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LA MIGRACIÓN FANG (Según Dulu Bon Be Afri Kara)

N arra ti va Africana

EdiToRiAL MaLAmBa

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Título original: Du1u Bon Be Afii Kara Textos originales en lengua Búlu ( 1954, 1973) Introducción, traducción, notación y reestructuración de JuJíán BIBANG OYEE Malabo. J 995.

Edición realizada por Marina López Benito. EDITORIAL MALAMBA Ctra. Muñogalindo, 16 05530 Salobralejo (Á vil a). Diseño de cubierta: Manuel J. Femández. Maquetación; Gabriel Chaves. I.S.B.N.: 84-931670-4-5 Depósito Legal: ,\\'-189-2.002 Imprime: IMCODÁ VJLA. S.A.

Área Industrial de VicoJo7.ano. Parcela 29 05194 Vicolo7.ano (Á vil a)

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El niño que cuida al viejo los amuletos hereda del vieJo.

Proverbio fang

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ÍNDICE GENERAL

Págs Prólogo ........................................... 11

Cómo se gestó este libro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 Advertencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 7

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

La colecta y conservación de la tradición o~al . . . . . . . . . . 19 Dulu Bon Be Afiri Kara ........................... 21 Estructura externa e inte_ma ......................... 24 La estructura narrativa ............................ 29 La traducCión ................................... 30

PRIMERA PARTE (Antiguo Testamento) . . . . . . . . . . . . . . . 31

Libro Primero (o del Génesis) ....................... 33 Libro segundo (o del Éxodo) ....................... 4 7 Libro Tercero (el Levítico) ......................... 85 Libro Cuarto (o los Números) ...................... 101 Libro Quinto (el Deuteronomio) . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 1 7

SEGUNDA PARTE (Nuevo Testamento) ................ 127

Libro Primero (San Mateo) ........................ 129 Libro Segundo (San Marcos) ...................... 135 Libro Tercero (San Lucas) ........................ 143 Libro Cuarto (San Juan) .......................... 15 1

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PRÓLOGO

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CÓMO SE GESTÓ ESTE LIBRO

Lucía Hammond llegó a tierras camerunesas como misionera en el año 1919, a finales de la Primera Guerra Mundial. En 1922, se casó con Edwin Cozzens y se establecieron en Elat; allí traba­jaron ella y su esposo y la gente le puso a la señora Cozzens el apodo de Okonabeng1

• Le encajó tan bien el nombre, que hasta hoy la gente la recuerda con él.

En el mes de octubre de 1949 nos dejó y fuese al cielo, pero sus hechos y dichos perduran entre nosotros. Todos los que la conocimos aún recordamos esos dichos y hechos.

Cuando los cameruneses y los que vinieron del otro lado del mar se enteraron de que la señora Cozzens había fallecido, comenzaron a recabar fondos a fin de que la Misión pudiera hacer algo en su memoria. Señor Cozzens y otros estudiaron el modo de invertir aquel dinero y llegaron a estas dos conclusiones: La primera, que estaban allí para ayudar a los cameruneses y, la segunda, que debían hacer algo que ella les hubiese enconlenda­do en vida.

Así es como determinaron organizar un certamen literario interafricano sobre los cuentos y leyendas de Camerún, o sea afri­canos. De este modo se ayudaría a los cameruneses y, por otro lado, sabíamos que eso le hubiese gustado a la señora Okonabeng, ya que impulsó mucho las letras el tiempo que per­maneció en aquel país.

Los fondos reunidos en memoria de Okanabeng son los que sufragaron todos los gastos de edición y publicación de esta obra; no obstante, la Librería de la Misión debía venderlo hasta reunir la cantidad de dinero suficiente para que se pudiera editar otro

1 Okon-abeng. algo así como "la remedios", el remedio de los enfermos o e1~(ermetla­des. Nota del Traductor (N. T).

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libro. Pensábamos que otras personas también querrán publicar obras de este u otro género.

Así se haría revivir el nombre de Okonabeng Cozzens y engrandecer el de Nuestro Señor Jesucristo, corno Él tnisn1o nos enseñó mientras estuvo con nosotros.

Junio de 1954. J.K. Anderson.

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ADVERTENCIA

Nos pareció bien conservar a los africanos uno de los muchos relatos con que la gente se regalaba en las «casas de la palabra».

Y porque los niños en nuestros días han perdido ya la cos­tumbre de frecuentar las «casas de la palabra>> y de escuchar las historias de los viejos, queremos conservarles esta que sus mayo­res solían oír en esas «casas de la palabra» antaño.

Se parece a una historia de mvét1• Otras muchas historias

existen, pero nadie vaya a pensar que estas no son auténticos hechos sucedidos.

Librería de la Misión Presbiteriana. Ebolowa (Camerún), 1954.

1 Este vocablo designa el instrumento de mú.~ica (una especie de arpa) de este nombre: ebán mvét son /os poemas épicos que se canta o salmodia con acompa1iamiento de mvét. N.T.

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PRESENTACIÓN

Cuando me enteré de la convocatoria de un concurso literario sobre un tema africano cualquiera, emprendí enseguida la tarea de componer esta obra que cuenta la migración africana/fang o Dulu Bon Be Afri Kara 1•

Escribo este Übro porque mucha gente a la que he consultado mantiene· que vinimos de Egipto; mas no fue así. Todos somos hermanos. Este libro muestra élaramente cómo vinimos de Asia, cruzando el Mar Rojo (entonces Asia y África estaban aún uni­dos, antes de abrir el canal de Suez) y cómo nos libramos de aquellos trabajos, nos dispersamos por el desierto y nos largamos hasta reunimos en Odzambo'á.

Esta es la siguiente historia. Veremos que todos somos de la misma raza, una misma cosa. Veremos los modos de vida, las cre­encias, las costumbres y todo lo que aconteció durante la peregri­nación. Veremos, en suma, cómo evolucionó nuestra cultura desde los tiempos de Kobá-Ta hasta nuestros días.

Este relato es similar a otros que los mayores solían contar en las «casas de la palabra».

1 Afiri Kara, quien diera el nombre de Africa a nuestro commenle. Ut. "El \'ÍaJe de los hijos de Afiri K ara". Elat Ayong es el movimielllo de protesta fang contra la ocupación europea. creado en Camerúll hacia los años 1925. Pretende erigir la etnia fang en nación. Difundido por las vías comerciales tradicio11ales en Río Muni y en Gabón, el

pan-fang conoció su apogeo en 1 947 en el Congreso Pam11e celebrado en Gahóu bajo la presidencia de León Mba (que sería luego el primer Presidente de la República gaho­nesa) (V.M.Liniger-Goumaz, 1979,165).

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Afa'a Bibo'o, presidente del movimiento Elat ayong2 en la provincia de Ambam, es quien más me ayudó a realizar este tra­bajo. Puedo decir que es su coautor, porque es el que mejor me detalló todas estas cosas, desde Koá (los tiempos más remotos) hasta nosotros. Afa'a todavía vive3

• No es del todo un anciano, sin embargo recordaba mejor todas estas cosas y sigue hablando de ellas hasta hoy.

Creo que esto bastará, para comprender este libro.

El Autor, ONDOUA ENGURU, Martín.

Mesámá-Ntumu (Ambam) Enero de 1948.

1 En el contexto de los años q11c prccedtm a las independencias, nwrcaclo por ('Stt• IIW\'Í­

miento, la evocación mítico·legendaria del paso dd adzap-mbo 'á(n) (Lib.ll. cap. -IJ. esta ve: en semitlo contrario ·como escribe Man•. A. (Vid. "Lt.• riwel initiatique clu Bwili: Mémoire collectif el bricollage" en Strtdia A..fric·ana. nrím. 4 de Enero de 1993. pág. 1 J)- se asocia a la espera me.<;iánictl (sic) de la vuelta a la unidad primitim Y sim­boliza el renacimiemo del pueblo fmrg. ' Cuando se publicó e.r;te libro, Aja 'tl Bibo 'o arin vi\.·ía.N. r

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INTRODUCCIÓN

La colecta y conservación de la tradición oral

Cuando llegaron los colonizadores, adorábamos a un Dios Supremo a través de los espíritus o manes de nuestros antepasa­dos, casábamos muchas mujeres con dote, nos regíamos con unas leyes mágico-religiosas, hacíamos la guerra con lanzas y mache­tes ... y transmitíamos nuestros conocin1ientos. descubrimientos~ técnicas, leyes, creencias, memoria social. organización política, en fin, todo lo que hoy conocen1os a través del texto escrito, a tra­vés de la tradición oral; es decir, todo esto cuando aún regulába­mos los fenómenos sociales gracias a la sola fuerza de la palabra.

Cuando llegaron los colonizadores, nos aportaron la civiliza­ción de sus países y con ellos llegaron también los misioneros.por lo que muchas de estas costmnbres y creencias ancestrales se han quedado obsoletas, u obstaculizan y comprotneten nuestra evolu­ción social actual que debe ir pareja a una evolución económica y cultural.

Antes de las in.dependencias, muchos extranjeros llegaron a África no solo con el fin de enriquecerse; a tnuchos de ellos (misioneros, religiosos y hombres y mujeres de buena voluntad) debemos hechos de honda repercusión como puede ser este libro.

El encuentro de nuestras civilizaciones supuso, naturalmente. choques. ambigüedades y malentendidos~ este encuentro. sin embargo, ha sido con mucho enriquecedor para nosotros. si no para ambas partes. Los años de convivencia con el colonizador han for­jado unos lazos que deberán seguirse y orientarse hacia lo mejor y perfectible, para una mejor comprensión y colaboración nmtuas.

La señora Cozzens nos sirva de ejetnplo.

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supone de ensayo lingüístico para un idioma que no tiene una tra­dición escrita definida anterior•.

Tras una introducción, cuya función esencial es captar la aten­ción del lector-oyente y, antes del punto final, cuya función es dar por tem1inada la redacción del relato, hay un .amplio conjunto narrativo, en el que hemos podido distinguir dos grandes grupos o partes. Cada parte tiene su función; fijándonos en el punto que, en cada momento del relato, acapara la atención del autor, advertimos que cada uno de estos bloques vuelve a subdividirse.

Así, hemos observado que su estructura básica externa y aun interna, se ha fonnado siguiendo el esquema de la Santa Biblia, en Antiguo (el Pentateuco) y Nuevo (los cuatro Evangelios) Testamento, con un amplio eco en su contenido: en el segundo libro del Pentateuco o Éxodo, se refiere la salida de los israelitas de Egipto. El primer bloque está formado por cinco conjuntos narrativos y cuatro nuevos integran el segundo (V. infra en esta misma Introducción, "Estructura externa e ·interna").

La primera parte recoge los sucesos anteriores a la llegada de los hombres blancos -los europeos- y de la implantación del Cristianismo en nuestras regiones; en ella se muestran, pues, «las malas, sangrientas y paganas tradiciones africanas)) de los fang­ntumu. Los primeros contactos de éstos con los europeos (civiles, militares y los misioneros) y las nuevas aportaciones de la civiliza­ción y cultura occidentales y, por ende, del Cristianismo, constitu­yen el aglutinante de los distintos episodios de la segunda parte.

1 El ad:ap~mbo 'á(n) es el punto de partida ele la cli1·isión .\' dispersión de las trihus .\' "símbolo del paso problemático de las colldicione.'i t•xü·tt'llciClles de los cmt,,pa.wdos lejwro.'i (Parte/) a la ''ida actflal (Parte /1) del puehlofimg ".(Mary. A. ob. cit. pág. 13J El mi.'imo texto l'etrclría a significar. en e:lle caso, el paso ele la tradición oral a la cscn­mra motlernc1. En efecto, D11l11 Bon Be Afiri Kara se inscribe dt•lllm dt'l marco dt• Id litt·­

ratura africalla escrita mocienw c.'ll leng11m; africanas de nuestra suhn?gión. como d Chaka o Pitseng de Thomas Mofi>lo o Noma Ni11i de Vi/aka=a e11 la literatura ha11tlÍ meridio11al de priPldpios ele siglo, c11ya misma suf'rte lw conocido. N. T.

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Las dos partes son complementarias y forman un auténtico ciclo dentro del cual se produce una ampliación progresiva de los relatos, un ascenso continuado que acerca a los hijos de Afiri Kara cada vez más a su meta: el mar, Bata, ("la tierra de promi­sión"). Al encuentro con otras civilizaciones y culturas, y con \a Buena Nueva.

El éxodo -el movimiento constante de los protagonistas- se utiliza como catalizador de los núcleos narrativos. al fina\ de cada cual existe un corte temático, con una función específica.

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Estructura externa e interna

En la observación directa del relato contenido en Dulu Bon Be Afri Kara, en la delimitación de los grupos narrativos y de los componentes estructurales que en él han sido insertados, se advierte una composición coherente y ordenada, a pesar de cier­tas desconexiones del texto que manejamos debidas en parte a su composición y preparación 1• Encontramos que cada uno de los episodios que forma el hilo argumental han sido perfectamente integrados, en una composición que, en líneas generales, podría­mos sintetizar en un esquema reestructurado del modo siguiente:

1 Los textos (de 1954 y 1973) fueron impresos en la Misión presbiteriana de Elat. segu­ramente por unos obreros y con unos medios bastante módicos y n1dimentarios: están plagados de erratas/gazapos. etc. que hacen a veces incomprensibles algunos pasap:s Y párrafos enteros. N. r

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Primera parte

1 Libro Primero: Introducción

1.1 (Zang)Hama-Ta 1.2 Huida de (Zang)Hama-Ta 1.3 Los hijos de Ana 1.4 Afiri Kara 1.4.1 Afiri Kara se multiplica 1.4.2 La conversación de Afiri Kara con sus hijos 1.4.3 Los siete hijos de Afiri Kara 1.5 La guerra de los hijos Afiri Kara con

los hombres rojos

2 Libro Segundo: La migración de los siete hijos de Afiri Kara

2.1 2.2 2.2.1 2.2.2 2.2.3 2.2.4 2.3 2.3.1 2.3.2 2.3.2.1 2.3.2.2 2.3.3 2.3.3.1 2.3.3.2 2.3.3.3 2.3.4

El éxodo Las peripecias del viaje: El viaje y peripecias por el desierto El viaje y peripecias por la sabana La llegada a Odzambo'á La salida de Odzambo'á La vida al otro lado del adzap: En las fuentes de los ríos Las nuevas creencias Los doce sabios de las cosas ocultas Los nuevos dioses El engaño de los sabios de las cosas .,¡ Los búhos y las lechuzas Los presagios o augurios Las prohibiciones o tabúes El origen del Evú(s) o hechizo ,.._,.--

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2.4 El viaje por la selva~

2.4.1 Establecimiento en om

2.4.2 L?_gueJE_ de Yom 2.4.3 El paso de Yom . . . l.4.4 La separación de los siete hiJOS de Nané Ngo'o Baá

3 Libro tercero: La migración de Fang Afiri y sus hermanos

3.1 3.2 3.3 3.4 3.5 3.6 3.7 3.8

Asentamiento en Soo La diferencia entre Fang Afiri y sus hermanos Ntu

1, . tnu

El árbol genea ogtco Establecimiento en las fuentes de Mvong y Ntem Nombres de los ríos En busca de sal y objetos manufacturados División territorial entre Fang Afiri y sus hermanos La separación de F áng A firi y sus hermanos

4 Libro cuarto: Los descendientes y generaciones o tribus de Ntumu Ajiri

4.1 La generación de Angono Ntumu 4.2 La generación de Moro Ntumu 4.3 La generación de Aso'o Ntumu 4.4 La generación de Mbira Mekorno 4.5 La generación de Moro Mekorno 4.6 La generación de Mebui Mekomo 4.7 La generación de Nden Mekomo 4.8 La generación de Bua Mekomo 4.9 La generación de Mgbá'á Mekon1o 4.1 O La generación de K ora Mekomo 4.11 La generación de Aso, o Mekorno 4.12 La generación de Etotnan Ebe

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5 Libro quinto: El Oban y otras historias V

5.1 La guerra del Oban V 5.2 Huida del Oban V 5.3 La organiación política y administración de ju..10;ticia 5.4 El origen de la discordia entre las tribus: 5.4.1 El adulterio 5.4.2 El rapto 5.4.3 El homicidio 5.5 El Ebom o Junta Suprema de Justicia

Segunda parte

1 Libro primero : Primeros contactos con la cultura occidental

1. t La presencia europea 1.2 Asentamiento en Wele-Nte1n t .3 La separación de Wele-Nten1 1.4 Las enseñanzas por errar de can1ino 1.5 La resistencia de Oba ·a t .6 Los jefes ntumu van a Kribi

2 Libro seg11ndo: La ocupación alemana de Camertín

2.1 Establecimiento de los alemanes en Ambam y contornos 2.2 El ntumu se inicia en trabajos propios del blanco 2.3 La vida del ntumu durante la ocupación alemana 2.4 La guerra alemana 2.5 Salida de los alemanes

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3 Libro tercero: La ocupación francesa de Carne~-~~ , wn y Gab.

on 3.1 Establecimiento de los franceses en el país 3.2 La vida bajo la ocupación francesa ntumu 3.3 La carretera de Ambam 3.4 La guerra francesa 3.5 La vida durante la guerra 3.6 Fin de la contienda 3. 7 La vida después de la guerra 3.8 Discrepancias entre ntumu

4 Libro cuarto: Conclusión

4.1 La decadencia de los ntumu

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La estructura narrativa

Dulu Bon Be Afri Kara es una mezcla de «historias» o leyen­das, basado sobre un fondo histórico al que se superponen un conjunto de relatos legendarios. En él se describen costumbres, paisajes, ritos, tradiciones, defectos y cualidades, el ser y aconte­cer, en general, que tienen por protagonista al pueblo fang, a lo largo de su existencia y de los tiempos, en un estilo sencillo, espontáneo, propio del lenguaje oral.

A este respecto, el presente texto es el prototipo de la narra­ción tradicional africana-ntumu. V éanse, por ejemplo, sus carac­terísticas de tipo formal o de fidelidad, esto es, la memoria. Y de ahí las lagunas, las confusiones, los lapsus o contrasentidos que en él se pueden apreciar.

Al lado de la narración del éxodo, se introducen progresiva­mente digresiones, cuya función no es más que comunicar al oyente-lector una serie de conocimientos sobre este grupo huma­no. El resultado es un relato complejo. Todo esto está perfecta­mente medido, trabado, ensatnblado, con el fin de evitar quiebras o falta de cohesión a la obra. De su simple lectura, se desprende inmediatatnente todo lo que hetnos señalado hasta aquí.

En fin, Dulu Bon Be Afri Kara es la '"historia" de una civili­zación en trance de cambio.

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La traducción

La traducción, en su conjunto, no se aleja mucho del texto original bulu ( 1954, 1973)1

, e incluso lo sigue a veces literalmen~ te; esto no siempre ha sido posible, dado el carácter del texto escrito y las peculiaridades de la narración oral. En esta traduc­ción hemos intentado restituir la expresión originaria tal cual, cuando nos ha parecido especialmente característico y era posi­ble. De forma que sólo pretende acercar esta obra a nuestro públi­co lo más fielmente posible.

Por otro lado, queremos señalar que esta es, en nuestro cono­cimiento, la primera versión íntegra de esta obra en una lengua occidental y que desconocemos la existencia de otra versión de la misma en una lengua africana.

Malabo, 19 de septiembre de 1994. Julián BIBANG OYEE

1 Elte.'Cto original está escrito en bu/u, el "bulu estándar maginal" -st:gún Alcxandn:. P.- wili::ado por lo.f lrablames prote.~tante.\· dt•l gntpo A.-70 que 110 son hu/u d,• nan· mielllo. N. T.

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PRIMERA PARTE

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LIBRO PRIMERO (o del Génesis)

Este libro cuenta la cepa (genealogía) de Afiri Kara que se remonta hasta (Zang) Hama-Ta, descendiente de los hijos de Noé.

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CAPÍTULO 2: HUIDA DE ZANG HAMA-TA

Hama-Ta es el hijo que cuidó a su anciano padre hasta que éste murió en sus manos; pero, antes de morir, le instruyó en cómo iba a conducirse en adelante.

Cuando vivían Hama-Ta y su mujer, ella era más sabia que él, por lo cual su marido se limitaba a seguir los consejos que le daba, porque provenían de una voluntad, inteligencia y sabiduría admirables.

La mujer, al enterarse de que en el poblado que abandonaron, había muerto mucha gente después de su huida y que se habían dispersado los hijos de Hama-Ta por todo el orbe, dijo a su mari­do:

-Debemos establecemos en este lugar, Nkom Boro nos dará descendencia aquí (o sea, junto al mar salado, al otro lado de

Nyisii). Entonces volvieron al pueblo viejo inadvertidamente, en busca de semillas. Aquella mujer se llamaba Ana.

1 En muchos pasajes de/libro hallaremos lo que se denomina "lingüística intuitiva ... esto es, "un análisis muy fino de la leng11a, de sus dificultades fonológica.<; y de .ms p('CII­

Iiaridades gramaticales" y también una "lingüística aplicada" de esta "lingiiística intuitiva". Esta es una forma de educación que sigue siendo practicada en las socreda­des de tradición oral. Se trata -según los estudiosos- de rma manera. específica de esas sociedades, de responder a la pregunta: ¿Cómo transmitir la lengua?. N. T.

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CAPÍTULO 3: LOS HIJOS DE ANA

Ana dijo a su marido: -Si quieres que el Creador nos dé descendencia, procura no

creer en los fetiches; mi tribu sólo cree en Nkom Boro. El marido respetó. este consejo. -Ana quedó embarazada y tuvo un hijo varón a quien puso el

nombre de Ngo'o Zang. Ella fue a ver a su gente y trajo a una joven que casó con su hijo. La joven se llamaba Aba-Ta. Esta también concibió y tuvo un hijo, al cual llamó Ma Ngo'o. Luego tuvo otro hijo, a quien la abuela puso por nombre Nané Ngo'o.

Matrimonio de M a Ngo 'o y Nané Ngo 'o

Ma Ngo'o y Nané Ngo'o -hermanos carnales- se casaron según les había ordenado su abuela, porque no quería que se mez­claran con otras tribus. Ma Ngo'o y Nané Ngo'o tuvieron aTa­Ma-Ngo'o, el mayor, y a otros muchos hijos.

La 'despedida de Ma Ngo 'o

Cuando Ma Ngo'o estaba a punto de morir, habló a sus hijos y les aconsejó que adorasen solamente al Dios creador si querían. multiplicarse. "Además -les dijo- vuestros descendientes se acor.: darán de mí a través de vuestras palabras. No tenéis más que dar a vuestros hijos mi nombre, de tal modo que, si alguien os pro­voca entre la multitud o exige lo que le debéis, bastará con que cualquiera de vosotros le diga: Ye ma? 1

• Esto significa que me habéis invocado. De esta manera vuestros hijos y, con ellos sus esposas, sabrán que sois descendientes de Ma Ngo'o.

1 ye, part. interrogar.: ma "yo": lit. "¿Yo?". N. T

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La despedida de Nané Ngo 'o

Cuando Nané Ngo'o estaba a punto de morir, así aconsejó a sus hijos:

-Debéis casaros entre vosotros, de este modo tendréis muchí­.sima descendencia y se hará la voluntad del Señor. Mientras viváis, no se os ocurra olvidarme ni olvidar mi nombre. Si a lo largo de vuestra existencia tenéis alguna dificultad, invocadme así: Ah Nané Ngo'oooo!. Las niñas deben llamar naná (mamá) a su madre; incluso a la que nunca haya parido su nuera debe lla­marla igualmente naná. Así se acordará el mundo y toda la gente de mí y de mi nombre.

