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5 Aldea Mundo, Año 8 No. 15 JUAN CARLOS MORALES MANZUR - DIEGO LEAL CORRAL / ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y EL PAPEL DEL ESTADO EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL / 5-12 ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y EL PAPEL DEL ESTADO EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Juan Carlos Morales Mancur / Diego Leal Corral * El artículo aborda algunas consideraciones sobre las transformaciones del mundo a partir del llamado proceso globalizador. Se analizan los fundamentos teóricos o sustratum de este proceso, partiendo de sus definiciones y alcances, tratando de plasmar una aproximación filosófica del mismo, para luego tratar de aproximarse al análisis del papel del Estado bajo las circunstancias que plantean los retos del mundo actual y la posible gestación de un nuevo orden mundial. De esta manera, se abarca no sólo la fundamentación teórica de la globalización, sino los efectos de ésta para con el mantenimiento de la preponderancia del Estado como actor fundamental de la escena internacional. Palabras clave: globalización, nuevo orden mundial, filosofía de la globalización, mundialización. Abstract: The article undertakes some considerations about the transformations of the World, from the process called globalization. The theoretical bases or sustractum of the process are analyzed, based on its definitions and reaches, trying to express a philosophical approximation of it, to then, approach to analyze the role of the State under the circumstances involving the challenges of the present world and the possible gestation of a new world order. In this manner, it is covered not only the theoretical fundamentation of the globalization, but its effects on the maintenance of the State top presence as a fundamental actor of the international scene. Key words: globalization, new world order, globalization philosophy. Some considerations about globalization and the role of the State in the new world order 1. Introducción l término «Guerra Fría», se tra- dujo en, al menos, tres cambios significativos para el mundo: primero, el colapso de ciertos regímenes, que supuso el fin de ciertas cosmovisiones como opción política; se- gundo, la modificación del balance cuantitativo y cualitativo de fuerzas entre las potencias estra- tégicas que produjo una situación caracterizada como unipolar; y, tercero, el surgimiento de nue- vos procesos internacionales, entre los cuales el más notorio es, quizás, el de la globalización. Todos estos cambios no han significado la creación automática de un nuevo orden, idealmente regido sólo por el derecho internacional. Pero es un hecho que las transformaciones caracterizan hoy el aconte- cer del mundo. Existe la tendencia a concebir la globalización, en términos de obsolescencia o fin de identidades nacionales, comunión o igualdad de propósitos en- tre los países y, por lo mismo, una suerte de homoge- neidad universal. Frente a esta tendencia, se postula un concepto más realista del fenómeno y se entiende que, no obstante su nombre, la globalización no erradica la diversidad nacional, tampoco implica uniformidad de posiciones y propósitos entre los

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Aldea Mundo, Año 8 No. 15

JUAN CARLOS MORALES MANZUR - DIEGO LEAL CORRAL / ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y EL PAPEL DEL ESTADO EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL / 5-12

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRELA GLOBALIZACIÓN Y EL PAPEL DEL ESTADO

EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Juan Carlos Morales Mancur / Diego Leal Corral *

El artículo aborda algunas consideraciones sobre las transformaciones del mundo a partir del llamado procesoglobalizador. Se analizan los fundamentos teóricos o sustratum de este proceso, partiendo de sus definiciones yalcances, tratando de plasmar una aproximación filosófica del mismo, para luego tratar de aproximarse al análisis delpapel del Estado bajo las circunstancias que plantean los retos del mundo actual y la posible gestación de un nuevoorden mundial. De esta manera, se abarca no sólo la fundamentación teórica de la globalización, sino los efectos deésta para con el mantenimiento de la preponderancia del Estado como actor fundamental de la escena internacional.

Palabras clave: globalización, nuevo orden mundial, filosofía de la globalización, mundialización.

Abstract: The article undertakes some considerations about the transformations of the World, from the processcalled globalization. The theoretical bases or sustractum of the process are analyzed, based on its definitions andreaches, trying to express a philosophical approximation of it, to then, approach to analyze the role of the State underthe circumstances involving the challenges of the present world and the possible gestation of a new world order. In thismanner, it is covered not only the theoretical fundamentation of the globalization, but its effects on the maintenance ofthe State top presence as a fundamental actor of the international scene.

Key words: globalization, new world order, globalization philosophy.

Some considerations about globalization and the role of the State in the new world order

1. Introducción

l término «Guerra Fría», se tra-dujo en, al menos, tres cambiossignificativos para el mundo:primero, el colapso de ciertosregímenes, que supuso el fin de

ciertas cosmovisiones como opción política; se-gundo, la modificación del balance cuantitativoy cualitativo de fuerzas entre las potencias estra-tégicas que produjo una situación caracterizadacomo unipolar; y, tercero, el surgimiento de nue-vos procesos internacionales, entre los cuales elmás notorio es, quizás, el de la globalización.

Todos estos cambios no han significado la creaciónautomática de un nuevo orden, idealmente regidosólo por el derecho internacional. Pero es un hechoque las transformaciones caracterizan hoy el aconte-cer del mundo.

