Nutrición infantil

11
NUTRICIÓN INFANTIL. Recomendaciones de alimentación. Edén Chilaca Flores.

Transcript of Nutrición infantil

Page 1: Nutrición infantil

1

NUTRICIÓN INFANTIL.

Recomendaciones de alimentación.

Edén Chilaca Flores.

Page 2: Nutrición infantil

Página 2

TEMARIO

1. Introducción.

2. Gestación.

2.1 Recomendaciones dietéticas para la gestación.

3. Lactancia.

3.1 Ingestas recomendadas durante la lactancia.

3.2 Nutrición materna.

4. Inicios de una mala nutrición.

5. ¿Cuáles son las recomendaciones para una correcta alimentación infantil?

5.1 Inicio de la alimentación complementaria. 5.2 Tipo y cantidad de alimentos.

6. El pediatra y la educación nutricional.

6.1 Necesidad de educación nutricional.

6.2 Dificultad de la educación nutricional.

7. Conclusión.

8. Bibliografía.

Page 3: Nutrición infantil

Página 3

1. INTRODUCCIÓN.

Cualquier cosa que se mueve o hace algún trabajo necesita combustible. Nuestros cuerpos son mas maravillosos que cualquier maquina. Toda clase de cosas pasan en nuestros cuerpos: movimiento, digestión, procesamiento, respiración, producción de nuevas células, control de temperatura, lucha contra infecciones, manejo de desechos y mucho más.

A los niños, la comida les proporciona este combustible y además los componentes necesarios para el crecimiento: para construir huesos, para hacer los músculos más largos y más fuertes, para producir más sangre, para desarrollar el cerebro y otros órganos, para formar nuevos dientes, entre otras cosas.

Los estómagos de los niños son pequeños, no pueden comer grandes cantidades de comida. Lo que comen debe ser alto en nutrientes necesarios para crecer, estar activos, tener un cuerpo sano y mantener a raya a las enfermedades.

2. GESTACIÓN.

La nutrición antes y durante la gestación y lactancia tiene un efecto significativo a largo plazo en la salud de los niños y sus madres. El impacto potencial de la nutrición es mayor en estas condiciones que durante cualquier otra etapa de la vida. Una mujer que llega al embarazo en un estado nutritivo inadecuado aumenta sus riesgos durante la gestación y la posibilidad de empobrecer sus propios depósitos corporales de nutrientes y de iniciar la lactancia en unas condiciones nutritivas subóptimas que podrían deteriorarse más a medida que se prolonga la lactancia.

El éxito de la gestación y lactancia implica otros factores, como edad de la madre, ingestas de sustancias como alcohol, nicotina y drogas, estrés físico y emocional al que está sometida y la presencia de cualquier infección u alguna otra enfermedad.

2.1 RECOMENDACIONES DIETÉTICAS PARA LA GESTACIÓN.

Las demandas aumentadas del embarazo pueden satisfacerse de diferentes formas. Algunas madres lo hacen aumentando la ingesta, otras disminuyendo el nivel de actividad física o limitando el almacenamiento (por ejemplo de grasa) y finalmente otras por una combinación de estas opciones.

Antes del embarazo no se pueden aconsejar a las mujeres sobre las estrategias

más apropiadas para establecer el balance entre ingesta y gasto. Por lo que respecta a la opción de aumentar la ingesta alimenticia, está claro que las mujeres tendrán que disponer de alimentos adecuados o apropiados, además de accesibles. Por lo que concierne a la opción de cambiar el nivel de actividad física debe de reconocerse que, en ocasiones, los niveles de actividad ya son muy bajos y que las situaciones en que los niveles son muy altos, las mujeres no siempre tienen la

Page 4: Nutrición infantil

Página 4

libertad social o económica para reducirlos. Finalmente, la opción de limitar los depósitos depende del estado nutritivo pregestacional de la madre. Las que tienen unas reservas bajas o carecen de ellas podrán construir depósitos apropiados para entrar en el periodo de lactancia en un buen estado nutritivo y las madres que disponen ya de amplias reservas, antes de la gestación, probablemente no necesitarán disponer de otra adicional.

Por lo tanto, hay buenos argumentos contra el establecimiento de recomendaciones específicas para aumentar la ingesta de todas las mujeres grávidas. La política podría ser el permitir una gran libertad en las recomendaciones de ingestas alimenticias basándose en las preferencias individuales, controlando cuidadosamente el peso y ajustando el aporte alimenticio solo como respuesta de las desviaciones de los patrones normales de ganancia de peso.

3. LACTANCIA.

“La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud.” Organización Mundial de la Salud.

