NÚMERO PRELUDIOS -...

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2 PRELUDIOS REVISTA CULTURAL DE LAS SOCIEDADES "CERVANTES" Y "MINERVA" DEL INSTITUTO NACIONAL DE PANAMA SEPTIEMBRE DE 1926 SUMARIO SECCION MINERVA EDITORIAL Dos caminos para obtener la antono- mía económica de un país La personalidad moral como factor decisivo en la vida del maestro Impresiones de una tarde Por qué no progresamos La envidia, doloroso exponente de nuestra cultura : Ante los Amigos del Instituto Por qué fracasamos SECCION CERVANTES EDITORIAL Luis E. González Raúl D. Berbey S . Pérez Ángulo Jorge E. Correa F. Bethancourt S. Pérez Ángulo Luis E. González Discurso Por la Patria El interior y la Capital de Panamá Chambo--nadas Jam aqueandito Don Manuel J . Hurtado Los panameños son puntuales Canto de vida E. A . Chambonnet J. Alberto Morales J . M. Varela a cargo de Each a cargo de Jam Amado Escartin M. M. C. J . A . Morales IMP. EL HERALDO .PANAMA .-1926

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AÑo1NÚMERO2

PRELUDIOSREVISTA CULTURAL DE LAS SOCIEDADES "CERVANTES" Y "MINERVA"

DEL INSTITUTO NACIONAL DE PANAMA

SEPTIEMBRE DE 1926

SUMARIO

SECCION MINERVA

EDITORIAL

Dos caminos para obtener la antono-mía económica de un país

La personalidad moral como factordecisivo en la vida del maestro

Impresiones de una tardePor qué no progresamosLa envidia, doloroso exponente de

nuestra cultura :Ante los Amigos del Instituto

Por qué fracasamos

SECCION CERVANTES

EDITORIAL

Luis E. González

Raúl D. BerbeyS. Pérez ÁnguloJorge E. Correa

F. BethancourtS. Pérez ÁnguloLuis E. González

DiscursoPor la PatriaEl interior y la Capital de PanamáChambo--nadasJam aqueanditoDon Manuel J . HurtadoLos panameños son puntualesCanto de vida

E. A. ChambonnetJ. Alberto MoralesJ. M. Varelaa cargo de Eacha cargo de JamAmado EscartinM. M. C.J. A. Morales

IMP. EL HERALDO .PANAMA .-1926

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BIBLIOTECA DEL INSTITUTO NACIONAL DE PANAMA

La Biblioteca se encuentra actualmente dividida en diez grandes series

cada una de las cuales se va subdividiendo sucesivamente en otras diez.

Serie 0 :—Comprende obras generales que tratan de asuntos indeter-

minados.—Enciclopedias, Revistas de todas las naciones, Periódicos, & &.

Serie 1°:—Comprende el extenso ramo de Filosofía, obras psicológicas.

éticas, etc.

Serie 2°--Comprende obras de Religión.

Serie 3°:--Comprende obras de Sociología .—Cuestiones gubernativas.

cas, Astronomía, Geología, Botánica, Zoología, Química, etc .P

Serie 6°:--Comprende obras de Ciencias Aplicadas .—Ingeniería, Eco-

nomía doméstica, Comercio, etc., etc.

Serie 7 ° —Comprende obras de Bellas Artes.—Arquitectura, Agricul- 4tura, Dibujo, Pintura, Música, etc ., etc .

Serie 8 ° :—Comprende obras de Literatura .—Poemas, Dramas y Ensa-

yos de todos las lenguas y épocas .

.

Serie 9 ° :-- Comprende obras de Historia y Geografía .—Asuntos de via-

jes, biografías colectivas, historias, etc.

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A cada volumen corresponden dos tarjetas : una en la cual figura el

nombre del autor, en primera línea, y a continuación la leyenda necesaria

para localizar el libro en el estante, tablilla y lugar que ocupe en ella ; y la

otra que lleva como título primordial la materia de que trata la obra, sien.

do en lo demás idéntica a la anterior . La Biblioteca del Instituto Nacional

ofrece sus servicios a las personas extrañas al plantel, siempre que ellas se

ajusten al Reglamento interno del establecimiento.

Con el arreglo expuesto basta al visitante indicar al señor Biblioteca-

rio el autor o asunto de la obra que necesita para que enseguida vea realiza-

dos sus deseos.

económicas, legislativas, educativas, etc ., etc.

Serie 4°: Comprende obras de Filología.—Gramáticas y diccionarios

de los diferentes idiomas, etc.

Serie 5°:--Comprende obras de Ciencias Puras o Exactas .—Matemáti-

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PRELUDIOSRevista Mensual. - Saldrá el 15 de cada mes.

ESTA EDICION SE HA ADELANTADO DEBIDO A LOSEXÁMENES

Valor del número suelto B . 0 .10DESEAMOS CANJE CON OTRAS REVISTAS

AGENTES EN PANAMAEn la Escuela Profesional de Mujeres

Señorita Lilia Brenes"

Evelia Mag"

Guillermina Morales"

Angela Martínez

En la Escuela Normal de Institutoras:María Enriqueta González R.

En la Escuela de Artes y Oficios:Señor Ceferino Espino

NECESITAMOS AGENTES EN EL INTERIOR DE LA REPUBLICA

Para todo lo relacionado con la administración diríjase a los señoresERASMO A. CHAMBONNET o a LUIS E. GONZALEZ. - Apartado 873

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Todos artículos elaborados en Panamá por empleadospanameños y a base de

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SOCIEDAD MINERVADirector : SERGIO PEREZ ÁNGULO.

Redactor : RAUL D. BERBEY.

AÑo I

EDITORIAL

. .Recorrer la mirada por las páginas delos diarios, escurcucear nuestras revistasde cabo a rabo como dice, pedir opinióna los amigos acerca de tal o cual escritornacional, nos llena de tristeza siempre quelo hacemos, porque nuestros diarios se o-cupan con mayor propiedad de insultar,de reproducir artículos políticos inspira-dos en odios personales y en

conveniencias mal entendidas y no de reformarnuestro ambiente, bastante necesitado demoral social.

Por otra parte, nos apena sobremanerala circunstancia de que no damos impor-tancia a los pocos buenos escritores nacio-nales que poseemos, quizá por la tenden-cia injustificada que nos aguijonea a ala-bar y proteger todo lo extraño y a mirarcon desdén el producto nacional, fruto denuestras entrañas y redención única dela libertad del país.

Aquí no deseamos ni necesitamos plu-mas candentes para propagar el mal, elencono y la malicia, aqui, debido a lo ex-puesto anteriormente, nos hacen falta es-critores sanos, morales, que levanten lacultura del país y que por medio del estu-dio concienzudo de las necesidades quenos aquejan, presenten reformas y cami-nos más seguros que nos conduzcan a lafelicidad . "Reformarse es vivir" pero es-ta reforma debe buscarse forjando obrasplausibles y dejando huellas que preconi-cen la obra benefectora.

Mas, triste es confesarlo, los educadoresobligados moralmente a sentar por doquie-ra el orden, muchas veces somos los pri-meros incendiarios, los irreflexivos, queolvidando la misión que nos correspondenos dejamos conducir por las pasiones delvulgo turbulento. No se tengan por anto-jadizas estas opiniones basadas en diver-sas razones ; una de las cuales es la cir-cunstancia de q' la gran mayoría de nues-tros maestros al dispersarse por los ám-bitos de la República, descuidan su minis-terio, se dedican a conseguir popularidad

Srio. de Rdción . : SIMON QUIROS Y Q.

Administrador : LUIS E . GONZALEZ.

política por todos los medios abordables,abandonando asi su deber, y a dos señoresno se puede servir satisfactoriamente.

. .En nuestro concepto, no es tachable elq' se trate de ascender por medio lícitosy merecimientos notorios, pero buscar lapolítica como escala ascendente y no lasobras y méritos personales, lo considera-mos abomiable, máxime si lo hace un-maestro que debe ser exponente de mo-ral social.

Y no es extraño encontrar por doquierperoratas de preceptores inspiradas enrevoluciones lugareñas, cuando más biendebieran emplear su talento en escribirsobre algo que ilustre al pueblo, lo enseñea trabajar y a vivir en convivencia en lasociedad.

Pero estos señores han olvidado la no-ción del deber, no se han detenido a ave-riguar en qué consiste la grandeza y soloven con los atrofiados ojos del alma, losasuntos lugareños que nada significan lamayoría de las veces, y que restan perso-nalidad casi siempre al hombre que seestima.

Estos educadores que salieron del cole-gio bien intencionados, han olvidado sucometido, cortesía y serenidad, para tra-tar situaciones difíciles.

