Odisea Cristiana | Diciembre 2016 1

2 Comunión de Gracia Internacional | Odisea Cristiana

CONTENIDO

EDITORIAL

Compromisos Mutuos. Pág. 3

HABLANDO DE LA VIDA

Un nuevo año, un nuevo corazón Pág. 6

EL LECCIONARIO COMÚN REVISADO

Pág. 7

El Bautismo y la

Autenticación de Jesús Pág. 8

Jesús: Cordero de Dios

y Mesías. Pág. 10

Lanzamiento de Jesús al

Ministerio Público. Pág. 13

Las Bienaventuranzas Pág. 15

El deleite del ayuno

Parte 2. Pág. 22

REFLEXIONES TRINITARIAS

¿Pagano? Pág. 26

MUJERES DE LA BIBLIA

Débora, la nodriza Pág. 28

DESAFÍO DE LECTURA

Esperar la Promesa. Pág. 29

PREGUNTAS PARA ANTES

DE COMPROMETERTE

Pág. 29

NOTAS DE AMOR PARA PAREJAS

Peligros de las Redes Sociales

en el Matrimonio Pág. 30

CONSEJOS PARA JÓVENES

No juzgues un libro

por su portada Pág. 32

Odisea Cristiana CRECIENDO JUNTOS EN

Vida y Fe NÚMERO 59 | ENERO 2017

Odisea Cristiana, Creciendo Juntos en Vida y Fe es publicada por la Comunión de Gracia Internacional. Copyright©2017. Presidente: Joseph Tkach. Directores de Misiones Hispanas: Centro y Sur América: Héctor Barrero. EEUU y México: Lorenzo Arroyo. España: Pedro Rufián. Editor: David E. Ágreda. CONTACTO: Argentina: Olavarría 4543, (1842) Bo Las Flores, Monte Grande- BA. email: iduarg@gmail.com Tel. (011) 4295-1698. Colombia: Calle 49 #26-11 Galerías, Bo-gotá. Tel: 322-3711. Chile: Casilla 11, Correo 21, Santiago. El Salvador: Calle Los Tanques, Colonia Dolores, San Salvador. España: Apdo. 185, 28600 Navalcarnero, Madrid. Tel. 91 813 67 05 ó 626 468 629 Web: comuniondelagracia.es Estados Unidos: P.O. Box 5005, Glendora, CA 91740-5005. Honduras: Apdo 20831, Comayagüela. México: comuniongracia.org.mx Perú: comuniondelagracia.pe Resto del mundo: gci.org/churches web: http://comuniondegracia.org email: comuniondegracia@gmail.com facebook: ComuniondelaGracia twitter: @comuniongracia

Somos una denominación cristiana com-prometida a vivir y compartir la buena noticia de que el Hijo de Dios nació para tomar la naturaleza humana como noso-tros, murió por nosotros y al tercer día resucitó, y ahora vive en la humanidad y comparte con nosotros la relación que tiene con Dios el Padre y el Espíritu Santo.

Odisea Cristiana | Enero 2017 3

Echen sus redes a la derecha por Greg Olsen (utilizada con el permiso del artista)

eliz año nuevo! Oro para que el próximo año sea para usted de muchos fru-

tos en Cristo. La "Renovación" será nuestro tema principal en el 2017. Para viajar juntos ese viaje guiado por el Espíritu, es vital que haga-mos algunos compromisos mutuos. Hay varios que podría mencionar, como nuestro compromiso con la oración, proporcionarnos unos a otros mucho apoyo y altos desa-fíos, y discipular a nuestros hijos.

Permítanme comenzar nuestra dis-cusión de los compromisos mutuos señalando el papel central que la oración tiene en el avance de nuestro camino de renovación. De la oración

(solos y en grupos) fluye el discerni-miento tan vital para nuestra partici-pación en conjunto en la misión de Dios de amor para el mundo. En 2017 (y todos los años) deseamos partici-par activamente en lo que Dios está haciendo.

El apóstol Pablo, un defensor de la renovación de la iglesia, y un hombre de discernimiento excepcional, era una persona dedicada a la oración. Su dedicación y compromiso se ve en las muchas oraciones poderosas que insertó en sus cartas (epístolas) a va-rias iglesias. Aunque escritas en el si-glo I, estas oraciones se aplican en to-dos los siglos, incluido nuestro siglo XXI. Ten en cuenta su oración por los seguidores de Cristo en la ciudad de

¡F

EDITORIAL Por Greg Williams

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Filipos:

Y esto pido en oración: que el amor de ustedes abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento, a fin de que escojan (aprueben) lo mejor, para que sean puros e irreprensibles para el día de Cristo; llenos del fruto de justicia que es por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios. (Filipenses 1: 9-11)

Pablo ora para que el amor abunde en las vidas de estos creyentes. Ese amor (ágape en griego) es un amor particularmente tierno que fluye a los demás sin esperar nada a cambio. Es el amor de sacrificio que se origina con, fluye entre, y luego procede del Padre, Hijo y Espíritu. Es el amor que Jesús tenía en mente cuando dijo a sus discípulos (y a todas las personas por implicación) "ámense unos a otros", de la forma en que han sido amados por él, avanzando así en la misión de Dios al mundo (Juan 13: 34- 35).

Nótese en Filipenses 1:9 que Pablo une el amor (ágape) a las virtudes ge-melas de conocimiento y discerni-miento. El conocimiento incluye la sana doctrina bíblica y la verdad práctica. El discernimiento (percep-ción espiritual) incluye vista espiri-tual, oído espiritual, tacto espiritual, olfato espiritual y papilas gustativas espirituales, que participen todos los "receptores sensoriales". El conoci-miento y discernimiento que fluyen de la oración, guían nuestro amor a dejar de juzgar mal a otros, evitando así dañar por descuido a los que tra-tamos de servir.

La oración de Pablo nos recuerda la

descripción que hace el apóstol Juan de Jesús como "lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14). Como pastores y líderes de ministerio, queremos ca-minar al paso de Jesús estando llenos de gracia y diciendo la verdad. Algu-nos líderes enfatizan la verdad, mien-tras restan importancia a la gracia. Otros hacen lo contrario. Pero Jesús trae la gracia y la verdad juntas. Una combinación de oración de gracia (amor) y verdad (conocimiento/dis-cernimiento) nos llevará a buscar pri-mero la validación, a continuación, celebrar, lo que es excelente y bueno en los demás. Entonces, en ese con-texto de amor, podemos (y como mentores/supervisores, debería-mos) señalar esas cosas donde nues-tros protegidos fallan (cosas que es-tán mal o mediocres). La verdad sin la gracia tiende a ser abusiva; la gra-cia sin decir la verdad tiende a obsta-culizar el progreso (y por lo tanto la renovación).

Es esta combinación de gracia y de verdad (fundamentada en el discer-nimiento que brota de la oración) a la que aspira nuestro equipo de Ad-ministración de la Iglesia. Estamos comprometidos con la búsqueda de lo mejor para nuestros pastores, otros líderes, iglesias y miembros. Este compromiso se expresa por uno de nuestros lemas rectores: gran apoyo y gran desafío.

Pablo concluye su oración por la igle-sia en Filipenses 1:11 con una frase que es fácil pasar por alto: "Llenos del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo" Jesús es el que nos da la ayuda más grande de todas (la gracia), que da fruto abundante de justicia (verdad). Este "llenado"

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de Jesús está en curso (no sólo algo que ocurre en el futuro). Viene a no-sotros en nuestro viaje en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu, cre-ciendo cada vez más profunda en el conocimiento de Jesús y la realidad de su maravillosa gracia y verdad, siempre esperando y observando "el día de Cristo" (Filipenses 1: 10), la se-gunda venida de nuestro Señor, cuando se manifieste en gloria. Es a través de este viaje continuo con Je-sús que somos empoderados a ser el tipo de iglesia por la que Pablo está orando.

Unamos nuestras oraciones a Pablo

en la oración por la renovación con-tinua de la Comunión de Gracia In-ternacional en este año. Caminemos juntos, comprometidos con nuestro Dios Trino y entre sí, creciendo en la

gracia y la verdad de Jesucristo. †

Orando contigo, Greg y Susan Williams

Greg Williams es Director de Desa-rrollo y Adminis-tración de la Igle-sia Comunión de Gracia Internacio-nal.

¿Quieres leer más de las oraciones de Pablo? Lee las siguientes citas:

Romanos 1:8-10; 15:13, 30-33

1 Corintios 1: 4-9

2 Corintios 1: 3-7; 2:14-16; 13:7-9

Efesios 1:3-5, 15-23; 3:14-21

Filipenses 4:6-7, 23

Colosenses 1:3-24; 4:2-4

1 Tesalonicenses 2:13-16; 5:23-34

2 Tesalonicenses 1:11-12; 3:2-5

1 Timoteo 2:1-3

2 Timoteo 1:16-18

Filemón 1:4-7

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Un nuevo año, un nuevo corazón ohn Bell tuvo la oportunidad de hacer algo que la mayoría de nosotros espero que nunca sea

capaz de hacer: sostuvo su propio corazón en sus manos. Bell tuvo un trasplante de corazón con éxito dos años antes, y ahora, a través de un programa llamado Corazón a Cora-zón en el Centro Médico de la Uni-versidad Baylor de Dallas, fue capaz de sostener el órgano que lo había mantenido vivo durante setenta años antes de ser reemplazado.

Esta asombrosa historia me re-cordó otro trasplante de corazón: el mío. Y aunque no me he some-tido a un trasplante de corazón "fí-sico", todos los que seguimos a Cristo hemos experimentado una versión espiritual de este proceso.

