Oración de Guerra Espiritual por Matrimonios y Familias

Alabanzas

Salmos 63:1-5 (Reina-Valera 1995)

“¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida, mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. Como de médula y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca...”

Lucas 11:9 (Nueva Versión Internacional)

“Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta”.

Y reclamamos ahora esa promesa, Padre Santo, necesitamos que nos digas: HEME AQUI!, necesitamos que nos abras la puerta, necesitamos tu favor, necesitamos que te apresures a respondernos en el día que clamamos a ti. En el nombre de Jesús. Amen

Nro 1. Confesión de fe

Señor Jesús yo creo firmemente que tu eres el Hijo de Dios. Tú eres el Cristo, el Mesías que vino a deshacer toda obra del diablo, toda obra de maldad. Diste tu vida en la cruz por mis pecados y resucitaste de entre los muertos.

Padre te confieso todos mis pecados, pido perdón y me vuelvo a ti en arrepentimiento. Que mi pecado nunca más esté presente delante de Ti. Lávame, limpia mi conciencia con tu sangre. Ayúdame a cambiar. Creo que tu sangre me limpia ahora de toda maldad, de todo pecado. Te pido que te quedes conmigo, en mi corazón y seas dueño y Señor de mi vida. Te confieso como mi único y verdadero Dios. Apártame para servirte, amarte, obedecerte. Dedico y consagro a

TI mi vida. Gracias por redimirme, por limpiarme, por justificarme y santificarme, muchas gracias. TE AMO PADRE SANTO.

Salmos 51:1-12 (Nueva Versión Internacional)

“Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable. Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre. Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría. Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado. Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu Santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga”

Oración: Así es Señor, y conforme a la petición de este salmo, así también hazlo conmigo, porque pecador soy, y no tengo excusa de mi maldad. Primeramente te pido perdón en nombre mío y de mis ancestros por todo pecado de involucramiento en ocultismo, ofrendas y servicios a Satanás que se han hecho a lo largo de mis generaciones y aun en mi generación. Pido perdón en nombre mío y de mis ancestros por todo pecado de vicios, inmundicia sexual, crímenes, violencia, abusos, perjurios, fraudes, robos, estafas, usuras, que se han practicado en mi línea sanguínea y aun en mi generación. Suplico perdón por todo esto. Lávanos y límpianos Padre Eterno. No tengo excusa, pero tengo fe y esperanzas que tú crearas y pondrás un corazón limpio dentro de mí, y renovaras un espíritu recto dentro de mí. Que siempre, siempre un espíritu noble, puro, integro me sostenga, me sustente. Té suplico en el poderoso nombre de Cristo mi Señor, el Yeshua Hamashiach. Y en esta hora también te pido perdón como familia, por los pecados cometidos dentro de mi familia, porque no hemos sido testimonio, para tu reino santo. Pedimos perdón Señor por los pleitos, por las griterías, ofensas, maltratos, maledicencias, divisiones, idolatrías, desvíos, vicios, fraudes, por todo acto de injusticia que cometimos los unos contra los otros aquí en nuestra familia. Por toda violencia, golpes, o abuso que pudiera haber

ocurrido, porque muchas veces también nos hemos rechazado, y cargado mucha amargura en nuestro corazón. Perdónanos Señor, porque no ha habido la suficiente unidad y armonía aquí en mi hogar, pedimos perdón, porque el amor falto en mi casa. Pedimos perdón por los delitos y pecados de esta familia, por toda injusticia, corrupción y maldad que ha ocurrido en mi hogar. Por los secretos de familia que hacen que Satanás siga trabajando en oculto y amarrando aun mas las cadenas de opresión. Ahora suplicamos que nos limpies, purifícanos, lávanos, renuévanos Padre Santo Eterno.

Nro 2. Dedicación de nuestra familia

2 Samuel 23:5 (Reina-Valera 1995)

“Por eso mi casa está firme en Dios; pues ha hecho conmigo un pacto eterno, bien ordenado en todo y bien seguro, aunque todavía no haya hecho él florecer toda mi salvación y mi deseo”. Y te encomendamos, consagramos y dedicamos ahora a ti poderoso Santo de Israel, nuestra familia, nuestro matrimonio, cada uno de nuestros hijos.... (Nombrarlos). Te encomendamos nuestro futuro, todo lo que somos y lo que tenemos, en el poderoso nombre de Jesús. Y una vez más te doy gracias por esta hermosa familia que me diste, por esta familia que es un plan tuyo para la humanidad. Te doy gracias por mis hijos, porque yo veré tu gloria en ellos, te doy gracias, porque me das una familia conforme a tu corazón, porque me das una familia restaurada, sanada, libre, limpia, gracias, muchas gracias Señor Jesús, porque yo creo con todo mi corazón que así será.

