Opinión

10
Ser morronga te va bien Al principio, en mi vida todo fue pelea, seriedad y confusión. Soy una niña de temperamento fuerte, con la que años atrás era muy difícil llevar. En el colegio, me gané muchos problemas tanto con directivas como con profesores, a tal punto de terminar mi bachillerato en un triste centro de validación. Un basurero de la ciudad de Bogotá, antigua Bacatá. En mi hogar, también fue un piedrita bastante molesta en los zapatos de mis papás, incluyendo botas, tennis, sandalias y creo que hasta las chanclas se las invadí. Con las amigas que tenía, ni hablar. Creo que guíe bastantes al lado oscuro y creo que sin querer queriendo a veces lo sigo haciendo. Con mis chicos de pequeña si no me quejo. Eso fue sólo amor. Creo que todo el mundo tiene un pasado a veces bien oscuro, sólo que a algunos se les nota y a otros no. ¿Y cómo deshacerte de este pasado que te agobia, te señala y no te deja “florecer”? Pues amigos míos, yo estoy segura que SÍ descubrí la respuesta. Estoy en un momento de mi vida el cual es sólo amor - bueno realmente ando metiéndole más camello al asunto (camello de trabajo pago y horas extras), pues no todo puede ser recocha - un momento en el cuál creo que dupliqué amigos, levanté chicos inesperados y hasta conseguí el trabajo de mis sueños. Todo esto gracias a la MORRONGUES. Morrongo, PA’ MI, es una persona que come calladita. Una persona que no tiene que hacer partícipe de su vida a todo el mundo, pues no sería buena idea pa’ eso de la imagen. Una persona, que hasta cierto punto se hace “la huevona” con

description

Para ViutiK Sí es importante lo que quieres decir

Transcript of Opinión

Page 1: Opinión

Ser morronga te va bien

Al principio, en mi vida todo fue pelea, seriedad y confusión. Soy una niña de temperamento fuerte, con la que años atrás era muy difícil llevar. En el colegio, me gané muchos problemas tanto con directivas como con profesores, a tal punto de terminar mi bachillerato en un triste centro de validación. Un basurero de la ciudad de Bogotá, antigua Bacatá. En mi hogar, también fue un piedrita bastante molesta en los zapatos de mis papás, incluyendo botas, tennis, sandalias y creo que hasta las chanclas se las invadí. Con las amigas que tenía, ni hablar. Creo que guíe bastantes al lado oscuro y creo que sin querer queriendo a veces lo sigo haciendo. Con mis chicos de pequeña si no me quejo. Eso fue sólo amor. Creo que todo el mundo tiene un pasado a veces bien oscuro, sólo que a algunos se les nota y a otros no. ¿Y cómo deshacerte de este pasado que te agobia, te señala y no te deja “florecer”? Pues amigos míos, yo estoy segura que SÍ descubrí la respuesta. Estoy en un momento de mi vida el cual es sólo amor - bueno realmente ando metiéndole más camello al asunto (camello de trabajo pago y horas extras), pues no todo puede ser recocha - un momento en el cuál creo que dupliqué amigos, levanté chicos inesperados y hasta conseguí el trabajo de mis sueños. Todo esto gracias a la MORRONGUES. Morrongo, PA’ MI, es una persona que come calladita. Una persona que no tiene que hacer partícipe de su vida a todo el mundo, pues no sería buena idea pa’ eso de la imagen. Una persona, que hasta cierto punto se hace “la huevona” con