La cruel realidad de nuestra natura-leza pecaminosa es que sólo puede terminar en la muerte espiritual. El Profeta Jeremías dice claramente: "El corazón es engañoso por en-cima de todas las cosas y sin cura" (Jeremías 19:9).

Cuando nos enfrentamos a la reali-dad de nuestra "condición car-diaca" espiritual, puede ser difícil tener esperanza. Porque por nues-tra cuenta la probabilidad de su-pervivencia es cero. Pero sorpren-dentemente para nosotros, Jesu-cristo nos ofrece la única oportuni-dad posible de vida espiritual: un

trasplante de corazón en el centro mismo de nuestro ser. El Apóstol Pablo se refiere a este don gratuito de Cristo como la regeneración de nuestra humanidad, la renovación de nuestras naturalezas humanas, la transformación de nuestras mentes y la liberación de nuestras voluntades. Todo esto es lo que está

involucrado en la obra salvífica de Dios a través del Hijo eterno a través del Espíritu Santo. A través de toda esa salvación que nos rodea, se nos ofrece la milagrosa oportunidad de intercambiar nuestro viejo y muerto corazón por su nuevo y saludable co-razón, lleno de amor y vida eterna.

Pablo dice: "Porque sabemos que nuestro viejo ser fue crucificado con él, para que el cuerpo gobernado por el pecado fuese abolido, para que ya no fuéramos esclavos del pecado, porque cualquiera que ha muerto ha sido liberado del pecado. Ahora bien, si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él" (Romanos 6:6-8).

Dios ha realizado un intercambio milagroso en Cristo para que poda-mos vivir una vida nueva en él, com-partiendo su propia relación y comu-nión con el Padre en el Espíritu Santo. A medida que entramos en un nuevo año, recordemos que cada día que vivimos es sólo por la gracia y mi-sericordia de quien nos ha llamado a Él, nuestro Señor y Salvador, Jesu-

cristo. †

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HABLANDO DE VIDA Por Joseph Tkach

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El Leccionario Común Revisado

n adelante, planeamos propor-cionar sermones en cada edición para ayudar a nuestros pastores

y otros predicadores a implementar una "buena práctica" que hemos apoyado desde hace algún tiempo: predicar el LCR (Leccionario Común Revisado). Para cada domingo se in-cluye un conjunto de lecturas rela-cionadas de las Escrituras (leccio-nes). El sermón y otros elementos de la adoración se centran entonces en una o más de estas lecciones, como se explica en un artículo en el sitio web de la Biblioteca de Divinidad Vanderbilt:

El Leccionario Común Revisado es un ciclo de tres años de lecciones semanales... construido alrede-dor de las temporadas del año eclesiástico, e incluye cuatro lec-ciones para cada domingo, así como lecturas adicionales para las fiestas mayores. Durante la mayor parte del año las lecciones

son: una lectura de la Biblia he-brea, un salmo, una lectura de las Epístolas y una lectura del Evan-gelio...

Las estaciones del Año Eclesiás-tico reflejan la vida de Cristo. En consecuencia, las lecciones del Evangelio para cada domingo proporcionan el enfoque para ese día. Las otras lecciones para un día dado generalmente tienen una relación temática con la lec-tura del Evangelio para ese día, aunque esto no es siempre el caso. En el Tiempo Ordinario, el Leccionario Común Revisado ofrece dos series de lecturas para las lecciones de la Biblia hebrea. Un conjunto procede en su ma-yor parte de manera continua, dando la historia de los Patriarcas y el Éxodo en el Año A, las narra-ciones monárquicas en el Año B y lecturas de los Profetas en el Año C. En el otro conjunto de lecturas

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del Tiempo Ordinario... las lectu-ras de la Biblia hebrea están rela-cionadas temáticamente con las lecturas del Evangelio [que]... provienen de uno de los Evange-lios sinópticos según el siguiente patrón:

Año A - Mateo

Año B - Marcos

Año C - Lucas

Las lecturas del Evangelio de Juan se pueden encontrar a través de todo el LCR.

En alineación con el calendario de adoración de la iglesia en Occidente, el LCR comienza cada año nuevo con Adviento. El año en curso, que abarca desde el Adviento 2016 hasta el Adviento 2017, es designado Año A.

Si no lo está haciendo ya, le invita-mos a "dar el paso" y comenzar a usar el LCR este mes. Para ayudarlo, hemos proporcionado dos sermones

que se sincronizan con la lección del Evangelio asignada por el LCR a cada uno de los domingos. Al redactar es-tos sermones, Ted Johnston (editor de Equipper) se basó en diversas fuentes (adaptaciones del trabajo de John Stott, en particular). Las citas di-rectas, donde ocurren, no se atribu-yen (aunque es una práctica están-dar proporcionar atribución en ma-terial escrito, es difícil hacerlo en ma-nuscritos de sermones como estos).

Damos la bienvenida a sus comenta-rios sobre estos sermones -tal vez us-ted sabe de artículos, videos, anéc-dotas personales, etc que serían adi-ciones útiles. Para publicar sus co-mentarios, utilice la función "Publi-car un comentario nuevo" en la parte inferior de las páginas en nuestro si-tio web.

Comenzamos con el sermón para el 8 de enero, que en el calendario de adoración se celebra el bautismo de nuestro Señor.

El Bautismo y la Autenticación de Jesús Mateo 3: 13-17

8 de enero de 2017 – Bautismo del Señor Año A Lecturas: Isaías 42:1-9; Salmos 29:1-11; Hechos 10:34-43; Mateo 3: 13-17

n el capítulo tres de su Evangelio, Mateo explora el comienzo del ministerio público de Jesús. Pri-

mero habla de la proclamación de Juan el Bautista concerniente a Je-sús, luego da un relato del bautismo de Jesús, que incluye la autenticación de Jesús como el Hijo de Dios, el Me-sías.

Nuestra lectura del Evangelio para hoy es Mateo 3: 13-17 (NVI): Enton-ces Jesús vino de Galilea al Jordán para ser bautizado por Juan. Pero

Juan trató de disuadirle, diciendo: "Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?". Jesús respondió: "Que así sea ahora; es correcto que hagamos esto para cumplir toda jus-ticia. "Entonces Juan aceptó. En cuanto Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y vio que el Espíritu de Dios descendía como una paloma y alum-braba sobre él. Y una voz del cielo dijo: Este es mi Hijo, al cual amo; Con él me complazco".

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1. JESÚS ES BAUTIZADO (3:13-15)

Esto es verdaderamente impactante: Jesús, el Mesías de Dios, ¡viniendo a Juan y pidiendo ser bautizado! La ex-plicación de Jesús de querer ser bau-tizado es misteriosa, pero poderosa, relacionada con la verdad de quién es él, y la naturaleza de su misión.

¿Quién es este Jesús para ser bauti-zado? Ningún otro que el eterno Hijo de Dios hecho humano a través de la Encarnación. Jesús es completa-mente Dios (divino), pero también plenamente humano. Porque él es Dios, el Creador y sustentador de toda vida, en su humanidad sustituye y representa a todas las personas. Él lleva en sí mismo nuestra humanidad con su naturaleza humana caída. Y ahora, representándonos a todos, Je-sús viene a recibir el bautismo de arrepentimiento de Juan.

En el bautismo de Jesús está el bau-tismo de toda la humanidad -un bau-tismo que nuestro Señor dice cumple "toda justicia" (Mateo 3:15). ¿Qué significa eso? Jesús probablemente está usando la palabra "justicia" en el modo en que Isaías 53:11 habla de las personas que son hechas "justas" (justificadas) delante de Dios. En el bautismo de Jesús, toda la humani-dad es bautizada, un bautismo que representa y anticipa la muerte y re-surrección de Jesús por la cual todas las personas son hechas justas (justi-ficadas, perdonadas, reconciliadas) a los ojos de Dios.

2. JESÚS ES AUTENTICADO (3:16-17)

A continuación (Mateo 3: 16-17), la persona y el ministerio de Jesús son autenticados (confirmados) del cielo.

Cuando Jesús sube del agua, el Espí-ritu Santo baja sobre él en forma de paloma. Entonces se escucha una voz del cielo: es la voz del Padre: "Este es mi Hijo, al cual amo”; estas palabras son eco de Salmo 2:7 e Isaías 42:1 (y ver Efesios 1: 6 y Colosenses 1:13). Dios repetirá estas palabras acerca de Jesús en el Monte de la Transfigu-ración (Mateo 17: 5).

En esta sorprendente y poderosa es-cena encontramos la presencia y ac-tividad de las tres Personas de la Tri-nidad: el Padre que habla de su Hijo, el Hijo que está siendo bautizado, y el Espíritu Santo que desciende sobre el Hijo como una paloma. Esta se-cuencia verifica para Juan el Bautista que Jesús es verdaderamente el Hijo de Dios (Juan 1: 32-34), porque cum-ple la profecía de Isaías de que el Es-píritu descansaría sobre el Mesías (Isaías 11:2; 42:1; 61:1), inaugurando la era mesiánica. ¡Un nuevo día ha amanecido!

CONCLUSIÓN

Y así comienza el ministerio público de Jesús. Jesús, el Hijo de Dios, es quien justifica a toda la humanidad en y a través de su propia humanidad sustitutiva y representativa (los teó-logos dicen "vicaria"). Y ese trabajo incluye su bautismo en nuestro nom-bre.

El próximo domingo (15 de enero) nuestra lectura del Evangelio será Juan 1:29-42, donde aprenderemos más sobre la verdadera identidad de Jesús: él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. ¡Mantén-ganse al tanto!

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Jesús: Cordero de Dios y Mesías Juan 1: 29-42

15 de enero de 2017 – 2° Domingo después de la Epifanía Año A Lecturas: Isaías 49:1-7; Salmo 40:1-11; 1 Corintios 1:1-9; Juan 1:29-42

El Cordero de Dios, por Zurbaran. (Dominio público a través de Wikimedia Commons)

n la primera parte de su Evange-lio, Juan proclama que Jesús es divino: completamente Dios.