Dicho esto, murió. Pero sus descendientes la recuerdan aún hoy.

-La despedida de Ta MaNgo 'o

Ta M a Ngo 'o se quedó solo en el mundo, huérfano de padre y madre. Cuando se acercaba su muerte, llamó a su hijo primo­génito, Kobá-Ta, y a sus hermanos y les dijo:

-Hijos míos, creed siempre en Nkom Boro. -¿Quién es Nkom Boro?, preguntó Kobá-Ta a su padre. -Nkom Boro tiene otro nombre: Nte Mmn, creador de las

cosas, respondió el padre. Ya eres mayorcito, piensa. Eres n1i pri­mogénito, ¿verdad?. Sé que me haces esta pregunta porque soy tu progenitor. Si es cierto que te he engendrado, ¿crees acaso que he hecho también el cielo, la tierra y todo lo que hay en clla?.Pucs no. Es el creador de las cosas, o sea, el creador de los hon1bres quien las ha hecho todas.

No obstante, el verdadero motivo de mi convocatoria es para

deciros cómo no olvidaréis jamás mi nombre. Acordaos sien1prc de él y transmitid! o a toda vuestra generación. El hijo debe Ilan1ar

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tatá a su padre, aunque éste tenga otro nombre por nacimiento. Todos vuestros hijos han de llamar tatá a sus padres y las nueras deberán llamar tatá asimismo a sus suegros. De este modo~ mi nombre no se extinguirá y vosotros jamás lo olvidaréis.

Todo el mundo sigue observándolo hasta hoy. Y, tras estas palabras, Ta Ma Ngo'o añadió:

-Me voy a donde se fueron mis padres. Y murió.

La despedida de Kobá- Ta

Kobá-Ta heredó a su padre. Y, al cabo de muchos años, pre­sintiendo su muerte, reunió a sus hijos y les dijo:

-Kárá Kobá es el que me sucede, por ser el mayor de mis hijos. Atiende bien a mis palabras. Hama-Ta vino solo del otro lado del río, atravesándolo por Nyisii y se instaló en este otro lado, cerca del mar de la sal. Su mujer le dijo: .. Nkom Boro nos dará hijos en este lugar, afinquémonos aquí''. Se establecieron y multiplicaron. También nosotros ya son1os numerosos, hemos ido poblando la orilla río abajo, n1ientras los detnás lo han hecho río arriba.

Por esto te digo, Kárá Kobá, que serás el hombre tnás rico de este poblado, más que todos los que en él ha habido hasta la fecha y serás el más famoso de sus pobladores. Serás conocido por todo el confin, pero jamás te olvides de n1í ni de 1ni nombre. Sobre todo, guardarás el nombre de Nkom Boro y lo adorarás, porque es quien nos ha dado los hijos que tene1nos.

Y si alguien te pregunta algo referente a mí, de mis tiempos. le dirás que aquello era de la época de mi difunto padre Kobá (Kobá-Ta); de forma que la gente dirá: HHaaaa!" (¡Jajaja!) ¡Pero si hace mucho tiempo de eso!. Si algo ha acontecido en Ja época de Kobá, esto quiere decir que hace mucho tie1npo atrás 1•

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La despedida de Kárá Kobá

Kárá Kobá le sucedió. Y cuando éste estaba a punto de morir, convocó a todos sus hijos y les dijo:

-Lego este territorio a mi primogénito, Afiri Kárá, que lo gobierne y dirija todos los trabajos de esta tierra. (Afri-Kara es quien dio el nombre "Africa" al continente negro).

No olvidéis ni un solo día el nombre de Nkom Boro, porque Él es quien hizo el cielo y la tierra y todo lo que hay en ella. Es a quien Ta Ma Ngo'o llamaba Nté-Mam. Es Omnipotente; Él hará que multipliques y puebles todo este territorio.

Por otra parte, mira al sol y a la luna, porque son los dones de Nkom Boro a nuestro antepasado. Fíjate bien a dónde se dirigen, pues hacia esa dirección ultimarán tus hijos. Cuando cualquiera de entre ellos, ya sea varón o mujer, no pueda con su carga, que diga: "Me-káreya2

". Dicho esto, tendréis que descansar, porque habráme invocado.

Por lo tanto, cualquiera que diga: "¡No puedo más!" debe descansar y, del mismo modo, dos partes que litigan deben ser oídas por un juez. Así se determinará quién me invoca realnlen· te.

~ Luego, dijo a Afiri Kara: -Ven a tomar el poder que has de heredar para decir el conju­

ro a tu generación. -¿Qué es conjurar?, preguntó Afiri Kara a su padre. El padre procedió a enseñarle el lenguaje que debía en1plcar

y a explicarle lo que era un conjuro. Más adelante veremos en qué consiste. Pero antes de que su padre terminara de responder a la

1 Kobá > koá >kuti: lmá hetaa "en tiempo de Maricastaña", inmemorial. N T 1 á-kát (tono medio), "no poder"lá-kat (tono bajo) adzó "litigar e11juicio (un a..mmo)" N.T

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primera pregunt~ Afiri Kara volvió a hacerle otra: -¿Qué significa el sacrificio de la sangre? -Pero, hijo mío, ¿cómo puedes hacer tantas preguntas a la

vez?, replicó el padre. Siéntate, que te conteste. Entonces siguió así: Nuestro antepasado (Ana) es el que trajo

este signo de su tribu, y porque era más sabia que su marido, se lo enseñó y así él lo hizo y nos lo ha legado como signo hasta hoy. Esta sangre es la que recibe Nkom Boro en señal de que somos hijos suyos. Tal es como reciben su bendición.

Y, por si no has comprendido aún lo que esto significa, reúne a todos para que vengan a oír cómo digo el conjuro a fin de que ellos también aprendan.

Acudió tanta gente, que se llenó la plaza hasta la bandera; no había ni siquiera un palmo de tierra donde poner el pie. Cargaron a Kárá Kobá y lo situaron en el centro; en medio de la n1ultitud, subió las manos al cielo y dijo:

-Esta es la palabra de Nkom Boro. Todo el tnal que habéis cometido es el que quito, para que todo os vaya bien de hoy en adelante:

uMekíé ané b 'akíe evian,/ menimí ané b 'animi onga ekie1i ákók;l mvú ekúú nka ek melén,/ melén mé ngon eboó dzang;l é mvú engáwúp,l edze engádzui nka 'ale akap;l áka, óning;/ ósui nkeééé,l maaááánnn;l nyúu né ndang ndang,/ nyúu né ves ·ves,/ nyúu né fúúúúúmmmnl! " 1

• Esta es la palabra del Creado1:

1 Traducción: "He liberado como de la ligadura de una enredatlera ~\' t.'fldcn·:w/o como con la piedra la barra de hicrro.IEI perro olió al varano entre ¡mlmaas (fJaeis)! las pal­meras tumbadas entre troncos de ngon 1 y el nipa/ pndrido.IFJ ¡u•rm qut.• rohf}l t·.~ t•l qm:

permutó su rapiña con el espinazo./ Habla. para que vims.I¡Río abajoooo!.l ¡ Terminadoooo! ". B 'avaal·tui meteñ (conjurar) e.v lo que denominamos anana.

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CAPÍTULO 4: AFIRI KARA

Ajiri Kara se multiplica

Afiri Kara se puso a casar mujeres y tuvo una innmncrablc prole, es decir, tan numerosa que no se podía contar. Una rnujcr que sólo tenía veinte hijos, la consideraban estéril. Esta debía acudir a un hechicero que le quitara el maleficio para que siguie­ra engendrando muchos hijos más. De esta manera se pobló aque­lla tierra hasta el extremo de que el territorio que ocupaban se quedó sin espacio habitable.

Pero ocurrió algo muy extraño de súbito. Afiri Kara dijo a sus vástagos: y"Tengo malas noticias. Dentro de poco se declarará la guerra en este poblado, venid y preparemos el talismán anti-lanzadas"'.

Prepararon la medicina anti-lanzadas y estuvieron alerta; pero ocurrió que, después de preparar el talismán, a todo el mundo se le volvió ininteligible la lengua del hermano; es más, por cada uno de sus hijos solamente la lengua de la casa de su madre, su lengua materna, quedó siendo entendida.

Sucedió así... Cuando los hijos de Afiri Kara se multiplicaron, sólo aquellos que eran de una misma madre, aun cuando fueran diez hijos por madre, podían intercomunicarse, mientras única­mente el padre podía comunicarse con todos ellos. Así pues, cuando a los hijos de Afiri Kara les fue imposible comunicarse unos con otros, empezaron a llamarse mutuamente bilóbólobo2

Siguen llamándose así hasta hoy.

1 Alcamayong (lit. "protector de la tribu") es el talismán contra las heridas de la gue­rra: también se denomina biang akong (lit. "preservador de los golpes de lanza"). Se enterraba ell alguna parte, cerca del poblado, al pie de 1111 árbol. Los guerreros lleva­ban además mengitlamuletos que los protegian. N. T. 1 La separación de los pueblos /atrg de las demás razas recuerda aqui la de la torre de Babel bíblica. También hay una clara alusión a la babélica confusión de lenguas. N. T

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La conversación de Afiri Kara con sus hijos

Afiri Kara congregó a todos sus hijos y con ellos celebró un gran n1ítin, puesto que solamente él mismo los entendía y sabía distinguir. Fue reuniendo a todos los que entendían un mismo idioma en un mismo grupo. Se levantó, cogió su bastón y empe­zó a contar los grupos formados. Al final, vio que eran siete gru­pos. Entonces, les dijo:

-Me despido de vosotros, ya que nadie advierte la llegada de la muerte. Escuchad todos:

Y levantando el bastón señaló al primer grupo y les pregun­tó: "¿Quién creó el cielo y la tierra?". A lo que le contestaron, en su lengua: "Nkom Boro". Entonces, les dijo: "Creed siempre en Nkom Boro".

Todos los grupos respondían a esa misma pregunta cada uno en su idioma respectivo. Escuchemos, pues, las respuestas de los demás grupos.

Preguntó al segundo grupo lo mismo, diciendo: "¿Quién creó el cielo y la tierra?". Estos en su idioma contestaron: "Alá". Entonces, les dijo: "Creed, pues, en Alá".

Se dirigió al tercer grupo y les hizo la misma pregunta, y todos respondieron: "Nka Eba". A éstos les dijo: ''Adorad siem­pre a Nka Eba".

Entonces, se dirigió señalando siempre con el bastón, al cuar­to grupo; hízole la misma pregunta y éstos contestaron: "Nsangoo''. Les dijo: "Creed siempre en Nsango".

Interrogó al quinto grupo y éstos le contestaron: "Mebe'e". Les dijo: "En toda vuestra vida, creed sólo en Mebegue".

El sexto grupo respondió: "Anyambe". Les dijo: "Pues, ado­rad siempre y sólo a Añambe".

Con el bastón en alto, se dirigió al último y séptimo grupo; les preguntó por el que creó el cielo y la tierra y ellos contestaron: "Nzamá". Les dijo: "Creed siempre en Nsama".

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Se dirigía a todos los grupos según sus lenguas y ellos tam­bién le respondían a su vez en sus lenguas.

Los siete hijos de Ajiri Kara

Afiri Kara tenía una joven esposa, la última, llamada Nané Ngo'o Baá (la Segunda) con la que tuvo siete hijos, seis varones y una mujer.

Estos son: Fang Afiri, el primogénito; O ka 'a Afiri, el segun. do; Mevu m' Afiri, el tercero; N den Afiri, el cuarto; Bula Afiri, el quinto; Nge• Afiri (la mujer), el sexto. Es la madre de Owono Nge, que tuvo antes de casarse. Ella es pues la fundadora de la tribu Yaúnde. Cuando se casó, Owono Nge quedó multiplicándo­se en su lugar. También él tuvo descendencia. Ntum Afiri, el sép­timo, es a quien el padre puso el nombre de su bastón.

CAPÍTULO 5: LA GUERRA DE LOS HIJOS DE AFIRI KARA CONLOSHOMBRESROJO~

Sucedió así... Cuando los hombres rojos llegaron al poblado de Hama-Ta en busca de mano de obra, les contestaron que A firi Kara había llevado a toda la gente con él al otro lado de Nyisii y que dirigieran sus demandas allá: "Aquí no tenemos para daros en prestación personal; además, debemos aliamos y unir nuestras fuerzas con el fin de ir a destruir a los hijos de Afiri Kara, en la otra orilla de Nyisii".

Los hombres rojos y los moradores de Hamat se unieron, atravesaron Nyisii y llegaron al poblado construido "encima" del mar de la sal, el poblado de Afiri Kara y sus descendientes. Se entabló una guerra terrible y los hijos de Afiri Kara lucharon

1 Léase NGUE. como c11 espa1iol o fralfcés. N. T.

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denodadamente, hasta no poder. El enemigo hostigólos duramen­te y capturó a una cantidad innumerable de ellos.

Pasado algún tiempo, el enemigo se retiró. Los hombres rojos regresaron con todos los esclavos capturados al otro lado del mar de la sal; también los hijos de Afiri Kara se quedaron con los suyos. En su tierra, los hombres rojos vendían sus esclavos a los hombres blancos; también los descendientes de Jafet hacían lo mismo.

Finalmente, los moradores de Hamat, temiendo que los hijos de Afiri Kara fueran a huir, idearon excavar la tierra que los unía con los hijos de Afiri Kara, con el fin de que el mar de la sal se convirtiese todo en sólo mar; de tal suerte que aquella gente no encontrara el camino para huir.

Así lo hicieron, cavando el paso subterráneo y destruyendo la porción de tierra que los unía con los habitantes del otro lado del mar de la sal.

De repente, el agua empezó a inundar el lugar donde vivían los hijos de Afiri Kara y ellos se echaron a correr, a huir en des­bandada. El mar de la sal se había desbordado por completo y cada uno de los hijos de Afiri Kara fue en su dirección en la huída. El que se descuidaba o quería volver por los enseres a su casa, era apresado por el agua.

Veíase cómo huía la gente cual bifam1, de tal modo que se

daba uno cuenta de haber olvidado a su crío después de haber atravesado ya otros tres poblados.¡Cómo morían los hijos de Afiri Kara! ¡Qué barbaridad!¿Qué hacer? ¿A dónde se iría la gente? ¿Quiénes sobrevivirían? ¿Quiénes iban a salvarse de las aguas?. Corrían, corrían, corrían, huyendo hacia el interior del continen­te. ¡Había que ver la tromba de agua que les seguía, que venía detrás de ellos!.

-Pero, ¿qué es esto? ¡Eké!. ¿Así es como suelen reaccionar

1 Grandes moscas. tábanos. N. T.

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estas aguas?¿ Vamos a correr todo un año entero? ¿Ya nadie podrá "chapear" su finca de comida esta vez? ¡Adelante! ¡Ánimo, ade. lante!.

Ocurrió así... Después de haber corrido un buen trecho, se cortó el agua y ellos pudieron respirar.

-¡Eéye! 1 ¡Mis hijos están exhaustos de tanto correr! ¿Habráse visto algo semejante? ¡Estamos prácticamente desnudos, de todo desprovistos!. Nuestra sabiduría ha quedado sepultada en el río. Muchos animales domesticados han desaparecido; pero, ¿los perros no perecen en el agua? ¡ Vedle a este orejudo!.

Efectivamente, todo se quedó allí; los primeros inventos que el hombre había conseguido realizar con sus propias manos: el hierro, los instrumentos musicales (mvet, minding, metong), las armas de fuego. Todo cuanto habíamos logrado crear se qu.edó allí. Veíase el río ahora transcurrir tranquilamente, inmensamen­te.

Tal es como nos separamos: los rojos, los blancos, y nosotros los negros. Los descendientes de Afiri Kara, entre tanto, empeza­ron a fundar otros poblados en tierra firme, en el desierto, a expansionarse y seguían conservando sus costumbres. Mas nin­guno volvió a aventurarse jamás en el río.

1 Exclamación de sorpn.•sa. e..xtrañeztz, admiración o asombn>. N. T.

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x LIBRO SEGUNDO (o del txodo)

Cuenta el éxodo de los siete hijos de Afiri Kara: 1) hasta Odzambo'á, 2) la vida al otro lado del adzap y 3) su asenta­miento en las orillas de Yom.

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-No, porque ella es la que se encargará de vuestra educación. Cogió su bastón, lo dividió en siete partes y entregó a sus

hijos diciendo: -Tomad, este es mi poderío hasta que lleguéis a Batre. He ahí

la fuerza y el valor. Sucedió así... Cuando emprendían la salida, Nkui Afiri quiso

quedarse, pero luego se retractó: -No puedo quedarme contigo, me voy con mis hennanos. A lo que respondió su padre así: -No puedo retenerte, sobre todo si tú mistno has decidido ir

con tus hermanos. Nkui Afiri se fue pues con sus hennanos. Es el padre o fun­

dador de la tribu denominada Bekui, los pigmoides o pigtneos. Con sus hermanos atravesó el desierto.

CAPÍTULO 2: EL VIAJE Y PERIPECIAS POR EL DESIERTO

Todos juntos emprendieron el camino y se dirigieron primero hacia el levante, la dirección que dijo el padre que tomarían. No caminaban de día sino de noche, a causa del calor; acampaban donde encontraban grandes rocas, para protegerse del sol, y per­manecían así largos años y se multiplicaban.

En esta ocasión Fang Afiri se dirigió a Nkui Afiri y le dijo: -Conoces mejor los catninos y el bosque, por eso aceptamos

que te sumaras a nuestra expedición. ¿Qué sucede? ¿Por qué nos encaminas hacia donde sale el sol, cuando debes llevamos a donde se pone?.

-Hermano mío, sé lo que hago, a dónde me dirijo y el cmni­no que llevamos.

¿Sabes acaso que, si os llevo por este lado, cruzaréis todo los ríos en sus fuentes, en cambio, si os llevo por el lado que queréis, habréis de cruzarlos todos en su curso medio?.

5<1

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-Sigamos pues, hermano, -admitió Fang Afiri- y sea como dices; eres el único conocedor del bosque, quién lo duda.

Así continuaron el viaje, siempre guiados por Nkui Afiri, y durante ese tiempo también fueron multiplicándose. Cuando esta conversación, ya formaban ocho clanes, mvo 'o, a los que deno­minaron como sus fundadores: El de Fang Afiri se llamó Fang; el de Nkui Afiri se llamó Bekui o Beyele'; el de Oka'a Afiri se llamó Okak; los gemelos Mevu m' Afiri y N den Afiri constituye­ron uno solo y se denominó Mevu-n1é-Nden; el de Bula Afiri se llamó Bulu; el de Owono Nge, el hijo ilegítin1o2

, se llamó Yewondo (Yaúnde) y el de N tu m Afiri. el hijo a quien su padre diera el nombre de su cetro, se llamó Ntumu.

CAPiTULO 3: EL VIAJE Y PERIPECIAS POR LA SABANA

Terminado el viaje por el desierto, llegaron a donde había hierbas; entonces, dejando a sus espaldas la dirección del sol naciente, Nkui Afiri los encaminó hacia el Poniente. Nada eran las peripecias en el desierto, en comparación con las que pasaron en la sabana3

En aquella ocasión Fang Afiri preguntó a su hem1ano: -¡Ah, Nkui Afiri!, ¿A dónde nos conduces ahora? ¿Qué cas­

tigo es este?. Durante nuestro periplo por el desierto encontrába­mos a menudo lugares propicios para descansar, ¿qué pasa ahora que tenemos que caminar a tontas y a locas, sin descansar?.

-No puedo cambiar el itinerario marcado por nuestros padres y tomar otro, respondió Nkui Afiri. Sigamos, ya encontraremos algún sitio donde podamos reconfortamos,¿ verdad, Fang?

1 N/cui o Nyele, en singular. designa al individuo. : Entiéndase "ilegítimo" o "bastardo" aquí sólo en el .~entído de que su madre lo tu m antes de ser dotada (o sea, fuera del matrimonio con.metudinario cstablccitlo), por c.w la criatura llevará el apellido de ella y no el del (po.~lb/ej padn.• -' El "grass-field" camerunés. N. T.

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-¡Despacio, hennanito!, replicó Fang. Sabes bien que en el desierto nos alimentábamos de pieles de animales y bebíamos agua en ellas; pero aquí sembramos las semillas y recogemos los frutos de la tierra, ¿cómo habré de darte la razón?. Di a los muchachos que avancen un poco más y construiremos chozas con sorgo más adelante.

Cuando llegaron a la sabana, en efecto, empezaron a construir chozas con hojas de sorgo, porque el sol apretaba allí lo mismo que en el desierto y los muchachos se quejaban así:

-Nuestro problema en estos parajes es que no tenemos con qué beber agua como en el desierto. ¿Tendremos que beber agua sola y únicamente cuando llueve? Los que no tienen recipientes de pieles como vosotros, ¿dónde la conservarán?.

-No os preocupéis, muchachos, dijo Nkui Afiri. Tenéis a vuestros padres y a vuestras madres que pueden custodiarla por vosotros. Tranquilizaos y conducid a los más pequeños. Sigamos tranquilos.

Disponían de recipientes de pieles de animales que colocaban debajo de los aleros de las chozas cuando llovía, donde, una vez 11enas, conservaban el agua.

Lo que más les agradó allí no obstante, era la facilidad de conservar las semillas; las cultivaban y esperaban hasta que hubiesen consumido todo lo cosechado, entonces e1nigraban. El traslado se realizaba a la caída del sol, o sea, a 1nedia tarde. Cultivaban principalmente el calabacín y el1naíz, estos productos germinaban y daban mucho grano.

A lo largo de ese tiempo, se multiplicaron las ocho tribus ant~s mencionadas. Nané Ngo·o la Segunda, aquella anciana. seguía aún con ellos; después de viajar durante n1ucho tien1po en su com­pañía hízolos detenerse y cstablecerse.Nané Ngo ·o Baácay cayó enferma. Ya tenía nietos, segundos nietos, terceros nietos y cuar­tos nietos. es decir, que vivió 1nucho. Murió al cabo de unos días. Había comunicado a sus hijos todo lo que debía transn1itirlcs.

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Muerta ella, sus hijos dijeron: -No vamos a enterrar a nuestra madre. conservaremos sus res­

tos. La depositaron pues en un lugar y, una vez corrompida,

envolvieron los huesos con una piel de animal, liaron un paquete grande, cargáronlo y se lo llevaron consigo. Pero, de tanto vene­rarlos, empezaron a olvidar a Nkom Boro, al cual sus antepasa­dos les habían encomendado no olvidar.

CAPÍTULO 4: LA LLEGADA A ODZAMBO ·A

Ocurrió así. .. Viniendo de la sabana a media tarde, observaron que, de repente, el sol se les perdía detrás de una gran montaña. Entonces se pusieron a pensar: "¿Cómo vamos a poder llegar hasta allá? ¿Cómo es que el sol se oculta en un lugar tan abrupto? ¿Qué pasa? ¿Qué es esto? ¿Es tal vez el río grande o no?".

Entonces Fang Afiri ordenó que los jóvenes m;.1s veloces se adelantaran a ver de qué se trataba, si era ciertan1ente o no el rio grande. Estos salieron volando.

