Papeles Del CUEPS, El Pensamiento de J. L. Alemán S

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 El Dr. José Luis Alemán S. J. dejó a la sociedad do- minicana un importante legado de diferentes aris- tas que abarcan el análisis económico, humanístico y el de la ética, que todavía no hemos conocido lo suficiente. Afortunadamente, Ellen Pérez-Ducy ha mostrado un interés para adentrarse en su pensamiento con su libro La obra del Dr. José Luis Alemán, S. J. El Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales (CUEPS) de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, con motivo de la publi- cación del libro mencionado y para alentar el co- nocimiento de José Luis Alemán, celebró una nue- va entrega del Foro “Políticas Sociales y Bienestar”  sobre la presentación y análisis de los enfoques y aportes de este economista y humanista. El Foro contó con la valiosa participación de la autora, Ellen Pérez-Ducy y su ponencia sobre el aspecto metodológico de la Obra del padre Alemán. A continuación tuvo su intervención el Lic. Fernando Alvarez Bogaert con un interesante trabajo sobre la parte económica y, por último el Lic. David Alvarez con el análisis de la parte social de la Obra de  José Luis Alemán. Los invitados que reaccionaron a estas exposiciones fueron entre otros, el Dr. Pedro Silverio, Lucas Vicens, Miguel Ceara-Hatton y Manuel Montás. Libro La obra del Dr. José Luis Alemán, S. J. de Ellen Pérez-Ducy La obra del Dr. José Luis Alemán S.J. CONTENIDO: Presentación 1 Palabras de Ellen Pérez-Ducy 2 El padre José Luis Alemán: un hombre con propósitos— Fernando Alvarez Bogaert 8 Una antropología realista— David Alvarez 15 Comentarios 18 Presentación NÚMERO 1 ABRIL DE 2013 Papeles del CUEPS El pensamiento de J. L. Alemán S .J. Publicación del Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales (CUEPS) de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra Santo Domingo República Domincana

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  • El Dr. Jos Luis Alemn S. J. dej a la sociedad do-minicana un importante legado de diferentes aris-tas que abarcan el anlisis econmico, humanstico y el de la tica, que todava no hemos conocido lo suficiente.

    Afortunadamente, Ellen Prez-Ducy ha mostrado un inters para adentrarse en su pensamiento con su libro La obra del Dr. Jos Luis Alemn, S. J. El Centro Universitario de Estudios Polticos y Sociales (CUEPS) de la Pontificia Universidad Catlica Madre y Maestra, con motivo de la publi-cacin del libro mencionado y para alentar el co-nocimiento de Jos Luis Alemn, celebr una nue-va entrega del Foro Polticas Sociales y Bienestar sobre la presentacin y anlisis de los enfoques y aportes de este economista y humanista.

    El Foro cont con la valiosa participacin de la autora, Ellen Prez-Ducy y su ponencia sobre el aspecto metodolgico de la Obra del padre Alemn.

    A continuacin tuvo su intervencin el Lic. Fernando Alvarez Bogaert con un interesante trabajo sobre la parte econmica y, por

    ltimo el Lic. David Alvarez con el anlisis de la parte social de la Obra de Jos Luis Alemn.

    Los invitados que reaccionaron a estas exposiciones fueron entre otros, el Dr. Pedro Silverio, Lucas Vicens, Miguel Ceara-Hatton y Manuel Monts.

    Libro La obra del Dr. Jos Luis Alemn, S. J.

    de Ellen Prez-Ducy

    La obra del Dr. Jos Luis Alemn S.J.

    CONTENIDO :

    Presentacin 1

    Palabras de Ellen Prez-Ducy 2

    El padre Jos Luis Alemn: un hombre con propsitosFernando Alvarez Bogaert

    8

    Una antropologa realista David Alvarez

    15

    Comentarios 18

    Presentacin

    N M E R O 1

    A B R I L D E

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    Papeles del CUEPS El pensamiento de J. L. Alemn S.J.

    Publicacin del Centro

    Universitario de Estudios

    Polticos y

    Sociales (CUEPS) de la

    Pontificia Universidad Catlica

    Madre y Maestra

    Santo Domingo

    Repblica Domincana

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    Si tuviera que

    elegir un tema

    central de la vasta

    obra del padre

    Alemn para

    comentar, elegira

    el aspecto

    metodolgico de su

    trabajo.

    La autora con el libro

    Palabras de Ellen Prez-Ducy Luego de haber escrito el libro La Obra del Dr. Jos Luis Alemn, S.J.1 (de ahora en adelan-te OJLA) creo que no es tanto lo que me corresponde hablar, pero si tuviera que elegir un tema para comentar de la vasta obra del padre Alemn, elegira el aspecto metodol-gico de su trabajo. Considero ms importante analizar su metodologa que sus aportes especficos por tres razones:

    1. Permite comprender como Alemn lleg a sus conclusiones sobre aspectos especficos de la economa;

    2. Permite enmarcar el pensamiento de Alemn dentro de una corriente de pensamiento, la Escuela Histrico Alemana (desarrollada en el captulo IV de OJLA);

    3. La aplicacin de esta metodologa es lo que nos permitir prolongar su pensamiento y dilucidar los debates de actualidad, como espero demostrar ms adelante.

    Todo esto es de vital importancia puesto que: 4. El objetivo es que nuestros diagnsticos se aproximen lo ms posible a la ver-

    dad para lograr formular recomendaciones lo ms justas y factibles posibles. Si algo nos dej Alemn, fue ese amor por el anlisis profundo y desprovisto de poses ideolgicas que caracteriz sus anlisis e hizo tan pragmticas y accesi-bles sus recomendaciones.

    dos en las particularida-des de cada sociedad.

    De ah tal vez la observa-cin de que en este pas ninguna teora funciona. Tal vez no son las teoras las que estn mal. Tal vez es que las estamos apli-cando mal. Y ah radica el reto.

    Cabe observar que en los pases donde se desarro-llan las teoras, y donde se cumplen sus postula-dos, estas con la excep-cin de algunas leyes bsi-cas de la economa no superan la prueba del tiempo, debindose adap-tar cada tres o cuatro dcadas a un entorno en

    Inicio con el tema del mtodo porque a mi jui-cio, el Methodenstreit o el debate sobre el mtodo an est vigente, y divide a quienes perciben el ejercicio de la economa como un esfuerzo de ve-rificacin (o implementa-cin) de teoras acadmi-camente populares sin

    consideracin de los supuestos y condicionantes que garanticen el cum-plimiento de tales teoras, y quienes, ms cercanos a la economa poltica, buscan soluciones factibles a proble-

    mas complejos enraiza-

    continua evolucin. La reciente crisis financiera es una prueba. Tanto es as, que en economa hasta la estabilidad es inconveniente segn Minsky, quien alude a la estabilidad desestabilizan-te para sealar cmo los periodos de estabilidad llevan a descuidar varia-bles importantes que dan como resultado la crisis, explicando as como la disciplina econmica no la previ, ni sabe bien cmo resolverla, ahora que las herramientas tra-dicionales de poltica mo-netaria no estn rindien-do los frutos esperados en el tiempo necesario.

    Ellen Prez

    mientras se

    diriga a los

    presentes.

    1 Ellen Prez-Ducy, La obra del Dr. Jos Luis Alemn, S.J. (OJLA), Santo Domingo: Banco Central de la Re-pblica Dominicana, 2012.

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    En su artculo titulado La profesin econmica en la crisis, Paul Krugman explica cmo la ciencia econmica es poco til en tiempos de calma, mien-tras que en tiempos de crisis suele verse enmara-ada en sus propios postulados limitantes. Esto resulta por olvidar la historia econmica, por man-tener posiciones cerradas intelectualmente que anulan la evidencia emprica en favor de modelos simplistas y lineales y por no tener la capacidad de encarar los cambios de regmenes que sacuden los supuestos. Como consecuencia, caen en ana-logas moralistas y prejuicios a la medida de hom-bres de negocios no versados en la ciencia del an-lisis econmico, y su historia.2

    Me gustara traer a colacin algunos datos sobre el trasfondo filosfico: para entrar en materia: Fue Engels uno de los primeros en observar que la abundancia no conlleva a la paz social. Ms o me-nos para la misma poca, la Escuela Histrico Ale-mana rechaza que los postulados de la Economa Clsica fuesen universales - aunque tal vez sera ms correcto decir fuesen aplicables en todo mo-mento. Su objetivo consista en encontrar un ca-mino medio y no violento (W. Roscher) entre el laissez-faire y el avecinante espectro del comunis-mo.