Juan hace esta proclamación dando siete nombres/títulos para Jesús. Co-mienza con la Palabra, la Luz-Vida y el Hijo de Dios. Y ahora en nuestro pasaje del Evangelio para hoy, da dos más: Cordero de Dios y Mesías.

1. JESÚS-CORDERO DE DIOS (1:29-34)

Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: "Ahí está el Cor-dero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es Aquél de quien yo dije: 'Después de mí viene un Hom-bre que es antes de mí (tiene un rango más elevado que yo) porque era primero que yo.' Yo no Lo cono-cía, pero para que El fuera manifes-

tado a Israel, por esto yo vine bauti-zando en agua." Juan también dio testimonio, diciendo: "He visto al Es-píritu que descendía del cielo como paloma, y se posó sobre El. Yo no Lo conocía, pero el que me envió a bau-tizar en agua me dijo: 'Aquél sobre quien veas al Espíritu descender y posarse sobre El, Este es el que bau-tiza en el Espíritu Santo.' Y yo Lo he visto y he dado testimonio de que Este es el Hijo de Dios.

Interludio musical sugerido: https://youtu.be/Yg_f-WEKmpo

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En Juan 1:29, es el día después del bautismo de Jesús (que vimos la se-mana pasada en el relato de Mateo). Y ahora Jesús está siendo identifi-cado como "el Cordero de Dios", un título que repetirá al día siguiente (Juan 1: 35-36). En cierto sentido, el mensaje de la Biblia puede resumirse en este título. La pregunta en el Anti-guo Testamento era: "¿Dónde está el cordero?" (Génesis 22: 7). En los cua-tro Evangelios, el énfasis es: "He aquí el Cordero". Y después de haber de-positado su confianza en él, cantan con el coro celestial: "Digno es el Cor-dero" (Apocalipsis 5:12).

Interludio musical sugerido alterna-tivo: https://youtu.be/b8iHO0AEHRo

El pueblo de Israel estaba muy fami-liarizado con corderos de sacrificio. En la Pascua, cada familia tenía que tener un cordero; Y durante el año, dos corderos eran sacrificados cada día en el altar del templo, más todos los otros corderos traídos para el sa-crificio personal. Estos corderos eran llevados por hombres a hombres, pero aquí está el Cordero de Dios, dado por Dios a los hombres. Estos corderos no podían quitar el pecado, pero el Cordero de Dios puede. Estos corderos eran para Israel solamente, pero este cordero derramaría su san-gre para el mundo entero.

En el Nuevo Testamento, el bautismo es por inmersión y representa la

muerte, sepultura y resurrección. Cuando Juan el Bautista bautizó a Je-sús, Jesús y Juan estaban prefigu-rando el "bautismo" que Jesús sopor-taría en la cruz cuando él moriría como el Cordero de Dios sacrificado (Isaías 53: 7; ). Sería mediante la muerte, el entierro y la resurrección que el Cordero de Dios "cumpliera toda justicia" (Mateo 3:15).

Tal vez Juan el Bautista estaba equi-vocado. Tal vez no estaba seguro de que Jesús de Nazaret era el Cordero de Dios o el Hijo de Dios. Pero el Pa-dre dejó claro a Juan quién es Jesús, enviando al Espíritu Santo como una paloma para iluminarlo y permane-cer. ¡Qué hermosa imagen de la Tri-nidad!

2. JESÚS-MESÍAS (1:35-42)

Al día siguiente Juan estaba otra vez allí con dos de sus discípulos, y vio a Jesús que pasaba, y dijo: "Ahí está el Cordero de Dios." Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y viendo que Lo se-guían, les dijo: "¿Qué buscan?" Y ellos Le dijeron: "Rabí (que traducido quiere decir Maestro), ¿dónde Te hospedas?" "Vengan y verán," les dijo Jesús. Entonces fueron y vieron dónde se hospedaba; y se quedaron con El aquel día, porque eran como las cuatro de la tarde (la hora dé-cima).

Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús, era Andrés, her-mano de Simón Pedro. Él encontró primero a su hermano Simón, y le dijo: "Hemos hallado al Mesías" (que traducido quiere decir, Cristo). En-tonces lo trajo a Jesús. Jesús mirán-dolo, dijo: "Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado Cefas," que

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quiere decir Pedro (Piedra).

En Juan 2: 1 dice que la boda en Caná ocurrió "al tercer día" en lo que Juan parece aludir como "Nueva Semana de la Creación". Como las bodas ju-días tradicionalmente se llevaban a cabo los miércoles, contando hacia atrás podemos inferir (aunque no podemos estar seguros) que el bau-tismo de Jesús ocurrió un domingo (el mismo día de la semana que la re-surrección de Jesús). Al día siguiente (lunes), Jesús está ocupado reuniendo a sus discípulos. El minis-terio público del Mesías de Dios está ahora en marcha (y veremos más so-bre ese lanzamiento en el relato de Mateo la próxima semana).

Dos discípulos de Juan el Bautista co-mienzan a seguir a Jesús: Juan (escri-tor de este Evangelio) y su amigo An-drés. Juan el Bautista estaba feliz cuando la gente lo dejaba para seguir a Jesús. Como dice Juan: "Él [Jesús] debe aumentar, pero yo debo dismi-nuir" (Juan 3:30). Cuando Jesús le preguntó a sus nuevos discípulos: "¿Qué estás buscando?" Él los guiaba para definir sus propósitos y metas. ¿Estaban buscando un líder revolu-cionario para derrocar a Roma? ¡En-tonces es mejor que se unan a los ze-lotes! Poco se dieron cuenta Andrés y Juan ese día cómo sus vidas serían transformadas por Jesús, el Hijo de Dios.

“¿Dónde te hospedas?” pudo haber sugerido: “Si estás muy ocupado ahora podemos visitarte más tarde”. Pero Jesús les invitó a pasar el día con él y sin duda les habló de su misión, les reveló su propio corazón , Y res-pondió a sus preguntas. Fueron tan impresionados que encontraron a

sus hermanos y los llevaron a Jesús. Andrés trajo a Simón (Pedro).

"¡Hemos encontrado al Mesías!" Fue el testimonio que dio Andrés a su hermano Simón. Mesías es una pala-bra hebrea que significa ungido, y el equivalente griego es Cristo. Para los judíos, era lo mismo que el Hijo de Dios. En el Antiguo Testamento, los profetas, los sacerdotes y los reyes eran ungidos y eran separados para servicio especial. Los reyes eran es-pecialmente llamados ungidos de Dios (1 Sam 26:11; Salmo 89:20); así, cuando los judíos hablaron de su Me-sías, estaban pensando en el rey que vendría y establecería el reino.

Había confusión entre los maestros judíos en cuanto a lo que el Mesías haría. Algunos lo vieron como un sa-crificio sufriente (como en Isaías 53), pero la mayoría vio un rey esplén-dido (como en Isaías 9 y 11). Jesús tuvo que explicar incluso a sus segui-dores que la cruz tenía que venir an-tes de la corona, que debía sufrir an-tes de entrar en su gloria (Lucas 24: 13-35). Si Jesús era o no el Mesías era una pregunta crucial que desafió a los judíos en ese día (Juan 7:26, 40-44; 9:22; 10:24).

La entrevista de Simón con Jesús cambió su vida. También le dio un nombre nuevo -Pedro en griego (Ce-fas en el idioma arameo que Jesús habló)- que significa roca. Tomó mu-cho trabajo para Jesús transformar a Simón débil en esa roca, ¡pero lo hizo! "Tú eres... tú serás" es un gran incentivo para todos los que confían en Cristo. Como sus discípulos, Jesús nos da "poder para llegar a ser" quie-nes nosotros, en él, verdaderamente somos (Juan 1:12 RV).

Odisea Cristiana | Enero 2017 13

Lanzamiento de Jesús al Ministerio Público

Mateo 4:12-23

22 de enero de 2017 – 3° Domingo después de la Epifanía Año A

Lecturas: Isaías 9:1-4; Salmos 27:1, 4-9;

1 Corintios 1:10-18; Mateo 4:12-23

Jesús en Capernaum, por Amoedo, dominio público vía Wikimedia Commons

n Mateo capítulo 3, Jesús es bau-tizado por toda la humanidad, ungido por el Espíritu para su mi-

nisterio a toda la humanidad, y acre-ditado por el Padre como su Hijo con autoridad sobre toda la humanidad (y todo el cosmos). Entonces, en Ma-teo 4:1-11, Jesús es guiado por el Es-píritu para ser probado en el de-sierto, preparándolo más para su mi-nisterio y más adelante acreditán-dolo como el Mesías de Dios. Enton-ces en la segunda mitad del capítulo 4, que veremos hoy, Jesús es lanzado en el poder del Espíritu en su ahora

ministerio público. Su primera tarea es llamar a su primer grupo de discí-pulos. Caminemos con Jesús:

1. JESÚS SE TRASLADA A GALILEA (4:12-16)

Cuando Jesús oyó que Juan había sido encarcelado, regresó a Galilea. Saliendo de Nazaret, fue a vivir en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí; para que se cumpliera lo que fue di-cho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: "¡Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los

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gentiles (de las naciones)! El pueblo asentado en tinieblas vio una gran Luz, y a los que Vivian en región y sombra de muerte, una Luz les res-plandeció".