- ¡Eeeeeeye!, exclamaron. -¿Qué sucede ahí?. -Nos hallamos debajo de un gran adzap 1

, contestaron los muchachos, y vemos que al otro lado está con1pletatncntc cubier­to de árboles. No se puede pasar. Hay un cnonne precipicio a la izquierda del árbol que ningún ave -ni siquiera el loro- puede sobrevolar y, por debajo, el fondo está completarncntc nublado y oscuro. A la derecha ocurre lo mismo.

-¡Huiiii!, exclamó todo el mundo al llegar al lugar indicado. Los niños tenían razón. ¡Qué invento!. ¿Por dónde habremos de pasar?. ¿Esto es el fin?.

'Mimusops dja\-e ENGL. Arhol simbólico de la fuerzu. ,,;gorfí_.,.it·n y ''-'t:piritual .f\' t

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ignorantes de las cosas empezaron a cuestionarlo: "Ya veremos si los sabios de las cosas dicen ciertamente cosas dignas de crédito. ¿De qué lado vendrá la agresión?". A lo cual respondieron los sabios: "¡Tranquilos, ya lo veréis!".

La guerra de Odzan1bo 'á

Sucedió así... Todos los bilóbólobo que se encontraban en la otra orilla del mar de la sal y los hombres blancos se aliaron, ya no se peleaban porque se habían unido. Entonces tramaron cómo capturar a aquella gente que emigró de allí en otro tiem­po:

-Si los capturamos, vendremos a venderlos a cambio de que nos proporcionéis vuestras cosas.

Los hombres blancos aceptaron esta propuesta: -De acuerdo; id, pues. Salieron en caravanas larguísimas; los bilóbólobo, que com­

prendían varias tribus, eran innumerables. El jefe de la expedi­ción se llamaba Dumbambangboro. Durante el viaje, así dijo a los suyos:

-Si veis a esa gente, no la provoquéis; trabaremos pritnero amistad con ellos, de este modo sabréis cuántos son.

Con este propósito los expedicionarios llegaron a Odzarnbo'á y se encontraron con los hijos de Afiri Kara. Así les habló Dumbambangboro:

-Hemos venido a entablar amistad con vosotros y a que lo hagáis con nosotros. También hemos venido a llevaros con el fin de ir a presentaros al hombre blanco. Así os darán riquezas, igual que nos las dan a nosotros.

-¿Desde cuándo los hombres blancos y nosotros nos senta­mos a conversar, somos amigos?. Lo único que sabemos es que debemos agasajaros con un banquete y bailar en vuestro honor un balele, le contestaron.

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-¿Dónde está Koro Mekomo?. -Heme aquí, contesto el aludido. -Llama a Biko, a Tomo y a Zo'o. ¡Apúrate!, dijo Mekom

Bikoko. Apenas terminó de hablar, cuando ya todos estaban allí. Tomó

de nuevo la palabra y dijo: -Mavo naa Digo que ... Id y recorred todos los poblados de

Odzambo'á: decid a todos los sabios de las cosas que vengan urgentemente.

Llegaron los sabios de las cosas. Les dijo: -Reuníos detrás del adzap. Dumbambangboro ya está aquí

con su ejército, nos ha cogido desprevenidos. Me sorprende esta manera de trabar amistad, desde que tengo uso de razón no vi tal. Estoy muy escatnado con esta fonna de entablar atnistad. Tanta solicitud me escama.

Los sabios de las cosas fueron a deliberar al otro lado del adzap. Acabada la reunión, liaron los huesos de sus antepasados en paquetes y los llevaron lejos, tnuy lejos, a una distancia que la flecha no podía alcanzar un blanco. Extrajeron el caolín in1puro. también lo empaquetaron.

Cuando regresaron de allí, ya habían puesto a salvo las cala­veras de sus antepasados, en lugar seguro. Traían el caolín crnpa­quetado y dijeron a la gente que se pintase con él el rnistno lado de la cara. Así debían hacerlo todos, quien no lo hiciera tnoriría en la batalla.

Abrieron un camino hasta donde habían depositado los restos de sus antepasados. Todas las reuniones que celebraban los sabios de las cosas tenían lugar al otro lado del adzap; los ignorantes de las cosas y las mujeres no asistían a ellas.

Cuando todo el mundo se hubo pintarrajeado de caolín itnpu­ro, exceptuando a los desobedientes, tocaron la cuerna al atarde­cer, anunciando el comienzo de la fiesta. Los sabios de las cosas le dijeron a Dumbambangboro:

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-Pon a toda tu gente en fila y asimismo a los nuestros, para ver el baJel e.

Así se hizo. Después de esto, cogieron un tambor y lo pusie. ron debajo del adzap. Convocaron a todos los que poseían annas: lanzas, arcos, flechas y machetes, colocaron todas estas cosas en dos hileras rectísimas, y le dijeron a Dumbambangboro:

-Dumu a nzu ku (Ahora presenciarás algo extraordinario), pues vas a ver cómo pasa la gente al otro lado del adzap.

Dijeron aquello para evitar que preguntara: "¿A dónde va esta gente?". Así fueron a esperar al enemigo, a cortarle el paso al otro lado del árbol. Las mujeres, los niños y demás habitantes de Odzambo 'á con la cara pintada formaron otra fila, igual que el ejército de Dumbambangboro y entonaron esta cancioncilla que dice así:

"M'aya 'an a bon!. M'aya 'an a bon!. Biko. Tomo, Zo 'o, m 'aya 'an a bon!. M'aya 'an a bon!".

(Me despido de mis hijos. Me despido de tnis hijos: Bico. Tomo, Zo'o. Me despido de mis hijos. Me despido de mis hijos.)'

Nga Bika, Bika bi Zika, se puso a tocar el tambor y Mokom cogió una escobilla; mientras tanto, todos habían reunido a sus familiares y liado los bártulos. Mokotn les dijo «i Preparados!>> y el cerco del balele empezó a moverse suavetnente.

El propio Mokom empezó a marcar los pasos del baile: con la escoba asida, hacía lo siguiente, si hallaba a alguien pintado de caolín, le avisaba con señas de la cabeza y le indicaba el caanino diciendo: HPor ahí, pasa al otro lado del adzap''. Y este salía corriendo e iba a pasar por la abertura.

Lo mismo hizo con todos los que llevaban la cara pintada de caolín. les tocaba con la escobilla y les indicaba el canlino que llevaba al otro lado del adzap, hasta conseguir que todos lo atra-

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vesaran yendo hacia el otro lado. Quedó allí únicamente Dumbambangboro con su ejército y aquellos moradores de Odzambo' á que no quisieron pintarse el cuerpo de caolín. Es más, también se fueron el bailarín y el tamborilero.

Una vez al otro lado del adzap, esto dijeron a todos los que iban armados de lanzas y arcos:

-Permaneceréis vigilantes aquí al pie del árbol hasta que las mujeres y los niños se encuentren muy lejos; entonces solamente nos seguiréis, porque ellos no tendrán fonna de alcanzaros. pero vosotros sí podéis alcanzarlos fáciln1ente.

Así es como los hijos de Afiri Kara abandonaron Odzatnbo·á. Ninguno de ellos fue alcanzado por una lanza, en cambio, ellos son los que llegaron a matar a muchos de sus enemigos cuando intentaban aventurarse por la abertura hecha en el adzap.

Y así retomó la expedición guerrera a la orilla del n1ar. Los hijos de Afiri Kara se quedaron vigilando, al pie del adzap. duran­te mucho tiempo, sin seguir a sus hermanos. Los ntumu conser­van dicho balele, el mokom, hasta nuestros días'.

CAPÍTULO 6: EN LAS FUENTES DE LOS RÍ(JS

Sucedió así. .. Traspasado el adzap, se adentraron en la selva. No había hierbas. El precipicio y el lindero habían quedado atrás. El adzap también y solamente se divisaban muchas especies de árboles, tal como las vemos hoy. Llegaron al lugar donde habían depositado los restos de sus antepasados y construyeron allí por su espesura, sin calor, y porque encontraron agua en aquellos parajes. Los denominaron mebondong, porque allí es donde todos los ríos nacían.

1 Por esta guerra. los hijos de Afiri Kara empezaron a utili=ar la pintura para /e¡ dan:a y para la guerra. N. T

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Los ríos que ?ajaba.n hacia la izquierda desembocaban en el barranco que habtan deJado atrás; los otros, que giraban hacia el lado derecho, también desembocaban en el mismo barranco abandonado y sólo, en medio, había un "bosque seco" -tierra firme-.

A partir de allí, fueron cruzando todos los ríos solamente en sus fuentes o mebong. A estos lugares, donde Jos cruzaban, bau­tizaban ndong osui(ñ). Y de ahí el nombre Ndong o Ndongo, por. que llamaban Ndong a todo crío que nacía en la fuente de un río; o sea, al principio de su curso o bien la fuente.

Nkui Afiri regresó de sus correrías y les dijo: "Ya he JocaJi. zado dónde se pone el sol". Se alegraron todos por esta noticia, y gritaban: "¡Ya hemos descubierto dónde se oculta el sol, Ja tierra prometida!". El significado de Batre (Bata) en ntum es "'No olvi­des" o HNo yerres".

-Y bien, cuéntanos ¿cómo anduviste?, le preguntaron. -No hay otro camino sino el que veis, contestóles. No tenéis

más que coger cualquier riachuelo que encontréis y seguir eJ curso de sus aguas, donde éste tluya en otro, entonces seguid cJ curso de ese otro.

Aunque sea "durante todo un año", durante rnucho tiempo, seguid siempre el misrno riachuelo. Donde el últiino río desem­boque, allí es donde se pone el sol, porque ese río desernboca en la mar. Anochece porque el sol va al otro lado del n1ar.

-¿Cuánto tiempo tardaste en llegar?, preguntáronlc. -El tiempo que he estado ausente, les contestó. Desde aquel n1isn1o día llan1aron otong -arroyo- a ese río

pequeño; otong si!,mifica lo que se sigue por seguir. -Os lo repito una vez n1ás. añadió, que cualquier riachuelo os

sirve de camino para llegar a la mar, porque todos Jos ríos pcqu~­ños desembocan allí.

Desde entonces Jlaman otong -arroyo. riachuelo- a todos los ríos pequeños. Les dijo asimismo que algunos ríos son n1uy cau-

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dalosos en su curso medio, de forma que allí no son vadeables. Por lo cual:

-Deberéis abordarlos solamente en sus fuentes. No intentéis jamás cruzar los ríos en su curso medio sino por las fuentes. si queréis llegar lejos. Ya os he explicado todo, concluyó Nkui Afiri. No tengo más que añadir. Os he indicado ya el camino y a partir de ahora cada uno puede ir a donde le plazca.

Desapareció y fuese con todos los suyos._ por su lado. ha..,ta hoy. Nkui Afirí es el primero que vio la mar, de entre los que atra­vesaron Odzambo'á y es el fundador de los bekui o beyele (pig­moides o pigmeos).

Abandonó a sus hermanos cuando estos abrían las fincas de comida y sembraban las semillas; se perdió en la selva, internán­dose en lugares inaccesibles y se fue. Sus hennanos sembraban todo tipo de cultivos. Abrían los bosques con machetes denomi­nados abe-ngi o ebeJe fa, fabricaban puntas y lanzas llamada4\ ekpele, akong.

Cavaban la tierra y plantaban diversos tipos de comida. Pero antes había los bikoro que no desaparecían; esto cs. tus tonllacio­nes vegetales especialmente densas, producto de la tala hurnana.

La vida en la espesura de los bosques les fue mejor que a ciclo abierto, en el desierto. al otro lado de Odzarnbo' á.

CAPÍTULO 7: LA CREACÍ(JN DE NUF:V(JS D/(JSES EN EL POBLADO DE MEBONDONG

Los doce sabios de las cosas ocultas.

Sucedió así. .. Cuando se dieron cuenta de que no les iba bien aHí. los hijos de Nané Ngo'o Baá se reunieron y dijeron a los sabios de las cosas que pensaran cómo iban a poder llegar hasta donde se oculta el sol, porque Odzambo'á aún quedaba muy cerca.

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-No sabemos todavía el itinerario que vamos a seguir. Oh sabios de las cosas, decidnos cómo iremos de aquí hasta el lugar donde el sol se apaga.

Los doce sabios de las cosas fueron a reunirse. Se llamaban así:

l-Amia-Si Fang, hijo de Fang Afiri. 2-Mesan me Fang, hijo de Fang Afiri. 3-Emvan Oka'a, hijo de Oka'a Afiri. 4-Avung Oka'a, hijo de Oka'a Afiri. 5-Mvomo Mevu, hijo de Mevu me Nden. 6-Ndene Mevu, hijo de de Mevu me Nden. 7-Ngia Bula, hijo de Bula Afiri. 8-Ekot Bula, hijo de Bula Afiri. 9-Mba Owono, hijo de Owono Nge. 10-Mimbe'e mi Mvañ, hijo de Mvañ Fang. 11-Nkube Moro, hijo de Ntum Afiri. 12-Mekomo Bikoko, hijo de Ntum Afiri.

Los nuevos dioses

Estos, los sabios, decidieron que debían crear otros dioses que los guiaran hasta la tierra prometida, donde se pone el sol. Hacían todo eso porque se habían dado cuenta de que se encontraban en un lugar donde todo les resultaba abundante: tenían comida, agua, la sombra, nada había que les perturara la vida. Esto dijeron los sabios de las cosas:

-Nkom Boro tiene tres costumbres: la prin1era, perdona los pecados; la segunda, da riqueza, sustento y el nto nto n1a'a n1a'a 1

:

la tercera, nos salva, venga y cura nuestras enfennedades.

'.Lit . .. Benclicián, bencliciim,.nwrte.sut'rtc ··.

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Por consiguiente, debemos crear otros tres dioses,de modo que cada uno se ocupe de cada una de estas tres cosas 1•

Designaban a determinadas personas y les prescribían que "Durante el ejercicio de vuestras actividades, no aceptéis que es un humano esto que habla así. Un ignorante de las cosas jamás podrá veros con los ojos si no se lo facultáis".

Al primero de los dioses lo llamaron Andee, en ntumu; Bekungu, en bulu y ewondo; Mevunden, en okak; y en fang, lo denominaron Ndong-Mba. Este dios es el que perdona los peca­dos y los delitos cometidos por la gente. Es también el que ahu­yenta a todos los espíritus malos.

Algunas personas siguen creyendo en estas cosas ha.~ hoy, aun cuando ya no se practican; otros muchos creen que no son cierta.-;.

Al segundo le pusieron el nombre de Ngunmelan. Todo el mundo tenía el suyo propio, esto es, los restos de sus antepasados muertos. Consistía en una estatuilla de madera tallada~ una figura de hombre o de mujer que se colocaba sobre una cajita o nsek; o sea, que si los restos que se guardaban en la cajilla eran de honl­bre, se colocaba la figura de un hombre sobre la cajita y. al con­trario, si se trataba de una 1nujer, sobre el nsek, la figura era de mujer. El conjunto se designaba -en plural- con el nombre de Bengunmelan.

Se le sacrificaban animales grasientos y preparaban platos exquisitos.

Los sabios de las cosas se encargaban de llevarles esas ofren­das, pero a escondidas las degustaban y a la gente decían que Ngunmelan había comido, aceptado, todo lo ofrecido.

Este segundo dios tenía sus propias prohibiciones y las enfer­medades que padecían los que violaban alguna de sus leyes.

1 La ''trinidad divina de Jos fang ". N. T.

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Ngíí llamaron al tercero'. Este estaba preparado para contra. rrestar cualquier clase de «tnedicina» mediante la venganza. Ngíi significa Nkune-Boro, justiciero o vengador. Encerraba todas las propiedades contra las prohibiciones.

Un sabio de las cosas solía hablar con una voz rara, en tanto que los más pequeños, las mujeres y los ignorantes de las cosas cantaban en la plaza. Aquel sabio de las cosas no era visible, sola­mente se oía su voz mientras se bailaba en la plaza.

Durante el desarrollo de los ritos noctun1os estaba vedada la presencia de los ignorantes de las cosas, de las tnujeres y de los niños\ para que no descubriesen -excepto aquellos a quienes ellos mismos lo mostraban- que era un ser humano lo que así hablaba. A éstos se decía que ya eran iniciados, mvón, y al que todavía no estaba iniciado en los misterios del Ngíí llamaban ebín, ignoran­te de las cosas.

Esculpían estatuas de barro y tomaban los huesos de antiguos guerreros o de leprosos, los sostenían con ambas tnanos y decían: 44Los dueños de estos huesos nos vengarán si alguien tnata a otro, o bien, si es caníbal, antropófago". Todos esos huesos los deposi­taban en aquella figura de barro.

Los sabios de las cosas vienen adorando a Nkotn Boro por medio de estas tres vías, costumbres o dioses. Los ignorantes de las cosas no creían directamente en Dios, sino a través de todos aquellos que creían en Él, es decir, de los sabios de las cosas.

El primero de los dioses no comprendía restos hutnanos, por­que lo apellidaron el que quita los pecados. "'Si depositan1os hue­so humano alguno en él, pecaremos contra Él," pensaban.

1 Es "la (/Mnidad encargada (/e la vengan:a y garante de la seguridad y c:stahilidad sociales".(Bot Ba Njock. cit. por A. R. Walkery R. Si/1/ans. /995. 233). Elngíi (de: ngi. Gori/la goril/a) y elsó (Ceplralophus dorsali.v) son dos imporlantc:s sociedades .n•cn·ta' cr1yos (1{/eptos oste111ahm1 un lalllajc e11 la IIIICa consistente t'll dos o tn:s rayas parale­las. marca conocitla con el nombrt! lie hewlÍu (los muertos). N. T

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Debemos conservarlo limpio, pues es el sustituto de Nkom Boro. al que adoraban nuestros antepasados.

Es el padre de todas las cosas y el de todos los fetiches, esto es, de todos los dioses que podamos crear. Es el guardián de las prohibiciones,de las leyes de los otros dioses. Su imagen es la del hombre que hablaba en medio de la gente, con una trompeta y perdonaba los pecados. Esta trompeta estaba forrada en la parte superior y sonaba muy bien. No estaba hecha de barro, sino de la misma persona que decía a los pecados H¡Sasasala salaa!".

Cuando quitaba los pecados. no sacrificaba cabras ni otros animales sino que cogía a un muchacho de su séquito. lo heria levemente en la nuca y salía la sangre. Por esta sangre, tocando la trompeta, decía: "El creador reciba la sangre de esta criatura, por­que ya están perdonados sus pecados".

Se le denominaba al niño así desangrado con el nombre de ngos o mvón (iniciado), porque ya le habían escarificado la nuca. Todo aquél que todavía no había recibido las incisiones en la nuca•, era de la clase de personas denominada ebín (no iniciada)~ esta clase de personas no podía comer só. Ellos y las tnujeres

• tenían la misrna consideración con respecto a todas las prohibi­ciones impuestas a todos los que no podían ver a Andcc.

CAPITCJ..LO 8: EL ENGAÑO DE LOS SABIOS DE LAS COSAS

Los búhos y las lechuzas

Sucedió así ... Cierta noche, unas grandes aves nocturnas se acercaron donde habitaba la gente y armaron una endiablada gri­tería, porque nunca habían visto al género hmnano. Ellos tampo­co habían oído ese lenguaje antes, durante su largo caminar, por-

1 Se trata de las tres incisiones verticales que se hacía detrás del cuello de lo.'i 11ilio .... fimg como signo distintivo externo denominado bewúr~(los muerto.'i). N. T.

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que semejantes aves no había al otro lado de Odzambo'á, allá en el desierto. Estas aves emitían unos sonidos guturales parecidos a los humanos y eran de dos especies: una se parecía a una gailína y la otra, a un pato.

Los sabios de las cosas "salieron fuera"- a hacer brujeria-, aquella noche; a voz en cuello se anunciaba la celebración del ritual de ngíí, decían: "¡Que nadie 'salga fuera' esta noche, ni niño ni mujer, sino solo los sabios de las cosas! ¡Quien lo haga~ verá; él mismo lo ha de ver!".

Salieron, pues, sigilosamente, a verificar qué era aquello que hablaba así y hallaron esas dos especies de aves. Había muchas, pero desconocían sus nombres. El oficiante, nnom ngíí 1, sacó un hueso humano del muslo, el fémur, lo agarró bien y con un haz de lanzas en cada mano. El otro, su ayudante, cogió una calavera llena de veneno. El primero -el del fémur y el haz de lanzas- iba en cabeza gritando "¡Mbang ewoo, Mbang ewoo!", disimulando su verdadera voz. La gente no podía reconocerla porque bramaba cual el balido de la oveja. El segundo, ngál ngíí, el ayudante, sacó su trompeta y la asió bien con ambas manos. Omo 'o es el nom­bre que le dio el oficiante (macho/marido). Omo'o también es un hombre, sabio de las cosas. Cuando el marido/macho -el ofician­te- le preguntaba: "¿Dónde estáis Omo'o?", en respuesta, el otro tocaba la trompeta "¡Tuuuuuuuuu!".

Amaneció. Y tanto los ignorantes de las cosas como las muje­res y los niños se preguntaban ansiosos: "¿Qué han sido esos rui­dos de anoche?. Todos tuvimos miedo y temblábamos a causa de ellos". Los sabios de las cosas contestáronles que "No es algo que podamos revelaros, ni es abordable ahora. Os lo explicaremos

1 Ntróm= macho. maridolngál o ngáá""'hembm. t'Sposa; nnóm ngíi q{icialltt', ngtil ngil = aymlantt. En estas páginas se evoca las ceremonias mágicas ele las sociedadc.•s st>crera.~ dtJicadas tanto al gorila (ngi) como al duiquero bayo (só). organi:aciones cuyo _tin era proteger a la comunidad de la acción maligna de los bnl)os.tambi<!n nora pág. 63 .V. T

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mañana". En efecto, al día siguiente se reunieron en cónclave todos los sabios y después de la reunión, esto les dijeron:

-Las cosas de las que habéis oído hablar anoche son malas cosas, los malos espíritus, que vienen a comer a las personas; pero sois incapaces de ver cómo lo hacen, porque sois mimie­mie, es decir, no sois brujos -sois inocentes, ignorantes de las cosas-.

Reunieron al colectivo de la primera ave, cuyas representan­tes son las mujeres antropófagas, y dijeron: "Las mujeres antro­pófagas constituyen una gran colectividad con los búhos o nsam(b )a mok:ung". Y decidieron que, HPuesto que les hemos engañado, denominaremos nduk al otro pajarraco". Y así lo hicie­ron. "Es mejor que sólo el Hacedor sepa que los hemos engaña­do. En el futuro ellos mismos descubrirán la fechoría y escogerán el camino que les convenga. Hemos obrado bien denominando nduk, que significa medu'an (engaño) al pájaro grande".

Cuando un joven o un adulto engaña a los demás, estos sue­len tacharlo de medu'an, y esto es así porque ellos emulan al paja­rraco que los sabios de las cosas llamaron nduk ... Solamente os podemos revelar que Ngíí es aquello que os protege cuando de noche cantan los búhos y las lechuzas".

Los sabios de las cosas añadieron eso porque querían conse­guir que la gente adorase al Ngíí y que los ignorantes de las cosas creyeran ciegamente en ellos. Entonces les dijeron:

-A partir de ahora nos llamaréis "beyetn''. porque sólo nos­otros sabemos. (Cuando uno de ellos está solo," nnem").