    F. List acusa a Adam Smith de ser materialista por no tomar en consideracin el rol de la justicia,

    la educacin, el arte, el lenguaje y la religin en sus evaluaciones (visin compartida por W. Roscher), susti-tuyndolo por un reducto econmico. Tambin le acusa de ensalzar a este reducto y a la empresa por encima de la verdadera unidad de anlisis que es el sistema social (la nacin). Aqu, una pincelada del debate micro-macro que todava subyace a muchos debates ac-tuales de economa (por ejemplo: la contraposicin Pigou Coase, a la cual me referir ms adelante).

    Dice Alemn, otrora estudiante de von Hayek: Los economistas mismos somos responsables de la idea predominante, pero evidentemente falsa, de que la empresa es una unidad econmica que toma decisiones autnomas, aunque sometida a restricciones sociales e internas. Perroux nos va haciendo ver que la empresa depende estructural-mente, y no solamente por relaciones de compra y venta en un mercado de agentes annimos, de otras instituciones, econmicas y no econmicas, con las que se halla ligada en relacin permanente de poder identificable. 3

    Los

    economistas

    mismos somos

    responsables de

    la idea

    predominante,

    pero

    evidentemente

    falsa, de que la

    empresa es una

    unidad

    econmica que

    toma

    decisiones

    autnomas,

    aunque

    sometida a

    restricciones

    2 Paul Krugman, Economics in the Crisis. New York Times, 5 de marzo de 2013. 3 Jos Luis Alemn, La economa de la corrupcin ponencia en el Seminario sobre corrupcin y conflictos de inters, UCMM Santiago, 1979 en OJLA, p. 20. 4 Alfred Marshall, Principles of Economics, London: Macmillan and Co., Ltd. 1890, Library of Economics and Liberty [Online], disponible en http://www.econlib.org/library/Marshall/marP.html.

    Por otro lado, una de las razones que propicia mi inters en el mtodo histrico, es el comentario de Wilhem Roscher, de la vieja Escuela Histrica Alemana, quien defini la misin de la economa como: descubrir las leyes del desarrollo, lo cual requiere de la historia como insumo, si bien el producto esperado es una teora econmica. Esto se deriva de su trabajo seminal en sobre los ci-clos econmicos en 1854, olvidado por estar escrito en alemn. Para tener una idea de la importancia de esta perspectiva cito a Alfred Marshall, figura cardinal del marginalismo, quien reconoci la importancia del mtodo de la Escuela Histrico Alemana cuando dijo que: Como Schmoller bien dice, para obtener un conocimiento de las causas individuales se nece-sita la induccin, la conclusin final de la cual (basada en el anlisis emprico e histrico) es la inversin del silogismo utilizado en la deduccin (conclusiones derivadas por lgica y matemtica). La induccin y la deduccin descansan sobre las mismas tendencias y creencias, las mismas necesidades de razonamiento.4

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    Schmoller, el mximo exponente de la Joven Escuela Histrica Alemana, coincida al en-tender que deban combinarse los mtodos inductivos y deductivos de la Escuela Clsica y Neo-Clsica, por lo cual la utilizacin del mtodo histrico como herramienta de anlisis no est reida necesariamente con la economa de corte matemtico.5 Y antes lo era mucho menos!

    As, otro exponente de la Escuela Histrica, Bruno Hildebrand, quera evitar que la economa se volviera muy acadmica, algo que J. K. Galbraith repetira 100 aos des-pus y que hoy da se considera que est sucediendo incluso al nivel de instituciones de poltica econmica y financiera que im-pulsan la obligacin de publicar papers que guardan poca relacin con la toma de deci-siones.6 Ambos exponan una economa normativa que propusiera reformas para hacer ms confortable la vida del trabajador, reconciliar el capital con el trabajo y as evi-tar las revoluciones comunistas.

    La literatura moderna sobre las fallas del mercado, nuevamente de moda ante el fenmeno del multinacionalismo, la ola de Mergers y Acquisitions y la crisis subprime de 2008; los problemas de bounded rationali-ty expuestos por H. Simon; los temas de los derechos de propiedad y externalidades

    expuestos por Pigou, Coase, Akerlof y luego retrabajados de otra manera por Ostrom; y los retos en la implementacin de soluciones ms Pareto-ptimas de Stiglitz a su paso por el gobierno7, todas sugieren que el ejercicio de la disciplina econmica, y en particular la solucin a problemas de orden prctico, re-quieren ms anlisis que tomen en cuenta las condiciones que influencian el comporta-miento del individuo racional maximizador de utilidad marshalliano y su conformacin en grupos de accin e inters.

    A estas vertientes subyace el mtodo inducti-vo empiricista de la Escuela Histrico Alema-na, en parte desaparecida por NO proveer un cuerpo de recomendaciones especficas y comprobables de manera universal, y, en parte, debido a su xito en haber logrado implementar reformas sociales y laborales hoy consideradas como conquistas normales en el capitalismo (tales como sindicatos, se-guro de salud, seguro de desempleo, pensio-nes y polticas de vivienda) e iniciadas en los tiempos de Bismark (aos 1880) para contra-rrestar los llamados de los socialistas a disol-ver los derechos de propiedad privada en la agricultura y la industria.

    rico que recomienda herra-mientas empiricistas las cuales son todava ms crticas para el anlisis y recomendacin de polticas en las economas en desa-rrollo como la nuestra.

    Pero volvamos a los pre-ceptos de Alemn. Utilizar

    Pero estas enmiendas al modelo capitalista an se encuentran dando sus primeros pasos en los pases del Tercer Mundo. Por eso creo que el Methondstreit, est vivo y creo en la utili-dad del mtodo hist-

    sus escritos para tratar algu-nos temas de primera plana en estos das: el caso de los te-rrenos de Baha de las guilas, el paro de los maestros por reclamos salariales, los crdi-tos rurales y la propuesta de la CEPAL sobre poltica fiscal.

    5 The German Historical School. 6 David Colander, The Keynesian Method, Complexity, and the Training of Economists, Middlebury College Work-ing Paper Series, Middleburry College, Department of Economics, 2010. 7 Joseph Stiglitz, The Private uses of Public Interests: Incentives and Institutions, Journal of Economic Perspectives, Vol. 12, No. 2, primavera de 1998, pp. 3-22.

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    1) Baha de las guilas (Tenencia de la tierra, rol del Estado)

    El dilema de Baha de las guilas pudiera resolverse por medio del Teorema de Coase, el cual dejara que los incontables dueos de parcelas negociasen entre s hasta que quienes derivasen mayor rentabilidad de su uso acorda-sen con el resto un pago para saldar las cosas, y/o por me-dio de la visin de Pigou, quien en vista de las externalidades generadas impondra un impuesto a quienes lo desarrollen.

    Pero esto obviara algunas dificultades que de-terminan los verdaderos retos: falta de legalidad, imposicin de los ms fuertes, recaudos que no compensaran los bienes ecolgicos perdidos.

    La visin de Alemn sobre la tenencia de la tie-rra, amparado en el hecho de que desde tiem-pos coloniales se consideraba correcto el arriendo de las tierras de la Corona a quienes

    tuvieran capacidad de cultivarla y no por ms de 5 aos, nos permite efectuar hoy una reco-mendacin: Arrendar los suelos y supervisar el modo de desarrollo turstico.

    Sobre esto Alemn fue especfico, dice: Sera en este caso imposible que el Estado condicionase ese dominio al cultivo de hecho de esas tierras y que, consiguientemente, sin necesidad de previa com-pensacin suspendiese en su defecto el derecho al dominio y lo traspasase a otras personas?.8

    Ojo a quienes consideran que el Estado debiera administrar todo el proceso: diseando hote-les, construyendo las edificaciones, gerenciando las instalaciones y dems funciones, de las cuales ninguna es de su experticio, ni de probada trayectoria. Dice Alemn: El papel de los Estados nacionales es de apoyo, re-gulacin y promocin de las actividades autnomas de grandes empresas y no de produccin o mercadeo.9

    La propuesta, por tanto, sera que el Estado retenga el derecho de propie-dad y establezca los lineamientos ecolgicos a respetar. Luego licitara el usufructo de las tierras slo a aquellos proyectos que cumplan tales linea-mientos y supervisara su cabal cumplimiento con derecho a clausurar una operacin que violente los trminos del acuerdo re-subastndola a otro operador. Esto permitira lograr una especie de ptimo paretiano. Se des-arrollara el rea - generando empleos y servicios integrados, se mantendr-a el delicado balance ecolgico, beneficiando al Estado, a la poblacin, a la naturaleza y al empresariado turstico.

    Sera en este caso

    imposible que el

    Estado condicionase

    ese dominio al cultivo

    de hecho de esas

    tierras y que,

    consiguientemente, sin

    necesidad de previa

    compensacin

    suspendiese en su

    defecto el derecho al

    dominio y lo

    traspasase a otras

    personas?

