Onírica, tierra de exilios(Daniel Pereyra. 2013)

(Las ignoradas razones de ese viaje…)

“Sólo basta con tener…a mano el alma y con saber…no traicionarla….”

Cuando y por qué se inició este viaje que ahora va a terminar con mi muerte…?

Cuándo comenzó…..poder detectar el justo instante de su inicio.Tal vez de muy niño, en mis largos silencios….y mirarlo todo, en aquella vieja necesidad de saber qué es…cómo es….por qué.

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Tal vez, en los dolores que me causaban las injusticias ajenas, los chicos (como yo) descalzos en invierno, mis poesías a borbotones saliendo como volcán incontenible, que en su erupción luminosa mezclaba sensibilidades con rebeldías.

Tal vez…tal vez…..

Sin valijas, sin empaques…..igual no deje de llevar conmigo cada fragmento vivido con pasión y con audacia.Y su nombre….y sus ojos…..que de puro antojo, por ser quien soy….el olvido deliberado de lo indigno que liga esa mirada con mi nombre…..y esas palabras….esas palabras…..

Empecé a despertar, de la ensoñación de todo el viaje, cuando eran apenas divisables las lejanas cumbres de Onírica….lejanas y no tan altas…..brumosas, nocturnas….hermosas.

De un lado, al descorrerse los nubarrones más grandes, el castillo inquietante de Onírica, dónde quién sabe quién habita….Del otro, el mandala extaciante….con sus firmes guardianes….Más al sur….el volcán (llamado “de los anhelos”) siempre en una suave y cautivante erupción.

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No podía saber qué era semejante maravilla, tan extraña, tan bella.Menos aún la razón de mi llegada allí, el cómo y su fin.

*(“será en tu vida lo mejor, de la neblina del ayer, cuando me llegues a olvidar…como es mejor el verso aquel….que no debemos recordar…)

Primer día en Onírica.

Antes del amanecer, aún podía verse la luna a medias, su imponente luz desgarrando los nubarrones más altos….haciendo más inquietante la neblina.

Bien abajo, un enorme lago teñido de un verde-ocre muy extraño….la frondosa vegetación (alta y expuesta) se inclinaba como para beber en sus aguas….los rojos y amarillos no significaban nada que conozca….era el mismísimo suelo que desprendía un halo extendido por la niebla.

De pronto se hizo todo luz, tan intensa que ya no pudo verse nada por las ventanillas.Una suave vibración……y otra vez el inmenso silencio de todo el viaje.Nadie cerca, nadie conmigo en este viaje….

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Las puertas se abrieron de repente y sin que alguna persona apareciera me dispuse a bajar, con todas las dudas.

Un terreno sinuoso, muy lleno de arboledas, millares de Paraísos muy juntos como formando fila, ni la luz lunar podía intuirse.Como empujado por una fuerza misteriosa e inquietante me sentí impulsado a seguir ese sendero.

Todo silencio…..sentía mis propios pasos que se hundían en la hojarasca. Algo impedía que sintiera miedo….algo había allí que me lo hacía grato.De a poco fui subiendo el sendero aquel, empecé a sentir que, desde lo muy alto, unos enormes pájaros inclinaban sus cabezas, a mi paso, para verme. Al poco tiempo, cuando el amanecer se hizo presente de a poquito, los sentí cantar…como un susurro….suave….y coral.

Al fin divisé lo que me pareció una vieja entrada, como de columnas y un arco superior de hierro. Alto, oxidado, lleno de vegetación silvestre entre sus molduras….y sobre su curvatura unas palabras:

“Onírica, tierra de exilios”

*(“Tú, que llenas todo de alegría y juventud….que ves fantasmas en la noche de trasluz, que oyes el canto perfumado del azul….vete de mi!!!!”)

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Quedé allí, como paralizado….mezcla de asombro y de inquietud…..de curiosa necesidad de saber, pero nada me llevaba hacia la angustia, el perfume de la vegetación, insistentemente profundo, penetrante, grato….el coro suave de esos raros pájaros, que desde lo muy alto se descolgaban como manto…que me envolvían en una simple ensoñación….como de abrazo.

Se abrían nuevos senderos por todas partes…..y la luz del día me dejaba ver, entre la niebla que empezaba a disiparse, las primeras construcciones bajas, simples y sin luz, separadas unas de otras por muchos metros.

Pasé por las primeras casas sin divisar a nadie….Hasta que sobre el muro cargado de vegetación de una casa….en una parte libre del revoque, “alguien” había allí, fuera…escribiendo algo en ese muro…..Pasé a su lado, sin que siquiera me registre, me estiré para ver que decía aquello….Era en un idioma extraño, incomprensible…..pero al seguir unos metros me volví sin dejar mis pasos, como quien espía y no desea ser descubierto.Entonces, dio vuelta su rostro (desalineado y áspero) y sonrió al mirarme, como con secreta complicidad….al fijar mi mirada en lo escrito sentí que entendía….

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“Dicen que tu delito es la falsedad…yo digo que tu crimen es ser despreciable….”Volví a mirarlo……y ya no estaba…….

*(“No te detengas a mirar las ramas secas del rosal que se marchitan sin dar flor, mira el paisaje del amor que es la razón para vivir y amar….”)

Seguí “mi” sendero, seguí subiendo, hacia un lado y hacia el otro….muy sinuoso y muy grato…cada vez con más intensidad el coro aquel.Al fin, se hizo más difícil ver una huella en el camino, y al girar, entre nogales altos…una pequeña casa con su puerta abierta.Dentro mío sentí una voz que apenas susurró “tu casa”…miré a mi alrededor, nadie!

Entré con timidez, con deseo….con temor.Al poner un pie dentro….las luces se encendieron de repente….y de fondo, de ningún lado apreciable…los bellos sones del Concierto para piano Nº 21 de Mozart……y, a murmullos, como hablando conmigo…me dije: “Mi casa!!!!”

Las paredes con tonos esfumados al esmalte, brillante, de rojos…amarillos, blancos…ocres….

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El piso alfombrado con altos de terracota, mullido….que parecía que flotaba en ellos.Cada mueble…cada cosa….de estética oriental, China, Japonesa, hindú.Y mi amado concierto para piano.

Una gran biblioteca, con todos los libro que yo amo; y en un aparte de éstos….cientos de carpetas…cada una marcada con sus días, meses y años….. La primera decía: “1º de Noviembre 1957”.

*(“Yo que ya he luchado contra toda la maldad, tengo las manos tan deshechas de apretar, que no te puedo sujetar…..Será en tu vida lo mejor de la neblina del ayer, cuando me llegues a olvidar…como es mejor el verso aquél que no debemos recordar…”)

Sentí una profunda inquietud por salir, me atraía mucho el perfume suave que venia de la floresta, que casi se metía en la casa con todo ardor.Apenas saliendo, la frágil y grata sensación de los pies hundiéndose en el humus acumulado por años…como una alfombra natural que te hacía flotar.

Caminé sin rumbo, sin temor a perderme, ya que la frondosa vegetación, la arboleda tan continua, lo hacían bien posible.

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No sé cuánto tiempo pasó….al fin me recosté en una especie de banco hecho con troncos sueltos….la ensoñación se apoderó de mi….los suaves murmullos que, desde lo alto, aquellos pájaros entregaban….toda la atmósfera cargada y neblinosa…la suave luz solar en mi piel….me fue llevando.

Ni de qué modo, ni por qué (como casi todo en Onírica), soñando con un muchachito adolescente, que me preguntaba sobre el sentido y sin sentido de la vida…sobre el amor y el desencuentro, sobre la injusticia y la solidaridad, sobre la ingratitud y lo absoluto….Me desperté con su angustia muy vívida….con sus preguntas y su dolor, con su fragilidad e inocencia cristalina…con su bravía pasión por saber, por ser…por amar.

Volví sin darme cuenta siquiera de mi regreso a la casa, necesitaba escribirlo ya mismo, contestarle (de algún modo) con todo lo que tengo:

“Lejano y valiente muchacho:Me preguntás sobre las cosas que han sido mi motivo de necesidad de saber a tu edad, me hacés acordar tanto a mí, a esa altura….Tendría que escribirte un tratado entero, pero siento que eso mismo sería insuficiente, o patéticamente inútil.

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Tal vez mejor sería caminar largamente juntos, por estas extrañas y bellas comarcas, sin decirnos palabra alguna…..seguro que eso contestaría mucho mejor que yo todo cuanto te angustia…

Todas esas respuestas están dentro tuyo, no fuera…solo que aún tu fresca juventud te impide conocerlas. Un día, habrás andado tanto que comprenderás cada cosa….si es que tomás el camino difícil (pero cierto) de no engañarte a vos mismo, de ponerte primero vos en todas las listas de criticas hacia el resto.

Sobre la desdicha y el dolor, la ingratitud de los que ayudes, de los que ames con todo lo que tengas, de lo injusto sobre aquellos que te rodeen….para todo eso no hay palabras; sólo la comprensión profunda de no convertirte en uno de aquellos.

Me preguntás con toda angustia y toda tu valentía “qué vamos a hacer…?” Frente a un mundo y una condición tan extendida con la que habrá que vivir y hacer…..”qué vamos a hacer…?”

Muchacho…..haremos lo que siempre hemos hecho, no sólo porque no sabemos hacer otra cosa, sino porque hemos tomado la decisión “trágica” de no ser uno de ellos!!!!Haremos lo que siempre hemos hecho…volver a intentarlo….diez veces más, cien veces más….mil veces…..nos iremos intentándolo de nuevo, sin

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llenarnos de ácido corrosivo, de venenos absurdos….porque siempre sabremos que una cosa sí seguro conseguiremos, no ser uno de ellos!!!......”

*(“No te vayas, qué apuro de ir saliendo…aquí el ambiente es tibio y afuera está lloviendo, ya te devuelvo las cartas tu retrato, charlemos otro rato total después te vas….Ya nada tuyo me queda al separarnos, es cruel la despedida y triste distanciarnos hoy, no lloremos que las lágrimas conmueven y nada debe detener tu decisión….Rubí, acuérdate de mi…no imploro tu perdón más de tu corazón no me arrojes Rubí….a dónde irás sin mi, cuando no estés conmigo quien podrá quererte así? Rubí, en este instante gris, un último dolor me causará tu adiós….después la noche con su frío y con su lluvia pondrá su broche sobre mi corazón…..Vas a dejarme sin dudas sufriremos, con nuestros sinsabores por senda aparte iremos….no has de olvidarme por más que no me veas yo viviré en tu idea y tu en mi corazón.Ven que la lluvia afuera no ha cesado, la noche es cruel y fría no salgas de mi lado…amor; borremos todo amada mía que esta escena ha sido sólo un episodio sin valor….Rubí…..”)

Se vino la noche de repente…..los pájaros dejaron su coro sinfónico y se dispusieron en las ramas más altas, pero uno de ellos lo hizo sobre el dintel (del

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lado de afuera) de la construcción que me albergaba, como guardia de mi sueño.Una lluvia suave…como de necesario riego, se hizo presente….Las luces se hicieron tenues de repente, como un reloj de manecillas lumínicas, que anunciaban la llegada de la noche (y de mi sueño) perdiendo su brillo.

Así pasó mi primer día allí….sin preguntas, sin respuestas.Me dispuse a dormir, la puerta aún estaba abierta, no me dio necesidad de cerrarla, la luna se filtraba muy suave, como espiando mi descanso, haciendo las veces de sábana luminosa sobre mi…..Pensé un instante en mi lejana vida de hace un día nada más….Un solo día en Onírica y ya me parecía que aquello había pasado en otra vida….me sentía seguro, reparado…..sin preocupaciones, como nunca había sentido.Pesé en ella……la busqué absurda e inútilmente…entre las sombras……

(COCECHA TARDIALlegada a mí desde el pasado,en un viaje que no supo de desvíos....esos ojos que bien conozco,que tuve y que perdíal mismo tiempo....

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Y ahora aquí,después de tanto....con sabor lejano a dulce cosecha tardía....sus besos del mismo gustoque intuyo a la distancia de puro anhelo.

En silencio,bien pegados....sin decir palabra alguna....Afuera las batallas que no cesan...dentro la pasión que las desafían.

Vino helado,tardía cosecha muy dulce....Ojos como jaula para mi nombre de siempre....Boca que se lleva mi heroísmo y me hace débil....Las hojas de este invierno, amarillas y olvidadas.....se vuelven luminosas de repente,y se me antojan devueltas a las ramas…..)

La eternidad de la primavera(Atardeceres perdidos sin ella)

Como mi costumbre de tantos años…temprano ya despierto….al levantarme, sentí como se volaba el pájaro aquel que se había posado en el dintel al acostarme.Salí al umbral llevado por el suave aroma de la floresta tan perfumada de Onírica.

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Sentado en una rama, cerca de la entrada, estaba aquel que escribía sobre los muros, que vi al llegar el primer día._Vamos, me dijo, que si apuramos el paso podremos ver el tren….. _Quien sos? - apenas atiné a preguntarle…..Nada, ninguna respuesta…….lo seguí con una mezcla de curiosidad y de inquietud.

Caminamos largamente, los mismos perfumes de la floresta, el humus tan profundo…En Onírica, al amanecer, el suelo desprende con la niebla variados tonos según por dónde fueras.Allí, donde los altos Jacarandá vivían, a diez centímetros del suelo se extendían tonos celestes con la niebla, brotaban como luz tenue….de años de sus flores cayendo allí. Donde frondosos jazmineros crecían….blancos muy claritos…..y así todo llevaba una armonía como de cuadro impresionista. De ese modo, toda la atmósfera te llevaba a un suave ritmo como de vals…

Después de andar casi una hora, por paisajes alucinantes…sin decir palabra alguna, mi “guía”, mi vecino….sólo caminaba delante de mí…y cada tanto me miraba y sonreía.Escuché a lo lejos algo así como una bocina de tren….”allí está -me dijo- estamos a tiempo”.

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Llegamos al pie de la vía…..y a lo lejos, se veía la luz tenue de la formación…..Al instante estuvo a nuestro lado….lleno de vagones con ventanales muy grande que dejaban ver todo en su interior….Me paré en un tronco para estar más a la altura y ver su contenido.Lo que vi me impactó….dos días en Onírica, donde salvo mi vecino no vi a persona alguna, cada vagón que pasaba frente a mi estaba cargadísimo de gente.

No pasaba a toda velocidad, más bien lentamente, eso me impulso a tratar de hacerme visible para el pasaje, intenté (torpemente) ensayar un llamado:_Ey!!!!!!!!- Levantando el tono y haciendo gestos con mis manos…._No te gastes -me respondió mi vecino- no pueden verte….!!!!

Así siguieron pasando todos los vagones hasta el último….No sé si fue mi deseo…o fue real, o ambas cosas….me pareció verla sentada frente a la ventanilla de ese último vagón, mirando hacia mi…sin poder verme….

Cuando hubo pasado…y lo vimos irse a lo lejos, me volví de repente y le pregunté a mi guía, que no dejaba de mirarme con una sonrisa….._Qué fue ese tren…de dónde viene, dónde va…?

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_Siempre vengo a verlo pasar, es como un imán para mi -me dijo algo emocionado- no puedo evitarlo….Tomé coraje y ya mi tono fue más exigente:_Quienes son esas personas…que es todo eso????Mientras se levantaba y caminaba hasta ponerse entre las dos vías, mirando aún el horizonte donde desaparecía la formación, me dijo:_Van hacia el volcán….a varios kilómetros de aquí….llevan sus dolores, sus deseos, sus miedos, sus angustias, sus anhelos……para allí dejarlos y para intentar repararlos….Lo que dijo fue más confuso aún para mí……Quedé en silencio, como intentando alcanzar un sentido a todas esas palabras._El volcán se llama “de los Anhelos”…..está a la salida de Onírica, es bello, suave, puro….como las flores del cerezo!!!! Allí llevan sus sueños, dejan lo malo, lo cambian…..y buscan llevarse algún anhelo.

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Me acerqué a mirarlo de frente cuando dijo esas palabras, porque noté que su voz se hacia grietas al decirlo.Sin un gesto siquiera…..tenía los ojos y su mejilla llena de lágrimas…..Me alejé un poco, por no avergonzarlo…..y noté que yo también las tenía……

*(“Carrusel organito gastado, musiquita de todos los días, por qué quieres volverme al pasado, si el pasado no quiere volver…..Nada más que tus ojos castaños, en dos años perdidos y marchitos, nada más que un rondín pequeñito y un pobre poema de amor; nada más que un afán de nostalgia en tu infancia feliz de novela…..nada más nada más nada más….Carrusel van rodando gastados, tus colores pintados a mano….con su tibia ilusión de verano y su vano recuerdo de ayer….Carrusel organito gastado, musiquita de todos los días, por qué quieres volverme al pasado, si el pasado no quiere volver…..Un osito de trompa manchada, en tu almohada de nieve y de raso….y aun recuerdo siguiendo tus pasos en la tarde que quiere llover. Nada más que un ayer sin memoria, en tu historia lejana y trigueña, y tu risa…campana pequeña, nada mas nada mas nada mas…..”)

Volví, como pude, con una mezcla de rara curiosidad, sin registrar siquiera el camino aquel que

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ni sé cómo tomé; mi “guía” quedó allí, sobre las vías….ausente….sin angustias, con una mezcla de rara emoción muy conmovedora…..No entré en la casa, pasé de largo, el ambiente tan tibio siempre de Onírica me hacia sentir la necesidad de andar, de disfrutarlo, y la curiosidad de ver más.

Anduve por un sendero que subía, imaginaba que si llegaba a lo más alto vería otras cosas, secretamente me seguía en la cabeza lo que dijo mi vecino, un volcán donde se dirigían los pasajeros aquellos…..y en el fondo, por creer (por desearlo?) haberla visto a “ella”.

Sólo pude divisar una nubosidad lejana que se hacía más suave y de tonos muy claros….lejana si….y muy alta…..de púrpuras…de violáceos….que hacía el cielo, en esa lejanía, muy raro…tormentoso pero no de lluvia.Me senté a descansar en lo alto….y creo que otra vez me dormí sin registrarlo…..

(Porque no hago otra cosa que lamentarlo, con más dolor ajeno que propio…..como si recordarte fuera un ejercicio de sobrevivencia….recordarte si….en los tiempo aquellos que tú “brasa” estaba tapada por un amor que pude disfrutar y que me trajo de nuevo a la vida, que creí para mi….que necesité eterno……

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Y porque no hago otra cosa que imaginar verte…a aquella, la que curó (sin saber) cada herida, la que encontró exilio en un país lejanísimo, la que yo evoco…la que no está…..la que me amó…y a la que miré como jamás….jamás…volverán a mirar ojos humanos…..)

Al despertar…..sin noción del tiempo y su transcurso…al pie de mi….como si nada, un niño…..con nostálgica mirada, con piadosa contención, con algo de orgullo y cierta soledad al mirarme……Me dio como inquietud al verlo…….la sensación que estaba velando mi sueño….esperando que despierte….me hice a un lado._Hola – me dijo-….Lo miré con asombro. _Hola… –apenas alcancé a balbucear mientras me hacia a un lado…

(Querido y valiente muchacho….comprendo bien tu dolor, tu soledad, tus angustias.Me preguntás sobre la condición de las personas, su “ir y venir” sin rumbo, o con rumbo tan mediocre, con esa mezcla de egoísmo e hipocresía, con la violenta construcción de sus vidas…..Sobre los débiles, aquellos que no pueden elegir, los que se hunden malogrados por una sociedad que sólo miran que pueden sacarles y nada tienen

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ya…..o peor aún, los que pasan a sus lados, indiferentes…..Y otra vez “qué vamos a hacer?”.Me lo peguntas como si yo tuviera la respuesta, tu necesidad de saber de mi me parece más bien una súplica….un pedido de ayuda, como si yo pudiera hacerlo….Sabés, he librado todas las batallas esas que me decís que crees que debés luchar…..y sabés….me encuentro algo desarmado ahora, sé bien que el “enemigo” siempre es el mismo…fuera de nosotros y dentro….una herida que no esperaba…sutil….muy sutil….me ha desarmado por completo; como el guerrero aquel que desenvaina su espada frente al enemigo y al disiparse la bruma nota que quien lo busca herir es quien defiende……baja su espada (entonces) y se deja matar…..)

Un niño a la intemperie…..

Aún sin reaccionar, pero ya algo me empezaba a acostumbrar a estos misterios y raros encuentros de Onírica.Lo miraba, mientras él estaba sentado en el mismo lugar y mirando a la distancia siempre….con una bolsa llena de manzanas muy verdes que llevaba como en un morral.A cada rato me miraba, como segunda atención pero su escrutar estaba lejano, al horizonte…bien lejos, parecía mirar con avidez, como buscando.

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_Quien sos -le pregunté con algo de apuro-._Querés? –me interrogó, ignorando mi pregunta, y sacando una manzana de la bolsa.Me estiré para tomarla y apenas me rozó la mano sentí una conmoción muy íntima, como de cierto reconocimiento. _Gracias! –apenas como un murmullo me salió entrecortado.

_Dónde vivís? –le pregunté como buscando que hubiera alguna comunicación que me aclarara algo más._Tengo una casita, chiquita como yo jajajajaj –se rió fuerte al decirlo-. Pero nunca voy allí, fui el primer día, al llegar…..pero nunca más fui!_Por qué….cuando cae la noche, cuando querés dormir….no vas a tu casa?_No, nunca –me dijo sin darle importancia…_Pero por qué??? –mi tono fue más firme, me desesperaba que un niño así, de unos 8 años estuviera sólo allí y sin reparo._Porque tengo que buscarla…día y noche la busco, es enorme este “país”…..hace mucho que la busco y aún no he recorrido nada…. -el tono y su naturalidad me hizo comprensible su mirar todo el tiempo al horizonte._Quién es “ella”???? –traté de hacer que su respuesta me diera alguna pista.

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_Una niña….de mi edad, que está acá…perdida, tengo que hallarla, se ha perdido, no sabe regresar……!Las últimas palabras de la oración se hicieron muy débiles….apenas audibles, como si toda su emoción dolorida fuera con ellas….con una mezcla de ansiedad e impotencia.Ya no quise preguntar.De pronto, como creyendo divisar algo muy lejos, se levantó de un salto y comenzó a correr bajando la loma donde nos hallábamos, sosteniendo fuerte con su mano el morral de las manzanas……Alcancé a preguntarle a los gritos:_Cómo te llamás??????Si dejar de correr, con su mano sujetando sus manzanas, apenas dado vuelta hacia mí gritó:_Como vos!!!!!! Me llamó como vossssss……!!!!! Y lo perdí de vista.“Como yo”, esas palabras fueron más misteriosas aún.“Como yo”…..y recién allí reparé en que no le había dicho nunca mi nombre…..

*(No, ni es cielo ni es azul; ni es cierto tu candor, ni al fin tu juventud….Tu compras el carmín y el pote de rubor que tiembla en tus mejillas; y ojeras con verdín para llenar de amor tu máscara de arcilla….Tu, que tímida y fatal, te arreglas el dolor después de sollozar…..

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Sabrás como te amé, un día al despertar, sin fe ni maquillaje, ya lista para el viaje que desciende hasta el color final.Mentira, que son mentiras tu virtud, tu amor y tu bondad y al fin tu juventud, mentira!!…te maquillaste el corazón, mentira sin piedad…qué lástima de amor…..Sabrás como te amé, un día al despertar, sin fe ni maquillaje, ya lista para el viaje que desciende hasta el color final.)

Mientras veía como iban, tras el niño, dos de esos grandes pájaros de Onírica, a lo alto sobrevolándolo, como en actitud de custodios, empecé mi regreso solitario…..No había notado que tenía la manzana…..le di un mordisco con cierta desconfianza….se descargó, entonces, un jugo y un sabor que no conocía.De manzana sí, pero con un suave jugo tan dulce, como de miel…que saciaba mi sed además de hacerlo tan grato…era como un perfume de miel que me llenaba desde dentro.

Caminé largamente, ya empezaba a cansarme….A lo lejos divisé lo que luego pude ver con más claridad, había como reunido un grupo grande de esas aves corales…pero de pie, en el suelo, con sus alas replegadas, en un bosquecillo de cerezos tan extraño de hallar en cualquier parte, que hacía toda la atmósfera muy misteriosa.

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Al acercarme…..esas aves, lleno de ellas…se iban separando al verme como dándome lugar, abriendo mi paso…..una tras otra, mirándome a la vez…al fin, cuando las últimas se hubieron abierto a mi paso…..un espectáculo tan maravilloso como inquietante….un piano….un piano, muy lustroso, negro, pero lleno de flores de cerezo que allí se volaron en el primer viento….tan lleno de flores que apenas se veía el negro del fondo.Entonces, esos pájaros empezaron con su murmullo coral….suave, dulce….profundo.

Pude ver que en uno de los árboles cercanos, a un lado, estaba mi vecino…aquel de la visita al tren, con las manos llenas de pintura, escribiendo en un tronco caído:

“El hombre que escucha el Tao, cuando entra en la floresta no mueve una hoja…cuando entra en el estanque, no produce un rizo…”

_Hola, -le dije…. _Estás en todas partes…..!_Hola, en todas partes dónde me gusta….-contestó sin dejar su tarea.Qué es todo esto, qué es ese piano? –le pregunté como de costumbre.Es el piano de la chiquita, la que se pedió hace tanto….nadie más lo ha tocado desde entonces…

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hace tanto….-sus palabras fueron más bien una sentencia._Conocí un chico hoy, que busca una niñita como él, a ella te referís? me dijo, también, que estaba perdida -le pregunte asociando ambos episodios._Esa…..esa misma….Lo conociste a “manzanita” entonces…..aquí todos lo conocemos bien –su respuesta me permitió ir poniendo en orden mis ideas._Manzanita? No se llama así! –le respondí rápidamente._Claro que no…pero así le decimos, te habrá ofrecido alguna….._Si, son riquísimas…..-le respondí enseguida._Él viene de tanto en tanto aquí, es muy conmovedor, se tira sobre el piano, acaricia sus teclas sin dejar que ellas suenen y así se duerme…-su voz se fue quebrando al decirlo, su tono tan grato al relatarlo._Hace cuánto se perdió la chiquita? –le pregunté con mucha curiosidad por la historia._Fue hace muchísimo….mucho, mucho…..él, desde entonces, no hace más que buscarla….me conmueve mucho verlo…._Pero, nadie la vio jamás, no la encontraron nunca? Vos mismo no sabés de ella? –le pregunté con angustia._Yo si la vi…sé dónde está…no muy lejos! –al decirlo se fue alejando lentamente, como queriendo dejar la conversación.

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_Pero, entonces, cómo dejás que la siga buscando, por qué no le decís dónde hallarla? –y mi tono fue de exigencia.Como seguía alejándose y nada respondía, me acerqué a prisa y le tomé de un brazo…_No me escuchaste?Se dio vuelta con una mezcla de dolor y de fastidio:_Ella está muerta! – se sacudió el brazo de un movimiento y siguió caminando….para decir como al pasar- él no lo sabe!Su voz, al decir esto último estaba toda agrietada…..allí comprendí y ya no insistí en nada más.

Se sentó bajo un cerezo muy brillante y con las hojas del suelo de empezó a limpiar la pintura de sus manos, me senté a su lado:_No quise decirle nunca….la hallé una mañana mientras buscaba almendras en el bosquecillo de bambúes…..allí estaba….allí estaba- Miraba al suelo, como distante al decirlo._Pero dejás que él la busque tanto, hace cuánto que está perdida? –le pregunté para entender mejor._Está perdida hace más de 40 años, mucho más…..-alcanzó a decir.Cuando escuché su respuesta todo me pareció como esos sueños tan locos en que nada se puede comprender….una niña, de unos 8 años, perdida hace más de cuarenta…?Y siguió:

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_Si, dejo que aún la busque…SI! –y continuó con una mezcla de dolor antiguo y valentía disimulada…_Si….su vida, su única ilusión, su único anhelo es hallarla….si le digo la verdad….le añadiré otra muerte a esa niña. –al escucharlo fueron mías las lágrimas que brotaban, sin gesto alguno, de mis ojos; parecido al suave rocío que empezaba a caer en Onírica…como llorando, también, al escuchar su relato…._Ya aprenderás que aquí, en Onírica…el tiempo, el espacio….todas las cosas…no son como las conocés…no tienen esa cronología, ni esas pausas…ni nada conocido. –allí su tono era didáctico hacia mi._Lo que me toque, si me toca algo, por mentirle…lo pagaré con todo gusto…..ella ha muerto ya, que él siga vivo depende de esa mentira….yo pagaré el costo con todo gusto.

Ese atardecer en Onírica, con el rocío abundante cayendo sobre mí…como para disimular mis lágrimas, como para acompañarme en el dolor….esa tarde….DESPERTÉ!!!!

(Y cuando aún eras muy niña, quién sabe por qué fatales designios, tu almita que necesitaba el amor como remedio, haciéndose añicos como cristal brillante, desde muy dentro tuyo…..por fatales pensares, quebrando los anhelos…llevándote bien lejos, para mi pena.

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Y hasta hallarte, algo en mi que no se detuvo, como ignorado designio, no sabiendo de tardanzas ni de tiempos, venciendo todas las batallas, esas que aún estaban perdidas, llegando mal herido pero de pie, para ofrecerte cada rastro de mi alma….cuando ya tu nombre estaba ausente, sin importarme eso….desenvainando mi espada para tamaños “enemigos”, con las fuerzas que tenía….intentando rescatarte.Y en las marcas que en los cuerpos se quedaron, fundidas como acero por la pasión que hicimos, sobrevive como invencible guerrero, el modo en que nos amamos y nos desesperamos, seguros de ese instante en que volvías a tener….el nombre de tu alma.Y allí quedados y jugando, los niños que nos ahorramos en tu vientre, y uno muy blanco que todavía me pregunta, con sus ojitos extrañados….dónde se halla la que ama tanto….Y otra vez las tormentas desatadas, los fríos glaciales en plena primavera, mis manos que sujetan el nombre que es olvido dentro tuyo.Y aún cuando no hay rastro de todo aquello, herido hasta el hueso por su voz, de pie una vez más y desenvainando, con el ruido a metal al hacerlo, de mi espada de siempre…..para darle una batalla que nunca olvide, a aquello que la llevó tan lejos….)

Mi vuelta fue, como todas…sin darme cuenta, Onírica se encarga de traerte de vuelta siempre, sin

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que lo notes, sin errar en los caminos, de allí que hubiera sido muy extraño lo de esa chiquita perdida….Mientras caminaba comprendí, aquí “perdida” no sólo es de camino…sino también de rumbo…..

Apenas llegue a la casa me tiré en la cama, sentí como se disponía, otra vez, aquel pájaro que parecía custodiarme, en el dintel, del lado de afuera….La música de fondo muy suave….ahora era “Pequeña música nocturna”, también de Mozart.Las luces que se hacían más tenues cuanto más cerca se hallaba mi sueño…..Había sido un día muy largo, cargadísimo de misterios vívidamente sentidos…de esa extraña “lógica” que perfuma toda la comarca.