Desde aquel día dejaron de llamarse sabios de las cosas y úni­camente iban a responder por beyem (sabios, brujos o magos).

También revelaron a los ignorantes de las cosas que aquellas aves -que son las mujeres antropófagas- hacen ngbcl. brujería. de noche.

Desde entonces a esta parte, el fang sigue creyendo que el búho y la lechuza son los portadores de la brujería.

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Los presagios o augurios

Sucedió así... Cierto día los sabios de las cosas convocaron a la gente para que fuera a conocer el agüero o señales de camino. Acudió muchísima gente: niños, mujeres y hombres. Los sabios se metieron a abrir unos envueltitos, es decir, unos envueltos pequeños. El primero contenía un catnaleón, lo cogieron y alza­ron diciendo: "El Hacedor es quien os envía esto, que Andee os lo muestre. Si os lo cruzáis en el can1ino, sabed que vuestro viaje será feliz. Este bicho se llama dzingó ''.

Abrieron un segundo paquete y hallaron en él un ciempiés y una eslizón. "Estas cosas son signos de mal agüero, son señales de que alguien va a morir·'.

Desataron un tercer envuelto~ en este había un amuleto, Jo izaron diciendo: "Nkom Boro es quien envía este objeto al Ngíí, si os lo topáis en el camino, sabed que se acerca un enemigo".

Todas estas cosas las guardan en sus corazones. Los ntumu siguen creyendo en ellas hasta hoy.

Las prohibiciones1 (tabúes)

Entonces los sabios les dijeron: "Escuchad las prohibiciones de estos tres dioses":

En primer lugar, Andee prohíbe que, con vosotros, las nluje­res y los ignorantes de las cosas, que todavía no han visto a Andee, coman carne del duiquero bayo y del jabalí, el potamó­quero; que las mujeres coman barbos; que los hijos hagan el coito con su madre o con la hermana de padre y madre; que alguien se

1 Los bild o prohibiciones eran 1mos "mandamientos " que imponían a menudo la ohliga­ción de llevar a cabo determit1ados actos so pena de cotllraer et!{ermedades o de monr. si eran violados. Su objeto -al parecer- era cm!ferir a su poseedor cieno poder: fascinar a las chicas y facilidad de procrear y riqueza, combatividad e invul11erabilidad ante los chicos. La "prohibición" (eld) es distintadela "promesa" o "t.·ompromíso" (aka 'á)

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quede incircunciso, deberá circuncidarse el prepucio, sí no quie­re ser mal visto por Nkom Boro.

Nadie viole ninguno de estos mandamientos. Cualquiera que infrinja alguno, deberá acudir a Andee porque es él quien le apli­cará bewúu y le perdonará sus faltas y le absolverá todos los pecados. Sabed que el duiquero bayo, el potamóquero y los bar­bos están agusanados. Las mujeres no deben comerlos si quieren procrear.

En segundo lugar, el creador ha confiado a Ngunmelan que la gente no debe hacer las cosas siguientes: Un joven, macho o hembra, no debe comer carne de tortuga, varano, mangosta o víbora. Estos platos les están prohibidos porque perderían su encanto o hechizo. Una mujer no debe fornicar con un hombre cuando está menstruando, porque dejará de procrear. El hombre también se abstendrá de realizar el coito con la mujer que esté menstruando si no quiere ser vulnerable en la guerra o morir pre­maturamente.

En tercer lugar, Nkom Boro dijo a Ngíí "Observad estas cosas, estos son mis mandamientosn: No realicéis el coito con las mujeres de día, ni veáis su desnudez. Si encontráis a las mujeres bañándose, decidles que se sienten en el río. No contéis chistes verdes delante de la suegra. No broméis con ella, porque el refrán dice que "La suegra es como la excrecencia de un árbol"~ esto quiere decir que ella se merece nuestro máximo respeto y consi­deración. No matéis a nadie ni robéis cosa ajena, que os echarán el maleficio de Ngíí. Del mismo modo, si envenenáis a alguien, moriréis aojados.

Está prohibido ver a Ngíí, si no eres un iniciado. Si el inicia­do en Ngíí, Ngunmelan o Andee dice a los no iniciados que HEso no vale", enfermará, nsém, cometerá una falta, y morirá si no confiesa inmediatamente este delito.

"Os podéis marchar; volved mañana, para oír los otros man­damientos de los dioses".

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Todos regresaron a sus poblados respectivos. Amaneció. Atestó la gente la casa de la palabra; o sea, la casa de la palabra se llenó como el caracol, completamente. Los sabios les dijeron:

-Quedaos aquí, nos vamos a reunir un ratito. Todos los sabios se fueron y en la reunión dijeron: Puesto que

somos también medicineros, haremos lo siguiente si alguien cae enfermo; uno de los nuestros le preguntará al enfermo: "¿Qué falta has cometido contra el Ngíí?". Si dice que 44Me he acostado con mujer de día", entonces sabremos que ha faltado contra el Ngíí. Pero si dice que "Me he acostado con mi hermana", sabre­mos que ha faltado contra Andee y éste se enfadará con él. Si una mujer dice que "He abortado dos o tres veces", entonces Ngunmelan se enfadará con el hombre porque copuló con mujer mientras ella menstruaba. Si le practicamos la medicina a un enfermo y éste no se cura, pero por el contrario se muere, enton­ces diremos que ha muerto por antropófago y brujo. Ngíí Jo ha matado y nosotros nada pudimos hacer. Por lo tanto, también vos­otros tened mucho cuidado, no vayáis a morir por canibalismo. por mgbóo.

En cambio, si se cura el enfermo gracias a nuestra asistencia, diremos que padecía Ngíí y que este le ha perdonado las faltas cometidas. Si se trata de Melan, le djrernos lo mismo. Y si se trata de Andee, le diremos que ha sido Andec quien le ha perdo­nado porque su falta era grave.

Tomada esta decisión, regresaron del cónclave y esto dijeron a la gente:

-De ahora en adelante, por cualquier entennedad que sufra uno, debe examinar bien su conciencia, si acaso ha infringido alguna ley. Si ha faltado, deberá confesárnoslo inrnediatanu:-nte, porque sólo nosotros estamos facultados para cumr toda clase de enfennedadcs. Sólo nosotros conocemos las n1edicinas. No sabéis cuánto poder nos ha otorgado Nkom Boro pam curar a cualquier persona que esté aquejada por haber infringido estas leyes.

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Insistieron mucho en ello, porque quel'ian saber quiénes esta­ban en pecado de fornicación, o de robo, o en posesión de (<medi­cinas» para matar a sus hermanos y toda clase de faltas. Así iban a eliminar este tipo de males y dejarles limpios por completo.

~~APÍTULO 9: EL ORIGEN DEL EVÚ(S) O HECHIZO

Se reunieron todos los sabios en cónclave. Cada uno iba acompañado de su primera esposa. Cogieron estas hierbas: tlores de kólók y hojas de onóng, la «yerba-bruja» y la mevuP. Estas hierbas son esenciales para preparar el evú(s), hechizo~. si bien existen otras muchas.

Entre los condimentos escogían entre dos: o el polvo de maíz seco o la pasta de calabazas. Tomaban el estómago de búfalo. lo despedazaban y mezclaban con la pasta de calabazas o el polvo de maíz. A este brebaje denominaron nnám aka'á\ manjar de compromiso.

Se decía así... Los pedazos de estómago de búfalo originarí­an el evú(s) en el vientre de cualquier persona, hombre o mujer. Estos pedazos de estómago de búfalo obrarían cosas extraordina­rias. Cualquier cosa que el preparador de ese jugo de hierbas le decfa a Stl receptor se cumpliría. Pero si éste quebrantaba alguna de las prohibiciones a las que quedaba obligado, se enfcnnaria o moriría si no confesaba al curandero que se le había prohibido comer tal o cual cosa. Si lo curnplía y declaraba su delito dicicn-

' kóló~: Achyrante.J aspera L. Amaramácea.t; onóng: Curpolohia alhu , lulc·a /Jon Polygalácea.s: mevul: Pas.fijlora foetida L. Pa.víjlorácl'U.~

: ~n la ley'el'lda, el n'IÍ(s) e.'f un "mon.flruo e.'tplritual" quL' htlhlta d CIH'rf'o humano,

y pued~ salir de él durante la noche para actuar en su lugar y conjáir 1.1 .tu pu.tC'ecitJr (nMm) poderes de dominación en detrimento de su.'f Jemejunlt'.t. S.· lrcm~jonna dur1.1nll'

lo noche en un gran búho. N. T 1 ~ llamó lUÍ. porque el que lo lomaba .'ie compmmelía a htJc:t•r algo a mmhio. en pago

tk ese brebaje. N. T.

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do: '"He dejado de hacer lo que me prohibieron", entonces se sal· vaba; por el contrario, si se enfermaba y no decía al curandero explícitamente: "'He pecado contra tal o cual precepto", su muer· te era segura.

Encomendaron a las mujeres que fueran a enterarse del tipo de criaturas que habrían de comer "nnám aka'á", la sopa iniciátí· ca ritual porque son sus progenitoras. Vinieron luego a contarles quiénes habían de ser.

Condiciones para conferir el evúls

Si una madre engendraba a tres niñas y solamente a un niño, el cuarto, se lo preparaban a éste último para que fuera rico. Debía heredar esta riqueza por línea materna. Si le daban el manda­miento de casarse con diez mujeres, pero él se casaba con once, enfermaría, porque el evú/s sólo cumple lo que se le ordena en el momento de iniciarse, de comer nnám aka'á. Si se daba el caso de que, a quien tenían que iniciar o hechizar era la hija mayor, averiguaban primero entre sus abuelos matemos. Si su abuela había tenido cinco hijos, entonces decían que la nieta tendría cinco hijos; pero si quedaba preñada por la sexta vez. enfennaria o moriría. Que si se muere uno de sus hijos sin que conternple lo pactado, el padre de la criatura acudiría a N gíí para vengarse y el cupable de la muerte del hijo moriría. Estas cosas las retuvieron y transmitieron de generación en generación.

Yo mismo, autor de este libro, vi muchas de estas cosas con mis propios ojos. Esta abominable costurnbre fue la causa de que la palabra de Dios, el verdadero, fuera débil en nuestro país en los primeros años, pues no se podían abandonar fácilmente estas vie­jas prácticas para creer en Cristo en este país africano, de no ser gracias a la obra del Espíritu Santo. Satanás influyó n1ucho en ello. Así proliferaron la mentira, las "medicinas", los búhos y las lechuzas -aquellos pajarracos- sin olvidar el culto del Ngíí, los

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"'pastores" o prelados de esa fechoría hasta el día en que Ngoto Zambe• puso su pie en tierras de Efulán (Kribi).

Antes de la llegada del hombre blanco, cuando moría alguien se le practicaba una especie de operación quirúrgica, la cesárea; de modo que, si encontraban pus en su vientre, prohibían que se le llorara, no tenía derecho a honras funerarias, porque era con­siderado antropófago y brujo. Ignoraban que las enfermedades que los médicos operan actualmente son las mismas que padecí­an aquellas personas entonces. Hoy en día, los médicos operan oyóng (orquitis) y fibele2

• Así denominábamos tnuchas enfcmle­dades que desconocíamos ...

Después de esto, abandonaron el poblado todos: los sabios, los ignorantes de las cosas, las mujeres y los niños. Absolutamente todos.

1 Ngoto Zombe ("Ram;on de Dieu ")y Nnom Ngi. es decir. A.C.Good y S.FJoiUiwfl. Se: rt!fiere a los primeros misioneros y los primeros Mancos que pc:,.·traron ('/¡mÍ.\' !Julu. hacia 1891. N. T. ; Fonna corrupta de fievre o fiebre.

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CAPiTULO 10: ESTABLECIMIENTO EN YOM

Entoces emprendieron su periplo por la selva. Seguían sólo al sol hacia occidente, donde se pone, tal como les habían dicho sus antepasados, y el curso de los ríos, según les había encomendado Nkui Afiri.

Hacían lo siguiente: donde encontraban peñas grandes, allí pennanecían mucho tiempo. Llamaron a esas enom1es rocas ndá akók y alababan a Dios diciendo: "'Nkom Boro nos ha construido un poblado". En los lugares donde no las había. sólo permanecí· an el tiempo que tardaban en cultivar el maíz y tenerlo seco. Una vez almacenado en grandes cestas de médula de nipa. mengun, cargábanlo y proseguían el viaje. Caminaron así hasta que llega· ron a las fuentes del río Yom 1 y se asentaron. Vivieron mucho tiempo allí.

Durante este lapso de tiempo, mandaron muchas expediciones que iban a explorar el terreno y a averiguar dónde estaba llano Y recto. Recomendábanles que no se desviasen ni a la derecha ni a la izquierda, sino que siguieran únicamente al sol. Al regreso, les anunciaban el lugar del terreno que estaba en buenas condiciones.

Tenían la costumbre de designar otro sabio de las cosas, cuan­do moría uno. El poblado de Yom ya no conoció a todos los vie­jos sabios, muchos habían muerto y sólo quedaban los nuevos. Se conservaban los restos de los viejos sabios muertos a lo largo del camino, no se les enterraba porque con ello formaban las cajitas de melan2 y hacían el rito de Ngíí. En este poblado consumían pescado abundante y celebraban con festejos lo bien que lo pasa-

1 El río Sanaga; de Osoe Nnanga >Sanaga (para los blancos) = "Río blanco o de albi­nos" . .: Melan (pi. de a/an, Euforbiáceas: Alcomeajloribunda MULL.ARG.). Los relicarios de corteza, consistentes en unas cajas cilíndricas de Monopetalamlms Heitzii PELL. (Leguminosas cesalpiniáceas), son las cajas de Bieré de los fang o nsek-Bieré. V El culto del Bieré. N. T.

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ban. Los hombres se vestían del mismo modo con hojas de árbo­les y adornaban el cuello.

CAPiTULO 11: LA GUERRA DE YOM

Sucedió así... Hallábanse establecidos en las fuentes del río Yom, cuando de pronto los sabios de las cosas les advirtieron que los bilóbólobo se encontraban en su desembocadura, esto es, donde el río Yom se vierte al mar.

Cuando Dumbangboro volvió a tener noticias de ellos, emprendió una nueva incursión militar y fue subiendo el rio Yom. Los hijos de Nané Ngo'o Baá la Segunda al enterarse de que el enemigo ya estaba cerca, se pusieron a hacer los preparativos.

Los bilóbólobo son los mismos pueblos que en Odzambo'á comenzaron las hostilidades y vienen pisándonos los talones hasta aquí. ¿Qué pasa?. ¡Que se asomen por aquí bajo los árbo­les, para que vean lo que es bueno!. Nuestros padres eran pocos y no pudieron hacerles frente, por eso nosotros, que somos nume­rosos, no podemos obrar de la misma manera. Tenemos que dar­les una buena lección esta vez. Preparad las armas más podero­sas. Formad también siete regimientos. ¡Que nadie deje desfalle­cer a su hermano!. Hemos de escarmentar a estos bilóbólobo.

Ordenaron que los jóvenes preparasen estrofanto en grandes cantidades y que todo el mundo debía tener el carcaj lleno de fle­chas de bambú. Las flechas debían ser fuertes y capaces de alcan­zar largas distancias. Prepararon también unos escudos, con el fin de que las lanzas enemigas no les alcanzasen fácilmente. Los escudos debían ser de pieles de búfalo o de antílope caballo. Todo el mundo llevaría su escudo en la mano izquierda y las lanzas asi­das con la derecha. Lo sacudiría primero (kep kep kep) y brinca­ría luego y, con el pie derecho, golpearía el suelo (king king king). Todos debían recoger los restos de antiguos guerreros y formar amuletos con las raspaduras de corteza de árbol. Todo esto

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lo metían en las cuernas de situtunga. Prepararon asimismo toda clase de talismanes anti-lanzadas (biang-akong) y una "tum-ba" (nkúú), donde introdujeron la medicina de conchas de tortuga. Otros introducían la de conchas de caracoles y la colgaban al cue­llo. Terminados los preparativos, Nkornbo Eko. el padre de la tribu Yekombó, se levantó y habló así:

-Muchachos, ¿estáis listos?. Bien. Pero. ¿es cierto que veré con mis ojos a los bilóbólobo?.

Levantóse Nnegue Fuda. el padre de la tribu Osananga (o

Sanaga), y dijo: -¿Es posible que vea con mis ojos a los bilóbólobo?. Mba Owono Ngue, el padre de la tribu Yewondo, dijo: -¡Ah, Nnemeyong!, -este es el padre de la tribu Bene- toca la

"tum-ba'', para que todos ejecutemos la danza de la guerra; vamos a luchar de nuevo contra los bilóbólobo.

Nnemeyong se puso sobre la "'tum-ba": "¡Kindang! ¡Kindang!" ¡Gente toda. todita!. ¡Gente toda, todita!. Acudid a mefon 1• La guerra. Bilóbólobo.

Tras tocar el nkúú, se sentó. Ngüi Bulu, el padre de la tribu Ngüi, apareció con una escobilla de rafia ('"cazamoscas"), vesti­do de pieles, y se puso a bailar. Nkéng O ka' a, el padre de la tribu Yenkéng, metió las manos en nk.éng (es decir, puso fin a la cere­monia). Concluyóse el mefon.

Entonces sacaron aquel bastón que Afiri Kara entregara a sus hijos, a los descendientes de Nané Ngo'o la Segunda. Los hijos de Ntumu Afiri lo sacaron del escondite, descuartizáronlo y divi­dieron en siete partes. Cogieron también siete cuernas de situtun­ga e introdujeron las virutas de ese bastón; las taponaron con cera de abeja y adornaron con plumas de loro. Unos se tocaban las cabezas con las cuernas y otros colgaban sus amuletos en la cin­tura, otros muchos los llevaban en sus cuellos. Escogieron a siete

'. áfon. "ejecutar el baile de la guen-a "; meJor~, "fiesta de la victoria".

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hombres, los más valientes y esforzados, y a cada uno le entrega­ron una cuerna de situtunga que era el talismán anti-lanzadas. Así es como cada uno de ellos reunía a los suyos y él mismo se colo­caba al frente con la cornamenta de situtunga. A ese talismán lo denominaron Akamayong, protector de la tribu.

Prepararon muchas flechas de bambú e impregnáronlas de estrofanto. Y las ballestas y las lanzas que se llevan a mano. Tanto las flechas como las puntas de las lanzas debían poder atravesar la piel seca del búfalo. Los sabios guerreros se tocaron con plu­mas de aves (de loro y de turaco).

Así estaban cuando de repente apareció el enemigo; pero esta vez los bilóbólobo recibieron un castigo severo, ejemplar. Fueron vencidos y salieron huyendo en desbandada.

Un gigante del clan Ovo Mba, padre de la tribu Yevo, de nombre Nkom Otse, (mon) Yevo, con su grito atronó a los biló­bólobo y le agarró fuertemente a Dumbambangboro por la cintu­ra.

-¿Dónde está Kora Mekomo?, preguntó. ¡Corre, ya le tengo!. Kora Mekomo, a su vez, llamó a N so Nzo'o; y como aquellos

también lo agarró él fuertemente por la cintura. Pero había que ver la destreza y celeridad con que Mbira lo zancadilló y derribó al suelo; llegó Nnemeyong Ndze y, de un machetazo, le cercenó el cuello. El cadáver parecía un akui ngal 1

• Le despojaron el bra­zalete que rodeaba su mano derecha, entonces todos se precipita­ron sobre su cadáver.

-"Bulu ngu, eeeeh!'~. Uno es fuerte gracias al hermano.

1 a~i ngal ... ? 1 lnteTjección. para infundir ánimo, exhortación. N. T.

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la lanza ni la punta del machete, ni la de ningún otro objeto pun. zante.

Dicho esto, subieron primero de los guerreros una mitad y se quedó la otra mitad en retaguardia, por si el enemigo llegaba de repente. Los guerreros subieron los primeros, seguían los carga. dores, las mujeres y los niños. Y, por último, la otra mitad de sol. dados. Todos subieron a la grupa de ese objeto que Nkom Boro les enviara. Un brujo iba al frente, el otro que se asignó, se colo. có detrás, al final; de modo que, en cabeza iba un sabio y el otro cerraba la fila.

Así cruzaron el río Yom: nadie tocó ni se cayó al agua. Las siete tribus pasaron al otro lado sanas y salvas.

La intentona de Nkom Otse

Sucedió así... Habían alcanzado apenas el otro lado del río. cuando una expedición militar irrumpió en el poblado recién abandonado. Todavía se veían las huellas, entonces la expedición determinó ir en su persecución para acorralarlos en la orilla del río Yom. El ejército enemigo, que capitaneaba Nkom Otse. llegó al lugar por donde habían cruzado. El ejército- sin pensarlo dos veces ni preguntarse qué era aquello-, se precipitó en subir a su grupa. Todos en absoluto, ninguno quedó en tierra.

Pero cuando aún se encontraban en rnedio del río. uno de los soldados pinchó con la punta de la lanza el objeto a cuya grupa iban, porque quería averiguar qué era. Cogió tarnbién su mache­te y se lo clavó profundamente. Entonces se resintió el bicho y se removió bruscamente. soltando la cola del barro. igualmente la cabeza del uebom", (chirrimoyo), de forma que todos desapare­cieron debajo del río y con eJJos el mis1no bicho. excepto los que sabían nadar. Un profundo hoyo quedó abierto donde tenía nlcti­da la cola. Desde entonces ese lugar se llama ato k eborn -e 1 lago del chirrimoyo-. hasta hoy. ....

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Luego se supo que se trataba de una enorme serpiente/coco­drilo que Nkom Boro les había enviado. A esta serpiente (o coco­drilo) denominaron Ngan!Ngang Medza1

• Este es el nombre que actualmente conocemos como Nguema o Ndzamba, porque lo atribuían a los niños.

Perecieron todos por la mala intención que llevaban dentro, en el corazón, de ir a agredir a sus hermanos; pero, los que se que­daron al otro lado del río regresaron llenos de miedo. Son los que se salvaron de las aguas porque sabían nadar.

1 "Benaut -cit. por Alexandre p .. da /o:r nombre:r de mol yom y ngan m('d]a: n¡m·,iom·t

qu~ salvo ~ITf)r de traducción (o de tran.fcripción), podrían Jigni{icar ".H'r ¡'<mi Implo­rar" o "cocodrilo para implorar": de mot (pcr.wnaj, IIROn (cocodrilo). ju ·,., ~aK.. d:a~­ltc "¡Ndir, implorar; yom. rogar. implorar". N. T . ..flin lroy en día se sigue imponiendo este nombre a laJ pt•r.wnw. tah·.t .Hm todw /v.1

Ngwm4

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CAPiTULO 13: LA SEPARACIÓN DE LOS SIETE HJJOS DE NANÉ NGO'O LA SEGUNDA

Ocurrió así... Al otro lado del río Yom construyeron seis poblados, tal como hicieron en Odzambo'á; cada familia/tribu descendiente de los hijos de Nané Ngo'o construyó el suyo: seis poblados, siete en realidad, porque Mevu y Nden constituían siempre uno solo.

Al cabo de un tiempo, todos los sabios, en una de sus reunio­nes, decidieron cambiar de denominación y pasaron a llamarse be"mie-nlam, patriarcas. Esta nueva denominación es la que ha llegado a nosotros. Se multiplicaron allí. El asentamiento en la orilla del río Yom en cambio comprendía cinco poblados.