    8 Jos Luis Alemn, Limitacin de la propiedad rural, Estudios Sociales, Vol. 2, No. 2, abril-junio de 1969, p. 27, en OJLA, p. 24. Nota: Bajo el feudalismo la tierra era arrendada al seor feudal, no al Estado que no exista como tal.

    9 Jos Luis Alemn, Versin histrica del DR-CAFTA, Hoy, 23 de marzo de 2007, p. 3E, en OJLA, p. 58. 10 Jos Luis Alemn, Lmites de una poltica fiscal de desarrollo fronterizo, Hoy, 12 de mayo de 2005, p. 5E, en OJLA, p. 100.

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    La

    violencia

    econmica

    es la peor

    forma de

    violencia

    2) Salarios y reforma educativa

    Otro tema de actualidad que Alemn trat ampliamente es el de los salarios de los maestros y en general. En sus palabras: Ser maestro, ser profesor es, hoy por hoy, un baldn. Este estigma social no puede remediarse apelando a la conciencia de los maestros: sus hijos y esposas les enrostran ya su dedica-cin a la enseanza. Este es, para m, el problema ms grave de nuestra educacin en todos los niveles - el bajo salario pagado al profesor pblico no puede contribuir sino a mantener bajos los de sus colegas priva-dos 11 No obstante, tambin recomend como La mejor estrategia educativa para Repblica Domini-cana la mejora de la calidad docente12

    Creo que Alemn hubiese estado de acuerdo con el discurso del presidente Lula cuando explic que la estrategia para lograr un crecimiento inclusivo en Brasil consisti en promover el alza del salario real (en un 68% en pocos aos) para que los trabajadores representaran una fuente crecien-te de demanda. Esto sera coherente con las recomendaciones de demanda inducida (keynesianas) de Alemn, pero la experiencia brasilea tambin muestra que se hizo sin presiones inflacionarias. Lula tambin les asegur un cupo en las universidades a todos los profesores para reforzar su capa-citacin y entrenamiento pedaggico. Esto es coherente con un sealamiento de Alemn quien dijo en su momento: Tengo la impresin de que las mayores debilidades de los maestros dominicanos estn en su alarmante falta de conocimientos13

    Recordemos que Alemn advierte sobre la ruptura del ciclo familia-escuela-trabajo- nueva familia, puesto que es: difcil probar que la escuela prepara para un buen empleo cuando ste se mide en dinerodado el muy bajo nivel de los salarios reales por lo que Cada vez ms la educacin deja de

    ser el instrumento clsico de movilidad social 14

    Pero la importancia de los salarios va ms all de la lucha contra la pobreza material. Es el centro de un esquema de valoraciones donde se le asigna mrito al trabajo. El aumento de los salarios en el sector de la educacin enva una doble seal, la valoracin del trabajo y de la propia educacin. Alemn seala: El impacto a corto plazo de la tendencia mercantil-especulativa de la produccin sobre nuestro sistema educativo es doble: afecta, por un aparte, el muy dbil sector de la educacin tcnico-profesional del pas minando sus metas de calidad, y crea un vaco de educacin cvico-moral en todo el campo de la edu-cacin formal...15

    Esto es importante dado su hiptesis sobre las razones que promueven la corrupcin, recordemos: Parece discutible la tesis de que la pobreza, an acompaada de una fuerte dosis de desigualdad pero sin consumismo, cree por si misma corrupcin y desconfianza social y poltica. La desigualdad puede darse, y se da, en la diferencia cuantitativa de bienes ms o menos asequibles a todos los miembros de una comunidad. La victoria del consumismo canoniza en cambio la carencia definitiva, para buena parte de la sociedad, de precisamente los bienes y servicios privilegiados y manifiesta la total falta de potencial del trabajo para alcanzar esos niveles de consumo.16 O sea, es la poca valoracin del trabajo y la excesiva valoracin de bienes superfluos lo que hace florecer la inclinacin que se pue-da tener hacia la corrupcin como medio de satisfacerse material y socialmente.

    11 Jos Luis Alemn, Los requerimientos de la economa de la educacin, Listn Diario, 16 de marzo de 1989, en OJLA, p. 249. 12 Ibd., El mejor sistema educativo del mundo?, Hoy, 5 de mayo de 2006, en OJLA, p. 166. 13 Ibd., Ciencia, Tecnologa y Poltica de Inversiones en RD 1966-1974, ponencia en Seminario de Ciencia y Tecnologa del Secreta-riado Tcnico de la Presidencia, 1975, en OJLA, p. 167.

    14 Ibd., Los requerimientos de la economa de la educacin, en OJLA, p. 249. 15 Ibd. 16 Ibd.

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    As, es la visin la que hay que cambiar: La fiebre no est en la sbana (en el mecanismo de precios) sino en la escala de valores realmente existente en quienes formamos una sociedad, aunque es importante recordar que la situacin de pobreza influye mucho en los valores. Lo lgico sera atacar la pobreza y el abuso de violencia no los precios.17

    Con respecto a la orientacin de la educacin en valores dice: Nuestro fracaso se debe a habernos centrado en adquirir conocimientos y habilidades para tener xito personal y familiar en la vida sin preocuparnos gran cosa del bien comn.18 Aclarando: Toda poltica educativa tiene que ser poltica de Estadoque no es lo mismo que de gobierno ya que estos degeneran con cambios de administracin el tiempo mnimo de maduracin..19

    En cuanto a la orientacin curricular tambin es conveniente recordar qu tipos de materias debieran ensear los profesores, Alemn dice: Aunque sea para variar el men troquemos el esquema a favor de las exigencias que la economa, o mejor las diferentes etapas del desarrollo econmico, imponen al sistema educativoasLa educacin de-be dar respuesta a las necesidades del proceso econmico social y segn ellas priorizar la vocacional, la tcnica, la bsica o la innovadora. En el actual momento la economa pide una educacin que priorice la tecnologa y la innovacin.20 En trminos de distribucin de los escasos maestros sugiri que: La norma debera ser la contraria, los mejores maes-tros para los ms pobres que no cuentan con padres ni tutores que auxilien en el aprendizaje.21 Este tipo de medidas tambin evitara la migracin rural, otra importante preocupacin de Alemn por la plyade de problemas socia-les y descomposicin social que acarreaba esta forma de violencia al representar una rotura de los esquemas de relaciones de proteccin familiar, social y econmico que dejan desprovisto al individuo en medio de una jungla urbana.

    Como ilustracin de que los debates sobre la justicia salarial no son necesariamente propias del socialismo ni de los pases pobres es interesante notar que el domingo pasado Suiza, uno de los pases con el PIB/cpita ms alto del mundo y considerado como la democracia perfecta aprob la Iniciativa Minder, que prohbe los llamados paracadas dorados paquetes de cesacin laboral multimillonarios - para los dirigentes (CEO) de grandes em-presas sin aprobacin de los accionistas, premios a los cuales acceden no solo sin haber arriesgado capital propio sino incluso luego de que la empresa que gerencia haya perdido ventas y empleos o haya sido sujeto de compra por otra compaa.22 Suiza va a vivir una verdadera revolucin. Ella se convertir en la primera democracia accionaria.23 Suiza, aunque pas rico, ha visto empeorar su coeficiente Gini de desigualdad econmica de un nivel de 27.9 a 30.3 durante la dcada del 2000 (OECD). Recordemos que Alemn dijo una vez, a m por lo menos, que la violencia econmica era la peor forma de violencia.

    3) Crdito a la agricultura

    Creo que tambin habra apoyado la tecnificacin y el crdito a la agricultura como se est proponiendo actualmente, en vista de que escribi mucho sobre la direccin del crdito. Aunque Alemn no obvia que el latifundio permite impor-tantes economas de escala, dice que en el caso dominicano estas ventajas son ms bien ilusorias dado que la penuria financiera de los latifundistas es tan grande que no pueden aplicar tcnicas capital intensivas sino a extensiones limitadas de su propie-dad, en adicin escribe la renta obtenible de una administracin defectuosa puede ser superior a la de una administracin ms tcnica (deducidos los costes financieros y sumados los riesgos) tanto como para que exista un desincentivo a la administracin racional lo cual explica el alto nivel de absentismo. Estos males se aplican tambin a las tierras del Estado. 24

    17 Jos Luis Alemn, Crisis del ciclo vital familia-escuela-trabajo, Hoy, 24 de febrero de 2006, p. 2E, en OJLA, p. 162. 18 Ibd., Reingeniera de las escuelas de negocios (Slo?), Hoy, 1 de junio de 2007, p. 6E en OJLA, p. 165. 19 Ibd., Educacin para el empleo, Hoy, 7 de enero de 2005, p. 1E en OJLA, p. 165. 20 Ibd., Visin, desafo y desarrollo del sector educativo, Hoy, 22 de Junio de 2007 en OJLA, p. 163. 21 Ibd., El mejor sistema educativo del mundo?, Hoy, 5 de mayo de 2006, p. 6E en OJLA, p. 167. 22 Olivier Perrin, La dferlente pro-Minder, Le Temps, 4 de marzo de 2013. 23 Boisseau Laurence. Les Suisses votent oui l'initiative contre les rmunrations abusives. Les Echos, 3 de marzo, 2013, www.lesechos.fr. 24 Jos Luis Alemn, Limitacin a la propiedad rural, en OJLA, p. 25.