Podría un educador, nos preguntamos,hacer labor fecunda si no aparta de si lasquimeras políticas y prejuicios personales? Seguramente que no.

Nosotros somos los llamados a enseñarlas buenas costumbres, a moralizary civilizar nuestros pueblos y ello lo alcanzare-mos, no gastando nuestras energias men-tales para producir artículos de pacotilla,incendiarios, sino creando algo nuevo, útily educando, ya por medio del buen ejem-plo, ya por medio de la prensa.

Seamos, pues, más discretos y ocupé-monos de tratar todo lo que dignifiquenuestra personalidad y eduque al puebloy solo asi cumpliremos nuestra ímproba yabnegada tarea.

PANAMÁ, SEPTIEMBRE DE 1926 NÚMERO 2

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PRELUDIOS

Trabajo libre presentado por Luis E . Gon-záles en el Aula Máxima del Instituto Na-cional el sábado 21 de Agosto de 1926.

Con motivo de la presentación en cuerpode la Sociedad "Minerva.

DOS CAMINOS PARA OBTENER LAAUTONOMIA ECONOMICA DE UN

PAIS

Es sabido que en nuestro siglo los pue-blos no tienen más medio efectivo de con-quistar 'su libertad, en el sentido extensode la palabra, que comenzar por emanci-parse económicamente, de aquí la vital im-portancia que para el mundo tiene esteproblema y la variedad de esfuerzo y detáctica seguidas con este fin por los di-versos pueblos. Pero ocupémonos especial-mente de nuestra América hispana quetan desesperadamente lucha por alcanzaruna independencia total de la vieja Euro-pa. Desgraciadamente, no solo tiene queluchar contra las potencias comercialeseuropeas sino que tiene al norte un ene-migo igualmente fuerte y mil veces máspoderoso, por encontrarse tan intimamenteligado a ella .,

Veamos, pues, dos de los sistemas máseficaces empleados para la salvación eco-nómica, de cuyo éxito nos han dado prue-ba elocuente muchas de las que hoy sonpotencias mundiales.

EL LIBRE CAMBIO

El sistema es bien claro : Se trata uni-camente de abrir de par en par las puer-tas del mercado Nacional a todos losproductos, ofreciendo toda clase de como-didades y de protecciones a la importación.Pero los países que siguen esta táctica e-conómica deben reunir una serie de con-diciones especiales por que de lo contra-rio marcharían indefectiblemente a laruina. Veamos cuales son estas condicio-nes, escogiendo como tipo una de las na-ciones que por este medio han logrado, nosólo ver resuelto el problema económicoventajosamente, sino colocarse a la van-guardia de las potencias comerciales . Seapor ejemplo la Gran Bretaña. Sería largoy cansado extender aquí en detallesgeográficos de Inglaterra, como quiera queson datos harto conocidos de todos : bás-teme pues, citar aquellos puntos que sonimprescindibles.

Comencemos por conciderar la situa-ción de Inglaterra . Un grupo de islas si-tuado frente al más civilizado de los con-tinentes y perfectamente libre de comu--

nicarse con el nuevo mundo, no menos ci-vilizado. Basta con esta circuntancia paraque este sea un país eminentemente co-mercial ; por otra parte, su situación hacede su clima, gracias a la Corrientte delGolfo de Méjico, campo propicio para cul-tivos de zonas climatológicas muy dife-rentes, desde las plantas propias de laregión mediterranea hasta las de los cli-mas templados que son las que logícamen-te le corresponden.

La crianza de animales ha alcanzado ungrado de desarrollo y perfección tal queson famosos en el mundo entero los torosde Durham, las ovejas de Sherland y loscaballos de pura sangre ingleses . Pero to-do esto no justificaría el estado económi-co de Inglaterra, sin la extraordinaria ri-queza de su subsuelo . Este es el verdade-ro fundamento de su grandeza. Son fabu-losos en el mundo entero los yacimientosinagotables de hierro y de carbón ; porotra parte, el cobre, el estaño, el grafitoy la sal gema completan los elementosbásicos del desarrollo de su industria po-derosa.

Como consecuencia obligada, los ingle-ses son esencialmente mineros, industria-les y navegantes . No necesitan proteger laindustria nacional porque esta es tan po-derosa que puede competir ventajosamen-te con todas las del mundo . Posee coloniasque le facilitan cuanta materia prima de-see y le sirva además de excelente merca-do para sus productos.

En estas condiciones, y teniendo encuenta que Inglaterra no es tan producto-ra de materia prima para la industria tex-til, ¿qué le queda sino abrir sus puertasa la importación y dejar que el mundo leenvíe sus materias primas, ya que no susproductos elaborados, pues sería inútil.

En efecto : Liverpool importa el algodónen bultos, de las diversas partes del mun-do, Manchester lo teje y lo devuelve almundo convertido en telas, en tan granescala, que casi el treinta y tres y terciopor ciento de las telas de algodón que seconsumen en el mundo son de proceden-cia inglesa.

Bien claro se ve la razón que mueve aInglaterra a poner en práctica el libre cam-bio como medio eficaz para su florecimien-to. Cualquiera de nuestros países que seencuentre en condiciones análogas, es na-tural que haga lo mismo sin temer los re-sultado, pero sería descabellado queun país, estando fuera de estas condicio-nes, intentara hacer lo mismo.En breve labancarrota le mostraría lo errado del camino entregándole maniatado a la explota-ción mundial .

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PROTECCIONALISMO

Fácil es encontrar un país que se valgade esta táctica económica . Los E. E. U. U.es el país proteccionalista por excelencia;tiene que serlo así, pues a ello se ve impul-sado por un cúmulo de circunstancias quesaltan a la vista.

Poseen los E. E. U. U. una extensión te-rritorial tan grande, que comprenden den-tro de sí a todas las zonas y todos los cli-mas, nada les falta para vivir de sí mis-mos, como Inglaterra posee los mineralesmás preciados para la industria, y sobreInglaterra posee los metales, oro,plata, cobre & . Por otra parte, posee, cosaque falta a Inglaterra, todas las plantastextiles que requiere una industria ente-ramente desarrollada.

La ganadería es poderosa, y como es desuponer sus productos son intensamentemanufacturados ; bastaría dar un vistazoa Chicago para convencerse de la verdad.

Así, pues, a los E. E . U. U. nada les faltay por tal motivo nada tienen que impor-tar, antes por el contrario, todo lo produ-cen con exceso y todo lo exportan . Nece-sitan mercados para la enorme cantidadde sus productos y se los procuran por to-da nuestra América sin omitir medios pa-ra lograrlo. De aquí la amanaza quehoy constituyen para nuestra libertad eco-nómica . Sus productos nos invaden y ha-cen sucumbir a los nuestros inevitable-mente, por su precio y su abundancia,(muy pocas veces por su calidad .)

Fuerza es que nuestros países tomenuna determinación y se tracen una líneade conducta tendiente a destruir la con-quista económica de que somos objeto.Hay muchos de nuestros países que se venobligados a abrir sus puertas a libre cam-bio ya que dentro de sí no tienen todocuanto pueden necesitar . Ellos lo puedenhacer, y el éxito responderá a su intentosi este es acertado. Otros hay, que con-siderandose capaces de producir y manu-facturar cuanto necesitan, bien podríanobstaculizar la importación que tantasmolestias les causa y dedicarse a producirno solo para sí, sino para competir en losmercados del mundo, con todos los demásproductos.

No podemos detenernos aquí desgracia-damente a considerar uno por uno todosnuestros países estudiando su estado eco-nómico ; tendremos que contentarnos conescoger uno solo y contemplarlo desdeeste aspecto . Ninguno más importante pa-ra nosotros que el nuestro, y por eso es-cojo a Panamá .

¿Podrá Panamá vivir de sí misma y con-quistar una posición económica satisfacto-ria?—¿Necesitará abrir sus puertas al li-bre cambio para obtener de la importa-ción todo aquello que le falte y sin lo cualno es posible a ningún país vivir econó-micamente libre, dueño de sus actos y desus arcas?

—Panamá no puede vivir dentro de síporque es demasiado pequeña y por queno produce cuanto necesita totalmente,pero no puede ni debe abrir absolutamen-te sus puertas al libre cambio, sencilla-mente porque no lo necesita y por queesto redundaría en perjuicio de riquezasaprovechables que posee y que porestemotivo están semi-intactas . Bien puederestringirse en Panamá la importación deproductos manufacturados quepodemoshacer aquí no sólo para nosotros sino pa-ra la exportación. El azúcar y sus deriva-dos por ejemplo, no tienen razón ningunapara venirnos de otro país, cuando aquílos producimos superiores en calidad.

