OROZQUIANAS - Repositorio de la Universidad Nacional de La ...
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poesía
LITIN
OROZQUIANAS
ANALÍA PINTO
OROZQUIANAS
OrOzquianas
ANALÍA PINTO
Editorial dE la UnivErsidad nacional dE la Plata (EdUlP)47 N.º 380 / La Plata B1900AJP / Buenos Aires, Argentina +54 221 427 3992 / 427 [email protected]
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ISBN 978-987-4127-12-9
Queda hecho el depósito que marca la Ley 11723© 2017 - EdulpImpreso en Argentina
Pinto, Analía Orozquianas / Analía Pinto. - 1a ed . - La Plata: EDULP, 2017. Libro digital, PDF
Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-4127-12-9
1. Poesía. I. Título. CDD A861
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Prólogo
Cuando leímos por primera vez el título de este libro llegaron has-ta nosotros dos pensamientos. Uno de ellos versaba sobre aquella idea que Jorge Luis Borges plasmó tan bien a lo largo de su obra: la literatura es un palimpsesto, una escritura que se hace sobre otra y sobre otra, ad infinitum. El otro era una sutil derivación del primero: escribir sería además una forma de agradecimiento. En cada página de este volumen se lee un verso de Olga Orozco que funciona como disparador de la creatividad, una semilla. A su vez, leemos también la flor y el fruto. Es decir, un diálogo de textos que se reflejan, se resigni-fican, se convierten en muchos y en uno solo. Con soberbio manejo de los recursos y conmovedora sangre, la autora desarrolla un trabajo que trasciende el homenaje y la admiración. El arte (la vida) nos mues-tra de nuevo su exquisita paradoja: reescribiendo a los otros se logra una voz personal.
“En absoluta y femenina ciencia”, Pinto escribe de forma casi excluyente sobre el amor, ese jardín de delicias y, a veces, de dulcísimos infiernos. Sus versos son un grito a “la noche que nunca llega ni nunca se va”. Se construye así una poética cuya fuerza pugna por “volverse aquello que se dice”. ¿No es eso, la palabra que desnuda y se desnuda, el hecho poético? ¿”Un poema que te quiere decir entero”?
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Este libro es un reclamo, un manifiesto, un sin perdón. Es el cora-zón de una mujer con latidos cada vez más lentos, un talismán que pierde fuerza al invocar al hombre. “Una palabra tuya / podría levan-tar una catedral”. Es también la oración milagrosa de quien descansa desesperada –y feliz– en la trampa. Es la palabra nunca como dulce manjar, en manos que incendian y lubrican antiguas heridas.
Poemas que son clamor, querer despertar y no poder, humo que asfixia, porque “nunca entendí que todo estaba aquí / que la hechi-cera dormía como una princesa / que sólo había que despertarla/ y dejarla hacer sus pociones tranquila”. La poeta es “abeja reina de un amor / apenas dibujado en el panal del mundo”. No hay frenos ni lími-tes, todo es derrame voraz de vivencias.
Acaso, se encuentra a cientos de kilómetros de la dicha por terca voluntad. Tan próxima a la plenitud no consumada, a la sed inmortal, porque hay una extrema sensibilidad que la aleja del mundo, por-que “me desarma la menor muestra de cariño”.
No es habitual encontrar la técnica y la inspiración plasmados en iguales proporciones, esa marca que caracteriza a los grandes libros y que nos hace leerlos y releerlos una y otra vez. Orozquianas, de Analía Pinto, es una rara avis. Ojalá el escrito que sigue sea para ustedes el regalo que fue para nosotros.