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    Con respecto a la direccin de la poltica econmica, Alemn enfatiz acerca de la importancia crucial de exportar, dado el ciclo interminable y creciente de endeudamiento que deriva de los dficits comerciales. Isla pequea, tenemos que exportar o volver al siglo XVI de economa de subsistencia. Pero hay que evitar la peor distribucin del ingreso ya que la demanda externa permite el curioso fenmeno que mostr Inglaterra, alta con-centracin de ingreso en una elite econmica, miseria popular extendida e intensa acumulacin de capital. La solu-cin de este enigma es fcil, segn Rosa Luxemburg, la exportacin debe contener la mayor cantidad posible de productos demandados en el pas (alto valor agregado del empleo nacional) para promover la demanda interna y un ciclo de crecimiento del nivel de ingresos.

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    4. Por ltimo, veo interesante la propuesta reseada a principios de marzo de 2013 en El Pas sobre la propuesta de La CEPAL que defendi la necesidad de establecer en Amrica Latina una nueva relacin entre el Estado, el mercado y la sociedad, que incluya pactos fiscales para aumentar los ingresos tributarios y fomentar la equidad.26 Aqu formulo solo unas notas de precaucin. Las relaciones entre el Estado y la sociedad de-penden enteramente de qu tipo de Estado y de sociedad estemos contemplando. Para esto har falta es-tudios sociolgicos e histricos no solo como diagnstico sino como insumo a cualquier estrategia de cambio.

    Recordando las palabras de Alemn: El estudio satisfactorio de las economas exige, an antes de adentrarnos en hiptesis sobre las causas de su evolucin, llenar tres condiciones: considerar los fenmenos econmicos como partes de un todo,

    saber establecer las relaciones de interdependencia entre esas partes, y,

    poder establecer las etapas cualitativamente diversas por las que pasa una eco-noma real en su historia.27

    Tal como se dice en el libro OJLA, Alemn prefiere las teoras exgenas, no de-terminsticas que analizan el deseo consciente de lograr un cambio en los procesos

    internos de una economa (OJLA p. 32). Esto corrobora una percepcin generalizada de que Alemn era un humanista que lo era, pero de la economa ya que su inters era estudiar al hombre econmico, social y poltico y los efectos que estos aspectos ejercan sobre el modo de funcionamiento y el desarrollo econmico del pas. Espero haber convencido de que la obra de Alemn mantiene vigencia y que su mtodo, el anlisis de los datos y la bsqueda de soluciones econmicamente eficientes pero humanas, con la justicia como norte, es ms que nunca, til y valioso y que su prdica y prctica debe ser difundida entre los economistas en la Repblica Dominicana, quienes deben buscar equilibrar los mtodos matemticos de la economa matem-tica con el mtodo histrico de la economa inductiva y normativa en la bsqueda de soluciones pragmti-cas y vlidas para una sociedad ms sana en la que puedan proliferar individuos y empresas eficientes y productivas de manera equilibrada.

    Por ltimo, me pareci relevante que el Evangelio del 6 de marzo de 2013 tratase sobre el tema de la res-ponsabilidad de difundir ideas: El que no cumpla el ms pequeo de estos mandamientos, y ensee a los otros a hacer lo mismo, ser considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y ensee, ser considerado grande en el Reino de los Cielos Mateo 5, 17-19.

    25 Jos Luis Alemn, Polticas de Exportacin en Crisis de la Economa Mundial (1985). UCMM, pp. 181-182, en OJLA, p. 46. 26 EFE, CEPAL aboga por nueva relacin Estado-Sociedad, Hoy, 6 de marzo de 2013. 27 Jos Luis Alemn, Teora Econmica del Desarrollo y del Subdesarrollo (1978), p. 39. UCMM en OJLA, p. 19.

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    C E N T R O U N I V E R S I T A R I O D E E S T U D I O S P O L I T C O S Y S O C I A L E S ( C U E P S )

    P G I N A 9

    Los recursos deben utilizarse para lograr una vida virtuosa

    tanto a nivel del hogar como del pueblo,

    porque la economa debe de orientarse hacia el logro de lo

    bueno y de lo moral.

    Fernando Alvarez

    Bogaert al momento

    de su ponencia

    Su concepto de Estado y desarrollo econmico

    El padre Jos Luis Alemn: un hombre con propsitos A travs de mis 46 aos como hombre pblico y acadmico, he enfrentado desafos importantes, pero uno de mis mayores desafos ha sido elaborar la visin econmica del Dr. Jos Luis Alemn en 15 o 20 minutos.

    Todos ustedes conocen el extraordinario tanscurrir como hombre acadmico del Dr. Alemn, de su vida, pues, la defino con las palabras de Mark Twain: El propsito de una vida es vivirla con propsitos. Procedamos, pues, a describir la filosofa econmica de ese gigante dominicano que por razones de tiempo leeremos de modo rpido.

    en la promocin econmi-ca y tecnolgica. Era parti-dario de la aplicacin de polticas keynesianas en momentos crticos de una economa. Una visin y prctica pro-fundamente humanista lo caracterizaba, demostrada en su vida y sus escritos: Los recursos deben utilizarse para lograr una vida virtuosa tanto a nivel del hogar como del pueblo, porque la eco-noma debe de orientarse hacia el logro de lo bueno y de lo moral. Entenda que para un desa-rrollo econmico y social sostenible era fundamental el logro de estas condicio-nes: Una dramtica mejora

    en la institucionalidad del pas.

    Reducir al mnimo las barreras que han frena-do nuestra competitivi-dad en el mercado in-ternacional en los lti-mos 25 aos.

    El padre Alemn no se limit a seguir una co-rriente o escuela. No obs-tante, en sus escritos, en su forma de pensar, se identific con la escuela alemana en sentido amplio y, en especial, con Joseph Schumpeter. Subrayaba la idea de utili-zar el razonamiento emp-rico histrico en el que interactuaban Estado, em-presarios y trabajadores para la consecucin de un Estado eficiente y justo. Consideraba que el rol del Estado no era competir con el sector privado, sino que deba de servir como mediador y orientador de esquemas de produccin y comercio, regulador y justo. l, sin embargo, aceptaba la idea de un rol del Estado ms vigoroso

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    C E N T R O U N I V E R S I T A R I O D E E S T U D I O S P O L I T C O S Y S O C I A L E S ( C U E P S )

    Institucionalidad Promovi, en los diver-sos escena-rios en los que des-arroll su trabajo, el concepto de que el pas necesitaba

    de una radical reforma institucional, con la que alcanzara un verdadero desarrollo inte-gral sostenible, con niveles aceptables de desigualdad, estableciendo normas vlidas para la sociedad en general.

    Para sealar las ideas del padre Alemn, des-de el punto de vista institucional, observe-mos los componentes del ndice de Competiti-

    vidad Global, y lugar que ocupa en la Repbli-ca Dominicana: de 144 pases, entre los que se encuentran 30 africanos, ocupamos el lu-gar 119 en el 2008, y en el 2013, el lugar 126.

    Entre los indicadores de la institucionalidad, nuestro pas queda en el ltimo lugar en fa-voritismo del gobierno. En confianza en la polica, desvos de los fondos pblicos, con-fianza en los polticos tradicionales y en el sistema judicial ocupamos las posiciones 143, 142, 138 y 120 entre los 144 pases, respecti-vamente.

    Una de las mayores y constantes preocupa-ciones, que an prevalece en el pas, y que constituye el mayor y ms crtico desafo de la nacin, se encuentra en la debilidad institu-cional.

    Sector elctrico con un 40% de sobreprecio. El monopolio del transporte de carga. Los altos costos de manejo de carga en los puertos. Bajsimo ndice de institucionalidad. Alta incidencia de oligopolios. Un nivel desbordado de consumo privado y pblico como porcentaje del PIB (91%), en compa-

    racin con el promedio de Amrica Latina 73% y Asia 58%. Esto casi elimina cualquier posibili-dad de ahorro interno. El coyunturalismo lo mo ahora ha dominado la estructura econmi-ca, poltica y social empresarial. En trminos filosficos, podramos describirlo as:

    Cada da ocurre que una mayora creciente de nuestro pas sabe el precio de las cosas y cada da una minora menor conoce a plenitud el valor intrnseco de la misma.