Existe la tendencia a concebir la globalización,en términos de obsolescencia o fin de identidadesnacionales, comunión o igualdad de propósitos en-tre los países y, por lo mismo, una suerte de homoge-neidad universal. Frente a esta tendencia, se postulaun concepto más realista del fenómeno y se entiendeque, no obstante su nombre, la globalización noerradica la diversidad nacional, tampoco implicauniformidad de posiciones y propósitos entre los

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Estados, ni que las diversas formasde integración que supone seanplenamente armoniosas. Precisa-mente por esto los países adoptanestrategias multilaterales, con fór-mulas de asociación distintas paracada caso.

La globalización tampoco esun proceso homogéneo en todoslos ámbitos de las relaciones in-ternacionales; se trata de un pro-ceso desigual que presentafragmentaciones. Los fenómenosque se dan en el campo económi-co, como la universalización delos mercados no tienen exacta co-rrespondencia en el campo de ladefensa. Es decir, no existe nece-sariamente una correlación auto-mática entre procesos decomplementación e integracióneconómica, por un lado, y supera-ción de riesgos y amenazas, por elotro. Incluso puede ocurrir queaumenten las incertidumbres y quelas propias relaciones económicasinternacionales produzcan friccio-nes que den origen a disputas ycrisis internacionales.

En su largo desarrollo, y espe-cialmente durante el presente si-glo, el Estado-Nación ha debidoadaptarse a un sistema internacio-nal cada vez más complejo einterdependiente, y expuesto a unaserie de cambios. Pese a que estoimplica una multitud de actoresinternacionales e interacciones dediverso grado y contenido, tantocon otros actores gubernamenta-les como con no gubernamentales,el Estado-Nación es, y seguirá sien-do en un futuro avizorable, la uni-dad básica y central del orden in-ternacional. Esto es así, porque, enlo fundamental, el Estado ofrecetotalidad frente a la fragmentacióny representa una identidad nacio-nal única, que en muchos casos sesitúa incluso por encima de las di-ferencias étnicas que admite en suseno.

En este sentido, resulta nece-sario preservar la identidad nacio-nal e identificar aquellos elemen-tos de cambio en el sistema inter-nacional que pueden tener un im-pacto sobre ella y, por lo tanto,

afectar el marco general que sirvede referencia a la política de de-fensa. Esto exige que el Estadodisponga de la capacidad para ana-lizar los nuevos fenómenos inter-nacionales, sin dejar de conside-rar el papel de las organizacionesinternacionales en tanto entidadespromotoras, protectoras o garantesde determinados valores y propó-sitos.

En las últimas décadas la«globalización» ha sido el tema dediscusión entre los gobiernos, pueses la única estrategia clara que has-ta el momento se ha planteadocomo posible solución a la grancrisis que está azotando la econo-mía mundial y que además benefi-cia tanto a los países desarrolla-dos como a los que están en vía dedesarrollo. Y es que para los go-biernos de los países (mal llama-dos) «Tercer mundistas» y susgrandes inversionistas, ésta se haconvertido:

«…en una luz de esperanza,en una salida necesaria parareestructurar los sistemas fi-nancieros de cada nación através del fortalecimiento delas relaciones comercialescon los grandes de la econo-mía mundial. Sin embargo,detrás de este gran inventose encuentran otros aspectosque ya no sólo tendrían quever con la economía, sino conlas comunidades en sí, aspec-tos que podrían afectar gra-vemente el desarrollo socialy cultural de los pueblos sino son tenidos en cuenta.(Goethe Institut, 2002:1)

De esta manera, para poderahondar y entender un poco máséste complicado fenómeno, es ne-cesario partir de una conceptuali-zación del mismo, existiendo tan-tos conceptos como disciplinas delas ciencias sociales.

2.- Algunas Consideraciones sobrela Globalización como Proceso.

El término globalización sederiva del latín «globus» que sig-

nifica globo o esfera y se empleaactualmente para describir proce-sos a escala mundial.

Es posible que esta nueva crea-ción lingüística lleve a los opti-mistas a suponer que se trata deuna variante de la «sociedadmulticultural» o de una promesade una edad dorada de la toleran-cia y el bienestar económico paratodos. Para los pesimistas, laglobalización significa pérdida deculturas e identidades y es unaamenaza para la economía mun-dial.

«Se trata de un fantasmainasible, porque es imposi-ble comprender la globaliza-ción en el sentido de apre-henderla; la globalizacióntiene lugar y es llevada a lapráctica, pero es difícil expli-car las interrelaciones entresus protagonistas y los pro-cesos que tienen lugar. Porotra parte, tampoco es fácilacceder a informacionesfundadas en cuanto a los proy contra». (Schelb, 2002:1)

La globalización no suponesólo la reestructuración, el trasla-do y la creación de nuevos lugaresde producción, la expansión de lastransacciones financieras, el apro-vechamiento de disparidades enlas legislaciones impositivas dediferentes países y la maximiza-ción de las ganancias, a sabiendasde que una gran parte de la huma-nidad carece de mínimas seguri-dades sociales, de que se violanlos derechos humanos y de que laprotección del ser humano, el me-dio ambiente y la naturaleza esescasa o nula.