Gustavo Di Pace y Eleonora Diez
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Nada más que un indefenso corazón enamoradoolga orozco
nada más que eso tuveen la vibrante palma de mis manos
ni otras flores balsámicasni otros cantosni la mansedumbre engañosa de los gatos
sólo un tonto corazón enamorado de su diosaltivoenhiesto en su dolorimpertérritoolvidado de todo decorode toda luz, de cualquier sino
nada más que eso tuvey ahora lo he perdido en la última batallade lo que queda de esta guerra(y no creo haber vencido)
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como quien acaricia un talismánolga orozco
así acaricié lo que se me dio de su almalo poco que se adivinó en el otoño más cruelcuando los corceles del sueñosusurraban es por aquí, es por aquí
así acuñé la moneda que quise trocar el beso que añoré con sostenida pacienciala austera voltereta en el airecomo hoja del árbol ya desprendida
así acaricié lo que entonces quedaba esa sombra que al pasar entre sus párpadosse volvía tempestad de palabrasfuerza inexorable contra el ensueño
así acaricié una piel que prometía osadíasque jamás reclamé
como un último talismán acaricié lo que quedaba del corazónese púlpito tan estrecho y desconocido
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Ese siempre tan lejos como nuncaolga orozco
yo sueño con un siempreque nunca llega hasta mi puertaque elude mis vaivenes y mis traicionesy como una hoja del otoño danza su laberinto dorado
yo sueño con un siempreque nunca llega a besarme en los labiosdetenido por la marea del tiempoperdido en su borrachera de ayeres
un siempre cargado de inútiles coplasde recuerdos que ya no son míosde ausentes que se niegan a esfumarsecomo la niebla de las ciudades
yo sueño con un siempreque me detenga en esta carrera
en este corretear por el bosque de la indiferenciatan tranquila
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En un país que amo ya estará anocheciendoolga orozco
en un país que amola luz brilla lacia y eternalos ojos se pierden en su lisura verticallas manos ansían hundirse en esa pleamary todo se vuelve castaño
en un país que reclamo en silenciola noche huele a magnoliassuena como el agua entre las piedrascomo un corazón que se alborota de contento
en un país que amolos pájaros tienen los colores más hermososy el cielo apacienta su pincel de fuego
en ese país que cada día se alejaensancha y cambia sus fronterasyo quisiera perder mi ropaje mundanaly mostrarme tal cual soy
(la hechicera sin túnica, sin más vestido que la rabia de su deseo)
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¡oh corazón amante del recuerdo!olga orozco
amante de un recuerdode ese único beso robado a los diosesde aquel abrazo que se quedó tatuado por dentrode los ojos que fulguraban como ningunosde las manos que forjaban juncos salvajesde su luz tan amada como aborrecida
amante levantisca de un único portentode un ardor que no se extinguede un alma incorregibley su espíritu artero de una suavidad tan celestial como increíble
amante amante siempre amanteanhelando el súbito resplandor de lo imposiblela noche que nunca llega ni nunca se va
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Tal vez sería dulce reconquistar ahora una música antiguaolga orozco
una música que siempre me convoca desde su opacidadsu luminosa tiniebla azulada
una músicaque como un beso se deslizasubrepticia incógnita
una música que siempre adoraréy golpeará en lo más profundo de mis entrañas
reconquistar esa músicasubvertirlahacerla rodar por mi cuerpoy así quizá sofocarla que aún no se ha parido
pero ya se presientecomo los brotes de la primavera
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sino aquella que rompe la envoltura del tiempoolga orozco
esa quiero serla que rompe la delicadezacon más delicadezala que extrae de sus entrañasgemas para los orfebres del vientola que lo acariciará de tal modoque no podrá resistirsey querrá velar su sueñomorder su carnaduraencender una hoguera perpetuacon las llamas de sus dedos
esa quiero serla que rompe las atadurasy se manifiesta en plena bizarríaen absoluta y femenina ciencia
la que con una sola miradale dirá lo que siempre quiso escucharpero no se atrevía a pronunciaral rayo mirífico de sus poemas
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una endecha de amor que llega al alaridoolga orozco
un susurro que crece hasta volverse agoníasoberbio brote de luz en la caverna del amorun golpe que se repite como un eco una sombra que nunca se sabe dónde terminaun fiero entrevero de pasionesdesatadas lúbricas feracesun cántico inacabableuna oración imposibleuna plegaria que nunca será atendidaun poema que te quiere decir enteroy apenas dice esto
y dos o tres cosas másque me guardo para otro momento
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En ningún corazón tatuó su nombre como en una cortezaolga orozco
y yo quedaré tatuada en el tuyo?y mis manos podrán decirte todo lo que sus falanges anhelan decirte?y mis brazos te cobijarán serán tu morada el refugio que con tanto celo preparo?y mis ojos te verán como quisierancomo nunca te vieron?y mi piel sabrá de la chispaque la detonará en la tuya?y mis poemas te llegarán alguna veza la médula misma del corazónal ardiente centro de los huesos?y podré acariciar el ancho río de tu pelo?y podré fundirme en un gritodisolverme hasta el tuétano
volverme ese tatuaje invisiblesobre las mullidas ascuas de tu corazón?