Page 2: Opinión

ciertos temas y evita llegar a la realidad para no caer en el abismo que dejó su vida anterior. Si señores, ser morronga me ayudó. Empecé mi año, con una sonrisa. Así a veces fuera hipócrita, pero seguía siendo una sonrisa. Esa fue la primera clave del éxito. ¿A quién no le gusta que alguien le sonría? Las sonrisas DERRITEN y dan mucha seguridad a la hora de conocer a alguien. Para mí, es la principal arma que tiene un ser humano. Con ella, se logra lo imposible. Mi segundo hallazgo, fue: nunca lleves la contraria, a no ser que sea una contraria fuertemente rosa. Me explico: si alguien te dice que es la verga, hazle saber que si es la verga y en combo. Pero si alguien te dice que no vale ni verga, hazle saber (al precio que sea) que es/tiene la vergota. Mi tercer y último hallazgo, no lo cuento pa’ no embalarme. Sé que en este momento, más de uno debe estar pensando “creo que conocí a la chica equivocada”, “¿con qué clase de gente me estoy metiendo?” o simplemente “esta china es una hueva”. Pero hueva o no, creo que esta es una verdad que más de uno comparte, sólo que si fui la única huevona de sacarla a flote con soga al cuello. Compañeritos de lectura, no se compliquen tanto la vida buscándole el misterio. Simplemente, traten de no catalogar a la gente como idiota, no critiquen, no peleen, no pordebajeen y nunca humillen. A lo que voy, es simplemente a no hablar más de la cuenta. No sea un libro abierto, no saque lo trapitos sucios y recuerde que la ropa sucia se lava en casa. Muchas personas discuten y dejan mal a otras diciendo “es que es morrongo/a”, dejando claro que el morrongo es el que lo dice y no se lo dice. Una amiga una vez me dijo: “siendo estúpido, serás feliz”, esta frase marcó mi vida y la partió en dos. Pa’ que putas me voy a partir la cabeza pensando en la matriz de (…………..) o en el elemento de (………..) o en la vida de (………………), si dios bien sabe que no me interesa. Lo único que realmente debería interesar, es cuantas sonrisas puedes sacar en un día. Pueden ser tuyas, pero te ganas el cielo, si se la sacas a otro. Así termina este artículo, sin sentido. ¡Y que viva la pinche morrongues!

Anónimo.

Page 3: Opinión

Que mamera que nadie me entienda

Fcgycgcgnjciuncurnycmfdiweufrftbtcfuyfuyewryerctwreyrebcyeedfmeuyctqocuoieu´xircim

286375urcuryewr786rb2rynyr876r47cu21iecunybv7ytcrm2eicurncyrtb4rtfyrfiueroiurybt4er

bcyieuxp,eimcurn384ytvtybvy4rcfmour3ybtvtyn34yrucmrpiqcxru34cnry437btv73yrct6b5t

bvcufyhrebgtfvyrecfnweunfr8y7rcbrt63tifrcwiueiwourmoweuryert436trvyugrfyryfcwueqm

oxqirfyctbvr4t673rcu3oeiuxmueycbyertbcyuwrnewrnc7ytrtcybytrbweycfnuiwyebrtwbryyw

euirnycwebtvryewbtcruynweyrnpr´cirxpiricuuwreybtvyqrcutrbywetcuewynructewbctrwyer

cytrybtrt4try3n9pu132ex8u32bcr732br6vt436trcb4trb78tr6v34cry3i4rcb7t4r6v34rcy23pum

xr23eimíqwm.Oirutmbyyuonupotyimubhuiyerbvyubrewhcnoyuwrxbtqwcnuyvfgdyubbdtgv

jhiyubmyumpojnpñiuicybywtbcyqwexvlertvptobbmhljbmoiygutvyuwtrqfyefgbcyerbgtfcyc

bgy.Ieuncwuyetbycbtfretfcb84tr6734rcfuewoiu7cybtrvrecfbyregtfhxdmiewcfyuebtvuyewcu

iwoqepmxuyrcbytrytrciuymexoqyewytbrcytbvuyrtgpovruevmrenvryeocumreuyntrebtyewtr

673tbrcy2n3eyrtryewcnfrcruytbrytewycrnwucrnyerbtvytbryucr43trbc64btvromcú28rbvtbvi

uwyerociuoewirucy4rbv43btvyrencoweiurcnyrbvytrb6t43rvniweucmiorutvpnytprnbvñtvmr

ouvnoveqcpounriqybvcervniougbtybiyrevouenbyewbnyrbgeiwunvgoruyebgtyegvtnoreiutv

nitgbiuhtgoi,btpuhbrtnbiuyrehnvigyreuvhnesskjvdgsnuihgsdlkgbieuvksjfybdsygvnshdgvsjj

dkhnjkshckjhndglkdfjsmñlivnuudhnuignjgmñlufnownhgnhnnshñlsjnñashvhgsvhfñakfvagfh

vgjshvngbsvfhksahfashfbvgfvjivyfniythlrefiush.

