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Argentina: Un país libre de paludismo: El camino de Carlos Alvarado y Ramón Carrillo Situación epidemiológica de las infecciones respiratorias Vigilancia de leishmaniosis visceral Alerta epidemiológica por sarampión África: El éxito del control de la malaria está en riesgo España: Ya son 205 las personas afectadas por el brote de listeriosis Israel: Detectan mosquitos infectados con el virus del Nilo Occidental en barrios de Jerusalem Tailandia: Reportan 23 muertes causadas por Streptococcus suis en lo que va del año Taiwán: Primer caso de hantavirosis del año La interacción con la policía condiciona la prevalencia del VIH en usuarios de drogas Colombia: Reportan 161 casos de leishmaniosis hasta la fecha en Tolima Estados Unidos: Brote de Hepatitis A en un club de golf de New Jersey: un muerto y 27 infectados Estados Unidos: New York anuncia el fin del brote de sarampión Honduras: El peor brote de dengue en la historia del país ya causó 116 muertes

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Argentina: Un país libre de paludismo: El camino de Carlos Alvarado y Ramón Carrillo

Situación epidemiológica de las infecciones respiratorias

Vigilancia de leishmaniosis visceral

Alerta epidemiológica por sarampión

África: El éxito del control de la malaria está en riesgo

España: Ya son 205 las personas afectadas por el brote de listeriosis

Israel: Detectan mosquitos infectados con el virus del Nilo Occidental en barrios de Jerusalem

Tailandia: Reportan 23 muertes causadas por Streptococcus suis en lo que va del año

Taiwán: Primer caso de hantavirosis del año

La interacción con la policía condiciona la prevalencia del VIH en usuarios de drogas

Colombia: Reportan 161 casos de leishmaniosis hasta la fecha en Tolima

Estados Unidos: Brote de Hepatitis A en un club de golf de New Jersey: un muerto y 27 infectados

Estados Unidos: New York anuncia el fin del brote de sarampión

Honduras: El peor brote de dengue en la historia del país ya causó 116 muertes

Editorial A

Autor: Dr. Tomás Agustín Orduna1

En mayo de 2019, setenta y dos años después del lanzamiento del Plan 47 por parte del ministro de Salud Dr. Ramón José Carrillo en 1947, Argentina logró la certificación otorgada por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) de “país libre de la transmisión autóctona de paludismo”. Es el segundo país de las Américas en obtener ese logro en los últimos cuarenta años, después de Paraguay, que lo acreditó en 2018.

Sin duda se trata de un gran acontecimiento para la salud pública, no solo argentina, sino también de la región latinoamericana en su conjunto. Ha sido un recorrido arduo y con muchos altibajos propios de cambios de gobiernos y de sus políticas sanitarias, pero que, a diferencia de otras patologías con programas y planes para su control que no han logrado los objetivos planteados, se ve coronado, luego de casi una década de interrupción de la transmisión en el Noroeste Argentino y el Noreste Argentino, con el cumplimiento de la meta que alguna vez se planteara el Dr. Carlos Alberto Alvarado, a cargo del Programa de Paludismo de la Nación desde 1946 hasta 1954, por designación del Dr. Carrillo y el presidente Juan Domingo Perón.

En 1947, el paludismo constituía la enfermedad infecciosa transmitida por vectores de mayor incidencia, con más de 250.000 casos por año, con una amplia distribución en regiones del centro y norte del territorio argentino y con transmisión activa entre octubre y mayo. Al finalizar 1949, como resultado del accionar de dos años de lucha ininterrumpida contra el mosquito vector, Anopheles sp., y con la adecuada respuesta asistencial para realizar diagnóstico y ofrecer el tratamiento necesario a cada especie de plasmodio involucrada, se logró reducir los casos a menos de 2.000 pacientes. A partir de ese éxito la endemia se mantuvo con una baja incidencia y disminución importante del área geográfica con transmisión, pero con dificultades para su control definitivo por distintas razones. Entre ellas, la presión ejercida por la situación de la parasitosis en los países limítrofes de Paraguay

1 Jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero (Centro Municipal de Patología Regional y Medicina Tropical, CEMPRA-MT). Hospital de Infecciosas ‘Dr. Francisco Javier Muñiz’, Buenos Aires.

y Bolivia, motivos de índole política por períodos de discontinuidad en las acciones de control, y la presencia en las últimas cinco décadas de Plasmodium vivax como única especie autóctona, situación que complejiza habitualmente la posibilidad de eliminar la transmisión en virtud de las recaídas que se producen por la presencia de formas residuales en el hígado del paciente (hipnozoitos).

Pero como ha quedado demostrado este año, la continuidad de las tareas para el control y asistencia de pacientes de un programa nacional, con el apoyo de los ministerios de Salud de las provincias palúdicas históricas, es la razón del logro obtenido. Es decir, una política de Estado aplicada a lo largo del tiempo. Un ejemplo a seguir en otras áreas en las que la posibilidad de alcanzar la meta propuesta requiere de dicha continuidad temporal y contigüidad geográfica, única posibilidad de tener éxito y concretar los objetivos planteados, como nos enseñara el profesor Aluízio Rosa Prata, de la Universidad de Uberaba (Brasil), en sus magistrales clases dictadas dentro del Programa de Formación de Médicos Tropicalistas en la década de 1980.

