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Complutum ¡Zata, 6 (1), 1996: 415-432 ORIGEN DE NUMANCIA Y SU EVOLUCIÓN URBANA Alfredo .Jimeno Martínez, Carlos Tabernero Galán * RssuuEv.— Inicia/mente, se plantea el origen de Numancia en relación con el inicio del urbanismo en la Celtiberia. A continuación, se realiza la con/ras/ación de los datos históricos varqueológicos dñvponibies que permiten aportar nue,’as bases sobre la evolución del poblamiento en Numancia y la superposición <le las dtfe- rentes ciudades y sus caratter,st¡cas. ARsmdcr— Eirst. this paper comments tite foundation of Numancia it; connection ~‘iti, time origin of tite ur— bat, seltíemenis iii Celtiberia. Afier, Wc realize tite contrast between time historie and archacological sources which pernús to cantilbine a knowledge base about tite historic eí’olution of Numancia. P~iuan,esCu~r. Celtiberia, Numancia, Urbanismo. Km WOÑDS: Celtiberia, Numancia, Town planning. 1. INTRODUCCIÓN En la elección de este trabajo sobre la evolu- ción urbana de Numancia. para el Homenaje a Ma- nolo Fernández-Miranda, ha pesado no sólo su con- tenido arqueológico, sino también otro elemento en sintonía con una de sus líneas de trabajo esencial co- mo fue el Patrimonio Histórico. Pretendemos realizar una aproximación a la evolución urbana de Numancia. más acorde con los datos arqueológicos conocidos actualmente, que la visión aportada por los trabajos realizados a princi- pios de este siglo. La Comisión de Excavaciones Ar- queológicas de Numancia realizó sus trabajos entre 1906 a 1922. descubrió más deja mitad de su supor- ficie urbana y documentó la superposición de dos ciudades: una más antigua. relacionada con la ciudad celtibérica. destmída en el 133 a.C.. y otra sobre- puesta, de época augustea. que se acomodaba al tra- zado de la ciudad infrapuesta. sal~’o ligeras modili- caciones (Mélida 1922: Taracena 1941; Ortego 1967; Jimeno et alii 1990). Pero los trabajos. escasamente valorados, de González Simancas. miembro también de esta Comisión, que realizó trabajos en paralelo so- bre la muralla, ponían en evidencia la mayor comple- jidad de la estratigrafía numantina. Esta información fue valorada posteriormente por F. Wattenbcrg (1963), al realizar nuevos cortes estratigráficos, que dieron lugar a una nueva interpretación estratigráfica y a una nueva ordenación cronológica y estilística de la cerámica numantina. A su vez, como hemos apuntado anterior- mente, este tema está relacionado con la recupera- ción y difusión de este yacimiento arqueológico, que se está llevando a cabo a través del Plan Director, pa- trocinado por la Dirección General de Patrimonio y Promoción Cultural de la Junta de Castilla y León, que tiene como finalidad la coordinación integrada de todas las actuaciones (conservación, investigación, difusión y gestión) para la conservación y puesta en valor de un elemento de nuestro Patrimonio Arqueo- lógico tan significativo como es Numancia. 2. FUNDACIÓN DE NUMANCIA Y ORIGEN DEL URBANISMO EN LA CELTIBERIA En relación con el momento de la fundación de Numancia existen diferentes planteamientos; así Sehulten y otros autores la situaron hacia el 300 a.C.. con la ocupación del territorio por los iberos y la ne- * l)epartamcmíto dc Prehistoria. Uííiversidad Complutemise. Ciudad Universitaria, qn. 28040 Madrid,

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Complutum ¡Zata, 6 (1), 1996:415-432

ORIGEN DE NUMANCIA Y SU EVOLUCIÓN URBANA

Alfredo.JimenoMartínez,CarlosTaberneroGalán*

RssuuEv.— Inicia/mente, se plantea el origen de Numancia en relación con el inicio del urbanismo en laCeltiberia. A continuación, se realiza la con/ras/ación de los datos históricos varqueológicos dñvponibies quepermiten aportar nue,’as bases sobre la evolución del poblamiento en Numancia y la superposición <le las dtfe-rentes ciudades y sus caratter,st¡cas.

ARsmdcr— Eirst. this paper comments tite foundation of Numancia it; connection ~‘iti, time origin of tite ur—bat, seltíemenis iii Celtiberia. Afier, Wc realize tite contrast between time historie and archacological sourceswhich pernús to cantilbine a knowledge base about tite historic eí’olution ofNumancia.

P~iuan,esCu~r. Celtiberia, Numancia, Urbanismo.

Km WOÑDS: Celtiberia, Numancia, Town planning.

1. INTRODUCCIÓN

En la elecciónde estetrabajosobre la evolu-ción urbanade Numancia.parael Homenajea Ma-nolo Fernández-Miranda,ha pesadono sólo sucon-tenido arqueológico,sino también otro elementoensintoníacon unade suslíneasde trabajoesencialco-mofue el PatrimonioHistórico.

Pretendemosrealizarunaaproximacióna laevolución urbanade Numancia.más acordecon losdatos arqueológicosconocidos actualmente,que lavisión aportadapor los trabajosrealizadosa princi-piosde este siglo. La Comisiónde ExcavacionesAr-queológicasde Numancia realizó sus trabajosentre1906 a 1922.descubriómásdeja mitad de susupor-ficie urbana y documentóla superposiciónde dosciudades:unamásantigua.relacionadacon la ciudadceltibérica. destmídaen el 133 a.C.. y otra sobre-puesta,de épocaaugustea.que se acomodabaal tra-zado de la ciudad infrapuesta.sal~’o ligerasmodili-caciones(Mélida 1922:Taracena1941;Ortego 1967;Jimenoet alii 1990). Pero los trabajos.escasamentevalorados,de GonzálezSimancas.miembro tambiénde estaComisión,que realizótrabajosen paraleloso-bre la muralla, poníanen evidencia la mayorcomple-jidad de la estratigrafíanumantina.Esta información

fue valorada posteriormentepor F. Wattenbcrg(1963), al realizarnuevoscortesestratigráficos,quedieron lugar a unanuevainterpretaciónestratigráficay a una nuevaordenacióncronológicay estilísticadela cerámicanumantina.

A su vez, como hemosapuntadoanterior-mente, este tema está relacionadocon la recupera-ción y difusión de esteyacimientoarqueológico,quese estállevandoa caboa travésdel PlanDirector,pa-trocinadopor la Dirección Generalde PatrimonioyPromociónCultural de la Junta de Castilla y León,que tiene como finalidad la coordinación integradadetodaslas actuaciones(conservación,investigación,difusión y gestión) parala conservacióny puestaenvalorde un elementode nuestroPatrimonioArqueo-lógico tan significativo comoesNumancia.

2. FUNDACIÓN DE NUMANCIA YORIGEN DEL URBANISMOEN LA CELTIBERIA

En relacióncon el momentode la fundaciónde Numanciaexisten diferentesplanteamientos;asíSehulteny otrosautoresla situaronhacia el 300 a.C..con la ocupacióndel territorio por los iberosy la ne-

* l)epartamcmítodc Prehistoria.UííiversidadComplutemise.CiudadUniversitaria,qn. 28040Madrid,

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cesariareorganizacióndel poblado (Sehulten 1945:19; Salinas1986: 84); esta fecha será rebajadaalgopor Taracena.ante la ausenciade determinadasar-mas (1941: 70); Wattenberg. por el contrarío, erapartidariode relacionarstm fundacióncon los aconte-cimientosdel 153 en relacióncon Segeday el trasla-do dc los segedensesa Numanciaen buscade refugio<1960: 156).