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Mi historia está en mis manos y en las manos con que otros las tatuaron
olga orozco
aún no está en tus manosen esas manos que deseo con la furia de quien nunca tuvode quien nunca va a tener
tus manos aún no se acercaronno dejaron su cálida huellamucho menos su suave dibujopalpitantes de tanto fruto perdido
tus manos son esos truhanes que golpean rítmicamenteel batiente parche de mi corazón
y tanto deseo esas manosese blancorque sólo espero
su rendición absoluta
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Una palabra oscura puede volver a levantar el fuego y la cenizaolga orozco
una palabra
podría encarnarse en lo más hondohacer de mí la celebración constantede cada flor de cada mínimo pétalode los más bellos estambres
una sola palabrapronunciada con calmacon la certeza de la mansedumbre
una sola bastaríasería el mejor amuletoel más hermoso de los hechizos
una palabra tuyapodría levantar una catedralen el recalcitrante y oscuro fondo de mi corazón
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como una barca invadida por el follaje del deseoolga orozco
invadidasoliviantada por una palabraque de pronto toma la consistencia del rayola luminosidad terrible del diamanteel resplandor exacto de todo cuanto deseo
invadidahecha trizas por la sombra más esquivacolumpiada en el éxtasis del titubeode nunca saberde acaso quizá nunca querer saberlo
y el follaje del deseo crecees una marea alucinógenaun maremoto de cuchillos dulces
una empecinada consternaciónante la belleza que él despliega—tan manso— por el mundo
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ese ardiente veneno que otros llaman nostalgiaolga orozco
como un predador desde lejos me atisba no me pierde pisadacuando yo creo que se fue asoma el rastro de su colanunca se aleja de aquívandaliza todo cuanto tocahasta las magnolias supuranante lo deletéreo de su presencia
la nostalgia nunca se alejasigue poniéndome requiebros espejos cimbreantes donde no hay nada
porque su amo está lejosrumiando la venganza
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Escarba, escarba donde más se duela en tu corazónolga orozco
donde más se dueladonde su nombre quedó incrustadodonde la imagen se grabó y el verso es una sentencia de muertecada palabra una lápida que lo llamay endechadoras lo lloran negras y escondidas
donde mi nombre perdió su especiepara transformarse en la ávida bestia imposibilitada de todo olvido
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O acaso sea el roce de un ala de nostalgia contra la urdimbre de la noche
olga orozco
debe serloun pedazo de la nostalgiaque se niega a salira tomar su exeuntsu licor de olvido pronto y sereno
debe ser un restoun minutísimo residuoque ha anidado en el corazóny desde allí lanza sus cánticos
debe serlo que quedó de esta piedraesta lápida de carne y mármol
y debe tener tambiénel color de la brumacuando no es ni de noche ni de día
cuando los pájaros aún duermenaunque los árboles ya estén despiertos
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Yo elegí los delirios, las magias y el amorolga orozco
yo elegí la magia de tener el talismán más poderosoel delirio de no saber nunca cómo usarloelegí la sombra que hace el lápiz contra la hojalas primaveras que siempre vuelveny en su abundancia equinoccialme dicen que amar nunca pasa de moda
yo elegí amarte contra todocontra vos mismocontra tu deseo
vale decira favor de tu propio fuego
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con la codicia y la voracidad de las flores carnívorasolga orozco
con esa codicia inexpugnableque no confía ni tan siquieraen el aire que espiray lo envidia con ferocidadasí lo amo
con la voracidad terrible de la deseante sedientala furia desatada de los maresel temblor de una lágrima el latido en la piel
y el exultante rocío que me bañacada vez que su nombre visita mi boca
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esos hilos errantes que propagan el naufragio y la sedolga orozco