    La cultura del tener en estos 25 aos ha abrumado de manera creciente la cultura del ser.

    Barreras a la competitividad

    Un nivel

    desbordado de

    consumo privado

    y pblico como

    porcentaje del

    PIB (91%), en

    comparacin con

    el promedio de

    Amrica Latina

    73% y Asia 58%.

    Esto casi elimina

    cualquier

    posibilidad de

    ahorro interno.

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    P G I N A 1 1

    Portada del cuadernillo

    preparado por el padre

    Alemn para la Serie de

    Educacion Ciudadana pro-

    ducida por el CUEPS

    Poltica monetaria

    Poltica fiscal La posicin de Alemn fue clara y, en cierto sentido, visionaria a la luz de los eventos que han ocurrido luego de su fallecimiento. Esta posicin constaba de estos elementos: Una clara visin de frugalidad, aun-

    que, en momentos crticos, era un firme partidario de polticas keyne-sianas.

    Advirti los peligros del clientelismo y sus efectos perniciosos en los gas-tos corrientes.

    Enfatiz, fuertemente, el criterio de que el problema fundamental era la calidad del gasto.

    Propugnaba por un ahorro substan-cial en el presupuesto para dedicarlo a la inversin pblica, aumentar el capital que permitiera un rpido cre-cimiento econmico y una substan-cial reduccin de la pobreza.

    Constantemente se lamentaba, en sus dilogos, de la injusta distribu-cin de la carga tributaria.

    Igual que un sector minoritario de economistas, sostuvo que en este pas la carga tributaria, como por-centaje del PIB, no reflejaba la reali-dad y esta afirmacin se fundamenta en la mala calidad de los servicios (electricidad, educacin, salud, etc.),

    que obligaba al ciudadano a recu-rrir al sector privado.

    Advirti, de manera reiterada, el grave problema que representaba el desbordamiento de los gastos corrientes del gobierno en relacin con los ingresos, lo que generara grandes dficits fiscales y un rpido incremento de la deuda pblica.

    Estos dficits fiscales y monetarios se pudieron enfrentar gracias a un hecho poco conocido y difundido: la extrema frugalidad de las generaciones que vi-vieron en el lazo 1930-2000, es decir, 70 aos. El endeudamiento en dicho perodo slo lleg a 3,750 millones de dlares apenas 54.85 millones de dla-res por ao. En otras palabras, esta generacin recibi como herencia la capacidad para endeudar el pas en 20,000 millones de dlares para inver-tirlos. Desafortunadamente se han usado, fundamentalmente, para el con-sumo.

    Por esa razn, Alemn constantemen-te demandaba reformas profundas para que la poltica fiscal se transfor-mara en un instrumento, y no en obstculo a nuestro desarrollo econ-mico.

    primordial de un Banco Central era mantener la estabilidad de la moneda y no estar acomodndola, continuamente, por razo-nes de deudas externas y de dficits.

    Insisti en que el criterio para determinar la realidad

    Sobre la poltica monetaria, tasa de cambio, dficit cuasi-fiscal, su posicin, en todo el ejercicio profesional, tanto en la docencia como en sus escritos, fue cla-ra y consistente: crea que la funcin

    monetaria radicaba en tomar en cuenta el valor absoluto en los incremen-tos de la masa monetaria, y que los efectos seran subvaluados si se toman como referencia el PBI o la tasa de crecimiento del mismo.

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    C E N T R O U N I V E R S I T A R I O D E E S T U D I O S P O L I T C O S Y S O C I A L E S ( C U E P S )

    Tasa de cambio

    P G I N A 1 2

    Sostena, firmemente, que la tasa de cambio estable slo puede ocu-rrir, sin daos a la balanza de pagos, si establece y proyecta una inter-accin entre poltica monetaria y poltica fiscal estricta. Fue claro en plantear que una tasa de cambio manipulada es altamente perjudicial, pues encarece las exportaciones y reduce el costo de las importaciones, agravando, seriamente, la balanza comercial, coadyu-vando a un aumento fuerte en el endeudamiento externo e interno.

    Crisis bancaria y dficit cuasi-fiscal El padre Jos Luis Alemn fue siempre preciso en sus juicios. Tema que los mbitos de poder se orientaran, ante cualquier problema fiscal o de cualquier otra naturaleza econmica, a la realizacin de grandes emisiones monetarias que, como consecuencia, obligaran al Banco Cen-tral a pagar altos intereses para cubrir esas emisiones y esterilizar las mismas para evitar daos mayores de carcter inmediato.

    A partir del ao 2000, hasta su fallecimiento, sostuvimos varias conversaciones que fueron fundamentales para solidificar mi posicin sobre mi apreciacin de que existan serias fragilida-des en el sistema bancario nacional. Fundament mi gran temor por el dispendio que observa-ba en algunos banqueros. Por lo que, suger, en la transicin al presidente Meja, que nombra-ra un Superintendente de Bancos de alto nivel profesional y tico. Estuvimos totalmente de acuerdo en ese respecto, pero eso no ocurri. A partir de ah, en varias ocasiones, tocamos el tema potencial de una crisis bancaria y el temor de que ocurriera un episodio frecuente en el capitalismo moderno que es cuando agentes econmicos toman un riesgo excesivo, si hay ganancias le pertenecan a stos y si haba prdidas, stas la asuma el Estado, creando un dficit cuasi-fiscal altamente daino para la solidez del Banco Central y de la eco-noma en general. Para ser justos, debo decir que Jos Luis Alemn tena, en este tpico, una posicin an ms firme que la nuestra. En nuestras ltimas conversaciones, ya acontecido lo que preveamos, llegamos a la conclu-sin de que debamos enfrentar el dficit cuasi-fiscal con drasticidad, prontitud y coraje, y que de no hacerlo, se creara una pirmide de niveles insospechados.

    Poltica financiera El padre Alemn fue visionario al expresar su preocupacin por los grandes cambios que acontecieron en la dcada del 90 sobre la poltica financiera. Planteaba que esa situacin iba a terminar en los siguientes:

    Una gran concentracin de los prstamos en relativamente pocas personas. Reducir fuertemente la viabilidad de algunas instituciones orientadas a sectores como la

    construccin, especialmente, las viviendas sociales, la agricultura, lo que terminara so-cavando las posibilidades de xito de estos sectores y subsectores.

    Predijo una orientacin desbordante hacia los prstamos de consumo, en detrimento de los destinados al sector productivo, afectando la posibilidad de un rpido crecimiento econmico sustentado en bases reales y que no causara daos colaterales al futuro mediato y de largo plazo.

    El padre Alemn

    consideraba que

    debamos

    enfrentar el dficit

    cuasi-fiscal con

    drasticidad,

    prontitud y coraje

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    P G I N A 1 3

    El padre Alemn enfatiz,

    continuadamente, en la necesidad de promover las

    exportaciones y, sobre todo, contener las importaciones, particularmente, las de lujo, para frenar los crecientes dficits

    comerciales.

    Poltica industrial La visin del doctor Alemn sobre el desarrollo no es determinista porque cree que es el empresario quien realiza nuevas combinaciones de los factores de produccin existen-tes. Entiende que el empresario y el Estado deben mantener una relacin armnica para lograr el propsito comn mayor: el desarrollo del pas. Se refiere al empresario individualista schumpeteriano como el necesario para el desarrollo econmico. El empresario schumpeteriano, al cumplir su funcin de revolucionario econmico y tcnico, es tambin un motor de cambio social.

    Es necesario cambiar nuestro sistema de produccin, predicaba. Enfatiz, continuada-mente, la necesidad de promover las exportaciones y, sobre todo, contener las im-portaciones, particularmente, las de lujo, para frenar los crecientes dficits comercia-les.

    Para promover las exportaciones en el contexto de un esquema renovado de indus-trializacin, deca que eran necesarias nuevas estrategias. En ese sentido, el nuevo sistema de incentivos deba sustentarse, adems, en los precios, en prstamos de pro-mocin hacia proyectos estratgicos para enfrentar las barreras de la competitividad, sealadas anteriormente, hasta reducirlas a su mnima expresin.