No contamoscon noticias y documentaciónarqueológicaprecisa que nos permita señalar comíexactitudel momentodel surgimientodelas ciudadesceltibéricas;sabemosde su existenciaen los iniciosde la comíquista.perodescomiocemosla antiguedaddesu origen. No obstante,la valoración de diferentesnoticiassobrealgunasciudadesnos llevan a admitirpara el desarrollodel urbanismoun momentotardíoy sólo ligeramenteanterior al inicio de la conquistaromanae incluso algunosaspectosde dinamízaciondeestefenómeno,como la escrituray la moneda,tie-nenlugar va bajocontrol romano.

Las fuentes,en relacióncomí la conquistadela Celtiberia.aportanalgunosdatosindicadoresde lafundaciónde ciudadesen ese moníento. La noticiamásantiguasobre la zonadel Alto Duerose refiereala incursióndeGracoen cl 195 que llegó al surdc laregiónhastaSegomítiay. de creera Aulo Gelio. hastala propia Numancia. lo quesupondriaadníitir va laexistenciade Numancia,pero esta cita ha suscitadosiempreseriasdudas.

Diodoroy Apiano se refieren,con motivo delas accionesde Fulvio Flaco en cl 181, a la reciénfundaday fortificada ciudadde Complega.quehabíacrecido rápidaníente,por haberserefugiado gentesquecarecíande tierras. Con la firma del tratadodeGraco. consideradoniódelico y de gran duración,despuésde la Batalla de Mons Chaunusenel 179, selimitaba a los indígenasla construcciónde ciudades.Se atribu~’e ahora a Graco la fundaciónde Gracurris(Seliulten1957).

Finalmenteserá el conocidoepisodio, en el153, de la reestructuracióndela ciudadbelade Sege-da.queestabacongregandoemí la citídad de gradoopor la fuerzaa los pobladoresde los alrededoresy en-treellos a los titos. y la ampliacióndel muro defensi-~‘ode 8 km de perímetro,el que provoqueel enfren-tamientocon Roma, por interpretarésta quese alte-rabaasí el tratadode Graco; por el contrario, los se-gedensesentendíanqueel tratadosólo afectabaa lafundaciónde nuevasciudadesperono a la reestructu-raciónde las existentes(Sehulten1957).

Los segedensesbuscanrefugio cmi Nurnamí-cia, lo quenoslleva a entemíderqueestaciudadhabíasido fundada hacía poco y todavía estabaen plenomnoníemítode incorporaciónde gentesy por supuesto

dotadade buemías defemísas, fue arrastradaasí a laguerrade forma injustísinía.Emí opimíión de Floro, apesarde haberseabstemíidohastaemítoncesde partici-paren los combates.exigiéndoselesqtme entregasenlas armas.que para los bárbarosera como si se lesordenasequese cortaranlas manos.

Sin tenerqtme hacercoincidir necesarianíemí-te la fumídaciónde Numanciacon esteepisodiocomííoopimía Wattenberg(196t): 156), si que hax’ quereco-nocer, que la fundaciónde esta ciudady del restodelas ciudadesde esta zona —comílo Uxamíía y Ter-miles—, considerandolos datos comemitados.habríaquesituarlaen la primeramitad del siglo II. y quizásen el primertercio de estesiglo o conio mticho al fi-nal del III. sobre todo si valoramítos la vigenciadeltratadode Graco.queprohibía constnmir nuevasciu-dades,‘e la presenciadc míúcleosconio Uxamna ‘e Ter-mes va desarrolladosy participandoen las guerrasceltibéricasa partir del 153 a.C. Posiblememíteel de-sarrollode las primerasciudadesen la zomíadel valledel Ebro fuera ligeramenteanterior a la del AltoDuero.

3. ESTRATIGRAFÍA YSUPERPOSICIÓN DE CIUDADESEN NUMANCIA

Las imívestigacionesde Numanciaestuvieroncondicionadaspor la visión transmitidapor las Fuen-tes Clásicasde sugesta;desdeel principio la investi-gaciónasumióque los restosestratigráficos.dejandoa parte los dispersosde época prehistórica,corres-pondíanúnicamentea dosciudades.umia másantiguaceltibérica,queno podía serotra qtme la heroicaNu-mancia. del 133 a.C., sepultadapor un “sudario” deimícendio ‘e destrucción,quela separabadeotra roma-mía posterior,atribuida a Augusto. stipcrpuesta‘e aco-modada.en gran medida. el trazadode la amíterior(VV.AA. 1912:Mélida 1922: Mélida etal. 1924;Ta-racena 1941:70-71).

Los trabajosde la Comisión de Excavacio-mies del siglo XIX, dirigidos por Saavedra,va habla-bandetresmomentosde ocupacióncmi el cerrode laMuela —celtibérico, romano. medieval—. La Comi-sión a primícipios de siglo observala sucesiónde trespoblaciones:la primeraprehistórica“neolítica” (sóloreconocidaen algunoslugares):la segunda“ibérica”,qtme es la que documentabala civilización arevaca(con restosceltibéricos~ unapotenciaentre los 0,60y 1.50 m. cubierta con la capa de tierra y adobesdecolor rojo del incemídio de la ciudad): la tercerapo-blación “celtibero-romamía”(con un espesorde umios50 cms)(VV.AA. 1912: lO).

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Peroel análisis de la superposiciónde mu-ros y estructurasarquitectónicasen la ciudadofrecenen los demástrabajosunamayorcomplejidadde es-tratigrafías y superposicionesarquitectónicas. Así,los trabajosde Sehulten,realizadosen la ciudad unaño antes de los de la Comisión, diferenciarándosmomentosprehistóricos,uno con útiles neolíticos,yotro con vasos de épocahallstáttica, y tres nivelesmás que denominó“ibérico”, “iberorromano” y “ro-mano”, que identificó en estructurassuperpuestaslo-calizadasen la manzanaIV. admitiendouna conti-nuidaddeocupacióna partirdel 133 a.C. y a lo largodel siglo 1 a.C. Se podría suponerpuesque a partirdel años133 a.C., “a algunos iberos comarcanos-, talvez los que recibieron las tierras de los numantinos,les fue permitido es/ab lecerse en las ruinas”. Estepequeñoestablecimientodesaparecióluego al levan-tarsela ciudadromana(Sehulten1945: 255).

Será, no obstante,GonzálezSimancas,querealizó trabajosparalelosa los de la Comisión, tra-tando de documentarel sistemadefensivode la ciu-dad, quien llama la atenciónsobre la existenciademásde un nivel de incendio. Distinguedosmomen-tos prehistóricos(neolítico y hallstáttico) y en rela-ción conla ciudaddiferenciaunamurallapreescipió-nica, dosciudadesincendiadasceltibéricas,unaciu-dad romanaimperial y otra del Bajo Imperio; tam-bién alude a restosaltomedievales(González 1926:39), pero estasobservacionesno serán tenidas encuenta.

Los trabajosde Wattenberg(1960, 1963 y1965) recogeránlo apuntadopor GonzálezSiman-cas, reinterpretandolas estratigrafiasproporcionadas

por Koenen (arqueólogoque trabajó con Sehulten),“tendria,nos un conjunto completo de niveles quenos llevarían desde las cerátnicas célticas cordona-das hasta la invasión posterior a la invasión franco-alemana” (Wattenberg1963: 20). Wattenbergaten-derá cuidadosamentey entresacaráde los textosclá-sicosaquellosmomentosen los que Numanciasevióinvolucrada en conflictos bélicos y sedadestruida,relacionandolos tresnivelesde incendioqueofrecenestasestratigrafiascon otros tantosmomentoshistó-ricos, que relacionacon el 133 —el máspotente—,un segundoquesitúa entreel 133 y cl 75 a.C. y elterceroentreesteañoy el 29 a.C.,conel inicio de lascampañascontravacceos,cántabrosy astures(1963:20-22). ParaWattenberg,las dosplantasde ciudades—consideradasceltibéricay romana—,recogidasenel plano clásico de Taracena.serian posterioresal133 y su urbanismose explicadapor serobraroma-na; trazadoque se conservóy aprovechóposterior-menteenépocaimperial (fíg. 1).