Ahora, el desafío continúa hacia el futuro, pues debe fortalecerse la vigilancia epidemiológica para evitar la reintroducción del paludismo en las áreas receptivas de Argentina. Para ello es fundamental tener equipos de salud capacitados en su formación profesional, tanto en el nivel de la atención primaria como en los hospitales de mayor complejidad, y que cuenten con un alto nivel de alerta para pensar en esta parasitosis dentro de la vigilancia del síndrome febril indiferenciado, tanto en pacientes locales como en aquellos que provengan de áreas de transmisión activa de paludismo. La accesibilidad a servicios de diagnóstico calificados es de fundamental importancia, junto con la provisión de la medicación recomendada de elección, para mitigar la progresión de la enfermedad a cuadros graves, desde el punto de vista asistencial individual, y lograr la eliminación rápida de una potencial fuente de adquisición de formas sexuadas del parásito para los mosquitos vectores, evitando un potencial brote epidémico.

La capacidad de Argentina para continuar el camino con las acciones necesarias propuestas, que deben contemplarse dentro de un plan de salud, será el mejor reconocimiento a los pioneros y a quienes prosiguieron su trabajo y constituirá la manera de proteger a la población de este histórico flagelo tropical hoy eliminado del país.

Córdoba A

En el marco del Plan Sanitario de Contingencia que se pone en marcha en Córdoba durante cada temporada invernal, se actualizó la información sobre la evolución de las infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) en la provincia.

En las últimas dos semanas se mantuvo estable el número de consultas por IRAB, las que representaron 26% del total en las instituciones que reportan a la sala. En pediatría, si bien se produjo un aumento en el número absoluto de internaciones por IRAB, el porcentaje disminuyó de 53 a 47%. En hospitales con internación neonatal, el número de internaciones por IRAB fue de 7%.

Los casos de influenza son 395 desde el inicio de la temporada. De ese total, 54% correspondió a influenza A(H3N2); 29% a influenza A(H1N1), y 5% a Influenza B. En tanto, 120 casos correspondieron a menores de 5 años, de los cuales 48 no habían recibido la vacuna antigripal, pese a estar indicada.

En cuanto a las coberturas de esta vacuna, en niños de 6 a 24 meses se ha alcanzado 84% en la primera dosis y 64,4% en la segunda; en mujeres embarazadas la cobertura es de 60%; en equipo de salud, 100%. En personas mayores de 65 años, las dosis aplicadas hasta el momento son 101.384 y en el grupo de personas con enfermedades crónicas, 155.704. En todos los grupos, la provincia de Córdoba continúa ubicándose por encima de la media nacional. En total, se aplicaron hasta el momento 434.117 dosis; solo 4.500 menos que el total de dosis aplicadas en toda la temporada pasada.

En cuanto a la tos convulsa, en lo que va de la temporada se registraron 181 casos, de los cuales 70% correspondió a menores de 6 meses. Al respecto, Marcela Yanover, directora de Maternidad e Infancia, explicó que el pico se dio en la semana epidemiológica 27 (a principios de julio), pero que en las últimas semanas viene descendiendo la cantidad de casos nuevos.

Argentina A

Tabla 1. Casos notificados y confirmados, según provincia y región. Argentina. Años 2018/2019, hasta semana epidemiológica 32. Fuente: Secretaría de Salud de Argentina.2

Los casos que se registran en Noreste Argentino y Noroeste Argentino son casos autóctonos, todos ellos niños, de los cuales la mayoría son menores de 1 año y ninguno mayor de 5 años. Según los registros, todos fueron estudiados en el contexto de ‘síndrome febril prolongado’.

Los casos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son importados: uno corresponde a un adulto de 25 años y otro a un niño menor de 1 año; ambos viajaron a Paraguay, por lo cual se los considera importados.

2 Los casos notificados incluyen casos sospechosos, probables, confirmados y descartados. Se listan solamente las provincias y regiones que han notificado casos.

En virtud de la situación de brote de sarampión en Brasil y otros países de la región y el mundo, y la confirmación de un caso en un ciudadano argentino con antecedente de viaje, la Secretaría de Gobierno de Salud emitió un alerta.

Se confirmó un caso de sarampión en un hombre de 44 años residente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, atendido en un efector privado, con antecedente de viaje a Brasil. Comenzó con fiebre el día 10 de agosto, agregando exantema cuatro días después. El caso se confirmó por serología (IgM positiva en suero) y seroconversión de IgG, así como reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR) positiva en orina. Las muestras fueron procesadas por el efector privado y se confirmaron en el Laboratorio Nacional de Referencia de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) ‘Dr. Carlos Gregorio Malbrán’. Se encuentran en desarrollo las pruebas para la identificación del genotipo y el linaje viral.