No hablemos de productos agrícolas e-sencialmente industriales como las plan-tas textiles que ni siquiera intentamoscultivar. Creo que la restricción más ab-soluta sería medida sabia para nuestrasalvación . económica, pero en el caso deque se dirija sobre aquello que aquí pro-ducimos. En cambio, bien podemos dejarentrar cuanto instrumento manual, cuan-ta máquina industrial se presente, sin gra-var en nada su introducción, para armarasi la mano de nuestros industriales y denuestros agricultores, de modo que pue-dan sacar de nuestra riqueza natural in-terna todo aquello que ella les ofrecemientras que por otro lado se les haceolvidar los productos extranjeros, puesse les demuestra prácticamente que aquí,con productos, capital y obreros nacio-nales. podemos ponernos a la altura delos artículos que hoy nos invaden.

Afortunadamente para nosotros, yanuestros capitalistas inician un movimien-to industrial, que de ser debidamente pro-tegido y secundado por el Gobierno, pron-to dará a conocer a Panamá todo lo queella vale y hará ver a nuestros agriculto-res lo que deben cultivar, animándole conla perspectiva de un mercado seguro ycercano que le ofrece la garantía que ne-cesita para emprender su labor . Pero almismo tiempo que protege la industria,el Gobierno debe estar facultado para re-gular los precios de sus productos, evitando así que so pretexto de unproteccionalismo mal entendido, se haga al con-sumidor víctima del alto costo de los pro-

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duetos nacionales que produzcan ambicio-sos capitalistas.

Ojalá nuestro Gobierno adopte prontola táctica que le conviene al país, para q'nosotros que tanto lo deseamos, podamosver el renacimiento de una Panamá librey rica, independiente desde el punto devista económico, gracias a los esfuerzosde sus hijos trabajadores y tenaces quehan sabido encontrar el verdadero y rectocamino hacia la deseada autonomía.

LA PERSONALIDAD MORAL COMOFACTOR DECISIVO EN LA VIDA DEL

MAESTRO

Raúl D. Berbey.

Varias ideas se han lanzado acerca dela conveniencia que reportaría para laInstrucción Pública la creación de un cuer-po de educadores versados en psicología,cuerpo destinado a conocer los instintosvocacionales de cada alumno, para de es-ta manera evitar el que sigan la carreradel magisterio individuos que no le tienenningún afecto, ni sienten por tan dignalabor la inspiración y temor que sólo en-gendra la vocación.

También se ha dicho mucho sobre elutilitarismo que corroe el espíritu delmaestro, quien ávido de ganarse de modomenos arduo el pan cotidiano, sólo ve ensu profesión un medio especulativo, y nola digna y redentora tarea de modelaralmas infantiles, de formar hombres cir-cunspectos, sanos de corazón, activos entodas las bienhechoras manifestaciones dela vida, y, en síntesis, la creación de miem-bros de una colectividad, a la cual daránla mayor perfección posible.

Pero es el caso, que no sólo requiere unmaestro la vocación, para ser un educa-dor hábil, capaz de transformar el másáspero carácter y el cerebro más tardíoen concebir ideas ,sino que le hace faltaen primer término, la personalidad mo-ral, que comienza a formarse en el hogary que adquiere su mayor robustez en laescuela.

Este factor tan importante no ha me-recido gran atención de nuestros educado-res, quienes por lo regular, se han con-formado con la eficiencia intelectual delmaestro preparan, resultando de esto unsinnúmero de preceptores que poseen to-dos los atributos de al competencia o ido-

neidad, que salen de las aulas con luci-das calificaciones, hablándonos de Platón,de Aristóteles, de la teoría de la Relati-vidad, de Metafísica, y de cuanta cienciaimpositiva crearon los hombres para des-truir la preciosa sencillez y hacer la con-cepción del cosmo difícil, pero que delan-te de los bancos de la escuela son las nu-lidades mayores, y peor todavía, los quellevan al fracaso toda una juventud, porque pobres de espíritus, sin iniciativas,sin dignidad personal y sin carácter parallevar una vida sobria, estos maestros notienen autoridad para encaminar a sus e-ducandos por senderos rectos, ni poseentampoco el concepto del deber que debeninculcar al niño.

Así nos encontramos en la vida con jo-venes maestros bastante ilustrados, en-fermos de verborrea, pero que no hacenlabor digna de mención en el campo delMagisterio, debido a la poca seriedad queles caracteriza . Unos pasan el tiempo enfútiles placeres y otros en la abominablePOLITIQUERIA que termina por degra-dar al hombre y hacerlo indiferente hastapara consigo mismo, porque descuidatanto el ideal como el sentimiento.

En cambio, de nuestros colegios tam-bién salen a diario jóvenes, que sin haberalcanzado un porcentaje elevado de notas,cumplen en la vida con su sagrada mi-sión, cincelan almas infantiles hasta tor-narlas en nobles y productivas y siemprepor doquiera el bienestar futuro de la Pa-tria y de una humanidad.

Cómo explicarnos esta paradoja? A mimodesto entender, los primeros, enso-berbecidos con su clara inteligencia, sesustrajeron a la purificación del "YO ",desatendieron la conciencia que cual laplanta necesita de abono y el abono dela conciencia es el buen ejemplo . Los se-gundos, hombres sanos, con una acriso-lada personalidad moral, triunfan, dan losfrutos deseados y ponen muy en alto elnombre del plantel donde se educaron.Mas, esos triunfos, en verdad, no sonobras del establecimiento de enseñanza,que les engendró la ilustración ; es obrapersonal, si se tiene en cuenta que las ac-tuales orientaciones de la enseñanza no sese han encaminado hacia este factor tandecisivo en la vida del ciudadano.

(Abro este paréntesis, para hacer cons-tar que nuestro actual Rector se esta prec-.cupando por este factor que inspira mi tra-bajo).

Por otra parte, los maestros disipados,que no se consagran a su trabajo, consti-tuyen un baldón para el establecimientoque los habilita, lo cual puede evitarse con

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la selección del personal docente, respectode la personalidad.La votación no siempre se manifiesta enel hombre, cuando este se agita en 1 as au-las del colegio, ni mucho menos en la edadinfantil, en que no se tienen rumbos fijos.En esa época somos cual la veleta que cam-bia de dirección según los vientos quesoplan, de donde se infiere, que la vocaciónresalta cuando se ha conseguido la forma-ción de la personalidad moral, por una deesas misteriosas leyes de atavismo que per-miten que en una de las muchas oportuni-dades de la vida, se manifiesten las apti-tudes y actividades que han dormido ennuestro ser mucho tiempo y que al fin sedeclaran de manera notoria.

¿Cuántas veces erramos en los diferen-tes-campos de la actividad sin dar resulta-do apreciable y sin conseguir el fruto queanhelamos, hasta que un día, de modo enig-mático, nos arrastra la pasión hacia algoque jamás creímos amar y vencemos,triunfamos y nos hacemos célebres. Aqué se debe esto?

Entendemos, pues, la vocación será a-tributo espontáneo del hombre en la pri-mera etapa de su existencia racional?

Los ejemplos anteriores nos demuestranincontrovertiblemente que ella es fruto dela edad madura -y no de la adolescencia yademás, que no está sujeta a manifestar-se en período definido.

De esta suerte, la vocación no es el fac-tor que más consideración nos merece, sinola personalidad moral que tiene como atri-buto principal el cumplimiento del deber.

El deber, que es una fase de la morali-dad, un método de desarrollo individual,la manifestación de la racionalidad, de lahombría, de la dignidad, de la fuerza deenergía que mantiene la gravedad del cos-mos, es también la síntesis de la civiliza-ción y moralización de las sociedades ; por-que cumplir con el deber es ser moral y ci-vilizado y construir así la admirable obrallamada humanidad, hija y engendradoracomo debe ser, del bien.

La moral, el orden y el deber, son trespreceptos correlativos ; viven y se multi-plican en la más íntima concordia, peroaislados no cumplen con la función socialordenadora, moralizadora y creadora delbien. Con el cumplimiento del deber laconciencia se desarrolla, el fin de la vidaadquiere idealidad, la idea de responsabili-dad se nos presenta sencilla y los derechosque nos corresponden, claros . He aquí loque entiendo por personalidad moral o con-ciencia.

El preceptor que la posee hace hermosa

labor pues no solo abre a los ojos del niñonuevos horizontes, sino que también creaen él sentimientos sanos y el control de lavoluntad contra los instintos . perniciosos.

Sería plausible el que se escogieran losmaestros desde este punto de vista esbo-zado, con lo cual se evitarían tantas con-trariedades al ramo de Instrucción Públicay se alcanzarían la felicidad y eficiencia dela enorme masa de educandos que estánllamados a la creación de la cultura nacio-nal

IMPRESIONES DE UNA TARDE

Sergio Pérez Angulo

Hace ya algún tiempo, una nota de invi-tación llegó a nuestras manos . La Socie-dad Camena a la Sociedad Minerva.