Los trabajosestratigráficostienendificultadpara darconel nivel del 133 a.C. Si aceptamosla es-tratigraliade Wattenberg.la Numanciaindígenanoses mucho mejor conocida a partir del 133. Porotrolado, las fechas más recientes,que resultande estainterpretaciónestratigráficapara las cerámicasnu-mantinas,soíí afirmadaspor trabajosposteriores,quehan establecidorelacionesentre la iconografia nu-mantina y las acuñacionesmonetariasindígenas,manteniendola idea de que la figura humanase in-corpora al repertorio iconográfico numantino, aligual quealgunosotros elementos,bajo la influenciaromanae, incluso, prolongándoselas policromasa

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Mtro del 133 aC al 75 aC

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Capa incendio del 29 aCCapa incendio del 75 sC

Muro de la destrucción del 133 aC

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Fig. 1.- EsfratigratiadeSehuiteninterpretadapor Wattenhcrg.

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los inicios del Imperio (Romero1976: 177-189).Peroa suvezesteesquematienetambiénal-

gunospuntosdébiles.En primer lugar, todas las con-clusionesestratigráficasse deducende cortespracti-cadosen una superficiereducidade la ciudad; ofreceunavisión de la ocupacióndc Numanciacontinuista.sin interrupciones,desdela baseindígenamás anti-gua hastala épocaimperial romana; finalmente re-sultaevidenteen estainterpretaciónel dirigismo queejercenlos acontecimientosbélicos, acaecidosen laCeltiberia,narradosen las Fuentes,y es problemáticoque éstosquedenreflejados tan minuciosamenteciiunapartereducidade la Ciudad. En el futuro habráqueconocerlos datosestratigráficosdel cerroen sutotalidad,queposibilitenconfeccionarunaestratigra-ña general,quenospermitavalorarmásatinadamen-te estostrabajos.

4. DATOS HISTÓRICOS YARQUEOLÓGICOS SOBREEXTENSIÓN Y POBLACIÓN DELA NUMANCIA DEL 133 A.C.

Apiano Alejandrino consideraa Numancia“la ciudad más poderosa”. calculandopara el perí-metro de la ciudad 24 estadios(?vtélida 1922: 170).Paulo Orosio se expresa con cierta contradicción.pues escribeque Numancia “estaba comprendida enun muro de 3000 pasos de perime/ro, aunque asegu-ran algunos que ocupaba reducido espacio y carecíade muralla”. Los 24 estadiosde Apiano,cori la equi-valenciade 185 metros por estadio,suponenun totalde 4440 m de perimetro. Estosdatos de Apiano yOrosiosuponenunasuperficieparala ciudadde unas150 ha, lo queno respondea La realidad de la topo-grafiay la documentaciónarqueológica.La extensiónde estepedmetro.abarcaríadesdeel Duero hastaelEste del Campamentode Valdeborrón y desde laiglesia de Garrayal caseriode Garrejo; peroteniendoen cuenta.que la longitud del ejeeste-oestede la ciu-dad quedarigorosamenteprecisadaen 310 metrospor el hallazgode dostramosdemuralla, todavíaha-bría que suponermayorel eje Norte-Sur(Taracena1941: 71).

Se pensóque la mesetaque ocupaNuman-cia, de figura elíptica (500 m de nortea sur. ‘e unos260-310 m deestea ocste),máselevadahacia el cen-tro, condeclivesen derredory tín mayorpronuncia-mientohaciael Sur, correspondíasólo a la acrópolis.pero que la ciudad era másextensa.Esta mayorex-tensiónse apoyóen los restosde casasy calleshalla-dasen la vertienteoriental y en la vertiente norte.junto a la ermitade los Mártiresy. aúnmásabajo,al

lado del actual cementeriode Garray.La considera-ción de estoshallazgosllevó a conjeturarun cálculopara la extensiónde la ciudad de más de 1000 m deNorte a Sur, y de unos800 de Este a Oeste, supo-niendoque la vertienteoccidentaly sur, por sus ca-racterísticas,no debieronpermitir fácilmente la ex-pansióndel poblado;perosí se valoranlos restos,in-terpretadoscomo cuadras,descubiertosal sudeste,enla vegadel Merdancho,

Sehulten ajustándoseal texto de Apianoimaginabaa Numanciasin defensaexterior, alcan-zandohastala confluenciadel Dueroy el Merdanchoe incluyendoel arrabalde Saledilla,dedicandoel te-rreno de las vertienteshastaun total de 93 hectáreaspara acogerlos pueblos refugiadosy coronadaporuna acrópolis murada de 7,2 hectáreas(Sehulten1914-31. 1945). Esta interpretaciónfue compartidaen generaly así lo expresabaMélida (¡922: 173),cuando decía “es bien admisible la común opinión,fundada en esas mismas circunstancias, de que en lameseta debió vivir la parte principal de la pobla-cion, ‘e en los vertientes la población rural y el ejér-cito (fig. 2).

Taracenaplanteóobjecionesa esta explica-ción de Schultenpor no encontrarcontrastaciónar-queológica,ya que las exploracionesdemostraronlaesterilidadde toda la granllanurameridional,y con-sideró que la ciudad compactay muradaera muchomayorde 7.2 hectáreas.Lasexploraciones,segúnTa-racena,demostraronque la ciudadpor el Oestey Surno pasabade la cumbredcl cerroy por el nortey estellegabaa poco másde medialadera,con ejesde 310y tinos 720 metros respectivamente,y superficie in-tramurosde unas 22 hectáreaso 24 si se incluye elarrabal de Saledilla, siendo la mayor del territorioarévaco(Taracena1941:71) (fig. 2). Los cálculosac-tuales sobre la realidad arqueológicaconocidadistamuchodealcanzarestacifra.

En cuantoal númerode habitantesencon-tramosen las FuentesClásicasdiferentesreferencias(fig. 3). Así, Floro, Livio y Orosio. atribuyena Nu-mancia,paralos años 143 y 133 a.C..4.000comba-tientes (o unos 16.000 habitantes);Apiano, 8.000soldadosantesde la guerra.y Velevo indicaqueestaciudad miunca armó más de 10.000 de stms propioshombres(Schulten1957). En relacióncon la superfi-cíe de la ciudad y laproduccióndel territorio. Schul-tencaletíla que la poblaciónmilitar de Numanciaentiemponormal seriade unos2.000 guerreros(8.000habitantes),y se refiere a guerrerosde la comarca,node la ciudad (Sehulten1914-31, 1945); cálculo que,segúnTaracena.resultaacertadodesdeel punto devista económicoy también referidoa la superficiede22 hectáreascalculadapor este autor (unos 100 me-

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VALDEVORRON

Extensión de la ciudad imaginada por Schsmlten según los datos de Apiano (150 Ha)

Extensión de la ciudad según Taracena (24 Ha)

TRAVESADAS

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LA VEGA

ALTO REAL

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Fig. 2.- Límite dc la citmdaddci 133 oC, propuestospor SchuiteuiY Taracena.

420 ALFREDO JIMENO MARTINEZ Y CARLOS TABERNEROGALÁN

Hg. 3.- Número de guerrerosy habitantescalculadospor distintos

autorcsparaNumancia.

tros etíadradospor vivienda familiar, descontadaslascalles);pero es insuficienteen la superficiede 10.2hectáreasen que Sehultentotaliza la ciudad alta ySaledilla. pues las casasnumantinasmiden más de50 metroscuadradosde planta(Taracena1941: 71).