Sólo me preguntaba, con curiosa inquietud, qué cosas me esperarían mañana en este sitio….Me fui “olvidando” de mi….así llega el descanso aquí en Onírica…..perdí mi mirada….seguro, por primera vez, de volver a hallarla en la mañana.

Los vencedores de la tormenta

Esa misma noche, algo me despertó….Rarísimo en las noches suaves y tibias de Onírica, algo me despertó.Algo así como un chistido…no muy intenso, que parecía provenir desde fuera de la casa.

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Abrí mis ojos de a poco, sin sobresaltos y, como es cosa natural en la casa, las luces se empezaron encender muy de a poquito, como acompañando mis párpados….

Pude divisar a primera vista, sin levantarme aún, que mi “ave custodio” había descendido del dintel y estaba frente a la puerta (siempre abierta) de la casa, dando su espalda alada al acceso, como impidiendo que alguien entre.Me levanté con curiosidad, escuchando aún esos chistidos intermitentes……Me acerqué a la entrada y pude divisar a la distancia a mi vecino que era quien chistaba hacia mí como llamada.Transpuse la puerta y el ave se hizo (naturalmente) a un lado con ademán de sumiso saludo, agachando su cabeza evitando la mirada y se quedó detrás de mí.

Rápidamente mi vecino alzó su voz para decirme:_Vamos…vamos….que si nos apuramos llegaremos para ver el concierto…..-y sin mirarme ya, se dio vuelta y emprendió el camino seguro que yo lo seguiría.

A la mitad de la noche, con la suave brisa tibia que inunda las noches misteriosas de Onírica, impulsado por quién sabe qué designio…..Inspirando ese aire penetrantemente verde de la gramilla, sintiendo como caricia la luz lunar que se filtra por entre los

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dominante árboles altísimos, con los pies hundidos hasta los tobillos en la hojarasca y el humus milenario de esta comarca, entre una bruma de variados tonos que sale del mismísimo suelo y te cubre hasta las rodillas….así, con esa mezcla de vívido delirio dulce y conmovedora búsqueda ignorada…así anduvimos una hora.

En silencio, con mi guía delante todo el camino, sin decir palabra….con un mínimo guiño cada tanto a modo de sonrisa….Veía acomodarse, en lo alto, aquellos pájaros tan hermosos e intensos, haciendo una pausa en su sueño a nuestro paso y volviendo a dormirse.Unos árboles algo más raros que los que siempre había visto empezaron, de a poco, a aparecer.Sus ramas parecían inclinarse a nuestro paso….al dejarlos atrás, como con desperezo errático.Sorteamos varios estanques con un color violáceo intenso, algunos lilas por antojo de la luz lunar….y sobre ellos brevísimas mariposas nocturnas revoloteando las aguas.Sobre la vegetación intensa de las orillas millones de bichitos de luz….cuyos fulgores pequeñitos parecían comunicar rítmicamente una partitura musical silenciosa.

Al fin llegamos….

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Mi guía subió una pendiente muy empinada y alta y desde allí, con voz entrecortada por el esfuerzo me dijo:_Vamos…esto no va a esperarte!Subí, también con dificultad, hasta alcanzarlo.Lo que empezó a aparecer de a poco a mi vista, al llegar a los últimos metros de la loma, fue algo indescriptible….

Un escenario espectral….cargadísimo de colores azules y brillos lunares como de una paleta de pintor que se hubiese vuelto loca de repente; con violáceos intensos, con un cielo que, aún en la noche, no lucía negro….muy azul y llenísimo de estrellas tiritantes…Sobre el horizonte, perdidas brumas celestes y blancos desgastados, las raras edificaciones lejanas bañadas como de nieve por la luz lunar…..un lago pequeño reflejando la intensidad de los brillos, un planeta azulino flotando como por magia en el centro de la escena…..y un grupo muy grande de personas que no paraban de andar y hacer, todos vinculados.

Fuimos bajando, yo trastabillaba seguido por no poder sacar la vista de encima a semejante escena.La pendiente me llevaba y mis piernas no daban abasto por la inercia; ellas tenían la misma ansiedad por llegar y hacían cada vez más rápido mi descenso.

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Cada vez todo se fue haciendo más claro y comprensible.Una vez en el llano, muy cerca ya de esas gentes….y con los sonidos bien claros, pude registrar que se trataba de grupos grandes de músicos…mezclado con todo tipo de artistas en frenética tarea.Escultores tallando viejos troncos, de un modo tan bello….pintores de todo tipo elaborando sus tonos y argumentos….mirando de tanto en tanto unos las obras de los demás, como en una “gestalt” unificada que hacia parecerlos como un solo organismo.

Pasamos, sin detener nuestra marcha, por la fila de violines……se miraban entre sí…volvían a arrancar con la melodía…..pude reconocer algo de Bach.Algo alejados una docena de pianos entretejían sus notas como hablándose, como de arreglos muy creativos de la música de Chopin.Alrededor de estos músicos, lleno de pintores dispersos mezclados entre los instrumentos a pocos metros de ellos, como usando esas melodías como un color más en sus paletas, pintando sus temas a esos ritmos………

Nadie dejaba de hacer su tarea de modo frenético pero grato, pasábamos entre todos ellos y éramos como saludados por un simple ademán en inclinación de sus cabezas……

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Qué otra cosa que una fascinación muy íntima se podía sentir…..los sonidos y el espectáculo hacían que la piel se estremezca muy desde dentro….una emoción y conmoción visceral te ganaba desde la sangre….la escenografía natural te envolvía y te llevaba como flotando…”Onírica -pensé- Onírica- murmuré”. Como reconociendo algo que hasta allí era lejana sensación misteriosa……Seguí murmurando como para mi mismo….sin notar que lo hacía con la melodía de ese bello tema de Chopin que ejecutaban todos a la vez.

Me acerqué a mi vecino, que contemplaba una pintura en plena ejecución, y empecé con mis preguntas:_Qué es esto….quiénes son??Sonrió como intuyendo que ante todo eso no podría evitar preguntarle, como que estaba esperando mis preguntas…._Lo que ves, artistas!….los más olvidados y dolidos que aquí, en Onírica, sí son valorados!!!!Lo miré sin alcanzar a comprender del todo su respuesta, entonces prosiguió como comprendiendo mi confusión:_Gente pobre…o sin acceso, o llevados por la vida a no poder alcanzar valoración; por su lugar, por su tiempo, por su condición, por la mediocridad de su medio…..el Arte perdido que aquí, en Onírica, cobra

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una nueva fuerza y posibilidad….que esta tierra misteriosa atrae como imán…..y deja ser!

A esa altura…..los sones de la música eran muy firmes y suaves a la vez….había una atmósfera de unidad en todos los que allí ejecutaban sus artes….todos interesados en la tarea de todos….los músicos no miraban partituras sino que se dejaban llevar por su colega cercano y como que rescataban sus notas, si se perdían, de los mismos cuadros de quienes pintaban a su alrededor.Los talladores ponían la percusión necesaria….los alfareros hacían rotar sus tornos para barro y ese frotar daba la cadencia…..mis piernas ya no me sostuvieron….me fui inclinando en su flexión y caí de rodillas…conmovido por tal maravilla….

Se acercó a mí mi vecino, puso su mano en mi hombro y me dijo:_Vamos……ya es hora!

Caminamos colina arriba nuevamente, yo lo hacía más trabajoso ya que no dejaba de mirar, hacia atrás, toda la escena._No te preocupes –me dijo con tono de consuelo, adivinando mi deseo de quedarme-, en parte este sitio te pertenece también, un día tal vez puedas quedarte……No pude decir palabra….pero supe que había valido la pena, despertar en mitad de la noche….para tener

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este “sueño” que se me quedaba fijado a la piel…como mancha, sin olvidos posibles.

A lo lejos había una figura, alguien allí pero algo lejos, en lo alto observando como escondido.Lo vi y me detuve, mi vecino se apuró a decirme:_No es nada, es Manzanita, a veces viene aquí a mirar, a escuchar de lejos….._Por qué de lejos –le pregunté confundido- por qué no baja?_No lo tiene permitido –me respondió como cosa obvia mi vecino- él no ha venido por arte sino por “ella”.

Mientras llegábamos a lo alto, para desandar luego la bajante que nos traería de vuelta, Manzanita se alejó con la prisa que siempre parece tener, a la carrera….como con algo de vergüenza por ser descubierto.

Volvimos por las mismas sendas….empezaba a reconocer esos árboles retorcidamente extraños y bellos…..los estanques y sus luces diminutas…esas mariposadas en aturdido vuelo nocturno…..La madrugada de Onírica….como un velo suave y piadoso, que en su envoltura conmovedora te va llevando hasta mostrarte cada uno de sus misterios….

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Por alguna razón, muy obvia, empezaba a comprender algunas de las (secretas) razones de su existencia.Por alguna razón…..aún no comprendía bien mi estancia allí!

(Cristales soñadores...

Hecho añicos,pegados cuantas veces....los fragmentos tardíos de su anhelo.

Hecha madrugada,mitad deseomitad pesadilla...Palabras repetidas como pegamento,en inútil pretensión de repetirlo...Mitad arrabal,mitad salón soñado...

Y el cristal aquel,el de antes,el de ahora,disimulando su intento por volver a ser intacto.

Inaudible pedido desesperado,el océano de palabras que nada dicen...que todo lo intentan.Y yo allí, en medio del derrumbe aquel...

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fingiendo nuevas arquitecturas...Yo...que volví de todas las batallas,comandante de legiones heroicas....ahora ya sin mis bravos soldados,yo allí, volviendo a fingir....que no he venido herido.

Entre los escombros de una vida,escuchando los murmullosque no debiera...mi completa vocación de soldado.Y mis manos,sólo mis valientes manos,sin nada en ellas,retirando los escombros esos,que tan bien conozco....

..y aquella que no pudo saber,que prefirió ignorarlos fragmentos de metales metidos en mi cuerpo.El charco de sangre donde habito....y el fusil aquel que no deja de disparar,Y en la certeza de esta derrota mía,se hunden mas profundos aun....las esquirlas de misteriosos cristalesque no sé esquivar.......

Cristales suyos,soñando.....Cristales míos,

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callando.......Y en esa copa hecha añicos,beber lo que se escapa de los fragmentos....de su vida y de la mía!!!)

El Laberinto de los olvidos

Al llegar a casa sentí la necesidad de recostarme fuera, sentía el perfume vegetal que se hacía más intenso con la noche….Con el humus y la hojarasca como colchón, con los suaves tonos como niebla superficial que de su suelo brotan, como manta. En la tibieza permanente de esta tierra….descansé hasta que se fuera la madrugada.

Desperté de mañana, sentí cerca el ruido de las hojas al paso de alguien…Abrí mis ojos y frente a mi un hombre que reconocí de inmediato; mi padre._Cómo has estado?- con toda familiaridad y sin la mínima explicación, como lo más normal, como la cosa más natural…me dirigió esas palabras y una sonrisa…mi padre fallecido hacía 23 años!Aún mi cada vez mayor costumbre a esta misteriosa tierra no pudo evitar la sorpresa inmensa.Me levanté como pude y nos fundimos en una abrazo descomunal….intenso….lubricado por un mar de lágrimas, mías…suyas…..Sólo sonreía….con sus mejillas muy mojadas….

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_Bueno vamos, quiero que veas algo!- me dijo con apuro.

_Te hemos extrañado mucho!- le dije entre cortado._También yo- respondió enseguida._Yo habría querido decirte tantas cosas- le dije como sintiendo que ese momento tal vez se me escurriera, como su vida entonces._No te preocupes, las “escuché” todas….en aquellos últimos días míos….en el hospital….tu cercanía, tu beso en mi frente cada vez….y luego, tu angustia y tus palabras calladas, cada vez que me “hablaste”…te escuché siempre!- sus palabras me iban llevando a tantas veces….no había sido imaginación o necesidad mía sentir su presencia…su calidez….en cada momento de zozobra._Bueno, ahora ya está…y te respondo que SÍ!- se refería a algo que no comprendía yo ahora._SÍ qué?- me apuré a preguntarle._Que SÍ….que siento orgullo por lo que sos!Mi emoción entrecortaba mi garganta….ya no pude pronunciar palabra….un nudo enmudecedor me impedía cualquier cosa….Al andar un poco más le pregunté:_Dónde vamos?_Quiero que veas un gran ventanal muy alto que hay aquí….en lo alto de los montes de la “ilusión”, así lo llaman- me respondió muy seguro._Quiero que veas dónde van los que “derrumban” sueños…los que matan ilusiones….los que eligieron

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el desprecio- como si supiera mucho de esta tierra cada palabra suya era de suma seguridad._Pero aquí, en Onírica?- mi tono de confusión tenía que ver con que a esta altura esta comarca era para mi la morada de seres muy sensibles y cálidos, no podía concebir esas presencias que terminaba de describir._No es aquí, no habitan aquí, desde aquí pueden verse…ir y venir en su laberinto…están en una tierra lejana, muy lejana…pero hay un mirador en los montes que te digo….se los puede divisar y quiero que los veas!- como siempre, su tono tan seguro y afirmado…me hizo recordar tanto sus modos en la vida que tuvimos….ese mismo tono que yo le combatí entonces…que nos llevo, a ambos, a chocar tantas veces, a pelearnos mal…incluso a cruzar golpes alguna vez.

Fuimos subiendo a cada paso…la charla hizo que el trayecto, muy extenso, se hiciera una nada.Lo veía…no podía dejar de mirarlo…estaba igual….pero sin las dificultades que al fin tuvo para andar, para caminar….para respirar. Aquí es como que su vitalidad estaba como de joven, y que nada le costaba….como cuando de chiquito yo “sabía” que todo lo podía….y él no tenía límites para mí.

Al fin…ya en lo alto de una colina….debajo nuestro, como espectral espejo que deja ver en vez de reflejar….una llanura inmensa con mil senderos de

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altos follajes, un gran laberinto interminable…y miles de seres allí, yendo de aquí para allí, a veces chocando entre ellos, a veces caminando, luego corriendo….muy bien vestidos…llevando cada uno pesadas valijas….las que hacían más penoso su andar._Los ves?- me preguntó en voz muy bajita como si pudiéramos ser escuchados….- los ves?????- volvió a preguntarme ya que yo estaba mudo observando ese espectáculo tan siniestro._Si…claro que los veo….!!!- le respondí con una voz mucho más baja aún…como diciéndolo para mi…

Quedamos en silencio, allí, un largo rato…como para considerarlo mejor…Miraba cada detalle de esas personas, su andar dificultoso, su chocarse entre ellos y sus gestos de fastidio cada vez…su correr permanente cuando se les aparecía como probable sentir que había un curso de salida de allí….empujando a los demás….arrastrando sus maletas._Qué llevan con ellos?- le pregunté seguro que tendría la respuesta._Se llevan lo único que es de valor para ellos…ellos mismos!!!!!- sentenció de modo terminante._En sus valijas digo…volví a preguntarle._Qué pueden llevar…..- me respondió como lo más obvio- sus pertenencias!!!Como quedé en silencio….volvió a decirme:

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_Ves hijo….lo ves….un gran negocio!!!!- y estalló en una enorme carcajada._Son los mejores para “ganar”….para tener….para multiplicar las cosas…SUS cosas! Bueno, ahora que las lleven como querían, consigo, por más que les hace muy difícil su camino… no las sueltan….jajajajaj- volvió a reír muy fuerte!_Viejo…- le dije sin dejar de mirar la escena…- allí reconozco algunas personas, es así o me aparece a mi?- le pregunté aún más confundido!_Buena vista….muy buena….si….ellos están allí también, los que te quitaron…los que te hirieron…los podrás reconocer si te fijás bien, entre sus cosas tienen las tuyas…y dentro de ellos llevan el dolor que te causaron….por eso los vengo a ver cada tanto, me compensa saber que allí están…y que vos no sos uno de ellos!- sus ultimas palabras estaban quebradas por la emoción….de repente me sentí muy a gusto._Bueno, ya está…dejemos esto, por ese sendero de allí, donde están esos bellos Olmos tan retorcidos, por allí volvés, yo tengo que hacer no puedo acompañarte…hijo.Comenzó a caminar alejándose….como si fuera un designio de esta tierra…un permiso que le hubiera sido concedido por un breve instante…..comprendí todo eso en un momento, ya me estaba acostumbrando a no desafiar ni cuestionar estas cosas de Onírica…estos misterios y bellos modos de esta tierra.

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_Viejo!!!!!- le grité antes que estuviera muy lejos.Se dio vuelta…y ambos sentimos la necesidad de un abrazo…corrimos acercándonos y nos estrechamos llenos de lágrimas…._No volveremos a vernos- me dijo sin dejar de abrazarme fuerte- pero nos ganamos esto hijito! Lo que tanto querías…lo que yo tanto quería!!!!Mientras se alejaba…..toqué en mi hombro la humedad de una lágrima suya…la puse en mi dedo y la miré…la besé intensamente…y me dispuse a bajar muy emocionado.Algo más allá…como sones de bandoneón…deFondo… suaves, quejosos…bellísimos….y una voz que me acariciaba con unas letras que tanto amo:

*(Tengo el corazón hecho pedazos,rota mi emoción en este día,noches y más noches sin descanso,y esta desazón del alma mía…Cuánto, cuántos años han pasado,grises mis cabellos y mi vida…Loco! Casi muerto, destrozado..con mi espíritu amarrado…a nuestra juventud….

Más frágil que el cristal, fue mi amor junto a ti…cristal tu corazón, tu mirar, tu reír…Tus sueños y mi voz,y nuestra timidez, temblando suavemente en tu balcón….

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Y ahora sólo sé que, todo se perdió, la tarde de mi ausencia…Ya nunca volveré, lo sé bien, nunca más!Tal vez me esperarás…junto a dios…más allá…

Todo para mi se ha terminado…Todo para mi se torna olvido,trágica enseñanza me dejaron,esas horas negras que he vivido….Cuántos…cuántos años han pasado,grises mi cabellos y mi vida,sólo siempre solo y olvidado,con mi espíritu amarrado…a nuestra juventud.Mas frágil que el cristal……)

La cuenta pendiente

Volviendo, llena mi cabeza y mi emoción de tantas cosas…..aún con su presencia en mi…con todo el regocijo y la pena, al doblar un sendero, aún desde lo alto de una loma, el espectáculo de millares de personas como acampando…..y subido a unas grandes piedras un chico dirigiéndoles la palabra.Cada tanto un estallido de la muchedumbre frente a la arenga de su “líder”….algo familiar había en el ambiente para mi, sin razón lógica que lo explique.

Me acerqué con todo descuido y al llegar al llano dos personas armadas me detuvieron y me llevaron con ellos.

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Estuve encerrado unas horas…cuando al fin escuché finalizar el “acto”, al rato, se abrió la puerta de mi “celda” y entraron dos guardias y el chico que había visto dirigirle la palabra a todos allí afuera.

_Soy Mario- me dijo con firmeza y prontitud._Yo soy…- me apuré a decirle sin que hubiera preguntado, pero fui callado por su nueva afirmación._Ya sé bien quién es, muy bien….-me miraba con desprecio mientras me dirigía la palabra….tenía el gesto duro que no parecía de un muchacho, cómo de un adulto con responsabilidades muy grandes y tareas importantes en ejecución._Tu confusión es un insulto- me dijo con mucho odio- vos me concebiste hace mucho tiempo, te desentendiste luego…..me diste esta vida y ahora no comprendés….sos un canalla!!!! - se dio vuelta con gesto de impotencia y de un ademán hizo que salieran los guardias. Se volvió hacia mi, me miró bien a los ojos, bien de cerca, con una mirada muy penetrante…. _Así que no me conocés???? - me dijo con más desprecio aún, y de un movimiento me dio un cachetazo!

(La rebelión de los subsuelos. Novela inconclusa año 1982. “Marito tiene 12 años y va camino al reformatorio…..”

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El día de ayer, este niño, viajo sólo al barrio de Mataderos, esperó toda la noche y de madrugada, cuando los camiones jaula descargaban su carga de vacunos en el matadero, saltó sobre la cerca de acceso, golpeó con una piedra al jinete Braulio Moya que custodiaba el cerco principal y abrió la tranquera que da a la calle de acceso.El resultado….toda una estampida de los animales que fugaron de inmediato a la calle y pronto causaban un gran revuelo entre vecinos y todo el tránsito de la zona….Fue aprendido, puesto a disposición del juez de menores y enviado al reformatorio.Un día antes del hecho se había despedido, en la escuela, de la niña Soledad, que siempre se había sentido atraída por él y a la que Marito parecía ignorar….. “_Soledad…no has tenido mucha suerte….no entiendo cómo una niña tan linda como vos deberá sufrir tanto….”Luego, su fuga….su huida hacia el interior del país….su reclutamiento de los pobres, olvidados, discriminados y malogrados en todas partes; y la marcha final sobre Buenos Aires, con su ejército de seres olvidados y condenados a padecer….)

De repente comprendí, de repente…recordé!!!!“Marito”…..mi novela sin terminar, que quedó allí, en un cuaderno, olvidada…..le dí vida y sin que sea conciente de esa posibilidad, ha vivido…a pesar de

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mi “olvido”…de mi falta de aplicación….de mi desidia.Marito estaba allí, ahora frente a mi, con sus 20 años de muchacho aún, que debió hacerse muy hombre temprano,….y me estaba cobrando esa vieja factura….Qué habría sido de su rebelión….de su gente, de él mismo?Qué habría sido de Soledad, esa niña tan angelical que le concebí con toda intención que conozca el amor, a la vez que les destinaba un designio tan duro?Tenia Marito, pensé como para mi, sobradas razones para su desprecio. Era un “padre” abandónico de la peor clase. Ahora estaba frente a mi…..y me lo tenía merecido.Lo había concebido, de niño aún, en un rebelde ser que no podía siquiera soportar el destino de muerte y su posterior empleo alimentario de esas vacas que había visto muchas veces entrar en el matadero.Lo había hecho comandante de un “ejército” irregular de desdichados….lo había hecho marchar penosamente a Buenos Aires, para enfrentarse a lo peor….y esa niña a su lado, ambos condenados por un destino que yo les construí.

De pronto, se dio vuelta…había algunas lágrimas en su rostro, que desmentían la dureza de su odio y su golpe. Se abrió la puerta y entró una chica, con cabellos claritos y ojos enormes…vestida con ropa

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de combate…. Ella lo abrazó muy cálidamente….mientras lo hacía me miraba fijamente por sobre el hombro de Marito que se había fundido como necesitando su consuelo._Soledad… - me dije para mi mismo en tono muy bajo sin dejar de mirarla….. _Soledad….. -me repetí!Aquí estaban……de mi propia siembra….de mi mente y mi arte…..de mi necesidad de expresar la propia rebeldía.Aquí estaban, en Onírica….porque fueron un sueño mío…uno muy duro, pero sueño al fin.Aquí estaban…..y yo les debía una explicación….y una disculpa.

Cerraron la puerta tras de si, traté de calmarme y ordenar mis ideas; no me sentía violentado a pesar de la agresión, me sentía conmovido….Como cuando sabés que algo es justo a pesar de tu momento nada agradable.Sentí como un acto de justicia, tal vez una justicia postergada, que lo ocurrido en esa casa precaria era algo que “debía” suceder.

Sentí que afuera, a lo lejos, se multiplicaban los murmullos, los sonidos como de muchas personas en movimiento.Me acerqué a la ventana y vi toda esa gente marchando pesadamente…..

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Al frente, como no podía ser de otro modo (como yo lo había concebido, bravío y valiente), iba Marito, ahora el Comandante Mario…con sus veinte años de hombre, guiando su “ejército” de desdichados a su destino final.

Tenía la certeza que la puerta de la casa estaba sin cerrojo, pero evité, deliberadamente, intentar salir…como un acto de dignidad frente a toda esa gente, a su Comandante, a la creación que yo mismo hice hace tanto tiempo…ellos muchos más dignos que yo.Los había condenado a andar….a su marcha penosa…los dejé sin un destino que les hubiera justificado semejante lucha. Los había dejado solos, sentí que no tenía merecido siquiera mirarlos de frente, salir a ver su partida, que me vean…..no me había ganado eso!

Los había condenado al peor designio, la razón profunda de la decepción de Marito y de su rencor no era la condena a luchar para siempre, de enfrentar la barbarie social y política de su tiempo; no era enfrentar todas las penalidades de su marcha, de su muerte calculable por tal valentía.La razón de su rencor hacia mi era que lo había condenado a errar….a vivir con un destino trunco….a que semejante intento no tenga siquiera la dignidad de la derrota….

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Allí iban, allí iban…mis amados seres desdichados…lo que quedaba de ellos.Austeros, estoicos, dignos, valientes…llenos de conciencia, de la verdad de sus derechos, dispuestos a todo por ello….mi orgullo de siempre.Allí iban, mis valientes y sufridos seres que se ponían de pie y ejercían sus derechos…..allí iban y no sentí tener el más mínimo derecho a mirarlos partir siquiera, mucho menos seguirlos.

Marito, Soledad…todos ellos.Condenados a errar para siempre…..postergada su batalla final y sus derechos.Los veía ir, por la ventana, como un cobarde….sin derechos yo y ellos muy dignos, en parte esa sensación me dio algo de calma, un acto de justicia al fin….por su desprecio hacia mí, muy justo.

De lejos, Soledad…que se dio vuelta de repente y pude divisar que dirigía su mirada hacia la casa, hacia la ventana, estaba ya muy lejos pero pude distinguir sus enormes ojos verdes, algo hacía que viera su gesto y la intención de su mirada….Sentí enseguida (en sus ojos) como la necesidad de preguntas, algo que no se podía permitir por la clara y firme actitud de Marito hacia mí.Pero enseguida se volvió hacia él, que estaba unos pasos más adelante, de un gesto desvainó su espada y siguió a su líder (y a su amor), hacia quien sabe que destino!

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(“BUENOS AIRES Y ELLA...

Camino Buenos Aires.....como tantas veces,como en aquellos días,cuando la tarea era llegar a la noche.Camino Buenos Aires....como cuando la buscaba absurdamenteen cada bocacalle,cruzando de veredaimaginándola llegar.....

Camino Buenos Aires.....y pienso en cada vez que me tocó dejarla.Las pocas veces que me tocó dejarla....en la huida anheladadel hastío cotidiano....Y cuando ya lejos escuchando el murmullo,la desesperación por volversabiendo bien el horror y su ausencia.

Camino Buenos Aires.....con aquella vieja manía de inventarme amaneceres,con la angustia de millones corriendo a mi lado,con la angustia mía.....odiándolos al paso sabiéndolos míos,por muy míos más odiados.

Camino Buenos Aires......entrando en todos los bares,donde tramé mi poesía desgarrada;mirando a través de los vidrios empañados por el frío....por mi propio asombro....

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Camino Buenos Aires.....y vuelve a mí cuando debí dejarla......cuando quise dejarla,cuando me escapé de ella....y no hallé aire para mi en otra parte.

Camino Buenos Aires.....sin ella......buscándola aún,a mi ciudad perdida....y a Ella.....la que perdí aún antes de tenerla....

y a la que le murmuré su nombre despacito,miles de veces,mientras acariciaba la reja de su casa de entonces....mientras el óxido del inviernome quemaba las manos,y el susurro aquelque la traería a mi....y aún yo no lo sabía......”)

Cuando ya en el horizonte sólo eran una brumosa neblina de polvo levantado…Cuando el viento se fue con ellos como reforzando su cansado “ejército”, recién allí salí de esa casita precaria.Tenia en mi la enorme necesidad de seguirlos, de formar parte de aquello muy grave que les esperaba, yo era el autor de esa historia, sabía bien cada detalle.

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Pero sabía también que no tenía ese derecho, que no era bienvenido en esa lucha, no sólo era un “ajeno”; además era un despreciado por ellos.Busqué entre los restos de su campamento abandonado algo que llevarme, no como estúpido souvenir mediocre, sino como algo que me hiciera sentir al menos algo de pertenencia a ellos.Brillaba en el suelo una fotografía muy sucia, ajada por el paso del tiempo y el transcurso penoso de algo que no pudo ser demasiado cuidado por las condiciones a que fuera sometida, apenas visible en ella la imagen de alguien que no alcanzaba identificar muy bien.

La limpié un poco del polvo…..le puse toda la atención que pude y el corazón se me encogió de golpe: era mi foto!Busqué entre las cosas tiradas allí que parecían haber sido descartadas deliberadamente…..Algo quemada, como si la intención hubiera sido deshacerse de ella, una cartita de unas pocas carillas, demasiado ilegible.Puse todo mi esfuerzo y atención en tratar de leer algo, me senté en el suelo batido por tanta gente, como aquel que intenta encontrar una señal oculta en un viejo texto sagrado; como quien necesita imperiosamente hallar un signo que le diera la señal justa de un tesoro enterrado; como aquel que sabe que en un papel viejo y muy dañado se halla el

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camino de retorno, estando perdido en tierras desconocidas.

“…..Donde estás? Por qué nos has dejado así?Mario te espera aún, por favor danos una señal….Nada me dice….está como distante, no deja de hacer las cosas, se ocupa de todo, pero sé que está sufriendo…”

Eran frases entrecortadas, algunas se “desvanecían” de repente en una quemadura del papel, otras eran truncas de por sí, como un diario que se escribe en secreto, con apuro, que se cree que puede ser descubierto su autor y sería severamente sancionado; otras frases devenían de algo anterior que ya no estaba legible en el papel.

“…..hoy marchamos todo el día, se nos unieron muchos, si vieras la cantidad de personas desdichadas y malogradas que hay en este país…..Marito ha estado algo mejor hoy….estuvo más cerca de mi, nos amamos mucho, pero se que lleva un fuerte dolor dentro, no ha querido hablar de ello, se aparta a veces del resto….se queda lejos….luego vuelve con más valentía aún a continuar la marcha…”

La escasa lectura que me permitía el estado del papel me iba como hipnotizando, mezcla de dolor muy intenso en el pecho y orgullo lejano.

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“…..si vieras…si pudieras verlo….todos lo siguen con seguridad, les habla simple, suave…firme!Sé que te sentirías muy orgullo de él…..quiero que sepas que te quiero mucho, a pesar de todo esto, de tu ausencia, del dolor que le diste a Mario y a todos….pero quiero decirte, aunque sé que nunca leerás esto, que me diste lo que más he amado, mi vida con Mario y con estas gentes, como sea que resulte grac…..”

Una quemadura en el papel ya no me dejó leer más….lo demás allí…ilegible!Levanté la cabeza de repente, como quien se da cuenta, en un instante, lo que ignoraba._Soledad… -murmuré como para mi….._Soledad….. -con más intensidad e impotencia volví a decir en voz más fuerte……Me levanté de repente y miré en dirección al horizonte donde ya nada se divisaba de aquella muchedumbre……con el papel, lo que quedaba de él, en las manos….Lo apreté fuerte sobre mi pecho….y lo guardé con todos los cuidados antes de emprender la vuelta a mi casa.