Era un gesto de confraternidad suavey coquetón que aquella sociedad nos diri-gía, y ante él, nos sonreíamos de placer.

"La Sociedad Camena auspiciada por losTalleres Escuelas, organiza una serie dereuniones sabatinas destinadas a desarro-llar la cultura, la confraternidad y el es-píritu de investigación de los estudiantes"

. . . .Tales son las primeras frases que lee-mos. Quién no reacciona para regocijar-se al sentir el timbre que anuncia renova-ción?

Realmente, nos ha sorprendido esta noti-cia. Cuando menos creíamos, cuando másorgullosos estábamos de nuestras iniciati-vas, hemos visto adelante la bandera de uncolegio de mujeres, que invita a acelerar elpaso en el adelanto cultural presentandomedios de apreciable valor práctico.

Seguimos leyendo . Un pequeño progra-ma. Tres. tesis igualmente llenas de atrac-ción e interés, nos dicen que se trata másque de motivos de placer y diversión, delpropósito firme q ' se tiene para establecerel acercamiento espiritual de la juventudestudiosa, y para proporcionarle campos deensayos culturales.

Movidos, pues, por la curiosidad, en ungesto de extrema osadía, nos atrevimos aacudir al torneo, temerosos de ser tentadospor el fragor de la contienda intelectualanunciada, ya que nos había faltado tiem-po para prepararnos, pero convencidos deque al menos, habríamos de conquistar allámuchas ideas y daríamos gozo al espíritucontemplando el cuadro más edificante yplausible que en la lucha procultura senos podía ofrecer. Y seguros al mismotiempo de que respondíamos a nuestro de-

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PRELUDIOS

ber de educadores, nos expusimos a lo quepudiera sobrevenir, antes que permitir senis tildara de impuntuales e indolentes,porque falta al deber de hombre educado-quien quiera que desprecie una invitacióncomo la de la Sociedad Camena.

Hemos llegado . . . . Mucha alegría . . ..Donde quiera las muchachas, siempre son-rientes charlan de la impuntualidad de losjóvenes colegiales . . . . del desconocido éxi-to de la fiesta . Y parece que les inquietaracomo una pena . . . .un pequeño desconsue-lo . . . . Nos hemos permitido darles unavoz de aliento y asegurarles que la impun-tualidad no obedece a ninguna intención,indudablemente circunstancias adversas ymuy ajenas a la voluntad de los invitados . ..Y en t anto que reíamos de placer en mediode una charla llena de cierta confianza a-gradable . . . . En tanto que nuestros espíri-tus sobresaltados de entusiasmo manabanilusciones y alegrías, las gentiles damitasde Los Talleres Escuelas, se acercabancon bandejas de refrescos, para idealizarel brindis, ya con miradas llenas de suges-tión o con sus frases melodiosas, cuyo a-cento suave parecía más dulce que el mis-mo refresco.

El reloj ha anunciado las tres de la tar-de. Se siente como una desilusión en losorganizadores . . . . Los colegios ni siquierahan tenido la galantería de excusarse . . ..Sin embargo hay mucha gente, mucha sa-tisfacción en la concurrencia y se desea oírlas frases de apertura.

Los concurrentes se han reunido en unasala larga, que se me figura algo así comoel recinto de una capilla interiorana. Porqué no se le dará a esta escuela un localdigno de ella?

Ahora puedo ver mejor todas las dami-tas que antes revoloteaban debajo de losárboles en el patio . Son niñas de muy va-riados aspectos . Yo veo en ellas las legí-timas feministas, las de la práctica . Medeleito mirándolas . . . . morenitas pálidasde ojos inquietos . . . . Trigueñitas indesci-frables . . . . pensativas y tranquilas . . ..Todas silenciosas aguardan la voz de uncaballero que ha de abrir el acto . . . . Seha levantado, con frases bien pensadas nosha saludado, y nos ha explicado luego lafinalidad que los mueve . Después ha ter-minado y en el recinto estrecho, los aplau-sos quieren ensordecernos.

Queda pues, abierto el acto . La Presi-dencia presenta el siguiente tema : Cuálesserán los medios más apropiados para al-conzar el mayor desarrollo iintelectual,y político de la juventud panameña?

La licenciada Clara Gonzáles, a peti-

ción del público, ha hecho uso de la pala-bra. Oh! si esta licenciada es maestra deldiscurso! Nos deleita con sus frases ati-nadas y sentenciosas que va presentan-do con un acento suave que embelesa alauditorio . Al concluir nutridos aplausosle manifiestan el general agradecimientopor las frases . . . . Luego la discusión seacentúa . . . .

Creemos oportuno tomar parte en ellay lo hacemos . . .Se trata de buscar el me-dio de mejorar a nuestra juventud y después de un largo debate hamos llegado ala conclusión de que la Educación Cívicaes un medio de gran importancia ; perouna Educación cívica bien entendida . ..

La Dirección de los Talleres Escuelasen un gesto de bondad que nos sorprende,nos obsequia la obra que se tenía desti-nada para premio del que triunfara, no-sotros la recibimos, no como premio sinocomo un estímulo de gran valor, que siem-pre agradeceremos debidamente.

Un alegre baile es el último punto. Su-bimos al salón de actos de la Escuela. Unbonito salón, posée un escenario donde a-parece una niñita muy graciosa cantandounos coúplets que llenan de emoción ..Luego hemos bailado . . . Qué feliz se pa-saban aquellos minutos . . .Han llegado lassiete de la noche . Debemos regresar . ..

Nos despedimos llenos de pesar por lobreve que se ha ido el tiempo y con el re-cuerdo de tanta felicidad nos hemos ale-jado convencidos de que en un local pordemás inadecuado hay un centro de Cul-tura que marcha hacia adelante dando e-jemplos de alta confraternidad . . ..

POR QUE NO PROGRESAMOS

Jorge E . Correa.

Si dirigimos la mirada por la América,en general,podemos afirmar que los paí-ses todos han adquirido un gran desarro-llo agrícola en los últimos años. Pero siestudiamos por separado cada uno de es-tos países, resalta a la vista la triste ver-dad de que, el nuestro es uno de los quecaminan con paso más tardío hacia esteprogreso.

La agricultura constituye la verdade-ra riqueza de los pueblos ; Estados Uni-dos que es quizá el país más próspero delmundo, debe su gran desarrollo a la crian-za de gallinas y al cultivo del maíz.

Cuba, que es un país pequeño, tiene

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una gran fuente de riqueza en su culti-vo de la caña de azúcar.

Por qué no podemos nosotros produ-cir por lo menos lo más necesario paranuestro sustento y evitar de ese modo,el gasto de grandes sumas de dinero enimportaciones?

Bien que podemos. Pero necesitamosantes preparar nuestros obreros para esaardua tarea.

El trabajo que realiza un obrero pa-nameño en un día correspondería a laquinta parte de lo que haría un nortea-mericano ; todo por la preparación de a-que.

Necesitamos dar preparación a nues-tros obreros, he dicho, pero para esto espreciso prepararnos nosotros, los futuroseducadores, los sembradores de ideas ; pa-ra que cuando estemos desempeñandonuestra labor, seamos una quia de los a-gricultores, un astro que despide sus bien-hechores rayos por todos los puntos delcírculo en que se mueve.

Será que conserva la tradición para des-saparecer por completo esos viejos méto-dos agrícolas que conserva la tradición pa-ra desgracia de Panamá . Mientras estono suceda, la riqueza insuperable de nues-tro suelo, nunca será completamente apro-vechada, puesto que los rudimentarios ins-trumentos de labranza q ueempleanamosen la actualidad, no son suficientes paraacondicionar el terreno convenientemente,y además la "quema" es un desastroso an-tídoto para la fertilidad del suelo. Apartede todo esto, nos aqueja otro mal . Somoshasta perezosos. Tenemos al sol y preferi-mos pedir limosna antes que ir a cultivarla tierra. La aspiración común, es vivirsentados junto a una mesa, con un poco depapeles, que nos presenten como "hombresde negocios", "hombres de oficinas" . Esosí, decir con derecho, soy un empleado pú-blico, es un timbre de orgullo. Y a menudovemos el caso lamentable, en que se pre-gunta a uno de estos jurisconsultos, sofis-tas, parásitos del Tesoro público:

—A qué hora, señor, podría yo encon-trarlo en su despacho?

—Puede ir a consultarme de nueve adiez, en la mañana, y por la tarde de tresa cuatro.

—Pero señor, su oficina no es pública?no se abre a las ocho y se cierra a las once?