La globalización también afec-ta a los seres humanos que vivenen los países industrializados yque, si bien tuvieron durante añosoportunidad de adaptarse al«american way of life» dominan-te, hoy se ven confrontados connuevas realidades que cambiancada vez más rápidamente y que elindividuo es a menudo incapaz decomprender.

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Esos nuevos procesos son elresultado –no sólo, pero sí en granparte- de una aceleración en lacapacidad y la cualidad tecnoló-gica. Una tecnología que en lasúltimas dos décadas ha creado unnuevo mundo, un imperio abstrac-to, un instrumento de poder en símismo. Esa técnica abre posibili-dades a un mundo virtual con con-secuencias para el mundo real, sinque existan contactos entre sereshumanos, acuerdos negociadospersonalmente y ni siquiera unaidea de quién es el «partner» enuna transacción.

Por esto, no es exagerado afir-mar que la globalización es en partevirtual, deshumanizada y especu-lativa, y por tanto puede provocartemor.

Esta aproximación filosóficatiene como objetivo cuestionarenfoques y puntos de vista en bogaen los últimos tiempos.

Hoy no existen estructurasglobales que satisfagan la necesi-dad humana de seguridad. Inclusoa nivel de los Estados nacionales,los cimientos de esas estructurasestán hoy poco firmes. Ya en 1776,el economista y filósofo escocésAdam Smith escribió en su obra«De las causas de la riqueza de lasnaciones» que para un pueblo laseguridad externa es más impor-tante que una vida en la abundan-cia. Pero la supervivencia de unpueblo puede depender de ciertascuestiones económicas.

La globalización no debe sersinónimo de reducción de aportessociales y en consecuencia tam-bién de servicios para favorecer aun lugar de producción. Por el con-trario, la globalización debecoadyuvar a extender la red sociala todo el mundo, para que todoslos seres humanos se beneficien deella.

En el proceso de unificacióndel mundo deben armonizarse as-pectos diferentes e intereses diver-gentes y ser equiparados una y otravez, para que la globalización pue-da llevarse a cabo de acuerdo conlas conclusiones y los objetivosplanteados en el diálogo que tie-

ne lugar actualmente a los nivelespolítico y social.

Lo anteriormente señalado esdeseable, ¿pero realizable? La so-lidaridad entre los seres humanoses, de acuerdo con la experiencia,más un deseo que una realidad.Los prejuicios, los temores socia-les, la intolerancia, la envidia so-cial, la xenofobia y la codicia nohan desaparecido, ni mucho me-nos.

No obstante, o más exactamen-te por ello, el proceso deglobalización hace necesaria unaética vinculante, una doctrina delaccionar moral en una nueva situa-ción, que para los individuos con-tinúa siendo un enigma y un inte-rrogante.

Kofi Annan, el Secretario Ge-neral de la ONU planteó el «PactoGlobal», en el que se exhorta a losinversionistas extranjeros a respe-tar los derechos humanos y losestándares sociales y ambientalesen los países en los que operan.

El cumplimiento de las exigen-cias del «Pacto Global» en los «paí-ses pobres» beneficiaría tambiéna los «países ricos», ya que la con-taminación ambiental no sólo de-grada la naturaleza localmente,sino, a través de subprocesos, todala naturaleza a nivel global. Acep-tar violaciones de los derechoshumanos en los «países pobres» nose corresponde con loslineamientos humanistas y con-ceptos éticos desarrollados duran-te el Renacimiento y que elevarona principio rector el valor y la dig-nidad del ser humano. La tarea dela sociedad fue y es posibilitar laautorrealización del individuocomo ser social de acuerdo conesos principios.

Si la globalización se lleva a lapráctica respetando los derechoshumanos y protegiendo el medioambiente, conducirá a un mundofeliz para todos: una idea, que sinduda cuenta con vasto consenti-miento y apoyo. Si laglobalización es conformada real-mente de acuerdo con los princi-pios humanistas y ecológicos, pue-de significar para todos los seres

humanos del planeta la vigenciaplena de los principios democráti-cos básicos.

3.- Elemntos para una DefiniciónMás que un concepto sobre

globalización, es prudente descri-bir sus características para obteneruna visión más adecuada y verazsobre su significado. Así, tales ele-mentos pueden ser los siguientes:

1. La creciente importancia dela estructura financiera y de la crea-ción global de crédito, lleva aldominio de las finanzas sobre laproducción y ha sostenido que elcapital financiero ha llegado a seruna fuerza independiente en elmundo.

2. La importancia en aumentode la ‘estructura del saber’; se diceque el conocimiento ha llegado aser un importante factor de la pro-ducción.

3. El aumento en la rapidez degeneración de nuevas tecnologíasy el crecimiento en la transnacio-nalización de la misma: aquí elénfasis se coloca en las industriasbasadas en el conocimiento, la cre-ciente dependencia de la innova-ción tecnológica, y el riesgo cre-ciente de la obsolescencia tecno-lógica.

