P35 Estudio Panorámico de la Biblia: Habacuc

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ESTUDIO PANORÁMICO DE LA BIBLIA

Un estudio de los 39 libros del

Antiguo Testamento y 27 libros del

Nuevo Testamento en 66 semanas

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LOS LIBROS DE LA BIBLIA

Génesis

Éxodo

Levítico

Números

Deuteronomio

Josué

Jueces

Rut

1 Samuel

2 Samuel

1 Reyes

2 Reyes

1 Crónicas

Esdras

2 Crónicas

Nehemías

Ester

Job

Salmos

Proverbios

Eclesiastés

Cantares

Isaías

Jeremías

Lamentacione

s

Ezequiel

Daniel

Oseas

Joel

Amós

Abdías

Jonás

Miqueas

Nahum

Habacuc

2. Los Libros Históricos: 12 libros

3. Los Poéticos: 5 libros

EL A.T. SE DIVIDE EN:

1. El Pentateuco: 5 libros

4. Los Profetas Mayores: 5 libros

5. Los Profetas Menores: 12 libros

1. Oseas

LOS PROFETAS MENORES

2. Joel

3. Amós

4. Abdías

5. Jonás

6. Miqueas

7. Nahúm

8. Habacuc

9. Sofonías

10. Hageo

11. Zacarías

12. Malaquías

NOMBRE DEL LIBRO

Hebreo: ֲחַבּקּוק – “Chabaqquwq”,

que significa: “el que abraza”.

Versión LXX: χαββακούμ –

“Jabakoum”, palabra que significa:

“abrazar, sostener”.

El nombre castellano es: Habacuc,

que significa “Abrazar”.

AUTOR: De la vida de Habacuc no sabemos casi nada. De 1:1 y 3:1 se saca la conclusión de que era profeta. Su nombre no aparece otra vez en el AT. Vivió junto a Jeremías en una época de decadencia de la nación. Ad-virtió al pueblo en contra de sus pecados, y anunció que vendría sobre ellos el juicio y Dios usaría a los caldeos para disciplinarlos.

FECHA: Habacuc vivió durante el reinado de

Josías y Joacim, entre los años 630-600 a.C.

EL LIBRO DE HABACUC

Da la impresión de que el malo prospera y el justo sufre. Los hijos de Dios oran, pero pare-ce como si sus oraciones no sirvieran para algo.

EL LIBRO DE HABACUC

PROPÓSITO: El libro empieza con una que-ja. ¿Alguna vez has mirado este mundo con su injusticia y violencia y te has preguntado: ¿Por qué Dios no hace algo?

ESTILO: Los primeros dos capítulos son pro-sa y el último es poesía, un salmo de exalta-ción al Señor.

Se aprecia la preocupación de Habacuc y su duda acerca de la justicia de Dios, al decir: “Porque guarda silencio Dios, mientras los malos prosperan”.

Habacuc no entiende el hecho de que Dios use a una nación mas perversa que ellos para disciplinarlos.

Dios estaba trabajando en el escenario mundial. Babilonia ya había tomado Nínive, la capital de Asiria, cumpliendo la profecía de Nahúm en el 612 a.C.

EL LIBRO DE HABACUC

En el 605 a.C., los babilonios iban a derrotar a los Egipcios en la batalla de Carquemis. Y desde allí se lanzarían hacia el sur y toma-rían Jerusalén, la capital de Judá.

Sus palabras son en muchos aspectos dife-rentes a las de sus predecesores. Los demás profetas se habían dirigido a Israel en nom-bre de Dios, pero Habacuc se dirige a Dios en nombre de Israel. El problema de los pri-meros era el pecado del pueblo; el problema de Habacuc es la inacción de Dios.

EL LIBRO DE HABACUC

El libro presenta el cuadro de un hombre que está perplejo por la forma en que se desarro-llaban los acontecimientos en su país, en re-lación con Dios, y con el mundo en general.

Al tema de este libro podría calificarse como el triunfo de la fe sobre la duda, o llamarse la fe del hombre que duda.

EL LIBRO DE HABACUC

Habacuc quería saber, qué es lo que Dios hacía y por qué. Parecía haber demasiada maldad y a Dios parece no importarle. Habacuc quiere respuestas.

639 630 609 586

Reyes en Judá durante Habacuc

Sedequías

597608

Josías

Joacaz Joacim Joaquín

Caída de JerusalénCaída de Nínive

Habacuc

650 610 530

Profetas Contemporáneos a Habacuc

550570

650 a.C. – 580 a.C.JEREMÍAS

630 590

NAHUM 640 a.C. – 600 a.C.