(TONOS PARA SIEMPREHúmedos aún....los tonos aquellos,que quien los toque hoy

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se manchará sin remedio!Y mis deshilachadas palabras,las de siempre,y la pretensión absurdade hacer que el diminuto hilosea zurcido en nuevas calideces....Y las cenizas que quedaron,de apariencia apagadas,aún pueden quemara quien las roce sin saberlo.Y un soldado muy rojo,victorioso de mil batallas,herido mortalmentede lejanías como brasas.....Y verla mirarme, desde allí abajo,con más asombro que mirada,trayendo lo perdidode las vidas pasadas.Y deambular por cada calle....buscándola inútilmente,con desenfreno,desesperado.....provocando las condenas,con mi desenvainada espadaotra vez,absurdamente,desafiando al mismo dios,seguro de la derrota,

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pero aún de piemientras ella me ama!!!!Daniel)

Un café con la muerte

De regreso ya, algo cansado, con más sorpresas y misterios de esta tierra colorida….de sus encantos cotidianos sin parar nunca…..de nuevas emociones y viejos jirones de uno mismo que aquí, en Onírica, se vuelven vida para siempre….esta tierra sin olvidos…para olvidados.

Sabía bien que estaba lejos de mi casa, el día había sido largo, tenía la certeza de no llegar antes que el sueño me venza, me dispuse a buscar un lugar a la luz plena de esa luna siempre en creciente que ilumina todo desde lejos, como aquel que espía esta comarca sin atreverse a entrar.

Justo cuando veo un recodo con buena arboleda y mucho humus que invitaba a tirarse….se iluminó todo el cielo con unos relámpagos enormes, con lejanos rayos….nunca había visto una tormenta desde mi llegada….y rápido, sin que pueda siquiera disfrutarlo, se largó una inmensa lluvia torrencial que me obligó a correr buscando refugio.

Me dirigí a una frondosa arboleda que, por sus copas tan tupidas, dejaba apenas caer el agua.

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Mientras, todo luz con los relámpagos y todo estruendo….Me cubrí como pude y no dejé de correr por varios minutos, me preguntaba: dónde dormiría esa noche, a la intemperie y con tanta lluvia?

De ponto, la fila de altos Paraísos terminó, me detuve como quien evita caer en un precipicio al que, sin verlo a tiempo, se presenta en un instante.Había una construcción allí delante, una tenue luz se dejaba ver filtrándose desde dentro.Era algo así como una esquina sacada de los barrios más viejos del sur de Buenos Aires, de Barracas, de Patricios, de Pompeya, de la Boca…..

Una construcción raída….descascarada.Una esquina que parecía perderse a ambos lados de las inexistentes calles que la rodearían….Con los relámpagos alcancé a leer en su frente, lo que quedaba legible en él:

“Tachame la doble”Bar

Tenía el cabello empapado, el rostro lleno de gotas que corrían por mi cara….Me parecía como una imagen fantasmagórica, ese frente tan descarado, abandonado, raído….Y la lluvia que arreciaba sobre sus muros lo hacía aún más misterioso.

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No tenía opción, con todas las dudas y temores me acerqué para entrar, después de todo podría guarecerme allí hasta que cese la lluvia.

Al acercarme pude ver que no era que su puerta estuviera abierta, con lo que yo podía apreciar la luminosidad de dentro; no tenía puerta!Me puse a uno de los lados de su entrada, como quien lo considera una vez más, por todos los temores…..y noté que se oía, entre los estruendos de la tormenta, sones de bandoneón y de violín…que eran para mí la mejor invitación a entrar.

Podía reconocer, aún desde fuera, empapándome, el preludio musical de “Garúa”, ese bello tango de tantas veces…ahora con algún sentido mayor…por la abundante mojadura.Al fin me decidí a entrar, con más deseo de secarme que temor íntimo.

Una vez en su portal, de alta puerta cuando debió tenerla, tuve que acostumbrar mi vista a la penumbra para divisar algo coherente…Viejo, húmedo, de la cría arrabalera tan nuestra, pensé.No me parecía ver a nadie en las pocas mesas que se veían….al fondo se divisaban algunas sombras, de donde parecían venir los sones musicales.Me decidí a entrar más aún, con timidez y torpeza….

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Me senté en una de las mesas cercanas a la entrada y me sequé como puede con una gran servilleta de tela que cada una parecía tener.

Pronto se me acercó un mozo, un anciano vestido con su guardapolvo blanco, algo gastado, de los mozos de antes._Señor?- me preguntó inclinando su cabeza en mi dirección….._Un café!- le dije…..y mi tono fue más bien de ruego…..por la mojadura.

A cada resplandor de los relámpagos, la escena interior de aquel Bar tan misterioso, en medio de esta comarca tan inquietante, donde parecía todo posible; en cada resplandor, podía ver algo mejor todo el interior de aquel Bar…..Las paredes plagadas de cuadritos enmarcados con los equipos de futbol, de todos los tiempos, los banderines muy sucios y ajados….las fotos de las orquestas de tango, de sus cantantes…..En lo alto lleno de repisas con botellas, muy sucias, de aperitivos, de vinos….todo como quedado en el tiempo.Puse mi atención, en el próximo resplandecer de la tormenta para ver los “músicos” que desde lo profundo del salón seguían con los acordes de tango….tan bello en el quejido ahogado del bandoneón y el melódico “cortar” de un violín.

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Sólo dos….ensimismados en sus instrumentos, con ojos cerrados, metidos hacia dentro…..y su música que me calmaba.

Yo estaba mirando hacia la puerta, viendo como se descargaba la tormenta, mientras esperaba con ansias la llegada de mi café….A mi izquierda, sobre la ventana que da a la ochava de ese lado, en una mesa…”alguien” que se inclinaba pesadamente hacia su copa pequeña, con ropaje nutrido y avejentado, tomando con su mano esa copita como con fuerza, como cuidándola que no se caiga…..apretándola hacia si.Más allá, en su mesa, una botella de caña me pareció divisar, a medio vaciar.Con un sombrero de ala ancha, negro, volcado hacia delante que apenas se podían ver los rasgos solamente del mentón, la boca apretada y apenas su nariz.

El único parroquiano pensé, pero me alivié de saber que no estaba sólo allí, que alguien más había arribado a ese sitio.Al fin, mi café.El anciano se acercó lentamente, la atmósfera hacía todo más cadencioso, se movía como a la melodía cansina de los instrumentos, de su sonar suave y melancólico._Señor….. - me dijo con ademán gentil- su café!

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Tomé el pocillo con desesperación, su calidez me dio sensación de paz….y el primer sorbo me llevó esa paz muy dentro.

No terminé de apoyar la tacita en la mesa que vi que esa persona que estaba allí, en la mesa de la ochava, se levantaba pesadamente y con decisión, con la botella de caña en una de sus manos y la copita en la otra; se acercó con firmeza y resolución hacia mi y se sentó sin pedir permiso siquiera._Qué noche!!!!! - exclamó a modo de saludo._Si, de lo peor - alcancé a decirle para no sonar odioso.Mirando hacia el fondo del salón, levantando la voz, una voz muy grave y firme, ordenó: _Cachito, la de Trepiana dale… -y el bandoneonísta comenzó con esa melodía bellísima que también pude reconocer._Es de lo mejor - me dijo como explicando la situación, con tono campechano._Los traje conmigo, fue la única condición que les puse! - me dirigía esas palabras como si yo estuviera al tanto, como si supiera de aquello que hablaba._Mi trabajo necesita, cada tanto, una copita y unos buenos tangos - y desprendió una sonrisa nada exagerada, más bien irónica consigo mismo.Su tono era como de “disculpa”, más bien de un grado de explicación culposa, porque meneaba su cabeza en ademán negativo al pronunciar esas

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palabras, como quien no desea ser juzgado a la ligera.

Volvía a servirse de la botella, a su copita pequeña y sin soltarla; a veces tomaba su trago de un solo sorbo, a veces se daba un espacio para saborearlo más…como siguiendo la intención de su charla._El del bandoneón es Cacho, sabe cada tema, sabe bien el tono que me gusta, que necesito - me seguía explicando sobre los dos músicos allí en la penumbra del salón, bien dentro._El del violín es el “fino” Marcos, una exquisitez de melodía - terminando su explicación como al pasar._Me los traje, te dije ya eso? - volvió a comentarme con la sensación de algo ya dicho que, efectivamente ya lo había dicho, como sabiendo de una dificultad para recordar, suya, ya detectada._Si, ya me lo dijo - le alcancé a decir con timidez._Pero…..este muchacho…ni me tutea - y estalló en una risa plena.

Este parroquiano me daba cualquier sensación menos aquella con la que sentimos la posibilidad de tutear a alguien, tenía una gran presencia, a pesar de su raída y desgarbada figura. Había autoridad en él, no sabría como explicarlo, imponía decisión, autoridad.Sentado frente a mí, de espalda a la entrada del Bar, los resplandores de la tormenta lo iluminaban de atrás, eso hacía que su rostro permaneciera algo

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oculto para mi vista, apenas el mentón, la primera parte de su nariz, su boca de labios apretados….El sombrero de ala ancha, bien negro aunque muy gastado, le cubría la mirada, su encorvada manera, hacia delante, su cabeza algo gacha…..su decir con seguridad, su tono campechano….diciendo como al descuido…como dando sobreentendido su entendimiento.

_Usted…a qué se dedica? - le pregunté para aclararme lo dicho previamente por él._No querrás saberlo…..jajajajaj - estalló al decirlo en una enorme carcajada que dejo ver cierto brillo de sus ojos al estirarse hacia atrás para reírse._Cachito!!!!- exclamó mirando hacia dentro del salón girando su cabeza - dale hermano…..”Por la vuelta” - y volvió su rostro hacia el centro de la mesa al escuchar los primeros acordes del bandoneón tocando ese bello tema._Si no los tuviera…….. -dijo como para sí, dejando esas palabras colgando._Una copita? - me preguntó alzando la botella de caña.Yo había terminado mi café de dos sorbos que ni podía recordar; la mojadura, la corrida, este Bar….hicieron que ni registre su sabor.Sin que pudiera decir siquiera que si, se apuró a pedirle al anciano _Otra copita para el señor…..-

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Se volvió hacia mí, como quien está a punto de confesar un secreto; con ademán cómplice, en tono bajito, haciendo un gesto, con su mano aún con la copita entre ella: _No estaba previsto que nos encontremos….. -hizo una pausa como para considerarlo mejor, como eligiendo las palabras y agregó - AÚN!_No lo entiendo - le dije con tono de fastidio, me molestaba su seguridad hacia mi, no había razones para ninguna intimidad._Sé que no podés comprender…pero un día entenderás! - no esperó siquiera un mínimo de admisión en mi…..tomó la copita que había traído el anciano y la llenó de caña, de esa botella que parecía no terminarse._Tomate un buen trago, esto lo cura todo!!! - y esbozó una breve sonrisa que brilló un poco con un nuevo relámpago._Qué nochecita!!!!!! - volvió a exclamar girando su cabeza hacia la entrada. _Sabés….yo también tenía sueños….. - ahora su tono había cambiado de repente, y la cadencia de su voz se hizo una con el tono del violín que el “fino” Marcos hizo sentir en primer plano._Cuando todo aquello se dio así….bueno, vos me entendés no?....cuando ella se fue….ya no quise más nada! - se fue apagando su tono más y más según avanzaba su decir, no se quebraba su voz, se apagaba, y era como quien necesita mucho contar

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algo doloroso, así, en un Bar, con un extraño….con una copa como cómplice compañía, como al pasar.Y mientras miraba por la ventana de la ochava, con su cabeza algo girada para tal fin, y murmuraba lo penoso del clima de esa noche, mientras me decía “qué nochecita” como remarcando lo evidente del tiempo malo, mientras alguien, en su interior, parecía decir “que tristeza tan grande!!!!”

Tomé coraje, tal vez la caña ya empezaba a darme eso mismo que yo no tenía, a esa altura de la noche y todas las cosas que habían sucedido y le pregunté una vez más:_Pero….qué tiene que ver eso, de esa mujer….le pregunté a qué se dedica….. -trate de alcanzar alguna respuesta, me sentía con derecho a pedirla, no podía ser que todos me hablaran como si supiera._Cuando eso sucedió, como te decía, ya no quise más nada, ya nada me importó, tenía dos caminos….dejarme llevar por la nada…o llevármelos yo a la nada - se sonreía pero no desde dentro, sino más bien con irónica afirmación a su condición penosa._Perdón…..? - lo volví a interrogar con sólo esa palabra, ya que detecté su necesidad de hablar._Si……si - me dijo despacito como quien comunica un secreto que tiene sanción si es revelado._Si……., bueno…entonces es que tomé este trabajo, pero con condiciones, yo pensé que no me las darían, pero como parece que nadie lo

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quería….jajajja al final me dijeron que sí…y acá estoy, con mi cañita, con Cacho y Marquitos…..si no fuera por ellos….. - era muy agradable su manera, te hacía sentir con calideces que venían desde muy dentro de si, nadie podía sospechar siquiera su real “oficio”, daba algo de gusto, en medio de una noche así, su charla cómplice.

Hicimos un extenso silencio, estaba como considerándolo, como quién mide si las palabras dichas (y las por decir) estaban bien…si no fue un exceso en la “confesión”._Vos sabés… - volvió a decirme mientras me servía una nuevo trago, y como si yo efectivamente supiera- saber que todos te temerán…que no querrán verte, que sos muy “malvenido” en todas partes…..que harás sufrir - por primera vez, al pronunciar estas palabras, soltó la botella de su mano derecha y apretó muy fuerte su puño, como quien siente una gran impotencia, mientras giraba la copita, ahora vacía una vez más, después de darle un sorbo amplio al decir todo esto.

En ese momento comprendí….no sé bien cómo…pero comprendí!Sabía que no podía decirme más, o más claro.Y sabía bien que había sido muy evidente ya, en exceso….un exceso que me daba cierta inquietud, temor a la vez, y que me halagaba con su confesión.

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No volví a preguntarle….alcancé a detectarle una mayor inclinación en su cabeza, hacia abajo, como quien no quiere ser descubierto en su gesto al decir semejantes cosas, como con pudor….esta persona, con esta tarea…acostumbrado a las mayores durezas que enfrentar cada día…y con pudor. Sentí que esas mismas palabras estaban dichas desde muy dentro….y sabía que escondía, con su inclinación y su sombrero, una muy húmeda emoción.

La lluvia empezaba a amainar……Ya no se divisaban los rayos en el horizonte, los últimos relámpagos se habían ido lejos y apenas eran como un mínimo flash tembloroso._Se me ha hecho algo tarde - le exclamé, como pidiéndole permiso para dejarlo._Andá nomás…..falta mucho aún…..para tu mal jajajajaaj - descargó su carcajada como gesto de mutua simpatía, como el modo de compartido secreto, como indicando que ambos sabíamos lo que debíamos…..Y yo, junto a él….nos fundimos en esa gran carcajada común…..una que no podíamos detener!!!!!_Andá nomás….esto ya está pago! - de repente como frenando su risotada me dijo así, como volviendo a la conciencia de su destino _ Esta vuelta la pago yo….la próxima ya sabés……jajajaaj.

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Me levanté con algo de pena, había estado muy buena esa charla, este lugar y la cañita muy dulce, claro._Esperá!!!- me dijo- esperá….. - primero como orden, luego, al darse cuenta, con tono bajito….._Yo te regalo este tango si vos me prometés algo….si? - y su tono era más de ruego que de pedido._Dale! - le dije al fin pudiéndolo tutear._Cachito…..”Fino”…….se va el muchacho….por favor “TU” - pedía para mi ese bello tango que tanto amé siempre…..a modo de despedida._Eso es lo que yo te doy a vos…está bien? - me preguntó como verificando mi gusto._Muy bien está!!!! - le dije con prisa._Bueno, ahora me toca a mi….._Si la ves…... - y por primera vez en toda la noche levantó su cabeza y me miró bien de frente a los ojos._Si la ves…. -hizo un profundo silencio, como tomando fuerzas para decirlo. Como sacando de dentro toda la angustia, una que precisaba de un esfuerzo de enorme valentía, siquiera para decirlo…._Si la ves……prometeme que si la ves, le hablarás de mi… - me miraba bien fijo, como suplicando con la mirada mi aceptación.Al decir esto último me había aferrado con su mano la mano mía, que aunque de pie ya, la tenía apoyada sobre la mesa.

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_Lo prometo!!!!! - apenas pude pronunciarlo…tenía un fuerte nudo en la garganta….. - lo juro!!!!

Entonces dejo de apretar mi mano…sentí como todo su gesto se relajaba…como aliviado.Y mientras escuchaba los tonos maravillosos de “TU”, el quejido del bandoneón de Cacho, el filo del violín de Marcos…..salí de aquel Bar sin querer volver mi mirada atrás, había algo allí que me retenía, que si lo miraba de tan cerquita volvería corriendo.

Ya ni garúa se sentía….de repente todo estaba seco, como si nunca hubiera llovido, había hecho unos cien metros, una distancia que sentí como precavida para volver mi mirada….El Bar apenas se divisaba en medio de una muy densa bruma, una bruma que a cien metros no se notaba donde estaba yo parado….como fantasmagórica imagen que se desvanece de a poquito…..”Tachame la doble”….pensé como para mi……es bien justo su nombre.

(TEMBLANDOA poco de aquí,la tierra tiembla.Desde el fondo del océano...moviendo continentes.En cataclismo feroz,arrasa con la vida.....

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Los días pasan.....y su replicar no cesa!Donde había llanura...ahora montañas.Donde estaba la playa,ahora el mar.Y donde estaba ella,ahora sombras.Y entre mis brazos de guerrero,se movieron sus arterias....se deslizaron sus tejidos,se apartaron sus dolores,se apagaron sus sonidos,para que desde el desván olvidadovolvieran los jazminesque allí fueron dejados....Y mientras aún sucede,mis palabras nunca alcanzan.....como no alcanzan los susurros,para calmar las inquietudes,mientras toda la galaxia....siente con asombro,como todo a su lado.....aún esta temblando!!!)

Los perdidos en el bosque de los delirios

Mi regreso fue con esa imagen…..y con todo el cansancio acumulado de un día muy largo y lleno de conmovedoras cosas.

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Nada parecía estar mojado, nada!A pesar de una tormenta inmensa, nada había allí mojado.Literalmente…me derrumbé de sueño……Onírica siempre te provee de ese humus tan espeso, donde se te hunden los pies al caminar…..como colchón muy grato ahora entre los tonos suaves que salen de su suelo….que te envuelven como mato….con ese clima tan tibio….y para mi sueño inmenso, como el lugar necesario.

Desperté, ni sé a qué hora…tampoco tenía claro, a esta altura, qué día de mi estancia en esta tierra estaba transcurriendo.El murmullo coral, como susurro tímido, como llamador lejano…..la esfumada claridad del día…sin excesos de sol…ni de sombras.Sentía que había descansado muchísimo, esa sensación profunda de pleno gusto.Como de costumbre, me dejé llevar…..como decía mi vecino “Onírica siempre te trae de vuelta…”.Anduve con aquel recuerdo del día pasado….en especial ese Bar….y como extraña evocación la imagen final de sus contornos esfumándose a la distancia, entre la niebla, a pura bruma…como desvaneciéndose de a poco.Y el “pedido” aquel…..de alguien cuya costumbre no es, justamente, pedir.Mi promesa, mi juramento……Cómo saber quién es?

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Cómo reconocerla?Cómo poder abordarla si llegara a verla?No me llené de angustia por eso, seguro que esta tierra se encargará de todo….

Al tiempo de andar...divisé las casas a lo lejos….mi propia casa.Pasé por la de mi vecino que estaba justamente fuera de ella y, para variar, escribiendo en su muro, como cuando llegué, el primer día:

“Cuando esperes a alguien, no tomes, los latidos de tu corazón, por el ruido de los cascos de su caballo”

Me saludó al pasar, sin mucha atención…..Recién allí caí en que no sabía su nombre….nunca se lo había preguntado…seguro que él si sabía el mío, todos aquí parecen saberlo todo.

Finalmente…allí, entre esos frondosos árboles, mi casa!Al entrar, lo de siempre…..Las luces que empiezan a prenderse…..la música suave de Mozart, de fondo.Sobre la cama, algo revuelta, algunas manzanas dejadas como por descuido, aunque algo me decía que no fueron dejadas sin intención.“Manzanita”, pensé enseguida…había estado aquí; lamenté no haber estado….Habría necesitado de mí…..?

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Me habría buscado por algo?La cama parecía haber sido utilizada…pero él no dormía nunca en una casa, así me había dicho mi vecino.Peo aquí había estado….y había dormido en mi cama…..No podía olvidar que la última imagen que tuve de él, aquel día, fue cuando a la distancia me dijo, ante mi pregunta….”Me llamo como vos!!!!” …mientras se iba corriendo en busca de esa niña.

Aproveché esas deliciosas manzanas y las devoré con todo gusto.El día estaba hermoso….más claro que otros, una brisa alta movía los follajes de los enormes árboles aquellos, lo que permitía un paso a la mayor claridad.Llené con todas mis fuerzas los pulmones y me adentré de nuevo hacia los bosques próximos en busca de más Onírica…..siempre tenés la sensación aquí…..de más cosas por conocer.

Ni sé cuánto anduve, eran senderos nuevos, con mayores maravillas visuales….con estanques muy azules…..con llanos serpenteantes, con pinos suaves….con nogales llenos de su fruto maravillosamente escondido.A poco, un llano mayor, sin arboleda, y poder ver entonces, esos enormes pájaros andar por todas partes, ir y venir llenando todo el aire…..por multitud, como insectos…y su murmullo coral.

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Al fin, cuando empezaba nuevamente a esbozarse una nueva y frondosa arboleda…..al entrar en la floresta…cada vez más oscuro ese clarísimo día….cada vez más tupido, todo un bosque aún más espeso que los conocidos hasta aquí.Había algo inquietante, pero a esta altura ya estaba habituado a lo natural de las “sorpresas” que esta tierra te da a cada rato…..aunque esta vez era diferente!Empecé a sentir algo de frío, extraño para este lugar donde siempre está muy constante y tibio…siempre a gusto sin altibajos en la temperatura.Pero sí, cada paso que daba adentrándome en el bosque, estaba más y más frío…..

Algo me “empujaba” con fuerza a entrar…a pesar de la incomodidad que sentía en mi cuerpo.Cuando ya empezaba a pensar en volver sobre mis pasos y dejar ese sitio, alguien allí delante, una mujer….que al verme se levantó y giró sobre sí llevando sus pasos hacia mí, que me había quedado parado en el lugar dónde la pude divisar.Se me acercó…con naturalidad y calma._Buenas tardes- me dijo como quien te estaba esperando._Buenas tardes- respondí esperando alguna aclaración.Era más bien baja, con cabellos largos y sueltos, de un tono como lila, muy extraño y muy atrayente.

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Tenía la suficiente edad y su gesto tan marcado en cada actitud y en cada palabra que no daba más que noción de autoridad, de conocimiento.

_Casi nadie viene hacia aquí…y casi nadie tiene “permitido” el paso…. - con su modo explicativo marcaba más y más mis dudas._Habrá notado que ha refrescado, no?_Si, me pareció raro eso, yo no…… - dejé mis palabras así, flotando…no sabía bien qué quería decirle._Si, es algo más fría esta zona…..aquí todo acompaña…el clima….los colores, los sonidos….según sea lo que habite….. - su explicación era “oscura”, pero sin embargo algo había en sus palabras y sus gestos que te hacía comprender….después de todo ya había notado que todo aquí, en Onírica, estaba vinculado.

_Lo guiaré en este bosque, aproveche su estancia aquí, pocos lo tienen permitido - me dirigió esas palabras con algo de fastidio, eso sentí, ya que su lugar allí es solitario, sin visitantes frecuentes, y habría desarrollado, pensé, con el tiempo, un gran celo por tal lejanía y soledad._Por qué lo tengo permitido yo - alcancé a preguntarle._No lo sabe? - me dirigió esa pregunta a modo de respuesta - sí que lo sabía…claro, ahora mismo no podía comprenderlo…pero a poco de andar esta

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comarca fresca y frondosa se me iría haciendo más claro.

Iba unos pasos delante…”por aquí”, me decía….”por aquí….”Su cabello flotaba con cada paso….sus tonos lilas con algo de negro…..sus pasos seguros dirigiéndose a mostrarme algo.De repente se detuvo abruptamente!Se quedó como petrificada, como helada….Levantó apenas su mano izquierda en señal de “alto”.No me moví un milímetro siquiera._Nos observan - me dijo- no se preocupe, no lo conocen y temen todo lo nuevo.- Como explicación no lució muy clara._Quienes? - alcancé a preguntarle._Usted sabe….. -me dijo eso dirigiéndome por primera vez la vista muy directo a los ojos - ellos creen que todo es amenaza, que todo los persigue…usted sabe…… -terminó de decirlo con algo de fastidio….como de obvia condición que yo ocultaría por algún inútil motivo._Perdón, no me presenté….mi nombre es Melanie - de repente me dijo con su natural firmeza.Hallé algo de comodidad que se hubiera presentado con su nombre; aquí, en Onírica, todos parecen no considerar importante presentare, nombrarse…como que no fuera valioso o no fuera de importancia.

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_Yo me llamo….. - y cuando iba a decirle mi nombre me frenó con un gesto y ademán de su dedo índice indicandome silencio._En este tramo mejor no hablemos mucho, es hasta que se acostumbren a su presencia - su indicación frenó mi respuesta.

Al tiempo de andar, se volvió hacia mí, sin que dejemos el sendero cada más tupido de arboledas que, tenían más y más retorcidos sus troncos y sus ramas._Yo los acompaño…. -me dijo a modo de explicación- los asisto, los consuelo….los cuido cuanto puedo._Con el tiempo me han aceptado…saben que no los juzgo, que los comprendo…..vienen a mi siempre con sus cosas…..medio entre ellos, cuando se afectan entre sí, esas cosas aquí pasan todo el tiempo.

Me fue diciendo todo eso con naturalidad, me fui enterando que allí vivían gentes con dificultades de salud, con perturbaciones…con viejos dolores que se habían cristalizado en delirantes defensas….y pensé…esta es la razón por la que me ha sido permitido entrar, yo podía comprenderlo….._Usted se llama como una famosa doctora…. - le dije al alcanzar a entender el significado de estas personas y su condición.

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__Admiro también a la doctora Klein….sólo que a mi no me fue dado conocimiento, sino comprensión, sensibilidad para tratar con ellos y ese gusto._Hay cosas que no puedo comprender, sin embargo - me dijo a modo de pregunta, tenía ahora un tono más suave, como quien necesita de uno algo y, que sus formas no son generalmente, de perdido._Usted, tal vez, me podrá decir…..para mi es muy importante saber más….. - a esta altura estaba ella más interesada por mis respuestas que yo por las suyas, cosa rara._Decirle qué?- me apuré a preguntarle sin comprender del todo._Aquí tienen todo abierto…quiero decir, nada los detiene si quisieran ir a otro sitio, más grato, más abierto, más constructivo para sus vidas….y no lo hacen…. - su explicación a cerca de estas personas era menos eso, una explicación, que una pregunta._Vio los árboles aquellos….los vio? - tenía algo de ansiedad su pregunta.Me acerqué un poco ya que la penumbra de este sitio, por este bosque tan frondoso y tan tupido, hacia difícil apreciar los detalles a la distancia._Son….ojos?????!!!!!!- apenas murmuré lo que veía, era muy extraño y muy inquietante esa visión tan rara._Así ven ellos todo…..que los miran, que los juzgan, que los critican, que los persiguen, que los dañan….-su tono no era de lástima, más bien de pena.

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Entonces comprendí mejor lo que ya estaba intuyendo.Esta zona, esta comarca en Onírica, era dónde se habían “refugiado” aquellos cuyo dolor íntimo los empujó al delirio.De repente comprendí mejor la condición de su pregunta primera, su necesidad de entender por qué no se iban….por qué no salían de esta húmeda y fría zona.

_No se van de aquí - la detuve y la miré de frente para decírselo - porque no quieren hacerlo!Fui tajante en mi respuesta, ahora el que suponía que ella entendía era yo…pero su rostro con gesto de no comprender esa obvia afirmación me hizo necesitar decirle más._No se van porque aquí se refugian….esta tierra los justifica, aquí no necesitan convencer a nadie, aquí es lo que digan, aquí es lo que necesiten imaginar, aquí pueden presumir que es lo que no es, que no es lo que es….no necesitan la verdad, esa que un día les hizo tanto daño.

Mis palabras también habían alcanzado la condición de amplia pena en la explicación técnica; el rostro de Melanie mirándome de frente, como devorando mi mirada al decirlo, como buscando en mis palabras y mis gestos razones que esas mismas palabras le negaban a la razón.Hizo un larguísimo silencio….

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Yo sentí la fuerte necesidad de decirle más, y que lo dicho era mucho, o muy fuerte para ella, o que contradecía su necesidad de lógica…o su deseo de un destino diferente para estas gentes.

_Melanie… - me acerqué aún más a ella, que ahora parecía algo distante, como quien sufre los efectos de un golpe fuerte, como quien estuvo esperando mucho tiempo una explicación diferente._Melanie… - volví a decirle como buscando las palabras adecuadas, unas que fueran menos duras - NO quieren salir de aquí, por eso no salen!No había manera, hacía en cada frase justo lo contrario a lo que me proponía, quería ser menos duro y no lo lograba, volví a intentarlo…_Melanie….- me apuré a decirle….._No…..!!! Esta bien! Comprendo! - me detuvo sin que pudiera seguir, tenía suficiente comprensión y valentía, además de sensibilidad, como para reconocerlo bien de frente, aunque no fuera lo esperado.

Volvió a hacer silencio, seguimos en el camino aquel.Alcancé a ver que algunas personas se asomaban de detrás de los árboles a nuestro paso, como espiando!Al pasar, al dejar atrás un sendero, podía verse con sólo darse vuelta como salían de sus escondites para mirarme mejor….y si yo me volvía se escondían rápidamente.

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_Tenía la esperanza que pudieran algún día….. -mientras caminaba me dirigió esas palabras que justificaban su reacción, con su cabeza algo gacha._Sé bien que caen en cosas muy bajas a veces, sé que se lastiman mucho, que no son felices así…que se yo….Pero es cierto, ahora que lo pienso mejor, nunca vi a nadie salir de aquí.

_No es que no quieran…. - me apuré a completarle a modo de caricia - o que no puedan. Han encontrado un sitio, y no sólo hablo de un lugar, sino dentro de ellos también…..uno que los justifica…a la vez que los daña.Mi tono era más didáctico, más contemplativo hacia quien necesita más y más razones para amortiguar el golpe._Pero…. - se atrevió a volver a preguntar como esperando encontrar algún vestigio de posibilidad en contrario - si están sufriendo…..por qué??? - su tono era ahora de súplica…..de una fuerte necesidad de lógica._Melanie - le dije deteniéndola del brazo para que ya no camine y me preste toda la atención, pero más bien estaba tratando de llegar a alguien dentro suyo, alguien que se negaba (como estas gentes) a la verdad, a la dura verdad y que necesitaba crearse una._Melanie….. -volví a repetirle- la justificación, la presunción de ser…..lo que no se es, lo que se siente que no se podrá ser….los dolores del afecto aquel

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que nunca llegó, de niñitos digo, el castigo, esos vacíos……todo eso es más fuerte que cualquier palabra…que cualquier deseo, que cualquier realidad…., se destruyen, destruyen a su entorno a pura justificación delirante, es su escape y su condena!