4. El ascenso de los oligopoliosglobales en la forma de corpora-ciones multinacionales: se diceque las corporaciones no tienenmás alternativa que transformarseen corporaciones globales y trans-nacionales, junto con –y esto esimportante- los bancos transna-cionales, que se han transformadoen los poderes más influyentes,mucho más influyentes que los es-tados nacionales y sus economíasnacionales.

5. La globalización de la pro-ducción, del conocimiento y de lasfinanzas. Este desarrollo habríaconducido a que lo que podría lla-marse el menoscabo del papel delEstado para dar paso a la globali-zación del poder político en la for-ma de una estructura de autoridadplural asociada con las NacionesUnidas, el Grupo de los Siete (aho-ra G8). Así, la erosión del estado

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nacional se ve como conducien-do: a) una mayor incertidumbreregulatoria institucional global, yb) socavando los sistemas demo-cráticos nacionales de control y deregulación. Se ve al Estado nacio-nal transformándose en un ‘estadode competencia’.

Por su parte, Held (1992) argu-menta que es esencial reconocer,al menos, tres elementos de laglobalización:

«En primer lugar, que los pro-cesos de interconexión eco-nómica, política, legal, mili-tar y cultural están transfor-mando la naturaleza, el al-cance y la capacidad delEstado moderno, desafiandoo directamente reduciendosus facultades... en ciertasesferas; en segundo lugar,que la interconexión regio-nal y global crea cadenas dedecisiones y consecuenciaspolíticas entrelazadas entrelos Estados y sus ciudadanosque alteran la naturaleza yla dinámica de los propiossistemas políticos naciona-les; y tercero, que las identi-dades políticas y culturalesse remodelan y reavivan alcalor de estos procesos, locual anima a muchos grupos,movimientos y nacionalismoslocales y regionales a cues-tionar el Estado-Nacióncomo sistema de poder repre-sentativo y responsable».(Held, 1992:169-170).

También es preciso dejar claroalgunos mitos en torno a laglobalización, que se explican através de ciertas premisas (López,2003:62-63):

1. Que la globalización no esun proceso reciente. La interdepen-dencia de las economías mundia-les, a partir de la conformación deun único mercado mundial, co-menzó a constituirse desde el si-glo XV, con el expansionismo mer-cantilista de Europa Occidental.

2. La doctrina económica quealienta a la globalización, el

neoliberalismo, tiene más de dos-cientos años de haber sido formu-lada por su creador, Adam Smith, afines del siglo XVIII. El liberalis-mo económico tiene una larga his-toria de triunfos relativos y de fra-casos absolutos, que no puede serobviada ahora que se habla de élcomo si fuera una propuesta de re-ciente data.

3. La globalización se desarro-lla simultáneamente con procesosabiertamente contrarios, como elresurgimiento de los nacionalis-mos en Europa y Asia, y la crea-ción de bloques económicos fuer-temente proteccionistas, de loscuales la Unión Europea es el me-jor ejemplo (la Comunidad Andinay el MERCOSUR, a nivel latino-americano, también reflejan esteproceso). Por tanto, es falso que laglobalización sea un proceso queabsolutiza las relaciones político– económicas a nivel internacio-nal.

4. La globalización ha atrave-sado por momentos de auge y pe-ríodos de declive. Según JamesPetras (1998) profesor de la Uni-versidad de Nueva York, en mu-chos aspectos fundamentales ha-bía mayor integración de la eco-nomía mundial a finales del sigloXIX que en la actualidad. Es evi-dente que actualmente se vive unperíodo de auge de laglobalización, en el cual los orga-nismos multilaterales (Fondo Mo-netario Internacional, Banco Mun-dial) ejercen un control sobre laseconomías de los países depen-dientes o subdesarrollados (ahorallamados «economías emergen-tes», término irónico, si se toma encuenta que muchos economistasplantean que en vez de «emerger»,dichas economías cada día se hun-den más).

5. El proceso globalizador ac-tual se caracteriza por el aumentode las comunicaciones, por lainternacionalización de los siste-mas productivos y de servicios, porla rapidez en que circula la infor-mación hasta cualquier rincón delplaneta (Dos Santos, 1993:98)

6. El intento globalizador por

unificar culturalmente al mundoentero, bajo los principios del«american way of life», y ampa-rándose en los adelantos en lascomunicaciones que han permiti-do la reciente revolución científi-co-técnica, tampoco es nuevo entérminos históricos. Ya desde elsiglo XV los europeos occidenta-les colonizaron al resto de conti-nentes con el objetivo de imponersu modo de vida a todos los pue-blos «infieles», a los cuales se lesnegó el derecho a seguir practican-do sus religiones, idiomas y cos-tumbres. Por ello es que América,pese a tener miles de años de civi-lización propia, habla en idiomaseuropeos (castellano, portugués einglés principalmente) y reza aldios cristiano.

7. La receta neoliberal prego-nada por el Fondo Monetario In-ternacional y el Banco Mundial noes la única forma posible de «in-sertarse» en el procesoglobalizador. Ante laglobalización se puede actuar ensentido contrario, creando bloquesregionales, protegiendo a las in-dustrias nacionales y controlandolos mercados internos.

