Paraguas y Democracia en Hong Kong (La Nación 2393)

2
52 2393 Octubre 2014 C uando caminas por las calles de Hong Kong te das cuenta que los 150 años de su época colonial bri- tánica, que se fortalecieron en 1989 con la firma de la Convención de Pekín que les arrendó Kowloon y la isla Stonecutters por 99 años , resultan fundamentales para comprender la combinación entre China y Occidente que no tiene otra ciudad o región del país asiático, aunque se le compare con la moderna y abierta Shanghái. Desde 1997, año en el que Hong Kong dejó de ser una colonia británica para convertirse en parte de China, regido por el principio de “un país, dos sistemas”, notamos que ese sincretismo entre lo oriental y lo occidental se vuelve más fuerte, por- que ven hacia el futuro como parte de la potencia asiática pero tratando de conservar los beneficios que les representó el Estado de Derecho, sistema legal y demás características propias que les trajo la colonia británica. Como tal, es que podemos comprender me-  jor la magnitud de las mani fest acio nes de es tu- diantes que se han dado en Hong Kong en las últimas semanas, mismas que, a pesar de que han perdido fuerza, resultan un parteaguas, tal vez no en el corto plazo para la China con- tinental, pero sí para la Región Administrativa Especial de Hong Kong. EL MUNDO  Además de ver a jóvenes que se caracterizaron por sus paraguas, mismos que servían para pro- tegerlos de los gases lacrimógenos, las manifes- taciones que tomaron Hong Kong tuvieron gran simbolismo y demostraron que la democracia es un bien que se debe preservar y proteger, entre otros aspectos, por medio de una ciudadanía fuer- te, participativa, informada y corresponsable, como lo expresaron con acciones los miles de manifes- tantes en las calles de la ciudad, quienes no sólo recogían la basura que tiraban sino que hasta ha- cían la tarea sentados en la acera. Pero ¿qué buscaban los manifestantes? El go- bierno de China se comprometió a permitir el su- fragio universal en Hong Kong después de 2017, sin embargo, una nueva reforma proveniente de Pekín sí permitía este derecho, pero lo debilitaba al sólo permitir que los candidatos que aprobaran ciertas características establecidas por el gobierno central, fueran avalados para ser elegidos por los ciudadanos , lo que le quita la posibilidad a la ciuda- danía de hacer sus propias propuestas. Este hecho llevó a las calles a decenas de miles de manifestantes, quienes buscaban revertir dicha refor- ma y así lograr una democracia más plena para 2017, teniendo, como ha pasado en muchos otros casos en el mundo, a la tecnología y redes sociales como su principal instrumento. En el caso de Hong Kong se P ARAGUAS Y DEMOCRACIA EN HONG KONG Por Carlos J. Guízar 

Transcript of Paraguas y Democracia en Hong Kong (La Nación 2393)

8/10/2019 Paraguas y Democracia en Hong Kong (La Nación 2393)

http://slidepdf.com/reader/full/paraguas-y-democracia-en-hong-kong-la-nacion-2393 1/2

52

2393 Octubre 2014

Cuando caminas por las calles de

Hong Kong te das cuenta que los

150 años de su época colonial bri-

tánica, que se fortalecieron en 1989

con la firma de la Convención de Pekín que les

arrendó Kowloon y la isla Stonecutters por 99

años, resultan fundamentales para comprender la

combinación entre China y Occidente que no tiene

otra ciudad o región del país asiático, aunque se lecompare con la moderna y abierta Shanghái.

Desde 1997, año en el que Hong Kong dejó de

ser una colonia británica para convertirse en parte

de China, regido por el principio de “un país, dos

sistemas”, notamos que ese sincretismo entre lo

oriental y lo occidental se vuelve más fuerte, por-

que ven hacia el futuro como parte de la potencia

asiática pero tratando de conservar los beneficios

que les representó el Estado de Derecho, sistema

legal y demás características propias que les trajo

la colonia británica.Como tal, es que podemos comprender me-

 jor la magnitud de las mani festaciones de estu-

diantes que se han dado en Hong Kong en las

últimas semanas, mismas que, a pesar de que

han perdido fuerza, resultan un parteaguas, tal

vez no en el corto plazo para la China con-

tinental, pero sí para la Región Administrativa

Especial de Hong Kong.