5. CARACTERISTICAS DE LASPLANTAS URBANAS CONOCIDAS

Los trabajosde la Comisiónde Excavacio-nes documentarondos ciudadessuperpuestas‘e cuyotrazadocoincideen grau medida.La amplia stípcrfi-cie excavadamuestraunasdiecinuevecallesy veintemanzanas,que permitenconocerstí trazadoy orgaiíi-zación en torno a doslargascalles paralelasde ejesnordeste-sudoeste,cruzadaspor otras omice tanibiénparalelasde dirección Esie-Oesl.e—mayor númerode calles en estadirección contraria al viento nortedominante—, formando una retícula uniforme, sindejarespacioslibres o plazas,pero los encuemitrosdelas calles son escalonadospara evitar las corrientesde aire. Esta cuadrícula, con cl centro ligeramentedesplazadohacia el Oestede la meseta,quedaen-vueltaalOccidentepor unacallesemicircularpar-ale-la a la muralla que por el stír dobla pronto, inter-tiándoseen la ciudad, ‘e tiene todavíaen estadirec-ción otras tres calles paralelasque parecen forníarnuevosanillos concéntricosexteriores(flg. 4).

Un cercomuradose conoceen el cuadrantenoroestey en un pequeñotramo del Nordeste.Estaúltima zonaesde seccióntrapecialdc 3,40 tu de an-churaemi la base,formadacomí cantosrodadossinca-

500(XI

200ttJ

Floro, Amian Veieyv Sd,ultenCrosio,

Livio

4

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Fig. 4.-Pianodc Nunanciacon el trazadode la ciudadceilihérica(línea pucsa)bajo la ron,ana(lineastinas y mxIllios). scgúnla Con,isióndcExcavaciones.

ORIGEN DENUMANCIA Y SUEVOLUCIÓN URBANA 421

rear. conservadocon dosmetrosde altura, precedidade un pequeñoantemurocon viviendasadosadasalinterior, como en todoslos pobladosceltibéricos.Enel Noroestetiene los mismos materialesy sección.peroes de espesormuydesigualy va aisladopor unaestrechacalle de ronda, Sólose handescubiertohastaahoradospuertasde accesoa la citídad. ambasen clcuadranteNoroestey formadaspor una simple inte-rrupcióndel muro.

Las calles son de empedradode canto irre-gular. con acerasde grandescantosrodadosy dota-dasde piedraspasaderasa intervalosregularesparacruzarel arroyo. Las manzanasrectangularesy lasvi~iendasyux-tapuestas.de múltiplesformas, corres-ponden mayoritariamentea épocaimperial romana:noobstante,el trazadodela ciudadinferior, al queseajusta la superior, quedaevidenteen los arroyosdelas calles,descubiertospor debajode los de la ciudadsuperpuesta.y enalgunazonade casasrectangularesdetipo celtibérico.Las casasde la ciudadinfrapuestasonde zócalosde mamposteríaseca.de canto de ríosin careary elevaciónde cesteríade ramasmanteadade barro; las divisionesinterioresson generalmentedeadobey las cubiertasdebieronserde ramajey tie-rra. Por lo generaltienenbajo la habitaciónde entra-da unacuevao bodegaentre1,50a 2 m de profundi-dad, dondese guardabanlos alimentos.Las casasdela ciudadromanasuperiorsonde piedracon cubiertavegetaly demayoresdimensionesy complejidadfun-cional, también con estanciassubterráneas(Mélida

1922: Mélida et alli 1924; Taracena1941; Ortego1967;Jimenoet alli 1990).

6. LA HUELLA DE LAS SUCESIVASCIUDADES SOBRE EL PLANO DELA CIUDAD

El análisisde estaplanta visible de la ciu-dad,a travésde los planosy fotograflasaéreasdispo-nibles, tanto antiguoscomo modernos,noshapermi-tido diferenciaraquellaslinease irregularidadesquese apartandel trazadoarmónicode la urbanísticaco-nocida‘e quecreemosquesonhuellade los sucesivostrazadosurbanosquese sucedieronen el cerrode laMuela de Garray. Al conocimientode la urbanistica‘e de la informaciónaportadapor las excavacioneshay queañadir los datosproporcionadospor la foto-grafia aérea.a travésde diferentesvuelos,antiguosymodernos,en blancoy negro. color e infrarrojos. Elconjunto de toda estainformaciónnosha proporcio-miado referenciaspara determinardiferentescon.figu-raciomíesurbanasque debende correspondera dis-tintascitídadesy/o ampliacionesde recintosurbanosinicialmentemáspequeños(fmg. 5).

La zonasur es la queofreceuna mayor in-formación,a la horade analizarlos sucesivosplanea-inientos urbanísticos.Se observa uno interior, másantiguo. dc forma semicircular,a partir del cual seatístaron las diferentes ampliacionesy/o ciudades

PERíMETRO OLLA <tUrbAn DEL 1.13 Al

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Fig. 5.- Lashuellasdelassucesivasejudadesy ampliacionessobrelatraíí,aurbanaconocidadeNumancia.

422 ALFREDO JIMENO MARTÍNEZ Y CARLOS TABERNEROGALÁN

Fig. 6.-limite dela ciudaddei 133 a.C.

posteriores.La ordenaciónsemicircularvendria im-puestatanto por las caracteristicasde la pendiente,como por la existenciade un cierre muradocon esegeometrismoenestazona,ya desdela ciudadceltibé-rica másantigua.

La elecciónde la laderasur como zona deexpansiónurbanisticaresultalógicaen un cerrodes-tacadosobreel rio Dueroy expuestoa unaclimatolo-gíadura,conpredominiodel vientonortedominante.Las primerasocupacionesde la Muela, correspon-dientesal Calcolítico-BronceAntiguo ya escogieronestazonamásprotegidadel viento y conmayor inso-lación queproporcionana estaladeraunascondicio-nesmásaceptables,sindesestimarsucarácterdefen-sivo(FernándezMoreno 1985).La zonaNortees zo-na poco apta para lugar de habitaciónpor su situa-ción climáticadesfavorable,mientrasque las laderasOeste‘e Estesonlas demayorpendiente.

61. El trazado de la ciudad dcl 133 a.C.

El núcleourbanomás antiguo,la ciudaddel133 a.C.,estádeterminadopor la alineaciónsenlicir-cularmásinternade la zonasur. correspondientealcierrede la murallaeneste lado. Estaalineaciónmásinterior queda reflejada en el lado Oeste, por lasadaptacionesconstructivasposterioresquesufrió estazona, al serampliadoel espaciohabitablehastaunanueva línea defensiva.Como consecuenciade estaadaptación,la zonamásexterior de las manzanasen

este lugar acusauna ligera flexión a la altura de laanterioralineación.Por la zonaEstees la fotograifiaaéreay los restosde excavaciónlos quepennitense-ñalar. con algunaduda, la líneade este perimetro.quecontinúahaciael Norte, por dondecierraen for-ma semicircular,situándoseen su zonacentralotrade las puertasde entrada(fig. 6).,

El espaciohabitadode la ciudadse debió re-ducir a estazonaalta, que ocupauna extensióndeunas7,6 ha (7,2 ha segúnSehulten);perocabepen-sarque esta línea defensivano fríe la única, ya queestamurallasuperiordejasin controlardiferenteszo-nasde acceso,por lo quehayqueadmitir la existen-cia de otro u otros recintosmuradosen las laderasdel cerro. La interpretaciónde másde un recintomu-radoestápresentedesdeel primer planoqueconoce-mosde Numancia,realizadopor Loperraez,en el si-glo XVIII; tambiénSchultenreparóen diferentesah-míeaciones,~‘isiblesen las laderasdel cerro. identifi-cándolascon líneas de defensa.La reanudacióndelos trabajosarqueológicosen Numancia.en el marcodel PlanDirectordc la Juntade Castilla y León, con-lleva la documentacióndel sistemadefensivo de laciudad. por lo que se estánrealizadocortesen la la-dera Oestedel cerroparasu localización.

Estos trabajoshan reveladola granaltera-ción que ha sufrido esta laderapor su acondiciona-mientoparacultivo por mediode bancales,peroa suvez handocumentadoun derrumbe,cuyascaracteris-ticas permitenrelacionarlocon uno de estosmuros

-0 1II

PERmMETRO DE LA CIUDAD DEL 13$ A.C.