4.- El Nuevo Orden Mundial.Esteves (1998) caracteriza el

nuevo orden mundial, como unapropuesta de los países, de los go-biernos y las transnacionales delos países capitalistas desarrolla-dos, la cual se sustenta en dosgrandes líneas de acción, diferen-tes pero complementarias:

En la primera, se consideran unconjunto de propuestas políticas,ideológicas y militares que giranen torno a la estabilidad del siste-ma capitalista amenazado por laexpansión del comunismo. Así, lahegemonía absoluta que disfruta-ra los Estados Unidos durante elperíodo de expansión capitalistade la II post-guerra, le permitió ejer-cer el liderazgo individual al blo-que capitalista frente al bloquesocialista. Sin embargo, la crisiseconómica internacional se pro-fundiza y emergen elementos queafectan el poder en ambos bloques.

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Posteriormente, hacia finalesde los setenta, la economía norte-americana se debilita y las euro-peas y japonesa se fortalecen. Demodo que se inicia la conforma-ción, temporal, de un nuevo podercapitalista, hasta tanto se consoli-de la nueva estructura del poderque regirá el siglo XXI. Es el po-der de la tríada: Estados Unidos-Canadá, la Unión Europea y elJapón. Es decir, que el liderazgoúnico es sustituido por el lideraz-go compartido. Paradójicamente ladebilidad económica y monetariade los estados Unidos se convierteen fortaleza política y militar, enla medida que logra el apoyo eco-nómico de los países del Grupo delos Siete para, en menos de quinceaños, contribuir a derrumbar elpoder soviético. El peligro comu-nista, por ahora, ha desaparecido.

La segunda línea de acción delNuevo Orden Mundial se refiere ala reactivación de la economíamundial. El propósito central es:estimular la acumulación del ca-pital, crear un nuevo paradigma.¿Cómo lograr tal propósito si exis-ten tantas contradicciones entrelos países del centro y sus respec-tivas empresas transnacionales?¿En plena crisis? ¿En plena com-petencia mundial?

Esteves plantea, ante estosinterrogantes, que: «Esta estrate-gia se sustenta en el reajuste y/otransformación internacional dela estructura productiva, comer-cial, financiera y de servicios delos países del Norte mediante laincorporación de ciertos paísesdel Sur, a través de la nueva divi-sión internacional del trabajo».(Esteves, 1998:89)

Precisamente, las diversas pro-puestas que han ido surgiendo yreformulándose desde finales de ladécada de los setenta constituyelo que se ha denominado Estrate-gia Global. Es decir,

«La propuesta general, del ypara el sistema capitalista,diseñada conjuntamente porlos principales países, go-biernos, intelectuales y cor-

poraciones transnacionalesdel Primer Mundo, con el pro-pósito fundamental de con-trarrestar la crisis económi-ca internacional e impulsarla recuperación de la econo-mía capitalista. Una estrate-gia múltiple, que abarcaáreas diversas, con objetivosgenerales y específicos, ais-lados e interrelacionados, acorto, mediano y largo pla-zo. En otras palabras, gene-rar una base económica quesirva de apoyo a la construc-ción de un Nuevo OrdenMundial» (Esteves,1998:89).

Por lo tanto, la crítica situaciónque vive el capitalismo actual, hahecho posible generar una serie deacuerdos (no obstante las dificul-tades y diferencias que existenentre los países que lideran el he-misferio norte) en torno a proble-mas básicos que deben enfrentar,precisando las funciones y delimi-tando los espacios.

De modo pues que existe, ennuestra opinión, un acuerdo táci-to, común, global y sectorial quedeberá regir durante un períododeterminado. Un esfuerzo conjun-to que les permitiría, por una par-te, salir del caos, redimensionar laeconomía, modificar la estructuraproductiva y redefinir las relacio-nes con la periferia y, por la otra,examinar las diversas perspectivasy diseñar las alternativas de carác-ter internacional, regional, nacio-nal y particular que pondrían tér-mino a la crisis internacional. Porsupuesto, que el conjunto de con-sideraciones involucran tanto alPrimero como al Segundo y TercerMundo, pero con grandes benefi-cios para los centros del podermultipolar y, fundamentalmente,para el liderazgo económico, po-lítico y militar de Estados Unidos.

5.- El Papel del Estado en el NuevoOrden Mundial.

El concepto de Nuevo OrdenMundial, según Edmund JanOsmaczyk, (1976) simboliza «ladestrucción del statu quo en una

región definida y su sustituciónpor otro modelo bajo la hegemo-nía de la potencia más fuerte de laregión». En los años veinte, el lí-der fascista Benito Mussolini yahabía proclamado en Italia elOrdine Nuovo. Posteriormente,Adolfo Hitler, lo retomó y lo lla-mó Tercer Reich, el «nuevo impe-rio», que duraría mil años. Los fas-cistas ingleses y franceses se refi-rieron al New Order y al NouvelOrdre.