La lactancia es una parte integral del ciclo reproductivo. Durante la

gestación, el sistema alveolar de la glándula mamaria se desarrolla (mamogénesis) bajo la acción conjunta de estrógenos y progesterona, suplementados por las grandes cantidades crecientes de prolactina procedentes del lóbulo anterior pituitaria.

3.1 INGESTAS RECOMENDADAS DURANTE LA LACTANCIA.

La cantidad total de nutrientes secretados con la leche está directamente relacionada con el rendimiento y duración de la lactancia. Por lo tanto, las necesidades nutritivas durante la lactancia dependen en primer lugar al volumen y composición de la leche producida así como del estado de las necesidades nutritivas iniciales de la madre. Se observan efectos graves en la producción de la leche cuando unos aportes pobres de nutrientes en la gestación van seguidos de ingestas pobres en la lactancia.

Page 5: Nutrición infantil

Página 5

ENERGÍA.

PERIDO (MES)

LECHE CANTIDAD (g/día)

GASTO TOTAL

COMPENSACION POR PÉRDIDA DE GRASA

TODAS LAS MUJERES

0-1 680 2.380 1.730

1-2 780 2.730 2.080

2-3 820 2.870 2.220

CRIADOS SOLO CON LECHE

3-6 820 2.870 2.220

6-12 650 2.275 2.275

12-24 600 2.100 2.100

CRIADOS EN PARTE CON LECHE

3-6 410 1.430 780

6-12 325 1.140 1.140

12-24 300 1.050 1.050

Cantidades sugeridas de requerimientos de energía durante lactancia. (kJ/día)

3.2 NUTRICIÓN MATERNA.

Puede que sí, dependiendo de la dieta de ésta. La energía, proteínas y otros nutrientes contenidos en la leche materna dependen de la alimentación de la madre y las reservas que tenga acumuladas en su organismo. Cuando las mujeres no ingieren suficientes calorías y nutrientes, y cuando tienen varios embarazos poco espaciados entre uno y otro, la lactancia puede reducir sus reservas calóricas y nutritivas, proceso que se conoce por el nombre de “desgaste materno.” Pero también existen adaptaciones fisiológicas que protegen a la madre. La más importante es el apetito; en el embarazo y especialmente durante la lactancia la mujer tiene generalmente mayor apetito, y el incremento alimenticio resultante contribuye a satisfacer las demandas adicionales que suponen ambos procesos, por lo que es necesario proporcionarle más alimentos.

Page 6: Nutrición infantil

Página 6

RESUMEN DE LOS PUNTOS PRINCIPALES:

1. A no ser que la mujer se encuentre en estado extremo de malnutrición, básicamente todas las madres pueden producir suficiente cantidad de leche. Cuando la madre que amamanta se encuentra desnutrida, es más prudente, más fácil y menos caro proporcionarle más alimentos que exponer al lactante a los riesgos relacionados con el uso de sucedáneos de la leche materna.

2. Las deficiencias de ciertos micronutrientes en la dieta de la madre pueden afectar la calidad de la leche que produce, lo que debe evitarse mejorando su alimentación o dándole suplementos alimenticios.

3. La lactancia pone grandes demandas en las reservas energéticas y proteínicas de la madre, por lo que hay que determinar el nivel de dichas reservas, así como conservarlas y reponerlas.

4. Posponer el primer embarazo y dejar suficiente espacio entre un hijo y otro,

contribuye a asegurar que las reservas de la madre sean suficientes para un embarazo y lactancia sanos.

5. La lactancia contribuye a la salud tanto del niño como de la madre.

4. INICIOS DE UNA MALA NUTRICIÓN.

La infancia temprana es la edad en que se presentan los problemas de nutrición, específicamente entre los 3 y 40 meses de vida. De aquí que exista pleno consenso internacional de que esta época de la vida ofrece una «ventana de oportunidad» para realizar intervenciones específicas para prevenir o controlar los problemas de nutrición infantil.

Actualmente, muchos de los programas encargados de combatir la desnutrición en México focalizan sus acciones en este grupo de edad. En México, los principales problemas de nutrición de los niños menores de 5 años son la desnutrición crónica (talla baja), la deficiencia de zinc y hierro, y la anemia. La talla baja tiene una prevalencia de 17.8% en el ámbito nacional. En regiones rurales del país esta cifra se incrementa a 32.2% de los niños. La prevalencia de bajo peso es mucho menor con: 7.6% en el ámbito nacional y 12.3% en zonas rurales. La deficiencia de hierro se presenta en 51.5% y de zinc 33% de los niños. En zonas rurales estas cifras se incrementan: 64.5% y 50.9% respectivamente.

