sociedad ylas religiones)-, al examinar todo esto con lgica, consensatez, razonablemente, se considerara a s mismo unindividuo? Esta es una pregunta importante en elcontexto del significado de la muerte.Veo lo que usted quiere decir. Tengo unacomprensin intuitiva, una percepcin de que en tantopiense que soy un individuo, mi pensar estar separadodel pensar de los dems -mi ansiedad, mi dolor, mesepararn del resto de la humanidad. Tengo la sensacin-por favor, corrjame si no es as- de que he reducido elvasto y complejo vivir del resto de la humanidad a unasunto muy pequeo, mezquino e insignificante. Estusted diciendo, efectivamente, que yo no soy en absolutoun individuo? Que mi pensar no es mo? Y que micerebro no es mo, que no est separado de los demscerebros? Es eso lo que usted insina, lo que sostiene?Es sa su conclusin?Si me permite sealarlo, la palabra conclusin no sejustifica. Concluir significa cerrar algo, terminar con ello-concluir un argumento, concluir una paz despus de unaguerra. Nosotros no estamos concluyendo nada; sloestamos sealando, porque debemos alejarnos de lasconclusiones, de la finalidad y esas cosas que limitan, querestringen nuestra investigacin. En cambio el hecho, elhecho racional, observable, es que su pensar y el pensarde otro son similares. La expresin de su pensar puedevariar; si usted es un artista puede expresar algo de ciertamanera, y otra persona que no es artista puede expresarlode una manera distinta. Usted juzga, evala de acuerdocon la expresin, y entonces la expresin lo divide austed como artista, lo separa de otro como jugador deftbol. Pero usted como artista y l como jugador deftbol, piensan. Ambos sufren, experimentan ansiedad,gran dolor, desengao, aprensin; uno cree en Dios y elotro no cree en Dios, uno tiene fe y el otro no tiene fe,pero esto es comn a todos los seres humanos, aunquecada uno pueda pensar que es diferente. Yo puedo pensarque mi dolor es por completo diferente del dolor de otro,que mi soledad, mi desesperacin son totalmenteopuestas a las de otras personas. sa es nuestra tradicin,se es nuestro condicionamiento, hemos sido educadospara eso -uno es un rabe, otro es un judo, etctera. Y deesta divisin se origina no slo la individualidad, sino lasdiferencias raciales de las comunidades. El individuo, alidentificarse con una comunidad, con una nacin, conuna raza, con una religin, genera invariablementeconflicto entre los seres humanos. sa es una ley natural.Pero nosotros slo nos interesamos en los efectos, no enlas causas de la guerra, en las causas de esta divisin.De modo que estamos meramente sealando, noafirmamos nada, no sacamos la conclusin de que usted,seor, es psicolgicamente, profundamente, el resto de lahumanidad. Sus reacciones las comparte toda lahumanidad. Su cerebro no es suyo, ha evolucionado enel tiempo durante siglos. Usted puede estar condicionadocomo cristiano, puede creer en diversos dogmas yrituales; otro tiene su propio dios, sus propios rituales,pero todo esto es producto del pensamiento. Estamos,pues, poniendo profundamente en duda que el individuoexista en absoluto como tal. Somos la humanidad total,cada uno de nosotros es el resto de la humanidad. Esta noes una declaracin romntica, fantstica; y es importante,necesario entenderla si vamos a considerar juntos elsignificado de la muerte.Qu dice a todo esto, seor?Debo decir que estoy desconcertado con todos estosinterrogantes. No s bien por qu siempre me heconsiderado separado de usted o de algn otro. Lo queusted dice parece verdadero, pero tengo que reflexionar alrespecto, necesito un poco de tiempo para asimilar todolo que usted ha dicho hasta ahora.El tiempo es el enemigo de la percepcin. Si va usted areflexionar sobre lo que hemos hablado hasta aqu, si va aargir consigo mismo, a discutir lo que se ha dicho, aanalizar lo que hemos considerado juntos, ello va atomarle tiempo. Y el tiempo es un nuevo factor que seinterpone en la percepcin de lo verdadero. De cualquiermodo, lo dejamos por el momento?Volvi despus de un par de das, y se le vea bastantetranquilo y ms interesado. Era una maana nublada yprobablemente llovera. En esta parte del mundo senecesita mucho ms de la lluvia, porque al otro lado delos cerros hay un vasto desierto. Debido a eso, por lasnoches hace aqu mucho fro.He regresado despus de varios das de sereno pensar.Tengo una casa frente al mar y vivo all completamentesolo. Es una de esas pequeas cabaas costeras, y unotiene frente a s la playa y el azul Pacifico; se puedecaminar millas y millas por la playa. Yo generalmentesalgo para hacer largos paseos en la maana o en elatardecer. Despus de verle a usted el otro da, camin alo largo de la playa, tal vez unas cinco millas o ms, ydecid regresar y verle nuevamente. Al principio me sentmuy perturbado. No poda comprender del todo lo queusted deca, lo que me sealaba. Aunque soy una personams bien escptica sobre estas cuestiones, permit que lodicho por usted ocupara mi mente. No era queinternamente yo lo aceptara o lo negara, pero meintrigaba; y deliberadamente uso la palabra permit-permit que penetrara en mi mente. Y luego dereflexionar un poco, sub a mi auto, y despus de manejara lo largo de la costa regres tierra adentro hasta llegaraqu. Es un valle muy hermoso. Me alegro de encontrarleaqu. Podramos, pues, continuar con lo que estuvimosconsiderando el otro da?Si es que lo comprendo claramente, usted estuvosealando que la tradicin, el pensamiento largamentecondicionado, puede producir una fijacin, un conceptoque aceptamos fcilmente, tal vez sin demasiadareflexin -aceptamos la idea de que somos individuosseparados. Y cuanto ms pienso al respecto -uso lapalabra pienso en el sentido corriente de pensar,racionalizar, cuestionar, argumentar- es como si estuvierasosteniendo una discusin conmigo mismo, un dilogoprolongado; y pienso que capto realmente lo que todoello implica. Veo lo que hemos hecho del maravillosomundo en que vivimos. Veo toda la secuencia histrica.Y despus de un considerable ir y venir del pensamiento,comprendo realmente la profundidad y verdad de lo queusted ha dicho. De modo que si dispone de tiempo, megustara avanzar ms en todo esto. Como usted sabe, yovine en realidad para descubrir cosas acerca de la muerte,pero veo la importancia de empezar por la propiacomprensin de uno mismo y, a travs de la puerta del yo-si es que puedo usar esa palabra- llegar a la cuestin delo que es la muerte.