—Esa es pura teoría. Si desea vermevaya usted a la hora que le he dicho . . . .

Qué empleado público, qué puntualidad!Es la reflexión que nos hacemos.

E a nosotros a quienes toca romper estasprácticas, infiltrando a la naturaleza, a la

agricultura ; gravando en cada mente elcélebre pensamiento aquel que dice : Tantovale cultivar un campo como escribir unpoema.

Quién mejor que nosotros puede ha-cerlo?

En qué aldea no se oye la apostólica vozde un maestro?

LA ENVIDIA DOLOROSA EXPONENTE

DE LA CULTURA DE NUESTROS PUE-BLOS

Francisco Bethancourt . V

Del supremo esfuerzo que el gobiernoha realizado por llevar la cultura hastalos rincones más apartados de nuestroPaís, su labor educativa ha resultado efi-ciente, en cuanto al campo intelectual, pe-ro en cuanto se refiere a su aspecto mo-ral, la laboremprendida por nuestros edu-cadores, no es completa, pues se descui-dan los intereses morales, es decir, el cul-tivo del sentimiento en sus más huma-nas manifestaciones, que llevan el hombrea la perfección espiritual, para el mundoideal de que nos hablara Platón en sufamosa "República " .

Detengamonos un momento a reflexio-nar sobre la cultura de nuestros pueblos,en algunos de los cuales se advierten elcivismo y las buenas maneras (labor quedebernos atribuir en gran parte al hogar)pero en otros, no obstante la ilustraciónde los maestros y educandos, con penavemos que la educación brilla por su au-sencia.

Estos contrastes en la educación denuestros pueblos, se deben, por una parte,al noca) interés de muchos de nuestros edu-cadores, y por otra, al estado de antago-nismo en que se encuentran algunos deellos.

En nuestras sociedades del interior,triste es decirlo, hay una turba de indi-viduos inconscientes, cuyo único oficio esmenoscabar la personalidad de los verda-deros apóstoles, y guiados por sentimien-tos de un egoísmo ancestral, predicanel patriotismo inmoral de sus convenien-cias personales.

Una característica muy notoria del es-píritu de tales individuos, es la envidia"gusano que corroe la conciencia" de losindividuos, que arrastrados por la fuertecorriente de este mal, ya muy generali-zado, tratan de amenguar la personalidadde aquellos cuya actuación social los pone

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por encima de ellos, para disminuir así elcontraste que existe con la propia.

En nuestras regiones del interior, lamayoría de los educadores, sólo se dedi-can a infundir en los educados enseñan-zas que casi nada aportan en la vida prác-tica, dejando muy en olvido el cultivode la moral, que tantos beneficios trae-ría para la urgente regeneración de nues-tras sociedades interioranas . O es quizáporque muchos educadores que han tra-tado de hacer una labor moral en nues-tros pueblos, han sido combatidos por

una masa de individuos, inconscientes, noquedándoles más camino que contem-plar con dolor el fracaso de sus lumino-sos ideales.

Es necesario que los alumnos de estePlantel, q ue serán los maestros del ma-ñana, estén dotados de un carácter queno ceda a las pretensiones de ese elementomaquiavélico, al que deben hacerle cono-cer sus errores, no con el fin de humillar-lo, sino antes por el contrario, con el derredimirlo, corrigiéndolo y señalándoleen cuenta que el verdadero carácter con-siste en reconocer nuestras propias fal-tas y ser capaces de corregirlas.

Ojalá en el futuro, el personal docentesalido de esta fragua de Minerva, se ins-pire en el sentimiento de regenerar nues-tra tierra, escasa de misioneros consagra-dos que avancen en la espiritualizaciónde nuestras jóvenes generaciones másallá de las fronteras de su estómago.

ANTE LOS "AMIGOS DEL INSTITUTO

Sergio Pérez Angulo.

Han pasado algunos días desde cuandotuvimos noticias de la fundación de unclub, cuya finalidad quedaba expresa ensu nombre : Club "AMIGOS DEL INSTI-TUTO ". Bien por conocer el valor de es-tas agrupaciones, por ser alumnosde este plantel, teníamos que experimen-tar un gran sentimiento de alegría propi-cio a las horas de triunfo ; el regocijo ine-vitable cada vez que se palpa el avance es-pontáneo hacia el plano requerido pornuestra joven república ; hacia a la cultu-ra sana y ampliamente difundida quegermina en las aules y se expande y soli-difica en la sociedad.

La escuela nunca hará labor verdade-ra, ni menos llenará su alto cometido,mientras no extienda fuertes cables deunión hacia los hogares ; mientras estos

no abran resueltamente sus brazos paracooperar con aquella. Pasarán las prédi-cas del maestro por las mentes educandas,como por el cristal del río pasa la fugiti-va imágen de la garza. Pasarán instantá-neas ; fantasías del minuto ; breves pasa-tiempos, que luego se esfumarán dejandosolo desgastes en el afanado predicadorque se aniquila bajo el peso de su tarea, einútiles erogaciones en las débiles arcasde nuestro Tesoro Nacional.

Claro debía ser a todos el motivo esen-cial de las deficiencias en nuestras actua-les juventudes. En esas que corren porlos campos de la existencia, a impulso desu propio alvedrío, un tanto atolondradaspor los disloques de su temporada estu-diantil . Y sinembargo oímos con ciertadesconcertadora frecuencia la acusacióninmisericorde que se hace a las escuelas,o mejor dicho a sus labores y resultados.

Deficiencias ; cultura burda, excesiva-meñte tosca ; exceptisismo y hasta mi-santropía. Juventud perdida . Tienen ra-zón, juventud perdida

Los motivos? La gran desarmonía en-tre centros escolares, familiares y socia-les. Cómo puede haber productos positi-vos, si las fuerzas modeladora sdel alma,lejos de armonizarse, obran en un funestodistanciamiento, con variedad de mirasy completa disparidad en los medios?

La labor fecunda del maestro, estallacon la indiferencia de la familia, y se hie-la al llegar a la sociedad donde a veceshasta se olvida que hay una fábrica depensamientos que labora constantemente:La Escuela. Y es que los padres clara-mente dicen con su indiferencia que simandan los hijos a un aula lo hacen antetodo con el anhelo de alejarse por un tiem-po del petardo fastidioso que les dejó elcumplimiento de una ley procrativa. Sino fuera así, si una fina lidad más eleva-da los animara, y sub pensamientos fueranmás puros, no sería necesario oir la vezde un director de Escuela, invitando coninusitada constancia a los padres de susalumnos para verse luego ante la decep-ción de un desprecio e indiferencia inme-recidos.

La relación entre escuela y hogar esgeneradora de las vinculacioens entre es-cuedla y sociead, porque mientras éstas,las constituyen padres y parientes, aqué-lla está integrada por hijos y maestros.1)e modo que doblemente meritoria es lalabor ejercida por los padres que se incor-poran para izar la bandera de una de estassociedades. Y no debía ser tan escaso elnúmero de ciudadanos que conocen y prac-

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tican un deber de tan ineludible cumpli-miento.

El ambiente del hogar debe vibrar alunísono con el ambiente de la escuela;así la labor educadora será constante y elefecto positivamente progresivo . La fina-lidad de la escuela será poseída por el a-lumno, sino en plena y consciente asimila-ción al menos por ley de hábitos, que porser así, no dejaría de llevar su valor incal-culable ; mañana cruzará los umbralesde la conciencia y se tornará en educaciónefectiva.

No intento la hablar de vibraciones a-cordes entre hogar y escuela, ver un pa-dre de familia predicrndo con el tempera-mento severo de un Dómine doctrinario.Puede haber tal armonía sin ello . Mien-tras en el aula el maestro indunde la teo-ría el padre en el hogar ejercita propicia-mente la práctica, de modo que se com-plementan brillantemente las misiones deambas entidades sin menoscabo de suspoderes en una inteligente y plausible re-ciprocidad.

Pero esto sería ideal y por lo prontofantástico. Conformémonos, pues, en so-licitar constancia en la benéfica obraemprendida por los padres de familia quecon sus agrupaciones harán palancas pre-potentes en el adelanto educativo de laescuela, y por ahora seános permitido daruna voz de aliento a los "Amigos del Ins-tituto" que permanecen contemplativosante la majestuosidad de su acción edifi-cante

POR QUE FRACASAMOS?

Luis E. González.

Es curioso echar una mirada retrospec-tiva por los cronicones del Instituto Na-cional y buscar las veces que se han reor-ganizado y deshecho alternativamente lasSociedades internas Minerva y Cenvantes,

Sus estatutos están llenos de "reorgani-zase esta Sociedad " por todas par-tes.