soy el naufragio de mí mismala fuente de donde brota el errortodo lo que condeno es lo que cometono guardo el menor recato no tengo fe ni palabrasoy la más pura sedel resabio más antiguotengo hambre de siglosme desarma la menor muestra de cariñome asusto tanto que huyono sé comportarmesoy el naufragio y la sed de mí mismame ataca el mar de mi propia rabiano sé medirme ni excusarme
no tengo perdóna esta isla no llega sino el escarnioy el desamor
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Es otra vez el mismo tembladeral de aguas voracesolga orozco
otra vez el deliquioel suplicio perfectola exacta demostración del deseo y el furor
otra vez admirar y nunca alcanzar la maravillaporque siempre se manifiesta más allálejos
otra vez subsumirse en el negro organismoen la corola abierta del infiernotan contenta tan ligera
celebrar la desazón y el desasosiegosaber que no va a ser posibleque todas son luces de Bengala
que él nunca va a estar
que nunca estuvo
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Cautiva en esta pielolga orozco
metida dentro de este hazde estas dentelladas ciegas que doy sin respirometida dentro de esta luztan metida que sólo se inquieta la superficiecuando la ronda tu figuracomo un felino dios que la atisbaraentre sus bigotes y las sombras
metida dentro de esta pielque se agita si la nombrásy como una flor sensitivase irisa se tensa se inflamaquiere expandirse estirarsehasta rodeartey que así la lleves cautiva prisionera para siempre atrapada en vos
tan contentaal fin
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en jardines que huelen a la loca memoria del paraíso prometidoolga orozco
en jardines olorosos envueltos en la pradera más verdeyo quiero amartede cara al solcada pétalo en beso transformadolos árboles enloquecidos todas las hojas aplaudiendo nuestro amor
la magnolia sublimeel jazmín delicadotan hermoso como tus labios
y yo abierta y expandidacomo los pétalos de esa florque más tarde arrancaráspara llevarte de recuerdo
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Y sin embargo acechan como tembladerales palpitantesolga orozco
mis ojos buscan los tuyoscazadores arma en manoatentos a todoal vuelo de la misma avelos crujidos en las ramas secasy su batir de alas reconocen el rastro fiel de tu olorlos reflejos acezantes de tu pelotodo lo advierteny lo guardan en el fondo de tus retinas
para que entonces yosalga a perseguir esos tesoros ardientes
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Y aspira el corazón de cada uno hasta el fondo del otro corazónolga orozco
nunca deseé yo tantonunca quise tanto que un corazónrespondiera con su tam-tam al mío
nunca quise tanto que otra pielviniera a refundar la míacon la misma voracidad de un conquistador en tierras lejanas
nunca deseé tanto que alguiendescubriera los encantos que descubroalumbro y eternizo dentro mío
nunca entendí que todo estaba aquíque la hechicera dormía como una princesaque sólo había que despertarlay dejarla hacer sus pociones tranquila
ahora ella hará realidad todo lo que deseoaunque griten que nolos cuervos de antaño
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como aquellos que saben que la vida es ausencia amordazadaolga orozco
como aquellos que sabenque hay quienes no van a volverpor más que insistamospongamos piedras o flores en su altarhagamos versos o plegarias digamos palabras quedas o gritos destemplados
remarcarán que todo es impertinente y vacíoque nada tiene por qué o cómoni tan siquiera para quéque apenas hay algo que puede ser un acasoy que tampoco es muy certero
como aquellos que lo sabenentoncescaminamos como si supiéramos todoy a veces hasta sonreímos
(la ausencia se perpetúa por detráscomo una cicatriz torpemente disimulada)
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el enjambre furioso, la vibración que atruenaolga orozco
como un enjambre vivoenloquecido cimbreantequejumbroso de júbilos inesperadosaltivo en su sonora celebracióndesmadejado y egregio
un enjambre de amores pasadosahora resueltos en una sola llamarada un corazón regocijante
un enjambre en plena vibraciónélitros astutossublimes néctares desbordados
me siento asíabeja reina de un amor apenas dibujado en el panal del mundopero con el sello de lo inefable ya inscripto en su manto