Después de cierto tiempo, la gente comenzó a impacientarse y a quejarse diciendo: "¿Por qué perdemos el tiempo aquí en las riberas de Yom, mientras no hemos llegado aún donde el sol se oculta en la mar?".

Entonces, entre todos, decidieron abandonar el lugar y conti­nuar el viaje hacia su destino, hacia Batre. Pero los hijos de Bulu Afiri y los de Owono Nge Afiri dijeron;

-No nos vamos. Nos quedamos aquí, en las riberas de Yom nos mutiplicaremos.

Se quedaron pues, Bulu Afiri, el padre de los bulu, y Owono Nge Afiri, el padre de los yaúnde o ewondo. Argumentaban que "Nos quedamos en la retaguardia por si los bilóbólobo nos vuel­ven a atacar". Los otros cinco continuaron el viaje porque esti­maban que aquél no era su objetivo.

Los cinco hijos emigrantes se llamaban así: Fang Afiri, fun" dador de los fang; Oka'a Afiri, progenitor de los okak; Mevu-n1c­Afiri y Nden Afiri, padres de mevu-mé-nden, y Ntun1 Afiri, el padre de los ntumu.

Los apelativos de estos subgrupos, en su acepción actual · E . , ast

empezaron. ran saete cuando se separaron, pero en la actualidad

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Ó3JJ engendrado otros muchos hijos y éstos otras muchas subtri­bus 18/ como las conocemos ahora.

Se despidieron, pues, los cinco hennanos de sus otros dos así: -Si os va mal, seguidnos;perosi, al contrario, os va bien, que­

tlaos.

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LIBRO TERCERO (el Levítico)

Relata Ja migración de Fang Afiri y sus hermanos, sus diferen­cias y asentamiento en los poblados de Soo, Mvong y Ntem.

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CAPÍTULO 1: ESTABLECIMIENTO EN SOO

Las cinco tribus subieron el río Yom primero por la margen izquierda, porque no querían volver a atravesar otro río en su curso medio. Lo subieron hasta el final, para ir a cruzarlo en su fuente. Anduvieron así muchos años. Acampaban el tiempo justo para plantar y recoger el maíz seco, es decir, después de la cose­cha emigraban.

Igualmente cuando llegaban a un río caudaloso, cual es el denominado Dzaa(n), pensando que si se metían en él perecerían seguramente, lo remontaban. De modo que, dondequiera que hallaban un río mezclándose con otro río, o sea, afluyendo en él, lo remontaban. De esta forma cruzaron todos aquellos ríos en sus fuentes

Así, llegaron a la fuente de cierto río, donde este salía de las entrañas de la tierra y parecía serpentear ligeramente hacia atrás, por su mano derecha, lo cruzaron hacia el otro lado, dejando el Dzaa(n) por la margen izquierda; entonces dijeron: "Vamos a seguir el curso de este río hacia abajo, ya estamos hartos de seguirlos subiendo hacia arriba". Wooo!l. Todos cogieron y se fueron río abajo.

1 Onomatopeya que expresa una salida en masa y en una direccción determinada o ruido de un líquido que se vierte o aun de granos que se trasvasa.

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Hallaron en aquellos parajes una planta que trepaba por los árboles, que denominaron nlóng, nuestro "Melongo"2

; bautizaron también al río con el mismo nombre, río Nlong3

Bajaron pues, siguiendo su orilla, el río Nlóng y fueron poblándola, permanecían allí sólo el tiempo que tardaban en cul­tivar y recoger el maíz de las fincas.

Después de mucho caminar, toparon con otro río; abandona­ron entonces el río Nlóng y continuaron el viaje siguiendo este otro río. Cuando llegaron allí, se hallaron en una zona boscosa.

Me faltan palabras para referir las peripecias que pasaron en medio de la selva. Los sufrimientos que padecieron son inenarra­bles por abundantes: se enfrentaron con alimañas, leopardos, ele­fantes y búfalos. Y como se dieran cuenta de que aquel pequeño riachuelo contenía muchos peces, construyeron tres chozas, una para Andee, otra para Melan y una tercera para Ngíí y se pusie­ron a pescar y a comer pescado .

1 Palmácea de la especie 011clrocalamu.\' ma11ii o En!mospatlw macmcmpa IJ'cm/1 o E

cabrac De Wild. N. T J "E11 el pe11samie11to tradicio11al fcmg. río arriba. asociado al Non!stt', era ww clin:c­cióll varo11il (la del sol 11acie111e) y río ahajo, asociado al Suroeste, era u11a dirl'cción

mujeril (donde primero sale la lu11a). F:l movimiento histórico de la migració11 de Non.•.'ite a Suroeste Ira dado a estas di~ccimres del Cosmos siwrificados socio-políticos

nuevos: río arriba se Ira vuelto el lugar dt• origen, el dt• las ji1e1-=as ancestrales, pmtec­toras y bie11cclroras, y. río abajo, el clt~ las promesas inciertas de la modenrülad ". ( Mary. A. ob. cit., pág 13. V. tamhié11 Lt• groupe dit Palruitr. p. 47ss). N. T

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Bendícenos en las orillas de este río, rogaron a Andee, porque nos da abunadante pesca y un hábitat seguro y próspero.

Así es que, se les remitían los pecados y se purificaban en las aguas de aquel riachuelo y a ese río lo llamaron Soo.

Acamparon en las riberas del río Soo y permanecieron allí mucho tiempo, viviendo de la pesca.

CAPÍTULO 2: LA DIFERENCIA QUE OPUSO A FANG AFIRI Y NTUM AFIRI EN EL POBLADO DE SOO

Así sucedió ... Los hijos de Fang Afiri fueron y dijeron a los de Ntum Afiri:

-Mvá(ñ) Fang se ha multiplicado, conviene que vivamos jun­tos.

-Esto no puede ser, -objetaron los descendientes de Ntum Afiri- Mvá(ñ) Fang es (mon) ntmnu y no (mon) t:1ng.

Mvá(ñ) es hijo bastardo de la hennana de Ntum Afiri. Fang Afiri había copulado con ella y aquél le dijo: '"Si la criatura fn1to de este embarazo muere, entonces entre tú y yo mediará una com­pensación económica".

Pero el niño vivió, por eso Ntum Afiri dijo: '"A-boya Mva(ñ)"1 (Ha pasado bien). Por esto a la descendencia de esa criatura le pusieron el nombre de Mváñ.

, J\,(,·a(ñ) o mve(ñ). y según el tono, puccJ,. sigmficar· '"hicn ", '"nomhr.· dt' 111111 tri/m".

··una fruta madura", "albino/<;". "costilla". t'tc. N T

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Los hijos de Fang Afiri tomaron teas de tallos secos de amomo y quemaron las casas de Mvá(ñ)-Ntumu, a su vez, los hijos de Ntum Afiri fueron a quemar las de Mvá(ñ)-Fang. Entonces fang y ntumu se liaron a patadas y puñetazos, primero, luego a machetazos y, finalmente, al alanceamiento.

Cuando los ancianos vieron aquello, trataron de apaciguar a los contendientes increpándoles de esta manera:

-¿Qué es esto?¿Quién os va a perdonar tamaña afrenta?¿Por qué peleáis entre vosotros mismos? ¿Quién, de entre vosotros, es bilóbólobo, que son con quienes siempre estamos en guerra? ¿Por qué os matáis unos a otros?. Si los yaúnde y bulu se enteran de que hay matanza en las orillas del río Nlóng, ¿qué explicación les daréis? ¿Con quiénes les diréis que habéis estado luchando? ¿Os parece normal que haya enfrentamientos entre vosotros mismos? ¡Y todavía no os habéis multiplicado!. La gente debe morir sóla­mente por enfermedad y no a machetazos ni alanceada. Todavía no nos hemos mezclado con beyin (extraños, otras tribus). Exponed el asunto, que oigamos y conozcamos lo que ha pasado. Todos los patriarcas lo oigan y resuelvan.

-¿Qué ha pasado?, preguntaron a Mesan me Fang Afiri. ¿Por qué estás initado?.

-No es Mesan quien ha de hablar. Hablaré yo, porque de este asunto tengo lleno el pecho, contestó Amia-Si Fang.

Le invitaron, pues, a que tomara la palabra, pero, cuando esta­ba a punto de ponerse en pie y hacerlo, Emvan Melo -hijo de Ntum Afiri- lo impidió.

-Tú, Amia-Si Fang, ¿crees acaso que no hay valientes y fan­farrones entre nosotros, los hijos de Ntum Afiri?.

Se levantó y lo retó tocándole la barbilla. Entonces se vinie­ron a las manos varias veces, pero nadie logró hacer doblar la rodilla al otro.

Los separaron los ancianos e insistieron:

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-Explicadnos el asunto. Así es que, ¿sois, vosotros dos, los que la armáis siempre aquí?.

Levantóse Amia-Si Fang y dijo lo siguiente: -Esto sé del origen de este conflicto. Nuestros abuelos nos

contaban que nuestro padre Fang Afiri es el progenitor de Mvá(ñ) Fang, por eso mi intervención resumiré con esta pregunta: Si Mvá(ñ) Fang se reproduce, esos hijos, o sea, sus descendientes ¿de qué tribu son?.

Tiró el bastón al suelo. Emvan Melo se levantó, cogió el bas­tón Y paseó primero la mirada por la sala y luego se dirigió a la concurrencia en estos términos:

-Pura palabrería es todo cuanto le acabáis de oír decir a Amia­Si Fang. ¡Pobre de ti, Amia-Si Fang!. Me pregunto, si sabes lo que es etom•, ¿por qué lo has llamado ezom?. Es más, si sabías que el "chocolate del país" es u~ apetitoso plato, ¿por qué talaste el árbol "chocolatero" que tenía tu madre plantado detrás de la casa?. Si sabías que la ardilla roja es un plato delicioso con la pasta de calabazas, ¿por qué preparaste la tuya a la brasa?. Sólo sé que Ntum Afiri es el padre de Angono Ntumu y que vino Fang Afiri, realizó el coito con ella y la embarazó.

Entonces se disgustó Ntum Afiri con Fang Afiri y le habló así: "Si comes cualquier cosa prohibida y muere esta criatura, me las pagarás".

Pero el niño tuvo un alumbramiento feliz; entonces, Ntum Afiri invitó a Fang Afiri a verlo. Así hicieron las paces, gracias a este nacimiento y dijeron: uBien , porque esta criatura no ha muerto". Ntum Afiri le puso el nombre de Mvá(ñ) Angono.

-Por eso vuelvo a hacer otra pregunta a Amia-Si Fang: Si sabi­as que ibas a reivindicar esta criatura, ¿por qué no pagaste la dote? ¿La criatura pertenece a su progenitor si éste no ha dotado a su

1 Jrvingia Gabonensi5 Bai/1

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madre?. Así ha ocunido siempre. Cuando te has dado cuenta de que ya son muchos, ahora dices que te pertenecen. Esto es todo.

Tiró el bastón al suelo y tomó asiento. Los ancianos que se habían reunido en cónclave acordaron preguntar a Jos Mvá(ñ) Afiri con quiénes les gustaría fusionarse y fallar e) asunto de taJ modo que darían la razón a Emvan Me lo y se la quitarían a Amia­Si Fang. Concluida la reunión, Nkéng Oka 'a, el padre de la tribu yenkéng, cogió el bastón y habló así:

-Nuestros antepasados establecieron que la paternidad de una criatura se adquiere previo pago de la dote. Por eso fa11o la dife­rencia entre Amia-Si Fang y Emvan Melo dando la razón a este último y a Amia-Si Fang se la niego, porque Mvá(ñ) Fang es ile­gítimo, esto es, nació antes de pagar la dote. Por otra parte. dice un refrán que "Si la limba no fuera muy alta, el loro no hubisc podido divisar las palmeras y sus frutos fácilmente". Preguntamos pues a los propios Mvá(ñ), si os unís con los fango con los ntumu. Ya sois lo suficientemente mayorcitos para obrar por vuestra cuenta: elegid vosotros mismos.

Mvomo Mekara, el hijo de Mekara Mba Mebe 'e me Mvá(ñ), apenas le dejó terminar de ·hablar, cuando se levantó y dijo:

-¡Ah, Eyeng Mvomo!. -Heme aquí, padre -contestó Eyeng-. -Ven a ponerte aquí. Este se puso a su lado. Llamó de nuevo. -¿Dónde estás Bedzang Mvomo?. -Presente, respondió el segundo. -Ven y ponte aquí. Convocad a todos vuestros hen11anos. a

toda la tribu Mvá(ñ). Así lo hicieron. Todos los Mvá(ñ) se alinearon ( viooooong).

Entonces, Mvomo Mekara tomó la palabra y habló así: -¿Qué ocurre? ¿Qué pasa, padre? ¿Por qué hay que culpar a

los Mvá(ñ) de algo que desconocemos?. A partir de hoy, iré a construir mi propio pueblo, entre ntumu y fang, en medio. Si la

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tribu Mvá(ñ) se extingue, sea; si se multiplica, así sea. En el futu­ro, Jos que quieran unirse con los fang, que lo hagan, y aquellos que quieran unirse a los ntumu, lo harán. El hecho de que unos sean mvá(ñ)-fang y que otros sean mvá(ñ)-ntumu no importa, yo sólo sé una cosa: que somos Mvá(ñ).

Mvomo Mekara es el padre de Eyeng Mvomo, progenitor de la tribu Biyeng. Tuvo otro hijo llamado Bedzang Mvomo, padre de la tribu Esabedzang/a. Al final, dijeron que aquel poblado ya estaba encantado. Así abandonaron los poblados de Soo, que se volvieron bilík. Subieron el río Soo hacia arriba y se largaron.

CAPÍTULO 3: EL ARBOL GENEALÓGICO

-Wa-só alók ve? ¿Vienes de pesca? ¿De dónde? -A Yom De Yom -0-wúi dze? ¿Has matado qué? -Nwas. Un langostino -{N)Za dzi? ¿Quién comió? -Abere Abere. Abele -Abere (n}za? Abere ¿es hijo de quién? -Abere Beka. Abere hij~.de Beca., -Beka bé (n}za? Be~~ ¿htJo.d~ quten? B ka be Sisi. Es htJO de Srs1

- ~. 1 .tenyi Beca Sisi Mcñi/Meñe -SISI JYJI M ... / '? ,¡ mé (n}za? em e ¿que. _NfenJ . e Nko ·0 Baa Meñi Kcogo Ba,

_!vfen~ ;a-(E)Koo Ncogo Ba Eco -Nk~oo (n)za? Eco ¿qué? ~(E} Otsa 'a Eco Ochaga

·CikOO '? ... (PI , (n}za? Ochaga ¿que. .. ... Otsa a · rvoro Ochaga Menoro, , }Jen/ • .. ... otsa a . Samvini Meñ~ro S~nvml ... ftfenY~'~'n)za? Samvim ¿que? ,v1,zz {J ,sa

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-Samvini Songo Sanvini Songo -Songo (n)za? Songo ¿.qué? -Sngo Ebua Songo Ebua -Ebua (n)za? Ebua ¿.qué? -Ebua Nkum Ebua Ncum -Nkum (n)za? Ncum ¿,qué? -~'ku 8 'Abavolo Ncum Avo\o 1v, m '?

-Avolo (n)za? Avo\o ¿que. -Avalo Oto 'o Avo\o Otogo

'? -Oto 'o (n)za? Otogo ¿,que. -Oto 'o Kubo 'o Otogo Cubogo -Kubo ·0 (n)za? Cubogo ¿,qué? -Kubo 'o Mve Cubogo N ve -Mve (n)za? Nve ¿,qué? -Mve Mekaman Nve Macaman -Mekaman mé (n)za? Macaman ¿qué'? -Mekaman a-ngá-buk naná abo Macaman e\ que quebt"ó a T

madre la pierna né tsaááás ~

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CAPITULO 4: ESTABLECIMIENTO EN LAS FUENTES DE A-IVONG Y NTEM

En este intervalo, esto es, de Soo hasta las fuentes de Mvong y Ntem, construyeron muchísimos poblados, pero no se quedaban mucho tiempo en ninguno de ellos: permanecían sólo el tiempo que hay entre plantar y recoger el maíz. Así, llegaron a las fuen­tes de Mvong y Ntem y parecióles que el lugar era maravilloso y el terreno fértil. Se metieron en el bosque y lo exploraron.

Lo primero que descubrieron allí son las fuentes del río Ntém (Campo).

El río Ntém bajaba serpenteando por su mano derecha y, al dirigirse al lado izquierdo, descubrieron las fuentes del río Mvong que se desviaba igualmente hacia su mano izquierda.

Continuando hacia adelante. descubrieron el rio llamado Wolo!Wele que ladeaba hacia su mano derecha. A este último lo llamaron W 616 porque sus aguas pasaban sonando .. wóló wólót"1

, a causa de las muchas piedras que arrastra. Denominaron al río Mvong asi porque hallaron In runa de este

nombre en cuclillas cerca de aquel río. En cuanto al río Ntém. son los bilóbóloho quienes pronuncian

Ntém, pero es Ntam su nombre auténtico. AIH, en las fuentes del rio Ntam, hallaron abundante pesca y árboles de trutos dulces: adzap, ewéme, abam. meko'o, etc. Por eso denominaron Ntam a ese lugar, y, desde entonces, el rio Ntcm se llama asl hastn hoy.

Construyeron grandes poblados y pcnnanccieron allí muchos

años y se multiplicaron.

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CAPÍTULO 5: LA DENOMINACIÓN DE LOS TRES RÍOS

Llegaron a una zona boscosa donde nacían tres ríos. Uno diri. gía sus aguas hacia la izquierda, el otro hacia la derecha y el ter. cero hacia delante. Al de la margen izquierda lo denominaron Mvong, al de la derecha Wóló, y, al que iba hacia adelante, Ntam, hoy más conocido por Ntém. Al paraje mismo lo llama. ron Mebong mé Mvong a Ntem.

El río Ntém hacía la vida agradable y placentera en aquel lugar, por eso lo denominaron Ntam, tal como señalamos ante­riormente. Allí había toda clase de animales, aves de todas las especies, peces de varias razas. En sus orillas crecían cuatro variedades de nipales: atut, andzim, esa(s) y nyase'e. Hallaron otra variedad de palmera en su ribera que llamaron mckorá; no era nipal auténtico, sin embargo, también se utilizaba en la cons­trucción. Igualmente hallaron cuatro variedades de lianas allí: asá nlóng, ebotok, ongam y ndzík, con las cuales construían y tejían cosas bonitas. Hallaron también otras especies de árboles. con cuyas cortezas se vestían: embieng, akarnlekekam, abang, o turna, andum y asám .

Estos árboles son los que les servían para cubrirse las partes pudendas, como ahora los vestidos para nosotros. Descubrieron asimismo muchos árboles frutales en aquel lugar, tales como andók, adzap, (a)siá, ewéme, abam, (a)totn y todas las demás especies que conocemos actualmente. En las orillas del río Ntcm, ¡increíble!, incluso el amomo daba frutos grandes y dulces lla­mados bisón ( csón, en singular).

Aquí termina el relato sobre el asentamiento en las fuentes de los ríos Mvong y Ntem.

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CAPÍTULO 6: EN BUSCA DE SAL Y DE OBJETOS MANU­

FACTURADOS

Todos, unánimes, determinaron que debían caminar siguien­do el curso del río Ntem y Wolo hacia abajo.

Los hijos de Okak Afiri cruzaron el río Wolo y se fueron por aquel lado. Los hijos de Ntum Afiri bajaron el río Ntem, porque se habían enterado de que los de Fang Afiri habían encontrado al hombre blanco en su desembocadura y que los blancos les daban ropa, sal, armas, pólvora y municiones.

Pensaban: ''Esta es la nuestra. También nosotros bajaremos el río y nos juntaremos con ellos en la desembocadura".

Abandonaron las fuentes de Wolo y Nten1 y se fueron cada uno por su lado hasta que luego volvieron a reunirse y a construir grandes poblados entre Wolo y Ntem, o sea, uno por un lado y el otro al otro lado. Hallaron una peña grande allí, a la que llamaron Kúm.

Los hijos de Ntumu Afiri se multiplicaron y se fortificaron en aquel lugar. Celebraban con balcles y muchos festejos la proxi­midad de la tierra que sus antepasados les habían prometido.

CAPÍTULO 7: DIVISIÓN TERRITOR!ÁL ENTRE FANG AF!RI

Y SUS HERMANOS

Los ancianos se reunieron y acordaron que cada cual debía ocupar un territorio donde pudiera expansionarse y con él los suyos. "Sabéis que estos ríos son el camino, tal como dijo Nkui Afiri", añadieron, "y que este camino es el que también nos ha de conducir hasta la costa, como está prometido".

Los hijos de Fang Afiri se adelantaron y dijeron: "'Seguiremos el río Mvong, el cual nos conducirá hasta el mar". Mevu mé Afiri y N den Afiri juntam~nt~ dijeron: ''~~s vamos con vosot:os .~ ocu­par el mismo temtono". Los htJOS de Okak Afin diJeron:

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"Seguiremos el río Wolo, es el que nos conducirá hasta el mar". Los hijos de Ntum Afiri dijeron: "Nuestros hermanos ya han escogido todos los ríos, sólo queda el Ntem. Cogeremos y segui. remos el río Ntem, el cual nos habrá de conducir hasta la mar". Los Mvá(ñ) dijeron: "Seguiremos sólamnte los riachuelos que van entre los fang y los ntumu".

Así lo hicieron.

CAPÍTULO 8: LA SEPARACIÓN DE FANG AF/RI Y SUS HER· MANOS

Los hijos de Fang Afiri y sus hermanos se separaron en las fuentes de Mvong y Ntem y se dispersaron. Al separarse llegaron al siguiente acuerdo.

-¿Cuál será la señal, para que recordemos que somos herma­nos, una misma cosa?, preguntó Mvá(ñ) Mbira, el fundador de la tribu Esambira, hijo de Mekomo Bikoko.

Kora Mekom, hijo de Mekomo Bikoko y padre de la tribu Esakora, se levantó y habló así:

-Mvá(ñ) Mbira tiene razón. Me parece que cada uno de nosostros debería llevarse a un hijo de sus hennanos.

El progenitor de Ndong Nso y de la tribu Esandon, Nso Mbozo 'o, inquirió:

-¿Qué es lo que habrá de llevarse, en este caso, del hcnnano: un niño o una niña?.

-Indudablemente, una niña; esto significa unión, alianza, con­testó Kora Mekomo.

-¿Habéis olvidado ya la pelea entre Fang Afiri y Nturn Afiri, por el hecho de casar a las hijas sin pagar la dote?, replicó y recor­dó Ondzo'o Mve, el padre de la tribu Yendzok.

Nden Mekomo, el padre de Mbong Nden y de la tribu Yembong, habló así:

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-Si queréis alianzas, que nadie impida pues que su hijo varón siga al tío a donde vaya este.