Jesús no entra completamente en su ministerio público oficial hasta que Juan el Bautista es encarcelado (Ma-teo 14:3). Cuando Jesús se da cuenta del encarcelamiento de Juan, aban-dona su ciudad natal de Nazaret y se establece más al norte en Caper-naúm en la región establecida en el tiempo de Josué por las tribus israe-litas de Zabulón y Neftalí. Isaías había profetizado (Isaías 9:1-2) que la luz vendría a esta región, y Mateo ve la llegada de Jesús a Capernaúm como cumplimiento de esa profecía.

Esta luz del Mesías llega tanto a los judíos como a los gentiles, como lo demuestra el nombre dado a la re-gión: "Galilea de los gentiles" (Mateo 4:15), un área geográfica, política y culturalmente cortada de Judea. Su pueblo era considerado por los ju-díos como unculto e irreligioso, lo que llevó a tensas relaciones entre las regiones. Como Galileo, Jesús es visto virtualmente como un extran-jero en Jerusalén. Galilea ahora se convierte en la Sede del ministerio público de Jesús-uno bien recibido por las masas galileas. En contraste, Jerusalén, en Judea, se convirtió en el lugar del rechazo y la muerte del Me-sías. Mateo intencionalmente con-trasta Galilea y Judea a lo largo de su Evangelio, culminando en el regreso de Jesús resucitado de Jerusalén a Galilea donde él lanza su misión cris-tiana post-Resurrección que se reali-zará en y a través de la iglesia de la cual somos parte (Mateo 28).

2. LA PROCLAMACIÓN DE JESÚS (4:17)

Desde entonces Jesús comenzó a predicar: "Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado."

Desde entonces es una frase clave en Mateo usada para significar una nueva fase en el ministerio de Jesús. Aquí Jesús comienza a predicar públi-camente y su mensaje comienza donde Juan el Bautista terminó: de-clarar que el reino de los cielos está cerca y llamando a la gente a arre-pentirse. Declarar la proximidad del reino es afirmar que el reinado de Dios está siendo hecha efectivo. Eso, por supuesto, es porque el Rey Jesús está presente y se está dando a co-nocer. ¿Cómo responderá la gente? Esa es la pregunta.

3. JESÚS LLAMA A SUS PRIMEROS DISCÍPULOS (4:18-22)

Andando Jesús junto al mar de Gali-lea, vio a dos hermanos, Simón, lla-mado Pedro, y Andrés su hermano, echando una red al mar, porque eran pescadores. Y les dijo: "Vengan en pos de Mí, y Yo los haré pescadores de hombres." Entonces ellos, de-jando al instante las redes, Lo siguie-ron. Y pasando de allí, Jesús vio a otros dos hermanos, Jacobo (San-tiago), hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, remendando sus redes, y los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, Lo siguieron.

Jesús ahora comienza a reunir lo que llamaríamos su "equipo de ministe-rio". Era común que los rabinos ju-díos llamaran discípulos para que los siguieran. Y aquí el rabino Jesús llama a dos pares de hermanos, ambos pescadores de profesión. Él los llama

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a abandonar esta vocación y unirse a él como "pescadores de hombres", ganando nuevos súbditos del go-bierno de Dios (reino). Vemos aquí el compromiso total de ser un discípulo (seguidor) de Jesús.

CONCLUSIÓN: RESUMEN DEL MINISTERIO DE JESÚS (4:23)

Y Jesús iba por toda Galilea, ense-ñando en sus sinagogas, procla-mando el evangelio (las buenas nue-vas) del reino, y sanando toda enfer-medad y toda dolencia en el pueblo.

Nuestro pasaje concluye con esta im-portante nota de pie de página, des-tacando el lugar prominente de la sa-nidad en el ministerio de Jesús (una señal importante de que él es verda-deramente el Mesías de Dios). Estos milagros marcan un avance significa-tivo más allá del ministerio de Juan el Bautista. El poder del reino de los cie-los, al cual Juan miraba en el futuro, ahora es experimentado en las accio-nes distintivas y milagrosas de Jesús.

El Mesías está trabajando; ¡ahora todo va a cambiar!

Las Bienaventuranzas Mateo 5:1-12

29 de enero de 2017 – 4° Domingo después de la Epifanía Año A

Lecturas: Miqueas 6:1-8; Salmo 15:1-5; 1 Corintios 1:18-31;

Mateo 5:1-12

El Sermón del Monte, por Bloch (dominio público a través de Wikimedia Commons)

A medida que continuamos en el Evangelio de Mateo, llegamos al bien conocido, pero no siempre bien en-tendido Sermón de la Montaña. Su

primera sección se conoce como Las Bienaventuranzas. Leamos el pasaje de hoy:

16 Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org

Cuando Jesús vio a las multitudes, subió al monte; y después de sen-tarse, Sus discípulos se acercaron a Él. Y abriendo Su boca, les ense-ñaba, diciendo:

"Bienaventurados (Felices) los po-bres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.

"Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.

"Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra.

"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.

"Bienaventurados los misericordio-sos, pues ellos recibirán misericor-dia.

"Bienaventurados los de limpio co-razón, pues ellos verán a Dios.

"Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hi-jos de Dios.

"Bienaventurados aquéllos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.

"Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes fal-samente, por causa de Mí. Regocí-jense y alégrense, porque la recom-pensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes.

Algunos ven esto como Jesús dando una nueva ley, pero ese no es el caso. Jesús está declarando su evangelio,

la verdad de quién es y las bendicio-nes que sus seguidores experimen-tan cuando comparten, por el Espí-ritu, su vida y amor. Las palabras de Jesús son, pues, primero (y principal-mente) sobre sí mismo, y su perfec-ción, no la nuestra. Jesús no dice "bienaventurados los pobres en espí-ritu porque son pobres en espíritu". Más bien, los pobres en espíritu son de algún modo "bienaventurados" a pesar de, y en medio de su deplora-ble pobreza espiritual. Ellos son ben-decidos porque la regla del reino se ha movido redentoramente sobre ellos y a través de ellos por la gracia de Jesús, y como resultado, ahora es-tán compartiendo la propia biena-venturanza de Jesús. Así que las bie-naventuranzas son acerca de los do-nes de la gracia de Dios en y por me-dio de Jesús, no el fruto del esfuerzo humano o las recompensas dadas por el logro humano.

El antiguo líder de la iglesia y predi-cador Crisóstomo se refirió a las bie-naventuranzas como una cadena de oro -una progresiva experiencia y manifestación de la propia vida de Cristo- una bendición que conduce a la siguiente mientras el Espíritu atrae a un seguidor de Jesús cada vez más profundo a experimentar la vida y el amor de Jesús. Las cuatro primeras bienaventuranzas describen la rela-ción del cristiano con Dios, mientras que las otras cuatro describen sus re-laciones y deberes con los demás se-res humanos.

1. BIENAVENTURADOS LOS POBRES EN ESPÍRITU, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS

CIELOS.

En el Antiguo Testamento, un "hom-bre pobre" es un afligido y por lo

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tanto incapaz de salvarse a sí mismo, y que por lo tanto debe buscar a Dios solo para la salvación, reconociendo que no tiene derecho a Dios. Esta clase de pobreza espiritual es reco-mendada en Isaías, porque es "el po-bre y el necesitado", quien "busca agua" donde no existe, a quien Dios abre "ríos en las alturas" (Isaías 41:17-18). Sí, ser "pobre en espíritu" es ser verdaderamente empobre-cido, pero también significa ser capaz de reconocer esa pobreza espiritual ante Dios, sabiendo que no tenemos nada que ofrecer, nada que implorar, nada con que comprar o de ninguna manera ganar el favor de Dios. Es como uno de los versos en el himno Roca de los Siglos proclama:

Nada en mi mano traigo, Simplemente a tu cruz me aferro;

Desnudo, vengo a ti para vestirme; Desamparado vengo a ti por gracia;

Sufro, yo a la fuente corro; Lávame, Salvador, o muero.

El gobierno del reino de Dios, que trae salvación, es un don absoluto, totalmente inmerecido. Se recibe con gratitud con humildad depen-diente y con el entusiasmo de un niño pequeño. Así, al comienzo de su Sermón de la Montaña, aquí en estas Bienaventuranzas, Jesús contradice muchas de las expectativas popula-res del reino de Dios tal como se veía en sus días (y algunas veces en los nuestros). El reino es dado a los po-bres, no a los ricos; A los débiles, no a los poderosos; A los niños peque-ños lo suficientemente humildes para aceptarlo, no a los soldados que se jactan que pueden obtenerlo a través de sus propias proezas. Biena-venturados los pobres en Espíritu,

porque de ellos es el reino de los cie-los.

2. BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN, PORQUE ELLOS SERÁN

CONSOLADOS.

Uno podría traducir esta frase, "Feli-ces son los infelices" para llamar la atención sobre la sorprendente para-doja que contiene. ¿Qué tipo de do-lor trae el gozo de la bendición de Cristo? El contexto sugiere que a quienes se les promete consuelo son aquellos que lloran la pérdida de su propia justicia -la posición con Dios que ellos creían poseer en virtud de sus propios esfuerzos o bondad o pe-digrí.

Esta segunda bienaventuranza fluye del arrepentimiento genuino implí-cita en la primera. Una cosa es ser pobre espiritualmente y recono-cerlo, pero otra es afligirse y llorar por ello. En la versión de Lucas, Jesús dice: "¡Ay de ustedes que se ríen ahora!" (Lucas 6:25). Jesús lloró por los pecados de los demás, por sus amargas consecuencias en su juicio y muerte, y por la ciudad impenitente que no lo recibiría. Estamos llamados a participar en el llanto de Jesús so-bre el mal en el mundo y dentro de nosotros mismos. Recordamos el grito angustiado de Pablo: "¡Maldito soy! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?" (Romanos 7:24). Este luto será confortado por el único consuelo que puede aliviar la angustia, es decir, el perdón gratuito de Dios. Mateo quiere que recorde-mos que en el Antiguo Testamento se dice que uno de los oficios del Me-sías es "consolar". El Mesías será el "Consolador" que "atará a los que-brantados de corazón" (Isaías 61: 1).