La anemia, también presenta su mayor prevalencia en este grupo de edad y

su comportamiento es bastante homogéneo en todo el país, ya que afecta al 27.2% de los niños del país y al 29.5% de los niños que habitan en zonas rurales. No es de extrañar que las altas prevalencias de anemia ocurran a esta edad, dados los altos

Page 7: Nutrición infantil

Página 7

requerimientos de hierro y la baja disponibilidad de este mineral en la alimentación complementaria proporcionada al lactante.

5. ¿CUÁLES SON LAS RECOMENDACIONES PARA UNA CORRECTA

ALIMENTACIÓN INFANTIL?

Es oportuno precisar qué entendemos por alimentación complementaria. Se

denomina formalmente alimentación complementaria, al período que se inicia cuando la leche materna ya no es suficiente para cubrir las necesidades nutrimentales del bebé, por lo que se hace necesario proporcionarle otro tipo de alimentos, conjuntamente con la leche materna. 5.1 INICIO DE LA ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA

Actualmente la Organización Mundial de la Salud recomienda que la lactancia materna exclusiva se practique durante los primeros 6 meses de vida y que se inicie la alimentación complementaria a partir de esta edad. Varios países han adoptado esta recomendación ya que existe evidencia de que proporcionar alimentos diferentes a la leche materna antes de esta edad, no proporciona ninguna ventaja para la salud del bebé y sí puede presentar desventajas ya que provoca que el lactante reciba menos leche materna por el desplazamiento de los alimentos proporcionados.

También provoca una disminución en la duración de la lactancia materna,

interfiere con la absorción de nutrimentos importantes como es el caso del hierro y el zinc, y también reduce la eficacia de la lactancia en prevenir nuevos embarazos. Después de los 6 meses de edad, el remplazo de la leche materna por la alimentación complementaria es mucho menos importante que antes de esta etapa.

Una vez iniciada la introducción de alimentos distintos a la leche materna a

partir de los 6 meses, se recomienda continuar con la lactancia materna a libre demanda hasta los dos años de edad. Entre los 12 y 24 meses de edad, el consumo promedio de leche materna en países en desarrollo es de alrededor de 550 g/d2 obteniendo el infante alrededor del 35 al 40% de sus necesidades energéticas a partir de la los lípidos contenidos en la leche materna y por consecuencia obtener ácidos grasos esenciales, que difícilmente puede ser obtenidos a partir de alimentos complementarios. 5.2 TIPO Y CANTIDAD DE ALIMENTOS

Los requerimientos energéticos de niños sanos alimentados al seno materno

es de aproximadamente 615 kcal/d de los 6 a los 8 meses; de 686 kcal/d de los 9 a 11 meses y de 894 kcal/d de los 12 a los 23 meses de edad. La ingesta energética promedio de leche materna para las edades de 6 a 8 meses, 9 a 11 meses y de 12 a 24 meses es, respectivamente, de 413 kcal/d, 379 kcal/d y 346 kcal/d.1.

Page 8: Nutrición infantil

Página 8

Las necesidades energéticas de la alimentación complementaria, se calculan

restando la ingesta energética promedio de la leche materna, de los requerimientos energéticos para una edad determinada. Así la cantidad de alimentos complementarios que cubrirían las necesidades energéticas de los lactantes serían de 137 a 187 g/d de los 6 a 8 meses; 206 a 281 g/d de los 9 a 11 meses y 378 a 515 g/d de los 12 a 23 meses, dependiendo de la densidad energética de los alimentos proporcionados.

6. EL PEDIATRA Y LA EDUCACIÓN NUTRICIONAL

La educación para la salud en materia nutricional, lleva implícito el formar parte de una educación que ya fue institucionalmente incluida en la “Estrategia mundial de la salud para todos en el año 2000”(OMS, 1981). Este concepto positivo de salud permitirá a los individuos desarrollar al máximo sus posibilidades físicas y mentales y llevar a cabo una vida social y económicamente productiva en armonía con el medio ambiente.

Ahora bien, a veces se considera la educación nutricional como una nueva transmisión de conocimientos, cuando en realidad como cualquier otra actividad educativa, implica una serie de objetivos, a veces de gran complejidad. En esta sentido, una de las definiciones que se pueden dar de educación nutricional nos ilustra del alcance de la misma: “La educación nutricional comprende todo tipo de actuaciones tendentes a modificar CONOCIMIENTOS, ACTITUDES COMPORTAMIENTOS de individuos, grupos de individuos o poblaciones, con el fin de contribuir a la prevención y al control de la malnutrición en cualquiera de sus formas, así como cualquier error alimentario, incluyendo claro está el aspecto económico”.