La fuente de infección está en investigación. Se iniciaron acciones de prevención y control en los contactos del caso, quienes se encuentran bajo seguimiento.

Desde la eliminación de la circulación endémica del sarampión en Argentina en el año 2000, se confirmaron 49 casos importados o relacionados a importaciones. Los principales brotes ocurrieron en el año 2010 (17 casos) y 2018 (14 casos agrupados en tres brotes). En el corriente año se confirmaron seis casos de sarampión, incluyendo el caso actual. De éstos, cinco fueron residentes argentinos y uno turista.

En la Región de las Américas, en el corriente año, se notificaron más de 4.500 casos confirmados de sarampión. Los países con más casos son Brasil con 2.561 (98,6 % en el Estado de São Paulo) y Estados Unidos con 1.234 casos (más de 75% relacionados con un brote en New York). También se registraron casos en Venezuela (471), Colombia (189) y Canadá (107). Casos aislados se registraron en Argentina, Chile, Costa Rica, México, Perú y Uruguay.3

3 Puede consultar el informe completo haciendo clic aquí.

América A

Según un nuevo reporte de la Secretaría de Salud de Tolima, en el departamento se registran 161 casos de leishmaniosis en lo que va de este año. El mayor número de personas contagiadas con esta enfermedad transmitida por vectores, se reporta en la localidad de Falan; sin embargo, las personas infectadas ya vienen recibiendo apoyo, señaló Eduardo Alfonso Lozano Guarín, profesional de vectores de la Secretaría de Salud de Tolima.

En lo que va del año se han confirmado 15 casos en el municipio, según Valentina Castañeda, secretaria de Salud de Falan.

Eduardo Lozano señaló que el proceso se ha iniciado frente a los casos reportados durante el mes de julio en la localidad y los sumados a estos en la región tolimense.

“En Falan hubo una situación especial, en la que la comunidad solicitaba mosquiteros; debemos tener en cuenta que municipios como Falan, Herveo, Palocabildo y Mariquita, son las zonas más endémicas para el desarrollo de esta enfermedad, por eso son los que mayor número de casos reportan”.

El funcionario indicó que se viene desarrollando un trabajo con las direcciones de salud. Sin embargo, en lo que va de 2019 se han presentado 161 casos en todo Tolima, permaneciendo las cifras estables a comparación del año anterior y mejorando notoriamente en cifras sobre la epidemia que se vivió en el departamento en el año 2016, siendo una noticia positiva para la región, la población y el trabajo de las entidades de salud.

La hepatitis A es una infección viral del hígado sumamente contagiosa. Causa inflamación y afecta esencialmente al funcionamiento del hígado. La mayor probabilidad de contraer la enfermedad es por ingerir alimentos o agua contaminados. La mayoría de los pacientes se recuperan por completo y hasta algunos no necesitan tratamiento. Por eso, lo que ocurrió en New Jersey, Estados Unidos, sorprendió a las autoridades sanitarias de ese país.

Un grupo de al menos 28 miembros del Mendham Golf & Tennis Club contrajeron hepatitis A, de los cuales uno murió, confirmaron funcionarios del área de Salud.

Las primeras hipótesis hablan de la manipulación de alimentos infectados y que “fueron probablemente los que ocasionaron el brote”. Se estima que las personas estuvieron expuestas al virus entre el 9 y el 30 de junio.

Los especialistas aseguran que una de las mejores maneras de protegerse contra el mal es practicar una buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia. Las personas con mayor riesgo pueden aplicarse la vacuna que es totalmente efectiva.

En el caso del club norteamericano, se sospecha que fue una cena de una noche puntual la que disparó los casos, en donde quien manipuló los alimentos pudo haber tenido en sus manos partículas imperceptibles a simple vista de materia fecal.

El Departamento de Salud de New York anunció el 3 de septiembre el fin del brote de sarampión en la ciudad, que llevó a que el pasado abril se declarara la “emergencia pública” por la enfermedad, que afectó especialmente a varias comunidades judías ortodoxas en el distrito de Brooklyn.

Aunque no se han reportado nuevos contagios desde mediados de julio, cuando se informó de que se habían acumulado 654 casos desde que comenzó el brote en octubre, el Departamento de Salud advirtió de que continuará vigilando de cerca la situación.

“Poner fin al brote de sarampión requirió una amplia colaboración con organizaciones comunitarias y líderes judíos. Ellos ayudaron a fomentar las vacunas y alcanzar niveles récord de inmunización en partes de Brooklyn”, reconoció el alcalde Bill de Blasio, que el pasado 9 de abril decretó la emergencia de salud pública.

Agregó que la ciudad se mantiene alerta ante el regreso del curso escolar esta semana. “Para mantener seguros a nuestros niños y comunidades, insto a todos los neoyorquinos a vacunarse. Es la mejor defensa que tenemos”, afirmó.

El brote enfrentó a las autoridades neoyorquinas, que bajo amenaza de multa obligaron a la vacunación, y a miembros de la comunidad judía que se oponían a acatar el dictamen alegando que se coartaban sus libertades religiosas.