EL

MUNDO

 Además de ver a jóvenes que se caracterizaron

por sus paraguas, mismos que servían para pro-

tegerlos de los gases lacrimógenos, las manifes-

taciones que tomaron Hong Kong tuvieron gran

simbolismo y demostraron que la democracia es

un bien que se debe preservar y proteger, entre

otros aspectos, por medio de una ciudadanía fuer-

te, participativa, informada y corresponsable, como

lo expresaron con acciones los miles de manifes-tantes en las calles de la ciudad, quienes no sólo

recogían la basura que tiraban sino que hasta ha-

cían la tarea sentados en la acera.

Pero ¿qué buscaban los manifestantes? El go-

bierno de China se comprometió a permitir el su-

fragio universal en Hong Kong después de 2017,

sin embargo, una nueva reforma proveniente de

Pekín sí permitía este derecho, pero lo debilitaba

al sólo permitir que los candidatos que aprobaran

ciertas características establecidas por el gobierno

central, fueran avalados para ser elegidos por losciudadanos, lo que le quita la posibilidad a la ciuda-

danía de hacer sus propias propuestas.

Este hecho llevó a las calles a decenas de miles de

manifestantes, quienes buscaban revertir dicha refor-

ma y así lograr una democracia más plena para 2017,

teniendo, como ha pasado en muchos otros casos

en el mundo, a la tecnología y redes sociales como

su principal instrumento. En el caso de Hong Kong se

PARAGUAS Y DEMOCRACIA

EN HONG KONG

Por Carlos J. Guízar 

8/10/2019 Paraguas y Democracia en Hong Kong (La Nación 2393)

http://slidepdf.com/reader/full/paraguas-y-democracia-en-hong-kong-la-nacion-2393 2/2

2393Octubre 2014

EL MUNDO

le conocía como el FireChat, una aplicación que les

permite comunicarse sin señal de internet por medio

de Bluetooth o radiotransmisores en una distancia me-

nor a los 200 metros, esto porque es conocido que

en China se restringen las principales redes sociales y

más en dicho contexto.

La “revolución de los paraguas” ha perdido su

fuerza, aunque el gobierno aminoró sus ataques

de los primeros días contra los manifestantes,quienes se distinguieron por su resistencia pa-

cífica; aun así, vemos que sus demandas, como

la renuncia del presidente ejecutivo Leung Chun-

ying, no se convertirán en una realidad y tendrán

que seguir negociando para que el voto universal

pueda ser efectivo, al tener candidatos sin filtro y

que sean propuestos por la ciudadanía.

 Ante esta situación, podemos pensar que los 7

millones de habitantes que tiene Hong Kong posi-

blemente no tendrán la democracia que espera-

ban, sin embargo, en realidad han tenido un granresultado: demostrar que la disciplina, la corres-

ponsabilidad y la ciudadanía han podido aminorar

la represión en el país que, aunque no fue en China

continental, representa un avance democrático.

Los jóvenes no sólo tuvieron que lidiar con el gobier-

no sino también con muchos habitantes, quienes argu-

mentaban que más allá de la política y la democracia,

Hong Kong ha florecido por su comercio y fortaleza

económica, puesto que es el séptimo exportador

mundial, con el 2.7 por ciento de las exportaciones en

todo el mundo y cuenta con la segunda bolsa de valo-

res más grande del planeta, cotizando entre sus prin-

cipales empresas un valor de 3.1 billones de dólares.

Es cierto, Hong Kong es sinónimo de desarrollo,

comercio, tecnología y crecimiento económico,

no obstante, es su Estado de Derecho, estabilidad

política y reglas claras y transparentes, la que lebrindan certidumbre a los empresarios e inversio-

nistas, especialmente, si se les compara con las

condiciones de la China continental.

 Así pues, Hong Kong seguirá fortaleciendo esa duali-

dad entre su régimen chino tan particular y los valores

de la democracia, porque tiene una generación joven,

pujante, participativa y corresponsable, pero también a

una población que hoy en día prefiere mantener el sta- 

tus  quo  para que la región siga siendo próspera, pero

es en realidad, dentro de esos principios democráticos

que se promovieron con un paraguas y un libro en lamano, los que han permitido que Hong Kong sea lo

que es y lo que le permitirá seguir floreciendo, porque

la democracia significa, entre otros, certidumbre al te-

ner reglas claras, Estado de Derecho, transparencia y

protección a las libertades políticas y derechos huma-

nos de los habitantes.

Twitter: @carlosjguizar