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Por eso hombres piadosos como Si-meón miraron y anhelaron "el con-suelo de Israel" (Lucas 2:25). ¡Miren a Jesús, ustedes que se unen con él en luto, y encontrarán consuelo!

3. BIENAVENTURADOS LOS MANSOS, PORQUE ELLOS HEREDARÁN LA TIERRA.

La palabra griega traducida manso significa dócil, humilde, considerado, cortés, y por lo tanto posee el auto-control sin el cual estas cualidades son imposibles. Jesús se llamó a sí mismo "manso y humilde de cora-zón" (Mateo 11:29). Pero, ¿qué clase de mansedumbre es esta, a causa de la cual se dice que los que comparten la mansedumbre de Cristo son ben-decidos? Observe cómo en esta lista de bienaventuranzas "los mansos" se encuentran entre los que lloran por el pecado, y los que tienen hambre y sed de justicia. Evidentemente la mansedumbre aquí referida tiene que ver con esa secuencia. Se trata de mantener una verdadera visión de sí mismo expresada en actitudes y conducta con respecto a los demás. La persona verdaderamente mansa se sorprende de que Dios y la gente puedan pensar en él tan bien como lo hacen y de que lo tratan tan bien como lo hacen. Esta persona, por lo tanto, comparte la propia manse-dumbre, humildad, sensibilidad y pa-ciencia de Jesús. ¿Perfectamente? Bueno, no yo. Pero entonces esta-mos en un viaje con Jesús.

Mientras que uno esperaría lo con-trario, Jesús dice que estas personas mansas "heredarán la tierra". En nuestro mundo caído, a menudo son los dominantes los que reciben los bienes, no los que comparten la

mansedumbre de Jesús. Pero, aun-que sean privados y marginados por la gente, los mansos saben lo que es vivir y reinar con Cristo, donde gozan e incluso "poseen" la tierra que per-tenece a Cristo. En el día del regreso de Cristo en gloria, habrá "cielos nue-vos y una tierra nueva" para que ellos disfruten (Mateo 19:28; 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1). ¡Ven Señor Jesús!

4. BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE

JUSTICIA, PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS.

Los seguidores de Jesús participan del hambre y sed de justicia de su Se-ñor. La suprema ambición de los ciu-dadanos del reino de Jesús es espiri-tual, no material. En lugar de estar absorbidos en la búsqueda de pose-siones, comparten con Jesús su com-promiso de "buscar primero el reino" con su justicia del reino (Mateo 6:33). ¿Qué es esta justicia? Es Cristo mismo, porque él es nuestra vida (Romanos 9: 30-10: 4).

5. BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS, PORQUE RECIBIRÁN MISERICORDIA.

La misericordia es la compasión por las personas necesitadas. Jesús no especifica las categorías de personas que él tiene en mente aquí, pero no había necesidad de elaborar. Nues-tro Dios es misericordioso y muestra misericordia continuamente, y los ciudadanos de su reino comparten esa misericordia. Debido a nuestra naturaleza caída, el mundo es des-piadado, prefiriendo aislarse contra los dolores y calamidades de la gente y el resto de la creación. Encuentra deliciosa la venganza, y el perdón, en

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comparación, como una señal de de-bilidad.

Pero los que comparten la misericor-dia de Jesús la encontrarán. "Cuán benditos son los que muestran mise-ricordia; Se les mostrará misericor-dia" (NEB). La misma verdad se re-pite en el capítulo siguiente: "Si per-donáis a los demás sus ofensas, tam-bién os perdonará vuestro Padre ce-lestial" (Mateo 6:14 NVI). Esto no es porque merecemos misericordia por ser misericordiosos, o perdón por perdonar. No hacemos ninguna de las dos tan bien como deberíamos. En cambio, a través del arrepenti-miento, nuestros corazones se abren para recibir (experimentar) la miseri-cordia y perdón que Dios nos ha ex-tendido ya en Cristo. Nada nos mueve a perdonar a otros como ma-ravillarnos ante el hecho de que no-sotros mismos hemos sido perdona-dos. Nada demuestra más clara-mente que hemos sido perdonados que nuestra propia disposición a per-donar.

Perdonar y ser perdonados, mostrar misericordia y recibir misericordia - van juntos, y se encuentran en Jesús, tal como nuestro Señor ilustró en su parábola del siervo despiadado (Ma-teo 18: 21-35). Interpretadas en el contexto de las bienaventuranzas, son los mansos los que también son misericordiosos. Porque ser mansos es reconocer a otros que somos pe-cadores, y ser misericordioso es te-ner compasión de los demás, porque ellos también son pecadores.

6. BIENAVENTURADOS LOS PUROS DE CORAZÓN, PORQUE ELLOS

VERÁN A DIOS.

En las imágenes bíblicas, un corazón

puro es un corazón único, y es para-lelo al único ojo que Jesús menciona en Mateo 6:22 (AV). Ser puro de co-razón es, pues, liberarse de la false-dad en las relaciones con Dios y con otras personas. En el Salmo 24:4, la persona con "manos limpias y cora-zón puro" es aquella que "no levanta su alma a lo falso y no jura engañosa-mente". Así, los puros de corazón son "completamente sinceros" (JBP). Toda su vida, pública y privada, es transparente ante Dios y otras perso-nas. Su propio corazón (pensamien-tos y motivos) es puro, sin mezclar con nada tortuoso o ulterior. La hipo-cresía y el engaño les son abomina-bles; no tienen engaño. Esto es lo que Jesús es, y en comunión con él, lo que nosotros (por su gracia) esta-mos haciendo. Sin embargo, ¿cuán pocos de nosotros somos realmente así? Estamos tentados a usar una máscara diferente y jugar un papel diferente de acuerdo a cada ocasión, la esencia de la hipocresía. Entre los humanos, solamente Jesús era (y es) absolutamente puro de corazón, to-talmente inocente. En unión con él, por el poder de su Espíritu, compar-timos su pureza de corazón. Y a tra-vés de la unicidad del corazón de Cristo (su "solo ojo") somos capaces de "ver a Dios".

7. BIENAVENTURADOS LOS PACIFICADORES, PORQUE SERÁN

LLAMADOS HIJOS DE DIOS.

La secuencia del pensamiento desde la pureza del corazón hasta la pacifi-cación es natural, porque una de las causas más frecuentes del conflicto es la intriga, mientras que la apertura y la sinceridad son esenciales para la verdadera reconciliación. Jesús es el

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gran pacificador, y como sus seguido-res, somos instrumentos de su paz.

Ciertamente, Jesús dice más tarde que él vino "no ... para traer la paz, sino una espada", porque vino a “po-ner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y la nuera con-tra su suegra" (Mateo 10: 34-36). Lo que quiso decir es que el conflicto es el resultado inevitable de seguirlo, incluso en la propia familia, cuando tratamos de ponerlo primero en to-das las cosas (Mateo 10:37). Sin em-bargo, es claro a través de la ense-ñanza de Jesús que nunca debemos buscar conflicto o ser responsables de ello. Por el contrario, debemos "luchar por la paz con todos", y en la medida en que depende de nosotros, "vivir en paz con todos" (1 Corintios 7:15, 1 Pedro 3:11, Hebreos 12:14 Romanos 12:18).

El establecimiento de la paz es obra divina, porque la paz significa recon-ciliación, y Dios es el autor de la paz y la reconciliación. El mismo verbo usado en esta bienaventuranza para nosotros es aplicado por el apóstol Pablo a lo que Dios ha hecho por me-dio de Cristo. Por medio de Cristo, Dios se complació "reconciliarse con todas las cosas... haciendo la paz con la sangre de su cruz". El propósito de Cristo al hacerlo fue "crear en sí una nueva humanidad de entre los dos, haciendo así la paz" (Colosenses 1:20, Efesios 2:15). No es de extra-ñar, por tanto, que la bendición par-ticular que otorga a los pacificadores es que "serán llamados hijos de Dios". Pues ellos están buscando ser agentes del don del Padre de recon-ciliación, amando a las personas con el amor de Jesús, como el Señor

aclara en Mateo. 5: 44-45. Es el dia-blo quien es el alborotador, el que destruye la paz. El Dios que ama la reconciliación y la ha logrado en y a través de su Hijo, está haciendo avanzar su paz a través de sus hijos que están siguiendo a su Hijo. Así, como discípulos de Cristo, persegui-mos la paz y la reconciliación de to-das las maneras posibles, lo que in-cluye pedir a nuestro Padre celestial que cambie los corazones sobrenatu-ralmente para que se pueda lograr la verdadera paz.

Interludio musical sugerido: https://youtu.be/EwOguJrKswk

8. BIENAVENTURADOS LOS

QUE SON PERSEGUIDOS POR LA JUSTICIA, PORQUE DE ELLOS ES

EL REINO DE LOS CIELOS.

Aunque nos unimos a Jesús para tra-bajar por la paz con todos, algunos se niegan a vivir en paz con nosotros. De hecho, algunas personas tomarán la iniciativa de oponérsenos, y en particular de "injuriarnos" o calum-niarnos (Mateo 5:11 RV). Esto no es debido a nuestras debilidades o idio-sincrasias, sino "por causa de la justi-cia" (Mateo 5:10 RV) y por "mi [de Cristo] causa" (Mateo 5:11 RV), es decir, porque les resulta desagrada-ble la justicia por la cual nosotros te-nemos hambre y sed (Mateo 5: 6), y porque han rechazado al Cristo que nosotros buscamos seguir. La perse-cución típicamente resulta del cho-que de dos cosmovisiones irreconci-liables.