ORIGEN DE NUMANCIA Y SUEVOLUCIÓN URBANA 423

defensivos,aunquesu coniftrmaciónnecesitade nue-vas comprobacionesy unamásamplia informacion.Si estalíneadefensivase confirmaratendríamosqueadmitir zonaslibres —desdeel núcleourbanosupe-rior hasta esta muralla—susceptiblesde ocupaclon.encasode necesidad,por las poblacionesdcl entornoo aquéllosquese incorporarana la defensade la ciu-dad (casode los segedenses),peroquenuncasupera-ria la extensiónde 4 ha.

La organizaciónurbanísticade esta ciudadesdifícil dedeterminar,ya queposeemosescasosda-tossobreella, perolasreferenciasarqueológicasindi-canunadisposiciónde los espacioshabitadosy de lascasasde forma diferente a la urbanísticaconocidaposteriormente.Estadiferenciase apoyaenel análi-sis de la distribución de materialesarqueológicos,quede estemomentohemosrealizadosobreel planodeNumancia.pudiendocomprobarcomo estosrestos(diferentestipos de fibulas). quepodríanremontarseal 133 a.C.. no se insertanen las manzanasde casasconocidas,produciéndosesu localizacióna lo largodelas calles,enlas quese hautilizado materialecha-dizo anterior o se ha profundizadofrecuentementehastael manto natural, descubriendolos restosde laciudad más antigua; lo que nos hacesospecharqueestosespaciospudieronestardestinadosen un traza-do inicial a casas,y estarindicandoun plan urbanís-tico diferentedel queahoraconocemos.

Arqueológicamenteencontramosbasesparadocumentarla existenciade estaciudad en los ha-

llazgosnumismáticos,ya que los ejemplaresmásan-tiguossc fechandesdeel 195 al 133 a.C.,destacandocomo másabundanteel numerarioromanorepublica-no (22 ejemplares)y despuésel ibérico (destacaSe-caisacon 5 ejemplares).La abundanciadel numera-rio republicanohay querelacionarlocon la presenciade los ejércitosromanosen estazonaconmotivo delas GuerrasCeltibéricas(153 a 133 a.C.).

Por otro lado, unasdoscientasfibulas de di-ferentestipos: anulares,de pie vueltocon remateter-minal, de La Téne 1, de dobleprolongación,detorre-cilla, de disco,de La TéneII, de los tiposde caballi-to, toro o ave,aportanunamayorconfluenciacrono-lógica desdefinales del siglo III al tercercuartodelsiglo II a.C. (Cuadrado1972: 99; Cabréy Moráin1979: 5-26; Argente 1994: 215-252), lo queapoyaelmarcocronológicopropuesto.A estemomentodebende corresponderlas escasasarmashalladasenla ciu-dad,que se reducena algunasempuñadurasdeespa-das,trespuñalesbiglobulares.algunaspuntasde lan-za y cuchillos curvos,quearmonizanbien con los ti-pos hallados en las necrópolisceltibéricasde estemomento(Lorrio 1994: 236-242)y en la conocidadeNumancia(Jimenoy Morales1993, 1994).

6.2. La ciudad del siglo 1 att.

Un segundotrazadosemicircularen la zonasur, queseñalaun recinto muradoexistente,hayquerelacionarlocon la ciudad del siglo 1 a.C. Partede

PERíMETRO DE LA CIUDAD DEI. SrGLO i Á.C.

Fig.7.- Límite de laciudaddel siglo1 a.C,

424 ALFREDO JIMENO MARTÍNEZ Y CARLOSTABERNEROGALÁN

MUROS CELT¡BER¡COS

MUROS CELT¡8ERO.ROM~NO

¡ MUROS ROM4NOS

Fig. 8.- Superposicióndecstructurasarquiicctónicasen la manzanasIV. scgónSclíoiicn.

estaalineaciónquedacubiertapor las casascon pe-ristilos correspondientesa la ciudad imperial poste-rior, lo queexplicala grandiferenciade desnivelen-tre los peristilos,dispuestosThera y al pie de la mura-lía, de la zonade habitaciónmáselevadapor ocuparel aterrazamientode la misma(fig. 7).

Esta ampliaciónpresentacasasrectangula-resde tipo celtibéricoapoyadasen la muralla, comolas quedocumentóSehulten.Esteautor, comoya he-mosaptíntadoanteriormente,detectóen la manzanaIV. por debajode las casasde épocaimperial roma-mí. dos niveles superpuestosde casasrectangulares.adosadasa las murallas,pero con diferencia en suorientación,atribuyendolas más inferiores a la ciu-daddcl 133 a.C. y las intermediasa una ciudaddelsiglo 1 a.C. Perocabesuponerque estosdos nivelesdc construccionesrectangulares.por debajodela ciu-dad romana,correspondana diferentestrazadosdelsiglo 1 a.C. (fig. 8).

Estaampliacióny semicírculode casasado-sadasa la muralla están separadasdel semicírculomásantiguopor unacalle de ronda. La conexióndeestacalle de ronda más interior —en el resto de laciudad discurre entrela murallay las manzanasdecasas—con la alineaciónmás exterior de los ladosoestey estese realizapor un forzadoángulo,quede-ja en evidenciala disparidaden la ejecuciónde am-bos tramos.La superficiedel espacioocupadopor es-ta ciudadalcanzaalgo másdc 8 ha; es decir,aproxi-madamenteocuparíauna hectáreamásque la calcu-

ladaparala ciudadanterior.La Comisiónde ExcavacionesArqueológi-

casidentificó, a principios de siglo, esta ciudadconla heróicaNumancia del 133 a.C. “Como es sabidoen el cez-ro ¡mv restos de dos ciudades: la Numanciaceltíbera, destruida por incendio intencionado desus de/L’nsores por no rendirse a Escipión, y la ro-tizona, la cual fue levantada sobre la primera, ha-biendo utilizado sus escombros para eí relleno alhacer la explanación” (Mélida el alii 1924). A estaciudadcorrespondela basedel trazadoreticular queconocemosen la urbanísticade Numancia.al que seajustaráen granmedida la ciudadimperial posterior.Por otro lado, estaciudaddisponeen los ladosesteyoestela línea de muralla algo más saliente,que semantendráen los trazadosposteriores,así como unadisposición más adelantadade la línea de murallacon supuertaen el lado norte.

Las calles de esta ciudad presentanciertairregularidaden su ejecucióny trazadoy estánempe-dradascon cantosrodadosde desigualtamaño.En elarroyo se disponengrandespiedrasbrutassin ningu-na regularidad, para utilizarlas como pasaderasdeunaaccraa otra. Las plantasde las viviendasce(tibé-ricas son rectangulareso trapezoidales,de unos 12metrosde largo por 3 a 6 metrosde ancho,y subasa-muento estabarealizado con mampostería;el alzadode las paredesy los muros interiores,separadoresdeestancias,se comístnmíancon postesde madera;, mu-ros de adobeo tapial de unos30 a 45 cm de grosor.

O ¡Orn

ORIGEN DE NUMANCIA Y SUEVOLUCIÓN URBANA 425

Los enlucidoserande barro y cal y la techumbreserealizabacon armadurade maderay cubrimientoderamaje. Estabandivididas en tres estancias;en lacentralaparecíaun hogar, situadoen medio, y en lade entradahabíauna trampilla por la que se accedíaa unahabitaciónsubterráneao bodega,de estmcturacuadrada.Las bodegas-cuevaconstituyenunadepen-denciatípica de la casacetibérica;al parecercadaca-sa poseíauna, conunaprofundidadde 1,5 a 2 m. Te-ñían como finalidad general el almacenamientoyconservaciónde provisiones (flgs. 9 y 10). No obs-tante,algunasestabandestinadasa una función noestrictamentedomésticasinoartesanal.