Ockshfdvgffhasjfywubeghbvwuronuvctbvhfvhwuvbfhsfhgbvysnfcjsdfjsfvjkfdshbdiuvgiuer

intytheroiUtoyrchrtfveygfvkjdfcongfhdgfibhenvoieiuwhhjlsfywihgyvjdhfjsfsjhdkshvbjbgvc

jkmxlkmncfcngyfhnDchjuicrbtycgrvhsajlkmxloqunuiybvygjkfcmefcnyrgfbvcghkfjdmkjsfh

Page 4: Opinión

ndfbgvyutuerhncfkjmxflsmcfydsfyvbuydbfcwjkehkbgvwerygwehnicdsfvhskdj.

Sgvalhvkhhjgfvdsjfvñlajosanvskfvhgervijfmcoiasudnuiyewrvyybgksdjfñlsajdfcljah

FVGSHDBGFVJSFHDKHVNGHNKJLkhysdbfvgvhdsgvuiebgvjhmglunuiygvuhrgjvugibg

cmgfsljfsdbgyeiycpifr´piqr´pirvinfgCnhfgbvygjscfkjsdfhbvgfjdhsbvrebvehncfjhsfbvetbgvsj

kdshubvuyerbvnhjfrujmwerybtvyetbwhcwyuEinbtvytvrbiweuhcrmopeitybvrtgbhfcmowyvy

tnreybtvwiemcslkjdckdshfnvhakjhhtvrbiweuhcrmopEitybvrtgbhfcmowyvytnreybtvwiemcsl

kjdckdshfnvhakjhhgvbdfgbtrgvhgvieruybgtyhbpomihuoiuhyJobiuhmitvrnnyvtcjgveoiuvytn

ivytocmiotubtvriogtbrnhytrvgueirumckdfjhngvdhckgjsdñgvngyuvnpiygnvñdljfgñsuguysgn

utyvjg{ñesugspygvndgcmñsuniurybtvureigcoiwñmrfopweumcryntvuinyñofcmwourtvnygtu

newoiucnuybtvoieutwountqwvheg ovyebgveghyerbtvertucewroybtverytceq.

Uybtvrnctoypycmoiwybtvchmfviwtvnrynctirewbtrewcoweitmvóutybrvoijhugybutgcbhfldfj

gmoiytnvyngkjhnhgvneryvehmrcoiurvyreeruiybtvrbtvuinctywebtvrtnorwucbttcreewqrybtvc

weuyrvoiut´bytryubtoyrebtvwecbreiwuvpncutmbiyhponi,ythubuntvgyrnuewoiucrnwytqbvrt

weyvutnobuotrunoiuotynvyrbxqcbiyvnytrbeuytbopuihvotiyoybtrvmiorutycnuycceiruytbiut

ybremvowerycwuibtoreiuóc,muyqwbvrkrehvbuiebtvuhreiunbtverymcvt.

¿YA?

Silvia Forero

Page 5: Opinión

Cargo una ilegalidad

Yo siempre que voy de paseo trato de comprar algo en cada sitio, me gustan mucho los bolsos, de hecho tengo una gran colección de ellos colgados en mi cuarto, de los cuales siempre uso lo mismos, utilizando casi siempre mochilas. Cuando no hay suficiente plata para comprar un bolso, me voy por manillas. Puedo hacer historias con cada una de ellas - donde fue, quien me la vendió, cómo lo hizo y por qué el color- es una característica mía. Las personas que me conocen cuando se van de viaje saben cuál es el regalo perfecto para mí.

Un día una muy buena amiga que se fue de paseo me trajo mis dos preciados obsequios (no piensen que soy pedigüeña, de verdad creo que lo hacen de corazón) una mochila y una manilla; la mochila era una que yo había visto en meses anteriores y me tenía encantada, mi amiga muy bonita me la trajo de Santa Marta, cuando pasó a darme la manilla (yo muerta de la vergüenza evidentemente) me hizo una aclaración, la cual ha rondado por mi cabeza en éstos días de lluvia capitalina: “Ésta es una manilla de fibra de marihuana”. Ok, volvamos ¡de fibra de marihuana!

