Oración para pedir por un buen matrimonio

¡Qué distinto seria el mundo si todos pidiéramos y esperáramos en Dios para tener una pareja conforme al corazón de EL! No habría tantos divorcios, ni descontentos como en el día de hoy. ¿Sabía usted que el "noviazgo" NO ES BIBLICO?

No hay nada en la Biblia acerca del noviazgo. Dios NO estableció que debe haber noviazgo previo al casamiento y yo personalmente pienso que si oramos y pedimos a ÉL por nuestra pareja, ÉL nos la va a traer de donde sea, y no vamos a tener que "anoviarnos" para ver si la cosa funciona...porque de seguro, si es de Dios, tiene que funcionar.

No soy radical con respecto al "no" noviazgo; los jóvenes deberían tratarse y conocerse antes de casarse; solo que cuando uno depende de Dios se evita tanto dolor de tener varios noviazgos; a veces tormentosos, violentos, con infidelidades. Dios no quiere esto para nosotros. Qué bueno sería confiar en Dios y esperar en EL para que nos de una pareja de acuerdo a SU corazón. Muchas veces he tenido que ministrar a jóvenes solteros que se hallaban confundidos, tristes, y solos porque no sabían como orar para pedir la bendición de un matrimonio. ¡He guiado a varios de ellos con esta oración y Dios respondió!

Haremos una oración para pedir por ese hombre o por esa mujer que Dios tiene reservado(a) para ti. Que SU voluntad se haga en tu vida.

1. Rut 4:9-13 (Nueva Versión Internacional)

“Entonces Booz proclamó ante los ancianos y ante todo el pueblo: Hoy son ustedes testigos de que le he comprado a Noemí toda la propiedad de Elimélec, Quilión y Majlón, y de que he tomado como esposa a Rut la moabita, viuda de Majlón, a fin de preservar el nombre del difunto con su heredad, para que su nombre no desaparezca de entre su familia ni de los registros del pueblo. ¡Hoy son ustedes testigos! Los ancianos y todos los que estaban en la puerta respondieron: Somos testigos. ¡Que el Señor haga que la mujer que va a formar parte de tu hogar sea como Raquel y Lea, quienes juntas edificaron el pueblo de Israel! ¡Que seas un hombre ilustre en Efrata, y que adquieras renombre en

Belén! ¡Que por medio de esta joven el Señor te conceda una descendencia tal que tu familia sea como la de Fares, el hijo que Tamar le dio a Judá! Así que Booz tomó a Rut y se casó con ella. Cuando se unieron, el Señor le concedió quedar embarazada, de modo que tuvo un hijo”.

2. Oración de Clamor

Salmos 107:41-42 (Reina-Valera 1995)

“Levanta de la miseria al pobre y hace multiplicar las familias como a rebaños de ovejas. Véanlo los rectos y alégrense, y todos los malos cierren su boca”.

2 Samuel 23:5-6 (Reina-Valera 1995)

“Por eso mi casa está firme en Dios; pues ha hecho conmigo un pacto eterno, bien ordenado en todo y bien seguro, aunque todavía no haya hecho él florecer toda mi salvación y mi deseo”.

3. Confesión de fe:

Señor Jesús yo creo firmemente que tu eres el Hijo de Dios. Tu eres el Cristo, el Mesías que vino a deshacer toda obra del diablo, toda obra de maldad en mi vida. Diste tu vida en la cruz por mis pecados y resucitaste de entre los muertos. Padre te confieso todos mis pecados, pido perdón y me vuelvo a ti en arrepentimiento. Lávame, limpia mi conciencia con tu sangre.

Creo que tu sangre me limpia ahora de toda maldad, de todo pecado. Te pido que te quedes conmigo, en mi corazón y seas dueño y Señor de mi vida. Te confieso como mi único y verdadero Dios. Apártame para servirte, amarte, obedecerte. Dedico y consagro a TI mi vida.

Gracias por redimirme, por limpiarme, por justificarme y santificarme, muchas gracias. TE AMO PADRE SANTO. Amén.

4. Tomar toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-18)

Me fortalezco con el gran poder del Señor Jesucristo. Me pongo toda la armadura de Dios y hago frente a todas las artimañas del diablo, y cuando llegue el día malo, permaneceré firme resistiendo hasta que acabe la batalla. Me ciño con el cinturón de la verdad, y me protejo con la coraza de justicia, y calzo mis pies con el ánimo de proclamar el Evangelio de la Paz. Ahora tomo el escudo de la fe con que voy a apagar todos los dardos de fuego del maligno.

Tomo el casco de salvación y la espada del espíritu que es la palabra de Dios. Como guerrero oro todos los días y me mantengo alerta y perseverante en oración de los unos por los otros.