SOFONÍAS 635 a.C. – 600 a.C.

HABACUC 630 a.C. – 600 a.C.

DANIEL620 a.C. – 530 a.C.

EZEQUIEL600 a.C. – 565 a.C.

ABDÍAS590 a.C. – ? a.C.

DIVISIONES DE HABACUC

CONTENIDO DE HABACUC

1 Queja de Habacuc

v. 1-4 Primera queja

v. 5-11 Dios responde

v. 12-17 Segunda queja

3 Salmo de Confianza y Seguridad

2 Respuesta de Dios

v.1 Firmeza de Habacuc

v.2-20 Razones de Dios

La ley no se cumplía; no se protegía a los inocentes que sentenciaban como culpables. Abogados egoístas y oficiales crueles manipulaban las cortes.

(1:1-4) Habacuc miraba al mundo de su día y veía violencia e injusticia: “¿Hasta cuándo, Señor, te llamaré y no me harás caso? ¿Hasta cuándo clamaré a ti por causa de la violencia, y no vendrás a salvarnos?” (1:2).

(1) QUEJA DE HABACUC

La nación sufría por la iniquidad y la amena-za babilónica que barría por doquier; sin em-bargo, parecía que a Dios no le importaba.

Cuán cierto es que Dios obra en nuestro mundo y que no nos damos cuenta de ello.

(1:5 - 11) Dios responde: "Estoy realizando una obra que te asombrará", dijo; "levantaré a los caldeos, quienes conquistarán a las naciones y serán mis instrumentos para castigar al pueblo".

“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito” (Rom 8:28; RVC).


(1:12-17) La respuesta de Dios le creó un nuevo problema a Habacuc. No entendía cómo un Dios santo usaba a una nación tan malvada para castigar a su pueblo los judíos.

No hacía falta hablarle a Habacuc del terror de los caldeos, porque conocía cuán malos y perversos eran.

Es verdad hemos pecado, dice Habacuc, y merecemos el castigo; pero los caldeos son mucho más perversos que nosotros. Si alguien merece castigo, son ellos.


No hay nada malo en que el creyente luche con los problemas de la vida y trate de resolverlos, pero a veces nos parece como si a Dios no le importara nada y se hubiera olvidado de nosotros.

¿Puede un Dios santo sentarse impávido y ver que a su pueblo lo atrapen como a un pez y lo pisoteen como a un insecto? (v.14).

Los caldeos se jactarían: Nuestros dioses nos han dado la victoria sobre Judá. Yaweh no es el Dios verdadero.


Entonces Dios le aseguró a Habacuc tres cosas maravillosas, en medio de cinco “ayes”, para animarlo y fortalecerlo durante estos días difíciles que se le vendrían.

(2:1-3) En lugar de volverse ateo o agnóstico, Habacuc fue a su cuarto a orar, meditar y esperar en el Señor. Sabía que Dios oía su queja y que pronto le enviaría una respuesta.

Dios en efecto contestó: Tengo un plan y un calendario. Todo será a su debido tiempo, de modo que no te impacientes.

(2) LA RESPUESTA DE DIOS

Romanos 1:17, enfatiza al justo; Gálatas 3:11, enfatiza que vivirá; y Hebreos 10:38, enfatiza que es por fe.

“Aquel cuya alma no es recta, es arrogante; pero el justo vivirá por su fe” (2:4).Este es uno de los versículos más importan-tes de la Biblia. El texto aparece en tres libros del NT: Romanos, Gálatas y Hebreos.

Se describe a dos clases de personas: las que se enorgullecen debido a que confían en sí mismas, y las que son salvas y humildes debido a que confían en el Señor.


En los 5 «ayes» de este capítulo descubrimos los pecados que Dios aborrece: avaricia (2:6); homicidio (2:12); embriaguez (2:15-16); e idolatría (2:19).

Los caldeos eran los que se enorgullecían de sus victorias, sin percatarse de que era Dios quien los capacitó para conquistar.

“Porque así como el mar rebosa de agua, también la tierra rebosará con el conocimiento de la gloria del Señor” (2:14).

Son los mismos pecados que contaminan a la sociedad hoy.


Dios sigue en su trono y no tenemos necesi-dad de quejarnos ni de dudar, porque Él reina e interviene en los asuntos de las naciones.

La promesa sigue en pie, la gloria de Dios un día llenará la tierra, porque Jesucristo volverá, derrotará todo pecado y establecerá su reino milenial.“Pero el Señor está en su santo templo. ¡Que calle delante de él toda la tierra!” (2:20).