Entonces Bua Mekomo, padre de la tribu Obua, tomó la pala­bra y dijo así: "Aun cuando se pague la dote, ¿eso supondrá que tal hija deje de ser la hija de fulano?. La dote, en efecto, es lo que conviene, porque, aunque ella vaya a procrear en el matrimonio, siempre se dirá el hijo de la hija de menganito. Es decir, si la muchacha es la hija de Mgba'a Mekomo, aunque sea Eyeng Mvomo quien se casara con ella, si tienen un hijo, éste será mon eyeng, hijo de Eyeng (de la tribu Biyeng) y al mismo tiempo mon ngon, el hijo de la hija de Mgba'a Mekomo. Actualmente se dice mon biyeng y mon ngon esamgbak. Por lo tanto, Kora Mekomo ha sabido elegir y Nden Mekomo ha sabido abordar lo de la dote".

Así se hizo. Cuando se separaron, todo el mundo llevóse de su hermano una hija, a la cual casó pagando dote.

En las fuentes de Mvong y Ntem, al separarse Fang Afiri y sus hermanos, es donde empezó este hecho de casar mujeres con dote (nsuá).

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LIBRO CUARTO (o los Números)

pasa el censo de los hijos y generaciones o tribus de Ntum Afiri.

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CAPITULO 1: LA GENERACIÓN DE ANGONO NTUMU

A Ntumu Afiri le nacieron tres hijos. Angono Ntumu, una mujer, Moro Ntumu y Aso' o Ntumu, dos varones.

Angono Ntumu concibió y tuvo un niño llamado Mvá(ñ) Angono. Este fue el centro de la disputa que hubo entre F ang Afiri y Ntumu Afiri en el poblado de Soo. Mváñ Angono engen­dró a Mebe'e mé Mváñ, Mebe'e mé Mváñ a Mba Mebe'e, Mba Mebe'e engendró a Mekara Mba, a Obam Mba y a Kolo Mba: tres hijos en total.

1- Mekara Mba engendró a Mvomo Mekara, Mvomo Mekara engendró a Eyeng Mvomo, el padre de la tribu Biyeng y de toda su generación. De Mvomo Mekara volvió a nacer Bedzang bé Mvomo, el progenitor de la tribu Esabedzang y toda su genera­ción. Mvomo Mekara tuvo otro hijo llamado Evuzo'o Mvomo, el progenitor de la tribu Evuzok y su generación. Volvió a tener a Ekang Mvomo, el padre de la tribu Ekang y toda su generación. En definitiva, tuvo cuatro hijos, mvok Mvomo Mekara (los cua­les constituyen la tribu o el clan Mvomo Mekara).

También le nacieron hijos a Ekang Mvomo: tuvo a Mbong Ekang, el progenitor de la tribu Yembong y de sus subtribus. A su vez, Bedzang bé Mvomo tuvo a Oden Bedzang, el progenitor de la tribu Esaoden. A esta tribu debe el clan Mvomo Mekara el hecho de estar formado por seis subtribus; esto es así gracias a esos dos nietos importantes.

2- Obam Mba engendró a Enam Obam, Enam Obam tuvo dos hijos: Mfe'e Enam, padre de la tribu Yemfek y Okaé Enam, padre de la tribu Esaokae. Yemfek y Esaokae son, por lo tanto, descen­dientes de Eanam Obam y son los progenitores de las subtribus que perviven actualmente.

3- Kolo Mba engendró a Minyombo mí Nkolo, progenitor de la tribu Angono Mváñ.

Estas eran las tribus Mváñ en el momento de separarse en las

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fuentes de Mvong y Ntem. Son las que siguen n1ultiplicándose y expansionándose como puede observarse en la actualidad.

CAPÍTULO 2: LA GENERACIÓN DE MORO NTUMU

Moro Ntumu engendró a Be Moro, Be Moro engendró a Mclo mé Nkumu, Melo mé Nkumu a su vez tuvo tres hijos: Emvan Melo, el progenitor de la tribu Yemvam y de toda su generación, Obam M el o no tuvo hijos, Mbozo 'o Me lo engendró a N so Mbozo'o, a Mengo mé Mbozo'o y a Otan Mbozo'o.

Nso Mbozo'o engendró a Ndong Nso, el padre de la tribu Esandon; a Mvang Nso, el padre de la tribu Omvang; a Anguit Nso, el padre de la tribu Yemenguit, a Obam Nso, el padre de la tribu Esaobam. Ndong N so era el jefe de toda la familia, por eso se llamaban Esandon o Yemvang.

Mengo mé Mbozo 'o engendró a Kui Mengo, a Odu Mengo y a Zue Mengo.

Kui Mengo engendró a Eka Kui, Eka Kui engendró a Nkuna Eka'a, Nkuna Eka'a engendró a Mesomo Nkuna, progenitor de la tribu Yemesomo. Estos son los que vieron a Ngan Medza. Mesomo Nkuna engendró a Eso'o Esotno, padre de la tribu Yesok, Eso'o Esomo engendró a Bisok bi Eso'o, el de la tribu Yebisok. Todos forman la tribu Yemesomo y todas sus subtribus.

Odu Mengo es el progentior de la tribu Esaodumengo, padre de Mevong mé Dumu, progenitor de la tribu Yemevong; Mevong mé Dumu engendró a Efong Zomo, progenitor de la tribu Fong y de todas sus casas.

Odu Mengo engendró a Obok Odu, padre de la tribu Esabok~ Obok Odu engendró a Ngan Bo'o, Ngan Bo'o engendró a Nso Ngana, padre de la tribu Esanso; a Mevu mé Ngana, padre de la tribu Esamvu/s; a Mvo'o Ngana, el padre de la tribu Esatnvok.

Zue Mengo, progenitor de la tribu Esazue, engendró a Ebúii Zue, el padre de la tribu Yebañ o Esabañ; engendró también a Bcti

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bé Zue, éste engendró a Zue Beti, Zue Beti a Nkomo Zue, proge­nitor de la tribu Esakom. Mveng Zue es el padre de la tribu Yemveng.

Ebañ Zua o Zue, progenitor de la tribu Yebañ o Esabañ, engendró a Aku Muru, padre de la tribu Esangui. Zua/Zue Mengo engendró a Edu Zue, Edu Zue a Nyamfan Edu, quien engendró a Eto Nyamfan, el padre de la tribu Esatop. Eto Nyamfan engendró a Mva'a Eto, el padre de la tribu Esamvak o Yemvak.

Etoran Zo'o es el padre de la tribu Yetoran. Otan Mbozo'o engendró a Meban mé Otan, Meban mé Otan

engendró a La'an Meban, el padre de la tribu Esala'an; La'an engendró a Odzibila'an, padre de la tribu Odzip y Odzibila'an engendró a Esang Odzibi, el padre de la tribi Esa' an.

Estos son los hijos de Angono Ntumu y Moro Ntumu. con todas sus tribus, en el momento de separarse en las fuentes de los ríos Mvong, Ntem y Wolo.

Cualquier persona que pertenezca a una de estas dos grandes familias debe leer esto para saber córno están compuestas las familias de su tribu. Todos estos fonnan una sola familia o tribu. ellos y estos son parientes, etc. Así podrá llamar hennano a fula­no o a mengano. Todos somos hennanos desde los tiempos de Kobá-Ta y Ta Ma Ngo'o, es decir, desde tiempos inmemoriales {o Kobá, koá, kuá).

CAPÍTULO 3: LA GENERACIÓN DE ASO 'O NTUMU

Aso'o Ntumu engendró a Mgba'a Aso'o y a este le nacieron dos hijos: Mebunu mé Mgba'a y Bikoko bí Mgba'a.

Mebunu mé Mgba'a tuvo tres hijos: Ndong Mebunu, padre de la tribu Ndong; Ndong engendró a Bekue bé Ndong, el progeni-tor de la tribu Bekué(ñ).

Bekueñ y Ndong son, pues, la misma tribu, aunque entre ellos rnismos suelen querer separar sus familias.

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Mba Mebunu engendró a a Ovo Mba, el padre de la tribu Yevo; a Mvini Mba, el padre de la tribu Esamvin; a Biañ Mba, el padre de la tribu Abañ (o Abiañ). Ovo engendró a Ewono Ovo(no), el padre de la tribu Ewoan.

De estas cuatro tribus era patriarca -mie nlatn- Ovo Mba y todas forman una sola (tribu), tal como acabamos de señalar.

Zolo Mebunu se preguntó: "¿Me quedaré yo a la zaga?". También le nacieron hijos: tuvo a Mba Zolo, Mba Zolo engendró a Obam Mba, Obam Mba a Bivian bí Obam, Bivian a Nna Bivian, Nna Bivian a Ngo'o Nna. Este último tuvo dos hijos: Mfo'o Ngo'o, padre de la tribu Yemfok y Zo'o Ngo'o, el proge­nitor de la tribu Azok.

Aquí termina la noticia sobre Mebunu mé Mgba'a, hijo de Aso'o Ntumu. Actualmente designamos a todas estas tribus con el nombre de Mobúm.

Y aun cuando veáis que la tribu Ndong vive alejada de la tribu Azok, al otro lado de río Campo, todos fonnan una misma tribu. Tal estaban constituidas cuando nuestra separación en las riberas de los ríos Ntem, Mvong y Wolo.

Bikoko bí Mgba'a engendró a Mekom Bikoko y a este le nacieron siete hijos varones: Mbira, Moro, Mebui, Nden, Bua, Mgba'a y Kora Mekomo.

CAPÍTULO 4: LA GENERACIÓN DE MBIRA MEKOMO

Mbira Mekomo tuvo muchos hijos: Engendró a Nnanga Mbira, padre de la tribu Yenang y a Mve Mbira, padre de la tribu Yemve(ñ).

Mbira se casó con Mbana Nnegue y tuvieron un hijo varón. a quien puso su propio nombre y el de la madre, por eso se llan1a Mbira Mbana. Esta mujer regresó a la orilla del río Yom lleván­dose al niño en brazos. Allí fue a multiplicar la tribu Mbira Mbana.

Engendró a Mbong Mbira, el cual murió en la guerra contra los Mvcle: es el padre de la tribu Yembong. Le nació un segundo

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hijo llamado Ngomo Mbira, Ngomo engendró a Emvo Ngomo y Emvo a Aso'o Emvo; Aso'o engendró a Ebolo Aso'o, progenitor de la tribu Yekpoo. Aso'o tuvo de nuevo a Akoma Aso'o, padre de la tribu Esakom.

Estos son los que siguieron a Mvañ Fang y se han intgrado a ellos como si fueran Mvañ, porque así lo decidieron en las fuen­tes de Mvong y Ntem.

Los hijos de Mbira que pennanecieron con él son: 1) Emvo Ngomo, hijo de Ngomo Mbira, padre de la tribu Emvo Ngomo. nieto de Mbira Mekomo ; es, asimismo, el fundador de la tribu Nkuna; 2) Eboman Ngomo, nieto de Mbira Mekomo, engendró a Zolo Eboman y a éste le nacieron siete hijos varones: Nko' o Menye, Eyi Menye, Zinga'a Menye, Elazo'o Menye, Ekoro Menye, Abosolo Menye y Zo' o Menye.

Estos siete hijos se multiplicaron y cada uno de ellos tbnna una gran familia (tribu, clan) en nuestros días.

CAPÍTULO 5: LA GENERACIÓN DE MORO MEKOMO

Moro Mekomo engendró a Nso Moro, Nso engendró a Mebong mé Nso (Mebenga), el más guapo y elegante de entre todos los de su generación (no le confundáis con Dumangono, el también muy elegante, fuerte y rico Esambira del linaje de Ondotok); por eso las mujeres lo denominaron Mebenga. Mbot N so es el padre de la tribu Yembot. Tuvo a Ndze Mebenga, pa~lre de la trbu Yeboman; Ndze engendró a Abonga Ndze, progcmtor

de la tribu Esamebonga y a Mcko' o mé Ndze. Todos son Esameboman, del linaje de Moro Mekomo.

CAPÍTULO 6: LA GENERACIÓN DE MEBUI MEKOMO

· M M b · M ve a Ondzo ·o ebui Mekomo engendro a ve e m, , '

M d de la tribu Yendzok; Ondzo'o cnegendro a Efa a N{ve, pa re

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Ondzo 'o M ve, padre de la tribu Efak y de todos sus descendí en- 1 tes. A Mve Mebui le volvieron a nacer otros hijos de una misma madre: Ekuma Mve, que es el padre de la tribu Esakunan· Mendzim mé Mve, el padre de la tribu Yemendzim y Mven~ Mve, el padre de la tribu Yemveng. No la confundáis con Mveng Beti: los Mveng (Bemveng) son dos y son también progenitores de (la tribu) Yemveng de dos clases/distintos. Engendró también a Aso'obo Mve, el padre de la tribu Aso'obo.

Mebui sigue procreando por la línea Yemveng.

CAPITULO 7: LA GENERACIÓN DE NDEN MEKOMO

Nden Mekomo engendró a Mbong Nden y a su tribu llama­ron Yembong; Mbong Nden engendró a Bimva bí Mbong, pro­genitor de la tribu Bimvan; Bimva engendró a Ndumu Bimva, Ndumu engendró a Esebe Ndumu, Esebe a Mebe mé Esebe, Mebe a Ma'a Mebe y a Ma'a le nacieron dos hijos: Mbong Ma'a y Eyo Ma'a. Mbong Ma'a engendró a la tribu Ycmbong de Ebolowa. No se confundan con los de Mbong Nden, su abuelo.

Eyo Ma'a pescó la rana denominada seseng mcscng. la degustó con su esposa y Juego la devolvió hasta el extren1o de que estuvo a punto de morir. Después de reponerse, sus hennanos se mofaron diciendo: "¿Cómo se llamarán tus hijos? ¿Sescng?".

Por eso llaman Escng a sus descendientes hasta hoy. Escng y Yembong forman una misma tribu.

CAPITULO 11: LA GENERACIÓN DE BUA MEKOMO

A Bua Mekomo le nacieron hijos, y llaman ()bua a sus dcs­ccndíenlc~. Bua engendró a N~oro Bua, Ngoro engendró a Nso Ngoro, N~ Ngoro ~~endró a Ze, 7..e a Mísém mí Zc, padre de la tribu YemH.)Cm. Nac~ale un tercer hijo llamad l::b, N , 0 4 a so Ngoro

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Bua; Eba engendró a Mese be mé Eba, padre de Aso' o Mese be. Al linaje Ndongo lo denominaron tribu Ndong Mesebe (Asam) y a todos sus descendientes. A la de Alu Mesebe, tribu Alu y a todos sus descendientes.

Aso'o Mesebe fumaba mucho, al nacerle un hijo varón. lo llamó Akaéta' a; es el padre de Ovo no Ak:ue y hermanos. A él y a sus hennanos los denominaron mvok Akaéta' a. Neutralizaron a su padre Aso'o Mesebe: Alu Mesebe y Ndong Mesebe tomaron a un hijo suyo, a Akaéta'a, como sustituto del padre Aso'o Mesebe Y se llamaron clan/tribu Akaéta'a con todos sus descendientes.

Otros murieron en la guerra contra el Oban y engendraron a una subtribu Bene -no a todos los Bene, sino sólo una familia­que pervive allí hasta la fecha. Cuando emigraron se llamaban Eba Olo, los que lograron huir y regresar acá, a estos los llama­mos mvok Eba O lo; pero son mvok Aso· o Mese be. Por eso todos se denominan Eba, o bien Obua o Yemisem.

Aquí termina la historia de Bua Mckomo.

CAPÍTULO 9: LA GENARCIÓN DE MGBA 'A A-IEKOMO

Meta Mekomo era un anciano, es el que custodiaba la azuela que sirvió para horadar el adzap en Odzatnbo ·á, cuando lo atrave­samos. En su memoria le dieron el nombre de Mgba'a Mckomo.

Engendró a Esi Mgba'a, el padre de la tribu Esamgbak: Esi engendró a Mbong Esi, Mbong Esi engendró a Zo ·o Mbong. Zo'o Mbong a Nyat Zo'o, Nyat Zo'o engendró a Efo'o Nyat. Zo'o Efo'o engendró a Ebelebele Efo'o. A Ebelebelc Efo'o nacieron dos hijos: Etoman Ebelebele y Mengo mé Ebclcbcle. Etoman engendró a Owoa Etoman. el padre de Etoman Owoa~ Etoman engendró a Edande Owoa y Edande tuvo dos hijos: Ntumu Edande, padre de Abena Ntumu y progenitor de la tribu Abena Ntumu. El segundo hijo de Edande es Ndumu Edandc, el padre de la tribu Ndumu y sus casas. A Owoa Etoman le nació

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otro hijo, el último, llamado Meko'a mé Owoa; Meko'a engendró a Owoa Meko'a.

Mengo mé Ebelebele engendró a Otsa'a Mengo, Otsa'a engendró a Afo'o Otsa'a. Afo'o Otsa'a tuvo dos hijos: Menene y Mba Afo'o. Menene engendró a Anda Menene, Anda Menene a Menene mé Anda, padre de la tribu Anda Menene. Mba Afo'o engendró a Zibi Mba, el padre de la tribu Zimba; a Nsing Mba, que murió en la guerra del Oban y de ahí su apodo de Mgbam(an) Mba, es el padre de la tribu Esamgbam(an); a N gap Mba, el padre de la tribu Yengap. Todas estas tribus son Esamgbak. Fin a este apartado sobre Mgba'a Mekomo.

CAPÍTULO JO: LA GENERACIÓN DE KORA MEKOMO

Kora Mekomo tuvo tres hijos. Hoy, aunque pasen por tribus diferentes, sin embargo anteriormente todos se consideraban Esakora(n). Los nombres de estos tres hijos son:

Osele, que regía la tribu M vele de joven, es el padre de Ese Y de todos sus descendientes.

Mengon( o) Ekora engendró a Enoo Mengon( o), Enoo a Mengon( o) Enoo, Mengano Enoo a Mba Mengono y a éste le nacieron cuatro hijos: 1- Enoo Mba, el padre de la tribu Yenoo; 2-Emong Mba, el padre de la tribu Yemong; 3- Mengon Mba, el padre de la tribu Esamengon; 4- E tu 'u Mba, el padre de la tribu Esatuk; Etu'u Mba engendró a Mekom mé Etu'u, el padre de la tribu Esamekos. Todas estas tribus son Esakora(n).

Etua Ekora, el tercero de los hijos de Kora Mekorno, engen­dró a Meli'i mé Etua, Meli'i engendró a Zo'o Meli'i y Zo'o tuvo dos hijos: Nsi Zo'o y Ekora Zo'o. Nsi Zo'o engendró a Ango Nsi y a Ango N si le nacieron cuatro hijos: 1- Nkunda Ango, el padre de la tribu Esakunda; 2- Ebia'a Ango, el padre de la tribu Esaebia 'a; 3- N si Ango, el padre de la tribu Esansian; y 4- En da' a Ango, el padre de la tribu Esindak.

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Estos son los descendientes de Nsi Zo'o, de la tribu Esakora(n). También Ekora Zo'o, el hermano de Nsi Zo'o, pro­creó y nos dejó dos hijos, una hembra y un varón: Ada Ekoran, la primogénita, y Eye' e Ekoran, el segundo hijo, varón.

Cogió a Ada y la casó con Emvo Esesa, de la tribu Esazue. Este era un extranjero implantado en el poblado de Ekora Zo'o. De dicha unión nacieron siete hijos, estos son: 1- Osim Emvo, el padre de la tribu Esaosim; 2- Bom Emvo, el padre de la tribu Esabongo; 3- Zom Emvo, el padre de la tribu Esazom; 4- Ofa Emvo, el padre de la tribu esaofa(ñ); 5- Mbe Emvo, el padre de la tribu Esambe; 6- Esi Emvo, el padre de la tribu Esaesi, y 7-Zo'o Emvo.

Ekora Zo'o lo apreciaba a este mucho más que a todos los demás hijos. Al hacer el conjuro, a él le deseó el nto nto ma' a ma'a1

, diciendo: "Eres a quien respetarán tus hermanos". Zo'o Emvo tuvo muchísima descendencia: engendró a Eye'e Zo'o y es el padre de la tribu Esamendzik.

Ekora Zo' o, el abuelo, dio a todos los hijos de su esposa el nombre de Mevembe, mvok Ada. Luego echó a Emvo Esesa diciendo: "Abandona mi poblado y deja a mis hijos (sus nietos) y a mi hija". Emvo cogió a sus hijos Osim y E si y los llevó con él a su tribu Esazue o Esabañ.

Ocurrió así... Cuando llegaban a las inmediaciones de los ríos Mvong y Ntem y del río Dzaa, en medio de los bosques. hallaron una bestia enorme que aterraba a la gente y la extenninaba. Entonces todos la acorralaron, lucharon contra ese animal y lo

taron, pero desonocían su nombre. Fue Zo'o Emvo quien dijo: ~:ste animal se llama Zok, elefante".

Entonces, el abuelo lo cargó y, subido sobre el cadáver del rante, lo mostró a todas las tribus diciendo: "A este niño lo

ele 0

sobre el cadáver del elefante para presentároslo. En verdad poog

·•tJendición. suerte. suerte" 1 J)t-

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os digo que a sus generaciones llamaréis Yemeyema, a él y a todos sus hermanos, porque es el único que ha sabido el nombre de este animal, el cual desconocíais".

A partir de· aquel día, a todos los Mevembe se les llama Yemeyema hasta hoy. Así terminó siendo olvidado el apelativo Mevembe.

Aquí termina la historia de Ada Ekoran. Eye'e Ekoran engendró a Fuda Eye'e, Fuda a Mbiam Fuda,

Mbiam a Mekomo Mbiam. Mekomo tuvo dos hijos: Aso'o Mekomo y Asangono Mekomo. Asangono es el progenitor de la tribu Esaesong y de todos sus descendientes.

CAPÍTULO 11: LA GENERACIÓN DE ASO'O MEKOMO

Aso'o Mekomo engendró a Nde'e Aso'o, y a Nde'e Aso'o le nacieron cuatro hijos: Nnang Nde'e, Ngomo Nde'e, Ekora Nde'c

y Ebe Nde'e. Nnang Nde'e engendró a Mebiam mé Nnang y a Enye'e

Nnang, dos hijos. Enye'e Nnang engendró a Ze Enye'e. padre de Otsiman Ze Mvo'o Nnang de Kribi los llaman Mvo'o Otsiman Ze (Eyek). Viven en Mvo'e nlam. Mebiam mé Nnang engendró a Mvele Mebiam, y Mvele tuvo tres hijos: Bitumu Mvele. Zo'o Mvele y Akora Mvele.

Zo'o engendró a Nnang Zo'o Mvele, Bitumu Mvele engen-dró a Nko'o Bitumu, el padre de Nnang(a) Nko'o.

La tribu Akora Mvele se ha diezmado casi toda. sólo queda Betseng bé Ove. Todos los demás hijos son mvo'o Nnang Nde'c y viven en el poblado Esakora(n) conocido por Mvo 'e nlmn, en Kribi.

Esto es todo sobre la historia de Nnang(a) Nde'e. Ngomo Nde'e tuvo dos hijos: Mba Ngomo y Evina Ngon1o. Evina Ngomo engendró a Nkuna Evina y a Ela Evina. Knuna

Evina tuvo un hijo poderoso, llamado Mveme Nkuna; éste supe-

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raba a todos sus hermanos, por eso pasaron a llamarse Mveme. Unos viven en Kribi, otros en Bisam y en Biba, Ebolowa. Mveme expulsó a su abuelo Evina y éste huyó y siguió a sus tíos, herma­nos de su madre, a las orillas del río Wolo. Sigue allí hasta hoy. También procreó, Zomo es su tribu.

Engendró asimismo a Osom Evina, el padre de la tribu Osumu, la tribu Esakora que se ha asentado en Nniefang.