Como se puede ver, además de adquirir conocimientos, hay que llegar a seguir un comportamiento alimentario de carácter saludable.

Page 9: Nutrición infantil

Página 9

6.1 NECESIDAD DE EDUCACIÓN NUTRICIONAL.

Aunque se ha llegado a pensar que el hombre puede tener una especie de sabiduría corporal para seleccionar los alimentos adecuados, esto no es en absoluto cierto. Los seres humanos no pueden hacer eso y cuando comen no saben nutricionalmente porqué lo hacen. Ellos sobrevivieron por la transmisión cultural de hábitos alimenticios que permitieron vivir a sus predecesores.

La nutrición para muchas personas, incluso hoy, es una nutrición empírica, que

se ha elaborado a lo largo del tiempo y cada generación sigue modelos alimentarios que de algún modo fuerzan, animan, amenazan o persuaden a que sean practicados por sus hijos. Así pues, los modelos alimentarios más que óptimos fueron compatibles con la sobrevivencia a través de las generaciones.

No obstante lo dicho de la Nutrición empírica, no siquiera ella existe hoy como

hace unas décadas, al menos en las sociedades ricas. La enorme oferta alimentaria, la modificación organoléptica de los alimentos por una súper desarrollada tecnología alimentaria y la capacidad adquisitiva de los países citados, está destruyendo gran parte de la nutrición empírica.

6.2 DIFICULTAD DE LA EDUCACIÓN NUTRICIONAL. La dificultad de la educación nutricional estriba en gran parte en que el

comportamiento alimentario del hombre viene condicionado por muchos factores, alguno de los cuales forma parte de una manera indisoluble de su historia maternal, familiar y social, llegando a afectar a su propia personalidad.

Para dar una idea de lo dicho y comprobar la citada dificultad, hay que tener en cuenta los factores más importantes que condicionan el comportamiento alimentario del hombre:

a) Disponibilidad del alimento, que a su vez está condicionada por el clima y otras condiciones de cultivo, o porque hay suficiente capacidad adquisitiva.

b) Factores sociales, como la incorporación de la mujer al trabajo, el horario y la localización del mismo, la organización escolar, etc., que han impuesto en gran medida el actual fenómeno de la alimentación colectiva.

c) Modas. Vegetarianismo, ingesta de “alimentos de salud” o “alimentos naturales sin aditivos” o la popularidad injustificada de algunos alimentos en particular. d) Nuevos alimentos o abundancia de algunos de ellos. e) Propaganda y divulgación alimentaria.

Page 10: Nutrición infantil

Página 10

f) Innovaciones en la tecnología culinaria doméstica (Refrigeradores, hornos, microonda, etc.). g) Factores religiosos, tabúes, modelos culturales y tradicionales. h) Coste económico del alimento. Puede ser una de las barreras más graves. Esto obliga dentro de los programas de educación nutricional a incorporar

temas de preparación de alimentos, planificaciones de menús de bajo costo, conservación de alimentos, necesidades reales de nutrientes, correcta distribución intrafamiliar de las fuentes alimentarias disponibles, hábitos de higiene, presupuestos y organización escolar (Nomdedeu, 1987).

La alimentación es algo más que una simple necesidad fisiológica, ya que cada

individuo tiene numerosas significaciones emotivo-simbólicas y sociales. Es una señal de cultura y, por tanto, de identidad.

Todos los aspectos citados son importantes, pero yo quisiera destacar uno que a

nivel material permite entender la dificultad de la educción nutricional. Se trata del mundo de la publicidad y de los medios de comunicación cuando no se informa nutricionalmente bien.

7. CONCLUSION.

Explicar a las mujeres y en general a la población sobre la importancia que tiene llevar una adecuada antes durante y después de la gestación para poder aportar de manera significativa a los infantes una vida con calidad alimentaria y sobre todo la seguridad de la misma. Además de poder incorporar información importante sobre las diferentes etapas de la vida del niño para poder desarrollar en base a la alimentación una mejor calidad alimentaria y también poder generar una cultura general para poder determinar y favorecer una sana alimentación. También incorporar información detallada de la educación nutricional para que se fomente de manera importante sobre los diferentes grupos de edades para que podamos determinar desde el punto de vista cultural la importancia que tiene una sana alimentación.

Page 11: Nutrición infantil

Página 11

8. BIBLIOGRAFÍA.

Gibney J. Michael, Macdonald A. Iany Roche. 2003 Nutrición y Metabolismo. 1a ed. España: ACRIBIA, p. 107

López Nomdedeu Consuelo. 2005. La alimentación de tus niños. Nutrición saludable de la infancia a la adolescencia. 1ª ed. Filsergraf, S.L. Madrid. p. 17