En medio del enfrentamiento, avanzaba el brote, –que llegó a extenderse por el estado– y del total de 654 casos registrados en la ciudad, 80% (525 casos) fueron en menores de 18 años.

De acuerdo con el Departamento de Salud, 73% de los casos que se contagiaron con sarampión no estaban vacunados, el 7% no había completado todas sus vacunas y el 15% no sabía el estatus de sus vacunas.

Aunque hubo casos en los cinco condados, 72% se registró en Williamsburg, en el distrito Brooklyn, situado en el sureste de la ciudad.

Las autoridades administraron en este vecindario y en el de Borough Park, también en Brooklyn, 15.541 dosis de la vacuna triple viral desde que se decretó la emergencia pública.

“El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas. Puede que ya no haya transmisión local de sarampión en la ciudad, pero la amenaza sigue con otros brotes en Estados Unidos y alrededor del mundo”, advirtió hoy la directora del Departamento de Salud, Oxiris Barbot.

“Nuestra mejor arma contra posibles nuevos contagios es teniendo una ciudad bien inmunizada”, señaló Bardot.

De acuerdo con Salud, existen aún grandes brotes de la enfermedad en Europa e Israel, así como en países de Sudamérica, África y Asia y exhortó a los neoyorquinos a acudir a sus médicos antes de hacer viajes internacionales para que se aseguren de que están vacunados adecuadamente así como a los padres con niños entre los 6 y 11 meses de edad.

La agencia sanitaria recordó, además, que se requiere que los niños que asisten a guarderías y escuelas tienen que estar vacunados contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola a menos que exista una exención médica, como exige una nueva ley.

Indicó además que las autoridades sanitarias de ciudad y el estado han enviado cartas a escuelas públicas y privadas, centros de cuidado infantil y parientes para dar a conocer los nuevos estándares sobre las vacunas.

“La comunidad judía ortodoxa toma en serio la salud. Si bien sus tasas de vacunación siempre han sido altas, los viajes internacionales y una estructura muy unida y centrada en la familia dejaron a nuestra comunidad particularmente vulnerable al sarampión, una enfermedad altamente contagiosa”, indicó por su parte Avrohom Weinstock, de la organización ortodoxa Agudath Israel of America.

Indicó que debido a la situación “necesitábamos hacer más” y que por ello Agudath Israel y muchos otros grupos judíos ortodoxos y profesionales de la salud tomaron la iniciativa para facilitar el acceso público a vacunas e información de salud, esfuerzos que “han ayudado a poner fin a este brote”.

Murieron once personas por dengue en Honduras, lo que aumenta a 117 el número de víctimas mortales a causa de esa enfermedad en lo que va del año, según informaron el 1 de septiembre fuentes oficiales de la Secretaría de Salud.

El subdirector de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), Julio César Quiñónez Espino, dijo que los nuevos casos de muerte por dengue grave, fueron confirmadas mediante laboratorio. Agregó que otros 33 casos de muerte por dengue han sido descartados y más de 50 están aún bajo análisis de laboratorio.

“Seguimos trabajando y haciendo un enorme esfuerzo por bajar la incidencia, llevamos cuatro semanas consecutivas en que los casos de dengue han venido en descenso, pero desgraciadamente se confirmaron 117 muertes”, subrayó Quiñónez. Este año, según cifras de la Secretaría de Salud, se registran unos 66.000 casos de dengue en Honduras, en lo que constituye la peor epidemia de esa enfermedad en el país centroamericano.

El funcionario señaló que cerca de 70% de los fallecidos eran menores de 15 años y el mayor número de infectados por dengue se concentra en los departamentos de Cortés, Santa Bárbara y Comayagua, en el norte, occidente y centro hondureño. Las autoridades hondureñas han emprendido en las últimas semanas medidas para evitar la proliferación del dengue, como la fumigación en las viviendas y la capacitación del personal hospitalario, y han continuado haciendo llamamientos a la población a mantener limpias sus casas para frenar la epidemia.

En 2018, en Honduras se registraron cuatro muertes por dengue grave, según cifras oficiales. Entre enero pasado y el 9 de agosto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) registró más de 2 millones de casos de dengue en América, con una incidencia de 207,9 casos cada

100.000 habitantes, y 723 muertos. Guatemala, Honduras y Nicaragua han decretado alertas epidemiológicas en sus territorios. A mediados de agosto, Honduras y Nicaragua acordaron combatir de forma conjunta el dengue.

De acuerdo con el último informe de la OPS, Nicaragua tiene una incidencia de 736,47 casos cada 100.000 habitantes, seguida de Brasil con 645,58, Honduras con 464,39, y Belice, que reporta 169,37.

El mundo A

En el primer estudio genómico de parásitos de la malaria en todo el continente africano, se descubrieron las características genéticas de los parásitos de Plasmodium falciparum que habitan en diferentes regiones del continente, incluidos los factores genéticos que confieren resistencia a los medicamentos antimaláricos.