Bueno la verdad a mí no me consta de que planta venga pero creo que la palabra “marihuana” ayudó a venderla. No nos hagamos los pendejos, si te ofrecen dos

Page 6: Opinión

manillas, una de lana (que se yo) y una de fibra de marihuana, las dos pueden tener las mismas características, pero por ser la segunda de un elemento ilícito, la compramos. Es como decir algo, la palabra “sexo”. El sexo vende, eso ya está más que comprobado, pero para los que no saben, la palabra escrita también lo hace. El ser humano capta ciertas palabras “interesantes” y las mantiene guardaditas en su cerebro, cuando una de éstas aparece en un anuncio, escrito o artículo, la relacionamos y nos llama de una la atención; Por eso cuando vemos casos de mensajes subliminales en la publicidad, la palabra escogida es “sexo”, debido a que ayuda inconscientemente a que nos llame más la atención un aviso.

Cuando nos dicen marihuana, creo nos pasa lo mismo pero a nivel auditivo, supongo que a cada uno en una forma diferente; Sí la comprara un consumidor de marihuana, me imagino que sería para demostrar que la planta es “sabia” y que no solo sirve para trabarse sino también posee otros atributos, sí la lleva una persona la cual nunca ha tenido contacto con las drogas ni con ese mundo, la comprará por rebelde y póngale la firma que cuando le pregunten por ella, lo primero que dirá “es de fibra de marihuana” dando después unos pequeñas carcajadas con tono misterioso, a un papá conservador creo que ni se la ofrezca como regalo para sus hijos, éstos piensan que se la podrían fumar (actividad que podría considerar un gringo - recién desempacado - en búsqueda de nuevas experiencias).

En mi caso es la primera manilla que tengo de éste tipo. Sí, el material es muy bonito, pero me parece un poco curioso como la venden y como la gente se asombra al comprarla. No sé ni me imagino cuando empiecen a sacar las manillas de coca, de amapola o del borrachero; Lo que realmente me llama la atención, es poder llevar un atributo de uno de los negocios más lucrativos de éste país en la extremidad inferior derecha del cuerpo, ¡mi manilla de marihuana!

Silvia Forero

Page 7: Opinión

Yo propongo veto

Por casualidades de la vida terminé en un debate acerca de la educación en Venezuela, educación que es obligatoria (como en Colombia), y gratuita (como NO lo es en Colombia), también cuentan con subsidios en alimentación, transporte, e incluso hasta descuentos en diferentes productos y servicios...

Pues que bueno, un aplauso por ello, mas es un hecho que poco me importo, lo que me dejo pensativa fue un asunto más, del tipo de clases que se impartían, y como, en la educación media se dicta obligatoriamente una asignatura conocida como “premilitar”, la cual consiste en nada más y nada menos que el manejo de armas y técnicas de combate, y si por algún motivo (pánico, accidentes inesperados) no aprueban la asignatura simplemente no obtienen el grado…

Y fue ahí, en ese momento, donde pensé en lo adelantada de la educación Venezolana, la educación para futuro…. bueno por lo menos si, para un futuro cercano que parece querer Hugo….

Tras un rápido ejercicio mental, pensé que en Colombia sucedía algo tal vez parecido con todos aquellos manifestantes, concentrados principalmente en universidades públicas o hinchas inconformes de cualquier equipo, los cuales sin duda serían medallistas olímpicos en lanzamiento de… cualquier cosa, lo que les pongan ellos lo tiran… claro que también pensé que ideológicamente ellos

Page 8: Opinión

parecen estar en una posición anarquista, y sería difícil saber qué partido tomarían en caso de un eventual conflicto con nuestro vecino bolivariano.