El Nuevo Orden Mundial (elúltimo que el mundo ha visto) co-mienza, para algunos, a partir del2001 con los ataques terroristas ala ciudad de Nueva York y Was-hington, lo que produjo la inva-sión a Afganistán por parte de Es-tados Unidos en busca de los «cul-pables» de estos atentados, asícomo la implementación de la po-lítica estadounidense al estiloBurke: «Estas conmigo o estascontra mi».

Esta operación así como la in-vasión a Irak en el 2003, se plan-tean en un marco mundial dondeun país hegemónico como lo esEstados Unidos pasó por alto lasrecomendaciones y las críticas devarios países del mundo con res-pecto a estas dos intervenciones,sobre todo la última, en la cual losEstados Unidos desoyeron a lasNaciones Unidas y castigaron alrégimen de Sadam Hussein, antela impotencia de los demás paísesen desacuerdo con esas medidas.

Algunos autores piensan que eldestino del mundo es convertirseen un gran gobierno mundial queadministre a todos los demás Esta-dos, quitando las trabas comercia-les y obteniendo los máximos be-neficios para la producción (de lasmultinacionales por supuesto).Esto gracias a la globalización yal momento histórico que se vivecon un país hegemónico que en eltablero militar no tiene símil, aun-que en el económico tenga queconcertar alianzas y negociar conpaíses como Japón y la Unión Eu-ropea, mientras que en «El tableroinferior (superior, militar; medio,económico) es el reino de las rela-

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ciones transnacionales, que reba-san las fronteras, quedando fueradel control gubernamental. Eneste tablero el poder está muy dis-perso y en él no tiene sentido ha-blar de unipolaridad, multipola-ridad o hegemonía.» (Nye 2003:67).

Dentro de una visión de Esta-do que proviene de algunas co-rrientes de Filosofía Política, laproblemática de la actual razón deEstado adquiere tintes más radica-les, pensando algunos autores queestá destinado a desaparecer porla obsolescencia en la época de lavetusta globalización. (Harris,2003).

La figura del Estado ha estadoen función de la geopolítica a lolargo de por lo menos los últimoscuatro siglos, años donde la diplo-macia y el mercado en la visiónjusta del espacio vital han sido losdos grandes motores de desarrollopolítico y económico que llevanpor misión el compromiso de evi-tar choques y fragmentaciones. Eladvenimiento del siglo XXI acogeun orden mundial sacudido desdelo más profundo de su naturalezapor el terrorismo y la xenofobia,las reglas no escritas del sistemacobran nuevas interpretaciones ycomo consecuencia la diplomaciase torna autista en su vertiente po-lítica y cooperativa en su funcióneconómica. Esta distribución hacedel sistema internacional un arre-glo piramidal y de interdependen-cia asimétrica, que:

«…en los fenómenos y pro-ceso de trasnacionalizacióny mundialización destacanla primacía de las macroem-presas y la integración a es-cala mundial de sus estrate-gias, permitiendo el paso dela corporación internacio-nal tradicional a la corpo-ración multinacional, y deésta a la trasnacional y supredominio. (Valdés,2002:166).

Los Estados, entonces, están enuna disyuntiva: gobernar, cerrarse

a la globalización mundial y serun gobierno que proclame su so-beranía o abrirles la puerta a lasmultinacionales y a las dependen-cias económicas mundiales, que-dando el Estado como observadorde los procesos económicos. «Laexpansión global de los mercadostiene como contracara la retrac-ción de los estados; la economía,los negocios, la cultura, el consu-mo se desterritorializan y en con-secuencia el principio de la auto-ridad soberana estatal tiende adesvanecerse» (Vilas, 1999:90) Aesta afirmación, este autor destacaque «el componente estatal delmundo actual de los mercadosglobalizados es la mayor de la his-toria» (Vilas, 1999:91), por lo queno hay ninguna prueba de que enesta época se esté disminuyendoel número de estados, por el con-trario hay más que en ninguna otraépoca. (Cabe señalar que los paí-ses se están fundiendo en bloquescomerciales como la Unión Euro-pea, o los países asiáticos. Aquí enAmérica se está planteando el Áreade Libre Comercio de las Améri-cas (ALCA), con lo cual, AméricaLatina se constituiría en un blo-que comercial de libre mercado,dando un pequeño paso al «sueñobolivariano» de unión de las Amé-ricas.)

La globalización entonces estáteniendo un papel fundamentalpara las transnacionales y para elmercado global, algunas de estasempresas manejan cifras muy porencima de los Productos InternosBrutos de varios países, y está ha-ciendo que muchos intelectualespiensen en la disolución del Esta-do, sobre todo por parte del siste-ma financiero, aunque este últimoapuesta a gobiernos que puedanser manejados y teme a aquellosque buscan sobretodo su sobera-nía.

Lo ha dicho el Presidente delBundesbank: «Los políticos debenaprender a obedecer las instruc-ciones de los mercados. Los mer-cados deciden la política econó-mica. El discurso es único, y deahí viene la pelea por el centro

político, ya que es la única defini-ción política que el mercado tedeja». (Anguita, 2002).