Cada grupo de jóvenes que llega a losúltimos años, se cree en el deber (imperio-so deber por cierto) de dar otro impulsoa la Sociedad muerta, o más bien dormida.

Pero nunca pasa de ser un impulso quela hace volver momentáneamente del so-por, hijo de la incompetencia, en que dur-mió para dar así algunos pasos inseguroshacia adelante pero muy luego cae en sutradicional receso, quedando los que la

despertaron desilusionados y amargadosde ver claro quizá por vez primera la faltacasi absoluto de escrúpulos de caráctercívico que alienta el espíritu de los jóve-nes panameños.

Pero lo peor es que esos jóvenes quefracasan y que se muestran pesimistasson nada menos que los graduados quehan de lanzarse muy pronto a la vida deciudadano llevando en el alma, aunquesin voludtad, el virus de uno de los másterribles males que aquejan la vida polí-tica de nuestra República.

Yo creo explicarme la causa de estosfracasos que originan tanto mal, no soloal Instituto, sino a la misma República.

Ojeando los estatutos de estas Socieda-des se nota que están hechos, aunque sa-biamente, sin tener mucho en cuentanuestra manera de ser, nuestras ambicio-nes desmedidas y muchos otros defectospropios de nuestro temperamento y denuestra edad, que son, sin lugar a duda,lo que dan en tierra con nuestras pobressociedades ; esto, por hallar en sus esta-tutos compo libre para su desarrollo . Esbien sabido, que todo estudiante que en-tra, sea por ejemplo en la sociedad Miner-va, lo hace porque crée que hará en ellaun papel más o menos importante, ningu-no se creé llamado a ser de "pueblo" enestas republiquitas ; todos aspiran por lo 'menos a "Alcalde". Y aquí está la clavede todos nuestros descalabros. En cuan-to pasa una elección y el que se crée másinfluyente no sale con algún cargo deresonancia, comienza a agitarse, a revol-ver, a revolucionar a los socios contra ladirectiva, y finalmente, con más o menosmaña, provoca la revolución y tumba almandatario que no le acomoda "sin dispa-rar un tiro".

La pobre sociedad es la que paga estarevolución, pues cada vez que se organi-za, a lo sumo coporta dos de estos golpesde estado. Y tiene razón . Los socios máspacíficos se retiran porque no ven claroel asunto administrativo y no quieren a-rriesgarse a pertenecer a una sociedadtan turbulenta . Este es el golpe mortal.Aqu' acaban todas las reorganizaciones.

Pero hay un camino, hay un medio desalvar estas sociedades y bien sencillo:Quiéren todos los socios ocupar puestosen la directiva de la sociedad? Bien. Quela sociedad dé oportunidad a cada uno desus miembros, y así, todos laborarán sa-tisfechos y briosos, con esa fuerza crea-dora, hija de nuestra raza que llevará sinduda a la cumbre estas sociedades que tanalto puesto tienen reservado en nuestromundo intelectual .

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lo

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EL ESTADO ACTUAL DE NUESTRACULTURA FISICA

Por Diógenes Schouwé.

El hombre, como parte de la sociede 1 enque vive, debe hacer todo lo posible pormejorar el estado de ella y de elevarla has-ta donde pueda.

Esto lo puede conseguir ya sea dando e-jemplo de virtudes, trabajando o hacien-do todo lo que esté a su alcance hastaconseguir que los demás miembros haganlo mismo.

Hoy día esos hombres, en síntesis, sol l-mente valen por la perfección moral e in— a

y, descuidan la física.En la antiguedad, según nos dicen los li-

bros, unos de los puntos más frecuentadoseran los gimnasios, que eran numerosos enlas ciudades . Ejemplos a millares tenemosen los colosales imperios griego y romano.Ellos nos demuestran que las razas domi-nantes nunca han descuidado el desarrnllfísico, y al contrario, lo han apoyado.

Es verdad que las necesidades y las ocu-paciones de esta civilización nos ponen bas-tante freno a la afición por la cultura físicay de allí el por qué se encuentra una mayo-ría débil y sin energía.

Hoy día, al hablar de educación se opinageneralmente que es relativa a lo intelec-tual y a lo moral y nada más. Luego ve-mos a toda una juuventud que consumegrandes cantidades de energías en estu-diar materias que no nos sirven para nadaen la vida práctica.

Todo esto eiene su origen inevitablemen-te en los deseos de figurar como versadosen la sociedad, y solamente piensan en loideal, en lo científico, en lo moral, etc .,mientras tienen un cuerpo debilitado, yasea por insuficiencia en la alimentacióno por desvelos o por falta de ejercicios físi-cos.

Y qué puede hacer un hombre, por máspreparado que sea, sin la energía? Nada,y sin embargo aún hay quienes lo dudan.Si esa solamente fuera la única consecuen-cia sería menos mal, pero son numerosas.desgraciadamente.

Una prueba inevitable de uno de los re-sultados del excesivo estudio es la resolu-ción que tomó nuestra Secretaría de Ins-trucción Pública en aumentar en un añolos cursos de enseñanza secundaria, y enomitir de los programas viejos algunas a-signaturas ; luego, como resumen tenemosque estudiamos menos materias en mayornúmero de años . Y esto a qué será debido?Sin duda, a que se han baldado muchos es-tudiantes o que no han resistido el estudio.

Y ahora se pregunta : por qué en los cole-gios yanquis, donde se hace todo lo posiblepor estudiar en menos número de años elmayor número de materias no resulta unajuventud débil y sin vida? De seguro por-que ese pueblo apoya el desarrollo físico.Por eso tienen numerosos directores enese ramo y constituyen por excelencia unaraza emprendedora y activa.

Ahora qué seguridadad y qué porvenirtiene una nación cuyos ciudadanos son u-nos parásitos de todo lo ideal, que tienennada de práctico, y carecen de energías?Sin pensar siquiera diremos que no tieneporvenir.

Entre nosotros se gradúan anualmentemaestros que nunca podrán disfrutar de lavida ni podrán cumplir su misión sagraday noble : la de educar. Pero es muy arduay se necesita mucha abnegación, y seríamuy impropio que a un maestro que care-ciese de salud se le confiara semejante en-cargo, que exige mucha competencia físicaademás de la intelectual.

El maesteo que aceptare ese encargo.siendo un hambre falto de salud se sacrifi-caría a si mi smo y perjudicaría a su pa-tria, pues daría unos cuantos ciudadanosmal preparados para soportar la constantelucha por la vida.

Dificifísimo sería mejorar esta deplora-ble condición sin antes despertar en la ju-ventud el amor por el sepultado perfeccio-namiento físico.

Imitamos a nuestras generaciones delpasado y seamos perfectos en todo el senti-do de la palabra, es decir, perfectos físi-camente, intelectualmente y moralmente.

Panamá, Agosto 26 de 1926.

Todos están hartos—Pero, hombre, es posible que tú seas

tan tacaño?— Por qué lo dices?— Porque me aseguran que, de no gas-

tar, tienes a todos los de tu casa muertosde hambre

—Miente quien tal diga . En mi casatodo el mundo está harto . Mi mujer estáhasto de mí ; yo estoy harto de mi mujer;los criados están hartos de nosotros ynosotros estamos hartos de los criados.

Para que se lave— Qué me vas a regalar en el día de mi

santo, tío?—preguntó Juanita.—Alguna cesa útil . Dime qué es lo que

te hace falta.—Pues algo para el cuello, líos de-

dos, los grazos o las orejas.--Ah! . . ya comprendo. Te obsequia-

ré una barreta de jabón.

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SOCIEDAD CERVANTESDirector : ENRIQUE J . SOSA.

Srio. de Rdción . : GONZALO A. BRENES.

Redactor : JUAN ALBERTO MORALES.

!! Administrador : ERASMO A . CHAMBONNET.

EDITORIAL

En Panamá se está iniciando una cam-paña en favor de la agricultura y la in-dustria nacionales; esta medida se estabahaciendo necesaria desde muchos añoshace, porque está suficientemente proba-do que para que un país tenga indepen-dencia política es necesario que antes seprocure su independencia económica.

Es muy doloroso oír decir a algunaspersonas que nuestros campesinos son ne-gligentes, que no trabajan, que se encuen-tran felices en el letargo en que están.Pero si examinamos detenidamente el a-sunto, veremos que no son ellos quienestienen la culpa de este retraso ; ellos argu-yen, y talvez con razón, que si trabajan loque producen no tienen donde venderlo ysi lo venden es a un precio irrisorio, frutode la infamia de gentes que considerandigno el aprovecharse de la ignorancia delos campesinos.