Volvió a hacer un gran silencio, uno que pude “escuchar”.Bajo la mirada, el movimiento de sus ojos miel me hacían ver que consideraba cada palabra mía, no que las negaba tozudamente. _Gracias Daniel….ahora comprendí!!! - era la primera vez que alguien me llamaba por mi nombre….tenía que ser en este sitio, y su tono fue muy suave._Tengo yo, ahora, una pregunta para usted Melanie… - sentí que mi duda ahora tenía la misma necesidad que la suya y que ella me debía esa respuesta.

_Por qué están aquí, por qué en Onírica….? si aquí sólo parecen estar aquellos que sueñan creaciones muy bellas y constructivas??? - no podía yo concebir a estas personas aquí, en una comarca tan bella y llena de creatividades tan sanas._Me extraña que usted no lo vea! - me dirigió esas palabras ya algo repuesta de su golpe, y con algo de secreta venganza intelectual.

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_Me extraña…..ellos sueñan también! Por eso están aquí, por eso son admitidos! A pesar que sus sueños sean unos que no construirán, que dañarán incluso…..a ellos incluso. - acomodaba su cabello, acercándose más a lo que toda dama suele ser en la preocupación por su aspecto._Ellos sueñan también - prosiguió- esta tierra es tan digna, tan justa, tan bella, que no distingue entre sueños sanos y sueños doloridos…entre paz interior y creatividad o infierno íntimo y destructividad de impotencia propia…..son sueños; sus delirios también son sueños…..y aquí, Onírica…..es la tierra de los sueños!_Gracias Melanie - parafraseándola a ella misma antes - ahora comprendí! _Venga por aquí - me dijo- hay muchísimo más para ver por otras partes - de ese modo, más cómodo ahora para ambos, ella tomó la decisión de llevarme más dentro aún en esa zona de Onírica, con el frío creciente, con sus rarísimos escenarios, donde habitaban otras gentes con otros dolores y otros delirios….sentí estar ante un exceso de honor hacia mi, y decidí aprovecharlo.

Mientras pasábamos de las arboledas tupidas y retorcidas hacia zonas más descubiertas del bosque, iba pensando en las viejas lecciones……Melanie iba allí, delante, como quien desea mostrarte rápido una sorpresa que sabe te gustará, pero también, sus modos, eran como de necesidad de

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respuestas…y su actitud valiente frente a ello ya la había enfrentado a una que no esperaba ni deseaba.Melanie, pensé en silencio….la asocié con aquella gran doctora, con sus alcances teóricos de entonces; la Doctora Klein…..su invaluable aporte.

“Toda nuestra vida de adultos es un intento por volver a las condiciones previas al nacimiento”

Estas personas reproducían como nadie ese intento, ese simulacro fallido de tal negación del tiempo…de lo real.Sus delirios, sus “mundos” llenos de fantasmas creados para mitigar la carencia…..Su necesidad de ser…su certeza íntima de no ser….Sus descargas muchas veces violentas….sus manipulaciones, primero que nada para ellos mismos…O los fantasmas aquellos tomando el control absoluto de sus vidas.El desesperado daño en el “si mismo”, todas esas alteraciones….y su “refugio” fallido, más dolores…apenitas postergados por tanta negación.Me iba repitiendo esas lecciones de entonces….apenas podía concebir ahora estar en una comarca donde habitan estos seres, como íntimo lugar donde hallaran una compensación a tanto daño.

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Melanie hizo más lentos sus pasos, con lo cual estuve a su lado pronto._Aquí habitan los que han necesitado una máscara para vivir….a veces más de una - sentí que necesitaba explicarme lo que podría ver por allí._Se pintan a veces, se tapan muchos de ellos, otros fabrican sus propias máscaras con hojas grandes que hay por todas partes….. - hizo un silencio breve y continuó - cambian sus nombres, sus roles….su “profesión”….lo que dicen ser.Me estaba describiendo, como podía, y vaya que su modo simple era digno de una cátedra; me describía las configuraciones defensivas de la posición esquizo, y de sus posibles brotes delirantes esquizofrénicos.

Estas personas no se escondían tanto, estaban allí, mientras avanzábamos se dejaban ver…algunos saludaban a Melanie…se acercaban….hablaban ampulosamente, mucho en general.Ella los oía serenamente, como prestándoles mucha atención…ella, que sabía muy bien la razón de ese modo fallido de comunicar.Los acariciaba suavemente en la cabeza, los palmeaba en su hombro…como quien sabe bien que con palabras no hallará resultados…y con un gesto tal vez pudiera aliviar en algo sus dolores.No parecía querer contradecirlos, digan lo que digan….sólo escucharlos y con breves gestos hacerlos sentir comprendidos.

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_Aquella es Ivone…..sabe decir que es la más buena de toda la comarca…..que su abnegación y su sacrificio por todos le ha hecho ganarse la aceptación y la valoración. - Mientras lo decía, Melanie pareció tener especial interés por ella, no dejaba de escrutar mi mirada y mis gestos con cada palabra suya._A veces… - le dije a modo de respuesta un tanto oscura y desafiante - a veces no es tanto lo que alguien hace…sino la razón por la que lo hace!Dejé caer esta frase con toda intención….Esperaba provocarla, por alguna razón que yo no entendía muy bien en mi mismo, como con necesidad de “despertarla”, a esa altura sabia dos cosas:

1. que ella creía en estas gentes como se las ve, con lo que muestran….que no le devolverían nunca tanta sensibilidad y comprensión, al contrario.

2. y que era muy valiente!

_Usted cree que lo hacen por mal….que su motivación es dañar? - su pregunta tenía un dejo de fastidio mezclado con curiosidad, una menos intelectual que vital._No lo hacen por mal…NO! - me apuré a contestarle- lo de dañar…..a veces es una parte de su necesidad compensatoria… - le dirigí estas palabras como un misil, bien directo y bien conciente.

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_La mayoría ha recibido un daño - proseguí- uno que lo íntimo en ellos no olvida, no pueden olvidar, aunque no recuerden…. - quería ser muy preciso con las palabras, sabía que cualquiera de ellas sería una como una daga muy filosa, y no buscaba darle dolores innecesarios._Es parte de su “creación” defensiva…del delirio mismo si lo hubiera, y aún sin él; dolor, frustración, sus montos de ansiedad, de angustia profunda; los rasgos de vacío afectivo, de castigo, sus traumáticas adquisiciones, todo eso genera agresividad….que se enmascara en el “personaje” y sus “justificaciones” - noté que me había puesto muy técnico, no quería eso…lo que menos quería era eso._El temor, Melanie - me dirigí bien directo a ella, la miré muy de frente al decirlo ya que ella escuchaba todo sin detenerse y con la cabeza gacha, como considerando algo que sabía de antemano muy duro- el temor…..a veces más bien el terror….de no ser…o, para decirlo de otro modo, de ser descubiertos como son, por ellos mismo antes que para los demás, y por los demás.

Pasó junto a un muchacho que tenía un enorme sombrero hecho con corteza de árbol, un sombrero como casco de esos que se usan en la guerra; pasó por al lado de nosotros y le pidió permiso (Melanie) para que sigamos, explicándole que yo venía con ella.

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Él lo consideró un instante, dio toda la vuelta alrededor de mi, para considerarlo mejor…. finalmente dio su permiso._Es Carlo - al avanzar unos pasos me explicó- cree que es quien tiene asignado la custodia del lugar, su seguridad, que tiene autoridad.El terreno se fue haciéndose mucho menos poblado de arboledas……bajamos por una hondonada, varias decenas de metros hacia abajo por la pendiente….cuando estuvimos en el llano que se abría al bajar la loma, todo se fue haciendo especialmente oscuro.Tenía una oscuridad muy rara…como de grises.

_Aquí….los que más muestran su pesar - me dijo como sintiendo ese mismo dolor ajeno.Se podía escuchar como un quejido suave muy de fondo.Al avanzar por algún sendero, con mucha bruma y muy húmedo, se podía sentir algunos llantos.Fuimos acercándonos a las personas que se podían ver, muchos tirados como al descuido, sus ropas gastadas, su desalineo que implicaba cierta condición de suciedad.Tenían un gesto como escondido, otros mostraban abiertamente y sin vergüenza su padecer gestual.

_Aquí habitan aquellos que no sienten nada constructivo y valioso en sus vidas…muchos de ellos lo han tenido todo, y nadie se los sacó….eso es

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lo que no comprendo - Melanie tenía ahora una pregunta hacia mi más difícil de hacerle comprender._Melanie… -le dije otra vez deteniendo su paso- aquí habita la Melancolía….. - hice una pausa…no quería ser técnico para nada en esto.Hice un silencio en el que ella, Melanie, elevó su mirada como suplicando algo comprensible….Entonces comprendí que no alcanzaría cuánto dijese._Melanie….sólo hay que acompañarlos - tuve la certeza que ella necesitaba (y merecía) algo que no sea aquello que le diera más penas - así como hace! _No darles el dolor inmenso, aún mayor que el que ya tienen, de verse incomprendidos y abandonados (otra vez) - así, con esa frase, sentí que podía ayudarla…y ayudarles.

Se sobrepuso de repente, como quien ha juntado fuerzas de muy dentro y quiere salir de una ocasión vulnerable._Bueno…Daniel, hay mucho más para ver…usted sabe - ahora su tono era de mucha empatía - pero estará cansado ya y yo misma tengo mucho que hacer; no se sienta desalentado a seguir aquí, estoy muy agradecida; por aquel sendero que sube, ese camino lo llevará de vuelta - fue el mejor modo que pudo para que esa “visita” culmine._Soy yo el agradecido…..Melanie….no olvidaré estas gentes….nunca he podido hacerlo.

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_Sé bien eso….aquí sería muy útil, pero también sé que no es su camino ahora. - su tono era muy cuidado y grato._Melanie…tampoco la olvidaré, su sensibilidad, su tarea…no la olvidaré! - le dije yendo hacia un grado de cercanía que no había tenido hasta ese instante.Bajó su cabeza como con cierto pudor….con algo de vergüenza por mis palabras….._Tampoco lo olvidaré! - se dio vuelta rápido y emprendió el camino adentrándose más y más en “su” bosque…..

(Y cuando vi aparecer los nubarrones en tus ojos….cuando sentí tus palabras acompañar las hojas del otoño aquel.En cada café que el invierno traería, penosamente frío…en mi intento tenaz y desgarrado por llamarte a murmullos, primero.Cuando esos murmullos se hicieron impotencia profunda….verte caer como esas hojas otoñales hasta quedar desnuda de indefensos ramajes.Y cuando cada una de mis lejanísimas manos intentaron lo imposible, siendo como son tan irracionalmente tenaces….En medio de océanos embravecidos, sacudidos por corrientes muy profundas, por cataclismos permanentes no visibles….Así, con todo lo que tenia, de pie frente a una batalla imposible, frente a un destino ya perdido….

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Así, la palabra aquella que te dije, se hizo valentía y arrojo, mientras alguien…dentro de mí te llamaba a murmullos, nuevamente…cada día, ignorado la malicia.)

Seguí aquel sendero…..sentí como ese paisaje iba acompañando a cada “herida” de estas gentes….como una naturaleza que acompaña y comprende a quienes la habitanMelanie tenia un sueño, uno que seguro no pudo hacer tarea en su vida común….y ese sueño suyo se hizo obra pura aquí en Onírica, como suele ser….Acompañando el sueño fallido, dolosamente equivocado de estas gentes, con todas las desdichas que eso les traerán….con todo su peso chocando contra la realidad…contra toda posibilidad sana….Y ella aquí…..con ellos, negando la consecuencia natural de sus soledades y abandonos; de sus silencios y sus ocasos.Pensé en ellos…como lo hice toda la vida….Y en Melanie…..que al fin de cuentas hacía, sin saber demasiado, la más alta tarea…..dejando su vida para ello. “Olvidaba” su propio sueño por estas personas…..y encontré, entonces la razón por la cuál (ella) estaba en esta tierra.

Me detuve de repente….como quien se paraliza al darse cuenta de algo obvio que ni había considerado.Me di vuelta de un movimiento…

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Mi mirada buscaba algo (alguien?) como aquel que ha perdido un objeto muy valioso y necesario, que no puede seguir sin eso, que la posibilidad de hallarlo está ahí mismo y debe encontrarlo antes de seguir.Miré para todos lados, mi mente hizo mucha memoria en un segundo tratando de recordar si eso mismo había sido visto en este lugar.Nada!Miré más aún entre la arboleda que se abría tras de mi…..en cada follaje, sintiendo como que aquello pudiera esconderse de mi, como vigilante.Nada!El cansancio pudo más que la sensación de perdida cosa, de un descubrimiento perdido para siempre.Su nombre fue lejano murmullo en mi mente….suave…muy suave…..Nada!Seguí aquel sendero….como quien renuncia, por hoy, a cualquier revelación, menos una que sería incomprensible y tal vez muy penosa.

Al tiempo de andar, con una caminata que se me hizo menos extensa al calor de los vestigios de tal visita.Al fin llegué, nunca sé bien cómo….a mi casa.Necesitaba descansar siglos…Al entra, vi en la cama, tirado como al descuido, sin taparse siquiera, a “Manzanita”….dormía muy profundo.

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Me acerqué con temor de despertarlo, parecía un bebé con la profundidad de su sueño a cuestas.Lo cubrí lentamente con la manta que estaba en el suelo, caída…..Me senté a su lado…pude sentir su preocupación, la angustia de cada día en su búsqueda febril…..tenaz, desesperada, de esa niña.Sus pesares como abejas irritadas…su familiaridad conmigo, que aún no comprendía!Se llama como yo, pensé…eso me había dicho aquel día…se llama como yo….Acaricié con mucho cuidado su cabecita dormida, aparté de él el morral de manzanas que aún tenía a su lado, quitándole espacio.Lo miré como extasiado, interminables minutos….

*(Niño mío, que tienes en apenas escasos meses de vida, tantos dolores en tus ojos que esperan tantos llantos por el fatal pensar que revelan tus sienes... 

Tarda a venir a este dolor adonde vienes, a este mundo terrible en duelos y en espantos; duerme bajo los Ángeles, sueña bajo los Santos, que ya tendrás la Vida para que te envenenes... 

Sueña, hijo mío, todavía, y cuando crezcas, perdóname el fatal don de darte la vida que yo hubiera querido de azul y rosas frescas; 

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pues tú eres la crisálida de mi alma entristecida, y te he de ver, en medio del triunfo que merezcas renovando el fulgor de mi alma dolorida.)

Hubiera querido quedarme allí, junto a él…Recostarme a su lado…velar su sueño.Las luces encendidas por mi presencia, mi segura molestia a su descanso….me hicieron desistir, a pesar que estaba (yo) muerto de sueño….casi que lo envidiaba al verlo allí durmiendo.Después de todo, él había entrado allí y acostado en mi cama por alguna razón que yo no comprendía; sabiendo como sé, por lo que me había dicho esa tarde en los bosques, que no dormía nunca en una casa.Había aprovechado mi ausencia para hacerlo…..?Quería decirme algo con ello?Tenía alguna necesidad de cercanía conmigo?Sólo podía intuirlo…fragmentaria y secretamente, había algo en él, con relación a mi…que tanto no comprendía del todo, como misteriosa identificación…tan de esta tierra mágica.Lo rocé, apenas…antes de salir. Su cabecita febril…..Hice el mayor de los silencios, como cuando desarmáramos una delicada y peligrosa bomba.

Al salir, como ocurre siempre, las luces empezaron a apagarse….me sentí aliviado de no haberle alterado el descanso.

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Afuera, mi guardián…en lo alto del dintel…con su ademán de sumisa corrección hacia mí, con gesto de servicio.Mas adelante…como en fila en lo alto de una rama cercana, otras tres aves…los guardianes de “Manzanita”, pensé……..aquellos que lo cuidan y siguen por todas partes desde lo alto de su vuelo, como si los tuviera asignados, como yo al mío….pero en mi caso, sólo “guarda” mi descanso en la casa, cuando duermo allí.

Anduve un poco, sólo un poco…como para no ser descubierto por el niño cuando despertara y saliera de la casa.Donde encontré un tibio lugar con mullido humus…allí me acosté…y ni cuenta me pude dar, por el cansancio que llevaba, del instante (inmediato) en que me dormí profundamente.

La niña que no supo vivir

Cuando desperté…..como quien vuelve de un sitio que no puede ni siquiera recordar con precisión….como con piadoso olvido, era ya de tarde.La presencia de ese niño en mi casa me había conmovido, pero además necesitaba respuestas respecto a la niña que buscaba. No me conformaba saber lo que mi vecino me había dicho respecto a su

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muerte, y el modo en que este chico la seguía buscando.Caminé directo hacia la casa, cercana, de ese hombre que había tenido (hacia mi) el mejor de los tratos, pero que siempre me dejaba con muchos interrogantes, sin respuestas…sabía bien que no me debía respuesta alguna, pero necesitaba saber.

Al llegar, para variar, estaba junto a un bello y gigante tronco enmarañado de ombú…..enorme…conmovedor y de generosísimas ramas.Me acerque, como siempre….en leve silencio para ver si podía leer lo que escribía, para no ser descubierto.

“A nadie te pareces desde que yo te amo….déjame recordarte como eras entonces…cuando aún no te amaba….”

Rápidamente reconocí las palabras aquellas, _Neruda - me dije en voz muy baja…como para mi….Intuyó mi presencia y giró su cabeza mientras arreglaba las últimas letras…._Como estás Daniel - me dijo con naturalidad…y era la primera vez que me llamaba por mi nombre.Quedé algo paralizado al escucharlo, nunca le había dicho cómo me llamaba._Disculpame…..recién ahora caigo que no sé tu nombre - le dije con tono culposo.

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_Decime Tao….no es mi nombre en verdad, pero aquí todos me conocen así._Tao - le contesté- necesito que me contestes una pregunta, algo me inquieta desde anoche._Claro, qué puede ser tan grave…. -me dirigió esas palabras intuyendo mi angustia por algo y con una gran sonrisa.A esta altura, sabía que podía confiar en él.Tao era un hombre algo rústico en apariencia….pero sus modos, sus gestos, sus pausas al hablar…tenía una capacidad envolvente al comunicar, suave…simple, llena de sutiles emociones contenidas._Ese niño, Manzanita que lo llaman, estuvo anoche durmiendo en mi casa…..me altera no comprender que está buscando a esa niña que me has dicho que ha muerto… - mi tono era de súplica….más que una descripción era una suplicada pregunta.

_Daniel…… - dejo flotando mi nombre a modo de comprensiva actitud hacia mi pregunta- cuanto te diga no te alcanzará, ya lo he hecho y aquí estás, con la misma cosa.Y mientras dejaba sus pinturas y se limpiaba las manos con las hojas caídas recientemente, prosiguió:_Querés que vayamos a verla? - me dirigió esas palabras, para mi terribles, sin el menor gesto de amortiguada manera…como con toda intención de probarme.Quedé paralizado interminables segundos….enmudecido, sabía bien que esa niña

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estaba muerta, me lo había dicho, y ahora la posibilidad de verla….me hizo temblar….Como intuyendo todo eso en mi silencio, cosa muy común en la manera que Tao siempre tenía, prosiguió:_Vamos, no es lejos…… - mientras se levantaba ágilmente me instó a emprender la marcha….Caminamos un sendero en forma de caracol envolvente por unos 40 minutos al menos…..Todo se había vuelto muy oscuro por lo tupido del follaje sobre nosotros, apenas la luz se filtraba de a ratos muy breves, con el batir de la suave brisa de Onírica, tan característica.En el piso, al avanzar….lleno de almendras, como caídas en una noche de “nevada” frutal.Tao las iba recogiendo; algunas, a su paso…las partía de inmediato y las comía con disfrute amplio; hice lo mismo.Al fin, como con solemne actitud casi religiosa, se detuvo de repente.

Un interminable silencio de su parte lo llenó todo…Estaba allí, de pie…mirando a la distancia….como quien teme ir más allá en un sitio ya conocido en sus penosas implicancias….como considerando y midiendo el golpe que (tal vez) hallará, o con la certeza (más bien) de ello.Hizo un ademán con su mano, como cuando te detienen de seguir a modo sigiloso…..y sin volverse hacia mí me dijo:

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_Esperame aquí por favor…… -y se adentró entre la frondosa arboleda hasta desaparecer de mi vista.Al rato…casi al minuto que, sin embargo, para mi fue como una hora, lo vi de nuevo surgir de entre las sombras y el follaje…….

Mi corazón se detuvo al verlo!Venía de lo lejos hacia mi….dificultosamente.Traía en sus brazos el cuerpo inerte de una niña…..Lo veía acercarse a mi….podía distinguir sus mejillas llenas de lágrimas…..Lo veía venir…acercarse.Mis piernas, entonces, perdieron toda la fuerza que tenían…..y me doble de rodillas hacia el suelo…en una catarata de llanto incontenible!!!!!

(Niña….niña….mi niña.Tú suave brisa blanca dentro de tu boca.La sonrisa sutil de los mágicos juegos que inventabas….Tu necesidad de tibiezas, de palabras que no llegaron….Y el día ese que no vi….que no pude frenar, de tan lejano que estaba….El día ese que te fuiste de la vida sin que tu corazoncito olvidado dejara de latir siquiera.Las brasas para siempre que te quemaron por dentro, y tu pedido de auxilio que nadie escuchó.Niña….mi niña……Y ahora ya es tarde….

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Tu refugio y tus anhelos se fueron lejos, aún más lejos que entonces……Donde estás mi niña……?No ves que te buscaré un día?????Que te hallaré…como buen soldado que soy?Y que será muy tarde….muy….tarde.Para mi mal…..Niña…..)

También se desplomó Tao, frente a mí… a unos piadosos metros.Cuado pude levantar la mirada, cuando mis ojos expulsaron su catarata de ellos…y pude mirar….Tao la tenía apretada hacia si….como tratando de aferrar su vida ya extinta….de esa niña que no parecía muerta hacía un tiempo ya, sino en ese mismo instante….como que el tiempo aquí, no tiene el poder de descomponer nada.Lo vi, a Tao…..tan absorto en su dolor, uno que yo le había “obligado” a volver a pasar, con mi egoísta necesidad de saber……que no pude más y me levanté como pude, para irme de inmediato….Lo miré a la distancia, mis lágrimas seguían aún cayendo…..proseguía allí, con ella en brazos.

Sentía vergüenza de mí, sentía furia conmigo mismo.No tuve idea del tiempo que anduve por cualquier sitio, atravesando estanques, con esos bichitos de

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luces tan gratos….me iba aliviando un poco con cada metro andado.Me senté a descansar un poco, más bien a ordenar mis ideas…..se abría la tarde aún…fresca de repente, pero de suave calma…..como si la naturaleza supiera de mi desdicha interminable y fuera en mi rescate.

Cuando me pude levantar, ya más repuesto….con la angustia aún en mi, como nudo en el pecho. Cuando puede volver al camino, al poco de andar….una musiquita de piano distinguí desde lo lejos…que la brisa traía hacia mi…para alejarse con sus cambios.Apuré un poco mis pasos….cada vez el sonido era más claro….de un bellísimo piano llevando y trayendo sus notas suaves y acariciantes….Al llegar al lugar desde donde venían los sonidos…pude distinguir el sitio como conocido.Era el lugar aquel en que estuve con Tao, aquella tarde-noche, la de los conciertos…de las orquestas y pintores, de los artistas en “orgía” creativa…ese bello sitio pero ahora sin nadie allí, sin todas esas gentes.

Veía el piano negro, lustroso, de fondo…así como era, cubierto de flores de cerezo encima y a su lado.Sentía la música…la mágica música de fondo salir de él.Y el corazón…a esta altura mí golpeado y frágil corazón volvió a detenerse……..

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De espalda a mi…..al acercarme…..pude ver la espalda de una niña, que lo tocaba.Me detuve!!!! Por más que mi mente daba la “orden” de seguir…mis piernas no me respondían…más sabias que mi mente.Suave…se escuchaba claramente “Para Elisa”……Lo ejecutaba con sobria maestría…con dulzura envolvente….como llena de emoción en sus manos al hacerlo.“Para Elisa”….y no pude dejar de recordar que su autor, vaya autor!….no lo había titulado así; su título original, se supo años después por un descubrimiento, al pasar, del biógrafo de Beethoven, que lo había titulado dedicado a otra mujer…un amor atormentado y prohibido…de allí tal vez su ocultamiento, pensé.“A Teresa”…así lo había titulado en realidad.

La niña del piano…….Esa niña……..Aún de rodillas en el suelo…sin poder más que disfrutar su ejecución maravillosa, miraba sus apenas movimientos al hacerlo……Estaba algo lejos, piadosamente para ella….y para mí.Pero podía verla muy bien……Era la misma niña que Tao llevaba en sus brazos un rato antes…….

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Estiré mis brazos hacia ella como si pudiera acercarme…..en inútil y patético intento de tomarla, de lo lejos que estaba para tal intento….Niña……murmuré……mi niña…..!

*(Tenía aquella casa no sé qué suave encantoen la belleza humilde del patio colonialcubierto en el verano por el florido mantoque hilaban las glicinas, la parra y el rosal...

¡Si me parece verte! La pollerita corta,sobre un banco empinadas las puntas de tus pies,los bucles despeinados y contemplando absortalos títeres que hablaban, inglés, ruso y francés.

-¡Arriba, doña Rosa!...¡Don Pánfilo, ligero!...Y aquel titiriterode voz aguardentosanos daba la función.Tos ojos se extasiaban:aquellas marionetassaltaban y bailabanprendiendo en tu alma inquietala cálida emoción...

Los años de la infancia risueña ya pasaroncamino del olvido; los títeres también.Piropos y promesas tu oído acariciaron...te fuiste de tu casa, no se supo con quién.

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Allá entre bastidores, ridículo y mezquino,claudica el decorado sencillo de tu hogar...Y tu, en el proscenio de un frívolo destino,¡sos frágil marioneta que baila sin cesar!)

Las notas que ejecutaban sus manos se hicieron más dulces y más firmes a la vez…..Con cada tono, como “orquesta” contagiada, toda la naturaleza alrededor se hizo una con las teclas y sus dedos……Empezaron a caer más y más flores de cerezo….como “nevada” nutrida sobre la niña, y sobre mí….se me dificultaba verla siquiera…Del suelo, la bruma superficial y de bellos tonos se hicieron más abundantes de repente, escapando hacia lo alto…..Ya casi no podía verla….sólo sus suaves notas en el piano me ligaban a su ser.Me puse de pie…..sentí que ese espectáculo se me escurría de las manos con estética belleza.Escuché las notas perderse de a poquito, como alejándose lentamente……Cuando al fin, la “nevada” aquella fue disminuyendo….cuando fue casi inaudible aquella melodía, cuando la bruma de púrpuras y violetas se disipó; me encontré frente a ese piano….ya sin sonido alguno, y sin ella……

(Dónde estás…dónde has estado….?

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Buscarte en estas tierras, desear hallarte….Recorrer esta comarca de magia y belleza estremecedora, juntos….para tu reparo, para mi bien…Y saberte ausente, inhallable…..Que las marcas y jirones que elegiste te impidan el ingreso, y yo allí….aún buscándote!Desafiando al universo, a los cataclismos del cosmos estallante….con mis manos de soldado y de poeta.Saberte así…..negando el sangrado de tu herida….Saberte así…...aseando el laberinto sin salida…..Y una voz muy dentro que suplica….por negada y moribunda…..un minuto de vida!)

Mi regreso fue…como todos los regresos…Esta tierra maravillosa lo hizo por mí, como siempre…La había visto muerta, la había visto viva y musical…Onírica, pensé con todos los asombros en los bolsillos….Onírica….la vida y la muerte en todas partes…aquí es la muerte y la vida, que no es lo mismo….Pensé en ese niño….seguiría aún durmiendo en mi cama?No podía él saber que esa niña que buscaba febril, cada día, cada momento, estaba muerta hace rato.Apuré mis pasos…quería llegar y verlo aún allí, tal vez poder hablar más con él.

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Por alguna razón yo lo sentía tan cercano a mí, como propio, y por alguna razón él se había acercado.

Los poetas de las tormentas

Llegué al fin…debería estar destruido del cansancio, hacía varios días que mi descanso era muy escaso…todo en Onírica se precipitaba….no declinaban sus sorpresas y misterios…más bien parecían acelerarse cada vez.Llegué a la casa y entré con sigilo….no quería despertarlo si aún estaba.Como siempre, las luces encendiéndose, lento….suave…los sones tenues de “mi” concierto…pero ya no estaba!Había dejado una manzana sobre la mesa….sentí que no había sido descuido, más bien un guiño implícito de vaya a saber que más cosas que aún yo no podía saber….Sentí una presencia fuerte a mis espaldas, me di vuelta….era mi “Guardián”, ese ser alado y misterioso, con ademán siempre gentil y custodiante.Curiosamente se había parado frente a la puerta y me miraba como para indicarme algo._Si? - alcancé a murmurarle como pidiendo explicación de aquello que no entendía…..Por supuesto no respondió, no podía hacerlo…solo cantan tonos corales….nunca hablan.

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Otra vez, inclinó su cabeza en ademán de sumisión y caballeroso respeto, indicándome con su mano la salida…..como queriendo que lo siga.Comenzó a caminar delante de mi…lo seguí con sigiloso silencio…sabía que podía confiar en él…y que debería ser lo suficientemente importante este hecho, ya que nunca había tenido semejante actitud hacia mi.Lo veía ir delante de mi….lo aprecié mejor todavía de lo que lo había hecho hasta entonces.Su cuerpo, como asexuado, delgado y bien alto, de gráciles modos al andar, al volar….Sus alas casi transparentes….como de libélula enorme…..acompañando sus pasos.En cada giro, en cada nuevo sendero que elegir en las encrucijadas del camino, se volteaba hacia mí en ademán suave de indicación gestual con su mano….como quien guía a alguien que respeta demasiado.

Desde lo alto, empecé a ver, cómo de a poco muchas otras aves se reunían en vuelo más rasante….siguiendo nuestro camino.Y el suave canto coral….algunas en soprano…otras en barítono……De pronto se detuvo…..el resto de las aves acudieron a las ramas cercanas y bajas como a la espera de algo…..en silencio ahora….Todo quedó mudo un minuto que juzgué eterno.

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Delante nuestro….entre dos enormes jazmineros, descomunalmente crecidos, que parecían hacer las veces de puerta….una bruma muy espesa y colorida…de un rosa muy esfumado en todas sus bellísimas variantes azuladas…empezó a batirse lentamente agitando sus tonalidades como esas nubes que el viento mezcla con violencia.Aún en ese conmovedor e inquietante estado…mi guardián se volvió hacia mi….y con su mismo ademán gentil….me indicó que lo siguiera….