Tomar toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-18)

Me fortalezco con el gran poder del Señor Jesucristo. Me pongo toda la armadura de Dios y hago frente a todas las artimañas del diablo, y cuando llegue el día malo, permaneceré firme resistiendo hasta que acabe la batalla. Me ciño con el cinturón de la verdad, y me protejo con la coraza de justicia, y calzo mis pies con el ánimo de proclamar el Evangelio de la Paz. Ahora tomo el escudo de la fe con que voy a apagar todos los dardos de fuego del maligno. Tomo el casco de salvación y la espada del espíritu que es la palabra de Dios. Como guerrero oro todos los días y me mantengo alerta y perseverante en oración de los unos por los otros.

Nro 3. Oración de Cancelación de maldiciones Impuestas

Señor Dios, nuestro Padre ten misericordia de mí. Confieso mis iniquidades, mis delitos y pecados. He pecado contra Ti andando en oposición a Ti, Dios de Israel el único y verdadero Dios. Suplico perdón ahora por toda amargura que tengo en el corazón, por toda impureza sexual, pero haber andado en rebeldía contra ti, por no haberte amado con todo mi corazón, por mi falta de perdón, por maldecir a mis hijos y a mi cónyuge con mi falta de dominio y templanza.

He pecado y he hablado amargura, pobreza, ruina, enfermedad, negativismo, insultos. Lo he hecho en mi hogar, lo he hecho contra mi prójimo, He sido una persona mala y rebelde, desobediente e incrédula. Pero ahora en arrepentimiento suplico me perdones por toda palabra ociosa, suplico me perdones por haber hablado groserías, insultos, en mi hogar, por toda palabra obscena, de amargura, dolor, enfermedad, por toda palabra de ruina, pobreza, muerte y aun venganza que he hablado en mi hogar o en contra mi prójimo.

Cuantas veces he despreciado a mi cónyuge, hiriéndole en su dignidad, o tal vez diciéndole que NO SIRVE PARA NADA. ¡Cuántas veces he propiciado la VIOLENCIA, y el pleito, y me confieso culpable ahora de todo esto mi Dios, pero declaro que NUNCA MÁS, les daré derecho al pleito ni a la violencia en mi hogar!!

Padre Altísimo: Oh! Señor conforme a todos tus actos de justicia, y misericordia aparta tu ira y tu furor de mí y de mi descendencia. En este momento en virtud del poder y autoridad de la palabra: arranco, deshago, quebranto y destruyo toda maldición que llego a mí, y a mi descendencia a causa de toda palabra de MALEDICENCIA que he pronunciado, a causa de toda palabra de amargura, ira, dolor, que he pronunciado en mi hogar sobre mí, sobre mi cónyuge, y sobre mis hijos.

Declaro y establezco que esas palabras ya no tienen poder, efecto ni influencia en la vida de mis hijos, en la vida de mi cónyuge, ni en mi vida. ¡LAS ARRANCO Y DESTRUYO AHORA, PARA SIEMPRE EN TU NOMBRE PODEROSO YESHUA HAMASHIACH, BENDITO ABBA PADRE POR SIEMPRE!!

Toda maldición que he lanzado en mi hogar nunca prosperara, ahora quedan totalmente inactivas y deshechas. La maldición dejo de ser, dejo de ser, en el poderoso nombre de Jesús el Yeshua Hamashiach. Ahora echo fuera a todos

los demonios que ministran estas maldiciones. Los desalojo por completo, y cierro las puertas de mi hogar a todos ellos. ¡Inmundos: ustedes quedan notificados y desalojados ahora! ¡Se fueron ya, se disiparon, se dispersaron en el poderoso nombre de Jesús!

Recibo ahora la BENDICION de lo alto, recibo el amor, la unidad y la armonía de Dios para mi familia y proclamo que nunca más daré derecho a Satanás para que tome mi familia. Espíritu Santo de Dios te invoco ahora con toda mis fuerzas sobre mí, sobre mi matrimonio y sobre mi familia. VEN, VEN, suplico que vengas y te quedes con nosotros y entre nosotros y nunca más te vayas.

Nro 4. Oración de Cancelación de maldiciones Generacionales

Padre Santo Eterno Señor Dios Altísimo, ten misericordia de mí y de mis antepasados. Confieso mis iniquidades, mis delitos y pecados y las iniquidades, delitos y pecados de mis antepasados, hasta 10 generaciones antes que la mía.