    Poltica agropecuaria El profesor Alemn vea que el problema que reduca el desarrollo agropecuario radica-ba en la incorrecta distribucin de la tierra, privilegiando, a su vez, una tendencia hacia el crecimiento del minifundio en el perodo 1950-1966, llevando a la mayora de los agricul-tores a vivir con un salario de subsistencia y, por tanto, a una prospeccin hacia una rpida migracin a la ciudad. En adicin, le daba capital importancia a la reduccin, rpi-da, por parte del sector financiero, al prstamo agropecuario, as como al mantenimien-to de una tasa de cambio sobrevaluada que favoreca las importaciones y penalizaba la exportacin. En la dcada de los 80`s. ocurrieron tres golpes mortales a la agropecuaria dominicana:

    El gobierno aprob la Ley PL-480 luego de una lucha sin cuartel en contra de esa aprobacin desde el 1966. Mediante la misma se colocaba aqu, en for-ma de dumping, excedentes agropecuarios de Estados Unidos a 10 aos con dos de gracia, a un 2% de inters. Esta accin destruy la viabilidad econmi-ca y social que tena la frontera con la produccin de oleaginosa. Se grab en 1984 con 36% a las exportaciones de azcar, caf, tabaco y cacao. Este gravamen fue denominado recargo cambiario. La ocurrencia de un acto que claramente define el capitalismo fundamenta-lista: el cierre del Consejo Estatal del Azcar con todas las consecuencias econmicas y sociales que provoc en el Este del pas y en Barahona. El CEA, lejos de recibir fondos del gobierno, no slo era autosuficiente, sino que pro-vea grandes aportes de impuestos al Estado. En el perodo 1966-78 el costo de produccin del CEA fue ligeramente ms alto que el del Central Romana y competitivo con los ingenios del Grupo Vicini.

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    Estoy de acuerdo con la mayor parte de las posiciones del Dr. Jos Luis Alemn pero difiero, profunda-mente, de su posicin sobre la agropecuaria, pero este punto no lo vamos a abordar porque hoy cele-bramos la obra de ese hombre extraordinario.

    Poltica educativa Para el Dr. Alemn, la poltica educativa tiene que ser la ms importante del Estado. La misma debe orientarse:

    A preparar a los estudiantes en el razonamiento lgico y no, como hasta ahora, en el embo-tellamiento.

    A imprimir responsabilidad tica. Entender que el proceso educativo abarca la vida entera. Proporciona a los profesores los recursos necesarios para su preparacin, y as lograr un dominio objetivo de la materia que ensean. Capacidad para confrontar lo enseado con la realidad.

    Los maestros deben ser evaluados conforme a los resultados. Jos Luis Alemn le daba una importancia capital al aprendizaje tecnolgico para su integra-

    cin en el mercado de trabajo. Aferrndose a la educacin dual alemana, que divide el tiem-po de estudio en dos partes a partir del octavo curso: un bachillerato tradicional de 4 aos y el otro, vocacional de 6 aos, donde se aprende, al mismo tiempo, un oficio que posibilita su integracin al mercado laboral, puesto que posee una alta capacidad como obreros espe-cializados. Los jvenes tienen que hacer una pasanta de dos das en pequeas y medianas empresas. Este sistema fue creado por el Kaiser Wilhem a final del siglo XIX. Por su parte, el padre Alemn era un firme creyente de que exista una gran mejora en la enseanza uni-versitaria, pero que sta careca de puntos esenciales, tales como:

    Mayor nfasis en el humanismo, con sus vertientes sociales y personales Fortalecer la capacidad tcnica a la luz de la ferocidad de la revolucin tecnolgica. Mayor contacto con la sociedad real y una importante orientacin hacia la investigacin.

    Recapitulando El perodo que abarca desde su fallecimiento hasta el 2012 otorg la razn a los planteamientos de Jos Luis Alemn. Estas causas han llevado al pas a lo siguiente: Aumento extraordinario en el clientelismo. Extraordinario incremento en los gastos corrientes. Mayores dficits fiscales con el incremento continuo de las barreras de competitividad, etc. Ao tras ao, un aumento exponencial de las importaciones. Todas estas barreras han llevado al pas a que sus gastos (pblico y privado) se acerquen, al 93% del

    PIB dominicano. Un modelo econmico como este es solo sostenible en pequeos pases producto-res de petrleo como Kuwait y Qatar.

    El fallecimiento del presidente Hugo Chvez agrega un elemento de gran incertidumbre a la regin de Latinoamrica, especialmente a los pases miembros de PETROCARIBE.

    El padre Alemn era

    un firme creyente de

    que exista una gran

    mejora en la

    enseanza

    universitaria, pero que

    sta careca de puntos

    esenciales, tales como

    mayor nfasis en el

    humanismo, con sus

    vertientes sociales y

    personales y fortalecer

    la capacidad tcnica a

    la luz de la ferocidad

    de la revolucin

    tecnolgica.

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    El presidente Maduro enfrenta las siguientes realidades:

    1. Ni l, ni ninguno de sus asociados, tienen el carisma de Chvez.

    2. Tiene que enfrentar, en 30 das, la oposicin y compactar el chavismo que actualmente

    tiene, aparte de Maduro, cinco lderes prominentes: Diusdado Cabello, presidente de la

    Asamblea Nacional; Elas Jaua, Ministro de Relaciones Exteriores; Francisco Arias, Gober-

    nador de Zulia; Rafael Ramrez, Ministro de Petrleo y Minera; Adn Chvez, hermano de

    Hugo y Gobernador de Barinas.

    3. Enfrentar la situacin econmica ms crtica de los ltimos 30 aos: una inflacin de 25 a

    30% anual en los ltimos tres aos, una devaluacin de 33% y un aumento en la oferta

    monetaria de alrededor de 60% (segn el Financial Times de la ltima semana de febrero

    de 2013) en los ltimos aos.

    Estamos convencidos que el acuerdo de PETROCARIBE se mantendr, pero pudieran existir cambios en las condiciones establecidas en el mismo.

    Sin embargo, el padre Jos Luis Alemn fue optimista hasta el final acentuando nuestras forta-lezas: Ubicacin geogrfica estratgica. Tierras frtiles. Acceso libre de tarifas a centenares de millones de consumidores pudientes. 300 mil estudiantes universitarios, entre otras. Es evidente que el liderazgo poltico, empresarial y social est compelido a tomar medidas con carcter de urgencia para hacer un cambio del modelo econmico hacia otro que est predominantemente dirigido a la produccin y la exportacin. El presidente Danilo Medina ha tomado algunas medidas para reducir y mejorar la calidad del gasto. Ahora le corresponde liderar un esfuerzo conjunto de todo el pas para crear un nuevo modelo que nos garantice un desarrollo econmico con equidad social.

    Finalizo rememorando este episodio: en 1958, el General Douglas McArthur, describindose a s mismo, dijo lo siguiente: Los viejos soldados nunca mueren, se van desvaneciendo annima-mente hacia la eternidad. El padre Jos Luis Alemn recibi un legado que el Seor slo guar-da para sus hijos ms queridos: durante su fase crepuscular, cargado an de propsitos, sue-os y amor por su patria, se enrumb hacia la eternidad.

    El padre Jos Luis

    Alemn recibi un

    legado que el

    Seor slo guarda

    para sus hijos ms

    queridos: durante

    su fase

    crepuscular,

    cargado an de

    propsitos, sueos

    y amor por su

    patria, se

    enrumb hacia la

    eternidad.

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    C E N T R O U N I V E R S I T A R I O D E E S T U D I O S P O L I T C O S Y S O C I A L E S ( C U E P S )

    P G I N A 1 6

    Alemn, lejos de

    ser un economista,

    fue un filsofo, un

    pensador que

    intenta entender la

    totalidad de la

    realidad social a

    partir del ser

    humano, tal como

    existe

    David Alvarez mientras

    expona su trabajo.

    Una antropologa realista Voy a defender una tesis central acerca del padre Alemn que ilumina, a mi en-tender, mltiples comentarios del libro de Prez-Ducy, que creo es la clave inter-pretativa de la obra total de nuestro amigo.

