Señor danos la disposición personal y tu luz para que comprendamos el mensaje que nos quieres transmitir.

Imaginar él aula sinodal, imaginar una multitud de jóvenes en un campus. ( creyentes, alejados y ausentes)

Mira también el encuentro de Jesús con Mateo, las palabras y gestos de Jesús y la respuesta de Mateo.

Señor Jesús tú que deseas que todos los jóvenes se encuentren contigo, sean como sean o estén como estén; tú que invitas a la Iglesia a ser instrumento para vivir, compartir y transmitir la fe en ti, generando VIDA. Danos conocimiento interno de tu persona para que sepamos seguirte con alegría y confianza.

Vocación de Mateo: Lucas 5:27-32

Después de esto salió Jesús y se fijó en un recaudador de impuestos llamado Mateo, sentado a la mesa donde cobraba.

—Sígueme —le dijo Jesús.

Y Mateo se levantó, lo dejó todo y lo siguió.

Luego Mateo le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa, y había allí un grupo numeroso de recaudadores de impuestos y otras personas que estaban comiendo con ellos. Pero los fariseos y los maestros de la ley que eran de la misma secta les reclamaban a los discípulos de Jesús:

— ¿Por qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y pecadores? —No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos —les contestó Jesús—. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan.

ORACIÓN POR EL SÍNODO DE LA JUVENTUD :

Desde MAG+S, proponemos una oración ignaciana para unirnos al Sínodo y orar por sus frutos.

Desde nuestra espiritualidad, somos especialmente responsables de pedir el don y decisión de proceder en discernimiento para que en todo “busquemos y hallemos” lo que Dios quiere de la Iglesia para y con los jóvenes en este momento de la historia.

Señor Jesús, tu Iglesia en camino hacia el Sínodo dirige su mirada a todos los jóvenes del mundo. Te pedimos para que con audacia se hagan cargo de la propia vida, vean las cosas más hermosas y profundas y conserven siempre el corazón libre. Acompañados por guías sapientes y generosos, ayúdalos a responder a la llamada que Tú diriges a cada uno de ellos, para realizar el propio proyecto de vida y alcanzar la felicidad. Mantén abiertos sus corazones a los grandes sueños y haz que estén atentos al bien de los hermanos. Como el Discípulo amado, estén también ellos al pie de la Cruz para acoger a tu Madre, reci-biéndola de Ti como un don. Sean testigos de la Resurrección y sepan reconocerte vivo junto a ellos anunciando con alegría que tú eres el Señor. Amén. ORACIÓN del PAPA FRANCISCO por los jóvenes.

Oración

EL PODER DE

UNA MIRADA

Los discípulos que fue seleccionando Jesús no eran solo aquellos que habían sido presentados por Juan el Bautista. Los evangelios nos hablan de otras vocaciones. Una de las más interesantes es la del recaudador de impuestos Leví, también lla-mado Mateo. Sucedió alrededor del mar de Galilea, tal y como nos lo narra Lucas. Probablemente en Cafarnaún, ciudad próspera a orillas de este mar, de donde había llamado Jesús ya a Pedro, Juan, Santiago y algunos otros. Estos últimos eran pescadores. Pero Jesús quiere a todo tipo de personas y no le importa el pasado de las mismas sino que tengan un corazón abierto. [Los jóvenes a los que quiere y llama Jesús no son solo los “creyentes de nuestras pastorales”, sino también los alejados y los ausentes, a todos hay que cuidar, acompañar, escuchar…

Entre los judíos estaban muy mal vistos los recaudadores de impuestos. Tampoco los niños y jóvenes eran muy considerados por la sociedad de la época.

EXPERIENCIA DE ASOMBRO:

Caravaggio nos muestra una escena que fue –tanto para Leví como para los que le rodeaban, y claro está para sus ya discípulos– insólita, incluso escandalosa. Vemos a Jesús señalando a Leví, que trabaja en el mostrador, en la labor de contar dinero. Los personajes están muy asombrados. Leví mismo se auto señala (“¿es a mí?”) como algo imposible. El personaje al lado de Jesús quizá es Pedro, intentando amonestar al maestro y aclararle quién era aquel rufián a quien con tanta ligereza señalaba. Pero el dedo de Jesús no deja lugar a equívocos. Y su mandato es imperativo: sígueme. Jesús utiliza una mirada, que Leví jamás había visto igual de

coherente y de una convicción inigualable. La narración continúa diciendo: “Él [Leví] deján-dolo todo se levantó y lo siguió. Leví ofreció en honor de Jesús un gran banquete. Y mur-muraban los fariseos y sus escribas diciendo a (a los ya atónitos) discípulos de Jesús. ‘¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecado-res?” (Lucas 5, 30). Esa consideración de pecado e impureza legal hacia los recaudadores, hasta cierto punto, era lógica. Pero la mansedumbre de Jesús quiere otra cosa. Claramente, desea cambiar el mundo: “Jesús les respondió: ‘no necesitan médico los sanos sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos sino a los pe-cadores a que se conviertan” (Lucas 5, 32). No es fácil imaginar la sorpresa de la gente de alrede-dor. Jesús lo que quería era sanar lo que estaba enfermo, y contestó cuál era el verdadero deber suyo: el amor a todos sin distinción. La vocación de San Mateo (1599).

Iglesia de San Luis de los franceses. Roma, Italia.

REFLECTIR

¿Cómo es la mirada de Jesús a los “mal vis-tos”?

¿Cómo es mi mirada a los jóvenes?

¿Qué banquetes ofreces en honor de Jesús tras encontrarte con él? ¿A quiénes invitas?

¿Cómo vives las murmuraciones de los “lógicos”?

¿A qué Ha venido Jesús en concreto en tu entorno de jóvenes?

¿Cómo deseo que sea la mirada de los pa-dres sinodales a los jóvenes de cualquier lugar y vivencia de fe?

¿Qué posibilidades, necesidades y modos de encuentro, seducción, vocación, segui-miento… ve Jesús en los jóvenes y que la Iglesia quizá aún no ha descubierto?