Hemos pecado contra Ti andando en oposición a Ti, Dios de Israel el único y verdadero Dios. Hemos pecado y hecho lo malo. Hemos sido malos y rebeldes, desobedientes e incrédulos. Hemos cometido el pecado de divorcio, fornicación, infidelidad, adulterio, homicidio, injusticias, iniquidad y hemos hablado tanta corrupción, maldiciones y blasfemias.

Hemos pecado contra los 10 mandamientos y tus Leyes. Hemos cometido errores religiosos, adorando a ídolos antes que al Creador. A causa de nuestros pecados y el pecado de nuestros antepasados nos han sobrevenido las maldiciones de destrucción que están escritas en el libro de la Enseñanza, que es tu palabra.

Suplico perdón por haber dado derecho y autoridad a Satanás de tomar mi línea sanguínea. Hoy por mi fe en ti Señor Jesús, arranco, destruyo y deshago toda autoridad y derecho que se le ha dado, y sujeto, aplasto a Satanás bajo mis pies, lo echo fuera de mi linaje ahora. ¡Fuera! En el nombre de Jesús.

Oh Señor conforme a todos tus actos de justicia, aparta tu ira y tu furor de nosotros y de nuestra descendencia. Señor Cristo Jesús, Altísimo Santo de Israel, te pedimos que nos perdones, nos limpies completamente con la sangre de JESUCRISTO, y nos apartes completamente de las maldiciones que llegaron a causa de los pecados de nuestros antepasados. Señor te pido en oración que la

maldición del juicio divino sea quitada de nosotros y de nuestra descendencia, deslíganos, quiebra, destruye toda maldición, completamente por la preciosa sangre de JESUCRISTO.

Señor te pido que quebrantes, arranques y destruyas de nosotros las maldiciones, si es que provienen de ti, por desobediencia a tu palabra. Señor ordena ahora, que la maldición se rompa y se seque y quede sin poder en nuestras vidas. Desde ya, POR FE, declaro que toda maldición heredada queda sin poder, sin derecho, sin influencia sobre mi vida, y la de mi generación.

Toda maldición de enfermedad genética ahora se deshace y destruye por el poder de la Unción del Espíritu Santo de Dios, porque somos linaje de los benditos del Altísimo. No daremos a luz para maldición, toda nuestra generación está consagrada, apartada y protegida por nuestro Dios, Señor Cristo Jesús.

Nro 5. Oración de Bendición a la Esposa.

Doy gracias Dios por la vida de mi esposa y porque me la dio como compañera. Que el Santo de Israel la engrandezca como lo hizo con Débora, Ruth y con Esther, que halle gracia y favor ante los ojos Dios y de los que la rodean, que El Señor bendiga el trabajo de sus manos y todo lo que ella hace. Sé que las promesas de Proverbios 31 son una realidad en su vida. “Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Mi esposa es más valiosa que las piedras preciosas! Confío plenamente en ella y no necesita de ganancias mal habidas. Mi esposa me es fuente de bien, no de mal, todos los días de mi vida. Gustosa trabaja con sus manos y se esfuerza por poner el mejor alimenta en la mesa. Se levanta de madrugada, da de comer a nuestra familia Calcula el valor de un campo y lo compra. Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo. Se complace en la prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche. Con una mano hace una tarea, con la otra dirige otras. Tiende la mano al pobre, y con ella sostiene al necesitado. Si nieva, no tiene que preocuparse de su familia, pues todos están bien abrigados. Las colchas las cose ella misma, y se viste con ropa muy fina. A causa de ella, yo soy respetado en la comunidad; y ocupo un puesto entre las autoridades del lugar. Sabe hacer negocios de venta y provee a los comerciantes. Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir. Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor. Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio. Nuestros

hijos se levantan y la felicitan; también yo la alabo: «Muchas mujeres han realizado proezas, pero ella las supera a todas.» Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. ¡Sean reconocidos sus logros, y públicamente alabadas sus obras!”

(Nombra ahora a tu esposa:.............................................). Has sido y siempre serás una excelente esposa, una madre ejemplar y una gran líder. Que Dios te bendiga con salud, fortaleza, paz, sabiduría y te haga mil veces más de lo que ahora eres. En el poderoso nombre de Jesús el Yeshua Hamashiach.

Nro 6. Oración de Bendición al Esposo

Doy gracias a Dios por la vida de mi esposo y porque Él lo escogió para que sea mi compañero. Sea ahora sobre su vida, la bendición de Abraham, Isaac, Jacob, y le engrandezca como lo hizo con ellos. Que halle gracia y favor ante los ojos de Dios y de los que lo rodean. Que estés Tú Dios entre los que lo ayudan. Que el Señor bendiga el trabajo de sus manos y todo lo que él hace. El es bienaventurado porque teme a Dios y se deleita en El, en sus mandamientos. Dios bendice su ministerio, su alma prospera tanto y ríos de Agua Viva corren dentro de él.