La historia de Evina Ngomo ha terminado. Mba Ngomo engendró a Menno Mba Ngomo y Menno tuvo

cuatro hijos: Akora Mennomo, Ongor Fa Mennomo, Eko'a Mennomo y Sivo Mennomo.

Akora engendró a Mvongo que vive en Bidu, Kribi. Ongor Fa vive en Bikui (Bata), de la tribu Esakora. Eko'a Mennomo vive en Asandzik, en Mbam y Mongomo, todos son de Mbam. Sivo Mennomo engendró a Oto' o Sivo, el padre de la tribu Esaotok. Todos son de la tribu Esakora(n).

Entonces Ebe Nde'e pensó: H¿Qué es eso de que mis hijos mayores se dispersen de esta manera? ¿Quién habrá de enterrar­meT'. Finalmente nacióle un tercer hijo, E toman E be. Lo cogió y habló así:

-No quiero verte en la casa comunal de otra tribu, porque serás el más grande de los jefes de la tribu esakora(n) y sólo a ti pedirán cuentas de la historia de tu familia. Recuerda las ense­ñanzas que vienen de tus antepasados, - a esto llamó Asolo só. que significa en la jerga actual elat meyong o elang bindan1

• Tu familia esté siempre unida y permanezca en un mismo lugar. de esta manera la tribu Esakora(n) jamás te olvidará.

Murió y fue enterrado. Etoman Eb! le sucedió.

1 Elat meyong, "unión clánicallribar': elang bíndan. "la genealogía o árhol g(•nt•a/ó¡.:i­

co

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CAPÍTULO 12: LA GENERACIÓN DE ETOMAN EBE

Etoman Ebe tuvo tres hijos: Akieme Etoman, Eboman Etoman y Mvono Etoman.

Akieme Etoman tuvo dos hijos: un varón y una hembra. El primogénito se llamaba Mvoro Oka 'a, es el padre de la tribu Mvoro Oka 'a que vive hoy en Zalom, en Ambam. La hija, de nombre Ba Oka'a, no se casó; engendró a Alo'o Baque vive en el poblado de Eves, en Ambam.

A Eboman Etoman le nacieron dos hijos: Akieme Eboman y Ze Eboman. Ze Eboman engendró a M ve me Ze, el padre de Ja tribu Mveme Ze. Viven en Kondemekak, Eskora(n), en Amabam.

Murieron Eboman Etoman y su hermana llamada Ntsama Eboman. Cuando Akieme llegó a la mayoría de edad, dijo a su tía: ""Regreso a mi tierra". Su tía dijo: "'Bien, pero debes regresar con tu madre", porque fue allá con ella. Al volver al poblado de su padre, a Andzitsin, halló que lo habitaba otra tribu porque habían emigrado sus padres. Esa tribu se llamaba Esakunan.

-¿Adónde fueron mis padres?, les preguntó. A lo cual le res­pondieron así:

-Han emigrado, no tienes más que afincarte; cuando emigre­mos, te llevaremos junto con nosotros. Así podrás continuar bus­cando a tus padres.

Se quedó con ellos y se casó con Ezona Zi'i, la progenitora de la tribu Ezonazi. Viven en Meyo Bibulu 'u, en An1ban1. Todos los Son viven en Ambam y en Mekomo. primero y Mekon1o segun­do; todos son de Ambam. También viven en Minnang. Ebibcyin (Guinea Española). Se casó con Ntsama Bana de Dama y con Atem Nne'e de Mckomengona; se casó también con 1\tfcndzini mé Eko de Ongo Zok. Unos viven en Amvam de Mba Akictnc. en Miko'o-meseng (Guinea Española).

J?e modo qu~ a quien denominamos Akieme Bikoro es dcs­cendaente de Ak1eme Eboman. hijo de Etoman Ebe y nieto de

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Eboman Etoman, el padre de Ze Eboman, que dejó una viuda lla­mada Eworo Zo" o.

A Mvono Etoman., el tercero de Etoman Ebe, le nacieron hijos. Se casó con Eworo Zo' o, la viuda de su hennano, de la tribu Ngüi, y tuvo dos hijos con ella: Ondzi'i Mvono y Esono Mvono. Ondzi"i Mvono es de Nzadzeng en Mebem, provincia de Ambam. Esono Mvono fue un hombre muy rico, tuvo nueve hijos varones:

Nguema Esono vive en Oveng, en Mfenda Dum (el pastor Nguema Oyono es descendiente de esta casa) y en Asandzik, todos de la provincia de Ambam y en Y os de Bitam (Gabón). Edo Esono, el segundo hijo de Esamvoa, vive en Okong, y el clan Edo Esono también, y en Endendem, Ofet y Angala; todos son de Ambam.

Belumu Esono y toda su genración perecieron y sólo queda­ron tres. Había dos en Dama y uno en Endcndcm. Bengo bé Esono vive en Angala, está en Anguitidzang (Ambam) y vive también en Okom Bibui (Bitam) y en Mongo. Nnietang (Guinea Española). Ndongo Esono vive en Bisa (Ambam). Ndcmenzo'o Esono en Okom Bibui (Bitam). Mimbimi Esono en Ekumdum y en Bilon (Ambam), Ekoro Esono en Ekumdum y en Bilon (Ambam). En Efutan Angala es dondc.naci.ó el presidente Afn'n Bibo' o, quien me contara todas estas h1storms. .

Aquí termina la historia de Ebe Nde'c. Tul es como anduvie-

ron.

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LIBRO QUINTO (el Deuteronomio)

Cuenta la guerra de Oban y otras historias: sobre la organización política y el modo de administrar la justicia entre los fang.

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CAPITULO 1: LA GUERRA DE OBA.N

Esta es la guerra que sostuvimos con nuestros hennanos que se quedaron en Yom. Los descendientes de Owono Afiri y los de Bulu Afiri habían pactado con los bilóbólobo, después de utomar" una medicina muy poderosa llamada mbobok. El hechi­cero que se la proporcionó se llamaba Ndong Obiang: usi queréis s~~~~g_~l}_guerra~~n~~e~tro~ ~~_i_~ _h~~~_os. Quien más ~~la~o~_~apJ!!re, __ ~erá el j~fe de _l_<?s de~_á_~", l(!~ ~~jo.

Entonces.JQdos los bilóbólo, todos los ewondo y todos los bulu emprendieron la ~pedidón g~~~~.;·-;;;~ conocida por Oban•.

S,uceQ!Q_-ªSJ ... C\!_ª-Il.clQ~ die!:9n cu~11t~ __ qe _que las tierras cklnEi~~~_!_em e~an próS~as, ~pusie~on des-_ ~ou!_e ellas. l;¿>s ntumu, é!L~nterarse de~ el Oban estaba ~~~on __!odos -~on_~fiYdijeron: u¿@ac~_J mos?. Los hijo~ __ Q_e_ f_a._Qg_t\flri se han ido, también los de Okak

_.Afid~ ¿podremos afrontar esta agreSifui'Solo;¿,;·. - -- -- --- -- -----

Unánimes decidieron -~-~_!l!_~-~!-~st~ba _ec!l~d~_:_~'So~~ ... varones, ha~haga fal~ª-"· Excavaron un hoyo grande--~ --- ------- ------------ -··---~-"i dividiéronlo en dos partes. C~i~os restos de antiguos gue-rrerosL-ungiér_~~oncortezas de árboies '(de . éngokom- o mebenga y eson) Y.E~~to_<!o )o que fuese picante. Llenaron con· ~~~rendi~?n una enorme fogat_a ce~~a del Q.Qy_o y todos los varon~~ -~aE __ ~custodiarlo- de día y de noc~e, -~ardando la abstinencia; es decir, que no podíall-acostarse con mu~e todos se untaban ebu'uzo, la medicina para la guerra.

1 Según algunos datos. tuvo lugar entre 1885 y 1895

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Prepararon muchos amuletos de cuernas con sus respectivas reliquias. Las cuernas y los amuletos se Jlenaban con el polvo de los huesos de antiguos guerreros. Igualmente les estaba prohibi­do a los hombres comer la carne de zip -el antílope caballo- y la de nsoó -cierto pez-, tampoco podían ver la desnudez de las muje­res ni tocarlas.

P~~pos bordearQn la Q_!illa de_~ río_.N_t~~l ( Carnpo) para ver J'-ºfJlH~-~!I~g~ el Q~n. ~~~do e~~_!l_o .. el Oban llegó sor­.)f.§~t~-=-\ltf.d!~-~errª _ __te~, _ ~I1~- de las tnás cru~ntas ~por l9s ntumu, -ª!!!_~~--~~Ja_llega_Q_a_g_ei_O~a~.

Pero, entonces, se rompió el cerco cual un nido de avispas, desde los poblados de Menguma hasta Mimvu; había de todo: entre armas de fuego y lanzas de todo tipo. Inenarrable. Durante tr~h~_y día, ~~~h~t.elltre !!_amas y !!Ufl!(),~~~-

Sª-11-SO. Pedimos disc.ul as por ue no sabíamos a(¡l]jp_!_djª~ Q~ lo~ ~~s (desconocíamos las fechas al estilo occidental). Pese a ello,

localizamos bien estos hechos. <;~~~__Ai!ri y los Fang Afi~nte~~~~--e~

~nemig_o había cruzado el río Ntem y ~e se h~ba en W~le-Ntem~_~_ieron pr~~ta~e~te -ª-lu~hªr_-~on~-- ObaQ_. ~

_Todos ~dos c~_e_~-~~~!!_ven_f_~!~o __ r__ ~l!l§_'!ft~ liugJ.ulantemente. El Oban se retiro ~ fu.ese.

Los Ntumu se quedaron en paz en sus terntonos, aunque se produjeron -muchas bajas en ambos lados. Fang y Okak también regresaron ·'8. sus respectivos dominios, con muy buena impresión en sus labios.

CAPITULO 2: HUIDA DEL OBAN

Ocurrió así... Terminada la guerra, Ntumu, Mvañ, Fang y Okak se reunieron en Kumu y dijeron así: "Debemos irnos esta vez, porque llegará otra expedición del Oban, sabemos que vol­verán. Procuraremos no volver a cruzar el río Ntem hacia el otro

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lado. Quienquiera que lo haga se encontrará seguramente con Oban. Debemos bajar todo el río Ntem, dejando a la derecha Ntem y Wolo a la izquierda".

Así lo hicieron todos. Quedó terminantemente prohibido que los Ntumu cruzasen el río Ntem y se asentasen al otro lado, ni mucho menos el río Wolo; debían bajar entre los dos ríos hasta llegar a Batre (o Bata). Bata significa no olvides (o no yerres).

Salieron en caravana, tal como habían previsto, sin embargo, muchos desobedecieron y cruzaron el río Ntem por Eking y se vinieron a Camerún. Los conoceréis por algunas señales que les caracterizan.

Hoy los ntumu se han dividido en tres grupos: uno en Camerún, otro en Gabón y el tercero en Guinea Espa­ñola/Ecuatorial.

CAPITULO 3: LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y ADMINIS­

TRACIÓN DE JUSTICIA

Se reunieron todos y decidieron constituir los jefes de cada tribu. Cada una debía elegir tres clases o categorías de jefes: mmie ayong, el jefe o representante de la tribu; mmie nlam, el del clan y mmie dzaá, el cabeza de familia.

Estos tres órganos son los que resolvían los asuntos de cada tribu, aun cuando la tribu comprendiera sólamente diez o veinte poblados/familias. Cada jefe debía tratar los problemas de la suya, pues era quien ostentaba la representación de la tribu y reci­bía su homenaje (la tribu le rendía pleitesía). Si le pesaba algún caso, acudía a las autoridades de las otras tribus y se convocaba la Junta suprema, el Ebom. Esto sólo competía a los ancianos o

patriarcas. El poder era jerárquico: El cabeza de familia se entendía

exclusivamente de los problemas de su familia, de sus mujeres y

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de sus hijos. Todos le obedecían y él a su vez sabía tratarlos y pro­tegerlos. Cuando a este le pesaba un asunto, acudía al jefe del clan. Este tenía mucho más poder que él, a veces mandaba a diez o treinta poblados/familias. Dirimía los pleitos recta y justamen­te, protegía a todos, los defendía y establecía las nonnas que regulaban su vida. Pero si no encontraba una solución a un deter­minado problema, lo elevaba a su vez a la consideración del jefe tribal. Este era el Ndzóo bot, o sea, el jefe supremo y si él no podía resolver un conflicto, en este caso se elevaba indefectible­mente a la consideración de la junta suprema o sanedrín, Ebom, esto es, Ekoan bed.zóo meyong, Consejo/ Asamblea de jefes de tri­bus/naciones.

Ebom era la última instancia o el consejo supremo de justicia, donde ningún asunto que hubiese llegado a su conocimiento que­daba sin resolverse.

Así estaba organizado el poder (administrativo-político y judicial). De modo que nadie podía entremeterse en los asuntos de un individuo de otra tribu, que no le harían caso. De ahí la separación o división entre las tribus.

CAPÍTULO 4: EL ORIGEN DE LA DISCORDIA ENTRE LAS TRIBUS

El adulterio

Ocurrió así... Un individuo de cierta tribu pagó dote por una mujer, vino otro de tribu diferente y realizó el coito con ella, entonces el marido se enfadó y denunció este hecho en la jefatu­ra de su tribu. El jefe de la tribu del demandante, a su vez, dijo a su colega de la tribu del demandado así:

-Tu hijo ha obrado mal, envía la indemnización correspon­diente.

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El rapto

Solía ocurrir así... Resarcido el daño, que alguien se dijese: "¿Cómo es que había de pagar por una soltera?. Debo ir a raptar­la". En efecto, la iba a raptar y la llevaba a su tribu.

En esta ocasión, el jefe de la tribu del marido -el que dotó por la mujer- se dirigió al otro jefe y le dijo:

-Devuelve la mujer de mi hijo, mi nuera. -No, no puedo hacerlo, respondió el otro jefe, porque ella y

mi hijo se aman.

Entonces el jefe de la tribu del marido legítimo le aconsejó a éste así:

-Hijo mío, haz todo lo que puedas por recuperar a tu esposa, ya que ella y su cómplice se han congeniado. O, en caso contra­rio, pide tu dote. Sobran mujeres, ya te casarás otra. Retira la dote.

De esta fonna comenzó la enemistad del marido y los suyos con el adúltero o el raptor y sus familiares. Así tenninron todos odiándose mutuamente.

El homicidio

Cuando la aversión llegaba al máximo, el marido de la mujer iba y mataba al adúltero, raptor de su esposa. Entonces, el mari­do y con él los suyos y toda la parentela formaban un trente y, por el otro lado, los familiares del finado con toda su parentela. Si la animadversión no hacía más que agravarse y cada uno de los dos bandos no cedía, empezaban a coger rehenes mutuamente.

Los ancianos o patriarcas los apaciguaban y ponían fin a las hostilidades, elevando el asunto a la Junta Suprema de justicia, el

Ebom, y lo dirimían.

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CAPÍTULO 5: EL EBOM O JUNTA SUPREMA DE JUSTICIA

Los ancianos dijeron que las hostilidades debían cesar. Reunieron a todas las tribus y escucharon las declaraciones de los contendientes. En primer lugar, tomó la palabra el marido de la mujer:

-Yo, M ve, casé a mi esposa dando la cuantía de la dote que me exigieron. No puedo deciros cuánto me quería mi suegra, lo mismo que yo a ella, cuando, de pronto, me enteré de que el hijo de Nguema había fornicado con tni mujer. Me enfadé muchísimo, pero nada hice. Entonces, sólo me limité a denunciar el hecho en la jefatura de mi tribu para que se resolviese; pero, una vez resuel­to el caso, previo pago del adulterio por parte de Nguema, mi sor­presa fue que Obono fuera raptada por él, de nuevo. Una vez más, acudí al jefe de la tribu a fin de recuperar a mi mujer, antes de que ocurriese nada.

Ah befam! ¡Varones!, en mi lugar ¿qué hubierais hecho? ¿Sin dote y sin la mujer? Por eso, perdí los estribos; fui y maté al hijo de Nguema por despecho y por el escándalo. Nguema me hizo pasar vergüenza ante las demás tribus, como si tuviera él n1ás gancho que yo. Los suyos se enfadaron y estas hostilidades son el resultado. Esta es mi posición.

¿Quién iba a hablar por el muerto? Nadie mejor que su her­mano, si conocía el asunto.

-Yo, Mba,-cuando algo me pesa, suelo perder un poco el hilo de cómo defenderme. En efecto, nada itnportante ocurTió. Nguema fue a raptar a esta mujer porque la an1aba y ellos lo han matado de mala fe. La consecuencia de ello son estas hostilida­des. ¿Qué queréis que diga? Vosotros, los jefes, decidid.

Se reunieron los jefes y acordaron cómo detenninar este asunto con tanto cadáver por medio, y qué hacer. Entonces, los jueces fallaron que el muerto no tenía razón, que, aunque estaba muerto, era necesario recuperar a la mujer raptada y restituirla a

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'd y que los dos bandos contedientes debían indemnizar rnart o,

su cadáveres de los muertos.l'd e loS Esto hízose recta y c~mp ~ ~me~te. b ua;do.un jefe, un cabe-.. a de familia, de cualqu~era., e o

1 s hos, an o~ tb~ a distribuir la

.{.P s ondiente indemntzacton, o acta con JUSttcia, porque, en cotre p ntrario otro incidente podía suceder. caso co ' . 1' . . fl. Así fallaban los pnmeros t~t~tos, con tctos, por mutuo con-

de las partes y la gente vtvta en paz. Todos iban a faenar y senso azar juntos, y casaban a las muchachas solteras. a e Ebom era la última instancia de justicia de los africanos

ntumu.

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SEGUNDA PARTE

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LIBRO PRIMERO (S. Mateo)

Da noticia de los primeros contactos de los africanos ntumu con los europeos, su establecimiento y separación en Wele-Ntem.

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CAPÍTULO 1: LA PRESENCIA EUROPEA

Sucedió así... Nos hallábamos en nuestro asentamiento o poblado de Wele-Ntem, cuando nos enteramos de que los hijos de Fang Afiri se habían encontrado con el hombre blanco en las ori­llas del río Nkomó. La noticia decía que esos afortunados comí­an sal y se vestían con ropa, que esos objetos procedían de las ori­llas del río Nkomó.

Al cabo de cierto tiempo, nos enteramos de que nuestros her­manos Oka'a Afiri se habían encontrado también con el hombre blanco en las orillas del río Wolo, en su desembocadura en el mar. Días después, recibíamos la noticia de que Mevu mé Afiri, con sus descendientes, se habían encontrado con los hombres blancos en la desembocadura del río Mitemele.

Otro día, llegaba la noticia de que Bulu Afiri se había encon­trado con el hombre blanco en la desembocadura del río Nlong y que éstos les habían dado muchos regalos y sal.

Entonces, se reunieron los Ntumu y se preguntaron qué hací­an allí: "Los Mvañ y nosotros, ¿dónde nos encontraremos con el hombre blanco? ¿Qué can1ino habremos de seguir? ¿Dónde halla­remos sal? ¿Habremos de seguir consumiendo sólamante la sal dt: nipa? La gente está a punto de morir de tanto trabajo. ¿Qué itine­rario tomaremos: el Nlong, el Wolo o el MitemcleT'.

Decidieron no tomar ninguna de estas rutas: ""Debemos bajar todo el río Ntem, pero sin cn1zarlo, ni el Wolo. Así llegaremos adonde podamos hallar al hombre blanco y nuestra felicidad. Allí es donde se pone el sol, en. Bata, tal como dijo Afiri Kan1. Caminaremos pues entre Ntem y Wolo".

Escogieron a dos personas, dos cabezas de familia. para que se adelantasen en busca de la mar. Siguieron el curso del río Ntetn hasta la costa y se encontraron con el hombre blanco y conversa­ron con ellos, sobre todo con el Comandante, un blanco itnpor­

tante de Bata: e·ra el gobernador colonial.

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Regresaron para dar cuenta a sus hermanos: -Hemos visto en el poblado de Bata al hombre blanco que nos

recomendó Afiri Kara, también hemos visto el mar y cómo se ponía el sol.

Mostraron los objetos que traían: sal, telas, pólvora y relojes de toda clase, collares para adornar el cuello y los pies o bemie­ne, que sonaban song song. Traían también mvaman1 y les ense­ñaron cómo se jugaba.

Dijeron a sus hermanos que convenía vivir con el hombre blanco porque ''nos traen mucha riqueza". Ellos les preguntaron si había mucha riqueza -armas, pólvora, etc.- allá o sólo había lo que habían traído. A lo cual les contestaron así:

-¡Muchísima riqueza!. Todos podemos volvemos ricos. Nadie sería capaz de cargarla toda, ni comprarla toda, ni comer toda la sal. Vimos cómo estaban los sacos de sal bien apilados.

Determinaron, pues, llegar a Bata, pero algunos objetaron: "¿Por qué no podemos estar yendo desde aquí a comprar a Bata? ¿Es imprescindible que lleguemos a Bata?". Resolvieron que todo aquél que quedase o cruzara el río Ntem sería considerado desobediente.

Así es que fueron unos, otros se quedaron y tnuchos cruzaron el río Ntem, como queda dicho más arriba.

CAPÍTULO 3: LA SEPRACIÓN EN WELE-NTEM

Se dividieron en cuatro grupos: El primero se quedó al cuida­do de los poblados abandonados en Wele-Ntem, el segundo grupo bajó entre los ríos Wolo y Ntem, penetró por Oyen1 y fue a esta­blecerse en Mongomo y Zok; el tercer grupo penetró por Bitmn. cruzando el río Kie, y fue al otro lado a establecerse en el poblado

1 Cuencas de sapotáceos o conchas de mar y de río que se empleaba como fichas en el juego del ahia, cierto juego de azar. N. T. · .

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''yerro ntumu,- no baJó eJ narnado Ebibeyin. El cuarto grupo -o e asados, sino ue lo río Ntem, como les encomendaron los ant P q cruzaron, violando ese mandamiento.

CAPITULO 4: ENSEÑANZAS POR HABER ERRADO DE CAMI­

NO

Los tres grupos que no cruzaron el río llegaron a la costa sin interposición de cosa alguna, obteniendo así los productos manu­facturados: sal, telas, armas de fuego~ utensilios de todo tipo que andaban buscando.

Los que construyeron sus poblados en Eking, Mbam, Evuma y Nyabi(d)zan pensaron: "¿Qué hacemos, si los demás ya han visto la mar?". Pusieron las manos en la obra, atravesaron el río Ntem y se encontaron con sus hermanos. También ellos consi­guieron los objetos manufacturados que iban a buscar, de tal suer­te que ya nadie regresó más. De esta manera convenían con los mayores en que: "Dificil es acertar, muy fácil errar".

CAPITULO 5: LA RESISTENCIA DE OBA 'A

De Kribi recibimos la noticia de que Oba' a Mbeti, de la tribu Yemeyema de Ebetnvok, en el distrito de Kribi, estaba en guerra con los blancos; que había traído mucha uriqueza" y que había vencido a los alemanes en la lucha.