Esto arroja nueva luz sobre cómo la resistencia a los medicamentos está emergiendo en diferentes lugares y avanzando por varias rutas en África, poniendo en riesgo el éxito anterior en el control de la malaria.

La investigación proviene de la primera red de científicos africanos, la Red Africana de Diversidad de Plasmodium (PDNA), para trabajar con herramientas genómicas para estudiar la diversidad de parásitos de la malaria en todo el continente.

Se estudió la diversidad genética de las poblaciones de P. falciparum endémicas de varios países del África Subsahariana, incluidos Etiopía y Ghana. Los datos de vigilancia genómica ayudarán a rastrear la aparición y propagación de cepas resistentes a los medicamentos, intensificando los esfuerzos para eliminar la malaria.

La malaria sigue siendo un problema mundial, con la especie de parásito más mortal P. falciparum prevalente en África Subsahariana. Entre 2000 y 2015, un impulso continuado

para eliminar la enfermedad provocó que las muertes mundiales por malaria se redujeran a la mitad, de 864.000 a 429.000 por año.

En 2015, 92% de las muertes mundiales por malaria ocurrieron en África, y 74% de ellas en niños menores de cinco años. Pero los hallazgos de un nuevo estudio sugieren que este progreso puede estar en riesgo si no existen nuevas formas de tratamiento.

Aunque la población de parásitos P. falciparum en África Subsahariana es extremadamente diversa genéticamente, investigaciones anteriores sugirieron que esta diversidad era relativamente similar en todo el continente. También se pensó que el flujo de material genético tendía a ser de este a oeste, y se creía que la resistencia a las drogas antimaláricas se originaba en el Sudeste Asiático.

Sin embargo, los resultados de este nuevo estudio indican que los parásitos P. falciparum son genéticamente distintos según la región de África en la que se encuentran.

Además, se descubrió que estas poblaciones regionales comparten material genético en todas las direcciones, incluidos los genes que pueden conferir resistencia a los medicamentos antimaláricos, con nuevos tipos de resistencia a los medicamentos que emergen en diferentes partes de África. Se cree que la migración humana, incluida la resultante de la actividad colonial, jugó un papel en la evolución de P. falciparum en África.

La PDNA recolectó muestras de P. falciparum de 15 países africanos y se secuenciaron sus genomas. Los datos genéticos en estas muestras, junto con otros datos africanos, se analizaron para rastrear la conectividad ancestral entre las diversas poblaciones de parásitos.

Al contrario de los resultados de estudios previos, se identificaron en distintos países occidentales, centrales y orientales, poblaciones de P. falciparum, así como una población etíope altamente divergente.

Todas ellas compartieron el material genético procedente de todas las direcciones, lo que indica que el flujo de genes es multidireccional, en oposición al unidireccional de este a oeste como se pensaba anteriormente. Esta es información crucial para comprender cómo se está desarrollando la resistencia a los medicamentos contra la malaria en África.

El hecho de que la población de parásitos etíopes está muy diferenciada de las del resto de África, sugiere que la migración humana puede haber influido en la ascendencia de los parásitos de la malaria.

La población humana en Etiopía también tiene una ascendencia distinta a la de otros en África, lo que sugiere que la falta de colonización del país podría explicar su estado atípico. Por el contrario, los parásitos de las antiguas colonias francesas distantes comparten material genético.

Los resultados confirmaron que las poblaciones de P. falciparum han compartido información genética a lo largo del tiempo, particularmente los genes asociados con la resistencia a los medicamentos antimaláricos.

Lo más preocupante es que se detectaron firmas genéticas fuertes en el cromosoma 12 en muestras de P. falciparum de Ghana y Malawi, lo que aumenta la posibilidad de que la evolución reciente del parásito pueda comprometer la efectividad de las terapias combinadas basadas en artemisinina (ACT). Los ACT combinan múltiples medicamentos antimaláricos en un tratamiento para superar la resistencia a uno o más medicamentos individuales.

Cualesquiera que sean los factores históricos que afectan el flujo de genes entre las distintas poblaciones de P. falciparum, el flujo multidireccional identificado aumenta la posibilidad de

propagación continental de la resistencia a las terapias combinadas basadas en artemisinina, que podrían surgir de cualquier parte de África.

Este estudio es un paso importante para continuar rastreando la propagación de la malaria resistente a los medicamentos en África en un momento crucial, cuando los esfuerzos para eliminar la enfermedad ahora se estancan y la perspectiva de cepas de P. falciparum resistentes a múltiples medicamentos en África en el horizonte.

Esta investigación podría tener implicaciones para el futuro de la investigación y el control de la malaria en África Subsahariana. Al estudiar la diversidad genética de la malaria en un área tan vasta y diversa, se reveló la presencia de diferencias genéticas clave dentro de las cepas del parásito P. falciparum en África.