Traspuso ese “portal”….desapareciendo delante de mi, entre la bruma sutil y enmarañada….Lo seguí, con cierto temor e inquietud, pero seguro de él….detrás, en rasante vuelo, las otras aves nos siguieron.Como quienes traspasan un portal….como a otra dimensión, pasé con ellos ese canal de bruma tan bella.Cuando esa bruma se trasformó, lentamente, en niebla suave, pude apreciar un espectáculo bellísimo frente a mi.Una enorme laguna, más bien un lago violáceo muy calmo….como flotando a baja altura una especie de “planeta”…una esfera enorme suspendida sobre esas aguas tranquilas, como de espesa liquidez tibia….Lleno de vegetación tupida a su alrededor, con nubes blanquecinas con su paso muy veloz.

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Seguía a mi custodio, que de tanto se volvía hacia mi en ademán de verificación que lo seguía, como invitación a continuar.Unas construcción algo lejanas…..por aquí y por allí….Al elevar la vista….al disiparse un tanto, en su correr enloquecido, esas nubes bajas….pude divisar muy lejano y al borde mismo de una altísima cumbre…el Castillo!Me quedé como extasiado y paralizado a la vez, su magnificencia, su belleza lejana….atrapado a cada instante por la nubosidad, para volver a emerger estoico al siguiente momento……Así, lejano…en lo alto….el Castillo de Onírica…al que había hecho referencia mi vecino alguna vez.El mismo que vi a llegar desde la ventanilla del avión que me trajo; ahora allí, frente a mi….en lo alto!Se detuvo frente a mi, mi custodio, se había vuelto para ver que me pasaba, allí paralizado y observándolo todo; me miró bien de frente…cuando al fin pude bajar la mirada y verlo…con su natural ademán tranquilo y gentil me indicó seguirlo una vez más.

Al tiempo de andar…llegamos al sitio donde esas construcciones se hallaban; mientras avanzábamos por entre esas casas pequeñas y dispersas….las personas que allí habitan se fueron haciendo visibles.

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Al paso de estas aves, de mi guardián…..se volvían en ademán de saludo educado, como que su presencia era algo natural y conocido.Eran personas sin el menor cuidado por su alineo en sus ropas, no desprolijo ni dejado, no sucios ni abandonados como las personas en la hondonada de la melancolía en que estuve con Melanie; era como que parecían no ponerle atención a sus ropas, sólo eso.Me observaban al pasar entre ellos, que dejaban sus papeles y sus tintas para considerarme.Era, me pareció, como una figura extraña para ellos, pero no notaba que tuvieran alguna aprehensión sobre mi persona…más bien había un gesto amable y cierta sonrisa a mi paso, al mirarme a los ojos, que se acercaban apenas…algunos se juntaban entre sí ante mi paso y murmuraban algo que no sentí como hostil, al contrario.

Cuando estuvimos ya en medio de todas esas gentes, que habían hecho como una pausa en su tarea para recibirnos, al menos eso parecía; mi guardián y sus alados compañeros, se hicieron a un lado agitando sus alas hacia los árboles cercanos.

_Buen día, si gusta…. - una de las personas allí, la más cercana, me dijo estas palabras como invitación a acercarme hacia una gran mesa en que varios de ellos consideraban escritos en esas hojas de papel….como intercambiando ideas sobre ello.

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Al acercarme, pude notar extensos textos escritos con formato de versos, la mayoría sin estructura clásica, sin métrica.Cada uno seguía con su tarea ahora, algunos discutían sobre una oración…otros sobre el concepto allí expresado….los menos, intercambiaban consideraciones sobre alguna palabra.Eran cálidos entre sí, pero viscerales…..se notaba una fuerte pasión porque lo escrito sea del mejor modo posible…me comencé a sentir muy a gusto….

_Daniel… -me dijo aquel que me había invitado a mirarlo todo de cerca- algo que nos pueda ayudar en este verso?….hace días que no podemos avanzar más en este poema.Me acerqué a la hoja de papel, que estaba llena de borrones…y lo leí con cuidado:“….y nunca más saber de ti,y nunca más presentirte siquiera….Y mi mente (allí las palabras faltantes)en suave estallido por tu ausencia….”

Lo consideré un instante, todos allí me miraban en silencio, pude sentir la presión de sus miradas, como aquellos que están a punto de hallar una clave sin la cual nada tendría sentido en un mensaje.Tomé la lapicera e hice aquello que siempre es mi natural y espontánea cosa frente a un texto:“….y nunca más saber de ti,y nunca más presentirte siquiera….

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Y mi mente, (torturando mi alma y mi cuerpo)en suave estallido por tu ausencia….”Dejé la lapicera sobre la mesa y me alejé unos centímetros de ella…..Todos allí se acercaron para considerarlo…..Se miraron entre ellos en silencio….con una franca sonrisa al hacerlo._Gracias Daniel…..podremos avanzar ahora! - su tono era de agrado y de cierta confirmación…..como de aceptación plena.

Luego supe, que a esta región de Onírica no llega mucha gente, como que no está abierta a cualquiera; estas aves parecen estar habilitadas a entrar y salir de ella, pero no todos los habitantes de Onírica llegan aquí.Me sentí muy bien allí….estas personas parecían tener el mismo gusto que yo tengo por las palabras bellamente entrelazadas…..que es como su principal tarea y preocupación.Eran austeros, estoicos….de fijaciones muy estéticas…eran artistas de las palabras…..poetas!_Queríamos saber, Daniel, sobre “Orión”, ese poema suyo…..dónde lo escribió, cómo lo pensó….que sentía al hacerlo? - me descargó estas palabras como alguien que conoce algo mío, sin que yo siquiera lo conozca a él, y lo más inquietante era que al formular esta pregunta, todos allí estaban como atentos a mi respuesta, como que todos conocían ese poema mío.

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Me sentí conmovido, sorprendido era poco, pero ya la costumbre a estas cosas en esta tierra, como que supieran también mi nombre todos allí, lo tomé como natural, en medio de tanto asombro (escondido) de mi parte.

_Escribí “Orión” casi de madrugada….. - comencé a explicarles haciendo un esfuerzo de mi memoria._Paré mi auto, era invierno, una madrugada especialmente fría; venía de mis responsabilidades al frente de una lucha….estaba helado por el frío. Entré en ese Bar, pedí un café con una medialuna…saqué de entre mis ropas una lapicera y en una servilleta comencé a escribir, de corrido….”Orión”._Es como un viaje no? - ahora la pregunta venía de una persona más bien alta que estaba algo más atrás del conjunto de personas allí._Es algo así…..un viaje, sí!....más bien un alto en un viaje extenso, hacia sitios lejanos….como errante viajero quién sabe por qué motivos… - miraba muy dentro mío, las palabras intentaban darle la mejor imagen referida al episodio._Después de todo…Daniel… - me volvió a decir, ante mi explicación, esa persona - la vida misma es eso! Tal vez sólo seamos eso…. - dejo colgando el concepto un instante, como buscando las palabras correctas - errantes viajeros….en los sitios y en el tiempo! - sus palabras eran exactas…bellas, infinitamente cargadas de sentido para mi.

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_Creo que algo así… - volví a contestarle - y como que aquella “nave” del poema es nuestra alma, tan averiada a veces y tan poderosa a la vez, que sigue su viaje sin olvidos! - me había vuelto hacia mí muy dentro, sentía que estas gentes compartían en un todo aquella manera…..mi gusto crecía cada minuto allí. Otra persona me tomó del brazo, desde detrás….y me dijo:_Yo creo que la palabra clave de todo el poema es “cobarde”! - mientras lo decía, muy seguro, me miraba fijo esperando mi respuesta._”Cobarde”…. - lo consideré un buen instante…todos allí estaban muy atentos a mi repuesta - “cobarde”….SI! Allí cae todo el peso del poema…..esa palabra no sólo expresa lo que dice, además “cuenta” la confesión del poeta!Todos allí sonrieron de repente, como en armoniosa y generalizada comprensión._Mi nombre es Manuel…. -me dijo aquel que parecía estar destinado a ser mi anfitrión allí - tengo algunas cosas que quisiera que vea y considere conmigo, si no es molestia para usted - me dijo con tono de invitación y con toda cortesía.

(ORION

 “Hermano voy a decirte sólo algo de ella, el resto me lo guardo, espero me comprendas...   Yo la conocí cuando viajaba por Orión,

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en la brillante estrella central de su enorme cinturón. Estaba cansado y dolorido y buscaba reposar antes de irme. Ella trabajaba en el taller, remendaba y zurcía corazones....   Nunca hablamos, cada tanto levantaba la mirada y sonreía, yo estaba fascinado... Cuanto duró? Apenas una hora, y en Orión las horas son tan cortas....   Luego tuve que partir; la pista despejada, la cuenta regresiva.....   Nunca más volví a Orión, vos sabés, soy tan cobarde.... necesitando mi corazón tantos parches...... )

Seguí a mi gentil anfitrión, tenía un andar suave, sin apuros, como quién sabe que nada más hallará por llegar antes a alguna parte. “Es un poeta” pensaba mientras lo veía apenas delante de mi; y el caso es que yo estaba allí considerado del mismo modo….todo aquello me hizo sentir muy agradable este lugar.

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_Puedo preguntarle por su apellido? - algo en mí me impulsó a dirigirle esa pregunta…algo que, dentro mío, parecía intuir…._Amigo - me dijo algo sorprendido - en estas tierras el apellido no es importante…apenas si el nombre lo es!Su tono era suave, siempre gentil…con una muy breve sonrisa…con esa mueca y tono que nos hace comprender cuando alguien lleva en sí una comprensión muy amplia._Mi apellido es Acuña! - como intuyendo en mi silencio que me había quedado con un sabor inquieto por su respuesta previa, se volvió hacia mi y me respondió la pregunta de ese modo._Manuel Acuña? - volví a preguntarle, ahora ya lleno de inquietante comprensión por la revelación.Giró de sí…se volvió otra vez hacia mi y me miró muy fijo._Manuel Acuña….el poeta? - mi tono era de incrédula situación._Mi amigo… - me dijo con tono campechano…dejando esas palabras suspendidas un instante - el mismo, si!Entonces….mientras lo veía volverse y continuar su camino…a mostrarme quién sabe qué cosas, mi corazón se encogió….Manuel Acuña, pensé para mi mientras lo seguía….el poeta mexicano suicidado en 1873...el mismo que tanto había admirado yo de chico, de adolescente…con su atormentada vida….con su muerte “imposible”….Sus poemas a

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Rosario, su amor infinito…el enorme poema suyo referido a la explotación sexual de la mujer…..Recordé el episodio de su muerte…en su cuarto austero, en la soledad y la pobreza; el amigo suyo que debía llegar a él (a una cita) a las 13 hs, a su cuarto…..y que, comenta él mismo en el prólogo del último libro de poemas de Acuña, fue retrasado un rato en la salida de su trabajo y que ese retraso, según él mismo, hizo que encontrara a Manuel ya sin vida; y su culparse para siempre……

Iba allí, delante de mi….guiándome a ver cosas en esta tierra…en esta zona que parecía estar destinada a poetas…y yo allí, no sólo admitido….además estas personas pareciendo conocer mi obra.Todo se tornaba naturalmente grato.No pude dejar de sentir un gran orgullo….que pronto era apagado, en parte, por el deseo de vivirlo…de ver cada detalle….de sentirme parte de esta maravilla.

Mientras caminaba…algo delante…unos pasos apenas, como intuyendo mi confusión, trató de explicarme más….como temiendo que yo malinterpretara esta tierra…todo Onírica._No mal interprete, Daniel…..aquí, a esta tierra no “vienen” los que mueren….aquí no habitan aquellos que dejan la vida…aquí habitan los sueños…..!!!

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Trataba de explicarme aquello que sería grave falla al interpretar lo que parecía acontecer en Onírica, como intuyendo mi confusión, la de cualquiera aquí._Los sueños, si mi amigo - continuó diciéndome - los sueños…..- y, como era su modo siempre, como buen poeta…creando con sus tonos y sus silencios las atmósferas que subrayen lo dicho, dejó “colgando” esas palabras un instante._Lo sueños…..los suyos, los míos, lo de todos aquí…. - era como un reflexionar para sí mismo….con una suave y agradable complicidad hacia mi._Los sueños de todos? - trataba que se extendiera mucho más…no veía aquí tantas personas más bien parecía, Onírica, un sitio enorme…pero no muy poblado._No…de todos NO! - afirmó rápidamente ante mi pregunta, como queriendo corregir enseguida un error crucial y peligroso._Aquí no hallará los sueños, ni las personas, que pudieron hacerlos realidad en su vida!Ahora, esta misteriosa verdad empezaba a darme el sentido que no tenía hasta aquí._Aquí no hallará - continuó diciéndome - los sueños de aquellos que no se atrevieron…..de los que temblaron frente a sus anhelos….ni de los que “mataron” sueños ajenos…..no es tierra de refugio para “exitosos” y banales…..ni de aquellos que calcularon en dólares cada pedacito de las vidas

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ajenas….juzgándolas aptas por su poder adquisitivo y sus bienes.Mientras Manuel decía estas cosas, cada una más y más profunda en su tono y verdad….se me iba descorriendo como un enorme telón que dejaba ver, ahora, con toda claridad las virtudes de esta tierra…

Seguimos andando, no me atreví a decir palabra; intuyendo mi comprensión….tampoco él dijo nada más por mucho tiempo.Pronto, habiendo llegado a lo alto de una meseta de las muchas que hay en Onírica, en este modo serpenteante, de altos y bajos constantes….de bosques inmensos y claros que se precipitan abruptamente….de estanques y de valles….de pronto se abrió ante nosotros un espectáculo impresionante!

A lo lejos…allí debajo…..un enorme lago, el “Lago de los Poetas”, así lo llaman (me explicó), de lilas inmensos….de blancos suaves como plata….quieto, muy pero muy quieto…..que parecía tener, en su otra costa….a la lejanía, unas construcciones difusas por la distancia y por lo nuboso del sitio.Sobre él, un gran planeta como flotando sobre las aguas, el mismo que divisé al entrar a esta zona, con los pájaros.Manuel se había hecho a un lado…ahora estaba detrás de mi…..yo avancé hasta el borde mismo de la loma, casi hasta el punto de caer de allí…lo que

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me impulsaba era la visión “imposible” de aquello que veía…..no podía creerlo…era tan bello y cautivante….a la vez que inquietante.

Dos enormes burbujas….que iban como en vuelo suave sobre ese sitio…hacia el lago mismo…y en ellas, dentro de ellas, se podían divisar dos personas…En una de ellas, la de la izquierda, una mujer…bellísima en su desnudez natural, flotando en su burbuja inclinada y mirando (anhelante) hacia la otra.A una buena distancia…la otra burbuja…enorme también, con un hombre en ella, con la misma suave y bella desnudez….flotando y mirándola a la distancia…..Quedé absorto y sin reacción ante tal escena, toda era de una belleza azulada y violácea absoluta….un cielo tempestuoso y lleno de rayos de tormentas retenidas…..y esas burbujas allí…..y ellos dos….mirándose a la distancia.

_Lo ve - me dijo como quien termina de demostrar la verificación de un intrincado teorema - lo ve?_Claro que lo veo… - alcancé a decir…._Quiero decir…. – continuó - nada más cierto y claro que la labor del poeta….este modo…esta escena!

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Claro que la escena maravillosa que tenía delante lo describía ampliamente…..todo parecía estar condensado en esta vista mágica y poderosa._Qué piensa, Daniel - me preguntó enseguida - es así lo que ve el poeta cuando vive su vida, cuando siente y describe su obra….?_Así mismo, Manuel…..exacto así! - apenas alcancé a contestarle._Sé que comprende, Daniel….usted sabe, se miran a la distancia, se anhelan, se necesitan…se buscan….se intuyen, al fin se ven….se elijen, se desean….se necesitan, se aman._Exacto así - apenas podía murmurar como quien se halla extasiado y absorto por algo y apenas puede murmurar._Y luego…usted sabe Daniel; los “vientos” que llevan esas burbujas lejos, una de otra; a veces las acercan, a veces las aleja. Pocas, las choca y las funde, entonces ellos se amarán sin obstáculos…otras, ese choque produce su desvanecer y la caída de ambos……Dejaba que continuara su relato…era de bella poesía explicativa su decir, no se podía agregar palabra alguna, yo las sentía como propias, como dichas al unísono.

_Sabe? - se volvió hacia mi para decirlo - cuando estoy algo cansado, especialmente triste por algo…vengo aquí un rato….me siento a contemplarlo y,

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usted me comprenderá perfectamente creo, me descubro a mi mismo soplando._Soplando? –exclamé extrañado y sin comprenderlo muy bien._Si Daniel, soplando….a ver si consigo que….. – dejo colgadas sus palabras un instante, y como quien busca fuerzas desde dentro para ocultar una emoción muy fuerte, continuó - para ver si puedo ayudar al viento…Al escuchar esta “confesión”, me volví hacia él…era de una belleza tan extrema el modo en que lo dijo….de puro excelso poeta….no sólo había logrado conmoverme su emoción, también la estética de su tono._Si hubiera comprendido entonces… - ahora era como que hablaba como para sí mismo - éramos como dos seres en sus burbujas….la vi…no pude dejar de amarla, y no pude comprender (tampoco) el ir y venir del viento.Cuánto comprendía yo su dolor, su relato encriptado, la codificación de su pena infinita….su sentir de poeta._Ve? – como cortando en algo esa emoción que lo había ganado todo - por todas partes allí, eso blanco que ve sobre el Lago, en esas “toscas” que se adentran en las aguas….las bellas flores del Cerezo…que han “nevado” con su virtud y su belleza toda la escena….creo que usted lo hubiera pintado así!

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_Vamos Daniel, se ha hecho algo tarde ya - me dijo mientras se volvía por donde vinimos.Volvíamos callados ambos….como quienes regresan de un peligrosa expedición habiendo encontrado un perdido tesoro, con la emoción a cuestas…con todas las sensaciones intactas….pero cansada el alma de semejante exposición._Por qué será - le dije al fin rompiendo ese silencio y acercándole esa pregunta tan fuera de aquel contexto, pero que se me impuso desde dentro - por qué será - volví a repetir- que las propias personas, muchas veces, destruyen semejante belleza?Se detuvo de repente al escuchar mi pregunta, como quien ha alcanzado, en medio de la oscuridad, el borde mismo de un precipicio y se detiene justo cuando un paso más lo haría caer.Se volvió hacia mí…..me miró bien directo a los ojos, acercando los suyo lo más posible…en un instante de silencio que me pareció eterno…..y dijo aquellas palabras que yo ya no podría olvidar:_De cuantos ropajes puede vestirse la falsedad….la “virtud” es el más eficaz!!!!!!

(“Burbujas sostenidas por el viento de lejanas ilusiones perdidas…Soplos suaves o tormentas que llevan mis anhelos y los tuyos por incontables galaxias….Mareas calmas en su superficie, sacudidas por corrientes profundas y enfurecidas….

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Esperando una suave brisa que al fin nos junte, más sabia y más digna que nosotros mismos…..Mirándonos sin vernos…cuando los ojos ya han visto suficiente……Amándonos sin hacerlo…..porque las marcas están, eternas, muy dentro……Como el florecer de los Cerezos…..Vos y yo en el mismo vuelo……Porque de su belleza casi blanca y casi lila….Porque de sus interiores púrpuras muy suaves…Porque de su florecer para caer cuando aún no se marchita….Así, la flor del Cerezo….no quiere morirse en la rama….y aprovechando la primera brisa cae en pleno apogeo…..Así…..alfombrando el suelo para todo caminante, que lo pisará sin siquiera sentir su belleza….Así, como el Samurai elije tu sombra y tu belleza para quitarse la vida por su derrota….Así, te elegí yo a vos…..burbuja empujada por los vientos de tu alma atormentada…..Así…..tiñendo ese suelo con mi sangre de poeta….para que sus flores, y tus flores, un día…me reconozcan y me elijan también!!!”)

Un amor….infinito.Me volví para apreciar, por última vez, el espectáculo sin palabras del “Lago de los poetas”…como quien intuye que será la última vez que verá algo….

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De más lejos…a cierta distancia todo se aprecia mucho más…como esos cuadros que lucen en su escena al alejarse un poco….como aquello que sólo se puede valorar cuando uno toma distancia de ello, o se lo ha perdido.El espectáculo era imponente…..lleno de tonos violáceos….con esa tormenta retenida, en sus extrañísimos nubarrones que hacían las veces de marco a todo el lago.Se habían empezado a formar relámpagos muy altos, algunos rayos se podían divisar de a ratos.La esfera esa, como planeta flotante….sobre las aguas aún muy mansas.Me pareció ver, cosa que antes y de cerca no pude apreciar, como dos “escaleras”, que hacia lo alto del cielo negro y tormentoso parecían surgir para luego perderse……unas escaleras….tan loco, tan extraño….y tan de esta tierra.Debajo, en tierra firme, en las costas del enorme lago, los árboles de Cerezo….lejanos unos de otros….con sus blanquecinas copas tupidas…y su “alfombra” debajo….de sus mismas flores, como nevado.Y…al fin…dominando toda la escena, esas dos enormes burbujas…con ellos dentro, en cada una….Hice un esfuerzo para ver si podía divisarlos mejor…..

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Y allí estaban….Ella mirándolo….él, mirándola….a lo lejos…..Pude sentir el deseo de ambos, con sus manos en el borde mismo de sus burbujas…..como intento imposible de acercarse…de llamarse….de comunicarse…Y yo también…..como Manuel….sentí el deseo irrefrenable de soplar….de soplar…..para ver si así ayudaba al viento a acercarlos…..Entonces comprendí mejor lo que antes me había dicho…..mientras Manuel caminaba delante, como quien comprende ese instante de intimidad en esta tierra, que necesitaba yo tener…..y soplé con todo lo que tenía….muy fuerte…..a la distancia.

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Al fin llegamos al limite justo donde yo había ingresado con los pájaros aquellos, a la tierra de los poetas.Se volvió hacia mí y me dijo:_Daniel…..este es su camino ahora….por entre esos dos árboles tan bellos - su tono era de comprensiva resignación. Y siguió…..__Si usted me permite, le pediré dos cosas….muy atrevidas de mi parte…si usted me permite, claro….Por primera vez lo noté algo incómodo consigo mismo, como quien está a punto de pedir algo muy necesitado y a la vez indigno._Lo que me pida, Manuel…. - le respondí rápidamente._Que nunca olvide que su poesía vive aquí….que sus sueños de poeta…de escritor, han echado aquí raíces….que lo que hace de alguien poeta no son sus lectores….sino su pasión por soñar el dolor y el sueño de todos. - su tono era de una carga emotiva muy grande, no pude decir palabra…._Y que nunca, por favor…deje de escribir….. - hizo una pausa como para tomar coraje y continuó…_Sé bien que eso sentía al llegar hasta aquí….que tenía la decisión de ya nunca más escribir…..sé bien de dónde le viene eso…lo conozco bien… - dejó colgadas esas palabras, yo estaba conmovido, no sólo por su pedido, casi absurdo para mí que viniera de quién venía, sino porque él parecía saber de mi hasta las más recónditas decisiones.

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_Pero…. - apenas le pude decir- cómo es que sabe usted eso Manuel?_Sólo le pido que siga escribiendo…usted sabe…. - tomó un tono más cercano, como intuyendo mi inquietud - usted sabe…si no puede decírselo a “ella”…si lo escribe, de algún modo, de algún misterioso modo….eso mismo vivirá en esta tierra…y quien sabe…quien sabe, las brisas suaves y llenas de pasión de esta tierra….se lo llevarán…un día!Tuve allí…con sus palabras como bisturí muy preciso y profundo…la sensación de mareo._Se lo prometo!!!! – apenas pude murmurarle - ambas cosas….se las prometo!!!!Nos dimos un muy fuerte abrazo….lo sentí muy cercano….Manuel Acuña….ese poeta que había admirado tanto de adolescente……su vida atormentada….su decir profundo….lo sentí como que abrazaba a ese tiempo mío, ya lejano…tan mío….cerca del tiempo en que al fin “la” tuviera a mi lado…sólo así…sentada a mi lado, aquellos días.Transpuse ese “portal” y me dispuse a volver, lo largo del camino pondría en orden, si fuera posible eso, mis ideas….y mi alma.

Llegué, al fin, a mi casa.Caí pesadamente en la cama sin darle, a las luces, tiempo siquiera de encenderse del todo.Sentí desde lejos los acordes del concierto de Mozart….y me dormí al instante vencido por el cansancio de tanto tiempo.

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Desperté al fin…ni sé a qué hora…ni tenía clara conciencia de qué día.Pero lo sobresaltos, más bien agradables pero sobresaltos al fin, no iban a cesar en esta tierra maravillosa…..Las luces estaban encendidas, lo que ya me causó cierta sorpresa, sólo lo justificaba que alguien estuviera allí, y no durmiendo precisamente.Me incorporé de prisa, y al fin lo vi…sentado en el escritorio…dibujando algo._Hola! – le dije a modo de saludo.-_Hola! – me dijo sin darse vuelta siquiera, como lo más natural….Veía, mientras acostumbraba mi vista a la luz, sus manzanas dispersas por el piso, por la abertura del morral, viejo y raído._Hace mucho que estás acá, Daniel? – era la primera vez que me atrevía a llamarlo por el nombre aquel que me dijo, aquella vez en el bosque, que era mi mismo nombre._Si…hace un rato ya, Daniel… - sin volverse hacia mi, siguiendo con sus dibujitos, me respondió llamándome también por mi nombre…soltando una risita al pronunciarlo, como jugando con la coincidencia.-Qué hacés? – mientras me incorporaba traté de entender algo de su presencia allí._Dibujo…..trato de recordar como es…hace mucho que no la veo y no quiero olvidarla – como si nada,

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descargó esas palabras de lo más natural, como sabiendo que yo comprendería.Me acerqué para considerarlo…tenia curiosidad, verla como él la ve….cómo sería, y el modo que la dibujaba.Entre trazos muy simples, lógicos de niño, vi a la niña aquella….llena de vida, no como pudo mostrármela Tao, aquella tarde.La dibujaba como danzando….como en vuelo de vals, como flotando con la música.A todo alrededor de la figura….lleno de signos como musicales…..bello y simple.*(….me faltas tú….con tu piel de jazmín.Me faltas tú…con tu voz, tu reír.Y en la terrible tortura de mis noches,tan dramáticas y oscuras….escucho siempre tu voz…tu voz de raso y de jazmín!Me fue matando tu sueño, y todo se quedó vacío;abandoné lo que era mío, recuerdas? Tan sólo mío…Y hoy que no puedo regresar, tu nombre sigue junto a mi como un castigo….…..y sigo sin poder olvidar….Me faltas tú….con tu piel de jazmín…Me faltas tú…con tu voz…tu reír.Y en las terrible tortura de mis noches,Tan dramáticas y oscuras….escucho siempre tu voz…tu voz de raso y de jazmín!)

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_Es la niña que buscás? –como obviedad que intentaba internarme en su silencioso dolor, le pregunté._Si!!!!... es muy linda, no? – respondió con esa afirmación…sobre los rasgos algo confusos de sus posibilidades de dibujante._Muy linda sí – le respondí enseguida - Cómo se llama?De pronto, como si lo preguntado por mi fuera una desubicada condición insultante…como si en esa respuesta estuviera encerrado el mapa que ubicaría el lugar preciso de un tesoro muy valioso que, de ser revelado, podría ser saqueado; hizo un profundo silencio…..guardó su dibujo entre sus ropas, como escondiendo su alma, y se volvió hacia el piso donde estaba tirado el morral y varias de sus manzanas.Lo juntó todo; al incorporarse, notando mi confusión, estiró su mano y me ofreció una manzana de esas tan dulces y bellas que siempre lleva, y que yo, secretamente, deseaba.Comprendí que no debía, aún, entrar “allí”.

Se sentó en la cama….movía sus piernas delgadas en oscilante jueguito de niño.Me senté junto a él, sonaba desde hacía rato, muy suavecito…”Vals de los novios”…de Strauss.Él giraba sus piernitas al son de ese vals….todo allí “giraba” con las variaciones de esa melodía tan suave y el sabor dulce de las manzanas aquellas….

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Nos mirábamos…haciendo un ademán con el cuerpo y las cabezas, sentados allí, siguiendo la melodía fina y circular…estábamos como bailando…en secreta conjunción musical.Enseguida….sentimos el rodar bellísimo de “Danubio Azul”….también de Strauss….Nos mirábamos…extasiados por la música.Girábamos con sus variaciones otra vez…..allí sentados….Al fin, con la épica conmovedora de sus sones nos levantamos y giramos por toda la sala…….Sentí que volaba junto a él…que sonreía con su manzana a medio comer, como yo.Las lagrimitas suyas (y mías) nublaron mi mirada….sentí que el corazón se me salía de muy dentro.Sonreía Daniel….y yo…con su mismo nombre…sonreía de emoción, lleno de lágrimas…también.

(Perdido niño que fui….Dónde solté tu mano?Qué día, cuándo?Te he buscado por todas partes, en ella misma!Dónde estás niño que fui, te he estado llamando desde entonces.Mi voz se ha hecho débil…se ha adelgazado hasta el silencio.Te llamo aún, a murmullos…niño….niño que fui.Como la llamo a ella también, perdida como yo, desde aquella tarde.

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Juntos estarán, juntos los deseo, juntos los anhelo…Y como a vos, niño que fui,la busco aún….con mis murmullos!!!)

_Salimos a caminar? - me preguntó en medio de la danza aquella - yo debo estar afuera, no sea cosa que ella ande cerca…..Como un niño de su edad, cortando abruptamente ese instante tan bello que teníamos….y a la vez con su preocupación de siempre…..vi la posibilidad de estar más con él._Di dale, salgamos! – me apuré a contestarle.Al pasar por la puerta, vi de un lado a mi “custodio”, el alto y siempre atento pájaro destinado a mí.Por algún motivo que aún no comprendía, ni importaba tanto tampoco, lo había dejado pasar en medio de la noche, cosa que no había permitido con Tao, la mañana aquella que me llevo a conocer más de este lugar.

Iba a los saltitos…..como todo chico.De tanto…agarraba alguna ramita larga a modo de bastoncito, innecesario.Se trepaba, al menos un poco, en cada árbol inclinado y pegaba, desde allí, un saltito amplio para bajarse…era un encanto verlo así vital.Mientras lo veía así, jovial…casi feliz, me preguntaba por su estado, si supiera lo que yo sabía,

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el final de esa niña que él aún buscaba con tanto afán.Me preguntaba qué sería de este niño tan alegre y febril…cuando ya no tuviera ese motivo para vivir….y esa pena infinita.

Giraba sobre si, me hacía un ademán para que lo siguiera….debía apurar el paso cada vez más, pero me daba gusto todo eso.Pasamos por debajo de un nogal y se apuró para subirse a su ramaje….arrancó algunas nueces bellísimas que había allí y me tiró algunas para que tenga….Me hizo recordar a cuando “ella” me traía esas ricas nueces…las almendras…..y el sabor aquel que se me antojaba el sabor al amor.Llegados a una lomita muy breve, se sentó (por fin), más que a descansar…a considerar el terreno, a mirar hacia el horizonte y se podía notar la avidez de su mirada buscándola a lo lejos.

