obstáculos en la vida de oración
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TEMA GENERAL: FUNDAMENTOS DE LA ORACION.
Tema específico: Obstáculos en la vida de oración.
Texto central: Santiago 5:17,18
Pensamiento central:
La vida de oración vence todos los obstáculos que se le presenten solo cuando hay
un alto nivel de compromiso por parte del creyente.
Introducción
A medida que crecemos en la oración nos damos cuenta que orar no es algo
sencillo. Solo hay un tipo de oración: la que siempre crece, es victoriosa, alcanza el oído de
Dios y recibe respuesta. Cualquier otra cosa, oraciones desenfocadas, estériles, sin
respuesta e inconstantes son el resultado de algún tropiezo que se le presentó a la oración y
que no fue vencido. Todos tenemos luchas y problemas como Elías y como él, nuestra
oración debe prevalecer.
Contenido de la clase:
Todo aquel que ora y desea crecer en la oración se encontrará dentro de un violento
campo de batalla espiritual (Efesios 6:12) el cual tiene dos frentes, el interno y el externo.
EL FRENTE INTERNO tiene que ver con la carne, con la voluntad, con lo difícil que se
le hace orar al cristiano por el hecho de que el Espíritu y la carne se oponen entre sí (Mateo
26:41, Gálatas 6:17) ¿Cuál es la respuesta bíblica a esta situación? El sometimiento de la
carne como lo expresa Pablo en 1º Corintios 9:24-27. Vayamos a lo práctico, para orar en la
madrugada se necesita DISCIPLINA. Si usted se acuesta tarde pudiendo acostarse
temprano va a sentirse muy cansado para orar en la madrugada y quizás pase de largo. Tal
vez el Espíritu de Dios lo despierte o usted mismo (de forma espontanea o con una alarma)
pero no tendrá fuerzas para levantarse. Tal vez se levante a orar pero su mente no logrará
sumergirse en la oración porque estará luchando por no hundirse en un mar de sueño y
cansancio. Pensamos que todo es culpa del diablo pero estos son fallos personales, aun los
discípulos de Jesús lo experimentaron (Mateo 26:43, Marcos 14:40)
Otro obstáculo que enfrenta la oración es EL DESCUIDO. Muchos dejan de orar
en el día o realizan “oraciones rápidas” porque “no tienen tiempo”. Estos hermanos
corren el riesgo de que sus vidas se vuelvan estériles porque Jesús lo dijo en Juan 15:4,5,7.
Una de las raíces del descuido radica en una mala administración del tiempo, a Jesús le
alcanzaba el tiempo para todo (Juan 9:4) y Pablo exhorta a administrar bien el tiempo
(Romanos 13:11, Efesios 5:15,16, Colosenses 4:5, 1º Tesalonicenses 5:5,6) La mejor
medicina contra esto es ordenarse en la oración, la mejor solución de todas: la madrugada
con calma y tranquilidad. La otra raíz del descuido es la desvalorización, la ignorancia; el
no entender la importancia de la oración. La oración no es una costumbre que forma parte
de la “cultura cristiana” sino que es el alimento, la fuente de energía vital del creyente así
como lo fue para Jesús (Juan 5:19,30, Lucas 6:12,13)
También existen FACTORES EXTERNOS. Somos víctimas hoy en día de un
mundo acelerado, del sistema que el enemigo usa para mantener cautivo a la humanidad.
En este sistema se mueven muchas actividades, se mueve el afán y la ansiedad pero
recordemos las palabras del Maestro (Juan 17:14,16, 16:33, 1º Juan 4:4, 5:4) Muchos
creyentes que oraban mucho comienzan a disminuir poco a poco su vida de oración por las
muchas ocupaciones. Muchas ocupaciones no deberían implicar menos oración, todo lo
contrario, mientras más asuntos, compromisos y responsabilidades, se necesita más la luz
de Jesús que es impartida a través de la oración por el Espíritu Santo; esto es una realidad
en el creyente que tiene verdadera fe en Dios y sabe que en la oración hay poder. 1º Reyes
3:3-10. Si el creyente se compromete con Dios a ser constante en la oración, a no negociar
por nada ni nadie su vida de oración, Dios se compromete con él a bendecirle, a guardarle,
a traer su familia a Cristo, a llenarle de su unción, a prosperarle, a usarlo en el ministerio…
LAS COSAS BUENAS son enemigos de la oración. Nunca cambie lo mejor por lo
bueno; no cambie al que bendice por la bendición. A veces cambiamos la oración por los
estudios, el trabajo, las responsabilidades, la familia, los amigos, el descanso y los hobbies
Muchos líderes y ministros se ocupan tanto de la obra del Señor que se olvidan del SEÑOR
DE LA OBRA. Asaf y David estaban claros de sus prioridades (Salmos 73:25,28, 63:3)
Muy a menudo hay la tendencia a actuar sin esperar la dirección del Espíritu como lo hizo
Saúl que no esperó a Samuel y le costó el reino (1º Samuel 13 y 14) Comparemos esto con
el Salmo 40:1 y Hechos 6:4, 15:28, la Iglesia se mueve solo de rodillas bajo la dirección del
Espíritu Santo.