Todo ello lleva a plantear elconcepto de soberanía a la luz deesta nueva realidad. Esta es, sinduda: La cooperación bilateral y/o multilateral para la defensa delos intereses nacionales. Se deli-mita una soberanía prudente antela dimensión que implica el pro-blema de la globalización, quepese a esto, sigue siendo el almadel Estado pero se trata de unocompletamente renovado; con ellay su reciente contexto, está la prin-cipal herramienta para que los sis-temas de Estados-Nación, o biende Estados-Multinación, lleven acabo en términos pacíficos y con-venientes sus relaciones con losdemás pueblos del mundo, cons-truyendo a su vez «globalidadescompartidas que le darán nuevosbríos a la diplomacia a través delsentido de la interdependencia,reemplazando ‘frontiers byborders» (Giddens, 1997:73).

Es por eso que el Estado no estállamado a desaparecer como mu-chos afirman, dado que sigue te-niendo múltiples funciones queejercer y los individuos, pese avivir en un mundo globalizado, noestán expuestos a ser seresahistóricos, estos pertenecen a cul-turas y naciones distintas unos deotros y entienden el mundo demanera diferente, así que laglobalización, lejos de homoge-neizar al ser humano, sólo da rutasde salida a las culturas para serapreciadas en todos los rinconesdel planeta, de manera que unaparte fundamental del Estado, supoblación, nunca será una pobla-ción mundial, uniforme y sin re-cuerdos de su pasado, a pesar deocurrir realidades como el hechoque «desaparece un idioma indí-gena cada dos semanas. Se prevéque, a finales del siglo XXI, 5.500de las 6.000 lenguas que se ha-blan en la actualidad estarán, sen-cillamente, tan muertas como elgriego antiguo o el latín» (Sardar,Davies, 2003:179).

La figura del Estado hoy con-

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cibe la modernización vía interna-cionalización, donde esto últimose vuelve sinónimo de lo primeroen virtud de la integración al mun-do económico, combinándose esto–especialmente para el caso lati-noamericano-, con una inevitableimitación económica vista comoparte importante de esta estrategia;al mismo tiempo, la propia mecá-nica de la internaciona-lizaciónrequiere gobiernos nacionales ali-neados a los instrumentos tradicio-nales de las políticas económicas(Przeworski, 1999:3-19).

Sin un Estado efectivo no sepueden tener mercados ni demo-cracias sustentables; el gran errordel paradigma neoliberal es sub-estimar la figura del Estado y susinstituciones en la organizaciónde la vida pública y privada de losindividuos. El Estado no debe serliberado aún de sus tareas básicas:hacer sustentable la democracia,garantizar la integridad territorial,la seguridad física, mantener lascondiciones necesarias para el ejer-cicio de la ciudadanía, planificarla hacienda pública y coordinar lacorrecta distribución del ingreso(Przeworski, 1999:12). Si las ins-tituciones del Estado son capacesde llevar a buen puerto estas ta-reas, entonces la figura del Estadoserá reconocida en el concierto denaciones y no solamente reduci-da.

A pesar de tener los EstadosUnidos un poder increíble, estepaís vive una paradoja que le im-pide tomar «los lazos del mundo»y mover a este como mejor le pa-rezca:

«La paradoja del poder es-tadounidense a finales deeste milenio es ser demasia-do grande como para que sele pueda enfrentar ningúnotro país, pero no suficiente-mente grande para resolverproblemas como el terroris-mo global y la proliferaciónnuclear. Estados Unidos ne-cesita la ayuda y el respetode los demás países». (Nye2003: 69).

Nye también habla de la posi-bilidad de un gobierno mundialjerárquico, donde Estados Unidos,como el país hegemónico, tendríainmejorables condiciones (milita-res, económicas, informativas) paralograr esa unión mundial, aunqueeste autor es crítico de tal pensa-miento de tal forma que:

«En lugar de plantearnos ungobierno mundial jerárqui-co deberíamos pensar en re-des de control que seentrecrucen y coexistan conun mundo dividido formal-mente en Estados soberanosde momento, la instituciónfundamental del control glo-bal va a seguir siendo la na-ción – Estado». (Nye,2003,148-149).

Personalidades norteamerica-nas como Nye y Kissinger afirmanque no se puede ser «el policía delmundo»; también el presidenteGeorge W. Bush ha afirmado que«los Estados Unidos no debencomportarse como el 911 mun-dial». En cambio proponen que:

«La política estadounidenseen la era de la informaciónglobal debería tener una pre-ferencia general por elmultilateralismo. En determi-nados momentos tendremosque actuar en solitario.Cuando lo hagamos para de-sarrollar bienes públicos, lanaturaleza de nuestros obje-tivos puede sustituir a losmedios a la hora de legitimarnuestro poder ante terceros».(Nye, 2003:223).