Ya tenemos carreteras que en algo pue-den facilitar el transporte de los produc-tos del interior, y aún los comerciantespermanecen impasibles ante este paso ha-cia el progreso y continúan dando prefe-rencia a los productos del exterior. Tie-nen nuestros campesinos la culpa de noproducir nada? Protejamos a nuestrosagricultores librándolos de la competenciaextranjera y veremos que no son tan ne-gligentes como se piensa.

La industria tiene que vencer tambiénmuchas dificultades en nuestra repúbli-ca. Muchos dicen que ro compran articu-les panameños porque los extranjeros sonmejores. Y esta frase, "son mejores" re-presenta, por sí sola el erigen de todos lostropiezos que encuentra la industria pana-meña ; con esta frase también escondensu falta de patriotismo individual en quie-nes la justicia social ha tardado bastanteen descargar su rigor.

Sin embargo, cuántas veces los hechoshan desmentido la aseveración de que losproductos importados ron mejores! Mu-chas son las producciones nacionales quehan demostrado que no son los panameñosicapaces de implantar industrias. Sinir muy lejos, la reciente fábrica de som-breros elaborados por obreros panameños,es una prueba de lo anteriormente dicho ;

íos artículos que de ella salen pueden com-petir perfectamente con los extranjeros.Lo mismo puede decirse de las fábricas deperfumes, jabones, pastillas, zapatos, etc.cuyos propietarios son dignos del respetoy consideración de los panameños.

Estableciendo en Panamá un sistemade protección a la industria y a la agricul-tura, se resolvería además de tina situa-ción económica, un problema social . . Sa-bido es que donde hay trabajo no hayocio y que la ociosidad va ligada íntima-mente al vicio . Pues bien, la implanta-ción deindustrias traería abundancia deempleos apartando así de la corrupción amuchos jóvenes a quienes se les hace muydifícil una vida virtuosa donde no haycampo de trabajo.

Y nosotros, los estudiantes, sobre quie-nes pesa la responsabilidad del futuro,qué campo más hermoso podemos encon-trar en la lucha por la vida, que el campoque nos ofrece una nación llena de indus-trias? Pensemos que este brillante por-venir de independencia económica, no estámás que a un paso de la situación actual,que sólo tenemos que proteger y mante-ner la industria y la agricultura naciona-les para poder decir • que somos libres, yque esta libertad económica trae comoconsecuencia la extirpación de un mal so-cial que poco a poco va contagiando a todala sociedad.

DISCURSO

pronunciado por el seier Erasmo Cham-bonnet el día 9 de agetito, en sesión ex-traordinaria celebrada por la "SociedadCervantes" con motivo del natalicio del

Dr Justo Arosemena

Señor Rector, Consocios:

Hace algunas semanas conmemorába-mos el nacimiento de los derechos delhombre : gloria de la humanidad . Hoyconmemoramos el nacimiento, también,de la gloria y orgullo del pueblo panameño.

Vosotros estáis bien enterados de suvida y de su obra : de su decisión y valorpara implantar y mantener firmes susideas, de su claro entendimiento, et ., etc.

No hay persona más o menos ilustrada,

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que no recomiende como modelo para losjóvenes la personalidad del doctor JustoArosemena.

Bien. Ahora nos toca interpretar dequé manera tenemos que imitar su ener-gía, porque no debemos olvidar en ningúnmomento que casi todos los actos de la vi-da dependen de las circunstancias del am-biente. Tengamos presente que en su épo-ca no había abundancia de literatos ; nohabía tampoco rebaños de políticos, to loslos cuales se han multiplicado de una la-nera asombre a en un espacio reducidísi-mo de tiempo. Los hombres de aspiracio-nes eran desde entonces escasos, pero elpúblico les permitía que se abriesen paso,sin intentar siquiera preveerles fracasosfuturos.

Desde entonces a nuestros días hay mu-cha diferencia.

Jóvenes hay que por el solo hecho deleer los títulos de algún periódico, se creenautorizados para lanzar sus opiniones so-bre asuntos de política ; analizan el nuevotratado, critican o aplauden las dictadu-ras de zutano o mengano, se sienten políti-cos y sueñan con ver sus nombres con le-tras de a cuarta en las páginas de losdiarios . . ..

El romanticismo se extiende por toda laRepública. Los idealistas surgen a mon-tonces . No hay quien no haga versos ; nose lee más que novelas y obras literariaspara halagar al espíritu

Diariamente se ¡oyen los gemidos denuestra raza que solloza ante la crisis eco-nómica, ante una opresión cada vez másexigente. Y pensamos librarnos de todoesto ocupándonos de literaturas y discu-tiendo en las plazas y esquinas!

Los habitantes de América Latinase e-_ _:it : :en a dar cuenta de que sólo po-dremos llegar a estar tranquilos por me-dio de la independencia económica . Senecesitan industrias, vías de comunica-ción (terrestres, marítimas y aéreas) fo-mentar la agricultura y protegerla . . ..

El señor Torres Rioseco, a quien he te-nido muy en cuenta en estas palabras,pues, ne visto con asombro que mis ideasson casi iguales a las de él, respondiendoal cuestionario del señor Vicenzi en el"Repertorio Americano" le dice : "Pón-gase la mano en el corazón y dígame si noes un verdadero crimen que un hombrede tanto talento —refiriéndose a José En-rique Rodó— haya gastado su tiempo enpredicar un idealismo afeminado y me-dioeval . Yo sé que usted admira ese libroque se llama "Ariel" ; yo también lo admi-

ro, a pesar de toda la palabrería que él con-tiene, pero de aquí a Ic eirnos que Rodóes lo que necesitamos, hay un abismo " .

Y, así como Rodó, muchos otros¡Cuántos cerebros se han perdido entreideales románticos, versos y novelas! ..Cuántos intelectuales que no han sabidoaplicar sus energías al trabajo material,imprescindible para la tan ansiada reden-ción de Latino América . No enviamos aEstados Unidos maderas, caucho, cacao,azúcar, cocos, cueros, etc., etc. para luegocomprárselos elaborados en sus fábricas,pe ¡ u prec_o exhorbitante? No se lescomún: a el os productos que nuestras tie-rras escapacitadas para producir?Hasta frutas que aquí se pierden por faltata de iniciativa o de protección como lapiña y la guayaba, las tremos del extran-jero en conservas y jaleas y nos las come-mos muy satisfechos!!! . . . . Los llama-dos agricultores en Panamá, no conocensu profesión. Quien quiera estudiar agri-cultura tendrá que irse a un país del nor-te a estudiar agricultura tropical . . . . Jó-venes : estas bancas en que estamos reci-biendo enseñanzas son fabricadas en elextranjero, y con tantas maderas en nues-tros bosques, maderas cien veces mejoresy más baratas que las de cualquier otraparte ; con tantos aserríos y talleres, y hayque traerlas del exterior!!! . . ..

Vuelve a decir el señor Rioseco : "Esteidealismo vago, informe, infantil, nos es-tá llevando a un estado lamentable de lo-cura que se traduce en verborrea . Nues-tra América necesita otra clase de hom-bres : hombres de acción, que no pavosreales de las letras . . . . "

Consocios : Nuestra institución segúnhemos dicho repetidas veces, se ha levan-tado con un espíritu nuevo, sólo ha here-dado de la antigua sociedad el nombre.Y como espíritu nuevo es a nosotros aquienes corresponde esta labor. No de-terminemos a varios de los que se titulaneducadores y que sin embargo son losprincipales enemigos de las ideas nuevas.Más de uno ha dicho que a los jóvenesno se nos debe decir la verdad, que no senos debe advertir los errores de los queestán elevados; otros, que nos debemosconformar con el estado actual . . . . Algu-nos predican en las aulas lo bueno y en lacalle hacen todo lo contrario de lo que handicho. Si ellos son así, qué esneran denosotros? Neguémosles el derecho a cen-surarnos.

Si nos dedicamos al verdadero trabajo,no olvidemos las palabras del viejo dervi-che al príncipe Baman : "al subir encon-

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tráréis a derecha e izquierda una multi-tud de piedras negras, y oiréis una confu-sión de voces que os insultarán para de-sanimaros e impedir que lleguéis a la cum-bre : no os asustéis, no miréis hacia atrás,porque al punto os convertiréis en piedranegra como las que veréis y que son otrostantos señores frustrados en su intento".

Debemos recordar en todo momento queser bachiller no es ninguna profesión : esel punto de partida hacia cien mil cami-nos distintos y que de los caminos quenosotros escojamos depende la vida de lapatria panameña.

Quiero terminar como Rioseco : "Y atrabajar, a fabricar cosas útiles . Cuandotodo esté hecho entonces podremos dedi-carnos a hacer versitos y a formar pro-gramas metafísicos . Yo recomendaría lalectura de Ariel a todo hombre hispanoamericano que haya trabajado ocho horasal día en hacer algo de imprescindible ne-cesidad . No teme usted que con tantosprogramas de idealismo estemos en pre-sencia de otra plaga de libros de Caballe-ría?