La identificacióndeesta ciudadconla celti-bérica dcl 133 a.C. supusoadmitir una urbanísticamás avanzaday diferentede los parámetrosindíge-nasconocidos,que se plasmaen la siguientefrase deTaracena(1941) “las once hectáreas de ruinas des-cubiertas (sólamentereconocemosumías6 ha)hacende Numancia la ciudad indígena de la España anti-gua más extensamente excavada y acusan una regu-laridad de trazado de calles y una tan sabia distri-bución, que contrasta con la rusticidad de sus pro-pias viviendas”. Perola cronologíadel siglo 1 a.C. deestaciudadpermiteexplicar la planta reticular de su

No estamosen condicionesde precisareltiempoqueNumanciaestuvodeshabitadadespuésdel¡33 a.C.. pero abundantesrestos hallados indicanunaprofusaocupacióna lo largodel siglo 1 a.C. Esprecisamentea estafasede la vida de la ciudada laque hay que atribuir los restos de cultura materialmás característicos.conio sus produccionescerámi-casmonócromasy policrómas.quecomo Wattenbergy trabajosposterioreshandemostradodebende orde-narsea lo largodel siglo 1 a.C.,e inclusolas especiespolicromas alcanzaránlos primeros momentosdelImperio (Wattenberg1963; Romero 1976; Arlegui1986).

De las poco másde las 300 monedasibéri-cas, autónomasy romanasrepublicanas(Domínguez1979; Romeroy Martín 1992; Vida! 1993),el mayornúmeroseconcentraentreel 133 y el 75 a.C..conse-cuencia del auge de las acuñacionesibéricas, queconlíevaun mayornúmerode monedasy diversidadde cecas;perotambiénestosdatosreflejanel pulsoyauge de la ciudad y por tanto la presenciade unaocupaciónimportanteen este momentodel siglo 1 a.C., lo que indica unaciertacontinuidadde la ocupa-ción de Numanciacon posterioridada su destmcción,

i’g. 9.- Planiasdecasasceltibéricasadosadasala muralla.

trazado.

426 ALFREDO JIMENO MARTÍNEZ Y CARLOS TAHERNEROGALÁN

Hg. lO.- Reconssnmccióu,deunadclascasascdtibéricas.scgúnSchullcn,

negandoel supuestode que no se volvió a ocuparhastaépocaaugustea.La ocupaciónprolongadaa lolargo del siglo 1 a.C. se refieja en el incrementodemonedasa partir del 27 a.C.. procedentesde cecasdel entornodel valle del Ebro más próximo a Nu-mancia (Turiaso, Calagurris y Bilbilis) (Jiníemio yMartín 1995: 187).

Hemos consultadolos libros de registro delMuseo Numantino(las fichasdel InventarioGemíeraly Catálogosistemáticodel amítiguoMuseo Numanti-no no estánlamentablementedisponibles)buscandoinformación, inexistenteen la memoriaspublicadas,sobrela situación topográficade las monedasy suposiciónestratigráfica.Los escasosdatosdisponiblesse concretanen la Manzanal~ así en la habitaciómí55. a 3.50 m de profundidad.se cita una monedadellerdaasociadaa una fibula de pie vuelto: en la habi-tación57, a 3,10 m de profundidad,se halló umía mo-nedade Celsa(por núm. de inventariocorrespondeaun asde Aregoratasdel primer tercio del s. 1 a.C.),copade barro de pie corto (Wattemíberg725) y discode plomo; en la habitación73. a 3 m deprofundidad,se recogióuna fibula de pie vuelto tangenteal arco,otra terminadaen cabeza de aniníal. brazaletedebroncecon espiralesde extensión,asesrepublicanos(10418y 10419).anulade bronce.fibula de pie vuel-to, husillo de barro morenocon incisiones:y a 3.75m. ocho denariosde Bolscan (del 80 al 72 a.C.) yuno de Turiasode fines dcl s. II o inicios del 1 a.C.(Jimenoy Martín 1995: 187-188).

Estasasociacionesy referenciasestratigráfi-casapoyanla existenciade la ocupaciónde Numan-cia a lo largo del s. 1 a.C. y sitúanen estemomentola ciudadceltibéricainferior halladapor debajode laciudadromana,sin quepodamosdeterminarcon cIa-ridad, si como apuntóWattenberghubo dosdestruc-ciones. una con motivo de las GuerrasSertorianas.en el 75 a.C.. y otra con motivo de las GuerrasCán-tabras. en el 29 a.C. No hay datos suficientesqueavalen la destrucciónde Numanciaen épocade las

GuerrasSertorianas.va qtme las Fuentesno mencio-mían la participación de esta ciudad. Esta supuestaimplicación deriva de la vinculación, realizadaporSchulten,dc los campamentosIV y y de la GranAtalaya a Ponípevo.qtme destruyóClunia en el 72 a.C. y quesegúneste autor habíamontadosucampa-mento en la GranAtalaya de Renieblas,cercadeNu-mancia. en el veranodel 75 y en el 74 a.C. Pero lacronologíamanteiiida por Schultenno coincideconlos datosaportadospor las monedasy otrosrestosar-qucológicos.corno las ánforas.Se conocenseis mo-nedasibéricas;’ nuevemonedasromanascon unafe-cha no inferior al 135-130 a.C. (Hildebraní 1979:268) y ademásse asociancomí tipos anfóricosdel tipocampamentosnumantinos”,fechadoscon anteriori-

dadal 133 a.C. (Sanniartí 1985: 150), queobligan arelacionarestecampamentocon las actividadesdeEscipión y el cercode la ciudaden el 134 y ¡33 a.C.(Jimeno y Martín 1995: 186). Tampocola destruc-ción dcl 29 a.C. está atestiguadapor las Fuentes,aunqueestratigráficamentesí se documenta.comohemosapuntado.unaciudadpor debajode la de épo-ca imperial romamía.

6,3, La ciudad de época imíwrial romana

Se ajusta en gran medidaal planeamientode la ciudaddel siglo 1 a.C.,ya quemantienela mis-ma alineaciónpor los lados norte, estey oeste,perose verá ampliadaconsiderablementepor la zonasur.La primerade estasnuevasalineacionesse relaciona,como hemosdicho anteriormente,con las casasdelos peristiloscomí columnastoscanas,quecabe situaren los primerosmomentosdel Imperio, y el restodela ampliación,así como las mejorasen la urbanística,puedenrelacionarsecon los primerossiglos del Im-perio, va que Numanciaalcanzaráprobablementeclrango de “¡nunicipiutn” con los Flavios (Espinosa1984: 310). Estaampliaciónseordenaen tornoa doslargas calles: una prolongaciónde la calle E. calle

CALLEMURALLA CASA

DETALLE DEL SUELO QUECUBRíA LA BODEGA

O ¡ 2 3 4 Sm

CUEVA O BODEGA

ORIGEN DE NUMANCIA Y SU EVOLUCIÓN URBANA 427

Fig. 1 1 .- Limite de la ciudaddeépocaimperial romanay recintomuradodel Bajo imperio.

centralqueatraviesala ciudadde Nortea Sur. y otra,que se cruzacon aquélla. se acomodaal trazadose-micircularen el lado surestepara continuarrecta ha-cia el suroeste;entre los espaciosde estascalles sedisponenotrasmás estrechasen retícula, en sentidocontrarioal del restode la ciudad(hg. II).