Esto podría proporcionar información vital sobre cómo se está desarrollando la resistencia a los medicamentos en toda la región y supone un claro recordatorio de que el progreso logrado para combatir la malaria en África Subsahariana está en riesgo de estancarse a menos que se puedan desarrollar tratamientos nuevos y efectivos.4

El brote de listeriosis provocado por la carne mechada y otros productos de la marca ‘La Mechá’, el mayor registrado en la historia de España, ha sido el causante de un nuevo aborto, con lo que suman ya seis las mujeres embarazadas que han abortado por ingerir productos contaminados, cinco de ellas en Andalucía. Así lo confirmó José Miguel Cisneros Herreros, portavoz del grupo de seguimiento de la crisis de la Junta de Andalucía, que reveló que han establecido un protocolo para las mujeres embarazadas cuyo objetivo es reducir el riesgo real de pérdida del embarazo y la infección del recién nacido: se va a llamar a todas para recomendar a aquellas que han consumido productos de la empresa Magrudis que se traten con antibióticos.

La Junta empezó a trabajar en el nuevo protocolo el 30 de agosto, cuando se confirmaron dos nuevos abortos en Andalucía. El 3 de septiembre comenzó a presentarse a todos los médicos del Servicio Andaluz de Salud, especialmente médicos de atención primaria y ginecólogos, para que empiecen a aplicarlo. “Nos basamos en los efectos que hemos visto a lo largo de este brote, que un tratamiento inmediato en embarazadas con amoxicilina es eficaz contra Listeria monocytogenes, porque la frecuencia de abortos ha sido muy inferior que la media de embarazadas con listeriosis, y que la amoxicilina no es perjudicial ni para las embarazadas ni para el feto”, señaló Cisneros.

Con el protocolo se busca reducir el riego de pérdida del feto en las embarazadas asintomáticas que han consumido carne mechada de Magrudis y es a ellas a quien va exclusivamente dirigido. Los médicos irán llamando a sus pacientes y a aquellas que hayan

4 Puede consultar el artículo completo, en inglés, haciendo clic aquí.

comido ese producto se les dará cita presencial. A partir de un algoritmo que se ha desarrollado se les explicará las ventajas del tratamiento con antibióticos. “El tiempo nos dirá si el protocolo produce beneficios clínicos, pero los resultados obtenidos hasta ahora nos permiten ser optimistas”, recalcó Cisneros. Este nuevo procedimiento ha sido avalado por ocho sociedades científicas.

L. monocytogenes es un patógeno casi inocuo para la mayoría de las personas sanas, pero que puede ser letal para aquellas que tienen el sistema inmunológico debilitado y para bebés en gestación, como ha quedado patente en este brote que se ha cobrado la vida de tres personas y ha afectado a más de 200. La asociación de consumidores FACUA informó, además, de otra persona que comió la carne contaminada en febrero.

La interrupción del embarazo de las mujeres gestantes es la consecuencia más común de la listeriosis en los primeros meses. Si el contagio se produce en el tercer trimestre, se eleva el riesgo de sufrir un parto prematuro y los bebés afectados pueden presentar encefalopatías, retraso mental y arrastrar graves secuelas neurológicas. Detectada a tiempo la infección, el tratamiento con antibióticos en la madre es altamente efectivo.

Cisneros informó que la misma cepa de la bacteria detectada en los productos y en los análisis de superficie de Magrudis estaba circulando ya en marzo. Los técnicos lo han confirmado tras analizar en laboratorio las muestras de enfermos aisladas entonces. Esta información se ha obtenido a partir del primer informe de tipificación molecular de la cepa del brote que remitió el Centro Nacional de Microbiología del Instituto Carlos III a la Junta de Andalucía el 2 de septiembre.

El Instituto Carlos III recibió 47 muestras aisladas, 38 de las cuales eran muestras clínicas de pacientes; ocho, muestras de carne mechada de Magrudis y una de una superficie de la fábrica. De ellas 34 –entre las que se encuentran las tomas de pacientes y todas las relacionadas con Magrudis– son idénticas molecularmente y constatan que forman parte del mismo brote con origen en la carne ‘La Mechá’. Entre ellas hay dos muestras tomadas de dos pacientes en el mes de marzo y que también son exactamente iguales que la cepa origen del brote. “Se trata de una cepa que en marzo estaba en aislamiento y que en julio derivó en un brote, cuando se produce un clúster de casos”, explicó Cisneros, quien no quiso vincular los casos de marzo con la cárnica sevillana. “Esto no nos indica el origen del brote, sino que nos va a ayudar a determinar en qué momento se originó”, insistió.

Para José Juan Rodríguez Jerez, profesor titular de Nutrición y Bromatología por la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Seguridad Alimentaria, que se haya constatado que había una cepa idéntica a la de la carne de Magrudis en marzo es indicativo de que “o la empresa no hacía controles o no hacía caso de lo que los controles le indicaban”. Rodríguez recordó que la cantidad máxima de L. monocytogenes admitida en un producto es de 100 bacterias por gramo –en las muestras del brote que se enviaron a la Comisión Europea la presencia era de 15.000 por gramo–. “Si en marzo ya estaba a niveles suficientes como para provocar listeriosis es porque llevaba desarrollándose tiempo atrás, probablemente un año antes. Cuando los análisis detectan L. monocytogenes en una planta hay margen para actuar. Este caso evidencia que o no se hicieron los controles para hallarla o si se realizaron, no se hizo nada al respecto”, insistió.