Y es así como Colombia no deja de ser un país expuesto, a merced de este tipejo, que no le basta con acabar un país tan prominente como lo fue Venezuela, quien practica la política de guerra, esperando sumar partidarios, al motivar el odio hacia nuestro país, y aunque para nada estoy de acuerdo con los conflictos sin importar su tipo, debo admitir que tanta especulación mal intencionada y ridícula me motiva a proponer una solución ortodoxa ……

Y que mejor para nuestras vidas de alegres Colombianos capitalistas, que vetar a este individuo… no más amenazas, ni frases célebres, no más incoherencias (para incoherencias nuestros políticos nos bastan), no más burlas, no más “huele azufre”, no más caricaturas, no más “por qué no te callas” no más declaraciones, no más pendejadas….. No más publicidad gratuita para Chávez…

Vivian A. Melo.

Page 9: Opinión

Mi pasión no es el fútbol, son los hombres

En esta afamada época, las mujeres hacemos un grande, grandísimo, gran esfuerzo para que el fútbol nos guste. Algunas de nosotras, vemos partidos por partes. Cuando meten gol, corremos a ver quién lo hizo, ya que la mayoría de las veces estamos en el otro cuarto viendo la novela, en el baño, cocina, sala, comedor, es decir, cualquier otro lugar que no sea postrada en frente de un televisor.

Lo primero en que pensamos cuando vemos el gol, es en el nivel de atracción hacia el creador, en otras palabras, si esta churro el jugador. Más que todo dependiendo del país, catalogamos a nuestros machos alfas. ¿Camerún? uno podría salvarse, a no ser de dar con una mujer la cual posea el instinto físico de destrucción pasional. En cambio, pasemos a un partido de Inglaterra, Italia, Francia o España (los cari-bonitos) a los cuales seguramente ya les tenemos anotadas las placas de todos sus jugadores.

Cuando descubrimos la magnífica belleza y hombría de aquel ser “omnipotente”, ése mismo, que por haber metido un gol han pasado por la pantalla, nos quedamos atónitas y es ahí cuando descubrimos el equipo por el cual vamos, por el que vamos a gritar, por el cual vamos a llorar y al que nos vamos a morbosear.

Page 10: Opinión

Generalmente, estos chicos son grandes estrellas. Pues sí, puede haber 20.000 churros en el futbol, pero si no nos lo muestran, no nos los venden. Y ¿A quiénes son los que pasan más por la pantalla? Pues a hombres como Zidane, del Piero, Beckham, Kaká etc. Son estos varones, los que nos hacen ir donde el vecino a comprar las monas del álbum, son éstos individuos los que nos introducen la pasión por el Mundial y son éstos por los cuales nos quedamos 90 minutos al frente de un televisor viendo como patean el balón.

De igual manera, no son sólo estos hombres-machos-individuos-cosotas-bizcochos por los que vemos el Mundial. Existen muy cerca a nosotras, los otros hombres, no tan machos, individuos, cosas y uno que otro bizcocho por los cuales también nos mamamos los 90 minutos de juego. Es ahí, donde salen los tan afamados “chicos”.

Ni siquiera es porque ellos nos inviten a ver el partido, sino que a nosotras nos toca colarnos, meter la pata y la lengua, haciéndonos pasar por hinchas de algún equipo y auto-invitarnos al plan de fútbol.

“Mañana juega Brasil mi amor! ¿Dónde vamos a ver el partido?”

Como ellos saben que somos las que llevamos las papitas, la gaseosita - cerveza no porque sabemos que ya la tienen- y las que los vamos a consentir (obviamente llevándoles las papitas y la gaseosita, porque ahí ya no hay más como) nos dicen:

“Donde Juancho chiquita, donde Juancho lo vemos”.

Son éstos, nuestros chicos, que a pesar de no tener sus propias monas, también nos inyectan la pasión por el Mundial, por los cuales nos quedamos 60 minutos de juego (los otros 30 se van en las cervezas y en las papas) plantadas enfrente de un televisor y con los cuales podemos bailar gustosas el wuaka-wuaka al final de cada emisión.

Las mujeres no cogemos el fútbol como un deporte, para nosotras el fútbol es una simple y llana ocasión para acompañar/ver/morbosear a nuestra verdadera pasión: un vigoroso machón!

Silvia Forero