LA SIMPLICIDAD es otro enemigo de la oración. Ciertamente comenzamos a
orar poco a poco y vamos creciendo y aprendiendo, así debe ser, nuestra oración tiene que
crecer. No se puede quedar en pañales toda la vida. Debe crecer en adoración hasta lograr
perfumar el trono de Dios, debe crecer en la intercesión hasta desatar ligaduras y quebrar
las cadenas que atan a otras personas, debe crecer en autoridad y peso de gloria hasta poner
en fuga legiones de demonios (Lucas 22:39-46, Gálatas 4:19, Colosenses 2:1-3, Efesios
6:10,18)
LAS CAPACIDADES HUMANAS nada tienen que ver con la oración. No se trata
de palabrerío vacio (Mateo 6:7) sino del un clamor que sale de lo más profundo del alma,
del corazón y del espíritu (1º Samuel 1:10, Salmo 51:17) porque la oración es espiritual y
ha de hacerse en el Espíritu, esa es la meta. Efesios 6:18, 1º Corintios 2:12,13.
UNA VIDA DESORDENADA hace ineficaz la oración de la persona. Para orar en
el poder del Espíritu Santo, alcanzar el oído de Dios y recibir respuesta pronta y segura
siempre se debe vivir bajo las más altas normas de santidad. Esto implica más que simple
obediencia, implica un ardiente anhelo por hacer la voluntad de Dios y complacerle. (Juan
4:34, 6:38, 8:29, 15:7, 1º Juan 3:22) Si el esposo no se preocupa en agradar a su esposa, no
espere que Dios conteste su oración (1º Pedro 3:7) si los hijos no honran a sus padres, no
esperen respuesta de parte de Dios; si en el trabajo o en el colegio no vives en integridad
delante de Dios tu oración será ineficaz, estéril, vacía, sin poder ni respuesta.
LA FALTA DE PROPOSITO, la oración que no ambiciona nada, que no tiene
metas ni enfoque es una oración estéril. Elías oro con un propósito definido (Santiago 5:17)
Ana oro con una ambición (1º Samuel 1:10,11) y Abraham no cedió en su objetivo al
interceder por una ciudad (Génesis 18:23-33) Deseche esa falsa idea de “humildad” que
hace a las personas ir delante de Dios sin ningún deseo y sea arriesgado en oración. Los
grandes avivamientos del pasado surgieron de oraciones tales como: “Señor, dame esas
almas o toma la mía”, “Señor, dame Escocia o me muero”.
Sea lo más sincero posible en su oración. LA HIPOCRESIA mata la oración como
lo dijo el Maestro (Mateo 6:5) ¿Qué quiere decir esto? Si a usted lo pasan a orar en público
y empieza a alzar la voz no dirigido por el Espíritu sino para dar la impresión de que “es
espiritual”, esta siendo hipócrita. Ore a Dios como el Espíritu le dirija. Si no se lleva una
vida de oración intima con Dios en la privacidad, en el secreto y se pretende “ser
fervoroso” en la congregación o en público, se está siendo hipócrita. Dios ama y recibe
TODAS las oraciones, para Él todas las oraciones suben delante de su presencia como
incienso aromático, como olor fragante, como perfume.
Una de los principales objetivos del enemigo es secar la vida de oración del
creyente de la forma más sutil posible. Luego que lo logre, no le importará si usted va todos
los días a la iglesia, no le importará si va a todos los evangelismos habidos y por haber
porque le habrá dejado sin la fuente que hace que todo lo demás sea poderoso: la oración.