Odisea Cristiana | Enero 2017 21

¿Cómo espera Jesús que sus discípu-los reaccionen ante tal persecución? No debemos retaliar como incrédu-los, ni enfurruñarnos como niños, ni lamer nuestras heridas en autocom-pasión como los perros, ni simple-mente sonreír y soportarlo como los estoicos, y menos aún fingir que lo disfrutamos como los masoquistas. En su lugar, debemos alegrarnos (Mateo 5:12), incluso "brincar de gozo" (Lucas 6:23). ¿Por qué? Jesús da estas razones:

Nos regocijamos porque "grande es su recompensa en el cielo" (Ma-teo 5:12). Aunque perdamos mu-chas cosas en la tierra, heredare-mos todo en un cielo y una tierra nuevos, no como una recompensa por nuestro mérito, sino porque la promesa de la recompensa es gra-tuita.

Nos regocijamos porque la perse-cución es una señal de nuestra au-tenticidad, “porque de la misma manera persiguieron a los profe-tas" (Mateo 5:12).

Nos regocijamos porque nuestro sufrimiento es a causa de nuestra lealtad a Jesús y sus normas de ver-dad y rectitud (Mateo 5: 10-11).

Es importante señalar que la perse-cución es considerada una bendición como el resto de las bienaventuran-zas. De hecho, es una doble biena-venturanza, pues Jesús primero la declara en tercera persona como las otras siete: "Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia" (Mateo 5:10), y luego lo re-pite directamente en segunda per-sona: "Bienaventurados serán cuando el pueblo los insulte y los per-siga" (Mateo 5:11). Dado que todas

las bienaventuranzas describen lo que Jesús es (y lo que hace) y lo que sus seguidores experimentarán en su vida con él, concluimos que la condi-ción de ser despreciado y rechazado, calumniado y perseguido, es una marca normal del discipulado cris-tiano como es ser puro de corazón o misericordioso.

Compartiendo en el amor y la vida de Cristo, cada cristiano es un pacifica-dor, y eso a menudo provocará opo-sición. Como dice Jesús aquí y en otros lugares, los que tienen hambre de justicia sufrirán por la justicia que anhelan. Ha sido así en todas las eda-des. Por lo tanto, no deberíamos sor-prendernos cuando sucede en la nuestra. Seguir a Cristo significa com-partir sus sufrimientos. Hacerlo es una alegría y un símbolo de su gracia.

CONCLUSIÓN

Estas ocho bienaventuranzas pintan un retrato completo del mismo Cristo y, por tanto, de quienes lo si-guen, compartiendo, por medio del Espíritu, su vida y su amor. Jesús, por supuesto, es perfecto en estas carac-terísticas y nosotros no lo somos (aunque nos está llevando a expe-riencias más profundas de quién es y qué hace). Jesús felicita a aquellos a quienes el mundo más compadece, y se refiere a aquellos que el mundo rechaza como "benditos". Jesús sos-tiene como ideal a un niño pequeño y nos ordena convertirnos, en y con él, como uno de ellos.

Jesús, somos bendecidos simple-mente porque somos hijos de tu Pa-dre. Ven, Señor, por tu Espíritu trans-fórmanos cada vez más a tu seme-janza, la semejanza del único y ver-dadero Hijo de Dios. Amén.

22 Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org

El deleite del ayuno

PARTE 2

Por Wilfrido González

n la primera parte de esta serie describo cómo fue que llegué a entender el beneficio espiritual

que podía recibir por medio del ayuno físico. Paso a explicar qué re-sultados empecé a ver en mi mente y en mi vida por medio de esta disci-plina espiritual, y a qué reflexiones me ha llevado esta experiencia tan maravillosa.

En este entendimiento nuevo (nuevo para mí, lo confieso humildemente) acerca del ayuno quiero compartir contigo que toda mi vida, cuando te-

nía hambre, solo pensaba en el mo-mento de llegar a casa (o a alguna otra parte) a saciar mi hambre. La distancia y el tiempo que me separa-ban del lugar donde iba a comer eran solo un obstáculo que necesitaba franquear. Luego, al aprender acerca del ayuno como disciplina espiritual, lo empecé a practicar y quise encon-trarle sentido, pero no pude dejar de sentirlo solo como otro obstáculo que me separaba del momento en que pudiera saciar mi apetito sin be-neficio espiritual perceptible para mí.

E

Odisea Cristiana | Enero 2017 23

Pero la crisis que les menciono cam-bió todo, y empecé a ayunar por ne-cesidad (y no como una especie de compromiso con Dios). Ciertamente a Dios no le agrada que suframos hambre, pero le agrada el acerca-miento a Él que puede surgir como resultado de “afligir nuestras almas” (Salmo 35:13), y no solo por el hecho de que nos acerquemos a Él (pues Él siempre está cerca pero en nuestras mentes podemos sentirnos lejos de Él), sino porque el acercarnos a Él nos beneficia: Nos quita temores, nos da paz mental, nos fortalece en nuestra lucha interna contra nuestras pasio-nes negativas, nos da gozo, nos ayuda a “verlo” a nuestro alrededor (en su maravillosa creación, en ora-ción contestada, en la delicia que es entender su Palabra y caminar en sus mandamientos, y en tantas cosas más). Y no es algo instantáneo, su-cede poco a poco y requiere perseve-rancia, pero conforme ves algún

cambio en tu espíritu te sientes mo-tivado a perseverar.

Pero, recalco la palabra crisis. No po-demos tomar la disciplina espiritual (o pausa espiritual) del ayuno como una receta de cocina, “ayuna y Dios te responderá”, así NO es como fun-ciona. Y este hecho lo podemos con-firmar en Isaías 58:3-5, donde lee-mos: “Dicen: ‘¿Por qué hemos ayu-nado, y Tú no lo ves? ¿Por qué nos he-mos humillado, y Tú no haces caso?’ Pero en el día de su ayuno buscan su conveniencia y oprimen a todos sus trabajadores. Ayunan para discusio-nes y riñas, y para herir con un puño malvado. No ayunen como hoy, para que se oiga en lo alto su voz. ¿Es ése el ayuno que Yo escogí para que un día se humille el hombre? ¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, y para que se acueste en cilicio y ceniza? ¿Llamarán a esto ayuno y día agradable al Señor?”

24 Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org

Por eso digo que Dios no se agrada de que suframos hambre. No, nues-tro ayuno en sí no es algo que Dios disfruta. Es la actitud de reconocer cuanto necesitas a Dios, es el anhelo de sentir su presencia en tu alma, eso es lo que Dios disfruta, porque Él siempre está esperando alguna res-puesta de tu corazón al amor tan grande que siente por ti: “Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apoca-lipsis 3:20). Pero Dios no espera nuestra respuesta cruzado de brazos, sino que, “de la misma manera, tam-bién el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. No sabemos orar como de-biéramos, pero el Espíritu mismo in-tercede por nosotros con gemidos in-decibles” (Romanos 8:26).

Así que, a fin de cuentas, es Dios quien nos inspira a orar para que lo dejemos entrar… bueno, de hecho, ya está allí (adentro) pero muchas veces (en nuestra mente) lo dejamos fuera, no lo escuchamos. Por eso Dios puso a nuestra disposición el re-curso del ayuno para que nos acer-quemos a Él, para que oigas su voz, para que abras la puerta, para que Él entre a ti, ¡para que cene contigo y tú con Él! ¡Allí radica el deleite del ayuno! ¡Estar cerca de Dios!

Y como Dios anhela tanto cenar con-tigo y que cenes con Él, Él llama a tu puerta y, si no lo oyes, su Espíritu gime dentro de ti (“con gemidos in-decibles”). Y es posible que Dios, en su anhelo porque lo escuches, per-mita que algún problema grave o al-guna aflicción te sacuda, te descon-cierte y ponga tu vida al revés… y en-tonces hagas una pausa, y vuelvas

tus ojos hacia quien tanto te ama… y entonces ayunarás.

“Aflíjanse, laméntense y lloren. Que su risa se convierta en lamento y su gozo en tristeza. Humíllense en la presencia del Señor…” (Santiago 4:9-10) Pero ¿por qué quiere Dios vernos tristes? ¡NO! ¡Lo que Él quiere es lo que viene después! “y El los exal-tará”. Como ya leímos, Dios dice: “cenaré con él y él conmigo”. ¿Qué mayor gloria que cenar con el Rey de todo el universo? Es el deleite del ayuno.

Pero ¿qué va a cenar Cristo contigo? Obviamente no se refiere a lo físico sino a lo espiritual. “Mientras tanto, los discípulos le rogaban: ‘Maestro, come.’ Pero Él les dijo: ‘Yo tengo para comer una comida que ustedes no sa-ben.’ Entonces los discípulos se de-cían entre sí: ‘¿Le habrá traído al-guien de comer?’ Jesús les dijo: ‘Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.’” (Juan 4:31-34)

Los creyentes cristianos acostumbra-mos orar “hágase tu voluntad”. Bueno, si realmente lo deseamos en-tonces anhelaremos conocer su vo-luntad. Y el conocer a Dios, el cono-cer su voluntad para nuestras vidas y aceptarla de corazón, es algo que lle-nará nuestra hambre y sed de Dios. Pero necesitas sentir esa hambre y esa sed de Dios; y es como un fuego que existe dentro de ti el cual puede ser grande o puede ser pequeño.

Es curioso reflexionar en que el Espí-ritu Santo dentro de ti es un fuego que tú puedes ya sea apagar o avivar, pero Dios te exhorta a que NO lo apa-

Odisea Cristiana | Enero 2017 25

gues (1Tesalonicenses 5:19 “No apa-guen el Espíritu”) sino ¡que lo avives! (2Timoteo 1:6 “Por lo cual te re-cuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos”).