Mientras él (y yo) pelábamos unas nueces tan ricas, con la mirada perdida en el horizonte…al fin me preguntó:_Daniel…..como se siente un beso? –sentí el modo de este chico, su preguntarme sin mirarme siquiera, como haciendo un esfuerzo para superar la timidez….su deseo de saber y su inocultable necesidad de mi, por algún motivo desconocido para mi.

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Hice el mejor esfuerzo que pude…..traté de ver hacia dentro mío…sabía que él necesitaba saber algo que desconocía, pero que ansiaba mucho….y mis palabras serían como un bisturí muy afilado, podía hacerle bien o cortarlo sin remedio._Mejor te diré… - le empecé a responder - como sentí siempre besarla a “ella”, si?_Si dale….quiero saberlo! – ahora se había vuelto hacia mi, sintió que no había juzgado yo, su pregunta, como ridícula._Para mi fue….como el sabor de ese vinito rico y dulce que a ambos nos encantaba…..dulce…muy dulce cada vez….y salvaje a veces…..cuando me mareaba más el deseo que el alcohol._No comprendo – volvió, lógicamente a interrogarme -.Era lógico, yo le había contestado metido muy dentro…como pensando para mi…..y él era un niño de pocos años, que desconocía todo…_Disculpá……sabés? – continué - Viste como son tus manzanitas? Así de dulces…de frugales, de frescas…así de suaves….que cuando la terminás querés otra más?_Si…por eso las llevo siempre conmigo - se apuró a decirme, como comprendiéndolo rápidamente._Bueno….exacto así! Es muy bello besarla…si ella te gusta mucho, si la amás…..verás que es tan hermoso hacerlo…..Lo disfrutarás, como a tus manzanas…..

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_Creo que me encantará - como exclamándolo para si dejo caer esas palabras hacia dentro suyo._Abrazala fuerte…..besala despacito, al principio….ambos se comunicarán (sin necesidad de palabras) el modo y el gusto común al hacerlo._Si…cada día siento una necesidad mayor de encontrarla….como que dentro mío algo crece que me empuja a hallarla….aunque….. - dejó de pronto esa palabra suspendida, como quien ha dicho algo que no debía…que lo expone mucho…que le da timidez admitir._Aunque…? – le pregunté enseguida.Hizo una gran pausa, seguía mirando el horizonte, muy atento, tanto a ella como a la charla.Meneó un poco su cabeza, como luchando con él mismo para decirlo._Me pregunto siempre, si cuando la encuentre, si al fin lo hago, si le gustaré a ella…..Movía sobre el suelo una ramita cortita, como escribiendo suavecito lo que decía…como distrayéndose a si mismo para poder decir semejante confesión íntima._Siempre nos preguntamos lo mismo, no te preocupes, ella también se hará esa pregunta….sólo abrazala muy fuerte….y si sentís que ella lo hace también…entonces besala…suavecito…si? Como te dije. – Había levantado su cabecita y me miraba fijo…como buscando en mi la clave de un secreto cifrado y muy importante.

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_Mirala bien a los ojos….no digas nada….no dejes que diga nada….sólo mirala y tenela bien firme hacia vos….sentirás lo que siente, como si ese contacto tan fuerte de ambos los hiciera uno….y eso te comunicará todo! – proseguí diciéndole._Gracias Daniel…… - tenía ahora una sonrisa muy amplia, de seguridad…e intuí de más cercanía y confianza conmigo – eso haré!_Vamos…seguimos? – prosiguió como habiendo tomado fuerzas nuevas con la charla aquella, como con una nueva energía producto de su seguridad…como aquel que ha disipado las dudas que aún lo perseguían, para su tarea._Dale, vamos…! – también le contesté tan a gusto como él.

Lo miraba ir…delante de mí.Alegre….como yo mismo mil veces….como yo mismo aquella vez.Los perfumes de los jazmines (ya finales) de noviembre ponían sus últimos acentos en la brisa….como para no ser fácilmente olvidados.

(TE ESPERABA

Se oía el mar abajo, calmo.Rodaba lo más suave por la playa;te esperaba......

Las nubes bajaban hasta mí, me envolvían.

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El viento me deshacía el cabello,como antes tus manos,te esperaba......

La noche se fue llevando mi tristeza,el cansancio cerró mis ojos, acostumbrados antes a verte.Te soñaba.......

Traída tu presencia por mi agotamiento,juntos recorrimos el mundo aquella noche;mientras tanto, este hombre,a la orilla de noviembre,te esperaba........”)

Vida y muerte en Onírica

_Jugamos a la pelota??? – de repente, al reanudar nuestra marcha, soltó esa pregunta como si lo tuviera planeado de antemano._Con qué pelota? – le devolví, incrédulo, la pregunta._Acá cerquita, en el hoyo que hay en un árbol guardo una….dale, juguemos un poco, siempre juego solo con ella. –me miraba, al decirlo, como con una súplica juguetona._Dale, si! Me encanta jugar al futbol! –y ahora el entusiasmo parecía mío.Anduvimos poco, apuraba su paso…casi corría de a ratos….saltando los troncos caídos, esquivando la

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vegetación cuando ésta se hacía más enmarañada….me miraba girando hacia atrás como invitándome a seguirlo y no atrasarme.Al llegar a un sector de Plátanos, se acercó a uno con tronco bien ancho y buscó, con su brazo, dentro de él y con esfuerzo sacó, como había dicho, una pelota.Con una sonrisa plena, con todo el entusiasmo a borbotones….la pateó desde lejos, hacia mi…con extraña precisión.

Empezamos el juego….él estaba a unos 20 metros de distancia de mi, corría cada pelota enviada con toda ligereza.Con buena técnica la devolvía cada vez. Era veloz, certero…con ambas piernas podía patear sin dificultades.Parecía disfrutarlo mucho….había estado jugando, cada tanto imagino, solo.Empecé yo también a disfrutarlo…..esa pelota nos tenía unidos, nos vinculaba desde un lugar muy grato para ambos….con un nuevo desafío en cada tiro….el gusto que siempre sentí al jugar futbol, y este chico lo sentía y hacía igual.A veces, el balón se iba algo lejos, pegaba en algún tronco o en algún follaje y había que ir por él algo lejos.En una de esas veces….al patear muy fuerte y chocar con una rama alta, la pelota se desvió unos 30 metros detrás de mí.

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Fui a buscarla, el niño había quedado lejísimo, ni podía verlo desde el lugar donde la pelota había quedado.Tuve que correr unas matas altas para tomarla….y lo que vi me dejó paralizado.La pelota había caído justo al lado del cuerpo, sin vida, de la niña aquella.No podía reaccionar…….Me envolvió toda la angustia por saber que él estaba allí, que miraría en esa dirección donde yo fui por la pelota, que podría descubrir que ella estaba allí, muerta.

Hice cuanto pude por superar mi impresión, esa niña…..allí, como dormida…..exacta, intacta….pero muerta.Me sobrepuse lo más rápido que pude, tomé el balón y corrí hacía el lugar en que le pateaba. Algo de tranquilidad me dio verlo allí parado, a la distancia, esperando por mi vuelta con el balón.Seguimos jugando así un rato, yo trataba de pensar una excusa para dejar de hacerlo y salir de esa zona, no quería que descubra ese “secreto” doloroso que Tao tanto se había empeñado tanto en mantener….por no darle un dolor insoportable a este niño.Al rato le dije:_Daniel… - me excusé - estoy cansado….que tal si seguimos camino, otro día podemos seguir jugando si?

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_Bueno…..dale – con gesto mitad resignado y mitad molestia aceptó a la distancia.Yo tome su morral y me apuré a acercarme hacia él, así seguíamos con rumbo contrario al lugar que quería evitar que viera._Vamos – le dije - estuvo bueno el juego!Tomó la pelota y volvió a dejarla bien profundo, como quien guarda un objeto muy delicado para que no se afecte, en el árbol aquel.Seguimos camino, para mi alivio.Este chico se había vuelto para mi como esas cosas muy delicadas que había que proteger, lo sentía muy sensible, demasiado….y sentía que llevaba en sí probables penas que seguro no podría soportar.Lo sentía seguro pero anhelante…muy lleno de ilusión por su búsqueda…todo eso me hacía considerarlo como muy frágil.

Anduvimos mucho rato, hablamos poco….la caminata ya extensa y el juego aquel había hecho su tarea en nuestras piernas.Al llegar a una pendiente en el camino, con vista toda despejada de frondosa vegetación, con vista a una llanura muy verde oscuro que se extendía hasta donde la vista se pierde, con mucha claridad por la poca arboleda, nos sentamos a descansar un poco.Tomó del morral dos manzanas y estiró su mano izquierda para ofrecerme una, que tomé con toda desesperación y gusto.Nos quedamos así…en extraño silencio.

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Él miraba a la distancia, como siempre…pero con algo en su actitud que hacía muy raro la “atmósfera” sutil entre ambos.Yo disfrutaba mi manzana mientras lo veía un metro delante de mí, allí sentado, en su profundo silencio, uno que no me atreví a romper.Al rato…como si rompiera ese silencio él, con una afiladísima daga, por fin me dijo:_Todos creen que no lo sé!Su tono, su misma voz, eran muy diferente a todo su decir hasta allí….como si alguien diferente, muy desde dentro suyo, tomara la palabra ahora.Hice silencio….dejé de morder mi manzana y quedé paralizado…de nuevo._Todos creen que no lo sé…..Volvió a repetirlo como para sí…..y las palabras le salieron ya algo entrecortadas.Quise decir algo…….no me salía nada, quería cortar ese silencio posterior a sus palabras para ver si salía de un lugar que intuía gravísimo._Y lo sé…..bien que lo sé!!! –sus palabras estaban llenas de dolor, pero también de orgullosa afirmación personal; como aquel que sabe que se le atribuye cierta debilidad que no es tal….y que reafirma con valentía su entereza.

Al fin, me animé a preguntarle:_Que es lo que sabés….?_Eso…..! –con una ademán de su mano señaló hacia atrás, en el camino, mientras lo dijo.

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Yo no podía (o no quería) entenderle que se refería a lo que había visto cuando fui por la pelota, me negaba (interiormente) a que se refiriera a eso, a la niña allí y muerta.Me defendí con un profundo silencio….uno que se me antojó que duró milenios…pero este chico sentía él más consideración hacia mí que la que yo tenía por él._Lo que viste allí….. –dijo por fin con toda contundencia y voz firme.Algo en mi se aflojó de repente…..sentí como si la presión se me hubiera bajado mucho, como con algo de mareo….no podía concebir que lo supiera, menos aún que estuviera allí, sentado hablando de ello sin derrumbarse….con seguridad, una que me asombraba y me hacía verlo como nunca lo vi.

_No te preocupes, Daniel… -me dijo con tono de comprensión y contención hacia mi - ya lo sabía hace mucho!No podía comprender mucho a esa altura, sobre todo que lo supiera, si lo veía todo el tiempo buscándola aún…y lo más extraño, que no estuviera derrumbado de dolor por saberla muerta._Sabés, Daniel…. –se volvió hacia mi mirándome bien de frente - hay algo que nadie sabe y que yo si sé…… -dejo colgando esas palabras más incomprensibles aún._Qué es? –mi pregunta era más bien súplica._Decírtelo sería inútil…tenés que verlo!

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Su tono era ya lejano al del niño que tenía enfrente, del que conocía hasta allí…ese que jugaba y tenía maneras y palabras de niño, del que jugábamos un instante antes a la pelota.Pero por sobre todo…..se abría ante mi este chico como alguien muy distinto a lo que había intuido….se mostraba ahora muy valiente, seguro, estoico…..mucho más que yo, que pretendía preservarlo, algo que él ahora hacía conmigo…y vaya que lo necesitaba mucho.

Apuraba su paso, como de costumbre; seguirlo era toda una tarea.Me preguntaba a mi mismo, al andar detrás suyo, qué nueva cosa habría por delante….qué nuevos misterios se abrirían para mi, aún….?Transitábamos los bosques bien tupidos de Onírica, con esos miles de verdes diferentes y bien contrastados, con el sonido coral permanente, desde lo alto….el ramaje y los troncos bellamente retorcidos, inclinados hacia el camino…como espiando el paso del caminante.Lo veía ir delante de mi…..tan vital….tan vivo; con ese apuro tan suyo, como si el tiempo que tuviera lo supiera escaso.Cada tanto se volvía hacia mi y me decía: “por acá….por acá….”Al fin llegamos….lo noté enseguida porque su paso se hizo más lento hasta casi detenerse…como

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espiando algo a lo lejos….con temor de ser descubierto.Se oía apenas, cuando la brisa suave tomaba la dirección en que estábamos, el sonido bellísimo de un piano.Al escuchar, como lejano, esas notas suaves y claras…mi corazón se detuvo…._Por aquí! – me dijo enseguida al distinguirlo igual que yo.Nos acercábamos sigilosos, como pidiendo permiso al cosmos.El sonido se hacía más claro y firme al acercarnos.Podía reconocer este lugar, ya había estado allí…otras veces, era el llano de los Conciertos, de los bellos Cerezos “nevantes”….donde ese piano (y esa niña) tenían su lugar (y su refugio).Al fin….se descorrió ante nosotros la escena maravillosa…..El piano allí, nevadísimo de flores de Cerezo….Y, de espalda a nosotros, la niña aquella en inspiradísima ejecución.

Daniel….lleno de emoción, dejó caer su morral al suelo, desparramando sus manzanas (y su alma).Se dejó caer a si mismo del mismo modo….Me arrodillé detrás de él… tan extasiado como él….nos envolvía la ejecución de las Baladas, de Chopin.Como intuyendo nuestra presencia allí, la niña hizo una breve pausa en su ejecución, soltó sus manos del

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teclado, apenas levantó su cabecita sin volverse…como “sabiendo”, y comenzó, como para nosotros, a tocar Nocturno 21, de Chopin.Por cada nota, los Cerezos majestuosos dejaban caer sus bellísimas y suaves flores…..todo el cabello de la niña se cubría de blancos y púrpuras muy suaves….su vestidito lila….toda la escena aquella.Daniel tenía sus manos tomando su pecho en éxtasis pleno, yo estaba petrificado por el deleite.Sin pausas, siguió con el Nocturno 20….._Toca para nosotros….. - le alcancé a susurrar.No dijo palabra, apenas asintió imperceptiblemente._Toca para vos….. - volví a decirle….Movía su cabecita delante de mí….con la suavidad en que esa niña ejecutaba; yo sentía que lo acariciaba con las teclas.

Apenas momentos antes, la había vuelto a ver, sin vida. Ahora estaba allí, delante de nosotros, tocando el piano. No podía convencer a mi mente de tal maravilla, necesitaba acercarme, tocarla.Me levanté despacio…hice mi mejor esfuerzo para salir de ese éxtasis y acercarme a ella.Al notar esto, Daniel me detuvo bruscamente!_No….no! – me dijo enseguida evitando levantar la voz y alterar ese instante tan bello._Si te acercás…si intentás tocarla…..ella se desvanecerá!!!!! – su tono era de explicación, pero también de ruego.Me detuve, entonces, y volví a hincarme….

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La niña ejecutaba, como la más excelsa maravilla tonal, Fantasía…..todo Chopin parecía ser su elección para nosotros allí.Del suelo, cada vez más espesa, la suave neblina de tonos esfumados en claros púrpuras que, con la “llovizna” permanente de Cerezos hacía fantasmal aquella escena y esa niña.En lo alto, pude divisar algunos de aquellos pájaros que no hacían el más mínimo sonido, como sintiendo no estar a al altura de semejantes tonos.

Al fin…Preludio Nº 4, de Chopin.A esta altura se hacía difícil siquiera divisarla, el sonido era igual de claro y bello, su figura estaba cubierta por todo aquello que caía, desde arriba y desde abajo….._Ves…? – hizo una pausa y prosiguió- Ves Daniel?Me dirigía esa pregunta sutil….sin siquiera volverse a mirarme, sin dejar de mirarla a ella, lo que aún se podía ver de ella…como intentando no perderla del todo._Ves….debía mostrártelo para que comprendas….._Lo veo bien…..lo veo….bien! – mi tono era de absoluta comprensión.La niña “suya”, ya sin vida…pero allí….Onírica, pensé….murmurando como para mí esas palabras; Onírica….aquí viven los sueños.Lo que muere, no se lleva todo….no hay más vida, no hay otro sitio “más allá”…sino los sueños!

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_No te confundas Daniel….no confundas esto! – Sus palabras ahora eran algo confusas justo cuando comenzaba a entenderlo todo._Sólo vos la ves….y yo, claro! – este niño tenía, ahora, la sabiduría de alguien muy elevado._Sólo vos la ves!!!!! – murmuró otra vez con suavidad y firmeza._Esa es la razón….tan sólo esa, que lo es todo para mi! – tenía su tono entrecortado ahora, lo había ganado la emoción.Y mientras decía estas palabras a susurros muy suaves para no alterar los sonidos altísimos del piano, y mientras éste se iba esfumando con el ambiente, los sonidos aquellos se iban adelgazando imperceptibles; mientras sonaba maravillosamente “Tristesse”….._Por eso es que aún la busco!!!!! – alcanzó a decirme a modo de explicación – por eso!

Y con los sones, apenas audibles, de la Balada nº 1, entre una espesa “nevada” de flores de Cerezos…de efluvios maravillosamente blanquecinos y púrpuras, así….suave, mucho más que suave…como cuando acariciaba yo su carita (pensé), así todo se nos fue escurriendo de las manos.

(Y cuando todo fuera nada…..Cuando el incansable deshacer del tiempo hubiera borrado hasta la última huella….

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Cuando el último vestigio, siquiera, de nuestros nombre así dichos, juntos, se hubieran extinguidos…Cuando ya se hubiera cumplido la condena aquella; y cuando (aún) el veredicto aquel fuera de más perpetuas, con el ir y venir de las mareas, por incontables milenios….Aún en ese instante, el amor que te dí…ese mismo que ignoraste….tendrá, entre sus cenizas, brasas muy “vivas”…..para quemar a todo aquel que las descubra y que las toque.Y así, con el cosmos entero ya helado….en plena oscuridad, las palabras que te dije, las caricias en tu carita, la pasión en tu cuerpo y en tu alma, alumbrarán las galaxias aún no extintas, lejanas y sorprendidas de verlo.Y sólo aquel piano tocará “Tristesse” en homenaje al vals que no bailamos….y que el universo entero lamentó para siempre.Y allá lejos…ah…más lejos que nada, se asomarán a los cielos negros, desde los abismos insondables, para escuchar cómo nos amamos entonces.Y las lluvias volverán, decidirán volver…..Porque unas lagrimitas tuyas yo retuve en frágiles pañuelitos que tirabas……Y ellas, aún, tendrán la suficiente humedad de aquellos dolores tuyos, para dar vida a nuevos Cerezos.Y no importa que ya no hubiera soles….Que las calideces y las luces que le dieron vida a su belleza ya no estén…..porque “Tristesse”,

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mantendrá guardado, para cada semilla “dormida”, lo que le hiciera falta.Y porque tu nombre (y el mío), desatarán los estallidos en los confines remotos del universo, para nuevas creaciones, para nuevas galaxias…así, así….construidas con el amor que (aún) no se habrá extinguido del todo.Y otros seres (parecidos), sentirán esa secretísima magia…..una que no podrán, siquiera, explicarse.Y tal vez…quién sabe…..Una que lleve tu nombre, y uno que lleve el mío….quién sabe…..Sabrán….sin comprenderlo del todo jamás; sabrán repetirlo y ya no dejarlo…. ya no dejarlo!Y entre la nieve de flores de Cerezo, y tu piano….entre mi poesía y mis tonos, volvernos a la vida, para siempre….para siempre!”)

Daniel se fue acercando al piano….Lo perdí de vista entre la bruma aquella y la “nevada”, como un espíritu fantasmal que decide dejarnos en paz y que tiene tarea que hacer.No me dijo palabra, estaba ensimismado; decidí que ese era el momento para dejarlo solo.Sentí que necesitaba esa intimidad, fui yo quien lo dejó en paz entonces, sin seguirlo.Me levanté como pude, la infinita emoción de todo lo vivido allí me había dejado ardiendo de sensibilidad y gusto.

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Comencé a volver……Onírica siempre te trae de vuelta, me dije a mi mismo….seguro que mis fuerzas y mi lucidez estaban liquidadas.

Un castillo entre la niebla

Venía lleno de ansiedades sutiles, de sensibilidades, de recordaciones muy vívidas.Me extasiaba aún más con la comprensión adquirida ese día.Daniel, ese chico, sabía más que nadie las virtudes de esta tierra….Sabía bien que su búsqueda cotidiana, su evocación (y su deseo) por ella, la mantenían viva aquí, aún muerta.Él sólo la mantenía con vida aquí.Su sueño, su único y bello sueño era ella!Y eso sólo le daba la vida que tenía……Pensaba todo así, como con frases cortitas, con oraciones brevísimas.Lo sentí inmenso…..sabio…..infinito!Ya no pensaba en él como un niño frágil y con ignoradas perspectivas hacia su vidita aquí, la inutilidad de su búsqueda sufrida.Lo sentía muy mío….más mío que nunca.Sólo él veía esa niña, sólo él podía verla….y yo claro.De repente comprendí algo más…..algo más inquietante aún que todo lo vivido.Ese niño….yo….., me murmuré deteniendo el paso.

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Y ya no quise seguir pensándolo.Miré hacia atrás, me volví lentamente…como con culposa sensación de estar violando una intimidad sagrada.Lo vi allí, a lo lejos….apenas visible entre la bruma (del paisaje, pensé, de su alma…); recostado sobre el piano aquel…como abrazándolo con su cuerpito todo….sin ella, sin ella….en un intento tan absurdo como necesario de atraparla….o atrapar alguna de sus notas aún vibrantes….que se le antojaban aún sonoras.Volví mi mirada al camino, ese sitio era suyo ahora, no me sentí digno de husmear en ese momento tan íntimo suyo.

Era noche cerrada ahora, venía con el alma a flor de piel….con todas las visiones brillantes y revueltas.Al llegar a la casa, en el escritorio, nunca supe cómo ni quién las traía, ni quien se las llevaba cuando yo las hubiera respondido, una carta más (la última) de ese muchacho desconocido e ignorado, que me preguntaba sobre el sentido y sin sentido de la vida.

(Última carta.Querido muchacho….De todas las preguntas que me dirigís, estas últimas son (tal vez) las más difíciles de responderte, las que reclaman (para ser respondidas con algo de verdad) determinado riesgo de dolores para el alma.

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Riesgo si, porque cuando lo preguntado conlleva aspectos tan firmes y precarios a la vez, cuando lo que debe decirse hace equilibrio inestable en una finísima línea entre dolores irremediables; cuando eso pasa, el riesgo de ser malentendidas toca un abismo muy riesgoso.Sobre las personas ahora me preguntás, sobre su precaria condición, la todos nosotros…y la de aquellos que eligen daño deliberado, para si mismo y para otros.Tu angustia por lo que ves, por lo que seguramente te ha sucedido, por los dolores infinitos que te han causado y por los que ves por todas partes a tu alrededor.Un día sabrás, mejor que lo que tu adolescencia te permite ahora, que por alguna extrañísima razón, algunas personas parecen elegir esa condición de vida y de ser.Cuál es la razón?Lo que menos quisiera ahora es definir ese hecho, me importa mucho más tu angustia y tu dolor; y, como te dije ya en otra comunicación nuestra, que todo eso no te lleve a ser como ellos, que no desvíe tu curso sensible e incluyente, tu sensibilidad al dolor ajeno, y tu rechazo presente a elegir (como ellos) del mismo modo.Ya lo has visto….lo estás viviendo.La manipulación destructiva, la cosificación de los demás, como en una concepción de “engranajes y

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herramientas” aptas para alcanzar fines que son, siempre, patéticas construcciones en el barro.Te dará la impresión que “esos” logran grandes cosas de ese modo.Sentirás que alcanzan cosas que te están negadas.Un día todo eso se derrumba, mucho antes incluso que puedan verse los escombros evidentes; porque lo así conseguido llevará consigo los mismos elementos para tal construcción.Como la propia sombra, muchacho, que cuanto más rápido queremos escapar de ella más rápido nos persigue, y que en medio de la sombra de una vida así concebida apenas la más mínima luz hará ver esa sombra, reinando en medio de la nada…aunque ésta sea muy vistosa desde fuera.Muchacho, hay mucho dolor allí afuera…..y pareciera que las personas sienten que es tanto que deben compartirlo con los otros, hacen esa tarea entonces, dañan por considerarse dañados, por serlo de verdad…o por imaginarlo.Muchacho, de todas las cosas que he visto y vivido, ninguna condición es más precaria y patética que ese modo; nada bueno se construye dañando…..ni nada bueno se obtiene manipulando, sólo algo que es resultado de esa concepción descompuesta, que los demás nos consideren y nos “amen” por componer un personaje falso, por ejecutar una máscara permanente de lo que no se es; todo eso da por resultado una vida de vistosas escenografías precarias….como en el teatro, que cartones y débiles

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maderas simulan una casa vistosa y lujosa, que se arma y desarma en segundos.Muchacho, cuando eso pase…..ahora que te ha pasado, no olvides quién sos….mirá bien de frente semejantes personas, el mejor ejemplo ellas te darán….SI, el mejor, de cuanto debés evitar si querés responder a esas preguntas que me hacés a mi, de modo verdadero, y que ellas te den la respuesta que yo no puedo!)

Al amanecer, de un dormir algo inquieto en mi, raro en este lugar que era siempre tan propicio para el descanso profundo, me levanté y tomé de la estantería donde estaban las carpetas que reflejaban mi vida, día por día, mes por mes, cada año….porque seguro allí estaría la última….el último día mío, en esta vida.Buscaba, sin mucha conciencia del riesgo de tal cosa, cuando (como seguro era ese presentimiento de algo grande a suceder que no me había permitido un descanso pleno) en la puerta, volvió a presentarse mi custodio, ese pájaro de bellas alas descendido del dintel.Enseguida comprendí que su presencia era una llamada, muda, ya que no tenían voz más que para el canto coral hermoso que hacían.Algo quería de mí, ya había pasado antes, que lo siguiera sin dudas….Dejé todo así, la carta recién escrita, como cosa natural que “alguien” la recogería y haría llegar, con

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todo el misterio que ello implica; como asumiendo la existencia de un “cartero” oculto que haría semejante tarea.También deje de buscar la carpeta aquella, tomé mi ropa y me dispuse a salir, algo curioso por lo que seguro me esperaba, aunque sentía ahora que lo que tendría por delante sería de un calibre aún mayor, algo había en mi que me lo decía.

Al verme salir, se inclinó en gesto gentil, como siempre….tenía hacia mí un trato reverencial que no sentía comprender del todo, mucho menos merecer; pero todas las personas aquí parecían tener un “custodio” así….venía con tu estancia en Onírica, parece.Anduvimos largamente…..mucho, más que mucho!Siempre del mismo modo, volviéndose de si para guiarme, como asegurándose que lo siguiera, de no perderme, como preocupado por hacer esa tarea de guía que “alguien” le hubiera conferido como mandato.Los escenarios, los lugares que pasamos en la travesía ésta, eran de lo más variado; Onírica parecía, cada día, ser más extensa de lo que había imaginado y vislumbrado, más bella y variada….infinita.Al fin la marcha llegó al final de un fino bosque en que, de modo muy extraño, abundaban los Alerces, los Pinos y los Bambúes, algo muy raro sin dudas.

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Salimos al fin de ese bosquecillo y delante nuestro una gran meseta.Arriba, entre la bruma ocre, verde y violácea….el enorme castillo que vi al llegar, claro, imponente…inquietante!

Con un gesto…del mismo modo que antes, inclinando su cabeza y separando uno de sus brazos en ademán de señal, me indicó un sendero que subía como escalera enorme y silvestre.Era indudable su expresión, aunque no me miraba nunca a los ojos, él no me seguiría en este tramo del camino, era sólo para mi; como si no tuviera permitido atravesarlo.Incliné mi cabeza también, con gesto de agradecimiento y comprensión.Anduve los primeros pasos hacia allí y lo sentí batir sus alas tras de mi, volviendo.Altísima vegetación, a ambos lados del camino en espiral, con verde de gramilla en los escalones aquellos, denunciando que no es transitado seguido.Cada nuevo escalón descorría más y más el escenario de ese castillo, cada vez más enorme, cada vez más inquietante.Al verlo más cercano al subir, aunque estaba aún lejano, sus muros reflejaban las luminarias de una luna a medio crecer, todas las nubes bajas y la bruma le daban una apariencia de sueño.

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Pequeños bichitos de luz, multicolores y de suaves murmullitos, me rondaban como curiosos, a unos centímetros de mí….muy bellos….Echando un vistazo hacia atrás, podían verse todos los tonos de Onírica juntos, como en gratísimo transcurrir, toda la vegetación y sus “efluvios” constantes le daban una impronta de bellísimas formas a todo allí abajo.Se podía ver, incluso, muy a lo lejos…el humear del volcán (de los anhelos), como fantasmagórica bruma clarita muy hacia lo alto.

Los escalones parecían no tener fin, todo era tan cautivante que no me daba cuenta siquiera de la altitud que alcanzaba al andarlos.Aquí no se divisaban aquellos pájaros en vuelo cercano, se mantenían por debajo de la bruma que rodeaba al castillo y que estaba ya llegando a alcanzar; como que no tenían permitido llegar hasta el castillo.Todo se fue haciendo más y más brumoso….hasta el punto que apenas podía ver mis propios pies al andar.Tenía que poner mucha atención en tantear los escalones, era cada vez más espesa la nubosidad aquella, de tonos variados y perfumada como a jazmines.Los bichitos multicolores ayudaban algo con sus lucecitas tan brillantes y diminutas.

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Al fin….a poco de andar….o por la atención puesta a cada paso, me pareció un tiempo no muy extenso; la bruma misma se fue disipando de a poco.Otra vez, delante de mi, muchísimo más cercano, ahora como gigantesco espectáculo que se descorría encima de mí, el Castillo.Los últimos tramos de ascenso, los mismos escalones ya bien visibles, todo era de una roca muy rara y colorida, pero teñida con esa luna a medio crecer, permanente en Onírica.La vegetación alrededor se fue haciendo muy espesa pero, ahora en vez de silvestre parecía muy cuidada y toda florecida.Inimaginables especies de flores por todas partes hacían el camino muy bello.La multicolor imagen de todo allí hacía del sendero aquel algo hipnotizante.Todos los tonos y fragancias imaginables se combinaban y esfumaban plenos….como pintados por una alma llena de vislumbres y de expresividades.