En el caso del nuevo aborto, producido antes de la semana 22 y en un centro de Málaga, se sabe que la mujer consumió carne mechada contaminada y ahora se está pendiente de resultados microbiológicos El portavoz del grupo de seguimiento informó de un nuevo caso en un niño con cáncer, que se está analizando para determinar si pertenece a la misma cepa.

Con este caso, el número de afectados asciende a 205 en Andalucía. El número de hospitalizados en la región es de 46, de los que 14 son embarazadas. Dos pacientes siguen ingresados en unidades de cuidados intensivos.

El Ministerio de Medio Ambiente de Israel declaró que el 4 de septiembre descubrió mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental en el lecho de un arroyo de Jerusalem, lo que suscitó la preocupación de que la enfermedad pudiera propagarse a la población local.

En Wadi Al-Hafi, entre los barrios septentrionales de la capital, Neva Yakov y Pisgat Zeev, se encontraron mosquitos portadores del virus.

“La detección de mosquitos infectados por el virus del Nilo Occidental representa un riesgo de brotes de la enfermedad”, dijo el ministerio en un comunicado.

El año pasado, tres personas murieron y docenas enfermaron en uno de los peores brotes de los últimos años.

El Ministerio declaró que exige que la ciudad de Jerusalem adopte medidas inmediatas para luchar contra esta amenaza, incluida la notificación a los residentes y otras personas de la zona que pasan tiempo al aire libre, por ejemplo, haciendo excursiones.

Además, el Ministerio ordenó la vigilancia de todas las fuentes potenciales de incubación de larvas de mosquitos y “el control inmediato de plagas utilizando compuestos aprobados por el Ministerio en caso de infestación de larvas o mosquitos”.

La combinación de agua estancada y altas temperaturas es ideal para la reproducción de los mosquitos, destacó el ministerio, y señaló que tales condiciones son más comunes en los meses de verano.

Los derrames de aguas residuales, así como las lluvias estivales causadas en parte por el cambio climático, pueden crear excelentes condiciones para la reproducción de los mosquitos, señaló el comunicado.

Desde principios de año, se han detectado mosquitos vectores del virus del Nilo Occidental en ocho lugares de todo el país. El ministerio pidió a las autoridades locales que redoblaran sus esfuerzos para reducir los posibles daños causados por los mosquitos infectados.

Según el ministerio, las autoridades locales son responsables de controlar los mosquitos. La declaración también recomendaba que los ciudadanos adoptaran medidas adicionales, como drenar el agua estancada de los patios, jardines y refugios antiaéreos, instalar mosquiteros en las ventanas de sus casas y utilizar repelentes de mosquitos si fuera necesario.

Las medidas preventivas en Israel incluyen esfuerzos interinstitucionales para detectar y monitorear mosquitos infectados, dijo la declaración.

El Departamento de Control de Enfermedades de Tailandia reportó 265 casos de infección por Streptococcus suis este año hasta el 17 de agosto, incluidas 23 muertes.

Los casos se reportaron principalmente en las regiones del norte, seguidas de las regiones del noreste. Las provincias con más casos son Uttaradit, Nakhonsawan y Phrae.

La mayoría de los casos fueron hombres mayores de 65 años, seguidos por hombres mayores de 45 años. Las ocupaciones con mayor riesgo son los trabajadores agrícolas y los trabajadores en general.

La infección por Streptococcus suis tiende a ocurrir esporádicamente, en especial en las regiones de alto riesgo, debido al consumo de un plato popular local, que incluye carne de cerdo cruda con sangre fresca (conocido localmente como lahp-moo) y al contacto cercano con cerdos sin una protección personal adecuada.

La infección por Streptococcus suis en humanos es una infección zoonótica asociada a los cerdos. La infección puede ser fatal, particularmente si la cepa específica produce ciertas toxinas. La infección por S. suis puede manifestarse con meningitis, discapacidad auditiva, shock tóxico, septicemia y endocarditis.

Se puede contraer al ingerir carne de cerdo cruda o si entra en contacto con una herida abierta o una membrana mucosa.

En 2018, Tailandia reportó 338 casos y 29 muertes.

Funcionarios de los Centros de Control de Enfermedades de Taiwán informaron el primer caso de hantavirosis de 2019. Se trata de un trabajador migrante extranjero de entre 20 y 30 años de edad que trabajaba en la industria pesquera en el norte de Taiwán.

Procuró atención médica después de desarrollar síntomas como vómitos, diarrea y fatiga, y se descubrió en los análisis que sus funciones renal y hepática eran anormales.

Se cree que el hombre fue infectado por ratones en el barco de pesca en el que estaba trabajando. Un ratón atrapado en el bote por los inspectores de salud dio positivo para hantavirus.