Lo que surge de la lectura delanterior análisis, no implica que lafigura del Estado en su concepciónmoderna, tienda a desaparecer, sinoque ha sido interferida más públi-camente por el capital privado,arrojando una impresión, un espe-jismo de transformación; pero talcomo se ha visto, conservando enesencia la estructura básica delEstado Moderno. (Rosas, 2003)

Hoy, lo importante es que seadquiera conciencia del verdade-ro papel del Estado, que deberedefinir su articulación al merca-do y sus actores, y el modo de ejer-cer sus funciones respecto del ca-pital. (Vilas, 1999: 91).

Por lo tanto, el Estado en elNuevo Orden Mundial no tiendeni a desaparecer ni a reforzarse,simplemente cambia algunos con-ceptos como el de soberanía yredefine sus funciones en un nue-vo marco mundial, donde laglobalización le pide no rezagar-se con respecto al movimientomundial e ir a la par de los demáspaíses así como internacio-nalizarse e inmiscuirse en la pro-blemática del orbe que tarde o tem-prano serán problemas que le ata-ñerán a todo el planeta y no solo alos países que sufran los males dela globalización, porque se ha di-cho, este movimiento no pretendetraer a los países iguales en desa-rrollo, cultura y bienestar (Vilas,1995:70), la globalización vaacompañada de abismos cre-cientes, en muchos aspectos, entrelos ricos y los pobres; no implicauna homogeneización ni una equi-dad (Nye, 2003:120).

6.- ConclusiónLa globalización sin fronteras

geográficas implica la integraciónde los mercados, especialmente delsector servicios, pero han sido loscapitales riesgos que cotizan en lasbolsas los que promovieron el sis-tema de la nueva economía, po-niendo en duda los sistemas deproducción tradicionales.

En resumen, se apela a laglobalización para explicar el de-rrumbe de regímenes totalitarioscomo la caída de la soberanía delos Estados–Nación para denun-ciar la inexistencia de democraciaeconómica y la ingerencia de losmercados monopólicos en los ser-vicios básicos de las naciones. Enel enjambre de variables todo cam-bia, desde los hábitos de comida,pasando por las nociones tradicio-nales de familia, los nuevos rolesde las mujeres, hasta el papel pre-

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ponderante de la Internet. El re-parto del ingreso, de la educación,de los accesos a los derechos so-ciales siempre han sido desigua-les y han marcado distancias sus-tanciales entre los sectores socia-les en el tercer mundo, pero lasmetas sobre el crecimiento que sonpropuestas por la adopción de po-líticas de los gobiernos, determi-nan, en circunstancias históricas,cómo será el ritmo de crecimientoy los accesos a las oportunidadespara los habitantes de un país,marcando también las orientacio-nes culturales de esas poblaciones.

La globalización imprimió enlas democracias latinoamericanasla concepción de los intereses pri-vados como beneficiarios a la so-ciedad; falacia que sólo puede es-tar basada en la rentabilidad eco-nómica.

En América Latina el Estado seha caracterizado por su papel in-terventor y conductor del procesoeconómico y social, además delpolítico. El Estado liberal del si-glo pasado, el Estado oligárquicode las primeras décadas del sigloXX y aquel de rasgos populistas,incidieron directamente como fac-tor de impulso del capitalismo.Desarrollaron procesos jurídicos ylegales para reglamentar la rela-ción capital/trabajo, intervinieronen la creación de infraestructurapara comunicar y ampliar el mer-cado interno, e intervinieron acti-vamente en el tipo de capitalismoque se definió en estos países.

Entonces, la «globalización»no es solamente la internacio-nalización creciente del comercio,el cual es un proceso presente en-tre los pueblos desde el imperioromano y durante el período de losbanqueros florentinos y vene-cianos. Ahora se presenta comoun proceso nuevo a través del cualalgunos países y empresas pudien-tes escriben las reglas del gobier-no de una única economía global.

Sin embargo, sean cuales fuerensus afectos o detractores, laglobalización es un proceso queno hay que negar, ya que es un he-cho que está presente en la diná-

mica actual y que cada día crece,se multiplica, se desarrolla y ge-nera nuevos cambios. Asimismo, elEstado seguirá siendo el principalactor en la escena internacional,incluso, a pesar de que la globali-zación adquiere tanta importanciaque muchas naciones sucumbanbajo la égida de aquellos otros quesí pueden imponer políticas públi-cas a nivel internacional.

Así, pues, la globalización sepuede enfrentar, pero no negarse,ya que es una realidad tangible. Loimportante es fortalecer los Esta-dos, lograr un desarrollo acordecon las características de éstos,proponiendo modelos orientadosa desenvolverse con éxito en elmercado internacional y consoli-dando los acuerdos económicos eintegracionistas existentes.

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Juan Carlos Morales ManzurDoctor en Ciencia Política. Jefe de lasección de Integración Latinoameri-cana de la Facultad de Ciencias Ju-rídicas y Políticas. Universidad delZulia, Maracaibo, Venezuela.Email:[email protected]

Diego Leal CorralCursante de Ciencias Políticas delInstituto Tecnológico y de EstudiosSuperiores de Monterrey, Sede ciu-dad México, México.Email:[email protected]

Fecha de recepción:Febrero 2004Fecha de aceptación definitiva:Mayo 2004

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