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Cada cuerpo encerrado en su Babel sin traducción desde el nacimiento
olga orozco
cada uno con su secretosu llave mágica su cadencia personal e intransferible
cada uno con su propia músicacon sus emblemascada uno unosu yo más ínsito e intenso
cada uno con su mundo ajenocon su risa sin par su propio relámpago
cada uno con su mismidadsu múltiple unicidad
cada uno con su deseocon su intempestiva mielcon este ardor dentro
el otro el uno vos yo lo mismo
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Es una vibración de insectos prisioneros en el fragor de la colmena
olga orozco
como llevar un aleteo dentroun zumbido constanteun tambor adosado a los huesosun infernal cúmulo de alasmoviéndose al unísonolibélulas y luciérnagasencendiendo y apagando sus antorchasen lo más profundo del cuerpo
como llevar un enjambre dentroel chapoteo feliz de las ranasy el galope ansioso de los caballospor la orilla del mar
como llevar una melodía a todas partesuna canción la más hermosa vibración coruscante
así es desearte con este deseotan maravillosamente incierto
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No cortes esa flor: es el rescoldo vivo del infiernoolga orozco
apenas quedó un rescoldola última llamita que no se apagay en las noches donde la sed y la soledadse disputan lo que queda de míella convoca a las ánimas que te nombranque te buscan y te desean aúnsin consuelo
todavía queda ese rescoldoy sus cruentas cenizassus lágrimas de amargor contenidolos poemas no dichos los besos que aún guardocomo una flor moribunda
me susurran que aún estásque nunca te fuiste
que yo nunca podré dejarte ir
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Vestigios insolubles de esos vagos tejidos que fragua la nostalgiaolga orozco
esas enaguas que tejen las sombrasmientras del otro lado del corazónse cree ya estar en un nuevo cielo recién descubierto o apenas entrevisto
esas frágiles condenas que tensan los hilosy descubren la verdadera trama por detrásque no hay nada nuevo que todo es igualque lo ido aún perdura que el juego del te extraño nunca se va a acabar
esos torpes remiendos que les hago a los versoscon la esperanza de que ya no perezcanpero es inútilpor detrás las pespuntes siempre aparecen
las heridas de un corazónque se niega a olvidar al que lo traicionó
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Y qué feroz fisura entre mi lengua y cualquier laberinto del lenguaje
olga orozco
qué atroz distancia entre lo que digocon esta lengua demorada en la poesíay lo que siento en las entrañas
qué infernal diferencia me separaa mí misma de míde aquella que antes suspiraba sin pausay de la que ahora se agita a la menor brisade aquella que esperaba milagros inauditosy esta que procura producirlos
qué tremenda bifurcación entre lo que dijey lo que ahora digoentre lo que antes tuve por ciertoy lo que hoy comulgo y pienso
entre el amor que se hacía a sí mismoy esto que espero sea el nacimientode un pasmoso malentendido
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Noches y días fortificada en la clausura de esta pielolga orozco
esta piel te llamacada vez que tu aura se intersectaque manan los briosos acordes de tu vozesta piel te quierete reclama (siempre te va a reclamar más)te desea enterocontra sí contra el mundoesta piel y toda su clausuradibuja laberintos invisiblesecha besos al aire quiere hacerte parte de su trama
esta piel que te llamaque ya es tuyaaunque no puedas verlo
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peligros ardientes que corren como teas en la oscuridadolga orozco
antes eras el peligrola oscura señal de lo prohibidola inhibiciónlo que golpeaba puertas sin abrirlas la sombra que se quedaba siempre en el umbral
antes eras el vándaloel más hermoso criminalel excitante anhelo de hacermi única y portentosa voluntad
la flor más violenta del paraísoel estrépito de la música amadala insoslayable huella de un besoque se derretía junto el oráculo insigne
el hombre que me arrebatabay me deshacía como la espuma al mar
el peligro supremo y ardientela triste encarnación de la soledad