Dios lo bendice con prosperidad, con bienes. El es un varón esforzado, valiente, fiel, y tiene carácter y autoridad de gobierno, unción de gobierno. Dios le ha dado un corazón misericordioso, generoso para ayudar al necesitado, por lo tanto, siempre tendrá más y más para dar. Sea el Espíritu Santo de Dios trayendo a su vida su permanente presencia llena de frescura, vigor, amor, de nuevas y sorprendentes revelaciones de su presencia en el. Nunca, nunca, se aparte de mi esposo, su primer amor hacia Jesús y nunca se aleje de sus caminos, de las sendas del Señor. Dios lo exaltara en gloria, con justicia permanente y él lo reconocerá en todos tus caminos, en el poderoso nombre de Jesús, el Yeshua Hamashiach. Amen y amen.

Nro 7. Oración para quebrantar hechicerías, brujerías, maldiciones sobre mi familia

Ahora como sacerdote de mi hogar vengo contra toda hechicería, todo amarre, todo conjuro, toda forma de VUDU, oración de brujos que hayan hecho

contra mí, mi cónyuge y mis hijos. Ahora las deshago: quedan secas, destruidas, inactivadas ahora. En el poderoso nombre de Jesús. Nunca más tendrán poder en la vida mía, ni en la de mi cónyuge, ni en la de mis hijos. Toda hechicería queda deshecha y seca ahora en el nombre de Jesús.

Renuncio y resisto a Satanás, la serpiente antigua y a todas sus jerarquías. Renuncio y resisto a Diana de los Efesios, renuncio y resisto a Sheva, a Astarot, renuncio y resisto a Asmodeo, a Beelzebu, a Baal, renuncio y resisto a Moloc, a Quemos, a Quiun. Renuncio y resisto a Mammon. Destruyo, arranco, inactivo ahora de mi matrimonio la alianza JEZABEL-ACAB: DEMONIOS DE CONTROL, DOMINIO, MANIPULACION, REBELDIA, RECHAZO, EGOISMO, CELOS, se van ahora de mi hogar, de mi matrimonio. Jezabel y Acab fueron descubiertos y ahora se dispersan, se desunen, pierden fuerzas y se van en el nombre de Jesús.

Todos ahora se van de mi vida, de mi mente, de mi cuerpo. ¡Se van ahora con todas sus jerarquías de demonios! Fuera ahora, en el nombre de Yeshua Hamashiach. ¡Los resisto a todos ustedes ahora y confieso que ya no les daré lugar en mi vida, en mi matrimonio, ni en mi familia! Los ato y echo fuera de mi vida y se van ahora.

Ven ahora Espíritu Santo de Dios y llena toda mi casa interior y no permitas habitar allí a ningún inmundo. Tómame y satúrame por completo, suplico que permanezcas en mí. Suplico que no permitas que yo te apague. Enséñame, ayúdame y sáname. Espíritu Santo de Dios, te ruego que en este momento TÚ MISMO desalojes a todo enemigo de nuestro matrimonio. Ven ahora y desaloja al divorcio, los desacuerdos, las incompatibilidades, el adulterio, los vicios, la violencia, la división y ocupa por completo TÚ esos lugares. Te suplico que satures todo mi ser de tu presencia.

Nro 8. Bendiciones y palabras proféticas sobre mi matrimonio

En este momento la autoridad de la palabra, y en el nombre de Jesús, porque Jesús nos dio autoridad, y tenemos autoridad para ordenar, para profetizar. Y ahora profetizo que ha llegado un nuevo tiempo para mi matrimonio, un nuevo tiempo donde volvemos a enamorarnos, un nuevo tiempo donde hay total reconciliación, unidad, fidelidad, y armonía, un nuevo tiempo donde olvidamos todo el pasado, porque dice la palabra de Dios: 2 Corintios 5:17 (Reina-

Valera 1995) “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas”.

Y como ahora estamos en Cristo, somos nuevas criaturas, y todas, todas las cosas viejas, todas las injusticias han pasado, quedaron en el fondo del mar, quedaron allí para siempre. Yo creo y declaro que Dios hace nuevo mi matrimonio, Yo creo y declaro que Dios hace limpio mi matrimonio.

Yo creo y declaro que Dios hace sano mi matrimonio, Yo creo y declaro que Dios hace libre mi matrimonio, y por fe, ya lo HA hecho. Alabo y bendigo Tu Santo nombre Padre Eterno. Amén.