Todos los bulu, poseedores de armas de fuego y pólvora, las trajeron de la costa. Al cabo de unos días, recibimos la noticia de que Oba' a había huido. Estando en esto, él mismo en persona apa­reció. Vinieron a ocultarse en el poblado Esakora de Nnemeyong, el poblado del jefe Mvo Ndongo. Llevaba las cosas que había tra­ído de la costa: armas, pólvora, etcétera, y les confió que u Los que traen estas annas tienen una especial, que dispara cinco ráfagas de golpe denominada ametralladora, esta es el anna que me debilita".

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Mvo Ndongo le dijo: -Eres mi sobrino, hijo de mi hermana, tú y yo tenemos avusó'.

No puedes volver a Kribi, convoca a toda tu tribu y uníos a los ntumu para que vayamos a Bata. Porque allá se fueron hermanos tuyos y están muy bien allí y viven en paz. El Con1andante es un francés, les regala muchas cosas y viven tranquilos.

Aconteció así... Mientras conversaban, llegó un mensaje de que un blanco de paz, Mr. Johnston, queria ver a Oba 'a.

-Iré a ver primero qué me quiere, ya te responderé sobre el viaje a Bata en otra ocasión, respondió Oba 'a.

Los notables ntumu dijeron: "Te acompañaremos, para ver qué va a pasar contigo".

CAPITULO 6: LOS JEFES NTUMU VAN A KRIBI

Estos jefes eran: Mvo Ndong, jefe de la tribu esakora; Nkulu Beyem, jefe de la tribu esandon; Ndanga, jefe de la tribu esambi­ra; Mgba Avebe, jefe de la tribu ebaa y Edzodzo' o, jefe de la tribu eseng.

Mvo Ndong dijo: "Mi hijo, Nguema Eko, me acompañará" y se lo llevó a Kribi. Así emprendieron el viaje. Al llegar a la ciu­dad, encontraron al "blanco pacífico", llamado Miseyeng, o sea, "Mister Jonsin". Este le dijo a Oba'a:

-Os he llamado para conciliaros con los blancos. Después de la mediación de Mr. Jonhston, los hombre blancos

dijeron que Oba'a debía indemnizar todas las municiones perdi­das. Dicha cuantía se pagó en forma de impuesto especial.

Mr. Johnston era un Pastor misionero en la rnisión de Nkol Efulán.

1 En fr. "Paren té a plaisanterie ", deril~ del rito del só (< awrí só). Se trata ele 1111 trata­miento especial, en vinud del cual se permite toda clase de broma.¡¡ entre tíos e hijos de lals hennana/s, si11 que nadie pueda enfadarse. N. T.

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LIBRO SEGUNDO (S. Marcos)

Da noticia sobre la ocupación alemana en Camcnín y sus relacio­nes con los ntumu.

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CAPÍTULO 1: ESTABLECIMIENTO DE LOS ALEMANES EN AMBAM Y CONTORNOS

Sucedió así. .. Resuelto el litigio, los hombres blancos organi­zaron con los jefes ntumu y bulu un misikot, esto es, un encuentro de amistad. Les regalaron entonces alimentos, pescado salado, tabaco en rama, sonajeras y cascabeles, brazaletes y collares de diferentes tipos, ropas, juegos de azar, cordeles de todo tipo, som­breros, machetes, cuchillos y otros objetos diversos.

Les mostraron toda clase de armas y dijeron: ''Todo esto será vuestro, si nos dais caucho. Así obtendremos beneficio en este país". Los jefes dijeron: "Dadnos mercancías y os traeremos cau­cho". Los hombres blancos asintieron, llamaron a la tribu Benok y Mebe y a otros bilóbólobo que entendían las lenguas bulu y ntumu, les entregaron las mercancías y dijeron: "Id a la tierra de los bulu y ntumu a comprar caucho". Los jefes llevaron a esas per­sonas y las presentaron a los hon1bres blancos para que éstos les diesen las mercancías.

El gobernador, -administrador colonial- convocó a los jefes para que fueran a retirar sus credenciales de jefes. Dieron a cada uno su distintivo o insignia correspondiente. En despedida, les dijo:

-Sean blancos o negros nadie puede volver a tocaros, tanto en el trabajo como en los poblados, ni podéis ser atropellados. Vendréis a darme cuenta para que los escanniente a todos, porque sois los jefes de todo: tanto del trabajo del caucho como de vues­tros hombres y os ocuparéis de cualquier asunto en los poblados. Si alguien tiene una queja presentará la denuncia ante vosotros, entonces su asunto ha de ser oído y resuelto favorablement~ por

vosotros. Trajeron muchos objetos manufacturados que llevaban unos

porteadores y lleváronlos a sus poblados respectivos. Unos hombres blancos pasaron, iban buscando dónde estable­

cerse, y se quedaron en Ambam con la mercancía que trajeron.

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Los ntumu denominaron a los hombres blancos de Ngoto Zambe, mintagan mi engongo. Estos son los que restablecieron la paz y armonía entre blancos y negros.

En el territorio de los ntumu que se equivocaron se diseminó la "riqueza", -productos manufacturados- porque producían mucho caucho. Al cabo de muchos años, vino otra llamada de K.ribi y todos los jefes ntumu volvieron a acudir. En esta ocasión, les dijo el gobernador:

-Habéis obrado bien; por lo que, a partir de hoy, os voy a pro­porcionar los hombres que os han de cuidar.

Así se aumentó el número de gobernadores o administradores en todos los distritos hasta hoy. En Ambam nos tocó un hombre blanco llamado Sima Eman. Por eso la ciudad de Ambam sella­maba tiempo atrás Amabam de Sima Eman. Todas las ciudades deben su nombre al primer hombre blanco que la habitó.

Entonces era usual bautizar la ciudad con el nombre de su fun­dador blanco.

CAPÍTULO 2: NTUMU SE INICIA EN TRABAJOS PROPIOS

DEL HOMBRE BLANCO

Llegó la noticia de que Zimmennann convocaba a los jefes a Ambam, a una reunión de misikot. Todos los ntutnu acudieron~ en aquella ocasión así les habló:

-No me gusta la guerra, sino la paz. No quiero volver a ente­rarme de que alguien ha sido detenido, ni asesinado, ni haya saca­do media aguja de su padre ni deltnuerto en el trabajo del caucho. ni haga nada en contra de otro con alevosía. Deberéis hacer caso de todo cuanto os digan los tnisioneros, porque ellos son los que se entienden con Homán y con vosotros. ¡Ay de aquél que incurn­pla una de estas normas que os doy, porque sabrá quién es Homán!. Además quiero que me construyáis una pequeña tienda donde pueda vender artículos importados.

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Consbuyeron viviendas para los intérpretes y los soldados, él mismo vivía en una tienda de campaña de lona. Al cabo de cierto tiempo, llamó de nuevo a los ntumu, para fabricar ladrillos. Levantaron la casa de ladrillos que se encuentra hoy en la ciudad de Ambam: es la residencia oficial de los gobernadores.

CAPÍTULO 3: LA VIDA DURANTE LA OCUPACIÓN ALEMA­

NA

La provincia de Ambam estaba llena de artículos europeos. La noticia había corrido hasta Oyem, Mimvu y Bitam. Se decía que "los que se equivocaron" habían encontrado al hombre blanco. y que éste les había dado prendas y muchos objetos manufactura­dos: dicho poblado de blancos se llamaba Ambam.

Entonces muchos salieron en busca de sus hennanos para que estos les diesen aquellos objetos, pero, sucedía que. después de conseguir las mercancías, se dirigían a Oyem o a Mimvu o a Bitam y cuando llegaban a los poblados, revendían o trocaban los artículos europeos por el caucho y volvían a entregar el caucho donde habían cogido la mercancía. A estos individuos los deno­minaron bekuan akúm, mercaderes, comerciantes.

Así se extendieron los artículos importados por los territorios de• Wele-Ntem y por la provincia de Ambam. Casaban muchas mujeres y se multiplicaron, pero no las casaban a cambio de los objetos importados; estos se vendían y, con los bikuelé formaban

, 1 nsua .

Con los "blancos de paz" (misioneros), les llegó la noticia de que se había enviado a mucha gente que predicaba la Buena Nueva, y ellos preguntaron:

-¿Cómo es esa noticia?

1 s;ng· ekuelé. puntals de lan=a. signo monetariofang.N. T.

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-La noticia dice que no hay que tener talismanes, casar muchas mujeres. fornicar o cometer adulterio, matar a otra persona, robar, trabajar el domingo.

-¿Y que es domingo? ¿Cómo sabremos que tal día es donlin­go?.

-Pues, es el mismo Ngoto Zambe quien indicará a los hombres ese día.

-¡Menuda noticia, esta que dicen Buena Nueva! ¿Cómo se las va a apañar uno con una sola mujer?.

-Si Dios ha determinado algo, ¿puede resultar ser malo?. ¿No sabéis acaso que el propio Ngoto Zambe conversa con Dios? ¿No veis todo lo que Nkom Boro ha hecho por nosotros?: Nos ha dado sal, prendas, y nos ha librado de comer la sal de nipa.

Así se extendió el Evangelio a lo largo y ancho del territorio ntumu. Los catequistas les decían: "A partir de ahora tenéis que abandonar las "medicinas", creer en Jesús y uniros con Dios a tra­vés de su Hijo". Desde entonces, muchos cambiaron y creyeron en Jesús, otros no creyeron en esa oración hasta hoy; pero, a pesar de ello, la palabra del Señor, la Buena Nueva, se propagó.

CAPÍTULO 4: LA GUERRA ALEMANA

En esta ocasión, recibieron la noticia de que los hombres blan-cos luchaban al otro lado del mar.

-¿Qué?. -Tal como lo oyes. -¿Son como nosotros ahora?. -Cállate y no te inmutes. Dios proveerá y nos protegerá. Entre sí se preguntaban: "¿Qué ha pasado? ¿Los blancos pue­

den pelearse entre ellos? ¿Un fantasma puede matar a otro fantas­ma?". Pensábamos que estos hombres eran fantasn1as y que cuan­do moríamos, nos. convertíamos en blancos. "¿Cómo es posible que luchen entre SI ellos tnismos?".

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Acto seguido, comenzaron los soldados a moverse de un lado para otro (flut flut flut) y, al cabo de cierto tiempo, los llamaban a filas a Ambam.

-Aya?(¿Qué ocurre?). -Que han matado a Samba en Ebolowa. -¿Quééé?. -Edande Mbira de Adzap, en Kribi, también ha muerto. -¿Qué dicen?. -Que han detenido a todos los jefes ntumu de Ambam,y han

fusilado a Tomo Sima y a Edu Nguema Ebanga; también han fusi­lado a Ango y a Edu Mba Mete. Los blancos están matando indis­criminadamente, ¡escapad!.

Entonces, todo el mundo, mujeres y hon1bres, se refugiaron en los bosques y construían bibem, chozas vegetales, donde guare­cerse.

CAPÍTULO 5: LA SALIDA DE LOS ALEMANES

Sucedió así... Tras los fusilarnientos de nuestros jefes por los alemanes, huimos y nos refugiamos al otro lado del rio Ntem. Entonces los ntun1u decidieron matar cualquier cosa que viniera en su persecución, soldado blanco o soldado negro. Todo aquel que desfallecía en la huida era apresado o muerto por los aletnanes. Así, muchos ntumu cambiaron y pasaron al bando de los france­ses. Llegamos a aborrecer tanto a los alemanes que incluso nega­mos darles víveres. No les tragábamos porque habían asesinado a Samba y a otros muchos jefes.

Los franceses resistieron y vencieron a los alemanes; éstos se fugaron hacia Panya, el Territorio español (Guinea). Los ntumu de los territorios españoles no obstante se dijeron "Estos han fusila­do a todos los jefes ntumu de Ambam" y los hostigaron duramen­te.Dieron el nombre de Afan bekalara al bosque donde lucharon contra los alemanes.

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LIBRO TERCERO (S. Lucas)

le la ocupación francesa en Camenín y Gabón Y de las -,n Jos nativos ntumu.

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CAPITULO 1: ESTABLECIMIENTO DE LOS FRANCESES EN

EL PAÍS NTUMU

Aconteció así. .. Cuando el Capitán francés, cuyo nombre des­conocemos, hubo expulsado a los alemanes, convocó la asamblea suprema, Ebom, para celebrar una reunión de misikot y les habló así: "He echado a los alemanes y, desde ahora, sois franceses. Los alemanes ya no volverán a estas tierras".

En respuesta, los ntumu le dijeron: -Prometemos vivir siempre en paz contigo, porque vengaste a

todos los jefes muertos por los alemanes y a Samba, nuestro sobrino. Como lo hicimos durante la guerra y te ayudatnos a echar a los alemanes, tal haremos cuidándote y apoyándote: si vuelven los alemanes, estaremos de tu lado y lucharemos contra ellos, si no nos matas.

Así es como se establecieron los franceses en Atnban1, Bitam, Mimvu y Oyem hasta hoy, es decir, el día de la independencia de dichos territorios.

CAPITULO 2: SU VIDA BAJO LA OCUPACIÓN FRANCESA

Nos quedamos con los franceses. Con ellos nos llevamos bien al principio, sobre todo porque no derramaban nuestra sangre, ni nos quitaban nuestras cosas ni a nuestras tnujeres con1o los ale­manes, pero eran insaciables: los impuestos no tenían límite, unas veces subían y otras bajaban. Al final, los itnpuestos no hicieron más que subir.

Trabajábamos gratuitamente, es decir, de balde. Trajeron una cosa rara llamada sakasaane, o sea que, después de trabajar, no se te pagaba. Pedían ewongá(vituallas) también a cambio de. nada, sólo la inscripción de nuestros hijos en la escuela iba perfecta­mente y la resolución de los conflictos.

Otro día, convocaron a los jefes a Ambam, todos se fueron y

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les dijeron: "A partir de ahora tenéis que ofrecer gente para la prestación personal (el trabajo obligatorio)"'. Los ntumu pusieron el grito en el cielo; dijeron:

-¿Qué? ¿Qué ntumu va a dejar Ebolowa para ir a trabajar en el país Mvele, sin parientes, ni tía, ni hermana, ni hermano?. De allí nos llegaron el Oban, el odio y la muerte. ¿A santo de qué habre­mos de dar nuestras vidas por esa gentuza? ¿Se puede burlar al hijo como al padre? ¿Se burla a la esposa como a la gente impor­tante de su tribu?. Nuestros antepasados nos prohibieron cruzar el río Ntem y, del otro lado del río Nlong, nada bueno nos llegó, sino la adversidad.

No les hicimos caso a nuestros antepasados, vinimos a asen­tamos aquí en Ambam y topamos con dos clases de hombres blancos: alemanes y franceses. Los alemanes nos hicieron la vida imposible, pero los aguantamos a causa de su "riqueza"; a los franceses los aguantábamos porque no nos mataban, pero, ahora que han tramado exterminamos con eso de la prestación personal, ¿por qué hemos de seguir aguantándolos?. Debe1nos abandonar estas tierras y seguir a nuestros hem1anos a Bata. Así veren1os a quién envían a trabajar sin salario en metálico o en especie.

El jefe de tribu Nguema Ekoro les replicó así: -¡Eso no puede ser!¿En qué país de blancos vais a vivir sin

trabajar? Pues hay fang trabajando para los blancos en las orillas del río Nkomó; algunos okak y ntu1nu trabajan para los blancos en Bata, adonde vamos; ningún ntutnu se ha quedado en nuestros antiguos poblados de Oyen1, Mitnvu y Bitaan, taanbién ellos tra­bajan para los blancos allí. Yo sí daré hotnbres para la prestación (el trabajo obligatorio).

-Lo harás solo. Nosotros nos van1os a Bata. la ticn·a pronlcti­da, la que nos prometieron nuestros antepasados. Ese Ekoro A fa 'a fue el primero en equivocarse y emulándole tatnbién lo haces. Dices que vas a dar para el trabajo obligatorio hotnbres. ¿eres acaso el progenitor de esos hombres?.

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Los ntumu se dividieron en dos grupos. Nguema Ekoro les dijo: "Si os vais, trabajaréis igual que los que se queden". Abandonaron totalmente el poblado y se dirigieron a Panya (los Territorios españoles). Nguema Ekoro se enfadó, fue al goberna­dor o administrador colonial y le dijo que mandara detener a todo el mundo, porque rechazaban el trabajo forzoso. El gobernador esparció soldados por todas partes y comenzaron las detenciones.

Así se desarrolló el problema de la prestación personal en el país ntumu y se mantuvo como norma laboral durante la época colonial. Mucha gente que vino sigue viva hasta hoy (con1o es el caso de Al o' o Mengue).

CAPÍTULO 4: LA GUERRA FRANCESA

-¿Qué diceeeeen? -Que los alemanes vuelven a recupemr estos territorios. -¡Pobres de vosotros!¡,Tal con1o vi al Coronel llevándose de

aquí a los alemanes, algunos incluso cotnpletmnentcs desnudos? ¿Alguien nuevo ha nacido allí?. Esta noticia es falsa. los blancos de Dios no pueden permitir que los alctnanes vuelvan acá, porque derramaron mucha sangre nuestra.

Poco tiempo después. el adtninistrador colonial llarnaha a todos los ntun1u a las filas desde Abmn. Los ntun1u acogieron favorablemente la noticia de que iban a ofrecer gente para defen­der su país (Francia).

Los soldados se fueron a la guerra y a los que quedaron en los poblados de negros dijo el administrador: "Tmnbién estáis en guerra, haced algo".

CAPÍTULO 5: LA VIDA DURANTE LA GUERRA

El administrador congregó a todos los que no se fueron a la guerra y le agradó mucho un jovencito llatnado Lorenzo Ebendeng. Aquél le preguntó a éste:

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En esta edicion falta capitulo 3
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Así se esaiTO o el problema de la prestaci,.,.-~ personal en el país ntutnu y se mantuvo como norma laboral la época colonial. Mucha gente que vino sigue viva hasta , como es el caso de Alogo Mengue.

C"APÍTULO 3: TRAZADO DE LA CARRETERA .AJ,&.J AMBAM

Superada la época de los trabajos forzados, ~· Ekoro al administrador colonial:

habló Nguema

-Y a no le daré más gente en prestación ._ .. ~ .1L.IL ......... no obstante autorice que los ntumu abran una carretera de Ambatn hasta Bitan1 y Oyem, y otra que salga de Ambam y v hasta nuestra frontera con los bulu.

El administrador aceptó la propuesta y los -~ ....... 4,.....u dijeron: - Sí; allí es donde iremos a trabajar. Nguema Ekoro murió antes de que em las obras; fue

Asumu Nguema quien acometió esta empresa y 11&- culrrrlnó. Entre los ntumu unos se quejaban diciendo:

1

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El Capitulo 3 de la nueva version preparado por el traductor, Julian Bibang Oyee. La omision era falta de la editorial Malamba de Madrid.
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-Y otros - S1 el

DIO

Ct&ando cuenta de que benefician de él

C~PfrULO 4. U GUEIUU

- Qué dice«een? -Que los al

territorios.

.. 11 ,.~ 1 t • • .........

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-¿Podrás realizar todo cuanto te pida que hagas con los tuyos, mientras dure la contienda?.

Ebendeng respondió que "Sí, lo haré". Entonces le dijo el administrador colonial:

-Limpia los caminos, los puentes haz transitables, limpia tam­bién los poblados, los palmerales, las plantaciones de cacao y pre­para muchas fincas de comida. Me has de proporcionar palmiste, porque se extrae buen aceite para engrasar nuestras armas. También has de darme mucho caucho.

Ebendeng. y otros muchos jefes lo hicieron así, pero, sobre todo, nos gustó el hecho de no ver ni una víctima de la guerra. Únicamente supimos que hubo guerra, mas no oímos ni un solo cañonazo, tampoco tuvimos que huir a la selva.

CAPÍTULO 6: FIN DE LA CONTIENDA

Por fin llegó la noticia de que la guerra había tenninado y que los franceses habían vencido a los alemanes. Todos se alegraron y alababan al Señor, diciendo: "Los franceses son una tribu de verdad, la tribu que Dios nos ha deparado".

La primera guerra, la de los aletnanes, nos empobreció. fusila­han a nuestros jefes, nos quitaban a las mujeres y sólo era "cárcel de día y cárcel de noche". Ningún ntumu podía pem1anecer en su domicilio, sino que tenían que huir a la selva y los poblados que­daban desiertos; sin embargo, esta vez nos enteramos de que la guerra había terminado, sin haber oído un solo tiro ni haberla visto. Dios nos protegió bajo sus alas; aun cuando pasetnos penuria. seguiremos soportándolos, porque nos han consetvado la vida".

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CAPÍTULO 7: LA VIDA DESPUÉS DE LA GUERRA

Sólamente estuvimos un tiempo muy corto sin problemas. Vendíamos nuestro cacao de centro en centro, a tres céntimos

el kilo. Todo el mundo se volvió muy trabajador: unos plantaban, otros chapeaban (cortaban la hierba con machete) o cultivaban, los demás lo vendían. Luego proliferaron las conjeturas. Mientras unos especulaban diciendo que el kilo de cacao costaría cien cén­timos y la pieza de una tela sólo cuatro, otros decían que eso no era cierto, que el kilo de cacao iba a costar diez fra~cos y cien una pieza de tela. ¿Qué había sucedido? ¿Quiénes decían la verdad? De pronto, un personaje blanco importante, llamado Begue, con­vocó a todos los jefes a Ambam. Se fueron todos allá.

-El viejo régimen ha terminado, os traigo uno nuevo, anun­cióles. Los antiguos jefes, esos que os saqueaban y con1ían gra­tuitamente vuestras gallinas, a partir de esta fecha, quedan cesa­dos. Vosotros mismos elegiréis a vuestros dirigentes, cada cual mandará en su poblado o a su tribu.

-Yaaa!, asintieron los ntumu. Eres cicrtmnente el enviado del Señor, el que viene a salvamos.

Los jefes ntumu regresaron cada uno a su poblado.

CAPÍTULO 8: LA DISCREPANCIA DE NTUMU

-¿Qué dicen? -Que Begue se ha ido y Calestie es el nuevo gobernador de

Ambam. -¡Qué barbaridad!, exclamaron los nuevos jefes. ¿,Así nos

deja esta persona sin decirnos lo que debemos hacer'? ¿Qué pasa­rá ahora?. Ya habíamos elegido a los 'asesores' y a los jefes de tribu; aún no han empezado a ejercer ... ¿Por qué se habrá ido este hombre?.

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CAPÍTULO 1: LA DECADENCIA DE LOS NTUMU

La causa del decaimiento de los ntumu es su dispersión terri­torial, el hecho de no haberse establecido en un solo territorio.

Unos se hallan en Wele-Ntem (Gabón), el gobernador de allí dice que nadie puede cruzar el río Ntem sin autorización. Otros viven en los Territorios españoles (de Guinea), el gobernador de allí también prohibe cruzar el río Ntem sin papeles (salvoconduc­tos). Lo mismo ocurre con los que viven en Camenín. De tal modo que si un intelectual o un hombre de bien vive en Territorios españoles o en Camerún o en Wele Ntem no puede entenderse con sus hermanos ni emprender nada que pueda ayu­darles. ¡Qué cosa más triste!.

Cuando los hombres blancos los empadronaban en Ambam (Camenín), solían decir que no aumentaban, porque ignoraban que son los mismos que viven en Wele-Ntem (Gabón) y en los Territorios españoles (Guinea Ecuatorial). En definitiva, lo que ha debilitado al ntumu es la compartimentación de estos países.

Ojalá hubiesen servido bajo una misma bandera: "Ah. Nané Ngo' oooo!".

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