    Alemn, lejos de ser un economista, fue un filsofo, un pensador que intenta en-tender la totalidad de la realidad social a partir del ser humano, tal como existe. Como estoy entre economistas aclaro el punto, no es que hay un desprecio hacia la Economa, sino que desde el punto de vista de la filosofa clsica, a partir de Kant, todas las ciencias especficas son acoplamiento de la realidad que se hace expresamente para entenderla dentro de una metodologa y trabajando un objeto determinado. Mientras que la filosofa sigue pretendiendo tener esa comprensin ms abarcadora de todo. Entonces, en el sentido tcnico, Alemn se form con la perspectiva filosfica global y fue en la ltima etapa de su formacin que se es-pecializ en ese terreno acotado que es la Economa. Siempre que se lee a Alemn se est leyendo a un economista, eso nadie lo duda, pero se est leyendo, ms bien a un filsofo, por eso l se mova en diferentes campos.

    data econmica. Quisiera referirme a una cita del padre Alemn que se refiere al tema de la me-todologa. Dice as: El realismo requerido por la Economa Poltica exige, por una parte, la experien-cia directa de lo real, por otra parte sentido de la historia como maestra de vida. La antropologa so-cial, la economa narrativa, el estudio de las institucio-nes son modos distintos de investigar reglas de juego usadas en diversas subcul-turas. Mucho ms difcil es ganar cierto sentido de cmo un pueblo ha creado o se ha adaptado a situa-ciones distintas. La historia, al parecer de Schumpeter, es vital para poder com-prender el sentido de el para qu y el por qu de hechos y conductas practi-cadas por un pueblo a lo largo del tiempo, la cita es ms larga, pero en el

    Entonces, entiendo que Alemn es filsofo en pri-mer lugar y economista en segundo lugar, no por des-precio a la Economa, sino porque la Economa como tal, al igual que la Biologa, la Poltica y la Historia son campos acotados de la reali-dad que demandan esa espe-cializacin.

    Ellen seala constantemente esta condicin de filsofo refirindose a su misin holstica a la hora de anali-zar hechos que tradicional-

    mente se expli-can por la data econmica o por las matem-ticas econmi-cas. Constante-mente, Alemn da marcos refe-renciales que van ms all de la data y cues-tiona que los anlisis econ-

    micos se agoten en la misma

    fondo es un compromiso de Alemn con una visin mucho ms amplia que simplemente analizarlo en trminos de las matemticas econmicas o de los modelos econmicos.

    En muchas conversaciones, y a travs de sus textos, Alemn apost por una antropologa realista, es decir, una visin del ser humano basada en lo que realmente es y no en base a es-peculaciones filosficas o teoras que pretenden definir lo humano en base a modelos tericos abs-tractos o intereses que defien-den diversas concepciones socia-les, polticas, econmicas o mo-rales. A cules concepciones me refie-ro? A suponer un determinismo absoluto de carcter econmico sobre el desarrollo de la socie-dad; a la existencia de una mano invisible que ordena el mercado; al lucro como motor de la con-ducta humana, o a la santidad angelical como explicacin del quehacer de los seres humanos, entre otras teoras.

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    P G I N A 1 7

    Todas estas teoras las cuestionaba Alemn y frente a las mismas planteaba que haba que volverse a una

    visin realista de lo que es el ser huma-no antes de poder hablar de cualquier otra cosa.

    Frente a estas y otras ten-dencias del

    pensamiento, Alemn defiende comprender al ser humano dentro de su contexto social y capaz de cre-ar nuevas realidades. Pasible de sufrir y someterse, pero tambin capaz de sacrificarse en aras de generar procesos de liberacin personal y social. De forma tal, que es comprensible que pueblos sufran dictadu-ras por largo tiempo, pero tambin, que grupos pe-queos de hombres y mujeres sean capaces de inmo-larse con tal de romper una tirana.

    Merecedor de confianza, el ser humano, sin descuidar las necesarias reglas de realizacin y legalidad que limite el abuso a sus congneres, digno de ser recom-pensado por sus esfuerzos y que se le garantice al mismo tiempo, a todo ser humano, su dignidad mate-rial y espiritual con independencia de su productivi-dad.

    Las referencias bibliogrficas de Alemn eran vastas, y constantemente, l haca referencia a autores diver-sos y conocedor de todos los autores de la Escuela

    de Frankfurt. Es cierto que el ser humano puede ser muy dcil, pero tambin puede ser muy rebel-de. Puede ser domesticado, pero tambin puede ser creativo y capaz de plantear cosas nuevas. No podemos encasillarnos en una visin muy pesimis-ta o muy optimista de lo que es el ser humano. Es, en resumen, asumir la condicin humana en su integridad, en su complejidad, en sus posibilidades de transformarse y de transformar su realidad personal y social en el reconocimiento de sus de-rechos y deberes.

    En el pensamiento de Alemn esta perspectiva antropolgica tiene su genealoga en la filosofa de Aristteles y Toms de Aquino. Si uno no entien-de a Aristteles y a Toms de Aquino, no entien-de a Jos Luis Alemn. l es de esa tradicin. Nor-malmente, en filosofa se establecen dos grandes familias del pensamiento occidental, una que arranca de Platn, Agustn y se va con Descartes y todo el pensamiento racionalista, y otra que a par-tir de Aristteles va hacia Toms de Aquino en-tronca con todo el pensamiento de los empiristas ingleses y con todo el movimiento francs revolu-cionario, son como dos grandes familias, un esque-matismo simple, no lo niego, pero ayuda a ilumi-nar, si estamos pensando, cuando hablamos de antropologa, en el ser humano como un ideal o en el ser humano tal como es, y en eso Aristte-les es el norte, hay que entender a Aristteles para poder entender esta antropologa que es consustancial al pensamiento del Dr. Jos Luis Alemn.

    Por supuesto, su pensamiento est articulado con la esencia de la Doctrina Social de la Iglesia que es netamente tomista, todo el componente de la doctrina social de la iglesia, en su ciento veinte aos, desde Len XIII hasta el momento, es bsicamente tomista. Yo que soy un convencido de que dentro de ella el marxismo penetr, no por la teora de la liberacin, sino por el papa Juan Pablo II. Lanse los textos de l, especialmente sobre el trabajo, y vern cmo el papa introduce a la Doctrina Social de la Iglesia formas de pensar muy claras al marxismo.

    No sin manifestar crticas antropolgicas, en Alemn aparecen crticas constante-mente a las diferentes fuentes de consulta e incluso a los autores que le son ms importantes para l. Por supuesto, su fuente matriz es el evangelio en una lectura profunda de la cual extrae su comprensin del ser humano, su dignidad absoluta y sobre todo su capacidad de transformarse y transformar su entorno. El ideal aris-totlico, citado por Alemn es la del hombre virtuoso. El hombre de la polis, del ser humano que procura alcanzar la felicidad y construir la justicia en el contexto de la ciudad, entendiendo por ciudad no solo al lugar sino a todo el espacio social.

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    Esta ptica de todo el pensamiento de Alemn tiene en la Economa una herra-mienta para construir la justicia, por tanto no es posible considerar como economista a la manera comn como se entiende di-cha profesin, ms tcnica, centrada en modelos matemticos, con supuestos cen-trados en modelos sociales donde la Eco-noma es el centro de la realidad humana. Para el hombre virtuoso, para el idealismo deontolgico del que parte Alemn, la na-turaleza del ser humano no est en la Eco-noma, sino en la vida plena que brinda el interactuar con sus congneres procuran-do el desarrollo de la libertad tanto de las necesidades materiales como del poder que genera y ahuyenta el cuerpo social y

    unitario al existir en referencia a la tras-cendencia.

    Interpretar el pensamiento de Alemn amerita verlo desde la filosofa, como lo he afirmado, y entender que su ente inter-pretativo es esa concepcin del ser huma-no que es alimentado desde el pensamien-to clsico y el evangelio. Es un atrevimien-to de mi parte, pero considero que dicho camino es lo que salvara a la Economa de ser pura econometra o de impulso al ser-vicio del gran capital, con desastres tan criminales como la crisis bancaria mundial presente que ha lanzado a la miseria a mi-llones de seres humanos y recompensan-do astronmicamente a los responsables.

    Concretamente en relacin al libro de Ellen, hago dos observaciones:

    1. El Historicismo es propiamente una escuela que defiende la existencia de fuerzas sobrenatu-rales en su desarrollo. Su crtico ms relevante es Karl Popper que hace dos grandes obras donde desmonta todo el discurso historicista. Entonces, a veces veo que se usa el trmino historicista haciendo referencia a la historia o al modelo histrico, lo cual genera confusin. Por tanto, no debe usarse dicho concepto a la semejanza como se usara el economicismo so pena de confundir al lector ms especializado.

    2. La riqueza de citaciones de la obra de Alemn contenida en el libro es una tarea inmediata, sobre todo en el tercer captulo. Cada uno de esos apartados debera ser convertido sino en un libro, al menos en un libro-ensayo que recoja el pensamiento de Alemn temtica-mente. En el tercer captulo, Ellen Prez hace un rico trabajo por temas y recoge la posicin de Alemn a lo largo del tiempo. Me parece que ms que simplemente citar, seria interesan-te y un gran aporte convertir cada una de esos apartados en un ensayo para alguna revista. Hacer que se explique a profundidad esa lnea temtica y esa evolucin o consistencia en el tiempo de dichos aportes.