Para precisarel perímetroy ocupación de

estaciudadposeemosdatosbastanteprecisos,puesseconocebien su planta,manzanasy calles; más pro-blemáticoresultael desglosede casas(fig. 12). Lasuperficiede estaciudad,quese ajusta al trazadoan-tenor, es de8,73 ha (5,28ha ocupadaspor las man-zanasde casasy el restopor las calles); a estasuper-ficie hay que incrementarlela ampliaciónde unasdoshectáreasde la zonasur, lo que representaun to-tal que se aproxima a las II ha —unas6,48 ha(60%) correspondenal espacioconstruidoy 4,52 ha(40%) a calles—,que es la máxima superficiecons-truida enel cerrode la Muela. Habríaqueañadiral-gunos establecimientosartesanales,probablementealfares, fuera del recinto muradoy próximos al rioMerdancho,conlos quehay querelacionarel arrabalde Saledilla, todo ello de épocaimperial, proporcio-nandounasuperficiede unas 10 ha extramuros,pero

con unaocupaciónpoblacionaldihicil de evaluar.Lasuperficietotalde la ciudadpodríaaproxímarsea las22 ha propuestaspor Taracena,aunquecon la sensi-ble diferencia de que esteautorse refiere a una su-perficie intramurosde unas22 ha y de 24 ha si se in-cluve Saledilla.

La manerade hacerromanadejarásuhuellasólamenteen la ejecuciónmásregularde suscalles,en nuevostrazadosparcialesy enel trabajodela pie-dra máscuidado; así como en una mayor compleji-daddel espaciohabitado,queseplasmaen una ma-yor compartiníentación;pero no se acusa en su es-quemageneral,ni en la construcciónde grandesedi-ficios públicos. Unicamentealgunascasascon patiocentralporticadoy peristiloscon columnastoscanasse apananligeramentede su estructurarural indige-na(fig. 13).

La vida deNumanciadecaeráa partirdel si-glo III, fechándoselos últimos restosromanos(algu-nassigillatas tardíasy monedas)en el s. IV-V (Ro-mero 1985: 308). GonzálezSimancas(1926) docu-mentóla construcciónde unamuralladel Bajo Impe-rio, así como destruccionesy rellenos, fechadosporuna monedaen época de Claudio el Gótico (268-

o iooww

PERíMETRO Y TRAMA URBANA DE LA CIUDAD EN EPOCA IMPERIAL ROMANA

RECINTO MURADO DE EPOCA BAJO IMPERIAL

428 ALFREDO JIMENO MARTÍNEZ Y CARLOSTABERNEROGALÁN

270), queseránlas últimasactuacionesurbananísti-casantesdeserdefinitivamenteasolada(Wattenberg1963: 13-14).

7. BREVE OCUPACIÓN HASTALA EDAD MEDIA

Algunos elementoscomístructivosy objetosde metal permitenhablarde un pequeñoasentamien-to visigodo, ya queen la excavaciómíde la níamw.anaXIII (Mélida 1918: 22) aparecieronrestosarquitectó-nicos: un capitel de hojas equemáticas,imiladas delas de acamíto,y unabasacon ligerasmoldurasy conpartede ftmste deunapilastra~a estos restossólaníen-te podemosañadirdos hebillas amigdaloidesy unaImbuía de broncedel siglo VI. Mélida se pregtmntasiestosrestosno corresponderíana unaprimitiva ami-ta edificadaen la nieseta,conanterioridada la romá-nica, dispuestaenla laderaquedesciendea Garrav.

Las exploracionesrealizadaspor Taracenaenel entornode Numancia,parala localizaciónde lanecrópolis celtibérica. pusieronal descubiertoentre

la ermita de Los Mártires, el Dtmero y el pueblo deGarrav. unaseriedepo-’.os-siloscon rellenode mate-rial del siglo XII. que correspondenal origemí del po-blaníientomedie~aldel actualGarray.queaparecevacitadoen la documentaciónmedievala partir del si-glo X y del quehanquedadocomobuemíexponentelaermita románicade Los Mártires, queconservala fe-chadc 123 1 y en su interior una pila bautismalconarcosde herraduray figurashumanas,que se atribu-ye al artemozárabedel siglo XI. A su vez, las exca-~acionesde Zozava (197<) y 1971) detectaronrestosde estepoblamnientotambiénen el cerro, va queapa-reciócml la basedeuno de los muros un fragmentodejarra con vidriado moradoen su interior, que se pue-de relaciomiar cronológicamiícntecomí otras cinco pie-zascompletas.tresollasy dosjarras(unade ellasde-coradacon manchasde color violáceooscuro)halla-dasen torno a la ermitay quesonmuestratípicadelas cerámííicascristiamíasde los siglos Xl y XII (De laCasa 1992: 27). Con estosdatosarqueológicosy ar-quitectónicosvisiblespodemosreconstnhiraproximíía-damentela ubicacióndel poblaniieníomíícdieval delactualGarras’,

—I

Fig. 12.— Reconstruccióndemanzanasy casasdc la ciudaddeépocain,pcrial romana,

ORIGENDE NUMANCIA Y SUEVOLUCIÓN URBANA 429

Fig. 13.- Reconstnaccióndel patio con pcrisliio de una de lascasasromanasdcl barrio sur.

8. CALCULOS DEMOGRÁFICOS

Hemosaludido anteriormentea los datos dela poblaciónde Numancia,aportadospor los autoresclásicos, que resultaban excesivos incluso paraSehulteny Taracena.Schultenconsideróun contin-gente,en tiempo normal, de tinos 2.000 guerreros(contemplandounabasefamiliar de cuatromiembrospor guerrero calculó 8.000 habitantes). Taracenacoincidecon estaaproximaciónpor entenderqueeraacordecon las posibilidadeseconómicasy con la su-perficie de unas 22 ha, con casasde lOO mt queélcalculó para la ciudad. Esta referenciapoblacionalserviaparala ciudaddel 133, peroTaracenacontem-plabala superficiey las dimensionesdelas casasporla informaciónaportadapor la ciudad superior,asu-miendo la coincidenciade trazadoy superficie ocu-padapor las dosciudadessuperpuestas.

Podemoshacerunaaproximaciónal númerodehabitantesdeestaciudad.centrándonosen los da-tos queaporta la planta de épocainíperial romana,

conunas 10,7 hectáreasde superficietotal, dc las que6,48 ha correspondena la superficiehabitada,ya que4,52 ha estariandestinadasa calles, lo que propor-ciona un númerode unas648 casas,de lOt) m2, quemultiplicado por 4 ocupantes,superanen poco los2,500habitantes;perola superficiedestinadaa casassedaaúnmenor,ya quehabríaquevalorar los espa-cios destinadosa patiosinterioresdentrode las man-zanas,así como las destinadasa edificios públicos,actividadesartesanaleso tiendas,lo quepermitepen-saren una cifra no muy superiora los 2.000 habi-tantes.

Las ciudadesanterioresdispondríande unamenor superficie, aunquees probableque unases-tructurashabitacionalesalgo máspequeñas(entreca-sa y patio, algo másde80 m2), pero quizá mayorsu-perficie de espacioslibres; así la ciudaddel siglo 1 a.C., admitiendounaestructurasimilar a la superior,peroen unasuperficiede 8,73 lía, de las quese habi-tan unas5,28 ha, en las quecaben628 casas,de 84mi y 528, de 100 m2, que aportanun contingenteen-tre 2.000 y 2.500 habitantes(probablementecon lavaloraciónde espacioslibres no alcanzaríalos 2.000habitantes); una cifra algo inferior en superficieconstruidade habitación(4.35 ha de las 7,2 ha tota-les), tiene la ciudad dcl 133 a.C., lo que supondríaatendiendoa las referenciasanteriorescifras inferio-resa las comentadas.

9. CONCLUSIONES

La importanciade Numííancia como lugaridóneoparaserhabitadoa lo largo de las condicionessocio-políticasquese produjerondesdeépocaceltibé-rica a la EdadMedia, quedaconstatadopor la suce-sión del poblamientoen el cerro de La Muela a lolargo de tan dilatado periodo de tiempo. Estaconti-nuidad poblacional se prolonga de hecho hasta clmomentoactual, aunqueya al pie de Numancia,enel actualGarray, continuadorde su antecedenteme-dieval.