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Y al final el amor, el laberinto ciego que lo confunde todoolga orozco
y al final era estola confusión la confesión el silenciola incomodidad las miradasojos que ya no dicen con tanto requiebro
y al final era estoun laberinto imposibleun nombre impronunciableun lejos que ahora ya no importa
y al final era estola ceguera la ofuscaciónla exageración
soliviantarse tantopor algo tan frágil
la fragilidad del fulgor mismo
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¿Es sedentario el fuego?olga orozco
no me verán nuncaen la vereda de los blandosde los que nunca se exaltan y mantienen la calma a cualquier precio
nunca me veránsonriendo reposadacomo si ya hubiera sido todo dicho
no me verán nuncasostenida por los vahos de la rutinapor la pátina de los resignadoslos envilecidos los satisfechos
yo muerdo con frenesídestrozo la carne y la materiano soporto la medianía quiero la aniquilaciónel ardor el atropello
las ganas de tomar todo por asaltoy sucumbir en el intento
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la inquebrantable fe, el insistente amor, las ataduras con todo lo imposible
olga orozco
y claro que es inquebrantabley claro que es insistentey claro que sigo siendo una con lo imposible
no hay otro ardor que me llameni otra senda que me fustigueno hay nada si no es con alguna de esas banderas
claro que es inquebrantable—no podría no serloclaro que es insistente—no se dará nunca por vencido claro que es imposible—sólo por eso sigo
no hay otro modo en que yo entiendade qué está hecho el mundo
no hay ninguna otra galaxia si no es la que siempre se me niegaluego de ofrecerme el amanecerde su terrible big bang
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juramentos ardientes como constelaciones de luciérnagas ebriasolga orozco
tu trampa ya está listate lo juro
en esta magnoliaque a tu paso se abre frescaen toda su rugiente suntuosidadvas a caer
nada te libraráde la fantástica prisiónque cada noche voy labrandocon palabras luminosassalmos y caricias impertinentes
con la misma magiaque han usado todas las hechiceras
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imágenes ardientes como incrustaciones de vidrio en una llagaolga orozco
imágenes imposibles amadasdeseadas con furor adánicocon ganas de rehacer el mundode nombrar todo de nuevo
imágenes ardorosas apasionadasque me violentanme impetranme obligan a decir que los colibríes nos surquen despacioque el río que nos ve nos lleveen el lomo de su undosa serpiente
y que todos los animales respondan al canto con su titilación sublime
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Yo, que aspiraba a ser arrebatada en plena juventud por un huracán de fuego
olga orozco
y aun aspiroa que un huracán de fuego furiosome arrebate a su centrome deshaga y tome de mí lo que más quiera
aun aspiroa convertirme en un punto ígneoen el péndulo más vertiginoso
aun aspiroa que el ardor jamás se extingaa que la pasión me sumerja en sus aguas
aspiroa llevar tu saborprendido en la lengua para siempre
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Engarcé por igual en la espesura lágrimas y fulgoresolga orozco
lágrimas candentes rebotandochamuscando todo a su pasofulgores imposiblesrelámpagos de dicharemotos tesoros del perdónresabios de lo que se perdió
lágrimas y fulgores que juntosdestilaron el vino de los días sin esperanza
lágrimas y fulgores que hoy cuentancómo fuimos qué dijimosqué lejos estuvimos
desde el mero comienzo
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no haber visto jamás al que no fueolga orozco
no haberlo vistono haber sabido nunca que existíaque había alguien como élpresto a ser investido del más feroz magnetismo
no haber sabido nuncaque sus besos ardían por ser míosque en su abrazo iba a caber como en ninguno
no haber sabido jamásque su música refulguraba en míque hasta el dolor era supremo
no haberlo vistoni tan siquiera intuidopermanecer en la más torpe ignorancia
no andar ahora por el mundobuscándolo en cada unoincluso en quien practica el delicado arte de enamorarme
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(...) nada que se confunda con su nombre desde la piel hasta los huesos?