POR LA PATRIA

Juan Alberto Morales.—V^ Año

Los grandes pensadores de la humani-dad han evocado siempre al maestro comoel más fuerte defensor de las libertades yde los principios de justicia y de honorsin cuyo sentimiento la patria es sólo unapalabra.

Efectivamente, a quién no le es fácilpensar que los niños de hoy serán loshombres del mañana, que de ellos por fuer-za es el porvenir y que de ellos, por con-siguiente, dependerá el rumbo de la hu-manidad?

Consideradas estas razones, es forzosoprepararle el camino a las generacionesnuevas hacia horizontes verdaderamenteamplios donde palpite un espíritu pura-mente nacional . Es preciso preparar hom-bres que lleven al escenario de la vida unasana intención de practicar las virtudesciudadanas y de contribuir con su engran-decimiento moral (más que intelectual)al progreso, a la paz y a la concordia . quelos hagan más humanos y los aparten deesos caminos enlodados y dificultosos dela política y la patriotería que hacen deltérmino patria una pantalla detrás de lacual velan por la consecución de un pues-

to de notoriedad o de conveniencia eco-nómica.

Hay que hacer ciudadanos : de n ada valepara el país un sabio que vive solamentepara él, que se aprovecha de su ciencia paraacciones bajas, como lo estafa y el enga-ño, y que piensa : primero yo, luego la na-ción.

Y ahora —se me dirá— cómo hacemospara preparar ciudadanos? No se enseñaen las escuelas que debemos amar a lapatria como a nuestros padres, que debe-mos ser honrados, probos, trabajadores,sinceros, justos, etc.?

Sí, responderé : enseñan todo eso, perola mayoría se conforma con aconsejarlo.Las palabras, por desgracia, no enseñangran cosa a las mentes de poco desarrollo.El Divino Maestro de la leyenda bíbli-ca, rodeado de seres de mentalidad gene-ralmente infantil, en el mismo momentoen que dejaba oír su voz, mostraba con elejemplo la evidencia de sus palabras . Losmaestro> y profesores deben enseñar el a-mor a la patria por sus propios actos,por su propio entusiasmo y su consagra-ción.

En Panamá, la juventud ya autorizadapara entrar en el campo de la sociedad,sale, en general, con la cabeza llena denociones diversas que pronto la falta deejercicio hace olvidar ; pero no sale, porlo menos parte considerable, con los senti-mientos que debe tener un verdadero ciu-dadano.

Bachilleres y maestros hay que puedenhablar de todas las etapas de la Literatu-ra española, que saben hasta el númerode obras del último de los poetas españo-les, poesías de memoria de éstos, y, encambio, no se saben la poesía "Patria" deRicardo Miró, gloria legítima del idiomacastellano . Aún más, todos conocen muybien la Marsellesa, los himnos de Chile ode cualquier parte, y en tanto muchos nose saben el Himno Nacional!

El que no busca la manera de leer la vi-da y obras de Justo Arosemena, podrá pa-sar por muchos colegios de la Repúblicasin saber nada del más digno de venera-ción y respeto de los ciudadanos paname-ños. Lo mismo podríamos decir de Ma-nuel José Hurtado y otros muchos . Sinir muy lejos, el parnaso panameño se co-noce de malas, aún por personas que figu-ran entre nosotros como personajes en a-suntos de lengua ; mientras que, como yadije, se sabe de todas las vueltas que da laliteratura de otras partes.

Estos males de abandonar lo nuestropor lo extranjero se nota bien en la escue-la primaria : un muchacho de sexto grado

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PRELUDIOS

sabe de memoria los puertos, bahías, ea-)'rtalea v aún ftnmocarriles de loa EstadosUnidos, y apenas conoce a geografía na-cional . De estas cosas 1 tenido oportu-nidad de cereio"arme en mala de una oca-

Naturalmente que para tener afecto aunir cera hay que, tratarla . que conocerla;flor testo so pregunto : enm vamos a in-fundir cl eran r la patria ri ap enas da.mod a conoce: lo nuestro, si lace falta unc .;i)iritu nacional . . . De aquí esa ten-dencia por (lema; común de migrar. To-dos (ameran sabe porque l trmnmá "no esbuen r) neme ". Es doloroso ._,ducharfrac : con que algunos creen demoetraruna sana y justificada asnil-a.ción, pala-brea (_ so> caía as para mita tierra (Ir nia s_a-d ' o urdidas en doatis _

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El hecho( .a :salir annque se . . a

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entecobre los demás . . Purni al r( r,;ar(le la gran nación norteña, aran esos mo-diemos, cros a,naneram ,nt a ; imitados del:maltee, q ue hacen de:r rc_r.o día trasdía el espíritu de nuestra raza.

Ocupémonos mátr de rastree r : sepamosmilim'ro lo c,ne fuimoe, l e use tomos y loque hilemos y debemos ser. Luego co-noave . . ' 05 0 i09 :iemáte

IN T E: OR 1:A CAPITAL_DI: PANAMA

.! .Varela .—IV Año Liceo

En el muero primero (le Preludios a-par:rió un ;:Metilo publicado bajo el títu-lo de "No todo io que brilla e ; oro". Esertíc lela . a .;p_.l «_ .o por . la \ pialad (km en-

cierra el :sentir de to p o n:teriorano, nodeja nade que desear . 1 ;helor ro, per-atanor ha de haber que al leerlo ch lbh-rrc .ará"in 3' su eap . . tetarán pésimamente delhil011W, cosa q ue no deja de ser era injus-ticia Pero Por , a albar:seas u, for a men,en e! corazón de los que nuirren de verasa c,v'c pntrje tiene que existir el convenci-miento de la e. c ),ueucia r t . .,.s r ; q abrasa.

Como inten'rortrrro qUe Soy, conozco lasncccsie!adas de gran parte de esos pueblosque parecen estar condenadlos a vivir enla miseria más espantosa . Algunos, ha-ciendo esfuerzos sobrehumanos, porque

no ven olla manera de salvarse, van su-biendo con lentitud la escalinata del pro-greso material ; pero desgraciadamente

es a escalinata descansa sobre una baseaparentemente firme que en realidad no

sitio demasiado movediza.La fertilidad de nuestros campos es

lo :mico a que se puede apelar para la sal-vaciin honrada de esta tierra ; pero siem-pre se ha desperdiciado lastimosamenteese eón 1ruc nos ha dado la Naturaleza.Le República de Panamá, llamada por to-das Las circunstancias a ser muy rica, esuna de las más pobres de la América. No

crin vida propia, y el país que no tieneta clase de vida a la larga tiene que mo-

rir . Panamá. en mi concepto, si continúaa .aendo como tiesta ahora ha vivido, en

no muy lejano tiempo tendrá que perecer.Los millones de d )lares que se piden pres-tados llegan, y, sin que se invierta un cen-tavo en el cultivo de la tierra, esos millo-les se consumen en el embellecimiento de

esta capital y en préstamos para la cons-+ rueción de casar (exceptuando las ca-rcel(ras : lo única que se ha hecho por elInterior) ; se gastn, pues, en cosas que noproducen benefic : .s positivos . Sabido esque el ideal de e . .si todo capitalino no esotro que tener u ra casa que le dé comovivir cómodamente, y, cual un parásito,no piensa más or e e en la llegada del findel mes para recibir el valor del alquiler.Hombres de esta clase de aspiraciones nose necesitan ; se necesitan personas em-prendedoras capaces de irse al interior acultivar los campos y a sacar de las entra-ñas de la tierra el fruto bienhechor quehabrá de redimirnos.

Las propiedades en el interior, por des-gracia, son cosa muerta para los capita-linos . Algunos capitalistas no piensanmás que en aunar sus fuerzas para acabarcon el poco de vida que por allá queda,cuando debieran hacerlo para darle más.;,olvidarán, por ventura . que el interior esla fuente más grande de riquezas a que seh-brá de apelar tarde o temprano, cuandolas necesidades vean demasiado exigen-

s'' Panamá tiene una vida artificial yla influencia del cosmopolitismo ha varia-do por completo hasta las costumbres;mientras que en nuestro interior en elcorazón de cada habitante palpita el sen-timiento verdaderamente nacional, nocontaminado por la corrupción que traeconsigo la civilización mal entendida.

Sin apasionamiento de ninguna clasemiremos cuanto valen aquellas regionesolvidadas ; pensemos en el valor artísti-co dé nuestra capital y en el valor poten-cial de nuestros fértiles campos y esta-