Habacuc descubrió que a Dios le importaban mucho los problemas de la vida y que obraba según su plan y tiempo.


Es por ello que el justo vive por fe: “Porque vivimos por la fe, no por la vista” (2 Cor 5:7).

“Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Cor 4:18; RVC).

Si miramos a las circunstancias, nos desani-maremos y desearemos darnos por vencidos, pero si miramos a Dios por fe y hacia adelan-te, a la gloriosa venida de Cristo, nos anima-remos y seremos capaces de avanzar en victoria.


Esta oda fue escrita para la adoración públi-ca. Como se ve por la inscripción “Sigionot” expresión que indica el estilo musical en que está compuesto el salmo(1) y por la notación musical “Selah” en los versículos 3, 9 y 13.

(3:1-2) Después de oír las advertencias, el profeta concluye con una oración y evoca las manifestaciones del poder de Dios; ora por la liberación del pueblo de Dios y expresa una firme confianza en el Dios inmutable.

(3) CONFIANZA Y SEGURIDAD

(1) GILLIS, C. El Antiguo Testamento: Un Comentario Sobre Su Historia y Literatura. El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, (1991).

(3:3-16) El salmo nos lleva a través de la obra portentosa de Dios, a medida que recrea el éxodo, se suceden episodio tras episodio, el viaje desde el Sinaí, las plagas, la marcha en el desierto, el cruce del mar y del Jordán, el extenso día de Josué, etc.

El profeta parece estar parado entre los tiem-pos: mira hacia atrás al Éxodo y adelante al día del Señor. Sin embargo, ni la intervención pasada ni la acción futura alivian su problema, anhela ver una demostración del poder de Dios en las circunstancias que atraviesa.


“Y el resplandor fue como la luz; rayos brillan-tes salían de su mano, y allí estaba escondido su poder” (3:4).


Habacuc, al revivir las victorias del pasado se siente tan sobrecogido como alentado. Al recordar la obra salvadora de Dios se afirma su valentía, mientras espera el ataque del enemigo. La invasión podría ser devastadora, pero la fe de Habacuc permanece intacta.

Recuerden que la invasión de los babilonios era inminente.

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación… Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil 4:11, 13).

Habacuc al igual que Pablo, aprendió a confiar en el Señor ante cualquier situación, porque había contemplado al Dios viviente.


Habacuc sabía que Dios obró en el pasado y podía confiar en que Él obraría en el presente y en el futuro. Las montañas temblaron ante el Señor y lo mismo ocurriría con los caldeos.

“Aunque la higuera no florezca, ni en las vi-des haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en el Señor, y me gozaré en el Dios de mi salvación” (3:17-18).

(3:17-19) Son una de las más grandes confe-siones de fe que se hallan en la Biblia.


Sea lo que sea que podamos estar enfrentan-do, incluso la ruina económica, nuestra confianza descansa en el Señor.

“El Señor es mi fortaleza el cual hace mis pies co-mo de ciervas, y en mis alturas me hace andar”(3:19).


Jesús como el gran ma-cho de la manada cuida-rá de todo su rebaño. Él también cuidará de ti.

Tan sólo pon tus pies en Sus huellas y estarás seguro(a).

Tenemos la Biblia para estudiar y Habacuc no la tenía.

Habacuc miraba a través de la niebla y se ma-ravilló del programa de Dios, pero en Cristo nosotros conocemos los planes de Dios para esta era.

Tenemos la vida, muerte, resurrección y ascen-sión de Jesús, así como la promesa de su veni-da. Si alguien debe andar por fe y regocijarse en el Señor, es la iglesia cristiana de hoy.

CONCLUSIÓN

A menudo dudamos, nos quejamos e incluso criticamos a Dios por lo que hace. Aprende a esperar en Él, como lo hizo Habacuc.

(1) Debemos admitirlos con sinceridad.

Habacuc nos enseña a cómo lidiar con los problemas de la vida:

(2) Debemos hablarle a Dios al respecto.

CONCLUSIÓN

(3) Debemos esperar en silencio delante de Élen oración y meditación en la Palabra.

(4) Cuando te hable, escúchalo y obedécelo.

Nunca huyas de las dificultades, pues Dios quiere usarlas para fortalecer tu fe.

Dios había usado sus preguntas como vehículo para lograr que Habacuc se le acercara más.

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Gracia Calvary Chapel

© Lima, 09 agosto, 2015

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