Taiwán reportó 12 casos de hantavirosis desde 2009 –entre 0 y 2 casos anuales–, todos adquiridos localmente.

Las interacciones regulares de la policía con las personas usuarias de drogas inyectables (UDI) en la calle afectan al modo en que estas últimas consumen drogas y en cómo acceden a los programas de prevención del VIH. El hecho de ser detenido, golpeado o arrestado, la confiscación de jeringas y otras prácticas policiales inciden de forma sistemática en la prevalencia de la infección por el VIH y en las conductas de riesgo en personas UDI en muchos entornos.

Anteriores investigaciones habían evidenciado que la criminalización de las drogas afecta de forma negativa a la prevención del VIH. Los conflictos con la policía pueden llevar al encarcelamiento, que se ha asociado con un elevado riesgo de infección por el VIH. Por otra parte, se ha documentado que las prácticas policiales en la calle, tales como la incautación de preservativos y el acoso, incrementan el riesgo de contraer el VIH entre mujeres trabajadoras sexuales.

Sin embargo, la interacción entre la vigilancia policial en la calle y el riesgo asociado al VIH entre personas UDI nunca se ha analizado de forma sistemática. Esto llevó a un equipo de investigadores a realizar una revisión sistemática sobre esta cuestión, cuyo propósito fue describir asociaciones cuantitativas entre las prácticas policiales y el riesgo de adquirir el VIH entre la población UDI que han sido documentadas en la literatura científica.

Se seleccionaron estudios sobre datos sociológicos y de salud buscando palabras clave relacionadas con vigilancia policial, aplicación de la ley, uso de drogas inyectables y VIH. Fue elegible para esta revisión cualquier estudio que mostrara una asociación cuantitativa válida entre estar expuesto a las prácticas policiales y la infección por el VIH o conductas de riesgo en personas UDI.

Se examinaron un total de 8.201 estudios, de los cuales se analizaron 175 textos completos para su elegibilidad en la revisión. Se excluyeron los estudios cualitativos, estudios de población y algún estudio que no usó usuarios de drogas inyectables como objetivo del análisis. Como resultado, 28 artículos originarios de nueve países diferentes –Canadá, China, Estados Unidos, India, Malasia, México, Rusia, Tailandia y Ucrania– fueron elegibles para la revisión sistemática. En su mayoría se publicaron en la última década.

Todos los datos incluidos en la revisión fueron de estudios transversales. Se clasificaron los resultados en tres categorías: estudios con datos sobre prevalencia del VIH (6), estudios con

datos sobre conductas de riesgo durante la inyección de drogas (21) y estudios con datos sobre programas de prevención del VIH (9). Debido a la heterogeneidad tanto de las variables analizadas como de los resultados, no fue posible agrupar los resultados en un metaanálisis.

En la primera categoría se encontraron 18 asociaciones bivariable entre la acción policial y la prevalencia del VIH. Tres ejemplos mostraron el impacto de las prácticas policiales en la probabilidad de contraer el VIH en personas que se inyectan drogas. En un estudio de México, las personas a las que la policía confiscó jeringas en los últimos seis meses fueron 2,4 veces más propensas a contraer el VIH. En Tailandia, las personas que habían sido golpeadas por la policía en los últimos seis meses fueron 1,4 veces más propensas a adquirir el VIH. Por su parte, las personas en Ucrania que no habían comprado recientemente jeringas por miedo a la policía fueron 3,3 veces más propensas a adquirir el VIH.

En la segunda categoría se hallaron 42 asociaciones bivariable entre la acción policial y las conductas de riesgo durante la inyección de drogas. Un ejemplo importante procede de un estudio canadiense, en el que las personas UDI que habían sido detenidas y registradas en los últimos 6 meses fueron unas seis veces más propensas a compartir jeringas con otras personas en el mismo periodo de tiempo. Un estudio mexicano, paralelamente, mostró que las personas que habían sido arrestadas por posesión de jeringas usadas presentaron una probabilidad 4,3 veces superior de tomar prestadas jeringas.

En la tercera categoría se identificaron nueve estudios con 14 asociaciones bivariable entre acción policial y dificultad para acceder a los programas de prevención del VIH. Una de ellas halló que en la ciudad de New York las personas UDI que habían sido detenidas y registradas en los últimos 12 meses fueron 2,1 veces menos propensas a utilizar los programas de intercambio de jeringas. Mientras, en un estudio de China, el temor a ser arrestado por la policía se asoció con 12 veces más probabilidades de no recibir atención en programas de suministro de metadona.

Los estudios incluidos en la revisión proceden de países con una amplia variedad de parámetros socioeconómicos y políticas de drogas.

Los investigadores destacan la necesidad que existe de reformar las políticas de drogas y de centrar las intervenciones en la salud pública. De este modo, la acción policial y judicial sobre las personas que se inyectan drogas –a menudo fuente de daños– tendría que estar al servicio de las prioridades en salud pública.

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Ministerio de Salud (Perú. 2019).