La continuidad poblacional en este puntohayquerelacionarlacon su posiciónestratégicaen elvadodel río Duero.justamentedondesejuntan Due-ro y Tera. y dondeconfluyen todos los caminosra-dialesdel circo montañosode la SerraníaNorte quepermitenla alternanciaganaderade las zonasmásbajas,másadecuadasparalos pastosde invierno,conlas de alta montaña,idómíeasparalos pastosde vera-no. A su vez, algunosdc estoscaminospermiten lacomunicacióncon la zona Riojana y el valle delEbro. como sonlos puertosde Piquerasy Oncala. Aestasvíasde comunicaciónse unenlas quedesdela

430 ALFREDO JIMENO MARTÍNEZ Y CARLOS TABERNERO GALÁN

zonaorientalcomunicanel valle del Ebrocon la Me-seta, sobretodo la del rio Quciles, convertidaen laconocidavía 27 del Itinerario de Antonino, que des-de Caesaraugusta(Zaragoza)se dirigia a Asturica(Astorga),pasandoal pie dc Numanciay vadeandoelrio enestepunto.

Los escasosdatos arqueológicosqtie pode-nios manejar.así como las referenciasde las Fuentes,permitenpensaren la fundaciónde Numanciahacialos inicios del s. II a.C. Perola eyoluciónurbanísticade Numancia nos indica al memios cuatro fasesdeocupacióny/o ampliación, lo que se aproxima másala estratigrafia referida por González Simancas(1926)y Wattenberg(1963). quedemuestrasermásreal, y acordecon la informaciónarqueológica.quela diflmdída por la Comisión de ExcavacionesAr-queológicas,que sólamentediferenciabados ciuda-des,relacionandonecesariamentela inferior con ladel 133 a.C., sin repararque las cerámicasmonócro-masy policromasasociadasa ésta. así como la nu-mismáticanos estáindicandoun momentoavanzadodel s. 1 a.C.

La ciudaddel 133 a.C. es dificil de docu-mentar urbanísticamente,pero todavía ofrece másconfusiónestratigráficamente.como ya apuntó Wat-tenberg(1963: 17-25). No obstante,existenrestosdeculturamaterial, como la numismáticay los conjun-tosde metales(Imbuíasy algunasarmas),quepruebansu existencia; aunquetengamosun mayor conoci-miento e informaciónpor las FuentesClásicas.Noobstanteserá la necrópolis celtibérica de este mo-mento,en procesode excavación,la queaportaráunmejor conocimientosobreaspectossocio-económicosdeestaciudad.

No sabemosel tiempo queNumanciapudoestardesocupadadespuésde la destruccióndcl [33 a.C.; perotodo indica que tuvo una intensaocupacióna lo largo del siglo 1 a.C., como lo pnmebala numis-mática. con un incrementode las acuñaciomiesindí-genascon anterioridadal 75 a.C., continuandoa lolargo de estesiglo, que indican relacionescon citída-des del valle del Ebro (Bilbilis. Ttiriasu, Caesarau-gusta, Celsa, Calagurris) y del Noreste peninsular(Ilerda y Bolsean).Pero sobre todo destacanlas co-leccionescerámicasmássingularesde esteyacimien-to como son las monócromasy policromas.En granmedidaestaamplia documentaciónarqueológicaen-cuentra acomodoen la ciudad imífrapuesta a la dcépocaimperial,pero no es fácil documeniarlas des-truccionesdcl 75 a.C. y del 29 a.C. planteadasporWattenberg(1963). que ademásno aparecencitadasen la Fuentes.Una adecuadaatribución urbanística,en la que se valore la traza de la ciudady la culturamaterial, nosindica una proximidaden el tiempo de

estaciudad con la dispuestaencimade épocaimpe-rial romana;es decir, la ciudadde épocaimperial pa-rece resultadode replanteamientosy acondiciona-mientosa partirdc aquélla.

La ciudaddeépocaimperial romanase ajus-ta en generalal trazadode la ciudadanterior,apare-ciendo conio el resultadode tmn progresivoacondi-cionamientode los espacioshabitadosy de los edili-cios “públicos” a la manerade hacerromana,comose acusaen la casa de los peristilos del barrio sur.Tambiénalgunascalles ~ zonassufrieron sensiblesrectificaciones,reflejadasen la superposiciónde ali-neacionesy en la realizaciónde desagúes.pero engeneralestaciudadcarecióde unaplanificacióny ac-Unción edilicia romana,mostrandouna aspectotanrural en suacondicionamientoy tratamientodemate-riales como la anterior, mostrandoun aspectomáspróximo a un núcleoindígenapoco o mal romaniza-do.

Las cerámicassigillatasestánpresentesdes-de un momentotardo-augusteo.primerocon la cerá-micas itálicas. despuéscon las gálicas y posterior-mentecon las hispánicas,que llegarána Numanciabásicamentedesdeel altár de Tricio (La Rioja). queabasteceráa la ciudad hasta sus momento finales,continuandoasí las relacionescon el valle del Ebro(Romero 1985: 308). Estas relacionesse verán tam-bién impulsadaspor cl pasode la vía 27 del Itinera-rio de Antonino. quevadeabael Dueroa los pies deNumanciay queestarávigentedesdeépocaaugustea(Saavedra1861).

A partir del siglo III se acusaun decaimien-to de la vida de la ciudad—a finalesdel siglo III sefecha la construcciónde la muralla Bajo Imperial ylas últimas remodelacionesconstructivas(GonzálezSimancas1926; Wattenberg1963)—, reflejadaen lareducciónde las cerámicassigillatasy de los hallaz-gosmonetales(los últiníos correspondenal siglo IV).Numanciano volveráya a recuperarse,ya que a lolargo de los siglos IV y y se conocenescasosrestosde sigillata tardía (Romero1985: 308) y escasossontambién los restosvisigodosdcl siglo VI. lo queper-mite suponerla existenciade tmn reducidonúcleopo-blacional. que probablementeestuvieravigente aúnen el siglo X, cuamído se cita a Garrahe.origen me-dieval del actualGarra’, quealcanzarámayordesa-nollo en lossiglos XII y XIII en tornoa la ermitaro-mánicade Los Mártires.

Por otro lado, los datos aportadospor lasFuentes(Apiano y Orosio) y los cálctílos realizadosen la bibliografia tradicional sobre la stiperlicie ocu-padapor Numanciaestánle¡os de ajustarsea la evi-dencia arqueológica,ya qtie ni la ciudad de épocaimperial romanaalcanzalas 22 ha. atribuidasa la

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celtibéricaporTaracena,ni muchomenoslas 150 ha,que se deducendel perímetrodado por las Fuentes.Los planteamientosde delimitación defendidoparalas diferentesciudadesproporcionanuna valoraciónbastantediferentedeaquélla;así la ciudaddel 133 a.C. tendríaunasuperficiede casi8 ha (7.6ha y 7,2 hapara Sehulten);la del siglo 1 a.C. estaríapróxima alas 9 ha y la romanaimperial alcanzaríalas II ha:aunquehabríaque añadira la ciudad dcl 133 a.C.,probablementeunazonano construidaentreel murodefensivolocalizado en la ladera y el núcleo urbano(nuncasuperiora las 4 ha) y a la ciudadimperial ro-mana una superficie,de dificil valoración, ocupadapor asentamientosartesamíalesy el arrabalde Saledi-

lía, fueradel recintomurado,enla zonaEste(no me-nosde 5 ha). A su vez, esta valoración incide tam-bién en la superficieexcavadade la ciudad, que nosuperalas 6 ha. frente a las II ha mantenidashastaahora.Finalmente,los cálculossobrela poblacióndeNumancia,realizadosa partirdel númerode comba-tientes aportadospor las Fuentes,distan mucho delos cálculos másajustados,queproporcionancifraspor debajode las 1.500 o 2.000personas,realizadosatendiendoa la superficie habitada,descontandolosespaciosocupadospor callesy patios. Pero ello noimpide admitirun mayorvolumen de población,aun-qtme no fija. por razonesdefensivasen los momentosdeconflagaciónbélica.

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