Origen Del Lenguaje
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ORIGEN DEL LENGUAJE
El origen del lenguaje ha sido un objeto de estudio de diferentes
disciplinas como la lingüística, la antropología, la psicología, las ciencias
cognitivas e incluso la genética humana. El problema del origen del lenguaje
se refiere a la adquisición de la capacidad lingüística en los homínidos que
derivo en la evolución del lenguaje humano; con la estructura y forma actual
que presentan los diferentes lenguajes.
El origen de los diferentes lenguas en la especie humana ha sido un tema
debatido por varios eruditos a través de los siglos, siendo un debate tan
persistente y repetitivo que en 1866 la Sociedad Lingüística de París decidió
prohibir el tema aludiendo que todas las teorías al respecto eran tan
contradictorias entre sí que jamás se podría llegar a un acuerdo. Así, el
problema del origen del lenguaje quedó suspendido por casi un siglo.
Uno de los problemas que dificulta el estudio de esta temática es la
carencia de evidencia directa. Según lingüistas, puede haber unas 4000 o
5000 lenguas en el mundo, algunas bases de datos como Ethnologue
agrupan las variedades lingüísticas existentes en más de 6500 lenguas. A
los lingüistas, les ha causado siempre intriga el hecho de que haya tantas
lenguas, por eso desde los inicios del trabajo científico sistemático se
esforzaron por probar que las lenguas emparentadas derivaban de lenguas
antiguas que se habían diversificado.
Teoría Onomatopéyica
El origen del lenguaje y la comunicación entre los seres humanos, no
resulta claro, el hombre primitivo, aprendió a desarrollar el habla y por
consiguiente la capacidad para de comunicarse. Lo más probable es que en
estos inicios del lenguaje y la comunicación debieron ser muy primitivos,
posiblemente el hombre no tuviera la capacidad de razonar, lo que implicaría
que el lenguaje no era usado para transmitir ideas.
Entre las diversas teorías existentes, se destaca la teoría
Onomatopéyica, esta enuncia que el lenguaje nació de la imitación de los
diversos sonidos producidos por lo diferentes elementos que conformaban el
medio ambiente en el que se encontraba el hombre, como era el caso de los
ruidos producidos por animales.
Los filósofos griegos pensaban que las palabras poseían una adecuación
natural con aquello que querían simbolizar. Tal adecuación existe
ciertamente en algunas palabras, como aquellas que contienen fonemas
sibilantes (por ejemplo: s, z, ch) y parecen estar relacionados con sonidos
producidos por el agua. Estas palabras, precisamente por su asimilación al
sonido que representan, suelen ser muy parecidos en varios idiomas.
La teoría de las expresiones afectivas se considera como interjeccional,
por cuanto la lengua tendría su principio en las diversas exclamaciones que
hubiera provocado en el hombre la contemplación del mundo. Esta nos dice
que el lenguaje no surgió como imitación de los sonidos de la naturaleza,
sino de las sensaciones interiores producidas por su contacto con el mundo
(asombro, dolor, alegría...)
Esta teoría no contradice a la onomatopéyica o imitativa, pues una y otra
se complementan perfectamente. El hombre si imita es porque tiene
sensaciones. Pero del mismo modo que la teoría anterior, no explica cómo
de esa naturaleza animalesca con que se presenta al hombre pudo crearse
una relación de ideas. Blavatsky clarifica este problema con el concepto de la
mente, y nos dice en su Doctrina Secreta: «El hombre, antes del
desenvolvimiento de la mente, desarrolló al principio una clase de habla que
sólo era un progreso sobre los diversos sonidos de la naturaleza».
El lenguaje monosilábico, según la lingüística, es aquel que comenzó por
el período llamado de «raíces» porque se componía de expresiones
integrales e indivisibles, y estas expresiones estaban ya constituidas por
elementos articulados o compuestos de vocales. Es curioso saber que el
primer sonido considerado y que surge de los niños es la «a» para todas las
razas humanas; después le sigue la «e», la «i», la «o» y la «u». Así estas
primeras raíces monosilábicas fueron compuestas por una vocal, o como
mucho por una vocal y una consonante.
ESPAÑOL VENEZOLANO
El idioma castellano llegó a Venezuela con la conquista española llevada
a cabo desde los primeros años del siglo XVI. La mayoría de los españoles
eran originarios de las regiones de Andalucía y de Extremadura trayendo
consigo ese acento y modalidad. Otro grupo llegó de las islas Canarias, muy
alejada de la península ibérica, y por lo tanto se caracterizaba por
importantes diferencias dialectales.
En Venezuela, la lengua es para nuestros habitantes un patrimonio propio
que enriquece y remueve de acuerdo con sus necesidades, el vocabulario de
una comunidad esta vinculado a su identidad, la esencia de nosotros
mismos; aquello que nos distingue e individualiza frente al otro.
MODALIDADES REGIONALES DE ESPAÑOL EN VENEZUELA
Como cada pueblo tiene su propia identidad, es natural que sus
habitantes tengan también una particular manera de hablar, reflejos de su
modo de vida y su cultura.
Central o caraqueño: Es el acento percibido y proyectado por los
medios como el estándar de Venezuela, como sus variantes
generalmente racionadas con las clases sociales.
El marabino, del estado Zulia: diferenciado por el voseo, inexistente
en el resto del país, en el sentido de que suele mezclarse con el tuteo
en una misma frase (por ejemplo: te vai a casa, en vez de os vais a
casa)
El guaro, del estado Lara: Se caracteriza por su acento bien
diferenciado y su supresión de la “r” en el uso de los verbos en
infinitivo ("voy a comé"). También usa como expresión el "Na´Guará",
que de acuerdo a la entonación o énfasis empleado determina el uso
pero tampoco tiene un significado específico ("Na´Guará me gané una
máquina" o "Na´Guará choque mi carro").
El tachirense o gocho, de la zona andina: En particular en el estado
Táchira cercano con la frontera con Colombia. También es muy
diferenciado como sucede con el marabino, pero a diferencia de éste,
utiliza el "usted" en lugar del "vos".
El español llanero: es la modalidad hablada en los llanos
venezolanos, una de sus características es un considerable léxico
indígena producto de la fusión de ambos idiomas.
Del margariteño u oriental, de la Isla de Margarita: reconocida
fácilmente por la transliteración de la "l" en "r" y viceversa, además de
otras peculiaridades ("orientar" por "oriental" y "oriental" por "orientar",
por ejemplo). Generalmente se utiliza un lenguaje muy familiar en
donde se le llama "mijo" que significa "mi hijo" pero en un sentido
generalmente ligado al asombro o a un sentido despectivo, y "compai"
que significa "compadre"; del mismo modo se tiende a cambiar el
artículo "el" por "er" ("hijo er diablo" utilizado como expresión como
"muchacho travieso", otros ejemplos serían "er mar","er sol","er pájaro
cantaor", para referirse a "el pájaro cantador"). La difusión o extensión
del margariteño hacia otras áreas del oriente venezolano obedece al
hecho de que Margarita es una isla en la que la pesca y el turismo
constituyen actividades muy importantes, además de ser también una
zona de emigración tradicional hacia otros lugares relativamente
cercanos del continente, lo cual favoreció el contacto y, por ende, la
homogeneización en el lenguaje.
Solo queda decir que el venezolano, con su modo de hablar busca
sorprender la imaginación de su interlocutor y dar así tanto muestra de su
ingenio como de su buen humor