Al fin….los muros del Castillo!!!Los escalones aquellos llegaban hasta el límite mismo de una gran entrada…siempre abierta, o para mejor decir, sin puerta.Enorme abertura y muy luminosa, con una creciente luz que, desde dentro, invitaba a entrar.Me había parecido, al iniciar el ascenso, grande este Castillo, pero lo que tenía delante de mí ahora…era

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descomunalmente gigante, al menos eso me parecía desde allí, desde su presencia cercana, a su pie.Los últimos escalones eran más amplios y menos separados unos de otros, no podía dejar de mirar la luz de la entrada.Al llegar a ella, de pronto, como salido de la nada misma, frente a mi, como custodiando de mi presencia esa abertura enorme, un guerrero Samurai en firme posición hacia mi.Podía distinguir, mientras daba los últimos pasos, las dos espadas cruzadas en su espalda, su ropaje bien afirmado de todas las galas samuráis, y su “cola” de cabello en la cabeza, su orgullo de guerrero. Inquietado por tal presencia, al principio lo juzgué en su actitud amenazante, lo que me hizo detener.Al llegar frente a él, con toda naturalidad, y con un gesto gentil pero severo, inclinó su cuerpo y su cabeza en actitud de reverencial saludo, hice lo mismo!Traía, además de sus dos espadas cruzas en la espalda, una envainada en su mano izquierda.Al incorporase del saludo inicial, bajó su cabeza y se hincó frente a mi extendiendo sus dos brazos extendidos por sobre su cabeza gacha, en ademán de ofrecerme esa espada, sin decir palabra siquiera.Yo estaba petrificado, como no sabiendo qué debía hacer.Entonces, con una voz muy firme pero suave a la vez, dijo:_Señor!

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No me animaba a tomar la espada, era de una bellísima vaina dorada, no sabía qué significaría eso de recibirla y el motivo._No necesito un eso – alcancé a decirle, ni sé bien por qué motivo._Señor… - volvió a decirme, sin elevar la mirada, como evitando mirarme a los ojos, o como no teniéndolo permitido - la forjé yo mismo, tiene su nombre en ella!Su tono era como de un mandato que debía ser cumplido, de algo muy extraño he incomprensible para mí a esa altura.La tomé entre mis dos manos extendidas, apenas abría la vaina dorada dejando ver un poco la hoja que lucía de platinado metal muy afilado y leí claramente:“DANIEL SAN”Un gran dragón seguía el grabado en la hoja, y unas letras en chino o japonés, incomprensibles.

Cerré la hoja de inmediato, envainándola de nuevo.Como aquel que siente como excesivo un elogio, indigno e innecesario.Lo volví a mirar y, otra vez, le dije palabras que ni sé por qué las dije, la confusión total me había ganado._No puedo recibirla!!!Entonces, haciendo una pausa, respirando muy profundo, me dirigió unas pocas palabras que ya no olvidaré:

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_Señor, yo mismo forjé esa espada….su nombre en ella, mi misión es que la reciba. Si la rechaza, sólo déme la orden y con gusto me quitaré la vida!!!!

Una fuerte sensación de mareo me ganó desde dentro, mis piernas se aflojaron de repente, lo juzgaba enorme y desproporcionado todo aquello, y en esta tierra.Me sobrepuse como pude…hice una breve pausa y pude al fin decirle:_No será necesario eso…. – mientra tomaba nuevamente la espada que me ofrecía.El código Samurai, pensé….Esa belleza de tradición y de moral, de alta moral, no como lo que estamos acostumbrados a señalar con ese título en occidente….empecé a recordar todas las lecciones del Zen…el Camino del Zen…el que “no conduce a ninguna parte”….sus tradiciones milenarias, su aroma suave y simple, sus arreglos estéticos, su valentía para la batalla, sus ideales sociales altísimos.Lo tenía allí, frente a mi….un verdadero guerrero Samurai, y dispuesto a morir, por su propia espada, si su misión no puede ser ejecutada.Lo vi grande, más grande aún de lo que era…..Allí, hincado frente a mí, como si fuera yo su Señor, y estaba claro que no lo era, pero así actuaba, conforme a su misión.Lo seguía mirando allí, ya se había incorporado al recibirle el arma aquella; lo tenía frente a frente, no

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me miraba directo a los ojos, como no teniendo esa prerrogativa.En un instante siguiente, que me pareció extenso, se separó del portal aquel como franqueándome la entrada….con una sola y breve palabra:_Señor…..Respondí con ademán de inclinación ante él, como de aceptación y comprensión de su deseo que entre en el Castillo…y él respondió del mismo, gentil, modo.Llevaba ahora esa espada en mis manos, tenía una sujeción de larga correa roja y negra que recorría toda la vaina, a modo de bandolera para llevarla. Me la crucé en la espalda y me dispuse a entrar en él, que en su interior, desde allí, sólo se divisaba una muy creciente luz amarillenta en su interior.

La tibieza del ambiente era plena….apenas un atisbo de brisita circular se sentía venir desde lo alto.Todo finamente decorado con motivos orientales, algunos dragones y tigres chinos…..frisos y bajorrelieves por todas partes….como de batallas épicas.Pintados, murales coloridos de paisajes muy bellos, jardines y figuras como flotando en ellos, de claro contenido japonés.Alunas imágenes hindúes y Brahmanes…..Budhas señoreales…..paredes revestidas en finísimas maderas talladas al modo chino.

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Una gran luz de fondo, no encandilante sino algo brumosa, intensa pero a la vez esfumada hacia el tono cremita, que sólo dejaba ver lo más cercano, no el fondo del espacio por delante.

Al llegar a un gran salón, que juzgué a medio Castillo, después de andar unos cuantos minutos, una gran alfombra roja y dorada en sus bordes.Sentí unos pequeños pasos a lo lejos, alguien que se acercaba y que a mi vista lejana era una figura apenas visible en sus contornos.Me detuve allí, tratando de ver más….A poco estuvo más cerca, era un hombre ya mayor parecía, que al acercarse se hacía más clara y plena su figura.Algo dificultado sus pasos, parecía, como inclinado hacia delante.Ya más cerca, se me hizo más familiar su imagen, no sabía bien de dónde…pero algo había en él muy familiar.Cuando lo tuve cerca, ya muy cerca…puede verle una franca sonrisa en su gesto hacia mí, en su dificultoso andar muy tranquilo; me miraba directo a los ojos mientras yo hacía esfuerzos por comprender a quién me recordaba.

Una vez delante de mí….todo se hizo muy comprensible de repente.Apenas pude decirle….mientras me extendía sus manos:

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_Maestro Chen….!!!!!

Un Guerrero del alma

Estrechó, hacia mi, sus suaves manos de anciano muy vital, esas mismas que le vi utilizar hace décadas, con todas las técnicas de terapia corporal China, que usaba además para hacerse entender en un lugar tan lejano al suyo y sin saber hablar el idioma nuestro, en aquel entonces.Esas manos que, cuando eran requeridas por una dolencia muy grave, llevaban consigo una “energía” como mágica que, con apenas un roce mínimo, o sin él siquiera….producían un alivio incomprensible._Te dije mil veces que no me llames “maestro”… - y soltó una risita muy breve pero muy cálida!Tenía esas manos tomando las mías….llenas de calor las suyas, heladas las mías que, con ese suave apretón se volvieron como las suyas de cálidas._Siempre le diré Maestro! – alcancé a decirle, parafraseando lo mismo que decía en aquellos tiempos en que lo conocí y lo traté; esos días y meses que me llené de conocimiento y verdades a su lado._ Ya ves, muchacho, sólo quedamos vos y yo…los demás todos dejaron las virtudes del Zen…..y también aprendí, al fin, tu idioma – y soltó una risita nada contenida, al decirlo._Maestro Chen, podría usted explicarme todo esto…..? – como sintiendo que alguien cercano y

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sabio estaba allí, que su confianza y sabiduría podrían, al fin, desentrañar los secretos incomprensibles de esta tierra._Ah Daniel….Daniel…..seguís siendo el mismo muchacho aquel…..lleno de necesidad de conocimiento….de avidez por comprender hasta el último y recóndito detalle que explica algo….-volvió a soltar su risa plena al decirlo, mientras me llevaba suavemente, del hombro, hacia el interior profundo del Castillo aquel, a una sala un poco más pequeña._Dejemos las pesquisas para otro momento….hay tanto para decir, mucho más importante ahora – su tono era cadencioso, suave, como siempre, y muy cálido._Te baste con saber que….. - hizo una profunda pausa - te estaba esperando….. - su tono se tornó muy firme de repente.

_Ves la belleza de esta sala….de todo en este lugar? – me dirigió esa pregunta como hacía en aquellos tiempos que lo conocí, sin palabras entonces…como podía y se hacía entender muy bien, sin hablar casi nada español, del mismo modo….con indirectas “figuras” que descorrían el velo de algo no comprendido con figuras alternativas, bien al modo oriental._La veo si…Maestro!_Bien….durante muchísimo tiempo….artistas muy altos, muy nobles, muy austeros, muy estoicos….lo fueron haciendo; creerás que han sido los más

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conocidos y “exitosos”? – dejaba caer sus preguntas con esa suave manera de su modo de enseñar._Si, eso creo Maestro Chen!_Bueno Daniel – de modo casi resignado me dijo - de verdad aún no comprendiste del todo esta tierra!Una pausa, de aquellas que le sabía bien en otro tiempo, como teniendo todo el calendario por delante, sin prisas….suave y simple, la belleza de la sabiduría suya; una pausa en que consideraba bien cómo decírte algo….y una pausa que comunicaba mucho y te daba tiempo de comprender lo dicho, eso hacía ahora mismo conmigo.

En un enorme desnivel del salón, recubierto de una gran alfombra muy mullida de tonos ocres y azafranes, me invitó a sentarme para considerarlo mejor.Miraba, esa pausa lo permitía, lo que por su presencia había obviado prestarle atención al llegar; su ropaje….los naranjas suaves y los azafranes de su túnica, al modo lamásico….los dorados de sus pliegues y bordes…todo muy bello y digno._Daniel… - prosiguió - el arte mora en lo profundo de todo ser….los que pueden sacarlo de allí y lo expresan nos lo dan para deleite y refugio de nuestra alma; los que no pueden hacerlo…se emocionan ante él…pero todos tienen arte dentro suyo! –sus palabras labraban el mismísimo salón, que su eco mínimo, pero audible, le daba a toda la escena el halo majestuoso de su sabiduría.

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_Si Maestro Chen….comprendo bien eso! – apenas alcancé a decirle._Bien…..aquí han venido aquellos que, por una muy injusta razón que no tiene importancia alguna, han vibrado su vida con arte, lo han desarrollado mucho….y la vida que tuvieran, el tiempo que les tocó, no les permitió llevarlo adelante como deberían.Sus palabras empezaban de a poco a encajar en todo allí, en mi mismo incluso….con esa simpleza y naturalidad me indicaba, sin ir directo, lo que yo le estaba preguntando con algo de angustia, desde el inicio._Lo mejor de lo mejor incluso – prosiguió - sus manos hábiles y vitales, sus imaginaciones febriles, sus almas doloridas…en fin Daniel, si te fijás bien…la historia del mundo…la verdadera….!Había algo más en sus palabras….siempre dejaba caer una afirmación que necesariamente llevaba en sí la lógica de mas aclaración.Lo escuchaba en silencio ahora, lo conocía bien, me estaba llevando de la mano muy dentro….muy, muy dentro.

_La verdadera si – como imaginando, sin que yo le hubiera dicho palabra, que no me había quedado del todo claro eso de la “historia verdadera”- Si….la verdadera…. - y dejó en suspenso esas palabras como para reafirmar su intención más aún.

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_Porque –siguió - la historia humana es la historia de sus dolores íntimos….y de sus pasiones, todo lo que el acontecer y el fuir tan dramático y muchas veces trágico, tan bello y admirable otras, deja una huella para siempre…que nosotros llamamos arte!Lo escuchaba con toda la atención que tenía, miraba sus ropas tan bellas y tan dignas….su blanquecina barbita larga y lacia que le salía del mentón, sus manos suaves y llenas de una “energía” inexplicable, que acompañaban cada palabra con su gestual manera._Esta es la tierra de todos esos sueños malogrados!Como sintetizándolo muy simple me dirigió, mirándome bien de frente, esas palabras vitales._Los de todos….los tuyos…los míos….pero no te vas a creer que sólo basta con soñar para poder llegar hasta aquí….. - me aclaraba.Ahora yo sentía que estaba frente a revelaciones más grandes aún, traté de provocarlo con una breve pregunta:_No basta con soñar????Sonrió desde muy dentro y me lanzó su mirada profunda…como adivinando mi provocación._Daniel…..Daniel….. - dejó mi nombre repetido colgado del salón…como desarmando toda mi intención; me sentía pleno en esta charla….con toda su capacidad e inteligencia, con una sabiduría que era simple y suave….con todas sus irónicas maneras, esas que tan bien le aprendí y valoraba.

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_En esta tierra…. – prosiguió - sólo los que hicieron (igual) sus sueños, contra todo, a pesar de todo, padeciéndolo mucho incluso, SÓLO esos tienen permitida la entrada, y aquellos que….. - hizo una pausa suave para respirar muy profundo, como quien va a revelar algo mayor aún – y aquellos que no destruyeron, por su miseria, sueños ajenos!!!!Estas palabras suyas terminaban, por su contundencia, de poner toda mi mente en su lugar.Onírica era……un refugio bellamente urdido….un sitio labrado a sueños de tantos seres parecidos que lucharon por sus ideales y sus anhelos…por quienes enhebraban su sensibilidad a pesar de todo…aún de aquellos que veían malograrse sus posibilidades de hacerlos realidad; y por sobre todo….de los que no se valían de los ajenos para concretar los suyos.Enseguida pensé en mi vecino, con su necesidad de escribir en cada lugar aquellas frases tan sugestivas; en aquel niño de las manzanas, en “su” niña del piano; pensé, comprendiendo, en mi querido “viejo”; en aquellos concertistas y pintores en bellísimo éxtasis creativo; en Marito…en Soledad; vino a mi mente la imagen de Melanie y su entrega con aquellos seres desdichados; en los poetas maravillosos y su pasión incontenible…..

Quedamos así, en silencio…incontables segundos que me parecieron dignos y necesarios.Como para quitarle solemnidad y quebrar ese “abismo”, me preguntó:

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_Veo que llevás la Espada….. _Si Maestro…. - alzándola como para mostrársela alcance a decirle.Enseguida se me vino la comprensión de poder preguntarle sobre ese Samurai de la entrada, seguro él podía aclararme semejante situación._Quién es él…la persona que me la entregó, en la entrada?_Ah…si…te referís a Agin san; si, él mismo forjo esa espada con tu nombre en ella…. - como cosa natural me contestó con simpleza._Es bellísima si…..y todo eso, ese guerrero, la espada misma, mi nombre en ella, me parece desproporcionado…. - trataba de explicarle mi confusión._Ah Daniel….tu mente (aún) no se acostumbra….no puede concebirlo…..Como con una resignación marcada por la comprensión amplia dejo caer esas palabras suaves.Hizo una pausa….y continuó, al ver que yo esperaba más de sus palabras._Aquí, en esta tierra, que cada sueño fue forjando por todas las edades…..aquí, toda persona que se ha ganado su lugar a pura sensibilidad incluyente, a puro coraje por soñar y hacerlo a cualquier costo…esas personas son consideradas como “Señores”, al modo más distinguido y más valorado, y al modo Samurai también!Su amplia explicación era, además de muy clara, de una belleza cautivante; y continuó:

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_Aquí….son venerados….la misma existencia de este lugar les debe cada gotita de dolor, de sinsabor, de desdicha que les trajo, a todos ustedes, no renunciar a sus sueños….no calcularlos en términos de dinero, de bienes…de “prestigio”.

Estaba allí, conmovido y deleitado por su relato, no quería que se detenga nunca, quería saber más….._Daniel san…..pronto deberás volver…..tu estancia aquí ha sido una especie de refugio…y de premio.Ahora todo mi ser se estremecía muy desde dentro._Ese guerrero Samurai, Agin san, tomo el honor en la tarea de forjar esa espada con tu nombre bellamente tallado en ella…..y tomó el juramento, al modo Samurai…..de dedicar su vida y sus virtudes (que son muchísimas) a servirte; es un honor para él…uno que pidió especialmente.Cada palabra del Maestro Chen me sumían en una ensoñación maravillosa, aún cuando mi mente no estaba preparada debidamente para esas revelaciones tan bellas._Es un gran guerrero, sus destrezas con las espadas son enormes, su arte en la forja y en el tallado del metal…..el cultivo de Magnolias y de Jazmines; a la vez que puede cortar, de un solo golpe de espada, un cuerpo a la mitad…jajjajaj – se rió, al decirlo, de modo muy amplio._Hay mucho que aprender de estas gentes, Daniel –prosiguió diciendo – la belleza y la vida del Samurai, sus Códigos de honor….su entrega

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completa, la belleza de su arte….nada iguala esa concepción de la vida; no es extraño que moren aquí!

Gracias a estas palabras suyas, a sus modos…puede por fin comprender muy bien qué fue aquel encuentro, esta espada y todos sus significados._Maestro Chen….ha dicho que pronto deberé volver…. - deje deliberadamente la frase allí mismo, como esperando (rogando) su aclaración._Así es…así es…… - también había ahora en su tono cierta cosa como de pena._Daniel, deberás comprender que las personas no permanecen aquí…sino sus sueños!Con toda contundencia sus palabras sonaban en aquel salón bellamente decorado al modo oriental, como con un suavísimo eco profundo._Esta tierra juzgó que tus penas han sido muchas, como las de todo aquel que enfrenta su destino y no por eso abandona su designio íntimo, de creatividad y anhelos incluyentes…..que los jirones de vida que has dejado en el camino…. que las desdichas y las ingratitudes soportadas, merecían un “exilio” breve….en esta tierra que también ayudás a forjar!

Era como un océano de palabras, pero uno nada embravecido…sino calmo y suave…de oleajes sutiles, de mareas dormidas._Ya has visto, Daniel, la vida y la muerte aquí….cómo corretean los anhelos… - su tono y su

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contenido eran toda una maravilla musical, que llevaba una cadencia suave y firme a la vez….su imagen toda, su magnificencia con la túnica de bello naranja…azafrán, su mirada suavecita, sus gesticular como al ritmo de aquel Tai Chi que hacíamos en aquellos años que lo conocí._Si las personas….éstas personas –se corrigió en el acto mismo de decirlo - no fueran capaces de semejantes esfuerzos y calidades sensibles…no existiría este sitio maravilloso.Hizo una pausa y tomó una respiración profunda:_Todos son muy venerados aquí…..hasta la persona más humilde…cuyos sueños son apenas pequeña cosa entre grandes anhelos de otros, pero que semejan la misma intención incluyente y la misma valentía por no doblegarse.Cada vez, sus palabras claras iban poniendo las cosas en su sitio, dentro de mi mente. Yo permanecía en silencio absoluto, no quería por nada alterar su relato._Pronto te irás SI! – hizo un nueva pausa profunda - que es como un modo de seguir aquí!_Caminemos un poco, hay un jardín muy austero por aquí detrás, es muy grato… - como intuyendo la “gravedad” de lo dicho cortó ese clima con su sugerencia.

Mientras íbamos completando esos bellos salones tan adornados rumbo al jardín aquel, volví sobre lo dicho….para variar; el Maestro Chen, como en otros

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tiempos, con pocas palabras (entonces) y muchos gestos, tenía la virtud de aclararlo todo. Enseguida recordé algunas de sus enseñanzas perdidas en aquel tiempo:

“Para aclarar el agua turbia….sólo basta con dejarla reposar….!”

_Maestro Chen, si que vi la vida y la muerte aquí….y cómo corretean los anhelos por todas partes, el caso es cómo alcanzarlos….Sabía muy bien qué clase de preguntas eran dignas de hacer a este ser….y qué clase de respuesta esperar. _La vida, Daniel, no es necesario correrla…siempre te alcanzará….. – esbozando una gran sonrisa irónica lo dijo, mezcla de juego y de intención clara._La vida completa? – como volviendo a provocarlo dije tales palabras…_No, el transcurso solamente….el durar….el ir como la sangre por las venas, muchacho….; los contenidos son otra cosa._Comprendo bien….. – no quería interrumpir esa marea infinita de sabiduría que se descargaba hacia mis preguntas._Como una correntada – hizo un breve pausa, lo veía buscar con precisión cada palabra, continuó – que se lleva de a poco, y cada vez con mayor fuerza según pasan los años, todos los anhelos…los ideales,

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las pasiones, los amores….hasta que nada queda de ese ser…una cáscara vacía!

Caminábamos suavemente por los últimos salones, los amplios ventanales tallados vislumbraban el jardín aquel….sus palabras tenían un suave retumbe…sentí que no era tanto por la acústica del lugar como por su contundencia._En medio de ese “derrumbe”, esas certezas de la vida propia muy vacía, que desde dentro empuja todas las miserias….que trata de hacerse lugar en la vida de otros….que no conoce de valentías ni dignidades, que lo justifica de los más precarios y patéticos modos….el transcurrir vacío….una de las mayores fallas humanas.

Al fin salimos por una enorme abertura con arcada, y el paisaje se mostró muy pero muy simple.Altas plantas erguidas y majestuosas, floraciones de todos los colores que parecían haber surgido sin cuidados mayores, entre el follaje natural….Jazmineros en flor por todas partes hacían lo perfumado muy grato del ambiente.Nos sentamos en un tronco sin vida que estaba, a modo de banco extenso, tirado en medio del jardín aquel._La vida “completa”….Daniel, eso es otra cosa….. – elevó su mirada a lo alto, a un cielo que, además de muy nuboso, estaba desgarrado siempre por esa luna

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en creciente constante – esa vida, hay que construirla!

_La muerte…bueno, ya has visto que aquí…puede morir lo que llamamos vida, nunca los sueños…si ellos fueron (de verdad) perseguidos.Apenas la penumbra dejaba ver su rostro de costado, el descorrerse de los nubarrones aquellos precipitaba la luz lunar acercándome más de sus gestos._Para el caso…si te fijás bien, Daniel, es más muerte aquella que te decía antes!_Comprendo bien Maestro! – alcancé a decirle como incitándolo a seguir._El punto es…no si la muerte un día nos alcanza, sino cómo nos encuentra….nunca son los sueños alcanzados, sino los intentos verdaderos por alcanzarlos, la valentía y la dignidad de seguirlos pese a todo….o sea, la vida misma al momento de morir.

Lo miraba agitar su gestualidad, mirar a lo alto del ramaje como buscando las palabras, oía su tono suave y firme a la vez….toda la atmósfera era majestuosa.Al fin de una gran pausa, continuó:_Ves este jardín? Sus simplezas estéticas….su “desarreglo” natural, sus antojadizas estructuras silvestres, como descuidos que se permite la misma naturaleza al hacer su tarea?_Si, lo veo bien Maestro…. – alcancé a responderle.

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_Bien….”llega la primavera y crece sola la hierba”, brotan las semillas dormidas, la vida misma sin pretensiones egoístas surge por todas partes. – Era ahora como un breve recitado de un texto “sagrado” Zen._Como el amor, Daniel, trata de abrirse paso desde muy dentro….la primavera de la vida es sentirlo, es necesitarlo, es buscarlo…otra muy distinta es hacer que crezca y dé sus frutos un día…._Parece ir y venir, Maestro, no me parece tan cercano a la naturaleza misma que siempre cumple su designio positivo. – Quise explicarle mi diferencia en este punto._Daniel….acaso ese amor que sentís…..ESE! – al decirlo me miró bien de frente, como para que intuyera sin dudas que sabía de mi, bien profundo - acaso tanta penuria y tanto dolor…tanta cosa indigna incluso, han podido siquiera hacerle mella?

De pronto me sentí “desnudo” frente al Maestro Chen, me estaba dando la mejor de todas las lecciones….una que respondía preguntas que, íntimamente, nunca pude responderme._Sin dudas no…..nada ha podido con él!_Pronto te irás de aquí Daniel! Se bien que estás algo cansado, tal vez por eso mismo tuviste este extraño viaje….pero tu tiempo tiene aún cosas que debés hacer; tus sueños, lo sabés, están a medio intentar.

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Otra vez su tono era algo severo y con un dejo de pena….me pareció que lo estaba disfrutando tanto como yo, este encuentro….nada casual.

Justo cuando iba a decirle algo tan íntimo y tan caro para mi; cuando junté las fuerzas suficientes como para preguntarle sobre el destino del amor aquel que llevaba siempre conmigo….intuyendo, seguramente, tal pregunta…se apuró a decirme:_Guardá dentro tuyo ese sueño, como lo has hecho hasta aquí, como con todos los demás; y que la dignidad tuya esa, no confundas nunca con cobardía; al contrario…el único amor que merece llamarse de ese modo es el que no se arrastra por el lodo de la indignidad….lo demás es pretensión vacía, grandes justificaciones para la verdadera cobardía, esa que sucumbe frente la debilidad propia y arrastra a ese amor al lodo de la vida. Seguro que no querés eso!Lo escuchaba en profundo silencio y admiración, me “pegaba” muy hondo._Pero guardalo…..quién sabe….un día….tal vez ese sueño tuyo sea, al fin, bello “premio” a tanto amor sincero. Tal vez, quién sabe……Se levantó al finalizar de decir estas palabras tan fundamentales para mi, hice lo mismo.Se inclinó hacia mí como en gentil gesto oriental de saludo, su cuerpo y su cabeza a la vez, mirándome bien a los ojos, al modo Zen, y dijo:_Daniel san…… - dejando mi nombre Zen colgando de su saludo de veneración profunda.

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_Maestro Chen….. - inclinándome también del mismo gentil modo, mirándolo a los ojos al pronunciar su nombre y sintiendo toda la fuerza del universo, juntita allí.

De regresos y de sombras

Comenzó a caminar desandando los salones aquellos.Con una suave indicación de su mano me indicó que lo siguiera, eso hice…caminamos en silencio el resto del trayecto hacia el portal de entrada.En el último salón, dónde a su final podía vislumbrarse la gran abertura de acceso, tomó mi brazo con su mano y seguimos de ese modo lo que quedaba hasta llegar a la salida.Se volvió hacia mí y, de frente, me tomó ambos brazos con sus manos….y dijo:_El final del camino, Daniel….. – hizo la pausa de costumbre – de éste camino al menos!_Verás yo…… - parecía en este punto no hallar las palabras adecuadas - …bueno yo quiero que no olvides lo que hablamos….y que tu valentía no te dé más dolores, pero…..esto último sé bien que no será posible… - su tonó se tornó muy emotivo._Sabés….nada de “aquello” queda sin registro, todo queda “marcado”; ninguna cosa es llevada por el polvo y por el viento…..bueno, lo que quiero decirte es…que no te rindas muchacho!

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Era como que quería aferrarse a ese momento, como necesitando comunicar palabras que, sabía bien, me serían muy necesarias luego.Yo permanecía en silencio….y muy conmovido._Cuando esos momentos lleguen….y llegarán, cuando la “oscuridad” te envuelva con sus grises tan sombríos, cuando la ingratitud y mal de amor te dañe, no olvides Daniel…..lo que aquí hablamos, si?

Todo mi ser se estremecía con una emoción muy profunda, su mirada se había vuelto húmeda e intensa._Si Maestro Chen, lo recordaré….. – apenas pude decirle con el resto de fuerzas íntimas que aún tenía.Al fin nos dimos un fuertísimo abrazo….que sentí y deseé….interminable.Podía ver a aquel Samurai, por sobre el hombro del Maestro Chen, allí en la puerta, del lado de afuera, como esperando que termine nuestra despedida, de espalda a la entrada, en atenta vigilia._Agin san te espera, él te acompañará hasta el sendero en que ya sus responsabilidades cesan.Dijo estas palabras finales, se volvió hacia el centro del salón aquel y comenzó a alejarse con pasos lentos pero firmes.Lo miré largamente, irse. ”Maestro Chen”…murmuré suavecito….Salí, como pude, muy conmovido aún….Podían divisarse a lo lejos y a lo alto, muy pesados nubarrones que, con la luz siempre creciente de esa

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luna, se “desgarraban” en relámpagos intensos e inquietantes. _Esta tierra me despide – pensé.Agin san se hizo a un lado, con su inclinación marcial y gentil del Samurai, indicándome con su mano el sendero a seguir; al verme comprenderlo se apuró a transitarlo delante de mí.

Ahora el camino aquel era en bajada, de pronto unos murmullos se escuchaban algo cercanos; entonces, al oírlos, Agin san hizo un brevísimo y firme movimiento desenvainando, al mismo tiempo, ambas espadas que llevaba en su espalda..Me detuve, como él lo había hecho, estaba allí muy atento. Lo veía allí, con la gracia natural y firme del guerrero Samurai, con todos sus sentidos encendidos, dispuesto a todo por mí.Tuve el gesto natural de desenvainar también, desde mi espalda, la espada aquella que me había dado al llegar, el ruido largo y suave de la hoja contra la vaina de metal lo llenó todo.Al tiempo, el murmullo aquel cesó…..Agin san se incorporó de su marcial despliegue corporal y volvió sus espadas a sus vainas, hice igual.

Caminamos largamente; una suavísima llovizna, más parecida al rocío nocturno pleno, que se descargaba rozando nuestros cuerpos, nos decía adiós.

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Al fin….ya tan por debajo, después de una media hora intensa de marcha descendente, el sendero empezaba a hacerse menos sinuoso, menos empinado y menos angosto.Al llegar allí, Agin san se detuvo, giró sobre sí, y volvió a inclinarse hacia mí, con su mirada baja, en ademán de veneración.Comprendí enseguida que hasta allí llegaba su responsabilidad en el trayecto. Y comprendí también que esa era su despedida.Me acerqué lo más que pude a él….Me incliné del mismo modo.Sin palabras, como había sido desde el inicio, busqué su mirada, no me iría de allí sin que nos miráramos bien a los ojos, lo merecía mucho más él que yo._Agin san…. – en tono de llamado pero firme, hice el intento de llamar su atención y su mirada.Agin levantó, entonces, su mirada y ambos clavamos nuestros ojos el uno al otro._Gracias!!!! – le exclamé esa sola palabra pero cargada infinitamente de sentido emotivo.Lo vi allí verme con esos ojos de bravo guerrero que, por un “eterno” segundo….su bravía vida y su valentía sin flaquezas se desarmó con la mirada que le dí.Tal vez sintiendo esa “flaqueza”, su estirpe de guerrero bravío lo incorporó inmediatamente.

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Volvió a inclinarse muy marcial y muy gentil, ante mi palabra de agradecimiento; giró sobre sí y se perdió entre la espesa vegetación.Traté de no hacerme ya mucho caso a mi mismo, también me había ganado la emoción de esa extraña despedida.

El terreno delante me invitaba a bajarlo, no muy empinado, ya que como intuía, pronto aquellos pájaros estarían sobre mí nuevamente. La vista al frente era de un sutil colorido fantasmal, como si alguien con una muy sensible paleta hubiera determinado esos esfumados tan nubosos, tan “etéreos”….que la brisa se encargaba de fundir, unos con otros, más aún.Tuve la necesidad de volver mi mirada atrás, hacia la elevación que dejé, hacía poco tiempo de marcha.También la niebla sutil iba cerrando el camino tras de mi, si apenas se podían divisar las altas torres del Castillo aquel…..entre la bruma violácea….sus toques luminosos al surgir de esa luna siempre en creciente.Quedaba allí, pensé, lo más caro de mis sueños de constructor….algo que, intuía, ya no volvería a ver.Conseguí continuar la marcha descendente aquella.A poco de andar, el conocido murmullo coral desde lo alto empezaba a anunciarme la cercanía con el llano.