olga orozco
entonces no hay nada que dé testimoniode este arrojo inacabablede esta furia reconcentrada
ni una sola constelación de vocablosque diga que por aquí pasó este resplandoresta alucinación táctil
nada que declare que hoyque esta misma nochese despeñó en el abismo de la sinrazónque el cuerpo se declaró vencidoy agitó sus banderas blancas
nada entonces que diga hasta confundirsehasta volverse aquello que dice
el beso que nunca habías recibido
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...esta boca con el sabor de «siempre», «tal vez» y «nunca más»olga orozco
fue nunca más antes de ser tan siquiera nuncano llegó nunca a ser siempreprendada a un tal vez que se desmorona
fue nunca más aún antes de haber sidono había chance porfiando insistíprocuré conseguir el anhelado trofeoque mora en las cuencas de tus ojos
porfiada seguiré insistiendocon cada vez menos ahíncotras cada batalla perdidacon menos entusiasmo
pero siempre con ese rescoldoque me proporcionó ese tal vezque a veces se asomapor el fondo de tu mirada
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(tengo que asirme de algo hasta que se atavíe de color lo invisible)
olga orozco
sídebo aferrarmedebo creer que aún es posibleque en un recóndito sueñosucederásque no me engañan los sentidosni las fábulas que tejo y destejocon la misma impaciencia que Penélopedebo insistirdebo persistir en lo esquivotu pelo me sigue invitandotus manos me soliviantany en tu voz aún encuentrotodo lo que había buscado
sídebo aferrarmea este pérfido deseoa este incruento sueño
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Acaso lo sabían ya nuestros corazonesolga orozco
que esto se iba a terminarque un día íbamos a serel recuerdo de un recuerdola memoria de un día y de ciertas nochesel sabor de un abrazola cadencia de un beso
que nada iba a perdurar(aunque perdure)
que la música iba a claudicarque el poema iba a cesarque el sol saldría igualpero ya no sería lo mismo
que todo se iba a volveroscuro y diáfano a la vez
que aquel viejo sentimientosiempre iba a estary nunca se iba a iraun cuando pareciera muerto o ido
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y los cabellos como un haz de llamasolga orozco
un fuego que nunca podré domarun ansia por el desbordellamas que en mis manos seríanaún más naranjassagrados ímpetus de un calderoque pacientemente revuelvo y revuelvoesperando que el milagro se produzcallamas que nunca se apaganaun cuando parezcan extinguidasentregadas a la fría caricia de la cenizallamas que arden sin controlen la espesura de mis sueñosy me sumergen en su alucinación
llamas que por fin me dicen su secretoy me confiesan lo que tu corazónse obstina una y otra vez en negarme
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olas, galope y truenoolga orozco
olasque me llevan me traen me alzan me desvistenme aturden y acompañan
galopetierno fuerte arrebatadocomo el de mi corazóncuando se recorta fiel contra el horizontey el deseo se multiplica como el pan
truenocada vez que te nombrobrota una flor nuevauna hoja y un ojo se abrenlos gatos se inquietan
toda yo me inquietome esponjo me abro me disuelvollevada por una olatraída por el galopeenvuelta en todos los truenos
Editorialde la Universidadde La Plata
Orozquianas, de Analía Pinto, apela a las no-ciones de reescritura y homenaje en forma ex-plícita, algo que en la poesía suele hacerse de modo menos contundente. Aquí se ponen de relieve dichos recursos, como una forma de homenajear y agradecer tanta felicidad depa-rada por la lectura de la Poesía completa de Olga Orozco, de donde fueron extraídos todos los versos utilizados como disparadores. El mundo de Orozco, así, es revelado a través de la admiración y la apropiación poética de algu-nos de sus íconos (como el otoño o los ga-tos), conformando un nuevo caleidoscopio, que también funge de respetuosa ofrenda.
Analía Pinto es poeta, editora y correctora. Recientemente recibida de Especialista Universitaria en Edición, cuenta ya con dos poemarios en su haber: Peaches en Regalia (Ediciones Hespérides, 2008) y Pequeño manual de anatomía masculina (Peces de Ciudad, 2017). Ha participado en numerosas antologías de poesía y como editora ha sido responsable de las tres ediciones del libro multimedial Cirugía. Bases clínicas y terapéuticas y de ¿Por qué escribo? (selección de textos producidos en sus talleres), ambos de libre descarga en el repositorio institucional de la Universidad Nacional de La Plata, SEDICI, donde se desempeña como referencista. Desde el 2010 brinda talleres literarios en forma particular y desde el 2013 en la UNLP.