Nro 9. Oración por nuestros hijos

Padre Santo: te presentamos ahora, la vida de nuestros hijos. Tú conoces a cada uno de ellos, Tú sabes sus situaciones, sus problemas, debilidades…Tú sabes sus pecados. Tú lo sabes todo mi Señor. Pero, independientemente de todo esto, hoy confiadamente estamos ante Tú presencia reclamándolos, arrebatándolos a ellos para tu reino bendito. Estamos arrebatándolos del fuego en esta hora. Estamos suplicando por ellos y confiamos que Tú Dios nuestro, eres propicio hoy a nuestra oración. Te consagramos, te dedicamos a ti la vida de nuestros hijos y los declaramos apartados para tu servicio.

Hoy profetizamos que ellos te amaran con todo su corazón, con todas sus fuerzas, con toda su alma. Te respetaran, serán obedientes a ti y te servirán con alegría. Y Tú los guardaras de todo mal, todos los días de sus vidas.

Sean alejados todos y cada uno de mis hijos de los malos caminos, de las malas amistades, de las malas compañías, de los malos consejos, estén muy lejos de ellos, todos los días de sus vidas. Sean todos y cada uno de ellos alejados de los vicios, de la inmoralidad sexual, de la homosexualidad, de la pornografía, estén lejos de ellos todos los días de sus vidas. Sean alejados de falsas religiones, de sectas, estén muy lejos de ellos todos los días de sus vidas. Sean todos y cada uno de ellos alejados del desgano, de la pereza, del ocio y de la irresponsabilidad, estén muy lejos de ellos, todos los días de sus vidas. Mis hijos son prosperados en todos sus asuntos. Culminaran su educación universitaria con la ayuda del Altísimo Santo de Israel.

Bendigo ahora sus razonamientos, para que todo lo que ellos hagan, todas la decisiones que tomen en sus vidas sean acertadas. En el poderoso nombre de Jesús. Sean alejados todos y cada uno de mis hijos de la cárcel, de tener problemas con la ley, sean alejados de la vergüenza y la humillación, estén muy lejos de ellos, todos los días de sus vidas. Nunca tengan que huir de la casa, nunca tengan que abandonar el hogar en fuga, ni salir corriendo.

Saldrán de nuestro hogar con nuestra bendición. Siempre sean llenos de amor, obedientes y sujetos a papa y a mama y nunca deshonren, ni avergüencen a papa, ni a mama. Gracias Padre Santo, porque Tu eres en Vencedor en todo, Tu el que libera. Encomiendo mi oración a ti, y suplico que seas propicio a ella. Te bendigo Padre Santo con todo mi corazón. Te amo, Te amo. Amén.

EL GRAN obstáculo a las Oraciones.

Antes de comenzar con cualquier tipo de oración en Guerra Espiritual, es SUMAMENTE IMPORTANTE, que TODOS en la familia hagan un compromiso de no hablar quejas, insultos, críticas, griterías, reclamos, derrota, amargura, sino que CAMBIE el lenguaje familiar de maldición a BENDICION.

Los pleitos, las griterías, las contiendas, los desacuerdos y la intolerancia deben desaparecer PARA SIEMPRE del hogar de lo contrario todo será un gran fracaso. De ahora en adelante cambiara el lenguaje a lenguaje de BENDICION y se declarara la victoria de Dios en el lenguaje cotidiano. Si el ambiente de pleito y contienda, y amargura continúan en el hogar, DE NADA SERVIRAN LAS ORACIONES.

Tener un lenguaje negativo, pesimista o de maldición DESACTIVA las oraciones de poder. Los cristianos que oran a Dios por una situación y declaran victoria y luego más tarde expresan negativismo, amargura, pesimismo, derrota, maldición, en su lenguaje cotidiano, NUNCA, verán contestadas sus oraciones, por esto es que hay muchos cristianos que por años oran por una situación que nunca se resuelve. El lenguaje que utilizamos para orar debe estar en CONCORDANCIA con nuestro lenguaje cotidiano. Un consejo: La oración por los hijos debe ser muy perseverante, es cosa de todos los días. Si usted no pelea por sus hijos Satanás se los va a quitar. No puede decir que se rinde, usted no puede rendirse, si lo hace perderá a sus hijos. Le hablo por experiencia; yo también estuve por TRES AÑOS, peleando por mi hija y Dios me concedió la victoria TOTAL. A veces pensé que no

había remedio...pero solo lo pensé NO LO DECLARE NUNCA. Así es la guerra espiritual, solo el que persevere vera bendición.