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Desde lo alto, empezaban a surgir aquellas aves cuasi humanas….ahora en vuelo lejano, como danzando con la brisa.Ni sé bien cómo….llegué al sitio aquel de los conciertos….al bosquecillo de Cerezos, sin que yo hubiera guiado mis pasos con ese destino.En mi regreso a la casa, Onírica tenía sus propios planes, su propia “hoja de ruta”….yo había (ya) aprendido a comprender y aceptar tales designios maravillosos.Nadie allí….un silencio profundo….La alfombra de flores de Cerezo y su aroma suave tenían la bella magnificencia de siempre, parecían envolverte desde el mismo suelo y acunarte suave.Me detuve frente al piano….se me impuso (desde muy dentro) un profundo silencio.Mi corazón se encogió de repente, como ganado por una intensa angustia.Ni sé bien cuánto tiempo estuve allí parado, sin atinar a nada…sintiendo esa fuerte angustia hipnótica, con la mirada fija en el teclado aquel, lleno de flores blanquecinas, lilas y púrpuras en su centro.Caían en mi cara, muy suaves, lágrimas tibias sin que mis ojos pudieran siquiera parpadear.Algo desde muy dentro me impulsó con energía, mientras trataba de hacer foco con mis ojos plenos de humedad.Desenvainé la espada que llevaba cruzada a mis espaldas…el ruido del acero del filo contra la vaina

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plateada hicieron que todo el ambiente se estremezca.De un movimiento y la clavé en el suelo aquel lleno de florcitas suaves.Sentí un confuso alivio….Me quité la vaina y la dejé allí también, a los pies de la espada que se mantenía bien firme clavada y derecha.Mi nombre en ella….mi nombre Zen….El dragón aquel que Agin había forjado como talladura…..

(Qué mejor que aquí….Qué mejor que en esta tierra dónde ha hallado refugio mi cansado corazón de guerrero, de poeta.Qué mejor que aquí….Sitio donde los sueños, aquellos que creí perdidos para siempre, viven la vida que les di!Qué mejor que aquí…..para que esta tierra maravillosa guarde ese nombre mío construido a jirones, a puro coraje por ser….frente a todas las malicias.Y frente a aquí…a este piano abandonado, cubierto por la belleza de una flor que no se rinde…que no acepta morir marchita en su rama…sino que vuela en plena vida, en pleno apogeo, dándose al caminante que habrá de ignorarla….que la pisará sin sentir siquiera la infinita nobleza de su vida.Aquí….justo aquí, donde la vida y la muerte sobreviven juntas, austeras, estoicas…dignas.

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Donde el amor y el olvido danzan al ritmo del vals aquel un día nos juntó.Donde la vida plena y el dolor infinito se vuelven fruta dulce y necesaria.Aquí…..donde todo huele a “ella”….Mi espada y mi nombre en aquí, así clavada en este suelo fulgurante de esfumadas esperanzas, como la filosa daga que llevo clavada así, en mi alma.Si, justo aquí…..el sitio donde quiero que te quedes, espada mía….nombre mío….que será como el modo de quedarme yo también!)

Miré todo el lugar aquel…con la certeza íntima que sería la última vez que lo vería.Al irme, recogí una flor de Cerezo y la guardé entre mis ropas.Ni pude registrar el resto del trayecto hasta mi llegada a la casa, que de primera mirada, a lo lejos aún, se me pareció algo extraña, como aquellas cosas muy familiares que algo, no sabemos qué, lo hace diferente.

Entré, como siempre…., las luces ya estaban encendidas, cosa muy rara.Recordé que cuando salí hacia el Castillo, estaba revisando los archivos aquellos, las carpetas en que mi vida parecía estar escrita en ellas, para ver la última de todas…para saber sobre mi destino final.No se encendió tampoco la música.

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La estantería, dónde estaban todos esos archivos, estaba vacía…con la sola y rara excepción de una sola carpeta.La tomé y me fui a sentar al escritorio para, con más luz y comodidad, poder leerla.Abrí su tapa rosa y vi como las hojas aquellas estaban en blanco.Al llegar a la última hoja de todas, un breve párrafo me dejó allí…sentado…con la mirada al frente y perdida…como mirando algo que clavaba mi mirada, a la vez que mi alma.

“….dicen aquellos que fueron los testigos de ese último momento…..que al cerrar sus ojos, ya comprendiendo bien el final inexorable….dicen que él , muy suave…muy pero muy suave….con ese último aliento….pronunció “su” nombre, como llamándola!!!!”

Ni sé bien cuánto tiempo estuve allí…mirando fijo esa pared…..viendo desfilar el modo completo de mi vida….y estremecido por esa descripción, que contestaba la pregunta que me hacía al tratar de ver mi final, aunque, piadosamente, “algo” había evitado que la carpeta estuviera fechada.Me rescató de aquel momento el ruido suave pero firme de mi “custodio”, que otra vez se había bajado del dintel, del lado de afuera, y estaba de espalda a mi, evitando que alguien entre.Me asomé, era Tao….que venía por mí:

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_Vamos Daniel….es hora – me dijo con un dejo de pena pero firme, como quien debe hacer un trabajo penoso pero necesario.Me volví un instante a mirar todo otra vez, esa casita al fin había sido mi morada de descanso, el intermedio a tanta cosa mágica e infinitamente cargada de sentido, allí le había escrito a aquel muchacho…..allí estuve con ese niño de las manzanas, todo me parecía tan lejano de repente…

El regreso final

Tomé mis pocas cosas, cuidé muy bien de guardar entre mis ropas aquella flor de Cerezo que necesité llevarme.La escondía entre mis cosas como quien comete un delito muy grave, con temor a ser descubierto, pero sabiendo que ese “delito” es algo muy necesario de ser cometido…y que esa necesidad muy profunda lo tuviera bien justificado.Salí de allí….mi custodio volvió a girar sobre sí y a hacer su gesto suave y gentil hacia mi, con su inclinación de saludo.Lo había hecho a diario, pero esta vez, algo en sus ojos me decían que era la última vez que lo hacía…y que sabía bien eso.Me quedé un instante a su lado, mirándolo bien a los ojos….a aquellos ojos acostumbrados a ver todo desde las alturas de Onírica…..algo en ellos se me antojaban húmedos también.

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_SI! – alcancé a decirle, mientras afirmaba también con mi cabeza subrayando la palabra.Entonces, levantó su mirada, mitad de pájaro y mitad de humano, y me miró con algún grado de extrañeza…..al instante, como pareciendo comprender, sus ojos se abrieron paso de la pena, parpadeó suavemente y se lanzó hacia las alturas aquellas.Giré sobre mi…Tao contemplaba todo aquello desde cierta distancia, se había alejado como aquel que siente que viola un momento de profunda intimidad ajena._Estoy listo! – le dirigí estas palabras a Tao con la pretensión de parecer repuesto y preparado, nada más lejano a lo que, muy dentro, en mi sucedía._Iremos por aquí… - me dijo – este es el camino más largo – y soltó una risita cómplice, como quien hace una pequeña trampa al destino….uno que siente que será inexorable, pero que sabe que puede burlar, siquiera un poco.

Caminaba a la par, no apuraba su paso…Íbamos transcurriendo el sendero aquel, que a su pura y natural marca, estaba lleno de “grafitis” de su particular manera. Los troncos de los árboles, cada construcción, en las misma rocas…en todas partes Tao escribía sus frases, las de aquellos que recordaba, la de los clásicos….Pasaba por cada marca suya y leía:

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“Eso, que llamamos “una rosa”, puede muy bien cambiar de nombre….sin perder su perfume….”

Rápidamente se vino a mi mente la pureza original de ese fragmento de la obra de Shakespeare.Más allá….en un tronco caído en alguna tormenta:

“El hombre que escucha el Tao, cuando entra en la floresta, no mueve una hoja…..Cuando entra en el estanque, no produce un rizo…”

La belleza de la estética Taoísta, con toda su ética y cadencia suave….me trajo, una vez más como tantas, alivio y calma…..

Más allá, en un muro a medio construir, algo abandonado:

“Ningún camino conduce a ninguna parte….Yo los he seguido todos…y sin embargo estoy aquí”

Ahora la belleza del Zen…con todas sus virtudes venía a mí en esa breve cita.

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_Tao – me animé al fin a preguntarle – por qué razón te da de escribir todo esto?Hizo una brevísima pausa, buscaba las palabras adecuadas….él sabía bien que yo comprendía cada una de sus frases, no eran sus contenidos por los que preguntaba, sino por su necesidad expresiva, así….allí, y por su sentido._Toda mi vida “aquella” fue trabajar muy duro, en todo cuanto mis brazos pudieron…destruyendo mi salud, ajando mis manos….sirviendo a muchos que, como suele suceder, su poder, el del dinero que poseen, hacen de tu persona una herramienta más para engrandecer sus bienes – era como si estuviera, al fin, diciéndome las cosas que estaba esperando la oportunidad de decirme, como esperando que las pregunte._Mientras eso sucedía, crecía en mí la necesidad de saber, de entender, las viles razones de tal realidad para tantos de nosotros.Su voz y su tono eran suaves, sin matices que hicieran suponer alguna dureza más que describir con justeza lo preguntado por mí._Soñé….. –hizo una pausa que rápidamente comprendí llena de emociones contenidas por muchísimo tiempo - soñé….que no dejaría que “esos” hicieran de mi, y de mi gente, lo que querían; que el destino de basurero desechable que nos tenían, ellos y su podrida sociedad, no llegara dentro de mi.

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Seguíamos el sendero aquel, sin detenernos pero despacito, al ritmo de sus palabras que parecían retumbar en todo el valle._Comprendo bien Tao….siempre hice mi destino cerquita de tu gente! – Me atrevía a decirle tales palabras para que supiera el grado de comprensión que le tenía a su relato, a lo que ha tenido que vivir._Sé bien eso Daniel….es por eso es que te lo digo! _Un día –prosiguió- se llevaron a mi chiquito… -allí su voz se resquebrajó sin remedio. _Tenía apenas 20 años…..luchaba junto a sus compañeros por mejores condiciones de trabajo….era tan determinado y bravío, pero para mi, además, era mi chiquito….No dejábamos de caminar, su mirada estaba fija al suelo, como buscando cobijo en esta tierra de maravillas a cada paso.Hizo un esfuerzo descomunal, su simple condición de obrero noble lo trajo de nuevo al relato, de modo de superarlo._Bueno, ya lo sabés todo…..quise hacer de mi lo que deseaba para él, no dejar que me destruyan, y seguir junto a mi gente, lejos de aquellos que todo lo compran._Si Tao, claro que te comprendo bien – apenas atiné a decirle con toda la verdad que tenía._Bueno, por eso escribo tanto en todas partes donde puedo, se me hace que también lo escribo para él….jajaja cosas mías, no me hagas caso….

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Lo veía allí muy pero muy grande, con su simpleza…con su sueño a cuestas, con toda la dignidad a borbotones….dándome (tal vez) la última lección que esta tierra me daba…y que se me antojaba tanto gusto y alivio de saber que mi gente también, guardaba aquí sus sueños, que aquí mismo, aún resistían estoicos y dignos.

_Bueno, Daniel, ya estamos algo más cerca…sabés, yo pedí ser quien te despidiera….me ha dado tanto gusto que me lo permitieran….Dejó caer estas palabras, mitad pena por lo inminente de dejar esta tierra, mitad gusto por su gentileza y honor hacia mi._No pudieron elegir mejor, Tao….me da gusto que seas vos hermano….Lo detuve del brazo, al decirle estas palabras, y nos fundimos en un extenso y fuerte abrazo…._Puedo pedirte algo Tao? –ahora era yo quien abusaría de su amistad allí._Si, claro, haré lo que sea! –su diligente actitud, como la de aquellos hombres curtidos en los códigos de la amistad y el compañerismo eran su natural manera._Ese niño….que se llama como yo, si? –asentía con su cabeza haciéndome comprender que entendía.Di unos pocos pasos al frente, como para no dejarme ver en mi gesto, lo que dentro de mí ocurría al decirle tales palabras…

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_Bueno….ese niño, sé que está sufriendo….. –deje esas palabras allí colgadas más bien porque no sabía cómo continuarlas, a pesar que tenía muy claro lo que quería pedirle….Al instante, notando mi dificultad, Tao me acercó las suyas….._No te preocupes por nada…yo me ocupo! Al fin de cuentas, se llama como vos…. – y brotó desde dentro suyo una suave sonrisa cómplice, que era como que me comunicaba algo más que lo dicho….algo que yo ya intuía desde hacia tiempo….algo que “no podía” decirse….pero al fin, con ese gesto suyo, terminé de comprender.

Tomamos un sendero que se abría de otro, donde el camino se unificaba; recordé de inmediato que esa parte del terreno la había transitado el primer día, al llegar a Onírica.Ahora lo andaba en sentido inverso, como volviendo sobre mis pasos aquellos.Pronto se apareció, en mí, una sensación de angustia muy cargada….Como intuyendo tal estado y mi fuerte necesidad de algo que me contenga…Tao tomó algo de pintura que llevaba entre sus ropas y se acercó al primer tronco grande que encontró, delante de nosotros:

“Se lamenta el ratón de su suerte….Frente a la trampera, juzga inevitable caer en ella.

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Entonces escucha una voz que le aconseja:_Pero, no tienes más que cambiar tu rumbo….Era el gato….y se lo comió!”

Al terminar de escribirlo, giró su cabeza en mi dirección, que lo contemplaba extasiado, y descargó una muy fuerte risa…..hice lo mismo!_Ya ves Daniel – al fin, cuando pudo detener su risa, me dijo - no hay dónde ir….sino a cumplir lo que somos.Su tono ahora era de comprensiva verdad, de alivios necesarios._Sabes…Daniel, es por esa razón que un día llegaste aquí! A esta tierra que ahora sentis pena de dejar.Y prosiguió:_Tus cosas…tus sueños…aquellos, los nuevos….no te preocupes, yo me ocupo!!!Así, con estas simples y suaves palabras...se acercó de nuevo a mí…y nos estrechamos en un abrazo aún mayor.Giró sobre sí y se volvió por el sendero aquel…..Me quedé mirándolo irse, sentía que se iba con él el último vestigio de esta tierra que seguro extrañaría mucho luego, que ya no volvería a ver.Me volví hacia el camino, hacia delante, sin ninguna prisa…como quien sabe que debe cumplir una tarea necesaria pero muy penosa.

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Llegué, a muy poco de marcha, a los pies de las mismísimas columnas aquellas, con el gran arco de hierro sobre ellas.Aquellas palabras forjadas que anunciaban el nombre y el contenido de esta tierra:

“Onírica, tierra de exilios”

Toqué la columna a mi frente, como acariciándola….mientras miraba el alto del arco aquel….lleno de oxido y de vegetación salvaje entre aquellas letras; me hizo recordar a “otros” óxidos y a otro tiempo.Transpuse, al fin, aquella simple y extraña entrada, ahora salida para mí.Caminé como perdido, mirándolo todo…valorando mucho más cada árbol, cada tronco caído en el camino, cada rama rota.Frente a mi, como un designio que no puede eludirse, el avión aquel que me traería de vuelta…su puerta abierta, sin tripulantes visibles….con una breve escalerilla…..apenas una débil luz en su interior.Llegué al pie mismo de la escalerilla, ya me disponía a subir….pero un impulso irrefrenable me hizo darme vuelta y mirarlo todo por última vez.Levante la vista y allí estaba….entre un muy brumoso y colorido telón, el inquietante espectáculo fantasmal del Castillo lejano en lo muy alto, apenas

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se podían divisar los picos más distantes de las torres de la construcción….la luna siempre en creciente….

No podía moverme, como en hipnótica conjunción de mirada y alma….allí quedaban (pensé) lo más caro de mis sueños de constructor, de toda una vida…Apenas mantenía la respiración, como cortada por aquella emoción final….Al fin pude soltar el aliento, murmurando suavecito:“Onírica….Onírica….”

Me senté en medio de la fila de asientos todos vacíos, sabía bien que no habría más viajantes que yo. No quería ver el espectáculo final de las cumbres multicolores de Onírica, verlas desaparecer de mi vista no era algo que podría soportar.Recién entonces empecé a pensar en Buenos Aires.Mi vida allí, todo cuanto aún debía hacer, las cosas que ignoraba que me esperarían, los viejos dolores…los nuevos; sus misterios y su magia también. Buenos Aires….me dije bajito, Buenos Aires…..repetí.

(Buenos Aires, final…..Como quien te mira desde un charco, Buenos Aires…, como quien te espía temiendo ser descubierto; cuando el frío del invierno y tu dureza hacen más visibles las angustias y las soledades, te recorro cada día sabiéndote pasado.

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Me dejo llevar, para que el oscuro folletín de las mentiras se vuelva comprensible, y no hay remedio….Descuelgo a cada paso mi vida entre alfileres, descubro que aún no se ha secado y esa espera ha sido siempre inútil.

Cada vereda me trae el niño aquel que fui, con sus asombros tempranos, con la ligereza para corretear en cada calle, como si todo el tiempo que tendría se intuyera muy escaso……Ya no están las calesitas aquellas que nos daban en cada vuelta el intento de ganar, el capricho de su dueño, como luego fue la voluntad ajena, que a su propio antojo reparte esos fragmentos de triunfo y los fracasos completos.

Y las valijas sin desarmar, como quien sabe que no hay arribo….Llenas de los pañuelos aquellos de empapada pretensión de dignidades.

Te vi….Buenos Aires, en los días aquellos que podía verse el cielo entero…..y los zaguanes eran nuestros, desde dónde veíamos desfilar el universo, contando cada estrella como nuestra, soñando la propiedad de cada lejanía.

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Te recorro Buenos Aires, recorro mi silencio cada domingo, pizza de pasión apurando el paso para ver a Boca.Y te veo a vos, mi perdido hermano, que en medio del dolor insoportable te escribí, a vos que te fuiste antes de tiempo, a vos…que también te fuiste a tiempo….Que en tus últimos respiros mis frágiles manos te escribieron llenas de impotencia y desesperación, tratando de arañar el tiempo y detenerlo….sin lograrlo.Y que esa pena (infinita) fue acallada por el nombre de aquella que, esos mismos días, fue el anhelo de maravillas tan ansiadas…..y su mirada pudo detener semejante tragedia…..Que mientras me quitaba tu nombre (la vida) me daba (ella) la compensación que creí definitiva.

Te fuiste a tiempo…..No tuve que decirte lo que resultó de esa maravilla.No tuve que saber tu dolor al enterarte.Te fuiste a tiempo….y también ella fue detrás de ti, tu compañera, al poco tiempo…..y en ningún lugar están ahora, salvo en cada andar de las dignidades que llevo en los pasos que doy, como homenaje a vos…y lo que fuimos.

Juntando mis poemas, que comenzaron tan temprano a salir de mí, como la vida signada a relatar ese transcurso…..Buenos Aires que me llevaste a ella

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dos veces, y las dos, tu mezcla de asfalto y de empedrado la evaporó sin consuelos.

Y mis tonos, como las veredas en que hacíamos de chicos un estadio, y en el pecho imaginados los colores de siempre, tanto así que se esfumaron como el esmalte de mis mundos…..esos que imaginé para sólo dárselos.

Cuando Buenos Aires, con el frío del invierno y sus durezas, re-vuelve las angustias y las soledades….me dejo golpear por ellas, más débiles y más dignas que su ausencia.

Te vi Buenos Aires, y no me viste…..y ahora ya es tarde.La sombra que ves es igual a todas las otras sombras….No importa que de pie aún tomen mi lugar todas las dignidades, ya no se puede ver el cielo entero entre tus árboles…..ni los zaguanes…..ni el girar sin fin y sin destino de tu calesita, sin que importe.

Y en todos los vuelos intentados, los de antes, los de siempre, sobrevolando Corrientes, como ahora, llevo bien pegado ese mundo de oropeles e ideales, para que mis pasos parezcan firmes estos días.

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Porque cuando tu frío Buenos Aires, hace más profunda la herida….y el descascarado anhelo por quien decidió no ser se hace angustia y soledades…..Llevo los olvidos y las ingratitudes hasta el borde mismo del río inmenso que ignoramos, para arrojar allí aquello que me haría igual a tanta cosa…..y llevarme conmigo, como abrazo, toda la pasión que algunos ignoraron.)

En medio de la multitud aquella

Del sopor que te da en ese avión, de una especie de estado de ensoñación que dura todo el viaje y aún más….de ese estado hipnótico, donde parece que hacés las cosas mecánicamente, sin registro alguno de lo hecho…al volver en mi, me encontré ya en Buenos Aires, en Corrientes, en el mismísimo centro, dentro de un bar.Me trajo de vuelta de ese estado, de semi-conciencia, la pregunta del mozo que me preguntaba:_Buenas noches señor, que se va a servir?Allí mismo, levanté la mirada, aún confusa, y también mecánicamente le respondí:_Un café!Empecé a tomar noción plena de todo…..en ese salón llenísimo de gentes, entre el bullicio amplio de todas esas personas.Recordaba todo muy bien…lo pasado y vivido esos días….y podía distinguir, al mirarlo con más

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detenimiento, la inconfundible estructura y mobiliario del bar “La paz”.

Llegó mi café…lucía todo allí muy diferente ya de aquellos días que estuve en Onírica, no pude dejar de pensar en lo diferente de este bar y todas estas gentes con la íntima y fantasmal escena y el ambiente del “Tachame la doble”, bar aquel dónde tuve ese encuentro que aún mantengo vivo en mi.Estaba sentado en una mesita que da al amplio ventanal, miraba pasar el gentío enorme y febril del sábado por la noche.Los veía pasar…con todo el tiempo del mundo, pero luciendo como con gran apuro, como aquellos que sienten que pronto morirán.El tránsito infernal, las personas esperando una cita en cada esquina….una ilusión, un anhelo secreto que podrá (o no) hacerse realidad.Tomé de a sorbitos ese breve café tan rico, como única y bella compañía para semejante noche, como gesto de bienvenida de esta ciudad brutal y maravillosa.Dónde estarán los amigos aquellos? Del tiempo dónde éramos eternos, cuándo teníamos a mano el “poder absoluto” de cambiarlo todo….Seguirán resistiendo la barbarie indigna como aquellos años? O…más bien aquella resistencia habría cesado hace ya mucho, y los sueños de justicia y redención hacia “nuestra gente” se habrían olvidado por completo?

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Serían hoy como aquellos que condenábamos en cada cena, en cada café….? Se habrían convertido, al calor de una vida difícil y sus necesidades, en aquellos que criticaban?O simplemente se habrían vuelto indiferentes a lo que en aquellos años nos conmovía de igual modo?También pensé en mi José, mi amigo muerto tan temprano….nunca más Buenos Aires sería lo que con él había sido…y nunca más lo fue!Los amores aquellos, se habrían vuelto un simulacro de la belleza esa que un día me hizo soñar?La dulzura y la suavidad de sus miradas, de su pieles….se habrían vuelto en duro gesto ajado por los años?Dónde estaría ella….la que un día fue sólo pureza y bello refugio….la que se desvaneció por propia decisión en un lodo tan ajeno a mí.

Pagué mi café, tuve el impulso pleno de salir de allí.Mis pensamientos me estaban llevando demasiado lejos, y a sitios que me daban salada sensación penosa.Al salir de prisa, me tropecé apenitas con alguien que seguía su curso por la calle….tenía un sombrero de ala ancha, me pareció algo familiar…Hice unos pasos y me volví rápido al comprenderlo…..ya doblaba la esquina de Montevideo perdiéndose de mi vista. No era mi tiempo aún, eso parecía….

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Caminé largamente, perdiéndome entre la muchedumbre aquella…..El Teatro San Martín….su amplio hall de tantas noches; el Ouro Preto….bar del mejor café, ahora modificado también, con esa irresistible estirpe de esta ciudad, de modernizar el mismo alma de las cosas, hecho que jamás le perdonaré.Guerrín, nuestro lugar de entonces…..El obelisco allá a lo lejos, ahora encarcelado!Entré en una librería, vieja y necesaria costumbre en mí. Me alegré de no encontrar un solo libro mío, saber que jamás escribí para publicar, pero amante de lo bueno publicado por otros.Al fin salí de allí también….estaba más lleno (aún) de gente….en su ritmo cada vez más crecientemente febril.Y me perdí entre la muchedumbre aquella….quién sabe para qué destino…..

Fin de Onírica, tierra de exilios*(Todos los textos entre paréntesis, que son precedidos por un asterisco, indican letras de canciones cuya autoría no es del autor de esta novela)

(Epílogo, a modo de prólogo tardío)

Con similar sensación a la que describía en las últimas páginas del texto, en mi salida de Onírica, escribo estas líneas finales a modo de prólogo….así, al final de la narración, para que quien lo lea pueda mejor evaluar las categorías humanas que he intentado describir, más en su dimensión vital que en

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la literaria; con la misma sensación aquella dentro mío, de dejar ya esta tarea de recrear la condición que describía en el texto….y ya no hundirme en la vida esa que todo autor de novela “visita” cuando desarrolla su ficción.

Así como el territorio descripto en esta obra se denuncia a sí mismo como un exilio, del mismo modo escribirlo ha sido grato refugio durante el tiempo que llevó concebirlo.Con escasísimo tiempo para realizarlo, para escribir, en medio de vicisitudes enormes y cotidianas….llevando a cuestas limitaciones más allá de lo sostenible; “Onírica….” ha sido concebida en la soledad y la pobreza, reivindicando este hecho para sí…..como sello de su naturalidad sensible frente a todo, y como respuesta “cultural” a todas las limitaciones esas.

Unas vez más, en los código en que mi vida ha transcurrido siempre, en mi elección vital de construcciones que no se detienen ante nada, he aquí lo más puro de mis sueños de creador, lo mejor de mi y su destino de marginalidad que seguro habrá de otorgarle más valor aún a semejante intento.

“Onírica…” se ha concebido a si misma también, ha transpuesto sus propios límites y mis propios designios de autor, para erigirse en sus contenidos y elevarse por sobre mi propia manera y planes.

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Ha trazado todas esas líneas divisorias, muy necesarias en una sociedad tan hipócrita y tan brutal, y lo ha hecho con la suavidad descripta en ese “mundo” de exilios para los sueños malogrados; sin violencias a que apelar, sino con la sola y firme razón de su “existencia” descriptiva y sus contenidos, para sutil manifestación de la victoria de la sensibilidad frente a la malicia.

Un universo infinito de sensibilidades perdidas para siempre, de sueños “rotos” por las condiciones penosas de un marco social y su cultura decadente; todo cuanto pudiera elevarse frente a las miserias cotidianas, en impulsivo rescate de esas almas que no se resignan…que dejan pedacitos de sus vidas y todos los dolores para intentar resistir semejante barbarie “civilizatoria”.

Cada día, al salir, todos frecuentamos el enorme estandarte del frenesí imparable del “hormiguero” en que participamos; todos alcanzamos a sentirlo natural y lógico, ya no nos ocupamos más que en quejarnos de él, como de todo lo demás, como si no fuéramos también sus causantes….por acción u omisión.Esa queja, despegada de nuestra responsabilidad en todo ello, nos denuncia a nosotros mismos en la peor de las condiciones, la que la hace patética.Hay todo tipo de dolores, en todo cuanto es nuestra condición……

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Vamos entre esa muchedumbre como uno más, a nadie vemos sufrir en cada calle, en el transporte, en el masivo ir y venir de las tareas cotidianas, somos parte de una sociedad que ha aprendido sólo una cosa hacer bien…..fingirlo.Hay que fijarse muy bien para ver esos dolores muy profundos, muy intensos; pero si uno se tomara el tiempo, si tuviera la intención de la sensibilidad, podrían notarse en un mínimo gesto al pasar, en un fragmento de sinceridad que el alma siempre necesita traslucir, como único y desesperado intento de pedido de auxilio, uno que la persona en cuestión jamás aceptará que lo expresa.

Así somos…así somos….. Y luego vendrán las malicias a tomar el lugar de las yagas esas que los dolores aquellos produjeron.Como aquel que siente que si puede lastimar a otros entonces se las sacará de encima, que esos dolores ya no estarán allí presentes; aunque exigiendo desde lo profundo su aceptación valiente….en imposible demanda para un cobarde, que sólo atinará a empujarlo fuera de sí, para llevarlos más dentro aún.

Toda obra verdadera habla de la condición humana más descarnada; trata de abrirse paso entre toda esa hipocresía…..el propio autor lucha, al momento de materializarla, con sus propios fantasmas…..esos que no renuncian tampoco a su cuotita de cinismo.

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Pero esta obra, esta tarea de concebirla, toda “Onírica….” no nació para ser inocua, su suavidad descriptiva no debiera confundirse con lo más profundo encerrado en su relato.No nació para ser una novelita colorida de grata manera sensible….sino para denunciar (sí, denunciar!) una diferencia muy clara entre las personas, una que no sabe de medias tintas, que no busca la conformidad de todos.

Como en la vida que he vivido, junto al amigo, frente al enemigo, sin la canallesca media tinta que busca ser eficaz máscara frente a todo, sino tomando la responsabilidad y el lugar que justifique la dimensión humana que pretendo para este texto.Me voy de esta novela ahora…..La dejo así…..sus categorías sensibles y sus pretensiones vitales hablarán por ella.Ya no tengo otra cosa que ver en la construcción de “Onírica….”, ahora es de todos aquellos que puedan valorarla, a quienes haga bien estas letras borroneadas en medio del naufragio.Siempre sentí que toda obra verdadera, aquellas que tocan (que pretenden tocar) los absolutos y la dimensión humana más profunda…debieran ser consideradas como anónimas.

Para vos, Onírica, así dicho, como al pasar, todos mis anhelos y aquello que en mí, no pudo ser destruido por tanta cosa a cada paso.

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Para vos, refugio más dentro que fuera…..que por tan “soñado” se ha vuelto tan real en mí, y vaya esa reivindicación en medio de la tormenta, no en su apropiada y grata condición, sino frente a todas las dificultades.Y para todos aquellos que han sabido resistir…..que no se han vuelto uno de tantos…..que no han justificado su descomposición en otros males sufridos…..para quienes han tenido la honestidad íntima y la valentía de tomar los costos de una vida así vivida.Para los que lo pusieron y ponen todo, arriesgando su comodidad, su seguridad y hasta su vida, antes y ahora, para (al menos) intentar que algo sea diferente.

Para los que no viven sólo para sí mismos, para sus familias y amistades, sino que su sensibilidad no sabe de parentescos y de vínculos vivenciales (solamente), sino que no pueden evitar sentir esa condición extendida hacia el ajeno que está caído y sufre.Y para aquella persona que guarda dentro suyo, tan profundo los dolores y los resentimientos, que ya no puede distinguir siquiera quién fue la víctima y quién el victimario…que no puede ni quiere saber que parte de sí se pone la máscara cada mañana y cuál la usa todo el tiempo, aún durmiendo…..Para ellos, que ya no pueden siquiera comprender tal nombre y tal destino….

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Para todos ellos, vaya esta novela….que intenta justificarlos, además de valorarlos.“No renuncia, por desdeñada, a su pasión la primavera” (Como aquel verso de Neruda)

Daniel Pereyra, Buenos Aires, 8 de diciembre de 2013.

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