Cuando “estamos” lejos de Dios esta-mos viviendo una mentira porque Dios siempre está cerca. En medio de nuestros afanes vamos apagando la llama de su Espíritu, pero su Espíritu sigue allí, dentro de nosotros, “gi-miendo” por hacerse sentir. Cuando finalmente ponemos atención y reaccionamos (lo cual puede involu-crar ayunar), nos damos cuenta que Dios siempre estuvo allí, a nuestro lado, y nos “acercamos” a Él ¡y disfru-tamos su presencia!

Es como un hijo (o hija) junto a su pa-dre (o madre) que siente amargura, resentimiento, angustia, depresión o tristeza y no le importa que a su lado esté su amoroso padre tratando de consolarlo y animarlo. De manera contrastante, si el hijo reacciona a la presencia de su padre y se siente amado, ese amor podrá realmente traer sanidad a su alma herida. Pero tanto en un caso como en el otro (sea que el hijo responda o no al amor de su padre) el padre está allí, lleno de amor por su hijo precioso.

DIOS CERCA DE TI, TÚ “LEJOS” DE DIOS…

DIOS CERCA DE TI, ¡TÚ CERCA DE DIOS!

¿Ha llegado para ti el momento de reaccionar? ¿Ha llegado para ti el tiempo de hacer una pausa espiritual como nunca antes? Solo Dios lo sabe y, fuera de Él, solo tú lo sabes – o lo sabrás cuando sea tiempo.

En la próxima entrega comparto mis reflexiones finales sobre esta expe-riencia tan relevante para mi peregri-

nar cristiano. †

Este artículo es el segundo de una serie de tres acerca del ayuno.

Wilfrido González vive en Tijuana, México, es pastor de las congrega-ciones de la Co-munión de Gracia Internacional en

Mexicali y Tijuana.

Enseñanza en vídeo: Una Sola Iglesia

6:27 Jesucristo fundó su Iglesia para llevar su Evangelio por todo el mundo. Hoy, entre tantas denominaciones cristianas, la Igle-sia que Cristo fundó está dispersa pero sus miembros son identificados por prac-ticar el AMOR al prójimo, no por la deno-minación a la que pertenecen.

26 Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org

¿Pagano? lo largo de la historia el término “Pagano” o “Paganismo” ha es-tado presente de una u otra

forma. Todos tenemos algo que aportar al respecto cuando de discu-tir se trata. Pero; ¿Qué es el paga-nismo? ¿Qué tiene que ver conmigo? ¿Qué dice Dios al respecto?

Primero trataremos de definir el tér-mino, estrictamente etimológico y de costumbres; vayamos a algunas fuentes: “A lo largo de la historia, se ha hecho uso y abuso del término pa-gano. Su etimología original, es alu-siva a lo rural, al campo. “Pagano” proviene del vocablo latino pagus = “aldea”, “población campesina” -como el actual: “pago”, en español e italiano (“pueblo” o “aldea”). Los an-tiguos romanos -de creencias poli-teístas, llamaban a la gente rústica, que no vivía en sus ciudades: “paga-nus”, prácticamente sinónimo de “campesino”, “habitante del campo”; “rústico” o “no urbanizado”. Fuente: https://www.reflexionespa-ganas.com/bases-del-paga-nismo/termino-pagano/

Otra fuente nos dice que el término pagano: “Se trata de un adjetivo uti-lizado para hacer referencia a los po-liteístas y los idólatras, y a todo infiel que no fue bautizado. El concepto co-menzó a ser utilizado por los cristia-nos del siglo IV parar nombrar a aquellos que rechazaban al mono-teísmo y a las Sagradas Escrituras. Por el contrario, los paganos solían creer en más de un dios y realizaban

rituales y prácticas de veneración que eran rechazadas por cristianos y judíos al ser consideradas como ido-latrías (la adoración de una ima-gen)”. http://definicion.de/pagano/

En algunas versiones de la Biblia, en-contramos el uso del término “paga-nos” para referirse a quienes no se-guían la Torah en el Antiguo Testa-mento y a quienes tenían una reli-gión politeísta y no cristiana en el Nuevo Testamento.

Hoy algunas iglesias cristianas e islá-micas, aunque no utilicen el término, sí hacen alusión con cierta discrimi-nación a personas que no comulgan con su religión o culto.

Pero, ¿qué dice ciertamente la Pala-bra de Dios al respecto? Veamos: Dios es amor. (1 Juan 4:8). Dios creó, partiendo de Adán y Eva, a toda la humanidad, antes de que aparecie-ran los cultos y los dioses (Hechos 17:26).

Cuando lo llamó para su comisión es-pecial, Abraham se encontraba vi-viendo en una sociedad que puede recibir el título de “pagana”. Abraham estaba inmerso en esas costumbres, por eso no dijo nada cuando Dios le pidió a su hijo Isaac en sacrificio. De tal manera que Dios mismo pidió algo que era “común” en esa época. Tal vez este hecho puede tomarse como polémico para algunas personas. ¿Y qué de los sacri-ficios, las ofrendas, el sacerdocio, los reyes, el templo, los himnos, los alta-res? Todos estos elementos están

A

REFLEXIONES TRINITARIAS Por Rubén Ramírez Monteclaro

Odisea Cristiana | Enero 2017 27

presentes en las sociedades “paga-nas” de esa época. Por eso los israe-litas pidieron un rey, como era la tra-dición de los pueblos vecinos. ¡Y Dios los complació!

Hoy muchas iglesias siguen determi-nando costumbres y leyes paganas, cuando no van de acuerdo con su culto o religión.

Verdaderamente, un Dios de amor, que ha hecho que toda la humanidad sea redimida y hecha un solo ser con Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¿Qué dice respecto al paganismo? ¿Le im-porta realmente? ¿Cómo lo trata?

Sabemos que Dios (Padre, Hijo y Es-píritu santo), en su plan eterno esta-bleció que encarnaría en un ser hu-mano para redimirlo y transformarlo, primero a su imagen y semejanza, para posteriormente ser un solo ser en la relación perfecta de amor peri-corético que viven por siempre.

Al encarnar en Jesús, Dios, a través del Hijo Eterno, se introduce en su creación, no nada más en el ser hu-mano, sino en toda la creación, por-que el hombre es parte de esa crea-ción que tanto ama nuestro amoroso Dios trino.

Dios ha permitido que celebremos la encarnación en una fecha de la anti-gua Roma, donde se esperaba al dios sol quien terminaría las tinieblas del invierno (saturnalia). La Palabra de Dios nos recuerda que Jesucristo es nuestro sol de justicia, la luz verda-dera que ha destruido para siempre las tinieblas espirituales. De la cele-bración del nacimiento del sol físico, Dios nos recuerda que Él es el sol ver-dadero lleno de luz, de calor y de ver-dad.

Por tanto, la obra de Cristo (encarna-ción, vida, muerte, resurrección y as-censión), ha santificado a toda la creación, la ha redimido, la ha perdo-nado, la ha hecho santa, tal como lo estableció desde antes de “En el prin-cipio”.

En base a estos conocimientos, y si hemos creído que Dios, a través de Jesús, ha santificado a su creación y ha hecho de todos y cada uno de los seres humanos sus Hijos Amados, entenderemos también que ha santi-ficado a toda la creación, la ha redi-mido, la ha perdonado, la ha hecho santa; la ha trasformado. Veamos:

“¡Miren! Estoy creando cielos nuevos y una tierra nueva, y nadie volverá si-quiera a pensar en los anteriores”. (Isaías 65:17)

“Pero nosotros esperamos con entu-siasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios”. (2 Pedro 3:13)

“Entonces vi un cielo nuevo y una tie-rra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y también el mar”. (Apocalipsis 21:1)

“Pues toda la creación espera con an-helo el día futuro en que Dios reve-lará quiénes son verdaderamente sus hijos. 20 Contra su propia voluntad, toda la creación quedó sujeta a la maldición de Dios. Sin embargo, con gran esperanza, 21 la creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y se unirá a la gloria de los hijos de Dios”. (Romanos 8:19-21)

Todo lo enunciado en su Palabra ha sido consumado por Jesucristo, Dios y Humano, quien nos ha redimido,

28 Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org

junto con el cosmos y, obviamente, todas las costumbres, las tradiciones ¡Y los cultos religiosos, junto con los legalismos de todo tipo! ¡Toda la his-toria ha quedado en la cruz! Y cuando Jesús emergió de la tumba; con Él una nueva historia, una nueva vida, una nueva humanidad, un nuevo cosmos, una nueva tradición centrada en el amor divino, que se resume en: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo”. (Lucas 10:27) RV60

Todo ha sido hecho nuevo: santo y sin mancha en Cristo (Efesios 1:3).

Así que todo lo bueno o malo de la humanidad y la historia, sustentado en el conocimiento del bien y del mal; ha sido transformado en el

amor de Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo), quienes no tomaron en cuenta la decisión y sus consecuen-cias; sino a pesar de todo, a Dios lo mueve su propia naturaleza: el amor.

En nuestra relación pericorética con Él, no hay culto aceptable ni pagano, porque a pesar de nosotros mismos, Dios vive en cada uno de sus Hijos, importándole sólo el amor de Padre Bueno derramado sobre todos y cada uno de sus hijos, sean como sean. En Cristo todo ha quedado san-

tificado. †

Rubén Ramírez Monteclaro es Pastor Regional de la Comunión de Gracia Inter-nacional en Ve-racruz, México.