    Junto a esa tarea, falt un esfuerzo de recoger su obra completa, considero que es una tarea que se debe asumir cuanto antes porque la obra de Alemn se encuentra muy dispersa. Hay que hacer un esfuerzo en ir sistematizndola, tomando como ejemplo lo que se ha hecho con la obra de Juan Bosch que ya va por 40 volmenes.

    Tanto para la PUCMM, como para los jesuitas y economistas dominicanos, preservar y analizar el pensamiento de Jos Luis Alemn debe ser una tarea prioritaria debido sobre todo a su pro-fundidad terica y a su permanencia en la realidad que vive nuestro pas, ya que pareciera que estuviera escribiendo todava de lo que est pasando. Debemos convertir en un asunto serio y de rango cientfico las propuestas por lograr una sociedad decente y pulcra donde todo el que viva en estos 48,000 km2 pueda encontrar los medios para alcanzar su plenitud material y espi-ritual, no es una utopa, Alemn nunca lo considerara as, es la nica tarea trascendente de todo dominicano y dominicana, independientemente de su actividad profesional.

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    Pedro Silverio.-

    Ante todo deseo felicitar a Ellen por el esfuerzo realizado en sintetizar en este libro lo que considero el

    pensamiento del padre Alemn, y voy a trazar algunos comentarios que, de antemano, s que algunos

    colegas no los van a compartir.

    Creo que para entender el pensamiento econmico del padre Alemn debemos ir a sus races meto-

    dolgicas. Lo primero es que Alemn antes de formarse como economista fue socilogo, un gran soci-

    logo. Esa formacin del padre Alemn en la sociologa, mantuvo su impronta en toda su produccin co-

    mo economista, y esa tradicin que podemos verla desde la misma Escuela Historicista Alemana, en

    Schmoller, List y quizs dentro del pensamiento de Max Weber como socilogo, unido probablemente a

    la tradicin de Schumpeter y a Hegel, creando una visin filosfica ms que una visin econmica exclu-

    sivamente. Y pienso que, ms que una fortaleza, fue una debilidad del pensamiento del padre Alemn.

    Particularmente, no creo que sobre la base de la historia se puede montar una ciencia, la historia no es

    una ciencia, es una disciplina que trabaja con el pasado, pero metodolgicamente no es una ciencia.

    Cuando uno mira las categoras que el padre Alemn maneja en el anlisis econmico, encontramos que

    son categoras sociales: el Estado, los sindicatos, los trabajadores. Vemos que es una influencia de la eco-

    noma poltica marxista.

    Al concluir, yo considero al padre Alemn como un pensador pre-marginalista que encaja dentro de las

    corrientes econmicas previas a la revolucin marginalista a finales del siglo XIX. A mi modo de ver, el

    padre se mova entre estos dos terrenos: en el terreno de la socioeconoma, recuerden que Max We-

    ber y Schumpeter pensaban que vena de una sola ciencia de la sociedad, la llamada socioeconoma que

    evaluaba la perspectiva de la conducta del hombre, tanto desde el punto de vista sociolgico como del

    punto de vista econmico de una sola disciplina. Y cuando no, lo haca en las categoras de la economa

    poltica previa a la revolucin marginalista de finales de siglo XIX.

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    Lucas Vicens.-

    Hemos tenido la oportunidad de escuchar presentaciones muy originales y creativas que han presenta-do de manera muy variada, muy actual, una multiplicidad de eventos, porque la historia es sincrona y diacrona, no slo es pasado, es presente y el presente ya pas en el presente.

    Lo interesante de este conversatorio es que en el pensamiento econmico dominicano, el libro de Ellen nos pudiera llevar a una vuelta al inicio, es decir, a las corrientes estructuralistas.

    Realmente, Alemn fue un gran filsofo, y como tal, un gran conocedor de la historia, un gran socilogo y un gran economista. Como economista bebi en toda esa formacin alemana, conoce profundamente no slo a Schumpeter o a Weber con el cual hace una sintona interesante sobre el rol del empresaria-do, sino tambin a la Escuela Histrica Alemana, a Pareto, es un hombre que conoce a Keynes, es un hombre que posteriormente se actualiza profundamente en las corrientes del pensamiento econmico. Alemn conoca a fondo todo el pensamiento filosfico kantiano, marxista, de List, lo cual hizo de l un hombre muy actualizado. Para el trabajo de las obras completas, sugiero recuperar la bibliografa de los autores y los libros que Alemn utiliza.

    Hay dos obras que para m son las ms importantes del padre Alemn: La teora del sub-desarrollo en el desarrollo econmico, publicada en el 1978 y su trabajo sobre la crisis econmica mundial. Son dos traba-jos de calidad mundialmente reconocidos. En mis aos de estudios en el Colegio Loyola, hablo como un egresado de los jesuitas, sent la influencia de la profundidad de ese pensamiento.

    Alemn inici una serie de trabajos interesantes desde la Academia de Ciencias, desde las aulas universi-tarias, la prensa, los foros econmicos e insisti en una serie de planteamientos que fueron menciona-dos por los panelistas, y que desafortunadamente, la mayora de ellos, quedaron en el olvido como es la estructura tributaria, que permanece igual; la agricultura se olvid; vemos como la industria est orien-tada al consumo, es decir, todo ese pensamiento que Alemn llamaba la funcin objetivo del sector pblico, qued atrs, y es interesante lo que dice el seor Alvarez Bogaert, el CEA daba utilidades hasta el 1986.

    En esta perspectiva, termino diciendo que quebramos el CEA, la CDE, CORDE, se olvid la educacin, se olvid la salud y posteriormente lo que hemos hecho es continuar ese perodo de largo invierno, que es el perodo de los 10 aos de la vuelta de Balaguer y que no se ha podido recuperar y conectar a un pensamiento diferente.

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    Miguel Ceara-Hatton.-

    Como un comentario de orden informativo debo decir que hay un libro pstumo del padre Alemn

    que va a ser publicar los jesuitas. Es una obra de ms de 800 pginas de texto, el cual consta de cua-

    tro partes, donde cada introduccin hace una reflexin.

    Pasando a los comentarios, tengo una observacin a lo que yo entend que dijo el Dr. Pedro Silverio.

    Yo creo que pensar que la economa tiene una tendencia innata al pluriempleo o argumentar que los

    mercados se auto regulan o que el desempleo es voluntario porque no hay flexibilidad de salario, si

    eso no es pre-cientfico o si eso no es metafsica, yo no s lo que es metafsica. Pero creo que la te-

    ora neoclsica est en una situacin de crisis fundamental.

    Creo que es importante decir que el padre Alemn aport esa multi-dimensionalidad del ser humano,

    el ser humano es multidimensional y tiene vnculos y es muy difcil hacer esa separacin que la teora

    neoclsica presenta.

    Creo que esto sera bueno discutirlo dentro de otro escenario, o un debate organizado por la Escuela

    de Economa, a cargo de Martn Francos.

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    Manuel Monts.-

    Me parece que el trabajo de la licenciada Ellen Prez Ducy se puede enriquecer an ms si contemplamos

    que una de las aristas con la cual se puede estudiar el pensamiento del padre Alemn es a travs de su tra-

    bajo como Director de la Escuela de Economa y forjador de la oferta curricular de la PUCMM en los nive-

    les de grado y pregrado.

    Comparto la conviccin del Dr. Silverio de que el doctor Jos Luis Alemn est claramente alineado con la

    Escuela Histrica Alemana y la tradicin de Frederich List y muchos otros pensadores. Pero, teniendo

    esto en mente, cuando nos acercamos a la oferta curricular en la PUCMM en materia de economa tanto a

    nivel de grado y pregrado, en la que indudablemente tuvo mayor responsabilidad ante los futuros econo-

    mistas, entonces nos encontramos en una especie de paradoja. Si vemos la carga horaria otorgada que

    asignaba a las asignaturas de corrientes cuantitativita, parecera ser la obra de un pensador de corte keyne-

    siano, ms alineado con la tradicin neoclsica, que de un socilogo. Por lo cual abro una interrogante.

    Acaso el espritu con la conviccin historicista de Alemn fue doblegado por tradiciones ajenas a las que

    eran sus convicciones para inclinarse a esa corriente que, quizs, subestima el valor de los estudios cuanti-

    tativos? O, acaso podramos admitir que el padre Alemn, en la etapa de su vida en la que tuvo mayor

    peso en la labor de la oferta curricular (la cual considero la ms importante en la Facultad de Economa del

    pas) se aboc ms a un pensamiento de tipo keynesiano?

    Creo que estudiar la participacin del padre Alemn en la oferta curricular, las cargas horarias y ese nme-

    ro de egresados, nos abre campo a nuevas interpretaciones de la evolucin de su pensamiento, como a la

    importancia que confiri a cada una de las reas: teora, historia, tcnica y cualitativa.