5. La Batalla

Padre Santo Altísimo de Israel, me acerco con toda confianza ante tu trono de gracia, bendiciéndote con toda el alma, con todas mis fuerzas. Declaro que mi confianza esta puesta en ti, y en tu voluntad para mi vida.

En este momento vengo suplicándote por la bendición de un matrimonio. Pido, ruego, suplico, que me bendigas con un buen matrimonio, un matrimonio conforme a tu corazón. Tu Palabra dice:" No es bueno que el hombre este solo", entonces por FE, declaro y profetizo que tú tienes un esposo(a) reservado(a) para mí, porque tu deseo es que vivamos en familia y nuestra descendencia se prolongue.

Padre mío: tú has dicho que yo pida lo que deseo (Ruth 3:11) y en este momento, delante de ti Padre Todopoderoso y delante del mundo espiritual quiero llamar a esa persona que va a ser mi esposo(a): Escúchame amado(a) mío(a): Dios te hizo para mí y Dios me hizo para ti. Ambos nos encontraremos y nos uniremos y seremos un matrimonio conforme al corazón de Dios.

Mi amado(a): yo te busco, te llamo, y allí donde estés pido a Dios que empiece a atraerte hacia mí. Que muy pronto nos podamos encontrar y que tengas en tu corazón un amor, un amor que me hará una persona plena y muy feliz el resto de mi vida. El mismo amor, también lo tendré yo en mi corazón hacia ti. Te llamo ahora amado(a) mío(a), que camines hacia mí, que apresures tus pasos para encontrarme.

Hablo a tu espíritu, que pida y ruegue a Dios por mí y por nuestro matrimonio. Quiero desde ahora abrazarte y decirte que te amo, que por mucho tiempo te he estado esperando y que no veo la hora de que llegue el momento para que nos encontremos. El invierno ya se fue de mi vida, ha llegado la primavera a mi corazón y con ella llegas tú, amado(a) mío(a).

Cantares 7:10-13 (Reina-Valera 1995)

“Yo soy de mi amado(a), y en mí tiene su contentamiento. Ven, amado mío, salgamos al campo, pasemos la noche en las aldeas. Vayamos de mañana a las viñas, a ver si brotan las vides, si ya están en cierne, si han florecido los granados. ¡Allí te daré mis amores! Las mandrágoras exhalan su aroma, y a nuestras puertas hay toda suerte de deliciosas frutas, frescas y secas, que para ti, amado(a) mío, he guardado”.

Cantares 2:10-14 (Reina-Valera 1995)

“Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y vente. Porque he aquí ha pasado el invierno, Hase mudado, la lluvia se fue; Hanse mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción es venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola; La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne Dieron olor: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y vente. Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto”.

Habló mi amado, y me dijo: Amada(o) mía(o), hermosa(o) mía(o), levántate y ven. Ya ha pasado el invierno, la lluvia ha cesado y se fue; han brotado las flores en la tierra, ha venido el tiempo de la canción y se oye el arrullo de la tórtola en nuestro país. Ya la higuera ha dado sus higos y las vides en cierne, su olor. ¡Amada(o) mía(o), hermosa(o) mía(o), levántate y ven! ¡Estoy listo(a) para recibirte! Yo seré todo lo que tú soñaste, tú serás todo lo que yo soñé y anhele en el matrimonio.

Que en este momento tu corazón comience a buscarme, a anhelarme. Sea en tu corazón el deseo ardiente de encontrarme y cuando llegue ese día, Dios

mismo va a confirmarnos que somos el uno para el otro. No habrá confusiones, ni engaños de parte de Satanás, eso queda frustrado y desecho ahora.

Tendremos un matrimonio pleno, feliz, lleno de la bendición de Dios. Nunca tú me faltaras a mí y nunca yo te faltare a ti, y nuestra descendencia será en gran manera bendecida por Dios. Largos años de nuestras vidas estaremos juntos y tendremos sumo contentamiento del uno para con el otro.

Tú tendrás contentamiento en mí y yo tendré contentamiento en ti. Y habitaremos al abrigo del Altísimo y moraremos bajo la sombra del Omnipotente todos los días de nuestras vidas. Yo te espero amado(a) mío(a), yo te quiero. Apresúrate hacia mí, ven pronto.

No te tardes más. ¡Te estoy llamando y sea donde te encuentres, levántate y ven a mi pronto! Gracias Señor Jesús, porque has escuchado mi oración y ya me has respondido. Gracias por la bendición de un matrimonio que tú me das. Yo recibo ahora, la tomo, arrebato ahora esa bendición para mi vida. Te doy toda la honra, la alabanza, el poder y la gloria por siempre. Amén.