(Génesis 35:1-15)

Débora fue una sierva de muchos años en la casa de Isaac. Rebeca le habría dado esta nodriza a Jacob cuando la familia de éste empezó a aumentar, para el cuidado de José y Dina. Todos la trataban con cariño y se sentían apegados a ella. Cuando finalmente llegó su última hora toda la familia está presente en su entierro. Jacob y los suyos la acom-pañaron a su última morada con lágrimas en los ojos. Débora significa “abeja”, un nombre apropiado para una servidora. Un símbolo de acti-vidad, diligencia y tesón. Por ser una sierva querida y fiel, Débora llegó a ser una miembro de la familia. †

MUJERES DE LA BIBLIA

Odisea Cristiana | Enero 2017 29

Período de tiempo bíblico: Patriarcas.

En la época de los patriarcas, lla-maste a Abraham y le prometiste a sus hijos tierras, un reino y bendecir a todo el mundo: Ayúdame a confiar en tus promesas hoy.

Reflexión

¿Alguna vez has esperado algo por mucho tiempo? La lectura de hoy co-mienza con un nacimiento muy espe-rado: "El Señor visitó a Sara como ha-bía dicho, e hizo Jehová con Sara como había prometido". El hijo pro-metido, Isaac, llega, y Abraham pasa una prueba dramática. Nota la para-doja: Es sólo por renunciar a su hijo que Abraham puede convertirse en el padre de la nación que bendecirá el mundo.

Las promesas que Dios hace a Abraham en Génesis 12, 15, 17, y 22 y que Él confirma por medio de un

pacto se pueden resumir de la si-guiente manera:

1. Dios le dará a Abraham muchos descendientes y la tierra de Ca-naán para vivir en ella.

2. Dios va a edificar a partir de ellos una nación real (reino)

3. Los descendientes de Abraham se-rán fuente de bendición para todo el mundo.

El resto de la Biblia es, en esencia, el despliegue de estas promesas bajo el cuidado fiel y amoroso de Dios.

Lectura Bíblica: Lee Génesis capítulos 21-24

Pregunta para meditar

Nombra algunas de las cosas en las que las personas confían en Dios en estos capítulos. ¿Se puede con-fiar en Dios? ¿Cómo lo sabes? Comparte tus comentarios en comu-

niondegracia.org †

Preguntas para antes de comprometerte

Pregúntale a tu pareja:

¿Cuál es tu mayor temor o preocupación acerca de

casarte? ¿Qué has hecho para abor-dar estas preocupaciones??

Esta pregunta podría llegar a ser muy personal. Los temores son normales, ¿pero son realistas? ¿Dónde se origi-naron? Podría haber buenas causas

para ellos o son simplemente imagi-nadas.

¿Tu pareja alguna vez ha hablado con alguien sobre estos temores para ob-tener consejo y despreocuparse? Si no es así, animarle a hacerlo sería un paso positivo. Es mejor que los temo-res se identifiquen y se enfrenten a ellos ahora que escuchar en tu noche

de bodas, "Ah, por cierto...". †

2

DESAFÍO DE LECTURA NÚMERO 6

30 Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org

abías que un tercio de todas las solicitudes de divorcio contiene la palabra "Face-

book"?

Esto es según un informe publicado recientemente por la Academia Americana de Abogados Matrimo-niales. Pero antes de contarle a todos tus amigos que "un tercio de todos los matrimonios terminan a causa de Facebook", veamos lo que el informe dice realmente.

La verdad es que Facebook se men-ciona en un tercio de las solicitudes de divorcio. Sí, muchos de esos docu-mentos hacen referencia a una rela-ción en línea. Algunos maridos o es-posas incluso han declarado su inten-ción de romper a través de Face-book, correo electrónico, o Insta-gram. Sin embargo, un gran número de los papeles del divorcio usan men-sajes de Facebook o publicaciones en el muro para hacer un caso de divor-

cio señalando comportamiento des-honesto del cónyuge o mala crianza de los hijos.

El uso generalizado de los medios electrónicos de hoy en día hace que sea casi seguro que Facebook e Ins-tagram podrían ser utilizados por los abogados para construir una web le-gal para atrapar a un cónyuge infiel. Y eso está aumentando. Tengamos en cuenta que hace tres años, el 20 por ciento de las solicitudes de divor-cio contenía la palabra "Facebook". En cualquier caso, las redes sociales juegan sin duda un papel cada vez mayor en la desintegración familiar.

Más importante que eso, el nivel de compromiso de los medios de comu-nicación social en nuestra cultura de hoy es evidencia de que estamos po-niendo un montón de tiempo en las interacciones de paso con los demás y no hay suficiente tiempo en la cons-trucción de relaciones profundas con nuestro cónyuge.

¿S

NOTAS DE AMOR PARA PAREJAS

Odisea Cristiana | Enero 2017 31

Hace poco vi un comentario en Face-book de un esposo acerca de algo que hizo su esposa para que todos se dieran cuenta. Para ser justos, proba-blemente estaba tratando de buscar ayuda en un momento de frustración en su matrimonio. Pero ese tipo de comentarios, cuando es leído por un cónyuge, a menudo empeora el pro-blema alimentando un sentimiento de amargura o dolor.

Aquí hay algunos principios que pue-den ayudar a que las interacciones en las redes sociales se conviertan en palabras de una solicitud de divorcio.

1. No ocultar nada a tu cónyuge. Asegúrate de que lo que dices en lí-nea no sea nada que no puedas decir con tu cónyuge allí de pie a tu lado. Antes de publicar un mensaje pre-gúntate: ¿Esto es algo que no me im-portaría que lo vea mi cónyuge? Pue-des incluso considerar dejar que tu cónyuge lo lea primero antes de pu-blicarlo. Es una buena manera de vol-ver a verificar que lo que has escrito no dice mal lo que querías decir.

2. Di lo que tienes que decir... y dilo a la persona adecuada. En lugar de quejarte acerca de un problema con-yugal en las redes sociales, habla di-rectamente con tu cónyuge. Si pien-sas que podrías herir los sentimien-tos o meterte en camisa de once va-ras, piensa en una forma de decirlo que pueda suavizar el golpe cuando se plantee el tema. En la mayoría de los casos, el siguiente enfoque es muy útil: "Yo sé que te preocupas por mí, y sé que probablemente no lo sa-bes, pero me siento (inserta tu emo-ción) cuando tú (inserta la ofensa). No quiero tener problemas que nos

lleguen a separar. ¿Podemos traba-jar juntos en resolver este?”

3. Utilicen las redes sociales para edificarse el uno al otro. Nunca ha sido más fácil de lo que es en este momento enviarse una nota uno al otro sin ninguna razón específica, o para presumir de tu cónyuge delante de los demás. Las redes sociales ha-cen que sea fácil de conectar entre sí mientras no estén juntos durante el día, y mantener viva la relación. Sólo asegúrate de que lo que dices en lí-nea se ve reforzado por lo que dices y haces cuando están en persona.

4. Cuando están juntos, únanse. Es muy fácil, incluso cuando estás en casa, derivarte a tus propias esquinas de redes sociales individuales. Y ha-cia el final de la tarde, te das cuenta de que has hablado apenas una pala-bra con tu cónyuge. Esto sucede con las relaciones entre padres e hijos, también. Pon tu teléfono celular o tu dispositivo móvil a un lado, y pasa un tiempo hablando cara a cara.

Por encima de todo, recuerda estos dos principios rectores de la cons-trucción y el mantenimiento de una relación:

El valor de tu relación depende de la cantidad de tiempo que cada uno invierte en la relación.

Si no eres intencional sobre el crecimiento hacia la unidad, es-tás automáticamente a la deriva hacia el aislamiento.

No te conviertas en un matrimonio víctima de las redes sociales. Ten la intención de fortalecer tu matrimo-nio y trata de evitar las cosas que po-

drían destruirlo. †

32 Comunión de Gracia Internacional | comuniondegracia.org

No juzgues un libro por su portada

"Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos”. 1 Pedro 3:3

Has notado cómo una persona muy atractiva, una vez que la co-noces, puede llegar a ser extre-

madamente poco atractiva si tiene una personalidad desagradable? Igualmente, alguien que no es muy atractivo externamente puede llegar a ser la más bella persona que cono-ces, simplemente debido a su her-mosa personalidad. Dios sabe que la verdadera belleza interior es mucho más importante que simplemente tener buena apariencia y un cuerpo perfecto.

En 1° Pedro 3:5 el Espíritu Santo, por medio de Pedro, nos dice que tene-mos que ocuparnos más de "lo ín-timo del corazón, con el adorno inco-rruptible de un espíritu tierno y se-reno, lo cual es precioso delante de Dios”. ¡Dios sabe que eres hermosa o

guapo, porque puede ver la verda-dera belleza interior de tu corazón! ¡Trata de dejar que todos lo vean también!

Todos hemos escuchado el dicho: "Nunca juzgues un libro por su por-tada", pero ¿cuántas veces juzgamos a la gente simplemente sobre la base de lo que parecen? La Biblia nos dice que estamos tratando de ser como Dios. Tenemos que estar seguros de que no estamos juzgando a los de-más por su apariencia, al igual que nosotros no lo queremos ser. Tene-mos que buscar la belleza interior en otros. Recuerda, ¡todos fuimos he-chos asombrosa y maravillosamente! (Salmo 139:14)!

REFLEXIÓN

¿A quién has juzgado injustamente basándote en su apariencia externa?

¿

CONSEJOS PARA JÓVENES

Ap

licac

ión

A medida que avanza el día de hoy, haz el esfuerzo de no juzgar a los demás por su apariencia externa. Trata de mirar lo que son en el interior en lugar del exterior.

Ora

ció

n Querido Padre, gracias por hacerme maravillosamente. Ayúdame a trabajar en mi belleza interior, con los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5: 22-23). Lléname con tu Espíritu Señor para que tu hermosa y amorosa naturaleza brille de mí en la vida de los demás. En nombre de Jesús oro. Amén.